Page 3 of 3
1 2 3

Educación democrática: Aprender a vivir juntos

Por Beatriz Villarreal 

 

La teoría educativa del aprendizaje  desarrollada por Jacks Delors sigue la tradición de la UNESCO. Esta institución incluye a casi todos los países que son y que pretenden ser democracias plenas en este siglo veintiuno. Ambos: UNESCO y Delors integran la educación al proceso democrático nacional. La educación es tratada como un eje central del proyecto de desarrollo nacional. La educación se realiza por medio del aprendizaje y la enseñanza de materias, contenidos, conceptos, valores y acciones que preparan para actuar sobre la vida personal y cotidiana de los estudiantes y, a su vez para que estos sean capaces  de impactar a la sociedad, a la economía, a la historia y a la cultura incorporando los valores y principios sociales que lo hacen posible. Esta democracia está basada en una doble vía: la individual o privada y la colectiva o pública. Por lo tanto la educación tiene que formar personas capaces de desplegarse de la mejor manera en su vida personal y  realizarse como un ciudadano propositivo y activo en la vida pública. Las demandas que le hace la sociedad a este modelo educativo es que forme personas y ciudadanos buenos, responsables, solidarios y gregarios con la construcción de competencias que los preparen, tanto teórica como prácticamente, para la vida personal, laboral y social como miembros cualificados y útiles de aportar a sí mismo y para los demás. Es por ello que se le ha denominado la teoría de las competencias educativas a esta perspectiva educativa.

Delors en el desarrollo de la teoría educativa de las competencias destaca 4 formas de aprender con el objetivo de formar a sus miembros para que con sus aportes la sociedad en que viven llegue a ser democrática, educada, solidaria e igualitaria. Estas formas de aprender son:1) aprender a conocer que consiste en formar capacidades para conocer. La lectura, el estudio y discusión individual y con los demás permite de esta manera llegar a conocer, saber y aprender. Esto significa que ya no es solo leer o repetir el texto leído o el tema escuchado, sino que el que aprende se tiene que involucrar en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Tiene que entender, comprender, interpretar y explicar lo que conoce. Esto para llegar a tener una  comprensión del mundo que lo rodea y que le permite vivir con dignidad, pero  sobre todo que le permita llegar a tener su propio criterio e interpretación de la ideas y de la vida. Aprender ya  no es repetir lo que se leyó, sino que requiere de todo un trabajo  intelectual de entendimiento, de asimilación y de interpretación por parte del alumno. Esto requiere darle al estudiante una formación que le permita no solo leer y repetir, sino que pueda desarrollar recursos que lo hagan capaz de  entender y  comprender lo que conoce. Esta es la vía que luego le permitirá, por sí mismo, poder aprender y lograr sus capacidades de interpretación y de valoración de los contenidos que aprende. Este proceso de aprendizaje y de competencia de conocer de esta manera lo hace partícipe del conocimiento y, a su vez, le permite ubicarse en el mundo. Deja de ser un ente pasivo en el proceso de conocimiento y de aprendizaje para convertirse en un sujeto activo y productivo.

2)  La segunda competencia es aprender a hacer. Es fundamental para hacer realidad la primera. Esto le permitirá al estudiante demostrar que es capaz de hacer realidad de llevar a la práctica lo que aprendió a nivel conceptual. Es poder concretar por sí mismo en la práctica los contenidos que leyó  y aprendió. Es desplegar en la práctica la teoría. Este aprendizaje es fundamental para asegurar su formación profesional y su capacidad de enfrentar y de adaptarse para permanecer en el mercado laboral en el corto, mediano y largo plazo. Esta formación le permite desempeñar diferentes tareas y/o proponer la realización de otras nuevas.

3) aprender a vivir juntos: encausa a la aceptación de las diferencias y de la existencia de los demás. Contribuye a la toma de conciencia de sí mismo y del otro como un igual. Característica necesaria para la existencia y conservación de las sociedades ya  que todos somos parte de una comunidad. Y finalmente 4) aprender a ser: es la que enseña y educa a cada uno a ser parte del desarrollo global y a su vez a poder demostrar su humanidad, riqueza interna y potencialidad frente a los demás.  Esta teoría educativa permite superar  el énfasis individualista que hasta ahora tiene la educación. Es conocer y volcarse más en la acción y en el impacto que puede tener la educación en el entorno del estudiante. Prepararlo para actuar, crear y transformar su medio social y laboral que puede ser su comunidad o su centro laboral. La tercera competencia – aprender a vivir juntos- es fundamental para el desarrollo de capacidades solidarias y democráticas de cada uno de nosotros en el sentido que somos  formados para aprender a vivir en comunidades de personas y ciudadanos diversos y heterogéneos.

Tanto aprender vivir juntos como aprender a ser son las competencias que llevan a la formación de la ciudadanía y de la democracia participativa e igualitaria. Y a nivel individual a la formación de principios y valores que nos hacen buenas personas y ciudadanos activos y colaboradores.

Tomando este marco conceptual y desde esta concepción educativa la construcción de la democracia en Guatemala no se  está siendo ampliada ni fortalecida por medio de la educación. Pues el estilo político que se ha impuesto es la apropiación del Estado, por uno o varios grupos, para su beneficio y para accionar contra el resto. Esta ha sido el estilo tradicional y la práctica política impuesta desde siempre que ha dado escasos resultados al modelo democrático que persiguen grupos pensantes con tendencias o  posiciones democráticas más avanzadas que  intenta  y justifican  que sean los docentes  y los estudiantes los que traten de hacer de Guatemala un país con una democracia  incluyente y multicultural que permita,  a la vez, la construcción de lo público y de lo privado. Para lograr un justo balance entre el dominio del sector privado y el público en lo económico, en lo educativo, en lo social y en lo político. Que logren relacionarse como dos espacios diferentes que tienen que estar relacionados entre sí. Por ejemplo, en el financiamiento de las campañas políticas, en la organización y fortalecimiento de los partidos políticos. Esto es responsabilidad de todos los sectores. Tiene que construirse un acuerdo entre los sectores económicos, el gobierno y la sociedad civil. La transparencia del financiamiento de los partidos por parte del Estado es una condición para el fortalecimiento de la democracia, entendida como la convivencia entre iguales o sea, entre ciudadanos.

La composición étnica e histórica de este país está basada en la desigualdad y en la diversidad de culturas, lo cual hace más complejo el diálogo y el acuerdo nacional, pues además  se entrecruza con los orígenes de la colonización española, integrada por grupos humanos que solo buscaron el enriquecimiento privado, no la convivencia pacífica con las culturas originarias, sino su bienestar, poder y dominación. Esto unido a que las culturas indígenas también fueron históricamente organizaciones piramidales a partir del concepto religioso.

Cinco siglos después la situación en Guatemala es sumamente compleja, por un lado un gran enriquecimiento de pequeñas élites que no muestran ningún interés por la democracia, ni por un desarrollo social más igualitario ni un progreso material que incluya a grupos empobrecidos, resultado de la  explotación histórica a la que han sido sometidos, a los bajos salarios, a la escasa demanda laboral y a las malas condiciones de vida. Es una estructura política piramidal al igual que la sociedad con un Estado débil y una nacionalidad multicultural casi  inexistente. Las viejas élites enriquecidas por métodos tradicionales, junto con los nuevos grupos hegemónicos tratan de mantener este estado de cosas,  de lo contrario perderían sus  beneficios.

La solución que tiene este país para aprender a vivir juntos como lo propone la teoría educativa desarrollada por la UNESCO  es hacer realidad el modelo educativo que concibe a la educación como la posibilidad para aprender a solucionar los conflictos de manera pacífica, fomentando el conocimiento de los demás, de su cultura y su espiritualidad frente a la actual atmósfera competitiva  imperante en la actividad comercial de la nación. Buscar salidas para  combatir la tendencia  internacional  que privilegia el espíritu de competencia y el éxito individual.

Una posible salida a esta situación puede ser dar a la educación dos orientaciones complementarias que son: 1) el descubrimiento del otro en todos los órdenes de la vida y, 2) tender hacia objetivos comunes. El descubrimiento del otro considerado como parte del conocimiento de sí mismo, pues los demás son parte de mi existencia. Es lo que hace posible el conocimiento desde la comprensión. Tender hacia los objetivos comunes permite superar los hábitos individuales que valorizan los puntos de convergencia privado, por encima de los aspectos que nos separan, para dar origen a un nuevo modo de identificación que es el nosotros como base para una convivencia posible y sostenible.

Fuente del artículo: http://s21.gt/2018/08/06/educacion-democratica-aprender-a-vivir-juntos/

Comparte este contenido:

La educación del futuro y el futuro de la educación en Guatemala

Guatemala / 5 de agosto de 2018 / Autor: Beatriz Villarreal / Fuente: El Siglo 21

La escuela como institución y modelo social de la enseñanza en Guatemala responde a un contexto definido, en general, por una vieja y tradicional estructura productiva como un país pobre, subdesarrollado, con una débil industria y agroindustria, una inmensa cantidad de unidades de servicios o de producción manual, artesanal y de pequeñas industrias, que hacen  esfuerzos por incorporarse a la dinámica económica nacional y a la corriente dominante de la globalización, obteniendo pequeños avances significativos que tratan de ser potencializados por organizaciones como Agexport, por ejemplo.  Mientras que  otros países latinoamericanos se enrumban hacia la educación del siglo XXI y hacia la Cuarta Revolución Industrial.

Casi en la tercera década del siglo XXI  la educación  universitaria guatemalteca sigue haciendo énfasis en carreras tradicionales como la agronomía y las ingenierías; administración y economía.  La Educación como ciencia humana, como centro del conocimiento y como carrera profesional no es un proyecto académico consolidado al interior de la universidad. Educación no ha sido transformada en un área  o eje estratégico del trabajo académico o en una cabeza que dirige esta institución. No se piensa ni se discute sobre las teorías y sobre las corrientes educativas dentro del quehacer cotidiano de la escuela.

En campos más urgentes, se ha innovado poco,  como son carreras ecológicas y/o alimentarias a pesar de ser uno de los países más afectados por estos fenómenos. Tampoco se ha incorporado en los currículos de la formación universitaria las tecnologías de la comunicación (tics) donde los ordenadores personales, internet, y videos juegan un papel fundamental en la enseñanza y el aprendizaje, dentro de las nuevas teorías  educativas para el siglo XXI o sobre el aprendizaje que tienen tanta vigencia en el estudio de los fenómenos educativos. Puede decirse que las  innovaciones educativas, tecnológicas y científicas están casi al margen del objeto de trabajo y de estudio del proceso educativo en todos los niveles del país. No hay producción científica y tecnológica de impacto nacional aún. No se han formado  a los estudiantes de primaria, secundaria ni a los profesionales para los cambios que demanda el país y que están siendo realizados desde  la Cuarta  Revolución Industrial.

Se dice esto pues si se eleva una mirada sobre el universo educativo actual, con el fin de valorar  las innovaciones que están provocando estas nuevas tecnologías en muchas áreas del conocimiento y en el proceso educativo es posible afirmar que la educación recorre y cubre y es responsable, cada vez más, de procesos y fenómenos de la vida real. Casi puede decirse que la educación se ha expandido a muchas áreas a las que antes no tomaba en cuenta.  Ha sido reformulado en casi todas las disciplinas. Se han  aumentado la cantidad de carreras universitarias en todos los órdenes: en servicios como la telefonía celular, en las áreas domésticas, en la salud, en la belleza, en la cultura y producción alimentaria. En el comercio, en el trabajo, recreación. En el cuido de personas y especialmente en las  formas de enseñanza. En medicina por ejemplo medicina del deporte, construcción de robots.

Existen nuevas familias tecnológicas como son la robótica, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, Impresiones 3D, biotecnología, nuevos materiales, y nanotecnología. Sólo para dar otro ejemplo, pues el universo se agranda todavía más si se relacionan dos o más ciencias o disciplinas.

Si comparamos estos grandes avances a nivel global con lo que ocurre a nivel nacional se observa que además de todas las carencias anteriores, a nivel de las prácticas educativas todavía, predominan aquí como metodología fundamental de enseñanza  las clases magistrales, prácticas tradicionales de trabajo en el aula, uso de materiales viejos o lecturas repetitivas, lo que hace difícil realizar innovaciones como las que propone Erik Brynjolfssom en el año 2015 (p.1)  quién considera que es posible hacer frente a estas nuevas oleadas si se realizan propuestas en áreas de educación, infraestructura, emprendimiento, comercio, e investigación en ciencia y tecnología.

En Guatemala la escuela no ha incorporado  avances tecnológicos significativos en sus programas y currículos. Muchos jóvenes y estudiantes vienen recibiendo, desde hace varios años, la influencia de este fenómeno fuera de la escuela,  en sus casas. Los alumnos cuentan, o tienen acceso, con  una gran cantidad de medios de comunicación y tecnología pero incorporadas a la diversión como la televisión, juegos electrónicos, teléfonos celulares, computadora, correo electrónico, cámara de fotos o video. Esto  hace que para estos estudiantes sea menos interesante su formación escolar pues es más lenta, menos formativa, pero si informativa. Estos medios de comunicación al margen de la escuela, les dan acceso a cantidades enormes de información y de formación, y les permite el acceso a mundos nuevos posibles.  Lo que se ha convertido en causa del alejamiento de la escuela de miles de ellos. La educación formal tradicional se ha quedado atrás y ya casi no puede competir con las innovaciones tecnológicas.

Qué hacer entonces? El papel histórico de la escuela es edificar y fortalecer las bases cognitivas y éticas de la sociedad que se quiere mantener y fortalecer. Esto le da un carácter conservador, pues culturalmente tiene la responsabilidad  de reproducir esa sociedad. Pero no debe ser lo único, pues como se observa está siendo superada por los contextos tecnológicos y comunicativos, al imponer nuevas formas de conocer y aprender fuera de la institución educativa que se están convirtiendo en una limitación para la misma institución  y en un aviso que la puede llevar a perder la importancia que ha tenido y que está perdiendo rápidamente.

Todos estos contenidos son desarrollados por Howard Gardner en “La educación de la mente y el conocimiento de las disciplinas”, (2012) en su nuevo libro publicado en español. Gardner enumera 7 formas que van a reformar en el futuro la escuela como institución social. Estas son: 1. Descubrimientos científicos y tecnológicos, 2. Tendencias políticas, 3. Fuerzas económicas, 4. Tendencias sociales, culturales, y personales de la era moderna, 5. La cambiante cartografía del conocimiento, 6. Más allá del modernismo: la ironía del posmodernismo, y 7. El punto de vista multiculturalista.

La visión educativa por la que apuesta este autor es exponer y enfatizar sobre lo que es verdadero, lo bello y lo bueno y que al igual que al estilo clásico y tradicional,  el objetivo de la educación o paideia griega que significa el ideal educativo. Es  hacer posible que esta excelencia sea alcanzada por el mayor número de personas. Pues “la educación se debe seguir encargando de la verdad (la falsedad), la belleza (la fealdad) y la bondad (la maldad), con plena conciencia de los aspectos problemáticos de estas categorías y de los acuerdos existentes entre las diversas culturas y subculturas”.

Dentro del contexto actual de la educación, aborda la encrucijada de la educación hacia el futuro. Los puntos centrales a determinar son: a) cuál es la mejor manera de transmitir los roles, los valores, las materias básicas y las disciplina deseadas; b) estar atentos a responder adecuadamente a los cambios científicos, tecnológicos, políticos, económicos, sociales, culturales y personales que se produzcan en el mundo. Y, c) detectar las señales precedentes del mundo académico y situar su propio trabajo dentro de los discursos del posmodernismo y del multiculturalismo “porque por mucho que estos discursos se contradigan entre sí, los educadores no pueden evitar verse salpicados por los partidarios más vociferadores de estas maneras tan provocativas de ver e interpretar el mundo”.  Este es un buen marco de referencia para Guatemala.

Fuente del Artículo:

La educación del futuro y el futuro de la educación en Guatemala.

Fuente de la Imagen:

http://www.deguate.com/artman/publish/educacion/los-problemas-de-la-educacion-en-Guatemala.shtml

ove/mahv

Comparte este contenido:

La reforma educativa chilena

Chile / 24 de junio de 2018 / Autor: Beatriz Villarreal / Fuente: El Siglo

Fernando Reimers y Connie Chung investigadores de la Universidad de Harvard y  editores del libro “Enseñanza y Aprendizaje en el siglo XXI” publicado por el Fondo de Cultura Económica en México en el año 2016 incluyeron a Chile como uno de los cinco países seleccionados en la investigación sobre los cambios y procesos educativos a nivel mundial como un país de desarrollo alto y como ejemplo por las particularidades del proceso seguido y  por los resultados obtenidos.

En Chile la reforma educativa se inició en los años noventa del siglo pasado en un contexto histórico donde la empresa privada había estado siempre orientada al mercado, el sector privado tenía y tiene gran importancia. La educación siempre ha estado dividida en privada y pública, aunque la privada sigue siendo la mayoritaria. Con la democracia la educación fue una de las áreas más sacudidas por el movimiento estudiantil para fortalecer la educación pública y la ciudadanía y revertir su tendencia histórica. Lo descentralizado del sistema educativo de este país  se convirtió en un límite para la realización de las directrices del Ministerio de Educación y la preponderancia que continuo teniendo el sector privado educativo. En Chile este proceso de reforma estuvo influenciado por  (ECLAC) la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y por la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) con la introducción de la teoría de las competencias del siglo XXI.

La conceptualización de la reforma chilena se hizo basada en Informe titulado “Industrialización en América Latina”, donde además de tener acceso al conocimiento y a las habilidades requeridas para participar en la vida pública  así como coadyuvar al desarrollo de la productividad en la sociedad moderna, en educación se requería de formar para una ciudadanía capaz de reflexionar por sí misma, reflexionar sus demandas, integrarse como un cuerpo unitario, responder a un ambiente en perpetuo cambio y resolver problemas complejos. Este fue el corazón de la reforma educativa chilena.

Como segundo aspecto se incluyeron avances sobre la sociedad del conocimiento y la creciente relevancia de las tecnologías de la educación y la comunicación; y ante las demandas del sector privado le incorporan referencias bibliográficas sobre nuevas formas de administración de  negocios y sobre la reestructuración del Estado volcando la balanza hacia la economía, hacia el sector privado y la industria. Sus proponentes trataron de hacer un proyecto con una orientación de diseño para la vida, con una aproximación más práctica hacia la teoría del conocimiento. Su objetivo era educar a los estudiantes para producir conocimiento, no para reproducirlo exacta o mecánicamente. Utilizaron también como punto de referencia los trabajos de  Reich (1991) Murnane y Levy  (1996) de la Comisión Europea (1996) y la OCDE (Organización de cooperación y desarrollo económico) (1994), entre otros.

Lo nuevo consistió en tomar en cuenta la perspectiva de las competencias del siglo XXI en el currículo chileno (21CC). Se utiliza el concepto del aprendizaje definido como el desarrollo de habilidades y actitudes, no como transferencia de conocimiento. El cambio curricular hace énfasis en competencias cognitivas como por ejemplo capacidad para usar el conocimiento, para resolver problemas, para llegar a tener un uso adecuado de procedimientos, para obtener y organizar información relevante y tomar decisiones adecuadas. En  competencias interpersonales: adquirir métodos de trabajo, poder responder a situaciones cambiantes, y en competencias intrapersonales: desarrollar habilidades colaborativas y mostrar actitudes básicas de cooperación, tolerancia y respecto, de acuerdo con el sociólogo chileno J.J. Brunner, 1995.

Tomando en cuenta las teorías educativas de las competencias y el aprendizaje consideran que en el desarrollo de habilidades y actitudes, el conocimiento se define como información,  conceptualización y entendimiento. La información es puesta en relación o contextualizada para integrar marcos explicativos o interpretativos más grandes  y servir de base al discernimiento y al juicio. Superando así la centralidad del contenido y el aprendizaje de memoria y el academicismo. Permitiendo una capacidad analítica y un pensamiento crítico. El Ministerio de Educación proponía desarrollar capacidades de abstracción y generación de conocimientos, pensamiento sistemático y la experimentación como la que hace posible aprender a aprender. Comunicación, trabajo colaborativo, resolución de problemas, manejo de la incertidumbre y adaptación al cambio, todas vinculadas a las competencias del siglo XXI en el currículo chileno (21CC).

En cuanto a los cambios específicos también fueron hechos en la dirección que proponen los modelos de competencias del siglo XXI en lo referente al lenguaje y a la comunicación incorporaron a las ciencias sociales y crearon un subsector de aprendizaje de medio ambiente y sociedad, y un curso de educación tecnológica desde el primero hasta el décimo grado. La adquisición de una lengua extranjera (inglés) es obligatoria a partir del quinto grado. Estos cambios fueron centrales para aumentar la calidad educativa del país.

Como conclusiones se tiene que el currículo chileno tuvo buenos resultados esperados que hicieron mejorar la calidad educativa nacional con la incorporación de componentes relevantes de las 21CC sobre el aprendizaje. La limitación como se señaló al principio está en el desbalance que provoca el sector privado al seguir favoreciendo las habilidades cognitivas y debilitando a las intrapersonales e interpersonales. Esto no permite observar claramente cómo la introducción de las competencias del siglo XXI a las experiencias educativas cotidianas en los estudiantes ha sido exitosa. Sobre las competencias tecnológicas tampoco está claro que su uso sea positivo para impartir habilidades útiles o para favorecer la integración a una sociedad de la información. Y además los estudiantes no mejoraron sus competencias de ciudadanía pues la preocupación por reformar y priorizar la educación ciudadana fue muy escasa y tardía. Solo un pequeño porcentaje alcanza un alto desempeño en lectura, matemáticas y ciencias.

Los factores que explican la falta de efectividad de la reforma educativa para introducir las 21CC que no fueron efectivos en un cien por ciento pues los medios a través de los cuales se informó acerca de la reforma los maestros no dieron los resultaos esperados.  Esto puso a los maestros en aprietos a la hora de incorporar los nuevos conceptos a las actividades cotidianas de la enseñanza. El ambiente institucional y las ideas asociadas con las 21CC se volvieron irrelevantes para la política educativa ante el poco avance de los estudiantes. Se asumió de nuevo la tradicional prueba del examen como la forma de medición, evaluación y la rendición de cuentas para asegurar la calidad ante las presiones del sector privado. Por lo que las competencias del siglo XXI que en su mayoría  no eran evaluables se descuidaron inevitablemente.  Todo lo cual hace incierto el cambio educativo en Chile si pretenden realizar los procesos necesarios para hacer de la educación un proyecto nacional de desarrollo económico, educativo y sobre todo ciudadano como lo propone la teoría educativa de las competencias. La reforma educativa  debe ser reformulada y diseñado de acuerdo con los objetivos de las competencias educativas si quiere lograr las metas de la educación democrática y de calidad.

Fuente del Artículo:

La reforma educativa chilena

Fuente de la Imagen:

http://www.miningpress.com/nota/272581/aprobacion-de-emblematica-reforma-educacional-en-manos-de-senadores-dc

ove/mahv

Comparte este contenido:

Las competencias sociales y educativas

Por: Beatriz Villarreal

Jacques Delors en el libro “La educación encierra un tesoro” publicado en español  en 1998, hace nueve años, -2017- desarrolla un discurso educativo novedoso y profundo necesario para el siglo XXI para una gran cantidad de miembros de la UNESCO que son las voces de países y comunidades que necesitan renovar y transformar  la educación, desde la perspectiva de las ciencias humanas y de la interdicisplinariedad por la complejidad y el protagonismo que cada vez más adquiere la educación dentro de la globalidad como la característica esencial del mundo actual.

La educación requiere de conocimientos provenientes de la filosofía, las ciencias y la cultura para dar respuestas y lograr el impacto que las sociedades vienen reclamando desde hace varias décadas. Con los planteamientos de Delors y sus conceptos es posible afirmar que éstos rápidamente tomaron fuerza en muchos países democráticos conscientes de la importancia de estos cambios para sus sociedades.

Diez años después son parte de la institucionalidad y de la fortaleza de las políticas educativas. Muestran buenos resultados producto de la incorporación, en muchos países, de programas regionales para desarrollar y evaluar los aprendizajes y los resultados obtenidos. Contrariamente en Guatemala, al ser un país donde la educación históricamente,  sobre todo en los últimos 20 años, no ha tenido el reconocimiento ni la importancia requerida para su modernización y reproducción socioeconómica. Las novedades educativas llegan muy tarde o son aplicadas décadas después. Esto no hace posible obtener los resultados esperados como en los países que si han realizado los cambios necesarios.

En el país no se discute la importancia, contenido, ni posibilidades para fortalecer el sistema educativo, profundizando cada vez más sus rezagos. Su impacto es negativo. La educación en las sociedades democráticas fortalece el conocimiento y las tendencias igualitarias y democráticas. El que gana es todo el país, al generar mayores cantidades de personas formadas, útiles para el desempeño de competencias básicas de la sociedad, para continuar y mejorar la calidad educativa, la institucionalidad y el reconocimiento de lo educativo como un aspecto central. Procesos novedosos que apenas se están comenzando a digerir en países como Guatemala, al ser escasamente tomados en cuenta por la dirección educativa y por algunos educadores a nivel individual, en su labor docente.

Además en muchos casos esta propuesta educativa recibe mala prensa con críticas que hacen algunos grupos con interpretaciones sesgadas de lecturas que hacen de artículos publicados en revistas. Son retomados por profesionales poco conocedores de estos temas y de las perspectivas que ofrecen a las sociedades estas alternativas reales, para resolver sus déficits y realizar procesos educativos, sociales y económicos que significan cambios profundos y de fondo, no instrumentales.

Los planteamientos sobre la educación, formación, conocimiento y aprendizaje se tienen que tomar en cuenta. Sus contenidos son de gran actualidad y novedad,  especialmente en aspectos tan específicos como es en lo referente a las competencias educativas. Esta teoría es una propuesta y un contexto teórico-práctico para estos cambios.

Fuente: http://s21.gt/2017/07/31/las-competencias-sociales-educativas/

Comparte este contenido:
Page 3 of 3
1 2 3