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CNTE-Chiapas: solución quimérica

Por Carlos Ornelas 

Los griegos inventaron seres fantásticos para encontrarle sentido a lo que no comprendían, creaban mitos que no sólo alimentaban la imaginación, también les servían para fabular y extraer alguna parábola. La quimera era uno de esos seres: un monstruo que tenía cabeza de león, cola de dragón, cuerpo de cabra y expelía llamas por su hocico. Increíble, ¿verdad?

De allí se derivó la palabra quimérica, una creación alucinada que algunos toman como realidad. Tengo para mí que eso fue lo que pasó con el expediente que permitió poner fin —no del todo, según las notas de la prensa— a la huelga de 124 días de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas.

A partir del 15 de mayo, los maestros de las secciones 7 y 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, parte de la CNTE, comenzaron una huelga en las escuelas del estado, movilizaciones allá y plantones en la Ciudad de México. La demanda: abrogación de la Reforma Educativa.

No lo alcanzaron, pero demostraron poder. Parece que el gobierno creyó que la CNTE de veras tiene cabeza de león y que echa fogonazos por sus fauces. Por ello, sus coletazos —aunque sabemos que no son de dragón— ponen a temblar a la Secretaría de Gobernación, en especial a quien dirigía las negociaciones, el exsubsecretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda, hoy secretario de Desarrollo Social.

Y es a él a quien el presidente Peña Nieto encomendó que fuera a resolver la huelga a Chiapas y a desactivar el movimiento. Y el gobierno supone que lo hizo. Esa realización aparente fue a modo de la vieja usanza priista, con base en cañonazos de billetes y la no aplicación de la reforma en Chiapas hasta diciembre de 2018.

Además, de acuerdo con opiniones vertidas por líderes de los maestros disidentes, el secretario Miranda se comprometió a otorgar siete mil pesos por tres meses a estudiantes normalistas que no aprueben el examen de ingreso al servicio profesional docente.

Más todavía, para alimentar la barriga de cabra de esa quimera, el secretario Miranda acordó transferir 150 millones de pesos para infraestructura educativa —como si no hubiera un plan nacional para ese asunto— y obsequiar útiles y uniformes escolares a los alumnos. Me imagino que las secciones sindicales administrarán esos fondos.

Por si fuera poco, el gobierno descongeló dos cuentas de la CNTE y se comprometió a pagar salarios y prestaciones, sin descuento alguno, a todos los maestros paristas. Ya crecidos y con impunidad garantizada, los maestros que se comprometieron a regresar a clases el miércoles sólo lo harían si los padres de familia pagaban las cuotas “voluntarias” de inscripción. Asunto que llevó a familias pobres a la casa de empeño.

Es una ironía cruel. Los defensores de la escuela pública y gratuita no dejan entrar a las aulas a los niños cuyos padres no aporten. Todo se carga a los más pobres, mientras la Constitución duerme en el regazo de la alta burocracia.

Luis Enrique Miranda no firmó ninguna minuta. Ya se dio cuenta de que la prensa entrometida encuentra documentos que quisiera guardar en el secreto más recóndito. Tampoco quiere enfrentar la ira de Mexicanos Primero y otras organizaciones civiles que promueven amparos para que los pactos entre el gobierno y la CNTE se publiquen. Mantiene oculta a la quimera que él ve como animal con vida corpórea.

Aunque el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, discursea que no hay pactos, su colega en el gabinete lo deja colgado de la brocha. ¿Acaso Nuño perdió el apoyo del Presidente?

Dirán, bueno, si es un acuerdo verbal el gobierno no lo cumplirá. Cierto, los altos mandos no perpetran lo que prometen a la gente común. Pero sí acatan los acuerdos con la CNTE; temen que regrese vomitando fuego. Ésa es la moraleja de esta fábula.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-experto-nacional/2016/09/25/1118869

Imagen: static.animalpolitico.com/wp-content/uploads/2016/05/Maestros-960×500.jpg

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Educación: congresos y fiestas

Por: Carlos Ornelas

En mi entrega del miércoles pasado reseñé lo trascendente del XVI Congreso Mundial de las Sociedades de Educación Comparada (WCCES), que se realizó en Pekín del 22 al 26 de agosto. Rematé con una frase que a ciertos de mis lectores les pareció frívola, pues le hicieron juicios severos, no al cuerpo del texto. Tal vez, el cierre del artículo: “¡Adiós, Pekín; bienvenido Cancún! Allí, la fiesta mexicana será en grande”, desvirtuó la crónica de lo sustancial.

Los comentarios críticos —que agradezco con franqueza— me inducen a esclarecer un punto que para los académicos es el pan de cada coloquio, simposio o congreso de cierto calibre, pero no tiene por qué serlo para el común de los lectores. No digo que sea ignorancia, pero sí falta de familiaridad con hábitos de un grupo “raro” de personas que se reúne a discutir asuntos que al final de cuentas sólo tienen que ver con el avance del conocimiento, muchas veces sin consecuencia práctica.

Lo trascendente de esos foros se expresa en las conferencias, ponencias y otros dispositivos como carteles, grupos de debate y sesiones de académicos veteranos con investigadores noveles, que se les podría denominar de tutoría. Ésa es la parte formal.

Sin embargo, hay labores informales cuya importancia radica en la construcción de redes, lazos de identificación, generación de nuevas amistades y de donde surgen grupos de trabajo. En el caso de la WCCES y de otras asociaciones a las que pertenezco, como el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, ese tipo de relaciones se cimienta en las charlas de pasillo, cuando se comparten los alimentos y en las fiestas que diversos grupos e instituciones organizan. El ambiente festivo es parte sustancial de cualquier congreso que se respete.

Los ánimos de colaboración entre pares de diferentes partes del mundo (de otras ciudades en el caso de foros nacionales) muchas veces se dan con mayor facilidad en una charla tornadiza, en el desayuno o las fiestas. En esas artes, más que en las exposiciones serias, es factible que personas y grupos encuentren afinidades en temas o posturas teóricas. En esos coloquios sin formato regular, uno puede embarcarse a fondo y debatir algún asunto con colegas y sembrar para cosechar después. Me refiero a frutos académicos, pero también a espigar amistades o contactos.

En las conferencias del WCCES y de la Comparative and International Education Society (CIES), grandes instituciones o universidades donde existen programas vigorosos de educación comparada, internacional o intercultural, organizan recepciones cuyo fin explícito es construir redes y, claro, relajar la mente del ajetreo de las ponencias del día.

Universidades —como Stanford, Harvard, Columbia— o instituciones intergubernamentales organizan esas celebraciones en los centros de convenciones u hoteles que son sede de los congresos. Eso cuesta, hay que alquilar espacio, pagar por un buffet y ofrecer alguna copa.

La fiesta mexicana en el WCCES y la CIES es de diferente naturaleza, no cuenta con apoyo institucional. Los participantes colaboramos con lo que podemos y conseguimos un lugar prestado; siempre juntamos a mucha gente. En la conferencia de CIES de 2017 la fiesta mexicana cumplirá 20 años. Los organizadores ya nos prometieron un recinto alejado de los huéspedes para realizar esa tertulia, que a veces incluye música y baile, siempre una copa de tequila.

La fiesta es parte de la vida y de esos congresos; no hay nada de malo en ello, pienso.

RETAZOS.- Don José Manuel Moreno me preguntó acerca de las conclusiones del Congreso de Pekín. Aún no las hay, pero comités de pares harán una selección de las ponencias para publicarlas. Tomará su tiempo.

A partir del miércoles regresaré al análisis de la coyuntura de la Reforma Educativa mexicana.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-congresos-y-fiestas/

Fuente de la imagen: http://www.rimac.mx/12o-taller-internacional-sobre-reformas-en-la-educacion-superior-tianjin-china/

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El congreso mundial de educación comparada

Por. CARLOS ORNELAS

China, ¡oh!, la vieja y moderna China, tradicional y poderosa. Pekín, ¡oh!, la urbe antigua y moderna, capital de la segunda potencia del mundo. Tanto el país como la ciudad, con su ying y su yang, su lado bueno y su parte oscura, hospedaron al XVI Congreso Mundial de Sociedades de Educación Comparada (WCCES), del 21 al 26 de agosto.

Alrededor de mil 500 turistas académicos de más de 80 países y otros tantos profesores y estudiantes de posgrado chinos nos reunimos en la Universidad Normal (o Pedagógica) de Pekín para discutir productos de la investigación educativa comparada y perseverar con debates informados acerca de problemas y perspectivas de la educación en el planeta.

Como todos los congresos de esta naturaleza, el de Pekín tuvo un tema general que permitió incluir ponencias acerca de cualquier asunto y en todos los colores. La organización, siendo eficaz, dejó cierto recelo en algunos de los partícipes de Occidente; intervinimos una decena de mexicanos (otros no pudieron llegar); y el Consejo eligió una nueva presidenta y la sede del siguiente Congreso será en Cancún.

El tema eje —o manto protector— de las argumentaciones fue “La Dialéctica de la Educación: Perspectivas Comparadas”. Las conferencias magistrales abordaron asuntos del mundo en tanto que hubo ponencias que comparaban países, perspectivas teóricas, proyectos concretos o variaciones en el tiempo. Los discursos en la ceremonia de inauguración fueron breves —una virtud—, aunque con cierto aire de autocomplacencia, el yang.

La inauguración formal corrió a cargo del ministro de Educación de China, Chen Baosheng, y los de bienvenida fueron del presidente del Congreso Mundial de Sociedades de Educación Comparada, Carlos Alberto Torres, y del presidente de la Sociedad de Educación Comparada de China, Wang Yingjie. Hubo otros mensajes de recepción por parte de las autoridades de la Universidad.

Tras las formalidades comenzaron las tareas sustantivas. El mismo profesor Wang dictó la primera conferencia magistral; discurseó —con orgullo, sin disfraz— acerca de la educación en China y su papel en el mundo. La segunda fue de Andreas Schleicher, director del Programa Internacional de Evaluación de los Estudiantes (PISA), con el mensaje de la reforma educativa que promueve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Ruth Hayhoe y Carlos Alberto Torres cumplieron con sus parlamentos con tono crítico y, a la vez, propositivo.

En las más de 100 mesas de ponencias hubo de todo. Las más concurridas tenían que ver con reformas educativas y perspectivas internacionales. Contrario a los discursos formales, la mayoría de las ponencias aportaban más críticas que halagos: reprendieron la globalización, las tendencias privatizadoras y el predominio del mercado.

No obstante, también hubo mesas donde se proponía aprender de otras experiencias, del papel de la educación en la formación de una ciudadanía global y de las ventajas de hacer comparaciones con el fin de replicar las mejores prácticas. De nuevo, el ying y el yang, los polos opuestos que se juntan para hacer un todo.

La organización de las conferencias magistrales, las ceremonias y la cena de gala estuvieron a la altura; pero hubo ciertas confusiones y ausencias en las mesas de trabajo y presentación de ponencias. A algunos de nosotros nos molestó que en cada una de las salas de ponencias hubiera dos cámaras de seguridad y que se grabara todo, no sólo con fines académicos, sino de control político.

Por cuestiones burocráticas no pudimos celebrar la tradicional fiesta mexicana que organizamos en cada congreso desde 2007. Nos dijeron no y entendimos que si insistíamos pondríamos en problemas a nuestros anfitriones. Al parecer, las autoridades de la Universidad no tienen una línea del Partido que les indique cómo lidiar con reuniones donde no saben de antemano con qué fines se reúne —fuera de agenda— gente de varios países, ni lo que discutirán.

Entre los mexicanos hubo colegas de Tamaulipas, Tabasco, Nuevo León, Aguascalientes y, por supuesto, de la Ciudad de México. Marco Aurelio Navarro, presidente honorífico de la Sociedad Mexicana de Educación Comparada, representó un papel clave, tanto como ponente y como miembro del Consejo del WCCES. Por mandato de nuestra sociedad propuso a México como sede del siguiente Congreso Mundial. ¡Ganamos! Será en Cancún, en 2019.

¡Adiós, Pekín; bienvenido Cancún! Allí, la fiesta mexicana será en grande.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2016/09/07/1115428

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Modelo educativo V: políticas educativas nómadas

Por. Carlos Ornelas

De acuerdo con David Phillips, en el siglo XIX había investigadores que viajaron a otros países con la intención de aprender del ejemplo y contribuir a la mejora de la educación “en casa”. Aquellos trotamundos establecieron una tradición en la educación comparada que persiste: la información del mundo puede inspirar reformas educativas.

Con el paso del tiempo, las “ideas migrantes”, ciertas normas devinieron en puntos de referencia para decidir qué hacer en los sistemas educativos. El influjo de la globalización en las reformas de la educación lideradas por organismos multilaterales a escala planetaria es patente, pero no homogéneo. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura mantiene una agenda en favor de la equidad —y algo de humanismo—, mientras que el Banco Mundial es el abanderado de la teoría del capital humano y la educación para el empleo. La influencia de esas entidades sigue vigente, mas la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos las rebasó al proponer un modelo de reforma educativa con base en la evaluación.

En artículos anteriores he referido el estudio que el gobierno mexicano encargó a la OCDE, cuando Josefina Vázquez Mota era la secretaria de Educación Pública, Mejorar las escuelas: estrategias para la acción en México. Éste contiene 15 prescripciones que, de acuerdo con referencias de la misma organización, son eficaces en la promoción de reformas educativas.

Ocho de esas recetas se refieren a los maestros cuyas nociones centrales se replican (no de manera mecánica) en las leyes General del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Las otras tienen que ver con la organización del sistema y los enfoques curriculares.

Buena parte del Modelo educativo y la propuesta curricular para la educación obligatoria 2016, que presentó el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, adapta otra parte de las consignas. Atención, no arguyo que la SEP asuma una actitud dócil ante la OCDE. El gobierno acepta porciones de políticas educativas andarinas, pero las transforma de acuerdo con los requerimientos institucionales del Estado; es más, se apropia de ellas, las nacionaliza.

Uno de los avances del proyecto que la OCDE entregó a México tenía un título sugerente: “Estudiantes y escuelas al centro, maestros en el corazón”. El primer punto de siete que presentó el secretario Nuño como guías para su acción en la SEP, fue “La escuela al centro”. Este lema también es parte fundamental del Modelo educativo que propuso en julio.

Véanse otras sugerencias de la OCDE y cotéjense con las propuestas del Modelo educativo: atraer a los mejores aspirantes a la profesión docente; abrir todas las plazas a concurso; mejorar el desarrollo profesional; evaluar para mejorar; reforzar la formación inicial docente (reformar las normales); autonomía escolar.

Hay autores que juzgan a la OCDE como la vanguardia de un neoimperialismo cultural que impone políticas de educación neoliberales a los países en vías de desarrollo, sean o no miembros de la organización. No les faltan argumentos ni pruebas que lo demuestren.

Otros hablan del desarrollo de una cultura mundial que la globalización impulsa con base en la ciencia, la tecnología y la información. Arguyen que hay un isomorfismo cultural, que las instituciones educativas del mundo se parecen en fines, estructura y métodos. También podrían conseguir evidencia empírica para apoyar sus puntos.

Una corriente teórica que emergió a finales del siglo pasado impugna los fundamentos de esos enfoques. Robert Arnove, por ejemplo, quien se identifica como neomarxista, señala que la dialéctica entre lo local y lo global es compleja. Él y otros investigadores conceden a los actores políticos locales pensamiento propio, mientras que las visiones del neoimperialismo cultural y la cultura mundial los ignoran o conciben como ejecutores de designios ajenos.

Esta visión me tienta. El gobierno de Peña Nieto impulsó la Reforma Educativa con el fin de resolver contradicciones y falencias internas. Se apoyó en las políticas educativas viajeras en la época de la globalización por dos razones. Una, aprender de otras experiencias (México no está aislado del mundo). Dos, como una palanca más de legitimación. Phillips arguyó que una reforma educativa que cuente con la bendición de la OCDE tiene activos que presumir.

A usted, ¿qué enfoque lo convence?

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2016/08/31/1114123

Imagen: sipse.com/imgs/072016/2007166a34ddd67med.jpg

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Propuesta curricular: expectativas

Carlos Ornelas

No conozco la propuesta, pero di seguimiento a los foros de consulta nacional para la revisión del modelo educativo y he leído porciones anchas de las piezas oratorias del secretario Nuño (espero que la de hoy no sea luenga ni improvisada). Haré un ejercicio en imaginación; el habla de este artículo es conjetural.

Percibo que la SEP circulará un documento donde dará a conocer el propósito central de la propuesta —más allá de la disertación sobre la calidad— enfocado a los cambios prácticos en el hacer de los docentes y las escuelas. Entreveo que expresará con cierta claridad las tradiciones magisteriales que quiere fortalecer y las prácticas escolares que desearía desterrar. Acaso pinte de color de rosa (aunque sin exageración) el contexto en que camina la reforma.

A fe mía que no debemos tener expectativas altas sobre el contenido de dicha propuesta. No será la varita mágica que resuelva los problemas de la mala educación, ni el paso definitivo de la Reforma Educativa. Tampoco un mero paliativo, contendrá —pienso— tramas serias de mejoría en el currículo. No hablará de estándares (ya es una mala palabra), pero sí de perfiles y parámetros.

El discurso oficial pondrá énfasis en el cambio y, quizá, dirigirá al magisterio palabras edificantes, nada de despidos ni sanciones. La retórica será de aliento, la cara amable de la reforma.

La SEP tal vez no manifieste, o quizá sí, que con esta propuesta trata de responder a las voces que dicen que la reforma no es educativa, nada más laboral y administrativa. Expresará que con un currículo renovado (no que sea nuevo por completo), materiales y textos modernos, programas y proyectos nacientes, la SEP dará pasos firmes para elevar la calidad de la educación.

También insistirá en que los docentes son el alma de la reforma y que habrá anchos programas de actualización. Hablará de la sociedad del conocimiento, tecnologías de la información y la comunicación; acaso trate de rescatar un soplo humanista, al mismo tiempo que insista en preparar a los mexicanos para vivir en un mundo en cambio vertiginoso; quizás hable de ciudadanía global.

Es casi seguro que el alegato de la escuela al centro estará presente en la propuesta; lo mismo que autonomía de gestión escolar y participación de los padres de familia. Por supuesto, tratará de los consejos de participación social y mencionará a las autoridades de los estados. Pero el acento estará en la reforma curricular.

Pienso que la propuesta de la SEP pondrá énfasis en el aprendizaje de los alumnos, en una enseñanza vivificada; atacará al memorismo y hará una crítica al conductismo. A lo mejor, aunque no estoy muy seguro de ello, le bajará el tono al modelo basado en competencias (que es una actualización sofisticada del conductismo).

Supongo que por ello planteará cambios en la pedagogía y la didáctica; y elogiará al constructivismo, a las nuevas corrientes dentro de esa filosofía del conocimiento, que es la fuente de inspiración de los países que tienen buena educación. Allá han sabido ponerla en práctica. Tal vez proponga una transición hacia la construcción de capacidades (que autores como Amartya Sen y Martha Nussbaum formulan como la alternativa constructivista y humanista).

El contexto político de estos días es viscoso. No importa qué diga la propuesta de la SEP, los opositores a la reforma embestirán contra ella. Entre los académicos habrá quien la estudie, pero los maestros disidentes la descartaron de antemano. Quizá los abanderados de las organizaciones civiles también le pongan un ojo crítico, pero porque no va hasta donde ellos quisieran.

No me hago ilusiones, pero le concedo el beneficio de la duda. Quizá la propuesta del secretario Nuño presente guías para la acción y el cambio no se quede en el camino. Haré juicios firmes cuando lea con detenimiento el proyecto de la SEP.

RETAZOS

Escribo esta nota el martes por la tarde, antes de que terminen las negociaciones en la Secretaría de Gobernación. Intuyo que la CNTE insistirá en la abrogación de la reforma y en vetar al secretario Nuño como interlocutor. Espero equivocarme, pero no habrá distensión.

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/propuesta-curricular-expectativas/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/02/foros-de-consulta-chihuahua.jpg

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Modelo educativo: símbolo y ceremonia

Por. Carlos Ornelas.

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presentó el 20 de julio tres documentos que conforman el Nuevo Modelo Educativo. Es una propuesta seria que requiere de análisis escrupulosos. No los quiero hacer de botepronto sin leer con atención los dos documentos principales: Los fines de la educación en siglo XXI, que es breve; y El modelo educativo 2016.

El tercero, Propuesta curricular para la educación obligatoria: 2016, es un texto de más de 350 páginas, expone cada programa por grado y materia. Aunque es para todo mundo, la SEP dirige este material a los maestros en activo, ellos son los destinatarios principales.

En los artículos de los miércoles de agosto me encargaré de analizar los dos primeros textos. Hoy cato la ceremonia de presentación, elementos del simbolismo político. Insisto, siguiendo a Gramsci y, desde otra óptica, a March y Olsen, que el manejo de los símbolos —ceremonias, rituales, apariencias— es tan importante para el ejercicio del poder como el control de otros recursos.

En el presídium estuvieron quienes deberían de acuerdo con el contexto político enrevesado. En el centro, el secretario Nuño, la estrella del día. Lo escoltaronSylvia Schmelkes, presidenta de la Junta de Gobierno del INEE, a su izquierda, y el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, presidente en turno de la Conago, a su derecha.

Con la primera, el secretario saldaba el desliz de la semana anterior al colocar al INEE como si fuera una dependencia de la SEP. Al segundo, además de significar al conjunto de autoridades estatales, le cayó bien la fecha: celebró un año de la “reconquista” del Instituto de Educación Pública de Oaxaca de manos de la Sección 22, la cabeza de la CNTE. ¡Qué mejor que festejar en el patio de la Secretaría de Educación Pública! Las efemérides cuentan.

Más a la derecha Juan Díaz de la Torre, con ánimo renovado y ocupando espacios que el gobierno le había negado. Equidistantes, el senador Juan Carlos Romero Hicks y la diputada Hortensia Aragón. Nadie del Poder Judicial. En los extremos,Carlos Mancera, para aludir a la participación social, y Sergio López Ayllón, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas, institución que monitoreará la consulta.

El discurso del secretario Nuño fue breve, que no es usual en él. Expuso los afanes de la reforma y describió el contenido de los documentos. El mensaje alegórico no podía faltar: la referencia a José Vasconcelos y al presidente Álvaro Obregón, fundadores de la SEP y promotores de la educación de masas.

El ritual se cumplió. Juan Díaz de la Torre dirigió palabras de aceptación de las premisas del modelo; también dio fe de su defensa de los derechos de los maestros. Hay que reconocerlo, fue sobrio, como diciendo: “Estoy de regreso y voy por más”. La liturgia exigió que la mayor parte de los miembros del presídium tomara la palabra; cosa extraña, los legisladores guardaron silencio, acaso para beneficio de la concurrencia. La ceremonia se alargó, es una rutina cultural que predomina en los actos públicos.

Sé que voy contra la corrección política, pero —con excepción de Díaz de la Torre, que fue tradicional— los discursos me parecieron sensatos, sin presumir que esas palabras se convertirán en realidad. Cada orador destacó promesas de cambio esperanzadoras, como la apuesta por la autonomía curricular, que acentuóSchmelkes; la reforma como el activo más importante de la nación, según Cué. La promesa de equidad que sustentó López Ayllón y la idea pedagógica constructivista que resaltó Mancera.

La SEP se tardó en presentar su propuesta. Lo hace en condiciones desfavorables, con la CNTE en rebeldía y poco tiempo para discusiones profundas. Pero más vale tarde que nunca, dice el clásico. Hoy esclarece su postura. Hay bastante tela de donde cortar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/modelo-educativo-simbolo-y-ceremonia/

Imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/07/nuno-1.jpg

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CNTE-Segob: tenacidad y anhelo

por: Carlos Ornelas

La sesión del lunes entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Secretaría de Gobernación (Segob) remata una etapa de la estrategia de los maestros disidentes. El gobierno sólo ganó un poco de tiempo, pero no hay distensión: la CNTE seguirá con paros, bloqueos y marchas. Le ocasionan beneficios.

No es que sea melancólico, mas pienso que el conflicto va para largo. La CNTE no quita el dedo del renglón: abrogar la Reforma Educativa. No bajará esa demanda porque le rinde frutos: consigue adeptos, desquicia las relaciones sociales, perjudica a niños y al país, mete fracturas en la economía y pone al gobierno en bretes, con lo que desmejora aún más la imagen del presidente Peña Nieto. Olfateo que ése es uno de los designios implícitos de los disidentes.

La CNTE, como dijo Adelfo Gómez, el dirigente de la Sección 7, de Chiapas, ya consiguió pasar del diálogo a la negociación, es interlocutor válido. Habrá tres mesas, la política, la educativa y la social. Sus líderes asistirán a ellas apoyándose en escaramuzas, dispersas, pero efectivas.

Aunque quizá no sea del todo certero, la CNTE da a entender que tiene el mango de la sartén, como diciendo en la Segob bailamos tango: nada más somos dos. Los disidentes ya sacaron de la jugada al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, y quieren marginar a Juan Díaz de la Torre (JDT), el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Me pregunto a quién quiere la CNTE tener enfrente en la mesa educativa. No digiero la declaración de Enrique Enríquez, el líder de la Sección 9: “Será fundamental sentar las bases para realizar una consulta nacional en la que participen actores de todos lados, porque el modelo educativo no sólo se refiere a cambios y programas de evaluación del magisterio” (Excélsior, 12/06).

La CNTE ya impuso veto a Nuño y no desea la participación de sus adversarios dentro del SNTE; imagino que tampoco quiere la intervención de actores que han sido críticos de su proceder, como Mexicanos Primero y de otras asociaciones civiles. Entonces, ¿quiénes serán los interlocutores de la Coordinadora?

Ya tiene algunos en el Congreso federal, pero no son suficientes para derogar las enmiendas a los artículos 3 y 73 de la Constitución —que en automático dejarían sin valor la mayor parte de la legislación secundaria—, ni siquiera para reformar las leyes sin el concurso del PRI y del PAN.

Una de mis estudiantes de doctorado me recomendó el viejo refrán mexicano: “Piensa mal y acertarás”. Me parece obvio que los disidentes aspiran a hablar en nombre de todos los maestros, imponer condiciones, no dejar que JDT les arrebate banderas. Lo más deseable para sus dirigentes sería tener como interlocutor en la mesa de educación al subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda. Tendrían garantías de conseguir ganancias, aunque no se cambie la Constitución.

La CNTE tiene vocación manifiesta al monopolio de la representación; es por lo que ha bregado por más de 35 años. Y este gobierno, desde 2013, le ha brindado esa posibilidad. Hasta parecería que el subsecretario Miranda es uno de sus dirigentes.

Los lamentables hechos de Nochixtlán modificaron la correlación de fuerzas. La CNTE, aun con su tenacidad ostensible, iba en retirada; el gobierno irrumpía en su intención de imponer las pautas de la reforma, pero le fallaron los protocolos para lidiar con muchedumbres enardecidas. Los estrategas gubernamentales no previeron que la pradera estaba seca, que la mayoría de los maestros continuaban descontentos con la pérdida de conquistas que consideraban legítimas —aunque no lo fueran—, como la posibilidad de heredar su plaza al momento del retiro.

Para colmo de males, la Secretaría de Educación Pública anunció cambios en las percepciones en los sistemas de estímulos, justo en el peor momento. Eso generó más incertidumbre en el magisterio y, al mismo tiempo, proveyó de querosene a la CNTE.

Hoy los líderes de la Coordinadora ven su perseverancia a punto de coronarse. El gobierno enfrenta dilemas que parecen irresolubles. Si concede, pierde en sus anhelos de reforma; si no atiende a las demandas de la CNTE, seguirá el movimiento de masas. La ciudadanía pagará los costos. En uno u otro caso, seguirá a la baja la legitimidad del gobierno de Peña Nieto.

El panorama es mohíno. Por eso me extraña —y me asusta— que el secretario Osorio Chong declare que la CNTE y el gobierno alcanzaron consensos duraderos. Órale, ¿seguiremos igual?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cnte-segob-tenacidad-y-anhelo/

Imagen: http://www.radioformula.com.mx/images/notas/20160622_18_49_CNTESEgob2_GF.jpg

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