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Aminata Traoré : «Se han globalizado la injusticia, la desesperación y el desprecio»

Rebelion/ Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
 

Aminata Traoré es una ensayista maliense que lucha por la autonomía de los países y los pueblos de África, siempre dominados y saqueados por las potencias occidentales. Ministra de Cultura y Turismo de Malí entre 1997 y 2000, la infatigable militante prosigue su lucha contra el liberalismo sobre el terreno y ha promovido numerosos proyectos con las mujeres y los jóvenes en Bamako. Su reciente candidatura al puesto de Secretaria General de la ONU es una buena noticia para todos los partidarios de la paz.

¿Cómo analiza el fenómeno terrorista que asola África y todo el mundo?  

En primer lugar hay que analizar rigurosamente las causas: ¿Por qué ahora? ¿Y por qué por todas partes? Precisamente porque se han globalizado la injusticia, la desesperación y el desprecio. En los años 90, ante las consecuencias de las políticas de ajuste estructural, sonó el timbre de alarma que señalaba que «cada año, en la mayoría de nuestros países hay entre 100.000 y 200.000 jóvenes diplomados que llegan al mercado laboral y el modelo económico no crea empleo». Al contrario, se elimina empleo. ¿Qué se puede hacer? A menudo los jóvenes solo pueden elegir entre el exilio y el fusil. Estos dos fenómenos contemporáneos y concomitantes están vinculados intrínsecamente al lamentable fracaso de un modelo de desarrollo económico que Occidente no quiere cuestionar.

Para muchos medios y analistas el yihadismo emanaría directa y principalmente de la religión. ¿Considera suficiente esa explicación?  

Si fuese así, ¿por qué no surgió mucho antes ese pensamiento del radicalismo religioso? Fue a partir de las décadas de los 80 y 90 cuando numerosas personas abandonadas por culpa de las políticas neoliberales fueron a las mezquitas y al Corán a buscar respuestas al desempleo y a la exclusión. Si no hubiese sido así, en Irak los generales de Sadam Hussein no habrían encontrado islamistas en Abu Ghraib para sentar las bases del Dáesh. ¿Cómo llegaron a introducirse en los suburbios y en los medios pobres? ¿Por qué fascinan también a la «clase media»? Hay un vacío ideológico abismal que se niega a admitirlo.

Si en la actualidad los pueblos dispusieran de más justicia, más empleo y más respeto se podrían garantizar la paz y la seguridad, pero eso supondría que los que dominan deberían renunciar a parte de sus privilegios. No pueden. Eso sería hacerse el harakiri reconociendo que se equivocan. No se crea empleo y el modelo no responde a las demandas sociales. ¿A quién beneficia este crecimiento criminal? A las multinacionales, pero también se pegan un tiro en el pie cuando ya no pueden ir a los lugares donde explotan los recursos naturales. Los yihadistas son conscientes de ese reto y su objetivo son los mismos recursos, en particular el petróleo.

A fuerza de hacer oídos sordos y poner en marcha unos tipos de oposición que no son auténticos contrapoderes capaces y dispuestos a encargarse de las cuestiones importantes, nos encontramos atascados por todas partes en los asuntos institucionales y en unas políticas de sustitución de los protagonistas sin cambio de paradigma. Para disfrutar hoy de la paz, una paz auténtica y estable, y de la seguridad humana –que no hay que confundir con la «segurización»- hay que introducir en el debate los asuntos mineros, petroleros y otros. Garantizar la seguridad humana a los individuos por medio del empleo, la sanidad, la educación y otros servicios sociales básicos considerados gastos improductivos.

¿Cuál es el papel de la Unión Africana y cuáles son sus principales retos?  

África tiene una necesidad absoluta de la Unión Africana (UA), la organización que nació en 2002 del rescoldo de la Organización para la Unidad Africana (OUA) creada hace 53 años. Al igual que la Unión Europea (UE) que le sirve de modelo, la Unión Africana suscita muchos interrogantes en los pueblos, que no la ven donde la esperan, es decir, cerca de ellos. Sus detractores opinan que solo es un club de los jefes de Estado. Es una constatación abrumadora y preocupante porque sabemos que los padres fundadores de la institución quisieron que fuera el instrumento de la descolonización y esta no solo no ha terminado, sino que además el continente está en vías de «recolonización» en el marco de la globalización capitalista. Los desafíos están a la altura de la violencia multiforme de ese sistema.

Para desempeñar plenamente su papel en la defensa de los intereses de los pueblos de África es necesario que la Unión Africana entienda la naturaleza de la globalización y las relaciones de poder. Porque padece las taras originales de la división, la extroversión y la dependencia. A menudo tendemos a olvidar que la Organización de la Unidad Africana (OUA), de la que procede la Unión Africana, nació en el dolor del desgarrón entre dos grupos que tenían una visión y un enfoque opuestos del futuro del continente.

Fueron necesarias muchas reuniones y largas negociaciones para que el 25 de mayo de 1963, 32 estados recién independizados creasen la Organización de la unidad Africana (OUA) en Addis-Abeba, Etiopía, sobre la base de un acuerdo mínimo. La redacción de su carta se confió al presidente maliense Modibo Keita, uno de los líderes del grupo de los progresistas de Casablanca, y al presidente de Togo Sylvius Olympio, del campo de los «antifederacionistas». Fue la visión del grupo de Monrovia la que prevaleció sobre la de los progresistas del grupo de Casablanca.

¿Qué balance podemos hacer de sus actividades?  

Aparte de la gestión de la descolonización, la organización panafricana no emprendió ningún proyecto ni ninguna estrategia de desarrollo autónomo y emancipador. Las décadas de 1980 y 1990 estuvieron marcadas por las orientaciones de Elliot Berg, con las que el Banco Mundial sustituyó las perspectivas africanas de desarrollo del Plan de Acción de Lagos (PAL) elaborado pacientemente por los Estados africanos y adoptado en 1980 en la capital de Nigeria. Dichas orientaciones agravaron las dificultades del continente con la congelación de los salarios y recortes en los presupuestos de los servicios sociales básicos: educación, sanidad, aprovisionamiento de agua potable y saneamiento.

Conscientes del enorme coste social y político de los Programas de Ajuste Estructural (PAS) los dirigentes africanos propusieron diversas orientaciones: el presidente Thabo Mbeki (Sudáfrica) propuso el Plan de Acción del Milenio (PAM), elaborado conjuntamente con Olusegun   Obasanjo (Nigeria) y Abdelaziz Buteflika (Argelia), así como el Plan Omega de Abdoulaye Wade (Senegal). Su fusión dio lugar a la «Nueva Iniciativa Africana» (NIA), que después se transformó en la «Nueva Asociación para el Desarrollo de África» (NEPAD) y el «Mecanismo Africano de Evaluación por los Pares» en 2003. El Parlamento Panafricano (PP) se instituyó el 18 de marzo de 2004 con sede en Midrand (Sudáfrica).

La Unión Africana se felicita de las políticas y estrategias macroeconómicas «saludables» que permitieron a numerosos países miembros de la organización registrar un crecimiento sin precedentes, así como una significativa reducción de los conflictos, el fortalecimiento de la paz y la estabilidad y el progreso en materia de gobernanza democrática. Para el siglo XXI cuenta con la aparición de una clase media creciente y un cambio en la estructura financiera internacional, con el auge de los BRICS y la mejora de los flujos de inversiones directas.

¿Este aumento significativo del crecimiento irá parejo con una mejora de las condiciones de vida de las poblaciones?  

Hay logros materiales palpables, pero muy poca mejora en las condiciones de vida de las poblaciones. Cada vez crece más el desempleo. En este contexto es en el que ha surgido lo que llaman en Europa «crisis migratoria», que no empezó en 2015. La noción de «emigrante económico», a distinguir de la de «refugiado», significa que «en los países de origen hay trabajo y bastaría, según los tecnócratas, con invertir más y luchar contra la corrupción». Pero no hay trabajo y la corrupción es inherente al sistema.

¿Cree que el proceso de democratización se ha quedado en la superficie?  

Me parece difícil encontrarme en un panorama político de entre 150 y 250 partidos. Europa sabe perfectamente que no puede haber democracia con semejante desmenuzamiento del campo electoral sin un auténtico contenido ideológico. ¿Cómo salir de esta «democracia» teledirigida, financiada y supervisada de cerca, según los países y los asuntos, por Bruselas, París y Washington?

Precisamente con respecto a eso China está sustituyendo progresivamente a Occidente en la economía africana, ¿hay que admitir a los chinos como los nuevos «impostores», parafraseando el título de uno de sus últimos libros? 

Históricamente África no tiene los mismos tipos de relaciones con China que con Occidente. China no es arrogante. En el imaginario de los africanos es un mal menor porque sabemos que los chinos están ahí porque tienen una gran necesidad de materias primas. Pero esta relación también puede ser una trampa si nuestros Estados permanecen en la lógica de regiones exportadoras de materias primas en vez de aprovechar para poner las bases de la industrialización del continente. En otras palabras, si los Estados africanos no desarrollan su propio sector privado no estarán en condiciones de emanciparse de las relaciones de dependencia.

La propia noción de emergencia es problemática. Se traduce en un crecimiento que no beneficia a los pueblos. En los países denominados «emergentes» la cesta de la compra no registra ninguna mejora. La China emergente es fuente de inspiración para los países africanos, que saben que un continente desmenuzado y dividido es una presa fácil en el marco actual de «asalvajamiento» del mundo. China no se ha liberalizado sin ton ni son, ha progresado a su ritmo y en función de sus intereses.

¿Cuáles son, desde su punto de vista, los desafíos de la sociedad civil y de los intelectuales africanos del siglo XXI?

Hay que ir más lejos en el trabajo de desmontaje de las ideas recibidas y de descontaminación de las mentes sobre el crecimiento, la emergencia y otras historias absurdas. Si el sistema fuese bien, ¿por qué se encontraría Europa en una crisis existencial que la está conmocionando? Pienso que las soluciones prestadas han revelado sus límites a la luz de nuestras experiencias, de nuestras vivencias, de nuestras aspiraciones. Por desgracia una gran parte de los que se denomina «la sociedad civil» no se atreve a levantar las cuestiones que enfadan a los «donantes». Localmente no pueden hacer nada sin la ayuda de la «comunidad internacional».

Sin embargo África ha tenido grandes intelectuales, pensadores como Julius Nyerere y sus ideas motrices en favor del derecho al desarrollo. ¿No podemos «contar con nuestras propias fuerzas»?  

Por supuesto África no solo ha tenido corruptos y dictadores como quieren hacernos creer sus detractores. A muchas personas que habrían podido y quisieron hacer cosas se lo impidieron. El asesinato de Patrice Lumumba fue el acto fundacional del caos político congoleño. Los asesinatos políticos a lo largo de los años 60 y 70 traumatizaron y disuadieron claramente a los dirigentes que querían fundirse con sus pueblos. Más recientemente está el caso de Laurent Gbagbo, en la actualidad ante la Corte Penal Internacional y cuyo error ha sido tocar cuestiones que molestan. Y lo que es verdad para los dirigentes también lo es en gran medida para la sociedad civil.

En la actualidad cuando hablamos de la sociedad civil, la que se solicita a menudo está formateada, es prudente e incluso timorata. Ahora está surgiendo un sentimiento de revolución interna y de humillación frente a la segunda recolonización del continente que no deja indiferentes a los africanos. Hay que capitalizar esos esfuerzos de cuestionamiento para desarrollar nuestra capacidad de proposición, de anticipación y de acciones transformadoras de nuestras economías y de nuestras sociedades en el sentido del interés común.

Photos: © Elodie Descamps

Fuente: http://www.investigaction.net/aminata-traore-on-a-mondialise-linjustice-le-desespoir-et-le-mepris/

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El propósito de la educación, por Noam Chomsky

 

Noam Chomsky

En el presente micro Noam Chomsky nos conversa sobre varios tópicos de importancia para la educación: Los objetivos de la educación, el impacto de la tecnología en la educación, el costo o inversión de la educación y la evaluación versus la autonomía. De los cuatro aportes realizados por el investigador retomaré en este abre boca de su intervención lo concerniente a lo que Noam considera como los dos objetivos del sistema educativo, para lo cual nos dice que existe una interpretación tradicional de la educación que se remonta a la época de la Ilustración ligado a que la educación es el resultado de la investigación, la creación y la búsqueda del conocimiento de las cosas. En este sentido, el investigador desarrolla sus propios métodos para acercarse a la comprensión y abstracción del mundo que le rodea y, depende de cuánto el individuo logre dominar y a dónde pueda llegar con lo que descubre. El otro objetivo de la educación, según Chomsky, es el adoctrinamiento, el cual invita a aceptar las estructuras ya existentes sin cuestionarlas, por ende, los sistemas educativos se tornan con un mayor control y mayor formación vocacional, provocando una situación que contrapone las ideas provenientes de la Ilustración.

En consecuencia, existen constantes conflictos entre estas dos perspectivas, pues representan dos visiones que apuntan por caminos distintos, el primero, con un énfasis en la investigación creativa y, el segundo, hacia un buen desempeño en exámenes, en lo estandarizado.

Sin embargo, existen estructuras poderosas en la sociedad que prefieren enfocarse que las personas estén adoctrinadas y conformadas, que sean obedientes y que no hagan muchas preguntas, que asuman satisfactoriamente los roles que se les han asignado, y que no hagan tambalear los sistemas de poder y de autoridad.

 

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Jari Lavonen: “En Finlandia, los docentes son los pilares del país”

16 Junio 2016/Entrevista realizada por: Ana Ayala/Fuente:Educación 3.0

Para el decano de la Facultad de Educación en la Universidad de Helsinki (Finlandia) la educación académica de los profesores, su formación continuada y el fomento de su independencia de la autoridad central son claves en el sistema educativo finlandés. La participación activa de los padres y una metodología versátil hacen el resto.

En este país, los niños empiezan la escuela sobre los siete años, tienen menos horas de clase curricular comparado con otras naciones y no suelen hacer deberes en casa. Y es que según Jari Lavonen, “los niños de cuatro años lo que necesitan es jugar, no ir a la escuela”. La carrera de Magisterio en este país es una de las más exigentes: cada año se presentan 3.000 aspirantes, que quedan reducidos a unos 300 tras un par de evaluaciones. Después de las entrevistas, el número de estudiantes se queda en 120. Los futuros profesores, y también los que están en ejercicio, están constantemente formándose y cuentan con el reconocimiento de la sociedad, ya que son considerados pilares del país.

¿Cuáles son los principales pilares de la Educación en Finlandia?

Docentes preparados y un contexto educativo que les apoya en sus actividades diarias. Todos los maestros finlandeses tienen masters y están considerados como expertos académicos. Una importante característica del sistema educativo finlandés es su fuerte descentralización y la cultura de confianza, lo que significa que las autoridades educativas y los encargados de regular la educación a nivel nacional confían plenamente en los docentes. Ellos, junto con los directores, responsables y padres, saben cómo ofrecer la mejor educación a los niños y jóvenes en un determinado distrito. Las escuelas y los profesores han sido los responsables de preparar el currículo local, y elegir los materiales educativos y métodos de enseñanza desde principios de los 90, cuando terminó la inspección nacional de los materiales de aprendizaje.

Otra de las cuestiones es la igualdad de la educación finlandesa: todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades de aprender. Por tanto, la educación es gratuita en todos los niveles, incluyendo los estudios universitarios. Y en el caso de Primaria, los libros, la comida y el cuidado de la salud son gratuitos para todos los estudiantes. El objetivo es integrar todo tipo de alumnos en la misma clase y prevenir el abandono escolar.

¿Sería factible que su sistema educativo se trasladase a otros países sin considerar sus contextos políticos, socioeconómicos y culturales?

Por supuesto que no. Las leyes y prácticas son contextuales. Docentes, estudiantes y padres viven dentro del contexto educativo finlandés. Si alguien extrapolara las políticas finlandesas y sus prácticas también tendría que llevarse a sus estudiantes, profesores y familias.

Todos hemos oído hablar de las ‘bondades’ del sistema educativo finlandés, pero ¿a qué situaciones adversas deben enfrentarse los maestros?

Pueden englobarse en cuatro ámbitos: formación de los propios docentes, nacional, municipal, y de la propia escuela y cada clase. En el primer caso, la evaluación TALIS ha puesto de manifiesto debilidades y es necesario implementar nuevas ideas, a la vez que se requiere preparar un plan de desarrollo personal para directores y maestros, introducir tutorías o establecer un desarrollo profesional permanente.

A nivel nacional, la estrategia está funcionando bien; hemos hecho un nuevo currículo y los centros se están preparando; los docentes tienen trabajo por delante durante los próximos meses. Pero en el ámbito municipal y del centro, por otro lado, se ha detectado que hay una estrategia basada en la red de la escuela. Será un reto para los profesores buscar una mejor red y escuelas cercanas de alta calidad. También será necesario tener en cuenta un enfoque más multicultural.

¿Cómo mejoraría el sistema educativo de otros países? ¿Qué medidas considera imprescindibles?

Uno de los aspectos fundamentales es la educación de los profesores. Es importante reclutar a los mejores estudiantes, a los más brillantes, y formarlos durante cinco años a través del programa universitario. Una vez pasado este plazo, se habrán convertido en profesionales académicos capaces de afrontar la planificación, la pedagogía versátil o la implementación de la educación y la evaluación. El gobierno debe darles la independencia de la autoridad central, y tiempo para preparar las clases, educar y mejorar continuamente la educación y la escuela.

Fuente:http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/jari-lavonen-finlandia-los-docentes-los-pilares-del-pais/36983.html

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Entrevista a Petra Mª Pérez sobre los juegos en la educación (vìdeo)

Fuente uv.es / 13 de junio de 2016

Hoy hablamos con la Catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia, Petra María Pérez, sobre la importancia del juego en la educación y en el proceso de aprendizaje. Ella es investigadora del Instituto de Creatividad e Innovación Educativas y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Entrevista a Petra Pèrez

 

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Entrevista a Boaventura de Sousa Santos:»Las fronteras más visibles son las de alambre, pero también están en nuestras cabezas»

12 Junio 2016/Fuente: oficiodesociologo

Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, 1940) es catedrático de Sociología en la Universidad de Coímbra, pero su relevancia la ha ganado viajando por el mundo. Es uno de los referentes del altermundismo y un participante destacado del Foro Social Mundial. Su propuesta de epistemologías del sur nos propone pensar más allá de esta frontera y reconocer otros conocimientos.

¿Piensa Europa desde una frontera?
En la modernidad occidental, desde el siglo XV, Europa se ha imaginado como un centro que tiene sus fronteras y es suficientemente fuerte para definirlas. Ha pasado todo este tiempo definiendo fronteras físicas, simbólicas, culturales, intelectuales, políticas… y algunas de esas son fronteras interiores, entre europeos. Es mucho más fácil movilizar ideas de Francia a España que de España a Francia, por ejemplo. En cuanto a las fronteras externas, con el mundo colonial, son fronteras que marcan que fuera hay una realidad totalmente distinta, salvaje, que no va a disfrutar de ninguna manera de los derechos humanos de la civilización occidental, a menos que se asimile y siga dependiente. Europa es una matriz de centros y periferias, y dentro de la misma Europa se crearon múltiples centros y periferias.

¿En un momento de crisis como el actual las fronteras se hacen más fuertes?
Las fronteras europeas se están moviendo y entrando en el Mediterráneo. Históricamente, Europa estaba tanto al norte como al sur del Mediterráneo, se construyó en toda la orilla –del sur vinieron los árabes a vivir en España durante siete siglos– y la frontera estaría más abajo. En el momento actual el Mediterráneo es una frontera muy violenta, de sangre y muerte, que está cada vez más cerca de Europa, sacrificando a miles de personas y creando obligaciones desiguales para países como Grecia o Italia en relación a otros. Se crea una dinámica de frontera entre por ejemplo Alemania y Grecia en que Alemania puede imponer a Grecia un determinado tratamiento de los refugiados como si fuera un protectorado. Después de la deuda, los refugiados. Y además las fronteras están entrando, y esta línea que divide la parte «civilizada» y la parte «salvaje» de esta civilización occidental está entrando dentro de nuestras sociedades.

¿Cómo entra la frontera en nuestras sociedades?
Con el colonialismo, el racismo, la islamofobia en nuestras ciudades estamos viendo que esa frontera entre lo que es Europa y lo que no lo es se está estrechando cada vez más, porque está fracturando los conceptos homogéneos que Europa creó. El concepto de ciudadanía, por ejemplo. Cuando son ciudadanos belgas o franceses los que cometen actos de violencia terrorista como los recientes en París, es un síntoma. Para que haya ciudadanos que opten por una violencia armada contra su propio país es que algo ha pasado. Pueden decir que es la influencia del Estado Islámico, y esto puede ser una causa próxima, pero la causa más profunda está en como se están organizando nuestras ciudades; como son rechazados en el empleo los que tienen orígenes que se dicen no europeos, porque el color de la piel todavía vale mucho en Europa; las escuelas, los guetos, los suburbios, la violencia policial. En definitiva está en esta idea de las fronteras imaginarias, que son legales, policiales, culturales, educativas, y están en nuestras cabezas y en nuestras calles. Las fronteras de alambre son las más visibles, pero también están en nuestras cabezas, las menos visibles. En las nuestras y en las de los policías o lo gobernantes, que ven siempre dos realidades, una que se trata como nuestra y hay que proteger y otra que hay que rechazar y deportar. Es la herencia colonial, la colonialidad del poder y del saber en Europa.

¿Cómo se ha construido este saber que desarrolla las fronteras?

Nace en el siglo XVII por el mecanismo de transferir a un tipo de conocimiento el monopolio de la validez y del rigor, que es la ciencia moderna. Otros conocimientos eurocéntricos, como la filosofía y la teología, se quedaron fuera, por no hablar de conocimientos de otras culturas, algunas de las cuales han influenciado bastante lo que llamamos cultura occidental. Las universidades más antiguas no son europeas, son la de Fez en Marruecos, las de Alexandría o Al-azar en Egipto, o la de Tombuctú en lo que hoy es Mali. Ese conocimiento científico siempre ha sido bastante monocultural, y se puso al lado de los estados cuando decidieron crear sus propias universidades. Esas universidades, no solo en Europa, van a servir a partir del siglo XIX para crear proyectos de país, pero estos proyectos son altamente excluyentes.

¿Cómo excluye?
Europa ha sido siempre una mezcla, pero todo desaparece a partir de mediados del siglo XIX por la idea que la cultura europea viene de la antigüedad griega, como si los griegos lo hubieran inventado todo, como si no tuvieran muchas influencias de Alexandría o de Persia, por ejemplo. Lo que llegó a las universidades fue el conocimiento de los vencedores. Para mí, que desarrollo el concepto de las epistemologías del sur, también es conocimiento el nacido en la lucha, que puede ser vencido. Siempre hay opresores y oprimidos, y la universidad obviamente refleja esta realidad desigual, pero tenemos que trabajar por decolonizar el conocimiento.

¿Decolonizar el conocimiento?
Todos los conocimientos que tenemos, las visiones de la historia, son coloniales. En España se enseña que hubo una reconquista. Antes estaban los visigodos, luego vinieron durante siglos los árabes, y si habla de reconquistar como si esas tierras fueran nuestras antes, y no lo fueron. Todas nuestras historias son escritas de manera eurocéntrica, siempre contra un enemigo. Todo el conocimiento es no solo capitalista, sino también colonial y muchas veces también patriarcal. Hay que deconstruir eso, hay que despensar.

¿Y cómo se puede abrir la universidad a lo que pasa alrededor?
Siempre me ha molestado un concepto muy presente en nuestras universidades que es el de extensión. Yo entiendo la extensión al revés, no es llevar la universidad hacia fuera sino traer lo que está fuera a dentro. Hoy en varias partes del mundo tenemos ejemplos de conocimientos indígenas, de personas de sabiduría, de carpinteros navales, que dan clases. Por ejemplo la medicina tradicional que es riquísima en la Amazonia y ahora se empieza a enseñar dentro de las universidades, que hasta ahora lo rechazaban. La universidad tiene que hacer lo que llamo una ecología de saberes. No se trata de rechazar la ciencia, que es necesaria e importante. Si quiero ir a la Luna necesito ciencia, pero si quiero conocer las plantas de la Amazonia necesito conocimiento indígena. Conocimientos distintos para distintos objetivos. La ciencia tiene que entrar en conversación con otros saberes, y esto se hace fuera y dentro de la universidad. Por eso en 2013 propuse en Foro Social Mundial crear la universidad popular de los movimientos sociales.

¿En qué consiste esta universidad de los movimientos sociales?
Organizamos talleres por todo el mundo en los que durante dos días nos reunimos en sistema de residencia permanente un tercio de intelectuales progresistas, activistas, y dos tercios de diferentes movimientos. Es importante que sean movimientos diversos, trabajando diferentes saberes de una manera horizontal. Ahora algunas universidades convencionales, sobre todo de América Latina, quieren crear convenios con nosotros.

¿A qué se debe este interés?
La universidad pasa por una crisis de legitimidad enorme, sobre todo porque las élites económicas y políticas han desertado de la universidad pública. Los hijos de las clases altas de Barcelona o de Madrid ya no estudian en las universidades públicas de España, están en Estados Unidos o Inglaterra, algunos desde pequeños. Y como ya no confían en las universidades públicas ha habido una crisis de inversión en la universidad en muchos países. La universidad tiene que rehacer sus alianzas, pero debe hacerlo con las clases populares, y con una sociedad organizada como la hay en Barcelona creo que la universidad debe formar parte de una red de conocimiento. Para eso debe entender que hay otros conocimientos muy valiosos para construir una alternativa. Hay muchas alternativas en la sociedad, pero no las vemos porque estamos acostumbrados al pensamiento eurocéntrico científico.

¿En ocasiones se usa la ciencia como dogma?
La propuesta epistemológica que domina todavía hoy es el llamado positivismo, en qué lo que vale no solamente es la ciencia sino un determinado tipo de ciencia, la ciencia positivista. Eso es un dogma porque afirma una verdad más allá de lo que puede afirmar. Cualquier científico sabe que no tenemos la verdad, lo que es propio de la ciencia es la búsqueda de la verdad.

¿A que se debe la pérdida de confianza de las élites en la universidad pública?
El proyecto de país era un proyecto capitalista, en el sentido de que el capitalismo estaba organizado por países. Eran élites nacionales para un capitalismo nacional. Aunque el capitalismo era globalizado desde el siglo XV, desde los años 80 con el neoliberalismo eso se derrumbó y el capitalismo ya no quiere élites nacionales, sino élites globales con filiales nacionales. Aquí tienes todas las business school y MBAs, que se pueden haber formado aquí, pero son franquicias de cursos que vienen del MIT o de Harvard. El capitalismo financiero quiere una lógica global, y por eso la universidad está en suspenso. Ahora veremos si la universidad quiere mirar arriba –aunque no encontrará nada– o abajo. Va a ser muy difícil porque la gente de abajo está muy resentida. Durante mucho tiempo la universidad ha sido muy arrogante hacia la sociedad, con los no universitarios, los obreros, las clases populares, y todavía lo es hoy. Hablas con algunos catedráticos y, como decía Pasolini, están mirando los horarios de los trenes que pasaban hace diez años.

En este contexto cabe preguntarse cuál es el papel del intelectual. Es crítico con la idea de vanguardia.
La ciencia –y lo digo como científico social– es uno de los conocimientos pero no el único. En coherencia con mi epistemología no puedo reivindicar un conocimiento que me permita decir que yo soy la vanguardia porque tengo más conocimiento. Mi conocimiento tiene valor pero tiene que articularse con los indígenas de América Latina o los campesinos de África. No puedo ser una vanguardia intelectual, sería deshonesto. A lo mejor soy un intelectual de retaguardia, mi papel es trabajar con los movimientos, ayudar a los que están a punto de desistir intentando facilitar las articulaciones entre movimientos. No podemos quedarnos con las diferentes luchas como si cada una sola tuviera la solución para el mundo. Tenemos que estar unidos, con respeto a la diferencia, porque se acabó esa idea de un mando central, pero con liderazgos creados desde abajo y desde la confluencia. Por eso el otro concepto fundamental de mi trabajo es la traducción intercultural entre movimientos.

¿Hay que construir el pensamiento más a partir de las prácticas que de las ideas?
Todas las prácticas sociales producen conocimiento. En tu casa, con tu familia, se produce conocimiento cada día, en la calle con los amigos, en los bares, … Luego hay una teorización, que se hace también en los movimientos sociales. Gramsci hablaba de los intelectuales orgánicos, que usa una cosa mucha más rica, el hecho de que estás con movimientos sociales o con ciudadanos en general y ves como tienen concepciones de la vida, de donde va esta sociedad, cuál sería la solución… Vamos pensando y actuando y siempre será así.

Es portugués, viene de un país con una importante historia colonial. ¿Cómo es moverse por el mundo con esta bagaje?
Hay quien piensa que alguien que viene de Europa es por naturaleza y por esencia eurocéntrico y colonizador. Yo sé que tengo una responsabilidad histórica, pero no una responsabilidad personal, porque he trabajado en el movimiento anticolonial en Portugal. Nuestras ideas no son identitarias. Todas las identidades son identificaciones, procesos sociales. Es cierto que cuando estoy en América Latina o en África cualquier lengua que hablo es una lengua colonial: portugués, español o inglés. Siempre soy consciente que si estoy hablando con indígenas su lengua nacional es otra. Pero por ejemplo hace unas semanas estaba en A Coruña y hablé en portugués. Fue la primera vez en mi vida que hablaba el portugués como una lengua decolonizadora, porque en Galicia, para la gente con la que estaba discutiendo el portugués lo era en relación al español. Por una relación social esa lengua colonizadora resultó decolonizadora en ese momento. El colonialismo y las lenguas a veces son como muñecas rusas.

¿Por qué?
Por ejemplo, el catalán es una lengua que ha sufrido un colonialismo, digamos, de Madrid, pero estás aquí con migrantes senegaleses y de otros que hablan del catalán como reproductor del colonialismo europeo. Si dices a los migrantes que no hablen español, que hablen catalán, es sustituir un colonialismo por otro. Intentas decolonizar pero estás recolonizando sin saberlo. Quizás para los senegaleses lo interesante sería que los catalanes aprendieran un poco de las lenguas de Senegal para poder trabajar con ellos en sus propias lenguas.

Fuente de la entrevista:http://oficiodesociologo.blogspot.com/2016/03/entrevista-boaventura-de-sousa-santos.html
Fuente de la imagen:http://images.eldiario.es/catalunyaplural/Boaventura-Sousa-Santos-Doctor-Sociologia_EDIIMA20160304_0159_4.jpg
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Entrevista a Carmen Pérez Saussol: “Es posible educar sin gritar”

12 Junio 2016/Fuente y Autor: Educaciontrespuntocero

Una filosofía de la educación basada en el sentido común, aportando la fuerza y energía necesarias para educar a nuestros hijos sin perder la sonrisa. Este es el mensaje que la psicóloga Carmen Pérez Saussol, con formación en psicología clínica y educativa, propone en su obra ‘Educar con una sonrisa’.

Según su experiencia, ¿la manera en la que educamos a nuestros hijos ha cambiado respecto a cómo lo hacían nuestros padres y abuelos?

La forma de educar a nuestros hijos claro que ha cambiado, la sociedad es distinta y con ella la manera en la que nos relacionamos con ellos. Han variado en gran medida los valores, los principios que nos rodean y la forma en la que imponemos los límites. Actualmente la mayoría de las familias nos organizamos de manera diferente a como lo hacían nuestros padres o abuelos, existe otra forma de relacionarnos, realizamos otro tipo de actividades y aprendemos de forma distinta, pero esto no significa que sea ni mejor ni peor, simplemente es diferente. Muchos padres echan de menos que los niños de hoy en día tengan un mayor respeto por los mayores, sean más solidarios, trabajadores o estén más motivados por el aprendizaje, pero esa falta de valores no está en todos los hogares así que no podemos generalizar. Los educadores deberíamos contar con una filosofía de la educación incluso antes de ser padres, pues así nos aseguraríamos haber reflexionado sobre el tipo de enseñanzas, valores, principios y límites que queremos trasmitir a nuestros futuros hijos.

¿Cuáles son las principales dudas y miedos que manifiestan los padres a la hora educar a sus hijos?

Estas dudas están relacionadas con las redes sociales, el fracaso escolar, el consumo de drogas y el bullying. En el caso de las redes sociales existe una parte de información reservada a su intimidad que debemos respetar, pero la supervisión y el seguimiento son necesarios, conocer claves, poner horarios y limitar accesos. Mientras, en relación al fracaso escolar, hay saber que detrás de un bajo rendimiento intelectual se esconde la causa que lo está provocando y su detección es necesaria para resolver el problema. Un buen psicodiagnóstico revelará si la dificultad es provocada por un déficit de atención, falta de base, baja motivación, problemas en la lectoescritura, dificultades personales o una baja capacidad intelectual, y así poder intervenir lo más rápido posible. En el tema drogas, es importante actuar desde la primera sospecha y si se intuye algún problema acudir a un especialista.

Ante el bullying, lo primero es observar a nuestros hijos frecuentemente para detectar si están contentos. Tanto los niños como los adolescentes deben ir tranquilos al colegio.

En el momento en que muestran reticencia a ir a clase o salir a la calle, describen continuos dolores de cabeza o de barriga, vomitan de forma continuada o se observan cambios de comportamiento, debemos estar alerta. Cuando un menor recibe malos tratos por parte de sus iguales, estos provocan importantes problemas en su estructura de personalidad (miedos, inseguridades, baja autoestima, problemas de relación… ).

¿Son necesarios los límites en la educación?, ¿cuáles son y cómo se pueden aplicar de forma adecuada?

Los límites son necesarios e imprescindibles. Cuando un niño actúa de una manera que no beneficia su estado de salud -y que por tanto conlleva peligro-los adultos debemos enseñarle la forma adecuada de actuar, ya que nuestras orientaciones harán que consiga sus objetivos sin dañar su persona. Enseñar  a nuestros hijos lo que es adecuado y lo que no lo es forma parte de nuestra labor como educadores, y enseñarles también a ‘limitarse’ es algo que les beneficiará de por vida. Considero que los conflictos que surgen en torno a este tema se encuentran en la palabra límite, pues está vinculada a castigo, represión o autoritarismo, y esto ha hecho mucho daño. Cuando marcamos un límite a un niño le estamos enseñando a dosificar sus fuerzas, sus descansos, a planificarse, a organizar sus recursos, a conocerse…  Los padres guiamos las conductas de nuestros hijos para favorecer su crecimiento, no para molestar. Pero para limitar de una forma adecuada es fundamental tener despierto el sentido común. La fuerza física no es aceptable en una educación adecuada.

En su libro habla sobre aquellas herramientas que ayudan a resolver dificultades relacionadas con problemas de comportamiento, adolescencia, alimentación… ¿En qué consisten estas herramientas?

Partimos de la base de que cada niño es único. Nacemos con una carga genética particular, vivimos experiencias afectivas y relacionales que nada tienen que ver con aquellas que experimentan otras personas, por tanto es ridículo pesar que hay recetas únicas para cada problema. Si aplicamos el sentido común, al que tanto hago referencia, y tenemos en cuenta que cada niño, cada padre y cada madre y cada contexto son diferentes, tendremos la respuesta a porqué hay casos en los que una intervención determinada funciona y otros en los que no. Herramientas son estrategias, soluciones que proponemos, alternativas de comportamiento, trucos, cambios de perspectiva o de pensamiento que proponemos para resolver posibles dificultades que podemos encontrarnos en nuestra labor como padres.

¿Es posible educar con una sonrisa permanente?

Estar con una sonrisa permanentemente por supuesto que no, pero una filosofía de la educación donde el buen humor y el optimismo estén presentes claro que puede acompañar nuestras actuaciones. Ojala fuésemos conscientes de la importancia que tiene contar con un modelo educativo ’sonriente’ que guíe la forma de intervención con nuestros hijos y nos ayude a marcar los límites. Tener presente qué versión de padre o de madre quiero ser, como ya indiqué anteriormente, nos ayudará a retomarnos en los momentos de tensión e incertidumbre. Pero si su pregunta es si se puede educar sin gritar o sin gruñir, yo digo que sí es posible.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carmen-perez-saussol-educar-sin-gritar/32824.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/02/carmen-p%C3%A9rez-saussol-500×333.jpg

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Entrevista a Moacir Gadotti: «O educador precisa se reinventar constantemente»

12 Junio 2016/Fuente y Autor: diariodepernambuco

Aluno e parceiro do mestre em pedagogia Paulo Freire, o professor Moacir Gadotti defende a ideia de que o educador precisa se reinventar constantemente. Referência em educação, Gadotti faz uma análise atual da escola no país e diz que não há uma idade certa para se aprender. Fez ainda uma reflexão sobre o papel do professor para fazer com que os alunos se sintam cada vez mais envolvidos no processo de aprendizagem. “Temos que nos reinventar diante de múltiplas metamorfoses provocadas pelo advento das novas tecnologias da informação e do mundo digital”, resume o educador, que lecionou da pré-escola a pós graduação em 46 anos de magistério.

O senhor diz que a escola precisa ser reencantada, encontrar motivos para que o aluno vá para os bancos escolares com satisfação, alegria. Como fazer isso, em lugares onde a realidade é bem complicada com problemas estruturais graves, como por exemplo, a falta de material escolar?

O grande educador pernambucano Paulo Freire nos ensinou que aprender é gostoso, mas exige esforço. Por isso, o papel da escola é despertar o desejo de aprender. O professor precisa saber muitas coisas para ensinar. Mas, o mais importante não é o que é preciso saber para ensinar, mas, como devemos ser para ensinar. O aluno quer saber, mas nem sempre quer aprender o que lhes é ensinado. O aluno precisa ser autor, ser rebelde, criador. A função da escola não é instruir. É descobrir. A escola do futuro será ousada, corajosa, formando para a autonomia, para o sonho e para a liberdade. A escola precisa, para ser eficaz, perguntar-se mais, despertar novas perguntas e não oferecer respostas para perguntas que ninguém fez. Se não temos perguntas que nos desafiem, não acharemos o caminho, não aprenderemos a superar as dificuldades da realidade desafiadora do presente.

Educar é também aproximar o ser humano do que a humanidade produziu. Se isso era importante no passado, hoje é ainda mais decisivo numa sociedade baseada no conhecimento e na tecnologia. Então como o professor deve agir?
Todos temos o direito de nos apropriar do que a humanidade já conquistou. As novas tecnologias estão nestas conquistas. Hoje é difícil imaginar que já vivemos sem Internet e sem celular. Se nos tirarem isso, hoje, certamente nosso mundo entraria em colapso. Com a rapidez com que ocorrem as mudanças, é difícil imaginar o que vem por aí. Devemos estar abertos a profundas mudanças. Nesse contexto, o papel do professor está mudando de lecionador para organizador da aprendizagem. Torna-se fundamental aprender a pensar autonomamente, saber comunicar-se, saber pesquisar, aprender a trabalhar colaborativamente, saber organizar o próprio trabalho, ter disciplina, ser sujeito da construção do conhecimento, estar aberto a novas aprendizagens, saber articular o conhecimento científico com o saber sensível, o saber técnico e o saber popular.

O ofício de professor corre risco de extinção?

Não. Muito pelo contrário. Mas, sim, um certo professor desaparecerá: o professor lecionador, como disse antes. Porque o professor, hoje, deve ser um problematizador do futuro e não um facilitador do presente, um repassador de conteúdos. Aprender não é ter acesso a computadores, a uma informação. Aprender é contextualizar a informação, atribuir-lhe sentido, construir conhecimento. O professor não é um aplicador de textos, um repassador de informações, um “facilitador”. É muito mais um “problematizador”. Facilitador é o computador. O que distingue um professor é a autoria. O multiplicador apenas replica o que aprendeu. Um computador pode fazer melhor isso do que um ser humano. O papel do professor não é repetir mecanicamente dados, informações e processos. É produzir conhecimento e reinventar a realidade.

Então como o professor pode fazer para evitar que seja um mero executor do currículo oficial?
Essa é uma pergunta complicada porque vivemos numa época em que os governos, nas suas três esferas, vêm perdendo a hegemonia do projeto educacional. Empresas e fundações privadas estão impondo políticas de educação instrucionistas a governos que não têm projetos pedagógicos. Não discutem valores, projeto de democracia, não formam para a cidadania mas apenas para o mercado. Sistemas educacionais privados transformaram os professores das redes públicas em máquinas de ensinar, meros executores de tarefas previamente apostiladas. Devemos reagir a essa mercantilização da educação. Esses sistemas desvalorizam o professor, a professora. Os professores estão excluídos de toda discussão do tema da qualidade. Eles não têm voz. O que se busca é uma estandardização da qualidade, da avaliação, da aprendizagem.

Qual a diferença do professor de hoje e daquele professor do passado?

Ser professor hoje, no século 21, não é nem mais difícil nem mais fácil do que era no século passado. É diferente. Diante da velocidade com que a informação obsolesce e morre, seu papel está mudando: ele não só transforma a informação em conhecimento e em consciência crítica, mas também forma pessoas. Ele faz fluir o saber, porque constrói sentido para a vida das pessoas e para a humanidade. Por isso, ele continuará imprescindível. Seu papel continua sendo “ensinar”, no seu sentido etimológico, do latim “insignare”, que significa “marcar com um sinal”, indicar um caminho, um sentido. Ser professor é, essencialmente, ser profissional do sentido.

Por que o senhor diz que não há tempo próprio para aprender?

Não foram poucas as iniciativas governamentais nos últimos 60 anos, que tentaram eliminar o analfabetismo no Brasil. Apesar disso, continuamos com milhões de jovens, adultos e idosos que não sabem ler e escrever um bilhete simples. E aí se introduz o conceito de “alfabetização na idade certa” como se existisse uma idade apropriada para aprender. Para mim, isso foi um grande equívoco, gerando preconceito contra os que não conseguirem se alfabetizar nesta idade. Cria-se o mito de que existe uma idade certa para aprender, contrariando tudo o que a Unesco defende: uma aprendizagem ao longo de toda a vida.

Apesar dos avanços registrados, ainda convivemos com atrasos como o analfabetismo. O que o senhor aconselha para superarmos esse grande desafio?
Sabemos que, entre nós, o direito à educação não é garantido para todos e todas. Apenas um em cada quatro brasileiros, acima de 15 anos, tem domínio completo da leitura e da escrita. Mas, felizmente, esse desafio foi equacionado pelo Plano Nacional de Educação (PNE). A saída está em executá-lo. A garantia desse direito depende muito, hoje, da mobilização em favor do cumprimento das metas 9 e 10 do PNE. Vivemos uma democracia na qual muitas promessas são feitas e não cumpridas. A Constituição de 1988 garantia que o analfabetismo seria eliminado em 10 anos. O PNE 2001-2011 fez a mesma promessa que não foi cumprida. O PNE 2014-2024 retoma essa meta. Resta saber agora se novo PNE é para valer. Depende de nós.

Fuente de la entrevista: http://www.diariodepernambuco.com.br/app/noticia/vida-urbana/2015/09/21/interna_vidaurbana,599094/aluno-e-parceiro-de-paulo-freire-o-professor-moacir-gadotti-defende-o-educador-precisa-se-reinventar-constantemente.shtml

Fuente de la imagen: http://compromissocampinas.org.br/wp-content/uploads/2014/10/gadotisite-720×320.png

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