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Políticas públicas educativas en Querétaro

 Juan Carlos Miranda Arroyo

Retomo un comentario propio dado a conocer, por este medio, sobre la educación básica en Querétaro (1). Lo recupero y extiendo hacia otros niveles educativos, porque pienso que la sociedad queretana y del país, requieren de información puntual, y su respectiva lectura, acerca de los avances, o no, de las políticas públicas educativas ejecutadas, en lo local, estatal y nacional.

La eventual coyuntura del cambio de gobierno, en 2021, es una oportunidad propicia para enfocarnos a un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas sobre el ejercicio de gobierno, no como actos de control en el vacío, sino como actos democráticos, sobre todo si aspiramos a contar con gobiernos representativos, que se apeguen a las necesidades y demandas de la ciudadanía, y que no se sirvan de ella sólo para satisfacer intereses de pequeños grupos.

Como sabemos este año habrá cambio de gobierno en Querétaro (septiembre-octubre). También se darán relevos o reelecciones en las 18 presidencias municipales de la entidad; lo mismo sucederá con la integración de la legislatura local. Por lo tanto, junto con las elecciones constitucionales (federales) intermedias, el año 2021 es un año de intensa actividad política en el territorio queretano, desde ahora, a partir de las campañas políticas que están a la vuelta de la esquina y de la jornada electoral que se celebrará en junio.

Evaluación y políticas públicas educativas

¿Cuáles han sido los procesos y los resultados en materia de evaluación de la educación pública en lo que va de la gestión del gobierno estatal (2015-2021), luego de más de cinco años en el ejercicio del poder y a menos de un año de su conclusión?

En octubre del año pasado abordé y opiné, mediante un análisis de contenidos, lo registrado en un documento oficial: el Programa Sectorial de Educación, Querétaro 2016-2021. En esta oportunidad hago una breve revisión sobre la estadística del sector educativo de ese estado.

De acuerdo con las cifras dadas a conocer por las autoridades educativas del gobierno de Querétaro (2), durante el inicio del ciclo escolar 2019-2020, el 53% de la matrícula escolar estaba ubicada en la Educación Básica (Preescolar, Primaria y Secundaria); el 13.83% en educación media superior; y el 14.43% en la educación superior, mientras que el 1.21% estaba integrada por la población de educación inicial y especial.

Un desglose de la cobertura de la educación preescolar, en la misma entidad federativa, indica que, del total atendido en el estado, el 75.8% (68 mil 183 estudiantes) asiste a las escuela pública, mientras que el 24.2% (21 mil 731 estudiantes) lo hace en escuelas privadas; esto sobre la base de un total de 89 mil 914 estudiantes registrados al inicio del ciclo escolar 2019-2020.

En cuanto al porcentaje de alumnos que asisten a escuelas públicas (federal transferido) del nivel educativo “Preescolar”, entre la población total de la edad correspondiente a ese nivel educativo, en Querétaro se registra un 53.6 por ciento de cobertura.

Conviene recordar que Querétaro, como entidad, se ha destacado por el incumplimiento, con creces, en la cobertura de un segmento importante de la Educación Preescolar (específicamente en niños y niñas de 3 a 4 años). De acuerdo con datos de la estadística oficial de la SEP (2017-2018), Querétaro tenía una cobertura de alrededor del 20 por ciento en este grupo de edad (sobre este indicador y para este grupo de edad, el Estado de Hidalgo registra una cobertura de 45-47%).

Reitero las preguntas planteadas hace algunos meses y que no pierden actualidad: ¿Las autoridades estatales podrían decirnos cuál es el porcentaje actual, al término del sexenio, en ese rubro (Preescolares de 3-4 años)? Y si se logró un avance ¿en qué proporción? Y si no ¿Por qué no se ha rebasado esa meta o esa cifra? Cabe señalar que la cobertura universal y la obligatoriedad de la Educación Preescolar se estableció, en México, desde 2002 en las leyes federales.

Puntos no tan negros en el arroz

El doctor Pedro Flores Crespo, el mes pasado escribió y preguntó esto sobre la estadística educativa en Querétaro, a partir de datos publicados por el INEGI. Específicamente comentó sobre la evolución de la escolaridad y la matrícula de la educación media superior:

“…sobresale que el promedio de escolaridad, medido en grados cursados, de esta entidad es mayor al promedio nacional (10.5 y 9.7 grados, respectivamente). ¿En qué conductas y hábitos se traduce que los queretanos de 15 años y más tengamos un grado mayor de escolaridad? ¿Somos más críticos de nuestros respectivos gobiernos que el resto de la población?” (3)

Así continúa la reflexión de Flores Crespo: “Es importante además hacer notar que Querétaro elevó más, en diez años, su escolaridad que el promedio nacional e incluso, que la Ciudad de México. De 2010 a 2020, nuestra entidad subió su tasa de escolaridad en 1.6 grados (de 8.9 a 10.5), mientras que a nivel nacional y en la CDMX este indicador se movió 1.1 y un grados, respectivamente. ¿Fue esta alza más acentuada resultado de las políticas educativas estatales? ¿O fue también consecuencia de la inmigración al estado de personas altamente calificadas? No hay que olvidar que Querétaro, según el mismo Censo, es la tercera entidad federativa con el saldo migratorio positivo más alto después de Quintana Roo y Baja California Sur.”

Quizá esas preguntas se podrían despejar si se hiciera un estudio sistemático y riguroso sobre el origen de los estudiantes matriculados en la educación media superior o bachillerato en la entidad.

Querétaro también registró tasas de matriculación igual o más altas que el promedio nacional en el ciclo escolar 2019-2020. Pero con un matiz: mientras que para el ciclo escolar 2000-2001, 29 de cada 100 jóvenes en edad de cursar el bachillerato lo hacían, para el periodo 2019-2020, esta proporción ascendió a 63 por ciento. Esto representa un aumento de 53 puntos, siete por arriba del promedio nacional. ¿Por qué avanzó Querétaro más que el resto del país en términos de inscribir a más jóvenes en la prepa? Pregunta de política pública que habrá que responder.”

¿Panorama sombrío?

Respecto al tipo de sostenimiento o financiamiento y de organización, en la educación especial, las autoridades locales informan que el 97.5% de la matrícula era atendido por instituciones públicas y sólo 2.5% por privadas; en educación básica, el 81.9% por las públicas, mientras que el 18% por las privadas. Por su parte, en la educación media superior se registraba un 73.6% de la matrícula escolar en instituciones educativas públicas y 26.4% en privadas; y en educación superior se tenía un 55.13% en instituciones públicas y 44.87 en escuelas privadas.

¿Esto significa, entre otras cosas, que para las y los jóvenes queretanos o radicados en la entidad, las posibilidades de acceder a la educación superior pública, año con año, se ven cada vez más reducidas?

En efecto, es necesario hacer una revisión más exhaustiva y profunda sobre los avances o retrocesos registrados en materia de políticas públicas educativas durante la última década, o quizá durante los dos sexenios recientes, en Querétaro. Ésta es una tarea que queda como pendiente para los organismos públicos que se dedican a estas cuestiones, es decir, al estudio de las políticas públicas educativas, dentro y fuera del gobierno.

Fuentes consultadas:

(1) “La Educación Básica en Querétaro (2015-2020)”, SDP Noticias, 14 de oct., 2020.

(2) https://www.usebeq.edu.mx/PaginaWEB/content/Estadisitica/INICIOC/INICIO2019-2020/

(3) Pedro Flores Crespo. “Querétaro: Política educativa e información”. Educación Futura, 31 de enero, 2021.

Querétaro: política educativa e información


Fuente:  SDPnoticias

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“Aprende en Casa II”: Apuntes para un balance

 Juan Carlos Miranda Arroyo

Ayer hice una búsqueda sobre estudios o reportes de investigaciones educativas recientes, donde se abordan algunos elementos de evaluación del programa “Aprende en Casa II” que, como sabemos, es el dispositivo de educación a distancia (basado principalmente en el uso intensivo de medios tecnológicos) que las autoridades educativas federales diseñaron para dar continuidad al ciclo escolar 2020-2021, tanto para educación básica como media superior.

Un primer artículo académico identificado es el publicado por Zaira Navarrete-Cazales, Héctor Manuel Manzanilla-Granados y Lorena Ocaña-Pérez, que lleva como título: “La Educación Básica a distancia en el contexto de la pandemia en México. Potencialidades y limitaciones.” (1) Reproduzco en lo que sigue, por su desglose analítico, algunos fragmentos del texto.

“En este artículo se analizan las potencialidades y limitaciones de la Educación Básica a distancia implementada por el Gobierno Federal y la Secretaría de Educación Pública para dar continuidad a la educación en el marco de la emergencia sanitaria provocada por el SARS COV-2.

Desde una investigación de tipo cualitativo, de corte documental, se dan respuestas a las siguientes preguntas: a partir del desarrollo de la pandemia y su evolución en México:

¿Cuáles han sido las medidas que se tomaron para dar continuidad a la Educación Básica?

¿Cuáles han sido los medios utilizados para dar continuidad a la Educación Básica?

¿Cuáles son las ventajas y desventajas que brinda la educación básica a distancia para dar cumplimiento a los objetivos planteados por la Secretaría de Educación Pública?”

“Se encontró que, la urgencia por cubrir el vacío que dejaron las escuelas, a través de las pantallas, no ha tomado en cuenta los múltiples factores que entraña un cambio de la educación presencial a la educación a distancia. México ha acumulado una serie de intentos, en diversos programas que pretendían integrar la tecnología en la educación; desde 1997 y hasta 2016, se llevaron a cabo seis programas de educación digital impulsados por el Gobierno Federal, los cuales no pudieron cumplir cabalmente su objetivo…(debido a que carecían) “de un respaldo didáctico y sobre todo sin un sistema de mantenimiento y actualización que garantizara mejores resultados.”

Programa Aprende en casa II, carente de potencial pedagógico.

Así continúa el análisis del reporte referido: “…el sitio web Aprende en casa II parece ser otra propuesta que no ha contado con la planeación adecuada para su elaboración y diseño, en la premura de su puesta en marcha se limitó su potencial pedagógico a ser un sitio de descarga de archivos y de visualización de videos, carente de directrices que proporcionen al docente la oportunidad de generar material propio dentro del sitio, o de llevar a cabo la comunicación con sus alumnos en el entorno seguro del mismo sitio.”

“Aprende en casa II, no cuenta con una estructura formal que delimite el acceso a los contenidos (de aprendizaje), de acuerdo con el nivel educativo (en el) que el alumno se encuentra cursando; y que permita un acceso rápido y sencillo a los materiales, en el orden formativo que marca el plan (y los programas) de estudios vigentes; el sitio necesita de un modelo de evaluación o retroalimentación que permita al alumno comprobar sus avances, o de un modelo interactivo que permita el aprendizaje por ensayo y error”.

En esta parte del texto, los autores de la investigación comentada o referida manifiestan algunas preferencias a favor de experimentar con viejos modelos de “instrucción”, que contienen una fuerte influencia de las teorías y métodos “conductistas”, sin embargo, no por ello dejan de resultar interesantes sus sugerencias didáctico-metodológicas.

“La capacitación docente, continúa siendo un punto pendiente en la agenda educativa, los cursos de capacitación de Google no cubrieron las necesidades formativas de los docentes y la SEP no ha programado cursos presenciales que den a los docentes las herramientas necesarias para impartir una educación a distancia, realizar una planeación y evaluación correspondiente de los alumnos a su cargo, pero sobre todo que permita acortar o eliminar la brecha digital de los docentes, y que éstos a su vez realicen la alfabetización digital de sus alumnos, sobre todo en los años iniciales de primaria.”

“El uso de la Televisión y la Radio como herramientas educativas, es utilizada actualmente en la mayoría de los países como parte del aprendizaje a distancia. Dirigido principalmente a aquellos alumnos que no cuentan con conexión a internet, computadora o dispositivos móviles, en México se lleva a cabo la emisión televisiva y radiodifundida de Aprende en Casa, con programas realizados por algunos docentes elegidos por la SEP para cubrir los contenidos de los Planes de estudio.

Sin embargo, la dupla maestros-televisoras se ha convertido en una relación difícil, considerando que las televisoras, años atrás, contribuyeron al linchamiento mediático de los docentes, generándose una polémica en torno:

1) al papel que jugaría la televisión en la siguiente edición del programa educativo a distancia federal.

2) ante las decisiones de la SEP, en donde el docente tiene la libertad de diseñar su planeación y actividades, el ritmo y el rumbo serán marcados por las televisoras, despojando al profesor de la facultad de seleccionar los contenidos de acuerdo con las necesidades del grupo atendido; se insiste en que no se elimina el papel del docente, pero parecería estar sujeto en mayor medida al orden que marque la televisión”.

Una propuesta

“Los metadatos obtenidos en una plataforma educativa bien estructurada, permitiría obtener datos estadísticos que van desde lo individual (para determinar el grado de avance de cada alumno), hasta lo global (ver los niveles de aprendizaje por escuelas, estados, etc.), lo que representa tener cifras actualizadas susceptibles a evaluación para garantizar la mejora continua, readaptando los contenidos que no brindan los resultados esperados e incluso replantear una secuencia didáctica completa para dar atención a niños con necesidades especiales de educación, y este ajuste puede hacerse por ejemplo: al terminar cada trimestre, de tal manera que al siguiente ciclo escolar ya se cuente con el material óptimo y adecuado para brindar una educación de calidad.”

Con reportes de investigación educativa como el que ahora reproducimos, en sus contenidos principales, es posible iniciar algunos apuntes pertinentes para ponderar los beneficios y las dificultades del programa educativo “Aprende en casa”.

Dicho balance requiere de la participación combinada de las y los docentes, así como de las y los directivos escolares, padres y madres de familia, junto con estudiantes, autoridades educativas y especialistas en temas de educación y nuevas tecnologías de la información, el conocimiento y la comunicación.

Fuente consultada:

(1) Zaira Navarrete-Cazales, Héctor Manuel Manzanilla-Granados y Lorena Ocaña-Pérez. (2020) La Educación Básica a distancia en el contexto de la pandemia en México. Potencialidades y limitaciones. Educiencia. 6 (10): pp. 06-19, (julio-diciembre 2020). UAT.

https://educiencia.uat.edu.mx/index.php/Educiencia/article/view/191/130

jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/aprende-en-casa-ii-apuntes-para-un-balance/

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Las Reformas Educativas desde los Gobiernos Parte I

 Juan Carlos Miranda Arroyo

Ayer llegó a mi escritorio virtual un libro de Fernando Reimers (coordinador): “Propuestas Educativas Audaces”, de reciente publicación, sobre las Reformas Educativas que se han experimentado en diferentes países del mundo (1). Fernando Reimers, es un reconocido investigador educativo, quien trabaja en la Universidad de Harvard.

A continuación, comparto una selección de textos correspondientes al capítulo 1 del mencionado libro, denominado: “Reflexión multidimensional sobre un cambio educativo ambicioso”, escrito por el mismo Reimers, donde presenta un análisis y reflexiones de interés para quienes se interesan en el estudio de las reformas educativas. Entre algunos párrafos inserté algunos comentarios sobre el tema.

“El argumento central del capítulo es que las reformas educativas se pueden enmarcar de cinco maneras alternativas, dependiendo de los elementos del proceso de cambio educativo que resalten: culturales, psicológicos, profesionales, institucionales y políticos.”… “El análisis muestra que, en la práctica, ninguna de las reformas adopta un enfoque multidisciplinario exhaustivo basado en estas cinco perspectivas. Las perspectivas institucionales y políticas son más habituales, mientras que la perspectiva cultural y la psicológica lo son menos.”

Como se puede apreciar, existe un reconocimiento, por parte de Reimers, sobre el papel desequilibrado (o recargado) que han jugado las perspectivas institucionales y políticas en el diseño y la puesta en operación de las reformas educativas en diferentes naciones, en detrimento de las perspectivas educativas, pedagógicas y psicológicas.

“Examinamos también qué se sabe acerca de la implantación de esas reformas, incluido cómo fueron recibidas, qué retos afrontaron, y, en los casos en los que se encuentran disponibles, los datos acerca de los resultados que se consiguieron con esas reformas.”

En el libro se muestra “cómo emprenden los sistemas de educación un ambicioso conjunto de objetivos, pensados para que la enseñanza responda mejor a las demandas de un medio externo cambiante, ilustren la dinámica del cambio educativo y aumenten nuestra comprensión de las instituciones educativas.”

“Buena parte del conocimiento preexistente, basado en gran medida en el análisis de los intentos de reforma educativa llevados a cabo en Estados Unidos, sostiene que las instituciones de enseñanza cambian muy poco en respuesta a los mandatos políticos, en especial en lo referente a la transformación de los principios fundamentales básicos de la enseñanza (Tyack y Tobin 1994; Tyack y Cuban 1997; Olson 2003).”

Esto confirma o reafirma nuestra hipótesis, planteada en varios textos publicados en este medio y en mi próximo libro (“La crisis del Reformismo Educativo en México”), con sustento en los estudios registrados en Canadá y EU, en el sentido de que las reformas educativas producen bajo o “muy poco” impacto, desde su perspectiva y diseño político-institucional, hacia la transformación o el cambio en los procesos de enseñanza, y en las necesidades y diversidades de los aprendizajes a lo largo de la vida.

“La tesis de este capítulo introductorio, -afirma Reimers- ilustrada por los casos prácticos presentados en los capítulos que siguen, es que cuando los dirigentes públicos reforman la educación se basan en modelos del sistema educativo que resaltan una o varias de las siguientes cinco dimensiones: cultural, psicológica, profesional, institucional o política. En teoría, este marco multidimensional, que desarrollo de forma más completa en otro libro reciente (Reimers 2020), cumple tres propósitos. 1) Examinar la coherencia interna; 2) Cómo abordar de manera amplia el proceso de cambio; y 3) Reflexionar sobre la interdependencia de estas cinco dimensiones.

“Los capítulos de este estudio revelan que, si bien todas estas dimensiones son útiles para ilustrar determinados aspectos del sistema educativo y del proceso necesario para cambiarlo, ninguno de las reformas incluidas en este estudio muestra un enfoque amplio, que abarque acciones que reflejen las cinco dimensiones.”

Lo cual da cuenta de la enorme complejidad que está implicada en los procesos de diseño, puesta en operación y evaluación de las reformas educativas nacionales. Por cierto, los países referidos en el libro son: Brasil, Finlandia, Japón, México, Perú, Polonia, Portugal y Rusia.

“El examen de las reformas analizadas en este libro siguiendo este método revela que, en la práctica, estas reformas se abordan a través de uno o dos de estos marcos, pero rara vez los usan todos de manera general. En la lógica de las perspectivas usadas por las reformas, a menudo falta coherencia. Estos capítulos ilustran también que las estrategias seguidas para transformar la educación pública carecían de una secuencia clara y coherente sobre las fases del proceso de cambio educativo.

Sin embargo, a pesar de estas deficiencias, estos casos muestran que los gobiernos tienen capacidad para transformar significativamente a las instituciones educativas, mediante normas, reglamentaciones y asignación de recursos económicos, y que están buscando decididamente una educación que intente equipar a los estudiantes con un conjunto de competencias más amplio que el que ha constituido la norma en el pasado.

Estos casos ilustran también la globalización de las instituciones de reforma. Ideas similares animan las distintas iniciativas examinadas en este libro, como el deseo de insertar en los planes de estudios una serie de competencias transversales centradas en ámbitos socioemocionales. Asimismo, instrumentos y organizaciones similares se encargan de respaldar estos esfuerzos.”

El problema es que los gobiernos nacionales y las élites dirigentes, gubernamentales y no gubernamentales, han demostrado, reforma tras reforma, que los intentos de transformación educativa centralizados y “desde arriba”, fracasan, sobre todo cuando no se desarrollan procesos de deliberación ciudadana ni se promueven amplios espacios de participación social y de los gremios magisteriales en dichos procesos.

Fernando Reimers también explica de esta manera el marco general del libro: “Empleamos un esquema temático común para efectuar los estudios y redactar los capítulos, presentando resultados que abarcan los siguientes temas (a partir de preguntas):

“¿Cuál era el propósito de la reforma? ¿Qué marco temporal abarcaba? 2. ¿Cuál es el argumento principal apoyado por esta reforma? ¿Qué fuentes de prueba se usaron? ¿Cuál es el argumento principal apoyado por esta reforma? ¿Qué fuentes de prueba se usaron?

“¿Cuál era el contexto que precedió y dio lugar a la reforma? ¿Formaba esta reforma parte de la agenda de un nuevo gobierno? ¿Fue una respuesta a la crisis económica? ¿Cuáles fueron los antecedentes educativos de esta reforma? ¿Cuáles fueron los factores que dieron ímpetu a una agenda reformista? ¿Hubo influencias extranjeras de algún tipo? ¿Influyeron en el contexto evidencias o ideas internacionales?

“Descripción de la reforma: ¿Qué objetivos se buscaban? ¿Cuáles fueron los componentes clave de esta reforma (cambio de ley, presupuesto, planes de estudios, evaluación, etcétera)? ¿Cuál fue la teoría de cambio en la que se basó? ¿Quién participó en su diseño y aplicación? ¿Cómo se relacionan los objetivos educativos de la reforma del país con la idea de competencias para el siglo XXI, la amplitud de las capacidades o el desarrollo cognitivo y sociológico? ¿En qué resultados y capacidades específicos hacía hincapié la reforma?

“¿Qué componentes concretos de la reforma están directamente relacionados con el desarrollo de las competencias para el siglo XXI en los estudiantes? ¿Cómo se aplican? Descripción de los programas específicos que desarrollan competencias para el siglo XXI (planes de estudios, evaluación, autonomía de los centros educativos, alianzas, programas específicos empleados en los centros educativos, como el aprendizaje por proyectos o programas concretos de desarrollo profesional de los docentes).

“¿Cuáles fueron las diversas fases de aplicación de la reforma? ¿Quién participó? ¿Cómo se coordinan los gobiernos (federales/locales) con otras partes interesadas? ¿Qué se sabe de la política de la reforma? ¿Qué factores respaldaban su puesta en marcha? ¿Cuáles la impedían? ¿Qué sabemos de los resultados alcanzados por la reforma hasta el momento? ¿Se han evaluado? ¿Cuáles son los desafíos? ¿Qué sabemos de los resultados alcanzados por la reforma hasta el momento? ¿Se han evaluado? ¿Cuáles son los desafíos?”

El caso de la Reforma Educativa en México (2013)

“El Capítulo 5 examina la ambiciosa reforma educativa de México, que formó parte de una serie de reformas estructurales emprendidas durante la administración presidencial de 2012-2018. La reforma incluía la creación de mecanismos para profesionalizar la actividad docente, la eliminación de la participación del sindicato de enseñanza en el nombramiento de profesores, y planes de estudios nuevos y ambiciosos, que se centraban en las competencias para el siglo XXI. Aunque la reforma detallaba qué capacidades docentes eran esenciales y debían evaluarse, la inversión en formación del profesorado fue modesta en relación con la que hacía falta para desarrollar las capacidades necesarias para poner en marcha el nuevo currículo.”

“Una de las razones para la reforma fueron los bajos niveles de rendimiento y la desigualdad en los resultados académicos, documentada por evaluaciones nacionales e internacionales, así como la información sobre las prácticas pedagógicas y la formación inicial de docentes documentada por los estudios de la OCDE sobre características y pedagogía del profesorado (OCDE 2019a). La reforma incluía cinco componentes: nuevos planes de estudios; más autonomía para los centros educativos y un claro foco en el aprendizaje; trayectorias profesionales para los docentes, incluida una reforma de la formación del profesorado; atención especial a la equidad y la inclusión; y un método de gestión que potenciara la participación de las familias. La reforma de la carrera de docente ha sido el aspecto más controvertido de los cambios, porque exigía introducir evaluaciones para determinar el rendimiento de los profesores.”

Cabe resaltar que en la narrativa expuesta por Reimers, el investigador de Harvard no registra las resistencias y oposición a las reforma educativa de 2013, que se generó desde las bases magisteriales en contra de los esquemas de evaluación de la docencia y de las figuras directivas escolares, con impacto en la permanencia en el empleo.

“La reforma curricular se centra claramente en las competencias para el siglo XXI, y el objetivo de hacer que la enseñanza tenga en cuenta las necesidades del siglo XXI aparece de manera central en todos los documentos clave de la reforma.”

Así es: el enfoque teórico y metodológico, no sólo de la reforma educativa de 2013, ensayada en México, sino en los intentos de reformas anteriores (2004, 2006, 2009 y 2011) y de la actual, del gobierno de la “4T” (2019), está basado en el “modelo competencial”.

Lo cual significa que hay continuidad, no cambio de fondo.

“Se desarrollaron estándares de rendimiento para cada uno de los apartados en los cuatro ciclos de enseñanza obligatoria: preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. Estos objetivos se sometieron a consulta pública y posteriormente se comunicaron ampliamente a educadores y otras partes interesadas. El ministerio de educación (SEP) desarrolló un marco de competencias ajustado a los estándares.

El marco tiene tres ámbitos: conocimientos académicos, desarrollo social y personal (que incluye el aprendizaje socioemocional) y autonomía curricular que permita a los centros educativos diseñar sus propios planes de estudios, teniendo en cuenta las necesidades educativas y los intereses individuales de los alumnos.”

Tampoco menciona el doctor Reimers que las dos consultas llevadas a cabo por el gobierno mexicano, a través de la SEP, se hicieron sobre hechos consumados. De manera coloquial, las maestras y los maestros de la educación básica en nuestro país, a eso le llamaron “dar atole con el dedo”.

Así continúa la narrativa del académico Reimers: “Sin embargo, cuando comenzó la aplicación de la reforma, al Gobierno le quedaban solo 18 meses en el poder. Los planes de estudios se difundieron ampliamente mediante cursos en Internet, aunque no se realizó ningún esfuerzo concreto para desarrollar aptitudes pedagógicas que ayuden a transmitir las nuevas competencias. La reforma se diseñó y aplicó desde arriba, ofreciendo pocas oportunidades de participación a los docentes y otros grupos, incluidas las organizaciones de la sociedad civil. Un área en la que sí participó la sociedad civil fue en la porción “autónoma” de los planes de estudios, que abría oportunidades para que los colegios desarrollasen un currículo local en alianza con organizaciones educativas de la sociedad civil. La llegada de un nuevo Gobierno debilitó la aplicación de la reforma.”

Aunque Reimers reconoce que esa reforma peñanietista “…se diseñó y aplicó desde arriba, ofreciendo pocas oportunidades de participación a los docentes y otros grupos”, es importante mencionar que ese gobierno en el poder, del periodo 2012-2018, tiene nombres y apellidos: Fue un gobierno de hegemonía priista, que en ese entonces hizo una coalición política con las supuestas oposiciones políticas para emprender las “reformas estructurales”, a través del llamado “Pacto por México”, con el acompañamiento de los partidos PAN y PRD.

En una segunda parte de esta entrega, ampliaré mis comentarios y reflexiones en torno a esta selección de fragmentos del libro referido.

Fuente consultada:

(1) Fernando M. Reimers (Editor) Propuestas Educativas Audaces. La transformación de los objetivos de los sistemas educativos desde los Gobiernos. 1ª edición. Enero 2021. Edita: UCJC Stamp. Impreso en España.

jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias
Fuente e Imagen: https://profelandia.com/las-reformas-educativas-desde-los-gobiernos-parte-i/
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Educación Preescolar, hoy

 Juan Carlos Miranda Arroyo

El Senado de la República y la Cámara de Diputados federal establecieron la obligatoriedad de la Educación Preescolar desde 2002. Éste es el segmento del servicio educativo público dirigido a niñas y niños entre los 3 y los 5 años de edad. Sin embrago, hoy, es un problema grave la falta de cobertura en la Educación Preescolar, sobre todo en el rango de edad que va de 3 a 4 años, en todo el país.

Pregunto: ¿La obligatoriedad en este nivel o ámbito educativo se estableció sin un estudio previo; sin una evaluación profunda sobre los factores que facilitarían o impedirían la “universalización”? ¿Una vez más, las élites políticas fallaron al legislar sin sustento y con demagogia?

Una de las respuestas a estas interrogantes, se puede encontrar en textos analíticos y de divulgación que conviene retomar. Un caso interesante es la aportación del profesor Rogelio Alonso (1), quien afirma lo siguiente sobre los procesos recientes de planificación de la educación preescolar pública:

“Al revisar las estadísticas oficiales proporcionadas por la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa, se advierte un crecimiento en la cantidad de alumn@s, maestr@s y escuelas de educación preescolar, del ciclo 2002-2003, momento que marcó la obligatoriedad del nivel, al 2018-2019. En el caso de los planteles, pasaron de 74 mil 758 a 90 mil 446, mientras que la matrícula se engrosó de 3,653,903 a 4,780,787 estudiantes (SEP, 2003, p. 26; SEP, 2019, p. 20).”

“La atención de niños de 3, 4 y 5 años tuvo un aumento considerable en términos absolutos desde que se estableció la obligatoriedad de la educación preescolar. De acuerdo con cifras oficiales, en tan sólo cinco años a partir de entonces, se registró un sorprendente aumento de 20.9% (en la atención), pasando de 55.5% a 76.4% de alumnos atendidos en edad típica de ese nivel escolar (SEP, 2003, p. 29, p.; SEP, 2008, p. 50). El salto fue por demás importante y todo apuntaba a una universalización de la educación preescolar en el mediano plazo.”

Una pregunta más específica: Si la Educación Preescolar es obligatoria desde 2002 y las perspectivas de cobertura eran optimistas durante el sexenio pasado (2012-2018) ¿por qué en primero de preescolar (NN de 3-4 años), la cobertura nacional, promedio, es de 49-50 por ciento? ¿Qué medidas tomarán las autoridades de la SEP a cargo del gobierno actual, para cumplir con lo establecido en ley sobre esta necesaria cobertura?

Al respecto, esto indagué y escribí en 2019: Para miles de familias en México, la Educación Preescolar es el primer puente de acceso al derecho a la educación, por lo cual es un nivel educativo importante desde el punto de vista educativo, social y cultural, debido a que constituye una plataforma de desarrollo individual y social para millones de familias. (2)

Serias dificultades para lograr la universalización

Cabe recordar que “…86 por ciento de los jardines de niños operan en inmuebles construidos para este nivel educativo, pero esta situación no es igual de favorable en las escuelas comunitarias y en las privadas, pues una de cada cinco y dos de cada cinco de las segundas, funcionan en espacios adaptados… (la Educación) Preescolar forma parte de la educación obligatoria, (y) está constituida con cerca de 90 mil escuelas, 240 mil docentes y 4.9 millones de alumnos.” (3)

“…entre otras condiciones que afectan el funcionamiento escolar y el aprendizaje de los estudiantes, está la alta proporción de directoras que cumplen también con la función docente. Las maestras no reciben acompañamiento continuo: sólo una de cada tres tuvo la cantidad de asesorías externas que deberían recibir en un ciclo escolar. Por otra parte, aun cuando en una de cada cuatro escuelas se reportan niños o niñas con discapacidad, sólo la mitad de ellas cuentan con apoyo especializado…” (INEE, 2019)

Los datos más recientes, proporcionados por las autoridades educativas federales de la administración pasada, indican lo siguiente: Entre 2012 y 2017, según las estadísticas oficiales, la cobertura de primer grado de Educación Preescolar, es decir, la tasa de atención de los niños que hoy tienen entre 3 y 4 años, en promedio, pasó de 40 por ciento a cerca de 50 por ciento en México. No está por demás reiterar los datos más recientes al respecto.

Así lo expuso, el año pasado, el hoy ex titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP): “…Para el caso de México, durante la presente administración, entre los ciclos escolares 2012-2013 y 2017-2018, la matrícula de Educación Preescolar se ha incrementado en cerca de 250 mil alumnos, superando por primera ocasión los 5 millones. En este periodo, la tasa de cobertura para el grupo de edad de tres a cinco años pasó de 70.7% a un estimado de 75.5%, es decir, 4.8 puntos porcentuales adicionales.”

“Por edad específica, para los niños de tres, cuatro y cinco años que son atendidos únicamente en Preescolar, los valores del indicador son 49.9%, 92.3% y 84.3%, respectivamente. En todos los casos, estos niveles de atención son superiores a los observados hace cinco años (40.1%, 88.5% y 83.4% respectivamente), destacando el fuerte crecimiento −de casi 10 puntos porcentuales− en la atención de los niños de tres años.” (4)

Como lo comenté hace dos años, ahora que mucha gente ha expresado preocupación sobre el asunto de las estancias infantiles (educación inicial o de la primera infancia) en todo el país, también debiera de manifestarse en contra de la falta de cobertura en la Educación Preescolar, sobre todo de los niños entre los 3 y 4 años de edad.

Esta preocupación habrá de ponerse, también, sobre la mesa central de las prioridades educativas de la SEP, en especial, debido a la crisis sanitaria y económica que empujan cada vez más, con las “cuarentenas” y el confinamiento social, hacia una crisis educativa prolongada, hecho que afectaría de manera más severa a los grupos sociales más desfavorecidos (población rural, indígena y con discapacidad).

Fuentes consultadas:

(1) Rogelio Javier Alonso Ruiz. La demorada universalización de la educación preescolar. 4 de marzo, 2020.

(2) Ver mi columna: Las Condiciones adversas de la Educación Preescolar, SDP Noticias.com, 15 de marzo, 2019.

(3) Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) en (la Educación) Preescolar (2019), publicado por el INEE, es un estudio que “identifica con claridad los déficits, en algunos casos graves, que se tiene como país para garantizar condiciones mínimas (a efecto de) cumplir con el derecho a la educación de calidad en este nivel educativo.” (ver: Comunicado de Prensa No. 43, emitido por el área de Comunicación Social del Instituto).

(4) Ver: Otto Granados Roldán. “Los Retos del Escritorio”, SDP Noticias, 6 de enero, 2018.


Fuente e imagen:  SDPnoticias

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La agenda educativa de Delfina Gómez

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

De acuerdo con el boletín No. 15 de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el actual secretario, Esteban Moctezuma Barragán, y la próxima titular de la dependencia, Delfina Gómez Álvarez, “encabezaron la primera Conversación Magisterial del año, con más de 8 mil Supervisoras y Supervisores de 16 estados de la República.” (1) Acerca de ese importante evento masivo y virtual, comparto algunas observaciones y preguntas que podrían integrarse a la conversación.

En primer lugar, sería interesante conocer una o varias crónica(s) del evento por parte de las y los participantes, que forman parte de lo que llamo el sujeto principal de la gestión educativa de la escuela pública: Me refiero a las supervisoras y los supervisores de la educación básica que, por lo demás, constituyen la parte más importante del sistema educativo, junto con las y los docentes, para poner en práctica la transformación escolar desde una perspectiva democratizadora, es decir, no elitista, sino “desde abajo”.

En segundo lugar, lo dicho ahí, en especial, en la voz de la próxima secretaria de educación federal, la Mtra. Delfina Gómez, resulta de interés para delinear su agenda educativa, debido a que en la reunión estuvieron presentes directivos escolares (de zona) de 16 entidades federativas. (2)

Durante la reunión virtual, las autoridades educativas recordaron que “el regreso a clases presenciales será seguro y gradual, y sólo se producirá mientras exista la certeza de que el semáforo epidemiológico verde se mantendrá…”.

En alguna de sus participaciones, sin dar a conocer la fuente informativa ni la organización que realizó el estudio, Moctezuma Barragán dijo que “…de las mediciones que se tienen entre 10 diferentes profesiones, la labor docente ocupa el primer lugar entre la sociedad mexicana, contrario a lo que ocurría en 2018, cuando prevalencia una campaña de desprestigio hacia el sector.”

“La pandemia, dijo, nos obligó a la programación, al desarrollo y transmisión de cerca de 5 mil programas de televisión y a implementar la reingeniería de toda la Secretaría, en tan solo semanas, para desarrollar contenidos por radio e internet, y a la entrega de cuadernillos de trabajo en las comunidades con mayores índices de rezago.”

Al respecto, pregunto:

¿Por qué la SEP no se ha dado a la tarea de llevar a cabo una cruzada nacional para promover la lectura y la escritura, en esta coyuntura de contingencia como la que hoy vivimos, en vez de apostarle, casi por completo, a la TV, internet y la radio?

¿Acaso, el hecho de dejar en un lugar marginal a los hábitos de lectura y escritura, ha sido una línea adecuada de políticas públicas educativas?

El mensaje implícito que han querido dar nuestras autoridades educativas, a través de las diferentes versiones del programa “Aprende en casa”, es que los procesos de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes habrían de ser, esencialmente, frente a un aparato de TV, una computadora (o cualquier otro dispositivo electrónico), y hasta el final, el libro.

Pero ¿De qué tamaño y cuál es el contenido de la agenda educativa de la próxima titular de la SEP? ¿Es una agenda delgada, ligera, o todo lo contrario? ¿Será una agenda voluminosa y cargada de pendientes o sólo de bolsillo?

Los cuatro ejes de políticas educativas de la era Delfina Gómez

Todo parece indicar que, por lo señalado en el boletín de referencia y de manera esquemática, su agenda educativa se reduce a cuatro puntos:

I. La formación continua para maestras y maestros en servicio

“En este sentido, indicó que uno de los ejes en los que se trabajará, es precisamente el de las maestras y los maestros, ya que algo que le preocupa mucho al Presidente es la situación del magisterio y lo que se ha fortalecido a través de la actualización, capacitación y formación.”

II. Contenidos para la enseñanza y los aprendizajes

“Otro eje rector –dice el boletín en cuestión- son los contenidos, abundó Gómez Álvarez, ya que es algo que, como práctica docente, se tiene que atender conforme a la situación que se está viviendo de pandemia; por lo que la dinámica pedagógica, la práctica educativa, tiene que irse adaptando y adecuando de acuerdo a lo que se está viviendo.”

III. Infraestructura educativa

“Un tercer factor, señaló, es la infraestructura, un reto que se tiene, que si bien a través del programa de La Escuela es Nuestra se trabaja para mejorar las condiciones de las escuelas, como es la falta de agua, también tiene que ser algo que vaya acorde a las necesidades de lo que se está viviendo actualmente.”

Finalmente, Gómez Álvarez se refirió a los becarios, que es un tema que también se tiene que trabajar con las universidades y con las instituciones de nivel medio superior, puntualizó.

Lamentablemente, en la agenda educativa de la Maestra Delfina Gómez no aparecen, no al menos en la lista de las prioridades que tiene trazado en su cuaderno, las políticas públicas que se seguirán, desde la SEP, a partir del marco legal vigente y el Programa Sectorial de este sexenio, acerca de la formación inicial de maestras y maestros (es decir, la “transformación y fortalecimiento” de las Escuelas Normales, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización del Magisterio); ni veo tampoco un pronunciamiento claro y contundente, en el orden de las prioridades, acerca de la formación profesional y continua de las figuras directivas y los respectivos equipos técnicos (no sólo me refiero a supervisoras y supervisores, sino también a asesoras y asesores técnicos).

Precisa y paradójicamente con quienes se reunió, en formato virtual, apenas hace unos días.

No está por demás mencionar otros cinco puntos ausentes en la agenda educativa de la futura titular de la SEP:

1) ¿Cómo se atenderán los graves problemas del rezago educativo? (Personas mayores de 15 años que no han iniciado ninguna escolarización o que no han concluido la educación básica)

2) ¿Cómo se enfrentará el problema grave de la falta de cobertura educativa en educación preescolar y media superior?

3) ¿Qué medidas se tomarán de inmediato para atender a las y los docentes que no han recibido sus pagos de acuerdo con la ley?

4) ¿Cómo se destrabará el dique burocrático que se ha instalado en la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM)

5) ¿Qué orientaciones o directrices nacionales y regionales (y por subsistemas) prevé la SEP con respecto al nuevo marco normativo federal en el ámbito de la Educación Superior?

Esto, sólo por mencionar algunos de los diez o veinte puntos principales y urgentes por atender desde la cabeza del sector educativo nacional y que, por el momento, no se ven plasmados en la agenda de la maestra.

Fuentes consultadas o notas:

(1) Boletín SEP no. 15: “Encabezan Esteban Moctezuma Barragán y Delfina Gómez Álvarez la primera Conversación Magisterial del 2021”, publicado el 20 de enero, 2021.

(2) Estuvieron presentes, a distancia, “supervisoras y supervisores de Baja California Sur, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y del Estado de México, así como autoridades educativas de todos los niveles”.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-agenda-educativa-de-delfina-gomez/

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Educación: Transformación sin cambios

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Si la Mtra. Delfina Gómez, próxima secretaria de Educación Pública del gobierno del presidente López Obrador, dice; “no vengo a cambiar nada”, entonces ¿todo está bien en la SEP? ¿La educación pública en México no requiere de cambios?

Algunos observadores y observadoras críticos de las políticas públicas educativas en México, dijeron al respecto que no era prudente, en su primera declaración pública, que la Mtra. Delfina se pronunciara en un tono radical ni que provocara una idea de ruptura institucional (la declaración se hizo durante una reunión virtual de la CONAEDU). Que eso era lo “políticamente correcto”. Pero ¿Es posible impulsar, desde el gobierno, una “transformación sin cambios”?

Y sí, en parte eso del “lenguaje político correcto” es cierto, pero hay formas y, sobre todo, hay contenidos de por medio. Pienso, en especial, que durante la emisión de los discursos que se lanzan, no desde cualquier tribuna, hay que cuidar tanto el cómo se dicen las cosas como la sustancia (el qué) de lo dicho. La Mtra. Gómez está en la antesala de ocupar el más alto cargo de la administración pública en materia educativa; además, se trata de asumir el liderazgo de la dependencia cuya cartera ejerce el más voluminoso presupuesto del gobierno federal, esto debido al alcance que tienen los procesos educativos en la sociedad actual. Se estiman poco más de un millón 200 mil trabajadores de la educación, y poco más de 40 millones de personas (niñas, niños, jóvenes y adultos) que, directa e indirectamente, están involucradas e impactadas por las decisiones que se toman a nivel de políticas públicas educativas en nuestro país.

A unos días de ser ubicada en la cima de la burocracia educativa nacional, me parece que a la Mtra. Delfina le hicieron falta asesoras y asesores, durante su primera declaración y durante la gestión, para imprimir su propio sello sin alterar el orden institucional; careció, en otras palabras, de tacto político y sensibilidad para ejercer o dar a conocer su estilo de trabajo como mujer de poder público (aunque implícitamente con su dicho, nos mostró su personalidad política: convalidar la gestión anterior). En este caso la declaración se hizo pública a través de las redes sociales digitales.

Lo políticamente correcto, considero, sería decir: “Voy a evaluar cómo se encuentra la educación en México. Y luego, lanzaré las iniciativas de cambio que requiera el país en un contexto complejo, pero convencida de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”. Y más allá. Hoy son necesarias declaraciones más esperanzadoras y realistas por parte de las y los gobernantes, especialmente en un contexto donde, al parecer, se prolongarán las crisis sanitaria y económica actuales. Hizo falta, pues, una declaración equilibrada, sin romper el orden institucional, y en sintonía con las demandas sociales actuales en el ámbito magisterial y educativo.

La frase de “no vengo a cambiar nada” también puede interpretarse de dos maneras:

1) No hay necesidad de hacer cambios, puesto que éstos ya se hicieron (“la mesa ya está servida”). Como sabemos, el gobierno de la “4T” impulsó, desde 2018, reformas o cambios al texto constitucional y a las leyes secundarias relacionadas con el Artículo Tercero, luego concretadas en 2019. Mediante nuevos consensos con la oposición, la bancada de Morena y aliados políticos en el Congreso, empujaron dichas reformas constitucionales a efecto de modificar el marco legal que se había impuesto, en 2013, con la llamada “Reforma Educativa estructural” (Pacto por México). De aquellos tiempos en que el PRI, el PAN y el PRD eran las fuerzas parlamentarias hegemónicas o dominantes.

2) El papel como funcionaria pública del más alto nivel, que ocupará la nueva titular de la SEP, es de transición. Algunos observadores y observadoras han señalado que la Mtra. Gómez se perfilará nuevamente, después de su paso por la SEP, a la candidatura para ocupar la gubernatura del Estado de México. En mi colaboración anterior, donde abordo el tema de la sucesión en la SEP (1), señalé que, en los hechos, la Mtra. Delfina se encuentra también en la antesala de la disputa por la candidatura presidencial para el 2024, por Morena.

De cualquier forma, la declaración inicial me pareció desafortunada a pesar de las justificaciones que se quieran encontrar o acomodar.

¿Qué cambios urgentes se requieren en el plano educativo?

Retomo a continuación dos puntos abordados en mis colaboraciones anteriores (2), debido al corto espacio, acerca de los “cambios” que requiere la educación pública en México. En otros momentos analizaré diferentes temas urgentes y prioritarios.

1. Debido a que la administración de Esteban Moctezuma (2018-2021), en la SEP, mantuvo intacto el Modelo Educativo que se impuso durante la Reforma Educativa de 2013, son necesarias su revisión, discusión y, en su caso, un replanteamiento.

El Modelo Educativo (de 2016-2017) en sí mismo ha puesto una barrera, ya que su diseño y redacción son abstractos y relativamente complejos.

Como ruta de navegación es denso en su organización, estructura y significados, pero no por ello pierde su robustez pedagógica (habría que reflexionar sobre su pertinencia). Las y los maestros, sobre todo de Educación Básica, desde entonces se preguntan, por ejemplo, ¿qué diferencias y semejanzas tiene este modelo educativo con respecto a la propuesta anterior, de 2011, que versaba sobre la articulación de la Educación Básica? Si bien queda claro que el actual Modelo está diseñado para reorganizar a la Educación Obligatoria (Básica y Media Superior), aún quedan dudas acerca de los cambios conceptuales y operativos que se han introducido durante los últimos años, tantos en el papel como en las prácticas docentes.

¿Qué ventajas o desventajas tiene para la práctica docente un cambio de este calibre en el diseño pedagógico y curricular? ¿Qué implica moverse de un modelo basado en el desarrollo de competencias, a otro que hoy se ha “refinado”, pero que conserva el mismo molde, y que tiene como centro a los “aprendizajes clave”? ¿Qué relación tiene esta concepción de lo educativo con las concepciones gerencialistas que se han establecido durante las últimas décadas, en el seno de la educación pública?

2. También se requieren cambios, en consecuencia, en la estructura y operación de los subsistemas de formación inicial de docentes (Escuelas Normales, CAM y UPN) y en los programas de formación continua para docentes en servicio. Fortalecimiento y transformación de procesos, son las propuestas que se han hecho durante los últimos años. Pero, para lograrlo, se necesitan recursos financieros, visión y voluntad política. No se pueden hacer oídos sordos acerca de estos tramos esenciales de la educación, como sistema.

No es ni será suficiente sólo con “capacitar” (por primera vez) a los docentes y demás figuras educativas, sino que también habrá de desplegarse todo un programa permanente de “actualización” (una y otra vez), con un sentido profundo y de amplia discusión informada y reflexiva, tanto en la parte conceptual como en la parte instrumental o de procedimientos a seguir, y situarse en un esquema de participación “crítica y activa” de las y los docentes, lo cual implicaría, sin duda, el despliegue de todo un esfuerzo institucional para preparar a verdaderos “líderes de la transformación educativa”. Pero para ello se necesita que la cima de la burocracia educativa asuma también un papel de liderazgo, con rumbo claro.

3. La estructura burocrática de la educación. Hoy en día tanto en el gobierno federal como en las entidades federativas, las estructuras administrativas de la educación pública están anquilosadas e integradas por profesionales que no están adecuadamente preparados para atender los asuntos educativos.

Muchos grupos de funcionarios y colaboradores, no todos, de las instituciones educativas están ahí gracias a coyunturas políticas o como retribución por haber colaborado en alguna campaña electoral, pero son inexpertos o carecen de las calificaciones profesionales para llevar a cabo tareas de corte pedagógico o de apoyo a la educación. ¿Qué va a hacer la Mtra. Delfina Gómez con los grupos de trabajo que el Mtro. Moctezuma instaló en la SEP? ¿Cuál será su posición con respecto a las ambiguas nociones de “excelencia educativa” y de “Nueva Escuela Mexicana”? ¿O no hay pensamiento crítico al respecto?

Finalmente pienso que, directa o indirectamente, la nueva titular de la SEP está en una posición privilegiada, al frente de la principal institución donde se define el diseño y aplicación de las políticas públicas educativas, que es la SEP; y desde ahí puede convertirse, o no, en una catalizadora o en una resistencia al cambio educativo que requiere la nación.

Sin embargo, no hay que olvidar que más allá de las élites dirigentes (o a pesar de ellas), el papel de las maestras y los maestros en la escuela pública (presencial o a distancia), así como de las y los directivos escolares, son esenciales en el éxito o fracaso de cualquier “transformación educativa”, de acuerdo con la experiencia nacional e internacional.

Fuentes consultadas o referencias:

(1) Ver: Delfina Gómez: Las clases de la “Clase Política”, SDP Noticias.com, 8 de enero, 2021.

(2) Ver: Cuatro obstáculos de la Reforma y el Modelo Educativo 2017, SDP Noticias.com, 6 de julio, 2017.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/educacion-transformacion-sin-cambios/

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Educación, ciencia y tecnología como mercados

 Juan Carlos Miranda Arroyo

La educación, la ciencia y la tecnología de nuestro tiempo corren el riesgo de quedar a la merced del comercio internacional y de las grandes corporaciones supranacionales. El caso de la producción, contra reloj, de las vacunas para humanos para prevenir, mas no curar, la enfermedad del Covid-19, da cuenta de la alta posibilidad de que ello suceda. ¿Al servicio de quiénes están orientados los trabajos de los corporativos farmacéuticos trasnacionales generadores y comercializadores de las vacunas? ¿A favor del bienestar social, al servicio del mercado global o al servicio del Estado-nacional? (¿Vacunas rusas?).

¿En unos meses, o quizá años -después de que se supere la crisis sanitaria- el enfoque de las grandes empresas internacionales de la medicina se dirigirá a la terapéutica (paquetes de medicamentos que podrían, a la postre, erradicar la enfermedad provocada por el coronavirus o la influenza), y a perfeccionar las prácticas clínicas o de intervención hospitalaria de segundo y tercer niveles de atención (terapia intensiva)?

Entiendo que la relación entre la producción de conocimientos derivados de las ciencias médicas y la comercialización de los hallazgos en ese campo, no es lineal ni simple; hay combinaciones de factores y vínculos que se incluyen mutuamente y que hacen más complejo al fenómeno. Sin embargo, será conveniente seguir la pista a los desarrollos de la medicina institucional oficial (mal llamada medicina “neoliberal”), durante los siguientes años.

No cabe duda que la medicina en todo el mundo se rige con criterios que plantean la posibilidad de que ésta opere en forma de bloques hegemónicos, que legitiman una visión dominante de la medicina mediante la participación de los gobiernos y las sociedades, que aquellos representan, en los llamados organismos internacionales (WHO, por sus siglas en inglés u OMS, OPS, entre otras), que definen las directrices y las orientaciones planetarias o regionales en materia de salud pública.

Los convenios que firman o suscriben los gobiernos, con el noble afán de conseguir resultados favorables en el ámbito de dicha salud pública, los llevan a establecer ese tipo de vínculos y dependencias multilaterales. Ciertamente, es necesario establecer criterios científicos y tecnológicos en la medicina a nivel global y sus respectivas aplicaciones, para el bien de la humanidad, pero ello no descarta la presencia de fuertes intereses económicos y políticos.

En el terreno de lo educativo, las tentaciones de los gobiernos locales también se aprecian el filo de la navaja. Me explico: sobre todo en las naciones periféricas, es decir, no centrales -en términos de los poderes económicos, científicos, económicos, culturales, de la información y militares- existen planes de los estados nacionales, a través de las llamadas “alianzas estratégicas”, para ampliar el poder de las grandes corporaciones de la información y la comunicación, por medio de la inscripción de las sociedades en plataformas digitales o electrónicas.

Dicho en otras palabras: se corre el riesgo de que nuestras maestras y maestros, así como las y los estudiantes (millones de ellas y ellos), queden prácticamente registrados como potenciales consumidores de los productos, insumos, accesorios y sistemas (tanto en arquitecturas de software como de hardware) que ofrecen y generan los grupos industriales de las comunicaciones digitales, cuyo poder e influencia se extiende a través de plataformas y sitios convertidos en redes sociales. Todo ello sobre la certeza de que existe una enorme brecha digital y su consecuente desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías.

Como lo escribí en abril pasado. En la actual etapa del capitalismo industrial global, neoliberal, (menos proteccionista y más liberal en mercados internacionales; menos Estado de Bienestar y mayor participación privada o “privatización” de los servicios públicos), que, entre otras cosas, se ha caracterizado por su alta intensidad tecnológica, los espacios centrales o periféricos del poder científico y tecnológico mundial se encuentran ocupados por empresas trasnacionales, dicho esto en términos esquemáticos. (1)

Dejo algunas preguntas para continuar más adelante, en futuras colaboraciones, con estas reflexiones: Siglo XXI, año 21, estamos en plena tercera década del siglo. ¿En qué medida la ciencia hegemónica está dispuesta a convivir con otras opciones “no científicas”? ¿Cómo influyen los sistemas científicos sobre los sistemas de creencias? ¿Por qué las resistencias hacia la medicina de patente y hacia las vacunas? ¿Cuál es el lugar que ocupan y ocuparán las vertientes alternativas de la medicina frente a las enfermedades que afectan a la humanidad?

Antes, quizá, sea conveniente revisar las otras historias de contradicciones y hegemonías existentes sobre el conocimiento y la solución de los problemas locales, y luego voltear a ver estas últimas preguntas.

Nota:

(1) Sugiero revisar mi texto: La Educación Pública en “la nube”, SDP Noticias.com, 23 de abril, 2020, donde abordo el poder cultural y económico que ejerce en el mundo una de las trasnacionales de la información y la comunicación.

jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/educacion-ciencia-y-tecnologia-como-mercados/

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