La Educación en Debate

Por: Manuela Mutti

El pasado 23 de agosto participé de un Debate sobre Educación, organizado por el Colectivo “La Baraja”, desarrollado en el Aula Magna de la FIC-UdelaR. En el mismo también participaron: el diputado de Asamblea Popular, Eduardo Rubio (quien asistió con su suplente, entendido en la materia); la diputada del Partido Nacional, Graciela Bianchi; e Ivonne Dos Santos, en representación de Casa Grande-Frente Amplio (FA).

Acá les dejo algunos de los planteos en referencia a los 4 puntos debatidos y que -además- sirven para cuestionar el discurso de “Desastre Educativo” que han maliciosamente instalado.

Rendición de Cuentas

Dentro del ciclo económico que estamos atravesando (1998-2016) podemos establecer 2 períodos bien diferentes el uno del otro que muestran claramente cómo una de las prioridades del FA ha sido aumentar el presupuesto educativo:

– hasta 2004, con una recaudación de impuestos que aumentaba en el orden del 3% pero un Gasto Público Social que disminuía 15%, alcanzando -al igual que Salud Pública- apenas un 3% del PBI.

– desde el 2005, donde la recaudación de la DGI creció 75% y el Gasto Público Social creció 117%. Pasando de un 19,5% del total del PBI en 2004, a un 26,5% en el 2016, con una Educación Pública a la que se le destina el 4,9% y una Salud Pública que anda alrededor del 7% del PBI.

Si vamos al hoy, el Presupuesto recientemente aprobado por Diputados solo planteó incrementos en ANEP y UdelaR. Todavía falta para llegar al 6% y para ello es necesario avanzar hacia una mayor equidad en distribución del ingreso y de la carga tributaria: el impuesto a las herencias; la modificación o eliminación de exoneraciones a la Educación Privada; la reforma de la Caja Militar… son algunas de las propuestas que se están conversando.

Universalización del acceso a la Educación Pública

De los 3 hasta los 18 años, la matrícula ha ascendido notoriamente en todos los subsistemas y se ha podido revincular a muchos estudiantes que ya no estaban en el Sistema.

Tenemos 7.797 niños de 3 años más y nos hemos propuesto que para el 2020 la meta sea lograr un 86% de asistencia, partiendo de un 46,3% en el 2006 y un 73% en el 2016.

En Primaria no tenemos problemas y en los primeros años del Ciclo Básico de Secundaria tampoco. Luego de los 15 años este porcentaje cae, aunque venimos mejorando con respecto a años anteriores y una prueba de ello son los 2.464 grupos más que se han generado entre 2010 y 2017.

Además, de 12 a 17 años hemos logrado revincular a 14.400 jóvenes, aunque todavía nos quedan por incorporar unos 18.000 más.

Tenemos la UTU Terciaria que pasó de 2.564 jóvenes en 2002, a 10.580 en 2016.

Para acompañar esta universalización se creó un sistema informático, el Registro Único del Alumno, sustituyendo la ficha acumulativa de papel y generando un seguimiento instantáneo del alumno en su pasaje de un subsistema a otro.

El acompañamiento a los jóvenes en sus trayectorias, junto con la interacción de otros organismos, es clave para lograr la universalización, pudiendo estudiar caso a caso.

En el 2014 se crea la UTEC, con 49 estudiantes. Hoy ya suman unos 1.150.

En cuanto a la UdelaR, pasamos de 83.857 en el 2002 a 142.211 en el 2016.

Cambios significativos, todos ellos, que no hubieran sido posibles si no hubieran sido acompañados con la construcción de más centros educativos en todo el país.

Formación Docente y el nuevo paradigma de la Educación

Entiendo como “Nuevo Paradigma de la Educación” el cambio en el rol del Docente. Ya no como un mero reproductor de conocimiento, sino como creador de conocimiento, con su consiguiente acreditación de ese saber.

La Universidad de la Educación, en este sentido, se presenta como algo imprescindible. Cogobernada, para romper con todo tipo de compartimentos estancos y personalismos, llenando de democracia interna la cotidianidad y el futuro del conocimiento.

Pero también es necesario reafirmar 2 conceptos fundamentales, como lo son la Extensión y el “Aprender en Colectivo”. Porque el conocimiento es de ida y vuelta, y para nada es una actividad solitaria.

Necesitamos resignificar los territorios, y en ellos a las sociedades que allí se asientan, que al conocimiento lo motive la necesidad y que el conocimiento pueda dar respuestas a los problemas de esa sociedad que tanto lo nutre como lo cuestiona.

Visualización de las medidas tomadas por gremiales de la Educación en el ámbito de las negociaciones políticas

Que el Movimiento Sindical no pida permiso para expresarse hace a la vida democrática del país. Creo firmemente que cuánto más organizados estemos los seres humanos, mejor vamos a poder resolver nuestros problemas.

Por lo tanto, deberíamos fortalecer los ámbitos participativos. La esencialidad en la Educación fue un grosero error por parte de mi gobierno y buena e inmediata fue la respuesta que desde el Parlamento se dio, al condenarla e iniciar las negociaciones para retirar dicho Decreto.

Nadie tiene que atropellar a nadie, cada uno en su función. El trabajador organizado peleando por sus derechos y el Gobierno viendo lo que tiene y cómo lo reparte.

Hasta aquí un resumido resumen (valga la redundancia) de lo que expuse en el Debate, si quieren verlo completo:

Fuente: http://www.republica.com.uy/la-educacion-en-debate-2/
Imagen tomada de: http://files.pucp.edu.pe/puntoedu/wp-content/uploads/2014/10/ilustracion-educaci%C3%B3n-938×655.jpg
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Salto, ¿ciudad universitaria?


En una sociedad global en donde la diferencia del desarrollo tiende a ser por el conocimiento, la educación no es un gasto sino una inversión. ¡Qué decir si el desafío es a nivel de la República! Quienes pretendemos transformar la sociedad, debemos hacer los esfuerzos y pensar las propuestas que más posibilidades educativas generen.
La educación universitaria se encuentra en pleno proceso de transformaciones institucionales, académicas y políticas. Proceso que no es de hoy pero que se ha intensificado, sobre todo en lo que refiere a su descentralización, con visión de República en los últimos diez años y especialmente en los pasados cinco años, cuando el Parlamento –a propuesta del Poder Ejecutivo– aprobó prácticamente el 100% de la propuesta de la Universidad de la República(Udelar) en descentralización.
Voluntad política primero que nada, expresada en números concretos y tangibles.
En los pasados cinco años, el proceso descentralizador ha determinado la creación de nuevas estructuras y contenidos en la República, los cuales se presentan como desafíos para las nuevas comunidades académicas a ser desarrolladas. En el caso de Salto, Andrioli, A. (2004:100) señala: “Si miramos el proceso de descentralización universitaria concretado en la Regional Norte, vemos en la práctica (…) que la descentralización no ha sido homogénea; no responde a una voluntad unívoca; o normas estrictamente técnicas, sino que en realidad ha sido un conjunto de diferentes estrategias instrumentadas en la marcha” .
La Universidad del Norte, en Salto, nació como una movida de los sectores elitistas y conservadores para que sus hijos pudieran formarse en un ambiente no contaminado por las propuestas “subversivas” de la Udelar montevideana. Y es que la historia de la descentralización universitaria ha contenido un modelo predominante (demandado por las sociedades locales), el profesionalista, una política de reproducción de los prestigios inherentes a las ofertas académicas tradicionales de la universidad, modelo que entra en tensión con la actual visión del hacer universidad.
El exdecano de la Facultad de Ciencias Sociales, Prof. Jorge Landinelli (2004:66) sostenía que: “…el objeto de la descentralización no debe ser la Universidad del pasado, sino que obligatoriamente debe ser la Universidad del futuro” ; es decir, la innovación; la descentralización de la “vida universitaria” (enseñanza, investigación y extensión); y la deshomogeinización del modelo de proceso descentralizador.
Ahora, ¿la sociedad salteña, está preparada para ser ciudad universitaria o aparentar serlo y vivir de la renta que genera? ¿Qué significa ser una ciudad universitaria?
Basta buscar por Google y se podrá observar los diferentes tipos, el de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de San Pablo en Brasil o la Universidad de Caracas en Venezuela; por citar casos latinoamericanos, muchos de los cuales se construyeron bajo el modelo estadounidense de ciudad universitaria. En nuestro caso –al igual que otros de Latinoamérica– y el europeo se desarrolló el modelo francés, es decir, la universidad integrada a la planta urbana.
Hay algunos conceptos claves para tal constitución, calidad de vida, entorno seguro y servicios de excelencia. Si comparamos el caso de Salto con los ejemplos mencionados, se podría decir que el entorno es más seguro que en dichas ciudades universitarias pero flaqueamos en calidad de vida y servicios de excelencia.
Para ser ciudad universitaria, debemos comprometer a los actores públicos y privados de la sociedad para desarrollar los cambios necesarios en el mejoramiento de la calidad de vida. Entendiendo los servicios de excelencia, no como un factor ajeno sino, como integrantes de la calidad de vida misma.
En una lógica de retroalimentación, se hace necesario que las instituciones universitarias estén integradas a los procesos socioproductivos de nuestra sociedad. Los apoyos institucionales internacionales que profundizarán el camino iniciado harán de la ciudad universitaria de nuestra Universidad del futuro, un lugar donde la calidad de vida y los servicios de excelencia redunden en el crecimiento económico, social, pero sobre todo cultural del departamento.
Pensar en el desarrollo del conocimiento, potenciando las condiciones estructurantes del mismo, es pensar en un gran salto dentro de nuestro Salto, con un crecimiento técnico e intelectual que genere valor agregado a nuestras cadenas productivas, a nuestra tan cascoteada fuerza de trabajo.

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