Saltar al contenido principal
Page 751 of 6179
1 749 750 751 752 753 6.179

¿Por qué el Banco Mundial habla de la peor crisis educativa del siglo?

En el encuentro de “Consensos por la educación”, organizado por Argentinos por la Educación, Jaime Saavedra, director global de Educación del Banco Mundial, habló sobre los desafíos de la educación en la pandemia y analizó los impactos de la crisis educativa

“Estamos viviendo la peor crisis educativa del siglo, que tiene grandes impactos. Para empezar, en el abandono escolar, se estima que unos 10 millones de chicos en la educación básica podrían no regresar a la escuela en América Latina”, afirma Jaime Saavedra, director global de Educación del Banco Mundial.

Saavedra presentó “La educación en la pandemia. ¿Cómo construir mejor?” en Consensos por la Educación, un evento organizado por Argentinos por la Educación y moderado por Mariano Narodowski, académico asociado y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella. El director global de Educación del Banco Mundial expuso sobre la crisis educativa y sus impactos en los aprendizajes, en la salud mental y falta de socialización de los estudiantes, en el abandono escolar y en la pérdida de ingresos futuros que esto representa, y en la desigualdad que genera mantener las escuelas cerradas.

Según su presentación, la pérdida potencial de ingresos en el futuro de los chicos que abandonan la escuela se calcula en 16 trillones de dólares. Saavedra explicó: “No estamos hablando de las pérdidas globales por la recesión, sino de las pérdidas de ingreso de esta cohorte. Se trata de alrededor del 14% del PBI global, simplemente para tener una idea de la magnitud  del número. Y una cosa que sí es preocupante es que si estos chicos, que hoy están o deberían estar en la escuela, están teniendo menos estimulación educativa, probablemente van a tener menor productividad y menos ingresos en el futuro. Es algo muy grave, porque esta generación es la que va a pagar la deuda, en la cual todos los países están incurriendo correctamente, para poder combatir la pandemia”.

El indicador “pobreza de aprendizajes” construido por el Banco Mundial a final del año 2019 indicaba que en los países de ingresos bajos y medianos el 53% de los chicos de 10 años no tiene comprensión lectora y, como consecuencia de la pandemia, la cifra podría ascender a un 63%, según una simulación realizada en noviembre de 2020. “Es un número altísimo y muy grave porque estamos diciendo que la mitad de estos chicos, aún cuando la mayor parte de ellos está en la escuela, no puede leer ni entender un texto simple, lo cual implica que no van a poder lograr todo el resto de competencias que nos importan en la educación”, explicó Saavedra.

El especialista expresó preocupación por los graves impactos que trae la interrupción de la educación presencial, tales como los problemas estrictamente educativos, el impacto en la salud mental por la falta de socialización, y la potencial catástrofe desde el punto de vista de la equidad. Las estimaciones del equipo de pérdidas de aprendizaje por COVID-19 de ALC indican que los alumnos más pobres pierden lo equivalente a 1 año y los más ricos pierden el equivalente a la cuarta parte de un año. En consecuencia los estudiantes más favorecidos podrían estar 3 años de escolaridad por delante de sus compañeros más pobres a la edad de 15 años.

En América Latina ha sido muy pequeño el porcentaje de chicos que no ha tenido acceso a la escuela de ningún tipo. El 40% de los estudiantes latinoamericanos tuvieron acceso a radio, televisión y materiales impresos, y más de la mitad a algún acceso en línea. En este sentido, América Latina está mejor que otras regiones, como el África Subsahariana.

Aún así, en un país típico de ingreso medio de América Latina, solo un 10% de chicos ha tenido “una experiencia relativamente razonable con interacción con sus maestros y sus pares” a través de clases en un Zoom o en cualquier otra plataforma nacional; algunos otros otros (entre 30% y 40%) han tenido algún acceso a material en línea y hay un 50% que quizás ha tenido acceso a través de la radio o televisión. “Hay que ser conscientes de que aunque tengamos los ratings de los programas de educación, eso no determina que los chicos están aprendiendo”, advierte Saavedra.

En el caso de Europa, los estudios mostraron poco aprendizaje y más desigualdad luego del cierre escolar. En Francia, después de 8 meses de cierre, se detectó una pérdida de aprendizaje equivalente al 20% del año escolar (el mismo tiempo del cierre) y un 60% de mayores pérdidas para los estudiantes de familias menos educadas. En el Reino Unido se registra esta misma cifra en las familias con niveles más bajos de educación. En Bélgica,  la inequidad entre colegios subió entre 17 y 20%, representando también mayores pérdidas para los colegios con estudiantes más vulnerables. En el mismo sentido, en Suiza los estudiantes de primaria aprendieron más del doble de rápido con instrucción presencial que remota y las desigualdades aumentaron significativamente.

En cuanto a las lecciones que nos ha dejado la pandemia, Jaime Saavedra concluyó que se debe establecer un balance entre la tecnología y el factor humano, priorizando cerrar la brecha digital, y valorar el rol de los profesores como guías, facilitadores e inspiradores.. Además aportó que “la resiliencia requiere la continuidad del aprendizaje entre la escuela y la casa”, y que debemos reconocer a los padres como agentes claves en la educación de sus hijos, enfocándonos en la necesidad de fortalecer el ambiente en el hogar.

Fuente: http://www.laprensa.com.ar/501813-Por-que-el-Banco-Mundial-habla-de-la-peor-crisis-educativa-del-siglo.note.aspx

Comparte este contenido:

La bomba de relojería demográfica que amenaza a China: menos población y más envejecida

Cada año nacen menos niños en el país más poblado del mundo y el que más rápidamente envejece

La pregunta del libro de texto cayó como un rayo durante la clase en un centro de enseñanza de idiomas en Pekín: “Sin hijos, la vida no tiene tanto sentido. ¿Estás de acuerdo?”. Las seis alumnas ―entre la adolescencia y la treintena, estudiantes y profesionales de clase media― respondieron de manera tan rápida como casi unánime. “¡No, en absoluto!”, replicaron cinco de ellas. Dos se apresuraron a agregar que no deseaban niños. “Quiero independencia económica, mi carrera, mis viajes”, precisó una. Solo la más joven, de 16 años, reconoció que sí veía en su futuro casarse y formar una familia.

Son respuestas típicas, al menos en las ciudades, en China. La prosperidad económica de los últimos años y un aumento del nivel educativo, los altos costes de vida, junto a una evolución de la mentalidad en torno al amor, el matrimonio o la familia, se han sumado a los efectos dejados por décadas de política del hijo único. Como en otras sociedades desarrolladas, casarse y tener hijos ya no representa, para las generaciones chinas más jóvenes, la necesidad o la obligación que pudieron representar para sus padres o sus hermanos mayores. Cada año nacen menos niños: 17,86 millones en 2016, tras el fin de la política del hijo único; 14,65 millones en 2019.

La caída de la natalidad está entre los factores de un problema que dispara las alarmas entre las autoridades nacionales: el descenso de población, que se combinará con un drástico envejecimiento, el más rápido del mundo. Una auténtica bomba de relojería demográfica en el país más poblado del planeta, para el que serlo supone uno de los pilares de su influencia. Según el Ministerio de Asuntos Civiles, en 2019 la proporción de mayores de 65 años era del 12,57%; para 2025, esa cifra podría alcanzar el 25%, esto es, 300 millones de personas. En 2050, según las proyecciones de la Comisión Nacional sobre Envejecimiento, los mayores de 60 años superarán los 487 millones de personas, un 28% de su población y más que los habitantes de toda la Unión Europea. En cambio, la población en edad de trabajar, entre los 15 y los 59 años, representaba a finales de 2019 el 64% del total, mientras que entre 2000 y 2010 creció del 66% al 70%.

Políticamente delicado

Es un problema sobre el que los expertos vienen alertando cada vez con mayor insistencia, que se ha convertido en una cuestión políticamente muy sensible y que ha hecho de las cifras del último censo un secreto guardado bajo siete llaves: debían haberse hecho públicas a principios de abril y, un mes después, aún no hay fecha prevista para su divulgación. La portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, Liu Aihua, señalaba hace dos semanas que aún hacen falta “más preparativos” antes de presentarlas.

Esta semana, el Financial Times publicaba que el censo, compilado en 2020, revela la primera caída en el número de habitantes en China desde los tiempos del Gran Salto Adelante, entre 1959 y 1961, cuando una hambruna mató a decenas de miles de personas. La población se colocará por debajo de 1.400 millones de personas, un hito que había alcanzado en 2019. Casi de inmediato, Pekín lo negaba. En un seco comunicado de una sola línea, la Oficina Nacional de Estadística sostenía que “la población siguió creciendo en 2020”, aunque no precisa si con respecto al año anterior o frente a 2010, la fecha del censo anterior.

Pero el consenso entre los expertos chinos sigue siendo que la contracción llegará pronto, quizás en un año o dos. Un estudio del Instituto de Investigación Evergrande, de la prestigiosa Universidad de Tsinghua, calcula que el temido pico llegará durante los próximos cinco años; la oficial Academia de Ciencias Sociales de China lo prevé para 2027, la fecha con la que se mueven mercados y funcionarios.

Temores

La perspectiva es un drama para China: una población más envejecida y con una mayor esperanza de vida, sumado a un menor número de nacimientos y trabajadores jóvenes, implica que la fuerza laboral no vaya a ser suficiente para sustentar a las generaciones de más edad. Algo que tendrá impacto en las perspectivas económicas, desde el consumo a los cuidados para los ancianos, pasando por el gasto de la Seguridad Social. Un problema que ya afrontan otras sociedades ricas, pero que a la segunda economía del mundo se le plantea con un nivel menor de desarrollo. Y es algo que puede complicar las aspiraciones de su presidente, Xi Jinping, de convertir al país en una gran potencia en las próximas tres décadas.

“Nuestras proyecciones, con las cifras de antes del censo, ya sugerían que la fuerza laboral se contraería en un 0,5% anual para 2030, con un impacto similar en el PIB”, apuntaba la consultora Capital Economics este miércoles en una nota. “Un crecimiento más lento puede hacer más difícil alcanzar a Estados Unidos (la primera potencia) económicamente. Y también puede haber un impacto intangible en el prestigio global de China”.

Si se confirma la caída de población, y que llega antes de lo esperado, China tendrá que acelerar la toma de medidas hasta ahora pospuestas. “Posiblemente tendría que relajar completamente la política de control de natalidad” para permitir que quienes lo deseen tengan tres hijos o más, apunta en una nota Zhiwei Zhang, de la consultora Pinpoint Asset Management. Permitir que todas las parejas puedan tener dos niños desde 2016 no ha sido suficiente: aunque ese año hubo un leve repunte en los nacimientos, en los años posteriores las cifras no han dejado de caer.

Ya en marzo, el primer ministro, Li Keqiang, adelantaba en su discurso anual ante la Asamblea Nacional Popular (ANP, el parlamento chino) la puesta en marcha de una “estrategia nacional para afrontar el envejecimiento de la población”, en un indicio de la preocupación que desata el problema entre los líderes. Según el jefe de Gobierno, Pekín trabajará para que el índice de natalidad sea “apropiado”, en una posible referencia a la eliminación de los controles a los nacimientos.

Otra patata caliente será la subida de la edad de jubilación. Algo que, según mencionó Li en su discurso, también se pondrá en marcha “de manera gradual”. En la actualidad, el retiro está fijado en los 60 años para los varones y los 55 para las mujeres, aunque en el caso de ellas puede llegar a los 50 si ocupan puestos de trabajo que supongan un mayor desgaste físico. La esperanza de vida ronda los 76 años.

El propio banco central chino también ha lanzado un mensaje de alerta. En un informe publicado la semana pasada, instaba a “reconocer que la situación demográfica ha cambiado” y que la “educación y el progreso tecnológico no pueden compensar la caída de población”. Entre otras cosas, el documento recomienda “liberalizar por completo y alentar los nacimientos” y reducir la carga financiera que acompaña la crianza de un hijo ―incluida la educación― que disuade a muchas parejas de buscar más descendencia. También, de manera novedosa, apunta la posibilidad de permitir una mayor inmigración, una idea hasta ahora casi tabú en China.

Si este tipo de medidas persuadiría a las alumnas de la clase de idiomas en Pekín, está por ver. “No quiero bebés”, insistía una de ellas, profesional bancaria. “Viajar a otros sitios, moverme por ahí, recorrer paisajes, es lo que más me gusta en la vida. Para tener un hijo tendría que renunciar a eso”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2021-05-01/la-bomba-de-relojeria-demografica-que-amenaza-a-china-menos-poblacion-y-mas-envejecida.html

Comparte este contenido:

Honduras: Claman vacunar a los maestros para aminorar calamidad educativa

El impacto del cierre del sistema educativo por COVID-19, es de los más grandes a nivel mundial, pero en Honduras, la afectación alcanza niveles superiores, pues desde antes había un rezago que ahora es más evidente.

– Apertura en educación una necesidad imperante, para evitar profundizar la crisis .

Por ello, Marlon Brevé, rector de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), es del criterio que la vacunación de los docentes es una necesidad urgente para atajar la catástrofe educativa que afronta Honduras. “La vacunación de los maestros, sí o sí debe ser ya”, dijo el académico.

En Honduras se requiere inocular a poco más de 80 mil docentes y reconstruir, en su infraestructura básica de cientos de escuelas que afrontan graves problemas de saneamiento, agua potable entre otras situaciones de emergencia.

La Escuela de Ensayo Diniosio de Herrera 

Después de más de un año de declarada la pandemia por coronavirus en el país, el sistema educativo en todos los niveles permanece cerrado, cuando ya la mayoría de países tienen avances notables en la apertura.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), las escuelas están completamente abiertas en aproximadamente la mitad de los países del mundo (107 países). Las escuelas permanecen cerradas en 30 países, lo que afecta a unos 165 millones de estudiantes, registra la organización.

Entre esos 30 países que aún tienen sus escuelas cerradas está Honduras, y de acuerdo con expertos nacionales en educación, las medidas a tomar son urgentes, pues cada día que pasa se profundiza más la calamidad abismal en el sector educativo.

El rector de Unitec, Marlon Brevé. (Foto/Archivo)

El rector Brevé, informó que ya hay acercamientos de varios sectores para tratar el retorno a clases al menos en la modalidad semipresencial, porque “ya es un tema imperativo”.

Marlon Brevé detalló que el Consejo Nacional de Educación (CNE), que es el máximo organismo de decisión de la política educativa nacional en Honduras, recién se reunió y prevén una instancia donde cada uno de los actores podrán presentar una propuesta para unificar y buscar prontas soluciones a la crisis educativa que se ha agudizado con la pandemia.

El rector de Unitec dijo que “la reunión debió haber sido desde el año pasado”, sin embargo, rescató que lo importante es que ya se retomó y se esperan avances significativos en unos dos meses.

Añadió que las medidas deben ser urgentes porque está en riesgo el ciclo escolar – “el año pasado fue catastrófico, muchas familias que están en niveles de pobreza por más que trataron que sus hijos no se desconectarán no podían pagar una plataforma tecnológica, ni siquiera pagar o ponerle más presupuesto a su teléfono”. Los índices de pobreza en el país han llegado al 70%.

Es por ello que “varios actores están diciendo que hagamos algo para reabrir”, pero están conscientes que en gran medida esto se condiciona con la vacunación al personal docente, un hecho del cual aún no se conoce su programación porque las autoridades sanitarias no terminan de inocular a los trabajadores de primera línea y la llegada de las vacunas está a la espera de los anunciados lotes.

¿Llegó el momento de reabrir el sistema educativo?

Según datos de la UNESCO, las escuelas están completamente abiertas en aproximadamente la mitad de los países del mundo (107 países).

Ante la interrogante sobre si es el momento adecuado para abrir nuevamente las clases semipresenciales, los conocedores indican que efectivamente el momento de tomar decisiones es ahora, con las condiciones de bioseguridad que no incrementen la crisis de salud.

Y para ello ya hay pautas a seguir que están dictando tanto organismos e instituciones internacionales como nacionales.

El director del Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales (INIEES) de la UPNFM, Russbel Hernández, expuso que, junto con UNITEC, han implementado una plataforma de educación y salud.

La Plataforma es una herramienta útil que ha sido creada para que las comunidades tengan datos verdaderos de la realidad y la tomen como guía para determinar los centros que se pueden o no abrir con el sistema de clases semipresenciales.

“Nosotros como Universidad Pedagógica Nacional junto con UNITEC, hemos creado una plataforma de información científica para proveer a las comunidades y a los centros educativos y a las instancias de pensamiento. Es información valiosa sobre casos COVID-19 en la zona, en el municipio, sobre elementos de vacunación, sobre uso de información para que ellos puedan valorar la higiene”.

La misma plataforma contiene “una ficha de evaluación que también hemos creado para que sea en el contexto de la comunidad educativa que se valore la pertinencia de regresar o no a los centros educativos a la presencialidad o semipresencialidad”.

Apostilló que es preciso que las autoridades y las comunidades hagan uso de las herramientas y pautas establecidas para retomar las clases porque, “el sistema educativo hondureño está pasando por uno de sus momentos más críticos debido a la pandemia, de hecho, que ya teníamos un rezago educativo en los distintos indicadores llámese cobertura o acceso, desempeño estudiantil en infraestructura, pero esto de la pandemia ha agudizado las disparidades sociales que existen en el país”.

Seguidamente, mencionó que los impactos son fuertes, esto se refleja, por ejemplo, en la matrícula estudiantil, este año hay 350 mil niños que no se han matriculado y el año pasado el porcentaje de deserción se incrementó notablemente, de igual forma los niveles de aprendizaje.

Además, Hernández, recuerda que con la pandemia se ha visto claramente que hay una “diferencia enorme entre los que tienen recursos y los que no lo tienen”, y hay miles de niños y jóvenes que simplemente en la actualidad no tienen acceso a la educación.

Recomiendan apertura

Las principales recomendaciones del Banco Mundial están orientadas a la reapertura escolar y destacan lineamientos como: Protocolos funcionales de bioseguridad, docentes vacunados, planes de estudio priorizados entre otros.

De acuerdo a un nuevo informe del Banco Mundial, “Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños. Los costos y la respuesta ante el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sector educativo de América Latina y el Caribe”. La región de América Latina y el Caribe enfrentan una crisis de aprendizaje, extendida, incluso antes de la pandemia.

Este escrito apunta que, si las cosas estaban mal antes, podrían volverse mucho peores a menos que hagamos algo ya mismo. La pobreza de aprendizaje podría crecer más de 20%.

Por ello las principales recomendaciones del Banco Mundial están orientadas a la reapertura escolar y destacan lineamientos como: Protocolos funcionales de bioseguridad, docentes vacunados, planes de estudio priorizados, seguimiento del aprendizaje de estudiantes, programas de recuperación-nivelación y docentes capacitados.

Por su parte los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC-EUA marca la pauta para la reapertura escolar con cinco pasos

1. Uso de mascarilla,
2. Distanciamiento físico,
3. Lavado de manos,
4. Limpieza de instalaciones y mejora de ventilación y
5. Rastreo, aislamiento y cuarentena de contactos, en caso de contagio.

Para la UNESCO la apertura de las clases en los distintos niveles educativos es urgente, así lo expresó recientemente su directora general, Audrey Azoulay, quien resume que “los cierres prolongados y repetidos de los centros educativos están teniendo un creciente coste psicosocial para los estudiantes, aumentando las pérdidas de aprendizaje y el riesgo de abandono escolar, lo que afecta de forma desproporcionada a los más vulnerables, el cierre total de las escuelas debe ser, por tanto, el último recurso, y su reapertura en condiciones de seguridad una prioridad”.

Vacuna para docentes si o si

El rector de UNITEC, Marlon Breve, manifiesta que es importante agilizar el proceso de vacunación de la población, especialmente de los docentes, para reactivar el sistema educativo de Honduras.

Mucho se puede hablar de reapertura y los planes pueden ser muy optimistas y funcionales, pero si no hay vacunas para los docentes poco o nada se podrá hacer el resto del año y como ya lo vaticinan expertos la crisis de educación irá de mal en peor, para convertirse en una verdadera catástrofe.

El rector de Unitec manifiesta que es importante agilizar el proceso de vacunación de la población, especialmente de los docentes, para reactivar el sistema educativo de Honduras, y los educadores deben ser clasificados como trabajadores de primera línea y tener prioridad durante el proceso de vacunación.

«Hay que priorizar la vacunación de los docentes que, a nivel nacional, alcanzaría un número de 80,000 en todos los niveles de enseñanza incluyendo públicos y privados», manifestó.

En el gremio de los docentes hay desesperanza, porque ven lejana la vacunación y con ello la posibilidad de poder retomar las clases semipresenciales, particularmente en los lugares de mayor riesgo y ponen como ejemplo que países vecinos como El Salvador más de 70 mil maestros ya han sido vacunados.

En los últimos días se conoce de acercamientos para toma de decisiones tanto en el Consejo Nacional de Educación (CNE), como en el Consejo de Educación Superior (CES), pero se teme que queden nuevamente estancados si en un periodo de dos meses no hay vacunación para los docentes y se advierte que eso sería catastrófico.

Aunque la mayoría de sectores involucrados en educación coinciden en que la inoculación para todos los maestros, debería ser el primer paso para el retorno a clases, hay quienes opinan que en los lugares de menos contagio donde el riesgo es menor se pueden retomar clases, aún sin la vacunación, tomando en cuenta que aún no hay certeza en la llegada de las vacunas, al país y tampoco se conoce en qué etapa serán incluidos los maestros.

De las escuelas a las Universidades la situación de estancamiento es similar

Ya es notable la desesperación de estudiantes de las universidades, en especial los de carreras de la salud u otras que requieren componente práctico.

Aunque hay diferencias notables en los distintos niveles educativos y la educación superior tiene varias ventajas en relación a los niveles de primaria y media, la crisis actual ha afectado a todos los estudiantes tanto de educación formal, no formal e informal.

Por ello en la actualidad, la necesidad de soluciones es para todos, y ya es notable la desesperación de estudiantes de las universidades, en especial los de carreras de la salud u otras que requieren componente práctico, y deben ser presenciales por los laboratorios o clínicas, estas carreras están estancadas porque no hay apertura de materias.

En la educación primaria, y media persiste una brecha inmensa entre los de mayores recursos con los de menos recursos, así como zonas rurales y urbanas, esto porque las condiciones de clases virtuales simplemente no son opción para quienes no cuentan con las herramientas más básicas, y en definitiva la enseñanza no está llegando a la gran mayoría.

Sumado a esto, un estudio de la Fundación Hondureña para el Desarrollo Económico (FHED), brazo del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL)-Capítulo de Honduras, indica que la infraestructura escolar hondureña se encuentra severamente dañada, ya que 5,700 centros educativos carecen de agua potable, de ellos 5,300 no tienen servicios sanitarios, lavamanos, ni fosas sépticas.

Asimismo, la fundación, que opera como brazo de investigación económica y social, destacó también que 1,011 instalaciones escolares tienen deficiencias en la infraestructura de los techos.

En las universidades se conoce que la situación es menos grave, pero aun autoridades universitarias estiman que el porcentaje de deserción durante la pandemia es entre el 15% y 20 %, tanto en el nivel público como privado.

Un estudio de la FHDE, indica que 5,700 centros educativos carecen de agua potable, de ellos 5,300 no tienen servicios sanitarios, lavamanos, ni fosas sépticas.

Pero estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), anotan que ellos siempre tienen mayor desventaja en relación a las privadas, porque cursan semestres y en los últimos días hay evidencia de que algunas universidades privadas han iniciado sus pilotajes incluso clases semipresenciales y en la UNAH, aún no hay indicios de un retorno.

A principio del actual periodo autoridades de la UNAH, habían anunciado la viabilidad de regreso semipresencial a clases, la modalidad contemplaría las carreras de las ciencias médicas, es decir, medicina, odontología, enfermería, nutrición, terapia funcional, fonoaudiología, técnico universitario en radio -tecnología, además, biología y química, pero hasta el momento no se conoce avance de este proceso.

Es por ello que grupos de estudiantes de carreras como odontología y microbiología entre otras han realizado protestas en los últimos días exigiendo respuestas.

Expectativa

Una pequeña luz alumbra el sector educativo y es que hay expectativa con los acercamientos que tienen las autoridades del sector,  que parecen no tener claridad respecto a su rol esencial , pero si logran adherirse las recomendaciones de los expertos, se espera que lleguen a tomar decisiones importantes en los próximos días, e impulsen acciones que sean determinantes, y que haya voluntad política e inversión para proporcionar herramientas básicas y así reducir la inequidad y que millones de estudiantes que están siendo excluidos logren la educación que merecen para cambiar sus vidas. (PD)

Fuente: https://proceso.hn/claman-vacunar-a-los-maestros-para-evitar-la-calamidad-educativa/

Comparte este contenido:

Estudio: Exposición a sustancias nocivas y enfermedades en niños y niñas de Pensilvania

Investigadora: Kristina Marusic

En este artículo se publica la primera de cuatro partes de la investigación, Fractura Hidráulica, que analizó a la población del oeste de Pensilvania, en Washington, para dimensionar los impactos del fracking en el aire, el agua y los habitantes del lugar. Washington tiene aproximadamente 1.584 pozos y es el condado con más fracturas en Pensilvania.

Fractura hidráulica: Sustancias químicas nocivas e incógnitas persiguen a los habitantes de Pensilvania rodeados de fracturación

Hicimos pruebas a familias en el país de la fracturación para detectar sustancias químicas nocivas y revelamos exposiciones inexplicables, niños enfermos y la “vida de ensueño” de una familia afectada.

Esta es la parte 1 de nuestra serie de 4 partes, “Fractura hidráulica”, una investigación de las sustancias químicas de fracturación en el aire, el agua y las personas del oeste de Pensilvania.

CONDADO DE WASHINGTON, Pensilvania – En el verano del 2019, Gunnar Bjornson, de 13 años, pasaba la mayoría de los días tocando su batería, jugando a los videojuegos, fastidiando con sus hermanos, deambulando al aire libre y rebuscando comida chatarra en la cocina de su casa, de por sí saludable.

Gunnar es rubio con ojos azules brillantes y tiene todo el carisma necesario para sobrevivir siendo el menor de los dos hijos del medio en una familia numerosa. Es el animador de la casa, siempre está contando chistes y cayendo en ataques de risa contagiosos.

Gunnar vive con su madre, su padre, sus hermanos mayores y su hermana menor, a unas 35 millas al sur de Pittsburgh, en la comunidad llamada Scenery Hill, donde los estrechos caminos rurales serpentean a través de sombríos bosques que se abren a vistas de campos ondulados en lo alto de las colinas. Las colinas están salpicadas de granjas, huertos frutales y campos de maíz y calabaza. Los bordes de las carreteras están salpicados por pequeñas iglesias blancas, puestos de venta de productos agrícolas y caminos de tierra marcados con letreros pintados a mano como “The Jones’s” y “Hidden Family Farm”.

Scenery Hill se encuentra en el condado de Washington, el condado con más fracturas en Pensilvania, con aproximadamente 1,584 pozos en sus 861 millas cuadradas, por lo que los idílicos caminos rurales también están flanqueados por señales que indican el tráfico de pozos de petróleo y gas: “Prohibido el tráfico de pozos más allá de este punto, «Área de preparación», «Tráfico de camiones: No roturas de motor» y anuncios que dicen: «¡Compramos derechos mineros!»“

El 19 de agosto del 2019 fue un día típico para Gunnar: tocaba la batería, sacaba al perro fuera y discutía y bromeaba con sus hermanos. Pero sin que él y su familia lo supieran, Gunnar tenía una serie de sustancias químicas nocivas recorriendo su cuerpo.

Una muestra de orina tomada a Gunnar ese día contenía 11 sustancias químicas industriales nocivas, incluyendo benceno, tolueno, naftaleno y sustancias químicas menos conocidas relacionadas con una serie de efectos sobre la salud, como problemas respiratorios y gastrointestinales, irritación de la piel y los ojos, daño en los órganos, daños reproductivos, y mayor riesgo de cáncer.

Estos químicos se encuentran en elementos como la gasolina, los pesticidas, los disolventes y pegamentos industriales, los barnices, las pinturas, los gases de escape de los automóviles, las emisiones industriales y el humo del tabaco. También se detectan comúnmente en las emisiones al aire de los pozos de fracturación.

El fracking, otro nombre para la fracturación hidráulica, es el proceso de extraer petróleo y gas de la Tierra, mediante la perforación de pozos profundos y la inyección de líquido a alta presión. Durante la última década, el fracking ha transformado la industria energética estadounidense: -la producción total de petróleo crudo se duplicó con creces entre 2010 a 2020, y el gas natural, que antes escaseaba, es ahora tan abundante que se exporta al extranjero. Pero en ese mismo período de tiempo, las preocupaciones sobre los efectos de la fracturación en la salud han aumentado.

En Texas, los investigadores encontraron que los bebés que nacen cerca de las quemas frecuentes (la quema del exceso de gas natural de los pozos de fracturación) tienen un 50 por ciento más de probabilidades de ser prematuros. En Colorado, el Departamento de Salud del estado encontró que las personas que viven cerca de los sitios de fracturación corren un mayor riesgo de sufrir hemorragias nasales, dolores de cabeza, problemas respiratorios y mareos. En Pensilvania, los investigadores encontraron que las personas que viven cerca del fracking enfrentan mayores tasas de mortalidad infantil, depresión y hospitalizaciones por problemas cutáneos y urinarios. Los estudios de las comunidades que practican la fracturación en todo el país han encontrado que vivir cerca de pozos de fracking aumenta el riesgo de nacimientos prematuros, embarazos de alto riesgo, asma, migrañas, fatiga, síntomas nasales y sinusales, trastornos de la piel e insuficiencia cardíaca; y los estudios de laboratorio han vinculado las sustancias químicas utilizadas en el fluido del fracking con la alteración endocrina, lo que puede causar desequilibrios hormonales, daños reproductivos, pubertad temprana, problemas cerebrales y de comportamiento, función inmunológica inadecuada y cáncer.

“En este momento tenemos pruebas suficientes que estos impactos en la salud deberían de preocupar seriamente a los legisladores interesados en proteger la salud pública”, declaró a Environmental Health News (EHN) Irena Gorski Steiner, candidata al doctorado en epidemiología ambiental de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins.

EHN lleva años informando sobre las crecientes evidencias de los impactos de la fracturación hidráulica en la salud humana. Pero vimos una brecha en la ciencia: casi nadie estaba verificando si los químicos dañinos de la fracturación estaban realmente en los cuerpos de las personas que viven cerca de los pozos. En el 2019, EHN recolectó muestras de orina, junto con muestras de aire y agua, de cinco familias en el suroeste de Pensilvania, incluidos los Bower-Bjornsons, y los hizo analizar en busca de sustancias químicas asociadas con el fracking. Encontramos:

● Sustancias químicas en muestras de agua, aire y orina vinculadas a una amplia gama de impactos nocivos para la salud.

● Sustancias químicas cancerígenas en muestras de aire en niveles que superaban los umbrales de seguridad recomendados.

● Biomarcadores (también denominados productos de degradación o metabolitos) de sustancias químicas nocivas como etilbenceno, estireno y tolueno en los cuerpos de los habitantes del suroeste de Pensilvania en niveles significativamente más altos que los del estadounidense promedio. Por ejemplo, encontramos un biomarcador de tolueno en un niño de 9 años que vivía cerca de los pozos de fracturación a un nivel 91 veces más alto que el nivel observado en el estadounidense promedio.

● Las familias que viven más cerca de los pozos de fracking tenían niveles más altos de sustancias químicas como el 1,2,3-trimetilbenceno, 2-heptanona y naftaleno en su orina que las familias que viven más lejos. La exposición a estos compuestos está relacionada con problemas cutáneos, oculares y respiratorios, enfermedades gastrointestinales, problemas hepáticos, problemas neurológicos, daño renal y del sistema inmunológico, problemas de desarrollo, alteraciones hormonales y un mayor riesgo de cáncer.

Recolectamos un total de 17 muestras de orina de Gunnar y su familia durante el verano del 2019. Algunas exposiciones químicas no son detectables en la orina si el cuerpo ya las ha descompuesto, por lo que también buscamos productos de degradación o biomarcadores de sustancias químicas dañinas. La presencia de estas sustancias químicas y de sus biomarcadores en la orina generalmente refleja las exposiciones que se produjeron a los pocos días del muestreo.

Algunos de estos biomarcadores tienen otras fuentes además de estas sustancias químicas. Por ejemplo, el ácido trans, trans-mucónico es un biomarcador del benceno, pero el consumo de ácido sórbico (un conservante común de los alimentos) también produce ácido trans, trans-mucónico. El ácido hipúrico es un biomarcador del tolueno, que puede dañar el sistema nervioso o los riñones, pero también se forma cuando el cuerpo procesa el té, el vino y ciertos zumos de frutas. Como resultado, es de esperar que todo el mundo tenga un cierto nivel de estos compuestos en su cuerpo. Para determinar si los niveles que observamos en las familias de Pensilvania eran normales, comparamos los niveles de estos biomarcadores en las familias que analizamos con los niveles observados en el estadounidense promedio utilizando la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.

Muchas de las muestras de orina de la familia Bower-Bjornson contenían biomarcadores de sustancias químicas de fracturación hidráulica en niveles más altos que el percentil 95 de Estados Unidos, valor por debajo del cual se encuentra el 95 por ciento de los estadounidenses, según los datos de los CDC.

Más de la mitad de las muestras de la familia superaron el percentil 95 de E.E.U.U. para el ácido fenilglioxílico, un biomarcador del etilbenceno y estireno, y el 41 por ciento de las muestras de la familia excedieron el percentil 95 de EE. UU. para ácido hipúrico y ácido trans, trans-mucónico, biomarcadores del tolueno y el benceno, respectivamente. La exposición a estos compuestos está relacionada con la irritación de la piel, los pulmones y los ojos, así como con daños al sistema nervioso central, el hígado y el riñón; y con el cáncer.

La muestra de orina de Gunnar contenía un nivel de ácido mandélico, un biomarcador de etilbenceno y estireno, 55 veces más alto que el estadounidense promedio (según los datos de los CDC) y más alto que los niveles que se observan típicamente en el fumador de cigarrillos adulto promedio.

El ácido mandélico no es perjudicial en sí mismo, se utiliza en pequeñas cantidades en algunos medicamentos y productos para el cuidado de la piel, pero la exposición al etilbenceno y al estireno está relacionada con irritaciones en la piel, los ojos y el tracto respiratorio, los daños reproductivos, las alteraciones endocrinas y un mayor riesgo de cáncer.

Hace unos años, cuando la perforación comenzó simultáneamente en tres de las plataformas de pozos de fracturación a unas pocas millas de la casa de los Bower-Bjornson, Gunnar sufría con frecuencia, hemorragias nasales que duraban hasta 20 minutos y le quitaban todo el color de su cara. A veces, tosía con coágulos de sangre. Una vez, recuerda, le sucedió en la escuela y le pidió a su profesor que no se lo contara a su mamá, porque sabía que le preocupaba.

Gunnar sigue teniendo hemorragias nasales, pero son menos frecuentes ahora que los tres pozos están en producción, es decir, que ya no se perforan y fracturan activamente, sino que están produciendo petróleo y gas. No son los únicos tres pozos cercanos. La casa de la familia se encuentra a menos de cinco millas de al menos 25 plataformas de pozos activos, muchos de los cuales contienen múltiples pozos. La plataforma más cercana, propiedad de EQT Corporation, con sede en Pittsburgh, el mayor productor de gas natural del país, alberga 10 pozos operativos.

No hay forma de saber con certeza si las exposiciones de Gunnar y su familia provienen de las emisiones de la fracturación. Buscamos otras fuentes potenciales de exposición visitando su hogar, pidiéndoles que completaran una encuesta extensa y grabando sus actividades en el momento de nuestro muestreo.

En los días en que recolectamos las muestras, la familia se dedicó generalmente a las actividades normales de verano: hacer recados, trabajar en el jardín y holgazanear por la casa. Cuando observamos otras fuentes potenciales de exposición, las anotamos en nuestro informe. Hasta donde sabemos, los Bower-Bjornson no fumaban cigarrillos, no pasaban horas en el tráfico ni consumían cantidades suficientemente grandes de alimentos o productos que contuvieran estos compuestos como para explicar completamente por qué sus niveles de estos compuestos eran mucho más altos que los de la mayoría de los estadounidenses.

La mayor diferencia entre esta familia y el estadounidense promedio: la proximidad de su hogar a los pozos de fracturación.

“Más o menos sabía que estábamos siendo expuestos aquí”, dijo la madre de Gunnar, Lois Bower-Bjornson, a EHN, “pero no tenía idea de que fuera a este nivel. Ver esto en papel fue una verdadera revelación».

También encontramos sustancias químicas nocivas en las muestras de orina de Lois; el 23 de julio de 2019, su muestra contenía el nivel más alto de naftaleno detectado en nuestro estudio. No hay datos nacionales disponibles para comparar su nivel, pero el nivel de naftaleno detectado en la muestra de orina de Lois ese día fue más de 15 veces mayor que el nivel medio que detectamos en otros residentes del suroeste de Pensilvania.

“Cuando tomamos muestras de aire y de orina, generalmente no encontramos naftalina a menos que haya una fuente industrial que libere naftaleno muy cerca”, dijo a EHN Wilma Subra, una científica ambiental y fundadora de la firma consultora ambiental Subra Company. A través de su firma, Subra lleva décadas realizando estudios similares a los de EHN en comunidades expuestas a sustancias tóxicas. También se desempeñó anteriormente como vicepresidenta del Consejo Asesor Nacional de Política Ambiental de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y recibió una beca MacArthur por su trabajo relacionado con la exposición ambiental.

Todos nos exponemos a diario a innumerables sustancias químicas tóxicas, un subproducto de vivir en un mundo moderno repleto de vehículos, industria pesada, plásticos y pesticidas. El estudio piloto de EHN fue pequeño y se necesita más investigación para determinar las exposiciones y tendencias del fracking. Sin embargo, las exposiciones que encontramos en Gunnar, su familia y otros cuatro hogares del suroeste de Pensilvania sugieren que los aproximadamente 18 millones de estadounidenses que viven a una milla de un pozo de petróleo y gas activo podrían enfrentar niveles superiores al promedio de exposición a sustancias químicas que les perjudican.

Para muchas de esas familias, incluyendo los Bower-Bjornson, la proximidad de la industria a sus hogares no sólo ha generado ansiedad por su salud, sino que también ha dañado su calidad de vida y les ha hecho sentirse desprotegidos y abandonados por las agencias federales y estatales que se supone que deben protegerlos.

Un sueño que se convirtió en pesadilla

El condado de Washington es un 93 por ciento de población blanca y en su mayoría rural, salpicado de antiguos pueblos mineros. La excepción es la sede del condado, una pequeña ciudad con el mismo nombre que el condado que alberga a la Washington & Jefferson College y alrededor del 7 por ciento de los aproximadamente 207,298 residentes del condado. La mayor parte del condado es de clase media. La tasa de pobreza es de alrededor del 10 por ciento, unos pocos puntos más bajo que la tasa de pobreza estatal del 12 por ciento.

La pintoresca casa de campo blanca de los Bower-Bjornson, construida en 1830, fue originalmente el almacén general del pueblo. Las paredes de la gran sala de estar tienen estanterías de piso a techo, y en uno de los estantes, que se ha dejado sin pintar para la posteridad, hay listas de productos, cantidades y precios, y cuentas de lo que parecen ser fichas familiares rayadas con lápiz descolorido.

El resto de las estanterías están llenas de libros, una colección de discos musicalmente diversa y recuerdos de la infancia como dioramas escolares y casas de lego.

Cuando eran una pareja joven, Lois y su esposo Dave vivían en el lado norte de Pittsburgh en las históricas Calles de la Guerra de México (Mexican War Streets), pero después de la llegada de su segundo hijo comenzaron a buscar más espacio. Vieron esta casa en Scenery Hill y se enamoraron de la idea de una idílica vida en el campo.

Se mudaron y matricularon a los niños en una escuela primaria de una sola aula, donde pasaban los días practicando yoga, cultivando el jardín y ayudando a preparar las comidas compartidas. Odessa, el más joven de los cuatro niños, le dijo a EHN: “Es la mejor escuela del mundo”.

Cuando las empresas de fracturación llegaron en el 2011, los Bower-Bjornson no se preocuparon: vieron una oportunidad para el crecimiento económico. Le concedieron permiso a una compañía para tender líneas de transmisión de gas natural debajo de su propiedad por $ 12,500 (aunque no han arrendado sus derechos mineros). Pero en los años siguientes, la tranquila vida en el campo de la familia se transformó en otra cosa.

Su propiedad estaba rodeada de un voluminoso tráfico de camiones, grandes llamas que salían disparadas hacia el cielo, malos olores, luces brillantes, ruidos fuertes y una costosa rotura de la tubería de gas que atribuyeron al aumento del tráfico. Pronto empezaron a sentirse abrumados y no son los únicos.

En las ciudades de fracturación hidráulica de todo el país, los residentes se han visto en la disyuntiva sobre si arrendar sus tierras y sacar provecho o en luchar contra la industria. Cuando la industria de fracturación industrializa repentinamente zonas que antes eran rurales y suburbanas, las investigaciones han revelado que el sentido del lugar y la identidad de los residentes se ven alterados, y que vivir en medio del fracking puede aumentar la preocupación, la ansiedad y la depresión.

Las preocupaciones sobre la contaminación del agua también han persistido desde el comienzo del auge de la fracturación hidráulica, cuando se hicieron virales las imágenes de agua del grifo de las casas cercanas a las plataformas de pozos que se incendiaba debido a su alto contenido de metano.

Los investigadores han documentado la contaminación del agua potable causada por la fracturación en Pensilvania, Ohio, Dakota del Norte y Wyoming en varios momentos, y en 2016 la EPA concluyó que la industria representaba una amenaza para el suministro de agua de Estados Unidos. Una revisión de la literatura publicada en 2020 analizó una década de investigación sobre los impactos de sólo la eliminación de aguas residuales del fracking y encontró que el agua potable en las comunidades que practican la fracturación hidráulica tiene niveles más altos de sólidos disueltos totales (como calcio, magnesio, cloruros y sulfatos), sal y metano.

Kathleen Sgamma, presidenta de la Western Energy Alliance, un grupo industrial que representa a 200 empresas de petróleo y gas no convencionales que operan en el oeste de EE. UU., declaró a EHN que, si bien las empresas siempre han trabajado para minimizar la posibilidad de que ocurra contaminación en el agua, han realizado algunas mejoras adicionales en los últimos años.

“La integridad de los pozos lleva décadas mejorando y casi todos los estados con mayor presencia de petróleo y gas han endurecido sus normas de fracturación, por lo que el riesgo de contaminación de las aguas subterráneas sigue siendo muy bajo”, dijo Sgamma. “Cuando observamos el manejo del agua en la superficie, es generalmente ahí donde pueden ocurrir los derrames. Es raro que las aguas superficiales se contaminen, pero cuando esto sucede, tiene que ser remediado y las empresas son responsables de ello “.

“Nadie quiere tener un derrame por varias razones”, añadió. “Uno, porque cuesta mucho más dinero limpiar un derrame que prevenirlos desde el principio, y dos, porque puede dañar la reputación de una empresa”. Agregó que las empresas han mejorado su capacidad para reciclar las aguas residuales, lo que resulta en un menor uso de agua dulce y ayuda a explicar algunos de los problemas de vertido que se han producido.

El agua de Bower-Bjornson proviene del sistema municipal local, Tri County Joint Municipal Authority, que da servicio a más de 10,000 clientes en el sureste del condado de Washington. Durante los últimos años, la familia Bower-Bjornson ha recibido avisos de la autoridad municipal del agua y de la Oficina de Agua Potable del Departamento de Protección Medioambiental de Pensilvania (DEP) en los que se indica que el agua municipal contiene contaminantes químicos no regulados, como ácidos haloacéticos, trihalometanos totales, nitratos y compuestos inorgánicos, entre otros. Los avisos advierten que las personas embarazadas, con hijos, con el sistema inmunológico comprometido o de edad avanzada deben consultar con un médico antes de beber el agua del grifo.

La industria del petróleo y el gas es una fuente probable de estos contaminantes, junto con la minería y otras industrias pesadas. Algunos contaminantes, como los trihalometanos, se forman cuando los contaminantes del agua de origen interactúan con químicos utilizados para su tratamiento.

Sydney Evans, una analista científica del Grupo de Trabajo Ambiental (Environmental Working Group), una organización sin fines de lucro para la defensa de la salud pública dijo a EHN, en los últimos 20 años se han actualizado pocas regulaciones federales o estatales sobre el agua, por lo que existe una brecha entre lo que es legal y lo que es seguro.

“Las personas tienden a dar por sentada la seguridad de su agua del grifo porque está siendo monitoreada, probada y tratada”, dijo Evans. “Pero es importante que la gente se dé cuenta de que legal no necesariamente significa segura”.

La mayor parte del agua potable pública en la región proviene del río Monongahela (o “el Mon”, en la jerga local). En el 2014, el DEP encontró sustancias químicas radiactivas en niveles 60 veces más altos a los permitidos por los estándares federales de consumo en Ten Mile Creek, cerca de la casa de los Bower-Bjornson, que desemboca en el Mon, y muchos lugareños creen que las aguas residuales de la fracturación son la fuente.

El año pasado se descubrió que una planta municipal de aguas residuales en las cercanías de Belle Vernon estaba aceptando y vertiendo sin saberlo, lixiviados de fracturación procedentes de un vertedero cercano que contenían altos niveles de cloruros, bario y radio en niveles superiores a los permitidos por las normas federales de agua potable en el Mon- uno de los muchos casos similares en todo el estado.

A principios del verano del 2019, EHN recolectó muestras de agua en tres lugares de la casa de la familia Bower-Bjornson: en el grifo de la cocina filtrado por ósmosis inversa, en el grifo de la bañera y en el grifo exterior de la manguera. Encontramos niveles detectables de 20 de las 40 sustancias químicas comúnmente utilizadas en la fracturación hidráulica que buscamos en las muestras de al menos uno de esos lugares, incluyendo el benceno, que se sabe que aumenta el riesgo de cáncer, y el naftaleno, que está catalogado como “posiblemente cancerígeno para humanos” por la EPA.

Existen límites regulatorios federales para sólo cinco de los 40 químicos que analizamos, y las muestras de agua de la familia no excedieron esos límites. Algunos estados establecen límites de advertencia de salud para las sustancias químicas que no están reguladas oficialmente. Vermont recomienda no más de 0,5 microgramos por litro de naftalina en el agua potable para evitar efectos sobre la salud, incluyendo un mayor riesgo de cáncer. Los Bower-Bjornson tenían 5,83 microgramos por litro de naftalina en el agua, casi 12 veces más alto que el límite de recomendación de salud de Vermont. La Autoridad Municipal Conjunta de Tri-County se negó a comentar sobre estos hallazgos.

Lois, que ha estado rastreando los síntomas de los niños desde que comenzó la perforación, dijo que ver los resultados de estas pruebas confirmó lo que ya temía.

“[La Fracturación] simplemente nos abarca por completo”, dijo. “No es como si pudiéramos mirar a nuestra derecha o izquierda y decir que no está ahí. Y dondequiera que vayan, a la escuela o donde sea, también está allí “.

Beneficios económicos en cuestión

La fracturación hidráulica sí aporta beneficios económicos, al menos temporalmente. Un artículo publicado en el 2019 en American Economic Journal: Applied Economics encontró que en los primeros tres años de auge, las comunidades con fracking generalmente ven aumentar los ingresos totales en alrededor del 3 al 6 por ciento, el empleo aumenta en alrededor del 4 al 6 por ciento y los salarios aumentan en alrededor del 5 por ciento al 11 por ciento. Los precios de la vivienda aumentan alrededor del 6 por ciento, mientras que los gobiernos locales ven un aumento del 16 por ciento en los ingresos.

Teniendo en cuenta tanto el aumento de los ingresos como la disminución de la calidad de vida (por factores como el aumento de las tasas de delincuencia, el tráfico de camiones y la contaminación), los autores de ese estudio concluyeron que en las regiones donde se practica la fracturación hidráulica en todos los yacimientos de esquisto de EE. UU., la industria dio como resultado un promedio de ganancia neta de aproximadamente 2,500 dólares por hogar en los tres primeros años, aunque en algunas comunidades las ganancias fueron mucho mayores y otras no vieron ninguna.

Con el tiempo, estos impactos en las economías locales disminuyen. Un estudio publicado en febrero del 2021 por el Instituto del Valle del Río Ohio (Ohio River Valley Institute), un grupo de expertos sin fines de lucro, reveló que si bien la producción económica en los condados de los Apalaches donde se practica el fracking creció un 60 por ciento entre 2008 y 2019, la participación de los condados en los ingresos personales, los puestos trabajo y todos los niveles de población de la nación disminuyeron.

El estudio analizó los 22 condados de Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental que producen más del 90 por ciento del gas natural de la región. En 2008, esos condados fueron responsables de $ 2,46 de cada $ 1,000 de producción económica nacional. Para 2019, los condados generaban $ 3.31 de cada $ 1,000 generados a nivel nacional, un aumento de más del triple de la tasa de crecimiento nacional. Pero durante el mismo período, la participación de esos condados en el ingreso personal de la nación se redujo en un 6,3 por ciento, su participación en el empleo se redujo en un 7,5 por ciento y su participación en la población de la nación se redujo en un 9,7 por ciento. El análisis concluyó que alrededor del 90 por ciento de la riqueza creada a partir de la extracción de gas de esquisto sale de las comunidades locales.

De los tres estados que analizados en el informe, el Pensilvania mostró las mejores medidas de prosperidad, y algunos condados de Pensilvania obtuvieron mejores resultados que otros; el condado de Washington fue el mejor, con una tasa de crecimiento de los ingresos personales que superó ligeramente el crecimiento nacional y un crecimiento del empleo igual a la tasa nacional, mientras que cinco de los otros siete condados de Pensilvania obtuvieron muy pocos puestos de trabajos o experimentaron pérdidas.

Diana Irey Vaughan, presidenta de la Junta de Comisionados del Condado de Washington, comentó que la industria ha transformado la economía local.

“La industria del petróleo y el gas ha tenido un tremendo impacto positivo en nuestra economía”, comentó Vaughan a EHN. “Por ejemplo, del 2000 a 2018, nuestro ingreso medio aumentó de $ 47,287 a $ 78,895”. También se refirió a un informe de la Oficina de Trabajo y Estadísticas de EE. UU. que situaba al condado de Washington en el tercer lugar de la nación en cuanto al crecimiento del empleo entre 2010 y 2011, justo al comienzo del auge del fracking en la región.

Vaughan dijo que el condado de Washington ha podido mantener bajos los impuestos a la propiedad en parte debido a las tarifas que el condado recibe de la industria del petróleo y el gas.

Desde el 2012, la industria ha tenido que pagar una “tarifa de impacto” por cada plataforma de pozos en Pensilvania para ayudar a cubrir sus impactos negativos. Esas tarifas se distribuyen a los gobiernos estatales y locales, que suelen utilizarlas para proyectos de infraestructura, seguridad pública y preparación para emergencias.

Los defensores del medio ambiente afirman que las tarifas son demasiado bajas para abordar todos los problemas medioambientales que provoca la industria. Pero muchos gobiernos locales dependen de las tarifas. El dinero recaudado de las tarifas de impacto en Pensilvania se redujo en 2019, pero el condado de Washington siguió recaudando $6.6 millones, más que cualquier otro condado del estado.

“Esto nos ha permitido avanzar en proyectos de capital sin tomar dinero de nuestros fondos generales o de los impuestos”, dijo Vaughan. Añadió que el condado también ha vendido contratos de arrendamientos de minerales en propiedades del condado, como parques, aeropuertos y recintos feriales, y ha utilizado los pagos de arrendamiento y regalías para realizar mejoras en esas propiedades.

A diferencia de muchos otros estados, Pensilvania no cobra una indemnización por despido de los operadores de petróleo y gas. En Texas, por ejemplo, el estado recaudó $1,69 billones en impuestos y tarifas de la producción de gas natural, más de ocho veces más que los aproximadamente $200 millones que Pensilvania recaudó en tarifas de impacto el mismo año. El gobernador demócrata de Pensilvania, Tom Wolf, ha intentado en repetidas ocasiones promulgar un impuesto de indemnización a la industria del gas natural, pero esos esfuerzos han sido frustrados por la legislatura controlada por los republicanos, cuyos miembros dicen que obstaculizará el crecimiento de la industria y dañará las economías locales.

Muchos legisladores estatales siguen creyendo que la industria ha sido buena para Pensilvania. “Es la industria más grande que ha venido a Pensilvania en los últimos 50 años”, dijo a EHN el senador republicano Gene Yaw, que preside el Comité de Recursos Ambientales y Energía del Senado estatal. “Intentamos que Amazon viniera a Pittsburgh o a Filadelfia y estuvimos elaborando programas que sumaban miles de millones de dólares en subsidios. La industria del gas ya está aquí y han pedido muy poco “.

Yaw ha promovido numerosas leyes destinadas a ayudar a la industria a expandirse en Pensilvania, y también ha intentado impedir que los estados con prohibiciones de fracturación hidráulica compren el gas natural de Pensilvania. También arrienda sus propios derechos mineros: su declaración financiera del 2018 mostró que recibió ingresos de cinco compañías de perforación a través de arrendamientos en tierras que posee (pero en las que no vive).

En lo que respecta a la creación de empleo, Kathy Hipple, analista financiera del Instituto de Economía Energética y análisis Financiero (IEEFA) Institute for Energy Economics and Financial Analysis (Institute for Energy Economics and Financial Analysis) IEEFA y profesora de finanzas en Bard College, dijo que numerosos estudios han demostrado que la industria a menudo promete en exceso la cantidad de empleos permanentes que creará.

“Especialmente en la región de Pittsburgh, ha habido una búsqueda casi desesperada de la próxima industria del acero porque se recuerda como un momento realmente grandioso en la historia de Pittsburgh”, dijo Hipple a EHN. “Pero la realidad del negocio de la fractura hidráulica es que al principio hay muchos trabajos para la construcción que a menudo los ocupan personas que no son del área local. Debido a los avances tecnológicos, por los que la industria debería ser aplaudida en cierto sentido, ya que se ha vuelto bastante competente en la producción de petróleo y gas, las etapas posteriores no requieren mucha mano de obra, ya sea local o fuera de la ciudad”.

El Instituto Estadounidense del Petróleo ha afirmado que la industria respalda casi 500,000 empleos en Pensilvania, pero los datos de los departamentos laborales estatales y federales muestran que en realidad hay alrededor de unos 26,000 empleos relacionados con la fracturación hidráulica en el estado. En todo el estado, esto significa que la industria ni siquiera se encuentra entre los 50 sectores principales que emplean a residentes de Pensilvania.

“Los casi 500.000 puestos de trabajo, extraídos de un análisis realizado por PwC [PricewaterhouseCoopers], representan el total de puestos de trabajo de la industria respaldados en Pensilvania, incluyendo el refinado, el transporte y distribución, y no sólo los puestos de trabajo de perforación, producción y desarrollo”, dijo a EHN Emily Smith, portavoz del Instituto Americano del Petróleo, en un correo electrónico, y añadió que los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales sólo incluyen los puestos de trabajos asalariados, lo que excluye a los contratistas privados. “Según la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, los empleos asalariados sólo representan aproximadamente el 30 por ciento del sector de extracción de petróleo y gas… a nivel nacional”.

Algunas investigaciones sugieren que la relación costo-beneficio final de la industria en realidad puede ser negativa. Un estudio de 2019 realizado por investigadores de las universidades de Princeton, Carnegie Mellon y Stanford estimó que la contaminación del aire de la industria del fracking causó entre 1.200 y 4.600 muertes prematuras en los campos de esquisto de Marcellus y Utica que abarcan Pensilvania, Ohio y Virginia Occidental entre 2004 y 2016. Durante el mismo período de tiempo, la industria creó un impulso económico regional de aproximadamente $ 21 billones de dólares, pero esas ganancias se vieron eclipsadas por $ 23 billones en costos de atención médica pública relacionados con esas muertes prematuras.

Mientras tanto, como resultado de la recesión provocada por la pandemia del COVID-19, la industria del petróleo y el gas a nivel nacional perdió más de 100.000 puestos de trabajo el año pasado.

En el aire

Lois, que es alta y esbelta con cabello oscuro, piel pálida y ojos grandes y luminosos, trabajó como modelo y bailarina profesional antes de tener hijos. Todavía se mueve por el mundo como una bailarina; a menudo está en movimiento y es propensa a pararse sobre una pierna con el pie opuesto apoyado casualmente contra su rodilla como un flamenco.

Además de impartir varias clases de danza y yoga a la semana en su granero convertido en estudio de danza, Lois también dirige un negocio de limpieza ecológica residencial y trabaja como organizadora pagada a tiempo parcial para el Clean Air Council, algo que se sintió obligada a hacer, después de estar cada vez más alarmada por el aparente impacto que el fracking estaba teniendo en la calidad del aire de la región.

El proceso de fracturación suele implicar hasta 1,000 químicos, incluyendo disolventes, tensioactivos, detergentes y biocidas, y los estudios de monitoreo del aire han detectado más de 100 químicos en las emisiones atmosféricas de los desplazamientos, como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno y mercurio. Un estudio de 2019 encontró que la contaminación del aire de los pozos de fracturación hidráulica específicamente mató a unas 20 personas en Pensilvania entre el 2010 y el 2017, y que se pueden detectar niveles de contaminación del aire más superiores al promedio hasta seis millas a favor del viento de una plataforma de pozos.

Durante el verano de 2019, cuando EHN recolectó muestras de orina de los Bower-Bjornsons, también les pedimos que usaran monitores de aire personales. Cada miembro de la familia usó un monitor de aire conectado a una bomba que imita la respiración al aspirar aire durante seis a ocho horas antes de la recolección de sus dos primeras muestras de orina. (En una tercera fecha, recolectamos una muestra de orina adicional sin ningún tipo de monitoreo del aire). Las muestras se analizaron para detectar la presencia de 40 sustancias químicas que, según los estudios de monitoreo del aire se emiten con frecuencia durante la fracturación.

El 6 de agosto del 2019, el monitor de aire de Gunnar registró los niveles más altos de n-propilbenceno como de 1,3,5-trimetilbenceno detectados entre el total de 39 muestras de aire que EHN recogió en cinco hogares del suroeste de Pensilvania. Gunnar ayudó a su papá a pintar y raspar pisos de vinilo en su estudio de sonido ese día, lo que podría haber contribuido a estas exposiciones. El mismo día, el monitor de aire de Lois registró los niveles más altos de hexanal, etilciclohexano y octanos observados en nuestro estudio. Ese día limpió dos casas con productos de limpieza “ecológicos”, lo que podría haber contribuido a estas exposiciones.

Solo unos cuantos de estos químicos tienen límites legales o incluso directrices no ejecutables basadas en la salud, la mayoría de las cuales se refieren a exposiciones a corto plazo en el lugar de trabajo. Las muestras de aire de la familia Bower-Bjornson excedieron una pauta estatal para tres sustancias químicas: los límites recomendados para la exposición al benceno, el etilbenceno y el naftaleno establecidos por la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California (California Office of Environmental Health Hazard Assessment) para mantener el riesgo de cáncer por debajo de uno en un millón.

“Siempre es un poco difícil interpretar lo que se entiende por ‘exceso de riesgo de cáncer’”, dijo a EHN James Fabisiak, toxicólogo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. “A veces se utiliza uno entre un millón como punto de referencia para un riesgo insignificante, pero la mayoría de nosotros no tenemos un riesgo tan bajo. No creo que la EPA tome o recomiende acciones hasta que los riesgos se sitúen entre uno de cada 10,000 y uno de cada 100,000. Existe una zona gris entre lo que equivale a un ‘riesgo nulo’ y lo que equivale a un ‘riesgo procesable’ “

Fabisiak también comparó los hallazgos de monitoreo del aire de EHN con los de dos grandes encuestas que midieron compuestos orgánicos volátiles en hogares promedio en los Estados Unidos, y encontró que la mayoría de los niveles detectados en los monitores del aire de los Bower-Bjornson estaban dentro de los rangos encontrados en esos estudios, aunque algunos compuestos estaban cerca del extremo superior.

“Si supiera que estas concentraciones están ahí todo el tiempo en mi propia casa”, dijo, “podría pensar en cómo podría volver a acercarlas al promedio”.

Fabisiak agregó que, si bien el riesgo asociado al nivel de cada compuesto individual puede no ser un problema, los niveles altos de numerosos compuestos dentro del mismo hogar tienen un efecto aditivo, ya que se combinan entre sí e interactúan con el estilo de vida y los factores genéticos de formas impredecibles, lo que amplía el riesgo general.

“Eso es especialmente cierto en el caso de los contaminantes del aire que afectan a enfermedades comunes como el asma y el cáncer”, explicó Fabisiak.

Los Bower-Bjornsons y otros residentes del condado de Washington también se han preocupado de que el aumento de la contaminación del aire debido a la fracturación les haga más vulnerables al COVID-19. En la primavera de 2020, la organización de defensa de la salud comunitaria sin fines de lucro, Southwest Pennsylvania Environmental Health Project * (que ayudó a poner en contacto a EHN con las familias que estaban interesadas en participar en nuestra investigación) llevó a cabo una revisión informal de la literatura sobre la contaminación del aire y las infecciones respiratorias para ayudar a educar a los residentes del suroeste de Pennsylvania sobre los vínculos entre ambos.

“Basándonos en lo que hemos visto en numerosos estudios que han tratado enfermedades similares al COVID-19, sabemos que una mayor exposición a la contaminación por partículas empeora los síntomas de las enfermedades pulmonares infecciosas”, comentó a EHN Alison Steele, directora ejecutiva del Proyecto de Salud Ambiental del Suroeste de Pensilvania (Southwestern Pennsylvania Environmental Health Project).

Lecciones aprendidas

Lois no es ajena a la historia de extracción industrial de la región. Creció en Fredericktown, un pueblo minero de carbón cercano, y dividía su tiempo entre el hotel que construyeron sus abuelos y la antigua destilería de manzanas que construyeron sus tatarabuelos.

Ella y los niños del vecindario solían ver las barcazas de carbón flotar río abajo y montar en los buggies por los vertederos de escorias, montones de desechos tóxicos y escombros generados por el procesamiento del carbón. También nadaban en el río, a pesar de que a veces estaba aceitoso debido a los residuos industriales, las aguas residuales vertidas por las tuberías municipales y las ratas de río abundaban.

“Sabíamos que podría ser dañino, pero los padres de muchas personas eran mineros del carbón que el daño potencial parecía una parte normal de la vida”, dijo.

Ella ve que esas mismas actitudes persisten en lo que respecta al fracking, y especialmente cuando se trata del inminente auge petroquímico en la región.

En el 2016, Royal Dutch Shell comenzó la construcción de un enorme craqueador de etano en el condado de Beaver, a unas 33 millas al noroeste de Pittsburgh y a 57 millas al norte de Scenery Hill. La planta, que ya está casi terminada, acabará convirtiendo un enorme volumen de gas natural y líquidos en 1.8 millones de toneladas de polietileno al año para su uso en la fabricación de plásticos. Es una de las cinco instalaciones de este tipo que se han propuesto en la región de la cuenca de los Apalaches que abarca Pensilvania, Ohio y Virginia Occidental, aunque todas ellas, excepto el proyecto de Shell, se han suspendido indefinidamente debido a las condiciones desfavorables del mercado.

Cuatro de los emplazamientos propuestos se sitúan directamente junto al río Ohio o a uno de sus afluentes, y cada instalación demandará líquidos de gas natural de aproximadamente 1,000 nuevos pozos de fracturación al año, según los investigadores de la Universidad de Duquesne. Un corredor petroquímico similar en Luisiana tiene una de las peores contaminaciones en el aire y los mayores índices de cáncer del país, lo que ha hecho que la región sea apodada como “El Callejón del Cáncer”.

El suroeste de Pensilvania ya tiene problemas de cáncer. La región tiene tasas más altas que el promedio de los tipos de cáncer asociados con la contaminación del aire, y en 2019, el Pittsburgh Post-Gazette documentó 27 casos de sarcoma de Ewing, un cáncer de huesos y tejidos blandos de uno en un millón, en los condados de Washington, Greene, Fayette y Westmoreland durante la última década. Estos condados combinados tienen una población de aproximadamente 750,000 habitantes y es donde ocurre la mayoría de la fracturación hidráulica del estado, y en medio de las preocupaciones sobre el mal manejo de los desechos radiactivos de la industria del petróleo y el gas, los residentes han exigido respuestas a los funcionarios electos. Las investigaciones están en curso, pero hasta ahora no se ha confirmado ningún vínculo entre los cánceres raros y la industria del petróleo y el gas.

Shell solicitó permisos de contaminación del aire que fueron aprobados en el 2015, pero presentó una nueva solicitud de permiso en febrero del 2020 que busca niveles de emisiones más bajos para algunos contaminantes, pero niveles mucho más altos de otros, incluidos los gases de efecto invernadero.

Durante años, los ambientalistas locales, los miembros de la comunidad y los grupos indígenas han luchado para detener la expansión petroquímica, pero a pesar de sus esfuerzos, y de las advertencias de los analistas financieros de que la industria no es una inversión viable a largo plazo, muchos legisladores locales han acogido con satisfacción los puestos de trabajo que la industria promete.

“En los años 70 y principios de los 80 vimos la desaparición de la industria del acero y lo que supuso para nuestra economía: vimos cómo nuestros amigos y familiares se marchaban porque los puestos de trabajo habían desaparecido”, dijo a EHN el representante demócrata del estado de Pensilvania, Robert Matzie. El distrito de Matzie está adyacente al sitio del cracker de etano de Shell, y Matzie fue uno de los pocos demócratas de Pensilvania que apoyó el proyecto desde el principio. “Como legisladores, tenemos que sopesar y equilibrar la protección del medio ambiente, así como también la creación de buenos empleos que aprovechen nuestros recursos naturales, y creo que podemos tener ambos”.

Matzie dijo que se proyecta que la planta creará de 10,000 a 15,000 empleos en un radio de 50 millas. Al mismo tiempo, dijo que algunos de sus electores temen convertirse en otro “Callejón del Cáncer”.

“Vivo a un tiro de piedra del lugar”, dijo Matzie. “Mi familia y yo tenemos que beber esa agua y respirar ese aire también”. Agregó que cree que esta planta será diferente porque es más nueva que las de Louisiana y utilizará la mejor tecnología disponible para minimizar los impactos ambientales.

En el pasado, Matzie también introdujo una legislación destinada a mantener los pozos de fracturación hidráulica al menos a 4.000 pies de distancia de presas y embalses en un intento de proteger el depósito de agua de su propio distrito. Hasta ahora no ha tenido éxito.

“Ahora mismo se puede perforar en medio de una fuente de agua dulce”, dijo. “Tengo un problema con eso. Puede mostrarme toda la tecnología que dice que es segura; pero todavía sigo sin querer verla “.

En lugar de esa legislación, Matzie dice que ayudó a negociar protecciones adicionales para el depósito del gasoducto de gas natural que alimentará el craqueador de etano de Shell, cosas como un revestimiento de acero más grueso y un acceso más fácil a las válvulas de cierre de emergencia, trabajando directamente con la empresa.

“Shell dio un paso al frente y fue más allá de la política y los estatutos actuales para el gasoducto”, dijo, y agregó que también ha defendido los proyectos de energía solar, se desempeña como copresidente del grupo de energía nuclear del estado y da la bienvenida a cualquier industria que traiga puestos trabajo a su distrito.

Este tema puede ser complejo para los políticos, pero, para Gunnar, de 13 años, parece sencillo.

No le gusta que le sangre la nariz, no le gusta que su madre se preocupe y le preocupa el cambio climático, al que sabe que contribuye el fracking. “La única razón por la que la gente no cree que el cambio climático sea real es porque le tienen miedo”, dijo a EHN. “Creo que el fracking es ruidoso, molesto, imprudente y algo idiota. Ojalá pudiéramos mudarnos solo para poder dormir un poco “.

Vaughan, presidenta de la Junta de Comisionados del Condado de Washington, dijo que rara vez escucha a personas que han experimentado impactos negativos de la industria. Reconoció las preocupaciones de la comunidad por los grupos de cáncer infantil, pero dijo: “No hemos visto pruebas científicas de que exista una correlación entre ambos” y señaló otros emplazamientos industriales en la región que podrían estar contribuyendo a posibles exposiciones ambientales.

“Hay momentos en los que tienes inconvenientes con el ruido, las luces o los camiones”, agregó, “pero creo que la mayoría de los habitantes en el condado de Washington han estado dispuestos a tolerar estas cosas por el mayor beneficio”, dijo. “Esta zona también era muy rica en reservas de carbón y anteriormente había acogido la minería en nuestra región. Antes de eso, también teníamos la industria del acero. Así que creo que esta región acepta más este tipo de inconvenientes que otras regiones debido a nuestra historia “.

Lois lo ve de otra manera.

“Es casi un rasgo genético extraño entre las personas de esta región, que esto sea siempre lo que hacemos”, dijo Lois. “Seguimos volviendo una y otra vez, cambiando nuestra salud por puestos de trabajos. ¿En qué momento se aprende la lección y no se sigue haciendo lo mismo una y otra vez? “

Kristina Marusic / Environmental Health News

El Proyecto de Salud Medioambiental del Sudoeste de Pensilvania y la EHN reciben fondos de Heinz Endowments.

Traducido del inglés al español por Katia Rodríguez Cabreja.

Fuente: https://rebelion.org/exposicion-a-sustancias-nocivas-y-enfermedades-en-ninos/

Comparte este contenido:

Clases a distancia limitan protestas y organización: Boaventura de Sousa

En diversas universidades del mundo existe una tendencia a utilizar la pandemia del Covid-19 como una oportunidad para acelerar al máximo la transición digital, pero la presencia de los estudiantes en los campi resulta fundamental no sólo por la enseñanza misma, sino también por la socialización “muy importante para el desarrollo de su vida; es donde aprenden a ser ciudadanos”, aseveró el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, catedrático en la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra, Portugal.

En conferencia magistral, en el marco del vigésimo aniversario del Consorcio Mexicano de Instituciones de Educación Superior para la Sustentabilidad (Complexus), expuso que si bien las universidades estaban intentando incrementar las tecnologías de información, era con el propósito primordial de que éstas son complementarias, “no pueden sustituir la presencia de los profesores y estudiantes en el campo, ésa es el alma de la universidad y ahora de repente parece que la llamada enseñanza on line pasó a ser lo principal”.

Los empresarios, manifestó, han estado invitando a las universidades a utilizar cada vez más estas herramientas en la educación a distancia, “una presión muy grande de un capitalismo digital”, y alertó que este tipo de enseñanza resulta “mucho más barata”, precariza el trabajo de los profesores y limita sobremanera la organización estudiantil y la protesta.

Boaventura de Sousa Santos también destacó que el siglo XXI comienza con la pandemia de Covid-19, ya que en los próximos años “no vamos a estar libres de sus consecuencias. Al contrario, marcará de una manera muy fuerte la sociabilidad, la política, las relaciones y a las diferentes sociedades” y ante este panorama las universidades están convocadas a reflexionar sobre ello.

De igual manera, señaló que el SARS-CoV-2 es un mensajero de la naturaleza y es necesario cambiar el sistema de producción, de consumo y de vida. “¿Dónde se piensa esto? En las universidades, es el mejor lugar, el único quizá para discutirlos.»

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/23/sociedad/clases-a-distancia-limitan-protestas-y-organizacion-boaventura-de-sousa/

Comparte este contenido:

Elecciones 2021: ¿Es posible destinar 10% del PBI tanto a salud como a educación en 5 años? Expertos analizan propuesta de Pedro Castillo

Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, y Flor de María Philipps, directora del MBA en Salud de la UPC, detallan los problemas de la propuesta y lo que se requiere en ambos sectores para cerrar las brechas existentes.

El profesor Pedro Castillo, candidato presidencial del partido Perú Libre, enfatizó durante el debate presidencial en Chota, Cajamarca, su propuesta de destinar no menos del 10% del producto bruto interno (PBI) tanto al sector de educación como al de salud; una meta ambiciosa, sin duda, para un país que actualmente invierte la tercera parte de dicho porcentaje en ambos sectores.

El planteamiento que realizó Castillo para aumentar el presupuesto del sector educación en base a un porcentaje fijo del PBI no es nuevo: se encuentra en el plan de gobierno de Perú Libre y también fue reiterado por el candidato durante la segunda fecha del debate presidencial organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) el mes de marzo pasado.

Pero la propuesta, a pesar de sus buenas intenciones, no sería completamente posible, de acuerdo a los especialistas consultados por El Comercio. De hecho, para Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, aumentar el gasto en el sector educación a no menos del 10% del PBI en cinco años sería inviable.

No hay manera de saltar de alrededor de 3,8% del PBI que estamos [invirtiendo] ahora [en educación] a 10% del PBI en tan solo cinco años, y son varias las razones: primero, ¿a qué sector le quitarías? Va a ser muy difícil decidirlo. Segundo, si no le quitas a ningún sector entonces debes recaudar más, dificilísimo también; y tercero, ¿el sector mismo está listo para casi que triplicar su operatividad en tan solo cinco años? No creo”, comenta Ñopo.

(Foto: Minedu)
(Foto: Minedu)

El investigador remarca que invertir más en educación es, de todas maneras, la ruta correcta y necesaria. Sin embargo, considera que tener como meta un porcentaje específico del PBI no es la mejor forma de medir dicha inversión o garantizar que sea buena.

Hay otras métricas. Una que importa es la de cuánto se invierte por estudiante por año, y ahí también estamos rezagados. Estamos en US$1.100 por estudiante por año. Es la mitad o la tercera parte de lo que invierten otros países en América Latina. Pero más allá del gigantesco rezago que tenemos, ¿es posible duplicar o triplicar la inversión en cinco años? lamentablemente no”, señala.

Ñopo considera que el camino a seguir es fijar una ruta para el largo plazo, de cara a los siguientes 10, 15 o 20 años, para poder invertir más y mejor de forma progresiva. “Obviamente las prioridades cambiarán con el tiempo. Las necesidades del mundo educativo van a variar mucho más rápido en los años que vienen”, indica.

Del mismo modo, el investigador critica la propuesta que realizó la candidata Fujimori con respecto a construir 3.000 colegios en el país para cerrar la brecha educativa. “¿Necesitas construir más? La candidata Fujimori se olvida que de acá a cinco años no necesariamente vas a tener más estudiantes, sino menos. Recordemos que nuestro bono demográfico ya terminó. Cada vez más, las madres tienen menos hijos. No necesitas construir más colegios, necesitas mejorar los existentes”, detalla.

Cabe resaltar que en su plan de gobierno, la candidata Keiko Fujimori también ha precisado que en un eventual gobierno suyo se destinaría un 6% del PBI al sector educación; una propuesta que, en la mirada de Ñopo, también sería inviable.

Además, importante apuntar que el presupuesto público para este año asciende a S/183.030 millones, que equivale al 23,7% del PBI del Perú. De este millonario presupuesto, los tres sectores que concentran la mayor participación en el son justamente educación (17,9%), salud (11,4%) y transporte (10,8%).

¿MÁS PORCENTAJE DEL PBI PARA SALUD?

Castillo remarcó la misma necesidad de destinar 10% del PBI al sector salud, en un contexto de la pandemia y de la necesidad de contar con una mejor red sanitaria pública. Flor de María Philipps, directora del MBA en Salud de la UPC, considera que la propuesta del candidato de Perú Libre no sería recomendable, y agrega que requeriría una serie de precisiones para tratar de ser implementada.

“Hace falta una precisión. No es lo mismo inyectarle al sector salud 10% [del PBI] en el primer año de gobierno que de manera gradual, y eso tiene que ver con el concepto de la capacidad de absorción de los recursos. Puedes asignarlos, pero en este caso el aparto productivo de salud no está en condiciones de ejecutar todo ese gasto. Eso se debe tener en cuenta previamente para luego considerar una cifra”, comenta la especialista.

Phillips opina que mencionar un 10% del PBI como gasto a destinar para el sector salud “es un número dicho al aire”, y apunta que el equivalente del gasto público en salud en la actualidad no llega al 3 puntos del PBI.

(Ilustración: Giovanni Tazza).
(Ilustración: Giovanni Tazza).

Asimismo, la experta añade que si se busca destinar más dinero en este momento al rubro también debe hacerse un balance sobre los sectores que van a “ceder” y ver disminuidos sus recursos para pasarlos a salud.

Es incompleta la propuesta, pero no es completamente inviable. El promedio latinoamericano está en alrededor del 7,5% de gasto del PBI en salud. Deberíamos llegar en algún momento a eso, pero no es de golpe”, puntualiza.

Comparte este contenido:

Más de dos millones de alumnos inician clases virtuales en costa de Ecuador

Más de dos millones de alumnos ecuatorianos inician este viernes un nuevo año lectivo del régimen de la zona costera del país, que en una primera fase se someterá a un sistema virtual, debido a que se mantiene en auge la pandemia de la covid-19.

El Ministerio de Educación, en su portal web, precisó que las clases del régimen costero y de la Amazonía empezará bajo el Plan Aprendemos Juntos en Casa, para los 2,4 millones de alumnos matriculados en instituciones públicas, privadas, fiscomisionales y municipales.

La cartera indicó que el retorno a clases será virtual a través de dos plataformas informáticas en línea, modalidad que ha perdurado desde marzo de 2020, cuando se suspendieron tras desatarse la pandemia en el país.

Según los últimos datos oficiales, en Ecuador hay un total de 395.327 casos de contagio acumulados desde el inicio de la pandemia, mientras que los decesos ascienden a 19.018 entre confirmados y probables por la enfermedad.

El Plan Aprendamos Juntos en Casa tiene como objetivo que los estudiantes sigan sus estudios desde sus hogares, con acciones didácticas para un trabajo coordinado con los maestros y con el concurso de especialistas en apoyo psicoemocional y pedagógico.

Además, el proceso se refuerza con programas educativos a través de los medios de comunicación (radio y televisión), que emiten frecuentemente módulos de enseñanza sobre las distintas materias.

Desde hace algunos meses, las autoridades han autorizado a algunas unidades educativas privadas la programación de planes piloto de retorno a clases, que se encuentran suspendidos por el incremento de casos de covid-19 en el país desde enero.

Esos planes piloto se retomarán cuando las autoridades que llevan adelante el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia den por finalizadas las restricciones a la movilidad y otras medidas para evitar la expansión del contagio por la enfermedad.

El Plan de Continuidad Educativa, que ha establecido el Ministerio, también incluye una segunda fase denominada «Juntos aprendemos y nos cuidamos», que se aplicará cuando la pandemia así lo permita.

Esa fase, según la cartera, supone la combinación de clases presenciales y virtuales, mediante el uso progresivo de las instalaciones educativas y de acuerdo a la realidad epidemiológica del país.

«El objetivo primordial es sostener el proceso educativo» y reforzar las medidas de bioseguridad para evitar el contagio con la covid-19, remarcó el Ministerio de Educación.

En esa fase se deberá mantener como obligatorio el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico de al menos dos metros, el lavado frecuente de manos, la permanencia en casa si el alumno presenta síntomas, la desinfección de las superficies y evitar tocar el rostro con las manos.

El inicio de clases en el régimen costa coincide con la aplicación en 16 de las 24 provincias del país de un estado de excepción, que se extenderá hasta el próximo 20 de mayo, aplicado ante el auge del contagio y para aliviar la presión en los hospitales dedicados a tratar los casos de covid.

Asimismo, coincide con el plan de vacunación nacional que pretende inmunizar con vacunas contra la covid-19 a los docentes de todos los sistemas educativos (escuelas, colegios y universidades).

Según el Ministerio, hasta el momento se han vacunado a 152.448 docentes con la primera dosis, mientras que 436 han recibido la segunda.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/ecuador-educaci%C3%B3n_m%C3%A1s-de-dos-millones-de-alumnos-inician-clases-virtuales-en-costa-de-ecuador/46599660

Comparte este contenido:
Page 751 of 6179
1 749 750 751 752 753 6.179
OtrasVocesenEducacion.org