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Libro (PDF): Extractivismo, Despojo y Crisis Climática

Desafíos para los movimientos sociales y los proyectos emancipatorios de Nuestra América.

Prólogo

Pocos temas son más importantes en la América Latina de hoy que las cuestiones relacionadas con el extractivismo y la crisis climática. Ambos están haciendo estragos y constituyen, como bien lo dicen los au- tores de este libro, un formidable desafío para los movimientos sociales y los proyectos emancipatorios de nuestra región. Desafío que, para ser enfrentado con algunas chances de éxito, exige un conocimiento acaba- do de la multiplicidad de dimensiones a través de las cuales se manifies- tan tanto el extractivismo como la problemática del cambio climático. Y eso es precisamente lo que aporta este libro, en donde se examinan con gran minuciosidad y rigor analítico los aspectos más candentes de estos complejos asuntos. No sólo eso: el texto logra mantener una impecable coherencia pese a que los capítulos fueron escritos por separado por cada uno de los tres autores, lo cual no es un mérito menor y habla de la ma- duración de un proceso colectivo de reflexión que es muy poco usual no sólo en la Argentina sino en cualquier parte del mundo.

Descargar el libro completo aquí: Extractivismo, Despojo y Crisis Climatica

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Revista Electronica Alas de Colibrí (PDF)

Revista Alas de Colibri  

Ustedes que leen esta revista les demos amorosamente la Bienvenida; lo hacemos tal como se acostumbra en Oaxaca, México, desde donde les saludamos.

Les damos la Bienvenida con un manjar elaborado de antiguos recetarios de nues- tras abuelas; es producto de nuestra mayor alegría y del mejor esfuerzo; hemos selec- cionado cuidadosamente los ingredientes y condimentos; hemos cocinado a fuego lento nuestra sazón en el tiempo…

Hemos preparado para Ustedes nuestros mejores platillos.

Somos educadoras y educadores populares del Centro de Investigaciones de la Educación Liberadora (CIELO), y decidimos hacer una revista electrónica de educación y cultura.

Nos inspiramos en José Martí, educador popular y estrella del sur que nos guía, pues como seres humanos y personas, como educadoras y educadores que somos, buscamos la verdad esencial de la vida.

Fue esta la razón por la cual decidimos llamar a esta revista «ALA DE COLIBRÍ». Pues esto nos dijo Martí: “Hay un cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí”.

Así, mientras más difícil se presenta la pandemia en Oaxaca, México y el mundo, respondemos conforme a nuestra experiencia histórica de lucha y resistencia, como magisterio democrático al servicio de los pueblos de Oaxaca, donde enseñamos y aprendemos, donde encontramos sentido educativo a nuestra práctica crítica y trans- formadora, creativa y humanizadora.

Así somos, así pensamos y sentimos; así amamos, aprendemos y enseñamos; desde nuestra experiencia histórica de lucha: en Comunidad.

Descargar completa aquí: Ala de Colibrí. Revista de educación y cultura

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Libro(PDF): Miradas latinoamericanas a los cuidados

Reseña: CLACSO

La conceptualización de los cuidados en la región latinoamericana y caribeña proviene sobre todo de los análisis en torno a la división sexual del trabajo, el sistema reproductivo y el trabajo doméstico, nociones que tienen sus primeros planteos en el feminismo marxista y socialista. Las miradas en América Latina sobre los cuidados también han hecho un fuerte hincapié en el cuidado como uno de los elementos centrales de una economía alternativa y feminista pero también como un componente clave del bienestar social.

Este libro presenta una reflexión colectiva sobre los cuidados como un concepto en continuo proceso de construcción teórica, alrededor del cual surgen numerosos interrogantes que subsisten en torno a su definición y delimitación. Al mismo tiempo esto lo vuelve un campo fértil de investigación.

La colección Miradas Latinoamericanas. Un estado del debate tiene como objetivo relevar las novedades teóricas, metodológicas y temáticas en diversos campos del saber, tanto a través de perspectivas trans e interdisciplinares, como desde diferentes tradiciones intelectuales.

Los libros que integran esta colección reúnen trabajos que exponen las novedades y dan cuenta de las transformaciones en relación con las temáticas, abordajes, enfoques teóricos, preguntas y objetos de investigación en los campos de las Ciencias Sociales y las Humanidades, para poner en valor la originalidad, la relevancia y el impacto del conocimiento producido desde la región.

Autor (a): 

Karina Batthyány. [Coordinadora]

Karina Batthyány. Rosario Aguirre. Jeanine Anderson. Irma Arriagada. Magdalena Díaz Gorfinkiel. Màrius Domínguez-Amorós. Eleonor Faur. Natalia Genta. Helena Hirata. María Teresa Martín Palomo. Gerardo Meil. Edith Pacheco. Francisca Pereyra. Valentina Perrotta. Javier Armando Pineda Duque. Corina Rodríguez. Jesús Rogero-García. Pedro Romero-Balsas. Sol Scavino Solari. Bila Sorj. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina. México

ISBN: 978-987-722-784-0

Idioma: Español

Descarga: Miradas latinoamericanas a los cuidados

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2293&orden=&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1461

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Libro (PDF): Tajos en la tierra. Miradas sobre la explotación del ambiente y los recursos naturales en la Argentina

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

 

Insignias notorias de la gran tradición de los pensamientos de la emancipación, los conceptos de revolución y de democracia pudieron pensarse en América Latina, durante los tres primeros lustros de este siglo, en sus diversas y auspiciosas combinaciones. En ese clima de ideas, tan distinto del actual, se puso en marcha años atrás el Programa Regional Democracias en Revolución & Revoluciones en Democracia, cuyos grandes motivos no hay ninguna razón para abandonar y cuyo capítulo argentino se complace en presentar sus resultados por medio de esta serie de libros colectivos.

La llamada “crisis ecológica” es, en realidad, una crisis civilizatoria. Se percibe de distintas maneras y llega a la sociedad de distintas formas, pero todas tienen un factor común: el aumento de la degradación ambiental y el deterioro de la calidad de vida de millones de humanos acompañados por un proceso de sobreexplotación de recursos vitales para todos. Sin embargo, es muy llamativo que –más allá de la queja, la preocupación o la demanda por algún tipo de cambio–, tanto la sociedad global como las sociedades nacionales parecen dejar bajo la alfombra, o para más adelante, situaciones que luego de su impacto no se pueden soslayar o detener.

La Argentina no está ajena a esta situación. A pesar de los enormes costos ambientales y sociales generados por la economía de rapiña que se ejerce sobre su territorio y sociedad, pretende no percibirlos o incluso vilipendiarlos con perspectivas parcializadas o miradas sesgadas. En este volumen se estudian los recursos naturales, su creciente escasez y limitaciones tanto desde un análisis global como desde un abordaje sectorial de lo que hoy sucede en el país con áreas estratégicas como la agricultura, la forestación o la minería y sus interrelaciones con factores de poder, apropiación y distribución de externalidades de uno u otro grado de intensidad.

Autoras(es):

Walter Alberto Pengue. Juan Fal. [Compiladores]

Héctor Alimonda. Erika J. Barzola. Daniel Cassano. Candela de la Vega Ávila Tulián. Juan Fal. Marta S. Juliá. Walter Alberto Pengue. Delia Ramírez. Yaniel Salazar Pérez. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Ediciones UNGS

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-855-7

Idioma: Español

Descarga: Tajos en la tierra. Miradas sobre la explotación del ambiente y los recursos naturales en la Argentina

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2323&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1493

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Carlo D’Ursi: ‘Una infancia normal no la hay en sitios como Gaza’

Por: Rosana Lakunza

Yalla es un corto de ficción, basado en la historia real de cuatro niños que estaban jugando al fútbol en la playa de Gaza y un dron militar terminó con la vida de estos niños.

Carlo D’Ursi sigue inmerso en su mundo de ficción, fluctuando entre la realidad social y el entretenimiento puro y duro. hace un mes obtuvo el premio Forqué al mejor cortometraje con ‘Yalla’

Ha trabajado en series de televisión –la última, Sabuesos, en La 1 de TVE–, y ha tomado los mandos de producción o dirección de cortometrajes y largometrajes de gran contenido social como Yalla, Cartas mojadas, Tabib o Diamantes negros. Es un profesional que puede remover conciencias o hacer reír a carcajadas con una comedia negra como Jefe. Italiano de nacimiento, un día llegó a Euskal Herria, haciendo un curso Erasmus en la UPV y un máster de Marketing en la Universidad de Navarra. Su centro de operaciones ahora está en Madrid.

¿Cómo surgió la historia de Yalla?

Es la historia real de cuatro niños que estaban jugando al fútbol en la playa de Gaza y un dron militar los confundió, entre comillas, con milicianos de Hamás. El bombardeo terminó con la vida de estos niños. He recreado ese momento tan dramático quitando todos los diálogos y dejando solo la palabra yalla. También he eli- minado el color; es un blanco y negro onírico. Hay una yuxtaposición de imágenes. El blanco y negro a ras de suelo y la del dron en color.

¿Y qué sentido tiene dejar al dron en color?

Mi intención era crear una dicotomía cromática entre los que tienen recursos y están sentados cómodamente en una base militar a miles de kilómetros pilotando un dron, y los civiles a los que dispara este dron. La vida nunca será en color para los niños en Gaza.Solo podrá ser, como mucho, en blanco y negro.

¿Cuál es su pretensión?

Llamar la atención sobre las violaciones que hay de los derechos de la infancia en los conflictos armados. Por muy irónico que pueda parecer, la regla tiene unas reglas.

Resulta difícil creer que esas reglas existan…

Pero existen, e incluyen no atacar a personal civil, a personal sanitario, ni por supuesto a los niños. La infancia normal no existe en un territorio como Gaza. Después de hacer el anterior corto, Tabib, me he interesado por los derechos de la infancia en diferentes conflictos y he estado en contacto con asociaciones no gubernamentales. También es cierto que mi interés por los conflitos entre Palestina e Israel viene desde muy lejos. He investigado sobre ellos desde que era un adolescente.

Yalla es el retrato de un lugar horrible para jugar aun siendo niño.

Efectivamente. No solo en Gaza, hay muchos otros lugares donde jugar es una acción de alto riesgo. Fui a Belén en un viaje de prospección para otra película y conocí a un chico palestino cuyo hermano había muerto por el disparo de un militar al otro lado del muro, a donde había ido a recoger la pelota con la que jugaba al fútbol. Empecé a investigar y me encontré con que había habido varios casos de niños muertos mientras jugaban. Son los llamados casos colaterales. Durante esa investigación me encontré con el que he narrado en el cortometraje.

Muchos vemos los drones más como juguetes que como armas de guerra.

Pues la visión es al revés. El dron nace como un arma de guerra y luego se convierte en un juguete. El problema es que los drones militares son una lacra, porque no están regulados. Lo que queda claro son sus efectos en una guerra o en una zona en conflicto. Están construidos para no ser detectados por los radares, para ser invisibles, y ni siquiera se sabe de qué bando son. Causan esos daños llamados colaterales sin que haya ningún responsable. Nunca se sabe quién está detrás de uno de ellos, y estamos hablando de granjas de operadores de drones que se ocupan de moverlos desde distancias muy lejanas mientras se están comiendo un bocadillo.

¿Cree que Yalla va a llegar al corazón de alguien que tenga poder y que se intentará eliminar esos efectos colaterales?

Estoy seguro de que ha llegado al corazón de muchas personas, y eso lo ha evidenciado la última edición de los premios Forqué. Nunca tendré ni tendremos la seguridad de que las cosas vayan a cambiar, pero puedo garantizar que voy a seguir haciendo todo lo posible para que ocurra.

Ha hecho todo tipo de trabajos audiovisuales como productor, director y actor en series y películas, pero tiene especial querencia a los cortos, que parecen estar entre sus referentes.

Es cierto. Los cortos se han convertido en uno de los referentes de la línea editorial de la productora, pero no por una decisión de carácter empresarial; es más bien una decisión mía, una decisión humana.
Los cortos te permiten un espacio de libertad. Cuando producimos series o largometrajes no tenemos el mismo espacio de libertad. En el momento en el que intervienen presupuestos mucho más altos y están presentes diferentes empresas, hay que mediar entre todos los objetivos.

¿Le satisface más un corto?

Me satisfacen más los proyectos bien hechos, las buenas historias y las cosas bien contadas. Un corto supone un paréntesis de libertad que me puedo conceder, un espacio en el que pienso continuar viviendo.

¿Siente pasión por los temas sociales?

Siento pasión por contar historias. Dentro de las posibilidades que te ofrece el mundo audiovisual, podemos trabajar desde los temas sociales al entretenimiento puro y duro. Poder contribuir al desarrollo cultural y ético de un país produciendo cortos y películas de carácter social me hace vibrar y sentir que estoy cumpliendo con mi cometido como ciudadano, pero no es lo único a lo que me dedico. De hecho, tengo Diamantes negros, un drama social, pero también tengo Jefe, una comedia negra que está en Netflix. Hay cosas muy diferentes en mi currículo y todas pueden caber en mi sumario de intenciones.

¿Qué significa el termino Yalla?

Quiero aclarar que Yalla es un corto de ficción, no un documental. Hemos recreado lo que pasó en aquella playa, pero no lo hemos reconstruido. Yalla significa vamos, así que tiene diferentes significados, que van desde un grito de ánimo a un imperativo. Decidí reunir todos los significados en un único grito.

¿Qué más proyectos tiene?

Soy un hombre con la cabeza en el aire y los pies en la tierra. No puedo hablar de lo que no sé si voy a poder entregar. Próximamente vamos a estrenar Retrato de mujer blanca con pelo cano y arrugas, película que está protagonizada por Blanca Portillo, Imanol Arias, Ana Wagner y un servidor.

Es usted un renacentista que lo hace todo: producir, escribir, dirigir e interpretar.

Vivo en el ecosistema del audiovisual desde que tengo 11 años. Tengo siempre diferentes proyectos y distintas posibilidades que aportar, y lo que hago es poner al servicio del proyecto mi mejor versión. Me siento muy cómodo en los diferentes puestos que puedo realizar y voy a seguir viviendo
así. Llevo años haciendo todo eso que dices y todos mis proyectos me han llenado mucho.

Otro trabajo suyo ha estado nominado este año a los Goya, Cartas mojadas.

Sí, y no pudo ser. Cartas mojadas es la voz que acompaña al barco de la ONG Open Arms. Surge del fondo del mar. Son todas esas cartas que muchas madres escriben a sus hijos cuando comienzan la aventura de buscar un mundo, entre comillas, mejor. Este documental se ha rodado a lo largo de los últimos cinco años y trata sobre la crisis migratoria. Narra la odisea de las diferentes mujeres que han intentado cruzar el Mediterráneo, algunas con más suerte que otras.

No ha podido ser, pero, ¿qué significa un premio?

Significa mucho, pero estoy convencido de que también son un engaño para el ego. Te seducen mucho y a veces lo hacen malamente.

Acaba de recibir el premio Forqué, así que tendrá el ego más que seducido.

Ja, ja, ja… Muchas veces la gente confunde el premio con la tarta. El premio es la guinda sobre la tarta, pero no hay cumpleaños si no hay tarta. Hay que tomarse los premios en su justa medida. Lo que importa es lo que has querido contar y mostrar, la tarta, y lo digo desde el punto de vista de quien ya ha pasado por ello.

¿Sufre su ego ante un Goya perdido?

No. El trabajo de Cartas mojadas ya está hecho y se ha contado lo que en su momento queríamos. Hace años que mi ego ya no sufre, pero sí que ha sufrido en otras ocasiones y ya he aprendido a dejar de sufrir. Disfruto con el trabajo que hago, y me siento muy bien tanto cuando mis audiovisuales se meten de lleno en el mundo social como cuando hago reír a la gente con una comedia.

 

Fuente: www.noticiasdegipuzkoa.eus

Ver Trailer Yalla:

 

Fuente e imagen: https://palestinalibre.org/articulo.php?a=77073

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Consideraciones clave para el activismo hoy: charla de apertura para una conferencia nocturna sobre resistencia

Por:  Ángel Sanz Montes*

Reproducción de la charla que dio Lieven de Cauter [9] en la apertura del acto “una conferencia nocturna sobre el activismo”.


Tenemos que aprender a mirar la historia de los movimientos de protesta como olas u oleadas.


Tenemos que aprender a mirar la historia de los movimientos de protesta como olas u oleadas. Quienes afirman que la nueva generación ya no está en la calle tienen poca memoria. Olvidan una de las constelaciones más importantes para una reflexión sobre el activismo hoy: el año 2011, fue el año del manifestante según la revista Times. Piense en los indignados y Occupy Wall Street, … alimentados, curiosamente, por la Primavera Árabe, la Plaza Tahrir en Egipto. Recuerdo bien, “‘Everywhere Tahrir Square!”[1] , ese año fue mi eslogan. De hecho, esa fue una segunda ola de protestas anticapitalistas que comenzaron en Seattle en 1997 y culminaron en un amplio movimiento antiglobalización distinto a los pasados y famosos enfrentamientos en Génova y otros lugares, pero también en el Foro Social Mundial, con su apogeo en Porto Alegre, Brasil. (El FSM todavía existe hoy, pero ha perdido mucha importancia) [N.d.T.: Lieven no nombra los movimientos en España que acabaron en la marcha sobre Madrid, y en general “el 15M” y la “Spanish Revolution”] … Lo que a su vez fue una consecuencia de las protestas del mayo del 68 … Entonces, de hecho, hay protestas. Aquí también, en los Países bajos. Las protestas contra TTTP y CETA, los acuerdos comerciales con Estados Unidos y Canadá respectivamente, también deben verse como sucesores de las diferentes protestas antiglobalización. Como demuestran Negri y Hardt, las diferentes protestas antiglobalización vienen en oleadas. Es parte de la imagen del mundo que nos dan los principales medios de comunicación que nos hace pensar que la protesta es mucho más algo del pasado.

Tenemos que aprender a mirar la historia de los movimientos de protesta como oleadas. Y esto da perspectiva, nos enseña que hay continuidad bajo las aparentes derrotas o fracasos. Por otro lado: también debemos aprender a ver nuestras victorias. Pero también hay malas noticias: también hay olas populistas de derecha (en la década de 1930 y así sucesivamente), y lo que ahora estamos experimentando es una marea primaveral de populismo de derechas: Trump, Le Pen, Wilders, Orban, Bolsonaro [N.d.T.:Agregado por T.] etc.

 

¿Qué hacer?. Surge la pregunta: ¿Cómo podemos resistir?

Trataré entonces de enumerar una serie de líneas, formas y métodos del activismo actual:

1.─ El redescubrimiento de los bienes comunes

El redescubrimiento de los bienes comunes es uno de los eventos más prometedores de nuestro tiempo. Es hora no tanto de resistencia como de transición, “prácticas del procomún” (RAE)”, (o prácticas comunitarias) con las cuales podemos abordar, tal vez no resolver, pero sí abordar los increíbles desafíos que enfrentamos: cambio climático, súper diversidad, migración. Debemos aprender a ver el mundo desde el punto de vista de los bienes comunes: tanto lo local como lo global, ambos privado, un jardín de la ciudad o una red eléctrica local o los paneles solares, y lo universal, como los océanos, el cielo pero también lenguaje, ‘naturaleza’ así como ‘los bienes comunes digitales’. El redescubrimiento de los bienes comunes es la utopía que necesitamos. Autoorganización y preocupación por el bien común contra la privatización de todo y contra la retirada (o desmantelamiento) del estado. Código abierto, Peer2Peer, “Repair” cafés, jardinería y huertos en la ciudad, etc. El regreso de los bienes comunes también va en oleadas, según el historiador Tine De Moor (hubo una ola a principios del siglo XVI, asociada con el nombre Morus o Moro (Les suena?), y también una ola en el siglo XIX: el mutualismo del movimiento obrero). Importante ver eso. El redescubrimiento de los bienes comunes es siempre una respuesta a una ola de restricciones, a principios del siglo XVI era la cerca de los pastos para las ovejas, ahora lo son la privatización de todo, del conocimiento, de las semillas, de los servicios públicos, de todo lo público y de todo bien común. La defensa del procomún, tanto de la biosfera como el bien común cultural y la creación de bienes comunes (código abierto, etc.) es uno de los temas más importantes de nuestro tiempo (lo hemos dicho y escrito muchas veces, pero tenemos que seguir repitiéndolo).

2.─ Las protestas y los movimientos civiles autoorganizados en todo el mundo son una novedad

Las protestas y los movimientos civiles de autoorganización en todo el mundo son una novedad. Forman parte de la globalización digital. No es necesario creer en el poder revolucionario de la multitud, la multitud de Negri y Hardt, para ver que Internet, o más ampliamente la sociedad en red, ha llevado a la aparición de nuevas formas de organización de movimientos sociales. Creo que la autoorganización en redes horizontales es una novedad en la historia del activismo, aunque pensar en oleadas también podría ser el mensaje. Los sindicatos, las sufragistas, por supuesto, también intentaron hacer redes, pero eran principalmente “círculos” (basados en la proximidad, la fábrica o el círculo de conocidos de mujeres), y en su mayoría jerárquicos.

Cuán grande es esa diferencia, requeriría un tratamiento por separado. Requeriría bastante teoría de los medios, historiografía o sociología de los movimientos sociales … ¿Es un salto cualitativo? Tal vez sí. Puede comunicarse en todo el mundo, hay activismo global por primera vez. La manifestación más grande de todos los tiempos, la manifestación contra la invasión ilegal de Irak, el 15 de febrero de 2003 (debería ser conmemorado como día festivo), reunió a 30 millones de personas en todo el mundo, que solo podían organizarse a través de Internet y las nuevas redes sociales (entonces principalmente correo electrónico, creo). La velocidad con la que, por ejemplo, las marchas de las mujeres contra Trump (y por los derechos de las mujeres) se organizan en todo el mundo, era completamente impensable antes de Internet y las redes sociales. En 3 meses, por iniciativa de una abuela de Hawai en Facebook, si es que puedo aún creer en los periódicos y si no me equivoco. Acciones virales. Las redes y la acción viral son el futuro.

3.─ Los nuevos movimientos ciudadanos son democracia en acción.

Los nuevos movimientos ciudadanos son democracia en acción. Los movimientos ciudadanos son una forma de amplia “democracia radical”, “a la Mouffe[2].” Rancière dice que la democracia es la forma de gobierno de aquellos que no deben gobernar (aquellos que no tienen derecho a gobernar). Por lo tanto, esta democracia también es siempre incompleta, la inclusión nunca es total… Después de las mujeres las minorías ahora también deben involucrarse en la democracia, y la democracia siempre debe ser defendida y aplicada nuevamente. Los movimientos sociales y los activistas juegan un papel importante en esto. Tomemos, por ejemplo, en Bélgica, el caso «Oosterweel» (Staten Generaal y Ademloos), dos grupos de acción derrotaron al gobierno y sus planes para el gigantesco puente Lange Wapper, en Amberes. Con un amplio consenso desafiaron, con éxito, al Consejo de Estado para que el conflicto acerca de la ruta Oosterweel ─un punto muerto (para el tráfico)─ condujese al diálogo y a una mejor solución, al cerrarse el anillo de comunicaciones por un punto más alejado de la ciudad. Hasta el momento de que se dicta esta charla, los activistas han participado activamente en el proceso de planificación…

Manifestación en Concepción – Chile, Octubre 2019

4.- La importancia de las ciudades

Todo lo dicho anteriormente nos lleva a visualizar la importancia de las ciudades: el activismo urbano en todas sus formas es uno de los fenómenos más emocionantes de nuestro tiempo: desde las sentadas en protestas hasta urdir guerrillas, ocupación temporal y protestas de todo tipo, intervenciones festivas y lúdicas en lugares específicos… Las ciudades son nuevos puntos de anclaje para la identidad colectiva (social y política) y la ciudadanía y, por lo tanto, tienen un nuevo significado para los activistas. Los movimientos urbanos son locales, pero también hay redes de ciudades, el caso de alcaldes contra el cambio climático … Nos llevaría demasiado lejos para profundizar en esto, pero me gustaría referirme al trabajo de Eric Corbijn y Benjamin Barber, pero también se puede pensar en el trabajo de Henk Oosterling y su Rotterdam Vakmanstad, en el que la educación y la educación ecológica deben hacer que los niños y los jóvenes, además de ser profesionales, también sean ciudadanos del mundo.

5.─ La mayoría de los nuevos movimientos civiles son noviolentos

La mayoría de los nuevos movimientos civiles son noviolentos pero…: la desobediencia civil es el camino y vale la pena. La desobediencia civil es de hecho una forma de resistencia (y no solo de compromiso), que todavía es más válida hoy. Rinde frutos, porque crea un hecho que vale más que cien artículos de opinión. Doy el ejemplo de la llamada “Guerra de la Patata” como un caso emblemático. Barbara Van Dyck fue despedida de la Universidad de Lovaina (KU Leuven) a principios de junio de 2011 por defender la destrucción simbólica de un campo de prueba de OGM (organismos modificados genéticamente) con patatas genéticamente modificadas en Wetteren (el 28 de mayo de 2011). Junto con once de sus partidarios del Movimiento de Liberación del Campo, también Bárbara sufrió un juicio por nada menos que “bendevorming” (N.d.T.: “formación de pandillas” – o crimen organizado en el código penal). Si bien, ella ha sido reinstalada (por un nuevo rector) en la Universidad de Lovaina. Los 11 activistas fueron condenados por violencia y destrucción de propiedad, pero al menos no por crimen organizado. Resultados: por toda la eternidad y por un día, muchas cosas están en el mapa simultáneamente: el conflicto de intereses entre universidades y multinacionales y la privatización del conocimiento, la neoliberalización de la universidad (que resultó finalmente en el Manifiesto por la Slow-Science), y por último, pero no menos importante, la conciencia pública de los peligros de los OGM. La lección es clara para mí: ¡la noviolencia y desobediencia civil valen la pena!

Sentada de protesta en Concepción – Chile, Octubre de 2019

6.─ El boicot como forma válida de acción política no violenta

El boicot es una forma válida de acción política no violenta, o más bien: un medio no violento de presión. Un ejemplo es el movimiento BDS (Boicot, Inversión y Sanciones) contra la política de ocupación, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y los crímenes de guerra de Israel.

Me centro en BACBI[3]: el boicot académico y cultural belga a Israel. La primera campaña tuvo lugar en mayo de 2015 cuando el centro de arte de Gante, CAMPO, quería participar en el Festival de Israel en Jerusalén con una pieza de la creadora teatral Miet Warlop. Después de una carta abierta y las respuestas de varias personalidades, Warlop y el centro cultural CAMPO, finalmente decidieron retirarse del Festival de Israel.

La segunda campaña fue en mayo de 2016: en una carta abierta al rector de la Universidad de Gante, cincuenta profesores protestaban contra la cooperación de la UGent con Technion – Instituto de Tecnología de Israel y con Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI). Technion: el Instituto de Tecnología de Israel es más que cualquier otra universidad entrelazada con el complejo militar-industrial de Israel. Está a la vanguardia de la innovadora tecnología militar de avanzada. Israel Aerospace Industries (IAI), propiedad del gobierno y una de las grandes compañías de armas de Israel, tiene una estrecha asociación con Technion. Produce armas a medida para el ejército. Esto incluye la producción de drones militares.

Una tercera campaña de BACBI se opone al proyecto de investigación ‘Law Train’, una cooperación del Servicio Federal de Justicia y el KU Leuven con la policía israelí y la universidad israelí Bar Ilan. El proyecto de investigación se refiere a técnicas de interrogación de personas arrestadas, tiene un valor total de más de 5 millones de euros y está financiado a través del fondo Horizonte 2020 de la Unión Europea. Además de Bélgica, España y Portugal también están involucrados. Este último país se ha retirado desde entonces. En septiembre de 2016, unos treinta académicos de la Universidad de Lovaina(KU Leuven) escribieron una carta abierta a su rector Rik Torfs. BACBI apoyó esta acción, pero no fue quien tomó la iniciativa esta vez (ya que no se basó en el argumento del boicot, sino en los derechos humanos). Después de dos años de acción, con un grupo de profesores y activistas locales de Lovaina (Leuven), el nuevo rector decidió no prolongar la colaboración. Es importante tener en cuenta que BDS es un movimiento global que actúa localmente pero que quiere tener un efecto en el Medio Oriente. Este es un buen ejemplo de una enseñanza importante para los activistas: Piensa global, actúa local.

Cartel de la petición de cientos de artistas y académicos belgas instando al gobierno a que finalice su participación en un proyecto de la UE que coopera con la Policía Nacional de Israel.

7.─ La defensa de la libertad de expresión y el imperio de la ley es y sigue siendo una tarea urgente

La defensa de la libertad de expresión y el imperio de la ley es y sigue siendo una tarea urgente, particularmente frente al estado de excepción llamado la guerra contra el terrorismo. Desde el 11/09, el activismo ha sido sistemáticamente criminalizado. Artículos de opinión, polémicas en la prensa, juegan un papel muy importante en estos casos, a menudo demandas judiciales. Tanto durante la guerra de la patata, hubo docenas de artículos de opinión y polémicas (en las que participó el abajo firmante) y también, muy recientemente, la renuncia de Abou Jajah. Dyab Abou Jahjah, quien después de sus apuros con la editorial “De Bezige Bij” (donde algunos autores del editor no querían que se publicara un libro suyo) fue despedido recientemente como columnista en De Standaard, porque llamó a un ataque contra soldados israelíes con un camión un acto de resistencia. “Por cualquier medio necesario. #FreePalestine”, había tuiteado y luego “la violencia contra los soldados de una ocupación ilegal es resistencia según el derecho internacional”. Su “Por cualquier medio necesario” se consideró un llamado a la violencia, pero en realidad era una cita del derecho internacional. El “ancho de banda” de la libertad de expresión es muy limitado cuando se trata de Israel (véase mi artículo del mismo nombre en el sitio web De-Wereld-Morgen). Está garantizado que la sala se dividirá tal como el Mar Rojo si entramos en esto. Pero da igual si uno está de acuerdo con él o no: su derecho a la libertad de expresión debe ser defendido. Incluso cuando se trata de Israel. En Francia, llamar al boicot ya es punible como antisemitismo. Y esa es la tierra de Voltaire, realmente inimaginable. El derecho a la libertad de expresión es el derecho a una opinión equivocada. Como dije, defender la libertad de expresión es también una tarea eterna, la tarea central del intelectual público, ciertamente en estos tiempos de medidas antiterroristas en las que el estado de derecho se defiende aboliendo el estado de derecho, o al menos restringiéndolo.

8.─ La “profesionalización” del activismo me parece una transformación o desarrollo muy importante en la metodología contemporánea del activismo y los movimientos sociales

La “profesionalización” (o especialización) del activismo me parece una transformación o desarrollo muy importante en la metodología contemporánea del activismo y los movimientos sociales. Se trata de coaliciones o círculos verdaderamente transdisciplinarios entre grupos e individuos muy diferentes, lo que produce muchos procesos de aprendizaje e intercambios de conocimiento en el interior de esos ámbitos de participación (aquí también, la sociedad del internet y las redes está dando sus frutos). Uno puede pensar en la guerra de la patata ─que os mencionaba─, donde profesores, científicos, bioingenieros, agricultores orgánicos, ciudadanos preocupados, ONGs como Greenpeace y políticos (del partido ecológico ¡Groen!), se encuentran, se apoyan y se refuerzan mutuamente. Y aprenden unos de otros. La filosofa de la ciencia belga, Isabelle Stengers, que estuvo involucrada tanto en la guerra de la patata como en el Manifiesto de la Slow-Science, habla en sus escritos de manera que me resultó cautivadora sobre “aprender a pensar y actuar juntos”, y “practicar juntos el arte de prestar atención”. El caso Oosterweel mencionado anteriormente sigue siendo un espléndido ejemplo de tal “profesionalización” y de esas coaliciones transdisciplinarias. Activistas urbanos que paran un gigantesco proyecto de construcción apoyado con una enorme maquinaria del estado, donde la corporación municipal y el gran capital están detrás. El poder de detener licencias y peticiones, pedir referéndums, manifestaciones, rutas alternativas elaboradas, quejas al Consejo de Estado, etc, significa que hay especialistas en marketing, arquitectos, urbanistas, ciudadanos, abogados, trabajando juntos y reforzándose mutuamente y el movimiento Ringland es la coronación del mismo, aunque puede ser que se produzca un estancamiento para que no pase nada.

El resultado, el efecto final de las protestas civiles, del activismo es siempre incierto y las victorias pueden convertirse en victorias temporales, pero a menudo hay más influencia a largo plazo de lo que parece. A menudo invisible, en el lecho del río de la historia (local) se ha movido una piedra. La conciencia, sí, también el impacto teórico de esas temporalidades, el impacto lento de las acciones a menudo de corta duración, puede ser parte de la “profesionalización” o especialización de los movimientos civiles. También necesitamos aprender (y esa es una tarea para académicos comprometidos o académicos activistas) para ver victorias e influencias indirectas, para ver el impacto indirecto de eventos, como la guerra de la papa, como el nuevo movimiento antiglobalización, como los indignados, que trabajaron en Podemos y Syriza y, en cierto sentido, también en nuestro local Hart boven Hard[4].

9.─ Coaliciones entre las pequeñas acciones locales y los grandes movimientos sociales

Las pequeñas acciones locales y los grandes movimientos sociales deberían idealmente formar coaliciones. También debemos tomar en serio la “resistencia menor”. Aquí pongo a Parckfarm como ejemplo: un parque público de Bruselas en una antigua trinchera ferroviaria, una pieza post-industrial de paisaje urbano romántico, con jardines populares para el vecindario, un gallinero, una colmena, un baño seco, un gran huerto comunitario lleno de hierbas comestibles y el conservatorio, como un lugar de parada para todo tipo de grupos, que trabajan en actividades de barrio (y jóvenes) y comida orgánica y cadenas de producción cortas. Parckfarm: un conjunto de bienes comunes bajo los auspicios del BIM[5], el Instituto de Bruselas para el Medio Ambiente, pero dirigido por residentes y voluntarios locales, donde ocurren todo tipo de cosas hermosas, que son buenas para el vecindario y buenas para el medio ambiente, y uno a través del otro, y viceversa, eso es hermoso … No salvará al mundo, pero sigue siendo un paso muy concreto aquí y ahora, de ahí que lo he bautizado con bastante optimismo como una ‘utopía concreta’ (ese era el título de mi pieza al respecto: ‘Parckfarm como una utopía concreta‘). La lección que aprendí fue esta: una utopía concreta puede unir a las personas y conectar la micro y macro política, la super-diversidad y la ecología, los dos principales desafíos del siglo XXI. Este tipo de micropolítica funciona “globalmente”. Piensa global y actúa local, sigue siendo el mensaje, que también llaman una utopía “glocal”.

Una segunda lección del caso de Parckfarm para mí, personalmente: es la tarea de dar publicidad intelectualmente a estas iniciativas frágiles, apoyando esto discursivamente al reflexionar sobre ello como un compañero de viaje. Creo que esto también es una contribución importante (aunque puede ser una ligera excusa por mi falta de pericia o “dedos verdes” y mi renuencia a todo lo que es práctico). A riesgo de promover la gentrificación con esa publicidad y atención (ver mis reflexiones sobre el activismo urbano en otros lugares). Pero Parckfarm se está sembrando en toda clase de formas en la ciudad … La piscina, reciente, es una especie de continuación: una piscina móvil en el verano para reunir a todas las personas a través de niños de barrios desfavorecidos y dar a los lugares subutilizados algo de aura … Tenemos que ver este tipo de dispersión, este tipo de impacto temporal y sí, de hecho, tenemos que investigarlo (he estado haciendo esto durante años con estudiantes, hoy en día, en el departamento de arquitectura, se están escribiendo doctorados sobre activismo y movimientos sociales urbanos).

Debemos continuar trabajando en una coalición de los pequeños compromisos e iniciativas a menudo apolíticos y el panorama general, el verdadero activismo político de los grandes movimientos sociales. ‘Klein Verzet’ (como lo llamó Tine Hens, lo que significa al mismo tiempo resistencia pequeña, equipo pequeño y entretenimiento pequeño) en las grietas del capitalismo y movimientos importantes como las Marchas por el clima, pueden cambiar el rumbo … Mouffe[6] llama a este tipo de coalición las “equivalences des luttes”, la equivalencia de las luchas: “Hart boven hard” intenta, por ejemplo, agrupar las protestas de los mundos culturales y sanitarios y el sistema de bibliotecas y de los sindicatos de toda la sociedad, un movimiento maravilloso que no se veía en los países bajos y reúne prácticamente a todos los actores del ‘centro del campo’ (como lo llamamos) contra las políticas de austeridad y ‘políticas duras’ … una única que aún se está ampliando … Ringland, un movimiento que discute la carretera de circunvalación de Amberes, también es una coalición tan amplia de urbanistas, trabajadores sociales, organizaciones activistas como Staten Generaal y Ademloos (sin aliento) y arrastran, sobre todo una gran multitud. Si organizan algo, aparecen unas 20.000 personas.

Todo bien, te escucho pensar, pero ¿qué hacer con Wilders y otros populistas en Europa y más allá? ¿Qué hacer con la ola de protestas antiglobalización del populismo de derecha, que tiene a América y Europa bajo control? Yo no lo sé. Las recientes marchas rosadas de “Pussy hats[7] señalan el camino: las equivalencias entre los derechos de las mujeres, las vidas negras importan (BLM), todo tipo de problemas se conectaron en un movimiento amplio.

Debemos seguir intentándolo: la manifestación mundial de las mujeres, un día después de la investidura de Trump en 20 de enero de 2017, causó un gran impacto. Quién sabe, con Trump se pueden unir las fuerzas de aquellos que luchan por la justicia, los derechos humanos (y por lo tanto por los derechos de las mujeres y las minorías) y aquellos que están comprometidos a salvar el planeta, etc. Debemos continuar expandiendo coaliciones y buscando puntos en común: como en el concepto de justicia climática: vinculando justicia, ecología y derechos humanos. Ponerle corazón y pasar por encima de lo difícil pero luego mundial. Quién sabe. La marcha feminista del “sombrero del gato rosa” (pussyhat) es un movimiento global  ciudadano auto organizado bajo la bandera de los bienes comunes. Quién sabe. [También es interesante la rapidez con que esta ola ha desaparecido, esta conferencia de 2017 ha envejecido … ¿o es que nuestra memoria del movimiento social es corta?]

10.─ El “activismo estructural” o el “consejo/círculo activista” 

El “activismo estructural” o el “consejo/círculo activista” pueden ser una necesidad. Si saco las conclusiones de lo anterior (y preparo una guía sobre profesionalización y coaliciones), llego a esa observación casi desconcertante … El activismo es importante, pero, de todos modos, tiene un impacto modesto y, a menudo, lento, ciertamente en los problemas globales. La política, en sentido estricto, sigue siendo extremadamente importante; el reformismo de las estructuras tendrá que producirse a través de la política, los partidos, los Estados y las negociaciones.

¿La transición o la catástrofe? Eso finalmente se resolverá políticamente. La intervención estructural en el capitalismo, por ejemplo, obligándolo a cambiar a una economía de emisiones cero, es urgente. No podemos primero abolir el capitalismo (si hay consenso) y luego salvar el planeta, solo podemos esperar que haya suficiente voluntad política para forzar al capitalismo a través del activismo civil para que ese propio activismo se convierta en “política real”. Las ONGs que participaron en la mesa de la conferencia climática de París lo han entendido correctamente y están haciendo lo que me atrevería a llamar “activismo estructural” o estructurado.

Desde un punto de vista puramente político, quizás solo la línea que va desde Sanders pasando por Corbyn hasta Podemos y Syriza hasta “Hart boven hard”[8] contiene los vagos contornos políticos de una alternativa política real, pero el activismo estructural es por el momento una opción mucho más segura. Sentarse con los bancos para convencerlos de que se retiren de las inversiones en combustibles fósiles, por ejemplo. Eso es lo que necesitamos, de todos modos. Eso es consecuencia de la transdisciplinariedad, la profesionalización del activismo y la formación de coaliciones y la búsqueda de equivalencias, con la esperanza de concretar algo estructuralmente. Las decisiones de la conferencia climática de París son, en ese sentido, pese a todas las dudas e incertidumbres, un punto brillante. Algunos llaman a este activismo estructural “resistencia desde adentro”. Quizás esa sea también y, sobre todo, la resistencia que necesitamos hoy.

¿Conclusión?: El propósito de todo activismo sigue siendo claro hoy: la defensa de los bienes comunes (tanto locales como globales, privados y universales, naturales y digitales) y los derechos de los comuneros (los Derechos Fundamentales, Derechos Humanos, Sociales y Sostenibilidad ambiental). En cada acción activista, en cada “práctica de comunión” hay una chispa utópica. El sistema mundial tal como funciona actualmente (o mejor dicho como “no-funciona”) es insostenible, tanto ecológica como socialmente. Tenemos que hacer algo de todos modos. No hacer nada no es una opción. Mi lema sigue siendo: “pesimismo, en la teoría, optimismo en la práctica”.

Por Lieven de Cauter [9]

Lieven De Cauter es un filósofo belga, historiador del arte, escritor y activista. Enseña filosofía de la cultura en el Departamento de Arquitectura de KU Leuven y RITCS (Royal Institute for Theatre, Cinema & Sound). Traducción: Leonardo Agurto Venegas

Notas:

[1]  N.del T: rima en Inglés, pero quiere decir “¡En todas partes plaza Tahrir!”
[2]  N.del T.: Hace referencia a la filósofa y politóloga belga Chantal Mouffe (Charleroi, 1943).
[3]  BACBI: BELGIAN CAMPAIGN FOR AN ACADEMIC AND CULTURAL BOYCOTT OF ISRAEL.
[4]  http://www.hartbovenhard.be/
[5]  BIM: Brussels Instituut voor Milieubeheer/NdelT: Instituto de Bruselas para la gestión medioambiental.
[6]  Se refiere a Chantal Moufee, Científica y política belga.
[7]  https://www.pussyhatproject.com/
[8]  http://www.hartbovenhard.be/
[9]  Lieven De Cauter es un filósofo belga, historiador del arte, escritor y activista. Enseña filosofía de la cultura en el Departamento de Arquitectura de KU Leuven y RITCS (Royal Institute for Theatre, Cinema & Sound). Ha publicado más de una docena de libros: sobre arte contemporáneo, experiencia y modernidad, sobre Walter Benjamin y más recientemente sobre arquitectura, ciudad y política. Además de esto, publicó poemas, columnas filosóficas, declaraciones, panfletos y artículos de opinión en periódicos y en sitios web de noticias en línea. De Cauter fue el fundador de los “juristas angustiados”, quienes formaron la base del primer juicio contra el Vlaams Blok (el partido de extrema derecha en Bélgica); él es el fundador del Tribunal BRussels, un tribunal popular contra la invasión y ocupación de Iraq (y posteriormente) la red de activistas internacionales); fue miembro fundador de la plataforma para la libertad de expresión, que se enfrentó a los excesos de la guerra contra el terrorismo en Bélgica; fue miembro del comité de acción Barbara van Dyck, Slow Science Movement, Vooruitgroep y ahora el equipo de pensamiento de Hart sobre Hard; Recientemente fundó BACBI (Boicot académico y cultural belga de Israel). Sus últimos libros en inglés son: La civilización capsular. Sobre la ciudad en la era del miedo (2004); Heterotopia y la ciudad. Espacio público en una sociedad postcivil (2008), coeditado con Michiel Dehaene, también están Art and Activism in the Age of Globalization, coeditado con Karel Vanhaesebrouck y Ruben De Roo (2011), y Entropic Empire. Sobre la ciudad del hombre en la era del desastre (2012). Vive y trabaja en Bruselas.

  • Ángel Sanz Montes
    Informático. Gestor de proyectos. Lector, paseante, escritor a ratos y fotógrafo ocasional. Residente en Ferrol (España).

Fuente e imagen: https://www.pressenza.com/es/2021/03/consideraciones-clave-para-el-activismo-y-la-resistencua/

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Libro (PDF): Visiones del futuro desde la cuarentena

Por: Alberto Rodríguez Álvarez

Esta investigación se orienta a construir un mapa de las visiones del futuro que ha originado las situaciones generadas por el virus y que han sido publicado durante el tiempo de la cuarentena.

Presentación o ruta del recorrido

 

Comienzo del año nuevo chino, es noticia el surgimiento de una nueva enfermedad: el “Virus de Wuhan”. Enseguida resulta políticamente incorrecta esta denominación, pues estigmatiza al Gobierno Chino y pasa a denominarse “Covid 19”. Comienza una pandemia (para luego denominarse sindemia) y con ello situaciones y acciones que originan un debate de ideas sobre qué hacer, que va a pasar y qué lecciones se están aprendiendo.

Desarrollándose una diversidad de puntos de vistas, énfasis diferentes sobre los hechos presentes y posibilidades futuras, consideraciones tomadas en cuenta en contraste a ausencias que no entran a la discusión pública.

 

Esta investigación se orienta a construir un mapa de las visiones del futuro que ha originado las situaciones generadas por el virus y que han sido publicado durante el tiempo de la cuarentena, que ha durado más de lo previsto inicialmente. El centro de esta sistematización es la diversidad de los planteamientos, tanto desde los aspectos que se analizan, como de los puntos de vista que se plantean.

 

La metodología empleada es una sistematización de la documentación seleccionada en tres fases: una fase analítica donde se realizan la selección de las unidades de información a trabajar, una fase deductiva donde se clasifican y relacionan las unidades de información, cerrando con una fase reflexiva de ausencias y conclusiones. Esta sistematización, a su vez organiza la información en diferentes tiempos en que se ha dividido la información desde el origen de la pandemia hasta la actualidad.

 

Descarga el libro:  Visiones del futuro desde la cuarentena     en PDF

 

Alberto Rodríguez Álvarez es coordinador de la especialidad de Sociología de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/210798

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