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Libro(PDF): «Arte y ecología política»

Reseña: CLACSO

En la literatura, las artes plásticas y el cine, igual que en la acción democrática, lo que está en juego es la posibilidad de alterar las formas hegemónicas de experiencia del mundo y así dar visibilidad a todo aquello que suele ser excluido de los marcos consensuales de percepción.

En Argentina y a lo largo de América Latina, la reciente expansión de la frontera extractiva ha puesto en jaque los derechos territoriales y la salud colectiva. Es preciso poner en discusión esa lógica sacrificial que subordina la vida humana y no humana a la apropiación y explotación intensiva de la naturaleza. Es una tarea que requiere repoblar nuestra imaginación para hacer lugar a mundos alternativos. Arte y ecología política constituye el primer volumen de su tipo pues reúne ensayos, crónicas e investigaciones que bucean en diferentes aspectos estéticos y expresivos que hacen espacio a otras formas de vivir más justas y sustentables.

Autor (a): Gabriela Merlinsky. Paula Serafini. [Editoras]

Gabriela Merlinsky. Paula Serafini. Silvana Buján. Eduardo Molinari. Azul Blaseotto. Aurelio Kopainig. Julia Mensch. Pablo D’Alo Abba. Abelardo Cabrera. Juan Pablo Lepore. Yasmín Dávalos. Felipe Gutiérrez Ríos. Iconoclasistas. Julián Pellegrini. Anahí Méndez. Gabriela Massuh. Florencia Tola. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. IIGG – Instituto de Investigaciones Gino Germani.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-950-29-1858-7

Idioma: Español.

Descarga: Arte y ecología política

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2225&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1419

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Boxing Sisters: un club deportivo para curar a la yazidíes refugiadas

Reseñas/10 Septiembre 2020/elpais.com

Este grupo de jóvenes se hacen llamar Hermanas del Boxeo, pues esta actividad las ha ayudado a recuperarse de la pérdida de sus casas y vidas, de la violencia del Estado Islámico que las empujó a huir hasta acabar engrosando el censo de desplazados en el campo iraquí de Rwanga

Para aprender a boxear, a Husna le basta con una caseta pequeña y mal iluminada. En el campamento de refugiados de Rwanga, donde vive, no hay gimnasio. Durante una hora al día, ella y sus «hermanas boxeadoras» convierten este barracón en su club deportivo. El proyecto Boxing Sisters intenta mejorar la salud física y mental de las refugiadas a través de este deporte. Lotus Flower, una organización británica sin ánimo de lucro, lo puso en marcha en 2018. La ONG trabaja en los campamentos del norte de Irak para desplazados internos y se dedica a devolver la fuerza y la confianza a las mujeres cuya vida se ha visto afectada por el conflicto y el abandono de sus hogares, que han perdido a sus seres queridos en la guerra, o que han sido testigos o víctimas de actos de violencia, también sexual.

Las mujeres del campo de refugiados de Rwanga comparten un pasado similar. Unas 15.000 personas, la mayoría perteneciente a la minoría religiosa yazidí, viven en las instalaciones desde 2014. Son familias que tuvieron que abandonar sus hogares ante el avance implacable del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL o ISIS por sus siglas en inglés).

Cuando el ISIS atacó el pueblo de Husna en Sinjar, su familia tuvo que huir dejándolo todo para salvar la vida. «A las siete de la mañana, mi tío recibió un mensaje de uno de nuestros parientes que vive en otro pueblo. Le decía que el ISIS se dirigía hacia el nuestro y que teníamos que marcharnos inmediatamente. Cuando intento recordar aquellos días, mi corazón empieza a latir tan deprisa que me cuesta respirar y me mareo», cuenta Husna. Los recuerdos siguen persiguiéndola en el campamento de Rwanga. Varias hermanas boxeadoras han perdido a sus familiares en la guerra. Otras han vivido cosas peores: el ISIS las hizo prisioneras y las esclavizó.

Ahuyentar el miedo con los puños

Ahora, Husna y varias docenas de mujeres tienen un sitio para ellas. Las clases de boxeo no tardaron mucho en convertirse en su actividad preferida.

Cathy Brown, campeona de boxeo femenino, se involucró en el proyecto desde sus comienzos. Brown promociona el boxeo como un arma terapéutica que empodera y restituye la confianza; a ello se dedica en Londres y por ello recibe el apodo de «entrenadora de almas». La deportista visitó el campamento y entrenó a Husna y a otras chicas yazidíes durante 10 días.

El proyecto tuvo una buena acogida, y fue creciendo. Docenas de refugiadas se apuntaron a los cursos siguientes. Cathy Brown y otras entrenadoras pronto reconocieron el talento de Husna, y al cabo de un año de práctica diaria, la joven se convirtió en entrenadora de las principiantes.

En su cuenta de TikTok, Husna publica a menudo vídeos de sus sesiones de entrenamiento. En ellos se la ve a ella y a sus alumnas golpear, atacar y aguantar en guardia mientras rugen, gritan y se ríen. «Aquí me siento como si tuviese una segunda familia. Todas hemos pasado adversidades parecidas, y eso nos acerca, tanto como si fuésemos hermanas», explica la joven, que también reconoce que varias compañeras y ellas misma han notado que gracias a este deporte ha mejorado su salud física y mental. Hacer ejercicio con regularidad conservaba su buen humor… Hasta que el nuevo coronavirus llegó a Kurdistán.

El coronavirus y las boxeadoras

La propagación de la covid-19 puso fin al proyecto. Los administradores del campo temían que un brote en las abarrotadas instalaciones con población vulnerable fuese catastrófico, y limitaron las actividades colectivas. También restringieron el contacto de los refugiados con las ciudades cercanas, donde cada día se informa de nuevos casos de infección. Eso significa que, por ahora, Husna y otras hermanas boxeadoras se ven obligadas a pasar el día en sus pequeñas casetas.

La joven entrenadora piensa que no se puede ahuyentar al coronavirus con los puños. «Pero no es el fin del mundo, intento aprovechar el tiempo lo mejor que puedo». Husna está muy ocupada con sus estudios. Dentro de unas semanas terminará el bachillerato, y estudiar en el campamento no es fácil. Las jornadas escolares ya eran intermitentes antes de la pandemia de covid-19. Ahora, Husna se está preparando para los exámenes finales. Asiste a clase a través de un teléfono móvil conectado a una línea de Internet muy poco fiable. A pesar de ello, la joven no pierde la motivación: «Mis notas medias son altas, y me gustaría seguir así. Quiero seguir estudiando e ir a la universidad», afirma.

Volver a vivir en zona de guerra

Husna cree que sus perspectivas de futuro son «un poco preocupantes». Su familia está pensando en volver a su pueblo, en Sinjar y empezar una nueva vida de cero. «Allí no quedó nada», lamenta Husna. «No hay colegios ni universidades».

Además, Sinjar no es totalmente seguro. Nunca lo ha sido. La patria de los yazidíes se encuentra en una encrucijada estratégica entre Siria, Turquía e Irak, y ha sido siempre campo de batalla de las guerras más cruentas. El yazidismo es una fe heterodoxa que combina elementos del sistema de creencias abrahámicas con religiones antiguas como el zoroastrismo y el mitraísmo. La religión de los yazidíes se ha utilizado históricamente como excusa para demonizar a sus practicantes y convertirlos en objetivo.

Aunque la presencia del ISIS ha sido barrida de Sinjar desde hace ya un par de años, las bombas siguen cayendo sobre los pueblos y matando a civiles. Esta vez las arroja el ejército turco en su persecución al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Al parecer, en los últimos meses los ataques aéreos turcos han matado al menos a tres civiles.

Es poco probable que las habilidades para la autodefensa que Husna ha adquirido gracias al boxeo la protejan de las bombas que caen del cielo.

«Mi familia no puede vivir eternamente en el campamento», dice. Husna es consciente de ello. No obstante, no sabe cómo podrá cumplir sus sueños en Sinjar. La violencia recurrente ha impedido el desarrollo de la zona. La guerra ha causado graves daños a las infraestructuras, y los milicianos del ISIS robaron las pertenencias y el ganado de los habitantes del pueblo y destruyeron sus casas. Con los bombardeos y las operaciones militares ocasionales de Turquía, la perspectiva de desarrollo y estabilidad sigue siendo incierta.

El campamento de Rwanga nunca fue un hogar permanente para Husna y las hermanas boxeadoras. Aun así, el breve periodo de estabilidad que la vida en él les proporcionó fue precioso para ellas. Husna terminó sus estudios y se convirtió en entrenadora de boxeo. Otras Boxing Sisters adquirieron nuevas capacidades. Su fuerza y su confianza aumentaron, y ayudaron a otras mujeres.

Pero mientras Sinjar no sea seguro, el talento y las ambiciones de Husna correrán peligro de muerte entre escombros y ataduras.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/04/planeta_futuro/1599218578_763293.html

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Un profesor único para una escuela de altura

Reseñas/08 septiembre 2020/elpais.com

Gonzalo Durand Zamalloa tiene 58 años y es profesor en Markuray, una comunidad indígena de Perú. Los inicios para él no fueron fáciles, pero su vocación ha podido con todos los obstáculos que ha encontrado a su paso. Y estos han sido muchos. Una historia inspiradora

    • Su nombre es Gonzalo Durand Zamalloa, tiene 58 años y nació en Urubamba, uno de los pueblos más grandes del Valle Sagrado de los Incas ubicado en Cuzco, en el sur de Perú. Gonzalo pisó por primera vez estas tierras al poco de nacer, y nunca se ha separado de ellas. Su sueño desde que comenzó a tomar conciencia del mundo en el que vivimos es hacer algo para que éste sea un poco mejor.Gonzalo estudió para ser docente y opositó hace 21 años por una plaza de profesor en el sistema educativo público peruano. Obtuvo buenas notas, así que pudo elegir destino. Se quedó con la escuela de Phiri, un pueblo cercano a Ollantaytambo, a media hora de donde él residía por entonces, y a pie de carretera.

      Un día estaba charlando con una compañera que no había sacado buenas calificaciones, y esta se lamentó de que le había tocado aceptar la escuela de Markuray, una alejada comunidad indígena cuyo centro educativo no tenía medios y cuyos pobladores apenas habían salido de ella. Por aquel entonces, Gonzalo tenía esposa y cuatro hijos, pero comprendió que para cambiar el mundo un ser humano no puede estar encadenado a nada y decidió, para sorpresa de su compañera, proponerle un cambio de destino. Ella no dudo ni un solo segundo en aceptar la proposición.

    •  En Perú, las tasas de analfabetismo de hombres y mujeres indígenas de las áreas rurales oscilan del 2,8% de ellos al 7,3% de ellas (frente al 0,6% y 1% respectivamente en las áreas urbanas) según datos de la División de Población de la Comisión económica para América Latina y El Caribe (Cepal). Los comienzos no fueron fáciles para Gonzalo, pues Markuray, ubicada a 3.700 metros sobre el nivel del mar, le quedaba a unas cuatro horas de camino desde su casa en Urubamba. Este hecho hacía inviable para Gonzalo llevar una vida normal, ya que no podía pasar siete u ocho horas viajando a Markuray cada día. Entonces, tomó la decisión de quedarse a vivir allí de lunes a viernes, a pesar de que eso implicaba alejarse de su mujer e hijos y que, a largo plazo, le acabaría costando su matrimonio. Otro problema que encontró es que la escuela de Markuray apenas contaba con material para la enseñanza, así que Gonzalo decidió invertir su sueldo en mejorarla, convirtiéndola así en una apuesta personal a la que dedicar su vida. Actualmente los niños de Markuray ven en este colegio un hogar y en Gonzalo a un padre y a un amigo.
      2En Perú, las tasas de analfabetismo de hombres y mujeres indígenas de las áreas rurales oscilan del 2,8% de ellos al 7,3% de ellas (frente al 0,6% y 1% respectivamente en las áreas urbanas) según datos de la División de Población de la Comisión económica para América Latina y El Caribe (Cepal). Los comienzos no fueron fáciles para Gonzalo, pues Markuray, ubicada a 3.700 metros sobre el nivel del mar, le quedaba a unas cuatro horas de camino desde su casa en Urubamba. Este hecho hacía inviable para Gonzalo llevar una vida normal, ya que no podía pasar siete u ocho horas viajando a Markuray cada día. Entonces, tomó la decisión de quedarse a vivir allí de lunes a viernes, a pesar de que eso implicaba alejarse de su mujer e hijos y que, a largo plazo, le acabaría costando su matrimonio.Otro problema que encontró es que la escuela de Markuray apenas contaba con material para la enseñanza, así que Gonzalo decidió invertir su sueldo en mejorarla, convirtiéndola así en una apuesta personal a la que dedicar su vida. Actualmente los niños de Markuray ven en este colegio un hogar y en Gonzalo a un padre y a un amigo.

    •  Gonzalo no solo se dedicó a la escuela, sino que hizo importantes gestiones para Markuray. Consiguió que se construyese una carretera para los vehículos hasta la localidad y que llegase la energía eléctrica. También logró la construcción de un campo de fútbol, una capilla, la dotación de utensilios modernos para muchos hogares, etc. La carretera no se construyó bien y en temporada de lluvia es prácticamente intransitable debido a los derrumbes, pero facilita mucho la llegada a Markuray. Gonzalo tarda unos 90 minutos en llegar a la comunidad. En época de lluvias va en moto hasta Sogma, una localidad cercana, y luego sube a pie la montaña, lo que puede llevarle hasta dos horas y media.
      3Gonzalo no solo se dedicó a la escuela, sino que hizo importantes gestiones para Markuray. Consiguió que se construyese una carretera para los vehículos hasta la localidad y que llegase la energía eléctrica. También logró la construcción de un campo de fútbol, una capilla, la dotación de utensilios modernos para muchos hogares, etc.La carretera no se construyó bien y en temporada de lluvia es prácticamente intransitable debido a los derrumbes, pero facilita mucho la llegada a Markuray. Gonzalo tarda unos 90 minutos en llegar a la comunidad. En época de lluvias va en moto hasta Sogma, una localidad cercana, y luego sube a pie la montaña, lo que puede llevarle hasta dos horas y media.

    • Julián Sueldo, que ha salido temprano para recoger leña, regresa a pie a Markuray cargando con un pesado fardo a sus espaldas a pesar de sus 91 años. La longevidad y la fortaleza de los habitantes de esta localidad montañera se debe a que han estado alejados de la civilización, algo que también les ha permitido ser más ajenos a la contaminación y a los alimentos procesados, ambos perjudiciales para la salud. Los indígenas se benefician de algunos programas del Gobierno como el llamado Pensión 65, que les aporta 200 nuevos soles al mes, unos 50 euros, pero aseguran que en muchas ocasiones no les llega el subsidio, algo que atribuyen a una mala gestión de la institución. El 26% de la población peruana es indígena, según el Banco Mundial y casi la mitad de los habitantes del país viven en áreas rurales.
      4Julián Sueldo, que ha salido temprano para recoger leña, regresa a pie a Markuray cargando con un pesado fardo a sus espaldas a pesar de sus 91 años. La longevidad y la fortaleza de los habitantes de esta localidad montañera se debe a que han estado alejados de la civilización, algo que también les ha permitido ser más ajenos a la contaminación y a los alimentos procesados, ambos perjudiciales para la salud. Los indígenas se benefician de algunos programas del Gobierno como el llamado Pensión 65, que les aporta 200 nuevos soles al mes, unos 50 euros, pero aseguran que en muchas ocasiones no les llega el subsidio, algo que atribuyen a una mala gestión de la institución. El 26% de la población peruana es indígena, según el Banco Mundial y casi la mitad de los habitantes del país viven en áreas rurales.
    • Casi llegando a Markuray, tres jóvenes labradores descansan después de una jornada cultivando. En esta región, abajo en el valle, hay tierras comunitarias que se reparten entre diversas comunidades indígenas. Estos chicos bajan por la noche para aprovechar las primeras horas del día, cuando hace menos calor, para trabajar. La agricultura y la ganadería de Markuray es de subsistencia, y apenas quedan excedentes para el intercambio o la venta. La débil situación económica empuja a los más jóvenes a trabajar como porteadores en el Inca Trail o Camino del Inca, llevando los pesados equipajes de los turistas. Si una agencia cobra a un turista 120 euros por contratar un porteador, la agencia paga al porteador unos 120 nuevos soles, o 30 euros, por un trabajo de cuatro días.
      5Casi llegando a Markuray, tres jóvenes labradores descansan después de una jornada cultivando. En esta región, abajo en el valle, hay tierras comunitarias que se reparten entre diversas comunidades indígenas. Estos chicos bajan por la noche para aprovechar las primeras horas del día, cuando hace menos calor, para trabajar. La agricultura y la ganadería de Markuray es de subsistencia, y apenas quedan excedentes para el intercambio o la venta. La débil situación económica empuja a los más jóvenes a trabajar como porteadores en el Inca Trail o Camino del Inca, llevando los pesados equipajes de los turistas. Si una agencia cobra a un turista 120 euros por contratar un porteador, la agencia paga al porteador unos 120 nuevos soles, o 30 euros, por un trabajo de cuatro días.
    • De los 3,8 millones de personas que viven una situación de pobreza extrema, 2,1 millones son niños y niñas. Del total de 10,2 millones de menores de 18 años, más de 6,5 millones viven por debajo de la línea de la pobreza, según Unicef. Si los padres se ausentan para trabajar, las mujeres se quedan a la cabeza de las labores del hogar y necesitan la ayuda de sus hijos, por lo que estos dejan de ir a la escuela. Este es uno de los principales problemas que se le han presentado a Gonzalo, que ha tenido que discutir mucho con los padres de los menores de edad para que les dejaran asistir a clase. Ahora, al llevar tanto tiempo en Markuray y haber sido el profesor de muchos de esos padres cuando eran pequeños, estos entienden las intenciones del profesor. Gonzalo ha conseguido que casi ningún niño pierda clases. En la imagen, Dina, de cuatro años, que ayuda a su familia con la ganadería cuando sus padres se marchan a trabajar fuera.
      6De los 3,8 millones de personas que viven una situación de pobreza extrema, 2,1 millones son niños y niñas. Del total de 10,2 millones de menores de 18 años, más de 6,5 millones viven por debajo de la línea de la pobreza, según Unicef. Si los padres se ausentan para trabajar, las mujeres se quedan a la cabeza de las labores del hogar y necesitan la ayuda de sus hijos, por lo que estos dejan de ir a la escuela. Este es uno de los principales problemas que se le han presentado a Gonzalo, que ha tenido que discutir mucho con los padres de los menores de edad para que les dejaran asistir a clase. Ahora, al llevar tanto tiempo en Markuray y haber sido el profesor de muchos de esos padres cuando eran pequeños, estos entienden las intenciones del profesor. Gonzalo ha conseguido que casi ningún niño pierda clases. En la imagen, Dina, de cuatro años, que ayuda a su familia con la ganadería cuando sus padres se marchan a trabajar fuera.
    • La llegada de la energía eléctrica abrió un mundo de posibilidades a los habitantes de Markuray. En la imagen posa en su hogar Ignacia, una de las personas más activas por el bienestar del pueblo y gran aliada de Gonzalo en su proyecto. Hasta hace unos años nadie imaginaba que podría ver la televisión desde su casa. El progreso se mezcla con la tradición y la familia vive entre pequeños roedores, los cuis, que tienen una de las carnes más cotizadas de Perú por su exquisito sabor.rnrn
      7La llegada de la energía eléctrica abrió un mundo de posibilidades a los habitantes de Markuray. En la imagen posa en su hogar Ignacia, una de las personas más activas por el bienestar del pueblo y gran aliada de Gonzalo en su proyecto. Hasta hace unos años nadie imaginaba que podría ver la televisión desde su casa. El progreso se mezcla con la tradición y la familia vive entre pequeños roedores, los cuis, que tienen una de las carnes más cotizadas de Perú por su exquisito sabor.
    • En Markuray se habla quechua y solo los más jóvenes entienden y hablan el castellano. En la imagen, un anciano de Markuray muestra su radio, a la que considerada un pequeño tesoro. Dice que le encanta escucharla, aunque apenas entiende lo que dicen los locutores. Para él fue chocante que este aparato llegase a sus manos cuando ya tenía 80 años. Gonzalo mantiene una pelea constante para que en los hogares no solo se hable quechua, sino que se facilite el aprendizaje el castellano a los niños.
      8En Markuray se habla quechua y solo los más jóvenes entienden y hablan el castellano. En la imagen, un anciano de Markuray muestra su radio, a la que considerada un pequeño tesoro. Dice que le encanta escucharla, aunque apenas entiende lo que dicen los locutores. Para él fue chocante que este aparato llegase a sus manos cuando ya tenía 80 años. Gonzalo mantiene una pelea constante para que en los hogares no solo se hable quechua, sino que se facilite el aprendizaje el castellano a los niños.
    • La llegada del progreso ha llevado la confusión y el cambio a muchas comunidades nativas. La imagen del indígena joven trabajando feliz su chacra (su tierra) es cada vez más difícil de encontrar. Gonzalo trabaja por mantener la identidad de Markuray, pero sabe que es una batalla perdida. El progreso, literalmente, arrolló a Markuray y a muchas otras comunidades. En las ciudades, no todos son tolerantes con los indígenas: en ocasiones son insultados y los más jóvenes terminan avergonzándose y quieren olvidar a toda costa su pasado, buscándose la vida en las ciudades y malviviendo.
      9La llegada del progreso ha llevado la confusión y el cambio a muchas comunidades nativas. La imagen del indígena joven trabajando feliz su chacra (su tierra) es cada vez más difícil de encontrar. Gonzalo trabaja por mantener la identidad de Markuray, pero sabe que es una batalla perdida. El progreso, literalmente, arrolló a Markuray y a muchas otras comunidades. En las ciudades, no todos son tolerantes con los indígenas: en ocasiones son insultados y los más jóvenes terminan avergonzándose y quieren olvidar a toda costa su pasado, buscándose la vida en las ciudades y malviviendo.
    • Gonzalo siempre ha intentado inculcar valores a través del deporte. Con mucho esfuerzo y dedicación construyó junto con los vecinos de Markuray el Maracaná, un campo que hoy es la envidia de todas las comunidades aledañas. En este campo de fútbol los niños juegan y hacen deporte tanto en horario escolar como fuera de él.
      10Gonzalo siempre ha intentado inculcar valores a través del deporte. Con mucho esfuerzo y dedicación construyó junto con los vecinos de Markuray el Maracaná, un campo que hoy es la envidia de todas las comunidades aledañas. En este campo de fútbol los niños juegan y hacen deporte tanto en horario escolar como fuera de él.
    •  La escuela de Markuray es el territorio de un soñador, Gonzalo, y el lugar en el que los niños fantasean en ser como él. Las instalaciones fueron nuevamente construidas y ahora el centro es más grande, tiene mejor material escolar, sillas y mesas adecuadas, buenas pizarras, cocina y, recientemente, han instalado algunos ordenadores. Debido a la altitud donde está ubicada Markuray, el agua de su manantial está helada y los niños a menudo se resisten a asearse. Gonzalo mantiene una lucha diaria para que los alumnos se laven las manos antes de comer o los pies. En su escuela todos pasan descalzos para mantenerla limpia. La escuela también da de desayunar a los niños y, si no lavan sus cuencos y tazas, se quedan sin él.
      11La escuela de Markuray es el territorio de un soñador, Gonzalo, y el lugar en el que los niños fantasean en ser como él. Las instalaciones fueron nuevamente construidas y ahora el centro es más grande, tiene mejor material escolar, sillas y mesas adecuadas, buenas pizarras, cocina y, recientemente, han instalado algunos ordenadores.Debido a la altitud donde está ubicada Markuray, el agua de su manantial está helada y los niños a menudo se resisten a asearse. Gonzalo mantiene una lucha diaria para que los alumnos se laven las manos antes de comer o los pies. En su escuela todos pasan descalzos para mantenerla limpia. La escuela también da de desayunar a los niños y, si no lavan sus cuencos y tazas, se quedan sin él.

    • El trabajo de Gonzalo es revisado rigurosamente por el Gobierno regional y hoy es día de examen. Una vez al año, se escoge a cuatro niños de secundaria al azar y estos hacen un examen que, para casi cualquier estudiante de una ciudad, sería un pasatiempo. Pero para los de Markuray es muy difícil por su dificultad para entender castellano. Este año, el encargado de hacer la prueba y supervisar el trabajo es Eder. Gonzalo explica las reglas del examen y hace hincapié en que no se debe copiar.
      12El trabajo de Gonzalo es revisado rigurosamente por el Gobierno regional y hoy es día de examen. Una vez al año, se escoge a cuatro niños de secundaria al azar y estos hacen un examen que, para casi cualquier estudiante de una ciudad, sería un pasatiempo. Pero para los de Markuray es muy difícil por su dificultad para entender castellano. Este año, el encargado de hacer la prueba y supervisar el trabajo es Eder. Gonzalo explica las reglas del examen y hace hincapié en que no se debe copiar.
  • A pesar de haber sido claro con los chicos, durante el examen estos no pueden evitar a veces la tentación de intentar copiar cuando se quedan atascados. Eder, comprensivo, sonriente y amable, vuelve a explicar las normas y se portan bien hasta el final de la prueba.
    13A pesar de haber sido claro con los chicos, durante el examen estos no pueden evitar a veces la tentación de intentar copiar cuando se quedan atascados. Eder, comprensivo, sonriente y amable, vuelve a explicar las normas y se portan bien hasta el final de la prueba.
  • Una vez finalizada la dura prueba para estos niños, Eder corrige los exámenes y comenta cómo ha sido el año lectivo con Gonzalo. Hubo avances y se reconoce el trabajo del maestro, pero ambos, especialmente Gonzalo, saben que hay que seguir trabajando muy duro. Un año más, el profesor ha conseguido cumplir los objetivos. Un año más, Gonzalo ha superado la prueba junto a sus alumnos.rnrn
    14Una vez finalizada la dura prueba para estos niños, Eder corrige los exámenes y comenta cómo ha sido el año lectivo con Gonzalo. Hubo avances y se reconoce el trabajo del maestro, pero ambos, especialmente Gonzalo, saben que hay que seguir trabajando muy duro. Un año más, el profesor ha conseguido cumplir los objetivos. Un año más, Gonzalo ha superado la prueba junto a sus alumnos.
  • Gonzalo ha conseguido que los niños quieran estudiar, y ha convertido la modesta escuela de Markuray en una pequeña fábrica de sueños en la que nueve de cada diez niños aseguran que de mayores quieren ser como él. Este héroe anónimo ha conseguido cambiar la imagen del alumno esforzándose por la del niño que quiere y disfruta aprendiendo a escribir y a leer. Este es su objetivo cumplido.
    15Gonzalo ha conseguido que los niños quieran estudiar, y ha convertido la modesta escuela de Markuray en una pequeña fábrica de sueños en la que nueve de cada diez niños aseguran que de mayores quieren ser como él. Este héroe anónimo ha conseguido cambiar la imagen del alumno esforzándose por la del niño que quiere y disfruta aprendiendo a escribir y a leer. Este es su objetivo cumplido.Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/08/31/album/1598876119_263447.html#foto_gal_15

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Libro: Uruguay – Tecnologías Digitales y Transformaciones Sociales

Tecnologías Digitales y Transformaciones Sociales

Desigualdades y desafíos en el contexto
latinoamericano actual

Ana Laura Rivoir
(Coordinadora)

 

 

Tecnologías digitales : desigualdades y desafíos en el contexto latinoamericano
actual / Susana Finquelievich … [et al.] ; coordinación general de Ana Rivoir. –
1a ed . – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO ; Montevideo : Facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad de la República – Uruguay ; Observatic,
2020.
Libro digital, PDF
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-722-700-0

El presente libro reúne una serie de trabajos de integrantes del
Observatorio de Tecnologías de la Información y la Comunicación
(www.observatic.edu.uy) y otros colegas que colaboran o han participado de nuestras actividades. El ObservaTIC fue creado en 2007 en
la Universidad de la República de Uruguay con el fin de desarrollar
actividades de investigación, docencia, extensión, e integrar redes
nacionales e internacionales en la temática. (Rivoir; 2020. p.9)

Descargue el libro completo aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20200903055606/Tecnologias-digitalespdf

Fuente de la Información: CLACSO – Novedad Editorial

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Libro La complejidad: Un paradigma para la educación. (PDF)

Autora: Taeli Gómez Francisco

Esta obra es un llamado de alerta; un anhelo a que la educación recupere su arte perdido, que deje de ser un instrumento de control social, dominio cultural y mecanismo de reproducción de dogmas, y se transforme en una plataforma social que permita reconocer al otro desde una perspectiva de igualdad, respeto y dignidad. La autora realiza una fundada crítica a la praxis simplista que mueve la enseñanza actual, sustentada en modelos anquilosados, promotores de una linealidad excesiva, negadora de las complejidades, incertidumbres y recursividades, que caracterizan la realidad de hoy.

Link para descargar el libro:  La complejidad un paradigma para la educacion

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Libro(PDF): «Contraofensiva neoliberal. La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa»

Reseña: CLACSO

Este libro analiza aquellos documentos, instituciones y actores donde se acuña en algunos de sus momentos iniciales el concepto neoliberalismo. Sus impulsores entienden que la vigencia del capitalismo está en peligro debido al ascenso de formas sociales e interpretaciones de la realidad social y de la historia antagónicas a sus intereses. Con el propósito de enfrentar estas tendencias, elaboran y difunden un entramado conceptual destinado a descalificarlas y a legitimar el ordenamiento neoliberal que aspiran instaurar.

Se retoman aquí los enunciados forjados en el seno de la Escuela Austríaca de Economía para tal disputa. Fundamentalmente, su embestida en el campo teórico y epistemológico así como su arribo al espacio local argentino, efectivizado a través de la revista Ideas Sobre la Libertad. Su análisis permite observar -de manera más concluyente- que esos enunciados se expanden a otros campos, como el humorístico, el religioso y el moral, en un intento de hegemonizar todas las modalidades expresivas.

Esta publicación fue elaborada a partir de la tesis doctoral de la autora, desarrollada en el marco del Doctorado de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, con financiamientos de becas doctorales y posdoctorales CONICET.

Autor (a):María Paula de Büren.

Editorial/Edición: Instituto de Investigaciones Gino Germani. CLACSO.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

ISBN: 978-950-29-1845-7

Idioma: Español.

Descarga: Contraofensiva neoliberal. La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2223&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1416

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Libro (pdf): La danza de la insurrección. Para una sociología de la música latinoamericana

Reseña: Mi formación para el análisis de la música y la danza (aparte
de una muy básica como amateur que toca piano, maracas, guitarra, lee partituras con dificultad y baila) se ha ido dando realmente en la práctica misma de llevar a cabo las pesquisas. Por ello confieso que experimento cierto pudor cuando el equipo editorial de CLACSO me propuso presentar La danza de la insurrección como contribución a la Sociología de la música. Pero… los lectores mandan y respeto grandemente a dicho equipo editorial que se ha mantenido publicando tantos textos importantes en plena
pandemia. Solo espero que en la Sociología de la música sirvan mis esfuerzos de estímulo a la superación de mis análisis por investigadores más jóvenes con una mejor preparación al respecto.
Sí queda evidenciada, espero, la amplitud temática necesaria que la epistemología alternativa exige a gritos.

Descarga en: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2020/09/02-Quintero-La-danza-de-la-insurreccion.pdf

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