Por: Revista Semana Educación
Según datos del Instituto de Estadística de la Unesco, la región y Colombia van por buen camino. Sin embargo, la calidad es un desafío pendiente y quedan todavía brechas que afectan particularmente a la población más vulnerable.
La educación se ha convertido en un tema de agenda y detectar las falencias de los sistemas educativos en los diferentes países es una prioridad para el progreso y desarrollo de las naciones. Sin embargo, a pesar de los múltiples esfuerzos, todavía queda mucho camino por recorrer; y eso es lo que está sucediendo en el mundo, América Latina y sobre todo en Colombia.
De acuerdo con los datos actualizados del Instituto de Estadística de la Unesco, un total de 617 millones de niños y adolescentes en todo el mundo carecen de un nivel mínimo en lectura y matemáticas. Según el organismo internacional, más de 387 millones de niños con edad para estar en primaria (un 56 por ciento) y 230 millones de adolescentes con edad para cursar el primer ciclo de secundaria (un 61 por ciento) no alcanzan ese nivel mínimo.
Se trata de una “crisis de aprendizaje” que podría amenazar con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han trazado las Naciones Unidas para 2030.
Uno de los elementos que sorprenden más a la Unesco es que de los 387 millones de los niños con edad de cursar primaria en el mundo y que no saben leer, 262 millones van a la escuela.
Según el diagnóstico de la organización, estas estadísticas ponen en evidencia tres tipos de carencias. La primera se refiere a la de los niños que no están escolarizados, con pocas posibilidades de conseguir los conocimientos útiles en lectura y matemáticas. Las otras dos tienen que ver con la incapacidad para mantener escolarizados a los niños, así como la calidad de la enseñanza.
En cuanto a la región de América Latina y el Caribe, aunque todavía se presenten varias falencias, los sistemas educativos han podido cubrir las necesidades de la población y los resultados se están viendo. “Colombia participó en las pruebas Pisa en el año 2012 y sacó 376 puntos, luego en 2015, obtuvo un resultado de 416”, contó Atilio Pizarro, jefe de Planificación de la Unesco durante la XV asamblea anual de la Fundación Empresarios por la Educación.
De acuerdo con otras cifras presentadas por el experto, para 2030, América Latina tendrá un 96,6 por ciento de cobertura en educación primaria; y para 2042, se proyecta que la cobertura sea universal en este nivel. En cuanto a educación media, para 2030, se espera que la región tenga un 90 por ciento de cobertura y en 2066 sea total. Por último, en educación media superior, la cobertura será de un 72,7 por ciento en 2030 y se proyecta que la cobertura será universal para 2095 en la región.
En cuanto al tema de docentes, en la región de América Latina y el Caribe, solo el 85 por ciento de los maestros de primaria tienen formación. El análisis de encuestas de población activa de 13 países de la región mostró resultados muy similares a los países de la Ocde.
Por último, un tema que tocó el representante de la Unesco fue el de Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Mundial. “En cuanto a la educación en derechos humanos, en muchos países, no más de dos tercios de la población está familiarizada con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El 68 por ciento de los estudiantes en la región apenas tienen conocimientos sobre este tema”, dijo.
Pero, ¿cómo mejorar?
A pesar de las falencias, hay que reconocer el avance de la región y de Colombia también en materia de educación. No obstante, la Unesco ha hecho una serie de recomendaciones para alcanzar las metas para 2030 en materia educativa.
Aún cuando América Latina presentó un importante avance en educación en los últimos 15 años, la calidad es un desafío pendiente en la región, donde quedan todavía brechas que afectan particularmente a la población más vulnerable. “La educación debe ser de calidad, formando estudiantes con habilidades que permitan enfrentar los desafíos del mundo de hoy, sin que nadie sea excluido. Más de la mitad de los estudiantes se concentran en los niveles más bajos de desempeño”, contó Pizarro.
Por otro lado, los expertos recomiendan un enfoque de aprendizaje que se dé a lo largo de la vida, y para ello se requieren políticas públicas más ambiciosas, integrales, de largo aliento y que articulen múltiples oportunidades educativas, tanto formales como no formales.
“Se necesita repensar los sistemas educativos tradicionales. Los gobiernos deben ofrecer a los jóvenes y adultos, oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida. Los jóvenes demandan una pedagogía activa, conectada con la vida y sus intereses”, explicó el jefe de Planificación de la Unesco.
Además, la Unesco recomienda que las políticas sobre docentes tienen que ser integrales y sistemáticas; pues la región debe avanzar en la certificación de sus profesores en los niveles de primaria y secundaria.
Por último, para poder impulsar la educación técnica, es clave impulsar la conexión de los distintos actores del sistema. De acuerdo con el organismo internacional, se necesita complementariedad, pertinencia y actualización de la formación que ofrecen las instituciones educativas. “El verdadero desafío de los sistemas de educación terciaria de la región es que se asegure la equidad de su expansión, transformándose en palancas de promoción y movilidad social”, concluyó el experto.
Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/informe-unesco-sobre-educacion-en-america-latina/542592