La salud al igual que la educación son aspectos integrales e incluso transversales en la dimensión social
Venezuela/ 22 de Marzo de 2016/Por Rose Mary Hernández Román
La salud al igual que la educación son aspectos integrales e incluso transversales en la dimensión social, entendiéndose lo social como el mayor contexto en el que se desenvuelve toda persona, por consiguiente, trasciende en el proceso de búsqueda del conocimiento en pro de un mejor vivir.
En ese sentido, haciendo un remonte histórico del devenir de la ciencia, desde épocas antiguas uno de los métodos que se mantiene con gran relevancia y prestigio es el conocido método científico, argumentado bajo el pensamiento de Augusto Comte (1798-1857) y de Emilio Durkheim (1858-1917), entre otros, quienes posicionaron en primer lugar la idea de universalidad, pese que el mismo se caracteriza por separar las áreas disciplinarias, y por fragmentar su objeto de estudio tanto como le sea posible, argumentando que la suma de las partes constituye el todo.
Sin embargo, si bien es cierto que tal abordaje de este método resulta válido para muchas de las actividades científicas de laboratorio, no deja de ser menos cierto lo limitado de su aporte para solventar planteamientos que emergen de la realidad, sobre todo cuando se trata de fenómenos sociales, a los que me atrevo a llamar: fenómenos líquidos, dado la capacidad de transformación e interpretación que en ellos se genera. Lo social se adecúa a momentos históricos particulares y viceversa.
Ante esta situación de realidades cambiantes, hoy día, el método científico es una visión limitada de la investigación, puesto que desecha otro modo de aprehender realidades, limitando el estudio de problemas complejos y obviando que la realidad es compleja, e incluso transcompleja cuando en ella se aprecia la Transdisciplinariedad. Sin embargo, nuevos enfoques han emergido para acercarse a realidades fenoménicas, particularmente en las ciencias de la educación y de la salud, destacándose lo significativo de efectuar investigación desde el punto de vista transdisciplinario como enfoque para encontrarse con el mundo.
Esto debido a los contenidos de amplia y compleja significación, donde se plantea estrategias de largo alcance, donde se incluye al marxismo, el utopismo o las teorías del conflicto, los cuales tienden a hacer énfasis en los estudios cualitativos, la teorización, el uso de la intuición, el compromiso social y la proposición de cambios profundos, buscando las variables del sistema.
Desde esta perspectiva, es necesario que en las políticas de educación universitarias nacionales concreten esfuerzos para que los nuevos diseños curriculares incluyan y se realicen bajo un pensamiento integral, holístico, que esté en pro de la formación de profesionales con pensamiento crítico, capaces de abordar planteamientos complejos y, sobre todo, que estén preparados para dar respuestas viables, confiables y con equidad a los planteamientos de la realidad.
La salud y la educación tienen planteada en su filosofía como principal preocupación el individuo, por lo tanto el conocimiento que de ellas se conciba ha de conducir a cambios de vida orgánica y cultural de toda persona, generando consciencia con el que se asuma realidades de existencia humana, siendo a su vez, uno de los objetivos de Desarrollo del Milenio. La educación es un arma poderosa para romper con el límite de la pobreza, la enfermedad y la miseria, incluso , con la persistencia de género radicadas en sociedades de hoy día.
La educación debe romper con esquemas malignos y dañinos del consumismo perverso. Un ejemplo de esto se tiene en la elevada publicidad generada sobre fármacos con iguales componentes, donde solo cambia el nombre y la presentación, claro está, una más atractiva que otra. No es sorprendente llegar a una casa y encontrar en el dispensador de medicamentos presentaciones de remedios que solo varían en representaciones gráficas hasta en un mismo laboratorio comercial, pero al leer los elementos con los cuales fueron desarrollados, se tiene que son coincidentes en sus propiedades.
Es por esto que, la educación y la salud no pueden seguir siendo analizadas desde el simplismo científico, a estas ciencias hay que apreciarlas desde la mayor cantidad de aristas, más aún ante un proceso de reconstrucción y refundación del país, por lo cual es indispensable rescatar el valor de la solidaridad y la dignidad humana, reafirmando el carácter de la salud como derecho social y el papel del Estado como su garante cónsonos con la educación.
Dra. Rose Mary Hernández Román
Docente de la Universidad «Rómulo Gallegos»-Venezuela
Investigadora del Centro Internacional Miranda-Venezuela
Correo: msthefannymaria@gmail.com