Page 15 of 22
1 13 14 15 16 17 22

Zoombombing: Una tendencia en ascenso

Por: Sofía García Bullé

El zoombombing no es una práctica aleatoria, es un ataque estratégico que interrumpe canales de comunicación en tiempo de contingencia.

El periodo de aislamiento durante la cuarentena nos ha obligado a apoyarnos en la tecnología de la comunicación a distancia para mantenernos en contacto. Tanto las aulas como las reuniones laborales están siendo habilitadas por plataformas de transmisión de audio y video en tiempo real. De estas plataformas, Zoom es una de las más usadas.

El tema de seguridad en los chat rooms de Zoom se ha vuelto una cuestión de primera necesidad, ante un aumento significativo en su uso, también se han incrementado los ataques de hackers que irrumpen las videollamadas para interrumpir juntas o sesiones de clases y compartir contenido inapropiado, frecuentemente pornografía. A este tipo de ataque se le llama zoombooming.

¿Cómo funciona el “zoombombing”?

Esta práctica de aprovechar las vulnerabilidades Zoom para disparar comentarios violentos y contenido pornográfico no se trata de una acción fortuita o aleatoria. Jeff Elder, reportero de ciberseguridad e inteligencia artificial para Business Insider, relata la experiencia de cómo su reunión virtual fue atacada por un grupo de zoom bombers y cómo pudo rastrear a uno de ellos.

Elder explica que romper la seguridad de una plataforma como Zoom no es una tarea tan sencilla, y que usualmente requiere de un esfuerzo conjunto, organización para coordinar no solo la entrada a las salas de chat sino para mantener el ataque.

“Trataban sus redadas como si se tratara de un videojuego multijugador. Los atacantes compartían un plan, actuaban al unísono, se felicitaban por ataques efectivos, abrumaban a sus víctimas y se jactaban de sus habilidades”.

Elder agregó que la plataforma que usaban para coordinarse era Discord, un medio de comunicación conocido entre gamers para organizar sesiones multijugador o exhibiciones de juegos. El personal de Discord trabajó de la mano con Elder, canceló las cuentas de los agresores y cooperó en la investigación del reportero, quien fue capaz de identificar al menos a uno de los atacantes de su sesión en Zoom.

Elder insiste en el potencial del zoombombing no solo como un arma que interrumpe las comunicaciones, sino como un vehículo de violencia racial y sexual en espacios que deberían ser seguros por ontonomasía, como un salón de clases. Comentó que el zoombombing es lo mismo que irrumpir en un salón de clases ya sea para ejercer violencia verbal o exhibirse inapropiadamente, y que debería ser perseguido como tal.

La respuesta de Zoom ante estos ataques

El periodo de aislamiento mandatorio ha sido uno muy ocupado para la gente detrás de Zoom. Antes del brote de COVID-19, la aplicación habilitaba a 10 millones de personas a reunirse diariamente, en marzo, la cifra se disparó a 200 millones y en abril a 300 millones en todo el mundo.

Después de que el zoombombing se volviera tendencia, voceros de Zoom anunciaron nuevas políticas y funciones destinadas a mejorar la seguridad de sus chat rooms. Estas medidas incluyen encriptación, nuevos controles de privacidad y actualizaciones que son parte de un plan de 90 días para mejorar la privacidad y seguridad de la plataforma. De la misma forma, se emitió un comunicado con recomendaciones dirigidas a usuarios, para hacer uso de las funciones que ayudan a mantener sus juntas seguras.

Esta “nueva versión de Zoom”, o Zoom 5.0, permite a los organizadores de las reuniones reportar usuarios a través de un botón de seguridad, así como la introducción de una sala de espera, en la que los participantes de la junta pueden esperar hasta que el anfitrión apruebe su participación. Además de esto, todas las sesiones estarían protegidas con contraseña para acceder a ellas.

La encriptación añadida por Zoom es denominada AES 256-bit GCM, considerada como “estándar oro” y usada por el Gobierno de los Estados Unidos para proteger datos. La prevención de prácticas como el zoombombing requiere de un esfuerzo conjunto entre los usuarios, a cargo de hacer uso de las funciones de seguridad y del personal de Zoom para monitorear la efectividad de las mismas y actualizarlas acorde.

¿Has estado en una reunión virtual que haya sido atacada por zoom bombers? ¿Qué medidas utilizas para prevenir reincidencias? ¿Cómo llevas la conversación con tus alumnos para procesar un ataque de zoom boombers? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/zoombombing

Comparte este contenido:

El tiempo de pantalla durante la contingencia

Por: Sofía García Bullé

Ante una contingencia que demanda aislamiento, el tiempo frente a la pantalla de niños y adultos va en aumento. ¿Cómo lidiar con este aumento de horas frente a la pantalla?

A varias semanas de que miles de instituciones alrededor del mundo iniciaran programas en línea para adaptarse a las medidas precautorias, una preocupación ha asediado a las familias: ¿No es demasiado tiempo frente a la pantalla?

La educación presencial ofrece ventajas como la presencia física de un maestro, el efecto psicológico de salir del salón para el recreo, de trasladarse a casa para hacer otras actividades y cumplir con la tarea que dejó la profesora. La enseñanza remota de emergencia, por otro lado, con todas sus bondades, implica que los estudiantes permanezcan sentados frente a una pantalla, en ocasiones por varias horas. El mayor reto ante una situación como la actual es lograr que las niñas estén quietas y atentas sin esos cambios de escena que les permiten un necesario descanso y reinicio de sus capacidades cognitivas. Esta dificultad ya ha hecho mella tanto en los niños como en los padres, quienes son responsables de hacer que asistan a clases.

Antes y después del COVID-19

Antes de la contingencia, los niños y niñas estadounidenses entre 8 y 12 años pasaban un promedio de 4 horas y 44 minutos diarios frente a una pantalla, los adolescentes, 7 horas y 22 minutos, esto sin incluir el tiempo de actividad escolar. Después del brote pandémico y de las medidas de aislamiento que provocaron el cierre de miles de escuelas a nivel mundial, la educación remota de emergencia se presentó como una solución para asegurar la continuación de los programas curriculares. A raíz de esto, el tiempo frente a una pantalla de niños y niñas entre 6 y 12 años aumentó en un 50 % durante estas semanas de cuarentena, según un estudio. “A grandes rasgos, los niños están pasando de 2.5 a 3 horas más por día enfrente de una pantalla”, comenta Dylan Collins, CEO de SuperAwesome, compañía de tecnología enfocada a niños que realizó el estudio sobre las horas en pantalla.

De acuerdo a la psiquiatra Colette Poole-Boykin, existe una fórmula para descifrar cuánto debería pasar un niño concentrado en una tarea para no sobrecargarse. Consiste en multiplicar la edad por 2 a 5 minutos, el resultado es la cantidad de tiempo que pueden mantenerse concentrados. Esto sería aproximadamente de una a dos horas al día para los estudiantes de primaria, de dos o tres para los de secundaria y de tres a cuatro para los de bachillerato.

“A grandes rasgos, los niños están pasando de 2.5 a 3 horas más por día enfrente de una pantalla”.

El acumulativo de esas horas diarias extra que señala el estudio puede ser agobiante para cualquier niña, especialmente si una buena parte de esas horas deben ser de aprendizaje efectivo y tareas. Sin embargo, en este periodo estamos jugando con reglas diferentes, dado que la enseñanza remota de emergencia, es la única solución viable para continuar la labor de las instituciones educativas hasta el término de la contingencia. ¿Cómo lidiar entonces con este aumento de horas frente a la pantalla?

El enfoque no es el tiempo en pantalla

El tiempo de pantalla es un indicador importante para hábitos de tecnología saludables, tanto para adultos como para menores de edad, pero en una situación de contingencia, es necesario revaluar nuestra relación con las pantallas. Debido al aislamiento, es más difícil establecer límites recomendados por instituciones como la Organización Mundial de la Salud y El Departamento de Salud de Australia, que también publicaron recomendaciones especiales para aplicar durante la cuarentena.

En este periodo de emergencia, para muchos, la pantalla es la ventana al mundo y el principal recurso educativo. En vez de agregar estrés a una situación de tensión constante tratando de limitar el tiempo frente a la pantalla, es recomendable aplicar medidas que aseguren que el contenido que consumen los niños es de calidad y tiene un propósito positivo. De la misma forma, el acompañamiento es crucial para mantener una relación saludable con la tecnología en casa.

Para los más jóvenes, se recomienda la actividad de co-viewing, en la que la que toda la familia ve el contenido y les explican las ideas tratadas en el mismo. Si se trata de niños mayores es más adecuado el co-engaging, en la que pueden ver o interactuar con el contenido en compañía de otra persona con el mismo nivel de interés.

Es importante que este tiempo de pantalla no sea un tiempo inactivo, sino un vehículo para la actividad social presencial. La compañía física y la socialización con otras personas mientras se comparte el tiempo frente a una pantalla, es crucial para mantener hábitos de uso de tecnología saludables durante el aislamiento.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/tiempo-pantalla

Comparte este contenido:

¿Por Qué Los Padres Están Retirando A Sus Hijos De La Escuelas Online?

Por: Sofía García-Bullé

Para asegurar un aprendizaje efectivo, primero deben reunirse los criterios de salud mental y emocional de los niños.

La actual crisis de salud ha obligado al sistema educativo a apoyarse enteramente en la tecnología para la enseñanza remota de emergencia. Los recursos de tecnología educativa (EdTech),  han tenido un enorme crecimiento en los últimos meses debido a la necesidad de soluciones rápidas para asegurar la continuidad de la educación durante los tiempos de contingencia.

Este uso estratégico de recursos tecnológicos ha permitido establecer plataformas de educación en línea en todos los niveles. Escuelas y universidades alrededor del mundo ofrecen clases en línea de español, matemáticas, historia, química, filosofía, artes y educación física, entre otras.

Aún con las áreas de oportunidad que la educación en línea presenta, el esfuerzo conjunto para mantener abiertas las escuelas, en modo virtual, ha permitido a millones de estudiantes alrededor del mundo continuar su aprendizaje. Sin embargo, una cantidad importante de padres de familia está retirando a sus hijos de las escuelas online a medida que la cuarentena se alarga. ¿A qué se debe esto?

La salud emocional infantil en la cuarentena

El peso psicológico de vivir una agenda de aislamiento tan estricta a largo plazo, no solamente afecta a los adultos, los niños son especialmente vulnerables en una situación de cuarentena como la que vivimos ahora. En casa, los padres con opción a trabajar a distancia, deben equilibrar sus obligaciones laborales con el trabajo que es necesario hacer en casa, y ayudar a sus hijos con las asignaciones escolares. Lo anterior ha probado ser una carga muy pesada para los padres con niños en nivel de educación básica.

Sarah Parcak, madre de un niño de siete años, se volvió viral al publicar en Twitter la razón por la que retiraría a su hijo de la escuela en línea:

“Acabamos de escribir un correo serio. Le dije a la (encantadora, noble y dedicada) maestra de nuestro hijo que él no participará más en su “salón virtual”, y que el primer grado estaba terminado para él. No podemos con esta locura. Asegurar su salud emocional y su bienestar es lo primero”.

La también arqueóloga, agregó que la familia sigue realizando actividades para cultivar la inteligencia académica, emocional y motora de su hijo, pero a un ritmo que los padres pueden seguir sin sobrecargar a un niño ya de por sí abrumado por la situación extraordinaria de aislamiento mandatorio.

El breve pero contundente mensaje que recibió más de 36 mil likes y 3 mil quinientos retweets, la mayoría de padres identificados con la experiencia de Parcak ha sido sin duda catártico para muchos, pero genera preguntas importantes sobre el futuro académico de los niños cuyos padres los retiren de la escuela en línea.

¿Qué pasa con el avance académico de los niños?

Para los padres que toman la decisión de retirar a sus hijos de la escuela debido a la cuarentena, la mayor inquietud es que los niños puedan retrasarse en comparación con otros. Jon E. Pedersen, decano de la Escuela de Educación de la Universidad de Carolina del Sur, explicó que el retraso comparativo no sería mucho, dado que son muchos los niños que están en la misma situación, ya sea que sus padres los hayan retirado de la escuela en línea o que tengan problemas para adaptarse a este modelo. “[…] no van a estar solos, la mayoría de las escuelas en el año siguiente tendrán que lidiar con lo que se perdió durante la crisis. Los aspectos académicos se pueden recuperar. Podemos superar esto”, comentó el decano.

De la misma forma, maestros, personal educativo y expertos en educación se preparan para una contingencia educacional, cuando termine la crisis de salud y sea tiempo de volver a llenar las aulas. Ya se están discutiendo opciones y estrategias para que los alumnos puedan compensar el tiempo perdido sin tener que repetir año. De momento, la prioridad debe ser asegurar primero el bienestar emocional de niños y padres de familia, es así como se establece un espacio seguro para el aprendizaje en todos los niveles.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/padres-escuela-online

Comparte este contenido:

Las materias técnicas en cuarentena

Por: Sofía García-Bullé

En la enseñanza remota de emergencia, ¿qué pasa con materias de supervisión presencial de un maestro? ¿Trabajo manual?

Las artes, el deporte y las materias técnicas como química, biología, mecánica o electrónica, entre otras, cuentan con elementos que los diferencian de las materias académicas, y en tiempos de pandemia, se complica ofrecer una continuidad real en estos rubros.

Si hablamos de una clase de matemáticas, español o historia, es más fácil que un maestro a base de discurso, práctica y retroalimentación, logre transmitir correctamente la enseñanza a través de una pantalla, dado que la mayoría del trabajo para comprender estas materias es mental pero, ¿qué pasa con materias que requieren materiales muy específicos? ¿Supervisión presencial de un maestro? ¿Trabajo manual?

La Universidad Complutense de Madrid depende de un régimen presencial, por ejemplo, ya que algunas de sus carreras tiene un alto grado de experimentalidad. “¿Cómo das una asignatura de restauración de lienzos? En un grado de Química, ¿cómo realizas un laboratorio?” El cuestionamiento de Jorge J. Gómez, vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la Complutense, plantea el mayor peligro para la experiencia educativa de los estudiantes con carreras artísticas, deportivas o prácticas. El vicerrector agrega que algunos alumnos de la facultad de Ciencias Geológicas y Biológicas tienen que hacer salidas de campo como parte de su formación, pero esas actividades  también han sido suspendidas para observar las medidas precautorias.

“¿Cómo das una asignatura de restauración de lienzos en línea? En un grado de Química, ¿cómo realizas un laboratorio?”

El principal problema de las materias técnicas en línea es que las habilidades motoras no son fáciles de transmitir a través de una pantalla. El desarrollo de este tipo de habilidades depende de una supervisión cercana, inclusive del contacto físico, para asegurarse de que el estudiante está realizando el movimiento correctamente, ya sea esa técnica de bloqueo en fútbol americano, o un manejo correcto de la micropipeta en una clase de biología.

La creatividad trabajando

En artículos anteriores hemos hablado de los esfuerzos que las escuelas de educación básica, media y superior han hecho para mantener una continuidad del aprendizaje de materias técnicas, específicamente las extracurriculares. En el caso de las materias de arte, ha habido varios ejemplos en los que la comunicación en línea ha permitido ensambles musicales, conciertos y obras de teatro, entre otras actividades.

En el aula virtual, los maestros están haciendo su mejor esfuerzo para adaptarse al modelo de enseñanza en línea. Douglas Russell, profesor de dibujo en la Universidad de Wyoming, sabe que hay cosas que se pierden en la traducción cuando solo tienes una pantalla, pero hay manera de mejorar la interacción con los alumnos y la retroalimentación si eres creativo.

El docente publicó para sus alumnos los módulos para su curso, con el orden sugerido para cursarlos. Los estudiantes pueden elegir el tiempo y el orden en el que los llevarán, siempre y cuando los completen antes de la fecha final de la clase.. El modelo consiste de asignaciones, discusión en clase, videos instruccionales, además de imágenes y diapositivas de apoyo. Russell y muchos otros maestros en el nivel universitario han hecho lo posible por prepararse y adaptarse a un modelo asincrónico que les permita a los estudiantes aprender a su ritmo a la par que enfrentan las realidades sociales y psicológicas de la pandemia. La materialidad es lo que Russell describe como lo que más hace falta en una sesión en línea.

“No les puedo mostrar a los estudiantes cómo dibujar algo directamente sobre su dibujo… Puedo filmar un video o trazar digitalmente sobre la captura de su dibujo. Pero para nada  es lo mismo”. El profesor de arte no se refiere a la herramienta, ni al recurso que le permite interactuar con el trabajo de sus estudiantes igual a que si estuviera presente, ese es un aspecto que la tecnología ha logrado cubrir. Russel más bien describe ese espacio físico-emocional que crea un maestro al estar en el mismo espacio que su alumno, el acercarse a su dibujo y trazar sobre el mismo mientras le da no solo instrucciones, sino la muestra de cómo debe sentirse un trazo al cruzar sobre la hoja.

Esta presencia en la enseñanza se da en también las demás materias y es un diferenciador entre la enseñanza efectiva y la superficial, sin embargo, su ausencia es aún más crítica en las materias con las que el aspecto práctico es la base de la disciplina. Esta presencia docente no se puede reproducir al 100 por ciento en línea, pero aún así, es posible establecer una plataforma de aprendizaje competente a distancia. Solo hay que estar conscientes de que esta no es una evolución natural y gradual de la práctica docente hacia el uso de recursos EdTech, es una situación extraordinaria, que obliga a maestros y alumnos a lanzarse de lleno al uso de la tecnología para la enseñanza virtual.

Algunos maestros cuentan con experiencia ya que han estado ofreciendo clases en línea por años, y han estado preparándose a sí mismos en el uso de estas tecnologías, mucho antes de la contingencia. Clara Lieu, instructora adjunta de arte en La Escuela de Diseño de Rhode Island, explica que el modelo en línea en el que ha estado trabajando durante años, si bien ofrece ventajas para alcanzar alumnos en lugares remotos y permitir flexibilidad de horario a los alumnos, no es tan permisivo para los maestros.

“Cuando enseñas en persona, puedes ser más flexible y espontáneo”.  La maestra de dibujo de figura humana, publicó un video sobre cinco errores básicos de la enseñanza en línea, y reiteró que muchas áreas de oportunidad en el rubro pueden irse puliendo poco a poco a base de preparación, práctica y disposición para adaptarse a los modelos de enseñanza virtual.

Las materias técnicas, las artes y los deportes podrán mantenerse durante la cuarentena, con las capacidades reducidas que implica la educación a distancia, en un esfuerzo por mitigar el impacto de esta desventaja. Instituciones como el Tec de Monterrey, la Universidad de Loughborough y la Universidad Complutense de Madrid, ofrecen recursos, subscripciones y, en algunos casos, clases en línea para los estudiantes que busquen instancias de práctica para las artes y el deporte.

¿Eres maestro de alguna materia técnica, deportiva o artística? ¿Cómo está tu institución enfrentando los retos trazados por la educación a distancia en tiempos de cuarentena? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/materias-tecnicas-cuarentena

Comparte este contenido:

La incertidumbre epistémica y las crisis de salud

Por: Sofía García-Bullé

La ciencia es falible, los líderes que la comunican no necesitan ser perfectos, solo sinceros.

Cuando una pandemia alcanza dimensiones globales, la comunicación, la veracidad y la agilidad con la que se comparten los datos es clave. En artículos anteriores, hemos hablado sobre el peligro de las noticias sin fondo y de la información falsa durante el desarrollo de una crisis de salud. Sin embargo, aún si toda la información es verdadera, expedita y clara, existe otro problema en el área cognitiva y social que complica cómo procesamos situaciones como esta: la incertidumbre epistémica.

El término se refiere a ese margen de error en datos o cifras científicas, consecuentes de una falta de conocimiento en el proceso modelo. Este grado de inexactitud es común cuando se trata de traducir a números el avance de un virus con el que no nos habíamos enfrentado antes, cuyos patrones de avance no pueden predecirse con facilidad a números, porcentajes, estadísticas o datos que proyecten certeza.

¿Qué efectos tiene la incertidumbre epistémica?

La ciencia y la incertidumbre van de la mano. Cualquier académico podría explicar sin problema que sin importar la disciplina que se estudie, la incertidumbre es una compañera habitual al camino al conocimiento y la obtención de datos factuales. Podría decirse que la incertidumbre jugó un papel importante en la elaboración del método científico, diseñado para trabajar con base en la hipótesis, algo que creemos pero no de lo que no tenemos pruebas, para llegar a una comprobación y un conocimiento factual.

Idealmente, es a través de la comprobación y el conocimiento factual que la comunidad científica y líderes de diversas esferas obtienen la confianza del público al que responden. Pero la cosa se complica cuando no es posible producir conocimiento factual a la misma velocidad que la gente se contagia, padece la enfermedad y en casos extremos fallece.

Como consecuencia, científicos, periodistas y servidores públicos se han vuelto reacios a proporcionar información que implique entrar en áreas de incertidumbre epistémica, algo muy difícil de evitar cuando se está tratando de comentar sobre el avance de una epidemia nueva.

¿La transparencia ayuda?

Ante un panorama que parecía denotar un hartazgo y falta de confianza hacia los expertos, científicos en el Centro Winton de Riesgos y Comunicación de Evidencia de la Universidad de Cambridge, realizaron un estudio para analizar los efectos de comunicar verdades de incertidumbre epistémica y su correlación con la con la confianza del público que recibe estas comunicaciones.

Los investigadores probaron la reacción del público ante datos presentados en forma cualitativa, usando términos como “se estima que” o “aproximadamente”, además de datos presentados en forma cuantitativa, en la que los comunicadores se centraban en cifras, porcentajes y rangos numéricos. Las reacciones fueron más positivas ante comunicaciones con base en datos, asimismo cuando los comunicadores intentaban ser certeros y honestos.

 “Como público, debemos esperar que  perspectivas científicas sobre la naturaleza del virus y cómo combatirlo cambien conforme se descubren más evidencia, y estar preparados para cambiar nuestra conducta acorde a esto”. 

Generar confianza no se logra con base en la proyección de infalibilidad, más bien de honestidad. En la mayoría de los casos, comunicar verdades a medias o limitar la información puede ser contraproducente, ya que tiene un impacto negativo en la veracidad percibida sobre la información que comparte un comunicador ya sea un líder político, científico o periodista.

Existe un espectro amplio de cosas que no sabemos y no podemos predecir con exactitud en la ocasión de una pandemia como esta, pero esto no debe detener o asustar a las personas responsables de compartir información, es importante que lo sigan haciendo para mantener un nivel de confianza alto entre quienes están a cargo de las estrategias para manejar la crisis de salud y el público general.

Esta confianza es crucial, no solo para mantener la credibilidad de quienes comunican, sino la paz mental de los que reciben la información y el orden social en las comunidades, estados y países afectados por la pandemia. De la misma forma en que es necesaria esta comunicación a pesar de la incertidumbre epistémica, este frágil equilibrio entre locutores y receptores depende de la flexibilidad del público a adaptarse a datos nuevos y a remarcar los límites de la incertidumbre al tiempo que van recibiendo más información.

“Como público, debemos esperar que  perspectivas científicas sobre la naturaleza del virus y cómo combatirlo cambien conforme se descubre más evidencia, y estar preparados para cambiar nuestra conducta acorde a esto”, explica Lorraine Daston, historiadora de ciencia en el Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia en Berlín.

La incertidumbre en una situación de pandemia es imposible de evitar, pero esto no es algo intrínsecamente negativo, mientras se tenga en cuenta que esta abre un camino a la adaptabilidad, el análisis, el pensamiento crítico, la practicidad y la calma, no solamente a la posibilidad del miedo o el desorden social.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/incertidumbre-epistemica

Comparte este contenido:

Las extracurriculares en tiempos de pandemia: ¿Qué hacemos con las artes y el deporte?

Por: Sofía García-Bullé

¿Qué están haciendo las universidades para dar continuidad a las clases extracurriculares? Aquí presentamos algunos ejemplos.

Las instituciones de educación superior enfrentan nuevos retos ante la presente contingencia de salud por el COVID-19, desde la necesidad de materiales y recursos educativos en línea hasta la creación de una estructura curricular completa habilitada por tecnología educativa. Tan solo en los últimos meses, hemos visto un enorme avance en la infraestructura de recursos que habilitan los programas académicos en línea. Las necesidades educativas primordiales de las universidades están siendo cubiertas, pero el aprendizaje valioso no solamente comprende la cobertura de las materias académicas.
Los programas extracurriculares, que incluyen la difusión cultural y la competencia deportiva, son indispensables para una formación integral y una vida en campus completa, ahora en línea. ¿Qué están haciendo las universidades para asegurar la continuidad de estos programas?
En términos generales
Ante el inminente cierre de escuelas e instituciones de educación superior, los gobiernos a nivel mundial ya han comenzado a implementar estrategias para la continuidad de las actividades educativas a distancia. China es uno de los ejemplos más sobresalientes en ese respecto. Desde mediados de febrero, el gobierno chino lanzó una Plataforma Nacional de Servicio Público para Recursos Educacionales, también conocido como “aula nacional en la nube”, que habilitó el regreso a clases de 200 millones de estudiantes.
Esto es relativamente más sencillo de llevar a cabo con materias académicas, las cuales llevan años implementando recursos de educación a distancia y sistemas de gestión del aprendizaje, como es el caso de Blackboard y Canvas, presentaciones de PowerPoint, grupos de Facebook, WhatsApp, etc. Sin embargo, las materias extracurriculares de arte y de deportes siempre han dependido más de la dinámica presencial, ya que requieren un enfoque más “hands-on”, equipamiento, instalaciones especiales, materiales para trabajo manual e idealmente, interacción directa.
La necesidad del arte
Zeng, una maestra de arte de escuela primaria en el nordeste de Qingdao, es una de los miles de docentes que usan plataformas en línea para mantenerse en contacto con sus alumnos. Zeng habla de su experiencia como neófita en DingTalk, uno de los recursos para realizar clases en línea.
“Es la primera vez que doy clases en línea (…) implica enfrentar a más de 200 estudiantes y padres de ocho clases en la pantalla, estaba nerviosa».
Zeng comentó cómo la clase de arte se vuelve un catalizador no sólo para registrar y procesar lo que está pasando, sino convertir esta crisis en algo positivo. La profesora explicó que sus alumnos vieron al personal médico como héroes y es lo que plasmaron en los dibujos que compartieron vía plataformas virtuales.
En México, instituciones de educación superior entienden no solo la necesidad de mantener a flote los programas de arte para beneficio de los estudiantes, sino cómo estos beneficios pueden extrapolarse y convertirse en un apoyo para la salud emocional del público en general.
“Ni un maestro ha parado y estamos con las pilas al 100, porque sabemos que estas actividades ayudan a aligerar la carga académica y el estrés que puede causar la contingencia”, comenta Eloísa Hernández, coordinadora del Departamento de Arte y Cultura del Tec de Monterrey, campus Monterrey. Hernández informó sobre el esfuerzo conjunto de la casa de estudios superiores para la continuidad de la educación en el arte. Todas las clases que se daban en forma presencial, han sido incluidas en las plataformas en línea, igual que las académicas. Además de esto, los grupos artísticos representativos: Raíces, Alegría Mexicana, Orquesta Sinfónica, Coro, Cheer, Dance Borregos y Alegría Mexicana de nivel preparatoria, continúan ensayos y prácticas desde sus casas, coordinándose con recursos tecnológicos como Zoom y grupos de WhatsApp. Se realizan también talleres y master classes virtuales, para mantener el nivel de estos grupos.
Recientemente se publicó en redes sociales un video realizado por la Orquesta Sinfónica del Tec de Monterrey, con el objetivo de ofrecer una instancia de práctica a los alumnos y un mensaje positivo al público en general.

“Sabemos que estas actividades ayudan a aligerar la carga académica y el estrés que puede causar la contingencia”.

Roberto Hernández Vivero, director de la orquesta, recalcó que la labor más importante de docentes y líderes es mantener la labor de los grupos artísticos, propósito para el cual ya se han elaborado agendas de contingencia que maestros y alumnos siguen al pie de la letra. “(…) aún siendo un experimento con los estudiantes, ha tenido tanto éxito en nuestra comunidad por el mensaje de amor y solidaridad que transmite en estos tiempos de angustias e incertidumbre”, comentó el director.

El deporte como actividad a distancia
La cuarentena es especialmente difícil para niños y jóvenes acostumbrados a un nivel de actividad física cotidiano. Este aspecto también es una cuestión de salud. En España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social aconseja tres horas de actividad física al día, de cualquier tipo, para niños hasta los seis años de edad, y una hora de actividad de intensidad moderada o vigorosa para los que pasan de los seis y llegan a los 18 años.
En China, instructores de educación física introdujeron un miniprograma en WeChat que provee a los estudiantes de videos de entrenamiento profesional para que los vean desde casa. Los maestros también demuestran cómo se hacen diversos ejercicios y dan consejos sobre cómo realizarlos. Durante las clases en línea, los estudiantes siguen las instrucciones de los videos, se filman a sí mismos haciendo los ejercicios y envían los videos para revisión de los maestros.
La dificultad de establecer programas de preparación física de cualquier nivel es mayor que la de otras materias, como menciona Sigifredo Treviño, quien labora en el departamento Atlético y Deportivo Región Norte del Tec de Monterrey.
“Todos nuestros maestros envían un plan de entrenamiento de preparación física para poder realizar en casa. Se formó un grupo de WhatsApp para poder estar en continua comunicación y aclarar dudas, y se habilitó una sesión de Zoom el día y la hora de su clase para poder trabajar el programa”, declaró Treviño, agregando que se han designado actividades específicas para la conservación del nivel de los equipos representativos de la institución.
“Todos nuestros maestros envían un plan de entrenamiento de preparación física para poder realizar en casa”.
A todas las escuadras de los diversos deportes se les ha enviado un programa de preparación física dedicado para ayudarlos a mantener una buena forma. Esto se ha hecho a través de una plataforma llamada visual coaching en la que se les dan seguimientos puntuales del trabajo que están realizando, además de monitorear la fatiga, el descanso y cómo se van desarrollando en forma general. Treviño también comentó sobre la apertura de seis torneos intramuros de e-sports, con títulos como FIFA 20, Clash Royale, Call of Duty Mobile, y League of Legends.
Es importante entender la oferta educativa como un todo. Las materias académicas es lo que necesitamos seguir haciendo para asegurar la continuidad del aprendizaje, y las materias artísticas y deportivas con las que nos habilitan a tener esta continuidad del aprendizaje académico; ya que son las que ayudan a mantener una salud emocional y física estable.
¿Qué recursos utilizan en tu escuela o universidad para mantener vivos los programas de arte y deportes?

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/arte-deporte-covid-19

Comparte este contenido:

¿Cómo encontrar cursos en línea de calidad?

Por: Sofía García-Bullé

El sentido crítico al evaluar los aspectos que hacen de un curso en línea un producto educativo de calidad, es crucial para un aprendizaje efectivo.

La educación en línea se ha vuelto uno de los temas centrales ante la contingencia de salud que vivimos hoy en día. En artículos anteriores, hemos hablado tanto de recursos didácticos como culturales para mantenerse ocupados y aprendiendo durante la cuarentena, pero en el caso de los cursos online e instancias de aprendizaje en línea, ¿cómo aseguramos su calidad como productos educativos?

La democratización de contenidos ha hecho más fácil que más y mejores productos educativos lleguen a nuestras manos, pero también ha aumentado el volumen de los mismos. Si quieres tomar cursos que tengan un estándar satisfactorio es importante ser consciente de los elementos que construyen un buen curso, y de aquellos que podrían demeritarlo, a continuación te compartimos algunas indicaciones a seguir para constatar el valor educativo de los cursos en línea.

1. Interacción y tiempo de respuesta

El primer indicador de calidad de un curso en línea es su capacidad de habilitar la comunicación a distancia. Además del material didáctico y las sesiones para impartir clases, el curso online debe contar con una plataforma y un docente o guía para ofrecer retroalimentación detallada, ya sea vía e-mail, mensajes escritos, de voz o video, además de chat en vivo cuando se requiera.

El tiempo de respuesta entre maestros y estudiantes es clave para aprovechar las herramientas técnicas. Es necesario establecer horarios de atención para el seguimiento de la misma forma que se haría con una clase presencial. Por ejemplo, un rango de tiempo para responder un correo sobre alguna duda relacionada con la clase debería ser de horas, no de días, para mantener un ritmo ágil y útil para el aprendizaje.

2. Instituciones y material didáctico

Al momento de buscar un curso en línea, se recomienda que el primer paso sea constatar la calidad y estándares de la institución o plataforma que los imparte. Si la universidad o proveedor digital tiene un alto nivel de credibilidad, es más seguro que los cursos que ofrecen en línea sean de calidad también.

Una vez que el alumno decida qué institución o plataforma elegirá, es recomendable revisar que los contenidos de los cursos en línea o MOOC sean los mismos que se ofrecerían en una versión presencial, con currículum de grado universitario o profesional.

3. Las ventajas exclusivas del modelo en línea

Los cursos en línea proveen una flexibilidad que los diferencian de los cursos presenciales. Las plataformas que usan habilitan varias conversaciones al mismo tiempo sobre temas relacionados con la clase y aumentan la capacidad de administrar y compartir contenidos.

Estos recursos, combinados con una estrategia creativa que resalte los aspectos comunicativos de la clase e incluya a los estudiantes en el proceso de aprendizaje, resultan en un producto educativo no solo competitivo, sino uno que abre nuevas rutas en materia de didáctica y aprendizaje.

4. Comunidad en línea

Ante la ausencia de una interacción presencial en un curso en línea es necesario un esfuerzo extra, tanto de maestros como estudiantes, para crear una comunidad de aprendizaje que facilite la comunicación, la empatía y la buena disposición para el trabajo en equipo.

Aún si un curso tiene todos los recursos tecnológicos existentes a la mano y un excelente material didáctico, la experiencia educativa no será satisfactoria si las personas involucradas dentro del curso no hacen el trabajo para crear un sentido de comunidad y cooperación dentro y fuera de las sesiones.

Una sugerencia para incentivar la creación y el desarrollo de una comunidad en línea es dedicar algo de tiempo dentro del programa a presentarse y hablar un poco de sus intereses relacionados con la clase, además de fomentar el trabajo en equipo y la discusión de temas fuera de las sesiones.

La oferta de cursos online gratuitos ha aumentado considerablemente como una forma de mitigar la carga psicológica del aislamiento para responder la creciente crisis de salud, y si bien es recomendable aprovechar la oportunidad de seguir aprendiendo, también lo es desarrollar un sentido crítico hacia los productos educativos que elegimos. ¿Qué cursos llevarás durante este periodo de cuarentena? ¿Cumplen con los criterios mencionados en este texto? Déjanos saber en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/cursos-online-formacion-cuarentena

Comparte este contenido:
Page 15 of 22
1 13 14 15 16 17 22