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Legales pero esclavizadas, la vida de migrantes africanas en los países árabes del Golfo

Redacción: Aurora

En los aeropuertos de Kampala, Nairobi o incluso Accra salen diariamente decenas de vuelos rumbo a Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos (EAU); en ellos centenares de mujeres embarcan cada año de forma legal hacia un futuro de explotación y abusos que para algunas acaba incluso en la muerte.

No hay números. No hay información, pero se calcula que la fuerza obrera en muchos de los países de la Península Arábiga es más extranjera -procedente sobre todo del este de África y el sudeste asiático- que nativa.

«Se estima que 7,8 millones de los 9,2 millones de habitantes de Emiratos son no nacionales, mientras que el 70 % de la población de Kuwait y el 85 % de la de Qatar son extranjeros», cuenta el periodista ugandés Yasin Kakande en su libro «Estados esclavos: la práctica de la kafala en la región del Golfo Pérsico» (2015).

«El tratamiento hacia los trabajadores extranjeros va en contra de todos los estándares morales, es completamente injusto», explica Kakande justo cuando se celebra hoy el Día Internacional del Migrante.

El proceso para muchas mujeres que trabajan como empleadas del hogar con familias árabes se realiza mediante empresas de reclutamiento, a las que la familia y la mujer pagan por partida doble, y el proceso de migración es legal: llegan con su visa y su autorización para trabajar.

El problema es que cuando aterrizan en Riad, Dubai o Abu Dhabi se les requisa el pasaporte y pasan a depender totalmente de los empleadores.

«En el momento en que la trabajadora ugandesa ha llegado a Arabia Saudita -ejemplifica Kakande-, el empleador saudita ha pagado tanto por esta mujer que la mira como si fuera un activo en el que ha invertido mucho».

Si ella quiere salir de ese trabajo o volver a su país, tendrá que pagar un precio alto a sus empleadores, convertidos así en sus dueños.

UN SISTEMA DE ESCLAVITUD INSTITUCIONALIZADO

En los países del Golfo Pérsico, y en otros como Jordania o incluso el Líbano, el sistema de inmigración se denomina «kafala», que en la cultura árabe es una forma de «cuidar al visitante», pero que con la mano de obra de países más pobres se ha convertido en un sistema de esclavitud.

«El sistema de kafala hace que tu empleador saudita sea un pequeño dios que toma todas las decisiones por ti; es un sistema de explotación que se ha cebado con los pobres que acuden a trabajar allí», señala Kakande.

Él llegó como un emigrante más a Emiratos, encontró trabajo como periodista y documentó, de espaldas a una prensa que no quería contar estas historias, los miles de casos de abusos y explotación contra migrantes. Le costó la deportación.

En Dubai, por ejemplo, conoció a Harriet, una amiga de una compañera suya de la infancia, que trabajaba como limpiadora para una compañía aérea.

Harriet era graduada universitaria en Ciencias Sociales, pero al no encontrar trabajo en Uganda, decidió acudir a una empresa de empleo que, por 600 dólares, le consiguió el vuelo y la visa para EAU.

Las condiciones insalubres de trabajo le habían provocado ronchas en la piel y la compañía decidió llevarle al hospital; lo que le costó una reducción del salario de los 215 dólares que cobraba a 54 dólares. El coste de vida en uno de los países más ricos del mundo hace «matemáticamente imposible» que una mujer pueda vivir así.

La «feminización de la migración» hace que «las mujeres estén en una posición mucho más difícil que los hombres», como apunta el director regional para África del Este y Cuerno de África de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), Mohammed Abdiker.

Pero en estos países también hay cientos de obreros que pasan interminables horas trabajando al sol, por ejemplo, en las obras de preparación del Mundial de Fútbol de Qatar de 2022.

Varios organismos de derechos humanos han denunciado las altas tasas de suicidios, accidentes laborales y muertes repentinas de estas personas, pero los países árabes no dan cifras oficiales.

En 2017, un informe de un comité parlamentario de Uganda revelaba que en ese año 50 ugandeses habían muerto solo en EAU, de los cuales 35 habían sido suicidios.

«Imagina la clase de desesperación que conduce a una persona al suicidio», lamenta Kakande, quien ha documentado algunos casos en que el Gobierno y las familias han encubierto asesinatos de empleadas del hogar como si fueran suicidios.

«Hay una conspiración entre las personas que tienen el poder y el Gobierno de Arabia Saudita para silenciar estos casos de abusos», apunta el periodista ugandés.

UN DEBATE MIGRATORIO SESGADO

A estas trabajadoras y trabajadores que llegan de forma legal a los países del golfo Pérsico, se suman decenas de miles que cruzan el golfo de Adén, desde Yibuti y Somalia, cada año de forma ilegal y atravesando Yemen para intentar conseguir un trabajo allí.

La OIM estimó que el año pasado 150.000 migrantes, sobre todo etíopes, atravesaron el mar Rojo rumbo a Arabia Saudita, donde casi a diario sale un avión para repatriar a trabajadores ilegales.

«Es un círculo vicioso: Arabia Saudita los deporta y al día siguiente ya hay más que van rumbo allí», explica Abdiker, quien no cree que la migración se vaya a parar hasta que no se reúnan las condiciones económicas idóneas en sus países de origen.

La investigadora keniana de Human Rights Watch (HRW) Agnes Odhiambo coincide: «Vivimos en un mundo global -afirma-, la gente quiere moverse y es muy difícil decir que vas a conseguir detener a la gente porque siempre van a encontrar la forma de moverse. Es una completa pérdida de tiempo».

La migración se ha colado en todos los foros de debate, telediarios y campañas electorales del mundo. El problema es que es un debate sesgado, considera Kakande.

«Las historias de migración están siendo contadas por gente que nunca ha migrado, que no saben lo que es ser migrante», critica el periodista ugandés, «las explicaciones al debate global de la migración se realizan de forma unilateral, son todas parciales».

Fuente: http://www.aurora-israel.co.il/legales-pero-esclavizadas-la-vida-de-migrantes-africanas-en-los-paises-arabes-del-golfo

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Marruecos sube al puesto número 121 en el índice de desarrollo humano de la ONU, después de Gaza, Libia y Yemen.

Redacción: Ecsaharaui

El Índice de Desarrollo Humano 2019 del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas ha clasificado a Marruecos como el 121º país más desarrollado de los 189 países. Aunque dos lugares por encima de su clasificación anterior, la nueva clasificación coloca a Marruecos dos veces por debajo del estado de Palestina, incluida la franja de Gaza.

Con un índice de 0.676, Marruecos tiene un «desarrollo humano muy bajo». En otras partes del Magreb, el PNUD considera que Argelia (82º a nivel mundial) y Túnez (91º a nivel mundial) tienen un «alto desarrollo humano», junto con otros seis países africanos que se clasificaron por encima de Marruecos.

Las Seychelles, Mauricio, Botswana, Sudáfrica, Gabón y Egipto también se sitúen en el ranking de alto desarrollo.

El Índice de Desarrollo Humano mide la capacidad de «vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y la obtención de ingresos para un nivel de vida básico».

Marruecos no ha registrado mejora sustancial en el ranking desde que comenzó el índice en 1990. En 1990, Marruecos tenía una putuación de 0.458, en 2000 una puntuación de 0.531 y en 2010 ascendió a 0.618.

Si bien, el 10% de la población de Marruecos vive por debajo de la línea de pobreza reconocida internacionalmente con menos de $ 1.90 por día.

Mirando más allá de la pobreza monetaria, el índice estima que el 19% de los marroquíes viven en «pobreza multidimensional».

Un sistema educativo deficiente

En el corazón de la máquina desigual está el sistema educativo. «Un sistema inclusivo e igualitario aliviaría las disparidades sociales y eliminaría parcialmente las diferencias relacionadas con el entorno de origen», señala el informe. Sin embargo, aunque Marruecos dedica el 21.5% de su presupuesto a este sector (mucho más que el promedio de Medio Oriente y África del Norte, con un 13.9%), su sistema educativo está fracasando en gran medida. La duración promedio de la escolarización es de 4.4 años, dos años menos que el promedio de los países árabes. Y los resultados escolares varían considerablemente dependiendo del entorno de los estudiantes.

En este contexto, la privatización masiva de la educación, alentada por las autoridades, acentúa la lógica desigual. Se estima que el 14% de los estudiantes marroquíes están matriculados en escuelas privadas y hasta el 80% en ciudades grandes como Casablanca y Rabat.

Fuertes desequilibrios territoriales
El reino también enfrenta fuertes desequilibrios territoriales. Ejemplo con acceso al agua: mientras que casi todos los habitantes urbanos están conectados a una red de agua potable, esta proporción se reduce al 64% en las áreas rurales, e incluso al 40% en la región de Tánger-Tetuán -Al Hoceima (norte). Esta última ciudad fue escenario de un importante movimiento social en 2017.

Finalmente, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen siendo evidentes. Según el informe global «Brecha de género global», que tiene en cuenta la participación de las mujeres en la economía, la vida política, su acceso a la educación y la salud, Marruecos ocupa el lugar 137 entre 144 países. A pesar de los esfuerzos realizados en el campo de la educación, el 41,9% de las mujeres marroquíes se declaran analfabetas, estadísticas de 2014 (en comparación con el 22,1% de los hombres), una cifra que se eleva al 60,4% en las zonas rurales. En 2009, el 62.8% de las mujeres marroquíes reportaron haber experimentado algún tipo de violencia de género.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/2019/12/marruecos-sube-al-puesto-numero-121-en.html
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18,000 needy students to benefit from government scholarship

Africa/Kenya/15-12-2019/Author(a): Christine Muchira/Source: www.kbc.co.ke

By: Christine Muchira

Education Cabinet Secretary, Prof George Magoha, says 9,000 Form One Students to benefit from Elimu Scholarship Programme in 2020.

The Ministry of Education has opened applications for the inaugural 2020 Elimu Scholarship Programme targeting 9,000 beneficiaries.

Eligible 2019 Kenya Certificate of Primary Education (KCPE) Examination candidates have until December 16, 2019 to apply for the scholarships that are funded by the Ministry of Education with support from the World Bank. They will be implemented through the Equity Group Foundation.

The Elimu Scholarship Programme, funded through the Secondary Education Quality Improvement Project (SEQIP), will benefit candidates from 110 targeted Sub-Counties and fifteen urban centres with informal settlements.

Announcing the start of the Elimu Scholarship, Education Cabinet Secretary Prof. George Magoha said the programme will boost the Government’s 100 per cent transition policy that was introduced last year.

“We are determined to utilize the Sh3 billion scholarship programme to further ensure that all the needy and vulnerable 2019 KCPE candidates are supported to gain admission to schools of their choice,” Prof Magoha said.

Equity Group Foundation Executive Chairman Dr. James Mwangi said the Foundation will ensure the selection is thorough and based on merit.

“Equity will deploy its massive infrastructure and its technical capacity to successfully implement the Elimu scholarship programme on behalf of the Ministry of Education in the selection of 18,000 needy beneficiaries of the Elimu Scholarship Programme over the next two years,” he said.

This year, Dr.  Mwangi said 9,000 Elimu Scholarship Programme beneficiaries will be selected while 1,125 beneficiaries will be picked under the Wings to Fly Programme, bringing the total number of scholarships to 10,125 this year.

“We welcome the Elimu Scholarship Programme as it widens the opportunities for more children to access secondary school education and increase their opportunities of a better future for themselves, their families and communities. We have seen the tremendous transformational opportunities that the Wings to Fly program has had on the beneficiaries with majority transitioning to universities locally and across the world including Ivy League schools.”

Under the programme, poor and vulnerable children from financially constrained backgrounds and who attained 280 marks and above in 2019 KCPE, will be considered. For affirmative action, candidates who are Orphans and/or from Vulnerable Communities and those with special needs and disabilities who attained below 280 marks may be considered.

Only candidates who sat for KCPE examinations in 2019 from public primary schools in the targeted areas will be eligible to apply for the inaugural cohort of 9,000 scholarships tenable in 2020.

The 110 targeted Sub-Counties are as per the National Government Administrative areas that existed in the year 2015. The list of the targeted Sub-counties and the fifteen urban centres with informal settlements can be accessed through the Ministry of Education and Equity Group Foundation websites; www.education.go.ke and https://egfdmis.equitybank.co.ke/register_elimu

Applicants of the Elimu Scholarship Programme must meet the following eligibility criteria:

  1. Candidates with special needs and disabilities (Physical, Hearing and Visual Impairments, Autism, Albinism, Learning Disabilities and Others); or

Orphans and vulnerable children; or

Candidates from vulnerable communities in the target Sub-Counties; or

Candidates from urban centres with informal settlements; or

Candidates:

  1. whose parents/guardians are living with disabilities that have compromised their ability to meet the financial obligations of their children
  2. whose families are affected by HIV/AIDS and other chronic illnesses with debilitating effects that could render parents and guardians destitute and unable to fend for their families
  3. whose families are affected by extreme poverty rendering them unable to educate their children
  4. Who have suffered from neglect, abuse and have no support to continue with their education.

Interested applicants are advised to collect the scholarship application forms from the nearest Equity Bank Branch or Equity Bank Agent. Application forms can also be downloaded from the Ministry of Education and Equity Group Foundation websites; www.education.go.ke and https://egfdmis.equitybank.co.ke/register_elimu

Duly completed application forms and supporting documents should be submitted to the nearest Equity Bank Branch by 16th December 2019. Shortlisted candidates accompanied by parents/guardians will be invited for interviews which will be conducted by the Community Scholarship Advisory Committees.

The scholarship caters for School fees, transport to and from school, learning materials and School kit for the beneficiaries for the four-year education period. Please note that ONLY the candidates who meet the requirements will be considered for the scholarship. Members of the public are urged to share this information widely.

Any grievances regarding the scholarship programme are to be addressed to: elimu@equitygroupfoundation.com  or elimu@education.go.ke

While the Wings to Fly programme is targeting students who scored at least 350 marks in the 2019 Kenya Certificate of Primary Education (KCPE), the Elimu Scholarship Programme cut off mark is 280 marks except in regions with vulnerable and marginalised communities and for children with disabilities where the cut off can be lowered.

The applications will be reviewed, and only shortlisted candidates will be invited for interviews by the respective scholarship selection boards. The number of boards has been increased to 207 from 119 to adequately cater for the increased numbers.

The boards comprise of at least 13 local community stakeholders including local administrative leaders, education officials, Equity Agent representatives, Vulnerable and marginalized communities representatives, religious and community leaders in the County.

Each board is chaired by the Deputy County Commissioner or the Sub-County Education Officer and coordinated by the respective Equity Bank Branch Managers.

Speaking on the application process, Dr. Mwangi urged administrative leaders and community leaders to use their offices to create awareness on the scholarships to ensure all eligible needy children take advantage of the opportunity. “I appeal to religious leaders to use church and mosque services to make announcements on the ongoing application process. Let all Kenyans of goodwill show their care by reaching out to potential candidates who can benefit from these scholarships,” he added.

The Wings to Fly programme which is now in its 11thyear supports bright but economically challenged pupils, who would otherwise not be able to join secondary school due to financial constraints. This is through funding from Equity Group, MasterCard Foundation and German Government through KfW.

The scholarship caters for tuition and boarding fees, books, uniform, and transport to and from school as well as pocket money for the four years of secondary school. To date, 16,168 scholars have benefitted from this programme.

Last year, the Equity Group Foundation received more than 26,000 applications from needy students who sat for their 2018 KCPE examinations and were unable to finance their secondary school educatio.

Source: https://www.kbc.co.ke/18000-needy-students-government-scholarship/

Image:  Rolf Dobberstein en Pixabay 

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Corte africana ordena a Sierra Leona readmitir en escuelas a adolescentes embarazadas

África/Sierra Leona/14-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.infobae.com

El tribunal de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) ordenó el jueves a Sierra Leona que levante «inmediatamente» la controvertida prohibición de que las niñas embarazadas asistan a la escuela.

Sierra Leona había prohibido oficialmente que las niñas embarazadas fueran a la escuela en 2015, luego de la crisis del ébola de 2014, cuando unas 14.000 niñas quedaron embarazadas, según la ONU.

Durante la crisis, miles de niñas huérfanas recurrieron a la prostitución para sobrevivir, según Amnistía Internacional. En otro casos los embarazos fueron el resultado de violaciones.

En 2018, la oenegé Mujeres contra la violencia y la explotación en la sociedad (WAVES), junto con otros grupos de la sociedad civil, impugnó esta prohibición ante el tribunal de la CEDEAO tras el fracaso del recurso en el ámbito de la justicia nacional.

En un fallo el jueves en Abuya, el juez Dupe Atoki dijo que «la política prohibitiva debería ser derogada de inmediato», ya que era «discriminatoria contra las adolescentes embarazadas».

El tribunal también condenó un programa especial del gobierno apoyado por Gran Bretaña y la ONU, que ofrece educación limitada a las niñas embarazadas.

«La creación de escuelas para adolescentes embarazadas donde se imparten cuatro materias tres días a la semana es discriminatoria y constituye una violación del derecho a la igualdad de educación», agregó el juez.

Hannah Yambasu, directora de WAVES en Sierra Leona, acogió con beneplácito la decisión y dijo que era esencial «proteger a las niñas y garantizar que puedan terminar la educación superior».

Marta Colomer, subdirectora de Amnistía Internacional para África occidental y central, también elogió el fallo. «La decisión es decisiva para las miles de niñas que han sido excluidas de la escuela y cuyo derecho de acceso a la educación sin discriminación ha sido violado», dijo.

Fuente: https://www.infobae.com/america/agencias/2019/12/12/corte-africana-ordena-a-sierra-leona-readmitir-en-escuelas-a-adolescentes-embarazadas/
Imagen: gdakaska en Pixabay
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‘Sabias de Kakuma’, el exitoso programa que forma a las profesoras de refugiados en Kenia

Africa/Kenia/elespanol.com

La Fundación Universidad Camilo José Cela y la Fundación Mujeres por África han presentado este jueves los resultados de este proyecto pionero.

La Fundación Universidad Camilo José Cela y la Fundación Mujeres por África han presentado este jueves los resultados del proyecto Sabias de Kakuma. Un programa de formación pedagógica pionero en España dirigido a las mujeres que trabajan como profesoras en uno de los mayores campos de refugiados, el de Kakuma, con el objetivo de impulsar la calidad de la formación que reciben los menores refugiados y la apertura de oportunidades para las propias profesoras.

Rehema Sango, Martha Korok y Elizabeth Kitulo son tres de las más de 150.000 personas que viven en el campo de refugiados de Kakuma, uno de los mayores del mundo, situado al norte de Kenia. Allí trabajan como profesoras en tres de las 26 escuelas en las que estudian los menores de este campo, que cuentan con un ratio de 100 alumnos por clase.

El campo de refugiados de Kakuma cuenta con 21 escuelas de primaria y 5 de secundaria, con tasas del 96% de éxito académico, las más altas del condado keniano. El desafío actual en Kakuma es aumentar la tasa de matriculación en la educación secundaria, que ahora está solo en el 2%.

Nieves Segovia, en la apertura del acto, ha confirmado que este proyecto tiene continuidad y que pretende contar con más profesoras en el futuro. La presidenta de la Institución Educativa SEK —grupo educativo al que pertenece la Universidad Camilo José Cela—, ha dicho que “uno de cada cinco niños no tiene acceso a la educación” y ha hecho una llamada a la necesidad de educar en la profesión docente. “Necesitamos 70 millones de profesores en el mundo en los próximos 10 años para llegar a todos los niños”.

Las tres mujeres, de entre 20 y 31 años, han participado en el proyecto Sabias de Kakuma, un programa de formación académica de tres meses en la Universidad Camilo José Cela que han completado con su aplicación práctica en el Colegio Internacional SEK El Castillo.

“El 88% de los profesores en Kakuma son refugiados, solo un 10% son mujeres, y el 80% no tienen formación”, ha explicado Elizabeth Kitulo. Rehema, por su parte, ha explicado en qué ha consistido la formación que han recibido sobre educación, comunicación, tecnología, español o salud, en un programa transversal diseñado por la UCJC.

Finalmente, Martha ha hablado sobre las técnicas de aprendizaje colaborativo, la filosofía de centralidad del alumno como responsable de su propio aprendizaje, las metodologías activas y grupales y cómo han aplicado sus conocimientos con los alumnos y profesores en el Colegio Internacional SEK El Castillo.

Solo un 63% de escolarizados

La Universidad Camilo José Cela, a través de su fundación, ha becado a las profesoras con este programa de formación, un plan de apoyo e integración, soporte económico para traslados, alojamiento y manutención durante su estancia en España y con un plan de seguimiento y valoración psicosocial y emocional, dada su condición de refugiadas.

Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega, presidenta de la Fundación Mujeres por África, ha dicho en su intervención que “en los campos de refugiados solo está escolarizado el 63% de los niños, frente al 91%, que es la media mundial. Por todo esto, sabía que teníamos que apostar por la educación y hacerlo de la mano de las mujeres, de las maestras”. María Teresa Fernández de la Vega visitó Kakuma en noviembre de 2017 con el fin de conocer de primera mano el entorno para el que se diseñaba el proyecto.

La Universidad Camilo José Cela, a través de su fundación, responde a los valores de solidaridad, tolerancia y respeto a la diversidad cultural, económica y social en los que la Institución Educativa SEK y la Universidad Camilo José Cela quiere formar a sus alumnos.

En el cierre del acto, Emilio Lora-Tamayo, rector de la Universidad Camilo José Cela, ha reivindicado la importancia de este tipo de iniciativas, pues “más de 14.000 niños huérfanos llegaron a Kakuma buscando bienestar. No tener acceso a la educación es una injusticia, y por eso tienen tanto mérito sus profesores”, y ha aludido al aprendizaje que este tipo de iniciativas, impulsadas por la Fundación Universidad Camilo José Cela, deja en los alumnos y profesores de la propia universidad.

El proyecto Sabias de Kakuma se une a otras iniciativas impulsadas por la Fundación Universidad Camilo José Cela, como el proyecto de cooperación con refugiados, Proyecto Integra, puesto en marcha en septiembre de 2016.

Fuente: https://www.elespanol.com/sociedad/educacion/20191212/sabias-kakuma-exitoso-programa-profesoras-refugiados-kenia/451455400_0.html

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Las algueras de Zanzíbar: feminismo e innovación a orillas del Índico

África/Tanzania/12 Diciembre 2019/El país

El cultivo y venta de plantas marinas, un sector herido de muerte por la crisis climática, constituye el salvavidas de unas 23.000 mujeres en un archipiélago tanzano. Es la tercera mayor industria del país

Maryam Pandu se viste como un animal al que le gustaría pasar inadvertido en el ecosistema que le da de comer. La túnica que le cubre es azul marino, y azul celeste es el turbante que la protege del sol. Su misma voz es acuosa y profunda, capaz de empapar a todo aquel que le pregunta por qué entrega su vida al mar.

«Nos dedicamos a esto porque por lo menos podemos sacar algo de dinero, a diferencia de otros negocios a los que (como mujeres) nos resulta muy difícil acceder», explica esta alguera de Bwejuu, poblado situado en el sureste de Zanzíbar, y quien lidera una especie de cooperativa formada por otras veinte compañeras.

El cultivo y la venta de algas marinas —un sector herido de muerte por la crisis climática— constituye el salvavidas de cerca de 23.000 mujeres en este archipiélago tanzano, llegando a ser la tercera mayor industria solo por detrás de la exportación de clavo y del turismo de playas cristalinas.

Un negocio despreciado por los hombres que, sin embargo, otorga a miles de mujeres como Pandu (incrustadas en una sociedad musulmana altamente conservadora y tradicional) cierto poder monetario y una mínima independencia.

Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu.
Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

«En una sociedad musulmana no se espera que la mujer salga de casa. Pero en 1989 llegaron las primeras algueras a Zanzíbar e hicieron algo realmente extraño: dirigirse al océano, cuando todos sabían que eso era cosa de los hombres», recuerda Flower Msuya, investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Dar es Salaam.

«El cultivo de algas marinas ha empoderado a las mujeres. Si el esposo es un pescador, él traerá pescado y ella comprará arroz; o compartirán los gastos educativos y médicos de los hijos. Ahora son personas capaces de hacer algo, de ayudar, e incluso algunas se han convertido en lideresas», continúa Msuya.

Mucho más que sushi

Nada interrumpe la tranquilidad de Bwejuu mientras las cinco mujeres aguardan a la sombra a que baje la marea para poder dirigirse al mar. Niños en bicicleta zigzaguean entre altas palmeras, algún burro rebuzna con esmero, coloridas coladas se apagan bajo un ardiente sol.

Su alto valor nutricional es innegable, pero el 99 % de las algas marinas que produce Zanzíbar no se usa para consumo interno, sino que se exporta, entre otros, a países como Francia, Dinamarca o Estados Unidos, donde son procesadas y convertidas en gel de carragenina, un recurrido agente espesante.

«Indonesia, Filipinas, Japón o China producen decenas de millones de toneladas de algas marinas y se las comen en el desayuno, el almuerzo y la cena», detalla la científica marina Elizabeth Cottier-Cook. Pero la mayoría de las personas del mundo, sin saberlo, también las consumen: «La carragenina está presente en la cerveza, la pasta de dientes, el helado, el papel…».

Sin embargo, en los últimos años, cultivar algas marinas en Zanzíbar ha dejado de ser sinónimo de buena cosecha. La variedad de alga por la que las mujeres obtenían más dinero, la eucheuma cottonii (que posee una mayor concentración de carragenina) no soporta las aguas superficiales tan cálidas de hoy en día próximas a los 38 grados centígrados.

Los océanos del mundo se están calentado un 40% más rápido de lo previsto, según alertaron científicos en un nuevo estudio publicado en la revista Science. Absorben del 93% del calor que se queda en la atmósfera atrapado por los gases de efecto invernadero, pero las consecuencias son devastadoras. Las pestes y las enfermedades en el caso de las algas se han vuelto comunes. Cottier-Cook, a través de un programa de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar, lleva años formando en materia de bioseguridad a algueras de Tanzania, Filipinas o Malasia para que sepan cómo actuar cuando esto ocurre.

«Antes plantábamos cada dos semanas y contábamos otras cuatro hasta la recolección. Ahora, debido al cambio climático necesitamos el doble de tiempo, lo que significa que la productividad ha caído de forma drástica», explica el comerciante Haji Saidi, quien compra la mercancía a estas algueras y se la vende a una filial danesa.

Como muchos otros países de África —azotados por ciclos cada vez más cortos de sequías e inundaciones, y por ende, de hambruna y muerte— Zanzíbar nota cada día más los efectos de una crisis de la que no es responsable. El nivel tanzano de emisiones de dióxido de carbono no supera el 0,03%.

Nuevas tecnologías y crisis climática

Msuya todavía recuerda cuando la temperatura superficial de las verdosas aguas del Índico no superaba los 30 o 31 grados y las algas crecían sanas. Apenas tiene que remontarse una década atrás; el mismo tiempo que lleva investigando cómo desarrollar nuevas tecnologías que se adecúen a unas condiciones climáticas más arduas. «Si el cultivo de algas se trasladase a aguas más profundas la temperatura sería óptima para el crecimiento de la alga cottonii«, revela la científica tanzana sobre algo que ya se hace en el sureste asiático. «Pero aquí las mujeres no saben nadar y, además, se necesitarían barcas. Eso requiere dinero, chalecos salvavidas, recursos. Algunas están incluso dispuestas a aprender a nadar, no para llegar a nado hasta la zona más profunda, pero porque dicen que así se sentirían más cómodas», explica.

Sin embargo, antes de dar forma a retos del futuro, muchas de las algueras todavía dan vida a dificultades más propias del pasado o de un presente que apenas cambia. «El precio de venta es bajo y nos falta equipamiento», detalla Nali Hassan. «A veces entramos en el mar sin ningún tipo de zapato y hay plantas venenosas y erizos. No tenemos tratamiento y cualquier percance puede dejarte parada durante seis meses», añade. Y estar parada significa regresar a la pobreza, a la dependencia económica, al no ser nadie fuera del hogar. «El dinero que ganamos solo es una ayuda, no nos satisface y no es suficiente; pero al menos es algo», reflexiona Hassan.

La brusca caída en la producción de los últimos años hizo, por el contrario, que el precio de venta aumentase de forma significativa, y ahora un kilo seco de algas marinas puede llegar a alcanzar los 25 centavos de dólar; 40 el de cottonii. Cantidades nada despreciables en una población en la que el salario medio no supera los 250 dólares al mes, pese a que estas mujeres raramente ganan más de 40 dólares.

Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres.
Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

Con ingenio ante la escasez, Msuya lleva años enseñando a centenares de algueras tanzanas -a través de una agrupación que creó en 2006 y de la que también forman parte compradores, funcionarios del Gobierno o académicos- a que generen valor añadido a través de la elaboración de productos como polvo, mermelada o cremas hidratantes de algas. «Ahora podemos comer mermelada de algas, hacer jabones y ensaladas. Esto nos permite ayudar a la familia y tener algo de dinero para nosotras mismas», subraya Maryam, convencida de que seguirá cultivando los mares hasta que el cambio y su cuerpo se lo permitan.

«Seguiré haciéndolo hasta que sea tan vieja que ya no pueda ni caminar. Por lo menos ahora no tengo que rogar a nadie para poder comer y dependo de mí misma».

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/03/planeta_futuro/1575380097_314060.html

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Francés vs. árabe: Marruecos libra la batalla definitiva por su identidad

Por: Rebeca Hortigüela. Rabat.

El francés, la lengua colonial, se impone al árabe y al amazigh en la educación de ciencias y aviva el debate sobre la pérdida de identidad nacional marroquí

Marruecos dejó de ser protectorado francés hace más de 60 años. Y sin embargo, el francés sigue siendo el idioma dominante. No solo las universidades imparten sus clases en la lengua de la antigua metrópoli, sino que es requisito obligatorio para acceder a la mayoría de los empleos, incluso no cualificados. El debate sobre si educar en francés o en las otras dos lenguas oficiales -el árabe y el amazigh de los bereberes norteafricanos- lleva tiempo cocinándose a fuego lento. Pero la polémica ha terminado de estallar con la promulgación de una ley de educación que obliga a los colegios e institutos a impartir este curso las asignaturas de ciencias, matemáticas y tecnología en francés.

Sus detractores la califican como «una ley absurda» inventada por y para beneficiar al ‘lobby’ francés y todavía muy presente en las instituciones. De hecho, la mayoría de los marroquíes se comunican en una variante local del árabe clásico y apenas un 35% tiene algún nivel de francés. Mientras, los pocos expertos que se posicionan a favor creen que esta nueva legislación puede reducir el galopante paro juvenil y facilitar que más jóvenes completen con éxito sus carreras universitarias, impartidas en francés y en las que nueve de cada diez alumnos abandonan antes de obtener el título en las disciplinas científicas (más del doble que en el resto de carreras).

Pese a la arabización del país y la construcción de identidad nacional tras su independencia, la realidad es todavía tozuda: el francés es el idioma de los negocios, del propio gobierno y de las élites. Para acceder al 70% de los puestos de trabajo se exige el perfecto dominio de esta lengua, vista por muchos como una «lengua colonial».

REBECA HORTIGÜELA. RABAT

¿Encontrar profesores? ¡Imposible!

De momento, su implantación de la ley en las aulas marroquíes de primaria y secundaria está siendo difícil. No hay libros de texto de las asignaturas científicas traducidos al francés y está costando encontrar profesores de ciencias capacitados para impartir sus clases en el idioma de Victor Hugo.

«Tenemos problemas para encontrar profesores de francés y reemplazar a los que se están jubilando. ¡Cómo vamos a encontrar profesores de matemáticas o de ciencias naturales puedan dar las clases en francés! Es prácticamente imposible», expresa Mostafa Ouzir, responsable del departamento de estudios hispánicos en la Universidad Mohamed V de Rabat y coordinador de la formación de profesores de primaria.

«Antes de aprobar, de forma unilateral, una ley como esta, que afecta en primer lugar a profesores, padres y alumnos, podían haber tenido en cuenta nuestra opinión. La asociación de padres y madres de alumnos está en completo desacuerdo y rechazó esta ley en el momento de la consulta», se indigna Khadiya, madre de una alumna de secundaria y miembro del colectivo.

Entre los críticos con esta ley está también el exprimer ministro Abdelilah Benkirane, del partido islamista Justicia y Desarrollo (JDP) que además de las críticas a la «frenchificación» de la educación y la sociedad añade el duro golpe para el árabe clásico, que en Marruecos solo se encuentra en los libros del colegio, los medios de comunicación y el Corán. «El árabe es un tema de principios. Es una desgracia que el partido con una referencia islámica (el JDP) renuncie al idioma árabe en la educación y la reemplace con el lenguaje del colonialismo».

IGNACIO CEMBRERO

Para Ouzir, la implantación del francés en las escuelas, un idioma que costó mucho sacar precisamente de la educación durante la arabización de Marruecos tras a la recién inaugurada independencia, se produce por intereses económicos y políticos. «Por un lado, se quiere seguir alimentando la hegemonía francesa y sus privilegios. Por otro, esta ley es una forma de posponer el debate de cómo educar a nuestros chavales en las dos lenguas oficiales reconocidas en la Constitución de 2011: el árabe y el amazigh», continúa explicando el doctor y profesor a El Confidencial.

El amazigh se incorporó a la Constitución como lengua oficial en 2011, después del 20F, la primavera árabe marroquí. Pero lo cierto es que en la práctica en muy pocos colegios se imparte, a pesar de que una gran parte de la población marroquí –entre un 40% y un 60%– ha sido criada en esta lengua y un 27% de los marroquíes solo se expresan en ella. Hablamos de regiones tan extensas como el Atlas, el Rif y el sur de Marruecos.

Según la línea de los que se manifiestan en contra de la enseñanza en francés en los colegios públicos, Marruecos debería hacer un cambio total del sistema educativo y esta ley es solo una forma de distraer la atención y no reparar en que el sistema de educación marroquí, derivado del sistema francés, no se ajusta a la nueva era.

«Los medios son obsoletos, los alumnos ni siquiera disponen de ordenadores y otros aparatos tecnológicos e informáticos en las aulas, los métodos son anticuados, las cifras de absentismo escolar son alarmantes. ¿Se está trabajando en una ley de educación que pretendan arreglar todo eso? Pues claro que no. Todo lo contrario», sigue narrando Mostafa.

Niñas marroquíes en una 'madrasa'. (Reuters)
Niñas marroquíes en una ‘madrasa’. (Reuters)

Según su testimonio, las consecuencias de esta decisión serán un mayor abandono escolar por parte de todos aquellos alumnos que hayan recibido una educación en amazigh o en árabe y que en las asignaturas científicas no entiendan absolutamente nada y «una falsificación importante de los resultados, ya que, según los expertos, ni la mitad de las escuelas del reino van a poner en práctica esta ley y los auditores no tendrán otro remedio que falsificar las estadísticas».

¿Por qué no en inglés?

Fouad Lakchour es ingeniero industrial. Él se posiciona a favor de esta medida. Estudió la educación primaria y secundaria en árabe, pero en cuando llegó a la Universidad tuvo que cursar su carrera en francés. «No sé si esta ley es la mejor forma de hacerlo, pero estudiar las asignaturas científicas en árabe en el colegio y en la universidad hacerlo en francés no tiene ningún sentido porque los alumnos que vienen de un entorno francófono tienen mucha más facilidades durante el periodo universitario», explica haciendo referencia a que esta ley es una buena medida para eliminar las barreras sociales.

Sin embargo, Mostafa Ouzir no está de acuerdo porque es consciente de que está ley es precisamente lo contrario: una forma de conservar la hegemonía política y económica del ‘lobby’ francófono. «¿Por qué no se estudia en inglés, un idioma mucho más universal?», se pregunta. «Ahora todos los jóvenes de Marruecos quieren hablar inglés. Se esfuerzan por hablar inglés. De hecho no les interesa en absoluto el francés. En Marruecos solo habla francés un minoría muy pequeña, pero esa minoría controla todo el poder económico, y los que tenemos más de 65 años que fuimos educados durante el protectorado», se indigna.

Esa fue la pregunta que se hicieron en la vecina Argelia, también excolonia francesa. Allí, las escuelas dan clases en árabe mientras las universidades lo hacen en francés. Pero en el deseo de alejarse de la influencia de la exmetrópoli, así como la preponderancia del inglés a nivel global, a principios de este año el Gobierno pidió a las 77 universidades y centros de enseñanza superior del país que empezaran a elegir el inglés sobre el francés. «El idioma francés no nos lleva a ninguna parte», declaró el ministro de Educación Superior e Investigaciones Científicas Tayeb Bouzid. Una decisión similar tomó Ruanda, excolonia francesa en África Central, con algunos problemas en su aplicación.

EVA CATALÁN. LOS ÁNGELES

«Se habla mucho de que esta medida es muy positiva para evitar la barrera social en cuanto al acceso a los puestos de trabajo en Marruecos, pero todos sabemos como se accede a los puestos de trabajo en este país. Por mucho que se impartan las asignaturas de ciencias en francés, el idioma de la élite, un chaval de la medina o de un pueblo del atlas o del Rif no va a tener las mismas oportunidades para acceder a los ‘buenos puestos de trabajo’. Esos, en la mayoría de las ocasiones están reservados para los que vienen de la educación privada y, normalmente, vienen de una familia francófona. Es independiente del idioma que se utilice en su educación”, sentencia Ouzir.

Pérdida de identidad nacional

Por otro lado, los expertos marroquíes muestran su preocupación por la pérdida del los idiomas oficiales en la cultura, las artes y la ciencia. «El Estado ha ejercido durante décadas políticas lingüísticas dañinas con todas las lenguas nacionales: árabe, dialecto marroquí y amazigh (bereber)», reconoció el ministro de cultura en 2017 con motivo de la Semana del idioma árabe. Ahora los intelectuales temen que todas esas «políticas lingüísticas dañinas» estén pasando factura a Marruecos y todo este contribuya a perder la identidad de un país que trabajó mucho por recuperarla después del periodo colonial.

«El marroquí está abierto a los idiomas desde siempre. No tienen que venir los políticos ni las leyes a decirnos que tenemos que aprender idiomas. Solo hay que darse un paseo por la plaza de Jamma El Fna o por la medina de Fez para apreciarlo. Sabemos que necesitamos aprender idiomas y los aprendemos», sostiene Mostafa.

Y añade: «Lo que necesitamos es un buen sistema de educación en las escuelas públicas para que las familias de bajos recursos, la mayoría de familias del país, que no pueden permitirse una educación privada para sus hijos tengas las mismas oportunidades que los demás. Y eso no se consigue dando las clases de ciencias en francés. Eso se consigue cambiando el sistema educativo desde cero. Y formando a buenos profesores en francés, en inglés y en español, un idioma que habla más gente en Marruecos que el francés, para que les den clases de idiomas desde el principio, para que enseñen las gramáticas a la perfección no solo la terminología científica»

Fuente del artículo: https://www.elconfidencial.com/mundo/2019-12-08/frances-arabe-libran-batalla-escuelas-marruecos_2353039/

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