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P. Mauro Armanino: “Las mujeres rezan para que el sol no se ponga, porque de noche atacan los yihadistas”. África

“Las mujeres de la comunidad rezan para que el sol no se ponga, para que la luz se quede el mayor tiempo posible, porque ahora tienen miedo de la oscuridad”, dice a la Agencia Fides el P. Mauro Armanino, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) de Níger. “Así lo decía también Michel, antiguo cocinero manitas del P. Pierluigi en Bomoanga”, recuerda el P. Mauro, refiriéndose al P. Pierluigi Maccalli, el hermano de las SMA secuestrado por los yihadistas en Bomoanga, en la frontera con Burkina Faso, la noche entre el 17 y el 18 de septiembre de 2018, y liberado el 8 de octubre de 2020 en Malí.
El P. Mauro señala que, por la noche, se llevaron a su líder espiritual (el padre Luigi) y ahora, en plena noche, han volado el pilón de la compañía telefónica MOOV. “Ha ocurrido el día de la fiesta de Tabaski, el martes pasado, cuando todavía era de noche. Dinamitaron la base de la antena metálica y destruyeron los accesorios que permitían a los habitantes de la zona comunicarse entre sí y mantener el contacto con el mundo exterior”.
El P. Mauro señala que “a pesar de la presencia de una base militar en la zona, los yihadistas, por ser precisamente ellos, han inutilizado otras dos antenas de telefonía”. Desde hace aproximadamente un mes, tanto la antena de Tangounga como la de Tambole corren la misma suerte que la de Bomoanga. La pista de 35 kilómetros que permitía el paso de personas y mercancías entre Bomoanga y Ngoula también ha sido prohibida por el mismo grupo terrorista armado, impidiendo a los agricultores ir al mercado. “Es el mercado que permite a los agricultores intercambiar sus productos y así sobrevivir en la época llamada ‘soudure’. Es la época de transición entre el agotamiento de las existencias de alimentos en los graneros y el momento de la nueva cosecha. El bloqueo de los mercados aumenta la pobreza de los pobres”, afirma el padre Mauro.
“Los cristianos de la parroquia de Bomoanga rezan en los patios de sus casas y son los animadores, formados durante años, que dirigen la oración. Reunirse en las iglesias es peligroso porque la mayoría de las comunidades han sido amenazadas bajo pena de muerte o destrucción de sus pueblos. Michel agradece que en los últimos tiempos no haya desaparecido ni muerto nadie. Reconoce que vivir en ese estado de tensión permanente se ha convertido en algo difícil para la salud y la moral general. Es difícil hacer planes que no sean esperar a que todo termine un día. Las mujeres rezan para que el sol no se ponga nunca”, concluye el padre Mauro.

Fuente: http://www.fides.org/es/news/70571-AFRICA_NIGER_Las_mujeres_rezan_para_que_el_sol_no_se_ponga_porque_de_noche_atacan_los_yihadistas

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«Los niños no le hicieron mal a nadie»: padres en Nigeria sufren tras secuestros en escuelas

El pasado 5 de julio un grupo armado llegó por la noche a una escuela de Nigeria  raptó a al menos 100 alumnos; los padres exigen apoyo del gobierno, quien permanece renuente a entregar dinero para evitar más secuestros.

Hace doce días, en el noroeste de Nigeria secuestraron a alrededor de cien estudiantes.

La madre de Judith, una niña de 14 años, sigue esperando noticias de su hija y no encuentra consuelo en nada.

«Yo soy una madre y no quisiera que nadie se lleve a mi niña, ni siquiera por un día. Imagínese el trauma», dijo la madre de Judith, Hassana Ayuba. «Los niños no tienen cómo defenderse, no le hicieron mal a nadie».

Judith canta en el coro de la iglesia y sueña con ser abogada. En su tiempo libre, le gusta arreglarle el cabello a sus vecinas, recuerda la madre.

Hace casi dos semanas que Judith fue secuestrada junto a otras 119 de sus compañeras en un colegio en el noroeste de Nigeria.

El pasado 5 de julio, hombres armados invadieron de noche los dormitorios del liceo Bethel, en el estado de Kaduna, donde secuestraron a los internos de entre 10 y 19 años.

Se trata del último ataque de una serie de secuestros masivos de menores y estudiantes cometidos en el noroeste de Nigeria por grupos criminales armados.

Los secuestros de viajeros en carreteras o de personalidades influyentes para exigir rescate son frecuentes en el país más poblado de África, pero los secuestros de estudiantes se han multiplicado este año, en el que casi mil jóvenes fueron capturados desde diciembre.

La mayoría fueron liberados luego de negociaciones, pero muchos de ellos quedan en manos de sus captores. El ataque devastó a los padres de familia de este colegio católico, que aguardan desesperadamente el regreso de sus menores.

En el patio de la escuela, Wobia Jirbailu Ibrahim, padre de una de las menores secuestradas, pasa ahora la mayor parte de sus días.

«Cuando sonó mi teléfono esa noche a la 01:00 horas, creí que era broma», recordó Ibrahim.

«¿Cómo pueden esas personas llevar a nuestras hijas al medio de la nada?», reclamó.

Camino en la oscuridad.

La mayoría de las estudiantes dormían cuando los hombres fuertemente armados dominaron a los guardas de seguridad e ingresaron al colegio abriendo fuego.

Como en la mayoría de los últimos ataques, los asaltantes actuaron de noche y obligaron a las menores a caminar en la oscuridad hasta los bosques cercanos.

En las primeras horas del día, los padres corrieron a la escuela.

Las fuerzas de seguridad que participaron en la búsqueda pudieron rescatar a 25 alumnos y un profesor, según informes de la policía.

Pero más de 120 alumnos continúan retenidos por los asaltantes, que entraron en contacto con la comunidad para exigir el pago de un rescate, dijo el reverendo Joseph Hayaba.

«Es imposible que podamos recaudar una cifra así, ni en 50 años», dijo el reverendo sin detallar el monto exigido.

Su hijo, Sunday Hayaba, logró escapar pese a que se encontró de frente con un hombre armado en uno de los dormitorios.

«Imagínese el trauma. ¿Cómo van a querer los niños volver a la escuela?», preguntó.

Las autoridades de la escuela enviaron a los secuestradores arroz, frijoles y aceite para alimentar a los alumnos, que duermen entre matorrales.

«Cuando llueve, yo me imagino la lluvia cayendo sobre sus cabezas», comentó Ayuba, la madre de Judith.  «Míreme a mí, yo tengo frío y tengo una frazada para calentarme.  ¿Usted cree que mi hija tiene una?», cuestionó desesperada.

No a las negociaciones

El presidente nigeriano, MuhammaduBuhari, ordenó a las fuerzas de seguridad hacer lo posible para liberar a los menores, pero ha sido fuertemente cuestionado debido a que la situación de seguridad del país no para de degradarse.

Bandas criminales aterrorizan desde hace mucho tiempo ciertas partes del noroeste y el centro de Nigeria, donde saquean comunidades y roban ganado.

Algunos gobernadores locales han intentado negociar con esos grupos, ofreciendo una amnistía a cambio de sus armas, pero la mayoría de los acuerdos de paz han fracasado.

El gobernador del estado de Kaduna, Nasir Ahmad El Rufai, se ha negado a pagar los rescates para no incitar a las bandas a cometer aún más secuestros.

Su posición ha provocado enojo e incomprensión entre las familias del colegio Bethel.

«El gobierno prometió proteger nuestras vidas y nuestros bienes, tal vez podemos decir que nos ha dejado caer», declaró Ibrahim en el patio de la escuela.

«Yo no he vuelto a la casa, si debo volver, lo haré con mi hija», afirmó.

Fuente: https://www.milenio.com/internacional/padres-nigeria-sufren-secuestro-hijos-escuelas

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Kenya: PS Nabukwesi says research will improve quality of higher education

Africa/Kenya/30-07-2021/Author:ERIC BIEGON, KNA/Source: www.kbc.co.ke

The Principal Secretary in the State Department of University Education and Research Amb. Simon Nabukwesi has yet again made a case for more research in the country’s institutions of higher learning.

Speaking during the official opening of the 5th Annual Conference of the Co-operative University of Kenya, Amb Nabukwesi noted that nations that lack the capacity to carry out their own research, struggle when faced with challenges such as the current covid-19 pandemic.

“Covid-19 global pandemic shows us, in more ways than we could have imagined, that we are all connected as a people irrespective of the many boundaries and restrictions that we may have,” The PS said,

He added that “when the first case of Covid-19 was reported in Kenya, most of us, if not all, imagined that this would be a passing cloud and that soon we would resume our normal day to day activities”

Nabukwesi however expressed satisfaction given that during the two-day-Conference, a number of academic papers will be presented under the theme of ‘Social and Solidarity Economy as a catalyst for resilience, inclusivity, and attainment of Sustainable Development Goals,’

“I am glad to hear that this is the second conference that the University is holding virtually, to discuss Covid-19, a commendable achievement to the University and organizers of this event,” remarked the PS.

This kind of resilience, Nabukwesi said, emphasizes that life has to indeed move on and research has to be done and documented. He emphasized that research is, will remain to be, a major activity in any institution of higher learning worth its name.

Further, the PS said research informs the development strategies of any nation and Kenya is no exception.

“It has been reported that less than two percent of all Africans are vaccinated against Covid-19 while in the US it is about 50 percent,” added Nabukwesi.

This Report, the PS said, is a sad reality that serves as an eye-opener for developing countries such as Kenya, that special attention and resources ought to be directed towards research and development.

Nabukwesi said the Ministry continues to lay great emphasis on the importance of research as a means to solving Kenyan, African, and even global challenges.

“My challenge to faculty in this University is to contribute to the generation of new knowledge on Cooperatives and how Cooperatives can help us to resolve societal challenges,” added the PS.

Nabukwesi said that he would like to see more research from faculty that focuses, among other topics, on how the country can harness the greatness of Cooperatives to contribute to the Government’s Development Agenda, including contributing to the ‘Big Four’ Agenda.

Source and Image: https://www.kbc.co.ke/ps-nabukwesi-says-research-will-improve-quality-of-higher-education/

 

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África prepara la vuelta a casa de su legado

África prepara la vuelta a casa de su legado

El 90% del arte africano sigue fuera del continente. La restitución permitirá reconstruir identidades colectivas maltrechas por la época colonial y crear modelos de gestión cultural más orgánicos

Hamady Bocoum emana un cordial aplomo incluso por videoconferencia, con su traje típico senegalés y cómodamente reclinado en una silla de despacho. Suaviza la gravedad de su voz con amplias sonrisas. Intercala enfáticos golpes de tono en un discurso sereno. El director del Musée des Civilisations Noires (Dakar, Senegal) despliega argumentos que, poco a poco, van resquebrajando la negativa de los países occidentales a devolver el arte expoliado en África. Y remata con la razón última de la propiedad. Las piezas robadas, recuerda, pertenecen a los pueblos que las crearon. “Podemos meterlas en museos, llevarlas al lugar de donde fueron arrancadas, enterrarlas o quemarlas. Es nuestra decisión”

El nigeriano Chika Okeke-Agulu, historiador de arte africano y profesor en la Universidad de Princeton (EE UU), agrega: “No debemos dar por hecho que el modelo occidental sobre gestión del patrimonio sirva para todo el mundo”. Sobre todo, añade, cuando “el objeto mantiene una relación orgánica con el presente, un fuerte poder simbólico”.

El Edo Museum of West African Art (EMOWAA), que se inaugurará el próximo año en Ciudad de Benin (localidad nigeriana de 1,5 millones de habitantes situada en el Estado de Edo), buscará conciliar fines en principio contrapuestos. Férrea seguridad y cercanía física. Mimo en la conservación y vínculo socioemocional. Su gran atractivo serán los 400 bronces de Benín llegados desde Alemania en la que, hasta el momento, representa la mayor iniciativa de restitución artística hacia el África subsahariana. Phillip Ihenacho, director del Legacy Restoration Trust, su principal impulsor, explica: “Queremos redefinir el significado de museo para que se asocie a un espacio vivo donde nuestra gente se sienta cómoda”.

Las ceremonias del pueblo Edo —los bronces recubrían su palacio real, arrasado por Reino Unido en 1897— convivirán con la efervescente vanguardia multimedia del oeste africano. La sofisticación metalúrgica de sus piezas servirá de marco a todo tipo de actos. El museo será nexo histórico y lazo generacional. “Nos proponemos atraer a la mayoría joven de Nigeria y otros países del continente, adecuar nuestro diseño y oferta al público de aquí”, asegura Ihenacho.

Orfandad artística

La necesidad de continuidad temporal amplía la perspectiva africana sobre restitución. Mientras los colonizadores vaciaban de cultura material sus conquistas, también iban segando identidades centenarias. El carácter oral de la transmisión no hizo sino acentuar el terrible impacto de esta orfandad artística. “En muchos pueblos africanos”, sostiene el historiador Okeke-Agulu, “revisar la historia con los ojos del presente siempre ha sido un aspecto muy importante en su sentimiento de ser colectivo. No se trata solo de llenar un hueco en su pasado, de curar una herida, sino de permitirles seguir reinventando sus tradiciones”.

Avanzar en la restitución también ayudará, en opinión de Bocoum, a que el fluir de pertenencia emborrone fronteras. A que se forjen conexiones fragmentadas por límites arbitrarios. “Los países hemos de colaborar de manera concertada y armoniosa; reinsertar y hacer circular los objetos en su verdadero contexto, que no es Senegal, Mali o Nigeria, distinciones geográficas que no tienen nada que ver con el auténtico contexto de creación precolonial”.

El director del MCN alerta sobre el riesgo de una posible “berlinización cultural”, aludiendo a la Conferencia de Berlín de 1884 mediante la cual las potencias europeas se repartieron, con escuadra y cartabón, sus posesiones imperiales. Teme además que el proceso derive en una “balcanización política”. En sentido opuesto, recuerda el acto que sirvió para celebrar en 2019 el retorno definitivo a Senegal —desde el Musée de la Armée de París— del sable de El Hadj Omar Foutiyou, héroe de la resistencia a los franceses en toda el África Occidental. “Había representantes de Gambia, Costa de Marfil… El África antes de Berlín se congregó allí”.

La vuelta a casa del icónico sable supuso la certeza de que el edificio artístico-colonial europeo —sus museos nutridos de guerra y pillaje, sus justificaciones para el statu quo— empezaba a tambalearse. Tradujo en hechos la voluntad de Francia (con implicación directa del presidente Emmanuel Macron) de apostar por una estrategia de restitución masiva, ya expresada en un informe de 2018. Activó un efecto dominó que ha cobrado brío con el retorno anunciado de los bronces de Benín.

Varios factores convergen y se retroalimentan en un cambio de aires impensable hace una década escasa. En Europa, emerge una nueva generación de líderes políticos y directores de museos “que ya no son hijos del imperio y quieren distanciarse de la herencia colonial”, apunta Okeke-Agulu. Desde África, señala por su parte Bocoum, los gobiernos “articulan con más determinación sus acciones”, aumentan y canalizan mejor sus reclamaciones, se coordinan en organizaciones regionales para unir sus voces.

Lejos del alto nivel, la sociedad civil contribuye, mediante campañas virales, a visibilizar la dimensión del expolio. Ihenacho resume el clima que hoy prevalece: “No tenemos que malgastar tanto tiempo en persuadir, hay suficiente presión pública. Desde hace un par de años no se habla tanto de si va a haber o no restitución, sino de cuándo y cómo”.

Okeke-Agulu también percibe un resurgir del orgullo cultural africano que, espoleado con las independencias, decayó durante las décadas siguientes. Conciencia sobre el valor de lo propio que aún ha de sacudirse desprecios impuestos y, en parte, asimilados. “Durante mucho tiempo se nos dijo que éramos malos y primitivos; ahora los jóvenes están recuperando el interés por cuidar de nuestra cultura”, sostiene.

Ética de la procedencia

Se calcula que el 90% del arte africano permanece fuera del continente, según la revista New African, que se hace eco del informe mencionado. El camino se adivina largo y farragoso. Pleno de excusas laberínticas y vericuetos legales. Permanece en el Museo Real del África Central (Tervuren, Bélgica) una de las más conocidas máscaras de Bandundu (República Democrática del Congo). Sus formas angulosas atestiguan la influencia del entonces llamado arte primitivo sobre el primer cubismo. Una campana de mármol en el Brooklyn Museum (EEUU) ejemplifica la fina cultura de los Edo, más allá de los bronces de Benín… La lista es interminable. Sobre todo al ampliar el radio para incluir a Egipto. Su Piedra Rosetta (en el British Museum) es solo la punta de un iceberg que se extiende, debidamente fortificado, por los grandes museos occidentales.

En la Embajada de Etiopía en el Reino Unido saben bien lo que supone topar con la sacrosanta ley que, en teoría, impide a sus museos nacionales restituir obras de arte. El British Museum y el Victoria & Albert Museum poseen lo más preciado del Tesoro de Magdala, un valioso conjunto de la dinastía abisinia y de la iglesia ortodoxa etíope saqueado en una expedición de 1868. Su corona de oro, tallada en exquisita filigrana, se alza como uno de los grandes hitos del arte subsahariano.

Aunque Etiopía no fue colonizada, también sufrió el afán depredador de la Europa decimonónica. “El tesoro no solo refleja nuestra historia y religión, encarna nuestros valores y creencias como sociedad. No cejaremos hasta traerlo de vuelta”, subraya firme Beyeme Gebremeskel, adjunto de misión en la Embajada. El alto diplomático apuesta por una “estrategia inteligente y respetuosa, pero en la que no decaiga la perseverancia”. Se trata, continúa, de diseñar acciones “coherentes que capitalicen” el clamor de la joven “inteligencia etíope” y el “creciente sentimiento de culpa de las antiguas potencias coloniales”.

Francia ha demostrado que la coraza legal resiste lo que la voluntad política decida. Con una normativa similar a la británica, el país galo dio el pasado año un golpe de timón al aprobar la “derogación limitada del principio de inalienabilidad que protege las colecciones públicas francesas”. Menos ambiciosa de lo esperado, la nueva ley permitirá el retorno del Tesoro de Behanzin a Benín (llamado Dahomey hasta 1976, no confundir con ciudad de Benín, en la actual Nigeria). Con su famoso trono real como pieza más excelsa, el tesoro se exhibe ahora en el Musée du Quai Branly, que en su página web hace gala de atesorar 370.000 obras de “civilizaciones extra-europeas”.

Todavía mucha gente piensa que Occidente debe custodiar el patrimonio africano y, por extensión, mundial. Del mismo modo que han de ser los guardianes de la paz global.

También Alemania ha sentado un precedente que ahonda, más aún, en el axioma de que la legalidad no es siempre legítima. Al devolver bienes que no había expoliado (compró sus bronces a los británicos en un supuesto mercado libre), lanza un mensaje global que pone el foco en la ética de la procedencia. Según Okeke-Agulu, la decisión germana socava las excusas de países como EE UU, que cuenta con vastos catálogos de arte subsahariano —el más numeroso en el Smithsonian Institute— sin haber participado en su saqueo.

Razones de más enjundia hacen prever un proceso arduo. Sobresale el temor a que la inercia descolonizadora deje en los huesos a museos como el British. Gestos vigorosos en la restitución de arte subsahariano podrían desencadenar, en un futuro no muy lejano, una tormenta perfecta que concluya en salas diáfanas. Caerían en picado el prestigio y los ingresos económicos (directos e indirectos) asociados a su marca como gran escaparate del arte global. Dinero que, asegura Gebremeskel, ahora “se está negando a África”, ya que, “si uno puede viajar a Londres a ver arte etíope, ghanés o keniano, quizá no vaya nunca a esos países”. Casi un monopolio de lo ajeno que impide “beneficiar a los pueblos que produjeron ese material”.

Aunque mitigado por el tiempo y la lenta erosión de actitudes colonialistas, a Okeke-Agulu le consta que un sustrato de superioridad pervive en los debates sobre restitución. “Todavía mucha gente piensa que Occidente debe custodiar el patrimonio africano y, por extensión, mundial. Del mismo modo que han de ser los guardianes de la paz global”. Automatismos de poder que se manifiestan en asunciones tajantes: África no sabe, no puede o no quiere gestionar su arte, ocuparse de su propio legado.

Fuente de la Información: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-07-26/africa-prepara-la-vuelta-a-casa-de-su-legado.html

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107 iniciativas tecnológicas de los jóvenes africanos para luchar contra la covid-19

La pandemia en África ha disparado la creatividad de las nuevas generaciones. La red panafricana de comunidades de ciberactivistas, llamada Africtivistes, ha cartografiado este esfuerzo en diez países de África Occidental.

Mientras en Benín creaban una plataforma de apoyo escolar para contrarrestar la suspensión de las clases por la pandemia, o producían vídeos para explicar de manera sencilla las medidas de distancia social, como el lavado de manos; en Senegal construían máquinas dispensadoras de gel hidroalcóholico con comandos de voz, con pedales o portátiles, de bajo coste; al mismo tiempo, en Nigeria, implicaban a influencers locales para hacer llegar la información a las zonas rurales, articulaban canales de información fiable y daban a estas mismas comunidades las herramientas para controlar el gasto público en la lucha contra la Covid19.

Son solo un puñado de ejemplos, una muestra de cómo la crisis sanitaria global ha movilizado especialmente a los jóvenes y les ha empujado a sentirse interpelados para construir soluciones a través de su creatividad y de las posibilidades que ofrecía el espacio digital. La red panafricana de comunidades de ciberactivistas Africtivistes, con el apoyo de Oxfam ha querido visibilizar este esfuerzo y estas experiencias haciendo una cartografía que no llega a agotar todas las posibilidades, pero que pone en el mapa de diez países fundamentalmente de África Occidental, 107 iniciativas impulsadas por los jóvenes para luchar contra la Covid19.

MÁS INFORMACIÓN

“Hemos identificado experiencias numerosas y diversas”, explica Sokhna Cissé, asistente del programa regional de Africtivistes y una de las coordinadoras de este proyecto de mapeo. “Nos hemos encontrado”, continúa esta joven senegalesa, “con iniciativas que van desde la sensibilización hasta la creación de dispositivos, pasando por la distribución de kits o productos higiénicos, entre otros”. “En mi opinión, hay cuatro puntos a destacar: el compromiso de los jóvenes, la dinámica comunitaria, la innovación en el enfoque y la resiliencia. Tanto si han recibido financiación de las instituciones como si no, es necesario reconocer que la juventud ha dado un paso al frente y ha mostrado su capacidad para ser un motor de desarrollo en África”, sentencia.

La prospección realizada por miembros de la red se ha desarrollado en Benín, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria, República Centroafricana y Senegal y ha intentado clasificar las experiencias según diversos criterios. Por un lado, en relación con el enfoque de las acciones distinguiendo entre las que intentaban mejorar el acceso a la información y trabajaban en la sensibilización; las que impulsaban el compromiso ciudadano, empujando a participar en acciones concretas o, por ejemplo, a través de campañas de microfinanciación; las acciones de mejora de la gobernanza, para el control de la acción pública; o las de aplicación de las innovaciones tecnológicas y la investigación científica, a través del desarrollo de aparatos, de aplicaciones o de análisis de datos, por ejemplo.

El mapeo elaborado también ha querido clasificar las acciones según el país en el que se han desarrollado, si han sido impulsadas por organizaciones o personas individuales, si han sido lideradas por mujeres u hombre, las fuentes de financiación y el establecimiento de vínculos o no con instituciones públicas.

En mi opinión, hay cuatro puntos a destacar: el compromiso de los jóvenes, la dinámica comunitaria, la innovación en el enfoque y la resiliencia

SOKHNA CISSÉ

“Estas iniciativas”, asegura Mame Diarra Gueye, una de las encargadas de detectar proyectos en Senegal, “además de sensibilizar, han permitido concienciar sobre la obligatoriedad del cumplimiento de las medidas de protección. En una sociedad en la que la comunicación de proximidad ha demostrado su eficacia, estas iniciativas han servido de relevo a las medidas emprendidas por el Estado para frenar la propagación del virus y la prevención de sus consecuencias”. Maurice Thantan, el referente de la red en Benín, añade que las acciones de los jóvenes “también han contribuido a apoyar a las personas más vulnerables que se encontraban en una situación de mayor precariedad durante este periodo”. Este activista matiza la situación en el país y el enfoque de las iniciativas identificadas: “En Benín, por ejemplo, la enfermedad no causó directamente daños humanos como en otros lugares. Pero las restricciones han tenido enormes consecuencias económicas. Los cursos online y las cestas solidarias han sido muy útiles”.

La valoración de Thantan pone de manifiesto que a pesar del mapeo regional, en cada país la situación ha tenido características diferentes y que esas experiencias impulsadas por los jóvenes han respondido a esas particularidades. “Las noticias falsas y la desinformación siguen siendo el principal reto para frenar la propagación de la covid-19 en Nigeria. Aquí han tenido un enorme impacto. El acceso a la información verificada y auténtica sobre la pandemia era una necesidad muy importante para que tanto el Gobierno como los ciudadanos pudiesen frenar la propagación de la enfermedad en el país. La juventud ha aprovechado los medios de comunicación y la tecnología digital para mejorar el acceso a la información crítica sobre la pandemia y aumentar la acción de los ciudadanos”, cuenta Muazu Alhaji Modu, el encargado de detectar iniciativas en Nigeria.

Por su experiencia en la investigación en Níger, Tamimoudari Noma destaca la importancia de la respuesta a esas particularidades. “Las iniciativas de los jóvenes han aportado soluciones concretas y adaptadas a la lucha contra la covid-19. Por ejemplo, en la prevención mediante la confección de kits de lavado de manos adecuadas a nuestro contexto o la confección de máscaras con materiales más asequibles reduciendo considerablemente el costo que pasó de 1000 CFA (1,5 euros aproximadamente) al inicio para terminar bajando a 100 CFA (unos 0,15 euros). En el ámbito de la sensibilización, igual que en otros países, se han creado plataformas para difundir la información correcta y evitar que las noticias falsas creen psicosis y reticencia a protegerse contra la enfermedad”, comenta el activista nigerino.

Más allá de los proyectos concretos, este mapeo evidencia la disponibilidad de esa juventud africana para dar un paso al frente y comprometerse, ante la amenaza de la enfermedad, y también pone de manifiesto las capacidades que les otorga el dominio del entorno digital. “La pandemia ha sido una oportunidad para que demuestren que les preocupa lo que afecta a la nación”, asegura Tamimoudari Noma, mientras que Mame Diarra Gueye añade que “estos jóvenes tomaron conciencia de su deber moral para con su comunidad”. Por su parte, Mohamed G. Ndoye, otro de los responsables de la identificación en Senegal afirma: “Se levantaron espontáneamente sin esperar una llamada o un gesto de las autoridades. Y muchos se han sorprendido al ver que los jóvenes mostraban tanto civismo y que actuaban sin esperar nada a cambio”.

Algunas de las iniciativas en Gambia, en Nigeria o en Mauritania, han intentado atacar el aumento de riesgo de violencia basada en el género en el contexto de los confinamientos, a través de sensibilización, de asistencia o de promoción de la autonomía de las mujeres

Entre los proyectos identificados destacan, sobre todo, las iniciativas de sensibilización a través de materiales pedagógicos distribuidos en las redes sociales y los proyectos que han intentado contrastar la difusión de bulos y noticias falsas por los mismos canales, prácticamente presentes en los diez países en los que Africtivistes y Oxfam han hecho el estudio. Resulta llamativo cómo también han sido recurrentes los desarrollos para reforzar la educación durante el confinamiento, esfuerzos que se han identificado tanto desde Benín a Ghana pasando por Costa de Marfil o Senegal.

Y de la misma manera, el mapeo realizado por estas organizaciones muestra cómo los jóvenes han enfocado su ingenio también a crear materiales de protección que, sobre todo, en los primeros momentos eran caros y escasos. Si en Costa de Marfil producían gel hidroalcohólico, por ejemplo; en Ghana, en Mauritania o en Senegal elaboraban dispositivos de lavado de manos sencillos, baratos y adaptados a las realidades locales; en Níger ideaban un portal desinfectante o producían viseras como en muchos otros países. Algunas de las iniciativas, por ejemplo en Gambia, en Nigeria o en Mauritania, han intentado atacar el aumento de riesgo de violencia basada en el género en el contexto de los confinamientos, a través de sensibilización, de asistencia o de promoción de la autonomía de las mujeres.

A partir de la observación de esos más de cien proyectos impulsados por jóvenes para afrontar la crisis sanitaria desde diferentes ángulos, la mayor parte de los activistas que han participado en la investigación coinciden en la importancia de la creatividad de sus impulsores. “Lo más importante no es, evidentemente, la disponibilidad de fondos. Las soluciones más notables no son las que han recibido las mayores inversiones, sino las más creativas y las que han ofrecido soluciones con más impacto en sus comunidades”, comenta Maurice Thantan, a partir de su experiencia en Benín. Por su parte, a partir del mapeo en Níger, Tamimoudari Noma, añade que lo más determinante ha sido “el espíritu creativo adaptado a nuestras realidades, esta capacidad de proponer soluciones locales”.

Mientras que Mame Diarra Gueye incorpora que las experiencias en Senegal muestran que lo fundamental es “la conexión con la comunidad, por la capacidad para movilizar”. En este sentido, con una visión global, Sokhna Cissé afirma que la crisis ha demostrado que “los jóvenes quieren aportar soluciones a la comunidad”. La pandemia ha sido “una oportunidad para demostrar al mundo que tienen la competencia, la voluntad y la capacidad de hacer que las cosas sucedan. Todo lo que necesitan es un poco de ayuda, sobre todo financiera, para ponerse en marcha en cualquier campo”, concluye esta activista senegalesa.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-07-16/107-iniciativas-tecnologicas-de-los-jovenes-africanos-para-luchar-contra-la-covid-19.html

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Guinea Ecuatorial: Internet lento y costoso dificulta la migración al aprendizaje en línea

El sistema de educación superior en Guinea Ecuatorial ha estado tratando de trasladar los estudios en línea debido a COVID-19, pero los estudiantes todavía luchan por obtener computadoras e Internet asequible y rápido.

Es difícil ignorar el contexto socioeconómico de Guinea Ecuatorial, el único país de habla hispana independiente de África, al evaluar su educación superior.

Tiene la brecha más grande del mundo entre su puntaje de desarrollo humano de las Naciones Unidas (0.592 en 2019) y la riqueza per cápita (US $ 6.280 en 2019), inflada por sus reservas de minerales y petróleo.

También es el noveno territorio menos libre , según la organización prodemocrática Freedom House.

Teodoro Obiang Nguema, el presidente más antiguo del mundo, en el poder durante 42 años, tiene un patrimonio neto de 600 millones de dólares, según la revista Forbes .

Sin embargo, en la actualidad, la economía de esta nación centroafricana de 1,35 millones de habitantes, parte insular y parte continental continental, está luchando debido a la pandemia y la caída de los precios del petróleo crudo. El PIB cayó un 6,1% en 2020, año con año, según el Banco Africano de Desarrollo.

Conectarse en línea

En este difícil panorama, el pasado mes de octubre (2020) el gobierno firmó un acuerdo con la plataforma de formación virtual Coursera para dar acceso gratuito a los ecuatoguineanos a unos 3.800 cursos desarrollados por prestigiosas empresas y universidades de todo el mundo.

El contenido es a su propio ritmo, accesible en una variedad de idiomas y se puede descargar para aprender sin conexión.

Los cursos más populares entre los ecuatoguineanos están relacionados con negocios, TI e inglés, dijo el equipo de comunicaciones de Coursera a University World News.

El acceso adicional ampliará la educación superior en línea que ya ofrece la Universidad Nacional de Educación a Distancia ( Universidad Nacional de Educación a Distancia – UNED), que es la universidad abierta más grande de Europa, con más de 200.000 estudiantes.

Ha tenido que ajustar sus métodos de entrenamiento como resultado del COVID-19. La UNED, como primera universidad de esta antigua colonia española (independiente desde 1968), en funcionamiento desde 1981, cuenta hoy con unas 300 matrículas en Guinea Ecuatorial, en su mayoría de estudiantes a tiempo parcial que también trabajan, Juan Manuel Lacruz López, vicerrector de estudios de pregrado y posgrado, dijo a University World News .

Aunque su sistema de educación a distancia se puede impartir en línea o fuera de línea, los exámenes de Guinea Ecuatorial de la UNED normalmente se han realizado en persona, pero con COVID-19, la universidad tuvo que desarrollar exámenes en línea.

Los exámenes virtuales se realizaron durante la pandemia en la capital, Malabo, en la isla de Bioko, con la ayuda del Centro Cultural de España.

Pero los estudiantes de la UNED en la ciudad más grande del país, Bata, en la región continental de Río Muni, solo pudieron ser examinados en persona tres meses después de lo habitual (los exámenes originales en junio se realizaron en septiembre; los exámenes de septiembre en noviembre, etc.) , por problemas con la red wifi de la UNED allí.

La universidad pública española tiene un proyecto ‘para digitalizar’ algunos centros, como en Malabo y Bata, subrayó Lacruz López, pero es un trabajo en curso.

En otro cambio diseñado para impulsar el acceso a la educación superior en Guinea Ecuatorial, a partir del próximo curso académico (2021-22), los estudiantes no europeos de la UNED, incluso en Guinea Ecuatorial, pagarán tasas de matrícula más bajas similares a las que pagan los estudiantes españoles, como como EUR13 / Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (ECTS). (Se refiere a un sistema por el cual los estudiantes deben completar una determinada cantidad de créditos de curso durante un año académico o crédito).

Esto es gracias a un nuevo convenio de financiación con el gobierno español porque, hasta ahora, las tasas de la UNED en el país africano eran elevadas. a EUR57,55 (US $ 68 / crédito) y existía el riesgo de que la UNED “se estuviera convirtiendo en una universidad de élite” en la nación africana, dijo, aunque, hasta 2012, los estudios de la UNED eran gratuitos para los estudiantes de Guinea Ecuatorial.

Campaña de sensibilización

En cuanto a las instituciones físicas, la primera universidad pública, la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE), se inauguró en 1995 y hoy enseña a unos 8.000 estudiantes, incluidos algunos reclutados en otros países de la región. Es el proveedor de educación superior abrumadoramente dominante en el país.

Según Fernando García, profesor de nuevas tecnologías aplicadas a la educación, los estándares aún se están mejorando, y se están contratando más profesores a tiempo completo, pero todavía hay un número significativo de trabajadores a tiempo parcial. No hay un instituto de investigación, pero la universidad está trabajando con el gobierno para establecer uno, dijo García.

Es el responsable de la explotación de un ‘Campus Virtual’ en la UNGE, inaugurado el pasado mes de octubre (2020), aunque antes funcionaba parcialmente. Funciona con Moodle, un sistema de aprendizaje electrónico que se puede utilizar sin conexión en teléfonos móviles.

Desde su perspectiva, el nuevo campus “ha tenido un impacto positivo a lo largo de este encierro”, “estudiantes y profesores se lo están tomando en serio” y “está resolviendo muchos problemas de distancia”. Tiene más de 2.000 usuarios y el número crece día a día, con casi todos los profesores ya registrados.

Admitió “algunas dificultades” para resolver porque es un sistema nuevo, que requirió tiempo y entrenamiento.

Con “una campaña de sensibilización”, espera que en 2022 todos los estudiantes y profesores de la UNGE utilicen sus servicios en línea, aunque “hay profesores reticentes”, sobre todo aquellos con más experiencia.

García dijo que, durante el encierro, muchos maestros también intentaron encontrar sus propias soluciones, como clases a través de Google Classroom, Zoom y, a veces, incluso se comunicaron con sus alumnos por correo electrónico y WhatsApp.

Destacó que la UNGE ofrece una “buena conexión [a internet]”, y la UNGE tiene “cinco laboratorios de computación” cada uno con “40 o 50 computadoras”.
“Tenemos que admitir que somos un país africano… Tenemos algunas necesidades. Por ejemplo, laboratorios de computación. Por lo tanto, hacemos un llamado a los que tienen buen corazón para que nos echen una mano ”, dijo.

Internet lento y caro

Dicho esto, un conferencista de la UNGE que trabajaba en Bata, que deseaba permanecer en el anonimato, dijo a University World News que “Internet es muy lento y muy caro” en el país y que muchos miembros del personal aún no han recibido capacitación sobre cómo usar el Campus Virtual.

Según la empresa de telecomunicaciones británica Cable, Guinea Ecuatorial tiene una de las peores velocidades de conexión a Internet del mundo.

En 2019, una lista hecha por Ecobank (citada en el Straits Times de Singapur ) sugirió que Guinea Ecuatorial tenía el Internet más caro del mundo después de Zimbabwe, aunque el gobierno ha reducido sus costos desde entonces.

Pese a ello, el profesor argumentó que “es impensable enseñar online hasta ahora, por la falta de recursos, como internet. Muchos estudiantes y profesores no tienen computadoras ni teléfonos inteligentes ”.

Dijo que cada maestro había intentado encontrar estrategias alternativas para mantener los estudios en movimiento durante la pandemia, como los grupos de WhatsApp.

El experto en Guinea Ecuatorial dijo que el acceso a Internet está mejorando, pero funciona peor en el área continental del país, especialmente en el interior.

Sin embargo, un problema más importante son las restricciones a la libertad de expresión, ya que el país se encuentra bajo una dictadura de facto .

Hay escasez de librerías, por ejemplo, afirmó. “El gobierno controla absolutamente todo”, y ve a los estudiantes como sus “sujetos educados”, cuando educación debería significar “apertura”.

Además, muchos estudiantes tienen que lidiar con una pobreza grave, con muchos hogares sin agua corriente, y mucho menos conexión a Internet, dijo el experto.

Otro experto en educación superior en Guinea Ecuatorial, que también pidió permanecer en el anonimato, afirmó tener datos que muestran que solo el 18,5% de los 878 profesores de la UNGE tienen actualmente una maestría o un doctorado.

Sin embargo, la jefa del departamento de relaciones exteriores de la Asociación de Estudiantes de Guinea Ecuatorial (ASESGE) con sede en España, Leonora Asumu, argumentó que, a pesar de tales desafíos, la calidad de la educación en su país era decente, incluso si el «ritmo es un poco más intenso ”en España.

En cuanto a la educación superior en Guinea Ecuatorial, dijo, “el contenido es bueno y el trabajo de los profesores también es de agradecer”, pero hay “dificultades”, como laboratorios de medicina parcialmente equipados.

Sin embargo, sí estuvo de acuerdo en que el acceso a Internet “es un problema para muchos porque el costo es alto”, representando, en algunos casos, “más de la mitad de un salario [mensual]”.

Elogió a las universidades y centros culturales que ofrecen Wi-Fi gratis en sus ubicaciones, lo que ha sido esencial durante los bloqueos cuando se cancelaron las clases en vivo, y los profesores intentaron comunicarse con los estudiantes por correo electrónico o WhatsApp.

Nuevas iniciativas

Asumu aplaudió el lanzamiento de una nueva Universidad Afroamericana de África Central , pública y “bien equipada” (AAUCA Universidad Afro-Americana de África Central ), ubicada en la Ciudad de la Paz, en el área continental oriental, que se está construyendo como nueva capital.

AAUCA comenzó a ofrecer clases en febrero de 2020, con la ayuda de la gestión de la UNESCO, para elevar la calidad educativa en el país. Aunque hay algunas becas, la matrícula anual es de 1 millón de francos CFA (US $ 1.809), mucho más que los 10.000 CFA (18 $) que pagan los estudiantes de la UNGE.

En opinión del profesor Fernando García, la educación superior en Guinea Ecuatorial está cambiando para mejor, “hacia la internacionalización” y la integración siguiendo el sistema de licenciatura internacional a maestría a doctorado o LMD (licencia-maestría-doctorado).

Quiere ver más inversión gubernamental en doctorados para los mejores estudiantes, para que luego puedan convertirse en profesores de tiempo completo en la UNGE.

El conferencista de Bata, sin embargo, enfatizó que habría obstáculos importantes que superar para lograr tal progreso, como la falta de planes de capacitación para operar maestrías y doctorados, cortes continuos de agua, falta de acceso a imprentas y corrupción dentro del orden de mantenimiento y servicios de infraestructura.

Los bajos salarios de los profesores, que los obligaban a buscar otras fuentes de ingresos, seguían siendo un problema, junto con la formación a mitad de carrera. Las condiciones laborales pueden ser débiles: mientras que “se deduce un impuesto de solidaridad” de los salarios para ayudar a los maestros en situaciones difíciles, existen preocupaciones y confusión sobre el acceso a este dinero.

Además, las mujeres que dan a luz deben encontrar dinero para pagar a sus maestros suplentes, dijo. Muchos estudiantes no logran ingresar a los cursos debido a la mala educación secundaria, afirmó y «los estudiantes no tienen la oportunidad de protestar, ya que se concibe como un acto de rebelión».

A pesar de esto, Guinea Ecuatorial está progresando claramente en la educación básica, con una alta tasa de alfabetización de adultos (94% en 2010), según el Banco Mundial.

El gobierno y la empresa petrolera estadounidense Hess Corporation también han financiado un Programa de Desarrollo Educativo de Guinea Ecuatorial para formar a profesores no universitarios y mejorar el sistema educativo. La iniciativa se desarrolló desde 2006 hasta 2019.

Sin duda, una mayor inversión sería bienvenida. Las plazas en las universidades son insuficientes, dijo el experto en educación superior de Guinea Ecuatorial, y las familias adineradas envían a sus hijos a estudiar al extranjero.

Si bien ha habido proyectos de universidades públicas españolas a favor del régimen, afirmó, algunas iniciativas de cooperación internacional son legítimas.

Un proyecto bienvenido es el de la Universidad Complutense de Madrid, una de las universidades más antiguas del mundo, que el año pasado eligió al único país de África con mayoría hispanohablante como primera etapa de su proyecto ‘Escuela Africana Complutense’, diseñado para impulsar los intercambios científicos y ofrecer formación, como la mejora pedagógica de los profesores universitarios.

El gobierno de Guinea Ecuatorial no respondió a ninguna pregunta de University World News durante la investigación para este artículo.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20210720142755488

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Kenya: Clergymen call for review of tax regime, reduction of school fees

Africa/Kenya/23-07-2021/Author:

Religious leaders have faulted the government of Kenya for the high cost of living occasioned by rise in prices of basic commodities, and called for a review of the current tax regime to cushion Kenyans from the tough economic times.

Speaking at Kangeta in Igembe Central, Meru County Sunday when they presided over the induction of two church ministers into Archdeacons, the head of the National Independent Church of Africa (NICA) Archbishop Dr. Stephen Marete and Bishop Stephen Kalunyu who heads the NICA Mission Diocese which covers Meru, Isiolo and Marsabit noted that the suffering of Kenyans had reached record levels never witnessed before, calling upon those in authority to urgently consider reviewing the current tax regime which will bring a sigh of relief to vulnerable Kenyans.

Archbishop Marete advised that the tough economic times calls for proper priorities by the government, arguing that projects like the BBI referendum which is currently on halt could wait for better times, arguing that the Covid 19 pandemic has already worsened the situation.

The Cleric also faulted the move by a number of universities to increase school fees which led to student protests, arguing that such a move was ill advised and untimely.

He noted that even the previous amounts charged by the institutions of learning were already an uphill task for struggling Kenyans to raise and should therefore be reduced to manageable levels.

Source and Image: https://www.kbc.co.ke/clergymen-tax-regime-school-fees/

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