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ÁFRICA-GLOBAL Mil becas para estudiantes desfavorecidos

Africa/Universityworldnews

Se espera que hasta 1,000 estudiantes universitarios universitarios de alto rendimiento en África se beneficien de una asociación entre la Universidad Internacional de Estados Unidos-África (USIU-África) en Kenia y el Programa de Becarios de la Fundación Mastercard.

La asociación de US $ 63.2 millones permitirá a los estudiantes de todo el continente recibir educación superior y desarrollo de liderazgo de buena calidad durante los próximos 10 años, y se espera que las primeras becas comiencen en el año académico 2020-21. Ofrecerá apoyo integral a los estudiantes, incluido el acceso a pasantías y servicios profesionales impulsados ​​por la industria.

Las becas estarán dirigidas a estudiantes universitarios de alto potencial que enfrentan limitaciones financieras, de género, de desplazamiento o de discapacidad. Al menos el 70% de los jóvenes que se benefician de la asociación serán mujeres jóvenes, mientras que el 25% serán jóvenes desplazados o refugiados, y al menos el 10% serán jóvenes con discapacidades.

El acuerdo, anunciado el 14 de julio, significa que USIU-África se convierte en la última incorporación a la red mundial de socios en expansión de la Mastercard Foundation, que dice que está comprometida a «desarrollar una generación de líderes africanos que utilizarán sus conocimientos y habilidades para liderar el cambio en sus comunidades y contribuyen a una transformación significativa en todo el continente ”.

Paul Zeleza, vicerrector de USIU-África, dijo: “Con el apoyo de la Fundación Mastercard, esperamos expandir significativamente el impacto y el alcance que USIU-África ha tenido en todo el mundo, moldeando a los estudiantes que catalizarán la continuación de África avance.»

Dijo que adoptar el Programa de Becarios permitiría a USIU-África aumentar su población de estudiantes internacionales del 15% al ​​20%, en línea con la estrategia de internacionalización de la universidad.

«El Programa Scholars mejorará la diversidad socioeconómica de la población estudiantil, ya que aumentará el número de estudiantes con discapacidad, refugiados, mujeres jóvenes y jóvenes desplazados para abordar las barreras a la educación superior para estas poblaciones marginadas», dijo.

El Director de Programas de la Mastercard Foundation, Peter Materu, señaló que USIU-África se consideraba un socio en el Programa Scholars debido a la excelente posición académica de la universidad y porque había demostrado un compromiso con la equidad y la inclusión.

“Durante casi una década, el Mastercard Foundation Scholars Program ha trabajado en África, a través de iniciativas como Wings to Fly y asociaciones directas con organizaciones educativas en los niveles secundario y terciario, para permitir a los jóvenes de comunidades desfavorecidas acceder a un aprendizaje de calidad y desarrollar su potencial de liderazgo ”, dijo Materu.

“Nuestra asociación con USIU-África se basa en este trabajo histórico, que ya está sirviendo a miles de jóvenes líderes en el continente. Fundamentalmente, se trata de expandir las oportunidades para todos los jóvenes, independientemente de sus antecedentes socioeconómicos ”.

Desarrollando líderes africanos

El Programa de Becarios de la Fundación MasterCard es una iniciativa para desarrollar la próxima generación de líderes de África al brindar a los estudiantes, cuyo talento y promesa exceden sus recursos financieros, una oportunidad para completar su educación.

A través del Programa de Becarios, los becarios reciben apoyo holístico de los estudiantes, incluidas becas integrales, desarrollo de liderazgo y acceso a pasantías y servicios de carrera impulsados ​​por la industria.

Como se informó en University World News ‘Centro de Liderazgo transformador , el programa selecciona académicos que se comprometen a «retribuir» a su comunidad y ayuda a desarrollar su capacidad para hacerlo al proporcionar lecciones adicionales sobre liderazgo transformador y organizar reuniones de becarios y ex alumnos de Mastercard de diferentes países.

Un ejemplo es Tanyaradzwa Chinyukwi de Masvingo, Zimbabwe, a quien el Programa de Becarios apoyó para estudiar en la Universidad EARTH, Costa Rica, para obtener un título en ingeniería agrícola y gestión de recursos naturales, de la que se graduó en 2018, y que pasó a hacer una maestría. en la Universidad de Florida en los Estados Unidos.

Después de dedicar su vida a empoderar a las mujeres y las niñas, utilizó sus habilidades de liderazgo desarrolladas en la universidad para abordar el problema de las niñas que abandonan la escuela en Zimbabwe mediante la creación de un proyecto que permite a las niñas criar pollos para pagar sus cuotas escolares; y también estableció otro proyecto en Zambia para ayudar a las mujeres explotadas capacitándolas en el manejo de cultivos, comercialización, marca y empaque.

Otro académico, Kpetermeni Siakor , es un liberiano que recibió el apoyo de una beca Mastercard en la Universidad de Ashesi, Ghana, donde también asistió a clases sobre liderazgo transformador y se unió a líderes establecidos entre profesionales, empresarios, trabajadores sociales, ONG internacionales y empresas.

Durante la crisis del ébola en Liberia, ayudó a establecer un sistema de recopilación y presentación de datos que redujo el tiempo que llevó llevar información sobre brotes de infección a los responsables de la toma de decisiones de cinco días a minutos.

Hasta la fecha, el Programa de Becarios ha comprometido más de US $ 1 mil millones para apoyar el desarrollo de la educación y el liderazgo de más de 37,000 jóvenes.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200716051630535

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Gestión docente en entornos de refugiados: el caso de Etiopía

Por teachertaskforce.org

El Instituto Internacional de Planificación Educativa (IIPE-UNESCO) y el Fideicomiso de Desarrollo de la Educación se complacen en anunciar la publicación de Gestión de docentes en entornos de refugiados: Etiopía , el primero de una serie de estudios de casos de países con el objetivo de identificar políticas prometedoras para la gestión eficaz de la educación primaria. maestros de nivel en regiones de acogida de refugiados en todo el mundo.

Los maestros están en el corazón del aprendizaje. Para un niño refugiado, los maestros pueden significar mucho más: educador, mentor y un enlace a un nuevo hogar. Brindar a los maestros el apoyo que necesitan puede permitir que los refugiados prosperen. Esto también es cierto en Etiopía, hogar de una de las mayores poblaciones de refugiados en África. El número de refugiados ha aumentado de 100,000 en 2008 a más de 680,000 en 2019, una cuarta parte de los cuales son niños. Comprender quién enseña en entornos de refugiados y cómo se gestionan es crucial para su futuro.

Esta investigación reconoce que los maestros son miembros de las comunidades afectadas y agentes potencialmente poderosos de una reforma positiva de políticas. El estudio identifica políticas prometedoras y estrategias de implementación que existen para la gestión de maestros de nivel primario en regiones de acogida de refugiados y revela áreas para un mayor desarrollo de políticas y una implementación exitosa. Este estudio de caso fue posible con el generoso apoyo de UNICEF Etiopía.

Puede consultar la investigación siguiendo este enlace:  https://bit.ly/3fBcMAG

Fuente: https://teachertaskforce.org/es/node/784

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Alteraciones en la alfabetización y el aprendizaje en Jordania y la República Democrática del Congo debidos a la COVID-19

Prensa UNESCO

En un mundo donde 773 millones de jóvenes y adultos no poseen aún las competencias básicas en lectoescritura (IEU), la pandemia de COVID-19 y las consecuencias del confinamiento debido a esta aumentan los desafíos ya existentes en materia de alfabetización.

Siguiendo el tema de la celebración este año del Día Internacional de la Alfabetización y los Premios Internacionales de Alfabetización de la UNESCO, “La enseñanza de la alfabetización y el aprendizaje durante la crisis de la COVID-19 y más allá”, nos interesamos en la manera en que los galardonados anteriores de los Premios hacen frente a esta crisis inesperada.

Se trata de la primera parte de una serie de dos capítulos en los que seguimos los testimonios provenientes de Indonesia, Colombia, Jordania y la República Democrática del Congo, acerca de cómo los galardonados logran que sus programas de alfabetización sigan llegando a las poblaciones más vulnerables durante la pandemia.

La lectura rima con bienestar en favor de la salud mental y la resiliencia en Jordania

El programa “Amamos la lectura” de Jordania recibió el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong en 2017, y desde esta fecha sigue llegando a niños de 55 países en todo el mundo.

Se trata de un programa básico comunitario que se enorgullece de cultivar el amor por la lectura entre niños y jóvenes, de proporcionar a jóvenes y adultos los medios para convertirse en agentes del cambio mediante la lectura en voz alta en sus comunidades y de crear la resiliencia entre los niños, los jóvenes y los adultos mediante la lectura.

El programa ha probado que reduce el estrés y la ansiedad y estimula la salud mental y la resiliencia de las poblaciones vulnerables, tales como los refugiados o las personas que tienen bajo nivel socioeconómico.

El programa aborda el hecho de que la mayoría de los niños en el mundo no leen por placer. Se apoya en una lógica según la que, si no leen por placer, los niños no recogerán los beneficios de la lectura, es decir, más imaginación, vocabulario más rico, mayor empatía, confianza y resiliencia.

Desde que comenzó el COVID-19, el programa presentó un plan específico: “Plan ‘Amamos la lectura’ por el corona”.

“Voluntarios locales pusieron en marcha el plan mediante la lectura en voz alta a los niños, en sus barrios o en sus casas, en el contexto de la COVID-19. La lectura en voz alta es una manera de motivar el gusto por la lectura y convertirse así en estudiantes para toda la vida”, explica la Sra. Rana Dajani, la fundadora de “Amamos la lectura”.

“Todos estos beneficios se vuelven particularmente importantes cuando la enseñanza se complica. La lectura por placer se convierte entonces en un espacio reservado hasta que el aprendizaje vuelva a la normalidad. Es quizá la única manera de aprender durante la crisis”, afirma la Sra. Dajani.

Otras iniciativas del programa durante la crisis de la COVID-19 han incluido la puesta en línea gratuita de libros de audio y de manuales en árabe e inglés, así como grabaciones de portavoces del programa que leen historias en voz alta y publican mensajes inspiradores en las redes sociales de todo el mundo que dan fe de la manera en que hacen frente y abordan la crisis.


© We Love Reading

La pobreza, la mendicidad y la violencia sexual contra las mujeres son el alto precio a pagar por la pandemia en la República Democrática del Congo

El colectivo Alpha Ujuvi (CAU) de la República Democrática del Congo recibió en 2011 el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización por su programa “Coexistencia Pacífica de las Comunidades y Gobernanza en el Norte de Kivu”.

El objetivo del programa era formar a instructores en materia de técnicas de alfabetización, sensibilizar a las comunidades en las cuestiones relativas al analfabetismo, garantizar la coordinación entre los centros de alfabetización y dar seguimiento a su trabajo y evaluarlo.

Desde hacía tiempo, la provincia de Kivu del Norte estaba afectada por la inestabilidad política y el desplazamiento de poblaciones a gran escala, algo que conllevó a la inseguridad permanente e imposibilitaba la paz. Bajo la dirección de Sor Deodata Bunzigiye, secretaria ejecutiva del Colectivo Alpha Ujuvi, el programa utilizó la alfabetización para prevenir y acabar con las tensiones y los conflictos individuales y comunitarios de la región. Las cabañas de paz, vinculadas al aprendizaje de la alfabetización, proporcionaron mayor seguridad a estas comunidades políticamente inestables.

Tras recibir el Premio en 2011, la CAU invirtió el monto recibido en una gran finca que bautizaron “AZINA – Confucio” o “Tesoro de Confucio”. Asimismo, proporcionó y sigue proporcionando una sala dedicada a la escolarización de varios niños pobres y vulnerables de la región, que ya han abandonado la escuela o que nunca han sido escolarizados.

No obstante, la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias han puesto a los niños y al programa en una posición de vulnerabilidad.

“Nuestros alumnos que ya han sido reintegrados corren el riesgo de abandonar otra vez la escuela”, explica Sor Deodata Bunzigiye.

“Uno de los desafíos principales es el del confinamiento. Le sigue el problema de la enorme pobreza tras un conflicto. Las familias sin economía estable viven en su mayoría al día. Constatamos un incremento de la frecuencia de la violencia doméstica, del número de niños en la calle y de la explotación sexual de niñas jóvenes. Estamos viviendo un gran desafío, con una mayor cantidad de niños, en particular de niñas menores, que viven en las calles de la ciudad de Goma”, explica la Sra. Bunzigiye.

Para hacer frente a los desafíos de la crisis de la COVID-19 y adaptarse a estos, el CAU ha tomado medidas para proteger a los niños durante la pandemia y continuar el aprendizaje de la alfabetización de manera distinta a la habitual.

“Con el apoyo de nuestros asociados, nuestras escuelas de reinserción utilizan libros que permiten hacer las tareas en casa. El desafío continúa para aquellos que viven en la calle”, afirma.

En el marco de la lucha contra la propagación del coronavirus, el CAU da seguimiento a 30 niñas menores que viven en las calles de la ciudad de Goma. Se les atiende desde el punto de vista médico y psicosocial con el objetivo de reintegrarlas más tarde a centros de reinserción de la escuela Furahini del CAU.

“Para los grupos de alfabetización, seguimos las medidas preventivas y de protección alentadas por el gobierno congolés, es decir, lavarse las manos con regularidad, utilizar desinfectantes, máscaras, etc., y dividimos las clases en dos para tener máximo 15 alumnos”, explica la Sra. Bunzigiye.

El CAU logra también mantenerse en contacto con sus estudiantes, en particular con aquellos que preparan su defensa pública en el marco del proyecto “Mupaka Shamba letu”, en colaboración con Alert International.

El gobierno provincial, en colaboración con el CAU, ha estudiado cómo sacar más provecho de los beneficios de la finca “AZINA – Confucio” a nivel educativo, social y para el desarrollo. Se ha previsto un centro multidisciplinario con un círculo de alfabetización y un centro comercial para los jóvenes, pero el proyecto se encuentra actualmente en fase inicial.

“Ahora debemos pensar en incluir estrategias de prevención y protección para limitar la propagación del virus”, explica la Sra. Bunzigiye.


© Collectif Alpha Ujuvi

Este año, el Día Internacional de la Alfabetización y los Premios Internacionales de Alfabetización de la UNESCO abordarán el tema de la enseñanza de la alfabetización y de los aprendizajes en periodo de crisis de COVID-19 y después de esta. Los cinco nuevos galardonados serán anunciados, el 8 de septiembre de 2020, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización.

Los dos Premios internacionales de alfabetización de la UNESCO son el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong, creado en 1989, gracias al apoyo del Gobierno de la República de Corea, que presta especial atención al desarrollo y uso de la educación y la formación en materia de alfabetización en la lengua materna, y el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización, creado en 2005, con el apoyo de la República Popular China, centrado en la promoción de la alfabetización de los adultos de las zonas rurales y de los jóvenes no escolarizados, en particular las niñas y las mujeres.

Fuente: https://es.unesco.org/news/alteraciones-alfabetizacion-y-aprendizaje-jordania-y-republica-democratica-del-congo-debidos

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Las ceramistas de Sejnane: guardianas de un arte milenario

Reseñas/África/Túnez/23 Julio 2020/elpais.com

En este poblado al noreste de Túnez, las mujeres dominan técnicas ancestrales para trabajar la cerámica que se han transmitido de generación en generación por más de 3.000 años. Un conocimiento considerado hoy Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco

Sentadas en el suelo del pequeño taller, las tres cuñadas platican mientras sus manos, veloz y sutilmente, forman con barro distintas figuras que poco a poco se acumulan a su alrededor. Viven en las afueras de Sejnane, un poblado al noroeste de Túnez, en la región de Bizerta. Están casadas con tres hermanos que construyeron sus hogares uno al lado del otro. Cada una de ellas tiene un pequeño cuarto en el patio de su casa, adaptado como taller, en los que se reúnen para trabajar y pasar tiempo juntas.

La destreza de sus manos es prueba de su experiencia. Zohra, la cuñada más veterana, domina el oficio desde hace 40 años, mientras que Moufida trabaja la cerámica desde hace dos décadas. “Es la bebé”, dice tiernamente Zohra. Como ellas, cientos de mujeres en Sejnane modelan el barro y son únicas en el planeta en hacerlo de esta peculiar forma que llamó la atención de la Unesco: en 2018 las declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Líneas en la piel

La cerámica de Sejnane tiene su origen en los amazigh, pueblo autóctono del norte de África comúnmente llamados bereber, y se realiza desde hace más de 3.000 años. La artesanía se ha mantenido hasta nuestros días transmitiéndose de generación en generación. Las cuñadas aprendieron el oficio de sus madres, a quienes se lo enseñaron sus abuelas, que sabían por sus propias madres y así por tres milenios.

Nozha Sekik, entnoantropólga tunecina, ahora retirada y anteriormente investigadora del Instituto del Patrimonio Nacional, es una de las expertas en el tema y afirma que esta producción se remonta al Neolítico y Edad de Bronce. «Sabemos que el origen es amazigh, nada más, a lo mejor nuestras abuelas lo sabían y, si vivieran, nos lo explicarían», comenta Najet, una de las tres cuñadas.

La sesión de cerámica se interrumpe y cada una vuelve a casa a preparar el almuerzo. En la mesa de Zohra reposa un plato de cus-cus con pollo y verduras, una jarra con zumo de frutas y un poco de pan recién horneado. “Prácticamente lo único que compramos es sal”, dice Zohra mientras se sienta a comer. Todo lo que está en la mesa viene de su huerto y sus animales. La tierra no solo les da todo para alimentarse, también todo para la cerámica.

En primavera, las mujeres recogen el barro y lo llevan a sus hogares sobre la espalda. “Sacamos la arcilla de los cauces secos de la montaña, después la trituramos y remojamos para amasarla. La preparación dura tres días, después la dejamos en agua para que no se estropee. El trabajo es durísimo”, explica Zohra. Amasan el barro descalzas: durante poco menos de una hora lo pisan una y otra vez hasta obtener la consistencia para moldearlo. Crean las figuras y, cuando están secas, las cocinan. Estos días son lluviosos, pero esta tarde el cielo parece dar tregua, así que deciden poner las piezas al fuego.

La milenaria tradición no concibe ni de tornos ni de hornos. Najat va al granero; dentro hay tres vacas. De ahí saca el excremento de aquellas bestias mezclado con paja y lo coloca sobre una lámina oxidada, creando un montículo en cuyo interior se esconden las piezas. Enciende la hoguera y espera una hora.

Patrimonio inmaterial olvidado de la humanidad

“Nuestras madres y abuelas realizaban esta labor para crear objetos de su vida cotidiana: sartenes, ollas y morteros. Hoy trabajamos la cerámica para ganar dinero porque es el único trabajo que podemos hacer”, explica Moufida. Su punto de venta son dos mesas viejas al lado del camino que conecta Sejnane con el resto de la región. Pasan pocos autos, en su mayoría de residentes. Si alguien se interesa en las figuras, toca el claxon y saldrá alguna cuñada a hacer la venta. Pero hoy, ya hace dos meses que nadie llega. «En un buen mes podemos ganar 60 dinares (19 euros)», explica Najat.

Su situación laboral poco ha cambiado tras la declaración de Naciones Unidas. “Es solo publicidad, la verdad es pura amargura. En 2018, después del reconocimiento de la Unesco, el Estado nos compró a 70 mujeres, mercancías por 160 dinares (50 euros), pero todavía no hemos cobrado ninguna. Fuimos al Ministerio de Cultura a pedir el pago, tomaron nuestros teléfonos para contactarnos, pero todas fueron falsas promesas”, afirma Najat.

Las jóvenes se siguen preparando para el oficio. Hendai y Nada, hijas de Najat y Moufida respectivamente, prestan atención. “Para conservar nuestro patrimonio. Nos encanta este trabajo, nunca fue una obligación”, explica Hendai, de 19 años, que comenzó a aprender a los 13. Está a punto de casarse y asegura que, cuando lo haga, dejará la escuela y se dedicará a la cerámica por afición. Su prima, Nada, es estudiante y cuenta que le gustaría dedicarse únicamente a la cerámica si no fuera un oficio tan precario, pero por ahora buscará empleo. Es difícil encontrar un trabajo en la región. El Instituto Nacional de estadística de Túnez señala que en 2014 la tasa de desempleo nacional en mujeres era de 21,1%. Desde entonces, se ha avanzado poco: a finales de 2019 era del 21,7%, cifra que aumenta en zonas rurales.

La primavera que nunca llegó

La llamada Primavera Árabe de 2011 no terminó en una guerra civil o en una brutal represión en Túnez, a diferencia de lo que sucedió en otros países. Desde entonces, este pequeño país magrebí vive una transición a la democracia lenta y que aún está por rendir frutos.

El Estado está poco presente en la vida de las ceramistas y cuando se presenta lo hace como ave de mal agüero. “Nada, del Gobierno no cobramos nada, estamos olvidadas, vivimos del poco dinero que ganamos, hemos intentados transmitir peticiones y quejas, pedir ayudas sociales para mejorar un poco estas terribles condiciones en que vivimos… Pero no hemos recibido respuesta”, exclama Najat, enfadada.

En Sejnane la revolución les ha pasado del lado. “Seguimos estando en la mierda”, concluye Zohra con una carcajada irónica. Las mujeres trabajan con resiliencia, pues tienen claro que de ellas depende su sustento. “A pesar de todo, nunca vamos a dejar este trabajo, es nuestro destino, algo escrito. Agradecemos a Dios habérnoslo dado y ojalá nos dé la salud para conservarlo”, concluye Zohra con una sutil, pero franca sonrisa.

Ver galería completa en: https://elpais.com/elpais/2020/07/13/album/1594656405_547378.html#foto_gal_3

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/07/13/planeta_futuro/1594653185_378850.html

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La fábrica de las mujeres protectoras

Reseñas/África/Kenia/23 Julio 2020/elpais.com

En esta empresa textil de Kenia han reorientado su producción para mantener al 100% de su plantilla, casi toda femenina, y producir un bien de primera necesidad: los equipos de protección para los sanitarios que atienden a los enfermos de covid-19

Shona EPZ es una empresa de textil en Nairobi, la capital de Kenia. Con la caída de pedidos debido a la pandemia tuvo que prescindir del 40% de su plantilla, pero sus dirigentes pronto pensaron en cómo reinventarse para mantener todos los puestos de trabajo, la mayoría ocupados por mujeres. La respuesta fue fabricar un bien de primera necesidad en estos momentos de alerta sanitaria: los equipos de protección personal para los profesionales que atienden a los enfermos de covid-19. Hasta la fecha, Kenia ha notificado 14.168 positivos y 250 fallecidos por el nuevo coronavirus. Así les están protegiendo desde esta empresa.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/19/planeta_futuro/1595192663_329142.html

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¿Cómo afecta COVID-19 a la educación de las personas con discapacidad en Ghana?

Por: Wunpini Fatimata Mohammed.

 

Inesperadamente, estudiantes con discapacidad tuvieron que cambiar al aprendizaje en línea.

En Ghana, la educación ha sido objeto de una serie de reformas, pero las experiencias educativas de personas con discapacidad suelen dejarse de lado.

Cuando el coronavirus llegó a Ghana, los investigadores examinaron su impacto en los estudiantes de la clase obrera y en los estudiantes de las zonas rurales, pero no de manera especifica en los estudiantes con necesidades especiales, sobre todo en lo que respecta al aprendizaje en línea.

Los estudiantes con discapacidad auditiva y visual se enfrentaron a varios retos técnicos, económicos y sociales cuando el COVID-19 llegó y la escuela tradicional se convirtió en una escuela en línea.

Actualmente, esos estudiantes con discapacidades de muchas instituciones de educación superior utilizan Zoom, Telegram y WhatsApp para el aprendizaje. Son plataformas digitales que no fueron creadas para el aprendizaje virtual ni para personas con discapacidad.

Muchos de los estudiantes con discapacidad auditiva fueron separados de sus intérpretes de lengua de signos y no tenían dispositivos de asistencia, como audífonos. Esto impactó mayormente los estudiantes con conocimiento limitado del lenguaje de señas. Los estudiantes invidentes fueron separados de sus amigos “videntes” que normalmente los asisten.

En una conversación por WhatsApp con Global Voices, Esinam Aleawoubu, estudiante con problemas auditivos del Colegio Presbiteriano de Educación de Akropong, contó sus experiencias con el aprendizaje electrónico:

 

A veces, algunos tutores utilizan audios en vez que textos; pero yo soy sorda, no puedo escuchar audios. Esto significa que hay un intérprete que se supone debe traducirlo a las personas sordas. Tengo que reunirme con el intérprete a través de Zoom. Desafortunadamente, no podemos reunirnos a menudo por problemas de conexión de red y algunos problemas de teléfono.

Cuando los tutores se dieron cuenta de que las conferencias audiovisuales en video aplicaban el gasto de los datos de internet a los estudiantes, cambiaron a otros métodos, como conferencias de audio de PowerPoint que seguían utilizando elementos audiovisuales pero reducían el gasto de Internet. En Ghana, en promedio, un gigabyte de datos de Iiternet cuesta 10 cedis (1.72 dólares estadounidenses).

Según Julius Yaw Klu, estudiante con discapacidad visual del Colegio Presbiteriano de Educación de Akropong, su teléfono de cuatro años es anticuado y no permite un acceso fácil a las conferencias en línea:

El problema al que me enfrenté con lo audiovisual es el mismo que tengo con PowerPoint. A veces necesito media hora para poder acceder a la conferencia. A veces tengo que esperar a que la clase termine para poder pedir prestado un computador y utilizarlo para acceder a la conferencia.

Daniel Kwarko, otro estudiante con discapacidad visual del mismo colegio, contó un problema similar con el uso del móvil para participar de las clases en línea:

El móvil puede abrir la mayoría de los documentos que recibimos, pero no puede leerlos, y es difícil para los que son ciegos. A veces no encuentras a nadie que te lo lea. No puedes encontrar a alguien que siempre esté para leer tus notas. Los teléfonos no pueden leer PowerPoint ni las diapositivas, pero el computador portátil hace todas esas funciones. Incluso puedes usarlo para convertir documentos para que sean accesibles para JAWS [programa lector de pantalla].

Estos estudiantes dicen que proporcionar tecnología actualizada para computadores portátiles podría facilitar enormemente el aprendizaje en línea.

Hacía la inclusión en la educación

La política de educación inclusiva de Ghana de 2015 “garantiza un entorno de aprendizaje sin barreras y permite a todos los alumnos, incluidos los discapacitados, desplazarse con seguridad y libertad, utilizar las instalaciones y participar en el aprendizaje y en todos los aspectos de la vida escolar”.

Sin embargo, los estudios muestran que uno de cada cinco niños de 6 a 24 años con alguna discapacidad “no asiste a la escuela y los que lo hacen a menudo son estigmatizados y enfrentan discriminación”.

Pese a los esfuerzos de hacer que la educación sea más inclusiva, los estudiantes con discapacidad audiovisual enfrentan una brecha digital sobre el aprendizaje en línea. Esta brecha no solo margina a los estudiantes discapacitados sino que exacerba aún más las desigualdades en el sistema de formación de docentes de Ghana.

Mohammed Salifu, profesor y secretario ejecutivo del Consejo Nacional de la Educación Superior, dijo en una entrevista telefónica a Global Voices que las partes interesadas están aplicando medidas para abordar las necesidades de aprendizaje electrónico de los estudiantes con necesidades especiales:

Tenemos que asegurarnos que todas las intervenciones que estamos haciendo está realmente adaptadas a sus necesidades. Así que los directores de la universidad han sido proactivos en comunicarse con nosotros. Nos estamos asociando con varias organizaciones para abordar estas intervenciones. En estos días hay socios globales que vienen a hacer presentaciones sobre cómo pueden ayudar. Incluso la UNESCO [Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura] está tratado de proporcionar estos fondos para apoyar a los estudiantes con necesidades especiales. No diría que hemos abordado todos los temas de manera integral, pero estamos trabajando para lograrlo.

El proyecto Transforming Teacher Education and Learning (T-TEL) también está trabajando en Ghana para garantizar un aprendizaje en línea inclusivo para los estudiantes con discapacidad auditiva y visual. Por ejemplo, asignan fondos para el material de los planes de estudio en Braille, proporcionan teléfonos inteligentes para el acceso digital y ponen a disposición convertidores de texto a voz.

Ampliar el acceso a la educación

La ley sobre las personas con discapacidad de 2006 estipula que los edificios públicos deben ser accesibles, pero un estudio mostró que la mayoría no están adaptados a las necesidades de esas personas.

Los espacios educativos convencionales no son ptropicios para personas con discapacidad, y en Ghana, las pocas escuelas especializadas no tienen fondos ni recursos suficientes.

En las Escuela para Ciegos de Akropong, tres estudiantes comparten el mismo equipo para aprender el Braille porque los fondos son limitados, según un informe de la Corporación de Radiodifusión de Ghana (GBC, en inglés). Simon Adedeme, jefe del departamento de enseñanza primaria, describió la situación como obstáculo para la enseñanza y al aprendizaje.

En muchas instituciones de enseñanza superior, personal docente, administradores y estudiantes suelen tener conocimiento muy limitado y carecen de los recursos necesario para lidiar con la marginación estructural de los estudiantes con discapacidad.

Se alienta a muchos discapacitados a que sigan una formación profesional y otros tipos de trabajo físico, y a la vez se les disuade de la formación intelectual en distintos rubros de la educación superior.

Solo tres de los 46 colegios de educación de Ghana han sido designados como centros de educación inclusiva donde los discapacitados pueden obtener una licenciatura en educación y capacitarse para convertirse en maestros de escuela básica.

La inscripción a esas tres instituciones sigue siendo muy baja a pesar de los recientes esfuerzos por mejorar las estructuras y atraer a más gente con discapacidad a la profesión de maestro.

Es imperativo trabajar en estrecha colaboración con estos estudiantes para asegurar que la inclusión y el acceso genuinos se realicen y se mantengan. Esto requiere trabajar activamente para aplicar todas las políticas pertinentes a fin de que las personas con discapacidad no queden al margen de la educación en Ghana, durante o después de la pandemia.

Fuente del artículo: https://es.globalvoices.org/2020/07/14/como-afecta-covid-19-a-la-educacion-de-las-personas-con-discapacidad-en-ghana/

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Sudán dejará de castigar la homosexualidad con latigazos y pena de muerte

Africa/ Sudan/ 21.07.2020/ Fuente: www.laizquierdadiario.com.ve.

 

El artículo 148 del Código Penal sudanés define así el delito: “cualquier hombre que inserta su pene o su equivalente en el ano de una mujer o de un hombre, o permite que otro hombre inserte su pene o su equivalente en su ano, cometió sodomía”.

Los castigos aumentan en gravedad según la cantidad de veces suceda el hecho. Si el acusado era condenado por primera o segunda vez, le correspondían 100 latigazos y hasta 5 años de prisión. En una tercera ocasión la pena ya podía ser prisión perpetúa o inclusive la muerte. Con la modificación quedan excluidos como pena los latigazos y la muerte, no así la prisión que para la segunda ocasión se incrementa a 7 años y en la tercera permanece la condena perpetua.

La medida se tomó como parte de un paquete de reformas que viene realizando el gobierno que surgió entre militares y la oposición a Omar Hasán Ahmad al Bashir, quien fue presidente del país por 30 años. La junta provisional que gobierna actualmente surgió luego de que el Ejército expulsara al gobierno de Al Bashir jaqueado por movilizaciones masivas en el marco de una profunda crisis económica.

Atravesado por esa situación es que hace unos meses se prohibía la mutilación genital de las mujeres. En esta ocasión además de reducir las penas contra la sodomía, el Gobierno ahora permite la apostasía (renunciar al Islam) que antes podía enfrentar una condena de muerte, así como también que los no musulmanes consuman alcohol en privado.

Bedaaya, la organización de defensa de los derechos LGBTQ+ de Egipto y Sudán, afirmó que el nuevo paquete de reformas es «un gran paso hacia la reforma del sistema de justicia en Sudán». El ministro de justicia de dicho país afirmó “vamos a dejar caer todas las leyes que violan los derechos humanos en Sudán».

La modificación del Código Penal constituye un triunfo, logrando que el Estado no se atribuya legalmente la capacidad de penar con latigazos y la muerte a las personas involucradas en los actos calificados de “sodomitas”. De esta manera se transforma en un nuevo piso conquistado para pelear por eliminar completamente el artículo 184 del Código Penal, dado que el Gobierno actual aún sostiene las penas de prisión heredadas del régimen de Al Bashir.

Una criminalización que atraviesa el globo

Según el informe “Homofobia de Estado 2019” publicado por la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA por su sigla en inglés) quedan cinco países donde efectivamente la ley establece la pena de muerte (Nigeria, Somalia, Arabia Saudita, Irán, Yemen) y hay otros seis dónde es posible que se aplique (Mauritania, Afganistán, Brunei, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán).

Haciendo un breve repaso, la ONU dejó de calificar de enfermedad a la homosexualidad hace treinta años. En 2011 por primera vez un organismo de la entidad emitía un pronunciamiento a favor de los derechos para LGBTIs. En ese momento el Consejo de Derechos Humanos declaró que “la penalización de las relaciones homosexuales íntimas consentidas constituye una conculcación de los derechos individuales a la intimidad y a la no discriminación, así como una vulneración de las normas internacionales de derechos humanos”.

Según la resolución en ese entonces había “76 países con leyes utilizadas para criminalizar a las personas por su orientación sexual o identidad de género”. Al día de hoy son 68 los Estados de la ONU que según la ILGA sostienen legislaciones que criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo género, cifra que representa un 35% de los países adherentes a la organización.

Estas legislaciones en general hacen referencia a delitos “contra la naturaleza», la «moralidad» o el «libertinaje», si es que no se refieren explícitamente a la “sodomía” como el caso de Sudán. Se amparan de fondo en la concepción patriarcal que establece que las relaciones sexuales solo puede darse entre el hombre y la mujer en clave reproductiva, esa idea que tanto difunden los sectores reaccionarios y las instituciones de las principales vertientes religiosas del globo como el catolicismo, evangelismo o el islam.

Si bien la Organización de las Naciones Unidas hoy en día intenta aparecer como la abanderada de los derechos de las mujeres y LGBTIs, a la par lleva adelante verdaderas intervenciones militares con sus tropas (conocidas como cascos azules) que han sido denunciadas en todo el mundo por casos de violación. Por dar un ejemplo, en Sudán del Sur se abrió una investigación en 2018 por un caso de abuso sexual a cuatro menores de edad en una de las bases de las tropas de la ONU.

Si en el último año y medio se abrió paso en Sudán la posibilidad de conquistar derechos elementales y básicos para mujeres y LGBTIs, fue subproducto de la movilización de amplios sectores de la sociedad, que salieron a la calle hastiados de las políticas que solo buscan someter en el hambre a la gran mayoría de la población. Previo a la pandemia se calcula que de los 40 millones de sudaneses, la mitad vivían en la pobreza. El país sufre un gran déficit de recursos esenciales como alimentos, medicamentos y agua, y está atado a los intereses de las potencias imperialistas a través de una gran deuda con el FMI.

Fuente de la noticia: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Sudan-dejara-de-castigar-la-homosexualidad-con-latigazos-y-pena-de-muerte

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