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EEUU: Funcionario del estado de Nueva York levanta la alarma en las escuelas chárter – y es ignorado

América del Norte/EEUU/Propublica/Marian Wang

Un funcionario de alto rango en la Oficina de Contraloría del Estado de Nueva York ha instado a los reguladores a exigir más transparencia en las finanzas de las escuelas autónomas. La respuesta ha sido, bueno, inexistente.

Pete Grannis, el primer Contralor Adjunto del Estado de Nueva York, se contactó con ProPublica después de leer nuestra historia la semana pasada sobre cómo algunas escuelas autónomas han entregado casi todos sus fondos públicos y un control significativo a empresas privadas, a menudo con fines de lucro, que manejan su día a día. operaciones Los acuerdos pueden limitar la capacidad de los auditores y los reguladores de las escuelas autónomas para seguir cómo se gasta el dinero público, especialmente cuando las empresas se niegan a divulgar detalles financieros cuando se les solicita.

Tales configuraciones son un problema real, dijo Grannis. Y la forma en que lo ve, hay una solución muy simple. Como una condición para acordar aprobar una nueva escuela autónoma o renovar una existente, los reguladores autónomos pueden exigir que las escuelas y sus compañías de administración acuerden proporcionar todos los registros financieros relacionados con la escuela.

«Claramente, la necesidad de supervisión fiscal de las escuelas autónomas se ha intensificado», escribió la semana pasada en una carta al alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio . «Avise a las escuelas que los registros financieros pertinentes no pueden protegerse de los organismos de supervisión de las entidades gubernamentales estatales y locales».

Es una súplica que Grannis ha hecho antes. El año pasado, envió una carta similar a los principales reguladores de escuelas autónomas del estado: el Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York, el Departamento de Educación del Estado de Nueva York y la Universidad Estatal de Nueva York.

Nunca volvió a tener noticias de ninguno de ellos. «No hay respuesta alguna», dijo Grannis. Ni siquiera, agregó, un «‘Gracias por su carta, la estudiaremos’. Esa habría sido la respuesta burocrática normal «.

Nos contactamos con las tres agencias y la oficina del alcalde para hacer comentarios. Ninguno de ellos volvió a nosotros.

El debate sobre las escuelas autónomas en Nueva York, como en otros lugares, está políticamente cargado. La postura cautelosa de De Blasio sobre los estatutos lo puso en desacuerdo con el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, cuyos patrocinadores financieros incluyen algunos partidarios de escuelas chárter de grandes cantidades de dólares . La oficina del contralor del estado ha enfrentado repetidas demandas de grupos y operadores chárter que desafían su autoridad para auditar escuelas chárter.

Para Grannis, sin embargo, sus esfuerzos no tienen que ver con la política. Su oficina es «agnóstica en las cartas», como él dijo. Señaló que su oficina también audita las finanzas de los distritos escolares tradicionales.

«Somos los monitores fiscales. Vigilamos el uso o mal uso de los fondos públicos», dijo Grannis. «Esto no pretende ser anti-charter. Nuestro trabajo no es ser pro o anti».

Grannis aún no ha recibido una respuesta de la oficina del alcalde sobre la carta que envió la semana pasada.

¿En cuanto a los reguladores de las escuelas autónomas que recibieron su carta el año anterior? Todavía está desconcertado de por qué no estarían más interesados ​​en una posible solución, o por qué los reguladores de los estatutos nunca se molestaron en responder.

«Honestamente no lo sé», dijo Grannis. Dijo que les enviaría otra ronda de cartas.

Fuente: https://www.propublica.org/article/ny-state-official-raises-alarm-on-charter-schools-and-gets-ignored

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Solidaridad con docentes de UTLA, que paran el 10 en Los Ángeles, EE.UU.

América del Norte / Estados Unidos/ 08.01.2019/ Fuente: www.facebook.com.

El lunes 7 de enero fracasó la reunión entre la representación docente y las autoridades de Los Ángeles, en los Estados Unidos. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) es el segundo distrito escolar más grande del país, con 640 mil estudiantes y más de 33 mil docentes.
La docencia organizada en UTLA (United Teachers Los Ángeles) anunció que se volverán a reunir el próximo lunes con los negociadores laborales del distrito, siempre y cuando ellos tengan una «legítima y clara oferta» de contrato para discutir.
La propuesta de abrir negociaciones fue bienvenida por el distrito, sin embargo no está claro si dichas conversaciones llegarán a concretar el resultado esperado, en particular luego del fracaso de la primera reunión.
Maestras y maestros del distrito de Los Ángeles vienen exigiendo mejoras salariales, clases con menos estudiantes, así como más enfermeras, psicólogos y bibliotecarios que estuvieran de forma permanente en las escuelas, entre otras demandas. Pero aún no hay ninguna oferta desde el gobierno distrital.
De acuerdo con el anuncio inicial y ante la fallida primera reunión, educadores de Los Ángeles en UTLA paralizarán las clases este jueves 10 de enero. Esta sería la mayor huelga de educadores en los Estados Unidos desde las huelgas de 2018 en West Virginia, Oklahoma y Arizona. Siendo el inicio de un plan de lucha que continuaría.
Si se tienen en cuenta los logros obtenidos durante el 2018, después de una lucha impresionante del sector, hay fuerza desde la docencia para un plan continuo de acciones.
Desde Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocratica, MST y Anticapitalistas en Red, acompañamos esa pelea y nos solidarizamos con el reclamo de las y los docentes de Los Ángeles, organizados en UTLA.
Y hacemos un llamado a la docencia argentina, de Latinoamérica y el mundo a acercar muestras de solidaridad con su lucha. Arriba la lucha docente en Los Ángeles, EE.UU. Vaya nuestro más fuerte apoyo y campaña solidaria desde Argentina. ¡Su lucha es nuestra lucha!
Saludamos también a les compañeres de la ISO (Organización Internacional Socialista) y a todes les docentes de ese distrito en general. ¡Fuerza y a triunfar!

Alternativa Docente, ANCLA
Agrupación Nacional Clasista Antiburocratica / MST – Anticapitalistas en Red

Fuente de la noticia: https://www.facebook.com/AlternativaDocente.listaLila/?__tn__=kC-R&eid=ARDrhiKMrCD6-UKlVyVv-epZF6a_RytulaUCxEgg-4y7fgrj7B7shsPDHlkFU21UEj-0xp6sc-AN52o8&hc_ref=ARSLbg_8LpaH25KjkTgcNTT46DZQAIDo-hjhCuplVLNsP4_33gNn2AdcF5e49E2klEY&fref=nf

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Estados Unidos: Hispanos son segundo lugar en deserción escolar

Estados Unidos / 6 de enero de 2019 / Autor: EFE / Fuente: Noticel

Los hispanos ocupan el segundo índice más alto de deserción escolar de secundaria del país con un 9.1%, únicamente superados por los nativos americanos, que tienen un 11%, según un informe presentado hoy.

El análisis «Tendencias en deserción escolar e índice de terminación en los Estados Unidos 2018», elaborado por el Instituto (gubernamental) de Ciencias de la Educación (IES, por sus siglas en inglés), encontró además una gran diferencia en los índices de graduación de los latinos en relación con los blancos no hispanos.

Aunque la brecha se ha reducido de manera notoria en los últimos 40 años, en 2016 los blancos no hispanos tuvieron un índice de graduación de secundaria 5.4% mayor que los latinos.

Según señaló Joel McFarland, oficial de proyectos del Centro Nacional para Estadísticas de Educación y director del informe, el índice de deserción de los afroamericanos en el período analizado -entre octubre de 2015 y octubre de 2016- fue de 7%; de los blancos no hispanos el de 4.5% y de los asiáticos el de 2%.

El informe mostró que, durante ese período, aproximadamente 532,000 estudiantes abandonaron la secundaria sin obtener un diploma.

Esta deserción representa el 4.8 % del total de 11.2 millones de estudiantes inscritos en los grados de 10 a 12 de secundaria en 2016, de edades entre los 15 y los 24 años.

Entre 2015 y 2016, el número de estudiantes hispanos que se graduó dentro del tiempo previsto en las secundarias públicas fue de 79%, inferior al promedio nacional de 84% y al índice de graduación de estudiantes blancos no hispanos, de 88%.

Los nativos americanos presentaron un índice de graduación de 72% y los afroamericanos de 76%. El de los asiáticos fue de 91%.

Al señalar que la información analizada fue tomada de bases de datos locales, regionales y nacionales de alta confiabilidad, el reporte indicó que el margen de error porcentual es menor de un 1%.

Fuente de la Noticia:

https://www.noticel.com/mundo/hispanos-son-segundo-lugar-en-desercion-escolar/927812826

ove/mahv

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Neoliberalism in the age of pedagogical terrorism

U. S / January 4, 2019 / Author: Henry A. Giroux / Source: Arts & Opinion

Marx was certainly right in arguing that the point is not to understand the world but to change it, but what he underemphasized was that the world cannot be transformed if one does not understand what is to be changed. As Terry Eagleton rightly notes “Nobody can change a world they didn’t understand.” Moreover, the lack of mass resistance to oppression signals more than apathy or indifference, it also suggests that we don’t have an informed and energizing vision of the world for which we want to struggle. Political struggle is dependent on the political will to change, which is central to any notion of informed agency willing to address the radical and pragmatic issues of our time. In addition to understanding the world, an informed public must connect what they know and learn to the central task of bringing their ideas to bear on society as a whole. This means that a critical consciousness must be matched by a fervent willingness to take risks, and challenge the destructive narratives that are seeping into the public realm and becoming normalized.

Any dissatisfaction with injustice necessitates combining the demands of moral witnessing with the pedagogical power of persuasion and the call to address the tasks of emancipation. We need individuals and social movements willing to disturb the normalization of a fascist politics, oppose racist, sexist, and neoliberal orthodoxy.

As Robin D. G. Kelley observes we cannot confuse catharsis and momentary outrage for revolution. In a time of increasing tyranny, resistance in many quarters appears to have lost its usefulness as a call to action. At the same time, the pedagogical force of civic ignorance and illiteracy has morphed into a national ideal. Tyranny and ignorance feed each other in a theater of corporate controlled media ecosystems and function more as a tool of domination than as a pedagogical outlet in pursuit of justice and the practice of freedom. Under such circumstances, when education is not viewed as central to politics itself, resistance withers in the faux language of privatized struggles and fashionable slogans.

For instance the novelist Teju Cole has argued that “‘resistance’ is back in vogue, and it describes something rather different now. The holy word has become unexceptional. Faced with a vulgar, manic and cruel regime, birds of many different feathers are eager to proclaim themselves members of the Resistance. It is the most popular game in town.” Cole’s critique appears to be born out by the fact that the most unscrupulous of liberal and conservative politicians such as Madeline Albright, Hilary Clinton, and even James Clapper, the former director of national intelligence, are now claiming that they have joined the resistance against Trump’s fascist politics. Even Michael Hayden, the former NSA chief and CIA director under George W. Bush, has joined the ranks of Albright and Clinton in condemning Trump as a proto-fascist. Writing in the New York Times, Hayden, ironically, chastised Trump as a serial liar and in doing so quoted the renowned historian Timothy Snyder, who stated in reference to the Trump regime that “Post-Truth is pre-fascism.” The irony here is hard to miss. Not only did Hayden head Bush’s illegal National Security Agency warrantless wiretapping program while the head of the NSA, he also lied repeatedly about his role in Bush’s sanction and implementation of state torture in Afghanistan and Iraq.

This tsunami of banal resistance and its pedagogical architecture was on full display when an anonymous member of the Trump’s inner circle published an op-ed in the New York Times claiming that he/she and other senior officials were part of “the resistance within the Trump administration.” The author was quick to qualify the statement by insisting such resistance had nothing to do with “the popular ‘resistance’ of the left.” To prove the point, it was noted by the author that the members of this insider resistance liked some of Trump’s policies such as “effective deregulation, historic tax reform, a more robust military and more.” Combining resistance with the endorsements of such reactionary policies reads like fodder for late-night comics.

The Democratic Party now defines itself as the most powerful political force opposing Trump’s fascist politics. What it has forgotten is the role it has played under the Clinton and Obama presidencies in creating the economic, political, and social conditions for Trump’s election in 2016. Such historical and political amnesia allows them to make the specious claim that they are now the party of resistance. Resistance in these instances has little to do with civic courage, a defense of human dignity, and the willingness to not just bear witness to the current injustices but to struggle to overcome them. Of course, the issue is not to disavow resistance as much as to redefine it as inseparable from fundamental change that calls for the overthrow of capitalism itself. Neoliberalism has now adopted unapologetically the language of racial cleansing, white supremacy, white nationalism, and fascist politics. Unapologetic for the widespread horrors, gaping inequality, destruction of public goods, and re-energizing of the discourse of hate and culture of cruelty, neoliberalism has joined hands with a toxic fascist politics painted in the hyper-patriotic colors of red, white, and blue. As I have noted elsewhere:

Neoliberalism’s hatred of democracy, the common good, and the social contract has unleashed generic elements of a fascist past in which white supremacy, ultra-nationalism, rabid misogyny and immigrant fervor come together in a toxic mix of militarism, state violence, and a politics of disposability. Modes of fascist expression adapt variously to different political historical contexts assuring racial apartheid-like forms in the post-bellum U.S. and overt encampments and extermination in Nazi Germany. Fascism with its unquestioning belief in obedience to a powerful strongman, violence as a form of political purification, hatred as an act of patriotism, racial and ethnic cleansing, and the superiority of a select ethnic or national group has resurfaced in the United States. In this mix of economic barbarism, political nihilism, racial purity, economic orthodoxy, and ethical somnambulance a distinctive economic-political formation has been produced that I term neoliberal fascism.

While the call to resist neoliberal fascism is to be welcomed, it has to be interrogated rather than aligned with individuals and ideological forces that helped put in place the racist, economic, religious, and educational forces that helped produce it. What many liberals and conservative calls to resistance have in common is an opposition to Trump rather than to the conditions that created him. In some cases, liberal critics such as Christopher R. Browning, Yascha Mounk, and Cass R. Sunstein document insightfully America’s descent into fascism but are too cautious in refusing to conclude that we are living under a fascist political regime. This is more than a retreat from political courage, it is a refusal to name how liberalism itself with its addiction to the financial elite has helped create the conditions that make a fascist politics possible.

Trump’s election and the Kavanaugh affair make clear that what is needed is not only a resistance to the established order of neoliberal capitalism but a radical restructuring of society itself. That is not about resisting oppression in its diverse forms but overcoming it — in short, changing it. The Kavanaugh hearings and the liberal response was a telling example of what might be called a politics of disconnection.

While it is crucial to condemn the Kavanaugh hearings for its blatant disregard for the Constitution, expressed hatred of women, and its symbolic expression and embrace of white privilege and power, it is necessary to enlarge our criticism to include the system that made the Kavanaugh appointment possible. Kavanaugh represents not only the deep seated rot of misogyny but also as Grace Lee Boggs, has stated “a government of, by, and for corporate power.” We need to see beyond the white nationalists and neo-Nazis demonstrating in the streets in order to recognize the terror of the unforeseen, the terror that is state sanctioned, and hides in the shadows of power. Such a struggle means more than engaging material relations of power or the economic architecture of neoliberal fascism, it also means taking on the challenge producing the tools and tactics necessary to rethink and create the conditions for a new kind of subjectivity as the basis for a new kind of democratic socialist politics. We need a comprehensive politics that brings together various single interest movements so that the threads that connect them become equally as important as the particular forms of oppression that define their singularity. In addition, we need intellectuals willing to combine intellectual complexity with clarity and accessibility, embrace the high stakes investment in persuasion, and cross disciplinary borders in order to theorize and speak with what Rob Nixon calls the “cunning of lightness” and a “methodological promiscuity” that keeps language attuned to the pressing the claims for justice.

Outside of those intellectuals who write for CounterPunch, Truthout, Truthdig, Rise Up Times, Salon, and a number of other critical media outlets, there are too few intellectuals, artists, journalists willing to challenge the rise of an American version of neoliberal fascism. It is not enough to report in an alleged “balanced fashion” on Trump’s endorsement of violence against journalists, the massive levels of inequality produced under neoliberalism, the enactment by the Trump administration of savage policies of racial cleansing aimed at undocumented immigrants, and the emergence of a police state armed terrifying new technologies aimed at predictive policing. The real challenge is to tie these elements of oppression together and to recognize the threads of state violence, white supremacy, and fascist politics that suggest the emergence of a distinctive new political order.

Shock and outrage in the midst of a fascist politics is now undermined by the mainstream press which is always on the hunt for higher ratings and increasing their bottom line. Rather than talk about fascism, they focus on the threat to liberal institutions. Rather than talk about the mounting state violence and the increased violence of neo-fascist thugs such as the Proud Boys, they talk about violence coming from the left and right. Rather than raise questions about the conditions and a society in which more and more people seem to prefer authoritarian rule over democracy, they talk about Trump’s eccentric behavior or keep tabs on his endless lying. This is not unhelpful, but it misses the nature of the true threat, its genesis, and the power of a corporate elite who are now comfortable with the fascist politics that Trump embodies.

An iPsos poll found that “a surprising 26 percent of all Americans, and 43 percent of Republicans, agree with the statement that the president “should have the authority to close news outlets engaged in bad behavior.” In addition, a majority of Americans across the ideological spectrum — 72 percent — think “it should be easier to sue reporters who knowingly publish false information.” Couple this with the fact that Trump has recently stated privately to his aids that he regrets reversing his policy of separating children from their parents at the border and you have a mix of fascist principles coupled with a dangerous demagogue who cannot bring the country fast enough to the fascist abyss. While it is true that the United States under Trump is not Hitler’s Germany, Trump has tapped into America’s worst impulses and as Jason Stanley and others remind us his ultra-nationalism, white supremacist views, and racist diatribes coupled with his attack on immigrants, the media, African-Americans, and Muslims are indicative of a politics right out the fascist playbook. If the public and media keep denying this reality, the endpoint is too horrible to imagine. If we are to understand the current resurgence of right-wing populist movements across the globe, economic factors alone do not account for the current mobilizations of fascist passions.

As Pierre Bourdieu once put it, it is crucial to recognize that “the most important forms of domination are not only economic but also intellectual and pedagogical, and lie on the side of belief and persuasion.” He goes on to state that left intellectuals have underestimated the symbolic and pedagogical dimensions of struggle and have not always forged appropriate weapons to fight on this front.” In part, this means that the left and others must make matters of culture and pedagogy central to politics in order to address people’s needs and struggles. And they should do so in a language that is both rigorous and accessible. Matters of culture and consciousness in the Gramscian sense are central to politics and only when the left can address that issue will there be any hope for massive collective resistance in the form of a broad-based movement.

Trump has emboldened and legitimated the dire anti-democratic threats that have been expanding under an economic system stripped of any political, social, and ethical responsibility. This is a form of neoliberal fascism that has redrawn and expanded the parameters of the genocidal practices and hate filled politics of the 1930s and 40s in Europe in which it was once thought impossible to happen again. The threat has returned and is now on our doorsteps, and it needs to be named, exposed, and overcome by those who believe that the stakes are much too high to look away and not engage in organized political and pedagogical struggles against a fascist state and an omniscient fascist politics. We live in an age when the horrors of the past are providing the language and politics of illiberal democracies all over the globe. This is a world where dystopian versions of a catastrophic, misery producing neoliberalism merge with unapologetic death dealing visions of a fascist politics. We live in an era that testifies to the horrors of a past struggling to reinvent itself in the present, and which should place more than a sense of ethical and political responsibility on those of us bearing witness to it. As my friend, Brad Evans, notes under such circumstances, we live in a time “that asks us all to continually question our own shameful compromises with power,” and to act with others to overcome our differences in order to dismantle this assault on human rights, human dignity, economic justice, equality, and democracy itself.

Article Source:

http://www.artsandopinion.com/2018_v17_n6/giroux-26pedagogicalterrorism.htm

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When Schools Become Dead Zones of the Imagination

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de enero de 2019

4, 5 y 6 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición de los días viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de enero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

Viernes 4 de enero de 2019:

 

01:00:00 – Libro: El lugar del pensamiento en la educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297468

02:00:00 – Los especialistas dicen: Historia de la educación en México – Dra. Pilar Gonzalbo Aizpuru (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297481

03:00:00 – Cómo trabaja la docente argentina que promueve el uso del celular y compite por el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297503

04:00:00 – Neoliberalism in the age of pedagogical terrorism (Article of Henry A. Giroux)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297490

05:00:00 – Educación Cubana: ¡Hoy, ahora y siempre!

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297515

06:00:00 – Revista: Neurodidáctica en el aula: transformando la educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297518

07:00:00 – 6 metodologías de enseñanza que todo profesor/a debería conocer

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297524

08:00:00 – Las 20 mejores cuentas educativas de Instagram en 2018 (Artículo de Miguel Ángel Ruiz Domínguez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297493

 

Sábado 5 de enero de 2019:

 

01:00:00 – Libro: Las Tecnologías de la información y la comunicación en la formación docente: guía de planificación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297472

02:00:00 – «El Péndulo» sobre la Educación en Paraguay – 26-12-2018 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297484

03:00:00 – 20 recursos para prevenir el abandono escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297496

04:00:00 – La profesora que adoptó al estudiante más “difícil” de su clase (Artículo de Camila Londoño)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297500

05:00:00 – Retos para la educación en México (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297509

06:00:00 – Entrevista: El profesor youtuber que fue finalista del «Nobel de la docencia» y enseña porcentajes con jugadas de Messi

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297521

07:00:00 – Colombia: Egresatón: en defensa de la educación superior pública (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297527

08:00:00 – 2019: Carta Educativa para este 6 de Enero ( Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297512

 

Domingo 6 de enero de 2019:

 

01:00:00 – Libro: La escuela que llega. Tendencias y nuevos enfoques metodológicos (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297476

02:00:00 – México: Universidades, entre los gastos suntuarios y la corrupción

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297487

03:00:00 – Suecia: Huelga de estudiantes contra el cambio climático: conozca a la activista Greta Thunberg de quince años que inspiró un movimiento global

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297531

04:00:00 – Los 20 mejores blogs educativos de este 2018 (Artículo de Miguel Ángel Ruiz Domínguez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297506

05:00:00 – Estudiantes vietnamitas obtienen altos resultados en Olimpiada Internacional de Ciencia Juvenil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297534

06:00:00 – La poetisa chilena pionera en educación y diplomacia

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297538

07:00:00 – Paraguay padece un “ausentismo crónico” de alumnos y profesores

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297541

08:00:00 – Estados Unidos: Hispanos son segundo lugar en deserción escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297544

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Dos veces abandonada: Las instituciones para niños adoptados no están haciendo lo suficiente para educarlos

Amçerica del Norte/EEUU/ hechingerreport.org/Por  

FILADELFIA y GREENVILLE, Pa. – Cuando todavía vivía con su familia, cuando la escuela estaba al otro lado de la calle de su casa en el oeste de Filadelfia, Johnathan Hamilton solía repasar las tareas de lectura e investigar cuestiones religiosas en línea. Tropezó con las fracciones (las matemáticas siempre fueron una lucha), pero comenzó a meterse en la filosofía desde temprana edad.

Luego, a los 15 años, su relación con sus padres se volvió violenta, y Hamilton se fue a vivir a un refugio de la ciudad para jóvenes de crianza temporal. Cuando una cama estuvo disponible en una instalación residencial en los suburbios de Glenmoore, Pensilvania, administrada por la organización sin fines de lucro Devereux Foundation, Hamilton fue enviada a vivir allí. Durante aproximadamente nueve meses, fue a la escuela en los terrenos de las instalaciones, y dice que la mayor parte del tiempo fue perdido.

Las clases estaban llenas de niños de diferentes edades. El material que le asignaron parecía tener muchos niveles de grado por detrás. En una clase, recuerda haber jugado mucho Bingo. «Simplemente me sentí como una guardería», dijo Hamilton, quien agregó que la experiencia lo dejó con una designación sin sentido para una discapacidad y lagunas en su conocimiento académico. «Fue terrible. No fue la escuela «.

Los jóvenes que se encuentran en hogares de guarda a lo largo de Pensilvania (y el país) dicen que ser enviados a instalaciones residenciales a menudo los sumen en problemas académicos en lugar de encaminarlos. Los horarios están llenos de asignaturas optativas como terapia de movimiento, terapia de arte y «valores». Proliferan la educación basada en computadora y en las hojas de trabajo. Las escuelas a menudo operan como agujeros negros educativos, y no ayudan a los niños a obtener créditos relevantes. Los estudiantes se quejan de que los mantienen en el campus cuando podrían asistir a las escuelas del vecindario. Y falta la supervisión del gobierno.

El número de niños que viven en hogares grupales, centros de tratamiento y otras instituciones se ha reducido en los últimos años debido a que el almacenamiento residencial de niños ha caído en desgracia. Según un estudio nacional de 2015, en un solo día en 2013, los datos completos más recientes disponibles, los niños en esas instalaciones contaban con 55,916, 37 por ciento menos que la cifra de 2004. La legislación federal aprobada a principios de este año está diseñada para impulsar a los estados a reducir aún más El número de niños en residencias.

Gráfico que muestra el aumento en las entradas de cuidado de crianza en comparación con la tasa nacional

Pero los jóvenes mayores todavía terminan en instalaciones residenciales en cantidades significativas. Según el estudio de 2015, de los aproximadamente 51,000 niños de 13 años o más que ingresaron en un hogar de acogida en un año, aproximadamente la mitad pasó tiempo en entornos institucionales . Algunos de estos niños tienen serias necesidades de salud mental o problemas de comportamiento que, según las agencias de bienestar infantil, pueden dificultar la ubicación de las familias. Algunos se envían a escuelas residenciales debido al absentismo escolar. En algunas partes del país, en su mayoría rurales, la epidemia de opioides está llevando a más jóvenes a la atención residencial.

«Eso es el 65 por ciento del problema», dijo Cinnamon Evans, directora ejecutiva del Defensor Especial Designado por la Corte (CASA) para el Condado de Venango, que asiste a los jóvenes de acogida. Las muertes por sobredosis en el condado del noroeste de Pennsylvania aumentaron en un 300 por ciento entre 2015 y mediados de 2017. Evans dijo que comenzó a ver a más niños ingresar a las instalaciones residenciales en su área, como los que maneja el Centro de Adolescentes de Keystone y el Centro de Adolescentes de Pathways, debido al abuso de drogas por parte de los padres.

En Pensilvania, dicen los abogados, muchos de los residenciales están regulados como escuelas privadas, es decir, casi nada. Si bien las escuelas privadas son esencialmente controladas por padres adinerados y que pagan la matrícula que optan por ellas, no existen tales controles para las escuelas que atienden a los jóvenes de acogida, quienes por definición han sido excluidos de sus familias.

«Los tratan como escuelas preparatorias», dijo Maura McInerney, directora legal del Education Law Center, una organización sin fines de lucro de Filadelfia que aboga por la equidad educativa. «Ellos pueden hacer lo que quieran.»

El Departamento de Educación de Pennsylvania visita las escuelas residenciales. Pero bajo su plan de educación estatal, solo se requiere registrarse una vez cada seis años , y el monitoreo de la agencia solo concierne a los niños con discapacidades. Cuando se le preguntó en una encuesta sobre el monitoreo y sanción de las escuelas residenciales, el Departamento de Educación de Pennsylvania le dijo a Hechinger / HuffPost que se pusiera en contacto con el Departamento de Servicios Humanos del estado. El departamento de educación rechazó nuevas solicitudes de entrevistas. DHS, por su parte, dijo que la revisión de los servicios educativos recayó en la agencia de educación.

«Está fuera de la vista, fuera de la mente», dijo McInerney.

Las partes del país afectadas por la epidemia de opioides, como Oil City, en el oeste de Pensilvania, han visto un aumento en el número de jóvenes que ingresan a hogares grupales y otras instalaciones para jóvenes de acogida.

Según afirman defensores del bienestar de los niños, partes del país que se vieron gravemente afectadas por la epidemia de opioides, como Oil City, en el oeste de Pensilvania, registraron un aumento en el número de jóvenes que ingresan a hogares grupales y otras instalaciones para jóvenes de acogida. 

El desprecio por la calidad educativa dentro de estas instalaciones es un problema nacional. De los 44 departamentos de educación estatales que respondieron a una encuesta de Hechinger / HuffPost, la mayoría indicó que enviaron jóvenes de acogida a escuelas residenciales. Pero solo 15 dijeron que sus agencias realizaron visitas a sitios y solo una dijo que había sancionado una escuela residencial en los últimos tres años. De los departamentos de educación estatales que dijeron que realizan visitas, solo cuatro lo hacen al menos una vez al año; La mayoría visita con menos frecuencia.

«Es completamente inaceptable que las agencias de educación no estén supervisando y supervisando las instituciones educativas que reciben fondos públicos», dijo Jesse Hahnel, director ejecutivo del Centro Nacional para la Ley de la Juventud, una organización sin fines de lucro en Oakland, California, que aboga por los niños desfavorecidos. “Eso es lo que estos son; seamos claros al respecto «.

Un informe de 2013 comisionado por el Distrito Escolar de Filadelfia y entregado a Hechinger / HuffPost, encontró numerosas preocupaciones en su estudio de las instalaciones residenciales administradas por tres organizaciones: Horsham Clinic, Devereux Foundation y VisionQuest, donde la ciudad enviaba a cientos de estudiantes. «Los programas académicos en las instituciones residenciales carecen de rigor, no están vinculados de manera significativa a los estándares estatales o nacionales, y no pudieron demostrar un progreso aceptable de los estudiantes», dice el informe.

Y las escuelas residenciales son caras. Gym, la concejala, dijo que la colocación de un niño en una instalación de hoy cuesta a los contribuyentes aproximadamente $ 140,000 por año. Según la revisión de 2013, Devereux Brandywine, a la que Hamilton asistió, cobró $ 85,886 por estudiante por un año académico de servicios de educación especial (esa cantidad aumentó a $ 128,756 si el niño necesitaba un asistente). El presidente del grupo, que supervisa las instalaciones en 13 estados, ganó más de $ 875,000 en salarios y otras compensaciones en 2015, el año más reciente para el cual estaban disponibles los formularios de impuestos de la organización. (Devereux rechazó una solicitud de entrevista para esta historia).

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Cuando Hamilton llegó por primera vez a Devereux Brandywine, lo enviaron a una escuela alternativa fuera del campus. Allí amaba a la maestra con quien pasaba la mayor parte del día de clase, dijo, aunque los académicos a menudo se sentían como una revisión. Pero después de unos seis meses fue expulsado luego de un desacuerdo con un maestro, dijo, y comenzó a asistir a la escuela. «Simplemente no había mucho que hacer», dijo Hamilton, ahora de 21 años y alto, con una voz resonante y una barba llena. «Era más como actividades que nos ocupaban durante el día». Deseaba salir del campus para asistir a una clase de artes marciales, ya que había estado observando a Jackie Chan desde que era pequeño. Pero dijo que el personal de Devereux rechazó su solicitud y le dijo que era demasiado viejo para la clase y que podría usar los movimientos que aprendió contra los empleados.

Finalmente, Hamilton fue enviado a un hogar grupal en el Condado de Carbon de Pennsylvania, donde asistió a una escuela pública. Pero la designación para educación especial que le habían asignado en la escuela de Devereux, que él dice que era innecesaria y de rigor para los estudiantes de las instalaciones, lo siguió. Como resultado, Hamilton dice que lo colocaron en clases segregadas que eran demasiado fáciles. Después de semanas de negociaciones con los oficiales escolares, se le permitió inscribirse en todas las clases de educación general, excepto matemáticas. La próxima primavera, se graduó de la escuela, Jim Thorpe Area High School, después de hacer la lista de honor.

En el refugio donde la enviaron a vivir, dirigida por la organización sin fines de lucro Keystone Adolescent Center, el personal era amable y atento, pero la educación era abismal, dijo MS El día escolar fue un largo período de sesiones ante una computadora en una habitación con una sola Profesor que prestaba muy poco apoyo. “El albergue escolar fue horrible. Esperaban que hicieras todo en línea y que lo hicieras todo en un corto período de tiempo «.

Después de aproximadamente un mes, MS se mudó al programa de vivienda de transición de Keystone, que envía a la mayoría de sus hijos a una escuela autónoma cercana administrada por la misma familia que opera el programa residencial. Para entonces, sin embargo, el año escolar estaba terminando.

MS se sentó un día de julio en un Pizza Hut cerca de la casa de ladrillos que compartía con otras siete niñas en el programa, MS se giró para ver cómo un grupo de mujeres ancianas se saludaban para almorzar. «Oh, Dios mío, están tan felices», dijo. «Qué lindo». En días no programados como estos, su actividad principal era sentarse en el jardín delantero de la casa de transición, en una calle residencial, y observar a los transeúntes, explicó.

Si MS se quedara en Keystone, ella probablemente iría a su escuela autónoma. Pero ella esperaba que sus primos la acogieran y que pudiera asistir a la escuela secundaria cerca de ellos.

Keystone Charter School es una escuela diurna en el distrito escolar local y sirve a niños en hogares de guarda y a aquellos que han luchado en escuelas públicas tradicionales. El centro de adolescentes y la escuela son un gran negocio para la familia que los administra: en 2016, el último año para el cual hubo declaraciones de impuestos disponibles, Robert Gentile, director ejecutivo de Keystone, ganó aproximadamente $ 158,000 en salarios y otras compensaciones; su hermano, James T. Gentile, el director de finanzas, ganó aproximadamente $ 157,000. Otro hermano, Mike Gentile, dirige la escuela autónoma y se desempeña como director educativo del Keystone Adolescent Center.

Su difunto padre, James Gentile, quien fundó Keystone y una vez dirigió la escuela y el centro de adolescentes, fue multado por la comisión estatal de ética en 2013 por usar sus cargos en esas organizaciones para beneficiar a una empresa privada que también dirigía. En ese momento, James Gentile dijo a un periódico local que él era responsable de las violaciones citadas por la comisión de ética. El informe de un fiscal general en 2015 volvió a plantear preguntas similares sobre estos arreglos, que involucraban acuerdos de arrendamiento entre varias organizaciones operadas por la familia gentil.

En una entrevista telefónica con Hechinger / HuffPost, Mike Gentile notó que la agencia de educación estatal aprobó estos acuerdos y que estaba orgulloso de que la organización fuera un «negocio familiar». También dijo que la escuela del albergue era un «gran ambiente de aprendizaje» con contacto directo. instrucción de un profesor y cursos basados ​​en computadora proporcionados por el currículo en línea de A +. Gentile enfatizó que los niños permanecen en la escuela del albergue solo por períodos cortos, y agregan que las decisiones sobre dónde educar a los jóvenes que viven a más largo plazo en las instalaciones residenciales de Keystone se basan en «qué es lo mejor para el estudiante».

Los críticos de las instalaciones residenciales, por su parte, incluyen personal anterior. Roberta Trombetta dejó su trabajo como jefa de Carson Valley Children’s Aid, un proveedor sin fines de lucro de servicios residenciales para niños vulnerables, en su frustración después de creer que las instalaciones para niños en hogares de guarda hacen más por impedir la educación de los niños que por ayudar. En 2015, inició CB Community Schools, una institución privada financiada por donaciones que sirve a jóvenes de acogida en una antigua fábrica en una sección de gentrificación del noroeste de Filadelfia.

George Junior Republic, una escuela residencial en Grove City, Pensilvania, ofrece seis clases de taller que incluyen carrocería de automóviles. Hasta este año, la instalación albergaba a muchos jóvenes de crianza y delincuentes de Filadelfia, que a veces eran enviados allí porque estaba lejos de la ciudad y de las vidas de los estudiantes.

George Junior Republic, una escuela residencial en Grove City, Pensilvania, ofrece seis clases de taller que incluyen carrocería de automóviles. Hasta este año, la instalación albergaba a muchos jóvenes de crianza y delincuentes de Filadelfia, que a veces se enviaban allí porque estaba lejos de la ciudad y de las vidas de los estudiantes. 

Ashley F., una joven de 18 años que pasó un tiempo en escuelas residenciales como Carson Valley y VisionQuest, espera graduarse en diciembre de CB «Horrible», dijo Ashley sobre la educación en Carson Valley. «Horrible. Literalmente no hice nada «. Los niños fueron disruptivos, los maestros simplemente entregaron hojas de trabajo y una clase consistió en ver películas, dijo. (En una declaración enviada por correo electrónico, Diane Kiddy, directora ejecutiva de Carson Valley Children’s Aid, defendió los servicios de la organización: «Nuestro programa educativo se distingue por un enfoque de la instrucción centrado en el trauma que es individualizado e incluye apoyos terapéuticos».)

La transcripción de Ashley es una confusa confusión. Recibió dos calificaciones finales de 67, aunque sus calificaciones semestrales en esos cursos sumaron números diferentes. Un curso de ecología pasó a llamarse biología. Y no está claro por qué el distrito escolar le dio tres créditos de matemáticas ya que el resto de su transcripción sugiere que no ha tomado tantas clases de matemáticas.

«Es cosas inventadas», dijo Trombetta. “Verá que los niños que han pasado un año en residencias y temas de contenido básico no están en sus transcripciones. … Verás muchas optativas. Verás a los niños identificados en programas residenciales como educación especial que no habían sido antes educación especial «.

Los empleados de programas residenciales argumentan que sus escuelas desempeñan un papel fundamental para ayudar a los niños vulnerables que han luchado en otros entornos. También dicen que el personal se asegura de que los niños asistan a la escuela en los entornos menos restrictivos posibles y señalan que a menudo las cortes son las que ordenan a los niños que ingresen en instalaciones residenciales y escuelas en los terrenos.

Al caer bajo un mosaico de clasificaciones dentro del código de educación del estado, las escuelas residenciales son una combinación de instituciones administradas por familias, grandes proveedores sin fines de lucro y sin fines de lucro, organizaciones afiliadas a la religión y organizaciones sin fines de lucro más pequeñas. Carson Valley y Devereux Brandywine están situados en campus grandes, relativamente aislados. Pathways Adolescent Center es un grupo de nueve o menos edificios monótonos en las afueras de Oil City, un antiguo centro de la industria petrolera que ha estado perdiendo empleos y residentes. Los servicios educativos que existen son escasos y no preparan a los estudiantes para la vida en el exterior, según informes de dos exalumnos y funcionarios locales involucrados con el sistema de bienestar infantil. (El personal de Pathways rechazó una solicitud de entrevista).

El campus de 500 acres de George Junior Republic, que atiende a hombres jóvenes que están involucrados en los sistemas de justicia juvenil y de bienestar infantil, está salpicado de edificios de ladrillo marrón (llamados «cabañas»), «unidades de necesidades especiales» que brindan educación de manera restrictiva. medio ambiente y un gran edificio escolar que atiende a adolescentes que se han ganado el derecho a recibir educación en ese entorno.

A diferencia de la mayoría de los residenciales, George Junior está dirigido por el distrito escolar que lo rodea, por lo que sigue el plan de estudios de Grove City, emplea a sus maestros y ofrece deportes y otros programas extracurriculares, según Jim Anderson, el director. Cuenta con seis clases de taller, que incluyen carrocería de automóviles, carpintería y servicio de comidas, una sala de música y un aula donde los estudiantes nuevos pasan una semana de orientación. Los niños que solicitan tomar clases de Colocación Avanzada pueden hacerlo en Grove City High School; Dos tomaron clases de AP el año pasado, dijo Anderson.

Sin embargo, Filadelfia recientemente dejó de enviar niños de crianza y delincuentes a las instalaciones. Heather Keafer, portavoz del Departamento de Servicios Humanos de la ciudad, dijo en un correo electrónico que la agencia no estaba «satisfecha con la prestación de servicios» en George Junior y está tratando de mantener a más jóvenes cerca de casa. También señaló que su agencia no es responsable de evaluar los servicios educativos de la instalación. Anderson dijo que George Junior y el gobierno de Filadelfia se abalanzaron sobre cómo cuidar a estos niños.

Oliver Francis, de Filadelfia, fue colocado en un hogar de acogida porque estaba ausente. Se graduó de George Junior Republic, una escuela residencial en Grove City, Pennsylvania, esta primavera.

Oliver Francis, de Filadelfia, fue colocado en un hogar de acogida porque estaba ausente. Se graduó de George Junior Republic, una escuela residencial en Grove City, Pennsylvania, esta primavera. 

«Están siendo enviados aquí porque las escuelas públicas no pudieron manejarlos», dijo Anderson de los niños que vienen a George Junior. “Somos una instalación que está diseñada para manejar a los niños de comportamiento difícil, para manejar al niño que no le gusta venir a la escuela. La mayoría de estos niños se entusiasman con la educación si están aquí el tiempo suficiente «.

Uno de esos estudiantes es Oliver Francis, de 18 años. Nacido en el oeste de Filadelfia, fue colocado en un hogar de acogida después de perderse aproximadamente la mitad de su segundo año en una escuela secundaria pública. Un juez lo envió a George Junior porque estaba a más de 300 millas de su casa, demasiado lejos para correr, dijo Francis.

Había escuchado sobre problemas en George Junior y no quería ir. Pero su perspectiva cambió poco después de su llegada, dijo, sentado para una entrevista un día este verano en el edificio de la escuela George Junior. Francis comenzó a disfrutar del trabajo escolar, especialmente de la carpintería, y consiguió créditos a través de un programa de recuperación de créditos en línea que George Junior ofrece antes y después del horario escolar. Seis meses después, dijo, el juez de la corte de familia le ofreció la oportunidad de regresar a Filadelfia. Pero Francisco solicitó quedarse.

«Pensé que si me quedaba aquí, tenía la garantía de graduarme», dijo Francis, quien espera matricularse en Northampton Community College este año. «Si me fui a casa, las tentaciones de estar sola no pensé que estaba lista para eso».

Pero Francis, que estaba en los equipos de básquetbol y pista de George Junior, y ganó el tercer lugar en todo el estado en salto de altura, dijo que desearía que sus cursos hubieran sido más desafiantes. «Sentí que probablemente podría aprender una materia más alta, en niveles más altos de matemáticas, inglés y biología».

A medida que Pensilvania y otros estados intentan reducir el número de niños en instalaciones residenciales, pueden encontrar soluciones simples que son difíciles de alcanzar. California ha cerrado muchas de sus instalaciones residenciales y ha canalizado más dinero a alternativas basadas en la comunidad.

Este otoño, Johnathan Hamilton se inscribió en la Universidad Cabrini, en Radnor, Pennsylvania. "Siento que no estoy preparado", dijo. "Pero eso no significa que no pueda hacerlo".

Este otoño, Johnathan Hamilton se inscribió en la Universidad Cabrini, en Radnor, Pennsylvania. «Siento que no estoy preparado», dijo. «Pero eso no significa que no pueda hacerlo». 

Pero California continúa enviando a algunos de sus jóvenes de acogida ( aproximadamente 300 en cualquier momento ) a instalaciones fuera del estado. De vez en cuando terminan en George Junior. (No hay datos federales disponibles al público sobre jóvenes de crianza temporal enviados a través de líneas estatales, pero los defensores dicen que la práctica es relativamente rara).

Kate Burdick, abogada del Juvenile Law Center, una organización sin fines de lucro de Filadelfia que defiende a los jóvenes en los sistemas de justicia juvenil y de bienestar infantil, dijo que a su grupo le gustaría ver un día en que no se educa a niños de crianza temporal de la ciudad en estas instalaciones. Hasta entonces, dijo, se necesita desesperadamente una supervisión más estricta.

“La solución real será, en última instancia, sacar a los niños de las ubicaciones, en general. Pero no estamos renunciando a mejorar la calidad de los jóvenes que se quedan «.

Sentada en el Pizza Hut este verano, MS, la adolescente de Greenville, dijo que no se arrepiente de haber sido puesta en un hogar de acogida. Su relación con su abuela necesitaba ser reparada, y ella ha aprendido a valorarse y preocuparse menos por las opiniones de otras personas. «He cambiado mucho como persona», dijo. Echaba de menos a la directora de su antigua escuela y a su antigua maestra de biología, que recientemente la había sacado a comer a la comida china, pero también estaba lista para comenzar de nuevo.

Sobre todo, dijo, ella esperaba que sus académicos siguieran el camino para poder estudiar para convertirse en psicóloga escolar. «Quiero poder ayudar a las personas y asegurarme de que tengan lo que necesitan para la vida en lugar de que pasen por lo que pasé».

En agosto, sus primos acordaron criarla, lo que le permitió comenzar el año escolar en la escuela secundaria pública local.

Después de breves períodos en un colegio comunitario en la zona rural de Pensilvania y en entrenamiento militar, Hamilton volvió a Filadelfia. Encontró un apartamento en el oeste de Filadelfia por el que pagó con dinero de un trabajo en seguridad y con la ayuda de un programa de vida independiente en hogares de guarda. (Pensilvania es uno de los más de dos docenas de estados que permiten a los jóvenes permanecer en hogares de guarda hasta que cumplan 21 años).

Una tarde de mayo, Hamilton se sentó en una pequeña mesa en el apartamento de una habitación mientras su gato, Chun-Li, llamado así por la luchadora callejera de una de sus series de artes marciales favoritas, le rodeaba los pies. El día anterior, Hamilton había recibido una gran noticia: había sido aceptado en la Universidad de Cabrini, una pequeña universidad de cuatro años en Radnor, Pensilvania. A pesar de la inquietud por volver a la escuela, estaba seguro de que se matricularía.

Planeaba estudiar comunicaciones, para poder algún día producir películas de artes marciales y otros contenidos multimedia. Le atrae la forma en que los guerreros nobles en las películas de artes marciales utilizan su autoridad moral y física para detener las malas acciones y el mal comportamiento, en contraste con la vida real. «La mayoría de las personas son espectadores», dijo, «y si no son espectadores, habilitadores».

Hamilton visitó Cabrini y dijo que estaba impresionado con su equipo multimedia: el colegio tiene un centro de transmisión y una estación de radio. También se sintió alentado porque la universidad es una de las pocas en Pennsylvania que participa en un nuevo esfuerzo para ayudar a los jóvenes de crianza a tener éxito en la universidad. Esperaba que, dada su educación desigual, necesitaría ese apoyo adicional.

«Siento que no estoy preparado», dijo Hamilton. «Pero eso no significa que no pueda hacerlo».

Esta historia sobre el cuidado de crianza y la educación fue producida por The Hechinger Report , una organización de noticias independiente sin fines de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación. Inscríbete para recibir el boletín de Hechinger .

Fuente: https://hechingerreport.org/institutions-for-foster-kids-arent-doing-enough-to-educate-them/

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Estados Unidos: Alumnos pobres, estudiantes ricos. Acabar con la segregación en las escuelas beneficia a todos

Redacción: Magnet

Todas las instituciones sociales segregan en mayor o menor grado, incluidas las escuelas. Desde ejemplos extremos, como Estados Unidos, hasta sociedades más igualitarias, como Finlandia, la procedencia social, la renta y la educación paterna determina la procedencia de tus compañeros de clase. Un niño hijo de padres pobres, con probabilidad, irá a la escuela con otros hijos de padres pobres. Y viceversa.

¿Hay que combatirlo? Según un reciente estudio (PDF), sí.

El ejemplo indio. El trabajo, realizado por el investigador Gautam Rao, analiza las relaciones sociales y los resultados académicos de diecisiete escuelas en Delhi, la India. En 2007 una ley del gobierno obligó a la mayoría de centros privados (y elitistas) a incluir cuotas de estudiantes pobres. Sin embargo, un porcentaje (el 4%) de los colegios quedó exento, y otro (6%) aplicó la norma un año más tarde.

Rao tenía dos grupos de controles para verificar sus resultados en función de las escuelas segregadas y por cohortes de edad.

Segregar, mala idea. ¿Qué resultados obtuvo? Por un lado, que la desegregación no tenía efectos en el rendimiento académico de los alumnos de clase alta. Sus notas bajaron algo en inglés, pero se mantuvieron en Lengua y Matemáticas. Por otro, que la mezcolanza de clases incentivó actitudes más «prosociales» entre los estudiantes ricos. Se mostraron más generosos en actividades de voluntariado social, entre otras.

No discriminación. Rao incluye una tercera lectura clave: los alumnos que compartieron aula con niños más pobres mostraron actitudes menos discriminatorias (les elegían en los equipos del recreo, pasaban más tiempo juntos y, como resultado, mantenían la relación fuera del colegio). Como resultado, había un intercambio social de arriba a abajo (y viceversa). El célebre networking que se labra desde pequeños, sólo que ahora transversal.

«La mezcla en los colegios tuvo efectos positivos en el comportamiento social de los estudiantes ricos» a un bajo coste académico, expone.

La tendencia. El estudio es un canto a la integración. Las tendencias en muchos países van a la contra, no obstante. En España la segregación escolar ha aumentado desde la crisis económica (un 13%, según Save The Children), colocándola a la cabeza de Europa (el sexto en la materia). En gran medida, su peso lo soportan los centros privados y concertados. La dinámica supone un freno a la movilidad social, y reduce las oportunidades de los alumnos pobres.

Muchos padres de clase acomodada temen que la mezcolanza social perjudique a las perspectivas académicas de sus hijos. El ejemplo de Delhi lo pone en cuestión.

Fuente: https://magnet.xataka.com/que-pasa-cuando/alumnos-pobres-estudiantes-ricos-acabar-segregacion-escuelas-beneficia-a-todos

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