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El Big Data seleccionará al empleado… ya no se exigirá título universitario

Redacción: Hispanidad

El cambio no será fácil pero llegará, como pasa en Google, Amazon o IBM: si su hijo le pregunta qué estudiar dígale que no lo sabe pero que el Cielo nunca se lo podrán quitar.

Pues fíjense ustedes que ahora que parecía que exigíamos títulos académicos, certificaciones y licencias profesionales para todo, las grandes compañías del sector tecnológico (GoogleAmazonIBM, por citar algunas) y de otros sectores también (CostCoStarbucksHilton o Bank of America) han anunciado, o aplican ya sin más anuncio, la política de no exigencia de título universitario para el acceso a empleos cualificados que tradicionalmente lo requerían.

El anuncio es interesante por la tendencia que pronostica, la de la formación al margen de las universidades, y por el fracaso que muestra, el de estas organizaciones como proveedoras de capacitación con valor de mercado. Respecto de esto último, el error tal vez fue introducir en las universidades los planes de estudios y las escuelas de las formaciones técnicas, las antiguas escuelas especiales en España o los institutos politécnicos en otras latitudes, que preparaban muy bien a ingenieros, expertos mercantiles, pero que no eran universitarios porque la Universidad tradicionalmente se había dedicado a la Ciencia y el Pensamiento con mayúscula. Esto incluía el Derecho y la Medicina, así como todo lo que podríamos englobar en las diversas ramas de la Filosofía, incluida la Economía, y las Ciencias Naturales. Básicamente, la Universidad formaba pensadores y humanistas, y el que quisiera saber sobre el motor de explosión, la resistencia de los materiales o la partida doble en Contabilidad, debía acudir a otro sitio.

El error tal vez fue introducir en las universidades los planes de estudios y las escuelas de las formaciones técnicas

El cambio no será tan fácil, pero será, porque la certificación académica, mejor o peor, reduce mucho los costes de búsqueda del empleador. Al fin y al cabo, un requisito de titulación, aunque esta no sea lo importante, reduce el número de candidatos a estudiar. Habrá, pues, que buscar métodos alternativos de cribado, pero eso en la época del Big Data terminará siendo fácil. Todo se tratará en ver qué variables aparecen con frecuencia en los individuos exitosos en una actividad, por peregrinas que puedan parecernos dichas variables. Tal vez no haya entonces que presentarse a una selección, tanto como esperar a ser llamado para un empleo por la Gran Base que auscultará nuestra vida y le indicará al empleador que somos el sujeto que busca. La ausencia de información pública sobre nosotros nos dejará fuera del circuito de empleo.

Eso no nos deja a los individuos totalmente ajenos al proceso o pasivos en el mismo, como quieran verlo. Ni a las instituciones de formación. Las segundas tal vez deban seleccionar, dirigir y formar a sus estudiantes en las habilidades que les harán exitosos. Tal vez los propios empleadores crearán las escuelas. Los buenos despachos de abogados estarían dispuestos, si el acceso al ejercicio se obtuviera mediante un simple examen, con independencia de los títulos previos del candidato: diez años de pasante podrían ser mejor para formar abogados especializados, otra cosa son juristas, que un grado en Derecho.

Habrá enfrentamientos entre los que gozan de un empleo protegido por una patente pública, liderados por los políticos, y los que no, a cuyo frente estarán las grandes corporaciones

Así que en los próximos años, años porque ahora todo va muy rápido, vamos a ver fuertes enfrentamientos entre los que gozan de un empleo protegido de algún modo por una patente pública y los que no. De eso va el conflicto del taxi con Uber y Cabify, aunque les parezca que queda lejos, o el más reciente de los guías turísticos. Los primeros, los protegidos por la patente, lo que incluye al funcionariado cada vez más numeroso y pobre, tenderán a refugiarse en la reglamentación y el Estado con el consiguiente igualitarismo. Los segundos pedirán desregulación, bajos impuestos porque no querrán sostener a aquellos y obtendrán fuerte discriminación salarialpara bien y para mal. Al frente de los primeros, los políticos. Al de los segundos, las grandes corporaciones.

¿Habrá terceros? Siempre hay terceros en un enfrentamiento. Los que descubran el éxito económico serán atacados por los dos: impuestos siempre y copia del éxito por las grandes corporaciones cuando pueda producirse en masa. Sólo algunos pequeños sobrevivirán.

Si su hijo le pregunta qué estudiar dígale que no lo sabe pero que el Cielo nunca se lo podrán quitar.

Fuente: https://www.hispanidad.com/noticias-bancarias-semana/el-big-data-seleccionara-al-empleado-ya-no-se-exigira-titulo-universitario_12003522_102.html

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Estados Unidos: Hace 38 años el DISD prohibía el ingreso de indocumentados, pero una escuela en East Dallas los recibió

Redacción: Al Día Dallas

De los archivos de The Dallas Morning News

Este lunes arrancaron las clases para 156,832 estudiantes del distrito escolar de Dallas. El 70% de los estudiantes son hispanos según datos del DISD y muchos de ellos son hijos de indocumentados.

Hace 38 años, sin embargo, a los estudiantes de origen mexicano se les exigía prueba de ciudadanía para poder recibir la educación en el distrito.

Alrededor de 100 niños pudieron empezar sus clases el 22 de enero de 1980 gracias a la escuela Proyecto Educación, un escuela albergada por East Dallas First Christian Church y que estaba específicamente creada para recibir a niños hijos de indocumentados en Dallas.

Marcello, un estudiante en la clase de  Caridad Nunez’en Proyecto Educacion en 1980. ARCHIVO DMN. 

 

La escuela era vital para la comunidad. En 1975 una ley estatal prohibió que los distritos escolares utilizaran fondos para educar niños cuyos padres no tengan ciudadanía o presencia legal en Estados Unidos.

Muchas escuelas directa o indirectamente negaron el ingreso a clases a estos niños. El DISD estableció un política que requería que niños “mexicoamericano den una prueba de ciudadanía o de residencia legal antes de inscribirse en las escuelas del distrito”.

Estas políticas, y una batalla legal que duró muchos años, significó que un gran grupo de niños en Dallas quedaron en un limbo educativo. Fue entonces cuando Proyecto Educación, un grupo apoyado por “35 grupos cívicos y religiosos” trataron de hacer algo al respecto.

Comenzar una escuela para niños que eran hijos de indocumentados presentaba además otros desafíos. Entre ellos, lograr que los padres vulnerables de estos niños confiaran en ellos.

René Martínez, uno de los miembros del comité dijo a The Dallas Morning News que “muchos extranjeros ilegales han tomado una actitud de espera para ver si sus identidades no serán difundidas a las autoridades migratorias, como Proyecto Educación se los ha prometido”.

Cuando finalmente abrió la escuela en enero, la escuela contó con 115 estudiantes y 130 más estaban en lista de espera en febrero.

Los organizadores de la escuela pensaban que los estudiantes podrían ingresar al distrito al año escolar siguiente, por lo que se enfocaron en preparar a los niños a que tuvieran éxito en el sistema público escolar. Dan More, un consultor y maestro, dijo a The News que la escuela aplicaba un sistema de inmersión en el inglés, para que aprendan el idioma y puedan navegar en una clase común”.

Al año siguiente, los hijos de indocumentados pudieron finalmente inscribirse en el distrito y en 1982 la Corte Suprema dictaminó que las leyes que prohiben el acceso a la educación son inconstitucionales.

Cerrar la escuela fue siempre parte del plan de Proyecto Educación. La administradora Celeste Guerrero destaco: “Queremos dar a estos niños una oportunidad en la educación que algunos nunca tuvieron, queremos prepararlos para la escuela pública. No queremos estar abiertos para siempre”.

Fuente: http://www.aldiadallas.com/2018/08/20/hace-38-anos-el-disd-prohibia-el-ingreso-de-indocumentados-pero-una-escuela-en-east-dallas-los-recibio/

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Estados Unidos: Trump deja a escolares palestinos sin aulas

Redacción: Juventud Rebelde

Un soberbio gesto de Donald Trump borró de un plumazo los fondos anuales comprometidos por Estados Unidos para las escuelas administradas por Naciones Unidas para los hijos de los refugiados en varios países árabes y los territorios ocupados por Israel.

Unos 750 000 niñas y niños palestinos no podrán asistir a clases en el curso escolar que está a punto de comenzar en septiembre.

Un soberbio gesto de Donald Trump  borró de un plumazo los fondos anuales comprometidos por Estados Unidos para las escuelas administradas por Naciones Unidas para los hijos de los refugiados en varios países árabes y los territorios ocupados por Israel.

Ellos son los descendientes de los 700 000 palestinos expulsados de sus tierras, víctimas del terror y la limpieza étnica desatada por los líderes sionistas tras la proclamación del Estado de Israel en 1948.

Obligados al exilio en Jordania, Líbano y Siria o en los territorios que debían ser parte de su propio Estado, como Jerusalén Oriental y Cisjordania, sobreviven bajo un régimen de ocupación militar y apartheid político, y en Gaza, sitiada por aire, mar y tierra, sujetos a los arbitrios y desafueros del Gobierno israelí.

La UNRWA, sigla por su nombre en inglés de la Agencia de Naciones Unidas que atiende a los refugiados descendientes de las familias desterradas tras el nacimiento de Israel hace 70 años, aún no sabe si los menores en edad escolar podrán acudir a las aulas.

«En el momento presente, no estamos en condiciones de garantizar en nuestras 700 escuelas el comienzo de las clases a finales de mes, y no solo para los 270 000 estudiantes de Gaza, sino para los más de 500 000 que acuden a nuestros centros en toda la región», dijo hace dos semanas Chris Gunnes, portavoz en Jerusalén del organismo de la ONU.

Hasta ese momento la UNRWA intentaba reponerse del golpe asestado por el Gobierno de Trump, tras congelar en enero pasado una sexta parte de la aportación de Estados Unidos a ese organismo de la ONU.

Por su poderío económico y la responsabilidad asumida como potencia mundial para resolver un conflicto en el que es juez y parte, debido a su alianza estratégica con Israel, Washington figuró —hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca— como primer contribuyente de la agencia para los refugiados palestinos, con 360 millones de dólares anuales, equivalente a una tercera parte de su presupuesto anual.

Ahora no hay dinero para pagar a los 22 000 maestros que imparten clases en las escuelas de la Agencia.

Según advirtió Gunnes, el gesto de Trump «ha generado no solo una crisis financiera, sino una crisis existencial».

Están en juego la vida de otras decenas de miles de empleados de UNRWA y el futuro de la nueva generación palestina.

El zarpazo de enero pareció un castigo al enérgico rechazo de la población palestina al traslado de la embajada norteamericana a Jerusalén, que de hecho, reconoció como capital de Israel.

La Casa Blanca anunció el viernes último que decidió recortar más de 200 millones de dólares en ayuda a los palestinos y también redujo sus fondos para el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.

A principios de este mes, Foreign Policy informó que Jared Kushner, el asesor principal y yerno del presidente estadounidense Donald Trump, ha estado presionando para que se elimine el estatuto de refugiado de millones de palestinos como parte de un aparente esfuerzo por cerrar la UNRWA.

La medida del viernes fue resultado, según el Departamento de Estado, de una revisión de la asistencia estadounidense a la Autoridad Palestina, ordenada por Trump en enero.

Los fondos suprimidos estaban dirigidos a programas de salud y educación, así como para el funcionamiento del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Washington tenía previsto desembolsar 251 millones de dólares durante el año presupuestario actual, que finaliza el 30 de septiembre, pero en realidad ha gastado menos de la mitad.

A los ojos de la población palestina, Trump pretende doblegar su voluntad de lograr un Estado propio independiente, que garantice sus más elementales derechos, como la educación de sus hijos.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2018-08-28/trump-deja-a-escolares-palestinos-sin-aulas
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Cuba a punto de comenzar las clases con un déficit de 10,000 maestros

América del Norte/Estados Unidos/27.08.18/Fuente: www.elnuevoherald.com.

A pesar de iniciativas de “atención” y “estimulación” para los maestros cubanos implementadas por el gobierno de la isla para “evitar el éxodo” de docentes, al inicio del próximo curso escolar habrá un déficit de unos 10,000 maestros en la isla, dijo este martes a la prensa oficial la ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez.

La ministra encabeza una delegación del gobierno que hace un recorrido por las provincias para asegurar que estén listas las condiciones para el arranque del curso escolar, que empieza el 3 de septiembre. Solo Granma, Guantánamo, Las Tunas, Pinar del Río y Santiago de Cuba se encuentran en una situación favorable en cuanto a la cantidad de maestros.

El salario medio de un maestro en Cuba es de 533 pesos al mes, según datos oficiales, lo que equivale a unos $21. El escaso sueldo, las difíciles condiciones laborales con equipos e infraestructura deteriorados y una fuerte carga ideológica en los programas de estudio han provocado que miles de educadores abandonen las aulas para trabajar en sectores mejor pagados, como el turismo.

Para paliar el éxodo de docentes, las autoridades han recurrido a contrataciones por hora, la reincorporación de jubilados a las aulas y la utilización de alumnos universitarios como maestros en niveles inferiores. Algunos analistas han señalado que a partir del 2006, cuando Raúl Castro asumió el poder, el presupuesto del Ministerio de Educación y el número de planteles han disminuido.

En la última década, al menos 21,000 maestros dejaron las aulas cubanas, según el reporte de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información.

De acuerdo con el economista cubano Carmelo Mesa-Lago, los gastos en Educación, que representaban el 14.1 por ciento del PIB en 2008, cayeron al 9 por ciento en 2017. Durante este período también se cerraron 1,803 escuelas, según cifras oficiales.

En la última década el Estado cubano ha tratado de suplir el déficit de maestros con iniciativas como los Maestros Emergentes y Profesores Integrales, que son jóvenes que reciben una formación intensiva para capacitarlos en unos pocos meses. A cambio de hacerse docentes, el Estado les promete una carrera universitaria y, en el caso de los varones, la exención del servicio militar.

Fuente de la noticia: https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article217093860.html

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Estados Unidos: Las escuelas “de cuatro días” se están poniendo más de moda que nunca, pero nada avala sus beneficios

Estados Unidos / 26 de agosto de 2018 / Autor: Santiago Campillo / Fuente: Magnet

La idea de una semana escolar de cuatro días, en vez de los cinco a los que estamos acostumbrados, no es nueva. Desde los años treinta, y a raíz de las diversas crisis económicas que hemos sufrido cada cierto tiempo, la idea ha reflotado una y otra vez. La premisa es que una reducción del 20% en la jornada semanal supone un ahorro en el coste.

El concepto está volviendo a ponerse de moda tras saber que Colorado va a adoptar este tipo de jornada, lo que afectará a más de 18.000 escolares. Además de lo económico, a la reducción también se le ha atribuido un beneficio educativo y varias ventajas más. Sin embargo, esta medida tiene también fuertes detractores. ¿Qué sabemos sobre ella? ¿Realmente funciona? ¿Podríamos aplicarla en todas partes?

¿Qué son las escuelas de cuatro días?

La idea es relativamente sencilla: acortar la semana escolar hasta el jueves aumentando unos cuarenta minutos de jornada lectiva. El viernes quedaría libre para trabajar en casa o realizar las tareas que cada uno crea oportuno. Como explicábamos, esto se realizaría en busca de un ahorro económico procedente de reducir los servicios de mantenimiento, materiales y sueldos necesarios en un supuesto 20% de todo el cómputo global.

«Al aumentar esos cuarenta minutos diarios, no se reduce el tiempo lectivo total»

A la vez, al aumentar esos cuarenta minutos diarios, no se reduce realmente la jornada lectiva total, pero se promueve una educación más abierta, dicen sus defensores. Las escuelas con jornada de cuatro días no son un mero hecho anecdótico. Desde los años treinta han sido varios los intentos de implantarlas a lo largo del tiempo. Especialmente en las escuelas rurales de Estados Unidos, que son los «inventores» y principales abogados de este tipo de educación.

Desde el año 2000, el número de escuelas que han aplicado este sistema ha crecido hasta alcanzar a 550 distritos por todo Estados Unidos. Solo seis estados no tienen ninguna escuela que haya tratado de aplicarla. La gran mayoría de centros son de carácter rural, aunque en estas últimas décadas algunas pequeñas ciudades parecen haberlo implantado también.

escuela EEUU

A pesar del interés y el éxito, también existe el ejemplo contrario. Según el último informe del Centro para la Reinvención de la Educación Publica, o CRPE, por sus siglas en inglés, varios distritos han retomado la educación basada en semanas de cinco días en los últimos años, algunos de los cuales lo ha hecho tras más de una década de enseñar bajo este régimen. Las razones principales, explican, son la baja tasa de éxito académico o el descontento de los padres.

Además del sistema de cuatro días con cuarenta minutos más y el viernes de descanso, otras escuelas utilizan horarios flexibles, algo que también hemos visto en España, donde las jornadas se reducen bajo otros criterios o se alternan las vacaciones con los días escolares de manera más dinámica. Actualmente hay varios países europeos como Francia, Holanda o Reino Unido, que están coqueteando con la idea de una escuela de cuatro días. ¿Realmente merece la pena?

¿Sirve para ahorrar dinero?

El argumento principal de este tipo de sistema es el económico. ¿Qué sabemos al respecto? La reducción de un 20% de la jornada lectiva total parece anunciar un ahorro sustancial en cuanto a servicios y sueldos, por ejemplo.

Sin embargo, la Education Commission of the States (o ECS), una entidad independiente pero con mucho peso en el análisis educativo del panorama estadounidense, alertó en 2011 que esta idea es falsa ya que los gastos no son totalmente dependientes de la jornada, sino que existen gastos fijos ineludibles, variaciones y gastos indirectos. Eso, además, por no hablar de que cada colegio tiene sus propias necesidades, por lo que hace muy difícil hacer una estimación realista.

«Los estudios económicos muestran que el ahorro máximo que puede esperarse es de un 5,43%»

Aun así, explican en el informe que presentaron, el ahorro máximo que puede esperarse de la reducción es de un 5,43%, oscilando entre el 0,4% y un 2,5% en los casos reales de colegios que habían conseguido ahorrar aplicando las semanas de cuatro días (hasta 2011). Un informe más reciente publicado por el condado de Oklahoma parece ratificar estos datos, en los cuales de todos los colegios analizados solo menos de la mitad consiguieron ahorrar dinero. El 60% de los mismos gastaron más que en los años anteriores a la aplicación de las semanas de cuatro días.

Este informe apunta a que realmente no se sabe la razón de este aumento del gasto o del ahorro, sino que es meramente informativo, y que hace falta estudiarlo más a fondo. No obstante, parece coincidir con el análisis de la ECS, por lo que no podemos decir que el argumento económico se sostenga. Es decir, la premisa de que una semana de cuatro días ayuda a ahorrar es cuestionable y, en el mejor de los casos, depende de muchos otros factores importantes.

Entonces, ¿ayuda a mejorar la educación?

Aunque en los últimos cinco años se ha incrementado el número de estudios relacionando la calidad educativa y este sistema de las escuelas de cuatro días, el compendio global no arroja datos claros al respecto. A pesar de que varios estudios han tratado de atribuirle ventajas en cuanto al aprendizaje a nivel pedagógico y organizativo, lo cierto es que los resultados no son concluyentes.

Sí que podemos encontrar estudios que afirman que existen resultados positivos. El más famoso es el realizado por Mark Anderson y Mary Beth Walker que apuntaba a una mejora en matemáticas y capacidad lectora para niños de cuarto y quinto grado (según el sistema americano). Sin embargo, este es muy concreto para estas edades y materias. Estudios posteriores, además, comprobaron que esta progresión no se sigue, por lo que no es extrapolable a todos los cursos.

Japanese High School Classroom2

En general, explican desde el CRPE, aunque hay resultados prometedores, por el momento no hay evidencias sólidas con las que defender el sistema. Esto podría cambiar en base a nuevos estudios, pero no con lo que hay publicado hasta la fecha. Los resultados, explican, dependen demasiado de los colegios y distritos debido a multitud de factores, muchos de los cuales jamás han sido utilizados para hacer el análisis.

«Aunque hay resultados prometedores, por el momento no hay evidencias sólidas con las que defender el sistema»

Por otro lado, este sistema presenta una desventaja que ha determinado su rechazo en algunos distritos: la jornada laboral de los padres. El dejar a los niños un día libre, si esto no coincide con el tiempo laboral de los padres, puede poner a la familia en una situación complicada, algo que se soluciona en algunos distritos con servicios de cuidado infantiles. Por otro lado, algunos expertos apuntan a que este tipo de educación podría suponer un aprendizaje menos cercano, aunque tampoco existen estudios que avalen esta afirmación ni sus supuestas consecuencias.

Por el momento, no parece que aplicar de forma general el sistema de escuela de cuatro días sea una medida eficiente ni positiva. ¿Puede que le funcione bien a ciertos colegios? Sin duda, pero los resultados son muy heterogéneos y parecen demasiado dependientes del sitio donde se aplican. ¿Llegaremos a entender mejor este sistema? ¿Podremos usarlo para mejorar el sistema educativo? Tras varias décadas de existencia, parece que los resultados son todavía demasiado débiles para llegar a una conclusión a su favor.

Fuente de la Noticia:

https://magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/escuelas-cuatro-dias-se-estan-poniendo-moda-que-nunca-nada-avala-sus-beneficios

ove/mahv

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Estados Unidos: qué hay detrás del éxodo de los alumnos de las escuelas públicas

Estados Unidos / 26 de agosto de 2018 / Autor: James Jeffrey / Fuente: BBC

La cantidad de niños cuyos padres deciden educarlos en casa -en lugar de en las escuelas- crece constantemente en Estados Unidos.

Pero, ¿qué hay detrás de las preocupaciones de los padres con el sistema educativo estadounidense?

A medida que el feroz debate nacional sobre temas controvertidos de justicia social se ha extendido a las escuelas públicas de EE.UU., muchos padres han respondido sacando a sus hijos de ellas.

Y esto se nota especialmente en Texas, porque si bien los tejanos de mente independiente no suelen inmiscuirse demasiado en cuestiones de política, la religión sigue siendo parte fundamental de sus vidas.

Por tanto, no pocos padres en Texas se sienten cada vez más frustrados por lo que perciben como la eliminación gradual de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas del estado.

«La religión es un tema tabú en las escuelas públicas en general», dice Shannon Helmi, en Austin -capital de Texas-, donde ha elegido educar a sus cuatro hijas en privado con el sistema Regina Caeli, que enseña un plan de estudios basado en la tradición católica y diseñado para el hogar.

Los padres y maestros en Texas también se quejan de que las escuelas públicas del estado están diseñadas para funcionar en favor de una agenda liberal agresiva.

Como resultado, muchos en el estado buscan sistemas alternativos de educación para sus hijos.

Alumnos en las afueras de una escuela.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLas escuelas públicas tienen grandes beneficios sociales para los niños, según sus defensores.

«Ahora no son solo los padres religiosos los que optan por la educación en el hogar, sino también los que son políticamente conservadores y sienten que los niños no tienen una perspectiva equilibrada en las escuelas», dice Kari Beckman, directora ejecutiva de Regina Caeli.

«Los padres que son conservadores sienten que sus valores están siendo oprimidos.Los valores tradicionales ya no se respetan en las escuelas. El gobierno se ha vuelto demasiado grande, por lo que la voz de un padre no cuenta ahora», agrega.

Regina Caeli tiene escuelas en todo el país, donde los estudiantes asisten dos días a la semana. Los padres se ocupan de la educación en el hogar el resto del tiempo.

Sesgo político

Quienes critican el sistema de escuelas públicas de Texas aseguran que la política está por encima de la prioridad educativa.

«La elección de la junta escolar pública se ha convertido en una simple extensión de la división política actual», dice Jon Dahm, padre de tres hijos que se graduaron en escuelas públicas en Austin.

«El enfoque se ha desplazado de la excelencia educativa y la mejora de los resultados, a la corrección política», agrega.

Alumnos en las afueras de una escuela.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLas escuelas públicas tienen grandes beneficios sociales para los niños, según sus defensores.

Otros argumentan que el principio de la separación entre religión y estado está siendo interpretado incorrectamente (la Primera Enmienda de la constitución de Estados Unidos impide que el gobierno imponga la religión a las personas o limite el ejercicio de la religión), por lo que el cristianismo es menos tolerado en las escuelas.

Una maestra católica que ha enseñado en las escuelas públicas de Austin durante más de 25 años, y prefiere mantenerse en el anonimato dice: «(La educación) Ha cambiado mucho, especialmente en los últimos 10 años. La gente habla mucho sobre política y trata de llevarla al salón de clases«.

Como resultado de estas preocupaciones compartidas por los padres, las llamadas «escuelas chárter», que reciben fondos del gobierno pero operan independientemente del sistema escolar estatal establecido, se han convertido en una parte importante del sistema educativo estadounidense.

Mientras tanto, la cantidad de niños que son educados en casa ha aumentado entre un 3% y un 8% cada año, desde 2012. Actualmente hay aproximadamente 3.5 millones de niños cuyos padres optaron por esta variante.

Prevalencia de la enseñanza pública

La gran mayoría de los niños de Estados Unidos, sin embargo, siguen siendo enseñados en escuelas administradas por el estado: las llamadas escuelas públicas.

En el otoño de 2017, aproximadamente 50.7 millones de estudiantes asistieron a escuelas primarias y secundarias públicas, de acuerdo con NCES.

Los defensores del sistema de escuelas públicas destacan entre sus beneficios que están al alcance de todos los niños por igual, independientemente de los ingresos o antecedentes de sus padres.

Alumnos en escuela pública.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLas mayoría de los estadounidenses tiene a sus hijos estudiando en escuelas públicas.

Son, argumentan, una manifestación digna de las leyes estadounidenses que definen a la educación como un derecho y no como un privilegio.

«En comparación con otras naciones, algunos de nuestros estudiantes y algunas de nuestras escuelas públicas no están bien. Pero una cosa es esto y otra muy diferente a acusar a todo nuestro sistema escolar público», escribe en un artículo en The Washington Post el psicólogo educativo, David Berliner.

Controversia

Enseñar a los niños en casa ha sido durante mucho tiempo controvertido, y los críticos de esta modalidad alegan que la enseñanza no es la misma en cuanto a temas y calidad, y que los niños no desarrollan habilidades sociales debido a que tienen menos amigos y no carecen de compañeros con quienes interactuar.

Incluso Rachel Coleman, directora ejecutiva de la Coalición para la Educación Responsable en el Hogar, dice que no es posible afirmar con certeza que la educación en el hogar funciona de manera consistente.

Coleman señala que en este sentido todavía quedan interrogantes difíciles sobre la educación en el hogar y que es necesario responderlas por el propio bien de los niños cuyos padres optan por esta variante.

Tres niños.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionTodavía es necesario resolver muchas interrogantes difíciles cuando se trata de la educación en el hogar, según algunos.

Por otra parte, temas como la inserción de los niños transgénero son fuente de debate dentro de las escuelas públicas.

«Tuve que asistir a eventos en los que impulsaron la ideología del llamado género fluido, así que al final tuve que irme«, dice un profesor de Texas que tuvo una carrera docente de 30 años.

«No quería revolucionar a los niños. Solo quería que fueran niños», explica.

La «ley del baño»

La sesión legislativa de 2017 en Texas incluyó la llamada «ley del baño», que requería que los estudiantes transgénero utilizaran los baños de la escuela en función de su sexo al nacer.

Luego de generar un feroz debate, el proyecto de ley no fue aprobado.

Las encuestas indican que los estadounidenses están bastante divididos sobre el tema, pues solo poco más del 50% piensan que el ser mujer u hombre está determinado por el sexo asignado al nacer.

Niña entrando a la escuela.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionNo todos los padres consideran que los niños en las escuelas públicas deberían recibir lecciones sobre temas como el matrimonio homosexual o los roles de género.

Sin embargo, los padres más conservadores siguen preocupados, especialmente con la creciente tendencia de las escuelas públicas a abordar temas como el matrimonio homosexual, los roles de género y la unidad familiar.

«Los padres sienten que, si quieren influir en sus hijos, tienen que sacarlos del sistema de escuelas públicas porque, en lugar de enseñarles a leer, las escuelas les dicen qué pensar en lugar de enseñarles a ser librepensadores», dice Kari Beckman.

En un escenario donde las normas sociales están en constante cambio, las preguntas sobre los derechos y la interpretación de a quiénes aplican estos derechos y cómo se deben hacer cumplir, también continúan cambiando y con ello avivan el debate público.

Fuente de la Noticia:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-45237071

ove/mahv

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When Kids Have Structure for Thinking, Better Learning Emerges

United States / 26-08-2018 / Author: Katrina Schwartz / Source: KQED

Amidst the discussions about content standards, curriculum and teaching strategies, it’s easy to lose sight of the big goals behind education, like giving students tools to deepen their quantitative and qualitative understanding of the world. Teaching for understanding has always been a challenge, which is why Harvard’s Project Zero has been trying to figure out how great teachers do it.

Some teachers discuss metacognition with students, but they often simplify the concept by describing only one of its parts — thinking about thinking. Teachers are trying to get students to slow down and take note of how and why they are thinking and to see thinking as an action they are taking. But two other core components of metacognition often get left out of these discussions — monitoring thinking and directing thinking. When a student is reading and stops to realize he’s not really understanding the meaning behind the words, that’s monitoring. And most powerfully, directing thinking happens when students can call upon specific thinking strategies to redirect or challenge their own thinking.

 

 

“When we have a rich meta-strategic base for our thinking, that helps us to be more independent learners,” said Project Zero senior research associate Ron Ritchhart at a Learning and the Brain conference. “If we don’t have those strategies, if we aren’t aware of them, then we’re waiting for someone else to direct our thinking.”

Helping students to “learn how to learn” or in Ritchhart’s terminology, become “meta-strategic thinkers” is crucial for understanding and becoming a life-long learner. To discover how aware students are of their thinking at different ages, Ritchhart has been working with schools to build “cultures of thinking.” His theory is that if educators can make thinking more visible, and help students develop routines around thinking, then their thinking about everything will deepen.

His research shows that when fourth graders are asked to develop a concept map about thinking, most of their brainstorming centers around what they think and where they think it. “When students don’t have strategies about thinking, that’s how they respond – what they think and where they think,” Richhart said. Many fifth graders start to include broad categories of thinking on their concept maps like “problem solving” or “understanding.” Those things are associated with thinking, but fifth graders often haven’t quite hit on the process of thinking.

By sixth grade a few students are starting to include some strategies for thinking in their maps, such as “concentrate” or “don’t get caught up in things that aren’t relevant.” But by ninth grade many students include specific strategies for thinking on their concept maps, including “making connections,” “comparing” and “breaking things down.”

Ritchhart studied 400 students at a school focusing on cultivating a culture of thinking. The study had no control group, but Ritchhart could chart development of metacognition from 4th-11th grades.

“Students basically made a two-and-a-half year gain from what would be expected just from teachers trying to create that culture of thinking,” Ritchhart said. He admits that the study isn’t definitive, but to him it’s proof that when teachers focus on these ideas they do see improvement.

HOW CAN EDUCATORS HELP?

In a culture of thinking, students recognize that collective and individual thinking is valued, visible and actively promoted as part of the regular day-to-day experience of all group members. This type of culture can exist in any place where learning is part of the experience including school, after school programming or museum programs.

To help make these ideas more concrete, Ritchhart and his colleagues have been working to hone in on a short list of “thinking moves” related to understanding. To test whether these moves were really crucial, researchers asked themselves: could a student say she really understood something if she hadn’t engaged in these activities? They believe the important “thinking moves” that lead to understanding are:

  • Naming: being able to identify the parts and pieces of a thing
  • Inquiry: questioning should drive the process throughout
  • Looking at different perspectives and viewpoints
  • Reasoning with evidence
  • Making connections to prior knowledge, across subject areas, even into personal lives
  • Uncovering complexity
  • Capture the heart and make firm conclusions
  • Building explanations, interpretations and theories.

These thinking moves all point to the conclusion that learning doesn’t happen through the mere delivery of information. “Learning only occurs when the learner does something with that information,” Ritchhart said. “So as teachers we need to think not only about how we will deliver that content, but also what we will have students do with that content.”

One easy way to start asking students to be more metacognitive is to build in reflection time about thinking. Ask students to think about the lesson and identify the kinds of thinking they used throughout. That not only builds vocabulary around thinking, but it often gives kids confidence to name specific thinking strategies they used. Taking this time to reflect also reminds students that they did real work during the lesson.

THINKING ROUTINES

To get at how teachers make thinking visible, Ritchhart studied teachers who were very effective at helping student dive below surface level retention of information into really understanding material as it connects to the rest of their studies and their lives. He noticed none of them taught a lesson on thinking.

“They had routines and structures that scaffolded and supported student thinking,” Ritchhart said. This discovery led him and colleagues at Project Zero to develop “thinking routines” that all teachers can use to help students develop the habits of mind that lead to more understanding.

One way to develop a culture of thinking is to pick one of the thinking routines Project Zero has designed and use it over and over in a variety of contexts. Rather than trying each routine once, applying one routine in multiple ways will help make thinking in that way habitual. It becomes almost an expectation in a classroom, like other class norms.

One example of this that goes beyond the K-12 classroom comes from Harvard Medical School, where instructors were struggling to train students to listen to patients and make strong diagnoses based on the symptoms they heard. As an experiment, the medical school offered an elective module to students, where once a week they would join a fine arts class using the “See, Think, Wonder” thinking routine to observe art. After 10 weeks, all the medical students were assessed on clinical diagnosing and the students who had done “See, Think, Wonder” had improved much more than those who had not participated.

“One of the reasons we call them thinking routines is that through their use it is the thinking that becomes routine,” Ritchhart said. Project Zero is working with teachers around the country to apply thinking routines in the classroom and many have reported that after doing the routines in a structured way several times students naturally start using the protocols for everything.

Source of Article:

https://www.kqed.org/mindshift/44227/when-kids-have-structure-for-thinking-better-learning-emerges

ove/mahv

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