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Estados Unidos: La nueva forma de ver la división de clases en el Estados Unidos de Trump

Estados Unidos/Diciembre de 2016/Fuente: Univisión

Un terremoto político podría ser la metáfora más acertada para la elección presidencial estadounidense de 2016. No sólo porque el resultado fue inesperado y desconcertante, sino porque las profundas divisiones de clase y de raza que influyeron en dicho resultado se asemejan a la realineación de las placas tectónicas, cambios lentos que finalmente producen una gran liberación de energía a lo largo de líneas de fallas bien establecidas.

La dinámica de estas ‘fallas’ subyacentes en la vida estadounidense son detalladas proféticamente en la obra del historiador económico del MIT Peter Temin, quien ha documentado el ascenso de la ‘economía dual’ de Estados Unidos (Temin está llevando su ensayo original a un libro bajo el título The Vanishing Middle Class , que será publicado el próximo mes de marzo por MIT Press).

La historia dice así: durante las últimas décadas, la otrora robusta economía de clase media de oportunidades y sueño americano ha sido eviscerada. En su lugar se encuentra una nueva y altamente segmentada economía dual. Esta economía dual se distingue por un pequeño núcleo de oportunidades y empleos muy bien remunerados en Wall Street y Silicon Valley, los cuales Temin llama la economía FTE (de finanzas, tecnología y electrónica). Éstos son capitalistas propietarios de empresas, o profesionales con altos salarios; personas que tienen acceso a los mejores vecindarios con el mayor número de oportunidades y las mejores escuelas para sus hijos. Inicialmente, Temin consideró que este núcleo comprendía aproximadamente un 30% de la fuerza laboral y la economía, pero en un reciente mensaje de correo electrónico que me envió, me dijo que cree que en realidad se acerca más a sólo un 20%.

En la parte inferior hay una mucho mayor periferia de empleos de servicio de bajos salarios, en la que se encuentra de un 70% a un 80% de los estadounidenses. Temin señala que el trabajador estadounidense promedio gana apenas 40,000 dólares al año y que muchos trabajadores ganan mucho menos. Estas cifras son similares a mi propia división de la economía en un tercio privilegiado de trabajadores del conocimiento, profesionales y trabajadores creativos contra un 66% que trabaja muy duro en empleos de servicio, a menudo precarios, y de menor remuneración. «Estados Unidos se ha deshecho», escribe Temin. «Los ricos son cada vez más ricos y los trabajadores no avanzan en absoluto».

Idealmente, la economía dual ayuda a los trabajadores urbanos y rurales

Temin basa su modelo de la economía dual en la obra de W. Arthur Lewis, un economista de ascendencia caribeña que ganó el Premio Nobel en 1979. Lewis presentó su modelo original en 1954 en un documento clásico sobre ‘Desarrollo Económico con Suministro Ilimitado de Mano de Obra’, en el que intentó describir la trampa económica que enfrentan muchos países en desarrollo.

Lewis establece una distinción entre dos de los principales sectores económicos: el ‘sector capitalista’ favorecido y el ‘sector de subsistencia’ desfavorecido. Posteriormente los economistas los apodaron sectores urbano y rural. Conforme crece el sector capitalista, atrae a trabajadores del campo hacia la ciudad. Cuando el sistema funciona bien en promover un desarrollo económico equilibrado, algunos trabajadores rurales se sienten atraídos por los altos salarios ofrecidos en la ciudad capitalista, y quizás van a la escuela a capacitarse para un trabajo allí. Pero esto también contribuye a la economía rural.

El modelo de Lewis, tal como se muestra en el siguiente gráfico, demuestra cómo el aumento salarial en la ciudad también produce un aumento salarial en el sector rural. Conforme los trabajadores se trasladan a la ciudad, se alivia la presión descendente que el exceso de oferta de mano de obra ejerce sobre los salarios en las zonas rurales.

Temin nos advierte sobre lo que ocurre cuando se rompe la relación económica básica. Conforme crece el sector capitalista o urbano, se puede encapsular en una serie de islas aisladas que supera con creces el mayor sector rural o de subsistencia. ¿Algo de esto les suena familiar?

Si esos aumentos de productividad no se traducen en un aumento real de los salarios de los trabajadores de la ciudad —ya sean obstaculizados por un mayor costo de vida, la disminución de los niveles de empleo o simplemente la falta de remuneración— la ventaja de vivir en la ciudad desaparece y el exceso de oferta de mano de obra vuelve a la economía rural, reduciendo los salarios nuevamente.

Si está desequilibrada, la economía dual exacerba las desventajas

Temin considera que la economía estadounidense actual es una analogía moderna de la original economía dual de Lewis. Del mismo modo que los miembros del sector capitalista de Lewis habitaban sus propias islas aisladas de la vida citadina, los miembros de la actual economía dual viven y trabajan en distintos espacios geográficos. Y, al igual que en el modelo original de Lewis, estos dos sectores están prácticamente fijos en sus sitios, con muy poca movilidad entre ellos.

La razón de esta inmovilidad —o el ‘eslabón perdido’ entre estos dos sectores— es la educación. En la economía de hoy, grandes obstáculos le impiden a una gran mayoría de la población obtener tanto educación formal como las redes y el capital social necesarios para avanzar hacia el núcleo de favorecidos. «El resultado es que la educación, que una vez fue una fuerza para la homogeneización de la fuerza laboral», argumenta Temin, «se ha convertido en una barrera que refuerza la economía dual».

Esta división de clase está fuertemente relacionada con la raza. En contraste con la idea prevaleciente de una muy sufrida clase obrera blanca, Temin sostiene que las ventajas del núcleo económico estadounidense se acumulan en gran medida en los blancos, mientras la pobreza urbana concentrada, el acceso a escuelas insuficientemente financiadas, las mayores tasas de encarcelamiento y otros factores mantienen a un gran número de personas de raza negra y otros grupos minoritarios atrapados en el sector desfavorecido de la economía.

Dicho esto, los blancos también sufren de la flacidez de la economía dual. Temin proféticamente sostiene que, aunque los la gente de raza negra es «una minoría en el sector de bajos salarios, su prominencia en las discusiones públicas y políticas ayuda a ocultar los problemas de los blancos con bajos salarios». Éste es exactamente el tipo de reconocimiento que alimentó el inesperado auge de Trump y al trumpismo.

La historia de Estados Unidos produjo la desigualdad en la economía dual

El surgimiento y fortalecimiento de la economía dual estadounidense es producto de la interacción de numerosos factores históricos que abarcan la economía, la tecnología, la clase, la raza y el género, de los cuales se destacan estos cinco.

  • La desregulación radical de la economía y los mercados financieros que comenzó en 1971 bajo la administración Nixon, la cual finalmente permitió el surgimiento del sector financiero como el sector dominante de la economía.
  • La globalización y la automatización, las cuales se combinaron para socavar los empleos manufactureros de clase media que alguna vez fueron bien remunerados.
  • El declive de los sindicatos y los grandes recortes en la red de seguridad social, lo cual contribuyó a erosionar los salarios y el bienestar de la clase media.
  • La suburbanización rampante, la cual creó vecindarios cada vez más desiguales y agravó aún más la desigualdad en el acceso a la educación por clase y raza.
  • El encarcelamiento masivo como mecanismo de control social, evidente, por ejemplo, en la transición de la Guerra contra la Pobreza a la Guerra contra las Drogas, la cual ha afectado mucho más a la población negra, especialmente a los hombres negros jóvenes.

***

En última instancia, la persistencia de una economía dual estadounidense refleja el enorme peso político, así como el poder económico, de los núcleos privilegiados. A pesar de su menor tamaño numérico, los miembros del núcleo disponen de los recursos necesarios para formar partidos políticos y candidatos y definir resultados electorales.

La mayor tragedia es que la economía de Trump es una ampliación y una aceleración de las políticas básicas que han deformado la economía dual: aumento de la desregulación, continuación de la hegemonía de las altas finanzas, recortes de impuestos para los ricos y mayores recortes a lo que queda de la red de seguridad, junto con conjuros de protección de los empleos en fábricas y las críticas intermitentes contra China o México.

En última instancia, el trumpismo enfrenta a los miembros de la clase obrera blanca contra los miembros negros o hispanos menos favorecidos de la clase de servicio, preparando el escenario para que las causas subyacentes de la economía dual pasen desapercibidas y las divisiones raciales y de clases de Estados Unidos se profundicen aún más.

Fuente: http://www.univision.com/noticias/citylab-politica/la-nueva-forma-de-ver-la-division-de-clases-en-el-estados-unidos-de-trump

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North America’s native languages get higher education boost

Estados Unidos/Diciembre de 2016/Fuente: The World University Ranking

RESUMEN: Entre las muchas instituciones en América del Norte que conmemoran a la población nativa es la Universidad de Miami en Ohio, el nombre de la tribu de Miami que una vez se extendió desde el estado a través de vastas secciones de lo que ahora es Estados Unidos. Es un tributo irónico considerando el trato dado al pueblo de Miami, que fue atacado por blancos como la frontera empujó hacia el oeste, y cuyas tierras también fueron tomadas.
Ahora, universidades como Miami están a la vanguardia del trabajo para restaurar una de las principales reliquias culturales de las tribus indígenas: sus lenguas. Los esfuerzos se llevan a cabo en medio de luchas de alto perfil en la actualidad, desde la disputa polémica sobre los nombres de equipos deportivos profesionales, como los Washington Redskins y los Cleveland Indians, que muchos consideran ofensivos, a la pelea de la tribu Sioux sobre los 3.800 millones de dólares (3.000 millones de libras) Dakota Access oleoducto. «Hay una mayor conciencia y las cosas están cambiando a nivel nacional, especialmente con el reconocimiento de la pérdida global de pequeñas lenguas minoritarias y lo que eso significa para la sociedad en su conjunto», dijo Daryl Baldwin, director del Centro Myaamia de la Universidad de Miami. Cursos sobre cultura y lenguaje nativos.

Among the many institutions in North America that memorialise the native population is Miami University in Ohio, named after the Miami tribe that once spread from the state across vast sections of what is now the United States.

It is an ironic tribute considering the treatment of the Miami people, who were attacked by whites as the frontier pushed west, and whose lands were also taken.

Now, universities including Miami are in the vanguard of work to restore one of the principal cultural relics of indigenous tribes: their languages.

The efforts are made amid high-profile modern-day battles, from the contentious dispute over the names of professional sports teams, such as the Washington Redskins and Cleveland Indians, that many consider offensive, to the fight involving the Sioux tribe over the $3.8 billion (£3 billion) Dakota Access oil pipeline.

“There’s a heightened awareness and things are changing on the national level, especially with the recognition of the global loss of small minority languages and what that means to society as a whole,” said Daryl Baldwin, director of Miami University’s Myaamia Center, which offers courses on native culture and language.

“I would go as far as to say [that our] work is very much a healing process for the tribal community, to empower themselves and empower their youth,” said Mr Baldwin. “Tribes are having to rethink how their languages and cultures are going to survive in the modern world.”

What’s in it for the universities is more complicated. Miami University also called its sports teams the Redskins but changed the name to the RedHawks in 1997 in response to pushback from the tribe. While that debate was going on, the university offered scholarships to Miami tribe members. Those scholarships have risen from three per year in 1991 to 32 today.

Mr Baldwin, who was recently awarded a MacArthur Foundation fellowship – known as a “genius grant” – has co-authored research showing that students who learn their own language and culture graduate at higher rates than other Native American students.

“Part of the empowerment process is embedded in the revitalisation of language and culture, and those two things go together,” he said. Knowing their ancestral language, he said, means that students have “not only an increased awareness of their heritage, but a strong reconnection to each other. They bond, they develop a stronger sense of being connected to their tribal communities.”

North of the border, Canadian universities are expanding indigenous studies programmes in response to last year’s release of the report of the Truth and Reconciliation Commission that exposed what it called “cultural genocide” against indigenous Canadians.

The proportion of universities offering indigenous language courses rose from 44 per cent in 2013 to 54 per cent last year, according to Universities Canada, which says that now more than 30 different languages are being taught.

“There’s an awakening from many students who are craving to know their traditions, their customs,” said Joan Greyeyes, director of First Nations and Métis relations at the University of Saskatchewan, in Saskatoon. Métis are people of mixed French and native ancestry.

Welcoming a visitor in Cree to the university’s administration building, Ms Greyeyes said that her grandmother spoke French, English, Cree and Michif, the Métis dialect – four of the seven different languages spoken in the province of Saskatchewan.

The trouble is that understanding of these languages has declined. “We’re the last generation who are fluent speakers,” Ms Greyeyes said. It took the University of Saskatchewan two years to find a Cree speaker with a master’s degree who could teach a course in it, she said. The last fluent speakers of Myaamia are believed to have died in the mid-20th century.

So, new efforts by universities to preserve and revive these languages are focusing on training teachers. Saskatchewan, for instance, has followed the lead of the University of Victoria in British Columbia by launching a master’s programme that teaches how to revitalise indigenous languages. There are 17 students in the inaugural class, which will graduate in May 2018. Of those, 16 students are from Canada and one is from the US.

“We’re creating a pool of people for universities to hire,” Ms Greyeyes said. “They need to have these credentials for non-aboriginals to even listen to them. So now they’ll have that.”

One of the master’s candidates, Bob Badger, sees a more existential purpose for this work.

“Without language, we are empty vessels,” said Mr Badger, a member of the Kawacatoose tribe who is fluent in its native language, Saulteaux. “Within our languages, we have a deep understanding of the world around us. We make connections between the traditional cultural teachings and our place in the world. The language is alive and the language has a spirit.”

As for Ms Greyeyes, she has no doubt that native languages can be preserved.

“Our history is 6,000 years old,” she said. “No wonder they can’t get rid of it.”

Fuente: https://www.timeshighereducation.com/news/north-americas-native-languages-get-higher-education-boost

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Estados Unidos: Distrito escolar en Houston anuncia cambios que afectarán a miles de estudiantes el próximo año

Estados Unidos/15 diciembre 2016/Autor: David Dorantes /Fuente: Mundo Hispanico

Debido al intenso aumento de población que ocurre día a día en el área de Katy, en el oeste del área metropolitana de Houston, el comité directivo del Katy Independent School (Katy ISD, por sus siglas en inglés) propuso un reacomodo de estudiantes en escuelas de primaria, secundaria y preparatoria a partir del ciclo escolar 20017-20018.

 En una junta que se realizó en la tarde del lunes, según explica un documento titulado 2017-2018 Attendence Boundary Modification, los regentes del Katy ISD decidieron que los estudiantes de seis escuelas se verán afectados con los cambios debido al crecimiento demográfico.
Los planteles que cambiarán su zona de adscripción y recibirán más estudiantes son Wolman Elementary School, Katy Elementary School, Katy Junior High School, McDonald Junior High, Katy High School y la Morton Ranch High School.

Esto quiere decir que tal vez un estudiante deberá de cambiar de escuela a partir del próximo ciclo del lugar en el que vive. El Katy ISD marcará nuevos límites zonas para cada una de las escuelas que sufrirán cambios.

 Según el registro de las escuelas públicas del Departamento de Educación del gobierno de Estados Unidos, que se analiza en los años 2014-2016, algunas de las mejores escuelas públicas del área metropolitana de Houston están en el Katy ISD como Odessa Kilpatrick Elementary School, Joella Exley Elementary School, Woodcreek Elementary Schoo y la Katy Elementary School, entre otras.
La metodología que usa el Departamento de Educación toma como criterio para calificar a las 48,625 escuelas públicas de Estados Unidos toma una serie de factores en cuenta como los grados académicos de los estudiantes, análisis de la zona en la que está ubicada la escuela, revisiones al salario de los profesores, ausentismo laboral y relaciones maestros-padres de familia, poder adquisitivo de los padres de familia y composición social.
El Katy ISD informó que a partir de enero de 2017 todas las familias que tengan hijos en las escuelas que cambiarán su adscripción territorial recibirán una carta informándoles cuál será la escuela a la que deberán atender los chicos a partir de agosto del próximo año.

Fuente:http://mundohispanico.com/noticias/el-katy-isd-en-houston-hara-cambios-que-afectaran-a-miles-de-estudiantes-el-proximo-ano

 

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Desafiando el empuje político, las universidades privadas matriculan tranquilamente a estudiantes indocumentados

Por: Timoteo Pratt

El graffiti de Atlanta-Chalk que apoyaba a Donald Trump para presidente empezó a aparecer en escaleras de piedra y bancos de madera en el campus de la Universidad de Emory justo en el momento en que la oficina de admisiones de la escuela se preparaba para enviar cartas de aceptación a los candidatos exitosos.

Entre los posibles nuevos estudiantes, de acuerdo con un funcionario de la universidad, eran varias docenas de inmigrantes indocumentados con estatus de residencia temporal que los exime de expulsión en virtud de la Acción Diferida del gobierno de Obama programa llegados en la infancia, o para DACA .

Seis terminaron matriculándose en Emory, y la escuela empezó a dar a conocer su nueva política de acogida -incluyendo ayuda financiera para estudiantes con estatus de DACA-, los estudiantes indocumentados no son elegibles para préstamos o subsidios federales- y servicios para ayudarlos a graduarse.

Emory se encuentra entre un pequeño pero creciente número de universidades y colegios privados que se han unido muchos los públicos en la aceptación de DACA y otros estudiantes indocumentados, en parte debido a que más donantes privados están proporcionando becas para ellos. Incluso hay un nuevo proyecto de un grupo de filántropos para otorgar a los estudiantes indocumentados préstamos privados que se pagarán como porcentaje de sus ingresos futuros. Y los propios receptores de la DACA, que utilizan aplicaciones y sitios web, han creado redes digitales de información sobre qué escuelas tomarán, qué fuentes de dinero están disponibles y más.

Pero ahora, casi tan abruptamente como comenzaron, estos acontecimientos entre las escuelas, los donantes y los estudiantes se ven amenazados por las políticas de inmigración más estrictas prometidas durante la campaña por el presidente electo Donald Trump – incluyendo la posible revocación de la orden ejecutiva 2012 del Presidente Barack Obama que establece DACA en primer lugar.

Emory y otras universidades y universidades, algunas de las cuales anunciaron nuevas políticas sobre estudiantes indocumentados sólo en los últimos meses, ahora son ruidosas con marchas, protestas y peticiones exigiendo que estas políticas sobrevivan al gobierno de Trump y que los campus se conviertan en «santuarios» para Estudiantes indocumentados.

Más de 440 universitarios presidentes y cancilleres, entre ellos el presidente de Emory Claire Sterk, recientemente firmaron una carta pidiendo al presidente electo Trump para extender el programa DACA. Los líderes universitarios y universitarios en California apelaron por separado al Sr. Trump para que los estudiantes indocumentados continuaran sus estudios sin vivir con miedo de ser deportados.

Pero la nueva administración será, sin duda, también bajo la presión de sus partidarios y otros que creen que los estudiantes universitarios entre los 740.000-plus personas autorizadas para el estado DACA hasta la fecha, y los aproximadamente 65.000 indocumentados que se gradúan de la escuela secundaria cada año, no merecen institucional Ayuda financiera u otro tipo de apoyo que, dicen, podría darse a los ciudadanos estadounidenses.

«No estamos a favor de pagar extranjeros ilegales a permanecer en este país», dijo David North, miembro del Centro de Estudios de Inmigración , una organización sin ánimo de lucro que favorece la restricción de la inmigración. «Nosotros tampoco abogamos por becas para estudiantes de DACA», dijo, agregando que, bajo Trump, «estoy esperando que el DACA no se expanda o se pierda la vida».

Las universidades y colegios privados que admiten estudiantes indocumentados incluyen, a partir de este otoño, Cornell y Emory , que permiten a los estudiantes con estatus DACA para aplicar como estudiantes internos y reciben becas institucionales y de Brown , Wesleyan y Williams , que permiten a todos los estudiantes indocumentados solicitar Como estudiantes domésticos y recibir becas institucionales. Otras escuelas, incluyendo Oberlin , han comenzado a ofrecer servicios para ayudar a los estudiantes indocumentados permanezcan en la escuela.

Muchas escuelas llegaron a estas nuevas políticas en respuesta a la presión de los estudiantes activistas dentro y fuera del campus ya la falta de movimiento en el Congreso sobre la reforma migratoria. Las escuelas dicen que ayudar a los estudiantes indocumentados encaja con sus misiones de ampliar el acceso a la educación superior. Sin embargo, algunos colegios y universidades -que necesitan inscripción en un momento en que el número de graduados de la escuela secundaria es relativamente plano- también están respondiendo a los donantes dispuestos a darles dinero para pagar a estudiantes indocumentados.

«Las escuelas privadas están orientadas a la matrícula», dijo Susana Muñoz, profesora asistente de educación superior de la Universidad Estatal de Colorado. «Si tienen donantes o inversionistas, les está dando una razón para cuidar, porque es financieramente viable tanto para la institución como para los estudiantes».

Después de sobrevivir a la recesión, las universidades y los colegios comenzaron a «centrarse en» ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo atraer a más estudiantes? Hay toda esta piscina de estudiantes potenciales, pero son diferentes de los estudiantes tradicionales. «Dijo Casey Jennings, uno de los fundadores de la Avenida 13 Financiación , una organización no lucrativa con sede en California Sacramento, que ofrece contratos ingreso en acciones – esencialmente las inversiones en los estudiantes cuyo reembolso de las ganancias de los estudiantes de postgrado.

Jennings y sus socios lanzaron un proyecto piloto en 2012 con 11 estudiantes de bajos ingresos. Les dio préstamos de hasta $ 15,000, reembolsables después de la graduación hasta un 5 por ciento de interés, hasta 15 años, pero sólo si los graduados ganan más de $ 18,000 por año. Los ingresos del programa serán reinvertidos en sucesivas generaciones de estudiantes.

La organización ahora planea centrarse en estudiantes indocumentados. El objetivo, dijo Jennings: «Necesitamos una población mejor educada como sociedad».

Sin embargo, incluso con financiamiento externo, la mayoría de las universidades privadas están gastando dinero de sus propios presupuestos en ayuda financiera para estudiantes indocumentados. Eso los coloca cada vez más en el centro de una controversia que está aumentando a tal grado que un portavoz de la universidad al principio se negó a hablar sobre el tema.

«Las intenciones declaradas del presidente electo con respecto a las personas indocumentadas está causando cierta turbulencia en muchos campus y estamos en proceso de búsqueda de hechos con respecto a nuestras opciones», escribió el vocero en un correo electrónico.

Algunas universidades y universidades que aceptan estudiantes de DACA, como Williams College, están pisando con cautela. Su director de relaciones con los medios de comunicación, Mary Dettloff, dijo que la escuela está consultando a expertos en derecho de inmigración y «probablemente tiene más preguntas que respuestas».

Williams «hará todo lo posible para proteger y apoyar a nuestros estudiantes indocumentados», escribió su presidente, Adam Falk, en una declaración a estudiantes, profesores y personal. Sin embargo, expresó su preocupación por convertir a la escuela en un objetivo para la aplicación federal de la inmigración al declararse un «santuario». Si el gobierno federal busca ingresar a las universidades de todo el país, Falk escribió: «Las universidades privadas no tienen la capacidad de ofrecer una protección tan absoluta, y sería un mal servicio para nuestros estudiantes prometer lo que realmente no podemos ofrecer. «

Jennings, ex ejecutivo de General Electric, fue más contundente.

«Ellos tienen miedo a la muerte de lo que podría suceder», dijo. «No quieren que el gobierno federal aparezca en su puerta».

Esta ansiedad se ha creado una nueva urgencia para proyectos tales como los sueños más altos , un sitio web años de edad, que sirve «como un lugar para almacenar el conocimiento acumulado para los estudiantes indocumentados»; Plan de trabajo de Dreamer , una aplicación lanzada en abril para ayudar a guiar a los estudiantes indocumentados a becas de educación superior; y Mi (Un) documentó la vida , tal vez el recurso más completo para los estudiantes indocumentados en línea.

De acuerdo con la fundadora de RoadMap de DREAMer, Sarahi Espinoza Salamanca, quien era indocumentada cuando comenzó su educación universitaria y ahora es residente permanente, DREAMer’s – con su base de datos de 145 becas para la cual los estudiantes de DACA son elegibles – superó su objetivo de 10.000 descargas para su Primer año en sólo siete meses. Jin Park, fundador de Higher Dreams y un joven de Harvard que tiene el estatus de DACA, dijo que su sitio web recibe «varios miles» de visitas por semana. Y, según la fundadora Carolina Valdivia, My (Un) documentada Life, lanzada en 2011, rodó de 100.000 páginas vistas a más de 500.000 en el año previo a la elección; Desde entonces, se ha conseguido 650.000 más.

Valdivia dijo que los estudiantes indocumentados ahora le están preguntando: «¿Cómo me protejo?» Y «¿Cómo pueden ayudar las escuelas?» Espinoza Salamanca dijo que su correo electrónico está «explotando» con consultas similares. Ella piensa que las amenazas a los inmigrantes indocumentados resultarán en «más gente dispuesta a ayudar».

«Los donantes privados, las fundaciones y las escuelas tendrán más probabilidades de apoyar a los estudiantes indocumentados», dijo. «Ellos saben el valor de estos estudiantes.»

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es-419&sl=en&u=http://www.truth-out.org/author/itemlist/user/45504&prev=search

Fuente imagen: http://luzgarfias.com/es/educacion-superior-indocumentados/

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Denuncian que educación en P.Rico se subordina a EEUU, tras resultados PISA

San Juan / 14 de diciembre de 2016 / Fuente: http://www.hoylosangeles.com/

El sindicato Educamos denunció hoy que el sistema educativo de Puerto Rico está subordinado a las pautas que llegan de Estados Unidos, tras conocerse la última Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA 2015) que sitúa a la isla entre los peores territorios del mundo.

La portavoz de Educamos, Eva Ayala, señaló a través de un comunicado divulgado hoy que los resultados de PISA no deben sorprender, ya que es la consecuencia de las deficiencias de un sistema educativo que depende de las directrices que llegan de Washington, que no tienen en cuenta la realidad de Puerto Rico.

Ayala subrayó también que es importante dejar claro que la prueba solo incluyó 70 (una tercera parte) de los 201 países y territorios del mundo, además de matizar que Puerto Rico no es considerado un estado soberano dada su relación política con EE.UU.

La portavoz de Educamos subrayó que la educación en Puerto Rico siempre ha sido dirigida por los administradores de turno y nunca desde la escuela.

«El Departamento de Educación es considerado y manejado como botín de guerra electoral bajo todas las administraciones. Siempre se ponen en práctica las decisiones que bajan de los más altos niveles del Gobierno, nunca las propuestas del magisterio», señaló.

Resaltó que Puerto Rico no tiene la autoridad para decidir sobre el enfoque o programa que más conviene a sus estudiantes, ya que de lo contrario no llegarían fondos federales.

«Como los fondos federales son una mina para los que se enriquecen de la educación todos los gobiernos se arrodillan ante ese becerro de oro. El modelo educativo estadounidense no es de los mejores, según las mismas pruebas PISA», dijo la líder sindical.

Denunció además que el presupuesto del Departamento de Educación no llega a las escuelas y se desvía hacía contratos multimillonarios de amigos de la administración de turno.

Ayala recordó además que los estudiantes de escuela pública están en su inmensa mayoría bajo los niveles de pobreza, lo que no facilita un rendimiento académico óptimo.

Fuente noticia: http://www.hoylosangeles.com/efe-3123746-12415653-20161213-story.html

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Acabar con el abandono de los problemas de las mujeres negras

Este texto de la periodista y militante del Partido Comunista de Estados Unidos Claudia Jones se publicó en la revista del partido, Political Affairs, en 1949. Se centra en la triple explotación que sufren las mujeres negras estadounidenses en su condición de mujeres, de negras y de trabajadoras. La autora denuncia esta situación no solo en el mundo laboral sino también en el propio seno de las organizaciones sindicales y políticas progresistas, incluido el Partido Comunista y la pérdida que supone para todo el movimiento obrero y antiimperialista ignorar la experiencia de estas mujeres.

Hemos traducido el artículo original en inglés respetando, tal como se explica en las notas finales, la terminología de la autora. Todas las notas son de la traductora, excepto la número 6.

Una característica importante de la etapa actual del movimiento de liberación de las personas negras1 es el aumento de la participación militante de las mujeres negras en todos los aspectos de la lucha por la paz, los derechos civiles y la seguridad económica. El hecho de que las mujeres negras se hayan convertido en símbolo de muchas de las luchas actuales de las personas negras es sintomático de esta nueva militancia. Este aumento de la militancia entre las mujeres negras tiene un profundo significado, tanto para el movimiento de liberación de las personas negras como para la emergente coalición antifascista y antiimperialista.

Comprender correctamente esta militancia, profundizar y ampliar el papel de las mujeres negras en la lucha a favor de la paz y de todos los intereses de la clase trabajadora y de las personas negras significa en primer lugar superar el flagrante abandono de los problemas especiales de las mujeres negras. Durante demasiado tiempo este abandono ha estado presente en las filas del movimiento obrero en general, de los progresistas de izquierda y también del Partido Comunista. Es vitalmente necesaria una valoración extremadamente rigurosa de este defecto de los progresistas, especialmente de los marxistas-leninistas, si queremos contribuir a acelerar este avance e integrar a las mujeres negras en el movimiento progresista y obrero, y en nuestro propio partido.

La burguesía teme la militancia de las mujeres negras y con razón. El capitalismo sabe, bastante mejor de lo que muchos progresistas parecen saber, que una vez que las mujeres negras empiezan a actuar mejora enormemente la militancia de todas las personas negras y, por lo tanto, de toda la coalición antiimperialista. Históricamente la mujer negra ha sido la guardiana, la protectora, de la familia negra. Desde la época del comercio de esclavos a nuestros días la mujer negra se ha responsabilizado de las necesidades de la familia, de protegerla tenazmente de los embates provenientes de los insultos de las leyes Jim Crow2, de criar a los hijos en una atmósfera de terror al linchamiento, segregación y violencia policial, y de luchar por la educación de sus hijos. Por consiguiente, la opresión redoblada de las personas negras, que ha sido el distintivo de la ofensiva reaccionaria de posguerra, no puede sino llevar a la aceleración de la militancia de las mujeres negras. Como mujer, como madre y como trabajadora la mujer negra lucha contra el exterminio de la familia negra, contra la existencia en guetos impuesta por las leyes Jim Crow que acaba con la salud, la moral y la vida misma de millones de sus hermanas, hermanos e hijos.

Desde este punto de vista, no es casual que la burguesía estadounidense haya intensificado su opresión, no solo de las personas negras en general, sino de las mujeres negras en particular. Nada pone mejor en evidencia la deriva fascista en nuestro país que la actitud cruel que exhibe y cultiva la burguesía respecto a las mujeres negras. El cacareado alarde de los ideólogos del Gran Capital de que las mujeres estadounidenses tienen la mayor igualdad del mundo se pone en evidencia en toda su hipocresía cuando se ve que en muchas partes del mundo, especialmente en la Unión Soviética, en las nuevas democracias y en la antaño oprimida tierra de China, las mujeres están logrando nuevas cotas de igualdad. Pero por encima de todo, ese alarde de Wall Street acaba ahí donde están concernidas mujeres negras y trabajadoras. ¡La degradación y la sobreexplotación, esa es la verdadera suerte de las mujeres negras y no la igualdad!

Observen la hipocresía del gobierno Truman, que alardea de exportar la democracia al mundoaunque el estado de Georgia mantiene encerrada a una mujer negra, viuda y madre de doce hijos. ¿Su crimen? Ayudada por dos de sus hijos, defendió su vida y su dignidad de los ataques de un supremacista blanco. O reflexionen sobre el silencio mudo con el que el Departamento de Justicia ha recibido a Amy Mallard, una maestra negra y viuda debido a que su marido fue linchado en Georgia porque había comprado un Cadillac nuevo y, en opinión de los supremacistas blancos, tenía aires de grandeza. Compárenlo con las lágrimas de cocodrilo de la delegación estadounidense ante las Naciones Unidas por el cardenal Mindszenty, que colaboró con los enemigos de la República Popular de Hungría y trató de obstaculizar la manifestación progresista de los antes oprimidos trabajadores y campesinos húngaros a favor de una democracia plena. Solo recientemente, en un discurso con motivo del Día de la Madre, el presidente Truman habló muy solícito de la manifestación de nuestro amor y reverencia por todas las madres del país. Estos supuestos amor y reverencia por las madres del país no incluyen en absoluto a madres negras que como Rosa Lee Ingram, Amy Mallard, las esposas y madres de los Seis de Trenton3 o las demás víctimas incontables se atreven a luchar en respuesta a las leyes de linchamiento y a la violencia de la supremacía blanca.

Dificultades económicas

Bien al contrario, la mujeres negras en tanto que trabajadoras, en tanto que negras y en tanto que mujeres son la capa más oprimida de toda la población.

En 1940 dos de cada cinco mujeres negras trabajaba para vivir, en contraste con dos de cada ocho mujeres blancas. Debido a su condición mayoritaria entre las personas negras, las mujeres negras no solo representan el porcentaje mayor de mujeres cabeza de familia sino que también son el principal sustento de la familia negra. La amplia proporción de mujeres negras en el mercado laboral es producto fundamentalmente de los bajos ingresos de los hombres negros. Esta desproporción también tiene su origen en el trato recibido por las mujeres negras a los largo de los siglos y en su posición.

Tras la emancipación y hasta nuestros días un alto porcentaje de mujeres negras tanto casadas como solteras se vieron obligadas a trabajar para vivir. Pero aunque el trabajo de las mujeres negras pasó de las zonas rurales a las urbanas, en general siguen confinadas a los empleos peor pagados. El Manual de datos de las mujeres trabajadoras (1948, boletín 225) de la Oficina de la Mujer perteneciente al Departamento de Trabajo estadounidense muestra que las mujeres trabajadoras blancas tienen unos ingresos medios más de dos veces superiores a los de las mujeres no blancas y que las trabajadoras no blancas (sobre todo negras) ¡ganan menos de 500 dólares al año! En el sur rural los ingresos de las mujeres son aún menores. En las tres grandes comunidades industriales del norte los ingresos medios de las familias blancas (1.720 dólares) son casi un 60% más elevados que los de las familias negras (1.095 dólares). Así, la sobreexplotación de las mujeres trabajadoras negras se revela no solo en el hecho de que, en tanto que mujer, reciben un salario menor por un trabajo igual al de un hombre sino también en el hecho de que la mayoría de las mujeres trabajadoras negras recibe menos de la mitad del salario de las mujeres blancas. Por consiguiente, ¡no es de extrañar que en los barrios negros las condiciones de vida de gueto (salarios bajos, alquileres elevados, precios altos, etc.) se conviertan prácticamente en un telón de hierro que encierra las vidas de las y los niños negros y mina tanto su salud como su espíritu! ¡No es de extrañar que la tasa de mortalidad en el parto entre las mujeres negras sea el tres veces superior a la de las mujeres blancas! ¡No es de extrañar que uno de cada diez niñas o niños negros nacidos en Estados Unidos no llegue a la edad adulta!

Los bajos ingresos de la mujer negra están directamente relacionados de su casi total exclusión de prácticamente todos los campos de trabajo excepto los de categoría más baja y peor remunerados, esto es, el servicio doméstico. Son reveladores los siguientes datos del informe de 1945 Negro Women War Workers [Trabajadoras de guerra mujeres negras] (Oficina de la Mujeres, Departamento de Trabajo estadounidense, Boletín 205): de un total de siete millones y medio de mujeres negras, más de un millón trabaja en el servicio doméstico y en el servicio personal. La inmensa mayoría de estas mujeres trabajadoras (aproximadamente 918.000) están empleadas por familias particulares y unas 98.000 están empleadas como cocineras, camareras y servicios similares en lugares que no son hogares privados. Las 60.000 trabajadoras restantes de empleos de servicios trabajan en diferentes ocupaciones de servicios personales (esteticistas, trabajadoras en pensiones y alojamientos, mujeres de la limpieza, conserjes, auxiliares de enfermería, camareras y ascensoristas).

El siguiente grupo mayor de mujeres negras trabajadoras se dedica a trabajos agrícolas. En 1940 aproximadamente unas 245.000 eran obreras agrícolas. De ellas unas 128.000 eran mujeres que trabajan para sus familias sin ser remuneradas.

La cantidad de trabajadoras de la industria y otras obreras ascendía a más de 96.000 mujeres del total de mujeres negras que hemos señalado antes. De estas, 36.000 se dedicaban a la industria manufacturera y los principales grupos eran los siguientes: 11.300 en la confección de ropa y de otros productos textiles, 11.000 en las manufacturas del tabaco y 5.600 en la industria alimentaria y productos vinculados a ella.

La cantidad de oficinistas y de empleadas similares era de solo 13.000 mujeres. Únicamente había 8.300 mujeres negras que trabajaban en los servicios públicos.

El resto de mujeres negras que trabajaba para subsistir se distribuía en los siguientes ámbitos: 50.000 profesoras, 6.700 enfermeras y estudiantes de enfermería, 1.700 trabajadoras sociales, 120 dentistas, farmacéuticas y veterinarias, 129 médicas y cirujanas, 200 actrices, 100 escritoras, redactoras y periodistas, 39 abogadas y jueces, 400 bibliotecarias y otros ámbitos similares que ilustran la exclusión a gran escala de las mujeres negras de la vida profesional.

Durante la guerra contra el Eje [Segunda Guerra Mundial] las mujeres negras tuvieron por primera vez en la historia una oportunidad de utilizar sus habilidades y su talento en ocupaciones que no fueran el servicio doméstico y personal. Se convirtieron en pioneras en muchos campos. Sin embargo, desde que acabó la guerra esto ha dado paso a un paro cada vez mayor, al despido sistemático de las mujeres negras, en particular en la industria básica.

Con el desarrollo de la crisis económica este proceso se ha intensificado. Hoy en día gran cantidad de mujeres negras se están viendo obligadas a volver al trabajo doméstico. En el estado de Nueva York, por ejemplo, esta tendencia se confirmó oficialmente hace poco cuando Edward Corsi, comisionado del Departamento de Estado de Trabajo, reveló que por primera vez desde la guerra es fácil obtener ayuda doméstica. En efecto, Corsi admitió que las mujeres negras no dejan voluntariamente sus trabajos, sino que se las está echando sistemáticamente de la industria. Lo que actualmente empuja a las mujeres negras a volver al servicio doméstico es el paro (que siempre ha afectado primero y más duramente a la mujer negra), además del alto coste de la vida. Esta tendencia va acompañada de una campaña ideológica para hacer aceptable el trabajo doméstico. Los anuncios de los periódicos que basan sus argumentos en la afirmación de que la mayoría de las empleadas domésticas que solicitan estos trabajos a través del Servicio de Empleo de Estados Unidos (USES, por sus siglas en inglés) prefieren este tipo de trabajo a trabajar en la industria hacen propaganda de las virtudes del trabajo doméstico, especialmente del de las trabajadoras internas.

La opresión especial a la que se enfrenta la mujer negra como mujer, como negra y como trabajadora está intrínsecamente unida a la cuestión de las oportunidades de trabajo que tiene. Es víctima del estereotipo chovinista blanco4 respecto a cuál debería ser su lugar. En el cine, la radio y la prensa la mujer negra no está representada en su verdadero papel de persona que aporta un sustento, madre y protectora de la familia, sino como una mammy5 tradicional que antepone el cuidado de los hijos y de las familias de los demás al de los suyos propios. Hay que rechazar y luchar contra este estereotipo tradicional de la madre negra esclava que hasta el día de hoy aparece en los anuncios publicitarios como un recurso del imperialismo para perpetuar la ideología chovinista blanca según la cual las mujeres negras son retrógradas, inferiores y las esclavas naturales de otras personas.

Aspectos históricos

En realidad la historia de la mujer negra muestra que la madre negra bajo la esclavitud tenía una posición clave y desempeñó un papel dominante en su propia agrupación familiar. Eso se debía fundamentalmente a dos factores: las condiciones de la esclavitud, bajo la cual el matrimonio como tal no existía y el estatus social de la persona negra provenía de su madre y no de su padre, y el hecho de que la mayoría de las personas negras traídas a estas tierras por los comerciantes de esclavos provenían de África Occidental donde la posición de la mujer, basada en su participación activa en el control de la propiedad, era relativamente más alta en la familia que la de las mujeres europeas.

Los primeros historiadores del comercio de esclavos recuerdan el testimonio de los viajeros que señalaban que el amor de la madre africana por sus hijos no tenía parangón en ninguna parte del mundo. Existen numerosos relatos que atestiguan la abnegación con la que las madres de África Oriental se ofrecían a los traficantes de esclavos para salvar a sus hijos y en épocas de hambruna las mujeres hotentotes rechazaban la comida hasta que no habían comido sus hijos.

Resulta imposible relatar en los límites de este artículo los terribles sufrimientos y la degradación sufridas por las madres negras y por las mujeres negras en general bajo la esclavitud. Sometidas a la violación legal por parte los propietarios de esclavos, confinadas a reductos para esclavos, obligadas a caminar de ocho a catorce horas con cargas a la espalda y a hacer trabajos extenuantes incluso durante el embarazo, las mujeres negras tenía un fortísimo odio a la esclavitud y asumieron gran parte de la responsabilidad de defender y alimentar a la familia negra.

La madre negra era la señora en la cabaña de los esclavos y a pesar de la injerencia del amo o del vigilante, prevalecían sus deseos en lo concerniente a la elección de una pareja y a los asuntos familiares. Durante y después de la esclavitud tuvieron que mantenerse a sí mismas y a sus hijos. Al desempeñar necesariamente un papel importante en la vida económica y social de los suyos, la mujer negra llegó a ser experta en ser autosuficiente, en valentía y en acción desinteresada6.

Existe un material documental muy interesante que demuestra que la vida de la familia negra y la conciencia social y política tanto de las mujeres como de los hombres negros sufrieron importantes cambios después de la emancipación. Un hombre libre observaba durante la Guerra Civil que muchos hombres eran extremadamente celosos de su recién adquirida autoridad en las relaciones familiares e insistían en que se reconociera su superioridad sobre las mujeres. Tras la Guerra Civil se destruyeron las hileras de cabañas de esclavos y se distribuyeron por toda la plantación casas de alquiler para que cada familia pudiera tener una existencia independiente. Las nuevas condiciones económicas y el cambio en el modo de producción situaron al hombre negro en una posición de autoridad respecto a su familia. La compra de viviendas también contribuyó a reforzar la autoridad del varón.

Así, un exesclavo que empezó su vida como hombre libre en una granja que solo contaba con un caballo y cuya mujer trabajaba como lavandera, aunque después alquiló un terreno y contrató a dos hombres, recuerda el orgullo que sintió por su nuevo estatus: En mi humilde palacio sobre una colina en el bosque a la sombra de imponentes pinos y de robustos robles me siento como un rey cuyas órdenes supremas eran ley y evangelio para mis súbditos.

Hay que constatar la doble motivación que operaba aquí. Respecto a su mujer y a sus hijos el hombre negro podía asumir ahora una autoridad económica y otro tipo de autoridad sobre la familia, pero también podía luchar contra la violación de las mujeres de su grupo mientras que antes no tenía poder para interferir.

La fundación de la Iglesia negra, que desde el principio estuvo dominada por los hombres, también tendió a confirmar la autoridad el hombre en la familia. La justificación de la ascendencia masculina se encontró en la Biblia, que para muchas personas era la máxima autoridad en estas cuestiones.

La subordinación de las mujeres negras se desarrolló por medio de este y de otros métodos. En unos pocos casos el marido permitió que su mujer e hijos mantuvieran el estatuto de esclavos en vez de emanciparlos legalmente. En muchos casos las leyes del estado prohibían que un esclavo se emancipara después de una fecha determinada para que permaneciera en el estado. Por consiguiente, la única manera que tuvieron muchas viudas y niños negros de permanecer en el estado fue convertirse en esclavos de sus propias familias. Muchos negros propietarios de esclavos en realidad eran familiares de sus esclavos.

En algunos casos las mujeres negras se negaron a estar sometidas a la autoridad de los hombres. En contra de la decisión de sus maridos de vivir en lugares que habían pertenecido a sus antiguos amos, muchas mujeres negras tomaron a sus hijos y se mudaron a otro lugar.

Las mujeres negras en las organizaciones de masas

Este breve descripción de algunos aspectos de la historia de la mujer negra, vista a la luz adicional del hecho de que una gran proporción de mujeres negras están hoy obligadas a ganar todo o parte del sustento de la familia, nos ayuda a entender por qué las mujeres negras desempeñan un papel extremadamente activo en la vida económica, social y política de la comunidad negra actual. Aproximadamente 2.500.000 mujeres negras están organizadas en clubes y asociaciones sociales y políticos, y en hermandades. Sus principales asociaciones son la Asociación Nacional de Mujeres Negras (National Association of Negro Women), el Consejo Nacional de Mujeres Negras (National Council of Negro Women), la Federación Nacional de Clubes de Mujeres (National Federation of Women’s Clubs), la División de Mujeres del Comité de Libertades Civiles de Elks (Women’s Division of the Elks’ Civil Liberties Committee), la Asociación Nacional de Esteticistas de Color (National Association of Colored Beauticians), la Liga Nacional de Mujeres de Negocios Negras (National Negro Business Women’s League) y la Asociación Nacional de Enfermeras Graduadas de Color (National Association of Colored Graduate Nurses). La organización que cuenta con más miembros de todas estas asociaciones es la Asociación Nacional de Mujeres Negras, con 75.000 miembros. Existen gran cantidad de hermandades femeninas de estudiantes, comités de iglesia femeninos de todas las denominaciones, así como organizaciones de mujeres de origen caribeño. En algunas zonas las secciones de la Asociación Nacional para el Fomento de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés)7 tienen divisiones de mujeres y hace poco la Liga Nacional Urbana (National Urban League) creó una División de Mujeres por primera vez en su historia.

Las mujeres negras son las verdaderas fuerzas activas (organizadoras y trabajadoras) en todas las instituciones y organizaciones de personas negras. Estas organizaciones desempeñan un papel polifacético y están comprometidas en todas las cuestiones concernientes a la vida económica, política y social de las personas negras, y en particular de la familia negra. Muchas de estas organizaciones están profundamente implicadas en los problemas de los jóvenes negros, a los que proporcionan becas y las gestionan, ofrecen ayuda a las escuelas y otras instituciones, y servicios comunitarios. El año pasado una brillante estudiante negra, Ada Louis Sipuel Fisher de Oklahoma, simbolizó la lucha por el derecho a la educación universitaria con el fin de acabar con las leyes Jim Crow en las instituciones de enseñanza superior. Se deben sacar a la luz las opiniones despectivas que a veces se expresan (las organizaciones de mujeres negras solo se dedican a obras de caridad) como fruto del chovinismo [blanco], aunque sea sutil, ya que, si bien se podría decir lo mismo de muchas organizaciones de mujeres blancas, estas actitudes ignoran el carácter especial del papel de las organizaciones de mujeres negras. Este actitud ignora la función especial que desempeñan las mujeres negras en estas organizaciones que, por encima y más allá de su función particular, tratan de proporcionar los servicios sociales que se les deniegan a los jóvenes negros a consecuencia del sistema de linchamiento Jim Crow en Estados Unidos.

La mujer trabajadora negra

De este modo, la nimia participación de las mujeres negras en círculos progresistas y sindicales resulta aún más sorprendente. En sindicato tras sindicato, incluso en aquellos en los que gran parte de los trabajadores son mujeres negras, hay pocas mujeres negras dirigentes o trabajadoras activas. Destacadas excepciones son el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y del Tabaco (Food and Tobacco Workers’ Union) y el Sindicato Unido de Empleados de Oficina y de Trabajadores Profesionales (United Office and Professional Worker’s Union).

Pero, ¿por qué estas han de ser excepciones? Las mujeres negras son las sindicalistas más combativas. Las huelgas de aparceros de la década de 1930 fueron impulsadas por mujeres negras. Sometidas al terror de los propietarios y de los supremacistas blancos, emprendieron batallas magníficas junto con hombres negros y personas progresistas blancas en esta lucha de gran tradición dirigida por el Partido Comunista. Las mujeres negras desempeñaron un papel magnífico en los días previos al Congreso de Organizaciones Industriales (CIO, por sus siglas en inglés) en huelgas y otras luchas, como trabajadoras y como esposas de trabajadores, para ganarse el reconocimiento de los inicios del sindicalismo industrial en industrias como la automóvil, el embalaje, el acero, etc. Más recientemente se ha demostrado la militancia de las mujeres negras sindicalistas en la huelga de los trabajadores de la planta de embalaje y aún más en la huelga de las trabajadores del tabaco, en la que dirigentes como Moranda Smith y Velma Hopkins emergieron como destacadas sindicalistas. La lucha de los obreros del tabaco dirigida por mujeres negras se unió más tarde a la acción política de negros y blancos que llevó a la elección del primer hombre negro en el sur (en Winston-Salem, en Carolina del Norte) por primera vez desde los días de la Reconstrucción8.

Los sindicalistas progresistas tienen que darse cuenta de que en la lucha por la igualdad de derechos de las personas trabajadoras negras es necesario tener un enfoque específico referente a las mujeres negras trabajadoras, que son el principal sostén de sus familias en una proporción mucho mayor que otras mujeres trabajadoras. La batalla para retener a la mujer negra en la industria y para promocionarla en su trabajo es un medio fundamental de luchar por los intereses básicos y específicos de la mujer negra trabajadora. El no reconocerlo es ignorar los aspectos específicos de los efectos de la cada vez más profunda crisis económica, que castiga con especial severidad a los trabajadores negros, en particular a las mujeres negras trabajadoras.

La empleada doméstica

Una de las manifestaciones más extremas del abandono por parte de los sindicatos de los problemas de la mujer negra trabajadora ha sido no solo no haber luchado contra la relegación de la mujer negra al trabajo doméstico y a otros trabajos similares de baja categoría, sino no haber organizado a las empleadas domésticas. Es mera palabrería el hecho de que los sindicalistas progresistas hablen de organizar a quienes no están organizados sin fijarse en la grave situación que padece la empleada doméstica la cual, al no estar protegida por los principios sindicales, también es víctima de exclusión de toda la legislación social y laboral. Solo aproximadamente una de cada diez de las mujeres negras trabajadoras está cubierta por la legislación actual concerniente al salario mínimo, a pesar de que una cuarta parte de estas trabajadoras se encuentran en estados que cuentan con esta legislación. Hay que superar inmediatamente todas las razones planteadas hasta ahora respecto a las dificultades reales para organizar a las empleadas domésticas (como la naturaleza precaria de su empleo, las dificultades para organizar a quienes trabajan de día, el problema de organizar a personas que trabajan en domicilios particulares, etc.). A menos que los progresistas actúen rápido existe el peligro de que las fuerzas socialdemócratas entren en este campo para hacer su trabajo de propagar demagogia y desunión.

La empleada doméstica padece una miseria insoportable. Sus tareas en la casa donde trabaja no suelen estar definidas. Además de limpiar y fregar puede que se le endilguen a la empleada doméstica tareas como limpiar ventanas, ocuparse de los niños, hacer la colada, cocinar, etc., y todo ello con el salario más bajo. En algunas zonas la empleada doméstica negra tiene que sufrir la humillación adicional de tener que buscar trabajo en verdaderos mercados de esclavos en las calles donde se hacen ofertas por los trabajadores más duros, como en las pujas por un grupo de esclavos. Cuando vuelven a sus propias casas muchas empleadas domésticas tienen que ponerse a hacer de nuevo tareas domésticas para mantener unida a su propia familia.

¿Quién no se sintió enfurecido cuando en California se supo, con el horrible caso de Dora Jones, que una mujer negra empleada doméstica había sido esclavizada durante más de 40 años en el civilizado Estados Unidos? Su empleador fue condenado a una pena mínima de unos pocos años y se quejó de que la sentencia fuera tan larga. Pero, ¿acaso se podría indemnizar a Dora Jones, una mujer negra empleada doméstica, por más de 40 años de su vida en semejantes condiciones de explotación y degradación? Y ¡cuántos casos similares, que comparte en diferentes grados la condición de Dora Jones, siguen tolerando todavía los propios progresistas!

Solo recientemente en la Asamblea Legislativa del estado de Nueva York se hizo una propuesta de ley para tomar las huellas digitales de las empleadas domésticas. El proyecto de ley Martinez no vio la luz del día porque los reaccionarios estaban concentrados en otras medidas legislativas represivas, pero aquí vemos claramente que se trata de aplicar a las empeladas domésticas negras la impronta del sistema del pase africano del imperialismo británico (¡y del Reich alemán respecto a los judíos!).

Corresponde a los sindicatos ayudar al Sindicato de Empleadas Domesticas (Domestic Worker’s Union) de todas las maneras posibles para organizar a las explotadas trabajadoras domésticas, la mayoría de las cuales son mujeres negras. Al mismo tiempo es vitalmente urgente y necesaria una lucha legislativa para incluir a las trabajadoras domésticas en los beneficios de la Ley de Seguridad Social. También aquí se deben poner en entredicho las dudas recurrentes concernientes a los problemas administrativos de aplicar esta ley a las trabajadoras domésticas y encontrar soluciones.

El relegar constantemente a las mujeres negras al trabajo de empleadas domésticas ha contribuido a perpetuar e intensificar el chovinismo [blanco] hacia todas las mujeres negras. A pesar del hecho de que las mujeres negras sean abuelas o madres, es común el uso del término peyorativo chicapara referirse a mujeres negras adultas. La mera relación económica entre las mujeres negras y blancas, que perpetúa el vínculo señora-sirvienta, alimenta las actitudes chovinista y hace que corresponda a las mujeres blancas progresistas, y particularmente comunistas, luchar conscientemente contra todas las manifestaciones del chovinismo blanco, tanto abierto como velado.

El chovinismo de las mujeres blancas progresistas a menudo se expresa en su incapacidad para establecer vínculos fuertes de amistad con mujeres negras y para darse cuenta de que esta lucha por la igualdad de las mujeres negras es en su propio interés, ya que la sobreexplotación y opresión de las mujeres negras tiende a empeorar la condición de todas las mujeres. Demasiadas personas progresistas, e incluso comunistas, siguen siendo culpables de explotar a mujeres negras empleadas domésticas, de no contratarlas a través del Sindicato de Empleadas Domésticas (o de no contribuir a que se extienda a aquellas zonas en las que todavía no existe) y, en general, de denigrar a las sirvientas cuando hablan con sus vecinos burgueses y con sus propias familias. Existe, además, la preocupación expresa de que la explotada empleada doméstica negra no hable con su empleador o no sea amable con él, o la costumbre de asumir que el deber de empleador blanco progresista es informar a la mujer negra de su explotación que sin lugar a dudas esta conoce demasiado bien. Es absolutamente necesario cuestionar constantemente cualquier comentario chovinista respecto a la mujer negra si queremos acabar con la comprensible falta de confianza por parte de las mujeres negras a las que repugna el chovinismo blanco que a menudo escuchan en círculos progresistas.

Manifestaciones de chovinismo blanco

Algunas de las formas más burdas del chovinismo se producen en las relaciones sociales, donde con demasiada frecuencia mujeres y hombres blancos, y hombres negros participan en bailes mientras que se relega a las mujeres negras. Otras formas de chovinismo son la aceptación de los criterios de la clase dirigente blanca del atractivo de una mujer (como la piel blanca), el no extender la cortesía a las mujeres negras y no integrar a las mujeres negras en el liderazgo organizativo.

Otro aspecto extremo de la opresión que la legislación Jim Crow ejerce sobre la mujer negra se expresa en las muchas leyes contra ella en lo que respecta al derecho a la propiedad, al matrimonio mixto (originalmente ideadas para impedir que los hombres blancos del sur se casaran con mujeres negras), así como en las leyes que obstaculizan y niegan el derecho a elegir no solo a la mujer negra, sino a mujeres y hombres negros y blancos.

Para las mujeres y hombres progresistas y para las personas comunistas en particular la cuestión de las relaciones sociales con las mujeres y hombres negros es ante todo una cuestión de respetar estrictamente la igualdad social. Esto significa librarnos de la postura que a veces adoptan algunas personas progresistas y comunistas de luchar contra los problemas económicos y políticos a los que se enfrentan las personas negras, pero que trazan una línea roja cuando se trata de relaciones sociales o de matrimonio mixto. Cuando surgen estas situaciones considerarlo algo personal y no una cuestión política es pecar del peor tipo de pensamiento socialdemócrata y burgués-liberal respecto al problema de las personas negras en la vida estadounidense, es imbuirse de las venenosas teorías chovinistas blancas de un [senador Theodore G.] Bilbo o de un [congresista John Elliot] Rankin. Lo mismo ocurre también en lo que respecta a garantizar la seguridad de los niños. Esta seguridad solo mejorará por medio de la lucha por la liberación y la igualdad de todas las naciones y pueblos, y no impidiendo que los niños conozcan esta lucha. Esto significa librarnos de actitudes burguesas y liberales que permiten que los niños negros y blancos de progresistas jueguen juntos en los campamentos cuando son pequeños, pero establecen una línea roja cuando llegan a la adolescencia y establecen relaciones entre chicos y chicas. x

Por supuesto, los ideólogos burgueses no han dejado de desarrollar una ofensiva ideológica específica dirigida a degradar a las mujeres negras que forma parte de la ofensiva ideológica reaccionaria general contra mujeres de la cocina, la iglesia, los niños9. Sin embargo, siendo ecuánimes y creíbles no pueden decir que el lugar de las mujeres negras sea la casa ya que las mujeres negras están en las cocinas de otras personas. De ahí que su tarea haya consistido en reforzar sus teorías de la superioridad masculina respecto a la mujer negra desarrollando actitudes introspectivas que coinciden con la nueva escuela de la inferioridad psicológica de la mujer. El objetivo fundamental de todo un aluvión de artículos, libros, etc. ha sido ocultar la principal responsabilidad de la opresión de la mujer negra difundiendo la despreciable noción burguesa de una guerra de sexos e ignorando la lucha tanto de los hombre como de las mujeres negras (de todas las personas negras) contra su opresor común, la clase dirigente blanca.

Las expresiones chovinistas también incluyen la sorpresa paternalista cuando se descubre que las personas negras son personas profesionales. Las trabajadores negras profesionales soportan a menudo observaciones como su familia debe de estar orgullosa de usted, ¿no?. También abunda la práctica inversa de preguntar a una mujer negra profesional si alguna persona de su familiaquerría trabajar como empleada doméstica.

La responsabilidad de superar estas formas específicas de chovinismo no recae en la subjetividad de las mujeres negras, como a menudo se dice, sino que recae plenamente en los hombros de las mujeres y hombres blancos. Los hombres negros tienen una especial responsabilidad particular en relación a la erradicación de actitudes de superioridad masculina respecto a la mujer en general. Hay que erradicar todos los comportamientos humanitarios y condescendientes respecto a las mujeres negras. Una mujer blanca progresista de una comunidad solía decir después de cada reunión social a una destacada dirigente sindical negra, tesorera de su sección del partido: Déjame guardar el dinero, te podría ocurrir algo. En otro caso la empleadora, una comunista, dijo a su empleada doméstica negra, que le había hablado de su deseo de unirse al partido, que era demasiado simple y que no estaba preparada para unirse al partido. Y en otra comunidad que desde la guerra tenía una población de un sesenta por ciento de personas negras frente a un cuarenta por ciento de blancas, las madres blancas progresistas consiguieron sacar a sus hijos de la escuela de esa comunidad. A iniciativa de la animadora de la sección del partido, una mujer negra, empezó una lucha que obligó a cambiar las disposiciones que había adoptado el director de la escuela cediendo a los prejuicios de la madre y a los suyos propios. Estas disposiciones implicaban una clase especial en la que unos pocos niños blancos estaban aislados junto unos niños negros seleccionados en lo que se denominó una clase de experimentación de relaciones entre las razas.

Sin lugar a dudas, estos comportamientos chovinistas, particularmente respecto a las mujeres negras, son una razón importante de la sumamente insuficiente participación de las mujeres negras en organizaciones progresista y en nuestro partido como miembros y como dirigentes.

Tenemos que recordar que la burguesía estadounidense es consciente del papel que ejercen actualmente las masas de mujeres negras y de su aún mayor potencial, y, por consiguiente, no le repugna atraer a las personas negras que traicionan a los suyos y se ponen a las órdenes del imperialismo.

Ante la exposición de su actitud cruel respecto a las mujeres negras y a las protestas cada vez mayores contra los linchamientos impunes y los linchamientos legales al estilo del Norte, Wall Street está concediendo algunos puestos a mujeres negras para salvar las apariencias. Así, Anna Arnold Hedgeman, que desempeñó un papel clave en el Comité Demócrata Nacional Negro para Elegir a Truman (Democratic National Negro Committee to Elect Truman) fue recompensada con el nombramiento de asistente del Administrador de la Seguridad Federal, [Orcar R.] Ewing. Igualmente, el gobernador Dewey nombró a Irene Diggs para un alto puesto de la administración del estado de Nueva York.

Otro indicio de cómo están las cosas que demuestra los intentos de reducir la militancia de las mujeres negras fue la invitación por parte del Departamento de Estado a una representante del Consejo Nacional de Mujeres Negras (la única organización negra denominada así) a asistir a la firma del Tratado del Atlántico Norte.

Problemas claves de la lucha

Hay muchos problemas claves a los que se enfrentan las mujeres negras y sobre los cuales se pueden, y se deben, emprender luchas.

Pero ninguno refleja el estatuto oprimido de las mujeres negras como el caso de Rosa Lee Ingram, una viuda negra madre de catorce hijos (dos de ellos muertos) que se enfrenta a la cadena perpetua en Georgia por el crimen de defenderse de las insinuaciones indecentes de un supremacista blanco. El caso Ingram ilustra el estatuto oprimido, sin tierra y víctima de la legislación Jim Crow de la familia negra en Estados Unidos. En particular saca a relucir la degradación actual de las mujeres negras bajo la democracia burguesa estadounidense que avanza hacia el fascismo y la guerra. Refleja los insultos cotidianos a los que se ven sometidas las mujeres negras en los espacios públicos con independencia de su clase, estatus o posición social. Pone al descubierto la hipócrita coartada de quienes linchan a hombres negros que históricamente se han escondido las faldas de las mujeres blancas cuando tratan de encubrir sus repugnantes crímenes con el pretexto de la caballerosidad o de proteger a las mujeres blancas. Pero hoy las mujeres blancas, no menos que sus hermanas de los movimientos sufragista y abolicionista, deben alzarse para poner en entredicho esta mentira y todo el sistema de opresión de las personas negras.

La historia estadounidense es rica en ejemplos del coste en términos de derechos democráticos que ha supuesto tanto para los hombres como para las mujeres el no haber emprendido esta lucha. Las primeras veces que se encarceló a las sufragistas fueron instaladas deliberadamente en catres situados cerca de las prostitutas negras para humillarlas. Tuvieron la lucidez de comprender que lo que se pretendía con este gesto era hacer que el encarcelamiento fuera tan doloroso que ninguna mujer se atreviera a luchar por sus derechos a costa de afrontar semejantes consecuencias. Pero el error histórico de las dirigentes del movimiento sufragista, la mayoría de las cuales provenía de la burguesía y de la pequeña burguesía, fue no unir sus propias luchas a las luchas por todos los derechos democráticos para todas las personas negras tras la emancipación.

Por consiguiente, una conciencia cada vez mayor de la cuestión de la mujer hoy en día no debe dejar de reconocer que la cuestión de las personas negras en Estados Unidos es previas, pero no igual, a la cuestión de la mujer y que solo en la medida en que luchemos contra todas las expresiones y acciones chovinistas respecto a las personas negras y luchemos por su plena igualdad las mujeres en general pueden hacer avanzar su lucha por la igualdad de derechos. Para el movimiento de mujeres progresistas la mujer negra, que combina en su estatus la condición de mujer, de negra y de trabajadora, es el eslabón esencial con esta mayor conciencia política. Además, en la medida que se potencia la causa de la mujer negra esta será capaz de ocupar el puesto que le corresponde en el liderazgo proletario negro del movimiento nacional de liberación y por medio de su participación activa aportar al conjunto de la clase obrera estadounidense, cuya misión histórica es lograr un Estados Unidos socialista, garantía última y plena de la emancipación de la mujer.

La lucha por la libertad de Rosa Lee Ingram es un reto para todas las mujeres blancas y para todas las fuerzas progresistas, que tienen que empezar a preguntarse a sí mismas: ¿Cuánto tiempo permitiremos que siga sin cuestionarse este crimen abyecto contra todas las mujeres y contra las personas negras? La difícil situación de Rosa Lee Ingram y la de sus hermanas conlleva también el reto para las y los trabajadores progresistas de la cultura de escribir y cantar sobre la mujer negra con todo su coraje y dignidad.

La reciente creación del Comité Nacional para la Liberación de la Familia Ingram (National Committee to Free the Ingram Family) responde a una antigua necesidad proveniente de los primeros tiempos del movimiento que obligó a conmutar la sentencia original ejecución de la Rosa Lee Ingram por la cadena perpetua. Este Comité Nacional, encabezado por Mary Church Terrell, una de las fundadoras de la Asociación Nacional de Mujeres de Color (National Association of Colored Women) incluye entre sus dirigentes a mujeres, negras y blancas, tan destacadas como Therese Robinson, directora nacional del Comité de Libertades Civiles de Elks, Ada B. Jackson, y la doctora Gene Weltfish.

Uno de los primeros pasos del Comité fue la visita de una delegación de ciudadanos negros y blancos a esta valiente y militante madre negra encarcelada en una celda en Georgia. La magnitud del apoyo fue tal que las autoridades de Georgia permitieron a la delegación verla sin obstáculos. Sin embargo, desde entonces y en represalia por este movimiento de masas cada vez mayor las autoridades de Georgia han trasladado a la Rosa Lee Ingram, que padece una grave enfermedad cardíaca, a una cárcel peor en Reedsville.

El apoyo al trabajo de este Comité es una necesidad fundamental para todas las personas progresistas y en particular para las mujeres. Hay que desenmascarar la afirmación del presidente Truman de desconocer el caso Ingram. Para liberara a la familia Ingram hay que movilizar apoyos a la campaña de lograr un millón de firmas y a la labor de la Naciones Unidas para que se archive pronto el caso.

La lucha para conseguir empleo para las mujeres negras es una cuestión prioritaria. La cada vez mayor crisis económica junto con el aumento del paro, los recortes de salarios y los cada vez más frecuentes desahucios que provoca, está haciendo que sus efectos se sientan más duramente en las masas de personas negras. En una comunidad negra tras otra quienes más sufren el paro son las mujeres negras, las últimas en ser contratadas y las primeras en ser despedidas. Hay que luchar para conseguir empleos para las mujeres negras en la industria básica, en los empleos de oficinista, en las comunidades y en las empresas privadas de servicios.

La exitosa campaña del Partido Comunista en la zona de East Side de Nueva York para conseguir empleos para las mujeres negras en las tiendas de productos baratos10 ha llevado a la contratación de mujeres negras en toda la ciudad, incluso en comunidades con mayoría de personas blancas. Esta campaña se ha extendido a Nueva Inglaterra y se debe llevar a cabo en otras partes.

Cerca de quince agencias gubernamentales no emplean en absoluto a personas negras. Esta política da carácter oficial a las omnipresentes políticas de la legislación Jim Crow de los capitalistas explotadores al tiempo que las fomenta aún más. Por consiguiente, una campaña para obtener empleos para las mujeres negras en estas agencias gubernamentales impulsaría enormemente toda la lucha para conseguir empleos para las mujeres y hombres negros. Además, tendría un efecto contundente al sacar a la luz la hipocresía del programa de Derechos Civiles del gobierno Truman.

También habrá que luchar enérgicamente contra la práctica cada vez más frecuente del Servicio de Empleo de Estados Unidos de relegara a las mujeres a los empleos de servicio doméstico y personal a pesar de estar cualificadas para otros trabajos.

Ahí donde existe conciencia del papel especial que desempeña la mujer negra se puede emprender una lucha victoriosa que se ganará el apoyo de las y los trabajadores blancos. Un ejemplo reciente fue la iniciativa tomada por las y los trabajadores de la industria de confección textil blancos comunistas en una tienda que emplea a veinticinco mujeres negras y donde había tres máquinas paradas. Es vital promocionar a las mujeres negras trabajadoras. Se ha iniciado un movimiento de boicot y en el momento de escribir estas líneas las máquinas permanecen paradas, las y los trabajadores blancos rehúsan respetar la estricta antigüedad [en el puesto de trabajo] a expensas de las y los trabajadores negros. Mientras tanto, continúan las negociaciones al respecto. De forma similar, en una sección local de [el sindicato] United Auto Workers [Trabajadores del Automóvil Unidos] de [la empresa] Packard de Detroit se ha ganado recientemente la lucha para mantener a las mujeres en la fábrica y para que se promocione a 750, la gran mayoría de las cuales son negras.

La lucha por la paz

Ganar a las mujeres negras para la lucha por la paz es decisivo para todas las demás luchas. Incluso durante la guerra contra el Eje las mujeres negras tuvieron que llorar a sus hijos soldados, linchados mientras servían en un ejército que se regía por la legislación Jim Crow. Por lo tanto, ¿acaso no les interesa luchar por la paz?

Los esfuerzos de los promotores de la guerra de ambos partidos [republicano y demócrata] por obtener el apoyo de las organizaciones de mujeres en general han influido en muchas organizaciones de mujeres negras que en sus últimas convenciones anuales adoptaron posturas de política exterior favorables al Plan Marshall y a la Doctrina Truman. Muchas de estas organizaciones han trabajado con grupos que tiene claras posturas antiimperialistas.

El hecho de que exista un profundo sentimiento de paz entre las mujeres negras que se puede movilizar para emprender una acción eficaz se demuestra no solo en la notable respuesta a los mítines de Eslande Goode Robeson11, sino también en la postura que anunció el año pasado la organización más antigua de mujeres negras liderada por Christine C. Smith exhortando a una movilización nacional de las mujeres negras estadounidenses en apoyo a las Naciones Unidas. A este respecto, sería muy fructífero concienciar a nuestro país de las espléndidas luchas de las mujeres en el norte de África, las cuales, aunque carecen de las necesidades materiales más elementales han organizado un fuerte movimiento por la paz y así se alzan unidas en contra de una Tercera Guerra Mundial en la Federación Internacional Democrática de Mujeres, con 81 millones de mujeres procedentes de 57 naciones.

Basándose en sus principios marxista-leninistas nuestro partido se asienta firmemente sobre un programa de plena igualdad económica, política y social para las personas negras, y de igualdad de derechos para las mujeres. ¿Quién pertenece más a nuestro partido más que la mujer negra, la más explotada y oprimida? Las mujeres negras pueden, y deben, hacer una contribución enorme a la vida y trabajo diarios de nuestro partido. Esto significa concretamente que la responsabilidad principal de ello recae sobre los camaradas blancos, hombres y mujeres. Con todo, los camaradas negros deben participar en esta tarea. Las mujeres negras comunistas deben ocupar ahora el lugar que les corresponde en la dirección del partido en todos los niveles.

La enorme capacidad, militancia y talento organizativo de las mujeres negras pueden ser, si nuestro partido los utiliza bien, una poderosa palanca para presentar a los trabajadores negros, hombres y mujeres, como fuerzas dirigentes del movimiento de liberación de las personas negras, para consolidar la unidad de las personas blancas y negras contra el imperialismo de Wall Street y para que el partido arraigue entre los sectores más explotados y oprimidos de la clase obrera y sus aliados.

Debemos llevar a cabo una intensa discusión en las secciones de nuestro partido sobre el papel de la mujer negra con el objetivo de proporcionar a los miembros de nuestro partido un conocimiento claro para emprender las luchas necesarias en las tiendas y en las comunidades. Tenemos que acabar con el hecho de que se unen a nuestro partido muchas mujeres negras que en sus iglesias, comunidades y grupos fraternales son dirigentes de masas, con una experiencia de masas de valor incalculable que aportar a nuestro partido, y de pronto se encuentran consideradas en las secciones de nuestro partido no como dirigentes sino como personas que tienen iniciarse desde el punto de vista organizativo. Debemos acabar con esta incapacidad para crear una atmósfera en las secciones de nuestro partido, donde los nuevos miembros, en este caso las mujeres negras, se enfrentan al tratamiento del silencio o a intentos de programarlos dentro de un modelo. Además de las implicaciones chovinistas blancas que tienen, estas prácticas confunden la necesidad básica de un conocimiento marxista-leninista, que nuestro partido da a todos los trabajadores y que mejora sus conocimientos políticos, con el desprecio chovinista por el talento organizativo de los miembros negros o por la necesidad de promoverlos a la dirección.

Las personas progresistas deben concienciarse políticamente del estatuto especial de personas oprimidas que tienen las mujeres negras para lograr que estas participen plenamente en la coalición antifascista y antiimperialista, y para llevar su militancia y participación a cotas aún más altas en las luchas actuales y futuras contra el imperialismo de Wall Street.

Esta concienciación, acelerada por las luchas, es lo que convencerá a miles y miles de personas de que solo el Partido Comunista, como vanguardia de la clase obrera y con su perspectiva suprema del socialismo, puede lograr para las mujeres negras (para el conjunto de las personas negras) la igualdad y dignidad plenas de su estatus en una sociedad socialista en la que las contribuciones a la sociedad no se midan por el origen nacional o el color, sino una sociedad en la que hombres y mujeres contribuyan según sus capacidades y, a la larga, bajo el comunismo reciban según sus necesidades.

Claudia Jones fue una periodista y militante comunista nacida en Trinidad en 1915. Su familia emigró a Estados Unidos en 1924 y se asentó en el barrio de Harlem en Nueva York. Desde los 18 años militó en la Liga Comunista Juvenil (Young Communist League) y posteriormente en el Partido Comunista de Estados Unidos. Padeció la caza de brujas promovida por el senador MacCarthy y en 1948 pasó seis meses en la cárcel. En 1955 fue encarcelada otra vez y al no tener la ciudadanía estadounidense pese a residir en el país desde 1924, fue deportada a Inglaterra donde fundó el periódico The West Indian Gazette en 1958. Murió en 1964.

Este artículo se publicó en la revista Political Affairs en junio de 1949 con el título de An End to the Neglect of the Problems of the Negro Woman. Posteriormente se incluyó en el libro de Beverly Guy-Sheftall, Words of Fire: An Anthology of African-American Feminist Thought, Nueva York, The New Press, 1995. Se puede consultar la edición original en https://palmm.digital.flvc.org/islandora/object/ucf%3A4865

[Traducido del inglés para Boltxe Kolektiboa por Beatriz Morales Bastos.]

Notas al pie

  1. Mantenemos el término negro, negra (Negro en inglés) que utiliza la autora en vez del eufemístico persona de color o el políticamente correcto y más moderno afroamericano, afroamericana). El término negro, negra no tiene en sí mismo ninguna connotación negativa, solo la carga impuesta por las personas racistas. Véase el respecto el hermoso poema musicado de Victoria Santa Cruz https://www.youtube.com/watch?v=RljSb7AyPc0 o este otro en el que explica lo que significa su negritud https://www.youtube.com/watch?v=754QnDUWamk
  2. Las Leyes Jim Crow son una serie de leyes aprobadas en 1876 para privar a las personas negras de sus derechos civiles y segregarlas en los espacios públicos. Se aplicaron de iuresobre todo en los estados del sur de Estados Unidos y de facto en los demás. La Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965 las abolieron totalmente.
  3. Rose Lee Ingram (cuyo caso se menciona más adelante), Amy Mallard y los Seis de Trenton eran todos ellos personas negras estadounidenses que se vieron involucradas en juicios repletos de irregularidades y de sesgo racista, Los últimos, por ejemplo, fueron juzgados por el asesinato de un anciano comerciante blanco en Trenton en 1948. En junio de ese año los seis fueron condenados a muerte por un jurado compuesto exclusivamente por personas blancas. Tras varias apelaciones, en 1951, cuatro de ellos fueron absueltos, en 1952 el quinto murió en la cárcel de un ataque el corazón y el sexto quedó en libertad condicional en 1952.
  4. Mantenemos el término que emplea la autora en todo el texto, white chauvinist y más adelante white chovinism) que se utiliza en inglés para referirse aquella persona blanca que considera que es superior a las personas no blancas y, en el segundo caso, a ese sentimiento. El término también tiene el significado de machista y machismo respectivamente.
  5. Mammy era el término con el que se designaba a las mujeres negras que se encargaban de cuidar a los niños blancos. Los equivalentes a nuestro término mamá son son mom o mommy.
  6. Hoy en día en los sectores rurales del sur, en particular en lo que queda de las antiguas plantaciones, hay hogares en los que abuelas ancianas dirigen a sus hijas, hijos y nietos con autoridad matriarcal.
  7. La Asociación Nacional para el Fomento de las Personas de Color es una organización estadounidense fundada en 1909 que defiende los derechos civiles de las personas negras y cuya misión es garantizar la igualdad política, educativa, social y económica de los derechos de todas las personas, y eliminar el odio y la discriminación raciales. Por su parte, la National Urban League (que cita a continuación), es la organización de defensa de los derechos de las personas negras y en contra de la discriminación racial más antigua de Estados Unidos.
  8. La Reconstrucción es el periodo de la historia de Estados Unidos posterior a la Guerra Civil (1865-1877) durante el cual se trataron de corregir las injusticias de la esclavitud y su legado político, social y económico, además de resolver los problemas derivados de la readmisión en la Unión de los once estados que se habían escindido.
  9. Se refiere a un dicho alemán de finales del siglo XIX que afirmaba que las mujeres se deben dedicar a las tres K, die Küche, die Kirche, die Kinder, la cocina, la iglesia, los niños.
  10. Five-and-dime stores eran tiendas en las que se vendían todo tipo de objetos muy baratos (a cinco y quince céntimos de dólar) especialmente objetos para la casa y de higiene. Serían el equivalente a las tiendas de Todo a un euro del Estado español.
  11. Eslande Goode Robeson (1895-1965) fue una antropóloga, escritora, actriz y activista de derechos humanos estadounidense.

 

Fuente:
https://www.boltxe.eus/acabar-abandono-los-problemas-las-mujeres-negras/
Fuente imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/Xdd5NAzqPTQyFs1ANALMO7_q5aJDupjZcVAP9OPnon9SrZ-vKA0E7GFYAOexYGd_oiwy=s85
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Entrevista: Somos responsables de los daños a la biodiversidad y debemos protegerla»: Leyla Acaroglu

América del Norte/ EEUU/Diciembre 2016/Entrevista/http://www.cinu.mx/

La fundadora de Disrupt Design (Nueva York), Eco Innovators (Melbourne) y UnSchool, Leyla Acaroglu, es una de los seis ganadores del Premio Campeones de la Tierra que otorga el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a destacados líderes de gobierno, la sociedad civil y el sector privado cuyas acciones han tenido un impacto positivo sobre el ambiente.

El PNUMA le otorgó su máximo galardón a esta australiana por promover un cambio positivo a través del diseño, la innovación, la comunicación y la conexión humana.

En entrevista con ONU México, Leyla Acaroglu afirmó que el medio ambiente y la biodiversidad es una real pasión para ella y que es necesario protegerlos porque son esenciales para el bienestar, la alimentación y la salud humana.

«Somos responsables de los daños y destrucción del medio ambiente y la biodiversidad que hemos hecho desde el inicio de la revolución industrial. Tenemos que hacer un cambio muy importante y buscar la manera de hacerlo para que sea sustentable», dijo.

«Tenemos que entender que al destruir la biodiversidad, destruimos los servicios y beneficios que la biodiversidad nos da a nosotros los humanos», agregó.

A las personas que no creen en el cambio climático y los beneficios del medio ambiente, Acaroglu expuso que sólo hay que pensar que los seres humanos necesitamos respirar aire, tomar agua y comer alimentos para vivir.

«No se necesitas tener mucho bagaje científico, aunque es muy difícil contradecir la ciencia, para entender que necesitamos de la biodiversidad para sobrevivir. Tenemos que vivir en este planeta y tenemos que confiar en los recursos que nos sostienen. Por lo tanto, debemos tener una visión colectiva para proteger estos servicios, innovar y buscar las soluciones para estar encima del problema que enfrentamos», explicó.

Fuente

http://www.cinu.mx/noticias/la/somos-responsables-de-los-dano/

Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/aN5tHi_rlbKhxSYfVfYDHzUxUKUj__86C4jtuwaaCdU9AL4XnOSdFiF58kUZvD_-WOEAe5M=s85

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