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Qué obstáculos enfrentan día a día los estudiantes mexicanos para acceder a la educación

México atraviesa un panorama complejo debido a que un 18% de las población no logra entrar a la educación formal.

La desigualdad educativa es una de las principales barreras para el desarrollo económico y social de México, pues no solo no permiten el crecimiento social dentro de las comunidades y del país entero, sino que trunca el desarrollo de los estudiantes de distintas edades.

La desigualdad en la educación se identifica con las diferencias entre el acceso, los recursos didácticos disponibles, la infraestructura y la calidad educativa a la que accede la comunidad educativa. De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), la desigualdad educativa en México rebasó el promedio de la región latinoamericana y del mundo en 2023.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) resaltó que México necesita un sistema educativo que genere en sus estudiantes las habilidades necesarias para el futuro, pero también uno que garantice la igualdad educativa en términos de acceso, permanencia y calidad en el país.

Fotografía de archivo de estudiantes de secundaria asistiendo a una clase EFE/ David Guzmán (EPA) EFE

Acceso a la educación

En México hay 34.8 millones de niños, niñas y jóvenes entre tres y 18 años que, por su edad, deberían asistir a la educación obligatoria. De ellos, 6.4 millones no asisten a la escuela (18%). La mitad de los estudiantes que no logran acceder a la educación formalpertenecen a algún grupo desfavorecido, tales como las comunidades indígenas, personas con discapacidad, población rural y afrodescendiente.

La población que enfrenta mayores obstáculos en el acceso se da entre las personas que hablan alguna lengua indígena, ya que de ellas, casi tres de cada 10 no asisten a la escuela. Esto representa una diferencia de nueve puntos porcentuales en comparación con aquellos que solo hablan español. Estas poblaciones enfrentan barreras estructurales, como el idioma, la falta de infraestructura, la lejanía de planteles o las normas sociales, que limitan su acceso a una educación de calidad.

Permanencia a la educación

Otro obstáculo para cerrar las brechas educativas es la falta de permanencia en la educación, es decir, los estudiantes abandonan la escuela antes de concluir la educación obligatoria. En México nueve de cada 10 estudiantes que inician la primaria logran llegar a la secundaria, pero la proporción se reduce a siete entre estudiantes de habla indígena y a seis entre jóvenes con discapacidad.

Un chico adolescente irradia felicidad al ser acogido cálidamente por un grupo de amigos en la escuela. Esta imagen simboliza la importancia de la integración y la aceptación en la etapa del secundario, resaltando cómo las amistades positivas contribuyen al bienestar y la salud mental de los jóvenes. Refleja también el valor de la psicología y la psiquiatría en el apoyo a la salud emocional durante la adolescencia. (Imagen ilustrativa Infobae)

Conforme avanza el camino hacia la educación superior, las diferencias se profundizan. Solo uno de cada tres jóvenes que inició la primaria logrará llegar a la universidad, sin embargo, esta cifra se reduce a cuatro de cada 100 entre las personas con discapacidad y a tres de cada 100 de aquellos que hablan alguna lengua indígena.

Calidad educativa

Una educación de calidad implica preparar a los estudiantes de manera integral y dotarlos de las herramientas necesarias para enfrentar el mercado laboral. La calidad educativa es la suma de elementos como la infraestructura escolar, los recursos didácticos, la suficiencia de los docentes, y los logros educativos, que da como resultado mejores rendimientos académicos y se mide a través del aprovechamiento académico de los estudiantes.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señaló en 2020 que uno de cada 10 mexicanos en educación obligatoria está en rezago educativo, es decir, que su nivel escolar no corresponde al que deberían tener de acuerdo con su edad. Factores como el nivel socioeconómico, la plantilla y capacitación docente, así como el acceso a una mayor conectividad pueden influir en la calidad educativa que reciben los estudiantes.

Nivel socioeconómico

En México, este es un fuerte predictor del rendimiento educativo de los estudiantes. De acuerdo con los resultados de México en la última prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA 2022), los estudiantes que pertenecen al 20% de los hogares de ingreso más altos, superaron a aquellos estudiantes del 20% de los hogares con menos ingresos en Matemáticas por 59 puntos, diferencia que equivale a tres grados de escolaridad.

Plantilla docente. De acuerdo con PISA 2022, 31% de las escuelas secundarias en México respondieron no contar con una plantilla docente suficiente y 18% considera que no tiene personal docente capacitado adecuadamente, esto con base en la opinión de los directivos de las escuelas y de los mismos docentes.

Aunque no hay consenso sobre el efecto que tiene la tasa de alumnos por docente sobre el desempeño académico, de acuerdo con la OCDE existe un alto nivel de aceptación que entre más jóvenes los estudiantes, requieren mayor interacción con los docentes para obtener mejores resultados en la calidad de la educación que reciben. Además, hay evidencia internacional de que grupos más pequeños pueden beneficiar a estudiantes de contextos vulnerables.

En promedio, entre los países de la OCDE, la proporción de alumnos por docente varía muy poco entre instituciones públicas y privadas. Por ejemplo, en secundaria, en las escuelas públicas la proporción es de 13 alumnos por docente y desciende a 12 en las escuelas privadas. Sin embargo, México es el país de la OCDE con la mayor diferencia de esta proporción entre secundarias públicas y privadas, en promedio, los docentes en escuelas privadas atienden 15 alumnos, mientras que asciende a 31 en escuelas públicas.

Brechas digitales. La tecnología tiene la capacidad de poner la educación a disposición de los estudiantes que enfrentan obstáculos para acceder a la escuela a un buen contenido educativo o a maestros capacitados. La Unesco señala que recursos como dispositivos móviles o la televisión son asequibles y tienen un extenso historial de buenos resultados para llevar educación a lugares apartados.

En un mundo digitalizado, acceder a un dispositivo electrónico, fuera y dentro de las aulas, se traduce en un mayor acceso a la información. Sin embargo, en agosto de 2023, la Unesco emitió un llamado para el uso apropiado de la tecnología en la educación con el objetivo de que los países encuentren un balance entre los recursos tradicionales y digitales. Ejemplo de esto es Suecia que pausó la digitalización total de sus escuelas para reducir el tiempo de pantallas y regresar al uso de libros de texto.

No obstante, en países con brechas digitales más pronunciadas, un acceso equitativo a la información puede ser un paso en cerrar las brechas en el aprendizaje entre aquellos estudiantes con y sin acceso a herramientas en línea. Con el profundo impacto que la tecnología tendrá en la educación, las personas con menor acceso a dispositivos electrónicos quedarán aún más rezagadas.

La educación es un pilar para impulsar el crecimiento económico, promover la equidad de género, fortalecer la salud pública y mitigar la pobreza. El acceso equitativo a una educación de calidad empodera a individuos y comunidades, lo que conduce a beneficios económicos y sociales.

https://www.infobae.com/educacion/2024/02/07/que-obstaculos-enfrentan-dia-a-dia-los-estudiantes-mexicanos-para-acceder-a-la-educacion/

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Debatir la educación en América latina

Por Carina Cabo

En la Ministerial de Educación, en Chile, se abordaron tres temas clave: el desafío de la reactivación educativa, la transformación de la enseñanza para garantizar el derecho a la educación y el financiamiento que requieren estas políticas públicas.

Días pasados se llevó a cabo la Ministerial de Educación en Chile, un encuentro convocado por la UNESCO y el Ministerio de Educación de Chile y con la coorganización de la CAF, Banco Mundial, CEPAL y UNICEF, con el objetivo de reactivar y transformar la enseñanza para garantizar el derecho a la educación.

Para dicha reunión se convocó a altas autoridades educativas de América latina y el Caribe para crear un marco de referencia regional sobre políticas públicas para la recuperación de los aprendizajes de 125 millones de estudiantes que constituyen los sistemas educativos de 33 países de la región.

Datos cuantitativos dan cuenta del estancamiento de la educación: las Pruebas Pisa 2022 señalan que 3 de cada 4 niños no alcanzan competencias mínimas en Matemática y más de la mitad tiene dificultades en lectoescritura, no comprenden lo que leen. Si bien podríamos decir que estas cifras son consecuencia de la pandemia, producto de la desvinculación de los estudiantes, previo al Covid 19 ya había más de 10 millones de niños y jóvenes que no accedía al sistema educativo.

A su vez, en el Informe regional de monitoreo ODS4-Educación 2030 (2022), UNESCO plantea que todavía hay un porcentaje pequeño de la población que accede a programas de desarrollo de la primera infancia: apenas el 18,6% de los niños y niñas entre cero y dos años. Y considera necesario acelerar estos ritmos de inclusión, ya que, de sostenerse ese porcentaje, para el 2030 se alcanzará a cubrir apenas una cuarta parte de la población. Sumado a esto, entre 2015 y 2020 también se observa una desaceleración de los indicadores de acceso a la educación primaria y secundaria y una fuerte caída de estudiantes que finalizan la escuela media, apenas el 63%. Por ende, la deuda educativa es cada vez mayor y perjudica a los sectores más desfavorecidos.

En las sesiones de la Ministerial de Educación, las autoridades convocadas no sólo se reunieron para intercambiar buenas prácticas, sino también para identificar oportunidades de cooperación regional. Y abordaron tres temas clave: el desafío de la reactivación educativa, la transformación de la enseñanza para garantizar el derecho a la educación y el financiamiento que requieren estas políticas públicas, haciendo hincapié en que la educación es un bien público y un derecho humano fundamental que permite sacar a los hombres y las mujeres de la pobreza, superar las desigualdades y garantizar un desarrollo sostenible.

Sin embargo, nuestro país, lejos de destacar la importancia de la educación pública como acceso a una vida mejor, convirtió el Ministerio de educación nacional en Secretaría e intenta tomar medidas en desmedro de la calidad, tales como que profesionales sin formación docente puedan dar clases o habilitar el homeschooling (enseñanza en casa), como si alcanzara pararse en el frente de un aula para enseñar y que esto garantice que el estudiante aprenda. Pero nada propone para la capacitación de los maestros o profesores que están en las aulas.

Por tanto, es fundamental que los países de la región, caracterizados por la alta desigualdad y con baja capacidad institucional de convocar a niños y jóvenes, logren acuerdos y ayuden a la transformación del sistema educativo a sabiendas que los países más desarrollados son los que tienen políticas públicas ancladas en la educación, la ciencia y la tecnología.

Si pretendemos un Estado más justo y equitativo, hoy por hoy, hay que defender lo obvio: la educación como un derecho de todos y como una responsabilidad compartida, no un privilegio de quienes más tienen. “Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia”.

https://www.infobae.com/opinion/2024/01/31/debatir-la-educacion-en-america-latina/

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México: La super-explotación del trabajo docente

La super-explotación del trabajo docente

 

 

COLUMNA CORTOCIRCUITOS

Un calendario escolar interminable. Largas horas de preparación de clase. Actividades fuera del horario de trabajo. Reducción de los salarios reales. Revisión de exámenes. Planeación. Evidencias y más evidencias. Atención personalizada. Compra de materiales. A veces compra de comida para estudiantes. Talleres, reuniones y otra vez talleres. Sesiones con padres y madres de familia. Atención a los riesgos de violencia. Vigilancia y más vigilancia. Portafolios. Fiestas, despedidas y efemérides. Preparar decoraciones y festejos para la Navidad, día de la madre, día del estudiante, fiestas patrias, día de muertos, graduaciones. Calificar trabajos. Subir evidencias. Seguimiento de estudiantes. Periódicos murales. Reuniones. Programas analíticos. Proyectos de aula. Proyectos escolares. Proyectos comunitarios. Planeación didáctica. Desfiles. Consejos Técnicos. Convocatorias en sábados; más lo que se le vaya ocurriendo a la SEP en la semana, en el fin de semana o en vacaciones, que ya no son tales, sino recesos escolares.

Ese es el quehacer habitual de les, las y los maestros de educación básica en México. Es su pasmosa cotidianidad, conocida pero no reconocida, menos aún pagada. Al contrario, es muy frecuente que paguen de su bolsillo mejoras en la escuela, fiestas escolares, comida para sus estudiantes, entre tantas otras cosas.

Las maestras la tienen más difícil: dar de desayunar, preparar comida para la semana, realizar el trabajo doméstico, lavar ropa, atender hijos e hijas, cuidar el gasto familiar. Y además labores burocráticas, relaciones sindicales, atención a riesgos, gestiones, entre tantas cosas más.

El universo del trabajo docente es infinito. Nunca se acaba: empieza en la escuela, sigue en la casa, invade la familia, los recreos, los domingos y días festivos; es tan demandante que ya no se sabe -como dicen las maestras- dónde termina o cuándo acabará. Además, se ha normalizado tanto que no se cuestiona, si acaso solo una parte, como aumento de requerimientos administrativos al magisterio. Nada más. Es lo que se ve, lo que se siente, incluso lo que se dice y se demanda.

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-super-explotacion-del-trabajo-docente/

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Adopción de dieta “globalizada” impacta la salud de los mexicanos y sus ecosistemas

Por: Patricia López / Rafael Paz

Un gran número de mexicanos ha cambiado en los últimos años su dieta, abandonando lo tradicional (consumo de proteína vegetal, como frijoles y maíz) por una opción más globalizada (carne y trigo). Esta modificación ha impactado la salud de la población y afectado diversos ecosistemas a lo largo y ancho del territorio nacional, así lo apunta el estudio “Socioeconomic, demographic and geographic determinants of food consumption in Mexico”, difundido por la publicación especializada Plos One.

En la investigación participaron los especialistas universitarios Louise Guibrunet, del Instituto de Geografía (IGg); Ana G. Ortega- Avila, de la Facultad de Medicina (FM); Esperanza Arnés, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, y Francisco Mora Ardila, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad.

Hallazgos

La investigación tuvo como punto de partida la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública en colaboración con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, que se generó en el periodo 2018–2019. Esta decisión se debe, como explica la publicación, a que “la encuesta es transversal, probabilística, polietápica y estratificada, y es representativa de la población mexicana a nivel nacional, regional y por tipo de asentamiento (urbano/rural). Las regiones propuestas por la Ensanut y utilizadas en este artículo reflejan ampliamente las diferencias climáticas y culturales en todo el país que han dado forma a diversas dietas”.

“Lo que intentamos hacer con el artículo fue agrupar a las personas en México dependiendo de los alimentos que consumen, de sus patrones de alimentación, y permiten evaluar qué tan buena o mala es ésta en las personas”, explicó Ana Ortega-Avila, profesora en Ciencias de la Nutrición Humana en la FM.

“Encontramos que la población mexicana se divide en cuatro grupos o patrones de alimentación: el ‘básico’ (6 % de los habitantes), el cual se parece más a la dieta tradicional y generalmente se encuentra al sur del país y en zonas rurales; el ‘prudente’ (26 %), que incorpora de manera más balanceada diferentes grupos de alimentos, e incluye más frutas y vegetales; el ‘alto en carnes’ (60 %), el cual consume carnes y cereales; y finalmente el ‘bajo en frutas’ (8 %), que come muy pocas frutas y verduras, también carne, pero ingiere más grasas y azúcares”, precisó.

Para Louise Guibrunet, del Departamento de Geografía Social del IGg, uno de los hallazgos más importantes es que la elección de la dieta no es meramente personal: “hay factores que explican por qué nos encontramos en un grupo u otro, los cuales pueden ser diversos: demográficos –como la edad o el sexo–, geográficos –en qué región del país vivimos–, etcétera. No comemos lo mismo si vivimos en el norte o en el sur, tampoco si es en una ciudad o el campo, y depende también de nuestro nivel de ingreso”.

Puso como ejemplo al grupo ‘básico’: “no solamente encontramos que hay muy poca población que pertenece a él, también tienden a ser personas que viven en zonas rurales del sur o del centro del país y con un nivel socioeconómico menor”. Como contrapunto, señaló al de ‘alto en carnes’: “es muy sorprendente que fue el grupo más grande con 60 % de habitantes; es más probable que sean individuos de ingreso económico alto y que vivan en el norte del país. Esto tiene impactos tanto para la salud como para la sustentabilidad”.

Mayor ingreso, más consumo

La publicación igualmente enfatiza que la cantidad de comida difiere dependiendo del grupo que se aborde.

“Los individuos del nivel socioeconómico más alto consumen un 20 % (261 gramos) más alimentos al día que aquéllos con ingresos más bajos. Las personas de este nivel económico tendían a comer más legumbres y maíz (entre un 15 y un 20 % más que el promedio nacional para los dos grupos más bajos)”, agregó.

“El consumo de todos los demás alimentos (frutas, verduras, lácteos, carne, grasas, cereales, azúcar, raíces, aceite, pescado y frutos secos) aumentó con el nivel socioeconómico. En particular, la ingesta de hortalizas y cereales distintos del maíz variaba según el estatus socioeconómico (los individuos del nivel más alto comían en promedio un 37 % más de verduras que los del nivel más bajo).”

Al tomar en cuenta la variable del sexo y la edad, también se encontraron diferencias, ya que “los hombres consumieron un 17 % (229 gramos) más de comida al día que las mujeres. Ellas incorporaron más frutas y verduras como proporción de su consumo total de alimentos, y relativamente menos maíz. La carne formaba una parte importante de la dieta de las personas de 18 a 39 años; mientras que las legumbres fue la parte más importante de la dieta de quienes tienen de 50 a 69 años”.

Asimismo, cuando se habla de poblaciones urbanas y rurales: “Los rurales comieron un 37 % más de maíz y un 36 % más de legumbres que los urbanos, y consumieron menos carne (–39 %), pescado (–36 %) y lácteos (–31 %). Los citadinos ingirieron un 24 % más de cereales (distintos del maíz) que los rurales”.

Respecto a la ubicación geográfica: “El consumo de alimentos también difirió en todo el país: mientras que los residentes del norte comieron un 7 % más de carne y pescado, un 27 % más de huevos y un 14 % más de cereales (excluido el maíz) que el promedio nacional, los habitantes del sur y el centro del país consumían más maíz (11 y 22 % respectivamente), frutas (3 y 10 %) y legumbres (1 y 10 %) que el promedio nacional. En tanto quienes viven en Ciudad de México ingirieron 31 % más raíces, 16 % más carne, 14 % más cereales y 13 % más lácteos que el promedio nacional”.

Sustentabilidad

Guibrunet argumentó que los resultados tienen implicaciones para la sustentabilidad del país, porque “el sector alimentario es uno de los que más contribuye a las grandes problemáticas ambientales, como son el cambio de uso de suelo –forestal a agrícola– y las emisiones de gases de efecto invernadero las cuales abonan al cambio climático. En particular, la producción de carnes rojas es la que más contamina”.

“Cada vez menos gente mantiene una dieta con un insumo de proteínas principalmente vegetal, como el frijol; en cambio, tenemos un grupo muy grande, de más de la mitad de la población, que consume mucha carne. Esto nos dice que los impactos ambientales asociados a nuestra ingesta de alimentos serán muy altos y debemos pensar en cómo reducirlos”, sugirió y añadió:

“Por eso es muy importante preservar la dieta tradicional que tenemos en México, que es muy rica y que funciona bien, tanto para las personas en su salud como para el medio ambiente.”

La idea es invitar a la población a comer alimentos que se produzcan localmente.

Repercusiones

Ortega recalcó que esos resultados son una llamada de atención, y de no atenderla aumentarán a futuro los problemas de salud del país.

La globalización de las dietas y el alejamiento de las tradicionales tienen una repercusión en la salud humana. Se ha visto que hay un incremento de enfermedades asociadas con la alimentación. Existe un gran porcentaje de personas con obesidad, hipertensión, diabetes y otros padecimientos cardiovasculares en el país, lo que pone mucha presión a los sistemas de salud. “Es muy caro atender a tanta gente enferma, especialmente si requieren largos periodos de tratamiento”, alertó.

Para la especialista no es extraño que hayan aumentado ciertos padecimientos en las últimas décadas porque vivimos en un mundo globalizado, y con la importación de alimentos al país, así como la producción de ultraprocesados dentro de México, “ahora es posible adoptar dietas muy distintas a la mexicana”.

“Diferentes alimentos empiezan a estar disponibles con más facilidad para las personas, lo que incentiva que los adquieran, y muchas veces no son los más saludables, ya que incluyen productos ultraprocesados o de comida rápida. No es casualidad que conforme hemos globalizado nuestra dieta, también nuestro perfil de enfermedades ha cambiado”, subrayó y concluyó haciendo una invitación a la población en general:

“La idea es invitar a la población a comer alimentos que se produzcan localmente, que han estado en México por miles de años y evitar adquirir empaquetados; disminuir el consumo de carne rojas, las cuales es posible reemplazar con proteína de origen vegetal, como frijoles, lentejas, habas, que son superimportantes y disponibles en las tradiciones culinarias de México. La dieta tradicional es más sostenible, más saludable. ¡Regresemos un poquito en el tiempo!”

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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El Ciudadano King, un documental sobre Martin Luther King, ícono de la lucha por la discriminación racial, por TV UNAM

POR: TV UNAM

Martin Luther King (Atlanta, Georgia,15 de enero de 1929-Memphis, Tennessee, 4 de abril de 1968), fue un destacado líder del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, conocido por su lucha incansable contra la discriminación racial y por promover la igualdad para todos los ciudadanos. Para conocer más de este activista, TV UNAM transmite el documental de dos partes Ciudadano King (Estados Unidos, 2004), de Orlando Bagwell y Noland Walker, producido por la PBS, la red de televisión pública de los Estados Unidos, los viernes 16 y 23 de febrero, a las 19:30 horas, con retransmisión los sábados 17 y 24 de febrero, a las 16:00 horas.

A partir de imágenes periodísticas, fotografías de archivo y recreaciones de la vida de King, a manera de película casera, el documental traza un relato sobre el líder de la lucha por los derechos civiles. Asimismo, incluye los testimonios, tanto de personas que fueron cercanas al activista como de sus detractores, para poner en contexto algunos de los acontecimientos de esos años.

Ciudadano King empieza una tarde de agosto de 1963, cuando Martin Luther King, un ministro de 34 años, pronunció un discurso que cautivó a una multitud de más de doscientas mil personas reunidas en el Monumento a Lincoln de Washington, y a millones más en todo el país que lo siguieron por televisión. Con pasión y precisión, proclamó su visión de una nación libre de racismo y declaró: «Ahora es el momento de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios».

Lo que llegó a conocerse como el discurso «Tengo un sueño» fue un punto culminante en la carrera pública de Martin Luther King, pero también fue un punto de inflexión en su vida personal, ya que se embarcó en una controvertida y solitaria carrera para luchar por redefinir y redirigir el movimiento que había ayudado a liderar. La búsqueda no terminaría hasta su prematura muerte cinco años después.

Fue asesinado el 4 de abril de 1968, en Memphis, Tennessee, a la edad de 39 años, mientras se encontraba en el balcón del Lorraine Motel, tras pronunciar su último discurso «I’ve Been to the Mountaintop», en apoyo a los trabajadores afroamericanos de saneamiento, que estaban en huelga para lograr mejores condiciones laborales y salarios justos.

No te pierdas la transmisión por la señal de TV UNAM del documental Ciudadano King, los viernes 16 y 23 de febrero, a las 19:30 horas, con retransmisión los sábados 17 y 24 de febrero, a las 16:00 horas.

Puedes seguir toda la programación de TV UNAM por 20.1 TV abierta / 20 Izzi y Totalplay 120 Axtel TV, Dish, Sky y Megacable y a través de cualquier dispositivo móvil por tv.unam.mx. Síguenos en Facebook: TVUNAMoficial, Instagram: TVUNAMoficial, Twitter: @tvunam y Tik Tok: @tvunam

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org
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LA SUPER-EXPLOTACIÓN DEL TRABAJO DOCENTE

Un calendario escolar interminable. Largas horas de preparación de clase. Actividades fuera del horario de trabajo. Reducción de los salarios reales. Revisión de exámenes. Planeación. Evidencias y más evidencias. Atención personalizada. Compra de materiales. A veces compra de comida para estudiantes. Talleres, reuniones y otra vez talleres. Sesiones con padres y madres de familia. Atención a los riesgos de violencia. Vigilancia y más vigilancia. Portafolios. Fiestas, despedidas y efemérides. Preparar decoraciones y festejos para la Navidad, día de la madre, día del estudiante, fiestas patrias, día de muertos, graduaciones. Calificar trabajos. Subir evidencias. Seguimiento de estudiantes. Periódicos murales. Reuniones. Programas analíticos. Proyectos de aula. Proyectos escolares. Proyectos comunitarios. Planeación didáctica. Desfiles. Consejos Técnicos. Convocatorias en sábados; más lo que se le vaya ocurriendo a la SEP en la semana, en el fin de semana o en vacaciones, que ya no son tales, sino recesos escolares.

Ese es el quehacer habitual de les, las y los maestros de educación básica en México. Es su pasmosa cotidianidad, conocida pero no reconocida, menos aún pagada. Al contrario, es muy frecuente que paguen de su bolsillo mejoras en la escuela, fiestas escolares, comida para sus estudiantes, entre tantas otras cosas.

Las maestras la tienen más difícil: dar de desayunar, preparar comida para la semana, realizar el trabajo doméstico, lavar ropa, atender hijos e hijas, cuidar el gasto familiar. Y además labores burocráticas, relaciones sindicales, atención a riesgos, gestiones, entre tantas cosas más.

El universo del trabajo docente es infinito. Nunca se acaba: empieza en la escuela, sigue en la casa, invade la familia, los recreos, los domingos y días festivos; es tan demandante que ya no se sabe -como dicen las maestras- dónde termina o cuándo acabará. Además, se ha normalizado tanto que no se cuestiona, si acaso solo una parte, como aumento de requerimientos administrativos al magisterio. Nada más. Es lo que se ve, lo que se siente, incluso lo que se dice y se demanda.

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Con trabajo científico rescatan patrimonio musical de México

Por: Laura Lucía Romero Mireles

 

Foto: La Cantoría, de la comunidad de Santa María Ostula, durante la grabación.

En documentos resguardados en archivos históricos desconocidos para la mayoría de las personas, algunos en catedrales, se hallan obras inéditas que forman parte del patrimonio musical de México, que se suman a otras de tradición oral, varias de las cuales se encuentran al borde de la extinción.

Por ello, señaló Lucero Enríquez Rubio, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, es importante registrarlas; difundirlas es la mejor forma de preservarlas y evitar que mueran.

Gracias al proyecto “El pasado que suena y resuena”, del Seminario de Música de la Nueva España y el México Independiente (Musicat), con sede en esa entidad universitaria, y con apoyo de la Fundación Cultural Grammy Latin, fue posible grabar 22 piezas de diferentes géneros y épocas –la más antigua data del año 1660, aproximadamente– en diversos lugares del territorio nacional.

La investigadora recordó que al inicio del trabajo se planteó rescatar 10 obras musicales y grabarlas en tres videos con una duración aproximada de seis minutos. El resultado fue un micrositio, disponible en la página del Seminario (http://www.musicat.unam.mx/), el cual contiene una sonoteca que incluye las pistas originales de los géneros: alabado, canción cardenche, credo, cuadrillas, oficio de difuntos, salmo y vals.

También se elaboró un video que lleva el título del proyecto, en el que se muestra el rescate de tres géneros: credo, alabado y vals. El primero, se explica, es una declaración de fe; se reza o se canta por los fieles, el sacerdote o los cantores, y no puede faltar en misa y otros actos del culto católico.

Coro del género alabado, dirigido por Víctor Cisneros.

Tradición oral en Michoacán

En Santa María Ostula, en la costa-sierra de Michoacán, los cantores de la comunidad son quienes conducen los actos devocionales con sus cantos litúrgicos y rezos en latín, como hace siglos se hacía en el entorno de las catedrales. Se trata de una tradición oral transmitida por generaciones; sin embargo, este saber está en peligro de desaparecer, a menos que los jóvenes hagan suyo ese patrimonio musical.

Se indica en el video que los alabados surgieron dedicados al Santísimo Sacramento y a la Inmaculada Concepción; constituyen un género devocional importante, difundido en el sur de lo que hoy es Estados Unidos y por América Latina.

Algunos más a la pasión y muerte de Cristo, razón por la cual se entonan en Semana Santa y también en velorios. Actualmente los ejecutan los cardencheros (intérpretes a capela del llamado canto cardenche) de Sapioriz, Durango, en ocasiones como la procesión del silencio o en sepelios.

En el archivo de la Catedral de esa entidad hay documentos del género que en el pasado se interpretaba dentro de recintos religiosos y fuera de ellos, como en procesiones, por ejemplo de Corpus Christi.

Para el proyecto del IIE, se entonó, por primera vez en siglos, el alabado del compositor italiano del siglo XVIII, Santiago Billoni, a cargo de un coro que se formó únicamente para la investigación, así como la única obra en español de Francisco López Capillas (1608-1674), cuya partitura está dañada y tuvo que ser transcrita.

Los Cardencheros de Sapioriz, Museo Ex-hacienda La Loma, Durango.

En el material audiovisual además se aborda el vals, del cual se resguarda más de un centenar de partituras en el archivo de música de la Catedral de México, casi todas para piano solo, y algunas para orquesta. Los investigadores encontraron también dos para guitarra.

Ese género tuvo gran difusión en México, donde ha sido apropiado de diferentes formas: en Teotitlán del Valle, Oaxaca, por ejemplo, es parte de la Danza de la Pluma, de gran valor ritual, y es interpretado por las bandas de aliento en diferentes regiones del estado.

La grabación se hizo con una metodología transdisciplinar, en la que participaron músicos, escritores, cineastas, videoastas, historiadores, archivistas y fotógrafos, como ocurre en Musicat. “Nos importaba probar cómo la música del pasado pudo tener reverberación y seguirse escuchando en la actualidad”, mencionó Enríquez Rubio.

¿Cómo en una comunidad alejada de Michoacán siguen cantando en latín, tal y como los frailes hicieron después de la Conquista? “Con este proyecto quisimos dar a conocer y hacer conciencia de que nuestro pasado está presente en la vida cotidiana a través de la música, que ha tenido diferentes manifestaciones”, reflexionó.

Con la producción del video, que para el espectador es un viaje musical, geográfico e histórico, “queremos que el público se emocione y entienda que esto forma parte del patrimonio cultural de México y que hay que cuidarlo, difundirlo y conservarlo”, expresó la experta.

El tráiler (https://youtu.be/mJUmiOy3OZY?si=mKxu9ZPiUmo7F9tR) está disponible en la página del Seminario, y ahí mismo se podrá apreciar el video completo después de su estreno en la sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, a finales de enero de 2024, por lo que la investigadora pidió al público estar pendiente.

Fotos: Francisco Parra.

Sólo una muestra

La clavecinista y especialista en música del periodo barroco detalló que en la sonoteca se pueden apreciar las grabaciones logradas y también una ficha con datos de la obra (título, autor, año e intérpretes), así como fuentes y producción.

De ser el caso, también se vincula con más proyectos de Musicat: catálogos de música, base de datos de actas de cabildo y otros ramos, libros de coro, la partitura o el manuscrito. “Es todo un paquete de información disponible para su consulta”.

En Musicat, indicó Enríquez Rubio, están publicados cuatro catálogos (en línea y de libre acceso) de los papeles y libros de música del archivo del Cabildo Catedral Metropolitana de Ciudad de México. “Los 2,463 registros contenidos en el catálogo electrónico dan una visión inédita de este acervo en tanto que abarca desde repertorio litúrgico polifónico hasta bailes de salón, escenas de ópera y métodos de estudio”, se menciona en la presentación del documento electrónico.

Son resultado de la dedicación y una labor meticulosa y profesional. El primer volumen está dedicado a villancicos y cantadas; el segundo a las vísperas, antífonas, salmos, cánticos y versos instrumentales; el tercero a maitines, oficios de difuntos, series de responsorios, invitatorios, lecciones y responsorios individuales; y el cuarto a himnos, versículos y motetes. “También estamos haciendo el catálogo de los libros de coro, que son 134, y que estará a disposición del público en el curso de este año”, anunció la especialista.

Estimó que en dos años se concluirán los volúmenes, a los cuales se sumarán los correspondientes a las misas, música vocal, canciones devocionales y ópera, música instrumental e incluso un colofón.

Namibia Rivera, coordinadora de la Biblioteca Beatriz de la Fuente, en Oaxaca.

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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