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Pobre México, tan lejos de Dios y tan violento como Estados Unidos

Pobre México, tan lejos de Dios y tan violento como Estados Unidos

Artículo de Opinión

Por: Patricio Montesinos

La más reciente actuación policial contra manifestaciones pacíficas de maestros en Oaxaca confirmó nuevamente que México sigue siendo uno de los países más represivos y violentos de este continente, como lo son su poderoso vecino fronterizo Estados Unidos, además de otras naciones latinoamericanas, entre ellas Honduras, Colombia, Perú, Paraguay y Guatemala.

Ante las protestas de rechazo esta semana de centenares de profesores a otra reforma neoliberal educativa del gobierno mexicano, los gendarmes respondieron con el acostumbrado uso desmedido de la fuerza, causando 13 muertos, 25 heridos y más de 100 desaparecidos, según informaciones difundidas por medios de prensa.

Esa manera de proceder de las fuerzas del orden es una práctica habitual en México en los últimos años, al igual que los crímenes de estudiantes, periodistas, campesinos, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones de miles de personas.

El neoliberalismo sin límites aplicado por sus autoridades, el dominio de los llamados poderes fácticos, que actúan al margen de las leyes, y el narcotráfico y la corrupción, han convertido a esa relevante nación de Nuestra América en un verdadero manicomio para sus ciudadanos.

Las administraciones de Estados Unidos, otro de los países más opresivos y violentos del hemisferio occidental, son en buena medida las responsables del caos que reina en México, porque alientan desde su territorio el desorden y la anarquía como método de dominación para continuar con el histórico saqueo y la espoliación de su vecino sureño.

Washington a su vez promueve y respalda el “modelo” mexicano como “ejemplo” para las naciones que conforman la Patria Grande, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, el cual impera también en Honduras, Colombia, Perú, Paraguay y Guatemala, y tratan de imponer en Argentina y Brasil con regímenes de derecha “reciclados” al servicio de los intereses de la Casa Blanca.

Estados Unidos lleva a cabo un desenfrenado plan dirigido a hacer de toda la Patria Grande un hervidero similar al mexicano, y con ese objetivo se empeñan en destronar a los gobiernos progresistas que en la región resisten a sus continuas agresiones y patrañas, entre ellos los de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y El Salvador.

Para ello el Pentágono utiliza a los sectores ultraconservadores de América Latina, los emporios mediáticos en su poder, y la moribunda Organización de Estados Americanos (OEA), a la que insisten en revivirla a costa de Venezuela, en detrimento de los bloques autóctonos e integracionistas regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

La OEA, o mejor dicho el “Ministerio de las Colonias de Estados Unidos”, su Consejo Permanente y su Secretario General, Luis Almagro, están muy preocupados por la “situación en Venezuela”, pese a que saben muy bien que ha sido creada por Washington y sus peones derechistas y violentos en esa nación.

Precisamente la Ministra de Relaciones Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, afirmó en otro Consejo Permanente de la OEA, celebrado este martes en su sede en Washington, que esa entidad pretende convertirse en un “tribunal de justicia” de la Revolución Bolivariana, y puso otra vez entre las cuerdas y en conteo de protección a Almagro.

Rodríguez expresó asimismo que algunos representantes presentes en la referida reunión parecen desconocer los graves hechos que se escenifican en sus respectivos países.

La canciller venezolana no deja de tener razón porque la OEA mira para otro lado, y por supuesto no convoca a su Consejo Permanente, cuando se escenifican matanzas como las que han tenido lugar en México, o se materializan golpes de Estado, ahora llamados “blandos o suaves” contra gobiernos progresistas de Nuestra América.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213698

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En México se entregan varios millones de certificados desde primaria al doctorado

Por: Pedro Echeverría

 

  1. Alguien decía: “La escolaridad es un asunto de papeles para obtener un grado, un trabajo o para inflar cualquier estadística gubernamental. La educación es radicalmente otra cosa: jamás requiere papeles porque se demuestra a diario sin engaños o falsedades”. La sabiduría se demuestra en el servicio y la solidaridad con los explotados y oprimidos; los grados certificados de escuelas y universidades, al contrario, se ejercen desde los centros escolares, el gobierno y el empresariado. Por ello se pueden repartir diplomas, certificados desde la primaria hasta el doctorado, pero ello no es educación ni sabiduría; sirve sólo para gritar ante el mundo una gran falsedad: que México es un país de 12 grados de estudio cuando apenas se encuentra en tercero de primaria o menos. Esa es la realidad que nadie puede tapar, a pesar de tener colgado un título en lo alto del hogar.
  2. El presidente Peña Nieto explicó en Yucatán: “Le estamos poniendo auténticamente un motor turbo, acelerando el trabajo para lograr prácticamente el doble de certificados de los que se hicieron en los pasados 12 años. Sólo en 2016 el propósito es certificar a 1.5 millones de adultos y a la fecha van ya 500 mil. Al término del sexenio se prevé tener certificados a 6 millones de adultos en educación básica”. Provenientes de varios municipios del estado, los “acreditados” fueron acarreados incluso en ambulancias (de traslado de enfermos) para acudir a la concentración. A muchas se les entregó certificados de otras personas. Con razón la “bomba yucateca” de La Jornada Maya: “Los llevaron acarreados a aplaudir al Presidente, pero los certificados, ¡devuélvanse al remitente!”.
  3. Dice el secretario de Educación de Yucatán: “Se reconocen los conocimientos y saberes que de forma autodidacta y por experiencia en el trabajo, han adquirido los mayores de 15 años”. El objetivo es que 1millón 500 mil obtengan este año su certificado. “Igual que la evaluación docente, las olimpiadas del conocimiento o en materia de infraestructura. Nuestra meta en Yucatán en 2016 es entregar 41 mil certificados y ya llevamos 28,633”. Allí estuvieron Peña, el gobernador Zapata, el secretario de la SEP Nuño y el de Desarrollo Social Meade. No tienen vergüenza porque carecen de escrúpulos y entre los certificados a entregar está la evaluación punitiva a los maestros que buscan el mismo objetivo.
  4. Desde que el presidente Salinas (1988-94), con la firma del TLC lanzó el grito por televisión de que México pasaba del Tercer Mundo al Primer Mundo e ingresó a OCDE el país ha hecho el ridículo porque en todos los renglones de la administración (educación, salud, inversiones, seguridad, ocupa siempre los últimos lugares); pero de manera permanente con mucha dignidad, ocupa los primeros lugares en corrupción, asesinatos, narcotráfico, devaluaciones, endeudamiento). Me pregunto: ¿Podrá López Obrador en la Presidencia –incluso con el apoyo de los profesores y trabajadores- parar esa dinámica de total desplome del país sin hacer una profunda revolución?
  5. Si la meta de Yucatán es entregar 41 mil certificados y en el Estado de México se entregan más, bastaría con darle más velocidad a la imprenta que fabrica certificados y entregar 200 mil en medio del aplauso nacional. Al fin la práctica de falsear datos en política, educación, salud, es una práctica muy premiada en México. (Recuerdo que a los tres años como profesor de primaria inscribí a 28 analfabetas mayores para alfabetizarlos por las noches; durante un mes sólo asistieron tres, pero alguna autoridad me aconsejó que yo pasara a los 28 para que yo como profesor tuviera buen promedio. Me pareció una jalada que jamás olvido)
  6. Así que imagínense: entre algunos días Yucatán, el Estado de México y otras entidades, habrán elevado su nivel de escolaridad. Con ello México habrá superado a Canadá, los EEUU y Europa en número de años escolares y podrá convertirse México en líder educativo del primer mundo. Sin embargo el analfabetismo funcional –con certificado bajo el brazo- seguirá tan evidente como antes. “Haber dígame por favor el nombre de los tres libros que ha leído”. El Memin pinguin, el Supermán y la encrucijada de amor. Y la biblia: “Bueno eso me lo lee el santo padre en la sacristía”. ¿Por qué no escogieron a los estados de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, donde las estadísticas deben crecer?
  7. Los mexicanos suelen reírse y burlarse de esas políticas ridículas del gobierno que busca lavar su gigantesco desprestigio. Sin embargo mientras nos burlamos la educación, en este caso, se sigue destruyendo falsificando la realidad. Dice Peña: “Yucatán registra mayor avance contra el rezago educativo”. Realmente nos quiere “cultivar” calificándonos de “muy cultos” cuando nosotros somos los amos del “cultivo”. Por ello le hemos respondido en Yucatán: “Peña tú has sido el presidente más bueno, más culto, más honrado, con la esposa más buena y honesta”. Deseamos más certificados, pero sobre todo trabajo productivo para no morirnos de hambre.

Tomado de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213732&titular=en-m%E9xico-se-entregan-varios-millones-de-certificados-desde-primaria-al-doctorado-

Imagen: https://www.google.com/search?q=critica+a+la+reforma+educativa+en+mexico&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwium7SHlb_NAhXLrB4KHUsXCgoQ_AUIBigB#imgrc=_lNwh251UXyw3M%3A

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Película: «Whiplash»: Música & obsesión.

Director: Reseña de una Damien Chazelle

 

Efraín Cañete Aranda

Universidad Nacional de La Plata, Argentina

Cita sugerida: Cañete Aranda, E. (2015). [Reseña de la película «Whiplash»: Música & obsesión].Archivos de Ciencias de la Educación, (9). Recuperado de http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Archivos09a14.

«Todas las formas de la Autoridad (humana) tienen en común que permiten ejercer una acción que no provoca reacción, porque quienes podrían reaccionar se abstienen consciente y voluntariamente de hacerlo (…)” (Kojeve, 2005).

 

 

El preludio del film comienza en una pequeña habitación que supone ser una sala de ensayo del prestigioso conservatorio Shaffer, que en la ficción presume ser la institución de formación musical en Jazz más importante de los Estados Unidos. El sonido de un redoble de tambor que se intensifica conforme avanza la imagen hacia el interior de la sala, introduce la tensión entre la grandeza y la perfección, constante en toda la trama de la película. En la habitación, un joven de 19 años llamado Andrew Neiman (Miles Teller) practica golpes de tambor, obsesionado con ser el mejor baterista del mundo. A continuación el célebre y mítico profesor y director de orquesta Terence Fletcher (J. K. Simmons) entra en escena y pide al muchacho que ejecute la batería en un «tempo» (velocidad a la que se ejecutan las piezas musicales) determinado. Con la emoción de ver en persona a tal prestigiosa figura del Jazz y la aparente intención de sorprenderlo, cumple la orden tratando de no cometer ningún error en el intento. El profesor lo detiene en sucesivas ocasiones para darle indicaciones, pero luego de varios golpes y unos pocos segundos, el alumno levanta la mirada y éste ya no se encuentra en la sala.

Al cabo de unos pocos días Andrew es invitado por Fletcher a participar de la orquesta principal del instituto, en la cual él es director. A partir de este momento se arma la trama y el joven Andrew comienza a construir el sueño de ser un nuevo genio del Jazz, en el que pagando con sudor, lágrimas y sangre, experimentará un sin número de traumáticas vejaciones por parte de su profesor que pretende llevarlo más allá de todo límite y que lo dejarán al borde de la muerte.

El nombre de la película «Whiplash» hace alusión a una compleja obra de Jazz que realiza la orquesta principal de Shaffer y que el protagonista aprende de memoria durante una larga noche de práctica compulsiva y lacerante (ya que termina con los dedos lastimados y cubiertos de sangre) para conseguir el puesto de baterista titular. Se pueden inferir otros sentidos sobre el titulo, porque en inglés la palabra significa: «latigazo cervical» o bien «traumatismo cervical» y este detalle podría estar representado en una escena donde Andrew, en su afán de llegar a tiempo al concierto y en su ciega obsesión de ser tenido en cuenta por su maestro, sufre un accidente automovilístico que pudo haberlo matado.

La música es una forma elegante de vestir la trama, porque aunque sea una constante en todas las escenas, Whiplash no es una película sobre el Jazz. Entre los temas centrales se encuentran, la obsesión, la relación maestro-alumno, la autoridad, el afecto magisterial y el método.

El profesor Terence Fletcher pretende con su método encontrar «el talento», un nuevo fuera de serie como lo fue Charlie Parker (saxofonista considerado uno de los mejores músicos de la historia del Jazz) y presupone que surgirá tras la superación de sus más exigentes y denigrantes pruebas. Explicita que la desmotivación, el desaliento y la renuncia, son el signo evidente de la ausencia de genialidad. De esta manera maltrata y atemoriza a todos los estudiantes de su orquesta, descartando a todo aquel que evidencie una mínima actitud de renuncia.

Una variable primordial de la película es el tiempo como instrumento de control, no solo en términos de «tempo» de la clásica métrica cuaternaria tocada en tresillos que siguiere el Jazz, sino del propio «tempo» del profesor. Fletcher se adueña («ese no es mi tempo») y lo administra a cuenta gotas ordenando a los alumnos a interpretarlo y ejecutarlo según lo que él considera «la perfección». Desde el inicio hasta el final de la historia, el profesor establece con efectiva minuciosidad el tiempo de cada evento, luchando y arriesgando todo por conseguirlo.

Su método de enseñanza, en el cual el fin justifica los medios y en el que incluye no solamente la violencia verbal sino también física, demuestra que está dispuesto a cualquier cosa para conseguir que los alumnos logren lo que él desea. Solo él sabe qué, cómo y cuándo se debe ejecutar cada nota y hace de ese saber/incógnita (el tiempo indicado) el fundamento de su autoridad. En la película aparece con frecuencia la historia (ficticia) de que Charly Parker comenzó a ser virtuoso a partir de superar un evento desafortunado en el que , durante un concierto, el famoso baterista Jo Jones (Jonathan David Samuel Jones) quien en ese entonces era maestro de Parker, le arrojó un platillo de batería, lastimándole el cráneo. Luego del mencionado evento, relata Fletcher, el joven estudiante de batería lloró toda la noche, pero luego estudió intensamente durante un año, para volver a tocar con Jones y brindar al público «el mejor solo de saxo que el mundo haya oído». Este mito al que Fletcher recurre para ejemplificar su particular forma de enseñar, sirve como argumento/refuerzo de que para llegar al éxito es necesario ser capaz de superar cualquier dolor.

Es posible inferir algunos fundamentos pedagógicos (sobre todo el de la función del maestro) que movilizan al profesor, a través de una magnifica escena preliminar al desenlace del film, en la cual Fletcher mantiene una conversación con Andrew, planteando que si Jo Jones hubiese sido condescendiente con Parker, alentándolo a continuar en lugar de presionarlo, tal vez la humanidad se hubiese perdido al mejor saxofonista de la historia. Menciona que no hay dos palabras en el mundo más nocivas que «bien hecho» y que es una obligación del profesor hacerle notar a un estudiante que siempre hay más para aprender. Ante la explicación de Fletcher, Andrew pregunta por los límites y cuestiona el método, argumentando que tal vez el profesor está yendo demasiado lejos y que esto podría provocar que no aparezca un nuevo Charly Parker, pero el profesor insiste en que no hay límites porque el próximo Charly Parker no se desanimaría. «(…) El alumno renuncia a las reacciones contra los actos del Maestro porque piensa que este último ya se encuentra en el sitio donde él mismo solo llegará después: está adelantado con respecto a él.» (Kojeve, 2005).

Ante cada orden de Fletcher, el joven Andrew decide conscientemente reprimir su voluntad de reacción. Podría negarse a seguir siendo avergonzado y golpeado, podría hasta incluso abandonar el conservatorio, pero no lo hace. Posterga el placer (que para él pareciera encontrarse solo en la cima de la perfección) y se sumerge en un camino tortuoso de humillaciones de parte de un profesor que entiende a la música/Jazz como la exacerbación de la técnica y la repetición.

Andrew tiene un proyecto/previsión, de convertirse en el mejor baterista de Jazz que el mundo haya conocido, al cual subordina toda posibilidad de renuncia o reacción a la autoridad de su maestro. Una autoridad que también, hace las veces de Amo porque para el alumno toda posibilidad de reacción implica el riesgo de su vida (y de ninguna manera quiere aceptar ese riesgo). En pos de llegar a un sitio en el que considera que su profesor ya se encuentra, subordina lo humano a lo natural (a lo animal) y quedándose a merced de lo que el amo ordene, abandona toda idea de contradecirlo.

El vínculo pedagógico presente en toda la película, además de ser un claro ejemplo sobre los tipos de autoridad mencionados aquí y desarrollados en el trabajo de Kojeve. A (2005), es un interesante material de análisis para el estudio sobre los «afectos magisteriales» disponible en Abramowski. A. L (2010). En este caso, la relación entre el docente y el alumno, que se construye en el desarrollo de toda la película, permite observar un vínculo forjado en la ausencia total de afectividad docente, a un extremo tal que en ningún momento el alumno es reconocido como sujeto y por lo tanto tampoco como «sujeto de sentimiento». El alumno no es más que un objeto (descartable) para llegar al único objetivo aparente: «la aparición de un nuevo genio». El profesor, a través de sus intervenciones desconoce rotundamente la presencia de afectos que supone una práctica educativa e impulsa la enseñanza desde un polo más cercano a la representación del odio desproporcionado que a la del amor.

El joven protagonista encarna el papel de tantos otros personajes de la historia que se autodestruyen por la obsesión de llegar a un lugar reservado para pocos. Por ejemplo el propio Charlie Parker que dejó una obra increíble, pero murió solo y en bancarrota a los treinta y cuatro años de edad.

El placer que puede suponer la práctica musical no está presente en la película, salvo por unos pocos minutos promediando el final, en el cual se puede observar una aparente libertad en la interpretación y ejecución del «tempo», fruto de la renuncia y el desafío a la autoridad.

En síntesis, Whiplash invita a los espectadores a disfrutar, por el entramado de sus diálogos y sus excelentes tomas siempre bien acompañadas de una música increíble pero es, por sobre todo, una película donde el sufrimiento es un camino inevitable para todo aquel que desee mirarla hasta el final. El vínculo emocional de la relación de autoridad que se establece entre el maestro y el alumno es un verdadero suplicio, en el cual el sobrepaso de todo límite induce a quien la mire a imaginarse el más trágico de los finales.

Referencias bibliográficas

Abramowski, A. L., “Maneras de querer. Los afectos docentes en las relaciones pedagógicas”. Editorial Paidós. Cuestiones de Educación. Buenos Aires. Argentina, 2010.

Kojeve, A., La noción de autoridad. Nueva Visión. Buenos Aires. Argentina, 2005.

Esta obra está bajo licencia
Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0

Fuente de  la Reseña:

http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Archivos09a14/7013

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Mundo: ¿Cómo se evalúa a los maestros en los países con la mejor educación del mundo?

 

«Queremos que se evalúe todo», le decía Eligio Hernández, un maestro mexicano de 31 años, a BBC Mundo.

Todo, no solo a ellos.

Y es que, como él, miles de profesores en México se niegan a ser evaluados, una medida incluida en la reforma educativa que el gobierno promulgó en 2013 y que hoy está bloqueada y ha causado violentas protestas, la última este fin de semana en Oaxaca.

Pero no sucede sólo en México. Docentes de otros países también han mostrado su rechazo a este tipo de iniciativas.

Así ocurrió por ejemplo en Chile, antes de que en 2006 se aprobara una medida similar.

Sin embargo, «la mayoría de los países con buenos resultados educativos evalúa a sus profesores», subraya a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.

Obligatorio y formal en los asiáticos

Es el caso de Shanghái, Singapur, Hong Kong y Japón, quienes encabezan el más reciente informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), para el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) compara el desempeño en matemáticas, ciencia y lectura de medio millón de alumnos de 15 años en 65 países.

En Shanghái los criterios de evaluación de maestros se establecen a nivel nacional.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionEn Shanghái los criterios de evaluación de maestros se establecen a nivel nacional.

En Shanghái, como en el resto de la República Popular China, existe un complejo sistema destinado a medir la calidad de sus profesores.

Los criterios generales se establecen a nivel nacional, se detallan a nivel local y es cada escuela la encargada de llevar a cabo las evaluaciones.

En éstas se mide también «la integridad profesional o los valores« del maestro, no sólo sus habilidades y capacidades.

El proceso incluye la autoevaluación, cuestionarios a los colegas, a los alumnos y a los padres, y tiene en cuenta también los premios que el docente haya podido recibir y los resultados académicos de sus alumnos.

Y los resultados van directamente al gobierno central.

«El reto en China es redefinir el sistema para hacerlo más científico», escribe Vivien Stewart como una de las conclusiones de la cumbre de la profesión docente, organizada por la Sociedad Asia en 2013.

Además de asesorar a esa organización dedicada a estrechar lazos entre Asia y Occidente, Stewart es autora de «A World-Class Education: Learning from International Models of Excellence and Innovation» (Educación de primer nivel: aprendiendo de modelos internacionales de excelencia e innovación).

Son muchos los aspectos que se tienen en cuenta en los países asiáticos a la hora de evaluar a cada profesor.

En el informe también se hace referencia al sistema de evaluación de maestros de Singapurllamado Sistema de Gestión de la Mejora del Rendimiento-, otro de los países en los primeros puestos del informe PISA.

En este país asiático la evaluación es obligatoria desde 2005 para todos los maestros, quienes deben someterse a ella cada año.

Se lleva a cabo en cada centro escolar, y tiene en cuenta no solo los resultados académicos de los alumnos, sino también las iniciativas pedagógicas que el maestro pone en marcha, las contribuciones a sus colegas y su relación con los padres de los alumnos y con las organizaciones comunitarias.

Asimismo, el maestro debe trazar su propio plan para el curso, que será revisado por el director o el subdirector en tres momentos del año.

De la misma manera, en Japón cada maestro establece sus objetivos junto con el vicedirector y el director al principio del año, y al finalizar el curso evalúa hasta qué punto los ha alcanzado.

Los resultados académicos de los alumnos son sólo una parte de la evaluación docente.

Durante el curso las lecciones son supervisadas por grupos de profesoresy en algunos casos por investigadores y políticos vía video, quienes deben analizar cómo planificó las clases el maestro, qué objetivos concretos logró con ellas, qué dificultades tuvo y en qué se equivocó.

En Hong Kong las escuelas también llevan a cabo evaluaciones anuales, que luego son revisadas entre cada tres y seis años por el gobierno.

Informales y basados en la confianza

Pero no todos los sistemas de evaluación docente se definen a nivel nacional ni son tan formales.

En Finlandia, un país que ha perdido posiciones en los últimos informes PISA pero que sigue siendo un importante referente educativo a nivel internacional, la manera de medir el desempeño de los profesores es mucho más informal.

¿Dejó Finlandia de ser el mejor sistema de educación del mundo?

Fue a principios de la década de 1990 cuando este país del noreste de Europa abolió el sistema de inspección escolar, y hoy la evaluación se lleva a cabo en cada centro, en base a conversaciones entre el propio maestro y su director.

En Finlandia el sistema de evaluación docente es más informal y se basa en la confianza.

«Es un modelo basado en la confianza», matiza Paulo Santiago, analista de la Dirección de Educación y Capacidades de la OCDE.

Pero no hay un sistema que sirva de referente para todos, coinciden los expertos consultados por BBC Mundo.

«Hay que adaptarlo al contexto», subraya Santiago.

Además, depende del objetivo de tengan las evaluaciones; esto es, de si su fin es medir la calidad de la enseñanza en cada aula e identificar a aquellos maestros que no desempeñan su labor como deberían, o de si el objetivo es ofrecer una crítica constructiva a los docentes para que avancen en su carrera.

Aunque para que un modelo de evaluación funcione, los expertos concuerdan en que debe cumplir con las siguientes características: los estándares de medición deben estar bien establecidos, los maestros deben conocerlos y quienes los evalúan deben estar bien formados.

Panorama latinoamericano

Chile evalúa a sus profesores desde hace una década.

En América Latina el país que lleva más años evaluando a sus maestros es Chile.

La medida «se aprobó en 2006 tras una larga negociación con los sindicatos y ahora, con la promulgación de la Ley de la Carrera Docente este año, no sólo se evaluará a los maestros del sistema público, sino también a los demás«, explica a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.

El proceso incluye la revisión del portafolio del maestro, que incluye documentación sobre una unidad didáctica y la grabación de una clase de 40 minutos, una autoevaluación, las conclusiones de una entrevista con un evaluador e informes de referencia del director o subdirector.

Un sistema informático gestiona todos estos datos y a partir de ellos calcula el desempeño docente.

El informe es remitido a la Comisión Comunal de Evaluación, quien finalmente determina si los docentes pueden pedir un incentivo monetario, seguir ejerciendo hasta ser reevaluados o realizar un Plan de Superación Profesional para mejorar en las áreas que así lo requieran.

Profesora y alumnos

Y si el docente no mejora en las siguientes evaluaciones, entonces puede ser obligado a dejar de ejercer.

Además de Chile y del polémico planteamiento de México, en la región Colombia también ha puesto en marcha un proyecto piloto de evaluación docente y Perú llevó a cabo el primero proceso 2015, informa Cox.

«La política de profesionalización docente supone inevitablemente implementar la evaluación de maestros», concluye el experto.

«Aunque ésta no puede ser estandarizada», añade, algo que también reclaman los combativos maestros de México.

Fuente de la Noticia:

http://www.bbc.com/mundo/noticias-36591625

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Del otro mundo posible… al otro mundo necesario

Por: Sergio Ferrari

A menos de dos meses de su inicio el próximo 9 de agosto en Montreal, Canadá, el Foro Social Mundial (FSM) transita la cuenta regresiva. El sueño que arrancó en 2013 cuando un grupo de organizaciones sociales propusieron realizarlo en ese país norteamericano se plasmó en marzo del 2015 en Túnez, cuando el Consejo Internacional confirmó la candidatura. Desde el inicio, centenas de personas, en su mayoría jóvenes militantes asociativos y sociales, “viven ya el foro como un proceso en marcha, buscando ser horizontales en el funcionamiento, equitativos en la participación, autocríticos en la gestión. Respetando nuestras diferencias, rechazando personalismos…es decir tratando de encarnar los valores del Otro Mundo Posible”, explica Carminda Mac Lorin, joven militante social y una de las pilares del Colectivo de Organización del FSM 2016. Convocatoria altermundialista que por primera vez desde su nacimiento en 2001 en Porto Alegre, Brasil, se realizará en un país del Norte.

“A pesar de que queda todavía mucho para hacer, preparar y organizar, nuestro entusiasmo es enorme, con la adrenalina que aumenta cada día en la medida en que nos acercamos al día de la apertura”, reconoce Carminda Mac Lorin.

En los últimos meses, el Colectivo estuvo presente en diversos eventos. Entre ellos en la COP 21 alternativa en París de noviembre-diciembre del 2015; en el Foro Social Mundial Temático de Porto Alegre en enero del 2016 y en el 1er Foro Social Mundial Temático contra lo nuclear civil y militar, que se realizó en Tokio y Fukushima en la última semana de marzo del año en curso . Y ha realizado viajes a India, Taiwán, Brasil y Estados Unidos, entre otros países, para promover el evento de Montreal.

“En todas partes encontramos gran apoyo y entusiasmo compartido. Y recibimos la promesa de mucha gente de venir a Canadá en agosto” explica Mac Lorin. Enfatizando que el esfuerzo realizado en Asia intenta acercar esa realidad continental, hasta ahora un poco distante de la dinámica del FSM. Una señal muy positiva es que los promotores del Foro Social Antinuclear decidieron convocar su segundo encuentro en Montreal, en el marco del FSM 2016. “Una forma muy concreta de reforzar sinergias y evitar dispersiones”, señala la joven organizadora canadiense.

Preparativos prácticos

A pesar que las “trabas” para la visas especialmente de los representantes de países del sur no han podido resolverse estructuralmente y no se han podido lograr las mismas facilidades oficiales de las que beneficiaron los invitados en los Juegos Panamericanos de 2015, existe un Grupo de Trabajo que intenta facilitar la solicitud de las mismas y extiende cartas de invitación a quienes lo demandan. “No siempre es fácil esta tarea de acompañamiento y apoyo migratorio. Son muchas las personas que solicitan la visa no tanto para participar en el FSM sino por motivos humanitarios para radicarse en Canadá”, explica Mac Lorin.

A nivel financiero, el pago anticipado de una buena parte de las pre-inscripciones, (ndr: en torno a 8.000 hacia mediados de mayo) constituye una base material que da un cierto desahogo a los organizadores, que se proponen lograr la mayor autonomía posible a nivel de recursos. “Hay diversos proyectos que hemos presentado a distintos niveles institucionales y que esperan una respuesta a corto plazo”, explica Mac Lorin. Al mismo tiempo, se continúan los contactos de alto nivel con las autoridades políticas canadienses que “ven con muy buenos ojos la realización del FSM en Montreal”.

En cuanto a la cobertura mediática local e internacional, Mac Lorin señala “que el foro comienza a despertar un cierto interés…que irá aumentando en cuanto nos aproximemos a agosto, como es natural, ya que los medios priorizan en su agenda la inmediatez temporal y por el momento perciben como un poco lejana nuestra convocatoria”.

Se precisan los contenidos

Los 13 ejes temáticos -que englobarán las 1500 actividades previstas- (https://fsm2016.org/sinformer/axes-thematiques-2016/) fueron el resultado de un trabajo de reflexión local y amplia consulta internacional “in situ” y por Internet –en tres seminarios internacionales extendidos- que ocupó seis meses, entre octubre del 2015 y marzo del 2016.

A pesar de esa oferta de contenidos, ciertas temáticas se perfilan ya como particularmente esenciales en la convocatoria de Canadá, según la reflexión de la joven activista del Colectivo de Organización. “La migración, es decir las condiciones del movimiento humano en la tierra, será central”, en un planeta donde cada vez se alzan más muros excluyentes de todo tipo.

La ambiental, en su visión amplia, ocupará un espacio clave de las reflexiones en Montreal, dándole continuidad a las sinergias que se vivieron con los promotores de las actividades alternativas de la COP 21 en París a fines del año pasado.

La vivencia-realidad de los pueblos indígenas, autóctonos, imprimirá también su sello en esta próxima edición, tratando de retomar la diversidad de los aportes de muchas comunidades, con sus propias cosmovisiones y percepciones sobre el buen vivir. “Está previsto que la marcha de apertura el 9 de agosto sea encabezada por los pueblos originarios”, señala Carminda Mac Lorin. Quien recuerda que en abril pasado, para el Día de la Tierra, se realizó ya un primer evento simbólico de acogida del FSM promovido por la comunidad autóctona y con una emotiva participación de refugiados sirios”.

La diversidad de género y el rol de la juventud, estarán presentes como ejes transversales en todo el FSM 2016. “Será un foro que retomará las experiencias de lucha en Quebec y en nuestro país de los últimos años, una experiencia diferente y un éxito total”.

¿Se puede cuantificar la potencial presencia en el FSM? “Estamos convencidos que habrá una fuerte participación ciudadana. Nuestra capacidad de convocatoria tiene una raíz en las movilizaciones sociales que vivimos en Canadá desde el 2012 en adelante, cuando protagonizamos nuestra propia primavera. Quebec es un territorio de resistencia al neoliberalismo”, enfatiza.

Los organizadores están convencidos que hay mucha gente consciente sobre las grandes problemáticas que confronta el planeta. Y que apuesta de una manera u otra a participar en la búsqueda de soluciones y alternativas. “Y aunque no tenemos la bola mágica para indicar cifras seguimos convencidos que podemos movilizar en torno al FSM entre 50 mil y 80 mil personas, y unas 5000 organizaciones”, subraya. Los objetivos iniciales de los organizadores contemplan 1200 actividades auto gestionadas, 300 culturales, 135 asambleas de convergencia, diversos espacios, entre los cuales el sindical, así como una quincena de grandes conferencias, con participación de personalidades internacionales.

Otro mundo necesario”

“Queremos recordar en Montreal en agosto que el paradigma norte-sur está cambiando en este sistema globalizado. Hay norte en el sur y hay sur en el norte. Existe un sistema que es transversal, neoliberal, capitalista y que produce efectos nefastos tanto en el sur como en el norte”, enfatiza Carminda Mac Lorin en su reflexión final. Y la misma se encarna en su propio perfil existencial: hija de madre salvadoreña y padre francés, su vida en Canadá, su diversidad lingüística, su militancia asociativa y su apertura cosmopolita le dan sobrados fundamentos a pesar de sus 33 años.

Y ratificar que más que nunca es fundamental socializar las experiencias de resistencias que se dan en todas partes del planeta. No importa el hemisferio geográfico.”Asegurando que los movimientos sociales, la ciudadanía planetaria, salga reforzada en sus confluencias, en sus sinergias, sus agendas y sus utopías”.

La nueva realidad política mundial, el reforzamiento del sistema hegemónico, nos empujan a cambios en “nuestros propios paradigmas. De nuestra consigna de Otro mundo posible, podemos y debemos avanzar hacia el concepto de Otro Mundo necesario, y juntos es posible construirlo”, concluye.

El FSM visto por sus organizadores

El Foro Social Mundial (FSM) es el mayor espacio de la sociedad civil para encontrar soluciones a los problemas de nuestro tiempo. Iniciado en 2001 en Brasil, el FSM reúne en cada una de sus ediciones a decenas de miles de participantes en más de un millar de actividades (talleres, conferencias, espectáculos artísticos…) sobre diversos temas (desarrollo social, economía solidaria, medio ambiente, derechos humanos, democratización…). La carta de principios define las grandes orientaciones del FSM, sus valores y sus reglas básicas de funcionamiento (https://fsm2016.org/es/sinformer/a-propos-du-forum-social-mondial/).

El FSM 2016 pasará a la historia como el primer evento de este tipo que se celebra en un país del norte. Desde su inicio en Porto Alegre, el FSM ha tenido lugar únicamente en países del hemisferio sur (América Latina, Asia y África). Ahora bien, existe un sinnúmero de alternativas que florecen a nivel local en todo el mundo para construir comunidades más cohesionadas y respetuosas del ser humano y de los límites del planeta. El reto es reunir a estos agentes de cambio más allá de la oposición Norte-Sur, que les permita discutir, hacer conocer sus reivindicaciones, sus iniciativas y sus proyectos de acción para alimentar una dinámica positiva de cambio. Pensar global y actuar local.

Somos un colectivo abierto iniciado por una docena de personas que participan en diversas redes activistas y organizaciones, grupos comunitarios, espacios culturales y académicos. Este colectivo lanzó una reunión consultiva el 5 de mayo de 2013, con el fin de ampliar el debate sobre la pertinencia y viabilidad de un Foro Social Mundial en Montreal. Hemos iniciado un proceso de reflexión y movilización, pero creemos firmemente que la idea del Foro Social Mundial tiene que ser llevada por una amplia comunidad.

Nos sentimos inspirad@s por el deseo de multiplicar los espacios que promueven la horizontalidad, la transparencia y la apertura, percibirlos como palancas en la lucha por la dignidad humana y el medio ambiente. Somos conscientes de los diversos desafíos que rodean la celebración del Foro Social Mundial en Montreal. Pero también estamos muy entusiasmad@s con la idea de ver a la sociedad civil local, regional y mundial dialogar y llegar a múltiples consensos a través del proceso del Foro Social Mundial. Creemos en el potencial de nuestra contribución colectiva en este proceso, y deseamos apoyar a las luchas globales por la justicia social y ambiental.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213416&titular=del-otro-mundo-posible%85-al-otro-mundo-necesario-

Fuente de la Imagen: https://cnho.files.wordpress.com/2011/05/fsm.jpg

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La educación en valores: Avatares del currículum formal, oculto y los temas transversales

Por: Ángel Díaz Barriga

 

La formación en valores es un tema que ha reclamado la atención de los especialistas en educación en los últimos años. Ante un deterioro generalizado de múltiples comportamientos que se observan a todos los niveles de la sociedad: agresiones entre grupos étnicos, manifestación de inconformidad social que va más allá de lo aceptable para una sana convivencia social, diversas formas de violencia real y simbólica en el trato entre personas, entre familiares y en el ámbito escolar, se ha cuestionado hasta dónde corresponde a la escuela y a los proyectos curriculares impulsar con mayor fuerza la formación en valores. En este ensayo se examina cómo se ha abordado esta temática en el pensamiento histórico de la didáctica; al mismo tiempo se analiza cómo la formación en valores más que responder a un tema cognitivo, se encuentra vinculado a la dinámica de los afectos y no sólo requiere del conocimiento racional de los principios y normas, sino que se necesita fincar en las actitudes. En un tercer momento se analiza la forma en la que este tema se ha planteado en los desarrollos recientes del campo curricular.

La formación en valores constituye uno de los temas que ha llamado la atención en las últimas décadas en el debate educativo. Esto es el resultado de la toma de conciencia por parte de la sociedad y de los mismos responsables de la política educativa de una crisis de valores en el seno de la sociedad. La transmisión tradicional de valores de la generación adulta a la joven, reconocida por Durkheim y que la «escuela podía relativamente armonizar dentro de sus muros» (1976, p. 98), experimenta una ruptura, similar a la que han padecido las economías locales por los procesos de globalización. Esa ruptura es el resultado de la invasión de las tecnologías de la comunicación y de las nuevas tecnologías de la información, los programas de televisión, los nuevos centros de reunión en particular de los jóvenes —los antros—, que pregonan un pragmatismo exacerbado, un estado de «placer» o «satisfacción» inmediato y una visión de lo útil. Estos espacios tienen mucho mayor capacidad para promover diversos patrones de comportamiento entre la juventud, que los que se derivan del ambiente tradicional escolar cerrado por un aula con un pizarrón enfrente, así como del conjunto de la tradiciones que conforman la cultura escolar.

Es importante reconocer que aun cuando el tema de los valores ha cobrado relevancia en la actualidad, no es un tema nuevo en el debate educativo, ya que las distintas visiones de la educación han tenido posiciones muy claras al respecto. Un acercamiento a tres autores, que han desempeñado un papel fundamental en la estructuración de la disciplina educativa: Comenio, Herbart y Dewey, permite afirmar que el proyecto educativo siempre estuvo enlazado a un tema de valores. Esto es, en todos los casos se negaron a que se considerase la educación como instrucción.

Los valores en la historia del pensamiento educativo y el reto actual para la educación

En la crisis del pensamiento cristiano del siglo XVI, con el surgimiento de la reforma radical (Yoder, 1976), Comenio, doctor en Teología y pastor protestante elabora una propuesta para la didáctica. Con ella se inaugura la era escolar que conocemos, centrada en la exposición ante un auditorio, el trabajo con el libro de texto y el uso del material didáctico; que además plantea un conjunto de recomendaciones explícitas sobre el tema de los valores. Algunos de ellos guardan relación con dichos clásicos como: «árbol que crece torcido jamás se endereza» y otros, específicamente en su capítulo sobre disciplina, Comenio se refieren a la recomendación al educador de sancionar todas aquellas faltas que se relacionan con la moral. Este tema fue objeto de discusión previamente por los jesuitas en 1594, en su Ratio studiorum (Labrador, Diez et al., 1986), y por Juan Bautista de la Salle en varios de sus trabajos, en particular la Guía de las escuelas cristinas, editada en 1702 (1900).

Dos siglos después, ya en el marco de la filosofía moderna, Herbart (1983) replantea el tema desde una perspectiva de la formación integral. En 1806 formula dos preguntas fundamentales para discutir esta cuestión. La primera es «¿de qué le sirve a un estudiante aprender matemáticas, si al mismo tiempo pierde la posibilidad del placer estético?» (Herbart, p. 156). Este planteamiento indudablemente se encuentra en la perspectiva de la formación humanista, al tiempo que se vincula con un plano ético subyacente a toda estrategia educativa.

De esta manera, interroga sobre el derecho que asiste al educador para «elegir e imponer unos valores» a un niño que todavía no está en la edad de «optar racionalmente por ellos» (Herbart, 1983, p. 42). Así, Herbart expresa:

El arte de turbar el sosiego de un alma infantil, de apoderarse de ella por la confianza y el amor para oprimirla y excitarla (…) y agitarla antes de tiempo, sería la más odiosa de todas las malas artes, si no se propusiera alcanzar un fin que sirviese de disculpa a tales medios ante los mismos ojos de aquel cuyo reproche es de temer. —Tú me lo agradecerás algún día— dice el educador al niño que llora y, realmente, sólo esta esperanza puede disculpar las lágrimas que arranca (Herbart, 1983, p. 41).

Hoy sabemos que esas lágrimas no son sólo físicas. En este autor aparece, con claridad, la triada que acompañará el desarrollo de la educación: formación de conceptos (instrucción), desarrollo de la sensibilidad ante lo estético y la formación en valores. El tema de los valores adquirirá distintos énfasis en cada una de las épocas posteriores y en cada contexto nacional.

Un siglo después, en los albores de la sociedad industrial, dos autores: Durkheim, en Francia, y Dewey, en Estados Unidos, enfatizan los valores de una educación centrada en los procesos de ciudadanía, desarrollo industrial y progreso. Los procesos sociales con los que culminaba el siglo XIX se traducían, en el plano educativo, en diversos decretos que expedían los Estados nacionales en Europa, por medio de los cuales se empezaba a conformar el sistema educativo nacional —como un sistema de educación primaria, fundamentalmente— y se configuraba lo que sería la educación pública: obligatoria, gratuita y laica.

De cara a estos sistemas educativos Durkheim y Dewey asignaron a la escuela el papel de formar al ciudadano para la democracia y para el progreso. En los conceptos de Dewey (1859/1952) la moralidad —como conducta responsable— va íntimamente asociada a la democracia. Pero ésta se construye desde abajo, esto es, desde la educación (Apel, 1979). Por ello, el funcionamiento de las escuelas debe concebirse como la introducción en el mundo de la experiencia infantil de la vivencia de la democracia; «la educación no puede considerarse instrumento democratizador sin afirmarse antes en la democracia» (p. 109).

Esta confianza en la democracia tiene como elemento asociado a la educación para la libertad y para el progreso. Así ciudadanía tiene sentido a través de estos tres aspectos intrínsecos a la educación: democracia, libertad y progreso (individual y social).

Por su parte Durkheim enfatiza el papel de la educación en la socialización. Uno de los primeros cursos que dio en París fue el de Educación Moral, en el cual establecía que así como en la fisiología existen límites, también las «sociedades requieren de un límite que regule y ordene la actividad del hombre» (Durkheim, 1976, p. 17), y la disciplina escolar debe crear en el alumno esta necesidad de autolimitación. Además, es ampliamente conocida su concepción de la educación como transmisión de valores de la generación adulta a la nueva, con la finalidad de que con el tiempo ésta los recree para volverlos a transmitir a la siguiente generación. El autor reconoce, como muchos otros, que la educación responde a cada época; así, expresa que en el medioevo no podían realizar un libre examen de las ideas, porque no se podía ir más allá de lo que la sociedad permitía: «No existe ningún hombre que pueda hacer que una sociedad tenga en un momento dado un sistema de educación diferente de aquel que su estructura supone» (Durkheim, 1979, p. 103).

Por otra parte, la crisis social tiene expresiones cada vez más radicales en el conjunto de la sociedad: los aviones que derribaron las torres gemelas y el nuevo esquema que impuso Estados Unidos al mundo bajo su concepto de «guerra preventiva» (guerra de Irak), los actos terroristas en la terminal madrileña de Atocha, los ataques judíos a zonas palestinas y las masacres que estos últimos provocan al inmolarse; o bien, en México los macheteros de Atenco o los desnudos de los 400 pueblos. Todo ello es una cara de la magnitud de la crisis social que enfrenta la humanidad al inicio del nuevo milenio, así como una expresión de los grandes problemas que encara la sociedad para promover un conjunto de valores: respeto a la vida, respeto a la diferencia, respeto a la persona, entre otros.

De igual manera, el papel que los medios de comunicación está desarrollando para crear una nueva forma de expresión cotidiana, en donde lo lúdico se reemplaza por el morbo, las relaciones personales son expuestas como reality show, el placer como parte del goce se transforma en una especie de acto bacanal; la problemática de los fines se reemplaza por un pragmatismo inmediatista que cada vez demanda más: sentirse hoy feliz, contento, efusivo; el mañana no importa. En todos estos casos los estudiantes «viven» una promoción de valores y de antivalores que van en sentido contrario a los que se busca promover en la intención escolar (Rey, 1999). En este caso, el medio es el masaje y esta forma de comportarse va esculpiendo elementos básicos de la personalidad de los sujetos en formación.

La crisis de valores también atraviesa la escuela. La Comisión de los Derechos Humanos (2004) en México ha presentado recientemente un informe sobre las agresiones de los docentes hacia los estudiantes, que los medios de comunicación definieron como «la letra con sangre entra».

No podemos desconocer que en el modelo de la didáctica clásica (la llamada escuela tradicional), el docente es concebido como un modelo valoral para el estudiante. El alumno se enfrenta a un serio problema ante algunos comportamientos de los docentes. Esto se observa en particular en América Latina, ante la proletarización de la profesión docente, ya que nos encontramos con profesores cuyo vocabulario y presencia física dejan mucho que desear. Al mismo tiempo, los docentes en todos los países de la región han tomado la calle para protestar por sus condiciones de vida. Si bien, en abstracto esta práctica puede tener elementos formativos —defensa de derechos profesionales que son pisoteados—, en ocasiones esas marchas rebasan todo control para convertirse en verdaderos actos vandálicos: el rompimiento de vidrios de edificios públicos, la toma de casetas de cobro en las carreteras, etcétera.

Cuando se rompen las normas de convivencia social se crea un conflicto profesional y ético que no es fácil de resolver. En primer lugar, porque el docente asume la identidad de un empleado y de un obrero, abandonado la identidad profesional que buscaba conquistar —esa fue la lucha para pasar de la perspectiva religiosa de la docencia a una profesional— y, en segundo término, pierde toda autoridad moral para exigir a sus alumnos que tengan un comportamiento adecuado a determinado código social.

En estricto sentido, siguiendo algunas tesis posmodernas, podemos afirmar que el niño y el joven de hoy se enfrentan al problema de los valores en modelos profundamente divididos. Viven una ruptura entre lo que se dice en el texto escolar, en la recomendación de padres y maestros y la vida social cotidiana. Realidad escolar, realidad social nacional e internacional y tecnologías de comunicación y de la información promueven una «esquizofrenia valoral» que explica parcialmente las crisis de las nuevas generaciones. Una esquizofrenia que en el lenguaje educativo debe (y se supone que puede) ser saldada, a través de la acción escolar. El reto es enorme, las posibilidades son más modestas.

Formación de valores, dinámica de los afectos

Dada la complejidad de elementos que constituyen la formación valorar, ésta tiene que ser objeto de otro tipo de aproximaciones, más allá de los planteamientos didácticos. Distintas perspectivas psicológicas permiten establecer que en la adquisición de los valores acontece una dinámica similar a la existente en el desarrollo de los afectos.

Cuando el psicoanálisis aborda el problema de los afectos (emociones) descubre que éstos operan en una dinámica que permite al sujeto sentirlos y vivirlos, pero el problema surge cuando pretende describirlos. En ese momento el lenguaje que se emplea cotidianamente (construido para describir procesos racionales) no alcanza a dar cuenta de dinámicas que tienen otra escritura. Acontece igual que cuando se busca traducir una expresión cultural, cuyo significado se puede reconocer con claridad en otro idioma. Este es el problema que enfrentan los traductores al buscar comunicar una idea que tiene estas características, por ejemplo, al afirmar en México «es un escuincle». Los vocablos existentes en otros idiomas (child, enfant) dan una idea quizá cercana o aproximada, pero no logran transmitir la connotación original de la expresión utilizada. Lo mismo sucede con expresiones vinculadas con lo afectivo «estoy feliz» o «estoy triste»; manifiestan un estado emocional, pero no es fácil describirlo, puede haber felicidad con llanto y tristeza con risa.

La expresión que utiliza Devereux (1977) al referirse al inconsciente puede ayudar a comprender parte de este problema»

Todo sistema de pensamiento más lógico y científico tiene un significado subjetivo para el inconsciente de la persona que lo crea o adopta. Todo sistema de pensamiento nace en el inconsciente, a manera de defensa contra una angustia y la desorientación; se formula primero afectivamente, más que intelectualmente, y en el (ilógico) ‘lenguaje del inconsciente’ (proceso primario). Si entonces se advierte que la fantasía hace disminuir la angustia y la desorientación, se traspone del inconsciente al consciente y se traduce del lenguaje del proceso primario al del proceso secundario, que es más lógico y más orientado a la realidad (p. 44).

Es factible afirmar que en el caso de la formación de valores acontece esta doble situación. Los valores al formar parte de la persona se integran a su personalidad.

Por ello, una falta o violación a un valor puede provocar comportamientos de irritabilidad. Entonces están formulados en otro código, un «lenguaje primario» en el sentido psicoanalítico. Cuando se traducen al plano racional —quizá la ética sea una expresión muy clara de ello— se convierten en el lenguaje lógico, que no necesariamente se encuentran integrado al sujeto.

Por ello, no queda muy claro cómo llevar adelante, de manera consistente, algunas propuestas que emanan del constructivismo, para promover la formación de valores a través de las discusiones entre escolares, sobre problemas sociales específicos y los comportamientos que se pueden asumir frente a ellos. En el plano racional y en el ámbito escolar, los estudiantes pueden concluir sobre un deber ser frente a los derechos humanos y frente al medio ambiente, y al salir al patio de recreo o al salir de la escuela, ser actores de comportamientos diferentes.

El alumno puede descubrir que la escuela exige de él un discurso, el cual puede estar lejano de aquello que verdaderamente integra su personalidad. Percibe con toda claridad en el mundo adulto lo que en psicología se denominan dobles mensajes: uno sobre cómo se debe actuar y otro sobre una actuación (de padres de familia, docentes y diversos actores sociales: comediantes, locutores, actores, políticos) que camina exactamente en sentido contrario a lo afirmado. Entonces el valor es un enunciado y no un elemento constitutivo de su personalidad.

Esta discusión finalmente regresa a la problemática del movimiento de escuela tradicional, en el que se reivindica el papel de los modelos. El estudiante necesita estar frente a éstos, ya que, aunque suene muy duro, es necesario aceptar que la formación de valores es silente y se da en la actuación, no en el adoctrinamiento.

El tratamiento de los valores en el debate curricular

Podríamos afirmar que en los desarrollos actuales del campo del currículo existen tres aproximaciones para analizar el problema de la formación en valores: La perspectiva del currículo oculto, la propuesta constructivista y la estrategia de la elaboración de temas transversales en el currículo.

  1. a) Discusiones en relación con el currículo oculto

Su origen data de finales de los años sesenta, cuando Phillip Jackson publicó La vida en las aulas (1992). Este texto constituyó un significativo aporte al debate curricular, al mostrar que en la interacción escolar que acontece en el aula se promueven una serie de resultados no intencionados. Pero estos resultados no fueron previstos por la institución o el docente y tampoco había una conciencia de lo que se estaba formando en los alumnos. A tales aprendizajes, que guardan una estrecha relación con la esfera de lo valoral y actitudinal, se les llamó currículo oculto. Para Jackson este tipo de currículo es una forma de socialización y adaptación a la escuela y a la sociedad. La asistencia de los estudiantes durante periodos largos, apoyada en la autoridad del maestro, en los mecanismos de evaluación estructura formas determinadas de comportamiento en los estudiantes, las cuales son paulatinamente internalizadas.

En varias ocasiones hemos insistido que el concepto de Jackson se vincula con acciones escolares sobre las cuales no se puede tener un control. Ello nos llevó a diferenciar el currículo oculto del currículo en proceso (Díaz Barriga, 1995). El primero, va más allá de las intenciones escolares explícitas, porque precisamente da cuenta de aquello sobre lo cual el docente y la institución escolar no tienen una intencionalidad consciente.

En estricto sentido el currículo oculto es un buen objeto de estudio, porque permite dar cuenta de esos procesos de socialización que se llevaron a cabo en la realización de la acción escolar. Da cuenta, precisamente, de aquellos que no son intencionados, aunque su efectividad no se puede negar.

En general el aprendizaje de valores (en su núcleo afectivo y actitudinal) guarda una relación estrecha con el currículum oculto. En este punto se requiere ser enfático, el curriculum oculto tiene una estrecha relación con lo que se actúa, más que con la información de qué se dice. En muchas ocasiones la actuación, los códigosempleados en la comunicación, las formas de decir o afirmar una cosa no necesariamente convergen con lo que se dice en el plano explícito. Por ejemplo: se puede hablar de democracia, tolerancia, respeto a los demás, como valores explícitos en un plan, programa o una sesión de trabajo escolar y establecer que la democracia es un contenido de una unidad temática de trabajo; pero al mismo tiempo, en el conjunto del contexto escolar, aunque no necesariamente en la misma sesión donde se abordan tales contenidos, alguien puede actuar de manera intolerante, autoritaria o sencillamente dejar hacer (el laissez-faire). Esas actuaciones de diversos actores de la comunidad escolar, responden a concepciones nucleares que tiene un sujeto (o una institución escolar) y son percibidas por los estudiantes, pero su percepción se realiza en un plano distinto al consciente y que es mucho más eficaz.

El debate entre el currículum oculto y la perspectiva psicoanalítica de la formación en valores se pueden enriquecer en la tarea de explicar cómo acontece este proceso en el sujeto.

  1. b) Las perspectivas de los constructivistas

Las actuales perspectivas de los planteamientos constructivistas referidos al currículo tienen su antecedente en un autor que no pertenece a esta escuela de pensamiento: Bloom (1977). A principios de los años cincuenta, con la finalidad de clarificar los resultados de aprendizaje que se esperaban de los estudiantes, este autor elaboró su primera taxonomía del aprendizaje, estableciendo un modelo de logros en el plano cognoscitivo, afectivo y psicomotor.

La idea de que se pudiera hacer una disección y clasificación de los aprendizajes resultó ampliamente seductora, y hacia 1964 Bloom la materializó en una clasificación de los llamados aprendizajes afectivos. El problema para promoverlos y reconocerlos creció mucho. Tensó las relaciones pedagógicas al pensar que se puede establecer un currículo para contenidos cognoscitivos y psicomotores y otro para afectivos, dificultó los procesos de calificación (acreditación de un curso), pues se llegó a interpretar que el estudiante que mostrara algunos de estos comportamientos podría tener derecho a uno o dos puntos extras, o que nadie podía tener la calificación más alta mostrando sólo el dominio de la información que se promueve en un programa escolar. En el fondo este es el origen de varias prácticas docentes actuales, en las cuales los profesores consideran que se debe recompensar con calificación el esfuerzo que los estudiantes realizan a lo largo del curso escolar, a pesar de que no manifiesten los suficientes logros en el campo del conocimiento.

Posteriormente, en la década de los ochenta los constructivistas retomaron estos acercamientos para realizar nuevas formulaciones. Una de las más destacadas es la de Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1994), quienes clasifican los contenidos escolares en tres tipos: de información, procedimental y actitudinal —significativamente distinta del pensamiento de Bloom, quien más bien clasificaba comportamientos—.

Para Sarabia (1994) la formación en actitudes tiene tres componentes: Uno cognitivo, que se relaciona con conocimientos y creencias; uno afectivo, que se manifiesta en sentimientos y preferencias, y otro conductual, en el ámbito de las acciones manifiestas. El autor reconoce cuatro procesos de aprendizaje de actitudes en el aula: 1) el condicionado por un refuerzo social, 2) el condicionado por el castigo, 3) el apoyado en modelos y 4) la internalización de valores. Al mismo tiempo plantea cuatro técnicas para promover el aprendizaje general de los valores, tomadas de la dinámica de grupos o del entrenamiento para el mundo de la empresa: la representación de roles (role playing), la discusión grupal, las exposiciones en público y la toma de decisiones.

Finalmente los autores que abordan el problema del aprendizaje de los valores desde un enfoque constructivista no pueden eludir un tema: ¿el aprendizaje de los valores se evalúa y también se califica? Su planteamiento ha sido brillante cuando han desagregado el tema del aprendizaje de los valores en diversos aspectos, lo cual los ha llevado a enunciar con acierto que en el aprendizaje de los valores hay un componente cognoscitivo y otro componente actitudinal. Esto les ha hecho suponer que es factible no sólo evaluar el aprendizaje de valores, sino asignar una calificación o un número a ello. En lo particular discrepamos de esta situación. El estudiante puede referir los contenidos de una norma, los principios que subyacen en la misma, y al mismo tiempo violar su cumplimiento, considerando que se trata de una violación pequeña. El aprendizaje de los valores da cuenta de esto último y no necesariamente de la primera cuestión. Este es el gran error que ha cometido la educación secundaria en México al impulsar los contenidos de las materias de civismo y ética.

Los autores de la corriente cognoscitiva efectivamente reconocen la complejidad que subyace en el proceso de formación de valores, pero desde el punto de vista de otros modelos de interpretación de la personalidad como los que se derivan de la teoría psicoanalítica o de la teoría sistémica; mientras que los constructivistas consideran que esta formación de valores pertenece a los contenidos de la educación y se apoya en estrategias didácticas específicas.

En algunos aspectos tienen razón: la finalidad de la escuela es formar a ciudadanía en la defensa de los derechos humanos, en el respeto al medio ambiente y en la responsabilidad social. No hay forma de lograr la convivencia social si la escuela no atiende a estos problemas. Pero en esta perspectiva es mucho más efectivo el pensamiento formulado en la historia de la pedagogía, que la respuesta formulada desde el constructivismo.

Difícilmente se puede formar una actitud en un ambiente escolar inmerso en la contradicción, es decir, cuando el conjunto de docentes y la institución escolar realizan conductas contrarias a esos valores de ciudadanía, tolerancia, respeto al otro, etcétera.

El problema de asignar un valor para calificar el conocimiento de la parte cognoscitiva de los valores puede llevar a establecer asignaturas que no necesariamente forman a los alumnos en aquellos valores para los que fueron creadas. Tal es el caso de la asignatura Educación Cívica en enseñanza media (secundaria). Los contenidos que se trabajan en la misma (artículos de la Constitución de la República, derechos de los trabajadores, deberes de los ciudadanos, etcétera), se convierten en contenidos académicos. Pero no necesariamente forman los valores que subyacen en esas declaraciones.

El mérito de la perspectiva constructivista es abrir nuevamente, en el campo de la teoría curricular actual, el debate de la formación en valores.

  1. c) Los temas transversales ¿una alternativa en la selección curricular de valores?

La inclusión de temas transversales en el campo del currículo fue realizada por César Coll (1991), en el contexto de la reforma educativa española. Como su nombre lo indica, son temas que atraviesan el currículo tanto de forma horizontal como vertical (Álvarez, Balaguer y Carol, 2000). Son temas que pueden constituirse como ejes vertebradores del trabajo académico en un mismo ciclo escolar (trimestre, semestre o curso anual), por la posibilidad de ser trabajados en diversas asignaturas en un mismo lapso de tiempo escolar, de ahí su horizontalidad. O bien, pueden constituirse en elementos que atraviesen varios ciclos de organización curricular, lo que significa que se pueden trabajar en el primer semestre o trimestre y luego en los posteriores; de ahí también su verticalidad (Martínez, 1995).

En estricto sentido, la perspectiva no es nueva en el campo curricular. Los llamados centros de interés de la escuela activa o el modelo pedagógico denominado globalización de la enseñanza en la década de los años sesenta constituyen un importante antecedente en el ámbito de la didáctica. Mientras que en el desarrollo del campo del currículo fue Tyler (1949/1971) quien estableció lo que en su momento definió como relaciones verticales y horizontales del contenido.

En esa época, la globalización en México se empleó en un modelo muy rígido, que en vez de potenciar sus posibilidades en el trabajo escolar, tensaba las relaciones entre las diversas asignaturas de un plan de estudios, promoviendo más bien el cansancio y el hastío. Se recordará que a mediados de los años sesenta se declaró un «año de Juárez» y bajo la perspectiva de la globalización de la enseñanza, se estableció que Benito Juárez se constituiría como el tema globalizador del curso anual. Así, en aritmética, gramática, ciencia natural, historia, se hacía referencia a este prócer nacional. El tema evidentemente llegó a cansar a docentes y estudiantes y, sobre todo, generó un cierto malestar al cabo de un tiempo.

Los temas transversales no sólo actualizan el debate anterior, sino que le incluyen nuevas perspectivas. Precisamente en los planteamientos anteriores los temas que atraviesan el currículo quedaban circunscritos a contenidos de orden cognoscitivo y este orden era establecido por un momento específico de la situación de los estudiantes (llevar una pecera al salón de clases) o un momento de la dinámica social (la guerra de Irak) y su duración estaba definida precisamente por la cambiante situación del entorno social y escolar, así como la misma dinámica de los estudiantes. Es aquí donde surge su elemento potencial en el campo de los valores.

Una respuesta a la deficiencia de las estrategias habituales para abordar la enseñanza de los valores, la constituye el tema de los contenidos transversales del currículo, concebidos como:

Contenidos culturales relevantes y valiosos, necesarios para la vida y la convivencia, que configuran de manera especial el modelo de ciudadano que demanda cada sociedad, a través de una educación en valores que permita a los alumnos sensibilizarse y posicionarse ante los problemas, enjuiciarlos críticamente y actuar con un compromiso libremente asumido (Martínez, 1995, p.12).

Los temas transversales ofrecen dos soluciones a un debate por demás importante. En primer, lugar como su nombre lo indica, son temas en plural y en segundo, la transversalidad que tienen en el currículo puede ser definida desde el proyecto nacional; pero requiere ser realmente establecida en el proyecto escolar, esto es, en la discusión de los consejos técnicos de las escuelas. Así, el ámbito de los temas transversales puede ser aquél que difícilmente se incluye en un contenido de una asignatura, porque no se limita a la misma y tiene una repercusión en otros ámbitos. Este es el caso de temas que el contexto social reclama que sean trabajados en la escuela, tales como: educación en los derechos humanos, educación en la democracia, educación ambiental, y educación y género.

Por ejemplo, en el caso español los contenidos transversales son los siguientes: educación moral y cívica, educación ambiental, educación para la salud y sexual, educación para la igualdad de oportunidades para ambos sexos, educación para la paz, educación del consumidor, educación vial. Estos temas son transversales porque atraviesan todo el currículo, y reclaman ser trabajados —en las asignaturas y temas que los permitan— desde una perspectiva cognitiva y actitudinal. No se trata de crear un mero adoctrinamiento de los estudiantes, sino de establecer en el currículo los engarces naturales que permitan el tratamiento de los mismos y, a la vez, identificar las formas de enseñanza que permitan explotar la articulación de ambos aspectos (el contenido de la asignatura y el tema transversal).

El interjuego entre los elementos cognoscitivos y actitudinales, le da un sentido singular a su tratamiento. No basta con mostrar, reconocer, entender o retener un contenido en su nivel cognoscitivo, aunque ciertamente se requiere. Es necesario entender cuándo se da una violación individual o social a un derecho humano, comprender que una democracia significa el gobierno de todos, etcétera. Sin embargo, estas afirmaciones de carácter cognitivo pueden ser descalificadas ante determinados hechos o actuaciones en la institución escolar o en la dinámica del aula. Bien decía Dewey (1859-1952), que si la escuela quería educar en la democracia debía ser entonces un laboratorio de democracia, y no se refería a la práctica de instalar urnas el día de una elección nacional o local, sino una práctica cotidiana de relaciones entre autoridades educativas y docentes, entre docentes y estudiantes.

En este sentido, los temas transversales exigen un análisis detenido y cuidadoso para no hacerlos rígidos, como sucedió con la propuesta de la globalización, y no contradecir su potencialidad con prácticas escolares o didácticas que van en sentido contrario a lo que se busca enseñar. Los temas transversales pueden ser un importante aliado en la enseñanza de valores en el ámbito escolar.

 

Referencias

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Apel, H. (1979). Teoría de la escuela en una sociedad industrial democrática. Salamanca: Atenas

Bloom, B. (1977). Taxonomía de objetivos para la educación. Buenos Aires: Ateneo

CEPAL-UNESCO. (1992). Educación y conocimiento. Eje de la transformación productiva con equidad. Santiago de Chile: CEPAL-UNESCO

Coll, C. (1991). Psicología y curriculum (Col. Papeles de Pedagogía). Barcelona: Paidós.

Coll, C., Pozo, J., Sarabia, B. y Valls, E. (1994). Los contenidos en la reforma. Barcelona: Santillana-Aula XXI

Comenio, J. A. (1982). Didáctica magna (2a ed., Col. Sepan Cuántos). México: Porrúa. (Trabajo original publicado en 1657).

Comunicado de prensa DGCS/134/04 (2004, 7 de septiembre). México: Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Consultado el 8 de septiembre de 2004 en:http://www.cndh.org.mx/comsoc/compre/2004/134.htm#

Devereux, G. (1977). De la ansiedad al método en las ciencias del comportamiento. México: Siglo XXI.

Dewey, (952) Democracia y educación. Una introducción a la filosofía de la educación. Buenos Aires: Lozada. (Trabajo original publicado en 1859).

Díaz Barriga, A (Coord.). (1995). Procesos curriculares, institucionales y organizacionales. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa.

Durkheim, E. (1976). La educación como socialización. Salamanca: Sígueme

Durkheim, E. (1979). Educación y sociología. Bogotá: Linotipo

Herbart, F. (1983). Pedagogía general derivada del fin de la educación. Madrid: Humanitas.

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Labrador, C, Diez, A. et al. (1986) La Ratio Studiorum de los Jesuitas. Madrid: Universidad Pontificia Comillas.

La Salle, J. B. (1900). Guía de las escuelas cristianas. París: Procuraduría General

Martínez, M. J. (1995). Los temas transversales. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata.

Rey, B. (1999). De las competencias transversales a una pedagogía de la intención. Traducción Escuela de Filosofía de Arcis. Consultado el 8 de octubre de 2004 en:http://www.philosophia.cl/biblioteca/rey/competencias/

Tyler, R. (1971). Principios básicos de la elaboración del currículo. Buenos Aires. Troquel (Trabajo original publicado en 1949).

Yoder, J. H. (1976). Textos escogidos de la Reforma Radical (Trad. N. M. de Machain y E. Suárez). Buenos Aires: La Aurora.

Tomado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412006000100001&script=sci_arttext

Imagen: https://www.google.com/search?q=educaci%C3%B3n+en+valores&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwiQvePxiL_NAhXB7B4KHUcmCD0Q_AUIBigB#imgrc=4TnW4YM6c0nGqM%3A

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EE.UU.: When Tech Meets Project-Based Learning

Edsurge/24 de junio de 2016/Por: Betsy Corcoran

Resumen:

Paul Curtis era un profesor de Estudios Sociales en California y desde allí emprendió el estudio para apoyar el aprendizaje basado en proyectos sin adicionar muchos elementos de la tecnología, pues, nos existían muchos recursos tecnológicos en su época. Hoy día es el Director del Plan de Estudios de la Nueva Red Tech y aún piensa que el aprendizaje basado en proyectos puede ocurrir sin mucha tecnología. El profesor ve a la tecnología de conformación de aprendizaje basado en proyectos de múltiples maneras: para alimentar la curiosidad del estudiante, proporcionar al maestro una construcción o andamios para hacer el trabajo basado en proyectos, permite a los estudiantes a aprender en casa y utilizar el tiempo de clase para la colaboración y el pensamiento más robusto.

Almost 20 years ago, when Paul Curtis was a social studies teacher at the just-opened New Technology High School in Napa, Calif., there wasn’t much “tech” to support project-based learning. “We didn’t even give the kids email addresses back then,” he chuckles.

Even now, Curtis, Director of Curriculum for the New Tech Network, is confident that project-based learning can happen without much technology. But use it right, he adds, and technology can change the “tone” of the classroom in powerful ways. “It asks teachers to give up ‘the script’ for the classroom,” he says.

Curtis sees technology shaping project-based learning in multiple ways. First technology can fuel students’ curiosity and put them in charge of learning and exploration. Next: technology can provide teachers a construct or scaffolding for doing project-based work. A well-built learning management system, Curtis says, is an essential tool for helping teachers structure classroom time and manage work. (New Tech Network has been fine-tuning an LMS, Curtis confides. Expect to hear more about the work soon, he promises.)

Finally, Curtis’ third level of technology for supporting PBL involves wielding software tools that enable students to learn at home in a flipped classroom model—then use classroom time for collaboration and “more robust thinking,” he says. “You can’t start with the canned curriculum.” Instead he looks for content tools that support teacher—and student choice.

“The best curriculum comes from the passions of teachers and students,” Curtis says. “And the best way to improve student performance is to improve the capability of teachers. So we’re looking for tools that enhance, not replace the teachers.”

At last week’s PBL World conference in Napa, EdSurge’s Tech for Schools Ed Leader Workshop surfaced 14 tools aimed at supporting teachers and students engaged in project-based learning. Here they are (and their uses):

  • ADVANCEfeedbackA virtual coaching platform that uses video to support high-quality feedback and PD through observation, coaching and calibration. Professional growth; Communications tool
  • CraftED Curriculum:A marketplace of teaching strategies and lessons aligned to Hewlett’s Deeper Learning Competencies, CCSS and NGSS. Curriculum tool; Professional growth
  • Ed Leadership SimulationsSimulations of tough, real-world experiences that school leaders encounter, aimed at improving decision making and building resilience.Professional Growth; Communication tool
  • FlexTime ManagerStudents can use software to customize part of their daily schedule everyday; teachers and administrators can manage activities including remediation scheduling. Communication tool
  • Kyte Learning:Digital library of edtech professional development videos created by teachers. Professional growth; Communication tool
  • MathaliciousReal-world lessons that support inquiry-based teaching and challenge students to think critically about the world. Curriculum tool
  • Novare PBL PlatformUses projects, narratives, portfolios, and learning goals to develop authentic, student-based assessments focused on deeper learning.Project management tool; Assessment
  • PaGamOAn online social gaming platform that enables teachers to gamify lessons. Supports learning in all subjects and grade levels. Curriculum tool; Assessment
  • PiperA computer kit that enables students to build genuine electronic circuits and learn about computers through Minecraft. Curriculum tool
  • QUIO Learning MapProvides a visual learning map of student learning. Adaptable to K-12, inclusive learning and adult ESL context. Assessment
  • scrible EduRich research/writing tool that enables students to save and annotate web pages and share research. Analytics give teachers visibility into student work. Curriculum tool; Communication tool
  • Think Through MathRigorous adaptive math tutorial curriculum, based on cognitive tutoring research led by the US Air Force. Curriculum tool; Assessment
  • Torsh TALENT:Video-based online community and data platform that enables observation, feedback and coaching to improve teacher effectiveness. Professional growth; Communication tool
  • WaggleAdaptive, common-core aligned practice and assessmentenvironment for students in grades 2-8 working on math and English skills. Curriculum tool; Assessment 

Tomado de: https://www.edsurge.com/news/2016-06-22-when-tech-meets-project-based-learning

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