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Estados Unidos: Ministry of Education adds more phonics to school readers

There is a change ahead for new entrants when it comes to learning to read at school.

At the moment many school books have stories where children learn to read by looking at pictures and context, rather than a phonics-based approach where they sound out the words.

However, the Ministry of Education is now putting a stronger emphasis on phonics in it’s
Ready-to-Read series of readers for primary school students.

This story has been edited. The Ministry of Education’s response to the original story has been added in full below.

To continue reading this article and to support great journalism

Fuente de la Información: https://www.nzherald.co.nz/nz/news/article.cfm?c_id=1&objectid=12259594

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Estados Unidos: Illinois Will Start Teaching LGBT History in Public Schools: ‘An Inclusive Education System can create Change’

blob:https://www.newsweek.com/01a26188-8a2b-44c1-b01d-89e0c0a1021b

llinois public schools will begin teaching LGBT history next year, after Governor J.B. Pritzer signed the Inclusive Curriculum Law on August 9.

Going into effect July 1, 2020, the measure was sponsored by State Rep. Anna Moeller (D—Elgin) and State Sen. Heather Steans (D-Lake Forest) and was supported by more than statewide and local 40 health, education and civil rights organizations.

The law will add to current curricula discussion of LGBT figures and events, like the Society for Human Rights—one of America’s first gay rights groups, established in Chicago in 1924—and astronaut Sally Ride, the first woman in space and the first known lesbian astronaut, CNN reports.

lgbt history in Illinois public schools

Illinois has become the fifth state to pass a law mandating LGBT history be included in public school curricula.GETTY IMAGES

«We are excited to pass and enact the Inclusive Curriculum Law in 2019 [in] the 50th anniversary year of the Stonewall Riots and the birth of the modern LGBTQ equality movement,» said Brian C. Johnson, CEO of Equality Illinois, in a statement. «As a former first grade teacher, I know how an inclusive education system can create change within a community.»

The curriculum will also include coverage of women and minorities’ contribution to American history, including the forceful removal and illegal deportation of Mexican-American U.S. citizens during the Great Depression.

Illinois is the fifth state to have enacted such a measure, after California in 2011 and Colorado, Oregon and New Jersey earlier this year.

On twitter, reaction to the law’s signing was mostly positive.

«Some yay news for today,» tweeted actor Mark Ruffalo.

«For everyone who is concerned about #LGBTQ history being studied in #Illinois: they are not talking about teaching separate classes,» wrote another user. «They are just adding #LGBTQ contributions to history in their classes. History is not just the history of straight white men»

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¿Quieres ser maestro? Por Armando Estrada

Por: TEDx Talks.

 

Educar no es tarea exclusiva de la Academia. La Educación para que transforme al mundo necesita el apoyo y el compromiso de todos los sectores de la sociedad. Armando Estrada propone un nuevo sistema educativo basado en la Corresponsabilidad. Armando es durangueño, ingeniero y Fundador y Director de Vía Educación A.C una red internacional de especialistas en Educación y desarrollo sustentable para el diseño, implementación y evaluación de estrategias educativas- Forma parte de la Red Internacional de Emprendedores Sociales ASHOKA. Es Miembro del Consejo Social Consultivo de Evaluación de la Educación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación; de la Academy for Systemic Change.Y es miembro de Harvard Global Innovation Iniative iniciativa liderada por el Dr. Fernando Reimers para el fortalecimiento de las habilidades del siglo XXI. Armando es Máster en Política Educativa Internacional por Harvard University y es Ingeniero Industrial y de Sistemas por el ITESM, Campus Monterrey. Le gusta cultivar árboles, compartir tiempo con sus hijos y escuchar música de Marisa Monte. Le apasiona trabajar por una mejor educación, pues está seguro que es un medio para superar las desigualdades. This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at http://ted.com/tedx

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?v=huluC8zgq0w

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Una educación excluyente

Por: Fernanda Muñoz. 

 

Aunque las leyes mexicanas protegen y garantizan los derechos de las personas con discapacidades, la realidad es que la sociedad sigue enfrentando problemas en las escuelas regulares para atender de manera particular a este tipo de personas, ya que no se cuenta con docentes especializados

Todo individuo tiene derecho a recibir una educación a pesar de las condiciones que presente, así lo sentencia la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pero aunque así lo dicte el Artículo primero y tercero, los hechos son otros, por lo que el apoyo de la sociedad es fundamental.

Arturo Champo nació sin poder escuchar. Desde 1974, año en el que se convirtió en el menor de una familia de cinco integrantes, sus padres y hermanos mayores no lo vieron con otros ojos ni los trataron diferente por carecer del oido. Cursó toda la educación básica e incluso acudió a la universidad, era un estudiante como todos, sólo que necesitaba ayuda por parte de algunos de sus compañeros.

A partir de los años 80, a la Lengua de Señas se le reconoció como principal medio de comunicación entre y con las personas sordas

“Ya que carezco del oido, no escuchaba lo que los profesores dictaban o indicaban, así que siempre tenía que estar copiando de los apuntes de algunos de mis compañeros; y pesar de mis dificultades, nunca pensé que la escuela, el tener una buena educación, no era para mí”, platica Champo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, de los 124 mil nueve millones de personas que residen en el país, 6.3 por ciento vive con una discapacidad; el 18.4 de ellos carece del sentido del oido, y el 10.5 no puede hablar.

La educación para las personas sordas en México surgió tras la creación de la Escuela Municipal de Sordomudos, en junio de 1866, antes de que Benito Juárez promulgara la Ley Orgánica de Educación, en 1867, en la que se citó que todo niño con carencia auditiva y del habla debía aprender lengua española escrita y expresada por medio del alfabeto manual y pronunciada cuando hubiera aptitud para ello.

Cuando Champo era niño acudió a una escuela en la que convivía con otros menores iguales a él, sin habla y sin sentido del oido. Al paso de los años, dejó de verlos, él siguió con sus estudios, conviviendo con personas sin sus condiciones e intentando expresarse de manera oral en casa, con sus padres y hermanos.

Un día, luego de 11 años de haber dejado de ver a sus compañeros, le llegó una invitación para reunirse. Aceptó y acudió a verlos. “En cuanto llegué, me tomó por sorpresa que ninguno de ellos hablaba. ¡¿Cómo era posible eso?! Todos se comunicaban a través del lenguaje de señas, y como yo no sabía ese método, no pude entablar conversación con ninguno”, asegura Arturo.

En la guía titulada Orientaciones para la Atención Educativa de los Alumnos Sordos, de la Secretaria de Educación Pública (SEP), publicada en 2012, se explica que fue a partir de los años 80 cuando a la Lengua de Señas se le vio como lengua y se le reconoció su uso como principal medio de comunicación entre y con las personas sordas.

En mi caso fueron mis padres los que me incitaron a hablar, a emitir sonidos para poder comunicarme no sólo con ellos sino con las demás personas. Ahora estoy tomando un curso de Lengua de Señas para poder seguir en contacto con mis compañeros de la infancia

– Arturo Champo

Persona sordomuda

A pesar de que Champo estudió Diseño Gráfico en la Universidad del Valle de México, sin ningún problema que detuviera sus estudios, y después acudió a un colegio para aprender sobre Diseño de Modas, aún se siguen cuestionando el por qué no hay en el país universidades especiales para gente como él, ya que el tenerlas les facilitaría esa etapa de su vida.

LO NECESARIO EN LA EDUCACIÓN PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Aunque en México ha habido escuelas básicas para atención especial desde hace 153 años, aún no se les brinda el apoyo ni la atención suficiente para que los niños, jóvenes o adultos con carencia del habla o del oido puedan convivir con otras personas de manera incluyente.

Al respecto, María de la Paz Jiménez Castañeda, maestra en Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), resalta, en entrevista con Reporte Índigo, que a pesar de que sí ha habido esfuerzos importantes en el ámbito de la educación especial en el país, la sociedad sigue enfrentando problemas en las escuelas regulares para atender de manera particular a este tipo de personas, ya que, dice, no se cuenta con docentes especializados.

“La inclusión es uno de los objetivos prioritarios de las políticas educativas, pero se requiere de implementar de manera más contundente acciones concretas para brindarles un servicio educativo de calidad y con mayor cobertura para beneficiar a este sector de la población”, asegura María de la Paz Jiménez Castañeda.

Para la catedrática, en México se deben generar más condiciones para que la gente sorda tenga mayores oportunidades de desenvolverse en la sociedad e insertarse a una vida productiva y social, no a partir de una idea asistencialista y de ayuda, sino de brindarles lo que por derecho le corresponde a cualquier ciudadano.

“A las personas sordas se les debe brindar, desde edades tempranas, estimulación sensorial para potencializar sus sentidos, así como para desarrollar sus habilidades, como la atención, la capacidad de observación, la expresión corporal y expresiva. La familia debe apoyarlas y acompañarlas en todo momento, para que se les reconozca como seres plenos y con capacidad”, dice la maestra en Pedagogía.

Fuente de la reseña: https://www.reporteindigo.com/piensa/una-educacion-excluyente-personas-con-discapacidad-sordos-apoyo/

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Culture-based education — a path to healing for Native youth?

By: Katrina Boone.

Reframing learning objectives and outcomes in the geographical, historical and local context of indigenous groups

The Hechinger Report is a national nonprofit newsroom that reports on one topic: education. Sign up for our weekly newsletters to get stories like this delivered directly to your inbox.

On a sweltering summer day, students run back and forth on a grassy field. Frequently erupting in laughter, they playfully dodge one another.

On the ground, two balls about the size of tennis balls are connected by a leather strap, and the children race to lift the balls from the ground with long sticks.

These Native American children are learning to play double ball, a traditional indigenous game, or at least that seems to be the focus of their activity. But at the summer camp these students are attending, Native teachers and leaders are leveraging culture-based activities like double ball to engage students more deeply in exploring their Native identities and wellness goals.

The National Indian Education Association (a current client of Bellwether Education Partners) organized the Journey to Discovery and Wellness summer camp, which took place at Riverside Indian School in Oklahoma, to provide an opportunity for Native students to learn about physical, social and emotional wellness through the lens of cultural identity.

An abundance of research indicates that culture-based education, an approach at the heart of the camp, positively affects Native students’ college aspirations, sense of belonging in school and connection to community. Culture-based education not only has the potential to support students’ academic success, but also to foster the development of traits that transcend academic contexts, like resilience and confidence.

Despite this research, data suggest that some schools and districts are anything but interested in investing in the wellness or success of Native students. For example, a school district in Montana is being investigated by the U.S. Department of Education for systematically discriminating against and mistreating Native students.

Native American parents at Havasupai Elementary School in Arizona are suing the federal government and the Bureau of Indian Education for failing to educate their children, practicing excessive exclusionary discipline, violently restraining students and denying the community’s federally protected right to participate in school decision-making.

In general, Native students in K-12 public schools in the United States experience higher-than-average rates of suspension, expulsion and school-related arrests.

Culture-based education provides a path to healing. While Native American cultural values and ways of knowing vary widely from tribe to tribe, there are shared values among indigenous groups, including a focus on community, a sense of relationality, a sense of responsibility to self and others, a rootedness in place and the responsible use of power.

Paying attention to these shared values, and building a curriculum around them, provides an opportunity to diverge from the deficits-based framework through which Native students are often viewed, and instead come to understand the assets and strengths that define many Native students’ cultures.

Culture-based education also creates space to reframe learning objectives and outcomes in the geographical, historical and local context of indigenous groups. Most importantly, it provides a path to Native cultural vitality and sustainability, a path that helps Native students understand their positioning between the cultural knowledge, language and beliefs of the past and the application of that culture today and in the future.

At the Journey to Discovery and Wellness Camp, a camp mentor described how playing double ball provided an opportunity for exercise, but also for cooperation and teamwork, as well as considering what it means to be Native:

The students are wanting to play. As Native people, we were always like that. Like, playing double ball — that’s a traditional game. We were all outside learning to play it, and running and exercising and having fun and building a team. [The game] fuses all of these things together. And that’s revitalizing, to get to think about who you are.

An educational approach rooted in indigenous thought and philosophy doesn’t have to work in contrast to the educational values of the dominant culture that generally drive education in public schools. As indigenous author and educator Marie Battiste explains, “Indigenous knowledge fills the ethical and knowledge gaps” in mainstream education.

In this way, culture-based education provides a path to healing and responsible citizenship for all of us. It helps students become aware of and comfortable with other belief and value systems. It furthers the goals of democracy and leads students of all ethnicities and races to think more deeply about their own cultural identities while also broadening their understanding of the experiences and perspectives of others.

Finally, the fruits of culture-based education can help us understand this country’s moral debts and how to pay them. Native Americans have for too long lived in a country controlled by men who, for nearly 300 years, have consistently “elevated armed robbery to a governing principle.” Through forced removal, boarding schools and relocation, our government stole and erased Native Americans’ languages and cultural knowledge. An investment in recovering, restoring and revitalizing lost and stolen indigenous cultural knowledge could guide us in understanding this country’s bloody history and place us on a path toward reconciliation and equity.

Our country has a long history of racial oppression, and education has too often been a weapon against the oppressed. But culture-based education can be a tool of equity and liberation. Wound tightly within the coils of a culture-based education’s framework is an emancipatory potential, one that can provide space and structure for all students to learn about themselves and the culture and history that comprise their inheritance.

Source of the article: https://hechingerreport.org/opinion-culture-based-education-a-path-to-healing-for-native-youth/

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Clases de civismo: una oportunidad para enseñar habilidades del siglo 21

América del Norte/ México/ 19.08.2019/ Fuente: observatorio.tec.mx.

Aunque no ha sido aceptada aún, la nueva Ley de Educación en México ha generado mucho nerviosismo en el país. Lo que busca es rescatar valores éticos y morales por medio de clases de civismo para ofrecer a los alumnos una preparación más integral.

El civismo es importante porque ayuda a fortalecer los valores y cultura cívica a las nuevas generaciones. Es una clase que permite a los niños practicar varias de las habilidades poderosas que desarrollan su pensamiento crítico. En este tema, los alumnos aprenden a discernir entre buenas y malas conductas en la sociedad, así como a estar informados y conscientes sobre sus derechos y deberes en la sociedad.

Según un estudio del 2016, realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA por sus siglas en inglés), aquellos países con un buen programa de educación cívica son los que mejor salieron evaluados. Esos programas que ellos ofrecen están bien consolidados y enfocados en formación de estudiantes de kínder hasta educación superior, así como preparación de docentes especializados.

Entre los países con mayor desempeño se encuentran Suecia, China, Dinamarca, Noruega y Finlandia. En América Latina de los países que les fue mejor fueron Chile y Colombia, seguidos por México, aunque se encuentran por debajo de la media.

La educación cívica en las distintas etapas

La educación cívica debería de iniciar desde el kínder ya que ayudaría al estudiante a entender los conceptos de civismo, dignidad, responsabilidad, tolerancia y ética. Se inicia enseñando sus deberes ciudadanos y la importancia de cumplirlos. Además, entre más aprenda el estudiante sobre el tema, más oportunidad tendrá de “vivir” el significado del civismo, derechos humanos y de conocer su rol en su comunidad.

Conforme el estudiante vaya avanzando en su educación, y quede asentado lo básico sobre civismo, se volverá más sencillo ir enseñando conceptos más complejos. Esos temas pueden abarcar desde ciudadanía, justicia, equidad, legalidad, e institucionalidad.

Al llegar a secundaria los jóvenes deberían tener la capacidad de aprender y entender sobre el orden y funcionamiento de la sociedad y el rol que desempeñan dentro de la misma.

 Ya en bachillerato y educación superior el estudiante debe dominar los temas de democracia, estado de derecho, equidad social, resolución de conflictos y derechos humanos.

En la clase de civismo se deben abordar los temas con una metodología adaptada a cada etapa estudiantil y verla como una materia transversal ya que cualquier otra materia puede ser compatible.

El juntar diversas clases con civismo también ayuda a ofrecer distintas oportunidades para enseñar sobre valores y ciudadanía, siempre y cuando vaya de la mano de un programa de formación cívica.

Con el gran auge de las habilidades poderosas, las asignaturas como civismo deberían de ser imprescindibles en la educación de los alumnos de cualquier etapa. No sólo porque los ayudará a desarrollar habilidades como el pensamiento crítico sino porque ayuda a formar ciudadanos modelo en la sociedad.

El Observatorio quisiera saber: ¿De qué manera se aplica las clases de ética en su escuela? ¿Existe algún programa o ley que busque enseñar cívica en los salones de clase?

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La educación en valores

Por: Eduardo Daniel Ramírez Silva. 

La necesidad de una educación en valores es evidente. Vivimos una crisis social, en la que problemáticas como la violencia, la inseguridad, la desigualdad socioeconómica, la corrupción y la discriminación se han apoderado de nuestra cotidianidad. Se manifiestan en diferentes contextos sociales, en las calles, dentro de los mismos hogares e incluso en las instituciones educativas. Pese a ello, desde diversas orientaciones se percibe la convicción de implementar acciones concretas en torno a estas problemáticas.

Bonifacio Barba señala que desde “un sentido formativo de la escuela y de su eficacia, tanto social como pedagógica, la educación es por naturaleza, una cuestión de valores, un proceso de formación moral” (Barba: 2005; p. 9). Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente. El porcentaje de personas entre 25 y 34 años de edad sin educación secundaria, cayó un 13 % entre 2007 y 2017, para convertirse en un 52 % de nuestros jóvenes adultos, lo que sitúa a México como el país con mayor proporción de esta población sin estudios, según datos de la OCDE. Esto propicia una mayor inmovilidad social.

“Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente”

Requerimos pensar la educación de una forma diferente. Para ello, se torna necesario establecer una definición de valores que permita llevar a cabo el proceso de formación moral que señala Barba. La axiología, desde la escuela objetivista, sostiene que los valores existen objetivamente; que son entidades externas e inmateriales, independientemente de si el hombre los percibe o no (Rodríguez, Frade y Albelo: 1995; p.22). Esto quiere decir que los valores se conocen por intuición o, mejor dicho, por la capacidad cognoscitiva que se afina en los contextos familiares y escolares. Estos valores se relacionan con los derechos naturales del ser humano que en teoría son inquebrantables, inalienables y universales. Hablamos de la dignidad, la libertad, la equidad, el respeto y el amor que nos son innatos, por lo que una educación en valores debe estar dirigida siempre en pro del bien común basada en la inteligencia, en la consciencia y en la voluntad.

Ante esta condición, contrastan considerables dificultades que se manifiestan al momento de establecer un eje de trabajo, una dirección universalmente legítima. Hay quienes mantienen que ello se debe a lo peculiar del terreno educativo, en el que por supuesto convergen diferentes visiones del mundo, múltiples ideologías políticas, creencias religiosas, estilos de vida y en general culturas. Por ello, conviene determinar si es posible construir desde lo común y unificar las diferencias considerando marcos referenciales para el colectivo que construye comunidad.

En ese sentido, fijamos dos postulados que nos pueden orientar a ese punto: el primero de ellos es lo que señala Serafín Antúnez: “La educación en valores se justifica por la necesidad que tenemos los individuos de comprometernos con determinados principios éticos que nos sirvan para evaluar nuestras propias acciones y las de los demás” (Antúnez: 2009; p. 15); por otro lado, Gerardo Barbera nos dice: “La educación en valores supone acciones ontológicas y axiológicas trascendentes que la fundamenten como propuesta ética y política, y así se hacen vida en una comunidad existencial concreta e histórica” (Barbera: 2008; p. 111). Ambas posturas nos indican que las necesidades humanas generan derechos para satisfacerlas, por lo que emergen deberes naturales para atender estas necesidades por medio de los valores que se traducen en derechos naturales.

De esta manera, nos aproximamos a lo que probablemente sea ese eje de trabajo que son los valores traducidos en derechos naturales que fortalecen la vida social en comunidad.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de 2015 planteó 17 Objetivos de desarrollo sostenible, que conllevan un espíritu de colaboración para elegir las mejores acciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos sociales y ambientales del mundo en general. Por lo que los gobiernos deben diseñar sus políticas públicas basadas en estos 17 objetivos, y los pueblos deben respetar y realizar estos lineamientos siempre y cuando, dentro de estas agendas se apele fuertemente a la educación en valores ya descrita, con la que nos quite la venda de los ojos para dejar de concebir una vida desde el individualismo y protejamos el bienestar de todos.

La educación en valores es trascendental para que nuestra libertad no sea contemplativa únicamente, sino que actúe en nosotros mismos para alcanzar un estado justo y equitativo.

Invito a todos los profesores a compartir su opinión así como sus experiencias pedagógicas a través del Observatorio de Innovación Educativa.

Referencias 

Antúnez, S. (2009). Cómo educar en valores. Madrid: Nárcea.

Barba, B. (2005). Educación y valores. Una búsqueda para reconstruir la convivencia. En Revista Mexicana de Investigación Educativa (pp. 9-14). Ciudad de México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C.

Barbera, G. (2008). Educación en valores. En Revista La Educación en Valores (pp. 110-118). Universidad de Carabobo. Venezuela.

Rodríguez Lozano V., Frade Perdomo P. y Albelo Martín L. (1995). Conceptos fundamentales de la moralidad. En Ética (pp. 19-31). Ciudad de México: Alhambra Mexicana.

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