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Canadá: Premiar a los niños con tiempo de pantalla es tan malo como darles chucherías

América del norte/Canadá/17 Enero 2019/Fuente: El país

Un estudio canadiense recalca que el castigo tampoco es eficaz, ya que cuanto más deseamos algo, más lo hacemos. El ejemplo paterno es lo mejor para el buen uso de la tecnología

Usar los aparatos electrónicos como castigo o como recompensa con nuestros hijos no es lo más recomendable. Así lo concluye un estudio elaborado por la Universidad de Guelph en Canadá y publicado en la revista BMC Obesity. Es más, los investigadores añaden que utilizar esto como método correctivo hace que los menores pasen más tiempo usando su tableta o smartphone o viendo la televisión, que aquellos niños a los que sus padres no reprenden o premian con estos dispositivos.

“Es lo mismo que premiar o castigar a los más pequeños con chucherías, ya que lo que conseguimos es que aumente su deseo de comerlas, de tenerlas, lo que podría tener un efecto en su estado de salud”, asegura Jess Haines, una de las autoras en un comunicado. “Lo que consigues es que prefieran un pastel a una zanahoria. Pues lo mismo ocurre con el uso de la tecnología y el deseo de pasar más tiempo frente a una pantalla. Si se lo prohíbo, cuando lo tenga, querrá más. Si le recompenso con tiempo de pantalla, estará más tiempo y se podría volver más sedentario”, añade la experta.

Con una muestra de 62 niños entre 18 meses y cinco años y 68 padres y madres, “queríamos investigar el impacto de las prácticas paternas con los dispositivos electrónicos y su efecto en los pequeños preescolares”, sostiene la autora de la investigación canadiense. De esta forma, preguntaron a los progenitores varias cosas, como cómo vigilaban el uso de dispositivos de sus hijos; cuándo les dejaban utilizarlos y si ellos mismos lo hacían delante de sus retoños. “Era importante estudiarlo, ya que a esta edad es cuando los niños comienzan a establecer hábitos y rutinas que continuarán a lo largo de su vida. Además, ha aumentado el uso de estos dispositivos en estas edades en los últimos años”, prosigue Haines.

Los resultados concluyen que de media los niños pasaban casi una hora y media delante de una pantalla durante los días de la semana y un poco más de dos horas, los fines de semana. Por su parte, los padres pasan una media de dos horas los días laborables y hasta dos y media los sábados y domingos. La Asociación Americana de Pediatría recomienda, por ejemplo, que los niños de menos de 18 meses no deberían usar nunca ningún tipo de pantalla. Y según explica la investigadora en el texto, en Canadá “solo un 15% de los preescolares cumplen el protocolo tecnológico de este país, que indica que estos deben pasar menos de una hora al día frente a estos dispositivos”.

Entre los factores que influyen en el uso de los dispositivos está cuando los padres lo usan como premio o reprimenda. “Este comportamiento correctivo o de recompensa hace que los niños pasen 20 minutos más al día frente a una pantalla”, continúa la experta en el texto. “Y este aumenta un poco más los fines de semana y creemos que se debe a que los progenitores pasan más tiempo con sus hijos y también más tiempo con sus dispositivos”. Según sus resultados, si los padres ven la tele con sus hijos, estos ven más tele, por ejemplo. “Esto es algo que ocurre menos cuanto más pequeños son los hijos, ya que los progenitores suelen aprovechar para ver la tele o usar sus dispositivos cuando estos, por ejemplo, están durmiendo la siesta”, subraya Haines.

Además, los autores del estudio son contundentes: no se deben usar pantallas durante las comidas, “sino que tiene que ser un tiempo para aprovechar en familia”. Hacer que los hijos pasen el menor tiempo posible frente a una pantalla es bueno para la salud de los niños, “recordemos que tener una vida sedentaria está vinculada con un mayor riesgo de padecer obesidad, con un menor rendimiento escolar y con habilidades sociales más pobres”. Cabe recordar que la obesidad infantil ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, como una creciente epidemia. Es más la prevalencia, según explica esta misma organización, está estimada en 41 millones de niños con sobrepeso u obesos en el mundo.

Y añaden que usar estos dispositivos también les aleja de tener relaciones satisfactorias con sus iguales. “Nuestra esperanza es que estos resultados hagan que los padres sean cautelosos ante de los dispositivos y en cómo educan a sus hijos a este respecto”, concluye Haines.

Consultada en relación a este estudio, la psicóloga infantil Silvia Álava asegura que «efectivamente, es peligroso o inadecuado relacionar el uso de dispositivos con un castigo o un premio. En el primer caso, los psicólogos estamos en contra del castigo, ya que el niño no aprende, no sabe cuál o cómo se corrige la conducta por la que ha sido reprendido. No es un buen uso. Si le prohíbo el uso de pantallas, en cuanto se las ponga delante se volverá loco. Fomentaré su deseo, las ganas. Cuando hace algo mal, es mejor explicarle las cosas, que aprenda a hacerlas bien o cómo tiene que hacerlas, paso a paso, lo que haga falta». «En cuanto a los premios es distinto. Está bien premiar a los más pequeños, que se recompense una tarea que han hecho bien o que les ha ocasionado cierto esfuerzo. Pero hay que premiar de forma coherente, con algo que desee el pequeño. Pero siempre debe ser algo vigilado y con control paterno, no aumentando el tiempo de pantallas, por ejemplo, que hace que el niño no interactúe con otros o que no juegue de forma activa, ambos comportamientos ideales para pequeños preescolares y más mayores», añade la autora de Queremos hijos felices, entre otros títulos.

«Los padres tienen que ser cautelosos con el uso de los dispositivos. Si los usan mucho, el niño percibe que pueden usarlo y que no pasa nada. Dejemos el móvil a un lado cuando estemos con nuestros hijos. El tiempo libre no es para estar más conectados, sino para disfrutar todos juntos y cuando son pequeños por qué no apostar por el juego guiado, por ejemplo», incide la psicóloga.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/14/mamas_papas/1547465350_234182.html

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EEUU: Apoyemos la rebelión docente en Los Ángeles

Por: anticapitalistasenred.org/16-01-2019

La gran crisis económica del 2008 derrumbó para siempre el famoso sueño americano, dejando al propio Estados Unidos, el regente del capitalismo mundial, en una situación compleja. Expresión de ello es el resurgir, luego de décadas, de rebeliones y grandes huelgas docentes como la que protagoniza, desde el 14 de enero, la docencia organizada en UTLA, en el distrito escolar de Los Ángeles, con gran apoyo social.

En un mundo que se encamina a un nuevo sacudón económico como en el 2008, y en el marco de una crisis mundial sistémica, Estados Unidos es el escenario de una polarización que reafirma el curso del mundo, mostrando un cambio cualitativo en la situación política del país más desarrollado del planeta. Una crisis que continúa y sigue sorprendiendo por su dinamismo.

La lucha es una y sin fronteras

En efecto, en tierra del auge capitalista de otros tiempos, en el propio Estados Unidos se ven los efectos mundiales de esta nueva coyuntura. Un mundo con una crisis capitalista que no logran revertir, con gobiernos que asumen formatos más duros y autoritarios, a fin de aplicar ajustes económicos que atentan contra derechos sociales, democráticos y básicos como la educación pública para intentar recuperar la tasa de ganancia del capital imperialista y así revertir una dinámica de crisis sistémica de la que no se recuperan.

Es que los gobiernos y las corporaciones se encuentran con grandes resistencias, rebeliones y sectores de jóvenes, mujeres y trabajadores que hacen frente a esa contrarrevolución mundial del ajuste, sacando una conclusión necesaria: que el capitalismo no va más. Esta polarización que se radicaliza en sus extremos, a la vez produce y acelera procesos de lucha, también radicalizados, en defensa de esas conquistas sociales. Y a la vez esperanzadores en cuanto a su perspectiva.

Polarización social y política que se ve también en Estados Unidos y generó cambios de tal magnitud que nada volverá a ser como antes. Habiendo ganado Trump, se han dado grandes movilizaciones y luchas. En el 2018, entre los meses de abril y mayo, hubo una serie de grandes e históricas huelgas docentes en varios Estados y de trabajadores públicos. Huelgas masivas, combativas, organizadas y radicalizadas, como hacía cuatro décadas no sucedía y que terminaron en triunfos importantes. Como así también se vieron las grandes respuestas y movilizaciones de mujeres frente a las medidas de Trump. O la respuesta de enormes sectores de latinos, ante las políticas racistas que intenta desarrollar el gobierno republicano.

En este marco, ahora mismo hay en curso una lucha docente que lleva adelante la comunidad educativa del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD- Unified  School District of Los Ángeles), el segundo distrito en importancia en los Estados Unidos, luego de Nueva York. El LAUSD cubre un área de más de 1,1 millón de kilómetros cuadrados y atiende a más de 694.000 estudiantes en 1.322 escuelas, aunque 216 de ellas son escuelas “autónomas”, las que en su mayoría cuentan con maestros no sindicalizados. Alrededor del 80% de los estudiantes son de hogares de bajos ingresos y califican para un almuerzo gratuito o de precio reducido (se sirven alrededor de 1 millón de comidas al día en las escuelas) y un 25% aprende inglés. Esto habla a las claras de la importancia social de la lucha en curso.

Una lucha sin precedentes desde 1989

Se trata de una lucha docente que no tiene precedentes próximos en el distrito, ya que hace 30 años -desde la huelga que realizaran en el año 1989-, que no se preparaban para un paro docente en Los Ángeles y de las magnitudes que podrá tener el convocado por el sindicato UTLA (United Teachers Los Ángeles / Docentes Unidos de los Ángeles) para el 14 de enero.

Una lucha que tuvo un hito hace algunos meses en una movilización enorme el 15 de diciembre pasado, con 50 mil personas entre docentes, madres, padres, familias, estudiantes y la comunidad. Y que, en sintonía con lo que decimos, también resultó ser una de las movilizaciones más grande en años del distrito. También el 24 de mayo del 2018, más de 12.000 maestros se reunieron en Grand Park para la manifestación “All In for Respect” (Todospor Respeto) con manifestaciones de docentes de West Virginia, Arizona, Oklahoma y Puerto Rico, y contaron con la presencia de muchas familias y estudiantes que marcharon junto a ellos. Una lucha docente histórica ya que -como decimos- no tiene precedentes posteriores a los ‘90 en Los Ángeles. Y muestra, sin lugar a dudas, un marco de situación por lo menos novedoso en Estados Unidos.

Una novedad para propios y  ajenos, porque si bien nosotres seguimos este proceso con pasión y entusiasmo, también lo hacemos con una cuota de asombro ante el contrastante con la realidad de continuas huelgas en nuestro país. Y por ello brindamos toda la solidaridad, el apoyo y difusión necesarios. Pero el conflicto también es visto con sorpresa y preocupación por el propio gobierno Demócrata de Los Ángeles y el de Trump en el país. Gobiernos que ensayan sistemáticamente nuevas formas y medidas abiertamente antisindicales para enfrentar y frenar luchas como ésta, aunque sin conseguirlo.

Es que asistimos a una rebelión docente que se manifestó con el voto positivo del 98% de los más de 33.000 educadores, incluyendo bibliotecarios, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales al ser consultados durante varios días en las escuelas primarias, intermedias y secundarias del distrito escolar. La votación a favor o no de ir a la huelga empezó el 23 de agosto de 2018 y sus resultados se difundieron el 31 de ese mes del año pasado, dando mandato al sindicato UTLA para llamar a la huelga.

Este conflicto lleva casi dos años, con 20 meses de fallidas negociaciones entre las autoridades del distrito y el sindicato. Por lo que la docencia organizada en UTLA ha venido trabajando sin un contrato por más de un año. Por eso la totalidad de docentes votó a favor de ir al paro, siendo la Junta Directiva de UTLA la que decidía si se iba finalmente a la huelga, en caso de no prosperar las negociaciones.

Si bien ese voto masivo y categórico no significaba que automáticamente se produciría un paro como el ocurrido en 1989, esta acción le daba al sindicato el derecho de convocar a la huelga, en caso que fallaran las negociaciones con el LAUSD. Y muestra una unidad y voluntad en el conjunto de la docencia, que está decidida a obtener respuestas positivas a sus reclamos.

En ese sentido, UTLA anunció también una huelga en tres escuelas chárter del sur de Los Ángeles, operadas por The Accelerated School, y afirman que sería la primera huelga en una escuela chárter del distrito. El dato no es menor ya que, como bien señalan los medios “las chárters son escuelas privadas que compiten con el sistema escolar público por los estudiantes y por los fondos que aportan. Su rápido crecimiento ha sido un factor importante en los problemas financieros del distrito porque la gran mayoría de los fondos estatales y federales se basan en la inscripción”.

El reclamo salarial y presupuestario de UTLA

Respecto a lo salarial, la última oferta notificada por el distrito a UTLA es un aumento del 2% y una bonificación del 2%, similar a los otros contratos. Luego de muchos meses y varios intentos del sindicato de solicitar reuniones y esperar ser convocados, el pasado 7 de enero hubo una fracasada reunión entre la representación docente y las autoridades del distrito de Los Ángeles. En un conflicto que tiene varios puntos de discusión, pero que en lo que respecta al eje salarial, llevan años sin respuesta, ya que el último aumento acordado fue en 2015. En ese año tuvieron incrementos salariales del 10%, aunque después de la recesión económica y de tener días sin pago. “Fue como una reducción del sueldo porque el distrito amenazó con despedir a maestros y cerrar escuelas”, recordaron desde UTLA.

El Superintendente del LAUSD, Austin Beutner, aseguró que otros sindicatos del distrito se habrían conformado con aumentos de un 6% en tres años y que la misma oferta ponían a disposición de la docencia. Pero UTLA busca un aumento del 6.5%, retroactivo al 1° de julio de 2016. La discusión salarial, desde el gobierno pretenden sostenerla cada tres años.

Para tener una idea de los salarios que cobran, desde el sindicato dijeron que un maestro principiante tiene un sueldo anual promedio de 40.000 a 50.000 dólares; uno de experiencia, 60.000 dólares y “los directores andan en $100.000”. Se trata de sueldos bajos. Aunque si los comparamos con los 14 mil pesos que cobra al mes un docente que se inicia en la provincia de Buenos Aires, un ingreso de 40.000 dólares al año para un docente que se inicia implica cobrar más de 115.000 pesos mensuales. Y una directora de escuela gana casi 300.000 pesos por mes, en su equivalente en dólares (U$S 100 mil al año). Muestra lo lejos que estamos de los salarios de los principales países del G20, más allá de tratarse de sueldos que implican ingresos bajos para el llamado Primer Mundo.

Es en ese marco que Mónica García, presidenta de la Junta Directiva del LAUSD, defendió la oferta del 6% y agregó: “Reconocemos que cada maestro se sacrifica por el bien de los jóvenes que merecen mucho más, pero tenemos que ser responsables con el dinero…”. Esto nos suena conocido. Ya que es la misma frase que nos dicen gobernadoras como María Eugenia Vidal, el presidente Mauricio Macri y cualquier gobernador de provincia. O lo que nos decían Damiel Scioli cuando era gobernador bonaerense y Cristina Kirchner que cerraba paritarias nacionales a la baja y por decreto, en medio de fuertes paros docentes.

Una de las justificaciones que da el Superintendente Beutner para negarse a mejorar la oferta es la falta de presupuesto que tendría el distrito, sin embargo, los docentes alegan que el LAUSD tiene 1,9 mil millones de dólares en reservas irrestrictas de 2018-19 que pueden destinarse a satisfacer y solucionar las demandas y el contrato de la docencia.

Es en este marco de conflicto que UTLA anunció ese día, 7 de enero, que se volverían a reunir el lunes 14 con los negociadores del distrito. A la vez que convocaron al paro para el jueves 10, antes de esa próxima reunión. Pero finalmente la dirigencia de UTLA definió pasar al lunes 14 como día de inicio de la primera huelga docente en el LAUSD desde 1989.

El cambio y demora en la fecha inicial del paro respondía a que el distrito impugnó en el tribunal la fecha de inicio original, alegando que el sindicato no habría dado una notificación de 10 días, como exige la ley estatal. El gremio apeló y finalmente obtuvo luz verde. La audiencia ante el pedido de restricción temporal de la huelga se realizó el jueves por la mañana en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, donde la juez Mary H. Strobel falló a favor de la docencia.

La docencia no solo reclama salario, defienden la escuela pública

“Los maestros saben lo que está en juego y están listos para tomar acción, conectando con las rebeliones nacionales de maestros para luchar por la educación pública”, afirman desde el sindicato. En Los Ángeles, esta medida de presión “histórica” busca mejoras salariales, pero no es lo único que reclaman. Hay otras necesidades tan importantes como tener clases con menos estudiantes (las aulas se pueblan con 40 a 50 estudiantes por clase); así como contar con más enfermeras, psicólogos y bibliotecarios de forma permanente en las escuelas; menos exámenes estandarizados que tienden a la privatización y más enseñanza; mejora del sistema de seguridad escolar y ponerle fin a la privatización de escuelas. Esto junto a otras demandas como la cobertura en salud a la totalidad de trabajadores escolares, no solo a quienes están en el ítem maestro. Reclamos con un mismo hilo conductor, la necesidad de un mayor presupuesto para educación que el gobierno niega.

Aunque también buscan resolver problemas mas profundos al apuntar a la destitución del Superintendente Beutner, a quien consideran inapropiado para regir los destinos del segundo distrito escolar más grande del país. “Beutner no tiene nada que ver con la educación”, declaró Tomás Flores, presidente del Comité Educativo Bilingüe, en la Junta Directiva para el Área Central de UTLA. “Queremos en ese puesto a un maestro…”. Porque el conflicto de fondo es en defensa de la propia educación pública.

Efectivamente, Austin Beutner es bastante rico, ex banquero de inversiones y hombre de negocios. Fue CEO y editor de The Los Angeles Times y The San Diego Union-Tribune. Su formación es en los negocios y política pública, no tiene ninguna experiencia en educación ni formación académica. Fue elegido por un sector defensor de las escuelas chárter, con la misión de ajustar las cuentas del distrito.

Por eso hoy el plan del Superintendente Beutner es dividir el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en 32 “carteras” más pequeñas, con escuelas públicas que pasarían al estatus de escuela “concertada”, lo que implicaría ir a un sistema mixto, previo a la privatización, nada menos que en el segundo distrito escolar más grande del país. Con un complejidad extra, que radica en la negativa del gobierno a equiparar el límite de estudiantes por clase, entre escuelas privadas y públicas o concertadas. En muchos contratos de escuelas privadas, el máximo de estudiantes es 24; mientras el gobierno pretende que cada clase en las escuelas públicas no tenga menos de 40 estudiantes. Así mismo, esta posibilidad de recorte que ve el gobierno, permitió despidos masivos de docentes, no siendo necesarios ante clases más pobladas, al unificarse a varias en una sola.

Una lucha con muchísimo apoyo popular

Esta pelea en defensa de la escuela pública cuenta con una simpatía enorme y apoyo de la comunidad en su conjunto. Este también es un cambio fundamental. En otros momentos era imposible pensar en la huelga como medida sindical, puesto que era repudiada por la sociedad y se veía como un día de clase “perdido”. Un grave problema para las familias que no conciben otra instancia para ubicar a niñes que deben asistir a la escuela. Esto hoy se ha revertido en gran parte.

En ese sentido, y después de los logros que en el proceso del año anterior han obtenido, el sector docente de los Estados Unidos, encabezado en estos momentos por Los Ángeles, también profundizará su lucha con un gran apoyo de docentes de otros lugares y distritos; pero también con un gran apoyo de familias, y estudiantes. Con grandes manifestaciones encabezadas por padres y familias latinas que entienden muy bien el valor de la educación pública, y que no la entregarán fácilmente, aún en la tierra del Tío Sam.

Ante esta enorme fuerza de lucha, las autoridades que pretenden avanzar en su plan de ajuste y privatización, intentan ganar el conflicto ante la justicia, pidiendo la declaración de la huelga como ilegal. Ven que ya no están fuertes sus argumentos en la sociedad, por lo que pretenden ir por otros caminos en la resolución del conflicto. Como es intentar ganarlo judicialmente, empleando a costosos abogados antisindicales. También pretenden usar la figura del sustituto docente, mejor remunerados que el suplente afiliado, además de ubicar y supervisar a estudiantes en grandes espacios y hasta apelar a la instrucción en línea para seguir prestando educación.

Como detalladamente describe el diario Los Ángeles Times en su edición en español del 7 de enero, en el mes de octubre de 2018 “la Junta de Educación de Los Ángeles autorizó $ 3 millones de dólares para contratar a miles de sustitutos externos, incluyendo maestros, ayudantes del campus, asistentes de educación especial, enfermeras y ayudantes de maestros para reemplazar a los miembros ausentes del sindicato”. Y agrega que “el distrito comenzó a buscar en septiembre compañías que pudieran proporcionar empleados que no fueran del LAUSD para trabajar en tales puestos. Y se firmaron contratos con al menos cinco agencias. Los contratos con agencias, incluyendo la Red de Maestros Suplentes y Maxim Healthcare Services Inc. permiten la entrada de más de 4.400 suplentes…”.

También da cuenta que apelarán a “padres voluntarios”, un listado usado mucho en otra época, y que ahora solo se usa ante emergencias  climáticas o sociales. Personas de la comunidad que se anotan para sustituir, ante falta de docentes, a los mismos en las escuelas. El gobierno está haciendo propaganda para que se anoten más personas en ese listado y para que tomen esa responsabilidad. Esto, ante la negativa de muchos padres de ser sustitutos, aún estando en esa lista.

Los directores de escuela fueron animados en el otoño (octubre, noviembre) a hacer reuniones y solicitar la ayuda de padres durante una huelga. El distrito se prepara también para hacer más fácil el voluntariado en una escuela. Lo que permitiría ofrecerse sin la revisión de antecedentes que regularmente exige el Departamento de Justicia del Estado. Los directores podrían “recoger estos formularios acelerados y verificar los nombres de los padres para asegurarse de que no sean delincuentes sexuales registrados…”.

Entre los “documentos de planificación de huelga” referidos a la “continuidad del aprendizaje”durante un paro y que fueron difundidos por las autoridades, se le pidió a cada director de escuela que llenara una “Hoja de Trabajo de Paro”, donde deben enumerar la cantidad de espacios grandes, como gimnasios, auditorios, salones multiusos y cafeterías, y cuántos estudiantes tendría cada espacio.

A su vez, cualquier empleado del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles que no sea miembro de la UTLA debería tener que presentarse a trabajar durante una huelga docente. Pero los trabajadores de los otros 5 sindicatos de empleados del LAUSD no se muestran muy a favor de “cruzar las líneas de la huelga”.

Los únicos integrantes no docentes de sindicatos que no podrán participar en una huelga de solidaridad son los policías escolares, porque legalmente tienen prohibido hacerlo. Es por eso que las autoridades ya anunciaron que un oficial del Departamento de Policía Escolar de Los Ángeles estará en cada secundaria y preparatoria, y que 2 oficiales de policía de la ciudad estarán en cada primaria. Sin embargo los agentes ya adelantaron que “no vamos a hacer cumplir las leyes del ausentismo escolar”, refiriéndose a la ley que exige que estudiantes asistan a la escuela a menos que tengan una razón válida. Y esto es así pese a que las autoridades del distrito ratificaran que “la huelga no califica como razón…”.

Como vemos, se trata de una importante batería de recursos que el gobierno pretende usar contra la huelga, ante una pelea con final abierto, pero que aparece con una gran perspectiva hacia la docencia y la escuela pública.

Es emocionante ver las innumerables actividades de madres y familias acompañando a docentes de sus escuelas en la organización y preparativos del paro. Participando en las distintas conferencias de prensa, incluso luego de las reuniones de negociación o al explicar el cambio de fecha en el día de la huelga. Madres abogadas en defensa de los derechos de jóvenes estudiantes. Haciendo pancartas y carteles, repartiendo folletos, asistiendo a las convocatorias, marchas y concentraciones y asegurando que ellas, sus familias y estudiantes,“no cruzarán la línea de huelga”. El paro es un acontecimiento que conmueve de arriba a abajo a la sociedad, sus organizaciones e instituciones.

Una rebelión que se da con mucho debate

El embate judicial del gobierno provocó que el sindicato modificara lo previamente anunciado y definieran pasar el día de la huelga para el 14 de enero. Ante esta actitud, el superintendente del LAUSD ni siquiera se molestó en presentarse a las negociaciones mantenidas el día miércoles. Sin embargo, sus funcionarios dejaron en claro que cambiarían su oferta de un pequeño aumento salarial del 2% en cada año, supeditado a los recortes en el seguro médico de los nuevos maestros y no abordarían seriamente la escasez crónica de enfermeras, bibliotecaries y otro personal. Sí dejaron en claro que avanzarían con la idea de pasar escuelas a “concertadas” y que la docencia deberá acordar con el número de 40 estudiantes por clases como un piso, a fin de lograr bajar los costos.

Por eso entre las familias y los propios docentes hubo dudas de la efectividad de la medida al cambiar de día el paro, tras la denuncia de ilegalidad de las autoridades. Muchos sostenían que debía mantenerse el mismo día 10. La página de Facebook de la UTLA está llena de comentarios de docentes y padres enojados por el continuo estancamiento. Muchos dijeron que la nueva fecha era un signo de debilidad, mientras otros se quejaban de que la decisión del sindicato los había dejado confundidos y no sabían lo que estaba sucediendo.

Hay un sector muy crítico del sindicato, ya que dicen que el mismo estaría retrasando la huelga. Y que apelaron a las razones legales cuando los tribunales ni siquiera habían dictaminado sobre la huelga. La realidad es que la docencia quiere ir al paro, no quiere aceptar la propuesta del gobierno y tienen el apoyo de madres, padres, familias  y estudiantes en su gran mayoría.

Desde aquí y más allá del día, ya es un hecho político de enorme magnitud la masividad con la que se avecina el paro del 14, una medida que sería la mayor huelga de educadores en los Estados Unidos desde las grandes rebeliones docentes del año 2018 en West Virginia, Oklahoma y Arizona, siendo el inicio de un plan de lucha que continuaría. Una medida que ya hace historia.

Bipartidismo del ajuste salarial y educativo

Para muchos docentes críticos, la conducción de la UTLA estaría tratando de hacer lo posible para evitar la huelga en el segundo distrito escolar más grande de la nación. El que podría estallar rápidamente en una huelga estatal que desafiaría a los aliados del sindicato en el Partido Demócrata, quienes controlan todo el gobierno estatal. Los demócratas han llevado a cabo recortes presupuestarios por décadas, mientras entregaban miles de millones en recortes de impuestos a los ricos, haciendo pasar al Estado de ser uno de los mejores en la nación en financiamiento escolar, al puesto 43 de los 50 Estados de la Unión.

Una realidad que muestra también que el bipartidismo es una farsa en términos concretos para el pueblo y para derechos tan elementales como el acceso a la educación pública y el reconocimiento de sus trabajadores. Muestra una vez más que, para ajustar, los gobiernos Demócratas acuerdan con el partido gobernante a nivel nacional, los Republicanos presididos por Trump. Hoy gobierna la región de California el gobernador Gavin Newsom, perteneciente al partido demócrata. Fue ex gobernador de su predecesor, Jerry Brown, quien gobernó California desde enero del 2011, responsable de los mayores ajustes en educación. Mientras que otro demócrata, es el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.

Esto también deja en claro un problema mundial en cuanto a los espacios sindicales: no es momento de tibiezas, ante medidas de ajuste tan brutales y que pretenden llevarse puesta a la educación pública y a la docencia, no hay otra respuesta que medidas sindicales que estén a la altura y radicalicen la lucha del sector, en unidad con el pueblo trabajador. Ese es el reclamo social en el distrito y será muy importante que la UTLA pueda responder a esta necesidad. Si bien el cambio de fecha en sí mismo, no implica necesariamente una declinación a la lucha, el lunes 14 será un día clave para pasar la prueba. Vaya toda nuestra solidaridad internacional y de clase, junto al empeño, difusión y contribución que consideren posible y necesaria, al servicio de alcanzar ese desafío.

Todo el apoyo para que triunfen

Como venimos afirmando, aplicable en el mundo, a nuestro país y a los Estados Unidos en el marco de esta polarización, la radicalización social y política que provocan cada una de las medidas de los gobiernos del sistema, de los Trump, Macri, Bolsonaro, junto a los gobernadores y funcionarios cómplices al aplicar sus planes de ajuste y privatización, continuará. Y en sentido opuesto crecerán las luchas y enfrentamientos, por lo que los gremios y centrales sindicales deberán dar respuesta a este nivel de radicalización, si no quieren correr el riesgo de ser desbordados, o de terminar defeccionando en la propia disputa. El final está abierto. Y es un gran desafío lograr organizar a luchadores y activistas que están dispuestos a dar la lucha hasta el final. Es posible y necesario jugarse a fondo para lograrlo, porque de hacerlo se podrá salir más fortalecidos y mejor parados para presionar hasta el final por cada reclamo.

Por eso desde Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática, MST y Anticapitalistas en Red, acompañamos esa pelea y nos solidarizamos con el reclamo de las, los y les docentes de Los Ángeles, organizados en UTLA. Y hacemos un llamado a la docencia argentina, de Latinoamérica y el mundo a acercar muestras de solidaridad con su lucha. ¡Arriba la lucha docente en Los Ángeles, EE.UU.! Vaya nuestro más fuerte apoyo y campaña solidaria desde Argentina.

Saludamos también a compañeres de la ISO (Organización Internacional Socialista) y a toda la docencia del distrito de Los Ángeles en general y su comunidad que apoya y acompaña. ¡Su lucha es nuestra lucha!

Andrea Lanzette, Comisión Directiva CTA Autónoma de Lanús, Congresal de SUTEBA, gremio docente de la provincia de Buenos Aires y Francisco Torres, Secretario Gremial de la Federación Nacional Docente, FND-CTA Autónoma.

Integrantes de Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática / MST – Anticapitalistas en Red

*Fuente: https://anticapitalistasenred.org/2019/01/14/eeuu-apoyemos-la-rebelion-docente-en-los-angeles/

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Public education governance should rest with the public

By: Laurie French.

In some areas of the country, there is an increasing erosion of the fundamental rights of Canadians with regard to local democratic voice in public education. Governance of the education of children and youth in Canada has been entrusted to locally elected trustees across the country for decades. Protecting local voices to ensure local choices is the responsibility of citizens.

Local education governance requires regular focused attention by trustees close to the community. Education is a significantly funded portfolio, and the governance provided by locally elected school boards helps to ensure a transparent and accountable system.

Adding public education to the long list of responsibilities already held by MLAs or MPPs is untenable and is a loss of responsive local voice when questions or concerns at the grassroots arise. This can be seen in ill-informed decisions at the provincial level to make cuts to education and programming that will have drastic effects on students at the local level. Without an understanding of community needs, decisions made at a higher level can be devastating. No two communities are alike, and the needs of one education district can differ from those of another. School boards, accountable to their local constituents, ensure that decisions reflect the needs and priorities of their community.

While school advisory/planning councils play an important role in providing advice to local schools, it is essential to understand that councils are advisory and do not take the place of democratically elected school boards, nor are they accountable to their broader communities. Citizens are encouraged to connect with their local school board trustees to discuss the role they play and gain a better understanding of their work.

Any erosion of democratic representation in the governance of public education must be a concern to all Canadians, regardless of whether their first language is French or English, and whether or not they have school-aged children. The Canadian Charter of Rights and Freedoms guarantees the right of minority language parents to govern the education of their children. However, we should all be concerned when majority French and English parents are losing their right to have a local democratic voice in the education of their children.

In areas where school boards have been eliminated, communities, media, and education partners have felt the loss of transparency in public education. Democratically elected school boards and trustees have one portfolio on which to focus – public education. They meet and make decisions in open meetings, ensuring the public and media have access to debate and insight into how taxpayer money is allocated. This influence is at risk where locally elected school boards are eliminated or when their authority is reduced.

It is incredibly concerning that Canadians are increasingly placed in situations where we must fight to maintain the vital right to be democratically involved in public education. Centralization of control is, by definition, an erosion of local voice and greatly affects the education of children and youth.

In provinces where governing school boards, their provincial associations, and the provincial ministry enjoy a positive, productive co-governance relationship, great things are happening. This is not about power and control – this is about being responsive and responsible to communities and citizens to ensure the success of future generations of students.

We therefore call upon all Canadians to contact their MPP or MLA to express support for locally elected trustees and school boards. At the end of the day, supporting elected school boards is support for public education and the future. As Canadians, we have a right to local voices, local choices.

Fuente del artículo: https://www.thechronicleherald.ca/opinion/opinion-public-education-governance-should-rest-with-the-public-274812/

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La tristeza y la depresión se extienden entre los jóvenes de «los países más felices» del mundo

Por: infobae/16-01-2019

Podría tratarse del primer ‘mal indicador’ para los países ricos. ¿Por qué sufren quienes lo tienen todo?

Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia lideran generalmente todos los ránkings internacionales que miden desde calidad de vida, educación hasta atención médica. Detrás de ellos están las ‘estrellas’ del otro lado del globo: Nueva Zelanda y Australia. Estados Unidos, por su parte, cada vez queda más abajo en la listas que comparan sus índices con los de otros países del mundo.

El Informe Anual de la Felicidad, publicado el último año por la ONU, no fue la excepción y los nórdicos volvieron a quedarse con los premios. Sin embargo, explica un artículo delWashington Post, un reciente informe los ubicó como los ganadores de otro ránking pero más inesperado: el de los ciudadanos afectados por trastornos de salud mental. 

Otro informe, realizado en el año 2017 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), encendió las alarmas de Australia, al ubicarlo entre los países cuya población tiene más probabilidades de desarrollar de presión, detrás de EEUU, Estonia, y Ucrania. También midieron alto Nueva Zelanda, Finlandia y Dinamarca.

El dato llama la atención debido a que problemas de salud mental igualmente graves han sido detectados entre los niños y jóvenes de países pobres como India, mientras que en muchos países en desarrollo es posible que esas problemáticas no sean detectadas.

La crisis de salud mental, sin embargo, parece afectar cada vez más a los jóvenes de los países más ricos, y ha desconcertado a los científicos porque no pueden ser explicados por la desigualdad o la pobreza.

Esta semana, las autoridades australianas tomaron notas de esta problemática que se extiende entre su juventud y anunciaron que tomarán medidas; entre ellas la inversión de USD 34 millones en programa de salud mental orientados a la juventud. 

Los investigadores admiten que aún no comprenden completamente las razones por las que los jóvenes sufren ansiedad o depresión, pero estudios recientes han mencionado factores como el uso de las redes sociales, y la sensación de no poder cumplir con expectativas poco realistas de los empleadores, amigos o socios.

Las cifras recopiladas dos años atrás por la organización sin fines de lucro, Mission Australia, ya reflejaban un fuerte aumento en el número de jóvenes australianos que padecen enfermedades mentales: casi el 23% de quienes tienen entre 15 a 19 años padecían algún mal. Recientemente, un estudio gubernamental coincidió con esas cifras: alrededor del 25% de todos los australianos de entre 16 a 24 años de edad luchan contra las enfermedades mentales.

«Estamos hablando de un número alarmante de jóvenes que enfrentan una enfermedad mental grave, a menudo en silencio y sin acceder a la ayuda que necesitan», dijo Catherine Yeomans, la entonces directora ejecutiva de Mission Australia.

La misma tendencia se presentó en Suecia, donde la cantidad de ciudadanos jóvenes que fueron recetados con medicamentos contra la ansiedad aumentó un 20% desde el 2006 al 2013.

Mientras tanto, en Finlandia los investigadores observaron un salto aún más pronunciado en los últimos años. Solo en Helsinki, el número de niños que reciben tratamiento por problemas de salud mental se duplicó con creces en apenas una década.

También en Suecia y otros de los países nórdicos, el aumento de los problemas de salud mental entre las personas más jóvenes está generando una brecha entre generaciones en lo concerniente a la satisfacción con la vida.

«Las personas de los países nórdicos son generalmente más felices que las personas en otras regiones del mundo, pero a pesar de esto, también hay personas en Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia que están sufriendo  o luchando contra alguna enfermedad mental», escribieron los autores de un informe titulado «A la sombra de la felicidad», y que fue publicado el año pasado por el Consejo Nórdico de Ministros.

Mientras que el 12,3 % de todos los residentes de la región nórdica dijeron estar pasando por una situación de estrés, depresión u otra enfermedad mental, esa proporción fue un punto porcentual mayor entre las personas con edades que van de los 18 a los 23 años.

Sin embargo, otras investigaciones indican que los crecientes problemas de salud mental entre los jóvenes pueden no estar necesariamente limitados a los residentes de las naciones que tienen el mejor desempeño en las estadísticas globales, como Australia y Finlandia. Por el contrario, explican otras versiones, estas cifras podrían responder a lasfacilidades relativas al acceso a la salud que harían a los jóvenes más propensos a reportar signos de enfermedad mental, desvirtuando las posibilidades de comparación,  y quizás ocultando una tendencia de carácter más global.

Fuente de la noticia: https://www.infobae.com/america/mundo/2019/01/13/la-tristeza-y-la-depresion-se-extienden-entre-los-jovenes-de-los-paises-mas-felices-del-mundo/

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Libro: Pedagogía Tradicional y Pedagogía Crítica de Rigoberto Martínez Escárcega

Por: Libro-e.org.

En tiempos de oscuridad, en donde prevalece el pensamiento único, la lógica de mercado y la cosificación del alma humana, vale la pena recordar la atinada advertencia que nos hizo Max Horkheimer, uno de los fundadores de la escuela de Frankfurt, sobre cómo los pensadores que se adscriben al pensamiento crítico no solo son atacados de forma furibunda por los intelectuales orgánicos al servicio del sistema capitalista, sino también se les señala con desprecio por sus colegas de lucha como teóricos utópicos. Sin embargo, si el teórico renuncia al pensamiento crítico en aras de su comodidad personal, no pierde él como persona, como proyecto individual, sino la humanidad, la especie entera que reniega de la posibilidad de construir un futuro menos desalentador.

Link para descargar: http://www.celapec.org/documentos/martinez_-_pedagogia-tradicional-y-pedagogia-critica.pdf

Fuente de la reseña: https://www.libro-e.org/2016/07/descarga-libro-pedagogia-tradicional-y-pedagogia-critica-pdf-de-martinez-escarcega-rigoberto/

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My Dreams for Indigenous Education in Canada

  1. By: Jo-ann Archibald.

Stó:lō educator Jo-ann Archibald, new Order of Canada recipient, imagines the brightest future for her field.

[Editor’s note: Jo-ann Archibald, University of British Columbia professor emeritus of education and member of the Stó:lō First Nation, is one of 15 people appointed Officer of the Order of Canada for 2019. Archibald, whose Indigenous name is Q’um Q’um Xiiem, spent her 45-year academic career Indigenizing education, from teaching, to teacher education and curriculum development, to university education. Archibald spoke to Tyee reporter Katie Hyslop about where she wants to see Indigenous education in 20 years.]

I’d like to be able to look back in 20 years and say, “Gee, we’ve really made some big steps, instead of the small steps we’ve been making over the years.” For example, ensuring Indigenous ways of knowing are more firmly embedded in all areas of education, moving from the margins to core parts of learning in early learning, Kindergarten to Grade 12, and post-secondary education.

Now we’re at the stage where we have pockets where Indigenous ways of knowing have been introduced, and in some areas we actually have Indigenous programs. We have had success for those who are lucky enough to experience these programs. But those are few.

In 20 years, Indigenous ways of knowing should be more widespread and shared in ways that are meaningful, of good quality and engaging. Teachers who take on this role should feel more confident in introducing the topics, the resources and most importantly work with Indigenous families and community members to supplement what the teachers are doing. Research should be connected to these approaches so that we can learn what’s working, what needs to be improved, and share that widely.

Some teachers will say, “I can’t do anything about the Indigenous kids; they come from poor homes,” and feel hopeless. I would hope this feeling shifts to excitement and confidence in working with Indigenous students and parents, rather than feeling it’s a dismal situation. That point came out in a 2015 auditor general’s report in British Columbia; it is called the racism of low expectations. I hope we wouldn’t have that anymore in 20 years time.

And we need to question our biases and keep examining our own perspectives: “What’s my attitude to Indigenous peoples or the history? What has shaped my attitudes and how I approach these areas in my own practice?” Those questions are so important, and even somebody who feels they are not biased, when they look at their assumptions might think, “Oh, maybe I need to get more informed, get some help from others to deal with some of these questions that I have.” I think it’s really important to question, but you need to act on those questions.

More Indigenous teachers!

We seem to have more Indigenous teachers who act as resource teachers in the public school system, which is important, but at the same time we need to have the Indigenous teachers as classroom teachers, too. That leads up to post-secondary education, where many more Indigenous faculty members are needed for teaching and doing research.

I do see more Indigenous people entering post-secondary education now, and these could be the future teachers and educational leaders at all levels of education. The teachers to me are so central to Indigenous students’ success, which is why I have dedicated much of my educational career to teacher and graduate education.

Including more Indigenous ways of knowing in curriculum

We’ve been working on many areas of Indigenous curriculum, preparation of teachers and educational leaders and increasing the educational involvement of community members. But we really need to ensure that the funding for these approaches continues, and that’s a difficult area, because if educational systems and universities start to have a financial issue the Indigenous programs are often the ones that suffer the most.

Currently, there is a requirement from the B.C. Ministry of Education to include Indigenous topics and resources at every grade level and subject area. Some innovative approaches ensure that students have opportunities to be out in nature to learn about the rivers, the land and the affinity and kinship one can acquire by being on and with the land. They have stories to help them, Elders or knowledge holders doing activities with them out on the land, and the teachers help relate this Indigenous knowledge to science, math, reading, physical activity and more. It can be holistic and integrated, starting with the use of Indigenous traditional stories.

In contrast, it’s not doing a little bit and feeling, “Okay, that’s my Indigenous activity for the year,” which may give students the impression that this learning is not that important. It’s important that teachers, whether they are K-12 or at university, try something, and that could be their first time. But it should not be their last time.

Non-Indigenous students benefiting, too

Non-Indigenous students may develop an awareness that Indigenous people were living on this land going back thousands of years. They managed to survive, to live on and with the land, learned or developed technologies to help them and had their own values and laws.

The other part that students have to know is the history of colonization and to think about the results. If they then hear on the news that Indigenous people are protesting some of the pipelines, logging or the missing and murdered Indigenous women, they will have an understanding about why our society is in this predicament today. Whereas when they don’t learn the history, all they see are the images on the news, and they’re not given an understanding about what are the issues, how they’ve come about, what people want to happen and the racism and how that plays out.

More emphasis on education as a life-long journey

I’d like to see more Indigenous families and community members feeling positive about their engagement with the school, that school is not for them a scary place or a place they don’t belong, which is often a prevalent feeling.

We need to also put the same attention on this lifelong or long-term commitment. It is important for these different systems to work co-operatively: the early childhood education to K-12, then K-12 into post-secondary, then post-secondary to career/business/industry. Right now, it’s not a seamless kind of journey for the learners.

Indigenous learners have often been channelled into some areas that are limited, where they may not take the math or English courses that would get them into a university, for example. That can be problematic when it’s done through bias; we want to make sure if learners decide they want to go into a trades program, they do it knowingly and they feel good about it. At the same time, they should have the option to go to college and university.

Twenty years from now we would have much more flexible educational systems where Indigenous learners feel included, that they belong, that they feel good about who they are as Indigenous people, and that there is this caring and meaningful trajectory for them.

Stronger connections between education systems, community

Where I see a lot of exciting things happening right now is in the Indigenous early childhood programs. Across the country they have been working on ensuring the programs are Indigenous — learning an Indigenous language, Indigenous stories — while they’re also doing child development, learning and communication activities that all children should get at that level.

At the same time, post-secondary Indigenous education in Canada is expanding to include more Indigenous courses, programs and support units for students and faculty. What is needed are ways to connect these various public and Indigenous educational systems so that those students who experience Indigenous learning transition successfully to their next level of learning, where that system is also responsive to Indigenous learners and to Indigenous ways of knowing.

If Indigenous students do need any particular supports, there are ways to find the supports, or draw on the strength that child has or strength from the family and community. That’s where the educational systems could then work with the community.

Or later, for career or job areas, there are partnerships where students can have internships and co-op placements. So that child knows, ‘Hey, somebody cares about me,’ and they are prepared and they are given options. In 20 years, that continuum should be a standard way of thinking about Indigenous students.

That kind of approach is starting to happen. I have been involved with a non-profit society, Dogwood 25, that’s trying to look at this Indigenous learning continuum going from the early years right through into career and work. We are trying to get school districts, post-secondary, business and industry working in partnership so we can develop this kind of continuum planning and program approach.  [Tyee]

Source of the article: https://thetyee.ca/Opinion/2019/01/14/Indigenous-Education-Dreams/

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Moctezuma y la Educación Superior

Por: José Luis Camacho Vargas.

Uno de los más grandes debates actuales en torno a los sistemas educativos en distintas partes del mundo es su universalización. En estos tiempos, ningún país que se precie de ser democrático duda que la educación sea un derecho fundamental de todo ser humano y que el Estado debe hacer todo lo que le sea posible para garantizarla en sus niveles más esenciales.

La duda surge cuando hablamos de hasta dónde esta garantía debe aplicarse sin interferir con la natural competencia que promueve la calidad en todo proceso. Y es que, dado que no todos nacemos con las mismas capacidades y aptitudes, promover por mero decreto político el acceso y estancia en los más altos niveles de una actividad que es competitiva por naturaleza, derivaría en un inevitable abaratamiento de la calidad.

No debiese ser considerado en absoluto un hecho discriminatorio admitir que no todos podemos tener las aptitudes requeridas para cursar estudios universitarios. Esta situación es corroborada por los datos que nos arrojan distintos estudios en torno a la elevada deserción escolar universitaria.

Esto no quiere decir de ninguna manera que aquel que no posea las características propicias para enrolarse con éxito en una carrera universitaria deba ser hecho a un lado del sistema, jamás debiese ser así, pero es que el sistema educativo no debiese estar enfocado a producir licenciados al por mayor, sino a explotar las cualidades de cada persona de acuerdo con sus habilidades potenciales.

Y es que un buen sistema educativo no es el que más licenciados produce en el año, sino el que sabe potenciar y encausar las habilidades y aptitudes del estudiante hacia un campo de acción específico. Esto lo demuestran distintos sistemas educativos a nivel mundial que logran canalizar al estudiante hacia las áreas en las cuales por su perfil profesional y características emocionales mejor podría desarrollarse.

Este planteamiento cobra especial relevancia tras lo dicho por el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, en el sentido de repensar completamente la política nacional en educación superior de México.

Para ello, el egresado de la UNAM ha dicho que se trabajará en coordinación con toda la comunidad universitaria, rectores, expertos, estudiantes y maestros, a fin de “crear una visión de cómo se formará a los mexicanos del futuro desde la educación inicial hasta la conclusión de sus estudios”, ha dicho Moctezuma Barragán.

Se trata de atender el pendiente que desde hace lustros se ha hecho presente, como lo es la reforma de la educación superior en México.

Hace 158 años el Presidente Benito Juárez promulgó la Ley de Instrucción Públicaconvencido de que para la niñez mexicana, aprender a leer y escribir los despojaba del lastre de la ignorancia, la opresión y el sufrimiento. Hoy se debe seguir el ejemplo del más ilustre mexicano y pugnar ya no sólo por que nuestra niñez y juventud aprendan a leer y escribir, sino que reciban una educación de calidad, que los aleje de la violencia, frustración e ignorancia.

Fuente del artículo: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/moctezuma-y-la-educacion-superior-2914500.html

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