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Casi el 60% de los argentinos está en contra del lenguaje inclusivo

Redacción: Ámbito

El 59% de los consultados no está de acuerdo con que se incorpore, tanto en el trabajo como a nivel general. El 52% cree que esta inclusión en el ámbito laboral no ayudará a la disminución de la discriminación.

El 59% de los argentinos no está de acuerdo con que se incorpore el lenguaje inclusivo, tanto en el trabajo como a nivel general. Así lo reveló una encuesta sobre la diversidad de género e inclusión en el mundo laboral realizada por Adecco. En tanto, sólo el 45% considera que su lugar de trabajo es inclusivo. Y, al consultarles si en su trabajo hay personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+, sólo el 24% respondió que sí, mientras que el 18% que no, y el 31% que no sabe.
El 72% cree que en la actualidad hay desigualdad en las búsquedas laborales. Además, para el 66% las búsquedas laborales no deberían especificar el sexo del candidato.Según los encuestados, la discriminación, los prejuicios, la ignorancia y la apariencia son las mayores barreras que enfrenta el colectivo LGBTIQ+ al momento de insertarse en el mercado laboral.

Entonces, ¿por qué consideran que las empresas adoptan ciertos prejuicios a la hora de contratar empleados? Según los encuestados es por miedo al reclamo de sus clientes, por una cuestión de “imagen”, porque no aceptaron el cambio o porque “estamos atrasados como sociedad”.

Por su parte, el 87% cree que la orientación sexual o identidad de género de una persona no afecta o determina su capacidad laboral.

Lenguaje inclusivo y educación sexual

Casi 7 de cada 10 argentinos conocen el significado de la sigla LGBTIQ+, mientras un 33% expresó lo contrario.

El 59% no está de acuerdo con que se incorpore el lenguaje inclusivo, ya sea en su trabajo como a nivel general. En tanto que para el 41% sería conveniente que sí.

Por su parte, el 52% cree que la incorporación del lenguaje inclusivo en el ámbito laboral no ayudará a la disminución de la discriminación y la inclusión de personas con identidades no-binarias, mientras que para el 25% sí ayudaría, y hay un 23% que no está seguro.

A la hora de hablar sobre educación, 7 de cada 10 considera que educar a los niños y jóvenes acerca de la sexualidad y el respeto por la diversidad sexual desde una temprana edad llevará a la naturalización del tema en el futuro. Sin embargo, un 26% considera que no es éste el camino.

Además, más de la mitad -55%- considera que las empresas no deberían aplicar más políticas de inclusión, por ejemplo, baños unisex o el uso de pronombres neutros. Para el 45% sí es necesario.

Discriminación

El 44% de los argentinos se sintió alguna vez discriminado, ya sea por su orientación sexual, género, estado físico, pensamiento político, etc.

Al consultarles si conocían algún caso donde un empleado/a haya sido despedido por dar a conocer su orientación sexual o identidad de género, el 83% respondió de manera negativa mientras un 17% reconoció conocer algún caso.

Argentina: ¿un país inclusivo?

Más de la mitad (52%) considera que Argentina está preparada para la inclusión del colectivo LGBTIQ+. Por su parte, otro alto porcentaje se expresó de forma negativa (48%).

Al preguntarles quiénes creen que deberían colaborar para que haya una mayor inclusión, y dando la opción de elegir múltiples respuestas, éstas fueron:

El 57% de los encuestados considera que la mayoría de las personas que conoce, dentro de su entorno personal o en el trabajo, son inclusivas. Para el 26%, la mayoría de las personas que lo rodean no lo son y, mientras el 10% cree que todo su entorno lo es, el 7% dice que no comparte su entorno con personas inclusivas.

Fuente: https://www.ambito.com/casi-el-60-los-argentinos-esta-contra-del-lenguaje-inclusivo-n5064978

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Argentina: Educación y pobreza, al tope de las preocupaciones de los vecinos de la ciudad

Educación y pobreza, al tope de las preocupaciones de los vecinos de la ciudad

Es lo que surge de una encuesta telefónica realizada por la Defensoría del Pueblo porteña que abarcó a 1450 habitantes de las distintas comunas; entre otras prioridades figuran la corrupción, la salud, la inseguridad, los alquileres y una nueva línea de subterráneos.

El contexto socioeconómico replantea las preocupaciones de los porteños. Mayor dinero asignado a la educación, que se vería traducido en, por ejemplo, mejores escuelas y más vacantes, y medidas para revertir el incremento de la pobreza lideran el ranking de un listado de prioridades establecidas por vecinos.

Mirta Purita camina por su barrio, en Villa Lugano, cuando LA NACION se interpone en su paso. Apenas se la consulta sobre qué debería prevalecer en la política local no vacila y responde, tajante: «En esta comuna, faltan muchas escuelas. Todos los años hay problemas con las vacantes». Y enseguida prosigue, eufórica: «Se precisa más equidad en esta zona. Hay mucha gente con hambre».

En el otro extremo de la ciudad, en Villa Urquiza, también hay inquietud por la educación de los más chicos. «No tuve la suerte de poder enviar a mis hijos a la escuela pública porque nunca consigo vacante. Al más grande lo llevo a una institución privada, pero a la nena de dos años no le puedo pagar un maternal», se queja Carmen Ibáñez.

La opinión de estas dos vecinas confirma los resultados de una encuesta telefónica realizada al azar entre 1450 porteños por la Defensoría del Pueblo de la ciudad un mes antes de las elecciones, cuando las promesas de campaña de los candidatos a jefe de gobierno se hacían oír en todos los barrios.

En 12 de las 15 comunas en las que está descentralizada la Capital, la mayoría de las personas entrevistadas consideraron que el aumento del presupuesto educativo debería ser una prioridad. Una respuesta similar se presentó ante otra pregunta: cuando se consultó entre un listado de temas a resolver, que a grandes rasgos incluía distintas cuestiones económicas y sociales, cuál de ellos era «el más importante», otra vez «la situación de la educación» fue el centro de atención en muchos de los encuestados.

«Al analizar los datos nos llamó la atención el cambio que hubo respecto del año pasado, cuando la inseguridad y la corrupción eran los problemas que más importaban en un sondeo similar. Hubo un cambio de orden en la lista; ahora se nota una tendencia hacia temáticas más sociales», reflexiona Alejandro Amor, al frente de la defensoría, en diálogo con LA NACION.

En las comunas 12 (conformada por los barrios de Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Pueyrredón), 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales) y 10 (Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro), más del 33% de las personas encuestadas respondieron que el aumento del presupuesto educativo en la ciudad es prioritario.

«Claro que es importante -opina Ricardo González, que desde hace 50 años vive en Saavedra-. Son necesarias más escuelas, mejor infraestructura para ellas. Hay que apostar a los chicos y hacer hincapié en la institución educativa pública», sentencia el hombre. Y Joaquín Domingo, habitante de Villa Urquiza, subraya: «Es preocupante lo que pasa con la falta de vacantes».

Sin datos oficiales, las cifras respecto de niños sin lugar en escuelas públicas de la Capital varían según el organismo que las difunda, pero, números más números menos, lo cierto es que cada año hay menores en etapa inicial que no tienen acceso a este derecho garantizado por la Constitución porteña desde que tienen 45 días de vida.

Sin suficientes vacantes

Más y mejores escuelas, preocupación que está al tope del ranking

Desde la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) informan que hoy en Buenos Aires hay 9120 chicas y chicos que no accedieron a una vacante en el nivel inicial para el ciclo lectivo de este año.

Sin embargo, no se trata de un problema nuevo. Ya en 2006 esa entidad inició una acción judicial contra el gobierno porteño por los menores que quedaban fuera del sistema educativo. Cinco años después, en el mismo expediente se alcanzó un acuerdo en el que la Ciudad reconoció el incumplimiento y se comprometió a resolver de manera definitiva la cuestión, para lo que llevaría adelante un plan de obras con el fin de crear nuevas vacantes.

«Ocho años después de la firma del convenio, la lista de espera prácticamente se duplicó. Mientras en 2011 eran 5629 las niñas y los niños sin vacantes, en 2018 ese número ascendía a 10.651», explica la ACIJ en un informe realizado a mediados de este año. El análisis, al que accedió LA NACION, prosigue: «Para resolver el déficit es necesario aumentar la disponibilidad de dichos espacios. Por eso, el presupuesto para infraestructura escolar resulta de especial importancia. Si se ajusta el presupuesto disponible en 2018 a la inflación de ese año, la disminución del presupuesto para 2019 es de un 52,74%».
Marcelo Pascual, de Familias por la Escuela Pública, explica que el problema es, justamente, la asignación de dinero para las políticas educativas. «La educación es solo el 17% del total del presupuesto de la ciudad y la realidad es que viene bajando año tras año desde 2007, cuando era del 30%», dice, y ejemplifica: «El dinero destinado al Fondo Único Descentralizado de Escuelas (subsidio FUDE), que sirve para gastos menores como el traslado de los chicos a los natatorios, no llega a cubrir el 25% de las erogaciones, por lo que los padres nos hacemos cargo a través de las cooperadoras».

Para este año, la partida asignada para la educación porteña representa poco menos del 18% del presupuesto para el distrito.

Según se consigna en la página oficial del Ministerio de Educación e Innovación de la ciudad, de 54 escuelas que el gobierno se había comprometido a terminar, 30 ya están listas. En total, se espera sumar unas 9000 vacantes, de acuerdo con las estimaciones. LA NACION se comunicó con el Ministerio de Educación para obtener más detalles y consultar sobre estas problemáticas que preocupan a los vecinos, pero no recibió respuesta a las llamadas y mensajes.

Durante la campaña electoral, el luego reelegido Horacio Rodríguez Larreta anticipó que el plan de infraestructura para su segundo mandato contempla «la construcción de 19 nuevas escuelas, para que la educación pública esté cada vez más cerca de las casas de todos los chicos y chicas». Los establecimientos estarán, según lo anunciado, en Retiro (primaria e inicial), Barracas (media, inicial y primaria), La Boca (inicial), Nueva Pompeya (dos de nivel inicial y una primaria), Almagro (primaria), Palermo (especial), Núñez (inicial), Parque Avellaneda (primaria), Liniers (media), Villa Riachuelo (media), Villa Soldati (inicial y primaria) y Villa Lugano (primaria e inicial).

Adrián Farías, que vive en ese último barrio, está convencido: «Hay que reforzar lo concerniente a la educación. Los maestros -y también policías y médicos- deben estar mejor pagos. Es necesario que los chicos no vayan solo a comer y que puedan tener clases siempre».

Otras prioridades

El aumento del costo de vida y la falta de trabajo no son ajenos a quienes residen en la ciudad.

En el listado de los temas más importantes por resolver, el segundo y el tercer lugar lo ocuparon el aumento de la pobreza y del desempleo. Y en el momento de elegir entre las propuestas que deberían prevalecer en el gobierno porteño los encuestados respondieron en la misma sintonía: priorizar el programa Primer Empleo Joven y la concesión de beneficios impositivos para pequeñas y medianas empresas de la Capital.

«La zona mejoró mucho. Con las luces nuevas, por ejemplo, hay más seguridad. Pero es preocupante el tema laboral. Hay mucha gente sin trabajo», dice María Cristina Torías, vecina del barrio Juan José Nágera, de Lugano, situado junto al Parque Indoamericano.

En su comuna, la 8, la mayoría de los habitantes encuestados mencionaron otras temáticas como importantes para la zona: que se priorice un plan de viviendas accesibles, tanto para la adquisición como para alquilar, y la construcción de un hospital en Villa Soldati. La vecina Purita dice, enojada: «El Cecilia Grierson no es un hospital. No tiene todo lo que se necesita. Está incompleto».

Para Patricia Medina, otra vecina de Villa Lugano que vive cerca de Saraza al 5400, tampoco hay dudas: «Definitivamente, la construcción de otros hospitales debería ser un tema que tiene que priorizar el gobierno. Acá, en la zona sur, faltan. Las salitas no dan abasto».

Fuente de la Información: https://www.lanacion.com.ar/buenos-aires/educacion-y-pobreza-al-tope-de-las-preocupaciones-de-los-vecinos-de-la-ciudad-nid2305505

 

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Argentina: Un balance de las elecciones: la influencia política de la izquierda en un virtual “balotaje”

Un balance de las elecciones: la influencia política de la izquierda en un virtual “balotaje”

Presentamos aquí un balance de las elecciones presidenciales, producto no solo de un debate interno que venimos desarrollando en nuestro partido (muy distinto a los partidos del régimen cuya militancia –abrumadoramente relacionada con la administración de puestos estatales o parlamentarios– se entera de las decisiones de las “conducciones” por los diarios), sino de un amplio intercambio que hemos comenzado con las y los trabajadores, jóvenes y simpatizantes del FIT-U, cuyas opiniones estamos expresando en notas publicadas en este medio (ver abajo las primeras). La primera conclusión que vamos a desarrollar en este artículo es que logramos ampliar el auditorio, respeto y conocimiento de nuestras ideas (influencia política), sobre todo en la juventud, aunque la fuerte polarización nos llevó a tener menos votos (respecto a las PASO y a las elecciones presidenciales del 2015).

Una polarización nacida de la negativa de la dirección sindical a luchar contra el macrismo

El escenario político cuidadosamente construido por las direcciones peronistas y centroizquierdistas de los sindicatos (que si bien representan una minoría de la clase trabajadora, son por lejos las que cuentan con más poder de movilización) y de los llamados movimientos sociales (“los cayetanos”), fue el ya famoso “hay 2019”, con el cual abandonaron toda convocatoria de lucha mínimamente seria luego de las jornadas de diciembre del 2017 contra la reforma previsional. Estas jornadas llenaron de terror al poder capitalista (no solo al gobierno sino también a la oposición peronista) por la posibilidad de enfrentar y derrotar con acciones de masas, en las calles, los tarifazos, despidos y demás ataques. Fueron una especie de anticipo de lo que ahora estamos viendo, en una escala muy superior, en Ecuador primero y en Chile después, con verdaderas jornadas revolucionarias. La situación internacional de revueltas y estallidos crecientes llegó a Latinoamérica en el final del proceso electoral. El desvío de la bronca masiva obrera, juvenil y popular fue impuesto previamente, más allá de la “marea verde” por el derecho al aborto que sacudió al país durante 2018, y varias luchas obreras y populares puntuales y potentes (la última y más importante viene siendo la de docentes y estatales de Chubut, contra un gobernador que apoyó y apoya a Alberto Fernández). Así, los nuevos procesos internacionales no afectaron el escenario nacional más que tangencialmente, predominando la política del peronismo de unificarse para terminar con el gobierno de Macri por la vía del voto, mientras desde el FIT-U, el sindicalismo combativo y el movimiento estudiantil y de mujeres de izquierda, siempre promovimos la autoorganización y la lucha en los años previos, agitando la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha que culminara en la huelga general hasta derrotar al gobierno de Macri. En medio de una crisis económica y social profunda, donde las y los trabajadores y jubilados llevan perdidos (hasta octubre) un 20 % promedio de sus ingresos reales y crece la desocupación, la gran burguesía nacional y extranjera festeja haber logrado un cambio de gobierno “pacífico”, gracias a los servicios prestados por el peronismo y la dirigencia sindical y “social” que es parte del Frente de Todos.

Un virtual balotaje que da origen a un “bipartidismo” (de coaliciones) senil

En este marco ya de por sí desfavorable para la izquierda, las fuerzas políticas del régimen transformaron las elecciones de octubre en un virtual balotaje, mientras que las PASO de agosto funcionaron como una “primera vuelta” de ese mismo balotaje. Es decir, en ambas elecciones la gran masa de votantes (de todas las clases) actuó pensando en “quién puede ganar”, concentrándose así el voto en las dos principales fuerzas. Impusieron el cálculo por sobre los programas. El “doble balotaje” significó que en agosto la fórmula Fernández-Fernández sorprendiera con un triunfo aplastante e irremontable como “castigo” a los desastrosos años del gobierno de Macri, mientras en octubre fue Macri quien aprovechó la derrota anterior para recuperarse centralizando todo el voto anti-peronista y anti-kirchnerista que había en las listas de Lavagna, Espert, Gómez Centurión y en las personas que no votaron en las PASO o votaron en blanco, para dar la sorpresa y terminar con un 40 %. Que octubre fue un verdadero balotaje lo confirma también la bajísima cantidad de votos en blanco, solo comparable al balotaje de noviembre del 2015 (muchísimo menos que en las generales de 2011 y 2015). En millones de trabajadores y trabajadoras, la experiencia del balotaje del 2015, donde ganó Macri, reforzó el temor a que se repitiera esa situación.

El escenario de “unir a la derecha peronista (los gobernadores, Massa y los burócratas sindicales, todos colaboracionistas de Macri) con el kirchnerismo para sacar a Macri” esperando 4 años, con las corrientes de la “izquierda popular” (Patria Grande, PTP/PCR, etc.) que luego se sumaron, no fue algo “dado” sino construido por esas fuerzas políticas, al precio de dejar pasar el ajuste y la profundización de la crisis. El resultado fue el 88 % de los votos reunidos por las dos primeras fuerzas, recreando un “bipartidismo” que en realidad no es de “partidos” sino de “coaliciones”. En el FdT están, por un lado, CFK y su bastión en la PBA (que aportó 1,6 de los 2 millones de votos de diferencia con el macrismo) con Kicillof y los intendentes; por otro lado, los gobernadores y la burocracia sindical colaboracionistas directos de Macri; y en medio Alberto Fernández, que está por verse qué gabinete arma. Esta política de coaliciones con fuerzas que hasta ayer eran “enemigas”, el kirchnerismo la está llevando a otros ámbitos, muchas veces contra la izquierda [1]. En Juntos por el Cambio está el macrismo por un lado, con un Macri relativamente fortalecido; por el otro, el radicalismo, que tiene “bastiones” como Mendoza, y la Coalición Cívica en retroceso. Como señalamos en otras notas de LID, se trata de una recomposición senil de un régimen bipartidista (más precisamente de coaliciones) lo cual es un triunfo burgués. Pero es “senil” porque la crisis, la propia forma de “coaliciones” y el hecho de que esas coaliciones se construyan en base a “consensos negativos” (es decir, “en contra de…”), impiden pensar en que tenga estabilidad duradera, a tono con la dinámica internacional de crisis de los regímenes políticos en los más diversos países.

Un “recuento globular de fuerzas” extremadamente distorsionado

Desde fines del siglo XIX, frente a los primeros regímenes basados en el sufragio “universal” (que era solo masculino), Federico Engels los denunciaba como instrumentos de dominación de la burguesía (donde los trabajadores elegían a verdugos cada determinada cantidad de años) a la vez que señalaba que los partidos socialistas obreros podían aprovechar las elecciones para realizar un “recuento de fuerzas” y medir la “madurez” política de la clase trabajadora. Insistía en que esto era todo lo que podían dar esos regímenes donde los parlamentos eran decorativos de las monarquías o, en el caso de las repúblicas, meros “charlatorios” (diría luego Lenin) donde las verdaderas decisiones recaían en los poderes ejecutivos y los ejércitos. Trotsky insistirá luego en que, aun en la más democrática de las repúblicas burguesas, las y los trabajadores actúan en forma “atomizada”, como individuos aislados y no de forma permanente, en contraposición a la organización a partir de los lugares de trabajo, donde se puede debatir y resolver cotidianamente, criterio que sustentó el sistema de los consejos (soviets) obreros y campesinos de la Rusia revolucionaria antes de la burocratización estalinista. En los países capitalistas, si bien aquí no vamos a hacer una historia de las más variadas formas de regímenes, podemos decir que las clases dominantes introdujeron mecanismos que ampliaron el alcance del voto (sobre todo el de las mujeres), pero cooptaron y corrompieron a los partidos de los explotados y oprimidos (como parte de la degeneración de los partidos políticos en general), además de limitar de mil y una maneras la “expresión de la voluntad popular” que supuestamente representa el sufragio universal. Las elecciones para cargos ejecutivos (sobre todo en los regímenes presidencialistas como el nuestro) imponen a los votantes pensar en quién administrará el Estado en sus distintos niveles, diferente a las elecciones parlamentarias donde se votan diputados y diputadas con una cierta lógica de “representación”, aunque en varios países con regímenes parlamentarios hay todo tipo de restricciones. El sistema de balotaje extrema esto con el fin de lograr mayorías artificiales y dar así mayor volumen político a los gobiernos electos. El “recuento globular de fuerzas” se distorsiona casi por completo en esos casos, mientras que las elecciones parlamentarias donde no se eligen cargos ejecutivos (como las que hay en nuestro país cada 4 años) en cierta medida pueden ser utilizadas para ese recuento, con las limitaciones agudas que imponen las campañas millonarias, la “opinión pública” digitada desde los grandes medios y las empresas monopólicas que administran las redes sociales, y el clientelismo.

Los objetivos de la izquierda obrera y socialista en las elecciones y los resultados del FIT-U

Desde el punto de vista de las mejores tradiciones de la izquierda revolucionaria, aprovechamos las campañas electorales para llegar a la clase trabajadora en su conjunto y a la juventud, en un momento especial de politización, explicando los principales aspectos de nuestro programa y perspectiva. El resultado electoral (en votos) depende de las circunstancias políticas, las ilusiones generadas, el desarrollo de la lucha de clases, por lo que no puede ser el criterio único. Nuestro objetivo es lograr que existan trabajadores, trabajadoras, jóvenes, que defiendan un programa para la lucha contra las patronales y el régimen cuando se creen las condiciones para que la clase trabajadora y los sectores oprimidos pasen a la acción (recordemos que Piñera dijo que Chile era “un oasis” de estabilidad pocos días antes del estallido). Por esto, desde el temprano ¿Qué Hacer? (1902), Lenin insistía en que la verdadera actividad revolucionaria (preparatoria) consistía en la combinación entre agitación, propaganda y organización, conquistando “tribunos del pueblo” que tuvieran un diálogo permanente con franjas de masas, tomando las demandas de la clase trabajadora y demás sectores oprimidos para mostrar la necesidad de una lucha de conjunto contra el régimen, el Estado y sus representantes políticos, así como contra la clase capitalista.

Entonces, ¿cómo evaluar la campaña del FIT-U? La fuerte polarización que señalamos arriba explica los magros resultados (en votos) del FIT-U en las PASO y, sobre todo, en octubre. Transformadas en un virtual balotaje, las elecciones de octubre deformaron completamente el “recuento globular de fuerzas”. Por esto, para evaluar nuestro propio resultado, es necesario tomar en cuenta no solo los votos sino qué influencia política conquistamos luego de utilizar la campaña electoral como tribuna, cuestión que se potenció cualitativamente con los debates presidenciales, que fueron centrales, ya que tuvieron una audiencia promedio de 3 y 3,3 millones de personas aproximadamente. Pese a las limitaciones de tiempo (tanto en los debates como en los spots de radio y TV) pudimos desplegar nuestro programa y perspectiva en forma más completa y más clara que en elecciones anteriores e inclusive que en toda la acción parlamentaria (que es seguida solo por un “círculo rojo” de las personas más politizadas, salvo algunas sesiones especiales como las del aborto o la reforma previsional en diciembre del 2017), llevando candidatas y candidatos propios en todo el país.

Votos e influencia política

Se da la situación (que a algunos podría resultar paradójica) de que bajamos en votos en la categoría presidencial, mientras llegamos a casi 800.000 en la categoría de diputados nacionales (un 38 % más que el voto presidencial, muy superior al 2011 y 2015, donde fue 17 y 21 % respectivamente) y, lo más importante, miles de testimonios e informes de nuestra militancia a lo largo de todo el país, así como a través de las redes sociales, señalan que Nicolás del Caño y Myriam Bregman (así como todo el FIT-U) crecieron en influencia política, en especial en la juventud, ganándose un mayor respeto en todo el espectro político de la izquierda (incluyendo a quienes, considerándose de izquierda, votaron bajo la lógica del “mal menor”) e incluso en amplios sectores de trabajadores y trabajadoras votantes del Frente de Todos, del movimiento de mujeres, medioambiental y de las disidencias sexuales, compartiendo varios aspectos del programa que levantamos y las denuncias políticas formuladas por Nico en los debates. Por esto, consideramos que ampliamos el auditorio, respeto y conocimiento de nuestras ideas (influencia política), aunque la polarización nos llevó a tener menos votos. Luego de los debates, en especial del segundo, todos los partidos integrantes del FIT-U recibimos miles de ejemplos del buen impacto que habían logrado. Una parte de esa gente votó al FIT-U “boleta completa”, otra cortó boleta y otra directamente no nos votó por entrar en la polarización. Pero apoyan varias de las ideas que planteamos. Desde el punto de vista estratégico de la construcción del gran partido revolucionario que necesita la clase trabajadora y la juventud, esta realidad es fundamental.

Una primera muestra está reflejada en las notas que publicamos en estas páginas (ver links abajo) con informes de algunas ciudades y provincias (sumaremos las que vayan llegando). Allí se pueden leer comentarios como: “la campaña del FIT-U tuvo más visibilidad que en el 2015”, “Nico fue el único que defendió nuestras banderas”, “la izquierda logró una mayor influencia en la juventud”, “ahora somos una opción política, cuando hace diez años solo votaban a la izquierda un pequeño sector”, “el debate de Nico ayudó a que lo conozca mucha más gente”, “fue como una especie de balotaje pero haber quedado como la cuarta fuerza a nivel nacional es importante, con la crisis que va a seguir estando, es una oportunidad para que la izquierda canalice todo ese descontento y se muestre como la verdadera alternativa para salir de esta crisis”, “la creatividad y el uso de las redes sociales también fue algo que impactó mucho en la juventud”, “lo que me parece muy bueno de la campaña de Nico y del FIT-Unidad es que sembró la idea de que les trabajadores no tenemos que resignarnos, que ni el macrismo ni el peronismo van a romper con el FMI y que no podemos confiar en los que ajustan a nivel nacional ni en las provincias, en los que no les pagan a les docentes, en los que se juntan con la Iglesia para negarnos derechos fundamentales”. Y así gran cantidad de comentarios que destacan además los ejes contra el FMI, el pago de la deuda y otros temas de la campaña. Estas muestras de apoyo son más valiosas en el marco de la polarización y la dificultad que implica la baja lucha de clases, que lleva a que la abrumadora mayoría de la clase trabajadora haya votado con ilusiones en que el gobierno de Alberto Fernández y el peronismo van a lograr salir de la crisis y recuperar algo de lo perdido bajo el macrismo, a la vez que pagar la deuda y no atacar los intereses de los grandes empresarios, lo que lleva por supuesto a no compartir nuestras ideas por considerarlas “utópicas” o “irrealizables”.

Como una muestra del impacto destacado en la juventud, la página de Instagram (medio privilegiado para los jóvenes menores de 25 años) de Nicolás del Caño creció un 123 % en seguidores durante la campaña, decenas de miles de jóvenes, porcentaje de crecimiento solo superado (en relación a los demás candidatos) por Alberto Fernández, y logró 1.030.000 reacciones positivas en sus posteos durante la campaña, con 373.000 solo en octubre; mientras Myriam Bregman también alcanzó el millón de likes en Instagram, con 216.000 en el último mes de campaña. En Facebook (una red más utilizada por mayores de 25 años), el alcance de los posteos fue de 32,6 millones para Nico y 11,5 millones para Myriam. Solo en el mes de octubre, Nico alcanzó 8 millones de usuarios únicos y 2,7 millones Myriam (siendo su campaña centrada en CABA). Un dato muy importante es que la dinámica de las redes continuó luego de las elecciones, teniendo el video de balance de Nicolás del Caño casi 12.000 “me gusta” en solo un par de días en IG, y centenares de comentarios (que cualquier persona puede ver).

El contenido de la campaña

Antes de las PASO, ampliamos el Frente incorporando al MST [2], en base a un programa que actualiza lo esencial del anterior programa del FIT, para ofrecer un polo lo más fuerte posible en defensa de la independencia política de los trabajadores frente a todas las variantes patronales.

El contenido de la campaña fue el más de izquierda de todas las que hizo el FIT hasta ahora, ya que la realidad política permitió desplegar más abiertamente nuestro programa. La crisis y la denuncia del pacto con el FMI nos llevaron a plantear sistemáticamente y debatir en los medios contra el pago de la deuda y por la nacionalización de la banca y el sistema energético bajo gestión de los trabajadores, o sea, un programa más abiertamente anticapitalista y antiimperialista, coronado con el lema que agitamos durante toda la campaña de octubre: “que la crisis la paguen los capitalistas, no el pueblo trabajador”. Las jornadas revolucionarias de Ecuador y Chile permitieron introducir abiertamente la lucha de clases en los debates, con formas que impactaron en millones, así como las referencias a la lucha de Chubut. Abordamos además múltiples temas: a) la incompatibilidad de pagar la deuda ilegal e ilegítima con satisfacer las demandas de trabajo, salario, salud y educación; b) la necesidad de atacar a los “ganadores” capitalistas de la crisis (bancos, cerealeras, grandes empresarios, etc.) para que “la paguen ellos”; c) la denuncia del Pacto Social que propone Alberto Fernández con los empresarios y la burocracia sindical; d) el reparto de las horas de trabajo y un plan de construcción de viviendas, hospitales y escuelas bajo gestión de los trabajadores y salario que cubra la canasta familiar, así como el cupo laboral para las personas trans, para terminar con la desocupación; e) terminar con el trabajo precario, en especial de la juventud; f) que no hay “grieta” entre el peronismo y el macrismo en cuanto a la megaminería contaminante y desarrollar el fracking (Vaca Muerta); g) la denuncia del aparato represivo del Estado heredado de la dictadura y la relación entre sectores de las cúpulas policiales con el “gran delito” (narcotráfico, trata, desarmaderos, etc.) en connivencia con sectores del poder político y judicial, contra la criminalización de la pobreza, en contraposición al discurso “securitario” de Macri, Espert y Gómez Centurión (defensor de los genocidas) y el “garantismo” embellecedor del Estado de Alberto Fernández; h) la denuncia del régimen de democracia para ricos y, en contraposición, el planteo de Asamblea Constituyente Libre y Soberana señalando nuestra estrategia de lucha por el gobierno de los trabajadores y el socialismo; i) las banderas democráticas que utilizamos contra los sectores más reaccionarios no solo del macrismo sino también del peronismo, como el aborto legal y todas las demandas del movimiento de mujeres, la legalización de la marihuana, etc. Con varios de estos puntos buscamos ampliar nuestra influencia en la juventud, cuestión que varios ejemplos apuntan a que logramos. El impacto de los debates fue enorme, a nivel nacional, siendo un gran ejercicio de lucha política con los representantes de las distintas alas de la clase dominante, utilizando denuncias, exigencias, preguntas y ataques, que permitieron que Nicolás del Caño se destacara. Organizamos un acto de campaña masivo en la 9 de Julio, escenario que nunca había ocupado la izquierda, y un combativo cierre de campaña frente al Consulado de Chile en Buenos Aires, tomando como eje el apoyo a la rebelión popular trasandina. En el movimiento obrero hicimos una campaña intensa de lucha política contra el “malmenorismo”.

El Frente de Izquierda Unidad sigue siendo una fuerza con representación parlamentaria

Por supuesto que no haber logrado que ingresen Néstor Pitrola y Myriam Bregman a la Cámara de Diputados, salvo la elección de Alejandrina Barry como diputada de la Ciudad, que se suma a las bancas provinciales conquistadas en elecciones provinciales previas en Neuquén y Córdoba, debilita al FIT-U en el escenario político nacional. Sin embargo, la buena elección de Myriam en CABA (que no entró solo por un 0,5 %) y que Nico y Romina Del Plá sigan como diputados nacionales, así como los legisladores y legisladoras que continúan hasta el 2021 en varias provincias (CABA, Provincia de Buenos Aires –donde en marzo asumirá la banca rotativa del FIT Claudio Dellecarbonara–, Jujuy, Mendoza, además de las nombradas Neuquén y Córdoba que tienen mandato hasta el 2023), son una contratendencia a esto. El FIT-U sigue siendo una fuerza con representación parlamentaria (algo que no lograron las extremas derechas de Espert y Gómez Centurión).

La campaña en CABA y otras provincias

La campaña de Myriam en CABA merece una mención especial. Logró una votación histórica en un escenario donde, a la polarización nacional, se sumó la pelea que lanzó el peronismo por forzar un balotaje con Larreta. El PTS y el FIT-U llevamos adelante la campaña por la “boleta completa”, con Nico y Myriam al frente y con un contenido anticapitalista y socialista, junto a Gabriel Solano (PO), que se destacó en el debate de candidatos a Jefe de Gobierno. A su vez, surgió el Comité de Apoyo a la candidatura de Myriam que reunió a referentes intelectuales, artistas y del movimiento de mujeres (como Diana Maffía, Claudia Piñeiro, Candelaria Botto, Mercedes D’Alessandro, Flor Alcorta y muchas actrices y periodistas) y del movimiento LGTB (como Gustavo Pecoraro) que impulsaban el corte de boleta (con simpatías hacia Alberto Fernández en la mayoría). Este Comité ayudó a ganar a un sector de las y los votantes “progresistas” alrededor de un problema vital como el derecho al aborto y toda la política de la mujer y las disidencias sexuales. Myriam obtuvo la votación más alta en la categoría de diputados desde que existe el FIT en la CABA. Una parte importante son votos que le sacamos –en esa categoría– al kirchnerismo (que tenía una buena oferta con Pino Solanas y Donda a diputados y Ofelia Fernández a legisladora), que no hubiéramos sacado de no existir esta política.

Tener políticas de diálogo con estos sectores alrededor de puntos concretos y correctos, siempre y cuando no implique renunciar a nuestros principios revolucionarios, es algo que tenemos que mantener en diversos aspectos de nuestra política (además de las tácticas relacionadas con el Frente Único Obrero). Esto se plantea en el movimiento de mujeres o el movimiento ambientalista, con el que el FIT-U avanzó mucho en esta campaña, con personalidades muy destacadas como Maristella Svampa, que apoyaron públicamente al FIT-U. En la juventud estudiantil la cuestión del medioambiente se ha tornado masiva, como parte del movimiento internacional por el cambio climático.

En la extensa Provincia de Buenos Aires, también se duplicó la polarización con la pelea por la gobernación. Allí, tanto Christian Castillo como Néstor Pitrola, así como las y los demás candidatos del FIT-U, recorrieron decenas de ciudades y pueblos, con amplia repercusión en los medios locales. Siendo que todas las provincias estuvieron recorridas por la polarización presidencial, los porcentajes más altos obtenidos por el FIT-U en el interior fueron los de Neuquén y Jujuy, donde encabezaron las listas de diputados nacionales los dirigentes obreros del PTS Raúl Godoy y Alejandro Vilca.

La acción política en gran escala que queremos mantener

La campaña electoral nos planteó una lucha política a nivel nacional y en cada fábrica, empresa, escuela, colegio o facultad donde actuamos, sobre las perspectivas del país y el programa, contra el gobierno, la oposición (ahora eventual oficialismo) peronista y demás variantes patronales. Utilizamos a fondo las redes sociales, conquistando nuevos canales de comunicación con decenas de miles (en especial jóvenes), así como La Izquierda Diario superó los 3 millones de visitas durante octubre. Desarrollamos una agitación política en la tradición leninista, en el sentido que planteamos arriba. Fue una contratendencia a las presiones permanentes que tenemos a actuar en función de las luchas sindicales o de las demandas particulares de cada movimiento (de la mujer, estudiantil, medioambiental, etc.) y las elecciones de todo tipo en cada estructura, combinadas con alguna propaganda para convencer de la militancia partidaria, artesanalmente, solo a los/as más cercanos/as. El desafío central que tenemos en todos los frentes es no retroceder a una actividad que combine la intervención en las luchas con la propaganda “persona a persona”, abandonando la agitación política permanente mediante campañas e iniciativas políticas nacionales e internacionales, utilizando los medios de diálogo amplio con miles y miles de simpatizantes, como son el “sistema de medios” desarrollado por el PTS (con La Izquierda Diario, El Círculo Rojo, la revista y suplementos dominicales Ideas de Izquierda, los libros y folletos del IPS/CEIP) así como las redes de Nico, Myriam y demás referentes (en particular, Instagram, Facebook y Twitter) que son canales relativamente independientes. El papel de cada militante en esta construcción es fundamental. En varias regionales se organizan, además de los equipos, mesas de trabajo entre compañeros y compañeras que se ayudan mutuamente a mejorar las relaciones, utilizar no solo las redes sino la organización de charlas, actividades sociales, comités, etc., impulsando las iniciativas nacionales o regionales, como el acto en apoyo a la rebelión popular en Chile que estamos convocando para el sábado 16 de noviembre en el Estadio Cubierto de Ferro.

Lo que hemos conquistado en la campaña electoral, pese a todas las dificultades que hemos señalado, nos plantea mantener métodos de acción política “de partido”, no reducidos a pequeños círculos, sino organizando desde ahora a los compañeros y compañeras que vienen colaborando con el PTS en el FIT-U, pero para sumarlos a dialogar con miles y dar pasos en la construcción del gran partido de trabajadores socialista que necesitan la clase trabajadora y la juventud.

Fuente de la Información: https://www.laizquierdadiario.com/Un-balance-de-las-elecciones-la-influencia-politica-de-la-izquierda-en-un-virtual-balotaje

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Más de 100 mil alumnos participaron en 2019 de espacios de formación en educación sexual integral

Por: diariovictoria. 

 

El Consejo General de Educación creó 17 coordinaciones pedagógicas departamentales para que trabajen en territorio sobre educación sexual integral (ESI) alcanzando en lo que va del 2019, en espacios de información y formación un total de 102.615 de alumnos de todos los niveles y modalidades.
En cuanto a instituciones, en el primer semestre la ESI trabajó con 2.893 escuelas y 1.510 en lo que va del segundo. Mientras tanto, profesionales entre equipos de conducción institucional, docentes, asesores/as pedagógicos, tutores y tutoras alcanzó 6.121 en el primer semestre y 6.601 en lo que va del segundo semestre. Asimismo, los estudiantes alcanzados en lo que va de este año, de todos los niveles y modalidades en la provincia suman un total de 102.615.La Coordinación de Políticas Transversales a través del Programa Provincial de Educación Sexual Integral, con referentes en todos los departamentos, continúa su implementación. A partir de la Resolución 5063/18 se fortalece su cumplimiento en todas las escuelas de la provincia: constituyendo un equipo docente referente de Educación Sexual Integral, que lleve adelante un enfoque interdisciplinario, funcione como nexo con los equipos jurisdiccionales y actúe de enlace con el proyecto institucional de cada establecimiento.La presidenta del Consejo General de Educación, Marta Irazábal de Landó puntualizó que “la ley de Educación Sexual Integral es del año 2006 y desde entonces está vigente en todo el ámbito nacional y es aceptada en todos los distritos a través de una resolución del Consejo Federal de Educación. En el caso de Entre Ríos, por Resolución 340 estamos adheridos a dicha ley nacional, porque la norma debe ser acatada y aplicada en los términos fijados y, de acuerdo a cada modalidad, se le van brindando los contenidos a los chicos”.Landó puntualizó que la educación sexual integral requiere que “tengamos una mirada interinstitucional e intersectorial, que nos permite también fijar criterios y modos de abordaje”.

En este sentido, puntualizó que “continuando con la política del gobernador Gustavo Bordet coordinamos un trabajo articulado entre las distintas áreas del gobierno para abordar las problemáticas, con la premisa de proteger derechos de los niños, niñas y adolescentes”.

En este sentido, dijo que también se trabaja y aborda en “prevención del abuso sexual, como así también la concientización para prevenir la violencia y la violencia de género”.

En tanto, la coordinación de Políticas Transversales, Nora Clari, destacó “el trabajo sostenido que desarrollan las coordinaciones pedagógicas departamentales con el apoyo de los directores Departamentales de Escuelas”.

Resolución 5063

Esta normativa provincial es la que aborda los cinco ejes de la Educación Sexual Integral: cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la equidad de género, respetar la diversidad y ejercer los derechos. Es fundamental un abordaje intersectorial respetuoso de la diversidad y pluralidad de este sujeto de derecho; niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Estableciendo en cada institución un equipo de asesores que desarrollen los proyectos institucionales con las características propias de cada territorio.

ESI avanza en nuestras Instituciones Educativas de todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo entrerriano. Los talleres, encuentros, mesas de trabajo y espacios de formación son orientados a equipos de supervisión, directivos, docentes a través de distintas actividades recreativas y académicas, según la demanda de cada nivel y modalidad.

Tanto el equipo provincial como los equipos de referentes promueven, acompañan y organizan las acciones que se llevan a cabo para la implementación eficaz e interdisciplinaria de la Educación Sexual Integral. Se realizan trabajos en conjunto con las Direcciones de Nivel y otros organismos provinciales. De esta manera, se promueve y fortalece la ejecución y un abordaje intersectorial en todas las instituciones educativas de la provincia.

Fuente de la reseña: https://diariovictoria.com.ar/mas-de-100-mil-alumnos-participaron-en-2019-de-espacios-de-formacion-en-educacion-sexual-integral/

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CLACSO: No al golpe en Bolivia

Por CLACSO.

 

 

El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) rechaza el golpe de Estado en Bolivia que obligó a la renuncia del Presidente constitucional en ejercicio Evo Morales Ayma y del Vicepresidente Álvaro García Linera.

Asimismo, condena la injerencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en la vida institucional: nada tienen que hacer el Ejército o la Policía en los problemas políticos de cualquier país. De los conflictos de la democracia se sale con más democracia, derechos y libertades y no con represión, violencia y persecuciones.

Igualmente, CLACSO rechaza toda injerencia extranjera que persiga la desestabilización en la región.

El Comité Directivo de CLACSO hace un llamado a preservar la vida de las bolivianas y los bolivianos, a que cesen los ataques y las persecuciones y a que se encuentre una solución pacífica y dialogada que, aunque sea trabajosa, se base en la voluntad de la mayoría del pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia y de sus legítimas instituciones.

Comité Directivo de CLACSO
11 de noviembre 2019

Adhieren

Grupos de Trabajo

Educación popular y pedagogías críticas

Élites empresariales, Estado y dominación

Economía política de la información, la comunicación y la cultura

Agroecología política


Integrantes de Grupos de Trabajo que adhieren

Belinda Montserrat Garcia Alonzo, El Futuro del Trabajo y cuidado de la casa común, Paraguay

Emma Chirix, Cuerpos, territorios, resistencias, Guatemala

Luis Suárez Salazar, Crisis, respuestas y alternativas en el Gran Caribe, Cuba

Esteban Torres, Teoría social y realidad Latinoamericana, Argentina

Fuente del documento: https://www.clacso.org/no-al-golpe-en-bolivia-2/

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Entrevista a Andrea Alliaud

Por: Andrea Alliaud.

Antes del lanzamiento del la 4ª edición de DECEDUCANDO, tuvimos las posibilidad de conversar con Andrea Alliaud acerca de las transformaciones en el oficio y la formación docente. 

Javier Lamónica: Tal vez uno de los conceptos pedagógicos más importantes en la obra de Kant, sea aquel que propone que el hombre es el único ser susceptible de educación, y que esa educación no puede ser recibida si no es a través de otros hombres. En este sentido, ¿cuál cree usted que es actualmente el sentido de educar?

Andrea Alliaud: Yo creo que tiene que ver fundamentalmente con una responsabilidad adulta que consiste en inscribir a las nuevas generaciones en una herencia y en un corpus cultural. Esta fue y es la tarea de educar y la de los educadores. Por otro lado, es una oportunidad que tenemos quienes educamos, y fundamentalmente quienes enseñamos, es decir, quienes lo hacemos de manera sistemática, de asegurar la formación de las nuevas generaciones. Esto quiere decir, abrir las múltiples e infinitas posibilidades para que los niños, los jóvenes y aún los adultos, se formen en un sentido trascendente respecto de sus orígenes, tanto familiares, como sociales y culturales. Esta tarea de trascendencia guarda para mí una importancia fundamental porque tiene una función emancipadora y liberadora. Así entendida, la tarea de educar tiene una doble responsabilidad, la de legar lo heredado para inscribir a los nuevos en la cultura y, a la vez, abrir la posibilidad para que las nuevas generaciones atraviesen este proceso formativo que implica, cuando acontece, una emancipación y liberación que permita hacer con lo heredado lo que uno decida.

J.L: ¿Y cuál cree que es la tarea de la escuela en estos dos procesos que describe?

A.A: En el caso de las escuelas estos procesos se dan de manera normada, sistemática y masiva. Si tomamos la primera de las dimensiones de las que hablamos antes, las escuela,  y los sistemas educativos en términos más amplios, decide qué porciones de la cultura transmitir de acuerdo a ciertas edades y ciclos de vida. No es lo que cada uno hace particularmente sino que la escuela tiene la pretensión de llegar a todos y todas a través de un legado “común”. En cuanto al carácter emancipador de la educación, creo que la escuela tiene mucho para aportar, porque si bien la formación y el aprendizaje dependen, en parte, de una decisión individual, no podemos dejar a los niños y a los jóvenes solos, sino que como adultos tenemos la responsabilidad de guiarlos e interesarlos, no sólo para que estén ahí, sino para que deseen tomar aquello que tenemos para ofrecerles. Creo que la enseñanza (nuestras enseñanzas) tendría que poder convocarlos, seducirlos y acompañarlos en este proceso de acceder a lo nuevo, que nunca es un recorrido fácil. Me parece que este es el desafío fundamental que tenemos como adultos.

J.L: En su investigación sobre las biografías escolares en el desempeño profesional de los docentes noveles (2004) plantea, entre otras cuestiones, que la tarea docente es percibida como una actividad que requiere grandeza y para la cual no se sienten suficientemente preparados. A pesar de ello, los docentes novatos parecen asumir individualmente la responsabilidad por la educación de los alumnos. Son ellos, desamparados por el Estado, quienes se harían cargo de este gran proyecto educativo, asumiendo como propios los éxitos y los fracasos. Oponiéndose al desinterés que atribuyen a los docentes más experimentados, los noveles docentes parecen dispuestos a aceptar el gran desafío. Trece años después de aquel estudio, ¿cree que los jóvenes docentes siguen aceptando este desafío?

A.A: Yo creo que en los noveles, esto que llamamos grandeza, se da de manera desproporcionada. La tarea de educar se asume como algo muy importante, aunque confían bastante poco en sí mismos y en las herramientas con las cuentan para hacerse cargo de ese mandato. Sobra responsabilidad a la vez que falta confianza, todo lo cual va en desmedro del sentido educador de su tarea. Intuyo que esto es algo que sigue ocurriendo. La tarea de educar, más allá del nivel y el sector sociodemográfico en donde uno se desempeñe, se presenta como una actividad compleja. Hoy tenemos que ver cómo hacemos para que los niños/as y jóvenes entren en un vínculo pedagógico mediado por los conocimientos y el saber. Cómo hago con todo ese saber disciplinar disponible para afrontar una situación de enseñanza. El desafío es pensar y desarrollar la educación teniendo como referencia es saber, pero ya no como se concebía antes, es decir, que yo voy a aplicar ese conocimiento que aprendí en mi formación dentro de la clase. A partir de eses saber, yo tengo que poder crear, experimentar, probar y volver a empezar. Hay todo un proceso de producción, que si bien siempre estuvo presente, hoy aparece como condición. Esta es la idea fundamental que trabajo en “Los artesanos de la enseñanza”. Ya no basta con formar al docente como aplicador de un método y de un conocimiento. Si yo quiero enseñar un contenido como me enseñaron que se enseñaba, es muy probable que en esa clase y con ese grupo no me pueda encontrar con esos otros. Ahí es en donde, por ejemplo, podemos tomar experiencias como las que se narran en la serie “Merlí”; porque este profesor vuelve a su saber filosófico con las preguntas que en ese momento están circulando entre ese grupo de adolescentes. Él hace una lectura del contenido disciplinar, va a la clase y lo desarrolla en función de los interrogantes de ese colectivo de estudiantes. En este sentido, la enseñanza se convierte en un acto creativo. El saber cobra protagonismo, no porque lo diga un plan de enseñanza, sino porque permite interpelar la realidad de esos sujetos que están aprendiendo. No es que ahora hay que hacer o dejar de hacer siguiendo a Merlí. El valor de ciertas figuras o representaciones está en que, a partir de ellas, podamos interpelar nuestra propia experiencia. Me parece que inspirarse y practicar formas alternativas que permitan enriquecer nuestra práctica es necesario, no solo para los docentes que recién se inician la docencia sino también para los más experimentados.

J.L: En el momento en que escribió su tesis de doctorado los docentes con más experiencia todavía podían dar cuenta de una escuela en la que Estado, y por tanto los docentes, cumplía un rol diferente. En este sentido, el relato sobre la escuela de antes, como un tiempo añorado y sin retorno, aparecía con fuerza en el encuentro con los docentes noveles, que debían enfrentarse a una nueva realidad. Hoy en día, “aquellos tiempos felices”, si es que en algún momento lo fueron, parecen haber quedado muy atrás, y tanto los docentes experimentados como los que recién comienzan su trayectoria profesional tuvieron y tiene que enfrentarse a problemas similares. Siguiendo este análisis, ¿cómo le parece que se da hoy ese encuentro?

A.A: Es interesante pensar esta relación porque durante mucho tiempo se mantuvo un discurso nostálgico e idealizado sobre la escuela de antes que, como dice Dubet (2006), no es que fuera tan buena, sino que contaba con marcos institucionales sólidos que, de algún modo, respaldaban y legitimaban el quehacer de los docentes. Hoy por hoy, en marcos mucho menos regulados, la enseñanza y la acción pedagógica requiere de nuevas estrategias y capacidades. Esto significa que el hecho de ser docente ya no alcanza para desempeñar y legitimar la tarea. No hay algo prescripto que uno desarrolla, sino que hay una posición que uno va habitando y construyendo. En este recorrido, un elemento fundamental para mejorar lo que hacemos es la dimensión colectiva de nuestro oficio. En estos marcos debilitados, el docente individualmente posicionado ya no puede con la situación. El trabajo con otros aparece entonces como una respuesta posible para manejarnos en este terreno incierto y complejo en el que se desarrolla la enseñanza de hoy. Si pensamos que lo de antes era mejor que lo de ahora se obtura cualquier posibilidad de apertura. Sería interesante rastrear cómo conviven experiencias menos reguladas, que sabemos existen en muchas escuelas, con otras que tiene más que ver con la prevalencia y el predominio de lo que algunos autores llaman “la forma escolar”. Si yo pienso en una escuela en la que predominan este tipo de experiencias, pienso en un formato dividido en aulas, en donde se divide el saber y en donde cada docente está solo. Lo que necesitamos es pensar, reflexionar y experimentar no desde la individualidad sino desde el colectivo que se comparte con otros. Ahí es donde ocupa un lugar importantísimo y fundamental la dirección escolar.

J.L: Cree que la formación docente ha acompañado estos cambios que ha sufrido el oficio en las últimas décadas?

A.A: Creo que la formación docente se enriqueció con nuevos marcos conceptuales, no sólo en cuanto a los contenidos sino también en cuanto a la incorporación de nuevos abordajes vinculados a los cambios culturales y a la concepción de los sujetos, entre otros. Un segundo aspecto sobre el que se ha avanzado mucho es en la incorporación de las prácticas profesionales desde el comienzo de la formación, pero aún cuesta romper con la idea de que hay un lugar en donde se piensa y un lugar en donde se acciona. Para mí el oficio de enseñar tendría que estar atravesando la totalidad del proceso formativo, y todos los formadores, más allá del lugar que estén ocupando, tendrían que estar atravesados por los temas, interrogantes y situaciones propias del oficio de enseñar hoy. En una clase de filosofía o sociología de la educación, por ejemplo, es importante que un estudiante pueda pensar cómo las decisiones pedagógicas tienen que ver con temas como la igualdad y la justicia social, por señalar algunos. La formación tendría que permitirnos pensar la realidad del aula a partir esos marcos conceptuales aparentemente teóricos y abstractos. Si la formación no liga los distintos campos del saber con la práctica, se dificulta enormemente formar docentes que sepan y puedan enseñar hoy.

J.L: Retomando una pregunta que se hacen con Antelo en los gajes del oficio (2011), ¿qué podemos entender hoy por educación de calidad?

A.A: Desde la concepción de oficio defiendo y hasta propongo, cosa que en general no ocurre, que el trabajo docente contemple la práctica de la evaluación. El docente es el que tendría que poder dar cuenta de ese proceso de “constatación”. Hoy la fragilidad institucional hace que nosotros tengamos que mostrar y comunicar lo que hacemos como un medio de legitimar nuestro trabajo. Por eso me parece importante que la escuela, y de manera particular los docentes, puedan apropiarse de ese acto de “poner fuera” lo que hicieron como producto de su propio trabajo. Hay algo de esto que hoy requiere de cierta comunicación y publicidad como medio de legitimación, que si no se hace, se produce en otro lugar y termina deslegitimando lo que sucede dentro de las escuelas. Me parece que una vez más hay que posicionarse desde ese colectivo profesional. Si uno se asume como productor de la totalidad del proceso, también tiene que decidir lo que muestra y cómo lo muestra. Creo que es sumamente importante poder hacer visible cada uno de los pequeños logros y manifestaciones que ocurren en las escuelas, que son los verdaderos resultados del aprendizaje. Hay que estar alertas y atentos, primero para producir, y luego para captar esos productos y dar cuenta de lo que los docentes y la escuela son capaces de hacer, que en muchos casos queda invisibilizado detrás de resultados numéricos duros, impesonales, que suelen apuntar hacia el fracaso.

Bibliografía

Alliaud, A. (2004); La biografía escolar en el desempeño profesional de docentes noveles; Buenos Aires: Mimeo (Tesis de Doctorado en Educación. Facultad de Filosofía y Letras, UBA).

Alliaud, A. (2017); Los artesanos de la enseñanza. Acerca de la formación de maestros con oficio; Buenos Aires: Paidós.

Alliaud, A. y Antelo, E. (2011); Los gajes del oficio. Enseñanza, pedagogía y formación; Buenos Aires: Aique.

Dubet, F. (2006); El declive de la institución. Profesiones, sujetos e individuos en la modernidad; Barcelona: Gedisa.


(1) Andrea Alliaud es Doctora en Educación (UBA). Docente investigadora del Departamento de Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Autora de «Los artesanos de la enseñanza», editado por Paidós en 2017, entre otras publicaciones.

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