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Educación sexual: los chicos piden más horas y ampliar los contenidos

Por: Guadalupe Rodríguez.

 

Es ley desde hace 13 años, pero su aplicación es muy irregular; algunas escuelas lograron tener buenas prácticas e incluso detectaron casos de abuso sexual; en la foto, alumnos de 4° año de la EES N°139, de San Justo, pintaron un mural con las conclusiones de un taller anual de ESI Crédito: Gentileza

En la Argentina, recibir Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho avalado por la Ley Nº 26.150 y los alumnos lo saben. Por eso, cada vez que pueden, lo reclaman y expresan sobre qué les interesa hablar.

«Tuvimos un taller en 2° año, pero en 3° y 4° año, nada. Al ser adolescentes todos empezamos a experimentar cosas sobre la sexualidad. Me parece importantísimo que aprendamos lo que sucede y las consecuencias, tanto buenas como malas», dice Gala, de 17 años, que va al colegio porteño Martín Buber. Como ella, son muchos los chicos que piden tener más horas de ESI y que sea transversal a todas las materias.

Una de las preguntas realizadas a los estudiantes en el dispositivo de evaluación nacional Aprender 2017 fue cuáles temas querían que se brindaran en la escuela secundaria y el 80% respondió que necesitaban más contenidos de ESI. A partir de esta respuesta, para la versión 2018 de las pruebas, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología decidió indagar e incorporó preguntas específicas sobre el alcance y la aplicación de la temática.

Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema.

«Una cosa son los datos que surgen cuando se les pregunta a directivos y docentes, pero cuando se los interroga a los alumnos surgen otros muy distintos», advierte Mercedes Miguel, Secretaria de Innovación y Calidad Educativa.

Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema

Cuando en Aprender 2018 se les preguntó a los alumnos qué vieron en el aula, el 86% respondió que tuvieron alguna clase sobre el cuidado del cuerpo y la salud, el 79% dijo que hablaron sobre el buen trato en la escuela, el 78% de los derechos de niñas, niños y adolescentes; y el 76% de los cambios del cuerpo. Sin embargo, en temas de mayor complejidad disminuyen considerablemente la cantidad de respuestas. Por ejemplo, solo el 43% mencionó que hablaron acerca de métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual, y el 37% sobre cómo evitar un abuso sexual.

El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños. Sin embargo, Miguel señala: «Estos temas son de altísima relevancia. Necesitamos que los adultos más comprometidos con el tema se den vuelta con toda esa información que reciben y generen un momento de aprendizaje con lo que los adolescentes necesitan saber: cómo prevenir enfermedades, cómo evitar el embarazo no deseado sabiendo los efectos negativos que tiene en una mujer para su trayectoria social, productiva y académica; cómo reconocer que alguien te está pidiendo hacer algo que no corresponde». De hecho, en muchas escuelas del país se detectaron posibles casos de abuso sexual gracias a lo discutido en clase.

El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños

Más allá de Biología

Una de las barreras que más cuesta atravesar es sacar la enseñanza de la ESI del dominio de la Biología e incorporarla de manera transversal en distintas asignaturas. Si bien la ley es clara y dice que hay que trabajar todos los ejes y abordar también los derechos sexuales y reproductivos, la valoración de la diversidad, los roles de mujeres y varones, según los jóvenes esto no se cumple.

«Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Entonces cuando vamos a dar los talleres, lo primero que nos dicen es que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. En cambio, preguntan sobre el placer, qué es la frigidez y otras cosas que tienen que ver más con su presente y no tanto con la genitalidad», cuenta Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), una ONG que lleva años trabajando junto a las escuelas en este aspecto.

Grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria N° 14, de La Plata, que crearon su propio manual de Educación Sexual Integral.
Grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria N° 14, de La Plata, que crearon su propio manual de Educación Sexual Integral. Crédito: Gentileza

Este recorte en los contenidos fue lo que impulsó a un grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 14 Carlos Vergara, de La Plata, a desarrollar y publicar ¿Dónde está mi ESI?, su propio manual de Educación Sexual Integral. «Creemos que la Ley Nº 26.150 no se implementa de manera total en las escuelas de todo el país, o solo se tiene en cuenta la parte biológica-reproductiva, más no una visión que necesita estar enfocada en la perspectiva de género», escriben los estudiantes en la introducción. Son 180 páginas que recorren los ejes de la ley complementados con fragmentos de cuentos y canciones, recomendaciones de películas, preguntas para abrir discusiones y artículos periodísticos.

Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Nos dicen que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. Preguntan por el placer

Mabel Bianco (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer)

«Los jóvenes tienen inquietudes y preguntas, y lo más importante es que les habiliten la palabra. Muchas veces los adultos se recuestan en que los chicos saben un montón y que por eso no necesitan clases de ESI. Este es un error enorme, la información no está completa y sobre todo lo que no hay son espacios de conversación. Es clave permitir la circulación de la palabra para hablar también de lo que se siente», advierte Eleonor Faur, parte del equipo de investigación de «Escuelas que enseñan ESI», un relevamiento llevado a cabo junto a Unicef en 20 colegios de la Argentina que implementan correctamente la ley (ver aparte).

Acompañar a los docentes

Según Bianco, las capacitaciones online a los docentes no llegan a darles las verdaderas herramientas, es una comunicación unidireccional donde no hay posibilidades de discutir, entrar en detalle o sacarse dudas, y esto hace que no se sientan seguros para tratar ciertos temas frente a la clase. En este punto, distintas ONG como FEIM son de gran ayuda, porque trabajan junto al docente, planifican con ellos los contenidos y los acompañan en la presentación.

Organizaciones como FEIM trabajan junto a los docentes en los contenidos y brindan talleres.
Organizaciones como FEIM trabajan junto a los docentes en los contenidos y brindan talleres. Crédito: Gentileza

El año pasado, frente a la disparidad en la percepción de los contenidos entre los adultos y los jóvenes, el Ministerio de Educación aprobó la Resolución Nº 340/18 que no solo crea los núcleos prioritarios para el nivel inicial, primario y secundario sino también equipos ESI por escuela. Para monitorear la implementación, firmaron un convenio con Unicef y conformaron la Mesa Federal de Educación Sexual Integral que está integrada por referentes de ESI de cada provincia.

«Ponerse al hombre la ESI es algo más que cumplir una ley, es abrir un espacio para que las chicas y los chicos sean más felices, para que no tengan relaciones que no sean consentidas, para que no se apresuren. Muchas veces se piensa que cuando hay ESI las relaciones empiezan antes y lo que dice la evidencia internacional es que es todo lo contrario, comienzan después porque se dan a partir de decisiones fundamentadas», concluye Faur.

La voz de los alumnos

«Me parece buena, pero son pocas horas»

ESI en mi escuela se ve de una a dos veces por año, depende del grupo y cómo se comporten en la charla. Los talleres suelen durar una hora y media, son guiados pero los chicos pueden ir preguntando cosas y se va hablando lo que a nosotros nos interesa. Vengo teniendo ESI desde primaria y te hablan según lo que sería apropiado aprender para la edad que tengas. El año pasado me aportó un montón el taller que tuvimos, me gustaría que haya más, me parece muy poco uno solo en el año

Valentina, 15 años, 5° año, escuela católica, Ramos Mejía

«Hacemos proyectos anuales y proponemos temas»

Trabajamos con talleres, por lo menos dos anuales, y cada materia tiene un proyecto individual extra. La escuela también participa de un proyecto anual de ESI, el año pasado se hizo un mural. Los temas los proponemos los alumnos, según las dudas que tengamos. Nos sirve porque nos enseña sobre algún tema de sexualidad que no conozcamos, métodos de prevención e igualdad de género. Me parece que es importante saber todo lo posible para prevenir algún problema o enfermedad.

Gonzalo, 15 año, 4° año, EES N°63, Villa Luzuriaga

El año pasado, los alumnos de 4° año de la EES N° 63, de Villa Luzuriaga, trabajaron en un taller anual junto a su profesora de Biología, expusieron un trabajo en un encuentro interescolar y pintaron un mural.
El año pasado, los alumnos de 4° año de la EES N° 63, de Villa Luzuriaga, trabajaron en un taller anual junto a su profesora de Biología, expusieron un trabajo en un encuentro interescolar y pintaron un mural. Crédito: Gentileza

«Nos explicaron qué era el abuso»

En el cole la psicopedagoga viene cada 15 días al aula y nos da ESI. Vimos las diferencias entre una mujer y un hombre, cómo nos desarrollamos y cómo se hacen los bebés. No me da vergüenza el tema pero mucho no participo. Usamos láminas y empezamos en 4° grado con estas clases. Me gustaría aprender sobre las diferentes elecciones de las personas y una vez hablamos de que en la calle tenemos que estar atentos a lo que nos dicen los adultos y si hay algo raro, no hacerles caso.

Simona, 10 años, 5° grado, NEA 2000, CABA

«Es superútil porque nos enseña cómo cuidarnos»

Había tres profes de Espacios de Definición Institucional (EDI) hasta el año pasado y este año les sacaron las horas. Ellas daban contenidos de ESI en este espacio. Los temas que vimos fueron anticonceptivos, género, identidades, sexo, etc. En Biología también vimos aparato reproductor. Es superútil porque nos enseñan cómo cuidarnos a la hora de tener relaciones y acerca de nuestros derechos. Aprendo, aunque gran parte lo sabía de los talleres de primaria, pero ahora los temas se profundizan.

Fermín, 16 años, 4° año, escuela Julio Cortázar, CABA

«No todos pueden hablar estos temas en sus casas»

No trabajamos mucho ESI en la escuela. Una vez vino a hablar alguien, creo que una ginecóloga. Cada tanto sale el tema entre los alumnos. Nunca hablamos de los métodos anticonceptivos, la charla siempre es más científica, explicada desde la Biología. Me parece muy importante que se dé ESI en el colegio porque no todos lo pueden hablar en sus casas, con sus familias. La única vez que vinieron aprendí cosas que me aportaron mucho. Supuestamente este año vamos a hablar sobre trata de personas.

Julieta, 15 años, 3° año, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, CABA

«No nos dieron materiales ni cuadernillos»

Vimos el cuerpo humano, los cambios de niño a adulto. Los temas los deciden los profes. En Artes Visuales hicimos un trabajo sobre las mujeres y armamos unas láminas para el aula con los distintos tipos de familias. Nunca nos dieron material aparte ni cuadernillos sobre estos temas, siempre los hicimos nosotros. Me gustaría saber sobre el uso del preservativo que no vimos. ESI es muy útil, porque mirá si vos quedás embarazada y no sabés qué hacer. Aprendo bastante.

Maite, 9 años, 5° grado, Mariano Acosta, CABA

«Hablamos de los cambios en el cuerpo, es aburrido»

Empezamos en 5º grado con estas charlas que se dan como cinco por año. Tuvimos un buzón en el aula durante 15 días y ahí podíamos ir poniendo preguntas anónimas. Mayormente hablamos sobre los cambios del cuerpo. Tenemos un espacio que se llama Tutoría donde se tratan temas como el maltrato, la violencia de género, la identidad sexual. Todavía no nos hablaron de cómo cuidarnos en las relaciones sexuales. La verdad que las charlas son un poco aburridas.

Oliverio, 12 años, 7° grado, NEA 2000, CABA

«Creo que es útil para cuando sea más grande»

Trabajamos las partes del cuerpo y el lenguaje inclusivo con los maestros. El año pasado empezamos a hablar del tema porque un compañero encontró un condón y a partir de ahí nos hablaron. Con la profe de Lengua y con la de Sociales hicimos un afiche con los cuerpos de un hombre y una mujer. Este año la profe de Naturales nos dijo que vamos a trabajar ESI. No me da vergüenza hacer preguntas, porque quiero saber. Me parece útil para cuando sea más grande. Por ahora, lo que vimos ya lo sabía.

Pedro, 11 años, 6° grado, Mariano Acosta, CABA

«No nos dan los talleres, hay debates de alumnos»

Actualmente en el colegio no tenemos ESI, solo tuvimos un taller en 2° año y una materia que se llama Educación para la Salud que hablaba de muchos temas, y uno fue educación sexual. Sería muy útil tenerla ahora y bien implementada, es muy necesaria. Estaría bueno que la dieran todos los años y enfocada para cada edad. Tres veces al año hay jornadas con un montón de charlas y algunas tienen una perspectiva de género. Las organizamos nosotros, los debates son entre las y los alumnos.

Amparo, 17 años, 5° año, Nacional Buenos Aires, CABA

«Aprendí a no contagiarme enfermedades»

Mi escuela trabajó ESI de una manera bastante particular. Antes la llamaban Orientación sexual, y se hablaba de anticonceptivos y procreación. Después en 2018, el consejo estudiantil le propuso al rector tener ESI. El colegio lo aprobó y vinieron distintos especialistas. Se presentaba un tópico y dentro de eso hacíamos preguntas. Gracias a eso aprendí a no contagiarme enfermedades, cómo tratarlas en el caso que pase algo o cómo cuidar a la otra persona. Se aprende bastante.

Facundo, 17 años, 5° año, escuela Lange Ley, CABA

Escuelas que tuvieron buenas prácticas

En Formosa, los directivos de la escuela Pablo Pizzurno les piden a los docentes que desarrollen al menos un contenido de educación sexual por semana. En el colegio Hipólito Yrigoyen de Mendoza se llevó a cabo un proyecto conjunto entre la maestra de 7º grado y el profesor de Informática para abordar el tema del ciberbullying, y en los patios y pasillos se observan afiches que hacen evidente que los distintos grados trabajan sobre contenidos de ESI.

Entre las estrategias que desarrolla la escuela cordobesa Páez Molina, cuentan con contenidos sobre abuso infantil a lo largo de los distintos grados de primaria y esta especial atención a la temática les permite detectar casos y aplicar un protocolo. En un colegio de Neuquén, tener una niña trans en el alumnado motivó la búsqueda de materiales para trabajar la transexualidad, uno de los ejes de ESI. En una escuela de San Pedro de Jujuy, la maestra de séptimo grado y el maestro se sexto formaron una pareja pedagógica para trabajar todos los viernes ESI con ambos grupos. Una docente de Alto Comedero, en Jujuy, aprovechó la «Maratón de lectura», para trabajar poesías referidas a la igualdad de género.

Estos hechos surgen de una investigación que hicieron Unicef y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología para saber en qué medida la ESI está llegando a las escuelas argentinas. Visitaron 10 escuelas estatales primarias y 10 secundarias en cinco provincias del país (Córdoba, Jujuy, Mendoza, Formosa y Neuquén) donde existe un proyecto sostenido de ESI.

La conclusión a la que llegaron es que el éxito depende de la frecuencia y la sistematicidad con las que se abordan los contenidos. En todas estas escuelas la ESI es parte del Proyecto Educativo Institucional (PEI), atraviesa las distintas materias, muchas veces los directivos asumen el desafío, pero también son los maestros quienes impulsan la implementación; complementan los materiales del Ministerio de Educación con otros recursos, realizan acciones con las familias y entienden que el trabajo se potencia cuando se realiza desde una visión de género.

¿Qué contenidos propone el Ministerio de Educación?

Nivel inicial

Vocabulario para nombrar los órganos genitales; gestación y nacimiento; diversidad de familias; concepto y cuidado de la intimidad; decir «no» frente a interacciones inadecuadas con otros

Primaria

Cambios en la pubertad; equidad de género; métodos anticonceptivos; vulneración de derechos, abuso sexual y violencia de género, prevención del grooming, entre otros

Secundaria

Embarazo no intencional, métodos anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual; marcos legales para el acceso a los servicios de salud; violencia, acoso, abuso y maltrato

Un programa que busca prevenir el embarazo adolescente

Uno de los puntos fundamentales de abordaje de la ESI tanto desde el Gobierno, las ONG y los especialistas es prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia, la mayoría consecuencia de abuso sexual, que propicia el abandono escolar y dificulta la futura inserción laboral de las chicas.

Por esta razón los distintos ministerios vienen trabajando en el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que busca vincular a las escuelas con los centros de salud.

Según datos del Plan ENIA, 91.600 adolescentes y 2500 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2016, lo cual representa el 13,4% de los nacimientos anuales. En los últimos cinco años este porcentaje se mantuvo estable alrededor del 15%.

Además, siete de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años no son intencionales; y en menores de 15, asciende a ocho de cada 10, la mayoría por abuso sexual. La maternidad temprana es la causa por la que el 30% de las jóvenes abandonan el secundario.

Según la socióloga Eleonor Faur, las investigaciones de todo el mundo muestran que incorporar una mirada de género es la clave para una educación sexual que tenga buenos resultados en relación con los derechos y la prevención de violencias y embarazos no intencionales.

Fuente del artículo: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/educacion-sexual-chicos-piden-mas-horas-ampliar-nid2235684?utm_medium=Echobox&utm_source=Facebook#Echobox=1554810646

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¿Qué es lo que debe enseñarse en las escuelas según la Ley de Educación Sexual Integral?

Por: Lucía Martínez.

 

Circulan por redes sociales y WhatsApp mensajes críticos sobre esta ley. Algunos de ellos difunden información falsa que fue desmentida oficialmente y otros son opiniones sobre los contenidos que se dan en estas clases. Acá te contamos de qué se trata esta ley y por qué es importante.

En los últimos días circularon por redes sociales y WhatsApp mensajes críticos sobre la Educación Sexual Integral (ESI) que está prevista por ley en la Argentina, algunos sin firma, otros vinculados con agrupaciones religiosas. Algunos de ellos difunden información falsa y otros son opiniones sobre los contenidos que se dan en estas clases.

Desde la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación nacional señalaron a Chequeado que “es falaz que la ESI presente material pornográfico y que dicte talleres de masturbación como se enuncia en algunos contenidos que circulan por redes sociales”. Además, confirmaron que no recibieron denuncias formales de que hayan existido casos de este tipo en algún establecimiento educativo.

Pero, ¿qué es lo que debe enseñarse en las escuelas según la Ley de ESI? A continuación, todos los detalles.

La ley que creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral fue sancionada por el Congreso nacional en 2006. Esta norma establece que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir una educación de este tipo tanto en los establecimientos de gestión estatal como en los de administración privada sin importar la orientación religiosa. Es decir, en todos los jardines de infantes, colegios primarios y secundarios del país.

El Programa tiene en cuenta un concepto amplio de sexualidad que considera “aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. Entre sus objetivos, la ley aspira a “promover actitudes responsables ante la sexualidad”, “prevenir los problemas relacionados con la salud” y “procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres”, entre otros.

A partir de 2009, el Ministerio de Educación de la Nación elabora y distribuye materiales educativos, cuyos principales ejes son el ejercicio de los derechos, el respeto por la diversidad, el cuidado del cuerpo, la equidad de género y la valoración de la afectividad. Estas líneas se van adaptando a cada etapa educativa y se incluyen de manera transversal en diferentes materias.

En la etapa inicial, obligatoria entre los tres y los cinco años, a través de distintos juegos en el aula se propician “hábitos de cuidado de uno mismo, de los y las demás”, “la expresión de sentimientos y emociones” y “la construcción de valores de convivencia”, según detalla el material didáctico elaborado por el Ministerio de Educación.

Se trabaja algo muy importante que es la conciencia sobre la propia intimidad y la noción de que nadie tiene que tocarles las partes íntimas a los niños y niñas salvo en alguna situación de higiene específica”, explicó a ChequeadoEleonor Faur, doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) e investigadora de relaciones de género, familias y políticas públicas. Y, además, agregó: “En la medida en que los chicos vayan identificando que tienen derecho a su intimidad y que cualquier contacto o propuesta que les incomoda pueden señalarla, también se está trabajando en prevención del abuso”.

Por su parte, durante la primaria, los contenidos se enfocan en el conocimiento de los derechos vinculados con el respeto por los demás y la convivencia; el respeto por la diversidad a través de la identificación de prejuicios vinculados al género; y el reconocimiento de distintos modos de vida, como las distintas organizaciones familiares.

A su vez, en el contexto de la pubertad, la ESI propicia “el conocimiento sobre los cambios del cuerpo humano y la identificación de sus partes íntimas en el marco de la promoción de hábitos de cuidado de uno mismo, de los demás y de la salud en general”.

Por último, en la secundaria se enseña sobre “la sexualidad humana desde la perspectiva científica”, con información sobre los órganos sexuales y su funcionamiento, la salud sexual y el embarazo; y también desde su vínculo con la afectividad y los diferentes sistemas de valores y creencias.

Además, entre otros contenidos, las actividades buscan reconocer y reflexionar sobre “situaciones de violencia en las relaciones interpersonales, específicamente afectivas y sexuales”; y dar a conocer “los derechos de las diversidades sexuales y de la responsabilidad del Estado frente a situaciones de discriminación y violación de derechos”.

“Los contenidos de la ESI se van adaptando al ciclo de vida, por eso es muy importante empezar a trabajarlos desde la infancia. Cuando entramos recién en el nivel secundario con algunos de estos contenidos muchas veces llegamos tarde. Ya sea para prevenir alguna situación de violencia o abuso, o para desarmar algunos estereotipos. Sobre todo, cuando llegamos tarde postergamos el sufrimiento de los chicos cuando viven situaciones que vulneran sus derechos”, explicó Faur.

Desde su creación, la efectiva implementación del Programa de Educación Sexual ha enfrentado varias barreras: problemas presupuestarios y falta de capacitación docente, como explicamos en esta notay también la resistencia cultural de distintos grupos y sectores a llevar estos contenidos a las aulas.

Días atrás, en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación, obtuvo dictamen un proyecto de reforma de la ESI que busca reforzar la obligatoriedad de que estos contenidos sean impartidos en las escuelas de todo el país, además de que siempre sean laicos y científicos. Entre otros puntos, ordena declarar la ley de “orden público” y elimina la posibilidad de que cada escuela adapte los contenidos a su “ideario institucional”.

Fuente del artículo: https://chequeado.com/el-explicador/que-es-lo-que-debe-ensenarse-en-las-escuelas-segun-la-ley-de-educacion-sexual-integral/

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«La felicidad de un niño no puede estar jamás ligada al consumo»

Por: www.lacapital.com.ar.

 

Beatriz Janín es la presidenta de Forum Infancias, una asociación civil interdisciplinaria contra la patologización y medicalización de niñas, niños y adolescentes. En su vasto currículum también se destaca que es directora de las carreras de especialización en Psicología Clínica infantil y en Psicoanálisis con Adolescentes de la UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales) y profesora de posgrado en la UNR (Universidad Nacional de Rosario) y en la UNC (Universidad Nacional de Córdoba). En mayo dictará un nuevo curso en nuestra ciudad. En ediciones anteriores su presencia convocó a un numeroso grupo de profesionales interesados en actualizarse con unas de las referentes de las problemáticas más complejas de niños y adolescentes.

Janín habló con Más sobre el impacto del individualismo, el consumismo y la meritocracia en los infantes y en los más jóvenes, las consecuencias de la preponderancia de lo visual por sobre la palabra y se refirió a cómo atender y acompañar a los chicos en las dificultades para que puedan atravesar una infancia menos dolorosa.

¿Podemos hablar de una crisis de valores en la Argentina que repercute en la infancia?

—Tenemos que situar a la infancia en un contexto. Todos nos constituimos como sujetos en un contexto familiar y social. Y en cada época se privilegian ciertos funcionamientos y se descuidan otros. Hoy tenemos que pensar a los niños y adolescentes en la sociedad actual, que está globalizada y en la que los valores predominantes son el consumo y la producción. Es decir, se espera que seamos máquinas productivas y que consumamos todo lo que el mercado nos ofrece. Por supuesto, esto termina redundando también en consumo de psicofármacos, por ejemplo. La otra cuestión que es propia de la época actual es el individualismo, que es nefasto para niños y adolescentes, en tanto necesitan de los otros para sostenerse y desarrollarse. Y el auge ahora de la «meritocracia», como si cualquiera pudiera acceder a lo que anhela sin ayuda del contexto. La idea de que hay que ser feliz permanentemente, lo que lleva a no detectar el sufrimiento infantil. Para colmo, al estar la felicidad ligada por los medios al consumo, muchos niños quedan excluidos de la posibilidad de ser felices y sólo lo lograrían apropiándose de aquello que los otros tienen. En medio de este panorama se presenta una proyecto de castigar más a los niños infractores. Otra cuestión de época que me preocupa es que el juego libre está desvalorizado, siendo el modo privilegiado en que alguien puede desarrollar la creatividad y lo propio de la infancia.

¿Es posible pensar en revertir un cambio de paradigma tan fuerte donde se promueven como importantes cosas que no lo son?

—Tenemos que rescatar la subjetividad, el hablarle a los niños, escucharlos, tolerar sus tiempos y no imponerles el ritmo que nosotros esperamos, valorizar el juego y los cuentos, sostenerlos y acompañarlos. Es fundamental modificar la idea de sujeto-máquina, que debe responder a todo lo que se espera y consumir todo lo que se le ofrece. Pienso que es posible revertir la mirada actual sobre la infancia, en la que todo lo que no concuerda con lo que suponemos que tiene que hacer un niño nos lleva a ubicarlo como patológico.

¿Nota que los niños y adolescentes están más desprotegidos? ¿Qué consecuencias tiene esto en sus vidas y en sus futuras vidas como adultos?

—Me parece que pueden estar más solos, en tanto los adultos suelen estar sobrepasados por exigencias cuando tienen trabajo o deprimidos cuando no lo tienen y no tienen espacio mental para conectarse mejor con los niños. Tienden a darles algún aparato (tablet, celular, etc) que los entretenga más que a jugar con ellos. Muchas veces, el uso de las pantallas, sobre todo del celular, nos acerca a otros lejanos pero nos distancia de los que tenemos al lado nuestro. Lo que estamos viendo son algunas consecuencias de esta situación. Por un lado, las dificultades en la adquisición del lenguaje verbal, en tanto no se les habla y se los pone frente a imágenes permanentemente. Hay una preponderancia de lo visual sobre lo verbal, con ausencia de cuentos y relatos, que puede acarrear problemas en la comunicación. Otra consecuencia de esto es la dificultad para atender, así como el movimiento permanente. Niños que están acostumbrados a atender a estímulos fuertes, de luces y sonidos, son obligados a prestar atención a la voz de un maestro. Y una tercera es la renuencia a aceptar normas, en tanto son niños a los que no se ha diferenciado de los adultos y se suponen omnipotentes. En tanto sobrepasados por otras situaciones, angustiados o deprimidos, los adultos ubican a los niños como seres todopoderosos a edades muy tempranas y terminan temiéndoles.

¿Hay mucha ausencia materna y paterna?

—Es una época en la que tanto la madre como el padre tienen que trabajar en la mayoría de las familias y es muy frecuente que el trabajo no termine con el horario pautado sino que de algún modo continúe en la casa.

¿Se han constituido nuevas formas de paternidad y maternidad? En ese sentido, ¿podemos pensar que no todo es tan malo en estos nuevos modos de ejercer esos roles?

—Me parece que las nuevas formas de paternidad y maternidad son importantísimas. Que los hombres se hagan cargo de la crianza de los hijos a la par de las mujeres, que se pueda pensar el desarrollo personal de cada uno y además que los hijos impliquen una responsabilidad compartida, es fundamental para constituir una red de adultos y que el niño pueda encontrarse con diferentes formas de acercamiento, de sostén, de cuidado.

Se habla mucho del aumento significativo de autismo y trastornos del espectro autista ¿qué puede decirnos al respecto? ¿A qué se debe? ¿Qué posibilidades hay de prevenir estos trastornos?

—El aumento de los diagnósticos de autismo tienen que ver con este nuevo modo de diagnosticar, por el que cualquier niño que tiene dificultades en el lenguaje o en la comunicación es catalogado como Trastorno de Espectro Autista. Esta denominación termina siendo una «bolsa de gatos» en la que entran todos los niños que presentan dificultades en su constitución subjetiva durante los primeros años de vida. Por ende, lo que ha aumentado no es el autismo sino ciertas dificultades en la adquisición del lenguaje y del vínculo con los otros. Pero ya dijimos que estamos en una sociedad en la que los adultos solemos estar desconectados de los que tenemos cerca y que hablan poco con los niños. El problema con el que nos encontramos es que esta generalización está haciendo que muchos niños caigan bajo esta etiqueta y que en lugar de ser comprendidos como personas que tienen dificultades, se los toma como seres especiales, extraños, a los que no se les puede hablar como a cualquiera. Esto puede «autistizarlos».

¿Hay algo que los padres puedan hacer para morigerar los efectos de ese diagnóstico?

—Me parece que es un diagnóstico riesgoso, porque está ligado en la fantasmática colectiva a la idea de algo orgánico y por lo tanto difícilmente modificable. Cuando reciben ese diagnóstico, el vínculo padres-hijo queda trastocado y marcado por ese rótulo. A partir de allí los padres suelen evaluar al niño permanentemente y pensar cada una de las respuestas que le dan. De este modo, los padres pierden la espontaneidad y los niños se quedan sin padres. Los niños que presentan dificultades en su constitución psíquica pueden ir modificando sus funcionamientos y desplegar posibilidades cuando son tratados teniendo en cuenta que son sujetos que merecen ser escuchados con el modo particular en que muestran sus sufrimientos. Son niños con los que el adulto tiene que hacer el esfuerzo de conexión y que necesitan que haya otro que les habilite la posibilidad de jugar, de desear, de fantasear. Por eso es muy importante no adelantarse con ningún diagnóstico. Los diagnósticos en la infancia son transitorios, porque todo niño es un sujeto que está en etapa de desarrollo y cambio permanente.

Los profesionales que tratan niños con estas condiciones (y a sus familias) a qué asisten habitualmente: negación, dolor, confusión, imposibilidad de cumplir con los pasos de las terapias sugeridas…

—Primero aclararía que se trata de dificultades y no de trastornos como muchos dicen. El dolor es infinito siempre que los padres registran que su hijo no cumple con las expectativas de ellos mismos y de la escuela. Y los padres se encuentran con diferentes propuestas desde los profesionales. Yo pienso, como todos los que conformamos el Forum Infancias, que cada niño tiene que poder desplegar sus posibilidades y que hay que ayudarlo a construir su psiquismo a través de un tratamiento que incluya a los padres. Y me he encontrado con padres muy colaboradores, que a partir del sufrimiento que acarrea el registro de las dificultades que presenta el hijo pero también de sus posibilidades de cambio, se comprometen con el tratamiento. Un tratamiento en el que propiciamos que un niño sea un sujeto que desea y que piensa y que pueda poner palabras a sus afectos y dar cabida a la imaginación, no una máquina que responda a consignas. Pienso que la tolerancia de las diferencias y el partir de lo que el niño puede expresar a su manera posibilita su desarrollo y autonomía. Por eso, más que cuestionarios y protocolos trabajamos escuchando a los padres y a los niños, que nos cuentan a través de palabras y juegos, pero también de actos, gestos, sonidos, su padecimiento.

¿Qué es una infancia feliz? ¿Es posible?

—Una infancia feliz (y la felicidad siempre supone momentos y no un continuo) es aquella en la que:

1) las necesidades básicas están satisfechas, o sea que no pasa hambre, ni frío, que no tiene que salir a trabajar y que tiene un hábitat cómodo para vivir.

2) el niño se siente amado y respetado como sujeto.

3) que no sufre ningún tipo de violencia.

4) que se siente valorado por el contexto.

5) que tiene tiempos de juego, de intercambio con otros niños.

6) que está rodeado de adultos que lo protegen y que pueden sentirse bien consigo mismos.

Fuente de la reseña: https://www.lacapital.com.ar/mas/la-felicidad-un-nino-no-puede-estar-jamas-ligada-al-consumo-n1752875.html

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Educación sexual: cuál es la situación y quiénes se oponen

Por: Olivia Sohr.

Si tenés sólo unos segundos, leé estas líneas:

  • A pesar de ser ley, ciertos grupos se oponen a algunos contenidos.
  • Una escuela no puede no dictar las clases ni dar los temas que establece el Ministerio de Educación.
  • Especialistas advierten que un cambio en la normativa puede significar un retroceso.

En los últimos meses se discutió sobre la educación sexual integral y lo que se debe enseñar a niños y jóvenes en todas las escuelas del país. Durante el debate del aborto el tema fue mencionado tanto por quienes apoyaban la legalización, que además de la legalización reclaman una educación sexual efectiva; como por quienes se opusieron, que la presentaron como una alternativa frente al aborto.

Luego de la discusión sobre la interrupción legal del embarazo, que terminó con el rechazo por parte del Senado por 31 votos a favor y 38 en contra, hubo un proyecto de ley que llegó a tener dictamen de comisión en Diputados para reforzar la obligatoriedad de la educación sexual integral.

Hoy, la ley establece que la Educación Sexual Integral (ESI) incluye aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Es decir que no se trata sólo de conocimiento sobre cuestiones reproductivas, sino que comprende el respeto por la diversidad, por ejemplo.

La ley dice que es obligatorio impartirla, y también que “cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”.

Esto no implica que una escuela pueda no dictar las clases ni dar los contenidos que el Ministerio de Educación nacional establece como obligatorios. Sin embargo, en muchos casos ocurre. “Se genera alguna tensión porque muchas instituciones confesionales lo que hacen es decir que trabajan la Educación Sexual Integral (ESI) y lo presentan como educación en valores, educación en amor, pero lo que hacen en la práctica es sesgar la información o dar información incompleta”, explicó a Chequeado Cecilia Valeriano, coordinadora del Programa de Movilización Social y Redes de la Fundación Huésped.

El nuevo proyecto que tiene dictamen de las comisiones de Educación y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, para hacerlo más explícito, dice que los contenidos deberán “incluirse en la currícula y modalidad de todos los niveles educativos de forma obligatoria, constituyéndose en disposiciones de orden público, independientemente de la modalidad, entorno o ámbito de cada institución educativa, sea de gestión pública o privada”. Y aclara que sólo se podrán enfatizar ciertos contenidos cuando “ello no entre en contradicción o implique el desconocimiento de los objetivos de la presente o de los contenidos considerados prioritarios por el Consejo Federal de Educación”.

A pesar de que el proyecto es más explícito respecto de la obligatoriedad de la ESI, hay muchos especialistas que señalan que el problema actual no es la ley, que ya la establece, sino su implementación. Dado que hay muchos actores involucrados en el sistema de educación -el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Federal, que establece las directivas de los contenidos, las provincias que tienen a cargo el sistema educativo, las direcciones generales de escuelas y las escuelas, entre otros- el proceso es complejo y especialistas como Valeriano apuntan a la falta de voluntad política para implementarla.

En la misma línea, Eleonor Faur, doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) e investigadora de relaciones de género, familias y políticas públicas, señaló: “La ley es suficientemente buena y no diría que los cuellos de botella estén ahí. Abrir el debate en este momento podría generar una cantidad de controversias y podríamos retroceder en lo que ya tenemos”.

Al darse la discusión en el Congreso por el posible cambio de la ley, se vio una fuerte oposición de grupos que no están de acuerdo con los contenidos que se dan en las clases de educación sexual integral.

Desde la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina, por ejemplo, señalan que no tienen problemas con los contenidos actuales pero sí con la noción de género, y que es necesaria la participación de los padres en los programas. Christian Hooft, miembro de su Consejo Directivo, señaló a Chequeado que es importante que “se respete la patria potestad de los padres de velar por el interés general del niño” por lo que se debe tener una “mirada participativa de los padres y del colegio”.

Otro de los puntos resistidos es la noción de género. “Con mis hijos no te metas”, una agrupación con presencia en varios países de América Latina, se opone a que se enseñe que el género no es una cuestión biológica sino social.

“El concepto del género es una creencia, de que yo no soy hombre o mujer por los cromosomas que tengo, sino que es una construcción. Ese concepto no es algo que yo comparta, pero admito que otro la pueda tener. El problema es cuando esa creencia la intentan imponer, y en este caso lo hace el Estado, y deja de ser un Estado laico equidistante de cualquier creencia, para transformarse en un Estado adoctrinador”, explicó a Chequeado Nadia Marquez, referente del movimiento.

Esta oposición es la que preocupa a especialistas como Faur, que teme si se intenta avanzar con un cambio en la ley pueda significar un retroceso en lo que ya está establecido.

Mientras tanto, en 2018, el Ministerio de Educación nacional publicó una resolución que actualiza los contenidos que deben darse.

Fuente del artículo: https://chequeado.com/el-explicador/educacion-sexual-cual-es-la-situacion-y-quienes-se-oponen/

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Argentina: Falleció Alicia Nuarte, una luchadora docente mendocina

Argentina / 14 de abril de 2019 / Autor: Lautaro Jiménez / Fuente: La Izquierda Diario

Alicia Nuarte, maestra de artes plásticas de Godoy Cruz, luchadora del Sute y militante trotskista, falleció este domingo tras enfrentar una dura enfermedad. El próximo sábado se realizará un homenaje.

Alicia Nuarte fue una querida maestra de artes plásticas de Godoy Cruz, luchadora del SUTE y militante trotskista. Falleció ayer tras atravesar una dura enfermedad y un cáncer que terminó con su vida. Había militado varios años en el POR, donde se formó en las ideas del marxismo. Luego de esta experiencia, compartió una valiosa colaboración con el PTS en la lucha docente de Mendoza.

Quienes tuvimos la suerte de estar con ella en esta valiosa experiencia militante llena de debates, amistad e ideas dentro del SUTE, la recordaremos siempre por su alegría y sus fuertes convicciones sobre las ideas revolucionarias.

El sábado pasado, internada gravemente en el Hospital, pidió que le llevasen una bandera de la Cuarta Internacional, demostrando su fuerte convicción por la lucha socialista y revolucionaria que la acompañó hasta el final de su vida. El próximo sábado sus amigos están organizando un homenaje en el SUTE. Desde el PTS enviamos un fuerte abrazo a su familia y amigos más cercanos.

Hasta el socialismo siempre Alicia!

 

Fuente de la Noticia:

https://www.laizquierdadiario.com/Fallecio-Alicia-Nuarte-una-luchadora-docente-mendocina
ove/mahv
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Argentina: El derecho a ir a la escuela

Argentina / 14 de abril de 2019 / Autor: Mariana Carbajal / Fuente: Página 12

Presentan un informe sobre la falta de vacantes y su impacto en las familias porteñas
El Gobierno reconoce que faltan más de 15.000 vacantes (más del 90 por ciento, en nivel inicial), pero las familias estiman que son más de 22.000. Ese déficit, además de en la educación, tiene fuerte impacto en las vidas de las mujeres-madres, que deben suplir al Estado.
A un mes del inicio de clases, unos 22 mil chicas y chicos siguen sin vacante en el sistema educativo de la ciudad de Buenos Aires. La amplia mayoría corresponde al nivel inicial, de acuerdo con datos oficiales. El déficit en la infraestructura escolar porteña por falta de inversiones desorganiza los hogares. “El impacto es mayor en los sectores más vulnerables y sobre todo, pega con más fuerza sobre las mujeres”, señaló a Página/12 la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade, que mañana presentará el primer informe del Observatorio Universitario de Bueno Aires, que aborda esta problemática desde una perspectiva de género y derechos. “La ausencia del Estado la suele suplir la madre”, apuntó a este diario Micaela López Rodríguez, mamá de León, de 4 años y cofundadora del colectivo “La vacante es un derecho”, desde donde brindan asesoría y contención a familias desesperadas. Las tareas de cuidado empujan a mujeres-madres a postergar su desarrollo profesional, trabajar menos horas o salir del mercado laboral. El jueves se concentrarán frente al Ministerio de Educación del gobierno porteño para exigir respuestas. Hace cuatro años que desde “La vacante es un derecho” vienen pidiendo una audiencia a la ministra Soledad Acuña y a la directora del Área de Educación Inicial, Susana Basualdo, sin lograr que las reciban.

“En este momento nos explotan los teléfonos. Nos llegan familias con muchísima angustia, mujeres llorando porque creyeron que su hijo estaba anotado y se enteraron luego de que había hecho una preinscripción y se quedaron sin vacante. O se les acaba la licencia por maternidad y no saben qué van a hacer con su bebé porque no consiguieron lugar”, describió López Rodríguez.

A pesar de que el gobierno todavía no dio cifras sobre chicos y chicas sin vacante, desde el colectivo “La vacante es un derecho” accedieron a información oficial que da cuenta de la gravedad del problema: al viernes último, faltaban 13.972 en el nivel inicial, 1232 en primaria, y 427 en secundaria, es decir, un total de 15.631 lugares para quienes hicieron la inscripción on line y validaron el registro correspondiente. Pero López Rodríguez explicó que estiman que casi 6400 chicos y chicas más también se quedaron sin lugar en escuelas, porque ni siquiera pudieron llegar a completar el sistema de inscripción por falta de recursos. “Este año hay una elevada cantidad de personas que por distintas razones vinculadas a la crisis económica no pudieron validar la inscripción porque tienen que elegir entre cargar la Sube y comprar alimentos. La validación se hace personalmente en una escuela donde el sistema te manda y no necesariamente está en tu barrio”, detalló López Rodríguez. De acuerdo con los relevamientos que vienen haciendo, la cifra de chicos y chicas sin vacante es superior a la del año anterior cuando calcularon que rondó los 19 mil y se fue incrementando con el correr de los años de gobierno macrista: en 2014 fue de 7000. En cinco años, la cifra se habría triplicado, de acuerdo con las estimaciones del colectivo.

Los Centros de Primera Infancia (CPI) del gobierno porteño “ofrecen paliativos de desigual calidad, con una alta rotación de personal que, en general, no cuenta con título docente”, advierte el informe “Derechos Vacantes” del OUBA. El de la falta de vacantes escolares es un problema recurrente en la ciudad de Buenos Aires, que pone en tensión el derecho infantil a la educación”, señaló Morgade.

Los CPI reciben a niñes de 45 días a 4 años, pero “no tienen supervisión pedagógica, son muy desparejos en su calidad y están gestionados por ONG con convenios con la Ciudad”, agregó. Ni siquiera dependen del Ministerio de Educación: están bajo la órbita de Desarrollo Social. De total de chicos y chicas sin vacantes en nivel inicial, un alto porcentaje termina en esos dispositivos, señaló López Rodríguez.

El mapa de la distribución de los CPI muestra su “abrumadora presencia” en la zona sur, donde se encuentra la mayor cantidad de familias pobres más afectadas por la fuerte crisis económica. “Esta imposibilidad de acceso del sistema educativo formal profundiza a su vez su situación de exclusión social”, denuncia el informe del OUBA.

Para Myriam Feldfeber, directora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), esta situación se contrapone con lo establecido por la  Constitución de la Ciudad, que reconoce en su artículo 24 “la responsabilidad  estatal indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal, laica y gratuita en todos los niveles y modalidades a partir de los 45 días de vida hasta el nivel superior, con carácter obligatorio desde el preescolar hasta completar los diez años de escolaridad o el período mayor que la legislación determine».

«El Gobierno de la Ciudad debería construir las escuelas de nivel inicial, primario y secundario necesarias para que todas las chicas y todos los chicos no solamente tengan su vacante sino que también lo hagan en condiciones que les permitan desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje, lo que significa entre otros aspectos que las y los docentes cuenten con las condiciones de trabajo adecuadas y no trabajen con grupos muy numerosos”, señaló la experta.

Fuente de la Noticia:

https://www.pagina12.com.ar/186223-el-derecho-a-ir-a-la-escuela

ove/mahv

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5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

Argentina – España – Uruguay – Venezuela – República Dominicana – Nicaragua – Colombia / 14 de abril de 2019 / Autora: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: El Arcón de Clío

Hoy nos encontramos en una reflexión profunda y permanente en torno a lo que estamos haciendo en lo educativo, de lo que significa educar en el mundo que vivimos. Los docentes muchas veces decimos que al educar a cada uno de nuestros alumnos se nos presenta un  mundo, ¿verdad? entonces tenemos el universo en nuestras manos.

Durante estos cinco años, la revista educativa El Arcón de Clío se ha convertido en un espacio educativo completo con distintas voces educativas desde España hasta América, porque aspiramos a una política educativa global porque educar es un derecho humano que lleva.

Cinco años de compromiso en la construcción de una realidad, tratando de formar ciudadanos responsables del mundo nos hacen coincidir en la revista.

“Es de bien nacidos el ser agradecidos”, por ello queremos que sirvan estas líneas para expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que han colaborado, a nuestros queridos lectores de Iberoamérica.

Educar nunca ha sido una tarea fácil y esto lo digo principalmente para los docentes. Las nuevas generaciones de estudiantes siempre desean de los educadores una respuesta diferente frente a sus inquietudes.

Nuestros alumnos, padres, autoridades, y la sociedad toda esperan, de nosotros los docentes una formación de excelencia convirtiéndonos muchas veces le sumemos en líderes sociales con una sólida raigambre valórica, una capacidad de aprendizaje constante y de manejo de información actualizada.

Por último, pero no por ello menos importante, debemos recuperar  la autoridad y el prestigio social del docente, del educador. Esa autoridad que confiere no sólo el saber sino también el saber enseñar, el despertar vocaciones y provocar el cambio.

A todos gracias y a seguir pensando en una mejor educación porque ella es responsabilidad de todos.

Fuente del Artículo:

5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

ove/mahv

 

 

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