Por: Guadalupe Rodríguez.
En la Argentina, recibir Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho avalado por la Ley Nº 26.150 y los alumnos lo saben. Por eso, cada vez que pueden, lo reclaman y expresan sobre qué les interesa hablar.
«Tuvimos un taller en 2° año, pero en 3° y 4° año, nada. Al ser adolescentes todos empezamos a experimentar cosas sobre la sexualidad. Me parece importantísimo que aprendamos lo que sucede y las consecuencias, tanto buenas como malas», dice Gala, de 17 años, que va al colegio porteño Martín Buber. Como ella, son muchos los chicos que piden tener más horas de ESI y que sea transversal a todas las materias.
Una de las preguntas realizadas a los estudiantes en el dispositivo de evaluación nacional Aprender 2017 fue cuáles temas querían que se brindaran en la escuela secundaria y el 80% respondió que necesitaban más contenidos de ESI. A partir de esta respuesta, para la versión 2018 de las pruebas, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología decidió indagar e incorporó preguntas específicas sobre el alcance y la aplicación de la temática.
Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema.
«Una cosa son los datos que surgen cuando se les pregunta a directivos y docentes, pero cuando se los interroga a los alumnos surgen otros muy distintos», advierte Mercedes Miguel, Secretaria de Innovación y Calidad Educativa.
Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema
Cuando en Aprender 2018 se les preguntó a los alumnos qué vieron en el aula, el 86% respondió que tuvieron alguna clase sobre el cuidado del cuerpo y la salud, el 79% dijo que hablaron sobre el buen trato en la escuela, el 78% de los derechos de niñas, niños y adolescentes; y el 76% de los cambios del cuerpo. Sin embargo, en temas de mayor complejidad disminuyen considerablemente la cantidad de respuestas. Por ejemplo, solo el 43% mencionó que hablaron acerca de métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual, y el 37% sobre cómo evitar un abuso sexual.
El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños. Sin embargo, Miguel señala: «Estos temas son de altísima relevancia. Necesitamos que los adultos más comprometidos con el tema se den vuelta con toda esa información que reciben y generen un momento de aprendizaje con lo que los adolescentes necesitan saber: cómo prevenir enfermedades, cómo evitar el embarazo no deseado sabiendo los efectos negativos que tiene en una mujer para su trayectoria social, productiva y académica; cómo reconocer que alguien te está pidiendo hacer algo que no corresponde». De hecho, en muchas escuelas del país se detectaron posibles casos de abuso sexual gracias a lo discutido en clase.
El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños
Más allá de Biología
Una de las barreras que más cuesta atravesar es sacar la enseñanza de la ESI del dominio de la Biología e incorporarla de manera transversal en distintas asignaturas. Si bien la ley es clara y dice que hay que trabajar todos los ejes y abordar también los derechos sexuales y reproductivos, la valoración de la diversidad, los roles de mujeres y varones, según los jóvenes esto no se cumple.
«Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Entonces cuando vamos a dar los talleres, lo primero que nos dicen es que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. En cambio, preguntan sobre el placer, qué es la frigidez y otras cosas que tienen que ver más con su presente y no tanto con la genitalidad», cuenta Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), una ONG que lleva años trabajando junto a las escuelas en este aspecto.
Este recorte en los contenidos fue lo que impulsó a un grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 14 Carlos Vergara, de La Plata, a desarrollar y publicar ¿Dónde está mi ESI?, su propio manual de Educación Sexual Integral. «Creemos que la Ley Nº 26.150 no se implementa de manera total en las escuelas de todo el país, o solo se tiene en cuenta la parte biológica-reproductiva, más no una visión que necesita estar enfocada en la perspectiva de género», escriben los estudiantes en la introducción. Son 180 páginas que recorren los ejes de la ley complementados con fragmentos de cuentos y canciones, recomendaciones de películas, preguntas para abrir discusiones y artículos periodísticos.
Mabel Bianco (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer)
«Los jóvenes tienen inquietudes y preguntas, y lo más importante es que les habiliten la palabra. Muchas veces los adultos se recuestan en que los chicos saben un montón y que por eso no necesitan clases de ESI. Este es un error enorme, la información no está completa y sobre todo lo que no hay son espacios de conversación. Es clave permitir la circulación de la palabra para hablar también de lo que se siente», advierte Eleonor Faur, parte del equipo de investigación de «Escuelas que enseñan ESI», un relevamiento llevado a cabo junto a Unicef en 20 colegios de la Argentina que implementan correctamente la ley (ver aparte).
Acompañar a los docentes
Según Bianco, las capacitaciones online a los docentes no llegan a darles las verdaderas herramientas, es una comunicación unidireccional donde no hay posibilidades de discutir, entrar en detalle o sacarse dudas, y esto hace que no se sientan seguros para tratar ciertos temas frente a la clase. En este punto, distintas ONG como FEIM son de gran ayuda, porque trabajan junto al docente, planifican con ellos los contenidos y los acompañan en la presentación.
El año pasado, frente a la disparidad en la percepción de los contenidos entre los adultos y los jóvenes, el Ministerio de Educación aprobó la Resolución Nº 340/18 que no solo crea los núcleos prioritarios para el nivel inicial, primario y secundario sino también equipos ESI por escuela. Para monitorear la implementación, firmaron un convenio con Unicef y conformaron la Mesa Federal de Educación Sexual Integral que está integrada por referentes de ESI de cada provincia.
«Ponerse al hombre la ESI es algo más que cumplir una ley, es abrir un espacio para que las chicas y los chicos sean más felices, para que no tengan relaciones que no sean consentidas, para que no se apresuren. Muchas veces se piensa que cuando hay ESI las relaciones empiezan antes y lo que dice la evidencia internacional es que es todo lo contrario, comienzan después porque se dan a partir de decisiones fundamentadas», concluye Faur.
La voz de los alumnos
«Me parece buena, pero son pocas horas»
Valentina, 15 años, 5° año, escuela católica, Ramos Mejía
«Hacemos proyectos anuales y proponemos temas»
Gonzalo, 15 año, 4° año, EES N°63, Villa Luzuriaga
«Nos explicaron qué era el abuso»
Simona, 10 años, 5° grado, NEA 2000, CABA
«Es superútil porque nos enseña cómo cuidarnos»
Fermín, 16 años, 4° año, escuela Julio Cortázar, CABA
«No todos pueden hablar estos temas en sus casas»
Julieta, 15 años, 3° año, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, CABA
«No nos dieron materiales ni cuadernillos»
Maite, 9 años, 5° grado, Mariano Acosta, CABA
«Hablamos de los cambios en el cuerpo, es aburrido»
Oliverio, 12 años, 7° grado, NEA 2000, CABA
«Creo que es útil para cuando sea más grande»
Pedro, 11 años, 6° grado, Mariano Acosta, CABA
«No nos dan los talleres, hay debates de alumnos»
Amparo, 17 años, 5° año, Nacional Buenos Aires, CABA
«Aprendí a no contagiarme enfermedades»
Facundo, 17 años, 5° año, escuela Lange Ley, CABA
Escuelas que tuvieron buenas prácticas
En Formosa, los directivos de la escuela Pablo Pizzurno les piden a los docentes que desarrollen al menos un contenido de educación sexual por semana. En el colegio Hipólito Yrigoyen de Mendoza se llevó a cabo un proyecto conjunto entre la maestra de 7º grado y el profesor de Informática para abordar el tema del ciberbullying, y en los patios y pasillos se observan afiches que hacen evidente que los distintos grados trabajan sobre contenidos de ESI.
Entre las estrategias que desarrolla la escuela cordobesa Páez Molina, cuentan con contenidos sobre abuso infantil a lo largo de los distintos grados de primaria y esta especial atención a la temática les permite detectar casos y aplicar un protocolo. En un colegio de Neuquén, tener una niña trans en el alumnado motivó la búsqueda de materiales para trabajar la transexualidad, uno de los ejes de ESI. En una escuela de San Pedro de Jujuy, la maestra de séptimo grado y el maestro se sexto formaron una pareja pedagógica para trabajar todos los viernes ESI con ambos grupos. Una docente de Alto Comedero, en Jujuy, aprovechó la «Maratón de lectura», para trabajar poesías referidas a la igualdad de género.
Estos hechos surgen de una investigación que hicieron Unicef y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología para saber en qué medida la ESI está llegando a las escuelas argentinas. Visitaron 10 escuelas estatales primarias y 10 secundarias en cinco provincias del país (Córdoba, Jujuy, Mendoza, Formosa y Neuquén) donde existe un proyecto sostenido de ESI.
La conclusión a la que llegaron es que el éxito depende de la frecuencia y la sistematicidad con las que se abordan los contenidos. En todas estas escuelas la ESI es parte del Proyecto Educativo Institucional (PEI), atraviesa las distintas materias, muchas veces los directivos asumen el desafío, pero también son los maestros quienes impulsan la implementación; complementan los materiales del Ministerio de Educación con otros recursos, realizan acciones con las familias y entienden que el trabajo se potencia cuando se realiza desde una visión de género.
¿Qué contenidos propone el Ministerio de Educación?
Nivel inicial
Vocabulario para nombrar los órganos genitales; gestación y nacimiento; diversidad de familias; concepto y cuidado de la intimidad; decir «no» frente a interacciones inadecuadas con otros
Primaria
Cambios en la pubertad; equidad de género; métodos anticonceptivos; vulneración de derechos, abuso sexual y violencia de género, prevención del grooming, entre otros
Secundaria
Embarazo no intencional, métodos anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual; marcos legales para el acceso a los servicios de salud; violencia, acoso, abuso y maltrato
Un programa que busca prevenir el embarazo adolescente
Uno de los puntos fundamentales de abordaje de la ESI tanto desde el Gobierno, las ONG y los especialistas es prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia, la mayoría consecuencia de abuso sexual, que propicia el abandono escolar y dificulta la futura inserción laboral de las chicas.
Por esta razón los distintos ministerios vienen trabajando en el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que busca vincular a las escuelas con los centros de salud.
Según datos del Plan ENIA, 91.600 adolescentes y 2500 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2016, lo cual representa el 13,4% de los nacimientos anuales. En los últimos cinco años este porcentaje se mantuvo estable alrededor del 15%.
Además, siete de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años no son intencionales; y en menores de 15, asciende a ocho de cada 10, la mayoría por abuso sexual. La maternidad temprana es la causa por la que el 30% de las jóvenes abandonan el secundario.
Según la socióloga Eleonor Faur, las investigaciones de todo el mundo muestran que incorporar una mirada de género es la clave para una educación sexual que tenga buenos resultados en relación con los derechos y la prevención de violencias y embarazos no intencionales.
Fuente del artículo: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/educacion-sexual-chicos-piden-mas-horas-ampliar-nid2235684?utm_medium=Echobox&utm_source=Facebook#Echobox=1554810646