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Argentina: Qué es la Educación Emocional y por qué buscan impulsarla en las aulas santafesinas

educacion emocionalJuan Ignacio Maggioni y Analía Romero explicaron en qué consisten los proyectos de ley redactados por el psicólogo sanjuanino Lucas Malaisi. Foto: Luis Cetraro


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Argentina: Hebe, la voz y la injuria

Hebe, la voz y la injuria

Ricardo Forster

La voz de Hebe se levantó cuando la mayoría callaba. La inflexión intempestiva de su palabra, nacida del dolor, reivindicó la dignidad en un país atravesado por la mayor de las indignidades y por las diferentes formas de la complicidad. Hebe fue un grito que rompió el muro del silencio. Fue una voz destemplada e injuriosa como sólo sabe amasarla el habla popular que no buscó eufemismos para golpear en el corazón de la injusticia y del terror pero que tampoco se calló cuando, ya en democracia, muchos exigían cerrar los expedientes de la Dictadura. Hebe ha sido y seguirá siendo por siempre, junto a otras voces de otras madres y abuelas, la conciencia de los silenciados, la palabra de los asesinados, la irreverencia de los que no se sometieron al poder ni aceptaron la irreversibilidad de la historia que se ofrecía como una política del olvido y la reconciliación.

Hebe, como las otras madres y las abuelas, y eso más allá de sus discrepancias que han sido duras a lo largo de los años, constituye lo mejor de nosotros mismos, el gesto de la rebeldía en aquellos momentos en los que pocos se atrevían a desafiar a los perros de la noche. Hebe, en su lenguaje directo y muchas veces cargado del barro del habla popular, allí donde el insulto reemplaza a la venganza, pero reafirma la condición juzgadora que no acepta las componendas ni las políticas del olvido, ha dirigido sus dardos contra la impunidad y no ha dejado nunca de señalar a los responsables y a los cómplices del terrorismo de Estado. Ella ha sido y sigue siendo una voz que acusa a los profetas de la memoria corta, a los adalides de reconciliaciones fundadas en el borramiento de las responsabilidades.

Contra esa voz se ha organizado -no podemos olvidarlo ni dejar de decirlo en la hora de su despedida- una campaña brutal y despiadada que ocupó las tapas de los principales diarios. Ellos, los medios concentrados, esperaron pacientemente su turno como las hienas que no han hecho ningún esfuerzo y que sólo se preparan para lanzarse contra la víctima inerme. Pero se equivocaron. No conocían a Hebe ni la significación de su nombre y de su voz en el interior de la vida argentina. Nunca comprendieron (al igual que la derecha siempre cómplice de lo peor) quiénes fueron esas madres “enloquecidas” que giraron alrededor de la Pirámide de Mayo exigiendo la aparición con vida de sus hijos e hijas. Nunca creyeron que ese puñado de mujeres indefensas, débiles en apariencia, hubieran podido desafiar al poder más horroroso y homicida que se desplegó, durante años, en nuestra tierra, mientras los actuales adalides de la libertad de prensa y la mayoría abrumadora de los jueces se apresuraban a festejar y sostener a la Dictadura.

Y ellas, sus voces, entre las que estaba desafiante y potente la de Hebe, estuvieron allí para salvar al país de su peor miseria: la del silencio absoluto, la de la complicidad abrumadora. Ellas nos recordaron que existían los resistentes y que entre los pliegues de un territorio abrumado por la represión emergían los rostros de quienes se cubrían con unos pañuelos blancos en los que habían escrito, con letra temblorosa y dolida, los nombres de sus hijos desaparecidos. Ellas han sido el agua pura en medio de la ciénaga contaminada. Ellas hablaron cuando los grandes medios de comunicación –los mismos que se lanzaron contra Hebe y contra lo mejor de una historia que fue impiadosa con ella y con sus hijos- se callaron. Cuando, peor todavía, eligieron ser cómplices de la mentira y del horror. Y la voz de Hebe, con su intemperancia, con su radicalidad que parecía excesiva, con sus inflexiones atravesadas por lo inclaudicable de una lucha sin reclamos de violencia ni de venganza por mano propia, estuvo siempre ahí para injuriar cuando la injuria se convirtió en la única garantía de una memoria amenazada por los cantos de sirena de aquellos que proclamaban que ya era llegado el tiempo de mirar hacia adelante sin rencores ni reproches. Dura, exagerada, inclemente, extrema, caprichosa, injuriosa como sólo sabe injuriar quien fue brutalmente dañada, todo eso ha sido la voz de Hebe. Pero también ha sido una voz de la memoria, de la recuperación de valores que fueron pisoteados por el odio de los poderosos, de una militancia infatigable que buscó reconstruir los puentes con los jóvenes y con los humildes en nombre de las voces desaparecidas de sus hijos que volvieron a encontrarse con la historia y con las nuevas generaciones a través de la voz de las madres. Una voz que, nacida de una historia quebrada y dolorosa, también supo y sabe de equivocaciones que no podían ser ajenas a la extraordinaria dureza de una travesía sin mapas previos ni certezas probadas, pero que siempre actúo desde la profundidad de una convicción inclaudicable cuando la mayoría miraba hacia otro lado: la convicción de luchar contra viento y marea por la verdad, la justicia y la igualdad en una tierra arrasada.

Una voz, entramada con otras voces inaudibles para una parte de los argentinos y argentinas, que se alzó contra la violencia que se cebó en miles de cuerpos de hombres y mujeres que fueron arrasados por una represión alucinada por mentes febriles para hacer del país una tierra para pocos en la que no quedaría ni siquiera el recuerdo de sus rebeldías y de sus resistencias. Los esbirros del 76 creyeron que su política de arrasamiento y de terror terminaría por minar hasta el nombre de aquellos que lucharon por la igualdad y la justicia. No imaginaron, ni siquiera en sus delirios pesadillescos amparados por la noche del horror, que un puñado de madres enloquecería su estrategia de sometimiento y de olvido. Nunca creyeron que serían desafiados por quienes sólo tenían su dolor y su amor como armas para confrontarlos. Las creyeron “locas”, alucinadas caminantes de rondas fantasmagóricas a las que muy pocos argentinos siquiera les prestaron atención mientras el país se preparaba para el Mundial de futbol y para el jolgorio de la plata dulce. Creyeron que nadie se atrevería a rebelarse contra la impunidad de un poder desenfrenado en su capacidad destructiva. Se equivocaron. Ellas insistieron incluso después de que las garras homicidas desgarraron los cuerpos de algunas de las primeras madres que se atrevieron, más allá de toda valentía, a gritar su dolor y a exigir por la vida de sus hijos e hijas.

Una voz de la dignidad que reclamó para sí el derecho irrenunciable a injuriar a quienes habían cometido el peor de los crímenes y a aquellos que, disimulando sus complicidades, quisieron, una vez acabada la noche de la dictadura, bañarse en las “aguas puras” de una inocencia agusanada. Hebe recordó, nos recordó, que las voces de los insepultos seguían allí, entre nosotros, clamando por una justicia que se les negaba mientras el mismo gobierno democrático que en un principio había juzgado a los principales responsables después retrocedió impulsando las leyes de la impunidad que confluirían con los vergonzosos indultos del menemismo. Hebe, con sus palabras roncas, duras, extremas, injuriosas, inclementes y atravesadas por los ecos de Antígona, nunca se calló, siempre estuvo ahí exigiendo una justicia que parecía imposible. Supo de desencuentros con las otras madres pero también supo de un empecinamiento que golpeaba duro contra las formas encubiertas de la complicidad sabiendo, como lo sabía alguien que se forjó a sí misma desde el dolor y la fuerza intempestiva que nació de la ausencia de sus hijos, que muchos de los que actualmente se ofrecen como defensores de los derechos humanos y de la transparencia republicana fueron cómplices de los perros de la noche, sacerdotes mediáticos del culto a la muerte que dominó los años de la dictadura.

Su odio, el de los cómplices, esperó con paciencia el momento para descargarse contra esa voz profética que incomodó desde siempre no sólo al poder sino, también, a una sociedad que prefería el olvido y la desresponsabilización. Hebe siempre les recordó sus bajezas y sus negociados. Nunca dejó de gritarles la impudicia del encubrimiento ni la cobardía de tantos “buenos vecinos y vecinas” que siguieron viviendo sus vidas mientras el país era un infierno y que luego declararían su absoluto desconocimiento ante el horror que se desarrollaba delante de sus ojos. Hebe alteró siempre la buena conciencia de miles de argentinos empapados de inocencia. Y eso, Hebe lo sabe, no se perdona. Ni ayer ni hoy.

Por todo eso fue también su voz la voz de un sueño; la búsqueda de alguna forma de reparación y no sólo el testimonio de un dolor inconmensurable y sin redención. Ella soñó junto a otras madres con un proyecto que les permitiese construir vida y dignidad donde había desolación y miseria. Creyó que sus pañuelos podían encontrar otros sentidos y otras prácticas. Su decisión, y el arrojo para llevarla adelante, fueron acertados, algo que sólo podía salir de una fuerza nacida de lo más profundo de cuerpos débiles y ajados por las terribles pruebas de la vida. Hebe, su voz, se volvió a levantar para construir dignidad. Y esa decisión no queda entredicha ni es cuestionada por la acción envilecida y traidora de quien o quienes recibieron, cuando nunca lo hubieran imaginado, el amor de Hebe.

La prensa canalla siempre cebada mientras algunos jueces escupen sobre la memoria y la derecha habla impunemente de “curro”. Se prepara, con su eterna mezquindad y sus escribas a sueldo, para tomar por asalto la causa de los derechos humanos. Sus mandíbulas están abiertas y despiden el aliento fétido de la revancha, esa que persiguen desde el día del retorno de la democracia. Pero se equivocan una vez más. Hebe, ahora, somos todos los que seguimos soñando con una sociedad más justa. Si existe una causa sagrada e inviolable en un país que supo conocer todas las formas de la injusticia, esa causa ha sido y sigue siendo la de las Madres de Plaza de Mayo (sea la de la Asociación o la de Línea Fundadora que, a los ojos de la historia, son iguales en dignidad y en coraje). Por eso, hoy, ahora y siempre… todos somos Hebe.

Fuente de la Información: https://www.pagina12.com.ar/499511-hebe-la-voz-y-la-injuria

 

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Argentina: Cambios genéticos por pobreza y desigual distribución de médicos

Por: Juan Guahán

Hace unos años escuché preguntar ¿por qué quién hoy nazca en cualquier pueblito de las provincias de Formosa o Santiago del Estero, muy probablemente viva menos que la mayoría de otros nacidos en los residenciales barrios del Gran Buenos Aires como San Isidro o Vicente López? Hoy, en pleno siglo XXI y atendiendo a las políticas públicas en danza, continúan siendo débiles las respuestas a ese interrogante.

Pobreza en Salta: convocan a médicos de todo el país - Que Pasa Salta

No quedan dudas que la tecnología está proporcionando los instrumentos para que tengamos esos datos y las acciones que permitan corregirlas, pero de ellos se habla poco o nada. Quedan oscurecidos por generalidades que hablan mucho y dicen poco.

En el curso de los últimos días, circularon dos informes de los cuales se pueden sacar algunas conclusiones. En ambos aparece el tema del vínculo entre pobreza y salud. En un caso se trata acerca de la relación entre pobreza y genética; el otro refiere a la distribución de los médicos en la geografía nacional argentina. Ambos temas se vinculan y potencian mutuamente.

Genética de la pobreza

La información, sobre este vínculo, tomó vuelo a partir de publicaciones especializadas que dan cuenta de investigaciones. Llegó a nuestro país con un reportaje, publicado en la plataforma de Infobae, al cardiólogo Oscar Cingolani, un argentino que se desempeña en el Hospital Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), donde se desarrollan las relaciones existentes entre las desigualdades sociales generadas por la pobreza y las modificaciones que se evidencian en el ADN de las personas.

Así es como se pudo comprobar que personas que tenían entre 30 y 35 años venían predispuestos a ciertas enfermedades crónicas y con menores defensas (Alzheimer, obesidad, artritis reumatoidea, diabetes, presión arterial) Sus organismos tenían las condiciones de personas de mayor edad.

Existe una genética de la pobreza? el nuevo concepto que puede revolucionar el acceso a la salud - Infobae

Yendo para atrás en el tiempo, las investigaciones sobre esas personas permitieron determinar que ellas provenían de ambientes donde la desnutrición, la mala alimentación, consumos indebidos, hacinación, estaban construyendo las condiciones para la modificación en el ADN de esas personas.

Eso afectaba sus vidas y también las de su descendencia. La misma investigación permitió constatar que esas personas provenían de entornos donde el acceso a la salud era más difícil y su atención era de menor calidad.

Más allá de su manifestación concreta eran enfermedades hijas de la desigualdad y la pobreza y cuya continuidad no era inocua, porque afectaría a las generaciones futuras. Es decir, se crean las condiciones para que la vulnerabilidad actual se reproduzca en el tiempo.

Hoy, los datos indican que la pobreza es mayor en los menores. Eso nos está advirtiendo sobre las negativas perspectivas de futuro, si no se producen rápidas y profundas transformaciones socioeconómicas y culturales.

Esta incidencia de las carencias en la modificación del ADN es un tema científico que hace aún más dramático el tema de la pobreza. Al tradicional concepto que el ADN era una herencia familiar, se le agrega esta perspectiva donde las deficiencias –sobre todo alimenticias y durante la niñez- se van incorporando al ADN de las personas y se trasmiten a sus descendencias.

Distribución geográfica de los médicos en la Argentina

A ello se debe agregar algunos datos complementarios, publicados en “El Cohete a la luna”, sobre los médicos y su distribución. Es sabido el rol vital que éstos tienen en materia de atención al tema salud. Esa mala distribución fortalece lo que se viene construyendo desde que la “Generación del 80” (del siglo XIX) organizó este país portuario, luego de la derrota de los caudillos federales. Desde entonces, “Dios y los médicos atienden en Buenos Aires”.

Este es un aspecto, el más estudiado, pero hay otro que se repite y se da al interior de cada una de las provincias. Se trata –a su vez- de la concentración de médicos en los grandes centros urbanos o capitales. Todo ello en desmedro de la población que reside en el campo o las pequeñas localidades o poblados.

Dentro de las variadas formas de medir tal evolución aquí se tomarán algunos números respecto a dos aspectos: La evolución del total de médicos y su asentamiento geográfico.

Según los datos proporcionados por la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) que depende del Ministerio de Salud de la Nación hay una desigual distribución de los médicos en los distintos puntos de la geografía nacional, con una mayor concentración en los sitios, de ingresos más altos y mayor población.

La desigualdad en salud, una cara de la pobreza que la mayoría desconoce - Buena Vibra

Los datos generales, respecto a la totalidad de médicos inscritos, indican que -para el año 2020- en el mencionado Registro figuraban 183.475 médicos activos, con un promedio de 3,88 médicos cada mil habitantes, una cifra parecida a la de los países centrales.

Ellos estaban distribuidos de tal modo que los números más altos (por cada mil habitantes) se distribuían de la siguiente manera: Ciudad Autónoma de Buos Aires –CABA-, 16,54 médicos; Santa Fe 4,58; Tierra del Fuego 4,42 y Córdoba 4,35. En el final de esta escala están las provincias con menor proporción de médicos: la encabezaba Santiago del Estero con 1,76 médicos; Misiones 1,86; Formosa 1,94 y Chaco 2,17.

Dentro de esa cifra general se puede incorporar la evolución –de la cantidad de médicos- desde el año 2014 hasta el 2020. Ese período tuvo un promedio nacional de crecimiento del 9,25%. Los números extremos indican que, durante el mismo, la cantidad de médicos asentados en la capital del país creció un 19%; mientras los asentados en Santiago del Estero disminuyeron en un 9,54%.

La desgarradora carta de un pediatra de Argentina que dejó su profesión: “Ser médico se transformó en una idea ridícula” | HISTORIAS | MAG.

En materia de incrementos, le siguen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Entre Ríos (18,10%), San Juan (17,28%) y Misiones (16,68%). En el otro extremo, la disminución de dichos profesionales, siguiendo a Santiago del Estero son: La Pampa (con menos 1,95%) y Chaco (con menos 0,11%). Estas proporciones están estrechamente vinculadas al PBI per cápita de cada una de estos distritos.

La puesta en común de lo dicho en materia de los cambios genéticos que tienen su antecedente en la pobreza y la desigual distribución territorial de los médicos dan una idea del tipo de sociedad que estamos construyendo y sus perspectivas futuras.

Eso nos introduce en el crimen social, si dr continúa sin dar una solución al problema en material social, básicamente alimenticia, porque algunos efectos –de la mala alimentación actual- sobre la salud serán trasladados a las generaciones venideras, genéticamente predispuestas a variadas enfermedades de características crónicas.

 *Analista político y dirigente social argentino, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente de la información e imagen:  https://questiondigital.com

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La infancia como desecho social

Por: Claudia Rafael

De apenas 8 años, un niño murió este domingo cuando iba a buscar por comida en un basural de Paraná. Historias de quienes malviven y mueren entre los desechos. Desde Diego Duarte, en 2004 hasta hoy.

Los ocho años de Chicha se esfumaron abruptamente bajo las ruedas del camión recolector de residuos. Como otros niños, esperaba su llegada para trepar en su flanco y ahorrarse esos 200 ó 300 metros hasta el Volcadero, en las afueras de Paraná, Entre Ríos. En el trayecto, un pozo lo hizo tambalear, caer y ser aplastado. En ese mismo instante sobrevino la muerte para Víctor Sebastián Barreto, conocido por todos como Chicha. De apenas ocho años y vecino del Volcadero. Así. Con V mayúscula, elevado a la categoría de sustantivo propio por los habitantes del lugar.  Era la cita obligada y cotidiana con la comida. En ese basural a cielo abierto los lugareños arrojan los desechos y el camión municipal, los restos de los restaurantes paranaenses. El lugar se transforma entonces cada tardecita en la meca de los hambrientos. Los niños se zambullen empujados por el deseo. Saben que allí encontrarán con qué pelearle al hambre.

Paraná, capital efímera de la Confederación Argentina hasta 1861, rozó el 35,3 por ciento de pobreza en el primer semestre de este año y la indigencia, el 7,3%. La fuerte denuncia concebida por Alberto Morlachetti que sintetiza que el hambre debe ser considerado un crimen porque –en definitiva- tiene responsables concretos en cada uno de los ocupantes transitorios del poder político, tiene una vigencia implacable.

A unos 270 kilómetros de Paraná, recostada sobre el río Uruguay se erige Concordia, una de las ciudades de mayor índice de empobrecimiento del país. En el primer semestre de este 2022 arrojó un 49,2 por ciento de pobres y un 10,1 de indigencia. Desde hace décadas, esa ciudad que se promociona como aquella que tiene “todos los verdes para disfrutar todo el año”, de la mano de sus termas, ostenta oprobiosas cifras. Llegó a tener arriba del 82 por ciento de niñas y niños por debajo de la línea de pobreza. Allí, en el Campo del Abasto, como se conoce al basural a cielo abierto, murió en este agosto, aplastado por un camión de residuos, Ramón Kiki Zaragoza. Tenía 24 años. Tres años antes, el 18 de julio de 2019, su sobrina de 11 años, Jesica Maidana, sufrió el mismo destino. La niña esperaba con su ramillete de hermanitos la llegada del camión para recolectar aquellos tesoros a rescatar para la supervivencia diaria. Jesica se paró sobre el tanque de combustible del camión y cuando la caja se levantó, golpeó en su cabeza, trastabilló y cayó al suelo. Una de las ruedas, igual que a Chicha Barreto este domingo pasó por encima de su vida frágil. Y, como él, murió al instante.

Al mismo sitio concurrían Maximiliano Aldana y su papá. El día de la primavera, exactamente una década atrás, buscaban juntos metales dentro del basural. El chico, de 16 años, quiso mover un tacho para profundizar su búsqueda y el recipiente –que contenía restos químicos- explotó y voló por el aire. Maximiliano murió en el hospital cinco días más tarde.

Las diferentes geografías de esta tierra están atravesadas por las historias de quienes sólo sobreviven merced a los desechos del resto. En 2013, en la Formosa profunda, Carlitos Galván, de escasos 6 años murió aplastado por un camión que llevaba residuos a un basural a cielo abierto que fue creciendo en las cercanías de la comunidad Qom. Un basural por el que venían reclamando que se erradicara sin ser jamás escuchados.

Y un par de años antes, en noviembre de 2011, Maicol Matías, de 17 años, que cartoneaba para vivir se quedó dormido en un basural de Cipolletti, en las antípodas del país. A las 6 de la mañana fue tapado por los residuos que arrojó un camión municipal y murió inmediatamente.

De algún modo, el emblema de esas vidas residuales que dejan de respirar definitivamente en el corazón de un basural es el de Diego Duarte, que 18 años atrás murió en el Ceamse de José León Suárez. Aquel adolescente que buceaba entre las montañas de basura para rescatar metales.

“Numerosas poblaciones se ven sometidas a condiciones de existencia que les confieren el estatus de muertos-vivientes”, escribió el pensador camerunés Achille Mbembe. Que es, al decir de Bauman, lo que queda como residuo. Esas vidas olvidadas y abandonadas a su suerte. Por las que nadie deberá pagar porque, después de todo, son a ojos del capital, las vidas que no importan (Agamben).

Hay niñeces que llevan tatuadas en su piel esas vivencias. Que las respiran desde el útero materno. Que saben, aunque rían y corran y jueguen inclusive, mientras se zambullen en esos Volcaderos sociales –con V mayúscula y todo- que existe un paraíso que está más allá de las fronteras de sus pasos.

Fuente de la información e imagen: Pelota de trapo

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Argentina: Países de la región se comprometieron a transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo: la sociedad del cuidado

Países de la región se comprometieron a transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo: la sociedad del cuidado

Concluyó en Buenos Aires la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la CEPAL en coordinación con ONU Mujeres.

Representantes de los países participantes en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que concluyó hoy en Argentina, se comprometieron a “adoptar marcos normativos que garanticen el derecho al cuidado a través de la implementación de políticas y sistemas integrales de cuidado desde las perspectivas de género, interseccionalidad, interculturalidad y derechos humanos”.

En el Compromiso de Buenos Aires se reconoce “el cuidado como un derecho de las personas a cuidar, a ser cuidadas y a ejercer el autocuidado sobre la base de los principios de igualdad, universalidad y corresponsabilidad social y de género y, por lo tanto, como una responsabilidad que debe ser compartida por las personas de todos los sectores de la sociedad, las familias, las comunidades, las empresas y el Estado”.

El principal foro intergubernamental regional de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género, que este año celebra su 45 aniversario, se inauguró el lunes en la capital argentina y reunió a delegadas y delegados de 30 de países de América Latina y Caribe y de otras regiones, además de representantes de 17 agencias de las Naciones Unidas y de 14 organismos intergubernamentales. A ellos se sumaron parlamentarias de 15 países de la región y más de 750 integrantes de la sociedad civil. En total 1.168 participantes.

En la sesión de clausura participaron Raúl García-Buchaca, Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); María-Noel Vaeza, Directora Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Argentina; y Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas (por video).

“Saludamos el gran compromiso político acordado en Buenos Aires, que nos permitirá avanzar en políticas concretas para hacer realidad, en toda la región y en todos sus territorios, los derechos y la autonomía de las mujeres y que además nos permite seguir fortaleciendo la Agenda Regional de Género, como venimos haciendo desde hace 45 años. Desde la convicción de renovar nuestras reflexiones a partir de las crisis en cascada que nos interpelan es que la CEPAL propone continuar con los esfuerzos feministas de transformación y un profundo cambio civilizatorio: la sociedad del cuidado”, dijo Raúl García-Buchaca, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, quien enfatizó que “el financiamiento a las políticas de cuidado es imprescindible para revertir las desigualdades de género y garantizar los derechos de todas las mujeres”.

“Es durante las crisis que nos tenemos que atrever a soñar. Este encuentro en Buenos Aires ha significado un impulso sin precedentes a un nuevo modelo de desarrollo que estamos promoviendo desde organizaciones feministas y de mujeres, organismos internacionales y parlamentos: la sociedad del cuidado. Confiamos en que los Estados y el sector privado se sigan sumando a este gran esfuerzo para corregir desigualdades históricas, ayudar a cuidar el planeta y, finalmente, hacer crecer las oportunidades para toda la sociedad, y especialmente las mujeres en toda su diversidad, las mujeres indígenas, rurales, afrodescendientes, con discapacidad, niñas, adolescentes y adultas mayores, migrantes y refugiadas, del colectivo de la diversidad y que viven con VIH”, dijo María-Noel Vaeza de ONU Mujeres.

La Ministra Mazzina, por su parte, señaló que, “como argentina y feminista, me enorgullece que el Compromiso de Buenos Aires se sume a la Agenda Regional de Género. Llegamos hasta este día con un recorrido enorme por todo el país, con la convicción de construir colectivamente una posición común que represente todas las voces. Lo hicimos gracias a la cooperación de todas y todos ustedes, que nutrieron de diversidad cada uno de los debates que llevaron a estos acuerdos”.

“Desde Argentina asumimos con responsabilidad y alegría el rol que nos toca al ejercer esta presidencia. Tenemos por delante tres años en los que trabajaremos para construir un futuro de igualdad, con desarrollo sostenible y justicia social», remarcó.

Finalmente, Amina J. Mohammed destacó el aporte de la Agenda Regional de Género y subrayó que “la distribución desigual del trabajo de cuidados, la ausencia de servicios de cuidados y la falta de reconocimiento del valor social del trabajo doméstico socavan directamente la igualdad de género”. En este sentido, llamó a los países de la región a “desarrollar sistemas integrales de cuidado y redistribuir tiempo, poder y recursos” para lograr una verdadera igualdad de género, lo que exige adecuado financiamiento.

Las y los delegados de los países presentes en Argentina reconocieron el trabajo realizado por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe y agradecieron la elaboración del documento de posición de la Conferencia, La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género, así como la publicación Romper el silencio estadístico para alcanzar la igualdad de género en 2030: aplicación del eje sobre sistemas de información de la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030, ambos preparados por la CEPAL.

Durante la cita también se presentó el documento El financiamiento de los sistemas y políticas de cuidados en América Latina y el Caribe: aportes para una recuperación sostenible con igualdad de género, elaborado por la CEPAL y ONU Mujeres.

En el Compromiso de Buenos Aires los países acordaron “diseñar, implementar y evaluar las políticas macroeconómicas, y especialmente las políticas fiscales (ingresos, gastos e inversión), desde un enfoque de igualdad de género y derechos humanos, salvaguardando los avances alcanzados y movilizando los máximos recursos disponibles con miras a aumentar la inversión pública sostenible en el tiempo destinada a políticas e infraestructuras de cuidado, a fin de garantizar el acceso universal a servicios de cuidado asequibles y de calidad”.

De igual forma, las y los representantes se comprometieron a “que las medidas de ajuste fiscal o de recortes presupuestarios dirigidas a enfrentar las situaciones de desaceleración económica se adecúen a los principios de derechos humanos y de no discriminación, evitando especialmente los recortes en programas y apoyos que puedan generar un incremento de los niveles de pobreza y de sobrecarga de trabajo no remunerado y de cuidados que afectan a las mujeres”.

En la resolución también se alienta a los Gobiernos de América Latina y el Caribe y de otras regiones, a los países desarrollados, a los organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas y a otros actores relevantes a que aporten recursos financieros para la sostenibilidad del Fondo Regional de Apoyo a Organizaciones y Movimientos de Mujeres y Feministas.

Finalmente, los países agradecieron al pueblo y al gobierno de Argentina por acoger la XV Conferencia Regional y el ofrecimiento del Gobierno de México de ser anfitrión de la próxima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe en 2025.

El programa de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer incluyó el lanzamiento de diversos documentos con recomendaciones de política, un debate de alto nivel sobre la sociedad del cuidado, paneles temáticos sobre financiamiento de los cuidados y cuidado del planeta y una mesa redonda sobre corresponsabilidad de los cuidados, además de 30 eventos paralelos, un Foro Parlamentario y un Foro Feminista.

 

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/comunicados/paises-la-region-se-comprometieron-transitar-un-nuevo-estilo-desarrollo-la-sociedad

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Argentina: En La Rioja 141 escuelas aumentaron una hora de clases

En La Rioja 141 escuelas aumentaron una hora de clases

Las primeras escuelas donde se aplica la medida están ubicadas en contextos rurales. El aumento es para reforzar contenidos de lengua y matemáticas.

La Rioja se suma a la medida nacional de sumar una quinta hora de clases a la jornada en todas las primarias de gestión estatal para reforzar contenidos de lengua y matemáticas. En conferencia de prensa, la secretaria de Gestión Educativa Zoraida Rodríguez explicó que un total de 141 escuelas comenzaron con el proceso y “los resultados son positivos”. La Rioja firmó un convenio con el ministerio de Educación de La Nación para su implementación y el financiamiento de esta hora más pasa por el Ministerio de Educación de La Nación”.

«Hemos decidido que en este mes de noviembre 141 escuelas comiencen a incrementar una hora de clases y la respuesta es muy positiva” dijo Rodríguez y agregó que  «tienen muy buenos resultados con una respuesta muy positiva de los docentes”.

Respecto de los horarios la cartera educativa hizo recomendaciones. Pueden hacerlo desde las 7 a 12, de 8 a 13 o desde la 7:30 hasta las 12:30 hs. Respecto del turno tarde hubo propuestas de las escuelas de ingresar 14:14 hasta las 19:15 o desde las 13 hasta las 18 hs. La funcionaria resaltó que “escucharon las realidades de cada una de las escuelas y de manera progresiva se van a ir incorporando esta hora más”.

Fuente de la Información: https://www.pagina12.com.ar/497036-en-la-rioja-141-escuelas-aumentaron-una-hora-de-clases

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Argentina: No hay dos iguales: ¿Qué esconden las huellas dactilares?

No hay dos iguales: ¿Qué esconden las huellas dactilares?

Se definen en la semana de gestación 19 y luego son inmutables

Por qué se las considera “códigos únicos”. Cuál es su uso social y qué papel cumplen en la vida cotidiana. El rol de Argentina como país pionero en su aplicación forense.

Por Agencia de noticias científicas de la UNQ

Huellas dactilares: todos los seres humanos las tienen desde que nacen y, a lo largo de su vida, las van imprimiendo involuntariamente por varias partes. Anatómicamente, constituyen la estructura formada en la yema de los dedos por las crestas papilares (glándulas de secreción de sudor situadas en la dermis).

En diálogo con la Agencia de noticias científicas de la UNQ, la criminalista María Eugenia Petrini, subdirectora del laboratorio forense de la Procuración General, explica que las huellas dactilares son formaciones particulares que se encuentran en la tercer falange de los dedos de la mano. “Esas formaciones están conformadas por crestas y surcos papilares que van a formar un diseño o dibujo particular. Es decir, tipo fundamental”.

Por ejemplo, si se toma la impresión de las crestas papilares y surcos a un individuo durante su infancia y se compara con la obtenida una vez alcanzada su edad adulta, se observará, independientemente de las alteraciones propias del crecimiento como el tamaño, que las huellas permanecen idénticas.
Otras de las características es que son inmutables. Es decir, no se pueden modificar: en caso de lesión, si es leve, el tejido se regenerará sin ocasionar cambio alguno.

¿Por qué cada persona tiene una huella distinta?

Según explican los especialistas, la huella viene definida por un componente genético y otro físico, basado en el resultado de pliegues generados por acción de campos de fuerza elástica, no lineales, que se producen en la capa basal de células que existe entre la dermis y la epidermis durante el desarrollo gestacional. Eso implica que las huellas queden definidas antes del nacimiento.

Incluso los gemelos monocigóticos —aquellos que tienen el mismo genoma debido a que se producen a partir de la división en dos de un solo óvulo fertilizado por un único espermatozoide— tienen huellas diferentes.

“Se supone que las huellas dactilares están influenciada por los mismos factores que pueden influenciar a un bebé en desarrollo, ya que las crestas se empiezan a formar entre el tercer y cuarto mes de vida intrauterina, cuando se empieza a desarrollar ese organismo celular que termina siendo el bebé”, asegura Petrini. Y agrega que “las diferentes condiciones que pueden afectar de alguna manera esa gestación que está teniendo ese ser, también afectan toda su estructura. Y las huellas dactilares no están exentas de ello, de ahí que cada individuo tenga su propia huella dactilar”.

¿Para qué sirven?

Existen diversas teorías sobre la función de las huellas dactilares. Según investigaciones realizadas por el biólogo Roland Ennos, en la Universidad de Hull en Reino Unido, las huellas dactilares brindan agarre al ser humano. En ese sentido, podrían ayudar a agarrar superficies en condiciones húmedas, similar a las huellas de los neumáticos de los coches. De esta forma, se evita que las manos resbalen por una superficie.

Entre la comunidad científica también circula la teoría de que podrían ayudar al tacto. Los dedos contienen cuatro tipo de mecanorreceptores o células que responden a la estimulación (como el tacto). Según Georges Debrégeas, biólogo de la Universidad de la Sorbona en París, estos mecanorreceptores son muy sensibles a las pequeñas vibraciones y, por lo tanto, contribuyen a que las yemas de los dedos tengan su característica sensibilidad.

Los usos sociales y científicos

Las huellas dactilares depositadas sobre las superficies que se tocan o manipulan, al tener un carácter único para cada persona, son un elemento de identificación individual. En ese sentido, no sólo juegan un rol relevante en las investigaciones de ciertos delitos, sino que su papel en la vida cotidiana va teniendo cada vez más importancia. Por ejemplo, entre las múltiples opciones que ofrece el teléfono móvil para desbloquearlo, una de las más usadas es la huella dactilar, un rasgo individual que sirve para evitar que otras personas puedan hacer uso del dispositivo. También es frecuente para facilitar el acceso a zonas restringidas de edificios a ciertas personas, o en operaciones de cuentas bancarias.

Por el lado científico, la dactiloscopía estudia las huellas dactilares con el objetivo de identificar al sujeto que comete un acto delictivo. Además, también puede vincular a un sospechoso con el lugar en el que se cometió el crimen o con los elementos que se han usado para llevarlo a cabo. En ocasiones tiene una fuerza probatoria muy elevada que puede cambiar el curso de un juicio penal.

“Desde un punto de vista criminalístico, son elementos que van a servir a los fines de la identificación humana. Es decir, sirven para dar identidad”, dice la especialista. Y detalla que como cada individuo tiene su propio rastro papilar, la posibilidad de identificación de un rastro respecto de un individuo da una posibilidad de establecer una identidad indubitable. Es decir, se puede decir con total certeza que este rastro le corresponde a esa persona”.

En Argentina, por ejemplo, se recogen las huellas dactilares como método identificativo que se asocia a un Documento Nacional de Identidad. Esta cualidad es la que hace que tengan tanto valor para las investigaciones criminales.

Un argentino que dejó su huella

¿Quién descubrió que una huella dactilar era un método válido para demostrar la culpabilidad de una persona en un asesinato? El primer sistema del mundo fue creado en Argentina en 1891 por el antropólogo Juan Vucetich. Para poner en marcha el procedimiento, en septiembre de ese año, se tomaron las huellas dactilares de 23 personas que permanecían detenidas por haber cometido diversos delitos en el país. Ya en 1892, se dispuso que esta técnica se utilizaría para investigar asesinatos y fichar a personas con antecedentes.

Gracias a esta normativa, a los pocos meses, se pudo identificar a una mujer que había matado a sus dos hijas en la ciudad de Necochea. Eran los hijos de una mujer llamada Francisca Rojas los que habían sido asesinados, y ella misma había señalado como responsable a un hombre al que había rechazado como marido. Los agentes de policía no lograron arrancarle una confesión al sospechoso aun sometiéndolo a torturas, así que se pusieron a investigar a fondo y encontraron una huella ensangrentada en una puerta. Al cotejarla, descubrieron que la asesina no era otra que la madre; que, ante la evidencia, acabó confesando.

La policía no tardó en adoptar oficialmente el Sistema Dactiloscópico Argentino, como posteriormente se conocería, lo que convirtió al país en el primero en depender únicamente de las huellas dactilares como método de identificación. A principios del siglo XX, el sistema de Vucetich empezó a difundirse por todo el mundo.

 

Fuente de la Información: https://www.pagina12.com.ar/494963-no-hay-dos-iguales-que-esconden-las-huellas-dactilares

 

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