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Malnutrición y ultraprocesados o cambiar el mundo para cambiar la alimentación

Por: Andrea Graciano

La malnutrición es la principal causa de problemas de salud a nivel global y los productos ultraprocesados son su causa y el símbolo del actual modelo de alimentación industrial. Se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación, pero es necesario que el Estado impulse políticas públicas productivas y de consumo entre las que la “Ley de Etiquetado” puede ser un primer paso en la dirección correcta.

Los problemas de malnutrición y el crecimiento de la comercialización de productos ultraprocesados en Argentina y en la región de las Américas son el resultado de los profundos cambios que han afectado a sus sistemas alimentarios, los cuales determinan la cantidad, calidad y diversidad de los alimentos disponibles para el consumo. Esta transformación ha sido impulsada por la creciente urbanización, el cambio de los patrones alimentarios y las nuevas formas de producir y procesar alimentos.

Dentro de los cambios en los patrones de consumo de alimentos una característica distintiva es el aumento sostenido y sistemático en las ventas y en los consumos de los productos ultraprocesadosÉstos son alimentos y bebidas industrializados que se comercializan envasados y poseen una cantidad excesiva de azúcares, grasas y sodio, también denominados “nutrientes críticos” por el impacto negativo que tienen en la salud humana. Estos productos vienen desplazando, desde hace varias décadas, a los alimentos naturales y mínimamente procesados y a las preparaciones caseras hechas en el hogar.

La Organización Panamericana de la Salud define a los productos ultraprocesados como formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. La mayoría contienen pocos alimentos enteros o ninguno, vienen listos para consumirse o para calentar y, por lo tanto, requieren poca o ninguna preparación culinaria. Además tienen una calidad nutricional muy mala y, por lo común, son extremadamente sabrosos, a veces hasta casi adictivos: imitan los alimentos y se los ve erróneamente como saludables; se anuncian y comercializan de manera agresiva y son cultural, social, económica y ambientalmente destructivos.

La malnutrición en todas sus formas es la principal causa de problemas de salud a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud, por malnutrición se entienden “las carencias, los excesos o los desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una persona”. El término malnutrición abarca tres grupos amplios de afecciones: las situaciones por déficit (que comprenden distintas formas de “desnutrición”), la malnutrición relacionada con los micronutrientes (por ejemplo, la anemia por déficit de hierro); y las situaciones por excesos, que abarcan el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación (como diabetes, enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, entre otras).

Malnutrición y Ultraprocesados, o “Cómo cambiar el mundo cambiando nuestra alimentación
Nicolas Pousthomis / Subcoop

Perspectiva social de la alimentación

En su libro Una historia social de la comida la antropóloga argentina Patricia Aguirre realiza un recorrido por los cambios que sufrió la alimentación humana en el tiempo largo de la especie, que podrían resumirse en tres y acompañarse de un producto que los caracteriza.

En primer lugar la autora registra el omnivorismo, que con la ingesta de carne modeló nuestra biología. A esto le siguió la domesticación de plantas y animales, que con lácteos y cereales permitió acumular y distribuir inequitativamente, apareciendo la alta y baja cocina y, con ellas, los cuerpos de clase. Por último menciona la cocina industrial mundial, con el azúcar como alimento trazador, que junto a grasas y sal serán los componentes obligados de los alimentos conservados, coloreados, saborizados. Es decir, productos ultraprocesados. Según Aguirre, estos productos forman el paraíso (de abundancia y estabilidad) y el infierno (de inequidad y contaminación) de la comida actual.

Además, Aguirre señala que con la cocina industrial global estamos “devorando el planeta”. Desde el siglo XIX, con la industrialización, “los alimentos han pasado de frescos a procesados y en la actualidad, a ultraprocesados, en un continuo que va de la cocina a la fábrica y de la fábrica al laboratorio». Agrega que «los alimentos industriales son mercancías mecánicamente producidas, conservadas (desde las latas a la irradiación) con la aplicación de los últimos conocimientos científicos (físicoquímicos en la ingeniería y sociopsicológicos en el marketing), de manera de lograr, si no sabor, por lo menos seguridad biológica, que estará garantizada por los sistemas expertos de la modernidad (marcas, bromatología, etc.)».

Los alimentos industriales, a través de redes de comercialización mayorista y minorista, son transportados a todos los lugares del globo (donde puedan pagarlos), deslocalizando y desestacionalizando los consumos. De esta manera se transforman —tal como afirma el sociológo francés Claude Fischler— en OCNIs, «objetos comestibles no identificados», sin pasado ni origen conocidos.

Aguirre analiza en profundidad el impacto socioambiental que tiene esta cocina industrial, que podría resumirse en un ejemplo: si «los pobres africanos, asiáticos o latinoamericanos desearan comer como un oficinista europeo o yanqui (…) no sería posible porque para comer tan mal como en Estados Unidos o Europa se necesitaría multiplicar por cuatro el consumo de agua, por seis la producción de energía y por ocho la economía mundial, lo que induciría una presión sobre los recursos que haría colapsar los ecosistemas ya bastante dañados». Señala que la forma actual de producir alimentos debe ser urgentemente reformada debido a sus costos ambientales y sociales. Frente a ello la agroecología, la ganadería pastoril o la pesca responsable intentan subsanar el daño ambiental para que haya un futuro.

Malnutrición y Ultraprocesados, o “Cómo cambiar el mundo cambiando nuestra alimentación
Nicolas Pousthomis / Subcoop

Políticas necesarias para comer bien: leyes pendientes

Los Estados tienen la obligación de garantizar nuestro derecho a la alimentación adecuada a través de la implementación de políticas y regulaciones diseñadas sin la interferencia de los intereses de las grandes corporaciones, basadas en evidencia sin conflicto de interés y en experiencias internacionales exitosas.

En este sentido, la sanción de la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable fue un primer paso en la dirección correcta. Esta ley establece la implementación obligatoria de un etiquetado frontal que nos advierta del contenido excesivo de nutrientes críticos en productos comestibles envasados (de hecho, esta ley es más conocida como “ley de etiquetado frontal”). Además, regula la publicidad, promoción y patrocinio de alimentos y bebidas no saludables y protege los entornos escolares; entre otras regulaciones.

Sin embargo, es necesario que el Estado avance urgentemente con otros marcos normativos como las leyes de envases con inclusión social y de acceso a la tierra y las regulaciones en punto de venta minoristas, por nombrar solo algunos.

Cambiar la alimentación para cambiar el mundo

Patricia Aguirre dice que «se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación». Para ello, existen propuestas que van de lo micro a lo macro, es decir del sujeto a las instituciones: cambiar a través de la praxis individual y —al ir sumando adeptos—, modificar las instituciones. Dado que hacemos lo que hacemos porque nuestras acciones tienen sentido y responden a una lógica, el primer cambio es epistémico: es necesario modificar los valores que dan sentido a nuestra alimentación.

Otras propuestas van de lo macro a lo micro: parten de las instituciones para cambiar las relaciones sociales que inciden en la alimentación de los sujetos, y lo hacen a través normas y reglamentos que buscan regular a la industria agroalimentaria para producir alimentos saludables, buenos para comer y amigables con el medio ambiente. Sobre esto, las leyes y medidas pendientes son claves para garantizar nuestro derecho al agua, a la salud, a un ambiente y a un nivel de vida adecuado.

Fuente de la información:  https://agenciatierraviva.com.ar

Imagen: Nicolas Pousthomis / Subcoop

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Argentina: Críticas a Vidal en el homenaje a los docentes fallecidos. A cuatro años de la explosión en la escuela de Moreno: «Fue la desidia de un Estado ausente»

Por: Pagina12

La secretaria adjunta de Suteba, María Laura Torre, apuntó a María Eugenia Vidal por haber paralizado las obras de infraestructura en las escuelas de la Provincia. Aseguró que había otras 1.500 en riesgo por las fugas de gas.

cuatro años de la explosión de la escuela 49 de Moreno donde murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, la secretaria adjunta del Suteba, María Laura Torre, recordó que “no fue un accidente, sino la desidia de un Estado ausente”, y apuntó a la responsabilidad política del Gobierno de María Eugenia Vidal. Hubo actos y homenajes. 

Torre recordó por AM750 que la explosión en la escuela de Moreno “podría haber sucedido en muchas otras escuelas”. “Cuando explotó la escuela logramos que se hiciera una puesta en marcha uno de los acuerdos paritarios a nivel nacional que no se cumplía, que era una revisión en todas las escuelas con respecto al gas y la electricidad”, añadió.

En el acuerdo paritario 2019 con el gobierno bonaerense se incluyeron los 12 puntos de infraestructura de Escuelas seguras. El objetivo era tomar en cuenta las recomendaciones de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y hacer un análisis y mejora en la infraestructura. Pero ninguna de ellas se cumplió en su totalidad.

En este sentido, la representante de Suteba explicó que “para los docentes, hoy es un día de memoria” donde siguen “exigiendo justicia”, y que “se convierte en lucha y esperanza”. “Cuando explotó la escuela 49 veníamos, en el gobierno de la exgobernadora bonaerense Vidal, con una fuerte lucha, denunciando, no sólo la situación salarial, sino una situación de arrastre de infraestructura”, comentó Torre.

Veníamos atrasados en cuanto a la infraestructura y en los dos años de Gobierno de Vidal hubo un parate en todo el financiamiento. Lo que pasó no fue un accidente, fue la desidia de un Estado ausente”, dijo. Y agregó: “Hubo más de 1.500 escuelas, que no fueron tapa de ningún diario, donde los chicos no tuvieron clases porque tenían pérdidas de gas”.

“Seguimos manteniendo la memoria de Sandra y Rubén. Exigimos justicia. Hay una deuda con los docentes. Hay muchos imputados y procesados. Acá hay una responsabilidad directa del Gobierno provincial de ese momento y con el director general, que tenía la responsabilidad de no haber resuelto todas las cuestiones que tenía que resolver”, finalizó.

Fuente de la información e imagen:  https://www.pagina12.com.ar

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Argentina: Hoy y mañana se hará una feria educativa

América del Sur/Argentina/29-07-2022/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Desde la municipalidad de Rawson informaron que hoy y mañana se realizará la Expo Educativa 2022. Esta actividad consiste en acercar la oferta educativa para el año próximo, como así también las posibilidades para acceder en materia de educación y capacitación.

Esta oferta educativa se llevará a cabo de 10 a 18, en el Complejo Cultural y Deportivo La Superiora, ubicado en avenida La Superiora y Conector Sur. Y podrán asistir jóvenes de todos los departamentos. Participarán representantes de la UNSJ, UCCuyo y de institutos de nivel superior y de formación profesional.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Hoy-y-manana-se-hara-una-feria-educativa-20220727-0071.html

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No hables con extraños

Por: Flor de la V/ pagina12

Reflexiones sobre los cuidados para evitar el Grooming

Ya estamos promediando las vacaciones de invierno en Buenos Aires y puedo decir que en casa, por suerte, venimos sobrellevando bien la situación. Es que para algunas familias es un momento de descanso y placer, mientras que otras enloquecen con la logística de qué hacer con lxs niñxs en esos días de receso mientras resuelven su cotidianeidad laboral sin el soporte fundamental del colegio.

Cuando iba a la escuela, confieso que yo nunca quería que comenzaran las clases. Jamás me fui a ningún lado de vacaciones de invierno, lo único que recuerdo es que disfrutaba de las tardes con amigxs. Mi viejo laburaba y no lo veía preocupado por hacernos planes como les adultes de ahora. Los padres y madres de antes eran más fríos, más despreocupados (o quizá sea que los de ahora somos muy culposos).

Cada tanto, con un poco de suerte, una tía nos llevaba a ver la película taquillera del momento, ¡eso sí que era un planazo! Yo me arreglaba con la escondida o con el patinaje: podía estar horas porque me encantaban los patines. No teníamos consola, ni play, ni aplicaciones en el teléfono, como ahora. Nada podía generar el nivel de adicción que provocan los juegos electrónicos de hoy, las redes o YouTube. La mayor adrenalina que una podía experimentar era comer una pastilla de energía en el Pac-Man para poder matar fantasmas azules.

Cuando recuerdo mis épocas de vacaciones, me da muchísima nostalgia el grado de libertad con el que nos movíamos. El peligro podía estar afuera, sí, pero en ese entonces nos prohibían hablar con extraños y en esa frase se resumía todo lo que había que saber. La plaza, la calle eran todavía lugares habitados por niñxs sin demasiada vigilancia adulta. A los 10 años podíamos ir y venir, jugar en la vereda con les vecines sin que nadie nos pusiera un reloj con GPS o un celular con aplicaciones de control. ¿En qué momento lxs niñxs que viven en zonas urbanas perdieron esa posibilidad hermosa? Supongo que fue un proceso paulatino, pero creo que la década de los 90 fue un punto de cambio clave.

La niñez de mis hijes es muy diferente de la que tuve. La situación hizo que no gozaran ni de la mitad de la libertad que tuve yo de chica para ir y venir, para habitar el espacio público con otros nenes y nenas sin control parental. Es una opción que ni siquiera existe para ellxs en esta ciudad, lamentablemente. Como muchos padres, limitamos el juego al ámbito del hogar, que se supone que es el lugar de la seguridad. Sin embargo, esto tampoco es tan cierto.

Por un lado, está la amenaza constante de que las pantallas lxs atrapen y sin que una se dé cuenta, un buen día lo único que les interese es estar viendo videos todo el tiempo o jugando a algún juego superadictivo, perdiendo el interés por todo lo demás. Como dicen por ahí: pasa en las mejores familias. Lo he visto y reconozco que es un punto que me preocupa muchísimo. Por otro lado, no solo existe el riesgo de la dependencia tecnológica, también hay algo de lo que se habla poco: el grooming. Para quienes no conocen el término, la ONG Argentina Cibersegura define como grooming a la situación por la cual un adultx contacta a un menor de edad a través de internet, y mediante la manipulación o el engaño, logra que el niño o niña realicen acciones de índole sexual. En los casos más graves, incluso se produce el contacto físico.

Hace poco leí una nota en la que se detallaba lo fácil que es para un adultx llegar a un niñx y llevarlo a una situación de acoso. Es escalofriante. Cualquiera puede hacerlo con solo tres herramientas: una red social, una aplicación que sirve para convertir una selfie en la cara que uno desee y un juego online que se sepa que consuman niñxs y adolescentes. Los que hacen esto se han vuelto expertos hasta para detectar a sus potenciales víctimas entre quienes demuestran expresiones de tristeza, soledad o enojo en los textos de sus estados o fotografías. Siempre alguien va a caer por el solo hecho de que son muchísimos los chicxs que están en sus hogares sin supervisión o cuyos padres no tienen tanta información. Basta con entrar al chat del juego online y escribir algo así como: «Holasssss. ¿Alguien me explica cómo pasar de pantalla?». Es fundamental estar atentos a esto y tener diálogo con nuestrxs hijxs. Que las reglas de lo que pueden hacer y decir públicamente estén absolutamente claras.

Siempre nuestrxs niñxs y adolescentes van a estar más expuestos al daño porque son más vulnerables. No hay que confiarse en que si están en casa, están protegidxs siempre. En definitiva, por mucho que haya cambiado todo, la frase «no hables con extraños» sigue tan vigente como antes.

Fuente de la información e imagen:    https://www.pagina12.com.ar

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Literatura en cuestión: ¿censurar obras en educación?

Por: ANRed

La semana pasada trascendió en Neuquén la noticia sobre el cuestionamiento a la novela «Cometierra» de la autora Dolores Reyes. El hecho sucedió a  partir de la denuncia de un grupo de familias del colegio Pablo VI de esa provincia quienes se mostraron en desacuerdo con la elección de dicha novela por contener «escenas sexuales» y un «lenguaje inadecuado». El intento de censura  proviene de grupos conservadores pertenecientes a la Democracia Cristiana de Neuquén. En sus redes sociales la concejal Nadia Márquez, la denominó como «material de lectura pornográfico». A raíz de las repercusiones, dialogamos con Hernán Ocantos docente de literatura quien tomó la decisión pedagógica de utilizar Cometierra en sus clases, para abordar sobre algunos ejes de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). «Les pasé la noticia a mis alumnos, comenté la situación y pregunté: ¿creen que leímos una novela pornográfica? Casi que se burlaron de mi pregunta. Les parecía totalmente fuera de contexto considerar a este libro de semejante manera. Entonces me pareció que ahí quedó el asunto zanjado: la declaración de los propios estudiantes calificando como una broma esta acusación sobre la novela en cuestión» . Por ANRed


«Allí donde se comienza quemando libros,se termina quemando hombres»
(Heinrich Heine)

En la literatura existen millones de historias que a pesar de ser ficción, sus tramas funcionan como un espejo de las descarnadas realidades vividas y experimentadas por todes. Es por eso que a lo largo de la historia la censura ha operado como un mecanismo de prohibicción de aquellas obras cuyo  contenido potencial podía ser interpretado como «peligroso».

Si pensamos en la palabra censura, ésta nos remite a la última dictadura cívico militar acontecida en nuestro país. Sin embargo han pasado mas de 40 años y el intento de prohibicción de una obra de arte se hace tiempo presente. Ésto fue lo que sucedió con la novela de la autora Dolores Reyes, titulada «Cometierra» que fue recientemente cuestionada en la provincia de Nequén por considerarla «material de lectura pornográfico».

El hecho sucedió a  partir de la denuncia de un grupo de familias del colegio Pablo VI de esa provincia quienes se mostraron en desacuerdo con la elección de dicha novela por contener «escenas sexuales» y un «lenguaje inadecuado». El intento de censura de la obra proviene de grupos conservadores pertenecientes a la Democracia Cristiana de Neuquén, impulsado desde su posición detractora de la ESI.  En la red social Twitter, Nadia Judith Márquez, concejal neuquina integrante de la Democracia Cristiana viralizó un video dónde decía: “Padres de segundo año de un colegio de Neuquén sumamente disgustados por el material pornográfico que les dieron de lectura a sus hijos totalmente inadecuado para la edad que tienen”.

Dadas las repercusiones que trascendieron a los medios de comunicación, ANRed dialogó con Hernán Ocantos Docente de Literatura en Escuelas Secundarias del conurbano bonaerense, quien tomó la decisión pedagógica de utilizar Cometierra en sus clases para abordar algunos ejes de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI).

ANRed: ¿Por qué tomaste la decisión pedagógica de abordar ésta obra en tus clases?

Hernán Ocantos: En primer lugar porque desde mi basto recorrido comod docente de literatura siempre me propuse pensar y repensar el canon escolar. Esa es una zona que me interesa como hacedor artesanal del curriculum. Llegó este verano a mis manos Cometierra y me pareció que podía andar muy bien en los sextos años en particular. Y así fue. Por otro lado me parecía que la obra iba muy bien con algunos ejes de la ESI con los que vengo trabajando incluso desde antes de la existencia de la ley tales como los vínculos familiares, la violencia de género, las sexualidades, las infancias y las adolescencias a partir de la experiencia de la protagonista, entre tantos otros. Además Cometierra nos permite trazar una serie de intertextualidades y de conexiones con otros textos vinculados a la literatura argentina, tanto la más tradicional y recorrida como la contemporánea. Por ejemplo, me cae simpática la idea de Carlos Gamerro acerca de los nacimientos y renacimientos de nuestra literatura. Él realiza un trazado a partir del tópico de la violencia y me parece que Cometierra dialoga muy bien con esa propuesta. A su vez pudimos también asociarla con las leyendas urbanas, a partir de esta especie de pitonisa del conurbano capaz de ver mucho más allá de lo que otros ven, por el simple hecho de comer tierra. En definitiva, todo este universo me pareció que podría andar bien en el aula y así resultó.

ANRed: ¿Qué repercusiones tuvo la novela en les alumnes?

H.O: El texto tuvo una gran repercusión. La primera que me gustaría destacar es que cuando planteé en uno de mis cursos la idea de trabajarla una chica de unas de mis escuelas en Villa Albertina dijo: ¡Ah profe, mi papá nos volvió locos con esa novela en el verano!. Entonces le pregunté si el padre se dedicaba a la literatura o era lector asiduo y me respondió que no que era camionero y que no había terminado el secundario. Me comentó también que su padre supo de la existencia del libro producto de haber escuchado la lectura de unos fragmentos en la radio en el programa de la Negra Vernacci. Entonces le propuse si quería invitarlo a su papá a presentarnos la novela antes de comenzar a leerlo en el aula, ¡y vino! Habló del libro, con su ejemplar en la mano, y dijo algo así como: en este libro van a encontrar un pedacito de cada uno de ustedes. Defendió la elección que hice de ese libro diciendo eso. En un momento uno de los chicos le dijo: ¿te animás a leer un fragmento? y lo hizo. Con dificultades como alguien no habituado a leer en voz alta. Sin embargo, se generó un clima amable y literario. Lo ayudé un poco en la lectura y leímos la introducción y un párrafo del primer capítulo. Antes de retirarse nos recomendó otra lectura: Las malas de Camila Sosa Villada. Insisto, la recepción que tuvo la novela ha sido brutal, lapidaria. Quisiera destacar los momentos vinculados a la violencia de género. Tanto durante la clase como en la evaluación que les propuse al final del cuatrimestre, podría decir grosso modo que un 90% de los chicos y las chicas de 6to (tengo cuatro) confiesa haber sido testigos en sus casas de situaciones de violencia de este tipo.

De manera que el planteo que se está haciendo a partir de las repercusiones de lo que sucedió en la escuela en Neuquén, sobre el por qué trabajar literatura pornográfica (que por supuesto no es así) parece obedecer a cierta ceguera, a cierto conservadurismo, a cierta ignorancia que aún preservan algunas instituciones. Está claro que lo que se puede extraer de la lectura de Cometierra es mucho más relevante que el hecho de que en dos pasajes del texto haya dos escenas de sexo y se use la palabra “pija”, hecho que parecería ser lo «controvertido del texto» en relación con su inclusión en una clase escolar.

Les pasé la noticia a mis alumnos y les comenté la situación y la pregunta que les hice fue ¿creen que leímos una novela pornográfica? Casi que se burlaron de mi pregunta, les parecía totalmente fuera de contexto considerar a este libro de semejante manera. Entonces me pareció que ahí quedó el asunto zanjado: la declaración de los propios estudiantes calificando como una broma esta acusación sobre la novela en cuestión.

Fuente de la información e imagen:  ANRed

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Mujeres afro: hacedoras de la memoria

Por: Nadya Scherbovsky Y Anabella Antonelli

El 25 de julio es el Día Internacional de las Mujeres Afroamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. La Mesa Afro Córdoba invita a las VIII Jornadas “Hacedoras de memoria, desde la memoria a la interculturalidad”, con la participación de mujeres afro argentinas e internacionales. Conversamos con Marcela Alarcón, integrante del espacio, sobre el proceso de reconocimiento en un país que insiste en mirarse blanco.

“Ha sido un largo proceso poder reconocerme afrodescendiente”, nos cuenta Marcela Alarcón, gestora cultural e integrante de la Mesa Afro Córdoba. Una de sus tías armó “el bendito” árbol genealógico y dijo: “Encontré el negro en la familia”. Los rasgos en ella son evidentes, “no hace falta autodescribirme”, dice riendo. Conocer sobre su ancestro despertó el deseo de reconstruir su identidad, de saber cómo él había llegado hasta Córdoba. “Es poder contar la otra parte de la historia y decir: ‘Mis ancestros pisaron esta tierra’”, afirma.

En América Latina y el Caribe, habitan alrededor de 200 millones de personas afrodescendientes que representan el 30% de la población. Sin embargo, aún se las llama y trata como minoría, enfrentándose a formas estructurales de violencia racista, sobre todo, las mujeres. En Argentina, a diferencia de otros países de la región, hay un fuerte discurso que interpela por la desaparición de las personas afro. Un proyecto de nación que eligió el desarrollo y el progreso mirando el espejo de la cultura blanca y europea. Un discurso de blanqueamiento que llega a la actualidad. Una fantasía que, cargando negativamente a lo negro, niega las raíces multiculturales que la componen.

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Reconocer de dónde venimos, abrazar el dolor y las historias de nuestras ancestras es armar el rompecabezas de lo que somos como pueblo. Las Jornadas de las Mujeres Afroamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora nos acercan a esas narrativas que se tejen en colectivo, que se entienden diversas y que, a la vez, reconocen la trama común de las violencias sobre los cuerpos feminizados y racializados. Pero el encuentro tiene otra potencia: transforma el dolor en música, en arte, en abrazo, en fuerza. Por eso, en las jornadas, participan invitadas de distintos ámbitos de la cultura, académicos y artísticos.

“’Hacedoras de memoria, desde la memoria a la interculturalidad’ es mucho más que un título. Vivimos una pandemia que nos dio el tiempo de reflexión, que nos dio el motivo para unirnos, para pensar en reconstruirnos como sociedad. Hoy, nos unimos con todas las visiones sobre las mujeres afrodescendientes, sus historias, sus luchas”, agrega Marcela.

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—Un rasgo distinto del encuentro es que está acompañado por el Estado. ¿Por qué apuestan a hacerlo junto al municipio?

—Sí, en esta ocasión, estamos acompañados por el Estado nacional, provincial y municipal, lo logramos. Todos, de alguna forma, se comprometen con nuestro proyecto y objetivos porque son claros: educativos, culturales y generan identidad.

El 27 de abril pasado, Córdoba marcó un hito al inaugurar el primer memorial en Argentina por los afro esclavizados, es un orgullo y esto tiene repercusión, como también estas que son las VIII Jornadas Internacionales, todas documentadas, del Encuentro de Mujeres Afrodescendientes con invitadas que son un lujo. Estamos re-construyendo una identidad que estaba escondida.

—¿Te parece que se vive de forma singular ser afroamericana en Argentina/Córdoba en relación al resto de Latinoamérica? 

—Yo creo que es totalmente diferente, porque en el resto de Latinoamérica no tienen problemas de identidad. Son afrodescendientes, lo vivieron y lo viven así desde que pisaron este continente, mientras que, aquí, aún pesa pensar siquiera que tenemos una raíz afro. Por eso, hoy vemos que, después de tantas luchas, en Colombia, tienen por primera vez una mujer negra como vicepresidenta, que lucha desde los 16 años, con un trabajo territorial impresionante, mientras que aquí siento que estamos a años luz de esas luchas y esos espacios. Primero, porque aún estamos en el proceso de reconocernos para poder establecer nuestra propia identidad y, desde allí, reconocer que tenemos derechos y ocupar lugares estratégicos para tener participación en proyectos de leyes, socio-económicos, culturales, históricos.

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—¿Hay políticas públicas en relación a la comunidad afro en Argentina?

—No existen políticas que enmarcan a los afrodescendientes. Existe en Buenos Aires una Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, pero atienden en Buenos Aires. Nunca hemos participado, es poco federalista. Entonces, todas las asociaciones, movimientos, agrupaciones de afrodescendientes van creando espacios de debates y asumiendo luchas para lograr objetivos que representen a los ciudadanos. En relación al censo, las expectativas son muchas y aún creo que responderá a una realidad. Hoy, no te olvides que la palabra “reconocer” es fuerte y es más, estamos con mucha migración libre que contribuye a que se acreciente el número de afrodescendientes.

—En Córdoba, al Estado municipal parece interesarle hoy el tema afroamericano. ¿Por qué creés que se da eso ahora?

—Como en todas las luchas de lo que llaman “minorías”, hemos contado con personas que con gran sensibilidad, tanto en las estructuras nacionales, provinciales y municipales, sienten un compromiso sincero con nuestros objetivos, quizás porque en lo más profundo de sus historias se sienten atravesados o quizás porque comprendieron que hay otra historia que no les fue contada. Con ellos, fuimos generando charlas, espacios y, por sobre todas las cosas, reconocimiento a nuestros proyectos de identidad.

Las VII Jornadas Internacionales de la Mujer Afrodescendiente de América Latina, el Caribe y la Diáspora se desarrollará el viernes 22, sábado 23 y domingo 25 de julio en la Sala Regino Maders de la Agencia Córdoba Cultura (ex-Legislatura de Córdoba), Deán Funes 64, primer piso, en la ciudad de Córdoba.

Es con inscripción previa a través de este link. Tiene un costo de $500 para el público general y $350 para estudiantes.

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Imagen de portada: Mesa Afro Córdoba.

Fuente de ola información e imagen:  La Tinta

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Argentina: Reparan 200 edificios escolares para el comienzo de las clases

América del Sur/Argentina/22-07-2022/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Con el objetivo de alistar los edificios escolares durante el receso de invierno, la Dirección de Mantenimiento y Obras Menores lleva a cabo tareas de mantenimiento en 200 escuelas en todos los departamentos de la provincia.

Aprovechando la no concurrencia de los alumnos a las aulas, se realiza trabajos que requieren ciertos cuidados para no comprometer la seguridad de las distintas comunidades educativas. El mantenimiento comprende tareas de reacondicionamiento de instalaciones eléctricas, instalaciones sanitarias y reposición de vidrios.

El director de la repartición, Marcelo Mattar dijo que ‘en el Gran San Juan, las labores fueron principalmente de reposición de vidrios. Mientras que en los departamentos alejados trabajamos en el mantenimiento de los equipos de aire acondicionado o en el mejoramiento de las instalaciones eléctricas para fortalecer la calefacción con elementos eléctricos como caloventores’.

El monto de inversión aproximado es de $150 millones.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Reparan-200-edificios-escolarespara-el-comienzo-de-las-clases-20220720-0095.html

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