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Argentina: Fuerte polémica entre el Gobierno y gremios por la evaluación educativa

América del Sur/Argentina/Octubre de 2016/Fuente: El Cronista

En medio de la reacción de gremios docentes y grupos de estudiantes, el Gobierno comenzó a evaluar hoy a 1.400.000 alumnos de 31.000 escuelas públicas y  privadas de todo el país.

Se trata de la evaluación nacional ‘Aprender 2016’, iniciativa  elaborada por la Secretaría de Evaluación del Ministerio de  Educación y Deportes, que conduce Esteban Bullrich.

La medida, defendida esta mañana por el propio presidente Mauricio Macri mediante una columna de opinión, es duramente cuestionada por los sindicatos, que se quejan de no haber sido consultados y denuncian una supuesta intención oficial de generar un “ranking de escuelas” con objetivos “punitivos” sobre establecimientos y docentes.

También advierten que, al ser estandarizada, “no refleja el contexto de escuelas y alumnos”.

Desde el Gobierno, la secretaria de Evaluación Educativa, Elena Duro, consideró que “no hay que hacer lecturas políticas” detrás de los cuestionamientos a las pruebas educativas ‘Aprender’, y remarcó que “la ausencia de información perjudica a los sectores más vulnerables”.

La funcionaria nacional reprochó que “muchos rectores han tergiversado la realidad” sobre las pruebas que comenzaron a tomarse hoy a estudiantes de escuelas públicas y privadas de todo el país y “le han mentido a las familias y a los chicos”.

Duro también calificó como “un acto lamentable y violatorio” que ayer se hayan filtrado algunas de las pruebas y advirtió que “fue algo que hizo un adulto porque estas cajas han llegado termoselladas” a los colegios.

El secretario general del gremio Suteba, Roberto Baradel, aseguró que la intención del Gobierno es instalar la discusión de una posible “privatización” del sistema educativo argentino.

“El resultado ya está y la conclusión es que los chicos no aprenden porque los maestros no enseñan. Y entonces hay que avanzar sobre los derechos de los trabajadores, pero también segmentar el sistema educativo de tal manera que la privatización empiece a calar en el sistema de enseñanza pública de la Argentina”, insistió.

El ex ministro de Educación durante el kirchnerismo, Alberto Sileoni, advirtió que la evaluación ‘Aprender’ que se realiza en todo el país “forma parte de un montaje para hacer pensar que la vida empieza el 10 de diciembre”, y denunció con esta prueba “se está preparando un diagnóstico del horror” para abrir “las puertas” a fin de realizar “ajustes” en el sistema educativo.

Un grupo de docentes nucleados en el gremio Ademys cortó esta mañana el cruce de las avenidas Acoyte y Rivadavia a modo de protesta y se registraron tomas en algunos colegios.

La polémica tuvo amplia repercusión en las redes sociales

Fuente: http://www.cronista.com/economiapolitica/Fuerte-polemica-entre-el-Gobierno-y-gremios-por-la-evaluacion-educativa–20161018-0095.html

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Argentina: Esteban Bullrich: «La mala educación no es culpa de los maestros»

América del Sur/Argentina/21 de octubre de 2016/www.lanacion.com.ar

Desde Tokio, el ministro de Educación reconoció que «no es satisfactorio el nivel salarial» de los docentes.

Después de la polémica que despertó la evaluación Aprender 2016, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, respaldó a los docentes e incluso admitió que «no es satisfactorio el nivel salarial» en el sector.

«La mala educación es fruto de mala política pública, no es culpa de los maestros», sentenció el funcionario desde Tokio.

En diálogo con radio La Red, remarcó que «el responsable de la calidad educativa hoy es Esteban Bullrich y si no cambia, hay que cambiar al ministro».

El ministro afirmó que «hoy tenemos índices de docentes por alumno más altos de la región y eso atenta contra el salario» y reconoció que los maestros «muchas veces» tiene varios cargos para percibir un buen salario.

«El responsable de la calidad educativa hoy es Esteban Bullrich y si no cambia, hay que cambiar al ministro»

Esteban Bullrich.

«Cuando uno para ganar un sueldo razonable tiene que ir a seis escuelas durante el día no le están facilitando la capacidad de poder trabajar. No es raro que así tenga que faltar más pida más licencia», precisó sobre el ausentismo docente.

Dijo que hay que reconocer que «no es satisfactorio el nivel salarial» y aseguró que desde el 10 de diciembre «el piso salarial docente subió el 62 por ciento».

«Acá estamos discutiendo cómo se mejora un automóvil, lo que el presidente (Mauricio) Macri quiere llevar adelante en la Argentina es la construcción de una nave espacial y dejar atrás el automóvil», enfatizó.

Tomado de: http://www.lanacion.com.ar/1948770-esteban-bullrich-la-mala-educacion-no-es-culpa-de-los-maestros

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Argentina: Inicia hoy el seminario sobre “El conocimiento de la educación”

América del Sur/Argentina/21 de octubre de 2016/www.nuevodiarioweb.com.ar

Estará a cargo de la especialista Rita Ciucci y va destinado a todos los docentes en ejercicio.

La Escuela para la Innovación Educativa de la UNSE inicia hoy su nueva oferta académica con el seminario “El conocimiento de la educación: la Investigación Educativa”, a desarrollarse en la sede central de la institución.

Este espacio de formación estará a cargo de la especialista Rita Ciucci y va destinado a todos los docentes en ejercicio en cualquier nivel del sistema educativo, con intención de investigar, integrar y producir conocimiento.

La propuesta está organizada en siete módulos en los que se desarrolla la fundamentación teórico-epistemológica y metodológica, con talleres destinados al asesoramiento y acompañamiento del trabajo de investigación, orientado a la realización de un trabajo final de integración.

Tomado de: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2016/10/21/54190-inicia-hoy-el-seminario-sobre-el-conocimiento-de-la-educacion

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El Movimiento Pedagógico Latinoamericano. de la resistencia a la construcción, de la protesta a la propuesta

Por: Pablo Imen

Los primeros días de diciembre se lanzó en Bogotá el Primer Encuentro Hacia un Movimiento Pedagógico Latinoamericano impulsado por la Internacional de la Educación para América Latina. Convergieron en ese espacio centenares de delegados de los más diversos países de la región para avanzar en la construcción de un Movimiento Pedagógico en sintonía con los vientos de cambio que atraviesan hoy a la América Morena.

Quedó plasmada en las distintas intervenciones posibilidad de un proyecto compartido de pasado, de presente y de futuro tiene como rasgo característico la unidad en la diversidad. Así lo demuestra la constitución de la Comunidad de Estados de Latinamerica y el Caribe, en esta primera etapa coordinado por una tríada de presidentes: Sebastián Piñera de Chile, Hugo Chávez de Ecuador y Raúl Castro de Cuba. Nadie podrá negar el pluralismo de este ensayo histórico y la complejidad gigantesca de este proceso.

Para valorar este momento es indispensable tener claridad de donde venimos. Desde lo lejano cabe consignar que en el período de la Primera Independencia –cuyos primeros doscientos años estamos transitando- se desplegó una disputa entre dos proyectos para Nuestra América: el de Patria Grande, y el de unos países fragmentados y en guerras permanentes. Éste último fue el que triunfó y, tal como fue señalado en el 1er Encuentro, “porque hubo naciones, no hubo Patria”. La historia reciente expresó la imposición del neoliberalismo en nuestros países. Y desde los inicios resistencias más o menos articuladas que abrieron en la primera década del siglo XXI la posibilidad de la Patria Grande.

Resulta claro que para su consumación es igualmente preciso construir un proyecto pedagógico emancipador, que de respuesta a las iniciativas neocoloniales que encarnan los Organismos Internacionales -el Banco Mundial, la OCDE, el Banco Interamericano de Desarrollo o la OEI-. La negación de esos proyectos exógenos, autoritarios, mercantilistas y tecnocráticos es condición necesaria pero no suficiente para la construcción de una pedagogía desde y para Nuestra América, siempre abierta al mundo.

Asumir estos cambios exige también analizar con rigor las contradicciones emergentes de la dinámica histórica y social en nuestros países.
Así lo señalan las conclusiones del 1er encuentro al advertir que en la esfera de las políticas educativas “quedan aún fuertes enclaves del modelo educativo neoliberal en América Latina y el Caribe. Pero también cabe señalar que aún coexisten en las políticas de algunos gobiernos populares y democráticos, continuidades y rupturas con los modelos educativos impuestos por los organismos internacionales de crédito.”

Es decir, que registramos continuidades y contradicciones a la orden del día. Venezuela y Bolivia, por su parte, expresan –no sin tensiones- las fuerzas del cambio liberador que más pasos han dado en dirección a una educación liberadora.

La idea de un Movimiento Pedagógico empalma así con un momento histórico particular, y el hecho de que sea dirigido por la Internacional de la Educación pone en juego un segundo elemento significativo de esta apuesta.

En efecto, son las organizaciones de trabajadores del Magisterio quienes se disponen a asegurar el contenido, la direccionalidad y las formas de un Movimiento que debe asumir formas flexibles, dinámicas, plurales, democráticas.

Las tareas que se propone el Movimiento Pedagógico son esencialmente tres. En primer término, resistir los embates neoliberal -conservadores allí donde éstos intenten perpetuar una pedagogía de la domesticación, de la obediencia, de la injusticia acompañando las movilizaciones en defensa de la educación pública que sacuden nuestro continente. La lucha de nuestros hermanos chilenos, colombianos o dominicanos –por ejemplo- es nuestra lucha.

La segunda tarea, mucho más desafiante y difícil es la construcción de una pedagogía para Nuestra América que, desde la rica tradición de prácticas emancipadoras, pueda recrear en este nuevo contexto las herencias que converjan con las prácticas y reflexiones actuales en una propuesta liberadora.

En términos de la Declaración de Bogotá: “Este movimiento, llamado a recuperar los mejores aportes de la pedagogía mundial y el acervo latinoamericano, que va de Simón Rodriguez a Paulo Freire; debe simultáneamente interpelar a las políticas públicas y a las trabajadoras y trabajadores de la educación, en sus prácticas cotidianas.”

Y la tercera es ligar estas creaciones en la esfera pedagógica al espacio de lo público y a su articulación con un proyecto político más general, dentro del cual adquiere sentido el término “educación emancipadora”. Pues solo puede haber una educación emancipadora donde hay emancipación social, política, cultural. Y el esfuerzo creador en el plano pedagógico sólo es posible con una acumulación de fuerzas para cambios democratizadores y liberadores en todos los planos de la vida social.

Alrededor de estos ejes se comenzó a trabajar intensamente en este Primer Encuentro hacia el Movimiento Pedagógico Latinoamericano.

La Declaración, recogiendo los debates de diciembre de 2011 y retomando iniciativas previas así como la historia de nuestros países, sugiere como principio orientador de la política una “integración regional con sentido antiimperialista, la multiculturalidad y el respecto a la diversidad; la articulación de las escuelas con las organizaciones del barrio.”

Este modelo en el que se piensa una escuela para la vida reclama, como dice la Declaración de Bogotá,“una práctica pedagógica y didáctica que se base en la construcción crítica y democrática del conocimiento profundamente enraizado en la identidad y realidad latinoamericana y caribeña.”La formulación se completa con dos puntos de enorme proyección pedagógica y laboral. Se trata de asegurar “condiciones para que sea posible el trabajo docente colectivo e interdisciplinario, recuperando el control de las trabajadoras y trabajadores sobre el proceso educativo” y, en ese contexto, resignificar completamente el concepto (y la perspectiva, los dispositivos y las prácticas) de “evaluación”, ahora “concebida de manera integral, institucional, participativa, sistemática, formativa, diagnostica y no punitiva.”

Una nueva escuela para un nuevo mundo, de esto se trata el Movimiento Pedagógico Latinoamericano. ¿Seremos capaces?

Tomado de: http://www.centrocultural.coop/blogs/nuestragente/tag/pablo-imen/

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Argentina: Se destruyeron casi 90.000 puestos de trabajo en relación de dependencia

América del Sur/Argentina/21 de octubre de 2016/www.laizquierdadiario.com

Un informe del Ministerio de Trabajo difundió que se perdieron 89.562 empleos de trabajo asalariados del sector privado en la comparación interanual entre los meses de julio de 2016 y el año pasado.

El documento “Situación y evolución del total de trabajadores registrados” elaborado por el Ministerio de Trabajo describe que en el país, a julio de 2016, hay 11.946.077 trabajadores registrados. Además, un 30 % tiene un trabajo informal, un 12,4 % está subocupado y un 9,3 % es desocupado.

Según el ministerio la cantidad de empleados en blanco son 3.985 más que un año atrás, esto significa un cambio anual de 0 %. Con respecto al mes anterior a julio existen 331 trabajadores más, una variación del 0 %.

El informe señala que en la comparación interanual entre los meses de julio se perdieron 89.562 puestos de trabajo asalariados del sector privado. En el mismo período se incrementaron 18.678 los monotributistas y 10.713 el personal doméstico. Esto podría indicar que los empleos del sector privado que se perdieron, pasaron a una modalidad más precaria como el monotributo. En total, el sector privado perdió 60.077 trabajadores, y el empleo público creció 59.502.

La recesión golpeó este año generando una caída del empleo privado, los más castigados fueron el sector de la construcción y la industria. El informe señala que con relación a un año atrás “la dinámica contractiva se concentró en los siguientes sectores: construcción (-62.400 trabajadores), industria manufacturera (-34.500), actividades empresariales, inmobiliarias y de alquiler (-12.000) y agricultura y ganadería (-6.900)”.

El ministerio explica que a julio pasado había 8.470.261 de trabajadores en el sector privado, mientras que en el sector público eran 3.116.316.

Por otro lado, entre enero de 2012 y julio de 2016 el empleo en el sector público aumentó un 22 % (570.000 trabajadores) y en el privado un 4 % (326.000). Del total de esos 326.000, unos 158.000 fueron monotributistas, que representan el 49 % del total de los nuevos trabajadores; 103.000 asalariados privados y 62.000 trabajadores de casas particulares.

En los primeros siete meses del año cayeron 48.452 puestos de trabajo del sector privado. Si se considera los monotributistas, trabajadores de casas particulares, monotributistas sociales y autónomos, habría 19.999 trabajadores nuevos. Nuevo empleo, pero con modalidad más precaria.

La semana pasada el Indec publicó que en el primer semestre se destruyeron 118.079 empleos en el sector privado registrado, o sea un baja de 1,8 % en los puestos de trabajo.

El ajuste del gobierno deja un saldo de mayor desocupación, mayor precariedad laboral e ingresos deteriorados por la inflación.

Tomado de: http://www.laizquierdadiario.com/Se-destruyeron-casi-90-000-puestos-de-trabajo-en-relacion-de-dependencia

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Argentina: huelga de mujeres contra la violencia

América del Sur/Argentina/21 de octubre de 2016/www.dw.com

Las redes sociales estallaron tras el asesinato de la joven marplatense Lucía Pérez. Este miércoles, las mujeres argentinas se movilizaron para expresar su repudio y reclamar soluciones.

Buenos Aires Demonstration gegen die Gewalt gegen Frauen (picture-alliance/AP Photo/V. R. Caviano)

El asesinato de Lucía Pérez fue la gota que colmó el vaso. Esta joven marplatense fue drogada, violada y brutalmente asesinada la semana pasada. Su caso no fue el único ocurrido en los últimos días, pero el especial ensañamiento de los autores ha conmovido especialmente a la sociedad argentina, que este miércoles (19.10.2016) vuelve a movilizarse. Los lemas #NosotrasParamos #VivasNosQueremos y #NiUnaMenos  presiden las acciones de hoy, con un paro de todas las actividades entre las 13:00 y las 14:00 y marchas convocadas en diversas ciudades de todo el país. La convocatoria del colectivo #NiUnaMenos, junto a otras 50 organizaciones de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans en Argentina explotó en las redes sociales y obtuvo la rápida adhesión en más de quince países.

El caso de Lucía Pérez se inscribe en una triste serie de ejemplos de violencia contra las mujeres. En 2015 se produjeron 235 asesinatos y 2016 lleva camino de rebasar esa cifra. Argentina se moviliza desde hace tiempo para luchar contra el fenómeno, que, según Vanesa Vázquez Laba, docente e investigadora del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad de San Martín y miembro del Programa Contra la Violencia de Género de esta institución, hay que poner dentro de un contexto histórico. “La violencia contra las mujeres en Argentina tiene resabios de la dictadura militar, en la que las mujeres sufrieron desapariciones y, de manera especialmente brutal, torturas”, dice Váquez Laba.

“Política de Estado”

Por su parte, Carla Majdalani, directora de Comunicación del Consejo Nacional de las Mujeres de Argentina, organismo del Ejecutivo que da respuesta a temas relacionados con la violencia contra las mujeres, asegura que la institución ve “con suma preocupación el aumento de estos casos y de los femicidios en particular. A la vez, felicitamos a la sociedad civil por estar concientizándose y movilizándose y poniendo en la agenda pública la preocupación por la eliminación de la violencia contra las mujeres”.

“En Argentina, la erradicación de la violencia contra las mujeres es política de Estado”, prosigue Majdalani. “Entendemos que la movilización surge desde la indignación popular y que es necesario que se visibilice. El Consejo Nacional de las Mujeres ha logrado poner en la agenda política lo que la sociedad civil puso en la agenda pública. Destaca la adopción del primer plan de acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres”. Majdalani se refiere al plan que Mauricio Macri presentó el pasado 26 de julio para llevar a cabo políticas sobre el fenómeno y que se implementará entre 2017 y 2019. “El presidente argentino ha asumido como política pública definitoria de su gestión la promoción de la igualdad de género y así lo manifestó, por ejemplo, en su discurso inaugural en la Asamblea General de las Naciones Unidas”, dice Majdalani.

Buenos Aires Demonstration gegen die Gewalt gegen Frauen (picutre-alliance/AP Photo/V. R. Caivano)

Mujeres protestan en Buenos Aires durante el paro llevado a cabo al mediodía.

Plan ambicioso… en contexto económico inadecuado

Para la investigadora Vázquez Laba, “se trata de un plan muy ambicioso, está bien concebido y toca distintas dimensiones y me parece que, si se pudiese llevar adelante con un buen presupuesto y con una buena articulación con los distintos actores políticos, organizaciones sociales y gubernamentales, podría llegar a dar resultados. Pero, lamentablemente, Argentina está viviendo todo un retroceso desde el pasado 10 de diciembre en derechos hacia las mujeres y en derechos económicos”. Así, Vázquez Laba teme que los recortes que sufren ámbitos como la ciencia, la educación y la salud, lastren la implementación del ambicioso proyecto de Macri para erradicar la violencia contra las mujeres. “Con un Gobierno que está llevando a cabo políticas neoliberales, políticas que retiran a las mujeres del mercado laboral por la supresión de puestos de trabajo, y de las universidades, porque, cuando las familias se quedan sin ingresos, el estudio pasa a un segundo plano, es muy complicado”, argumenta. “Se recortan los programas vinculados a los derechos de las mujeres: educación sexual integral, salud sexual, planes sociales para las mujeres… Nuestro poder adquisitivo ha disminuido enormemente con la inflación que hemos tenido. Ahí es donde yo veo que el programa pueda llegar a fracasar. Porque, con una sociedad en estas condiciones, sin trabajo y sin calidad de vida, se genera más desigualdad de clase social y de género. La variable económica es fundamental para entender la violencia contra las mujeres. Cuanta más desigualdad, más violencia.”

 Tomado de:  http://www.dw.com/es/argentina-huelga-de-mujeres-contra-la-violencia/a-36094434
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Entrevista: Pablo Gentili. «En la Argentina los más pobres siempre estuvieron excluidos de las oportunidades educativas»

América del Sur/Argentina/21 de octubre de 2016/firgoa.usc.es

Entrevista: Pablo Gentili: En la Argentina los más pobres siempre estuvieron excluidos de las oportunidades educativas

Sólido teóricamente, con claridad conceptual y un manejo envidiable del discurso, Pablo Gentili es un destacado especialista en materia de Políticas Educativas. Sus textos y conferencias abordan la compleja trama de relaciones entre economía, política y educación en América Latina. La realidad política del Cono Sur y los cambios en su clima político analizados en consonancia con las repercusiones que esto puede acarrear en el diseño de las políticas educativas.

La mitad de una hora parece muy poco tiempo para abordar los ejes principales de la realidad educativa en Argentina y América Latina. Cuando de esos iniciales treinta minutos diez se pierden en presentaciones y formalidades, el temor se torna más cierto. No hay tiempo, y muchas preguntas por hacer. Pero algo ocurre y hace que en el poco tiempo que nos queda Pablo Gentili se explaye sobre todos los puntos de discusión propuestos y agregue inquietantes y complejos análisis durante una entrevista breve pero por demás sustanciosa.

Licenciado en Ciencias de la Educación recibido en la Universidad de Buenos Aires, Pablo Gentili está radicado en Brasil desde hace 13 años. Allí es coordinador el Observatorio Latinoamericano de Políticas Educacionales (OLPED) dependiente de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro. Desde este espacio multidisciplinar de análisis, divulgación y documentación, desarrolla diversos proyectos de investigación y formación en áreas docentes orientadas a las políticas educativas en América Latina.

Invitado por la Universidad Nacional del Litoral a participar del II Congreso Internacional de Educación organizado por la Facultad de Humanidades y Ciencias entre el 20, 21 y 22 de octubre pasados, Gentili aceptó la entrevista a minutos de dictar su conferencia magistral titulada de modo inquietante Sólo la educación salva (a los ricos).

-¿Es necesario volver a entender las políticas educativas como una cuestión política en contraposición a la lógica de los mercados que imperó durante la década del 90?

-Siempre se hacen políticas educativas. Rescatar la dimensión política de la política educativa es demostrar que en estos últimos años en América Latina las políticas neoliberales tendieron a promover la transferencia de los servicios educativos desde el Estado hacia la sociedad, la comunidad y la familia. Aunque ese discurso y esas estrategias hacen pensar que las políticas educativas se van disolviendo o diluyendo, eso también es una política educativa. Transferir la responsabilidad de la educación a la comunidad, no sólo la responsabilidad de educar, sino también de financiar la educación, y transferir decisiones que son parte de una escuela hacia los individuos, es parte de un proceso que los países latinoamericanos vivieron y todavía viven en estos últimos 20 años. Durante ese período esas políticas tuvieron un efecto excluyente, discriminador, de refuerzo de las diferencias y de las desigualdades que existen en el sistema.

-¿Cuál puede ser el rol del Estado en este contexto?

-Es necesario pensar una política educativa que desde el Estado asuma y reconozca –más allá del discurso, desde la práctica efectiva– que la educación es un derecho humano, un derecho social, y en tanto tal es una responsabilidad del Estado. Pero que la comunidad participe no significa crear peores condiciones para que los más pobres garanticen su propia educación y los ricos acaben teniendo los privilegios y las oportunidades que históricamente tuvieron. No es que esas prácticas neoliberales no sean también una política educativa. De hecho la política neoliberal es una política educativa que tuvo y está teniendo efectos nefastos en América Latina. No porque esas políticas hayan creado o inventado las desigualdades en América Latina, sino porque han sido responsables de reforzar esa desigualdad, de cristalizarla a través de un discurso que busca desresponsabilizar al Estado de las situaciones de crisis, de fracaso, de segregación y de exclusión que sufre la gran mayoría de este continente.

-¿Hasta qué punto las políticas del Estado pueden contrarrestar la avanzada del mercado en el ámbito de la educación?

-Es claro que se puede, pero para hacerlo es necesario decisión política y una acumulación de fuerzas que permita revertir este ciclo de reformas neoliberales que sufrió América Latina y que tuvo consecuencias muy negativas y desestabilizadores de las condiciones para el fortalecimiento de la igualdad, de la justicia social, de la equidad en los sistemas educativos latinoamericanos. Creo que hoy las condiciones políticas mudaron en América Latina, al menos en algunos países, de forma importante. No creo que de forma estructural pero por lo menos ya se visualiza una situación de agotamiento de las políticas educativas neoliberales en nuestros países. En varios países de Latinoamérica los triunfos electorales más recientes están directamente vinculados con una crítica muy fuerte al discurso del neoliberalismo. Tal es el caso de Brasil, de Colombia -no por el gobierno de Uribe pero sí por una suma de alcaldías y municipios en los que se han impuestos candidatos de izquierda y de centro izquierda que ganaron las elecciones a partir de una crítica a las políticas neoliberales y de una promesa de revertir estas lógicas-. La situación que viven Uruguay, Bolivia de cierta forma y naturalmente Venezuela, muestra que la coyuntura latinoamericana cambió y, aunque no podemos decir que el ciclo de políticas neoliberales se haya agotado, porque aun persiste incluso en muchos de estos países, la situación es otra. El avance o la radicalización de estas políticas también depende de que se evidencia lo que considero que es una evidencia teórica y es que el neoliberalismo no es una tragedia natural o biológica sino que es el producto de un conjunto de decisiones políticas que en nuestros países se tomaron y que llegó a su fin. Si lo que viene después es mejor o peor, francamente no lo sabemos.

-¿Qué programas educativos podrían cortar con esas prácticas instaladas durante 10 años?

-Responder eso teóricamente es más fácil que responderlo si uno fuera funcionario del actual gobierno. La respuesta que yo puedo dar es desde el análisis de las políticas educativas. Hay una cuestión que es evidente: cuando uno pretende cambiar las políticas pretende cambiar no sólo las medidas sino también los efectos que generan esas políticas. Las políticas neoliberales generaron en América Latina un proceso de cristalización de desigualdades históricas, endémicas. Ese discurso que dice que el neoliberalismo creó la desigualdad es un discurso que se basa en un pasado heroico que nuestras sociedades nunca tuvieron y que me parece bastante conservador porque pretende decir que en algún momento, en la Argentina, tuvimos una educación pública, de calidad, masiva y para todos. En términos más rigurosos sabemos que los más pobres estuvieron de modo general excluidos de las oportunidades educativas que fueron reservadas en Argentina -como en el resto de América Latina- a ciertos sectores de la población que se aprovecharon más de los beneficios del espacio público que otros. Independientemente de que en el pasado algunas cosas fueron mejores.

-¿O sea que estamos ante una victoria del neoliberalismo?

-La cuestión no es decir si el neoliberalismo creó la desigualdad sino ver de qué forma otras políticas educativas pueden revertir esa desigualdad cristalizada y algunos principios que el neoliberalismo logró instituir como verdades incuestionables, que quizás sean su más importante victoria. El neoliberalismo, en rigor, no ha tenido tanto éxito en algunas de sus amenazas más proclamadas. Por ejemplo la reducción del gasto público. Uno no observa en América Latina una reducción muy grande del gasto público, pero sí tuvo un efecto muy grande en conseguir pautar el debate acerca del presupuesto público, del gasto público, reconociendo que algunas cosas no dependen necesariamente de la voluntad del Estado, sino que son de responsabilidad compartida. Salir de la pobreza no es un problema público, en el sentido de políticas públicas de forma central: es una responsabilidad que el Estado tiene parcialmente pero también tienen las empresas, las familias. Y en este acuerdo, en este consenso, en esta concertación, se resuelven los problemas. ¿Cómo se solucionan los problemas? Generando mecanismos de competencia, de desregulación. Qué es lo que se hizo, en algunos países más que otros, durante los últimos 20 años. En el caso educativo Chile avanzó mucho más que el resto de América Latina. Pero sobre todo se han instalado cuestiones que son las que explican de manera más o menos convincente cómo funciona la sociedad y cómo tiene que ser la política. En materia política este es un tema muy importante, cambiar no las instituciones sino la cabeza de la gente: esta es la victoria ideológica del neoliberalismo.

-¿Eso se puede ver en algunas experiencias que hubo en Brasil durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, que instaban a que la sociedad y las empresas colaboraran en un plan de alfabetización junto con el Estado, instalando la idea de la responsabilidad compartida?

-Sí, y al fracasar esa instancia de responsabilidad compartida eso es lo que lleva al discurso a decir: si hay un problema de analfabetismo estructural en Brasil, a la hora de solucionarlo la sociedad no quiere asumir su papel. De esta forma el gobierno se eximía de gran parte de su responsabilidad, porque decía: yo no puedo solucionar un problema que la sociedad no quiere solucionar, que los sindicatos no quieren solucionar. Una política alternativa tiene que construir nuevos sentidos en el orden de la educación. La disputa acerca de las palabras es hoy una cuestión crucial. Pero también se tiene que generar políticas que permitan demostrar que es posible revertir algunas de las cuestiones más estructurales que las políticas neoliberales generaron.

-¿Cómo se trabaja con problemas estructurales como el analfabetismo de las sociedades latinoamericanas?

-El problema del analfabetismo en América Latina es un problema de carácter estructural en tanto que los índices se mantienen en un sector de la población sobre el cual no se aplica ningún tipo de política, no es un problema sólo de campaña de alfabetización. Que es otra cosa que se instaló: las campañas las hacemos entre todos. Y una política democrática tiene que generar condiciones de vida que permitan revertir la situación que lleva a que los analfabetos continúen siendo analfabetos. Lo que hace que un analfabeto siga siendo analfabeto son las pésimas condiciones de inserción de esa población adulta a derechos, posibilidades y beneficios de los cuales están sistemáticamente afuera. Entonces, pensar que se va a solucionar el problema del analfabetismo con una campaña milagrosa con la que un día llegan los educadores y salvan a esos ignorantes, me parece que es continuar vendiéndole espejitos de colores a la gente. La política educativa, en forma aislada, no alcanza para solucionar los problemas educativos que tiene la población, porque los problemas educativos de las sociedades latinoamericanas no son estrictamente educativos.

-¿Cómo se relacionan estas realidades con los compromisos asumidos con los organismos internacionales de crédito?

-Los países latinoamericanos gastan una enorme cantidad de recursos, pero el tema educativo se va a solucionar cuando se solucionen otros problemas estructurales, como por ejemplo el de la Deuda Externa. Nuestros países tienen una deuda que es como la que tenía la Cándida Heredia con su abuela desalmada en el cuento de García Márquez: una deuda que no se acaba nunca. Cuanto más pagan, más deben. Los ministerios de Educación de Colombia, Brasil, Venezuela, Argentina que intentan hacer una política medianamente inclusiva, el primer problema que aparece es que no hay recursos. Y no hay recursos porque hay una crisis muy profunda pero también porque muchas veces las prioridades en materia económica son totalmente disociadas de las prioridades en políticas de inclusión social. Entonces no va a haber una política que revierta esta situación si no hay una confluencia de la política social con la política económica, con la política laboral, orientadas a generar condiciones de igualdad, no sólo condiciones de competitividad en el sentido de los mercados. Así y todo, el documento del Banco Mundial para el 2005 sostiene que lo que sacará a los países del estancamiento es ‘crear clima para la inversión’. Generar clima para las inversiones significa desregular la economía, generar mejores condiciones de competitividad, menos impuestos y condiciones de mayor libertad y desregulación de los mercados de trabajo. La misma receta que el Banco Mundial dio diez años atrás y que generó el caos de la economía.

-¿Ante estas condiciones estructurales el panorama se avizora negativo?

-Creo que reconocer los puntos de conflicto en nuestros países no significa decir que esto va a ser así para siempre. Significa ver qué es lo que se puede hacer para que haya una política pública que pueda ser pensada desde el único principio que debe guiarla que es la igualdad social. Políticas económicas eficientes en sociedades desiguales es la evidencia del cinismo instalado en la esfera gubernamental: decir que vamos muy bien porque la economía está equilibrada cuando la gente es cada vez más pobre.

-¿Cuál es el rol de las universidades en ese contexto?

-La universidad tiene la responsabilidad de llamar la atención de estas cuestiones y no solucionarlas porque desde allí no se solucionan los grandes problemas. La universidad tiene una función que es la de ayudar a que el debate se establezca en el punto que se tiene que establecer. Un encuentro como este tiene esa función: llamar la atención sobre otra forma de pensar y ver la realidad educativa.

Tomado de: http://firgoa.usc.es/drupal/node/16426

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