Los chilenos castigan a la clase política y confían el cambio a los candidatos independientes
Los partidos tradicionales, los grandes derrotados de la jornada con una representación muy inferior a la esperada
Los chilenos encargaron a ciudadanos ajenos a partidos políticos impulsar un proceso de cambio a partir de la redacción de una nueva Constitución, otorgándoles en las elecciones constituyentes de este fin de semana casi un tercio de los 155 escaños de la convención que elaborará el nuevo texto.
Los independientes son ciudadanos que defienden diversas sensibilidades, desde el feminismo al medio ambiente, la educación, la justicia social o la salud, que presentaron su candidatura para la ocasión, siendo esta la primera vez en la historia en la que se permitió que personas ajenas a estructuras de los partidos políticos tradicionales postulasen a unas elecciones.
Su éxito conecta este proceso constituyente con las protestas sociales de octubre 2019 en las que se gestó, que motivaron a los ciudadanos a participar directamente en la construcción del nuevo modelo de país que reclamaban en las calles.
Los partidos políticos tradicionales fueron los grandes derrotados de esta doble jornada electoral (sábado y domingo), logrando una representación muy inferior a la esperada, en especial la candidatura de la derecha oficialista, que se quedó muy por debajo del tercio de los asientos a los que aspiraba.
La suma de las dos listas de los partidos de la oposición de izquierda también quedó lejos de alcanzar por sí misma los dos tercios que se les llegó a atribuir antes de las elecciones.
Con el 96,2 % de los votos escrutados, los independientes obtuvieron 48 escaños, las dos grandes listas de la oposición de izquierdas sumaron 52 (27 de Apruebo Dignidad y 25 de Lista del Apruebo) y la derecha, que se presentó en una única lista denominada Vamos por Chile, alcanzó 38.
La composición de la convención, que aún tendrá que pasar por una corrección paritaria para dar cabida al mismo número de hombres que de mujeres, incluye también a 17 miembros de pueblos indígenas, cupo fijo que ya tenían reservado.
«Estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y liderazgos. Es nuestro deber escuchar con humildad y atención el mensaje de la gente», dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras conocerse los resultados, al tiempo que afirmó que los partidos tradicionales no están «sintonizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía».
Víctimas de un descrédito general de las instituciones, los candidatos de la clase política tendrán que buscar grandes acuerdos con los independientes para generar la nueva Carta Magna, que vendrá a sustituir a la actual, promulgada en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«No hay duda de que estamos viviendo una derrota transversal. Una derrota que nos tiene que hacer reflexionar. No hemos sabido interpretar a la mayoría de ciudadanos», dijo Mario Desbordes, precandidato presidencial de la derechista Renovación Nacional.
«Hay un cuestionamiento de la clase política, la gente quiere cambios, quiere ilusiones nuevas, quiere propuestas», expresó el excanciller y precandidato presidencial Heraldo Muñoz, del socialdemócrata Partido por la Democracia (PPD).
Condiciones propicias para cambios profundos
Los independientes marcarán la pauta en el debate de la nueva Carta Magna pero no podrán hacerlo por sí mismos, ya que no alcanzan los dos tercios de la representación en la convención constituyente, proporción necesaria para aprobar cada norma que se quiera incluir.
Pero en general son afines a posiciones progresistas, por lo que se prevé que en muchos aspectos sintonicen con una parte de los constituyentes de la oposición de izquierdas, sumando los apoyos que permitan pergeñar cambios profundos en el modelo de país.
«Están dadas todas las condiciones para poder impulsar procesos de cambio mucho más sustantivos, es lo que se espera y es factible», dijo a Efe el académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile Octavio Avendaño.
«Esto es un triunfo categórico del cambio, de los deseos de transformación de nuestro país para tener un Chile más digno, más justo y más próspero», abundó al respecto el excanciller Muñoz.
Necesidad de acuerdos
Aun así, la heterogeneidad de intereses que representan los constituyentes, que encuentra un grado más de profundidad dentro de cada uno de bloques, con posiciones divergentes en algunos temas, obligará a llevar a cabo amplias negociaciones para impulsar determinados preceptos.
Esto conforma una «convención variopinta» en la que ninguna de las listas alcanza por sí sola dos tercios de escaños, por lo que los electos «van a tener que llegar a acuerdos«, agregó Avendaño.
«Las reglas para la convención se hicieron y se diseñaron para la construcción de acuerdos. Los resultados que estamos viendo hoy día hacen imprescindible estos acuerdos», dijo por su parte la exministra de Educación Marcela Cubillos, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI).
La asamblea constituyente tendrá hasta un año para redactar una propuesta de Constitución, que a mediados de 2022 será puesta a votación de la ciudadanía para su aprobación o rechazo en un referéndum con voto obligatorio
Fuente de la Información: https://www.republica.com/2021/05/17/chile-castiga-a-la-clase-politica-y-confia-el-cambio-a-los-independientes/
Conversamos con Nadia Poblete, activista, militante social y feminista, participe de diversas experiencias de organización desde hace más de 20 años.
Ha participado en organizaciones tales como La red chilena contra la violencia hacia las mujeres (2009-2010), Colectiva “La Huacha” de Valparaíso (2010-2017), Colectiva “Nosotras decidimos” de Valparaíso (2015-2020), participante de la “Campaña MISO pa´ Todas” (2016-2017) y actualmente integrante de las Asambleas territoriales de la zona poniente de Maipú, y por esa vía, del Referente Político Social, RPS, recientemente constituido en el mes de febrero de este año en Concepción. La conversación se realizó en Santiago en dos jornadas los días 16 y 17 de abril del año en curso, y su transcripción fue realizada por compañerxs de la red de medios populares a quienes agradecemos enormemente su trabajo. Ofrecemos ahora la primera de tres partes de dicha entrevista.
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CT: Buenas tardes compañera, un gusto conversar con usted. Agradecemos su disposición a esta entrevista sobre las perspectivas y luchas el feminismo. Como le señalamos, nuestro interés es precisar, por una parte, el debate teórico dentro del feminismo, y por otra, las implicancias que tales debates tienen sobre las opciones políticas, especialmente respecto de las luchas políticas en el Chile actual.
Partamos por lo primero. El arco feminista en la teoría.
¿Podría usted hacernos una breve descripción de las corrientes feministas desde un punto de vista teórico/programático, es decir, más allá de las representaciones político–sociales inmediatas en que se agrupa el feminismo?
Nadia P.: Lo primero que habría que señalar, ratificando lo que se enuncia en la pregunta, es que existen diversas corrientes feministas que hacen referencia a distintos aspectos teóricos que operan como determinantes de las corrientes más relevantes que conviven en el movimiento feminista en general. Para abordar esa diversidad existen distintas entradas. Se puede hablar de corrientes feministas vinculadas a ciertas teorías troncales en la historia del pensamiento político filosófico. En rigor, existe un feminismo liberal, un feminismo materialista y uno anarquista, como principales corrientes en esta línea. Estos feminismos buscan bajo un marco político-filosófico determinado, comprender la experiencia de dominación específica que vivimos las mujeres utilizando un paragua conceptual, de categorías que facilitan esa comprensión. Un ejemplo de aquello, son el grupo de feministas francesas, rescatado por Jules Falquet y Ochy Curiel, que plantean conceptos importantes como el de clase de sexo, apropiación de las mujeres y relaciones de sexaje. A través de esos conceptos se buscó desnaturalizar el sexo develando sus implicancias estructurales. En rigor, lo estructural en el caso de las relaciones de sexo no puede comprenderse solo a partir de la noción de explotación de fuerza de trabajo. En las relaciones estructurales de sexo perviven elementos asociados a la esclavitud colonial, a la servidumbre medieval y a la apropiación de los cuerpos que promueve el capitalismo, todo ello, compone lo que Colette Guillaumin llamó relaciones de sexaje. Me parecen relevantes estos planteamientos, en este momento, porque complejizan lo que se ha difundido en el último tiempo como trabajo doméstico y la función que éste cumpliría en el mantenimiento del capitalismo en tanto trabajo no pago. Claramente, Guillaumin y las feministas materialistas, nos obligan a pensar esa relación de manera mucho más compleja.
Por otro lado, se podría abordar esa diversidad teórico-programática a partir de divisiones temporales, que sin embargo son limitadas toda vez que se basan en el desarrollo del feminismo principalmente en Europa. Esto no quiere decir que las luchas que hayan emprendido las mujeres en Europa o en el primer mundo, tengan una importancia secundaria para el feminismo desarrollado en otras latitudes. Más bien se trata de dimensionar y comprender la relevancia de ese feminismo de manera contextualizada. En esta línea, se ha clasificado los cambios del feminismo a partir de “olas”. Se habla de la primera ola que se asocia a un feminismo que busca el reconocimiento de las mujeres en el mundo, se trata de esa lucha por el reconocimiento que se emprende desde la revolución francesa; una segunda ola, asociada a la lucha sufragista que busca la integración de las mujeres al orden socio político imperante y que en su momento fue sin duda radical, en muchas ocasiones se ligó fuertemente a la lucha obrera, desarrollando la acción directa y el sabotaje como forma de lucha. No obstante, es importante plantear que extender esa lucha hoy reivindicandoel voto como herramienta de lucha porque se lo debemos a las antiguas, cae en la lógica liberal y reformista; lo que implica el abandono de lecturas, posicionamientos y acciones que hoy sean radical en pos de la transformación de la situación de las mujeres y de toda la sociedad. La tercera ola, está fuertemente relacionada con aquel feminismo que surge en EE. UU y que busca destacar la diferencia que implica ser mujer. Con ello, pasan a ser relevantes las demandas reproductivas y sexuales, como el aborto. Hoy se ha tendido a hablar de una cuarta ola, con el surgimiento de movimientos contra la violencia hacia las mujeres, particularmente contra la violencia sexual.
Avanzando en ese arco feminista, es innegable que mientras en occidente se desarrollaban algunas de estas olas durante el siglo XX, en América Latina -por ejemplo- se construían también otras formas de comprender y de activar en el movimiento. Si bien en un primer momento, podríamos fácilmente ligar el feminismo que surge en estas tierras – en Chile por ejemplo- con alguna de las olas occidentales, es cierto también, que el aporte del feminismo negro norteamericano, chicano, indígena, comunitario, va solidificando particularidades socio políticas en estos territorios. Otro punto, sería mencionar la lucha de las mujeres trabajadoras que en Chile se da a través de las mutuales y mancomunales, a través de periódicos obreros femeninos, los que recibieron un tremendo impulso con la visita de Belén de Sárraga, invitada por Luis Emilio Recabarren. Con todo, quiero poner en tensión aquella superficial afirmación de que el feminismo tiene un origen burgués, tratando de deslegitimar el inmenso aporte que ha hecho en la historia de la lucha por la emancipación.
Una de las corrientes políticas más importantes a mi juicio del feminismo en América Latina, es el feminismo autónomo que surge en los noventa, y qué si bien no presenta un cuerpo desarrollado de categorías teóricas, se posiciona políticamente frente a los avances de las políticas de financiamiento a los movimientos sociales impulsadas por el Banco Mundial, y por tanto, frente a los falsos procesos de transición política post dictatoriales, particularmente en Chile. Con todo ese bagaje va planteando una mirada crítica frente al orden político institucional.
CT: Esta es la corriente que se liga con Margarita Pisano o Sandra Lidid, la que desechó participar en los gobiernos de la transición, tal como lo hicieron otras las llamadas feministas institucionales….
Nadia P.: Efectivamente. Y se puede observar que esa división de alguna manera se mantiene hasta hoy, aunque con un débil feminismo autónomo. Ese debilitamiento de la opción autónoma, tiene relación con diversos aspectos, entre ellas las tensiones internas que se manifiestan de manera muy temprana y que incidieron en el desarrollo de su fuerza, pero por sobre todo, planteo que hubo y hay una invisibilización de esta historia, de esta memoria del feminismo. El feminismo autónomo ha estado bastante ausente en las discusiones y planteamientos frente al avance de un feminismo hegemónico que pasó desde la ruptura cultural y simbólica a un conformismo con el aparato institucional.
Entonces no está demás darle unos minutos en esta conversación. Me parece relevante el feminismo autónomo porque desde su posicionamiento radical, contrario a la lucha legalista e institucional, puede otorgar un contenido y postura radical al movimiento; de hecho, muchas feministas autónomas han sido relevante en el movimiento antirracista y lésbico. Es por ello que la autonomía en tanto crítica radical a las prácticas de cooptación del Banco Mundial (esto se observa con claridad en la discusión que se da en el Encuentro Feminista Latinoamericano del año 1996 en Cartagena, Chile), y a toda aquella institucionalidad que busca domesticar las acciones de protesta social y los planteamientos que ponen en riesgo su orden, tiene la potencia de posicionarnos en una vereda del camino que va apuntalando un horizonte de transformación mayor. En otras palabras, la autonomía nos obliga a pensar y actuar por fuera del aparataje institucional y con ello, a desarrollar formas de vida, proyectos políticos de por si subversivos.
En rigor, las feministas autónomas en Chile fueron críticas acérrimas del capitalismo, del Estado neoliberal y su democracia; fueron comprendiendo, entre otros aspectos, que la lucha electoral no era una herramienta útil en una apuesta política que busca la transformación.
CT: Habrá entonces que reimpulsar el feminismo autónomo, especialmente ahora que necesitamos superar la capitulación de las corrientes institucionalistas como el caso de la dirección de la Coordinadora 8M… Pero volvamos ahora a otras dimensiones del debate teórico-programático. ¿Cómo se establece el vínculo entre las posturas anti patriarcales, anticoloniales – incluida la racialización de la que habla Quijano- y anticapitalista que los sectores más radicales del feminismo proclaman? ¿Tiene algún sentido hablar de un feminismo anti patriarcal pero no anticapitalista?
Nadia P.: En la respuesta anterior solo enuncié que las distintas corrientes del feminismo tenían relación con la visibilización de la experiencia de dominación y opresión que tienen las mujeres, y es evidente que esa experiencia es diversa y está relacionada no sólo con el patriarcado, sino también con el racismo y con la condición de clase. En este sentido, la interseccionalidad que comenzaron a plantear las feministas negras en los 70 o el entronque patriarcal como relevan las feministas en América Latina, son conceptos políticos importantes. El concepto de interseccionalidad trata de visibilizar las diferencias que va produciendo la articulación de las formas de opresión, de explotación y dominación, en la vida de las mujeres y cómo su no consideración implicaba una concepción de un sujeto-mujer homogéneo. Desde esa perspectiva, a pesar de que esta categoría – la interseccionalidad- ha sido tomada por las instituciones internacionales y por la academia, vaciándola de su peso político y más bien confundiendo su comprensión, el uso que ha tenido tanto por el feminismo negro como por el feminismo en AL ha sido relevante. Quisiera precisar de todas maneras, que esto no implica idealizar o levantar en el feminismo una suerte de victimización, o de “ranking” en torno a qué mujeres son las más violentadas por este sistema; éste uso es una reducción de la categoría que sólo sirve para fragmentar el movimiento. Lo potente de la interseccionalidad es que nos permite comprender la opresión y la dominación como una totalidad donde se potencian el patriarcado, el racismo y el capitalismo y por lo tanto, nos evidencia la complejidad que deben abordar los procesos de emancipación y cómo las relaciones sociales, la construcción subjetiva y la materialidad misma de nuestra existencia, está impregnada de todos esas dominaciones.
En este sentido, entrelazar interseccionalidad con entronque patriarcal es fundamental porque en el fondo va mostrando que si bien el patriarcado es un orden social cultural presente a lo largo de la historia, como muy bien dice Lorena Cabnal y otras feministas, en América Latina hay que comprenderlo justamente a partir de ese entronque: cómo se articulan y encajan el patriarcado pre invasivo con el patriarcado colonial, dejando como resultado una agudización de las lógicas dominación patriarcales a partir del desarrollo del capitalismo y de la racialización de la cual habla Quijano. Es decir, con la invasión se construye un entramado de poder, de jerarquías que ordenan las sociedades latinoamericanas a partir de la deshumanización, explotación y apropiación de cuerpos y vidas, de ahí el ejercicio de violencia genocida, femicida del colonialismo.
Si bien hay otros planteamientos como el de María Lugones que señalan la inexistencia de jerarquías de género en las sociedades pre invasivas y por tanto, la no existencia de orden patriarcal, lo que se podría consensuar a lo menos es que las relaciones de los cuerpos, de los sujetos, las relaciones sociales pos invasión, implican la imbricación de las jerarquías a partir de la dominación de raza, clase y género. Las diferencias jerarquizadas en las sociedades coloniales, por tanto, estarán impregnadas de racialización, misoginia y clasismo. Y esto en la actualidad pareciera ser más agudo, más violento. Por tanto, desde el feminismo, desde la lucha indígena, desde la izquierda rebelde, debemos comprender y aprehender esta dinámica de la dominación para su desmantelamiento.
Finalmente, quizás reiterar que el capitalismo supone el ejercicio de la explotación, que el orden racial supone la asignación de lo que es humano y lo que no lo es, mientras que el patriarcado se centra en la apropiación del cuerpo y de la vida de las mujeres. Por tanto, hablamos de una dominación que anuda explotación, deshumanización y apropiación de los cuerpos y las vidas. Un cóctel de violencia y de muerte.
CT: ¡Qué frase! Y que desafió, pues el cóctel que menciona usted deja fuera cualquier fundamentalismo sea de izquierda, feminista o indigenista, pues obliga a elaborar y poner en práctica una política que no puede abstraerse a esa interseccionalidad y a ese entronque patriarcal… Y teniendo a la vista esta compleja imbricación que nos plantea, una pregunta que surge para la trayectoria de feminismo en las últimas décadas: ¿Cuáles son las continuidades y rupturas entre el feminismo emergente actual y el de los años cincuenta-sesenta y/o el feminismo y las luchas de las mujeres en los años de la dictadura cívico militar?
Nadia P.: El hilo conductor, transgeneracional es el reconocimiento de nuestra condición de opresión lo que potencialmente, abre la puerta a una crítica más profunda que pone en cuestión la naturalización de un orden sexual. Ese reconocimiento entonces, en la medida en que permite avanzar la crítica, señala que la lucha por la emancipación de las mujeres tiene que relacionarse con el derrocamiento del patriarcado. Pero no se trata de un patriarcado ahistórico, sino comprendiendo la forma en que éste opera y se ‘actualiza’, sus ajustes, acordes o en sintonía con los cambios sociales, económicos y políticos.
En consecuencia, en ese reconocimiento de la opresión hay una continuidad que entrelaza la lucha feminista pero que, vale la pena relevarlo, no la hace homogénea, sino que es diversa tanto como lo es la realidad de las mujeres en cada tiempo. Como ya lo señalaba, la lucha por el voto de las sufragistas fue radical, pero hoy ya sabemos en lo que se ha transformado el sistema político, y además, tal como dice Rita Segato, podemos ver hoy con claridad que la historia del Estado es la historia del Patriarcado.
En ese sentido, la lucha feminista va adquiriendo particularidades y radicalidades de acuerdo a las condiciones históricas y a las formas que va asumiendo la dominación y la imbricación de la que hablamos anteriormente. Si bien existe continuidad en la lucha de ayer y hoy, soy bastante crítica con las características que en Chile, ha ido asumiendo una parte importante del movimiento. Pienso que hay una ruptura con la radicalidad que portaron luchas anteriores. Por ejemplo, luchar por ingresar al mercado del trabajo, por la igualdad en los salarios y por el reconocimiento mercantil del trabajo doméstico, a mi juicio es bastante limitado, de corto aliento.
En la conmemoración de este 1° de mayo, día de los y las trabajadoras, la demanda y denuncia en torno al no pago del trabajo doméstico fue bastante difundida como consigna y en ello veo el siguiente problema: la lucha por el reconocimiento de las labores domésticas en tanto trabajo implica someterlas a la lógica del capital, en otras palabras, poner el acento en el no pago tiene como lectura que su única forma de valorización sería justamente asalariarlo, entonces lo transformamos en un trabajo de corte productivo y mercantil. Ya Silvia Federici, quien fue una activa militante en los ‘70s de la “Campaña internacional salario para el trabajo doméstico”, abrió una crítica a esa demanda reflexionando en torno a sus limitaciones, crítica que por lo demás, comienza a elaborar cuando vive en Nigeria y conoce realidad de las mujeres nigerianas, esto la obliga a replantearse el concepto de trabajo doméstico y la demanda por salario. Efectivamente, al pensar el trabajo doméstico como parte del trabajo reproductivo no sólo tenemos que observar a las mujeres urbanas, sino también en particular en América Latina, a las mapuches, a las compañeras de otras comunidades indígenas, y probablemente con ello, nos daremos cuenta que su relación con esas labores cotidianas, con esas labores de cuidado, son distintas a la que nosotras hemos vivido. En rigor, el capitalismo ha desvalorizado en términos económicos, sociales y culturales todas esas actividades, pero hay pueblos que históricamente le han otorgado otro valor, un valor social y ético, por fuera de las lógicas mercantiles. Una mirada atenta, crítica y revolucionaria, entonces, mira las diversas realidades en las cuales están insertas las mujeres. Considerando entonces esas experiencias, un proyecto de vida transformador debiera comprender la relevancia sustantiva de las tareas domésticas y de cuidado, no exigiendo una valorización capitalista del mismo sino un valor ético y social por fuera de las lógicas mercantiles y propiciar con ello, su colectivización.
Volviendo a la pregunta. Me parece necesario remarcar que en muchos momentos de nuestra historia de lucha -como mujeres y feminista- se ha desplegado una acción política radical basada en la comprensión profunda de la opresión a la que somos sometidas y en cómo opera la apropiación de nuestros cuerpos y vidas, y hoy lamentablemente, veo un déficit comprensivo que anula esa radicalidad. Por ejemplo, recordar esa consigna emblemática del tiempo de dictadura “democracia en el país y en la casa”, me parece de una tremenda profundidad toda vez que comprende que la democracia no es simplemente una cuestión de electoral sino una forma de participación que debe estar impregnando toda nuestra vida; la idea de politizar los espacios donde circula la vida estaba contenido en esa consigna y desde esa perspectiva me parece radical, rebelde, desafiante para el momento que se estaba viviendo. En las últimas movilizaciones irrumpió la estética como herramienta de ruptura con el orden: intervención de monumentos, rebautizo de calles, irrupción de un cuerpo desnudo de mujer que es tabú por la hipocresía patriarcal, etc., sin embargo, éstas acciones de quiebre caen en el vació o tienen poco aliento cuando no van acompañadas de una comprensión profunda de los entramados de la dominación y cuando no son parte de un proceso de emancipación entendido éste como un proceso de construcción de un proyecto político alternativo. Claro que necesitamos una estética rebelde, es parte de la lucha simbólica, de la disputa por los sentidos, pero esa lucha debe estar inserta en un proyecto de transformación de todos los planos de la vida y para toda la sociedad. Lo anterior pasa también con la performace de “las tesis”, que fue sumamente relevante porque puso la experiencia de violencia sexual como una experiencia común del grupo de mujeres, de esa clase sexual, responsabilizando a toda la institucionalidad estatal: “El Estado violador…”, ¿pero qué pasa con esa profundidad denunciada cuando las mismas compañeras que reproducían y/o celebraban esa acción terminan participando en un proceso constituyente generado desde esa misma institucionalidad patriarcal? ¿Dónde queda la radicalidad de la acción cultural, de la estética? ¿se comprende realmente lo que implica un Estado violador?
Otra experiencia de lucha que se relaciona con lo anterior. En la actualidad existe una serie de cuerpos legales nacionales e internacionales que castigan la violencia hacia las mujeres, que pueden entenderse por cierto sector del feminismo como un logro de la movilización, y por cierto que leyes contra la violencia son logros del movimiento, pero es evidente que nada de eso ha implicado una disminución de los femicidios, de la violencia machista. Por tanto, en todo este recorrido se nos hace evidente que las luchas legalistas, por vía institucional,son limitadas y hoy se nos impone el desafío de levantar un movimiento radical justamente por el mismo fracaso de esas vías.
CT: Compañera el problema que usted señala se verifica también en otros sectores. Por ejemplo, las luchas por mejoras salariales o condiciones de trabajo, en manos del sindicalismo reformista, terminan reducidas a una pura reivindicación económica que no se plantea saltar a una lucha por la abolición de las relaciones salariales mismas. Por ello, en variados momentos históricos se han levantado organizaciones autónomas que buscan romper con este “tradeunionismo” y que engarzan las luchas económicas parciales con luchas políticas de alcance mayor: la emancipación del trabajo capitalista. Retomando entonces su análisis sobre el patriarcado y su crítica al legalismo ¿hay intentos o experiencias de ruptura con este ilusionismo institucional que profesa dicho feminismo institucional?
Nadia P.: Han existido y existen tantas experiencias que han generado estrategias de autonomía para hacer frente a las limitaciones, imposiciones y mandatos patriarcales, yo participé en la lucha por el aborto y eso no implica solamente agitación, sino que también implementar cadenas de apoyo concreto a las mujeres que quisieran abortar y eso se desarrolla gracias a la apuesta de muchas feministas que son capaces y fueron capaces de generar condiciones que funcionan a contrapelo de toda legalidad y que permiten a muchas mujeres decidir. Son esas experiencias de autogestión y autonomía que se pueden poner también al servicio de un proyecto mayor, porque son necesarias en una construcción que busque la emancipación de todas y todos.
Foto: Nadia Poblete y compañeras de la colectiva Nosotras Decidimos en acción por la despenalización social del aborto fuera del Hospital Van Buren, Valparaíso, mayo 2017.
En ese sentido, remarco que la lucha feminista autónoma -como ya lo señalaba- nos pone en una vereda de lucha donde es necesario ir avanzando en propuestas de recuperación de la soberanía de nuestras vidas, es decir, implica generar nuestros caminos, nuestras respuestas a los problemas que vivimos. Para ello, creo que hoy es fundamental potenciar ese feminismo autónomo, pero de la mano con las luchas populares; hoy me parece que debemos avanzar en unidad y en esa línea, un separatismo que no es capaz de relacionarse con otras luchas me parece cae en una ortodoxia sin sentido. Si bien las mujeres necesitamos espacios propios para reconocer cómo actúa el patriarcado y reconocerlo en nuestra propia construcción en tanto mujeres, nuestro proyecto político debe tener como estrategia sustantiva el anudamiento con las luchas populares,porque nuestro horizonte rebelde es la transformación de la sociedad toda y esto es urgente. No debemos estar ancladas a fundamentalismos, tenemos que poner en acción esa autocrítica permanente que el feminismo ha desarrollado de tal manera de comprender que hoy nos jugamos la posibilidad de la mantención de las vidas. El feminismo es un componente más del proyecto revolucionario, no es el único y tampoco el central, así como tampoco lo son la lucha anticapitalista o la antirracista por sí solas, son todas ellas a la vez.
Y en este sentido, creo que hay un olvido, una invisibilización de la lucha feminista autónoma desarrolla en los noventa. Las feministas que hoy tienen tribuna en los medios de comunicación, por lo menos en el caso chileno, no hablan, no se refieren a esa parte de nuestra historia, las compañeras universitarias me parece que no conocen esa historia. Entiendo que esa no referencia, esa omisión, que hace por ejemplo, la coordinadora feminista 8M, es porque su opción hoy, después del 18 de octubre, es institucional, de defensa del modelo político liberal y de la lógica de lo posible -denunciada ya en los noventa por Ximena Bedregal feminista chilena y precursora del feminismo autónomo-, sean conscientes o no de ello.
Por otra parte, es verdad que hoy no existe un movimiento autónomo como tal en el feminismo, que existen compañeras feministas sueltas que por ahí se definen a partir de la autonomía. No obstante, volver a esa parte de nuestra historia y rescatar esa postura me parece sustantivo, porque justamente, creo que la apuesta en la que hay que poner todas nuestras energías, es aquella que avanza por abajo y a contrapelo de la institucionalidad y desde ahí dialogar y articular esfuerzos con los sectores que apuestan a la construcción de lo que en la izquierda se ha llamado poder popular. Hay una relación, sin duda, entre los planteamientos del feminismo autónomo y el desarrollo de poder popular.
Haciendo practica lo dicho, durante este último tiempo he estado involucrada y comprometida con el proceso que diversas asambleas y organizaciones populares comenzaron a levantar desde febrero de este año en Concepción. Lo que hasta el momento se denomina Nuevo Referente Político Social, RPS. Desde esta experiencia se está planteando un tipo de construcción autónoma. Sería muy importante, lograr articular a un movimiento popular con esas características, es decir que rechace tajantemente los caminos institucionales y que se sienta capaz de construir desde el pueblo un proyecto realmente transformador, y en ello, sin duda, las feministas comprometidas con la lucha popular tenemos un importante papel que jugar.
América del Sur/Chile/14-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl
El Colegio de Profesoras y Profesores de Chile llama a toda la ciudadanía a participar de las elecciones de este sábado y domingo y, en particular, llama a votar por las candidatas y candidatos de la organización docente en todo el país, como una forma de apoyar las demandas de los movimientos sociales y conseguir una Nueva Constitución que permita un país más democrático, justo y con derechos sociales.
Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/05/12/magisterio-llama-a-votar-por-las-candidatas-y-candidatos-del-profesorado-a-la-convencion-constitucional/
La política de “diplomacia pública” que el Gobierno sionista ha ordenado llevar adelante, como parte del proceso de limpieza de imagen y maquillaje de su régimen, implica la compra de voluntades y búsqueda de apoyos en organismos internacionales, Gobiernos, parlamentarios y líderes de opinión,
Estos, suelen ser bien recompensados por este sostén desvergonzado a favor de una entidad, que comete crímenes de guerra y lesa humanidad. En ese plano y como parte de su proceso de conversión política, desde el progresismo y solidaridad con los pueblos, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) el uruguayo Luis Almagro, termina de completar su proceso de conversión y asimilarse a un Yanacona (1) al sumarse al sionismo en Latinoamérica, para desinformar, manipular y encabezar una guerra política contra los movimientos de la resistencia a esa política en el continente y también en Asia occidental, que combaten el sionismo y su política de colonización y ocupación de Palestina. Ello, junto a sus acciones desestabilizadoras y agresiones contra el Líbano, Siria, Irak, Irán y su respaldo a la monarquía saudita en sus crímenes contra el pueblo de Yemen.
El día 25 de abril de este año 2021, en una reunión virtual sostenida con los embajadores del régimen israelí en Latinoamérica, el mencionado secretario general de la OEA volvió a situarse en la vereda de las narrativas fantasiosas del sionismo y su narrativa respecto a la presencia del Movimiento de Resistencia islámica de El Líbano (Hezbolá) en territorios de nuestro continente.
Almagro, para dar satisfacción a sus interlocutores volvió a reflotar y a reavivar los fuegos anti-movimientos de resistencia repitiendo los hechos de la AMIA y la embajada sionista en Buenos Aires. Volver a reflotar este tema, que ha servido para la persecución de la comunidad libanesa en Argentina, la manipulación y desinformación de los medios impresos y televisivos argentinos es seguir con esta cantinela, que no se sostiene.
La sociedad israelí, aquella parte minoritaria que suele expresar su rechazo a la política sionista, que conoce la conducta criminal y corrupta de sus Gobiernos debe exigir que la justicia (si es que ella tiene algún representante que pueda ejercerla) centre sus pesquisas en las propias oficinas del Mossad y sus vínculos con otras agencias desestabilizadoras propias o de los países donde actúa y no cabe duda, que saldrá a relucir la clásica especialidad sionista: los atentados de bandera falsa.
Y sobre Hezbolá, los embajadores del régimen israelí en nuestros países latinoamericanos deben advertirle a Almagro, que la forma de enfrentar a la resistencia no es como antaño. En la campaña contra este movimiento de resistencia, el sionismo ha tomado buena nota que no puede seguir provocándolo. Tener presente que las fuerzas de Hezbolá (que no son niños ni mujeres desarmadas) le ha propinado al ejército ocupante israelí dos derrotas de envergadura a sus afanes agresivos. Primero, el año 2000 cuando logra la expulsión de las fuerzas militares sionistas que ocupaban el sur de El Líbano y el año 2006 en la Guerra de los 33 días, que significó el fin del mito de la invencibilidad de las tropas, medios y potencia militar del ente infanticida.
Con un Israel corriendo a refugiarse tras la línea de separación entre El Líbano y la Palestina histórica ocupada, gritando a los cuatro vientos que la ONU interviniera para facilitar un cese al fuego. Con toda seguridad el converso secretario general de la OEA ignora esta situación y sus asesores tienen el deber, ya sea callarlo o simplemente señalarle, que su verborrea pro-sionista lo hace cómplice de una entidad acusada ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y lesa humanidad. Criticada, igualmente, por crímenes de apartheid por la organización Human Rights Watch.
Almagro el converso
Ayer por Palestina hoy pro-sionista. Un Luis Almagro otrora integrante del llamado sector progresista en Latinoamérica, que hoy devino en coordinador de cuanto proceso de desestabilización se da curso contra Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Cuba. Tinta fresca para firmar todo lo que sea un llamado al golpismo que se desate en nuestro continente.
Exintegrante del Frente Amplio uruguayo, un personaje que tras su elección como secretario general de la OEA se ha transformado en el corifeo golpistas de Washington en Latinoamérica, centrando sus ataques contra Venezuela, en alianza con el narcoestado colombiano. Coordinando al ultraderechista Grupo de Lima y con ello todos los vínculos que esos Gobiernos han establecido con Israel en materia de venta de armas, asesoría en la represión de los movimientos sociales, entrenamiento paramilitar y todo aquello que el sionismo vende como si fuesen caramelos en el quiosco de la esquina.
En la reunión virtual que he mencionado, los representantes diplomáticos del régimen israelí, no le recordaron a Almagro el converso, que hace sólo una década atrás, cuando ocupaba el cargo de canciller del Gobierno del expresidente uruguayo José Mujica, en abril del año 2012, se expresó ante el medio Semanario Hebreo, muy duramente ante los crímenes cometidos por sus actuales amigos. En aquella entrevista (2) Almagro reafirmó y explicó la posición de Uruguay ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde se aprobó una investigación en el caso de los asentamientos sionistas en Cisjordania y su incidencia en los derechos humanos del pueblo palestino.
El excanciller aseguró, en aquella oportunidad, que el caso de Israel tiene «especificidades que justifican la postura de Uruguay. Hay una particularidad en el caso de Israel-Palestina. Hay un país que Israel no reconoce como país, que no actúa como su par, hay una definición política de Israel de mantener su prevalencia política sobre Palestina. Eso es obviamente lo que le da a este caso en términos políticos especificidades prácticamente únicas. Hay un país que está oprimido. Esa es una realidad política que es muy difícil de soslayar al momento de tomar resoluciones. Israel ocupa otro territorio, esa violación de derechos humanos es sobre la población de otro país, hay una voluntad de someter políticamente a otro país. Entonces uno ve la violación de derechos humanos y políticos en su máxima expresión. Esa es la linealidad conceptual con la que nos manejamos».
Ese Almagro, cinco años después, ya como secretario general de la OEA visitó la Palestina histórica ocupada, que el sionismo llama Israel y expresó: “Israel representa un increíble ejemplo de un pueblo superando dificultades extraordinarias para construir una sociedad próspera y vibrante enraizada en los principios de la libertad y democracia”. Cuando haya que ejemplificar un converso, Almagro es la figura y ejemplo perfecto.
El pasado de Almagro no le interesa al sionismo pues ahora es lo que se denomina “un tonto útil”, un personaje que le favorable para su política de infiltración en Latinoamérica. Un personaje que adquirió la maldición de malinche y contagiado con el virus Sion 48. Un Almagro que recibió palmaditas cariñosas, una de ellas del representante de la Cancillería israelí para América Latina, Modi Ephraim, que destacó el acuerdo con los países de Latinoamérica y el Caribe para combatir la presencia de Hezbolá y toda expresión de antisemitismo (en verdad no existió acuerdo alguno pues Almagro no representa a los Gobiernos latinoamericanos, una muestra más que evidente de lo sibilino que es el sionismo para expresar lo tratado y las conclusiones de sus reuniones conspirativas).
Lo esencial de este encuentro con Almagro es que queda en evidencia el entreguismo de ciertos políticos latinoamericanos, los judas, capaces, por unas monedas de plata de servir como yanacona al sionismo, permitir la infiltración de este régimen corrupto, para poder desarrollar políticas donde desarrolle sus intereses: venta de armas, espionaje, seguridad, ciberseguridad y por supuesto la lucha contra lo que denomina el antisemitismo y la lucha contra los movimientos sociales, Indígenas, contrarios a los Gobiernos aliados de Tel Aviv.
Almagro, según Ephraim “también habló mucho de la situación acá en América Latina, en la región, la crisis en Venezuela, expectativa de la cooperación con la administración de Joe Biden en América Latina. Fue una conferencia muy positiva, muy interesante con un plan de trabajo en todos los aspectos con el continente”. A confesión de parte relevo de pruebas se dice en el mundo de las leyes y las palabras de Ephraim, Almagro y los embajadores del sionismo en Latinoamérica, son la muestra evidente que todo termina conociéndose por más peticiones de mantener en reserva determinadas reuniones telemáticas, con acceso restringido en base a un código. Incluyendo en este conocer, la labor de los yanaconas como Almagro que causan un daño enorme a nuestras sociedades y que en estos días de incremento de los crímenes del sionismo contra el pueblo palestino prefiere estar de bajo perfil, que suele ser la conducta habitual de aquellos cómplices de un régimen como el de Israel.
1. Yanacona Del quechua yanakuna En el imperio inca, persona sin ayllu que trabajaba en régimen de esclavitud. Con el tiempo pasaron a ser servidores personales del Inca. Se denominaba también, despectivamente a aquellos indígenas que al contrario de su pueblo en lucha servían como tropas auxiliares de los conquistadores españoles.
2. Ana Jerozolimskiuruguaya (de origen polaco)actual colona radicada en al Quds desde el año 1979. Redactora Responsable de «Semanario Hebreo» señala con respecto a esta entrevista con Almagro que “el detonante de este reportaje fue la polémica que despertaron las recientes votaciones de Uruguay en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas: aprobando una investigación en el caso de los asentamientos israelíes y su incidencia en los derechos humanos palestinos.
Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Sionismo-Alianza-con-Luis-Almagro-el-Yanacona-20210511-0001.html
Profesoras a la constituyente: Luchan contra la educación de mercado y para que se escuche la voz de las mujeres trabajadoras
Galia Aguilera y Patricia Romo, dos profesoras que se postularon al proceso constituyente, por la región de Antofagasta, son un ejemplo de años de lucha contra la educación de mercado y por las reivindicaciones de las y los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Dos trabajadoras de la educación, ambas profesoras, toman en sus manos el desafío de poder llegar a ser parte del proceso constituyente, postulándose por la región de Antofagasta. Las dos con años de trayectoria de lucha en diferentes sectores de trabajadores.
Por su parte, Patricia Romo, quien fue presidenta del Colegio de Profesores comunal Antofagasta, y que actualmente se mantiene en la directiva, dio largas luchas buscando la unidad de los diferentes sectores de los trabajadores de la educación, dando cara contra la burocracia sindical.
Galia Aguilera, delegada sindical del Colegio España, ha buscado el fin de los despidos y de la precarización laboral, tanto la vivida por los trabajadores de la educación, como en otros rubros, como fue en la lucha contra los despidos en el Ferrocarril Antofagasta Bolivia, perteneciente al grupo Luksic.
Ambas se mantuvieron activas en la lucha docente, a fines del año 2014, en el cual los docentes pararon por una agenda de 5 puntos con el gobierno, en donde nació el «Movimiento de profesores indignados», en el que los docentes se autoorganizaron con cientos de profesores en asambleas, siendo ambas delegadas en dicho proceso. De aquí salió una mesa de trabajo donde viajaron a Santiago para poder luchar, y al año siguiente, en el 2015, también hubo un paro de profesores por la carrera docente donde fueron partícipe ambas profesoras.
A fines del 2015, Patricia Romo fue desvinculada de su trabajo por su rol en la organización docente, no obstante, se dio toda una pelea en el 2016 por su reincorporación, la cual se logró, conquistando además la presidencia del Colegio de Profesores, comunal Antofagasta.
Además, las dos profesoras fueron parte de la lucha de los portuarios, de la lucha contra los despidos en el Ferrocarril y de diferentes peleas de trabajadores, buscando siempre la organización y coordinación con otros trabajadores para acabar con la precarización laboral, los sueldos de hambre, y este sistema que busca enriquecer a unos pocos, y aplastar a la clase trabajadora y las familias.
Patricia Romo, nos comenta que “si la clase trabajadora en Chile está precarizada, aún más lo están las mujeres trabajadoras. Escasas veces se nos respetan nuestros derechos maternales, sufrimos un triple agobio laboral y la tasa de ocupación laboral en el último tiempo durante la pandemia ha retrocedido enormemente. Es momento de que las mujeres nos levantemos y nos organicemos por la reivindicación de todos nuestros derechos, poner freno al agobio laboral y doméstico, y la violencia de género que aumenta gravemente en tiempos de confinamiento y cuarentena.”
Galia Aguilera, por su parte, nos expresa que “soy profesora de Historia, he luchado durante años por la educación pública, gratuita y de calidad. He participado en diversas luchas y movilizaciones exigiendo mejores condiciones laborales. Porque para conseguir nuestras necesidades, es fundamental la unidad entre todos los trabajadores”.
Ambas profesoras son parte de la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase y del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), y señalan que su participación en el proceso electoral es para que exista una voz del pueblo trabajador, y no de los mismos políticos de siempre, que deciden para sus bolsillos y el de los poderosos.
Fuente de la Información: http://www.laizquierdadiario.cl/Profesoras-a-la-constituyente-Luchan-contra-la-educacion-de-mercado-y-para-que-se-escuche-la-voz-de
América del Sur/Colombia/07-05-2021/Autor(a) y Fuente: Asociación Casa Cultural “el Chontaduro”
Asociación Casa Cultural “el Chontaduro”
Santiago de Cali-Valle
Colombia
S.O.S – Acción Urgente
A los Pueblos del Mundo
Voces de Mujeres del Oriente de Cali
Hacemos un llamado urgente al apoyo internacional, de los amigos, amigas y organizaciones de derechos humanos, porque el Estado colombiano nos está masacrando. Líderes y lideresas comunitarias, jóvenes y menores de edad han sido víctimas de la fuerza pública por orden del presidente de la república, Iván Duque Márquez, el ministro de defensa y gobernantes locales, quienes han desplegado el cuerpo armado contra los manifestantes del Paro Cívico, sin importar que estos últimos están desarmados, protestando pacíficamente.
El Paro Nacional comenzó el 28 de abril de 2021, organizado principalmente por jóvenes, estudiantes, comunidades negras, indígenas, campesinas y organizaciones comunitarias, quienes indignadas por las injusticias sistemáticas de los gobiernos han levantado sus voces, han enfrentado los miedos para decir ¡basta! Protestamos para impedir una reforma tributaria que nos aprieta y nos pone a pagar los desfalcos de la corrupción, la desfinanciación del país y los gobiernos ineficientes; para desmontar una reforma laboral que sigue ahondando la brecha entre ricos y empobrecidos; para deshacer una reforma de salud que nos deja morir y deteriora y cierra los hospitales públicos; para prevenir una reforma pensional que, en lugar de propiciar bienestar, desprotege a los/as adultos/as mayores. Las voces de los pueblos y comunidades exigen reformas construidas con participación amplia de todos los sectores y grupos sociales del país, la renuncia del presidente y otros gobernantes corruptos que no tienen criterios para gobernar.
El Estado no escucha la voz del pueblo, solo asesina, en nombre del orden público. Según las palabras del general Luis Fernando Navarro Giménez, ellos están en una misión de Asistencia Militar, la cual tiene por objetivo, salvar vidas, posibilitar la convivencia y proteger el derecho de la ciudadanía a los servicios esenciales. Nosotras las mujeres de organizaciones comunitarias del Oriente de Cali le preguntamos al general: ¿quiénes son los que tienen esas posibilidades de las que usted habla?
De acuerdo a datos publicados por Indepaz1 relacionados con violencia policial, entre el 28 de abril y el 4 de mayo (6 p.m) del 2021, se reportan 31 personas asesinadas; 8 casos de violencia sexual hacia mujeres; 1.220 heridos (pueden ser más); 87 desaparecidos; 18 víctimas de heridas en los ojos; 200 agresiones por la policía; 1.565 hechos violentos (podrían ser más); así mismo, en relación con asesinatos perpetuados en Cali se registran 24, de ellos dos menores de edad y el resto entre jóvenes y adultos jóvenes. .
Entre el lunes 3 y la madrugada del martes 4 de mayo, las organizaciones de la sociedad civil, grupos organizados y comunidad en general, quienes se encuentran en los puntos de concentración y resistencia del paro, han reportado audios y videos donde muestran cómo la policía les está atacando con gases lacrimógenos y armas de fuego, sin importar que están desarmados con las manos levantadas en señal de indefensa. Las imágenes en redes sociales, fuentes que han servido para documentar a veces en vivo y en directo, evidencian las numerosas personas heridas y asesinadas.
Preguntamos, general Navarro ¿a quiénes usted les salva la vida?, ¿a quiénes está protegiendo para qué tengan los servicios básicos, si más de la mitad de la gente está en las calles, re-existiendo, levantando la voz, con cantos, música, performances, cacerolazos, exigiendo justicia?
Presidente, Ministro de Defensa, Gobernadora del Valle del Cauca y Alcalde de Cali ¿acaso somos sus enemigos y enemigas de guerra?, ¿cuándo van a parar los helicópteros, los gases lacrimógenos, las ametralladoras, los fusiles? ¡Exigimos que paren de asesinarnos!
Convocamos el apoyo internacional porque la fuerza armada publica de Colombia no está respetando ni siquiera la misión humanitaria nacional que acompaña a la movilización; están cometiendo actos de vandalismo para luego culpar a la población manifestante. Miembros de la policía y el ESMAD han quemado casas, edificios, automóviles, motocicletas y hasta plazas de mercado público. En Cali, por ejemplo, quemaron la galería Santa Helena, uno de los mercados donde la gente empobrecida se abastece de alimentos.
Es urgente que el mundo se entere de lo que está pasando en Colombia y que nos ayuden a proteger a nuestras comunidades, niñas, niños, jóvenes, mujeres, líderes y lideresas quienes han resistido al terror estatal en las calles. Por favor, apóyenos difundiendo estos mensajes, solicitando veeduría internacional, exigiendo garantías del respeto a los derechos humanos y aportando medicamentos para atender a las personas heridas en los puntos de concentración y resistencia.
#ParenLasMasacres
#ParoNacional2021
#CaliResiste
1 Fuentes: Defensoría del Pueblo, Plataforma GRITA, Temblores ONG y Red de DDHH Francisco Isaías Cifuentes; Campaña Defender La Libertad de Prensa.
América del Sur/Chile/07-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl
Hace tres días las profesoras y los profesores del Liceo Las Araucarias de la comuna de Curacautín, Región de la Araucanía, iniciaron una movilización debido a que el Estado no ha reembolsado el dinero invertido por los propios docentes para tener acceso a internet y así poder realizar sus clases.
Makarena Díaz Ramírez, profesora de inglés del liceo, quien ha estado en la primera línea de esta demanda entrega más detalles: “Desde el 13 de marzo del año pasado los profesores de Chile estamos financiando la educación pública, sacando plata de nuestros propios bolsillos, a pesar de que es función del sostenedor proveer los servicios mínimos para realizar nuestras clases”.
Curacautín es una zona cordillerana, donde las señales de internet son débiles por lo que dada la contingencia sanitaria la mayoría de los docentes tuvieron que contratar fibra óptica para garantizar la ejecución de sus clases. Esto pese a que en el Dictamen N°55 del 29 de julio del 2020 la División de Educación General del Ministerio de Educación aseguró que esa inversión sería reembolsada a los docentes, cuestión que aún no ha sucedido.
Gerson Lizama, Presidente del Comunal Curacautín del Magisterio, añade: “En marzo de este año, tras una reunión con representantes del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), se comprometieron a hacer las gestiones para hacer el reembolso por el pago del servicio de internet a más tardar en el mes de abril, lo que no se cumplió. Por lo que nos hemos visto obligados a recurrir a la Contraloría General de la República, y mientras no tengamos respuesta los docentes del Liceo Las Araucarias seguirán movilizados”.
Una de ellas es la profesora Makarena quien afirma: “Creemos que es suficiente, este no es un tema de vocación y compromiso, al contrario, creemos que son cosas que se deben subsanar, lo que les pasa a los profesores de Curacautín es la punta del iceberg de un problema mayor a nivel país pues también a los estudiantes no se le están entregando todos los recursos para que tengan acceso a sus clases y esto es porque de parte del Gobierno todas las respuestas llegan tarde”.
Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/05/05/desde-el-inicio-de-la-pandemia-los-profesores-estamos-financiando-la-educacion-publica/
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