Page 53 of 323
1 51 52 53 54 55 323

Organizaciones de la sociedad civil anuncian proceso de diálogo para reflexionar sobre la educación en Chile

Iniciativa, impulsada por más de 20 instituciones educativas, busca que los establecimientos y miles de personas autoconvocadas a nivel nacional, discutan y analicen los desafíos del sistema educacional.

América del Sur/Chile/Elmostrador.cl

Con el apoyo transversal de autoridades, organizaciones de la sociedad civil y líderes de opinión, este lunes se dio el puntapié inicial de “Tenemos que Hablar de Educación”, un espacio de diálogo y encuentro que busca posicionar a la educación como una temática relevante dentro de la agenda país y generar una hoja de ruta para el diseño de futuras políticas públicas.

El espacio es impulsado por Acción Colectiva, una alianza entre más de 20 organizaciones de la sociedad civil –comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva–, y cuenta además con el apoyo de Fundación Mustakis y el respaldo de Unicef. Este proceso se enmarca dentro del proceso de diálogo “Tenemos que Hablar de Chile”, una plataforma de encuentro colaborativo de incidencia ciudadana impulsado por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile.

“Nos encontramos en un periodo inédito a nivel mundial. En este contexto la educación juega un rol central. Hoy más que nunca es pertinente preguntarnos por el sentido y el tipo de educación que como sociedad estamos entregando a las presentes y futuras generaciones. A través de este proyecto buscamos que cientos de establecimientos educativos –representativos de todo el país– y miles de personas autoconvocadas puedan analizar y discutir los grandes desafíos en materia educacional”, destacó el director ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker.

En la misma línea, la directora ejecutiva de la Fundación Educación 2020, Alejandra Arratia, relevó que “desde Acción Colectiva vemos que uno de los principales desafíos en materia de educación es articular esfuerzos desde los distintos sectores para promover una agenda de largo plazo, con mirada sistémica, que aborde los grandes desafíos que tenemos y así fortalecer la experiencia formativa y los aprendizajes de los y las estudiantes. En esto, creemos que la forma de hacerlo es con mayor colaboración, sumando esfuerzos colectivos, para lo cual espacios de diálogo y participación como el proceso Tenemos que hablar de Educación son fundamentales”.

Metodologías de participación

El proceso contempla distintas etapas de participación que se desarrollarán durante 2020 y 2021. La primera, se realizará a través de la Consulta Ciudadana disponible para todos y todas quienes estén interesados en participar en el sitio web de Tenemos que Hablar de Chile.

Por otro lado, los establecimientos educativos de todo el país podrán generar sus propios espacios de diálogo y reflexión, en sus establecimientos, a través de un kit de participación que podrán descargar desde el sitio web de Tenemos que Hablar de Educación. “Con este proceso buscamos levantar la voz de los protagonistas de la educación en Chile, las comunidades escolares. Son ellos quienes mejor conocen sus necesidades y oportunidades. Escuchando sus voces podremos pensar en la educación del mañana desde distintas realidades y contextos pedagógicos, lo que sumado a los contextos nacional, global e histórico, logra una mirada sistémica a los desafíos en educación”, puntualizó el director ejecutivo de Enseña Chile, Tomás Recart.

Respecto a la sistematización y análisis de los resultados de ambos procesos, la investigadora del CIAE de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Educación, Beatrice Ávalos explicó que “este proceso de diálogo, nos permite evaluar lo que está sucediendo y a partir de allí diseñar la nueva enseñanza para todos y todas que recoja diferencias, promueva capacidades y ayude a superar las dificultades”.

Apoyo transversal

Respecto al proyecto, el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, recalcó la importancia de impulsar procesos de diálogo en materia educativa.

“Es a través de la educación que vamos a poder generar un nuevo encuentro y realidad social en nuestro país, por lo que a través de una amplia conversación se debe entender, analizar y ver el tipo de educación que queremos para las futuras generaciones. Una educación en la cual es clave la interacción entre la familia y los profesores, esta es una alianza que se debe fortalecer, a través del diálogo, el conocimiento y la interacción permanente”, expuso Ignacio Sánchez.

Por su parte, Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile afirmó que “el estallido social y la pandemia han hecho ineludible la necesidad de hacernos cargo de la desigualdad que existe en nuestro país. Es algo que Chile debe enfrentar de manera colectiva y todos tienen que ser invitados a sentirse parte del problema y de la solución. La educación, y sobre todo la educación pública, es la instancia clave para lograr esa cohesión social y ese sentimiento de ser parte de un proyecto compartido”.

Este proceso de diálogo y reflexión concluirá con una sistematización de las respuestas a cargo de la Universidad de Chile, generando los lineamientos para el diseño de futuras políticas públicas educativas.

Acción Colectiva por la Educación es una alianza entre organizaciones de la sociedad civil comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva. Esta organización busca promover un esfuerzo colectivo capaz de generar una agenda educativa a largo plazo, trabajando con el Estado, independiente del gobierno de turno, desde el conocimiento y la experiencia en terreno, para generar un cambio educativo a gran escala.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/07/13/organizaciones-de-la-sociedad-civil-anuncian-proceso-de-dialogo-para-reflexionar-sobre-la-educacion-en-chile/

Comparte este contenido:

Profesores al borde de un ataque de nervios

Por: Carlos Pérez y Rosario Mendía.

Los más de 100 días de educación a distancia empiezan a tener consecuencias en los docentes a nivel nacional. Reportan que entre encuentros de Zoom y mensajes de WhatsApp en las horas más insólitas han empezado a experimentar cuadros de estrés, insomnio, caídas de pelo y problemas cutáneos. Coletazos de una nueva normalidad lejos de las aulas que, por lo menos para ellos, no parece tener mejoría en el corto plazo.


Como una forma de contribuir a la información de calidad en un momento de crisis, La Tercera ha liberado de su muro de pago toda la información sobre la pandemia del coronavirus. Si quieres respaldar nuestro trabajo, te invitamos a suscribirte hoy.

Francisca es profesora jefe de prebásica en un colegio particular en Lo Barnechea. Hoy realiza 11 clases online a la semana, además de elaborar un cuadernillo, un video con ejercicios, guías para los alumnos, planificaciones semanales e informes para las familias. Normalmente, ella llegaba a las 7:50 a.m. al establecimiento y se iba a las 13:30 horas, menos un día que salía a las 5 p.m. “Ahora puedo estar hasta las dos de la mañana en el computador”, cuenta la docente, quien agrega que la pandemia le dio un giro radical a su rutina. “Quiero renunciar día por medio”, dice, más en serio que en broma.

”El primer mes y medio no dormía nada, de angustia, de no saber cómo funcionan las cosas, de no poder hacer participar a todos los niños, de no alcanzar a hacer las cosas”, confiesa Francisca. En julio, afirma, ya logra conciliar el sueño, pero todavía no descansa: “Me despierto en la mitad de la noche porque pienso, ‘¿agendé bien la clase?, ¿pedí los materiales correctos?’. O se me ocurren ideas, entonces me levanto de la cama y las anoto en post-it”, cuenta.

Testimonios como el de Francisca no son difíciles de encontrar en los establecimientos del país. La mayoría, eso sí, pide anonimato por temor a represalias, algo que se da sobre todo en colegios particulares pagados, donde la amenaza de los apoderados de dejar de pagar la mensualidad, por los cambios en el “servicio” entregado, han hecho que las escuelas les exijan a los docentes duplicar y a veces triplicar las clases en línea para así justificar el cobro.

Una encuesta hecha por el portal Educar Chile, respondida por 1.051 docentes y educadores entre el 19 de mayo y el 5 de junio, reveló que el 23% de ellos asocia la implementación de la educación a distancia con un estrés constante y un 20%, con aumento de presión.

“Mi sensación no es cansancio, es insipidez de sentir que estás haciendo lo mejor y le puedes dedicar toda tu cabeza, pero sientes que igual te quedas a medias”, dice la profesora Teresita Caraccioli.

“Como estado emocional, los profesores en general tienen preocupación y ansiedad”, explica la antropóloga Ana María Raad, exdirectora del portal Educar Chile y hoy al frente de EcosiSTEAM, un programa de la Universidad de Harvard para acelerar el aprendizaje. Para ella, esta realidad se da por la “combinación de rutinas, el aumento de la carga laboral y mucho tiempo de estarse adaptando y reinventándose sin mucha claridad tampoco de cuál es el siguiente paso”.

Teresita Caraccioli es profesora de Biología del Liceo Amanda Labarca, en Vitacura, donde hace clases en seis cursos entre quinto básico y cuarto medio y, también, lleva la jefatura de un segundo medio. Ella además de ser docente es madre de Tomás, de apenas un año, y cuenta que se despierta todos los días a hacer clases y organizar su material mientras su pareja cuida a su hijo. “Cuando uno está con él, el otro está trabajando y cuando el otro está trabajando, uno lo cuida. Y después hay que hacer las cosas de la casa: aseo, lavar la ropa, cambiar las sábanas…”, así dice que se le pasa el día.

Pero a pesar de que la suya es una rutina de locos, cree que el cuerpo no le ha pasado aún la cuenta: “Mi sensación no es cansancio, es insipidez de sentir que estás haciendo lo mejor y le puedes dedicar toda tu cabeza, pero sientes que igual te quedas a medias”.

La culpa

Raúl -quien no se llama así, pero pidió ser identificado con ese nombre- llegó en marzo desde Santiago a trabajar en un colegio subvencionado de Alto Hospicio. Si bien no era su principal motivación para irse de la capital, su nuevo plan de vida consideraba disfrutar de la playa y el clima de Iquique, pero nada fue así. “Pensaba meterme en un deporte playero, pero hoy sólo pensar en bajar a la playa me distrae”, cuenta, y agrega que desde que llegó a esta ciudad sólo pudo pisar un día la arena, un domingo de marzo cuando recién habían comenzado las clases.

“Ha sido muchísimo trabajo, yo diría que el doble o el triple de lo habitual”, opina Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores.

En su establecimiento la mayoría son alumnos de escasos recursos, que muchas veces presentan problemas de conectividad en las clases a distancia. “Me estresa enseñar así, es una pega super de asistente social porque tienes que estar ‘persiguiendo’ a las familias, ya que hay algunas que tienen un montón de problemas. Hay mamás que me dicen que no tienen cómo conectarse a la plataforma del colegio, porque es pagar internet o la luz. ¿Cómo no le voy a decir que no se preocupe por las tareas de su hija?”, reconoce, al reflexionar sobre el escenario que ha extendido sus jornadas de trabajo. “Estoy viviendo con culpa. Cada vez que quiero ver una película ya son las 10 de la noche, pero estoy subiendo algo del colegio”, explica.

Este tipo de reportes han llegado al Colegio de Profesores. Según Mario Aguilar, presidente del organismo, esto sucede porque nadie -ni el Ministerio de Educación ni los sostenedores ni los profesores ni los alumnos-, estaba preparado para la educación a distancia, lo que ha resultado en más trabajo para los docentes. “En los hechos, el profesor trabaja y sigue conectado a veces hasta altas horas de la noche, porque hay familias donde los padres trabajan y en la noche recién pueden consultar, llamar, enviar un WhatsApp o un correo electrónico y hay que responder. Ha sido muchísimo trabajo, yo diría que el doble o el triple de lo habitual”, opina Aguilar.

El dirigente dice que si bien no manejan cifras sobre la incidencia del estrés o de licencias médicas en el profesorado, éstas deberían aumentar en relación con el período anterior a la pandemia. “Preliminarmente, me atrevería a decir que va a haber un alza en las tasas habituales de licencias médicas porque se está reportando muchísimo estrés, agobio, agotamiento y cansancio”, comenta.

Alguien que podría engrosar este registro es Alejandra, guía de salón -algo así como la profesora jefe- en el preescolar de un colegio Montessori del sector oriente de Santiago. Ahí ha debido adaptarse, modificando su metodología de educación a la pantalla y lidiando con padres que reclaman que el trabajo que hace es insuficiente para educar a sus hijos, una dinámica que ha impactado en su salud. “Me ha generado un montón de alergias, me ha dado dermatitis nerviosa, se me empezó a caer el pelo, duermo mal todas las noches y tengo como un cansancio generalizado”, reconoce la docente, quien para contrarrestar estos problemas comenzó a meditar y a hacer rutinas de ejercicios de media hora.

”Creemos que el uso de las tecnologías de teletrabajo va a generar también un compromiso mayor de la salud mental de los profesores”, opina Dante Castillo.

Ella dice que detenerse tampoco es una alternativa, porque de la dirección del colegio le piden atender las solicitudes de los padres sin mucha posibilidad de queja. “Al final tengo la presión de que esto tiene que salir sí o sí porque necesito la pega. Esa es una de las grandes presiones que tenemos hoy los profesores porque nadie puede decirle que no al trabajo”, explica.

Si bien no existen cifras sobre el momento de la salud mental de los profesores, pronto las habrá gracias a un estudio pedido por el Colegio de Profesores y que está realizando el sociólogo y doctor en educación Dante Castillo, director del Centro de Estudios e Investigación Enzo Faletto de la Facultad de Humanidades de la Usach. Ahí medirán dos tipos de expresiones sicosociales en los docentes: la tecnoansiedad -la vinculación emocional con el uso de las tecnologías- y la tecnofatiga -los sentimientos de cansancio y agotamiento mental y cognitivo asociados a su uso-.

Las preguntas se les están haciendo llegar actualmente a profesores de educación básica y media de establecimientos municipalizados, subvencionados y particulares pagados y los resultados que serán publicados durante este mes serán homologables a trabajos que se están haciendo en universidades de España, Francia y Brasil. Castillo cuenta que hizo un estudio preliminar en noviembre del año pasado, en el contexto del estallido social cuando algunos establecimientos debieron recurrir a clases online. Los resultados mostraron que un 11% de los docentes manifestó algún tipo de patología de alta intensidad. O sea, estaba tecnoansioso o tecnofatigado.

”En este nuevo estudio, el porcentaje de profesores con alguna patología va a ser mayor por temas de agotamiento emocional. Creemos que el uso de las tecnologías de teletrabajo va a generar también un compromiso mayor de la salud mental de los profesores”, opina Castillo, y explica que este instrumento lo están pensando para prepararse y adelantar los escenarios para cuando ocurra la vuelta a clases presenciales.

Jorge Poblete, subsecretario de Educación, dice que en el ministerio están periódicamente levantando las inquietudes y preocupaciones de la comunidad educativa. “Los cambios y adaptaciones que han tenido que hacer los profesores durante este período nos han impulsado a realizar diversas iniciativas de contención y apoyo socioemocional para nuestros docentes”, explica.

En ese sentido, destaca que la semana pasada lanzaron la “Bitácora para el Autocuidado Docente”, una herramienta de trabajo personal, voluntario y autónomo para que los profesores puedan desarrollar su propio aprendizaje socioemocional. “Esta herramienta también ayuda a la regulación de las emociones y entrega recomendaciones específicas para trabajar la motivación, la recuperación de energías y, así, avanzar hacia el bienestar socioemocional”, dice Poblete. Esta medida se suma a un ciclo de conferencias online lanzadas hace algunos meses por el ministerio y que están destinadas específicamente al desarrollo socioemocional de todos los actores de la comunidad educativa.

En esa cancha emocional le ha tocado jugar mucho en estos meses a Isabel, profesora de prebásica en un colegio en Cerro Navia, que, además de las actividades académicas, tiene que llamar por rutina una vez a la semana a los apoderados de sus 28 alumnos. “El otro día me llamó una apoderada a las 20:30 horas y yo pensé que era por algo importante porque lloraba y lloraba, pero era para contarme algo nada que ver, sobre un accidente de tránsito”, recuerda la docente y agrega otra “anécdota” sobre lo mismo: “Me pasó con una apoderada que me decía ‘tía, yo estoy super mal emocionalmente, mi hijo me ve mal y él también está estresado’. Ahora me di cuenta de que tengo que estar preguntando cómo está el niño y cómo está él o ella, porque de eso también depende el aprendizaje de mi alumno”.

Para Ana María Raad, esa responsabilidad emocional es otro de los factores que se suma al cansancio de los docentes. “En este momento también se ha potenciado o amplificado ese rol porque también están haciendo de resorte emocional con los niños y de la comunicación con las familias”, afirma la experta.

”Hay muchos papás que dicen ‘para eso te pago, lo mínimo es que hagas algo’… ¿Los colegios? Toman una postura de servicio al cliente, de ‘estamos para servirle’. Las decisiones de aumentar las clases en línea las toman por estos reclamos, jamás se ha hecho una encuesta al profesorado, pero sí a los apoderados”, dice Paula.

Isabel cuenta que no duerme bien, termina de trabajar y a las 19:00 horas empiezan los WhatsApp de los papás que le envían las tareas y muchas veces le piden consejos. Dice que duerme en la pieza que convirtió en una sala de clases y que habla con sus amigos por donde mismo se comunica con los apoderados. “No hay separación de trabajo y vida privada”, se queja.

El cliente siempre tiene la razón

Paula enseña Lenguaje y Ciencias Sociales a niños de segundo y tercero básico en un colegio particular de Las Condes, y tiene claro cuál ha sido su mayor problema en este período: “Me causa una contradicción hacer clases a través de una pantalla; estoy violando mis principios porque sé que no les hace bien a los niños”, dice, y después detalla un trance que han vivido muchos profesores de colegios privados. Cuenta que partieron con dos clases online a la semana, pero los apoderados reclamaron argumentando que no estaban recibiendo un servicio al nivel de lo que pagaban y un día el gerente de finanzas del establecimiento los llamó a una reunión.

”Comparó la situación del colegio con la de Latam. ‘¿Vieron lo que pasó ahí? Nosotros no quisiéramos llegar a algo así’, nos dijo. Fue una especie de amedrentamiento que me pareció super evidente”, recuerda la docente al referirse a una situación que, según afirman algunos profesores, ha ocurrido en varios establecimientos. “Hay muchos papás que dicen ‘para eso te pago, lo mínimo es que hagas algo’… ¿Los colegios? Toman una postura de servicio al cliente, de ‘estamos para servirle’. Las decisiones de aumentar las clases en línea las toman por estos reclamos, jamás se ha hecho una encuesta al profesorado, pero sí a los apoderados. Nadie nos ha preguntado nuestra opinión como expertos en educación sobre tener a niños de tercero básico 45 minutos frente al computador. Pero al cliente sí se le pregunta”, alega Paula.

Desde el Colegio de Profesores, Mario Aguilar dice que se trata de un fenómeno que han visto recurrentemente. “Hay colegios pagados que tratan de mantener la ‘clientela’ o el ‘servicio’, que son dos conceptos que para mí están muy distorsionados respecto de lo que debe ser la educación. Han ejercido muchísima presión hacia el profesorado para que responda mensajes a toda hora y estar poco menos que 24/7 conectado y disponible”, opina.

“Llevamos cuatro meses en este ritmo, después de tener unas vacaciones ridículas que se pusieron cuando no eran necesarias. ¡Las necesito ahora!”, comenta Pilar, profesora.

Esta mirada más economicista de la educación es denunciada por algunos docentes. Francisca -la profesora de un colegio de Lo Barnechea con que partía el artículo-, recuerda que “al principio teníamos cuentas de Zoom gratis y a la media hora se nos cortaba la clase, entonces no alcanzábamos a despedirnos o a explicarles algo a los niños”. Si la clase se acababa sorpresivamente las profesoras enviaban un mensaje a los apoderados pidiendo disculpas y un mensaje de despedida a los niños para que entendieran que se terminaba la clase. Aunque a los receptores, esto no siempre les caía bien. “Las que ponen la cara para todos esos errores somos nosotras. Entonces, nos dicen que las profesoras cortamos las clases, cuando es el colegio el que no es capaz de pagar Zoom; que las profesoras son las que agendan mal las clases, cuando en realidad la plataforma es la que falla; que los niños se aburren porque la rutina es todo el rato igual, cuando el colegio no nos permite hacer más clases u ocupar otras herramientas”, se queja.

Ana María Raad dice que la visión de los educadores en Latinoamérica es bastante distinta a la del mundo anglosajón y al europeo. “Ahí tienen un reconocimiento, una admiración y una valoración de la profesión de los docentes. Aquí estamos acostumbrados a tener una relación más bien de exigencia de servicios educativos y muy poca comprensión del rol del profesor”, explica.

Ante esta presión han surgido iniciativas como la campaña #RecesoPedagógico, iniciada desde organizaciones de docentes, con el argumento de que las vacaciones de invierno que fueron adelantadas por el Ministerio de Educación y que se extendieron entre el 13 y el 24 de abril no sirvieron para aplacar el cansancio de los docentes.

Una de las que plantea eso es Pilar, profesora de Arte en un colegio de Las Condes. “Llevamos cuatro meses en este ritmo, después de tener unas vacaciones ridículas que se pusieron cuando no eran necesarias. ¡Las necesito ahora! En otros colegios van a dar semanas, pero sin avisarles a los papás porque si no, van a alegar. Ojalá que este artículo remueva el alma de las personas y digan: ‘es que se lo merecen’”, exhorta la docente.

“Hay que darle certidumbre al sistema. Tanta incertidumbre es parte del agotamiento, porque no se sabe si se vuelve o no; eso genera un estrés adicional muy fuerte”, opina Aguilar.

Según Raad, este cansancio del profesorado es una realidad mundial, tal como lo reportó un estudio hecho por la Universidad de Harvard con la OCDE que dio cuenta de profesores sobrepasados en distintos países. “No hay una disposición ministerial respecto a las vacaciones y hoy hay colegios que han decidido entregar unos días y otros que no lo han hecho, pero ahí no tengo una respuesta oficial. Lo que sí está clarísimo es que se requiere por lo menos un tiempo de descanso, no sólo para los niños, sino para los profesores. Eso es transversal a los colegios privados y públicos, porque cuando se tomó la decisión de adelantar las vacaciones de invierno no se veía este escenario en julio”, opina la antropóloga.

En ese sentido, desde el Colegio de Profesores explican que ya le hicieron una petición formal al Ministerio de Educación para que se concrete un receso durante este mes. El subsecretario Poblete afirma que “los establecimientos educacionales tienen la posibilidad, dentro de un marco flexible, de adecuar sus actividades durante el período de cuarentena. Esto podría significar, por ejemplo, un cambio de actividades, jornadas de reflexión del cuerpo docente, actividades de contención socioemocional, entre otras”.

Raad dice que hay una expectativa de que se dé una señal más formal o institucional con respecto a las vacaciones de invierno, “aunque eso signifique que el año escolar va a durar más tiempo, pero en realidad se recomienda llegar a puerto en buenas condiciones que hacerlo todos reventados”. Aguilar alude a otra razón importante para una nueva detención de las clases: disminuir la incertidumbre. “Hay que darle certidumbre al sistema. Tanta incertidumbre es parte del agotamiento, porque no se sabe si se vuelve o no; eso genera un estrés adicional muy fuerte”, comenta el presidente del Colegio de Profesores.

Un agotamiento al que no se acostumbran los docentes y que algunos aseguran les ha dejado un “trauma”. Pilar -la profesora de Arte de un colegio de Las Condes- cuenta que a pesar de los vaivenes que han tenido en los últimos meses aún tienen formas de distraerse. En su caso se reúne virtualmente algunas noches con otras docentes a través de videollamada, un canal que no a todas les gusta: “Tengo una amiga que es del grupo y siempre le aviso que nos vamos a juntar por Zoom, pero me responde ‘llevo 12 horas frente a la pantalla, por favor no hagamos un encuentro por ahí… no quiero saber de Zoom ni de Meet ni de nada’. Así estamos”.

Fuente del artículo: https://www.latercera.com/tendencias/noticia/profesores-al-borde-de-un-ataque-de-nervios/TC4ZS5LEVZBO5A7FVR7KH6AOVM/

Comparte este contenido:

Organizaciones de la sociedad civil anuncian proceso de diálogo para reflexionar sobre la educación en Chile

América del Sur/ Chile/ 14.07.2020/ Fuente:

Iniciativa, impulsada por más de 20 instituciones educativas, busca que los establecimientos y miles de personas autoconvocadas a nivel nacional, discutan y analicen los desafíos del sistema educacional.

Con el apoyo transversal de autoridades, organizaciones de la sociedad civil y líderes de opinión, este lunes se dio el puntapié inicial de “Tenemos que Hablar de Educación”, un espacio de diálogo y encuentro que busca posicionar a la educación como una temática relevante dentro de la agenda país y generar una hoja de ruta para el diseño de futuras políticas públicas.

El espacio es impulsado por Acción Colectiva, una alianza entre más de 20 organizaciones de la sociedad civil –comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva–, y cuenta además con el apoyo de Fundación Mustakis y el respaldo de Unicef. Este proceso se enmarca dentro del proceso de diálogo “Tenemos que Hablar de Chile”, una plataforma de encuentro colaborativo de incidencia ciudadana impulsado por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile.

“Nos encontramos en un periodo inédito a nivel mundial. En este contexto la educación juega un rol central. Hoy más que nunca es pertinente preguntarnos por el sentido y el tipo de educación que como sociedad estamos entregando a las presentes y futuras generaciones. A través de este proyecto buscamos que cientos de establecimientos educativos –representativos de todo el país– y miles de personas autoconvocadas puedan analizar y discutir los grandes desafíos en materia educacional”, destacó el director ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker.

En la misma línea, la directora ejecutiva de la Fundación Educación 2020, Alejandra Arratia, relevó que “desde Acción Colectiva vemos que uno de los principales desafíos en materia de educación es articular esfuerzos desde los distintos sectores para promover una agenda de largo plazo, con mirada sistémica, que aborde los grandes desafíos que tenemos y así fortalecer la experiencia formativa y los aprendizajes de los y las estudiantes. En esto, creemos que la forma de hacerlo es con mayor colaboración, sumando esfuerzos colectivos, para lo cual espacios de diálogo y participación como el proceso Tenemos que hablar de Educación son fundamentales”.

Metodologías de participación

El proceso contempla distintas etapas de participación que se desarrollarán durante 2020 y 2021. La primera, se realizará a través de la Consulta Ciudadana disponible para todos y todas quienes estén interesados en participar en el sitio web de Tenemos que Hablar de Chile.

Por otro lado, los establecimientos educativos de todo el país podrán generar sus propios espacios de diálogo y reflexión, en sus establecimientos, a través de un kit de participación que podrán descargar desde el sitio web de Tenemos que Hablar de Educación. “Con este proceso buscamos levantar la voz de los protagonistas de la educación en Chile, las comunidades escolares. Son ellos quienes mejor conocen sus necesidades y oportunidades. Escuchando sus voces podremos pensar en la educación del mañana desde distintas realidades y contextos pedagógicos, lo que sumado a los contextos nacional, global e histórico, logra una mirada sistémica a los desafíos en educación”, puntualizó el director ejecutivo de Enseña Chile, Tomás Recart.

Respecto a la sistematización y análisis de los resultados de ambos procesos, la investigadora del CIAE de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Educación, Beatrice Ávalos explicó que “este proceso de diálogo, nos permite evaluar lo que está sucediendo y a partir de allí diseñar la nueva enseñanza para todos y todas que recoja diferencias, promueva capacidades y ayude a superar las dificultades”.

Apoyo transversal

Respecto al proyecto, el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, recalcó la importancia de impulsar procesos de diálogo en materia educativa.

“Es a través de la educación que vamos a poder generar un nuevo encuentro y realidad social en nuestro país, por lo que a través de una amplia conversación se debe entender, analizar y ver el tipo de educación que queremos para las futuras generaciones. Una educación en la cual es clave la interacción entre la familia y los profesores, esta es una alianza que se debe fortalecer, a través del diálogo, el conocimiento y la interacción permanente”, expuso Ignacio Sánchez.

Por su parte, Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile afirmó que “el estallido social y la pandemia han hecho ineludible la necesidad de hacernos cargo de la desigualdad que existe en nuestro país. Es algo que Chile debe enfrentar de manera colectiva y todos tienen que ser invitados a sentirse parte del problema y de la solución. La educación, y sobre todo la educación pública, es la instancia clave para lograr esa cohesión social y ese sentimiento de ser parte de un proyecto compartido”.

Este proceso de diálogo y reflexión concluirá con una sistematización de las respuestas a cargo de la Universidad de Chile, generando los lineamientos para el diseño de futuras políticas públicas educativas.

Acción Colectiva por la Educación es una alianza entre organizaciones de la sociedad civil comprometidas con una educación de calidad, equitativa e inclusiva. Esta organización busca promover un esfuerzo colectivo capaz de generar una agenda educativa a largo plazo, trabajando con el Estado, independiente del gobierno de turno, desde el conocimiento y la experiencia en terreno, para generar un cambio educativo a gran escala.

Fuente de la noticia: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2020/07/13/organizaciones-de-la-sociedad-civil-anuncian-proceso-de-dialogo-para-reflexionar-sobre-la-educacion-en-chile/

Comparte este contenido:

Chile: Organizaciones docentes proponen «receso pedagógico» en pro de la salud mental en pandemia

Comúnmente julio es el mes de las vacaciones de invierno, sin embargo, hoy las comunidades educativas denuncian que no pueden tomarse ese tiempo y renovar energías para el segundo semestre. Esto debido a lo que señalan como una «decisión unilateral» que tomó el ministro de educación Raúl Figueroa. De acuerdo a lo señalado por el Ministerio, lo que por ningún motivo puede ocurrir es que el denominado «receso» se transforme en vacaciones, ya que eso, a juicio de la cartera, sería un incumplimiento del Calendario Escolar Regional.

El Mineduc ha propuesto que los colegios realicen un «cambio de actividades», lo cual significa modificar sus procesos actuales para que los y las estudiantes puedan ponerse al día en las materias, capacitaciones para las y los docentes, o jornadas para fortalecer el vínculo pedagógico. A juicio de las comunidades educativas, esto no sólo desconoce que dichas actividades han sido parte del agobio que ha significado para docentes y estudiantes este proceso, sino que además, «expresa la convicción de que estas actividades no forman parte del trabajo docente y que, además, son equivalentes a un descanso».

En este contexto de crisis, las comunidades exponen que la continuidad del proceso educativo ha dependido, en gran medida, de la salud mental de las y los docentes. «En lugar de proponer lineamientos claros que garanticen el bienestar de las comunidades, el Mineduc sólo ha propuesto ‘orientaciones’ que suman acciones a su situación actual de agobio, circunstancia que resulta especialmente crítica para las profesoras que cumplen doble o triple jornada laboral (labores domésticas, reproductivas y de cuidados). Esto último, adquiere especial relevancia, dado que el 74% del total del cuerpo docente son mujeres», señalan a través de una declaración pública.

«Sabemos que los y las docentes, desde sus hogares, han hecho muchísimos esfuerzos que no corresponden a su área de trabajo para garantizar la continuidad del proceso educativo. Por ejemplo, se han auto capacitado en diversos aspectos, han creado nuevos recursos para apoyar a sus estudiantes (distribución de material impreso, cooperación socioeconómica, programas de radio o transmisiones en vivo, etc.). Han proporcionado sus números personales de celular para recibir y contestar mensajes en cualquier horario, además de llevar a cabo los procedimientos técnicos y burocráticos propios de las escuelas y sus estructuras. Ante la falta de plataformas educativas o de un acceso a internet garantizado para las familias, todo el costo económico, familiar y personal ha sido asumido por el profesorado», añaden los docentes.

Por su parte, dicen, niñas, niños, jóvenes y sus familias, han debido enfrentar este nuevo escenario con mucho esfuerzo, sin ningún derecho o garantía, dependiendo de la condición socioeconómica y el capital cultural de sus familias, en medio de una crisis sanitaria que ha traído consigo empobrecimiento, desempleo, e incluso el fallecimiento de sus seres queridos. Por esto, creen que el receso pedagógico debe ser pensado como una necesidad y un derecho para garantizar la integridad y sostenibilidad de los procesos educativos, no como una alternativa o intercambio, cuyo costo pueden asumirlo solo establecimientos particulares o la voluntad de algunos municipios.

La declaración es firmada por la Red Docente Feminista junto a distintas organizaciones que suscriben a esta demanda, entre ellas la FECH, FENATED, MUD: Movimiento por la Unidad Docente, MED: Movimiento Educación Diferencial, Colectiva Pizarra Chueca de Profesorxs de la diversidad y disidencia sexual, Campaña Alto al SIMCE, REPROFICH Red de Profesores y Profesoras de Filosofía de Chile y distintos sindicatos docentes.

«Llamamos a establecer un receso pedagógico que permita a las y los profesores, estudiantes y familias, a hacer una pausa, evitando el colapso que el mal manejo de la crisis ha propiciado y que, sumado al agobio y las malas decisiones desde el Mineduc, llevaron a adelantar las vacaciones en abril, las que no implicaron, debido al contexto actual, ningún descanso efectivo para la comunidad», concluyeron.

Respuesta del Mineduc

El Ministerio de Educación respondió para «clarificar algunas ideas» referidas al denominado «receso» que las comunidades escolares y equipos directivos han consultado y que, en general, aseguran, «también hemos conversado».

Primero, desde el Ministerio de Educación aseguran que «no ha entregado ningún pronunciamiento oficial con respecto a los denominados recesos, razón por la que este tema no ha sido propiciado ni orientado por el Mineduc».

«En todo el tiempo de prolongación de la crisis sanitaria y de la respectiva suspensión de clases presencial, el Ministerio de Educación ha propiciado y fomentado la continuidad del proceso educativo, tanto en lo referido a los aprendizajes a distancia, como en las temáticas de apoyo y contención socio y psicoemocional a estudiantes y familias, entregando orientaciones, materiales y dispositivos de apoyo a las comunidades escolares: Priorización Curricular, plataforma aprendo en línea, Material Aprendo en Casa, Bitácora para el Autocuidado Docente, videoconferencias varias, entre otros»; aseguran desde la cartera dirigida por Raúl Figueroa.

Sin perjuicio de lo señalado, agrega el Ministerio de Educación, «es perfectamente posible que las comunidades escolares puedan reorientar el proceso educativo, ya sea disminuyendo las actividades académicas, en los tiempos que consideren, y priorizando temáticas de apoyo y contención socioemocional y autocuidado para, de esa manera, ir compatibilizando los dos pilares fundamentales del proceso educativo en contexto Covid: Aprendizaje a Distancia y Apoyo y Contención Socioemocional a estudiantes y familias».

De acuerdo a lo señalado por el Ministerio, lo que por ningún motivo puede ocurrir es que el denominado «receso» se transforme en vacaciones, ya que eso, a juicio de la cartera, sería un incumplimiento del Calendario Escolar Regional.

«En ese sentido, todas las reuniones y/o actividades convocadas por las instituciones del Sistema de Aseguramiento de la Calidad y que vinculan a equipos directivos y docentes debieran mantenerse y no alterarse por los denominados «recesos», ya que, como se ha señalado, el proceso educativo no debe ser interrumpido sino reorientado», cerraron.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2020/07/10/organizaciones-docentes-proponen-receso-pedagogico-en-pro-de-la-salud-mental-en-pandemia/

Comparte este contenido:

Vuelven a las aulas alumnos de la isla de Pascua, Chile

América del sur/Chile/02 Julio 2020/prensa-latina.cu

La isla de Pascua (Rapa Nui) se convirtió en la primera municipalidad de Chile en reiniciar el curso escolar tras más de tres meses sin clases en todo el país por la pandemia de Covid-19.
La víspera se reinició el curso, aunque por ahora solo en la enseñanza media, en ese territorio ubicado en el océano Pacífico a más de tres mil kilómetros del continente, y donde desde hace más de dos meses no se presentaban casos de Covid-19 luego que las autoridades comunales aplicaran estrictas medidas de aislamiento.

Con ese aval, la vuelta a clases fue autorizada por los ministerios de Salud y Educación tras una petición presentada por el alcalde Pedro Edmunds, pero siempre con la aplicación de medidas de seguridad como el mantenimiento de la distancia física y el uso obligatorio de mascarillas por alumnos, maestros y funcionarios.

Al respecto, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, señalo que el reinicio del curso escolar en Rapa Nui es una ‘luz de esperanza’ sobre la posibilidad de que en otras zonas del país pueda hacerse lo mismo cuando existan condiciones.

Pero advirtió que por el momento no hay fecha para la vuelta a clases oficialmente debido a la magnitud de la pandemia en el país.

No obstante, según reportes de prensa, el archipiélago de Juan Fernández sería la segunda comuna del país en regresar a la modalidad presencial de educación, pues se ha mantenido libre de casos de Covid-19 durante toda la pandemia.

El alcalde Leopoldo González dijo que gracias al estricto control que se aplica a las personas que llegan a esas islas han podido mantenerse ajenos al nuevo coronavirus, y se prevé que el retorno a las aulas ocurra la próxima semana en la única escuela existente en ese territorio insular.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=378536&SEO=vuelven-a-las-aulas-alumnos-de-la-isla-de-pascua-chile
Comparte este contenido:

Teletrabajo: nuevo desafío de salud mental

Por: Guiller Gabler.

 

Guillermo Gabler es psiquiatra y parte del Departamento de Psiquiatría de la Clínica Alemana.

Trabajar desde la casa es una realidad que muchos chilenos han tenido que asumir en el actual escenario de pandemia. Un cambio de rutina que algunos han recibido con incertidumbre, desconocimiento tecnológico y desconfianza, y otros con aceptación y entusiasmo. Lo cierto es que el teletrabajo no solo es un desafío tecnológico, sino que también psicosocial.

Los efectos psicológicos de trabajar en el hogar durante una cuarentena van más allá de la dificultad para concentrarse y ser productivo. Entre las consecuencias también están la ansiedad, el estrés y, para muchos, la soledad. Todos, elementos que deterioran la salud mental de una parte de la población.

Si en un contexto normal las patologías mentales asociadas al trabajo, según la Organización Mundial de la Salud, son la depresión, los trastornos de ansiedad y el burnout, actualmente con el teletrabajo podrían aparecer otros síntomas y trastornos psiquiátricos relacionados con ciertos rasgos de la personalidad y el contexto pandémico mundial.

Así, en esta nueva modalidad laboral hay algunas personalidades que se adaptan con mayor rapidez porque son más independientes, les gusta trabajar de manera autónoma y sin supervisión directa; otros que se angustian porque necesitan el contacto directo y se sienten fuera de la organización si no están físicamente en ella, y también están aquellas personas que trabajan sin límites.

Hoy, que el hogar se ha convertido también en el lugar de trabajo, se deben extremar las medidas de autocuidado. Por eso es importante mantener un sitio para trabajar definido en la casa, respetar los tiempos de descanso, realizar actividad física permanente, tener un control adecuado del sueño y la dieta, entre otras medidas. Trabajar a cualquier hora y lugar puede ser una tremenda amenaza, y si no se administra bien podría ser un detonante de otros problemas mentales.

Cuidar nuestro bienestar emocional es clave para superar esta pandemia y no lamentar el impacto de ella en un corto, mediano y largo plazo. Por eso la ‘Estrategia Nacional para Salud Mental’, realizada por un equipo multidisciplinario de la Universidad de Chile, es un aporte para abordar efectivamente la crisis sanitaria de nuestro país. En el documento no solo se consideró el rol de los medios de comunicación, la educación sociocomunitaria, medidas de apoyo a personas en confinamiento y programas de intervención psicosocial, sino también la forma de contener psicosocialmente a los diferentes estratos de nuestra población.

Si bien los fondos destinados a salud mental han aumentado en los últimos años, todavía hay una deuda pendiente con ella. Quizás hoy el confinamiento y la urgencia de enfrentar el Covid-19 de la mejor forma posible sitúen la salud mental en el mismo nivel de relevancia que la salud física.

Fuente del artículo: https://www.latercera.com/opinion/noticia/teletrabajo-nuevo-desafio-de-salud-mental/6XVWF4REVZFMPM5IDVREMIAEI4/

Comparte este contenido:

Chile: Advierten retraso en educación básica para las niñas por la Covid-19

Advierten retraso en educación básica para las niñas por la Covid-19

Se estima que la brecha de género en términos de acceso a la educación podría ampliarse retrocediendo décadas y dejando atrás los logros ya obtenidos.

Katalina Zuñiga recibe gel antibacterial antes de subirse a una camioneta que es usada como escuela móvil en Araucania, Chile. (Foto: Mario Quilodrán/ AFP)

La crisis producida por la pandemia de la Covid-19 puede retroceder varias décadas los avances alcanzados en educación para las niñas en América Latina y el Caribe, advirtió la organización humanitaria Plan Internacional.

Señala que la cuarentena decretada por los gobiernos de algunas países como medida preventiva para frenar la expansión del nuevo coronavirus dejó a un 95% de los estudiantes alejados de los servicios de educación básica.

Además, muchos padres han perdido sus trabajos por la crisis económica generada por la pandemia, lo que hace más difícil pagar los estudios de las niñas.

“Se estima que la brecha de género en términos de acceso a la educación podría ampliarse retrocediendo décadas y dejando atrás los logros ya obtenidos”, dijo Janaina Hirata, especialista regional de Educación en Emergencias de Plan Internacional.

Pidió también que los gobiernos latinoamericanos tomen medidas urgentes que garanticen que las niñas “retomen el ciclo escolar”.

Esta ONG también teme que se produzca un aumento de los embarazos en adolescentes, violencia sexual y matrimonios y uniones infantiles durante la cuarentena, dramas que se verían agravados al provocar que las niñas dejaran de ir a la escuela.

La falta de acceso a la educación de las niñas “ocasionará décadas de retraso, y traerá un riesgo generacional” porque una menor que no estudia “tiene menos oportunidades y eso puede afectar las próximas generaciones”, indicó la organización.

Recomendamos: 60% de alumnos han presentado problemas para seguir sus clases online

Vulnerabilidad alimentaria

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertaron sobre el aumento de la vulnerabilidad alimentaria en México es una amenaza real en el contexto de la Covid-19 que sólo una actuación coordinada e inmediata en cuanto a políticas de protección social logrará frenar.

Durante el lanzamiento de la publicación “Recomendaciones dirigidas a tomadores de decisiones en México para dar respuesta a la vulnerabilidad alimentaria derivada del Covid-19”, las tres agencias de las Naciones Unidas resaltaron que México atraviesa la pandemia en un contexto en el que más del 50% de sus hogares padecen algún tipo de inseguridad alimentaria y su población está afectada por la triple carga de malnutrición

Aproximadamente el 15% de los niños y niñas menores de 5 años en localidades con menos de 100 mil habitantes padecen de desnutrición crónica, y a nivel nacional el 38% niños de 12 a 24 meses padecen de anemia y el 36% de los niños y niñas en edad escolar padecen sobrepeso y obesidad.

(Con información de AFP)

Fuente de la Información: https://tecreview.tec.mx/advierten-retraso-en-educacion-basica-las-ninas-la-covid-19

 

Comparte este contenido:
Page 53 of 323
1 51 52 53 54 55 323