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Empleo informal y educación, los desafíos para erradicar la pobreza

Por El Tiempo

La Red de Ciudades Cómo Vamos evaluó el estado de 22 ciudades frente a los Objetivos de Desarrollo.

¿Qué tan lejos están las ciudades colombianas de erradicar la pobreza y reducir las desigualdades, dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que se comprometió Colombia para el 2030?

El trabajo informal, es decir, el que no garantiza aseguramiento social en asuntos como las pensiones, y el deficiente nivel de instrucción de las personas constituyen dos de las principales barreras y desafíos que deben enfrentar las ciudades para cumplir con estos objetivos.

Esa es una de las principales conclusiones del análisis que realizó la Red de Ciudades Cómo Vamos (RCCV), que evalúo los indicadores y les tomó el pulso a 22 ciudades a las que les hace seguimiento, teniendo como base de la comparación las cifras del 2014 al 2017. Se estudió a 11 capitales y a 11 ciudades que hacen parte de las áreas metropolitanas de Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín (vea gráficos con cifras para las 22 ciudades).

De ellas evaluó la pobreza monetaria, general y extrema (ingreso de los hogares), y la pobreza multidimensional, esto es, el acceso a condiciones educativas del hogar, de la niñez y la juventud, trabajo, salud, servicios públicos domiciliarios y vivienda. Pobre es el que tiene cinco o más variables con privaciones.

En pobreza monetaria, la RCCV encontró que de las 11 ciudades capitales evaluadas, siete ya tienen niveles de pobreza por debajo de la meta nacional del 18,7 por ciento, lo que significa que deberían fijar unos objetivos acordes con su realidad, y que sean más ambiciosas frente a la realidad que tienen.

Ingresos desiguales

El informe indica que en ingreso per cápita por hogar, la mejor posición la tiene Bogotá con un promedio superior al millón de pesos, mientras la peor es Cúcuta, que tenía 504.906 pesos en el 2016; y las ciudades del Caribe, con niveles parecidos. Solo Bogotá y Medellín mantuvieron ingresos superiores en los cuatro años analizados y Bucaramanga en al menos uno de los cuatro años.

El análisis destaca que a pesar de que el 2015 y el 2016 fueron años de desaceleración económica en el país, hubo ciudades con crecimiento de su ingreso per cápita de hogares: Barranquilla área metropolitana (AM) con 31,5 %, Cali AM con 23 %, Manizales AM con 22 % y Santa Marta con 18 %. “Estos aumentos muestran que el desempeño positivo del ingreso de los hogares tiene una mayor concentración en las ciudades de la costa Caribe”, señala el documento.

A nivel nacional, el porcentaje de pobreza pasó de 25 % a 14 % entre el 2014 y el 2017 en las cabeceras, mientras la general del país pasó de 29 % a 27 %. En las ciudades de la Red, Cúcuta tiene la pobreza monetaria más alta con un 34 %, seguida de Santa Marta con 33 %. El resto de las analizadas está en un promedio del 20 %. De hecho, Bogotá y Bucaramanga son las más bajas, con 12 % cada una. Medellín tenía 13 %.

El estudio destaca a Barranquilla, que pasó de 25,5 % a 20 %, con una disminución de 5,5 puntos, y Pereira AM que redujo de 18,1 % a 12,7 %. En cambio, Bogotá y Bucaramanga subieron en el periodo 2,3 y 3,6 respectivamente, aunque siguen siendo dos de las urbes con niveles más bajos de pobreza.

Los más pobres

La pobreza extrema en las urbes de la RCCV está por debajo de la nacional, que del 2014 al 2017 pasó de 18 % a 15 %. En las ciudades estudiadas el nivel más alto está en Santa Marta, con 7 %; Cúcuta, con 5 %; y Cartagena, con el 4 %. Las menores son Bucaramanga, con 1 %; y Pereira, con 0,8. Otra vez se destaca el caso de Barranquilla, que bajó de 3,6 a 2,4, a diferencia de Cartagena, que de 4,3 pasó a 4,1.

Uno de los asuntos sobre los que hace énfasis la RCCV es el porcentaje de pobres extremos en relación con la pobreza general de cada ciudad. Es lo que llama profundidad de la pobreza monetaria. El porcentaje de pobres extremos, dentro de la pobreza general, va del el 6 % (Pereira AM) al 20 % (Cali AM). Las ciudades con más pobreza extrema son Cali, con 23 %; Santa Marta, con 22 %; y Bogotá, con 19 %.

La lectura de la RCCV es que el reto de las ciudades está en reducir la pobreza extrema para lograr mayor impacto. Más desafiante es el caso de Santa Marta, que debe enfrentar una pobreza monetaria de 34 % y un 22 % de proporción de los más pobres entre los pobres. Por cada 100 personas, 33 están en situación de pobreza y 7 en pobreza extrema.

La pobreza multidimensional está en 29 % promedio en las ciudades estudiadas. La evaluación muestra que el asunto que más influye en la pobreza multidimensional es el trabajo informal que afecta a la mayoría de las ciudades. Significa que alguna de las personas que integran el hogar y son económicamente activas no está ocupada con afiliación a pensiones. Las más altas son Soledad (95 %), Santa Marta (94 %), Cúcuta (93 %), Barranquilla (93 %) y Girón (92 %).

En educación, que mide si el promedio de escolaridad de las personas de 15 años o mayores es inferior a 9 años, las deficiencias más altas están en Soledad (87 %) y Girón (81 %), seguidas de Cúcuta y Barranquilla (80 % AM)

El alcance de la RCCV

La RCCV reúne actualmente 16 iniciativas que agrupan más de 35 municipios del país, incluyendo 13 ciudades capitales. La RCCV es una iniciativa liderada por los 16 programas Cómo Vamos y la Fundación Corona. Adicionalmente, cuenta con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá, el periódico EL TIEMPO y la Universidad Javeriana como socios nacionales, y de más de 120 socios a nivel regional.

Hay que partir de la realidad de cada ciudad

Luis Hernán Sáenz, Coordinador Nacional de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos (RCCV), explicó que la idea es identificar cuáles son los retos que deben enfrentar las ciudades para contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del país, que al mismo tiempo permitan lograr un desarrollo urbano más sostenible.

Así, se confrontaron los ODS con las necesidades y realidades de las ciudades, en el marco de la Agenda Urbana 2030, propuesta por la RCCV, que definió los cinco retos prioritarios que permiten una mejor articulación con los 17 ODS: los cinco retos son pobreza, informalidad y desigualdad; Educación de calidad y cultura; Ciudades inclusivas y sostenibles; Cambio climático y resiliencia urbana, y Paz, coexistencia pacífica y seguridad.

El primero es el reto de pobreza y desigualdad, que corresponde a dos de los ODS: fin de la pobreza (ODS 1) y reducción de las desigualdades (ODS 10).

La RCCV parte del hecho de que todas las ciudades tienen realidades diferentes y, por tal motivo, a la hora de fijar metas e indicadores para cumplir con los ODS hay que tener en cuenta sus particularidades. Lo que se busca es “contribuir a cerrar brechas de información a nivel local, informar y brindar herramientas para los gobiernos locales y la ciudadanía, y motivar a la sociedad civil organizada a sumar sus esfuerzos en torno a una agenda común bajo el principio fundamental de ‘No dejar a nadie atrás’ ”, dice el documento.

Clases sociales según el IBM

El informe destaca que en la medida en que sube el ingreso y aumenta la clase media disminuye la posibilidad de que los hogares caigan en episodios de pobreza. En las ciudades de la red, entre 47 % y 69 % de las personas están en clase media. El Banco Mundial señala como pobres los hogares con ingresos de 0 a 4 dólares diarios; vulnerables, aquellos cuyo ingreso diario por miembro está de 4 a 10; y clase media, de 10 a 50. La clase alta está por encima de 50.

Fuente de la reseña: https://www.eltiempo.com/bogota/desafios-para-erradicar-la-pobreza-en-colombia-274324

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Colombia: Fecode anuncia paro nacional ante incumplimientos del Gobierno

América del Sur/Colombia/01.10.2018/Por Sindy Valbuena/Fuente: www.rcnradio.com.

Los docentes denuncian que la Ministra de Educación no ha querido concertar la agenda educativa.

os maestros agremiados en la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, tomaron la decisión de hacer movilizaciones el próximo mes a nivel nacional, ante los incumplimientos del gobierno Duque y lo pactado el año anterior, con la administración del expresidente Juan Manuel Santos.

El presidente de Fecode, Carlos Rivas, advirtió que la ministra de Educación, María Victoria Angulo, no ha tenido en cuenta la opinión de los maestros para hacer la agenda educativa.

Sigue incumpliendo el acuerdo nacional que pactamos en el año 2017 y también un acuerdo en la mesa cuando dijo que íbamos a hacer una agenda de trabajo; pero ahora, sin tener en cuenta a los maestros, pretende hacer una evaluación de competencias y nos vamos a oponer si no es concertada”, afirmó Rivas.

Por tanto, son varias las razones que motivan este nuevo paro nacional, el incumplimiento de los acuerdos pactados, la falta de concertación para crear la agenda educativa del país, la decisión de una evaluación a los docentes sin una reunión previa con el gremio y una serie de dificultades como la alimentación y la infraestructura que siguen en varios colegios del país.

Son 24 puntos los que fueron firmados el año pasado en cabeza de Carlos Rivas, presidente de Fecode y la ministra de Educación del gobierno Santos, Yaneth Giha, frente a los cuales, según la actual administración, se han cumplido 8 acuerdos, 8 más están en desarrollo y el resto se cumplirían a largo plazo.

“También hay un mensaje para el presidente (Iván Duque) porque los maestros de Colombia nos vamos a movilizar para respetar y defender la educación pública y la estabilidad laboral”, dijo el presidente de Fecode.

De igual forma, recordó que no están de acuerdo con dos proyectos de ley que se radicaron hace poco en el Congreso de la República y que podrían afectar los dineros para la educación de todo el país.

Con mensajes de urgencia han advertido que se debe retirar de inmediato el proyecto de ley 057, que busca modificar la Ley 715 con una reforma educativaque afectaría, según ellos, el derecho a la educación.

“Este proyecto también se plantea como una reforma educativa, pues comprende aspectos que afectan este derecho fundamental. Desde la gratuidad de la educación pública hasta los recursos para alimentación escolar se verían perjudicados, incluso también afectaría la carrera docente y hasta el derecho constitucional a la huelga”, indicó Fecode en un documento.

La Federación de Educadores le pidió al Gobierno Nacional que no afecten el derecho a la protesta con nuevos decretos que vulnerarían la huelga en las calles.

Fuente de la noticia: https://www.rcnradio.com/estilo-de-vida/educacion/fecode-anuncia-paro-nacional-ante-incumplimientos-del-gobierno
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Por qué es importante educar sin culpa y con firmeza

Colombia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Revista Semana

A la hora de criar la mayoría de papás cometen errores: se dejan manipular de los hijos, no toman decisiones con seguridad y sienten culpa de impartir disciplina. En su nuevo libro, la psicóloga Amy Morin, describe las cosas que los padres deben dejar de hacer si quieren educar hijos felices y seguros. Estas son las cinco más comunes.

¿Lo estaré haciendo bien? ¿Me habré pasado de la raya? ¿Estaré siendo muy blando? ¿Debería castigarlo? Son algunas de las preguntas que pasan a diario por la cabeza de los padres. Aunque la inseguridad y la angustia hacen parte del reto de educar, llevarlas al extremo puede perjudicar a largo plazo la educación de los hijos. Muchos expertos han advertido, con preocupación, que el exceso de sobreprotección y culpa con la que hoy los padres crían a sus hijos está influyendo significativamente en que sean adultos frágiles, menos competitivos, infelices y menos tolerantes a la frustración.

Hacerles las tareas, excusarlos ante el profesor, sentir excesiva culpa por llamarles la atención, darles demasiado poder sobre las decisiones familiares o evitar que sufran a toda costa, son tan solo algunos de los errores más frecuentes de los padres débiles, dice la escritora y psicóloga Amy Morin en su reciente libro ‘13 cosas que los padres mentalmente fuertes no harían’.

Morin es reconocida mundialmente por haber escrito en 2013 una carta titulada ‘13 cosas que las persona mentalmente fuertes no hacen’ que se volvió viral en internet. Al publicarla en línea fue leída por más de 50 millones de personas y se convirtió en un libro que llamó por el mismo nombre. Tras su éxito en librerías, este año lanzó ‘13 cosas que los padres mentalmente fuertes no harían’, un texto que reúne algunas de las experiencias que ha vivido como trabajadora social clínica, psicoterapeuta, y profesora universitaria; y que pretende ser una guía práctica para aquellos que enfrentan el reto de la crianza.

Para la escritora, la clave de criar hijos más exitosos y mentalmente saludables está en que los padres fortalezcan su músculo mental, sean firmes y no sientan culpa por fungir autoridad frente a sus sus hijos. De las 13 propuestas que hace en el libro, SEMANA selecciona cinco de las más importantes:

1. No le dé a su hijo demasiado poder sobre usted

Acceder a todos sus caprichos, sobornarlo para que obedezca, o intentar ser más un amigo que una figura de autoridad son estrategias que usan muchos padres. Pero según Morin, “hay una gran diferencia entre capacitar a tu hijo para que tome decisiones saludables y darle demasiado poder en la familia”. Lo que sucede es que los padres no saben identificar cuándo cruzan esa línea. Pero lo cierto es que cederles el poder perturba la jerarquía familiar y los daña de diferentes formas: una es que sin la guía adecuada, es muy posible que lidien con problemas de autocontrol en la adultez; otra es que sin reglas firmes, tienen un riesgo más alto de presentar problemas académicos. Por último, Morin advierte que esto incluso puede significar más problemas de salud, desde caries hasta obesidad, pues al tener ausencia de autoridad es mucho más probable que adquieran hábitos poco saludables.

Para no caer en este error Morin aconseja fortalecer la fuerza de voluntad, otorgar privilegios solo cuando se los hayan ganado, separar las conversaciones de adultos de las de niños, evitar pedirle permiso a él para hacer ciertas cosas, y dejar claro que es él quien debe pedir permiso. “Ceder ante él cuando hace un berrinche solo le enseña malos hábitos”, concluye.

2. No evite que cometa errores

Este es uno de los errores más comunes de los padres. En aras de querer protegerlos, insisten en llevar las riendas de la vida de sus hijos: quieren decidir qué clases debería tomar, cómo debería vestirse, cómo debería actuar ante diferentes situaciones, con qué amigos salir, entre otras cosas. El problema, explica Morin, es que aunque esto les enseña la manera correcta de hacer las cosas, también puede ser contraproducente: hacerlos creer que cometer un error o fallar en algo sería fatal. Además, en casos muy extremos, puede ocasionar que tengan problemas para tomar decisiones por sí mismos, entre otros casos concretos que explica en su libro.

En este punto Morin recomienda que los padres resistan la tentación de intervenir en todos los problemas de los hijos. “Darles un poco de libertad puede ser buena para la relación. Más que ser visto como un superior quisquilloso con grandes exigencias, puedes ser el jefe que apoya y ofrece guía”, explica. También ayuda, enseñarles a admitir sus fallas y enfrentarlas, como hablarles abiertamente de las historias personales de errores y fracasos. Así aprenderán que pueden recuperarse de ello siempre y cuando hagan su mejor esfuerzo.

3. No tolere la mentalidad de víctima

El rechazo, el fracaso y la injusticia son parte de la vida, por eso los padres no deben permitir que los niños exageren sus desgracias. El primer error, según Morin, es darles ejemplo de esta mentalidad, pues les enseñan que está bien culpar a terceros para justificar los fracasos. “Los padres que crecen creyendo que fueron víctimas crían niños con mentalidad de víctimas”, dice Morin. El segundo es subestimar las capacidades del hijo o sentir pena secretamente por él, pues aunque nunca haya sido discutido abiertamente, llevará a que construya una mentalidad de víctima.

La sugerencia de Morin en este aspecto es que los padres sean conscientes de cuánto y por qué se quejan, pues de alguna manera eso afectará la manera cómo su hijo concibe el mundo. Por otra parte, aconseja crear ambientes positivos: ayudar a otras personas, tratar con amabilidad a los demás. Así el niño aprenderá que tiene la habilidad de mejorar el mundo. Como último punto, la psicóloga aconseja que los padres se muestren firmes, pero respetuosos, ante situaciones tensas. “Si alguien se le cuela en la fila, quéjese o coméntelo con el administrador, así su hijo aprenderá a que no debe ser una víctima pasiva”, explica.

4. No espere la perfección

Los padres buenos esperan que sus hijos tengan éxito. Sin embargo, esperar demasiado de ellos no es bueno para su salud mental. Por una parte, pueden desarrollar la creencia de que otros solo los valorarán si son perfectos, e incluso, presentar problemas de insatisfacción crónica. Es decir que a pesar de sus logros no se sentirán completos.  De acuerdo a la autora, los padres mentalmente fuertes reconocen que sus hijos no van a sobresalir en todo lo que hacen y en lugar de presionarlos para que sean mejores que los demás, se centran en ayudarlos a convertirse en las mejores versiones de sí mismos.

La psicóloga advierte que los padres deben evitar criticar más de lo que elogian a los hijos, evitar compararlos con otros, no microgestionar sus actividades para que cumpla las expectativas, ni amenazarlos con cosas malas si no las cumplen. Lo útil para incentivar la excelencia y no la perfección es preguntarle al hijo qué espera de sí mismo, alentarlo a cometer un pequeño error o acompañarlo a hacer actividades sin ninguna competencia.

5. No se convierta en un padre lleno de culpa

De acuerdo a Morin hay tres tipos principales de culpa que los padres experimentan. La culpa apropiada, que puede ser un indicio de que las acciones del padre no estuvieron bien; la culpa innecesaria que, aunque no es dañina, puede llevar sentir que se falló al hijo sin razón; y la culpa crónica, que ya llega a un extremo y consiste en culparse todo el tiempo, sin una razón clara ni un por qué. Aunque será inevitable sentirla cuando se está en el proceso de crianza, la experta asegura que guiar la crianza a través de este sentimiento no envía un mensaje sano. Podría nublar el pensamiento, y generalmente, llevar a acceder a demandas del hijo solo para ganar un alivio temporal.

Para no caer en esta trampa, la experta sugiere quitarse la presión de tratar de ser un padre perfecto, evitar avergonzar al hijo por su mal comportamiento, practicar la autocompasión, aprender a mantener los límites aun cuando el niño trate de chantajear y ensayar cómo disculparse. “Cada error de crianza que cometes es una oportunidad para que tu hijo se fortalezca mentalmente. Eso no quiere decir que debas salir de tu camino para acelerar su proceso de desarrollo de fortaleza, sino que puedes darle experiencias de aprendizaje en la vida real a través de tus propios errores”, concluye.

Fuente del Artículo:

https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/la-importancia-de-educar-sin-sentir-culpa/583517

ove/mavh

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Colombia: 39° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa I)

Colombia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: El Abecedario. La educación de la A a la Z / Fuente: Ivoox

Hoy en el abecedario , la educación de la A a la Z, tenemos el primer programa del ciclo de evaluación educativa. En huellas de maestros Rodrigo Jaramillo, en el palabrero se presentará una contextualización de la evaluación educativa en Colombia y en la nota informativa se destaca un artículo denominado Modelo evaluativo en Colombia: Un proceso fuera de contexto.

 

 

Fuente:

https://mx.ivoox.com/es/39-emision-el-abecedario-educacion-la-audios-mp3_rf_26314493_1.html

ove/mahv

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‘Modelo Estéreo’, el crudo y real documental grabado en la Cárcel Modelo

Redacción: Shock

La música es el hilo conductor de este proyecto audiovisual

Este documental, que podrá ver por Señal Colombia el lunes 24 de septiembre a partir de las 7:30 de la noche, ofrece una perspectiva real de lo que viven los internos al interior de esta penitenciaría donde la falta de programas de educación y resocialización lleva a una existencia cíclica para muchos.

El proyecto es realizado por 5 amigos que se conocen desde hace algunos años y que comparten la pasión por el cine y la fotografía. Ellos se hacen llamar “Mario Grande”, nombre que era utilizado por los internos de la Cárcel Modelo de Bogotá para avisar a los reclusos que los guardianes se acercaban a hacer una de las temidas requisas.

El documental hace referencia, entre otros, a Garo, un rapero preso en esta cárcel, que busca su redención a través de la creación musical; a My Friend, otro rapero, y al grupo Libertad Vallenata. Sin embargo, el ambiente hostil, impide que los artistas lleguen a lograr sus objetivos y los regresa al círculo vicioso de la desesperanza.

Este proyecto empezó con la idea de hacer un disco con las diferentes expresiones musicales que se daban al interior del reclusorio, el cual finalmente se hizo y hoy sirve de banda sonora a Modelo Estéreo, coproducción de Mario Grande, Señal Colombia, Janus Films y Dublin Films, que antes de verse en la pantalla del canal público ya empezó un recorrido por festivales internacionales. Este es el tráiler de Modelo Estéreo, entre patio y patio.

Fuente: https://www.shock.co/cine-y-tv/modelo-estereo-el-crudo-y-real-documental-grabado-en-la-carcel-modelo-ie2636

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Colombia: Indígenas cambian un tambo por aulas dignas con acceso a internet

Redacción: El Colombiano

No hay punto de comparación entre la rusticidad y precariedad de las viviendas de la comunidad indígena La Coquera, de Apartadó, con el nuevo colegio que acaba de construirse para este grupo étnico, en una alianza entre la Gerencia Indígena de la Gobernación y la Alcaldía local, que aportaron los recursos para hacer realidad este centro educativo, que acaba de ser puesto al servicio.

Como ocurre en muchos resguardos, donde las clases a los niños se dictan en carpas, sentados en el piso o sobre piedras y muchas veces prácticamente a la intemperie, La Coquera no era la excepción.

Esta comunidad, ubicada a más de dos horas y media de la zona urbana del corregimiento El Reposo, habita en estrechos ranchos de madera y latas, casi al descubierto, y así recibían las clases los niños, en un improvisado tambo que terminó por derruirse y convertirse en un peligro para los infantes.

Tanta precariedad motivó a Eliécer Arteaga, alcalde apartadoseño, y a la gerente Indígena, Llanedt Martínez Ruiz, a construir un colegio en material, con aulas cómodas y espacios dignos para la educación. La Alcaldía aportó $131 millones y la Gerencia Indígena $64, y en la construcción participó la comunidad, con apoyo de la Brigada XVII del Ejército, que opera en Urabá.

Dotación digna

El centro educativo tiene dos aulas, sala de sistemas, restaurante, batería sanitaria y un adecuado cerramiento que impedirá que las inclemencias del tiempo afecten la actividad educativa. Se beneficiarán 60 niños y jóvenes de la etnia Emberá Eyabida, que es la que habita en La Coquera, y 30 adultos mayores iletrados.

“Esta infraestructura servirá para que reciban clases en condiciones dignas, como debe ser para todos los niños”, expresó la gerente Indígena. La Eyabida es una comunidad desplazada de Uramita, con carencias de vivienda, agua potable y otros servicios, que nunca había sido atendida por entes oficiales, tal como lo denunció su gobernador Leonel Jumí Domicó: “Nosotros salimos del territorio hace 18 años, éramos 11 familias y 52 personas, y no teníamos ni con qué alimentarnos, y desde esa época gestionamos el colegio y ningún alcalde siquiera nos visitó”, dijo el líder indígena, que siente que tener este colegio es el primer paso para que su comunidad alcance mejores niveles de vida.

El alcalde que les hizo el milagro, Eliécer Arteaga, señaló que tras su primera visita a esta comunidad quedó conmovido con las condiciones inhumanas en las que viven: “los niños estudiaban en una casa muy vieja, un tambo que se cayó y un niño sufrió fracturas, por eso este colegio tendrá un impacto social muy importante, porque al menos, les organizamos una escuela”, comentó el mandatario.

Aún falta dotación, pero se sigue haciendo gestión para que otros entes se vinculen a esta causa, que hace justicia con la comunidad indígena.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/antioquia/indigenas-cambian-un-tambo-por-aulas-dignas-con-acceso-a-internet-HD9360090

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¿Cómo mejorar la calidad de la educación en Colombia?

Por: Julián de Zubiría

Múltiples experiencias en instituciones, ciudades y países evidencian que sí es posible mejorar la calidad de la educación. La condición para ello es que se tomen las medidas correctas y se intervengan las variables fundamentales. En Colombia todavía no lo hemos logrado, pero tenemos la oportunidad para hacerlo.

En Colombia la educación es de muy baja calidad. Eso lo sabemos quienes hemos estudiado e investigado con rigor el sistema educativo y, por ello, para nosotros es fácil detectar todos los esfuerzos que hace el Ministerio de Educación Nacional (MEN) por maquillar la situación. Pese a ello, la realidad es inocultable: En la escuela actual los jóvenes no aprehenden a pensar, comunicarse, ni convivir. Eso lo saben por experiencia propia los docentes universitarios.

Según las diversas pruebas nacionales e internacionales en las que ha participado el país (y son muchas y muy buenas), menos de un 4% de los jóvenes egresados del colegio tienen un buen nivel en argumentación, deducción e interpretación. Es más, si comparamos los resultados del año 2000 con los alcanzados en 2017, podemos concluir que el país no tuvo prácticamente ningún avance significativo en la calidad. La explicación es muy sencilla: No hemos trabajado sobre las variables claves de la calidad: la formación docente, el currículo, el liderazgo pedagógico y el clima institucional.

El país ha desarrollado programas puntuales y algunos de ellos han impactado algún sector. Entre ellos, los dos más importantes han sido el Programa Todos a Aprender –PTA– y el Índice Sintético de la Calidad Educativa –ISCE– (que incluye el llamado Día de la Excelencia Educativa). Estas experiencias deben evaluarse, ajustarse y potenciarse. Con modificaciones, podrían lograr mayores impactos; pero mientras no abordemos de manera estructural y sistemática las variables claves de la calidad, seguiremos muy lejos de alcanzar la educación que necesitamos para impactar el desarrollo sostenido y seguiremos viendo cómo se evapora la meta de convertirnos en el país más educado de América Latina para el año 2025.

A nivel curricular el país va como el cangrejo. La ministra Gina Parody asesorada por una universidad privada, diseñó los Derechos Básicos de Aprendizaje. Como dice el dicho, “esa platica se perdió”, porque fue un trabajo en el que el país retrocedió décadas en lo que ya había avanzado a nivel conceptual. La universidad carecía de experiencia en pedagogía y educación y por ello el diseño curricular propuesto desconoce los conceptos centrales de la pedagogía y se limitó a transcribir los contenidos previstos desde la ciencia. Cuando asesoré curricularmente a Bogotá, recomendé no tener en cuenta esta fallida experiencia curricular y esa sigue siendo mi recomendación para el país.

La primera condición para superar un problema es reconocerlo y, desafortunadamente, el MEN no ha reconocido el gravísimo problema de la calidad de la educación en el país. Ojalá ahora escuche voces tan autorizadas como la de Rodolfo Llinás, quien en edición número cinco de la Cumbre de Líderes por la Educación convocada por Semana, volvió a insistir en que hemos seguido manteniendo una educación muy impertinente que no logra enseñar a pensar a los jóvenes.

Desde mi perspectiva hay cuatro acciones obligatorias si queremos avanzar en la calidad de la educación básica. Faltan otras, pero creo que éstas son las esenciales.

Primero: realizar una profunda reestructuración curricular. La idea que he propuesto durante las últimas dos décadas es muy sencilla y está orientada en la misma dirección de la reforma curricular chilena de 1998 y de la prevista en Finlandia para el año 2020: la educación básica debe dedicarse a consolidar en los estudiantes las competencias básicas que se requieren para pensar, comunicarse y convivir. Todo lo demás es accesorio durante este ciclo del desarrollo.

Lo anterior significa que todas las asignaturas y en todos los grados deben consolidar la lectura, la escritura, la escucha, el pensamiento y el conocimiento y la comprensión de sí mismo y de los otros. Subrayo “todas las asignaturas” y “en todos los grados”, ya que éstas son las competencias más importantes a desarrollar en la educación básica. Por ello son competencias transversales. Lo anterior implica que, en sociales, en matemáticas, en artes, en lenguaje, en ciencias y en matemáticas, la tarea central de la educación básica debería consistir por excelencia en enseñar a pensar, comunicarse y convivir. Es así de sencillo y de claro. Sólo así garantizaremos un lineamiento curricular más pertinente, más contextualizado y menos rutinario que el actual. Sólo así garantizaremos el trabajo en equipo necesario para consolidar la calidad.

La segunda medida necesaria tiene que ver con la formación de maestros. Es preocupantemente bajo el nivel actual de formación de nuestros docentes. Según las pruebas SABER PROson los profesionales que alcanzan niveles más bajos en lectura crítica y escritura. Mientras no cambiemos esta situación, será imposible mejorar la calidad de la educación que reciben nuestros niños y jóvenes. Para cualificar su formación se requiere trabajar en la transformación del modelo pedagógico hasta el momento dominante en estos centros universitarios, trabajo que deberá adelantarse de manera conjunta con los docentes de las facultades de educación. También es imperioso articular el trabajo de la universidad y el colegio, repensar el currículo de formación y establecer nexos con maestros e instituciones innovadoras.

Así mismo, es indispensable que se impulsen desde el MEN, en todos los municipios del país, mecanismos de selección de los mejores docentes, de manera que ellos salgan del aula y conformen equipos de calidad para acompañar a los colegios en los procesos de innovación. Se requiere garantizar reuniones semanales de docentes por área y por ciclo en todos los colegios del país y de impulsar procesos de formación in situ, tal como actualmente mantiene PTA. Los resultados de las investigaciones son contundentes: No hay que llevar a los docentes a las maestrías; por el contrario, hay que llevar a las universidades a los colegios del país para que acompañen los procesos de innovación en curso en cada uno de ellos. Lo reitero: la clave para alcanzar la calidad está en fortalecer las reuniones de docentes y la formación in situ.

La tercera medida tiene que ver con transformar a los rectores, actuales líderes administrativos, en líderes pedagógicos. Hoy por hoy, los rectores son expertos en procesos legales y en resolver asuntos administrativos, pero se ausentan cuando se inician las reuniones pedagógicas de docentes y no participan en las reflexiones sobre currículo, modelo pedagógico o promoción de estudiantes. Es más, buena parte del tiempo están encerrados en sus oficinas, si es que están en la institución educativa. Paradójicamente se han distanciado de la reflexión pedagógica, generando muy negativos impactos en la calidad. El país debe pensar seriamente en dotar a los colegios de asistentes administrativos, con la condición de empoderar a los rectores como verdaderos líderes pedagógicos. Una medida que podría contribuir en este sentido sería exigir que todo rector tuviera por lo menos dos horas de clase a la semana. Eso les permitiría establecer nuevas y fructíferas interacciones con estudiantes, profes y padres. Al fin y al cabo, un colegio es una comunidad y requiere de un líder pedagógico que la consolide. El rector es el llamado a asumir esta tarea. De lo contrario, tendremos la paradójica situación de barcos en los que los capitanes permanecen en tierra y le tienen miedo al agua. Los estudios de la UNESCO sobre calidad de la educación encuentran que el liderazgo pedagógico del rector es la segunda variable más asociada a la calidad en las instituciones educativas del continente.

La Ley General de Educación de 1994, tiene algunas de las claves de la calidad: consolidar la comunidad, la autonomía y el Proyecto Educativo Institucional. Hay que volver a ella.

La cuarta medida recomendada para impactar la calidad tiene que ver con el clima de aula y el clima institucional. Según la UNESCO, en los tres estudios que ha realizado en los países del continente, el clima del aula es la variable más asociada a la calidad de la educación. Esta variable influye más que todas las demás variables sumadas. De allí que hay que prestarle especial cuidado.

En Colombia el MEN acertó al incorporar esta variable para evaluar el ISCE, pero todo indica que la evaluación presenta problemas, ya que los niveles de discriminación son muy bajos. Es algo que hay que ajustar en las pruebas actuales y la experticia del ICFES es una garantía de que se puede resolver este problema.

La recomendación para Colombia sería crear una tercera línea en el Programa Todos a Aprender, adicional a la de competencias comunicativas y pensamiento: la de formación ciudadana y competencias socioemocionales. Tenemos que garantizar que la escuela se comprometa con una formación más tolerante, más respetuosa de la diferencia y que sea un espacio para cultivar la empatía y la comprensión de los otros. Ello no será posible sin un cambio curricular (primera recomendación) y sin un cambio en los sistemas de formación (recomendación segunda).

Lo que nos muestran múltiples ejemplos en el país y en el mundo es que sí es posible mejorar la calidad de la educación, incluso en tiempos relativamente breves, siempre y cuando se tomen las medidas correctas, se involucre a toda la comunidad y se fortalezca el liderazgo.

Necesitamos involucrar a todo el país en el proceso de transformación de la educación. De una u otra manera, todos somos responsables de la baja calidad educativa y todos padecemos sus consecuencias. FECODE tiene que entender que no tiene sentido que su única reivindicación sea la laboral y que deteriora la calidad al oponerse a una evaluación integral y pertinente. La tarea de la calidad no le pertenece ni al MEN, ni a FECODE, ni siquiera a los maestros. Nos pertenece a todos los colombianos que sabemos que, si no mejoramos la calidad de la educación, veremos debilitada la democracia, el tejido social, la productividad y la creatividad. Lo necesitamos para garantizar el desarrollo sostenido y, por ello, entre todos lo vamos a lograr.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/julian-de-zubiria-samper-propone-cuatro-formas-de-mejorar-la-calidad-en-la-educacion-de-colombia/584383

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