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“Vení Jugá”, una oportunidad para los niños y niñas de Villa España, en Colombia

América del Sur/Colombia/18 de octubre de 2016/Fuente: ACNUR

El proyecto “Vení Jugá” les ofrece a los niños la oportunidad de convertirse en agentes de cambio, brindándoles herramientas para la construcción de su propio futuro y el de su familia, barrio y país.

QUIBDÓ, Colombia, 14 de octubre de 2016 (ACNUR) – “Vení Jugá es una oportunidad para lograr nuestras metas”, afirma Carolina, una adolescente de 13 años que vive en Villa España, un barrio que se fundó en el año 2000 en la zona norte de Quibdó, para ofrecer albergue a más de 350 víctimas de desplazamiento forzado en Colombia. Lo que nació como una solución temporal, hoy ya se ha convertido en un hogar para estas personas.

Entre los más vulnerables de esta comunidad están los niños, niñas y adolescentes, que todos los días se exponen a riesgos asociados a su situación de desplazamiento en el casco urbano, como la
violencia, el crimen y el trabajo infantil. “Los niños y jóvenes queremos un ambiente libre de maltratos, de violencia y drogas”, comenta Carolina. Ella forma parte del nuevo equipo de voleibol del proyecto deportivo impulsado por el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), creado para brindar protección a la juventud, mejorar sus condiciones de vida y garantizar sus derechos.

“Este proyecto nace pensando en niños, niñas y jóvenes que de una u otra manera se encuentran en situaciones muy difíciles de vulnerabilidad”, señala Richard Flórez, miembro de AJODENIU, organización de jóvenes de la comunidad responsable de la implementación del proyecto “Vení Jugá”. El objetivo principal detrás de la iniciativa es crear un espacio seguro, más sano y libre de violencia, para el desarrollo y empoderamiento. Por medio de la práctica del deporte, los niños, niñas y adolescentes  aprenderán a jugar en equipo, a tolerar a los demás y a trabajar con disciplina, valores que les ayudarán a triunfar en la cancha y en la vida.

“Vení Jugá es un espacio donde podemos jugar, aprender y crecer para lograr nuestras metas, y más si nos apoyan nuestros padres y el gobierno”, añade Carolina. Sus papás la acompañaron desde el primer día de actividades deportivas, y la observaron con admiración junto a muchos otros padres y miembros de la comunidad, quienes también están apoyando a sus pequeños deportistas. Su presencia muestra cómo estos espacios fomentan la convivencia, y cómo el deporte funciona como catalizador para unir a las personas, facilitar la integración e incluso reconstruir el tejido social.

Este proyecto ofrece a los niños, niñas y adolescentes la oportunidad de convertirse en agentes de cambio dándoles herramientas, no sólo para la construcción de su propio futuro, sino para el de su familia, barrio y país. Por medio de su compromiso, ellos y ellas aprenden y demuestran la importancia de trabajar todos los días y no desistir para alcanzar sus metas. Así mismo, son ellos quienes en unos años podrán replicar estas iniciativas en otras comunidades.

Desde el día de la inauguración, el 3 de septiembre de 2016, entre música, canto, baile y deporte, los participantes resaltaron la necesidad de contar con el apoyo de las autoridades territoriales en este proceso. “Lo que se necesita desde las instituciones locales para este proyecto son las capacitaciones formativas, para que este proyecto pueda influir de manera integral en la vida de los niños y en la de su comunidad”, apuntó el entrenador Flórez.

Para Carolina, “Vení Jugá” es más que un juego, para ella: “es tener una familia unida, que nos cuide y nos proteja, y tener un lugar para formarnos, cuidarnos y divertirnos.”

En Colombia hay más de 7,2 millones de desplazados internos, 32.283 viven en la ciudad de Quibdó, donde más de 35% son niños, niñas y adolescentes menores de 18 años.

Por Viviana Murillo.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/veni-juga-una-oportunidad-para-los-ninos-y-ninas-de-villa-espana-en-colombia/

Imagen: www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_10.2016.14_ACNUR_Colombia_001_c0f73a6e4d.jpg

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Para que reine la paz hace falta una educación que transmita valores, principios y virtudes…

18 de octubre de 2016/Fuente: abc

Camilo Montoya Reyes, procurador del Tribunal Superior de Colombia y coordinador del programa Justicia para la Paz de la Cumipaz (Cumbre de Integración para la Paz), que se reunió esta semana en Asunción, profundiza sobre el significado de esa palabra simple pero tan trascendente que ha llevado a su presidente, Juan Manuel Santos, a ser galardonado el viernes con el Premio Nobel por sus esfuerzos a favor del desarme de las FARC.

–Justo le concedieron el Premio Nobel de la Paz a su Presidente en coincidencia con un congreso sobre la paz aquí en Asunción…

–El Premio Nobel al presidente Santos es un reconocimiento a todo el pueblo colombiano que ha estado luchando por la paz. A nosotros, particularmente, que formamos parte de la Cumbre de Integración para la Paz (Cumipaz) nos alienta a seguir trabajando en los foros para consensuar leyes internacionales que garanticen la paz..

–¿Fue una sorpresa?

–Pienso que es un estímulo para reforzar el proceso de paz con las FARC. El pueblo colombiano tiene observaciones, requiere algunas precisiones sobre esos acuerdos que deben ser escuchados y atendidos. Ante todo, ese premio es un compromiso para trabajar por la paz. Una cosa es cesar el conflicto y otra cosa es construir la paz. La paz se construye en un proceso, en el día a día…

–¿Lo conoce a Santos?

–Sí, lo conozco.

–¿Cómo lo describe?

–Me parece que es un hombre carismático que trabaja arduamente por la paz de Colombia. Es respetuoso de las instituciones, sobre todo un demócrata.

–¿No es una forma de deslegitimar el No, como votó la mayoría?

–El referéndum no fue una votación a favor o en contra de la paz. El pueblo colombiano está a favor de la paz. Nadie quiere más la guerra.

–Santos fue muy cuestionado por su rival, el expresidente (Álvaro) Uribe, por esos acuerdos.

–Tanto los que están a favor como en contra están haciendo bien las cosas. Unos consideran que el camino es este y los otros dicen: “sí, pero yo quiero enriquecer el discurso, quiero enriquecer la propuesta. Es bueno que miremos este tema de las víctimas, el asunto de los castigos a los que cometieron crímenes, los delitos conexos, pero yo creo que no conviene a veces polarizar diciendo que los unos no están con la paz y los otros sí. Yo creo que todos estamos comprometidos en construir una paz duradera, consensuada, no fragmentaria, una paz integral, y ante todo un compromiso de trabajo para garantizar que no se van a repetir estos crímenes y también que las víctimas van a ser reparadas y que habrá justicia sin impunidad.

–Ahí está el problema, la impunidad…

–Lo bueno que se ganó de la votación del domingo es que se han reunido los promotores del Sí y del No, el presidente Santos y el presidente Uribe y otros líderes que planteaban la necesidad de revisar los acuerdos. Hablar del No, no es decirle no a la paz. El No sencillamente pide que se revisen los acuerdos. Yo estoy seguro de que todos los colombianos quieren que se consolide la paz.

–¿Qué cuestionan específicamente los partidarios del No?

–Se pide revisar el tema de las penas que parecen muy benignas y el tema de la impunidad… Quienes serán los beneficiarios finales de las tierras (los territorios que abandonarán las FARC) y también la consideración de algunos delitos que pueden ser conexos o no con delitos políticos como el narcotráfico. Hay un cuestionamiento también por el tratamiento que se le va a dar a los militares que cometieron delitos durante el conflicto, como el caso que se conoce como “falsos positivos”.

–¿Qué es?

–Los “falsos positivos” es un nombre que se le ha dado a los delitos de homicidio agravado. Se asesinaba selectivamente a ciertos jóvenes y se los hacía aparecer como miembros de la guerrilla. La justicia ordinaria investigó esas conductas e impuso las sanciones respectivas. Obviamente esto pasaría a ser competencia de una jurisdicción especial para la paz…

–¿Comprometerse con la paz es olvidar el pasado?

–Comprometerse por la paz no es olvidar el pasado. Es tener coraje y valentía para escuchar, consensuar fórmulas para detener la violencia, en definitiva, es construir cada uno en su ámbito, incluidos los ciudadanos. Es trabajar por la paz en el día a día…

–¿Cuántos muertos produjo esta guerra?

–Son más de 50 años. Es difícil precisar. (220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y 30.000 secuestrados, según el informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica en 2013). Fueron miles de víctimas de muerte, secuestros, extorsión y de muchos delitos asociados. Varios presidentes han buscado soluciones alternativas como la negociación, fórmulas distintas a las de repeler por la fuerza de las armas a los grupos al margen de la ley. También hizo esfuerzos por la paz el presidente Andrés Pastrana. Avanzó mucho el presidente Álvaro Uribe y ahora el presidente Juan Manuel Santos que produjo el acuerdo.

–¿Cómo se puede transmitir positivamente esta experiencia colombiana en los países conflictuados?

–Felizmente ya no hay guerrillas en el resto de América o si las hay no tienen la trascendencia como la de Colombia. Pero como pregonamos desde este foro Cumbre de Integración para la Paz, para que reine la paz hace falta crear una cultura de paz a través de la educación dirigida a niños y jóvenes, que no solo transmita conocimientos sino valores, principios, virtudes cardinales.

–¿Y desde el ámbito específico de la justicia?

–Aplicando una justicia pronta, imparcial, respetuosa de la dignidad y de la presunción de inocencia…

–¿Qué tema centró las discusiones de este foro que se hizo en Asunción?

–A mí me tocó participar en el panel sobre la tipificación del delito de genocidio, cómo ampliar su tipificación al politicidio y cómo considerar también el etnocidio como una forma de genocidio, que es la propuesta que tiene el embajador mundial de la paz, Dr. William Soto Santiago (de Puerto Rico)…

–¿Cómo se entiende?

–El genocidio es un crimen internacional que consiste en exterminar a un pueblo, grupo humano racial, religioso o nacional. La Convención del Genocidio data de 1948 y el Estatuto de Roma de 1998. Soto Santiago, que lidera este foro, propone que no solo se proteja de la conducta genocida a esos grupos sino que se incluya también, por ejemplo, a los grupos políticos, lo que se conoce como politicidio.

–¿De qué se trata?

–Un grupo político también puede ser exterminado. Ha ocurrido en Colombia y otras latitudes. También está el etnocidio, que ya no es exterminar a la etnia sino impedirle que exprese su cultura, su lengua, su fe religiosa y esa interacción con el territorio. Entonces, el etnocidio protege también a los grupos étnicos, pero no propiamente del exterminio sino de la pérdida de su identidad cultural como ha ocurrido a lo largo de la historia. La propuesta del Dr. Soto es que el etnocidio se califique como una forma de genocidio y que se tipifique en todos los países y a nivel internacional también…

–¿Dónde se castiga el etnocidio?

–En Ecuador se tipifica el etnocidio como un delito.

–¿Cuál es la experiencia que se puede mencionar?

–América Latina en especial sufre eso. Los pueblos originarios son desplazados. Se atenta contra su identidad cultural. Occidente, como decimos, les absorbe cada vez más sus costumbres, su lengua, sus creencias. Es como intentaron hacer en el genocidio nazi. A los judíos se les impidió reunirse en sus sinagogas. Les quemaron sus libros y les cortaron la barba. Se atentó contra su identidad cultural. Con esta ley, Hitler, si no hubiera matado un judío, ya habría cometido genocidio porque atentó contra la identidad cultural y la fe religiosa del pueblo judío.

–El ecocidio es algo más nuevo…

–Sí, son delitos nuevos. Es el atentado contra las reservas naturales y el atentado contra el ecosistema. Es una propuesta que se entregó al secretario general de la OEA (Luis Almagro) aquí en Asunción para que se estudie la tipificación de esa conducta también. Se atenta contra la Madre Tierra a través de la contaminación, la minería ilegal, la deforestación sin control y las conductas que destruyen los ecosistemas, las reservas naturales y atentan en general contra el planeta. Queremos que se tipifique la conducta y que se cree un tribunal regional de investigación…

–¿Cuál es su especialidad y su cargo?

–Soy especialista en derecho penal: criminología, victimología… Soy miembro del Consejo Superior de la Judicatura (que penaliza mala conducta de jueces y fiscales), enseño en varias universidades.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/para-que-reine-la-paz-hace-falta-una-educacion-que-transmita-valores-principios-y-virtudes-1526245.html

Imagen: https://s3-sa-east-1.amazonaws.com/assets.abc.com.py/2016/10/08/camilo-montoya-reyes-comprometerse-por-la-paz-no-es-olvidar-el-pasado-es-tener-coraje-y-valentia-para-escuchar-_695_573_1415467.jpg

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Colombia: Se deteriora salud de estudiantes de Universidad Indígena en huelga de hambre

Colombia/17 de Octubre de 2016/Entorno Inteligente

Tres estudiantes de la Universidad Indígena e Intercultural de Colombia que se mantienen en huelga de hambre desde hace 10 días, en los bajos de la Alcaldía de Montería, han presentado evidentes deterioros en la salud y han tenido que ser trasladados a centros médicos de la capital.

Los jóvenes decidieron encadenarse para llamar la atención de las autoridades competentes, luego de la orden de cierre de la Unicjao por parte del Ministerio de Educación, situación que pone en vilo los semestres que han cursado en carreras como Medicina, Derecho, Sicología y Trabajo Social.

El subdirector de Inspección y Vigilancia del Ministerio, William Ochoa, indicó que los jóvenes fueron asaltados en su buena fe porque esa universidad no tiene personería jurídica para funcionar y ninguno de sus programas tiene registro calificado.

«Pese a que han invertido recursos en el pago de sus semestres, jamás van a obtener el título profesional», explicó el funcionario señalando que el Ministerio ha expedido cerca de diez actos administrativos ordenando el cierre de dicho centro educativo y en todos los casos han interpuesto accioones de tutelas que han sido falladas a favor del Ministerio.

Aseguró que están haciendo consultas jurídicas para ver qué alternativas se les puede ofrecer porque Unicjao no los puede titular, toda vez que es una universidad pirata, que no existe para el Ministerio.

Instauran denuncia

El Mineducación instauró una denuncia formal ante la Fiscalía 30 de la Unidad de Delitos contra la Corrupción por estafa en modalidad de masa y en los próximos días se realizará la audiencia de imputación de cargos.

También impuso cinco multas a los directivos de la Universidad Indígena e Intercultural de Colombia que ascienden a más de mil millones, por haber desacatado la orden de cierre.

Los funcionarios acordaron una reunión con los estudiantes para explicarles la situación, pero estos dijeron que preferían esperar al gobernador indígena del Resguardo del Alto Sinú, Israel Aguilar, para que estuviera presente.

¿Qué dice el rector?

El rector de la Universidad Indígena e Intercultural de Colombia, Elías José Villalba, indicó que la institución está cobijada por la autonomía indígena y que por ello no acatarán la orden de cierre.

Insiste en que están haciendo los trámites para su legalización ante el Ministerio de Educación y que en días pasados recibieron la visita de los pares académicos con la única intención de garantizar una educación a bajo costo a los estudiantes más pobres de la región.

Finalmente, los funcionarios del Ministerio indicaron que las universidades indígenas también deben cumplir los requisitos exigidos para brindar educación e invitaron a los estudiantes a declararse como víctimas en el proceso para que puedan ser reparados.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9083947/COLOMBIA-Se-deteriora-salud-de-estudiantes-de-Universidad-Indigena-en-huelga-de-hambre-11102016

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Libro: Nuestra América: complejidad y unidad dialéctica de la humanidad y la naturaleza en el siglo XXI

Resumen: Los contenidos de este volumen entretejen una propuesta compleja y bien argumentada ante el desafío de la sostenibilidad de la vida en el planeta Tierra.

Autores: Camilo Valqui Cachi, José Gilberto Garza Grimaldo, Jaime Salazar Adame, Medardo Reyes Salinas, ángel Ascencio Romero y Cyntia Raquel Rudas Murga (Coordinadores)

Link de Descarga: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214389&titular=nuestra-am%E9rica:-complejidad-y-unidad-dial%E9ctica-de-la-humanidad-y-la-naturaleza-en-el-siglo-

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Colombia: Miles de indígenas, víctimas y estudiantes marcharon por la paz en Bogotá

Colombia/17 de Octubre de 2016/El Nuevo Diario

La «Marcha de las Flores» fue convocada por la Organización Nacional de Indígenas de Colombia.

Miles de colombianos, entre indígenas, víctimas del conflicto armado y estudiantes, se movilizaron en la «Marcha de las flores» desde diferentes puntos de Bogotá hasta la céntrica Plaza de Bolívar, donde expresaron sus deseos de paz y la necesidad de llegar a un pronto acuerdo final.

En medio de pitos, banderas blancas y tambores que clamaban consignas como «Ni un niño, ni una niña, ni un beso para la guerra»; «Acuerdo firmado, acuerdo respetado» y «Porque el pueblo lo merece, el acuerdo permanece», cerca de 10.000 colombianos manifestaron su deseo de paz.

«Es necesario el apoyo de todas las familias que han sido golpeadas, no importa que sean indígenas, campesinos, afros, todos necesitamos un país libre, tranquilo, y que podamos compartir como amigos», aseguró a Efe el indígena Aníbal Rivera, quien llegó a la capital en un viaje de 16 horas desde el municipio de Silvia, departamento del Cauca.

La «Marcha de las Flores» fue convocada por la Organización Nacional de Indígenas de Colombia(Onic), la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) y rectores de las universidades e instituciones educativas de la ciudad.

El presidente Juan Manuel Santos, sacó unos minutos de su tiempo para acompañar a los marchantes y en especial a los rectores de las universidades que apoyan el acuerdo de paz.

«Ustedes saben que estamos empeñados en que este proceso continúe y se consolide (…) todas las universidades nos puedan ayudar mucho a alimentar este proceso, pueden jugar un papel determinante», les manifestó Santos a los directivos de las instituciones educativas.

Asimismo, varios estudiantes y diferentes organizaciones ciudadanas se sumaron al llamado, entre ellos la comunidad LGBTI quien convoco la movilización «Acuerdo ya! LGBTI por la paz».

«Colombia nunca va a tener paz si no hay tolerancia y respeto hacia los demás», aseveró a Efe Ángel Rodríguez, miembro de esa comunidad.

En la manifestación se homenajeó a las víctimas del conflicto con una corredor humano lleno de flores blancas y aplausos como forma de reconocer el dolor de las víctimas y el perdón para construir un nuevo país.

«El pueblo colombiano hoy le está dando un mensaje a Colombia y al mundo (…) las víctimas le están enseñando a los colombianos cómo perdonar, cómo sanar heridas, cómo lograr una paz verdadera», dijo a Efe el profesor Gustavo Moncayo, víctima del conflicto pues su hijo estuvo secuestrado por las FARC.

«Desde mi corazón de madre, de mujer, con el espíritu femenino de la madre tierra en este moyo (vasija de barro) sagrado de Bacatá recibimos a todos los hermanos de los pueblos originarios para que estos mandatarios sean coherentes con la paz que tanto un pueblo necesita», dijo por su parte la indígena de la comunidad Muisca Nelis Rativá.

Los colombianos rechazaron el pasado 2 de octubre en un plebiscito el acuerdo de paz con las FARC, con el 50,21 % de votos por el «no», mientras el «sí» alcanzó el 49,78 %.

Este acuerdo había sido firmado el 26 de septiembre por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de esa guerrilla, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko» en Cartagena.

El miércoles de la semana pasada también hubo una multitudinaria marcha en Bogotá, que llevó a un grupo de jóvenes a acampar desde ese día frente a la Catedral Primada, exigiendo un acuerdo definitivo de paz.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/internacionales/407171-miles-indigenas-victimas-estudiantes-marcharon-paz/

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Colombia: Crisis de universidades públicas asciende a 1 billón de pesos

Colombia/17 de Octubre de 2016/HSB

Más de 27 universidades públicas del país estarían en riesgo financiero, debido a que en el Presupuesto General de la Nación, PNG, no se contempla el incremento salarial anual de los docentes, que supera el IPC en más de 3%, lo que lleva a las universidades a utilizar recursos de otros rubros, tales como inversión, funcionamiento, infraestructura, calidad, entre otros, y que desde el 2004 a la fecha este hueco fiscal es de aproximadamente 1 billón de pesos.

Lo más preocupante es que dos de las universidades más destacadas no sólo a nivel nacional sino en el Ranking Académico de las Universidades del Mundo, como son la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia, son las dos primeras con mayor déficit, que puede estar alrededor de los 320.000 y 110.000 millones respectivamente.  ¿Será esta una de las causas por las que la edificación de la Universidad Nacional  presenta graves fallas en su estructura?

Esto ha llevado a las universidades públicas a minimizar su planta docente, afectando la estabilidad laboral de los profesores y la calidad educativa. En el 2004 las universidades contrataban el 36% de los docentes por medio de hora cátedra y en el 2015 ha aumentado a un 44%, todo lo contrario a lo que ha acontecido con sus docentes de planta que de un 44% en 2004 se ha reducido a 36% en 2015.

Ante la magnitud de la problemática la Comisión Sexta de la Cámara nombró una subcomisión para realizar una evaluación acerca de  la situación de las universidades.

“Seguiremos insistiendo tanto al Ministerio de Hacienda como a quien ocupe la cartera de Educación para que junto con la Comisión Sexta, las Universidades públicas, docentes y alumnos, busquemos una solución definitiva a esta problemática que afecta a miles de estudiantes de todas las universidades públicas.  La universidad pública en Colombia se ha destacado por su calidad, por eso con mayor razón debemos protegerla”, aseguró el Representante Carlos Eduardo Guevara, del Movimiento MIRA.

Fuente: http://hsbnoticias.com/noticias/politica/audio-crisis-de-universidades-publicas-asciende-1-billon-d-243858

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Jóvenes: el futuro y la paz de Colombia les pertenece

Por: Ángel Pérez Martínez

En los últimos 13 días en Colombia la famosa frase del Entrenador de Fútbol Francisco Maturana “perder es ganar un poco” se convirtió en “Ganar es perder un poco”.

Quién se hubiera imaginado el 3 de octubre la capacidad de movilización de los jóvenes por todo el país, de manera especial de los universitarios, pidiendo paz ya en reacción a la victoria del No en el plebiscito. Y mucho menos nos íbamos a imaginar que los rectores de universidades como la Nacional, los Andes y el Externado invitaran y asistieran con sus comunidades educativas a participar en la movilización del pasado miércoles 12 en Bogotá. En una semana los estudiantes convocaron y llenaron dos veces la Plaza de Bolívar en la Capital.

Además, cientos de profesores universitarios de diferentes disciplinas, universidades y regiones pedían esta semana, mediante una carta pública, celeridad en los acuerdos a las FARC, a los representantes del No y a los del Sí: “nos unimos a las voces que subrayan lo imperioso de llegar con prontitud a un Acuerdo final para cerrar el conflicto con las FARC. Dilatar el proceso presenta enormes riesgos. Es fundamental definir con toda celeridad una agenda limitada de puntos a abrir para discusión, y un conjunto de propuestas concretas y viables para modificar el texto existente”.

Es evidente, la comunidad educativa, y los jóvenes en particular, le están demostrando a la sociedad colombiana, aquella que se crio y desarrolló con la guerra, que la violencia que ha permeado a este país no es normal, aunque a veces lo parezca. Somos de lejos el país de América latina con más muertos por violencia política en los últimos 52 años (220.000 según el Ministerio del Interior) y más de 6 millones de desplazados. Según la Revista Semana Colombia conserva el deshonroso título del segundo país del mundo con más desplazado. Además, Colombia es el tercer país en presupuesto militar de América Latina, después de Brasil y México, países que tienen más de 130 millones de habitantes, duplicamos el gasto militar de Argentina y Venezuela y más de 4 veces el de Chile y Perú (ver Infodefensa.Com). En contravía, no tenemos la mejor educación de América latina y según la OCDE gastamos mucho menos por estudiante que países como Chile, Argentina, México y Brasil.

La guerra y su posterior vinculación, a partir de los años 90s, con los cultivos ilícitos, con el narcotráfico, con la corrupción y con unas formas de hacer política es parte inherente de la cultura violenta y de poca valoración a la educación de los niños y los jóvenes en esta sociedad. El horror de la muerte, los heridos, los bombazos, las voladuras de oleoductos, los secuestros y extorsiones, en muchas ocasiones, sirvieron para que esta generación aprendiera a leer, a escuchar la radio, a ver televisión y a debat.

Es duro escribirlo, pero es nuestra generación –la de los “viejitos”- la que hoy transmite como parte de la cultura a los niños y jóvenes, en algunos casos de manera irresponsable y en otros de manera inconsciente, sus pasiones, amores y odios hacia una guerra que durante 52 años no fuimos capaces de parar.

Lo reconfortante es que conozco cientos de proyectos de escuelas y maestros que luchan contra esta cultura a través de proyectos pedagógicos como la enseñanza de las ciencias sociales a través de la didáctica viva y la educación para una cultura de paz en San Juan de Nepomuceno, Bolívar, o la propuesta del Sistema Institucional de Convivencia para el ejercicio de los Derechos Humanos, en Florencia Caquetá.

También, motiva la respuesta de los miles de jóvenes que han decidido que la lucha por la vida y la paz de su país es un bien superior que debe estar por encima de ideologías, partidos, personalidades buenas o malas, gestiones de gobierno y religiones. Y aquí un paréntesis: nadie puede justificar la presencia de un Dios guerrero y vengador, que no perdona y que excluye seres humanos por cualquier condición.

Los jóvenes con sus cantos y mensajes han entendido que luchar por alcanzar los acuerdos con las FARC ya, así como con el ELN, es empezar a recorrer un camino que ningún colombiano conoce: el de vivir en paz, sin miedo. Según las proyecciones del DANE hoy existen en Colombia 22. 3 millones de niños y jóvenes entre 0 y 25 años, el 46% del total de la población. Ellos serán en últimas quienes disfrutarán o padecerán a futuro lo que hagamos en el presente con respecto a la paz, no los personajes del Sí y del No, y menos la cúpula de las FARC.

Los niños, los jóvenes y quienes nazcan a futuro en esta maravillosa tierra son quienes merecen a mediano plazo una sociedad que les brinde mejor educación, buenos colegios, nuevas universidades y oportunidades de bienestar y realización personal, ese es el mejor camino a la equidad, a la inclusión, a la convivencia y a la paz estable y duradera. La evidencia ha demostrado que la guerra y la cultura de la violencia son un obstáculo para una educación de calidad para todos.

La generación que no logró parar la guerra debe respetar y apoyar a los jóvenes. Debemos ser conscientes de que su lucha y la nuestra será para ellos. Comparto el mensaje de uno de los carteles que portaban algunos jóvenes el miércoles en la Plaza de Bolívar: “Nosotros los jóvenes hijos de la guerra seremos los padres del futuro de nuestra tierra: La paz florece.”

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/jovenes-el-futuro-y-la-paz-de-colombia-les-pertenece-por-angel-perez/234966

Imagen: http://www.elespectador.com/noticias/paz/paz-colombia-resta-negociar-articulo-639511

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