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Colombia: Un pueblo que exige paz, justicia social y dignidad

Por: John Freddy Gómez, Camila Andrea Galindo/cadtm.org

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

En Colombia se vive un proceso de disputa entre las clases subalternas y el gobierno nacional, en el cual el gobierno quiere imponer, incluso a sangre y fuego, sus políticas y visión de sociedad, en la que: 1) La sociedad es subordinada a las relaciones del mercado neoliberal; 2) El pueblo debe mantener una dinámica estoica, aletargada y diligente; 3) Se prioriza el capital y los privilegios de clase por encima de la vida y la dignidad; 4) Se cercena la diferencia y se aniquila al diferente; 5) Se conserva el maniqueísmo, el odio y la exclusión como fuente de poder; y, 6) se debe callar ante el sonido aturdidor de una Colombia que se desmorona.

Estas dinámicas que en Colombia y en gran parte de Nuestra América han sobrevivido desde la colonia, que se han reproducido desde la independencia y que se han intensificado en la etapa neoliberal debido a la relación directa con el imperio estadounidense, han conllevado a que nuestro continente sea uno de los más desiguales del mundo y que Colombia se posicione como el segundo país más desigual en todo el continente americano y se encuentre entre los 10 países más desiguales del planeta. (Monterrosa, 2017)

Esta desigualdad se concreta como una violencia directa contra el pueblo colombiano y se sustenta ante el aumento indiscriminado de la explotación, despojo, opresión y exclusión que se materializa por medio de una clase capitalista con características feudales y violentas, la cual se ha enquistado históricamente en las estructuras del Estado colombiano. Estado que según algunas instituciones es la democracia más antigua de América Latina, siendo para estas instituciones democrático el genocidio como práctica social, la exclusión de la política del 99% del pueblo colombiano, la desigualdad como gestión gubernamental, y la desidia y el odio como piedra angular del relacionamiento social y económico.

Teniendo en cuenta esta breve introducción de las relaciones reinantes en Nuestra América y en nuestro país Colombia, hemos observado en los últimos meses un grito de ¡Basta ya! frente a tanto odio, a la exclusión política y social, a la política de guerra, a un sistema que beneficia al 1% de la sociedad, al racismo, al patriarcado, al sexismo, y al ecocidio como modelo de desarrollo, entre otras características funestas impuestas por medio de la violencia en nuestro territorio.

Bajo el Gobierno de Iván Duque, y su regente Álvaro Uribe Vélez, se ha atestiguado el aumento exponencial de la violencia en el país con aproximadamente 746 líderes y lideresas sociales asesinadas entre el año 2009 y junio del presente año, con un aumento, solo en 2019, del 75% de la violencia contra las lideresas y líderes sociales en el país. (La opinión, 2019) Estos asesinatos y amedrentamientos son resultado de la puesta en marcha de una política gubernamental de guerra y en contra de la consolidación de la implementación de los Acuerdos de Paz.

La violación de los derechos humanos es una constante presente por parte del gobierno colombiano. Se vive en una constante zozobra debido a que la persecución a la oposición política es un pilar de la gestión del gobierno, al igual que la criminalización de la protesta aún cuanto es un derecho fundamental pero que se ha pretendido limitar por medio de su regulación legal, lo que se anuda a un contexto en el que se deslegitima todo proceso social, político y comunitario, y se pretenden invisibilizar, por medio del control de los medios masivos de comunicación y su relación directa de clase.

Un ejemplo de la violación permanente de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario es el caso denunciado ante el Congreso de la República en desarrollo de la moción de censura que se pretendía contra el exministro de Defensa Guillermo Botero, en donde se evidenció el asesinato de entre 8 y 18 niños y niñas en un bombardeo por parte del Ejército en la zona rural de San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá. Niños y niñas que fueron presentados como bajas en combate lo que trajo a la memoria del pueblo colombiano los casos de ejecuciones extrajudiciales del período 2002-2008 mal llamados Falsos Positivos. Un caso que sigue siendo rechazado después de conocer que según los relatos de los habitantes de la zona los menores que quedaron con vida fueron perseguidos y acribillados vilmente por las fuerzas militares. (Unidad Investigativa, 2019) Este bombardeo contó con el visto bueno del entonces Ministro de Defensa y del presidente Iván Duque.

Ante esta deplorable operación militar, el pueblo colombiano manifestó su total inconformidad que se evidenció en una presión pública por la cual el Ministro de Defensa presentó su renuncia, siendo homenajeado, reconocido y honrado por parte del Presidente Duque ante sus buenos oficios para el país, una total ironía. Este es uno de los cientos de casos donde se evidencia que el gobierno tiene un papel directo e indirecto en la violencia que asola el país.

Así mismo, las políticas económicas del gobierno de Iván Duque han desembocado en el empobrecimiento de las clases subalternas donde se privilegia los intereses de las élites económicas por encima de las necesidades de un país con grandes brechas sociales y con latentes necesidades de un gasto público que represente un mayor bienestar y satisfacción plena de los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales en el país (Gómez & Galindo, 2019).

Y, como si no fuera poco, con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 y la Ley de Financiamiento, el gobierno en manos de sus ministerios y en comunión con los tanques de pensamiento del gran capital colombiano como FEDESARROLLO y ANIF, entre otros, han delineado las nuevas reformas laborales, pensionales y de administración del erario público que van en detrimento de los derechos y dignidad del pueblo colombiano.

En la propuesta de reforma laboral entre otras características encontramos la flexibilización y desregulación del mundo del trabajo con la incorporación del trabajo por horas, la reducción de un 25% del salario a los menores de 28 años; y, la eliminación de las horas extras, de los recargos nocturnos y festivos, y de los intereses de las cesantías.

Así mismo, la reforma pensional pretende el aumento de la cotización y la edad para pensionarse, la eliminación del régimen de prima media pública y el traslado de las cargas de cotización desde el empleador hacia el empleado, entre otras dinámicas totalmente regresivas que solo benefician al gran capital y al capital financiero, y sumen al pueblo colombiano a una mayor tasa de sobreexplotación del trabajo (Semanario Voz, 2019).

Otra política totalmente onerosa es la consolidación del Holding Financiero, que traslada la discrecionalidad de la administración de las empresas estatales desde el Estado a un órgano autónomo y determinado por las necesidades privadas que conlleva el tránsito hacia la privatización de estos con el fin de impulsar las Asociaciones Público-Privadas que no es más que la entrega de los dineros público al gran capital.

Ante esta arremetida de reformas neoliberales en el país, el incremento de la violencia, la criminalización y la estigmatización de los procesos sociales y, el incumplimiento permanente a los acuerdos con estudiantes, campesinos e indígenas se consolidó el Paro Nacional del pasado 21 de noviembre con el fin de exigir el cumplimiento pleno de los acuerdos económicos, la implementación de los Acuerdos de Paz, el rechazo ante cualquier reforma económica regresiva y la construcción de una economía enfocada en el bienestar de la sociedad, entre otras demandas totalmente legítimas y que han desembocado en una movilización permanente, crítica y que ha puesto en el foco los enemigos del pueblo colombiano como es el gobierno de Iván Duque, y las Instituciones Financieras Internacionales como son el FMI, el BM y la OCDE.

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

Esta masiva movilización no solo puso de manifiesto el hastío por las políticas neoliberales del gobierno de ultraderecha que vive Colombia; sino que fracturó el poder de las élites colombianas al superar el miedo con la esperanza, al gritar a toda voz el anhelo de una sociedad en paz y con justicia social, al fijar como objetivo de transformación a esa estructura económica que determina la violación generalizada de los derechos en el país; es sin lugar a dudas el despertar de una sociedad que ha sido reprimida históricamente, una fuerza incontenible por la dignidad.

Este despertar y comunión entre las clases subalternas en el país supero la movilización del 21 de noviembre y ha planteado la continuidad con movilizaciones pacíficas, cacerolazos, plantones, dinámicas culturales, entre otras actividades que han quebrado el silencio, y han puesto al gobierno y sus élites económicas en actitud defensiva con la militarización de las ciudades y toques de queda, en donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, y se ha llevado a cabo una intensificación de la violencia por medio del control de la protesta y su estigmatización por parte de los medios masivos de comunicación, la difusión del miedo con el fin de vender seguridad estatal, entre otras dinámicas hostiles y represivas que fermentan cada vez más la lucha popular.

El Gobierno de Iván Duque mantiene su postura indolente con el pueblo colombiano, mientras crece la indignación y movilización en el país pretende acabar con esta por medio de la violencia, una dinámica histórica en nuestra nación, y no por la vía del diálogo, aun cuando así lo haya manifestado en sus alocuciones presidenciales. Las redes de solidaridad, la visibilización de las problemáticas del país y la caracterización de los responsables aumentan minuto a minuto, la fiesta democrática se da en las calles y la politización que menguaba en algunos sectores en el país está mermando a pasos agigantados.

Lo de Colombia y gran parte de Nuestra América es un tiempo de esperanza, de amor y solidaridad en el que nos encontramos con el otro y otra para desde la diferencia construir una sociedad digna, justa, equitativa y en paz.

 

https://www.cadtm.org/Colombia-un-pueblo-que-exige-paz-justicia-social-y-dignidad


Referencias

Gómez , J., & Galindo, C. (4 de Noviembre de 2018). La ley de financiamiento: La ley del Embudo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/La-ley-de-financiamiento-La-ley-del-Embudo-en-Colombia
Gómez, J., & Galindo, C. (17 de Febrero de 2019). El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: Una hoja de ruta austeritaria de desarrollo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/El-Plan-Nacional-de-Desarrollo-2018-2022-Una-hoja-de-ruta-austeritaria-de
La opinión. (3 de Noviembre de 2019). Violencia contra líderes sociales aumentó en 75% en 2019. Obtenido de La opinión: <href=»#op»>https://www.laopinion.com.co/colombia/violencia-contra-lideres-sociales-aumento-en-75-en-2019-186481#OP
Monterrosa, H. (16 de Noviembre de 2017). Según el Banco Mundial, Colombia es el segundo país más desigual de América Latina. Obtenido de La República: https://www.larepublica.co/economia/segun-el-banco-mundial-colombia-es-el-segundo-pais-mas-desigual-de-america-latina-2570469
Semanario Voz. (9 de Noviembre de 2019). Paro nacional contra el paquetazo de Duque. Obtenido de Semanario Voz: https://semanariovoz.com/paro-nacional-paquetazo-duque/
Unidad Investigativa. (10 de Noviembre de 2019). Secretos del bombardeo que mató a 8 niños y cobró la cabeza de Botero. Obtenido de El Tiempo: https://www.eltiempo.com/unidad-investigativa/asi-fue-el-bombardeo-en-el-que-murieron-8-ninos-en-caqueta-432146</href=»#op»>

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Continúan jornadas de Paro Nacional en Colombia

América del Sur/ Colombia/ Fuente: www.telesurtv.net.

El Comité Nacional del Paro prevé que la movilización del 4 de diciembre sea muy similar o superior a las del 21 y 27 de noviembre pasados, y está encaminada a fortalecer la movilización social en el país.

El Comité Nacional del Paro de Colombia convocó este domingo a una nueva movilización para el día 4 de diciembre, en el marco de las jornadas de protestas que se han sucedido desde el pasado 21 de noviembre.

Este llamado es el tercero que hace la organización durante los últimos días, la cual presentó hace poco los 13 puntos de su pliego de peticiones al presidente colombiano Iván Duque.

El fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien forma parte del comité organizador, aseguró que las movilizaciones se llevarán a cabo en todo el país, y contarán con la participación de la Minga indígena del Cauca, que se trasladó a la capital para participar de las marchas.

El paro del 4 de diciembre, que se vaticina sea muy similar o superior a los acaecidos el 21 y 27 de noviembre, está encaminado a fortalecer la movilización social en el país.

Esta vez, según Arias, habrá un ingrediente especial para la negociación con el Gobierno: darle más fuerza al movimiento social.

El punto final del paro aún no se ha definido, debido a que el  alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, anunciara que no permitiría que se realizaran concentraciones en la Plaza Bolívar, por el montaje del alumbrado navideño.

En contraposición, Arias señaló su rechazo a la decisión del alcalde de restringir el paso a este emblemático sitio de la capital colombiana para la concentración prevista por el CUT.

“Nosotros reclamamos nuestro legítimo derecho a la protesta y, obviamente, la utilización de espacios tan representativos y simbólicos en la protesta social en Colombia como la Plaza de Bolívar”, expresó el vocero.

Hasta el próximo 10 de diciembre el Comité Nacional del Paro ha previsto una serie de actividades entre las que figuran un cacerolazo intercontinental, un encuentro nacional de organizaciones, el concierto Enciende tu voz: Un canto por Colombia y la conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.

La situación interna de Colombia se tensó luego de los ajustes económicos  y tributarios de la administración de Iván Duque, y el Comité Nacional de Paro, que agrupa a las principales organizaciones civiles movilizadas, demanda un mayor presupuesto para áreas como las educación, así como que se implementen los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/continuan-jornadas-paro-nacional-colombia-diciembre-20191201-0008.html

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Colombia: “Se ha perdido el miedo a un régimen que impuso el neoliberalismo a sangre y fuego» (Audio)

Por: laizquierdadiario.

Entrevista a Milton D’León editor de La Izquierda Diario Venezuela. Las causas profundas de las movilizaciones y paros generales en Colombia. ¿Está planteada la caída de Iván Duque? ¿Cuál es el rol de las direcciones sindicales y sociales? La juventud en el centro político.

Luego de realizar la entrevista en Pateando El Tablero a Milton D’León en un artículo de su autoría publicado en La Izquierda Diario afirma sobre el paro y las manifestaciones ocurridas durante el día de ayer que “Aunque la nueva jornada no tuvo la masividad del 21N, y la adhesión al paro también disminuyó, no por ello dejó de mostrar la inconformidad del pueblo colombiano contra las políticas del Gobierno represor de Duque.”

En este artículo además de un primer análisis de la jornada de este miércoles, se explica el papel jugado por las direcciones sindicales y de los movimientos en el proceso que se ha venido desarrollando.

 

Escucha la entrevista completa en Pateando El Tablero, miércoles de 13 a 15hs en Jujuy FM 101.7

“Las cuestiones fundamentales de estos proceso de lucha que se dan en Colombia como parte de los procesos que se están dando en América Latina están no solamente los ataques recientes que se vienen haciendo en clave neoliberal bien aguda por el gobierno de Iván Duque, sino por todo el acumulado de deudas sociales que se arrastran desde hace décadas en el país. Lo cual contrasta por primera vez en tanto tiempo haciendo que Colombia no sea noticia por el narcotráfico o por la guerra interna que ha habido por cincuenta y cinco años en el país.”

“El gobierno de Duque se sintió envalentonado con los triunfos de Macri y Bolsonaro en la región e intentó una contraofensiva neoliberal. Ahí entra la reforma laboral, en las pensiones, avances de privatizaciones , conformar un holding de la administración de las finanzas en manos de los bancos privados e incluso un salto mayor contra los jóvenes, a los cuales, se les paga el 75% del salario mínimo hasta la edad de 25 años. Un ataque en toda la regla por lo que es la juventud la que ha estado en el centro político en este momento”.

“Dentro del conjunto de la juventud los estudiantes han venido jugando un papel protagónico en las principales ciudades, Bogotá, Cali, Barranquilla, Santa Marta y otros lugares, esto viene desde el año pasado con distintas protestas. Se han sumado además de la juventud universitaria, los jóvenes de los colegios y liceos. Dilan Cruz es parte de estos jóvenes y recibió un impacto en el cráneo de un disparo letal de gas lacrimógeno a una distancia menor a 10 metros. Dilan se transformó en un icono de las protestas luego de su fallecimiento.”

“Hay sectores que plantean el “fuera Duque” y se canta en las marchas. Las centrales sindicales y los movimientos sociales que están al frente de este paro no levantan estas banderas aún, aunque si están en la población movilizada. Como en Chile es fundamental poner toda la fuerza social en movimiento, es parar los grandes centros neurálgicos del país, de la industria, las grandes fábricas, el transporte para ir en el camino de una huelga general en Colombia y no darle tregua a Duque en este momento. Desgraciadamente las direcciones sindicales están en otra sintonía, le piden reuniones al gobierno.”

“Colombia se ha puesto en movimiento luego de treinta años de un neoliberalismo descarado y de un terrorismo de Estado grandísimo, por eso y para ahondar un poco más, esta expresión de que la juventud y el pueblo ha perdido el miedo es muy profundo porque el neoliberalismo se impuso a sangre y fuego en el país. Toda la cobertura que se atacaba al narcotráfico y de una guerra interna se traducía en una avanzada en las ciudad porque todo aquel joven, sindicalista o campesino que salía a luchar era puesto supuestamente como un integrante de la guerrilla y por ende era sometido a todo tipo de terrorismo de Estado. Es a esto que Colombia le ha perdido el miedo, la juventud ha salido a decir basta y eso es la expresión de la huelga del 21 de noviembre y los siete días de protesta.”

“La situación que se vive en Colombia es muy particular porque ha sido un fiel aliado al imperialismo estadounidense, un país donde abundan las bases militares yanquis, es el único país de América Latina que es miembro de la OTAN y que se utilizó como cabecera de playa para provocar un motivo que dé lugar a una intervención militar en Venezuela en el mes de enero pasado durante la jornadas golpistas. Es muy importante seguir los acontecimientos de Colombia que también por otra parte se adentra en el Caribe e impacta en lo que vemos en Puerto Rico, Honduras y Haití, este último un país que se ha visto sometido a una intervención militar no solo de Estados Unidos sino de Brasil y de otros países de la región.”

Fuente de la entrevista: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Colombia-Se-ha-perdido-el-miedo-a-un-regimen-que-impuso-el-neoliberalismo-a-sangre-y-fuego

 

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Educación, pobreza y desigualdad

Por: Jorge Ramírez.

Insumos básicos requeridos para lograr que los planes de desarrollo municipal y departamental tengan impacto en la reducción de la pobreza y de las desigualdades.

Hace poco fui invitado a desarrollar una conferencia sobre la pobreza en Cúcuta y en Norte de Santander; el evento fue organizado por la Secretaria Departamental de Fronteras y de Cooperación Internacional y contó con el apoyo de la Red de Investigación de Asuntos de Frontera. Debo decir que la conferencia fue realizada en coautoría con el Profesor Mario Zambrano con quien desarrollo actualmente una investigación sobre la materia.

Al analizar el estado de la pobreza en Cúcuta y en Norte de Santander se evidenció que:

Primero, la falta de articulación institucional, la duplicidad de funciones y el uso no eficiente de los recursos públicos, en conjunto, se convierten en los principales obstáculos para superar la pobreza multidimensional en el territorio. Segundo, los hacedores de política y los planeadores del desarrollo territorial no cuentan con una política social de carácter local (o regional) que en complemento a la política nacional contribuya a la reducción paulatina de la pobreza. Tercero, los planes de desarrollo municipal y departamental a punto de terminar son dos grandes documentos de política pública útiles para estos fines. No obstante, su contenido está lleno de un marco aspiracional deseable y de buenas intenciones, ergo, ambos documentos de política territorial carecen de acciones articuladoras  que transversalmente y de modo diferencial conecten e integren la agenda social y la agenda económica para generar oportunidades sociales y con éstas lograr el cierre de brechas urbano-rurales. Cuarto, la alta dependencia de los recursos de transferencias de la nación ha generado una especie de heteronomía e inercia institucional que se resumen en desesperadas epístolas que exigen del gobierno central: soluciones externas a los problemas estructurales de nuestro territorio – problemas – que se hacen más visibles con el cierre de la frontera, los desplazamientos internos y las migraciones.

En tal sentido, la educación como derecho y como bien público puede ser el factor (no único) pero relevante que en el marco de las políticas públicas locales y con el buen uso de los recursos nacionales, territoriales y de cooperación internacional pueden contribuir a la generación de oportunidades sociales como apuesta para la superación de la pobreza multidimensional, lo cual hace necesario enfocarse en los canales de transmisión intergeneracional que son: el analfabetismo, el rezago escolar, el bajo logro educativo y en mayor medida el empleo informal (DANE, 2018).

Con respecto al empleo informal hace unos años realicé en coautoría dos investigaciones que evidencian que la baja presencia institucional en el territorio, el modesto desarrollo industrial y la pobreza son variables que se convierten en un ancla a la hora de generar un círculo vicioso del desarrollo en los departamentos colombianos que están localizados en zona de frontera.

Abordados estos problemas como soluciones por la vía de la educación y en clave de política pública es la base para lograr procesos de desarrollo integral en Cúcuta y en Norte de Santander; esto requiere de una planeada articulación institucional, la utilización de información con base en la evidencia, la cuantificación de las inversiones, el uso eficiente y transparente de los recursos públicos.

En síntesis, estos son insumos básicos requeridos para lograr que los planes de desarrollo municipal y departamental tengan impacto en la reducción de la pobreza y de las desigualdades territoriales que se constatan usando el índice de pobreza multidimensional de Cúcuta y de Norte de Santander; que pese a los avances las brechas son persistentes entre género y muy amplias en las áreas urbanas y rurales de nuestro territorio (DANE, 2005 y 2018).

Adenda: agradezco al Ing. Jairo Yáñez (Alcalde electo) y a su equipo asesor, permitirme hacer parte del empalme en la Secretaría de Educación Municipal y en el Centro Tecnológico de Cúcuta.

Fuente del artículo: https://www.laopinion.com.co/columna-de-opinion/educacion-pobreza-y-desigualdad-187944#OP

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Fecode pide a JEP ser reconocido como víctima de violencia antisindical

Redacción:  RCN Radio

Pese a que el informe solo comprende 34 casos, Fecode tiene registro de al menos 6.129 casos en contra de docentes sindicalizados.

Docentes que hacen parte de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) presentaron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)un informe en el que dan cuenta sobre el proceso de victimización, persecución e intento de exterminio de los maestros afiliados a Fecode.

El informe realizado se titula “La vida por educar: crímenes de lesa humanidad, persecución y exterminio contra maestros y maestras sindicalistas, miembros de Fecode, entre 1986 y 2010”.

Recopila 34 casos considerados emblemáticos, que dan cuenta de lo sucedido en ese periodo de tiempo, los cuales incluyen dos atentados de muerte, dos desapariciones forzadas, sobre las cuales aún no se tiene información, y 30 homicidios.

Y de acuerdo con los investigadores «la impunidad es del 94% de los homicidios y del 99.8%, en los otros casos, como atentados o amenazas«.

Pese a que el informe entregado a la JEP comprende solo 34 casos, Fecode tiene registro de «al menos 6.129 violaciones a la vida, libertad e integridad de los docentes sindicalizados, de las cuales 3.523 fueron cometidas en contra de maestros y 2.596 en contra de maestras».

Además, incluye denuncias de 990 homicidios, 78 desapariciones forzadas, 49 atentados contra la vida, 3.170 amenazas y 1.549 desplazamientos forzados entre 1986 y 2010.

Martha Alfonso Bernal, segunda vicepresidenta y quien lideró el equipo de derechos humanos de la Federación, recopiló la información de aquellos maestros que sufrieron algún tipo violencia o sus familias, el entorno educativo y los sindicatos filiales.

“Después de seis meses de trabajo con la comisión de derechos humanos de Fecode, el apoyo del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) y la escuela nacional sindical se ha construido el informe, en éste se muestra el ataque sistemático y los crímenes de lesa humanidad contra el magisterio, organizado en Fecode, y contra sus dirigentes sindicales”, señaló la segunda vicepresidenta.

«La entrega del informe es el mecanismo de activación de competencia de la JEP, esto es la puerta de entrada de las víctimas a la Sala de Reconocimiento, en donde es analizado para definir si amerita la apertura de un caso», señaló el magistrado Salazar.

De acuerdo con Nelson Alarcón, presidente de la Federación, «esto es un hecho histórico para el magisterio y la sociedad en general, ya que por primera vez Fecode acudirá a una instancia para que se investigue y de esta manera se haga justicia y se conozca la verdad».

«La violencia antisindical ha sido instrumento de persecución; es sistemática, selectiva, política, disciplinante e instrumental, una violencia en que el principal responsable es el Estado por acción y omisión», manifestó el presidente de Fecode.

Se espera que en el primer trimestre del próximo año se conozca la decisión sobre los macro casos que se han entregado en los últimos meses. Los maestros esperan desde la Jurisdicción se adelante un proceso de reparación colectiva y que se reconozca lo que ha ocasionado la violencia antisindical en Colombia a organizaciones.

Fuente: https://www.rcnradio.com/colombia/fecode-pide-jep-ser-reconocido-como-victima-de-violencia-antisindical

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Cronología del paro nacional colombiano

Redacción: TeleSUR

Las fuerzas sociales aglutinadas en el paro nacional convocaron a continuar las movilizaciones para este viernes 29 de noviembre.

El jueves 28 de noviembre se cumplió una semana del paro nacional contra las políticas neoliberales del presidente de Colombia, Iván Duque, que rápidamente se transformó en un estallido social, al que las fuerzas policiales antidisturbios han reprimido con fuerza excedida.

El paro fue convocado por distintos sectores colombianos, como los estudiantes universitarios, la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Pensionados y el Congreso de los Pueblos.

El movimiento fue creciendo y ahora reúne a estudiantes, campesinos, mujeres, indígenas, afrodescendientes y partidos opositores al Gobierno de Duque.

 

 

La actividad principal del primer día del paro nacional fue una manifestación contra el gobierno derechista de Duque en las principales ciudades del país suramericano.

En Bogotá, la capital de Colombia, miles de personas participaron en la marcha que culminó en la Plaza de Bolívar, sin embargo, agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional reprimieron a los manifestantes.

Inédito cacerolazo

Tras la represión por parte de Esmad, la noche del jueves 21 ocurrió un masivo e inédito cacerolazo contra las políticas del derechista mandatario que fue escuchado prácticamente en toda la ciudad capital y en otras urbes.

Viernes 22

La población utilizó las redes sociales para convocar a otra manifestación para el viernes 22, en el centro de Bogotá. La Masiva protesta nuevamente fue reprimida por fuerzas del Esmad.

Toque de queda

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, decretó el toque de queda para la noche del viernes 22 y la madrugada del sábado 23 en toda la ciudad, y en forma paralela el presidente Iván Duque convocó a un diálogo nacional, que fue rechazado por sectores de la población, que calificaron esta propuesta como excluyente.

Saqueos

En la ciudad de Cali y en barrios de Bogotá vándalos protoganizaron las noches del viernes 22 y del sábado 23 saqueos a comercio e intentos de robo en conjuntos residenciales.

Políticos opositores, como el senador Roy Barreras, afirmaron que el vandalismo tenía trazos de ser inducido por autoridades para criminalizar las legítimas protestas sociales.

Dilan Cruz, símbolo del movimiento social

El joven Dilan Cruz, de 18 años de edad, se transformó en el símbolo del movimiento social colombiano, porque representaba a la generación posterior al acuerdo de paz que le prometieron que podía manifestarse en las calles sin miedo, y fue atacado, dijo a teleSUR el analista José Antequera.

Dilan Cruz, que participaba en una manifestación el sábado  23 de noviembre, recibió un disparo en la cabeza por parte de un agente del Esmad, que lo dejó en coma, hasta que falleció el lunes 25.}

Ocho días de paro

Las masivas manifestaciones continuaron a lo largo del lunes 25 al jueves 28, día en que la marcha concluyó sin actos represivos por parte del Esmad.

El movimiento social colombiano ha convocado a otra manifestación para este viernes 29 de noviembre con la etiqueta en las redes sociales de #29NParoNacional

Antecedentes del paro de 2019

Colombia vivió el 14 de septiembre de 1977 el primer paro cívico nacional, que unió por primera vez en la historia a las cuatro centrales obreras del país: UTC, CTC, CGT y CSTC. El movimiento de hace 42 años, como el actual, contó con un masivo respaldo popular y duró cinco días.

Resultado del paro nacional de 1977 fue el retiro de medidas lesivas contra los trabajadores y el logro de importantes reformas laborales, que hasta ahora siguen vigentes, según cuenta María Alicia Cabrera en su libro “El sindicalismo en Colombia, una historia para resurgir”.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/colombia-paro-nacional-semana-cronologia-20191129-0005.html

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