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Escuela y ruralidad: docentes en la encrucijada social de construcción de paz

Por: El Diario la Educación

Las y los docentes del medio rural colombiano han vivido décadas en la compleja situación de dar respuesta al derecho a la educación de miles de niñas y niños inmersos en un larguísimo conflicto armado. Un informe ha estudiado este proceso tan complejo.

En Colombia no existe una manera única de ejercer la docencia, los rostros múltiples de maestros y maestras se extienden por la geografía, cada sujeto va construyendo una manera, unas prácticas y unos saberes que se convierten en parte constitutiva de la escuela y que se instalan en la vida cotidiana de quienes interactúan en ella. Decir esto es válido para cualquier contexto del mundo, sin embargo, en Colombia, este proceso humano se ve constantemente puesto al límite por diferentes agentes ordenadores del espacio -no siempre legales o legítimos- que ponen a la escuela, y a los sujetos que en ella habitan, en el medio de la disputa por el control del territorio. Esto es precisamente lo que estudia el informe que recién publica la Fundación Compartir sobre Docencia Rural en Colombia: Educar para la Paz en medio del Conflicto Armado.

El informe se pregunta cuál es el papel que han desempeñado las escuelas en la producción y reproducción de órdenes sociales en los territorios que han estado en medio del conflicto armado. Y, en ese mismo sentido, indaga sobre el impacto del conflicto armado en la configuración de las aulas, en los discursos y las prácticas pedagógicas.

Para descifrar estas relaciones se construyeron diálogos con maestros y maestras de quince instituciones educativas provenientes de las regiones y municipios priorizados para la puesta en marcha de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial contemplados en los Acuerdos de Paz de 2016. Se consideró que fueran territorios en los que maestros y maestras presentaron más afectaciones por el conflicto armado, según los datos del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica. El estudio reflexiona sobre la manera en que maestras y maestros habitaron la escuela en medio de la confrontación, construyeron negociaciones para garantizar el derecho a la educación de niños y niñas y mediaron para la vida.

Buena parte de los hallazgos del estudio se centran en comprender algunas características de la situación docente en territorios rurales. Por una parte, se evidencian los elementos normativos que regulan el oficio y sus impactos de desigualdad:

  • Tres decretos diferentes vinculan y regulan la profesión docente, con desiguales condiciones laborales, de remuneración y de oportunidades para la formación en servicio (Decretos 2277 de 1979, 1278 de 2012 con estatuto profesional y 804 de 1995 sin la definición de un estatuto docente).
  • La formación inicial de maestros y maestras es muy diversa. La mayoría de los nombramientos del Decreto 804, que vincula a docentes para territorios interétnicos, afecta a profesionales licenciados (51,09%), mientras que la del 1278, vía concurso docente, es para bachilleres (36,85%) nombrados en las plazas que son declaradas desiertas. Por tanto, es posible suponer que se encuentran en la ruralidad dispersa y profunda.
  • Según los hallazgos del informe, la mayoría del ejercicio docente en la ruralidad es de la escuela primaria: el 60,52% de maestros y maestras están vinculados al área de enseñanza primaria.
  • La remuneración está regulada por el decreto de vinculación, no por la formación o desempeño de los docentes.
  • Mientras que el promedio de los docentes del Decreto 804 ganan $1.560,000, aquellos que están vinculados con el 1278 reciben en promedio $3.276,382. Es decir, unos tienen una remuneración casi del doble que los otros.

Por otra parte, se presentan las necesidades de formación que maestras y maestros identifican y señalan como prioritarias:

  • Formación en habilidades socioemocionales para dar respuestas pertinentes a las necesidades de sus estudiantes.
  • Formación en habilidades para el desarrollo de una propuesta educativa flexible.
  • Formación en habilidades para el manejo de tecnologías.
Preparación de la huerta escolar – Institución Educativa El Rosario – Vereda El Rosario – Caldono, Cauca

Por último, el estudio incluye recomendaciones de política para el desarrollo de directivos y de docentes en la ruralidad:

  • Incorporar procesos de formación (inicial y en servicio) específica y pertinente para la ruralidad.
  • Garantizar la protección y atención psicosocial para docentes, así como, la formación en habilidades socioemocionales.
  • Construcción de un plan de reconocimiento para quienes se desempeñan en escuelas rurales, orientado a fomentar el arraigo de maestras y maestros por el territorio a partir de estímulos académicos, económicos y simbólicos.

Lo que está de fondo en el informe son dos aspectos fundamentales. El primero referente a la encrucijada social y humana en la que se encuentran los sujetos y los saberes que constituyen la escuela en territorios rurales afectados por el conflicto armado. El segundo alude a la tensión entre estar enfrentados a realidades adversas y, aún así, hacer de la escuela un espacio de construcción de paz, de acogida y encuentro para la vivencia plena de los derechos y el florecimiento del espíritu humano. Una escuela donde el ser y el saber hacer de maestras y maestros dan respuesta a lo que Meirieu denomina el proyecto indisociable de la transmisión de los conocimientos, el reconocimiento de la alteridad, la formación de ciudadanía, la construcción del bien común y la capacidad de pensar por uno mismo.

Institución Educativa Almirante Padilla. Padilla, Cauca

Referencias

Bautista, M., González, G. (2019). Docencia Rural en Colombia: Educar para la Paz en medio del Conflicto Armado. Fundación Compartir. Bogotá. Recuperado de https://www.compartirpalabramaestra.org/documentos/invescompartir/estudio_docencia-rual-en-colombia-educar-para-la-paz-en-medio-del-conflicto-armado.pdf

Meirieu, P. (2005). Carta a un joven profesor: Por qué enseñar hoy. Editorial GRAÓ. Barcelona

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/educacionesenmovimiento/2019/11/13/escuela-y-ruralidad-docentes-en-la-encrucijada-social-de-construccion-de-paz/

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Colombia, el país de la Ocde con los resultados más bajos en las pruebas Pisa 2018

América del sur/Colombia/05 Diciembre 2019/Semana

El país desmejoró en ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo. Los resultados empeoraron comparados con el examen de 2015.

Entre el 25 de abril y el 18 de mayo de 2018, más de 8.500 alumnos de 250 colegios, públicos y privados de todo el país, que en ese momento tenían 15 años, presentaron las pruebas Pisa. El examen mide el rendimiento académico de los alumnos de cada país en matemáticas, ciencia y lectura.

Por quinta ocasión, Colombia participó de la prueba que adelanta cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Como el país ya hace parte de ese privilegiado escenario, había mucha expectativa por los resultados de la prueba aplicada el año pasado. Una de las razones es que en la pasada edición, de 2015, el país registró una mejora importante en cada una de las competencias evaluadas, aunque se mantenía alejado del promedio de resultados de los otros países miembros.

Sin embargo, los resultados de la prueba Pisa 2018, que publicó la Ocde este martes, evidencian un preocupante panorama en todo sentido. Se mantiene la brecha entre Colombia y el promedio de los países que pertenecen a la organización, y además se desmejoró en los resultados de ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo.

Para este año participaron de la prueba 79 países, 37 que son miembros de la Ocde (incluido Colombia), y el resto son países colaboradores de la organización. Colombia obtuvo los resultados más bajos de los países que pertenecen a la Ocde, y según el informe Pisa sus resultados se equiparan a los obtenidos por países no miembros como Albania, Macedonia del Norte y Qatar.

Colombia solo supera a España en comprensión lectora, pues la Ocde aplazó la entrega de los resultados de ese país por encontrar un “comportamiento de respuesta inverosímil” en los colegios.

Retroceso en comprensión lectora

Para 2015 Colombia obtuvo 425 puntos en la prueba de lectura, sin embargo para la más reciente edición se evidenció un retroceso importante al obtener 412 puntos, mientras que el promedio Ocde es de 487 puntos. Es decir, el país desmejoró en 13 puntos en esta competencia.

De acuerdo con el análisis de la Ocde, en Colombia el 50 % de los estudiantes alcanzaron al menos el nivel 2 de competencia en lectura (de 408 a 480 puntos). Los estudiantes que quedaron en este nivel como mínimo están en capacidad de identificar la idea principal en un texto de extensión moderada, encontrar información basada en criterios explícitos.

Sin embargo solo un 1 por ciento de los estudiantes de Colombia se ubicaron como los de mejor rendimiento en lectura, es decir, alcanzaron el Nivel 5 o 6 en la prueba Pisa de lectura (más de 620 puntos), mientras que el promedio Ocde es de 9 por ciento. En estos niveles, los estudiantes pueden comprender textos largos, manejar conceptos abstractos o contradictorios y establecer distinciones entre hechos y opiniones.

¿Qué pasó en la ciencia?

En la prueba de 2015 Colombia tuvo una mejora sustancial en esta competencia, al pasar de una calificación de 399 en 2012 a 416 las pruebas pasadas. Los recientes resultados muestran que el país no pudo mantener ese ritmo de mejora, y por el contrario bajó su calificación a 413 puntos, lejos del promedio Ocde, que es de 489 puntos.

Según el análisis que presentó la organización, poco menos del 50 por ciento de los estudiantes colombianos alcanzaron el nivel 2 en ciencias (la media de la Ocde es de 78 por ciento). Como mínimo, estos estudiantes pueden reconocer la explicación correcta de fenómenos científicos familiares.

Leve mejora en matemáticas

En matemáticas los estudiantes colombianos obtuvieron un puntaje promedio de 391, una leve mejora frente a los 390 puntos de media obtenidos en 2015, pero aún alejados del promedio de los países pertenecientes a la Ocde que es de 489 puntos.

De los 8.500 estudiantes colombianos que presentaron la prueba, cerca de 35 por ciento alcanzaron el nivel 2 o superior en matemáticas (el promedio Ocde es de 76 por ciento). Como mínimo, dichos estudiantes son capaces de interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo, comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o convertir precios a una moneda diferente.

En cuanto a los estudiantes que quedaron en el nivel 5 y 6, los de mejor resultado, solo un 1 por ciento de los colombianos alcanzaron este puntaje en matemáticas, mientras la media de la Ocde es del 11 por ciento.

¿En qué se destacan hombres y mujeres?

En todos los países y economías que participaron en Pisa 2018, las mujeres superaron significativamente a los hombres en lectura, por 30 puntos de media en todos los países de la Ocde. En Colombia, la brecha de género en lectura (10 puntos) fue menor que la brecha media.

En cuanto a las matemáticas, en Colombia los hombres superaron a las mujeres por 20 puntos, brecha mayor que la brecha de género promedio en matemáticas en todos los países de la Ocde (5 puntos).

Para el caso de la ciencia, en el promedio Ocde las mujeres aventajan ligeramente a los hombres por dos puntos, pero en Colombia el comportamiento es opuesto, pues los hombres superaron a las mujeres en ciencias por 12 puntos.

¿Cómo es el ambiente escolar en el país?

Adicionalmente, en las pruebas Pisa se preguntó a los estudiantes de cada país diferentes aspectos sobre su vida y entorno escolar, con el fin de tener un panorama completo de la educación.

Los resultados entregados por la Ocde indican que en Colombia, 32 por ciento de los estudiantes reportaron haber sido víctimas de bullying o acoso escolar por lo menos alguna vez al mes, en comparación con 23 por ciento de media en todos los países miembros.

Al mismo tiempo, 84 por ciento de los estudiantes colombianos (y 88 por ciento de los estudiantes en promedio en todos los países de la Ocde) estuvieron de acuerdo o en fuerte acuerdo con que es bueno ayudar a los estudiantes que no pueden defenderse por sí mismos.

Por otra parte, 20 por ciento de colombianos (media de la Ocde: 26 por ciento) informaron que, en todas o casi todas las clases su profesor tiene que esperar mucho tiempo para que los estudiantes se calmen.

Finalmente, en Colombia, 73 por ciento de los estudiantes (media de la Ocde: 67 por ciento) informaron que están satisfechos con su vida (estudiantes que reportaron estar entre 7 y 10 en la escala de 10 puntos de satisfacción con la vida). 

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-le-fue-a-colombia-en-las-ultimas-pruebas-pisa/642984

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La vida por educar: al menos 1.000 maestros fueron asesinados entre 1986 y 2010, dice informe entregado a la JEP

Por: Semana Educación

El informe que Fecode entregó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) busca que este organismo abra un macrocaso sobre lo que consideran ha sido un crimen de lesa humanidad de persecución y exterminio contra los activistas sindicales miembros de la agremiación docente.

¿Ser profesor es un trabajo de alto riesgo? Aunque en el imaginario de muchos la profesión docente no representa un riesgo para la integridad de las personas que la ejercen, a diferencia de carreras militares o relacionadas con el servicio en la Fuerza Pública, un informe que presentó la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), es la clara evidencia de que ser profesor en Colombia es un riesgo latente, más aún si se hace parte de un grupo sindical.

‘La vida por Educar: crímenes de lesa humanidad, persecución y exterminio contra maestros y maestras sindicalistas, miembros de Fecode entre 1986 y 2010‘, es el nombre del informe que el gremio docente más grande del país entregó esta semana a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para demostrar que los profesores que han sido activistas sindicales han sido víctimas de un crimen de lesa humanidad de persecución y exterminio.

De acuerdo con el informe que fue elaborado por la Comisión de Derechos Humanos de Fecode, con la asistencia técnica de la Escuela Nacional Sindical y el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), entre el 1 de enero de 1986 y el 1 de diciembre de 2016, la Federación fue víctima de al menos 6.119 violaciones a la vida, libertad e integridad de los docentes sindicalizados.

De las más de 6.000 violaciones registradas, 990 corresponden a homicidios de maestros sindicalizado y 78 desapariciones forzadas. Además, dentro de la cifra 3.170 casos fueron amenazas, 1.549 desplazamientos forzados, 124 detenciones arbitrarias, 89 hostigamientos, 40 secuestros, 22 casos de tortura, siete allanamientos ilegales y 49 atentados con o sin lesiones.

Uno de los agravantes que expone el informe es la alta impunidad en estos casos, pues alrededor del 94% de estas situaciones se encuentran impunes.

«Cuando la brutal represión y los dolores juntos llevan a cerrar los recuerdos y olvidar nuestros muertos, nos atrevimos a abrir viejos archivos y recoger testimonios de los sobrevivientes, que estaban dispersos por todo el territorio nacional; la mayoría en manos de los familiares de los docentes víctimas, quienes han esperado por décadas que se haga justicia, que el sindicato asuma su historia de vidas truncadas, de sueños asesinados y de luchas que aún reposan en cada movilización que se convoca», señaló el Comité Ejecutivo de Fecode durante la entrega del informe al magistrado de la JEP, Gustavo Salazar.

El documento, que también fue entregado a la Comisión de la Verdad, precisa que los departamentos donde mayor cantidad de hechos en contra de los docentes son Antioquia, Valle del Cauca y Santander. A estos tres departamentos les siguen Magdalena, Nariño y Cauca.

Según lo expuesto, esta situación de violencia sistemática generó una desconfianza contra Fecode y sus sindicatos filiales por parte de los familiares de los docentes asesinados o desaparecidos. «En varios casos, se acusa la organización sindical de las pérdidas que han tenido, normalizando el hecho de que, en Colombia, persiguen y asesinan a los sindicalistas por realizar su labor, lo que ha contribuido a la ruptura del tejido social y ha sembrado graves prejuicios y estigmas a la acción sindical», dice el documento.

¿Quién los mató?

En el curso de los 25 años transcurridos entre 1986 y 2010, la justicia ordinaria ha avanzado muy poco en cuanto al esclarecimiento de los presuntos responsables de los crímenes de maestros y maestras, dice el documento.

De ahí, destaca Fecode, nace la necesidad de establecer la responsabilidad penal individual de los máximos responsables del ataque sistemático en contra de los sindicatos de educadores y señalar la responsabilidad de los diferentes actores.

En consecuencia, la Federación se propuso identificar y señalar la responsabilidad penal individual, por acción u omisión de garante, de al menos 411 presuntos responsables. Según las cifras del Sistema de Información en Derechos Humanos (Sinderh), el mayor peso de casos son los cometidos por grupos paramilitares; seguidos por la guerrilla y por la Policía.

A la guerrilla se le atribuyen 138 casos; a las Fuerzas Militares, Policía y DAS, 143; a los grupos paramilitares, el 16 % del total de las violaciones: «En el periodo 1986-2010, es claro que la lógica de exterminio y persecución se enmarcó en el proceso de expansión y consolidación del proyecto paramilitar, sus alianzas con élites locales y regionales y la aquiescencia (consentimiento) de los agentes estatales», señala el informe.

¿Qué se busca con la entrega del informe?

Desde Fecode precisaron que con la entrega del informe a la JEP, se busca abrir un macrocaso sobre el crimen de lesa humanidad de persecución y exterminio ejercido contra los docentes activistas sindicales: «Este informe y su investigación debe romper el ciclo de violencia establecido contra los sindicalistas y líderes sociales, y así contribuir a garantizar medidas de no repetición».

Una fuente de la JEP informó a SEMANA que al recibir este informe hay dos opciones de lo que puede suceder: primero, que con este informe se encuentren los datos suficientes como para abrir un macrocaso relacionado con la persecusión, exterminio y violencia sistemática contra los docentes tal y como busca Fecode; o la segunda posibilidad es que el informe sirva de insumo y se adhiera a uno de los siete macrocasos que ya está manejando la JEP.

La JEP determinará el destino de este informe de Fecode en febrero de 2020.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-vida-por-educar-al-menos-1000-maestros-fueron-asesinados-entre-1986-y-2010-dice-informe-de-fecode-entregado-a-la-jep/642561

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Colombia: Un pueblo que exige paz, justicia social y dignidad

Por: John Freddy Gómez, Camila Andrea Galindo/cadtm.org

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

En Colombia se vive un proceso de disputa entre las clases subalternas y el gobierno nacional, en el cual el gobierno quiere imponer, incluso a sangre y fuego, sus políticas y visión de sociedad, en la que: 1) La sociedad es subordinada a las relaciones del mercado neoliberal; 2) El pueblo debe mantener una dinámica estoica, aletargada y diligente; 3) Se prioriza el capital y los privilegios de clase por encima de la vida y la dignidad; 4) Se cercena la diferencia y se aniquila al diferente; 5) Se conserva el maniqueísmo, el odio y la exclusión como fuente de poder; y, 6) se debe callar ante el sonido aturdidor de una Colombia que se desmorona.

Estas dinámicas que en Colombia y en gran parte de Nuestra América han sobrevivido desde la colonia, que se han reproducido desde la independencia y que se han intensificado en la etapa neoliberal debido a la relación directa con el imperio estadounidense, han conllevado a que nuestro continente sea uno de los más desiguales del mundo y que Colombia se posicione como el segundo país más desigual en todo el continente americano y se encuentre entre los 10 países más desiguales del planeta. (Monterrosa, 2017)

Esta desigualdad se concreta como una violencia directa contra el pueblo colombiano y se sustenta ante el aumento indiscriminado de la explotación, despojo, opresión y exclusión que se materializa por medio de una clase capitalista con características feudales y violentas, la cual se ha enquistado históricamente en las estructuras del Estado colombiano. Estado que según algunas instituciones es la democracia más antigua de América Latina, siendo para estas instituciones democrático el genocidio como práctica social, la exclusión de la política del 99% del pueblo colombiano, la desigualdad como gestión gubernamental, y la desidia y el odio como piedra angular del relacionamiento social y económico.

Teniendo en cuenta esta breve introducción de las relaciones reinantes en Nuestra América y en nuestro país Colombia, hemos observado en los últimos meses un grito de ¡Basta ya! frente a tanto odio, a la exclusión política y social, a la política de guerra, a un sistema que beneficia al 1% de la sociedad, al racismo, al patriarcado, al sexismo, y al ecocidio como modelo de desarrollo, entre otras características funestas impuestas por medio de la violencia en nuestro territorio.

Bajo el Gobierno de Iván Duque, y su regente Álvaro Uribe Vélez, se ha atestiguado el aumento exponencial de la violencia en el país con aproximadamente 746 líderes y lideresas sociales asesinadas entre el año 2009 y junio del presente año, con un aumento, solo en 2019, del 75% de la violencia contra las lideresas y líderes sociales en el país. (La opinión, 2019) Estos asesinatos y amedrentamientos son resultado de la puesta en marcha de una política gubernamental de guerra y en contra de la consolidación de la implementación de los Acuerdos de Paz.

La violación de los derechos humanos es una constante presente por parte del gobierno colombiano. Se vive en una constante zozobra debido a que la persecución a la oposición política es un pilar de la gestión del gobierno, al igual que la criminalización de la protesta aún cuanto es un derecho fundamental pero que se ha pretendido limitar por medio de su regulación legal, lo que se anuda a un contexto en el que se deslegitima todo proceso social, político y comunitario, y se pretenden invisibilizar, por medio del control de los medios masivos de comunicación y su relación directa de clase.

Un ejemplo de la violación permanente de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario es el caso denunciado ante el Congreso de la República en desarrollo de la moción de censura que se pretendía contra el exministro de Defensa Guillermo Botero, en donde se evidenció el asesinato de entre 8 y 18 niños y niñas en un bombardeo por parte del Ejército en la zona rural de San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá. Niños y niñas que fueron presentados como bajas en combate lo que trajo a la memoria del pueblo colombiano los casos de ejecuciones extrajudiciales del período 2002-2008 mal llamados Falsos Positivos. Un caso que sigue siendo rechazado después de conocer que según los relatos de los habitantes de la zona los menores que quedaron con vida fueron perseguidos y acribillados vilmente por las fuerzas militares. (Unidad Investigativa, 2019) Este bombardeo contó con el visto bueno del entonces Ministro de Defensa y del presidente Iván Duque.

Ante esta deplorable operación militar, el pueblo colombiano manifestó su total inconformidad que se evidenció en una presión pública por la cual el Ministro de Defensa presentó su renuncia, siendo homenajeado, reconocido y honrado por parte del Presidente Duque ante sus buenos oficios para el país, una total ironía. Este es uno de los cientos de casos donde se evidencia que el gobierno tiene un papel directo e indirecto en la violencia que asola el país.

Así mismo, las políticas económicas del gobierno de Iván Duque han desembocado en el empobrecimiento de las clases subalternas donde se privilegia los intereses de las élites económicas por encima de las necesidades de un país con grandes brechas sociales y con latentes necesidades de un gasto público que represente un mayor bienestar y satisfacción plena de los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales en el país (Gómez & Galindo, 2019).

Y, como si no fuera poco, con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 y la Ley de Financiamiento, el gobierno en manos de sus ministerios y en comunión con los tanques de pensamiento del gran capital colombiano como FEDESARROLLO y ANIF, entre otros, han delineado las nuevas reformas laborales, pensionales y de administración del erario público que van en detrimento de los derechos y dignidad del pueblo colombiano.

En la propuesta de reforma laboral entre otras características encontramos la flexibilización y desregulación del mundo del trabajo con la incorporación del trabajo por horas, la reducción de un 25% del salario a los menores de 28 años; y, la eliminación de las horas extras, de los recargos nocturnos y festivos, y de los intereses de las cesantías.

Así mismo, la reforma pensional pretende el aumento de la cotización y la edad para pensionarse, la eliminación del régimen de prima media pública y el traslado de las cargas de cotización desde el empleador hacia el empleado, entre otras dinámicas totalmente regresivas que solo benefician al gran capital y al capital financiero, y sumen al pueblo colombiano a una mayor tasa de sobreexplotación del trabajo (Semanario Voz, 2019).

Otra política totalmente onerosa es la consolidación del Holding Financiero, que traslada la discrecionalidad de la administración de las empresas estatales desde el Estado a un órgano autónomo y determinado por las necesidades privadas que conlleva el tránsito hacia la privatización de estos con el fin de impulsar las Asociaciones Público-Privadas que no es más que la entrega de los dineros público al gran capital.

Ante esta arremetida de reformas neoliberales en el país, el incremento de la violencia, la criminalización y la estigmatización de los procesos sociales y, el incumplimiento permanente a los acuerdos con estudiantes, campesinos e indígenas se consolidó el Paro Nacional del pasado 21 de noviembre con el fin de exigir el cumplimiento pleno de los acuerdos económicos, la implementación de los Acuerdos de Paz, el rechazo ante cualquier reforma económica regresiva y la construcción de una economía enfocada en el bienestar de la sociedad, entre otras demandas totalmente legítimas y que han desembocado en una movilización permanente, crítica y que ha puesto en el foco los enemigos del pueblo colombiano como es el gobierno de Iván Duque, y las Instituciones Financieras Internacionales como son el FMI, el BM y la OCDE.

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

Esta masiva movilización no solo puso de manifiesto el hastío por las políticas neoliberales del gobierno de ultraderecha que vive Colombia; sino que fracturó el poder de las élites colombianas al superar el miedo con la esperanza, al gritar a toda voz el anhelo de una sociedad en paz y con justicia social, al fijar como objetivo de transformación a esa estructura económica que determina la violación generalizada de los derechos en el país; es sin lugar a dudas el despertar de una sociedad que ha sido reprimida históricamente, una fuerza incontenible por la dignidad.

Este despertar y comunión entre las clases subalternas en el país supero la movilización del 21 de noviembre y ha planteado la continuidad con movilizaciones pacíficas, cacerolazos, plantones, dinámicas culturales, entre otras actividades que han quebrado el silencio, y han puesto al gobierno y sus élites económicas en actitud defensiva con la militarización de las ciudades y toques de queda, en donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, y se ha llevado a cabo una intensificación de la violencia por medio del control de la protesta y su estigmatización por parte de los medios masivos de comunicación, la difusión del miedo con el fin de vender seguridad estatal, entre otras dinámicas hostiles y represivas que fermentan cada vez más la lucha popular.

El Gobierno de Iván Duque mantiene su postura indolente con el pueblo colombiano, mientras crece la indignación y movilización en el país pretende acabar con esta por medio de la violencia, una dinámica histórica en nuestra nación, y no por la vía del diálogo, aun cuando así lo haya manifestado en sus alocuciones presidenciales. Las redes de solidaridad, la visibilización de las problemáticas del país y la caracterización de los responsables aumentan minuto a minuto, la fiesta democrática se da en las calles y la politización que menguaba en algunos sectores en el país está mermando a pasos agigantados.

Lo de Colombia y gran parte de Nuestra América es un tiempo de esperanza, de amor y solidaridad en el que nos encontramos con el otro y otra para desde la diferencia construir una sociedad digna, justa, equitativa y en paz.

 

https://www.cadtm.org/Colombia-un-pueblo-que-exige-paz-justicia-social-y-dignidad


Referencias

Gómez , J., & Galindo, C. (4 de Noviembre de 2018). La ley de financiamiento: La ley del Embudo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/La-ley-de-financiamiento-La-ley-del-Embudo-en-Colombia
Gómez, J., & Galindo, C. (17 de Febrero de 2019). El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: Una hoja de ruta austeritaria de desarrollo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/El-Plan-Nacional-de-Desarrollo-2018-2022-Una-hoja-de-ruta-austeritaria-de
La opinión. (3 de Noviembre de 2019). Violencia contra líderes sociales aumentó en 75% en 2019. Obtenido de La opinión: <href=»#op»>https://www.laopinion.com.co/colombia/violencia-contra-lideres-sociales-aumento-en-75-en-2019-186481#OP
Monterrosa, H. (16 de Noviembre de 2017). Según el Banco Mundial, Colombia es el segundo país más desigual de América Latina. Obtenido de La República: https://www.larepublica.co/economia/segun-el-banco-mundial-colombia-es-el-segundo-pais-mas-desigual-de-america-latina-2570469
Semanario Voz. (9 de Noviembre de 2019). Paro nacional contra el paquetazo de Duque. Obtenido de Semanario Voz: https://semanariovoz.com/paro-nacional-paquetazo-duque/
Unidad Investigativa. (10 de Noviembre de 2019). Secretos del bombardeo que mató a 8 niños y cobró la cabeza de Botero. Obtenido de El Tiempo: https://www.eltiempo.com/unidad-investigativa/asi-fue-el-bombardeo-en-el-que-murieron-8-ninos-en-caqueta-432146</href=»#op»>

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Continúan jornadas de Paro Nacional en Colombia

América del Sur/ Colombia/ Fuente: www.telesurtv.net.

El Comité Nacional del Paro prevé que la movilización del 4 de diciembre sea muy similar o superior a las del 21 y 27 de noviembre pasados, y está encaminada a fortalecer la movilización social en el país.

El Comité Nacional del Paro de Colombia convocó este domingo a una nueva movilización para el día 4 de diciembre, en el marco de las jornadas de protestas que se han sucedido desde el pasado 21 de noviembre.

Este llamado es el tercero que hace la organización durante los últimos días, la cual presentó hace poco los 13 puntos de su pliego de peticiones al presidente colombiano Iván Duque.

El fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien forma parte del comité organizador, aseguró que las movilizaciones se llevarán a cabo en todo el país, y contarán con la participación de la Minga indígena del Cauca, que se trasladó a la capital para participar de las marchas.

El paro del 4 de diciembre, que se vaticina sea muy similar o superior a los acaecidos el 21 y 27 de noviembre, está encaminado a fortalecer la movilización social en el país.

Esta vez, según Arias, habrá un ingrediente especial para la negociación con el Gobierno: darle más fuerza al movimiento social.

El punto final del paro aún no se ha definido, debido a que el  alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, anunciara que no permitiría que se realizaran concentraciones en la Plaza Bolívar, por el montaje del alumbrado navideño.

En contraposición, Arias señaló su rechazo a la decisión del alcalde de restringir el paso a este emblemático sitio de la capital colombiana para la concentración prevista por el CUT.

“Nosotros reclamamos nuestro legítimo derecho a la protesta y, obviamente, la utilización de espacios tan representativos y simbólicos en la protesta social en Colombia como la Plaza de Bolívar”, expresó el vocero.

Hasta el próximo 10 de diciembre el Comité Nacional del Paro ha previsto una serie de actividades entre las que figuran un cacerolazo intercontinental, un encuentro nacional de organizaciones, el concierto Enciende tu voz: Un canto por Colombia y la conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.

La situación interna de Colombia se tensó luego de los ajustes económicos  y tributarios de la administración de Iván Duque, y el Comité Nacional de Paro, que agrupa a las principales organizaciones civiles movilizadas, demanda un mayor presupuesto para áreas como las educación, así como que se implementen los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/continuan-jornadas-paro-nacional-colombia-diciembre-20191201-0008.html

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Colombia: “Se ha perdido el miedo a un régimen que impuso el neoliberalismo a sangre y fuego» (Audio)

Por: laizquierdadiario.

Entrevista a Milton D’León editor de La Izquierda Diario Venezuela. Las causas profundas de las movilizaciones y paros generales en Colombia. ¿Está planteada la caída de Iván Duque? ¿Cuál es el rol de las direcciones sindicales y sociales? La juventud en el centro político.

Luego de realizar la entrevista en Pateando El Tablero a Milton D’León en un artículo de su autoría publicado en La Izquierda Diario afirma sobre el paro y las manifestaciones ocurridas durante el día de ayer que “Aunque la nueva jornada no tuvo la masividad del 21N, y la adhesión al paro también disminuyó, no por ello dejó de mostrar la inconformidad del pueblo colombiano contra las políticas del Gobierno represor de Duque.”

En este artículo además de un primer análisis de la jornada de este miércoles, se explica el papel jugado por las direcciones sindicales y de los movimientos en el proceso que se ha venido desarrollando.

 

Escucha la entrevista completa en Pateando El Tablero, miércoles de 13 a 15hs en Jujuy FM 101.7

“Las cuestiones fundamentales de estos proceso de lucha que se dan en Colombia como parte de los procesos que se están dando en América Latina están no solamente los ataques recientes que se vienen haciendo en clave neoliberal bien aguda por el gobierno de Iván Duque, sino por todo el acumulado de deudas sociales que se arrastran desde hace décadas en el país. Lo cual contrasta por primera vez en tanto tiempo haciendo que Colombia no sea noticia por el narcotráfico o por la guerra interna que ha habido por cincuenta y cinco años en el país.”

“El gobierno de Duque se sintió envalentonado con los triunfos de Macri y Bolsonaro en la región e intentó una contraofensiva neoliberal. Ahí entra la reforma laboral, en las pensiones, avances de privatizaciones , conformar un holding de la administración de las finanzas en manos de los bancos privados e incluso un salto mayor contra los jóvenes, a los cuales, se les paga el 75% del salario mínimo hasta la edad de 25 años. Un ataque en toda la regla por lo que es la juventud la que ha estado en el centro político en este momento”.

“Dentro del conjunto de la juventud los estudiantes han venido jugando un papel protagónico en las principales ciudades, Bogotá, Cali, Barranquilla, Santa Marta y otros lugares, esto viene desde el año pasado con distintas protestas. Se han sumado además de la juventud universitaria, los jóvenes de los colegios y liceos. Dilan Cruz es parte de estos jóvenes y recibió un impacto en el cráneo de un disparo letal de gas lacrimógeno a una distancia menor a 10 metros. Dilan se transformó en un icono de las protestas luego de su fallecimiento.”

“Hay sectores que plantean el “fuera Duque” y se canta en las marchas. Las centrales sindicales y los movimientos sociales que están al frente de este paro no levantan estas banderas aún, aunque si están en la población movilizada. Como en Chile es fundamental poner toda la fuerza social en movimiento, es parar los grandes centros neurálgicos del país, de la industria, las grandes fábricas, el transporte para ir en el camino de una huelga general en Colombia y no darle tregua a Duque en este momento. Desgraciadamente las direcciones sindicales están en otra sintonía, le piden reuniones al gobierno.”

“Colombia se ha puesto en movimiento luego de treinta años de un neoliberalismo descarado y de un terrorismo de Estado grandísimo, por eso y para ahondar un poco más, esta expresión de que la juventud y el pueblo ha perdido el miedo es muy profundo porque el neoliberalismo se impuso a sangre y fuego en el país. Toda la cobertura que se atacaba al narcotráfico y de una guerra interna se traducía en una avanzada en las ciudad porque todo aquel joven, sindicalista o campesino que salía a luchar era puesto supuestamente como un integrante de la guerrilla y por ende era sometido a todo tipo de terrorismo de Estado. Es a esto que Colombia le ha perdido el miedo, la juventud ha salido a decir basta y eso es la expresión de la huelga del 21 de noviembre y los siete días de protesta.”

“La situación que se vive en Colombia es muy particular porque ha sido un fiel aliado al imperialismo estadounidense, un país donde abundan las bases militares yanquis, es el único país de América Latina que es miembro de la OTAN y que se utilizó como cabecera de playa para provocar un motivo que dé lugar a una intervención militar en Venezuela en el mes de enero pasado durante la jornadas golpistas. Es muy importante seguir los acontecimientos de Colombia que también por otra parte se adentra en el Caribe e impacta en lo que vemos en Puerto Rico, Honduras y Haití, este último un país que se ha visto sometido a una intervención militar no solo de Estados Unidos sino de Brasil y de otros países de la región.”

Fuente de la entrevista: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Colombia-Se-ha-perdido-el-miedo-a-un-regimen-que-impuso-el-neoliberalismo-a-sangre-y-fuego

 

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