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Chile: Exjefe de División de Educación Superior; Este proyecto resuelve el problema de inclusión

Chile / www.biochile.cl / 10 de Enero de 2018

El exjefe de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación, Francisco Martínez, conversó con el Expreso Bío Bío sobre el proyecto sobre esta materia que se encuentra en el Senado.

Este proyecto de Educación Superior comenzó a discutirse el jueves 4 de enero en particular y para que esté despachado antes de fin de mes, la Comisión del Senado podría tener que sesionar durante un fin de semana.

Martínez comentó que este proyecto “esencialmente lo que hace es poner al día la educación superior en términos internacionales . En primer lugar, por el tema de la supervisión que tiene que haber sobre la calidad en el sentido de la educación, pero también en el sentido de la fe pública.”

“En términos de calidad de la educación, de la formación, Chile tiene de las mejores instituciones de Latinoamérica, pero también tiene una gran cantidad de instituciones que no estaban reguladas, ni verificadas su calidad. Con esta obligación todos pasan a este estándar para recibir financiamiento público”, agregó.

El ex jefe de esta división sostuvo que “estábamos muy al debe, pero fundamentalmente yo diría que las dos leyes lo que vienen a hacer, es generar condiciones para que este país resuelva un problema que es la inclusión de la sociedad”.

Sobre esa misma línea, agregó que “somos campeones mundiales en la segregación y separación entre uno y otros, ese es un problema fundamente, súper difícil de resolver”.

Fuente: http://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/entrevistas/2018/01/08/exjefe-de-division-de-educacion-superior-este-proyecto-resuelve-el-problema-de-inclusion.shtml

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Insurrecciones silenciosas

Por: Raúl Zibechi

Los grandes  cambios comienzan siempre por pequeños movimientos invisibles para los analistas de arriba y para los grandes medios, como señala uno de los comunicados del zapatismo. Antes de que miles de personas ocupen las grandes alamedas suceden procesos subterráneos, donde los oprimidos ensayan los levantamientos que luego hacen visibles en los eventos masivos que la academia denomina movimientos sociales.

Esos cambios suceden en la vida cotidiana, son producidos por grupos de personas que tienen relaciones directas entre ellas, no son fáciles de detectar y nunca sabemos si se convertirán en acciones masivas. Sin embargo, pese a las dificultades, es posible intuir que algo está cambiando si aguzamos los sentidos.

Algo de esto parece estar sucediendo en países de América Latina. Un compañero brasileño consideró, durante un encuentro de geógrafos con movimientos sociales (Simposio Internacional de Geografía Agraria- SINGA), que en este país estamos ante una insurrección silenciosa. La intuición se basa en hechos reales. En el seno de movimientos sociales y en los espacios más pobres de la sociedad, las mujeres y los jóvenes, están protagonizando cambios, se están desplazando del lugar asignado por el Estado y el mercado.

Los verdaderos movimientos son aquellos que modifican el lugar de las personas en el mundo, cuando se mueven en colectivos y rasgan los tejidos de la dominación. En este punto, debe consignarse que no hay una relación directa o mecánica de causa-efecto, ya que en las relaciones humanas las predicciones no son posibles por la complejidad que contienen y por la interacción de una multiplicidad de sujetos.

En los últimos años pude observar esta tendencia de cambios silenciosos en el interior de varios movimientos. Entre los indígenas del sur de Colombia, grupos de jóvenes nasa y misak re-emprenden la lucha por la tierra que había sido paralizada por las direcciones, focalizadas en la ampliación de las relaciones con el Estado que les proporciona abundantes recursos. Algo similar parece estar sucediendo en el sur de Chile, donde una nueva generación mapuche enfrenta la represión estatal con renovadas fuerzas.

Entre los movimientos campesinos consolidados, donde existen potentes estructuras de dirección, mujeres y jóvenes están emprendiendo debates y propuestas de nuevo tipo, que incluyen la movilización y organización de las personas que se definen LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).

Observamos también un creciente activismo en el seno de los movimientos tradicionales de militantes negros que construyen quilombos y palenques, incluso en las universidades, como puede apreciarse en las academias brasileñas y colombianas donde abren espacios propios.

Durante la escuelita nos explicaron que la mitad de los zapatistas tienen menos de 20 años, algo que pudimos apreciar. La participación de las mujeres jóvenes es notable. Quienes participaron en los encuentros de arte y ciencia convocados por el EZLN enfatizan esta realidad. En otros movimientos aparece la organización de niños y niñas con asambleas que excluyen a sus mayores.

Qué reflexiones podemos realizar sobre esta insurrección silenciosa, que abarca a toda la sociedad y de modo particular a los movimientos antisistémicos. Sin pretender agotar un debate incipiente, propongo tres consideraciones.

La primera es que las insurgencias en curso de las mujeres, de los pueblos negros e indígenas y de los jóvenes de todos los sectores populares, están impactando en el interior de los movimientos. Por un lado, están produciendo un necesario recambio generacional sin desplazar a los fundadores. Por otro, ese recambio va acompañado de modos de hacer y de expresarse que tienden a modificar la acción política hacia direcciones que, por lo menos quien escribe estas líneas, no es capaz de definir con claridad.

La segunda es de carácter cualitativo, estrechamente relacionada con la anterior. La irrupción juvenil/femenina es portadora de preguntas y culturas elaboradas en el interior de los movimientos, con sus propias características. Las mujeres de abajo, por ejemplo, no enarbolan el discurso feminista clásico, ni el de la igualdad ni el de la diferencia, sino algo nuevo que no me atrevo a conceptualizar, aunque hay quienes mencionan feminismos comunitarios, negros, indígenas y populares.

El deseo de los jóvenes zapatistas por mostrar sus músicas y danzas, es algo más que una cuestión artística, del mismo modo que sus preguntas sobre la ciencia. En algunos casos, como el mapuche o el nasa, se pueden observar cambios que, desde fuera, podemos valorar como una radicalización que no se focaliza sólo en las formas de acción política, sino también en la recuperación de tradiciones de lucha que habían sido casi abandonadas por sus mayores.

La tercera, y quizá la más importante, es que la irrupción de los abajos jóvenes y mujeres va perfilando otra concepción de revolución, que se aparta de la tradicional teoría de la revolución de cuño leninista. Aquí aparece otra cuestión: ¿cómo se hace política en clave quilombo/palenque? ¿Cómo es la política en clave mujer? No me refiero a la participación de las mujeres y los jóvenes de abajo en las estructuras ya existentes.

Las respuestas las darán los propios pueblos, que están abriendo caminos nuevos, aunque el analista de arriba siempre tiende a verlos con ojos y conceptos del pasado. Se trata de construir, más que de ocupar las instituciones existentes. Se van creando mundos nuevos o sociedades nuevas, si se quieren nombrar con los conceptos de antes: poderes propios, justicia propia en base, muchas veces, a tradiciones y en otras al sentido común de los pueblos; salud, educación y maneras de ocupar el espacio en base a lógicas no capitalistas.

El mundo, nuestro mundo, está cambiando de manera acelerada. Rechazar esos cambios, sería tanto como anular la capacidad transformadora que está enterrando el capitalismo y levantando un mundo nuevo sobre sus escombros.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/11/10/opinion/020a1pol

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¿Cómo terminará el capitalismo?

Por: Fander Falconí

Arthur Schopenhauer, pensador prusiano de la primera mitad del siglo XIX, es considerado el más pesimista de los filósofos. En nuestro tiempo, no ha faltado quien considere al alemán Wolfgang Streeck como el más pesimista de los sociólogos.

En su libro ¿Cómo terminará el capitalismo?, Streeck (2017, Ensayos de un sistema fallido, Verso, Nueva York) predice que tras la caída del capitalismo, vendrá una era caótica para la humanidad, una especie de Edad Media. Aunque uno no comparta tan desesperanzador final y tampoco el determinismo social, hay que admitir que su análisis del capitalismo es impecable. Streeck era poco conocido hasta que algunas de sus predicciones se cumplieron con la crisis de 2008 y muchos empezaron a leerlo.

Streeck afirma que ya estamos viviendo la descomposición del capitalismo, con las crisis periódicas que vive este sistema desde 1973. Cada crisis se ha arreglado tapando un hueco del barco que se hunde, pero abriendo otro. Cada medida tomada para salvar el capital, resulta perjudicial para la mayoría de la población, y viceversa. Los gobernantes no pueden alcanzar un término medio, porque el desequilibrio entre economía y política es intrínseco al sistema capitalista. El descontento acompaña a la ganancia.

El sociólogo cree que desde la crisis de 2008, entramos en la última manga de esta loca carrera desbocada. Como un profeta apocalíptico, hasta nombra a los tres jinetes del apocalipsis capitalista: estancamiento económico, deuda y desigualdad. Claro que el capitalismo no admite su final y emprende programas sociales que son una burla: para combatir el desempleo, establece programas de subempleo.

La desigualdad ha llega a una fase en la cual los más ricos han olvidado que su riqueza depende de la supervivencia de un enorme sector poblacional, que es a la vez productor y consumidor de sus bienes y servicios. A veces, se presentan como filántropos y así alcanzan legitimidad social. La sociedad no necesitaría filántropos si los ricos pagaran sus impuestos.

Como cada vez es más difícil compaginar capitalismo y democracia, aparecen nuevas formas para burlar la voluntad popular, como la teoría de que hay que dejar que los expertos decidan sus cosas. Los médicos deciden cuánto cuesta una consulta y los banqueros deciden cuánto pagar de interés. Al fin y al cabo, esa costumbre de dejar que los expertos sean juez y parte es igual en el poder legislativo: los legisladores legislan hasta sobre sus propios sueldos.

El capitalismo de posguerra (1945-1973), según Streeck, dependió de cierto equilibrio entre la política de los trabajadores y las necesidades de las economías nacionales. Desde 1973, las clases dominantes optaron por la globalización. Ahí nace el neoliberalismo.

No importa al neoliberalismo el aumento de la desigualdad si hay más ganancia para los capitalistas. Si baja el poder adquisitivo dentro de un país, no importa porque los bienes se venderán en el exterior. Estamos en la era de la globalización. Ahora los Estados están dentro de los mercados, ya no los mercados dentro de los Estados.
Al globalizarse, la banca ya no tiene controles nacionales, es supranacional. La democracia ya no existe, ha sido sustituida por una auténtica plutocracia (del griego ‘plutos’: riqueza). La seudo democracia actual ya no redistribuye la riqueza, solo aparenta ser el gobierno del pueblo (‘demos’).

Para olvidar nuestra desgracia, el sistema respalda recursos como la fe en un futuro mejor o tolera el uso de amortiguadores ilegales, como las drogas. El sistema incentiva una droga de su propia creación: el ‘shopping’.
Nunca hemos estado mejor, dice el neoliberalismo. Nunca hemos estado peor, responden los trabajadores. No se puede dialogar así. Aunque no predijera el caos, la tesis del alemán se queda en la denuncia, bien fundamentada es cierto. Pero no hay síntesis.

Fander Falconí Benítez: economista ecológico y académico ecuatoriano. Actualmente es ministro de Educación de Ecuador.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=236033&titular=%BFc%F3mo-terminar%E1-el-capitalismo?-

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Madonna construirá cuatro escuelas en África

África / www.rpp.pe / 10 de Enero de 2018

La reina del pop, Madona, anunció a través de sus redes sociales que su fundación Raising Malawi y la ONG BuildOn colaborarán con la construcción de cuatro nuevas escuelas para los niños de este país africano.

A través de su cuenta de Instagram, la cantante dio a conocer esta noticia. “Empecemos el 2018 con el pie derecho. Les pido que se pongan de pie y vengan juntos a ser el cambio que quieren ver en el mundo. Este año, hemos comenzado la construcción de 4 nuevas escuelas en el distrito de Kasungu en Malawi, junto a Raising Malawi y BuilOn”, dijo Madonna.

Con estas, sumarían 14 escuelas creadas desde que inició sus actividades solidarias en África. “Vamos a ayudar a miles de niños para que tengan la educación que ellos, justamente, merecen. Es el momento, únanse a la revolución del amor”, agregó.

Como se sabe, Madonna siempre ha mostrado un gran apego por ayudar a los países con escasos recursos en el continente africano. Incluso, adoptó a cuatro niño de este país. Además, a mediados del 2017, inauguró en el Centro Mercy James de Cirugía Pediátrica y Cuidados Intensivos, en Malawi

Fuente:http://rpp.pe/famosos/celebridades/madonna-construira-cuatro-escuelas-en-africa-noticia-1098553

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Perú: El indulto y el anhelo presidencial de la OCDE

Perú / www.laquintaletra.lamula.pe / 10 de Enero de 2018

O de cómo la mercancía política canjeada por el indulto parece tener más valor que las metas presidenciales establecidas para el Bicentenario.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un organismo supranacional, fundado en 1960 sobre la base de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE). Esta última institución se fundó en 1948, en el marco del Plan Marshall, que buscaba reconstruir Europa tras la II Guerra Mundial. Actualmente, la OCDE cuenta con 35 países miembros, entre los que se encuentran México y Chile como solitarios representantes de América Latina. En el 2017, el presupuesto total de la OCDE- que resulta del aporte de los Estados, según el tamaño de su economía- fue de 374 millones de Euros. El 20% del presupuesto fue producto del aporte de Estados Unidos, mientras que México aportó 2.4% y Chile 1.4%.

Pese al crecimiento económico de la última década, Perú no forma parte de la OCDE. De hecho, fue el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) quien trajo la mesa la posibilidad de que el país integre dicho espacio. En su Mensaje a la Nación del 28 de julio de 2016, durante su toma de posesión, PPK mencionó lo siguiente como una de sus metas al 2021:

“Para el año 2021 (…) año del Bicentenario, el Perú será miembro de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Nuestro Plan de Gobierno coincide totalmente con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda de las Naciones Unidas para el año 2030”.

La OCDE desarrolla distintos temas de trabajo y lineamientos para sus Estados miembros. El rango de temas es amplio, y va desde las finanzas, la industria, la competencia y la economía; hasta temas de corrupción y soborno, medio ambiente, educación, gobernanza local y políticas sociales de bienestar. En cuanto al problema de la corrupción, la OCDE ha establecido que la forma tradicional de combatir la corrupción, a través de la creación de más normas y la búsqueda por el cumplimiento de las mismas, resulta insuficiente. En ese sentido, se propone aplicar el enfoque de la “integridad pública”, la misma que definen como el “posicionamiento consistente y la adhesión a valores éticos comunes, así como al conjunto de principios y normas destinadas a proteger, mantener y priorizar el interés público sobre el privado” (OCDE 2017).

Si revisamos la página web de la OCDE, podemos ver que los países con pretensión de ser parte del organismo, deben iniciar “Accession talks” o Conversaciones de Adhesión. ¿Cuáles son los criterios de adhesión? Éstos se encuentran establecidos en el “Marco Para la Consideración Posibles Miembros“ publicado en 2017. Si bien el grueso de los criterios para la consideración de nuevos miembros están relacionados a indicadores económicos, la OCDE también considera explícitamente “el compromiso del país con los valores y obligaciones de la OCDE” dentro de la evaluación para el acceso. De hecho, la visión actual de la OCDE, establecida en el marco de su 50 aniversario, prioriza el respeto al Estado de Derecho y los Derechos Humanos:

“Los Miembros de la OCDE forman una comunidad de naciones, comprometidas con los valores de la democracia basada en el Estado de Derecho, los Derechos Humanos, y el compromiso con principios económicos de un mercado abierto y transparente”.

El indulto concedido por el Presidente de la República al ex-dictador y sentenciado por graves violaciones a los Derechos Humanos, Alberto Kenya Fujimori, ha generado expresiones de preocupación y de rechazo de parte de diversos organismos y actores del sistema internacional vinculados a la protección de los Derechos Humanos, incluidos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Luis Almagro (Secretario General de la OEA), Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Agnes Callamard y Pablo de Greiff (especialistas en Derechos Humanos de Naciones Unidas), WOLA, la Fundación para el Debido Proceso, entre muchos otros especialistas y medios de comunicación.

Los esfuerzos llevados a cabo por Perú para la incorporación a la OCDE incluyen el trabajo de por lo menos un par de decenas de funcionarios nacionales (Cancillería, Congreso de la República, Ministerio de Economía y Finanzas, Presidencia del Consejo de Ministros, entre otros), además de esfuerzos llevados a cabo por organismos como la propia OCDE y el Banco Mundial. Estos esfuerzos, incluyen costosos viajes de delegaciones de funcionarios a Europa, en misiones para iniciar el proceso de adhesión del país. Recordemos también que una de las bajas sufridas por el gobierno tras transar el indulto fue la renuncia de Enrique Felices Saavedra, ex Representante Presidencial ante la OCDE.

Si la necesidad de respetar los procedimientos y el Estado de Derecho (a los que se apeló tantas veces desde el Gobierno para frenar la vacancia presidencial) ha sido atropellada mediante el otorgamiento de un indulto absolutamente irregular en las formas y en el fondo; cuando menos debería considerarse las puertas que pueden cerrarse para el Perú en el escenario internacional. Lamentablemente, parece ser que la mercancía política canjeada por el indulto tiene mayor valor que las leyes nacionales, la palabra presidencial y los compromisos de gobierno.

Fuente: https://laquintaletra.lamula.pe/2018/01/07/el-indulto-y-el-anhelo-presidencial-de-la-ocde/elianacarlin/

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La suprema corte mediática

Por: Fernando Buen Abad Dominguez

Están asesinando en público el “debido proceso”, están aniquilando el principio de la inocencia, la reserva de la dignidad y la garantía de la privacidad. Están avasallando los derechos fundamentales y están produciendo una mezcla monstruosa de persecución y condena, ilegales e ilegitimas, con premeditación, alevosía, ventaja y en público. Un delito de “lesa humanidad” cometido con impudicia e impunidad desaforadas. Es el rol actual de los “mass media” burgueses.

Está desarrollándose una fase aguda (peligrosísima para las democracias) de las emboscadas “políticas” mafiosas, que usan el linchamiento mediático contra todo lo que les presente oposición o razón crítica. Esta creciendo una fase monstruosa del odio burgués que, desde sus máquinas de guerra ideológica, expresan la lógica de los empresarios que se adueñaron de los gobiernos -y de la totalidad de los “medios de comunicación”- para ejercer venganza vil, “periodismo de guerra”, tráfico de calumnias, acusaciones infundadas, falsificación de imágenes, guerra psicológica y veredictos espurios dichos con la soltura de los ignorantes a que nos tiene acostumbrados la farándula mediática e informativa oligarcas.

Ser juez, hoy, se vuelve una vergüenza agravada. En los casos, excepcionales, de profesionales con mediana conciencia de Justicia Social y defensa de la dignidad humana, debe ser pesadísimo el paisaje de colegas que sucumben a los mandatos de los “jefes” que los hunden en la servidumbre más perniciosa e irreparable. Y no son pocos. Se trata de un espectáculo patético en el que una vida de estudio y trabajo se rinden ante el capricho del odio donde sacrifican para siempre nombre, prestigio y conciencia y alguna vez tuvieron. Todo a cambio de “centavos”.

A las mafias mediáticas parece que nada les satisface, que les queda chico el dominio actual sobre gobiernos y gobernantes cocinados en caldos de fraudes y corrupción estructural. Ya nada los “llena”. Para los fines del odio burgués los funcionarios, paridos desde los “medios”, son gerentes doctorados en ineficiencia y, por eso, la burguesía se ve impelida a intervenir directamente en el “poder judicial” para asegurarse de que logrará cumplir su cometido de linchamiento sin importar qué leyes hubiere que deformar, degenerar o pisotear. Para eso cuentan con payasos “letrados” hambrientos de banalidad publicitaria, palmaditas en la cabeza y propinas gordas. Y abundan.

No deja de ser llamativa la “velocidad” acelerada por el odio de la “justicia” cuando hay casos que se dirimen en las pantallas televisivas. Contrario a la “tradición” ineficiente de jueces y leguleyos, capaces de demorar eternamente juicios de personas “pobres” o trámites simples… cuando hay tufo de fama mediática se convierten en sagaces tratadistas de la jurisprudencia con velocímetro ultrasónico. Son rapiditos para popularizar el uso de la “justicia” como herramienta de la venganza burguesa. Son permisivos voluntaristas cuando se trata de filtrar imágenes y expedientes que ensucien la dignidad y la vida misma de las personas victimadas. Son la barbarie lenguaraz cuando se trata de suprimir el derecho a la privacidad, el debido proceso y la presunción de inocencia para que reine en su esplendor la obscenidad de la sentencia y la condena dictada en las pantallas (y sus adláteres) por los tiempos televisivos y la premura del odio oligarca.

Un juez, suponemos sin ingenuidades idealistas, debe proteger a las personas que están a expensas de sus procesos y veredictos. Incluso en los casos de flagrancia, un juez debe ver por la precisión conceptual y técnica de la sanción, debe ser celosos del escrutinio de los hechos, de la tipificación del delito y de la axiología indispensable del veredicto para que se constituya en fortaleza moral de la comunidad y de ninguna manera en escarnio o injusticia. Uno supone, sin ser un bobo útil, que debe primar el rigor de la ética encarnada en en el trabajo arduo y complejo de un juez y de sus equipos, que faltar a ese rigor es lastimar a las víctimas y ser injusto también con los culpables. Eso no repara el daño ni resarce a la sociedad de los daños hipotéticos.

Ha costado mucho a la humanidad construir márgenes de confianza sobre la Justicia y sobre sus expertos. Ha costado mucho en un mundo donde reina la anarquía de la impunidad amasada por la clase dominante contra la clase trabajadora. Ha costado mucho desarrollar una cultura de la Justicia y mucho también hacerla clara y hacerla rápida. Incluso con todos sus fracasos reales y concretos, con la injusticia errática y corrupta del sistema judicial en sociedades divididas en clases, con la injusticia lacerante en la demora de los trámites y de los juicios, con la injusticia consustancial a un sistema de castigos que no reparan con puntualidad ni velocidad los daños a las víctimas… con todo eso, el muy poco prestigio que ha logrado la justicia del sistema imperante, se va a la basura gracias a la estupidez política de las jaurías neoliberales dispuestas a destruirlo todo para saciar su avaricia y usura. Y hay jueces que lo permiten, lo celebran y los ejecutan.

Más que nunca ésta es la hora de los pueblos. Es la hora en que se debe analizar de fondo todo aquello que viene ocurriéndonos, a escala mundial y a escala regional, por la metástasis del neoliberalismo infectando su putrefacción en todas las escalas de la vida en sociedad y de la vida en lo particular. Con el paso del tiempo se hace más urgente la creación de fiscalías populares especializadas en delitos comunicacionales. Fiscalías populares capaces de iniciar una corriente crítica del maridaje mafioso que viene destruyendo los últimos reductos de justicia, y sus nociones más fundamentales, que pudieren quedar en la estructura judicial del capitalismo.

Es un delito exhibir a personas en transito de procesos judiciales, por más que genere mucho “rating”. Es un delito exhibir a personas heridas o fallecidas para satisfacer morbos mediáticos patológicos. Es un delito emitir juicios “mas media” sobre la inocencia o la culpabilidad antes o durante el debido proceso. Es un delito acusar a cualquier persona saltándose la presunción de inocencia y saltándose las evidencias con su respectiva diversidad de enfoques y valoraciones éticas, jurídicas, políticas y sociológicas. Es un delito destruir el prestigio y el buen nombre de las personas sin asumir el responsabilidad social alguna y convirtiendo el drama de otros en negocio de odios y revancha de clase. Es un delito usar los medios concesionados por los pueblos para atacar a los pueblos en sus bases culturales y jurídicas más preciadas y es un delito obrar con alevosía propagandista para beneficiar los intereses de una secta gobernante. Como, por ejemplo, hicieron con “Frida-Sofía”, niña mexicana inexistente bajo los escombros donde nunca estuvo. Ni una palabra de los jueces, por ahora.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233953&titular=la-suprema-corte-medi%E1tica-

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Las trabajadoras agrícolas, domésticas y de sectores de bajos salarios enfrentan serios problemas al denunciar el acoso sexual

Por: Amy Goodman

La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Analizamos cómo el abuso sexual es también algo común en los sectores de bajos salarios, como la industria agrícola, los servicios de limpieza de hoteles, o el sector doméstico, donde los puestos de trabajo son ocupados de forma desproporcionada por mujeres de color y mujeres inmigrantes, quienes son extremadamente vulnerables a al acoso y la violencia sexual. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh.

NERMEEN SHAIKH: El 6 de diciembre, la revista Time anunció que la “Persona del año 2017” son un grupo de mujeres que se pronunciaron en contra del acoso y abuso sexual, dando inicio a un movimiento internacional. El grupo ha sido catalogado como “las mujeres que rompieron el silencio”, e incluye a actrices de Hollywood, periodistas, trabajadoras agrícolas y limpiadoras de hotel. El anuncio de la revista Time se produjo después de que el presidente Trump afirmara que él mismo estaba entre los seleccionados para ser la “Persona del año” de la revista Time. El presidente Trump has sido acusado de acoso sexual por al menos 16 mujeres.

AMY GOODMAN: La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas de Estados Unidos. Mily es una ex trabajadora agrícola y organizadora sindical de la Unión de Campesinos-United Farm Workers. En el artículo de la revista Time sobre el acoso sexual se cuenta la historia de Isabel Pascual, aunque ese no es su nombre real, es un pseudónimo que la mujer uso por miedo a represalias. Isabel Pascual buscó ayuda en la organización en la que trabaja Mily. ¿Nos puede hablar de la historia de Isabel?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Sí. La historia de Isabel Pascual, como sabemos es un nombre anónimo, trata de una trabajadora del campo que no es la primera vez que le pasa pero esta fue su experiencia más fuerte. Durante el trabajo, uno de los trabajadores empezó a acosarla pero al rechazar sus propuestas y cumplidos, él empezó a decir que ella estaba saliendo con él, que era su novia. Ella, habiéndose separado de su esposo recientemente, eso le estaba creando más problemas y a la vez esta persona seguía acosándola en el trabajo. Ella se quejó y la compañía solamente la movió a otra parte, a otra cuadrilla, dentro de la misma compañía, pero permitió que el abusador trabajara en la cuadrilla donde ella estaba. Ella seguía con miedo porque él la amenazó diciendo que si ella decía algo acerca de los abusos, él iba a hacerle daño a sus hijos, y ella viviendo sola y teniendo hijos, eso aumentó su miedo. Hasta que no habló con nosotras y le dijimos: “Mira, tú tienes el derecho de quejarte y exigir a la compañía que te den seguridad”. Y cuando se quejó solamente la volvieron a mover a otra cuadrilla, y aunque no ha visto al abusador, él empezó a acosarla fuera del trabajo, entonces lo que hicimos nosotras fue decirle a Isabel que ella tenía derecho a hacer una queja en la corte. Ella tiene miedo ya que su familia viene de una comunidad indígena de México, y la comunidad en dónde viven ahora es muy chica, y se le está creando un sentimiento de vergüenza, echándole la culpa a ella y diciéndole que no haga nada. Nosotras la estamos apoyando para ayudar a explicarles a los familiares y a la gente cercana que ella no está causando el problema, sino que es la otra persona la que lo está causando. Y ahora sus amigos están empezando a apoyarla, pero fue muy difícil para ella. Ella está contenta que no fue violada, aunque casi llega a ese punto, así que la hemos ayudado a que no tenga este problema por el momento. Este es uno dentro de los muchos casos que podemos contar en donde las mujeres han tenido experiencias aún peores, donde han sido ultrajadas, violentadas y cuando vienen a nosotros ya ha pasado algún tiempo, pero hemos tratado de exigirle a las agencias del Gobierno que pongan más atención, que les den más apoyo, que estén mejor preparadas para que la gente de nuestra comunidad pueda ayudar a estas mujeres a que tengan la confianza necesaria para presentar una queja con la seguridad de que se les va a apoyar, de que se va a hacer algo, de que se va a presionar a la compañía para que les brinden seguridad a sus trabajadores.

NERMEEN SHAIKH: Mily, ¿cuáles son los cambios que deben ocurrir en la comunidad de campesinas, y en las comunidades en general, para facilitar que mujeres como Isabel Pascual, u otras víctimas de incidentes de violencia sexual aún peores, puedan hacer sus denuncias?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Hemos batallado mucho para asegurarnos de que las mujeres se sientan en confianza en nuestras comunidades para poder hablar sobre la situación del acoso. El acoso está conectado con la sexualidad y con hablar acerca de sexo, son tabúes que existen en nuestra comunidad, y hay muchos mitos de que la mujer es la culpable de este problema y que exageramos estas situaciones, se cree que los hombres nos hacen un favor al fijarse en las mujeres. Lo que estamos tratando de hacer es crear teatros y proyectos que ayuden, como el proyecto Bandana, que fue creado hace varios años por Mónica Ramírez, quien es ahora la presidenta de Alianza, en donde desde hace casi diez años empezamos este proyecto en el cual le pedimos a la gente de nuestra comunidad que diseñen las bandanas blancas con ejemplos o mensajes que hablen acerca del problema del acoso sexual. ¿Qué derechos tienen las mujeres? y lo que hemos logrado es que las mismas mujeres empiecen a sanar y a hablar, ya sea por medio del teatro, donde ellas mismas son las que están ayudando a platicar de lo que ven en el teatro es algo que es malo, que ellas necesitan más apoyo, y de qué manera pueden tener opciones, o saber dónde están los programas, quién las puede apoyar. Y eso está abriendo el diálogo que buscábamos. También necesitamos asegurar que las políticas y las regulaciones que se están tratando de crear sean también monitoreadas por las agencias que están encargadas, porque a veces tener muchas regulaciones no es suficiente sin investigaciones y monitoreos. Además es importante tener agencias que estén bien preparadas para dar el servicio apropiado, dentro del contexto de cómo se vive en estas comunidades y tomando en cuenta la cultura de nuestra gente.

AMY GOODMAN: Mily Treviño-Sauceda, su organización, la Alianza Nacional de Campesinas, le escribió una carta a las mujeres de Hollywood que rompieron el silencio y denunciaron el acoso sexual y el abuso en esa industria. ¿Nos puede contar qué decía esa carta?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Nosotras quisimos enviar una carta a las actrices, actores y modelos que sabíamos que también estaban pasando por lo mismo en su industria, porque nos dimos cuenta que también a ellas les pasaba y no nos sorprendió, porque nos pasa a nosotras aunque estamos muy aisladas y lejos, y nos dimos cuenta que esto se ha dado porque hemos creado ese privilegio para ciertas personas, en la mayoría de los casos hombres, que permite que crean que pueden tratar a una mujer como quieran, de una manera que ellos creen correcta, pero que en realidad supone un abuso. Ellos piensan que la mujer es un objeto. Lo que nosotras sabemos que se necesita hacer es apoyar a las mujeres para que puedan hablar y contar lo que les está pasando, y que sepan que hay organizaciones como la nuestra. Existen 15 organizaciones dentro de Alianza Nacional de Campesinas que nos hemos unido, siendo Líderes Campesinas la pionera de esta organización nacional por 25 años, durante los que hemos tratado de darle visibilidad a este problema, y hemos creado capacitaciones para nuestras miembros. Y cuando hemos organizado a mujeres en 11 regiones alrededor de California, nos dimos cuenta que las mujeres están mejor preparadas teniendo la información de dónde pueden encontrar recursos, sabiendo cuáles son las regulaciones, cuáles son las agencias que deben de estar monitoreando, representando y demandando para darles seguridad y un mejor espacio para la mujer en el trabajo. Estamos tratando de compartir toda esta ayuda e información alrededor de nuestras organizaciones para que todas sepamos que esto sí está funcionando. Además, lo que necesitamos es asegurar que haya fondos que nos permitan capacitar a más mujeres, apoyar a más mujeres y hacerles saber que estamos aquí, no estás sola, tienes opciones, hay agencias y regulaciones, tienes derecho y el asalto sexual es un crimen, no está bien que te acosen, el ser indocumentada no quiere decir que no tienes derechos, al contrario, el ser humano tienes el derechos elementales.

NERMEEN SHAIKH: Mily, usted es la cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas. ¿Nos puede contar su propia historia y qué la llevó a formar su organización?

MILY TREVIÑO-SAUCEDA: Mi historia tiene mucho que ver con que yo vengo de una familia migrante, campesina, de 10 hijos e hijas, algunos nacimos en el estado de Washington, otros en el estado de Idaho y otros en México. Después nos mudamos al estado de California hace casi más de 40 años. La situación de nosotras, las mujeres campesinas, en una industria donde la trabajadora no tiene visibilidad, se ha creado porque estamos muy lejos de todo. Nuestros trabajos están a kilómetros de los pueblos y las ciudades con recursos. Entonces no conocemos todo esto. La creación de la Alianza Nacional comenzó con la creación de una organización pequeña en California que se transformó en una organización estatal, en donde nosotras las mujeres empezamos a crear cuestionarios preguntándonos unas a otras: ¿cuál es nuestra situación en nuestro entorno laboral?. Y lo que conocimos a través de esas encuestas en que la violencia contra la mujer era un problema muy grave. Un problema en el cual nosotras necesitábamos involucrarnos, sin esperar que alguien más viniera a salvarnos, nosotras teníamos que organizarnos. Eso sirvió para que nosotras, a través de los años, empezáramos a buscar programas de apoyo a las mujeres. Esta fue una tarea muy larga, porque al principio no creían que mujeres campesinas, muchas de nosotras sin educación, fuéramos inteligentes sin haber ido a la escuela. Eso no nos detuvo, organizamos a más mujeres, hablamos, y en grupos creamos estrategias para poder ir a hablar con las agencias y las personas con las que necesitamos hablar, como los congresistas, para poder convencerlos de que las regulaciones que existen son muy pobres, que necesitamos más apoyo. Y las agencias que existen necesitan hacer mejor su trabajo. A través de los años empezamos a conocer a más mujeres, cuando íbamos a conferencias alrededor de Estados Unidos, y nos dimos cuenta que había muchas mujeres que estaban interesadas en hacer lo mismo que estábamos haciendo en California y que ya estaban haciendo algo de trabajo en sus comunidades para combatir los problemas que enfrentamos como mujeres y hablar más sobre lo que es la violencia contra la mujer, que es un tema del que casi no se hablaba, y nosotras hemos podido ayudar, organizando esta alianza, para darles a las mujeres, no solamente más visibilidad, sino capacidad de exigir mejores regulaciones a nivel nacional, mejor abogacía, para poder parar estas situaciones y promover que hayan mejores normas, que apoyen a nuestra gente, y que nosotras seamos más visibles. Si somos más visibles se nos mira más como seres humanos.

AMY GOODMAN: Mily, quiero darle las gracias por haber estado con nosotros. Mily Treviño-Sauceda es cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas, ex trabajadora agrícola y miembro del sindicato Unión de Campesinos, y se ha comunicado con nosotras desde Palm Springs, en California. Una de las mujeres que aparece en la portada de la edición de la revista Time sobre la “Persona del año” titulada “Las mujeres que rompieron el silencio” es una mujer a quien la revista llama Isabel Pascual, una recolectora de fresas e inmigrante mexicana que buscó ayuda en la organización de Mily. Mily Treviño-Sauceda acaba de ganar un premio a la creatividad de las mujeres y la vida rural otorgado por la Women’s World Summit Foundation por su enfoque creativo para ayudar a las mujeres campesinas a comprender y enfrentar sus desafíos diarios. Esto es Democracy Now!, soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Para ver nuestra conversación en inglés sobre el acoso y violencia sexual con Mily y otras invitadas, visite nuestro sitio web, democracynow.org.

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2017/12/21/las_trabajadoras_agricolas_domesticas_y_de

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