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Argentina| Lenguaje inclusivo: primera audiencia judicial contra la prohibición en las escuelas porteñas

Docentes y activistas realizaron una radio abierta en la puerta del juzgado

Poco antes del mediodía, comenzó la primera audiencia judicial por la causa iniciada tras los amparos presentados en contra de la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas, una medida impuesta  por el ministerio de Educación de CABA en junio de este año, con la publicación de la resolución 2566/2022 en el Boletín Oficial.

Para la audiencia, convocada a las 11.30, la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 1, Romina Tesone, notificó a la ministra de Educación del Gobierno de la Ciudad, Soledad Acuña, y a representantes de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), y Celeste Fierro y Vanessa Gagliardi, referentes del MST en el FIT Unidad. Del encuentro también participó la directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la ciudad de Buenos Aires, Diana Maffía.

A la misma hora en que comenzó la audiencia, docentes y activistas realizaron en las puertas del juzgado una radio abierta para «manifestar el repudio colectivo a la medida» del Gobierno porteño.

Una resolución que  «vulnera el derecho a la igualdad»

El 9 de junio, el ministerio de Educación dio a conocer a través del Boletín Oficial la resolución 2566/2022, por la cual prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas públicas y privadas de la Ciudad, en los tres niveles. La medida rige para el dictado de clases y también para las comunicaciones escolares con las familias.

En respuesta, la Falgbt presentó un amparo colectivo para pedir el cese de la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas y en los contenidos curriculares. La resolución del Gobierno porteño, indicó la presentación, «vulnera el derecho a la igualdad, a la no discriminación y a la libertad de expresión». Poco después, Fierro y Gagliardi realizaron otra presentación en el mismo sentido.

Tras los pedidos de amparo, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) se presentó como Amicus Curiae. La medida porteña, indicó el organismo, discrimina a quienes no se autoperciben dentro del binomio masculino-femenino y excluye a las identidades reconocidas por la Ley de Identidad de Género Nº 26.743 y el Decreto Nº 476/21, ordena el reconocimiento de las identidades no binarias en el Documento Nacional de Identidad.

Fuente de la información: https://www.pagina12.com.ar

Imagen: Carolina Camps/Pagina 12

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La igualada que se cree con derecho a gobernar

Por Mara Viveros Vigoya

Francia Márquez se convirtió en una de las candidatas más votadas, incluso por encima de políticos tradicionales. Fue nombrada como “el fenómeno político colombiano del momento”. La sorpresa que suscitó ese caudal de votación tuvo que ver con el hecho de que era una persona relativamente desconocida en la escena política tradicional, pero fundamentalmente fue causada por su trayectoria biográfica y propuesta política.

Francia Márquez es una mujer afrocolombiana, líder comunitaria del suroccidente de Colombia, madre soltera, hija y nieta de agricultores y mineros. Trabajó en la minería artesanal, la venta de hortalizas y el servicio doméstico antes de graduarse como abogada. Su labor como defensora medioambiental y representante de las víctimas del conflicto armado en el marco del Proceso de paz le ha valido varios premios nacionales e internacionales como el Premio Nacional a la defensa de los derechos humanos en Colombia en 2015 y el Premio Medioambiental Goldman en 2018, por su lucha en defensa del territorio y contra las actividades de minería ilegal en Cauca. Pese a estos reconocimientos, el establecimiento político, un ámbito tradicionalmente dominado por hombres blancos provenientes de las grandes capitales, ha desaprobado su osadía de pretender, en su calidad de mujer negra y de provincia, entrar en su juego político.

Francia Márquez irrumpió en ese escenario pisando fuerte, enraizada en su propia experiencia como víctima del conflicto armado, hablando claro y con el ánimo de disputarles a estos hombres la victoria en este juego, con cartas muy distintas a las que hasta ahora se habían empleado en él.

Su quehacer político se inscribe en la genealogía de las prácticas “amefricanas”.

Francia encarna el personaje de “la igualada”, una expresión colombiana (clasista, racista y sexista) utilizada para designar a una persona que se comporta como si perteneciera a una clase social más alta o que se toma derechos, privilegios o atribuciones que supuestamente no le corresponden. Caracterizarla con esta expresión es significativo. Da cuenta de la irritación que produce en la clase dirigente del país que una persona como ella se imagine y se asuma como alguien con el mismo derecho a gobernar que ha tenido esta clase, cuyo privilegio ha sido muy poco cuestionado.

Francia Márquez se ganó su lugar como fórmula vicepresidencial del Pacto Histórico, liderado por Gustavo Petro, sin hacer concesiones políticas; radicalizando el alcance del proyecto político de esta coalición electoral, haciendo propuestas en torno a valores y orientaciones políticas que no hacían parte del repertorio discusivo de los círculos de poder.

Nombremos tres de ellas: 1) la gobernanza colectiva recogida en la expresión “Soy porque somos”, un principio que enarbola la importancia de pensar y hacer “en juntanza”, como ella dice, a contrapelo de un ejercicio de gobierno centrado en el individuo, la meritocracia competitiva y la diferenciación. 2) La reasignación de la función del Estado y la economía como puntales del logro del ‘vivir sabroso’ ‒una noción proveniente de las comunidades afrodescendientes del Pacifico que promueve una relación más horizontal y orgánica con la naturaleza, el territorio, la comunidad, y las tradiciones propias. 3) La lucha por la dignidad, sintetizada en la frase “hasta que la dignidad se haga costumbre”, una dignidad que busca devolver a las y los “nadies”. “Aquellos que cuestan menos que las balas que los mata”, como dice Eduardo Galeano, y que encarnan esas vidas que no importan, dentro del modelo racial, patriarcal y social dominante.

Las propuestas de Márquez ‒si bien recogen las banderas de su lucha social y los problemas que enfrenta en su territorio la comunidad negra de la que ella proviene‒ han encontrado resonancia en grupos sociales muy diversos, como las mujeres, las personas lgbtiq+, les jóvenes, les artistes, los pueblos indígenas, campesinos, afrodescendientes, raizales y palenqueros. Grupos a cuyas distintas luchas siempre se refiere en sus discursos. Gran parte de su éxito político ha residido en su capacidad de utilizar toda la potencialidad de una apuesta interseccional. Porque ésta le permite moverse y generar conexiones, entre un pensamiento situado y anclado en realidades y demandas muy específicas, y un proyecto que responde a las inquietudes generales que plantea la profunda crisis socioeconómica, ecológica y del modo de existencia que enfrenta el Planeta.

El respaldo popular al proyecto político de Francia Márquez me permite hablar ahora del “giro antirracista” que se vive hoy en América latina.

Propuestas como la de Francia Márquez rompen con una lógica de competencia entre distintas luchas que no beneficia a ninguna y aportan lo que puede proporcionar un marco interseccional: una base política y un enfoque que posibilita superar la lógica de las “trincheras separadas” y enfrentar la desigualdad, sin fragmentarla.

El respaldo popular al proyecto político de Francia Márquez me permite hablar ahora del “giro antirracista” que se vive hoy en América latina, un momento en que el racismo empieza a ser percibido como una problemática relevante para la región. Esta reorientación, documentada por el proyecto LAPORA, surge a raíz de las deficiencias políticas del proyecto estatal del multiculturalismo, de su negligencia frente al racismo y de la exacerbación de las desigualdades sociales y la violencia ligadas al proyecto económico neoliberal.

Como ha sido reconocido por distintxs autores, el multiculturalismo no significó una transformación radical de la ideología del mestizaje. En él pervivió esa poderosa narrativa de la construcción nacional, que describió a las sociedades latinoamericanas como fundamentalmente mestizas y por lo tanto esencialmente antagónicas al racismo que podía caracterizar a otras sociedades o momentos históricos. La continuidad de esta narrativa propició cierta connivencia entre una ideología multiculturalista y un ordenamiento social racista que ha obstaculizado el reconocimiento social del racismo. Igualmente, ha sometido a quienes señalan su presencia en la sociedad a una deslegitimación académica, política y moral. Utilizar categorías o términos raciales en el discurso político ubica a quien lo hace como signatario de la existencia de las razas biológicas o como persona racista y resentida.

Al igual que muchxs investigadores, con quienes he trabajado desde hace más de diez años en distintos proyectos sobre raza, etnicidad y antirracismo,

considero que usar categorías y conceptos raciales es importante en términos analíticos y útil en términos políticos.

Al mismo tiempo soy consciente de la necesidad de hacer un uso situado de estos conceptos, dando cuenta de las variaciones locales que han tenido en cada país y momento histórico. No sobra recordarlo, en América Latina el racismo no se percibe de la misma manera que en los Estados Unidos, el referente más cercano y contrastante con nuestro modo de percibir la raza. En América Latina el racismo no se ejerce en función de fronteras fijas entre grupos raciales ni de marcas ancestrales detectadas por el sistema institucional de la “gota de sangre”. Se practica en relación con la apariencia, la fisonomía, los gestos, la manera de hablar y el acento del individuo. Además, está profundamente ligado al clasismo ya que como tendencia general las personas y familias con mayores capitales (social, cultural, escolar, económico, simbólico, etc.) son de tez más ‘clara’ e inversamente, las de menores capitales son de tez más oscura’.

Las jerarquías raciales operan de distintas formas en cada país latinoamericano. En el caso colombiano, las relaciones de raza y región se superponen muy fuertemente y además cada región produce una forma propia de crear alteridades. Por eso, al mencionar las especificidades de las culturas regionales —la costeña, la paisa, la santandereana— se está haciendo alusión a categorías, nociones y jerarquías raciales sin nombrarlas.

Su propuestas rompen una lógica de competencia entre distintas luchas que no beneficia a ninguna y aportan la potencia del marco interseccional.

Por otra parte, aunque desde el año 2011 se aprobó una ley contra el racismo y la discriminación, Colombia, como los demás países latinoamericanos, se ha focalizado en la lucha contra la discriminación racial y en el racismo interpersonal sin enfrentar las desigualdades raciales estructurales e históricamente acumuladas. Si conectamos esta reflexión sobre los modos en que opera la raza en Colombia con los elementos que están en juego en la actual disputa electoral colombiana, se hace evidente la imbricación entre blanquidad, masculinidad y modernidad que caracteriza el proyecto político de las élites colombianas. Estas tres categorías convierten a la clase media urbana, masculina y mestiza (en su acepción blanqueada) en el único grupo social que puede hacer, con legitimidad, una propuesta política genuinamente democrática, capaz de superar los lastres asociados a una composición étnica y social heterogénea y a la masculinidad disfuncional que le corresponde.

La participación de Francia Márquez en la escena política electoral colombiana ha sacado a la luz un racismo y un clasismo sistémicos en Colombia, manifiestos en burlas, frases despectivas y amenazas. Muchas de estas expresiones provienen de las clases políticas tradicionales, de figuras públicas e incluso de ciertos académicos que, como en otros países, niegan la existencia del racismo. Su aproximación al racismo, desde el privilegio, les impide percibir que estas jerarquías pigmentocráticas son continuamente reproducidas y naturalizadas a través de la familia, la escuela, las instituciones políticas, el sistema de salud, las políticas públicas, los medios de comunicación y las redes sociales, entre otros.

Francia Márquez ha marcado un nuevo derrotero para el debate político cambiando la idea de que las decisiones nacionales deben provenir de quienes las piensan desde la capital del país, y de que los asuntos regionales son problemas periféricos, y no centrales a la política nacional.

Hasta ahora, el discurso político sobre lo que se denomina como “las regiones” en Colombia (es decir, las zonas racializadas negativamente) provenía de hombres blancos que hablaban de lo que sucedía en ellas de modo paternalista, condescendiente y racista. Este sesgo se asentaba en la convicción de poder hablar mejor que las propias comunidades sobre sus propios problemas, con base en sus mayores competencias académicas y técnicas.

Por el contrario, Francia Márquez ha resignificado a las comunidades racializadas, haciéndolas protagonistas de sus conocimientos y saberes, forjados en la experiencia vivida. De este modo, les ha otorgado lo que la epistemología elaborada por el feminismo negro nombra como el “privilegio epistémico”. Es decir, el potencial que tienen los grupos dominados de tener un entendimiento del mundo menos distorsionado que el que tienen de él los grupos dominantes.

Francia Márquez no solo rompe con la manera convencional de interpretar lo político, es decir las relaciones de poder, autoridad y legitimidad, sino con el modo de hacer política. Su quehacer político se inscribe en la genealogía de las prácticas “amefricanas”, para nombrarlas con el vocabulario que nos legó el pensamiento de Lelia Gonzalez. Estas prácticas tienen la capacidad de volver audible la presencia efectiva, pero encubierta y silenciada, de esas y esos nadies, negados como sujetos con agencia política.

Francia Márquez ha transformado la política colombiana habitando y enarbolando, con orgullo y placer, las banderas de la amefricanidad, con sus epistemologías, historias, estéticas y formas de sociabilidad propias. Ha desarrollado un proceso pedagógico que ha puesto en evidencia la neurosis social que produce la constante negación de la ancestralidad amerindia y amefricana de la historia, cultura y subjetividad colombianas, y más ampliamente latinoamericanas.

Su propuesta ha buscado reparar y sanar esas distorsiones trayendo al presente memorias y prácticas sociales y culturales que se resisten a ser borradas. Y nos ha invitado a percibir esa “explosión creadora de este algo desconocido que representa vincularnos con nuestra amefricanidad, como un posible futuro emancipador. Ojalá atendamos su invitación.

*Discurso de Mara Viveros Vigoya en el marco del Diálogo Magistral “Negritudes, afrolatinidades, racismos y resistencias” (junto a Rita Segato y Rosa Campoalegre) el 9 de junio en la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales “Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe – Saberes, luchas y transformaciones”, organizado por CLACSO en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Revista Anfibia

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La universidad y la educación: Un frente de batalla para las y los revolucionarios en el siglo XXI

Por: Yuri Peña/Izquierda Diario 

Breves apuntes para entender la estrategia y las perspectivas que planteamos desde la agrupación VENCER para llevar adelante una política revolucionaria al interior de universidades y liceos, que sea anticapitalista, antiburócratica y en unidad de trabajadores y estudiantes.

Para nadie en Chile puede ser extraño hablar de la importancia política que ha tenido el movimiento estudiantil en la historia reciente del país. La revolución pingüina el 2006, las movilizaciones por educación gratuita y de calidad, y el salto a los torniquetes de les secundaries que encendieron la llama de la rebelión el 2019. Estos tres procesos se produjeron como consecuencia de la herencia de la dictadura y la crisis económica y política mundial del capitalismo, que afecta de manera particular a les estudiantes en liceos y en la educación superior, como también al conjunto de la clase trabajadora y capas medias. La educación de mercado, o también podríamos llamarla “universidad-empresa”, es producto del neoliberalismo y su forma de entender la producción y reproducción del conocimiento, que desde hace décadas viene implantándose alrededor del mundo, y acá lo implantaron en la dictadura y luego la Concertación y Piñera modificaron y continuaron profundizando el lucro con la educación. Haciendo de este derecho conquistado con lucha, sea un negocio para empresas educativas y bancos. Solo fijémonos como el estado chileno financia a bancos con el CAE y a centros de educación superior através de la beca gratuidad, ya que los sectores populares entran más a entidades privadas que públicas por la discriminación clasista que la propia educación básica y media replica desde la dictadura en adelante.

El movimiento estudiantil es un movimiento internacional

Este cambio, que es una adecuación a las necesidades del capitalismo de las universidades, ha provocado fuertes movimientos de resistencia desde les estudiantes. El más importante del siglo XX fue el de Francia, el famoso “mayo del 68”, donde ante las reformas de De Gaulle, presidente de derecha, el movimiento estudiantil de París organizaró y protagonizó jornadas revolucionarias, junto codo a codo a la clase obrera francesa. Estas movilizaciones que comenzaron en mayo se extendieron a todo el país generando una situación revolucionaria, con huelgas generales, tomas de fábricas, enfrentamientos con la policía, y la posibilidad de derrocar al presidente, en uno de los principales países imperialistas. Allí, les estudiantes pasaron del cuestionamiento de la universidad de clases, con la brutalidad neoliberal, a la crítica de la sociedad de clases.

Y en los últimos años también hemos podido ser testigos de movilizaciones estudiantiles en distintos países del mundo. Al otro lado de la cordillera, en liceos y universidades se movilizó la marea verde por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, con asambleas y tomas feministas. Las estudiantes fueron parte de ese gran movimiento feminista y parte importante del triunfo el 2018. En Brasil se movilizó también el medio estudiantil contra la elección de Bolsonaro como presidente el 2018, realizando asambleas multitudinarias compuestas por jóvenes tan diversos como nuestra misma clase, que se reunían para ver cómo enfrentar las políticas contra las mujeres, la diversidad sexual y de género, a les trabajadores que Bolsonaro proponía (y que llevó a cabo durante su mandato). En Colombia durante su rebelión popular (simultánea y más larga que la chilena) las universidades también fueron lugares de encuentro y discusión para organizar a las masas que salían a enfrentar al gobierno derechista de Duque. Y podríamos nombrar ejemplos de México, el Estado Español y otras partes del mundo donde el movimiento estudiantil ha tomado un rol activo dentro de la política nacional, y de gran impacto cada vez que emprende la lucha.

Ante esta realidad las y los revolucionarios nos enfrentamos. Ante un movimiento de masas que cada vez aumenta más y que proporcionalmente a esto se precariza, además de que a nivel mundial y nacional tiene una gran tradición de lucha. El estudiantado como sector social es grande: más de dos millones de personas en la región metropolitana. Es un medio donde pasan sectores muy importantes para el sistema productivo y reproductivo capitalista, ya que las y los profesionales que necesita salen de universidades y centros de formación técnica. En ese sentido para las y los revolucionarios es importante hacer política dentro de las estructuras educativas porque cumplen un rol económico-social de reproducción del capital. Son enclaves estratégicos desde el punto de vista de la hegemonía burguesa que tenemos que disputar, ya que la clase obrera necesita construir y ganar una nueva hegemonía para construir una sociedad socialista. Esto significa ganar posiciones dentro de liceos, centros de formación técnica y universidades (además de sindicatos, organizaciones populares, coordinaciones, etc) donde se forman y/o trabajan les trabajadores y profesionales de la sociedad futura. Pero también porque dentro de estos espacios hay contradicciones objetivas y subjetivas expuestas por Bensäid en El Segundo Aliento.

En balance estratégico del movimiento estudiantil según Bënsaid

La contradicción principal de las universidades ilustra la contradicción fundamental de la sociedad capitalista, dice Bënsaid: desarrollar las fuerzas productivas perpetuando las relaciones de producción (explotación). Entre el nivel requerido por el desarrollo de las fuerzas productivas y el nivel de formación que exige: formar simultáneamente una mano de obra adaptada a las necesidades de la economía capitalista y formarla -o domesticarla- con fuerte ideología burguesa. A su vez la burguesía no puede desarrollar hasta el final tales fuerzas productivas por poner en peligro las bases de su propia dominación, o sea el control y la planificación de la producción. El Estado y las empresas educativas aumentan cada vez más matrículas, pero con carreras cada vez más precarias para aumentar sus ganancias con el negocio educativo, pero también para obtener mayor mano de obra barata y sobrecalificada.

Pero el acceso a la universidad en la mayoría de los países se ha diversificado sobre todo a mediados del siglo pasado. Ya no es solo una clase la que tiene acceso, sino que este se ha extendido a las capas medias y cada vez más a la clase obrera con becas como la gratuidad -Chile- o educación pública gratuita (Argentina por ejemplo). Por lo que allí conviven distintas clases sociales que como sabemos, tienen intereses contradictorios. Otro punto objetivo que hace a las universidades un sector revulsivo es que vienen siendo víctimas de reformas educativas en el marco de reajustes presupuestarios llevados por distintos gobiernos a nivel mundial, donde se ha terminado devaluando la formación, bajando el financiamiento, se ha acrecentado el autoritarismo y los métodos retrógrados de enseñanza.

Los aspectos subjetivos que podemos encontrar son la fuerte cohesión y politización del movimiento estudiantil. Tanto en universidades como en liceos. Esto sigue una lógica de desarrollo desigual y combinado porque hay algunos establecimientos que por su propia historia estos aspectos se han potenciado, como los liceos emblemáticos de Santiago o universidades como la UChile, Usach y Utem. Además, los liceos suelen ser el eslabón débil o más abandonado por la burocracia socialdemócrata, lo que potencia las movilizaciones sin control político de los partidos reformistas, o sea movilizaciones independientes como hemos visto en Chile con secundaries luchando contra la violencia machista en los liceos y contra la precariedad. En universidades se ha dado el fenómeno de sobrepasar las directrices oficiales de los dirigentes, como el 2011, aunque como los partidos reformistas tienen mayor peso lograron redirigir hacia la institucionalidad las demandas del 2011 y sacar la lucha de clases como método para conquistarla.

Por lo que para Bënsaid el movimiento estudiantil se puede caracterizar como una vanguardia táctica, dentro de una estrategia de revolución obrera y socialista, ya que con sus movilizaciones y métodos de organización (donde se mantiene una tradición de asambleas, lucha política, centros de estudiantes y federaciones) pueden adelantarse y mostrar un ejemplo de combatividad y radicalidad al movimiento obrero. Así como pasó en el mayo del 68 francés, y en otra envergadura en Chile luego de la revolución pingüina, el 2011 y el salto a los torniquetes e inicio de la rebelión el 2019, donde se registraron aumento en el número de huelgas. [1]

Para las y los revolucionarios que peleamos por el socialismo con una estrategia marxista donde el rol dirigente lo cumple la clase trabajadora, es muy importante considerar otros sectores a los cuales hegemonizar políticamente. En este caso a les estudiantes, que en la lucha de clases y en los momentos insurreccionales por la toma del poder por la clase obrera necesita tener de aliados a sectores amplios de estudiantes. Esta alianza creemos que se construye en la misma lucha, codo a codo por nuestras demandas.

El movimiento estudiantil para conquistar sus demandas tiene que aliarse con la clase que puede imponer a los empresarios y sus políticos las demandas que decidimos democráticamente. La respuestas que dan los políticos de siempre, los gobiernos y el Estado, es que para nuestras demandas “no hay plata”, “hay que tener responsabilidad fiscal”. Pero podemos ver claramente que solo hay plata para los que nos explotan y saquean los recursos naturales, los empresarios. Todas las conquistas para la clase trabajadora y para el pueblo pobre ha sido con los métodos de la lucha de clases. Tenemos que afectar el saqueo y la explotación que desde hace siglos mantienen los burgueses para conquistar aunque sean las demandas más mínimas (es cosa de revisar las últimas movilizaciones secundarias y universitarias en Chile).

Tomando el Segundo Aliento de Bënsaid podemos plantear esquemáticamente las siguientes tesis:

Enraizados en la contradicción de la universidad los estudiantes masivamente están disponibles y movilizables. Ante la dimisión de las direcciones obreras, eso les permite jugar un papel de vanguardia en determinadas coyunturas precisas. Sin embargo, los estudiantes no pueden responder por sí mismos a los problemas que afrontan, son incapaces de una línea independiente del movimiento obrero.

La contradicción que sufre el movimiento estudiantil no puede pues encontrar solución más que en su lucha al lado del movimiento obrero bajo la dirección de éste. Todavía hace falta que haya lucha y acuerdo sobre los objetivos de la lucha, esto que no es el caso en lo inmediato, sabiendo lo que son las direcciones obreras y los esfuerzos que hacen para escamotear la lucha de clases.

De hecho podemos distinguir la vanguardia táctica, la que en un momento dado ocupa de hecho los puestos avanzados de la lucha revolucionaria, de la vanguardia estratégica, la que abarca el conjunto de la lucha de clases y trabaja por la revolución en una lucha prolongada; la segunda sólo puede apoyarse en la fuerza motriz de la revolución: el proletariado.

Esa contradicción del movimiento estudiantil es real y objetiva. Ninguna solución mágica, ninguna huida adelante puede resolverla. La única solución reside en la construcción de una organización revolucionaria, en su implantación en el medio obrero, en su capacidad de asumir la dirección estratégica de la lucha.

Es por esto que como trotskistas apostamos a construir un partido socialista y revolucionario de la clase obrera internacionalista dentro de liceos y universidades, ya que tenemos que conquistar, preparar y ordenar las fuerzas para momentos álgidos de la lucha de clases, donde nos enfrentaremos a las burocracias estudiantiles y sindicales, a reformistas, a la policía, a la derecha y a todo el Estado burgués.. Es una tarea estratégica el construir una corriente militante diversa y joven dentro de estos espacios si es que lo pensamos en la necesidad de construir un nuevo estado (obrero) y nuevos modos de producción, además de que desde aquí se puede catalizar la necesaria revolución cultural que necesita la clase obrera en el socialismo.

Por la situación concreta de Chile, el movimiento estudiantil ha mostrado ser uno de los más convulsivos y combativos del planeta, llevando la vanguardia en relación al movimiento obrero. Por lo que no podemos dudar que en un ascenso próximo de lucha de clases les estudiantes cumplamos un rol fundamental, tanto para debilitar la batalla si es que los reformistas o la derecha dirigen al movimiento estudiantil, o para fortalecerla. Nosotres desde VENCER apostamos a fortalecerla con asambleas de base, uniéndonos con trabajadorxs y profesorxs de nuestros lugares de estudio, por lo que es un objetivo concreto ganar peso, influencia y dirección en estos tres sectores. Para, como decíamos, unir las luchas de estudiantes y la clase trabajadora contra la política de las distintas burocracias reformistas que es separarlas. Si nos organizamos en común podremos golpear como un solo puño al sistema y derribarlo.

 

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Paraguay: Pedagogía de la independencia

Pedagogía de la independencia

Claudia Korol

Reseña del libro de Martín Almada «Paraguay: Educación y dependencia»

Martín Almada escribe este libro y con el libro escribe su vida. Cuenta simultáneamente su historia personal y la historia de su pueblo guaraní, de su país, de su continente.

Martín, el compañero de tantas luchas, intentó llevar a la práctica en Paraguay la experiencia de Paulo Freire, promoviendo una escuela que hiciera “educación como práctica de la libertad”, el Instituto Juan Bautista Alberdi de San Lorenzo. La osadía le costó la represión, la muerte de su compañera de vida, Celestina Pérez de Almada, y la cárcel.

Martín Almada escribe con la tinta del sobreviviente. Con la sangre de su compañera y la de sus compañeros asesinados por la dictadura de Stroessner, Martín escribe sobre la educación en Paraguay. Escribe con dolor. Pero también, escribe con rebelde esperanza.

Fundamenta en estas páginas que la educación dominante es uno de los engranajes aceitados que posibilitan y naturalizan la dependencia. Bucea en la historia del continente, buscando claves de interpretación del drama paraguayo. El papel de la oligarquía, de la Iglesia, del Estado, de las fuerzas armadas, de los gobiernos y de las oligarquías de los países vecinos, de los distintos agentes del poder, son analizados en esta perspectiva latinoamericanista.

Dice Martín Almada en el artículo que completa este libro –escrito 30 años después-, que esta publicación … “en el fondo es la carta de un sobreviviente dirigida a sus torturadores. Es la carta de un educador sobreviviente que busca un remedio para curar dolores del alma. No olvidemos que debajo del dolor está el amor…. Es la historia de la reconstrucción de mi mismo luego de tutearme con la muerte”.

En esa identidad de sobrevivientes se escribieron muchas páginas en Nuestra América, y en especial en Paraguay, donde el pueblo hermano sufrió sucesivos genocidios, el del pueblo guaraní, y de otros pueblos originarios, durante las guerras de conquista, las guerras por territorio y por petróleo, la Guerra de la Triple Alianza, y la prolongada dictadura stronista.

Me interesa decir en estas líneas, que el pueblo argentino no puede permanecer indiferente frente a la opresión vivida por el pueblo paraguayo. Hay una responsabilidad de la oligarquía argentina en la Guerra de la Triple Alianza, y en el sostén a la dictadura de Stroessner. También en las modalidades de opresión que llegan hasta la actualidad, con los acuerdos leoninos de saqueo de recursos hidroeléctricos. Tal vez estos tiempos en los que se buscan nuevas posibilidades de integración latinoamericana, sean momentos para poner en marcha profundas reparaciones frente a todo lo destruido, lo saqueado, y lo aniquilado por la imposición de los intereses imperialistas, que contaron con diversos gobiernos argentinos como instrumentos de ejecución de sus políticas. Y esto sólo puede ser impulsado activamente desde abajo y desde la izquierda, donde se tejieron también los lazos de solidaridad profundo con las víctimas de la dictadura, que por miles recibieron abrigo en nuestras tierras.

Pero Martín Almada no es sólo un sobreviviente. Es también un creador de nuevas posibilidades para la aventura libertaria. Abogado de causas justas. Defensor de los derechos humanos. Inventor de modelos que buscan el estímulo a la producción agroecológica, promoviendo los usos populares de la energía solar, impulsando la creación de aldeas solarizadas, y hasta editando un libro de recetas solares elaboradas con alimentos locales. Siendo la educación popular -fundamentalmente- pedagogía de la autonomía, Martín Almada contribuye en esta dirección, estimulando maneras de pensar la vida que no se basen en los paradigmas del desarrollo que destruyen a la naturaleza y a la gente en ella.

Educador. Investigador –por su obsesiva búsqueda de la verdad fue posible el descubrimiento de los “Archivos del Terror” y por su terca voluntad de denuncia fue posible la creación del Museo de las Memorias-. El descubrimiento y estudio de los Archivos del Terror, en los que se encontraron los documentos del Plan Cóndor, son una pieza fundamental para el momento actual de lucha por la justicia que se está llevando adelante en los Tribunales argentinos, con el enjuiciamiento a los criminales de lesa humanidad. Es un material de enorme valor, para desnudar la complicidad de los gobiernos latinoamericanos, y del gobierno norteamericano en la ejecución de las políticas de terrorismo de estado. Por estas contribuciones realizadas a la lucha por la justicia, Martín Almada recibió en el año 2002 el Premio Nobel Alternativo de la Paz, que al mismo que otros muchos premios que le fueron otorgados, es un reconocimiento a su coraje, a su coherencia como defensor de los derechos humanos, como pedagogo de la justicia.

Quiero decir que siempre pensé que Martín Almada cumple cabalmente con la recomendación de Paulo Freire, que es la de vivir “sanamente locos, y locamente sanos”, como condición para seguir siendo creadores… y creadores revolucionarios. Como el loco Simón Rodríguez, ha puesto en la libertad y en la educación su pasión completa.

Escribe Martín Almada: “El miedo, en nuestro país, se volvió cultural. La segunda piel del paraguayo es el miedo, porque la ignorancia y la tortura fueron la base de la represión, fueron el corazón del sistema dictatorial”. Con ese miedo, y contra ese miedo es la vida y la lucha de este pedagogo de las luchas libertarias. Y sabe que la educación, es uno de los caminos para aportar a la organización del pueblo en la lucha emancipatoria. Y que es la acción colectiva, un largo proceso de desafío al miedo que tiende a aislarnos y a desorganizarnos.

En este libro, el repaso de las prácticas educativas en Paraguay, terminan constituyendo una radiografía de la dominación, y también una búsqueda activa de caminos para la descolonización y para la desmercantilización de la enseñanza en América Latina, porque tal como él investiga y denuncia, las políticas educativas son producto de una estrategia continental ordenada por instituciones del gobierno mundial, que administran la subordinación cultural, en diferentes terrenos -incluido el pedagógico-. Martín Almada se concentra en el estudio de Paraguay, pero lo pone en espejo con los modelos educativos de Chile, y de otros países latinoamericanos. Hoy, cuando muchos de los gobiernos que se llaman progresistas siguen utilizando chalecos de fuerza como los modelos educativos que impone el Banco Mundial, o como las Leyes Antiterroristas que impone el CIADI[1], es interesante utilizar este texto para pensar una nueva pedagogía, que nazca y crezca contra todas las formas de dominación, las históricas y las actuales. Una pedagogía descolonizadora que sea regada desde las raíces con nuestras propias miradas del mundo. Una pedagogía originaria, libertaria, y audazmente democratizadora. En esta dirección, el libro de Martín Almada es sobre todo una invitación para esa búsqueda, y para crear –con la audacia y el riesgo ineludibles en todo acto transformador- un camino en el que todas las tradiciones de lucha de Nuestra América, se rebelen junto con los nuevos gritos de Ya Basta, frente a la mediocridad y el conservadurismo. Le agradezco por ello a Martín y a su locura, la posibilidad de mirarnos sin anteojeras, de pensarnos sin muros, y de atrevernos a caminar sin chalecos de fuerza, con la pasión intacta y ese alegre dolor que nos sigue conmoviendo.

Notas:

[1] Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones. Organismo del Banco Mundial que tiene por objetivo propiciar la solución de disputas entre gobiernos (N. del E.).

MARTÍN ALMADA

(Paraguay, 1937) Profesor, abogado y reconocido activista y defensor de los Derechos Humanos en su país natal durante la dictadura de Alfredo Stroessner. Líder del movimiento “Por un techo para cada educador” de la Federación de Educadores del Paraguay, fundador y director de la Escuela Juan Bautista Alberdi en San Lorenzo, que fue cerrada en 1974 por órdenes dictatoriales.
Ese año, Almada presenta su tesis doctoral “Paraguay, Educación y Dependencia” en la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, siendo calificada de “subversiva y terrorista” por la Policía Federal Argentina, lo que le significó ser detenido y torturado, y que su primera esposa, Celestina Pérez, falleciera de un infarto al escuchar telefónicamente las torturas a las que era sometido Almada.
En 1977 es liberado después de una huelga de hambre y el apoyo de distintos grupos de derechos humanos, asilándose en Panamá, retornando a su país después de la caída del dictador Strossner, en 1989.
Con la ayuda del juez José Agustín Fernández, el 22 de diciembre de 1992, en la ciudad de Lambaré (Paraguay) descubre los “Archivos del Terror”, la prueba documental de la existencia de la Operación Cóndor en América Latina, que contiene las comunicaciones y acuerdos entre las autoridades militares y policiales, para reprimir las sociedades y mantener las dictaduras de Paraguay, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, entre 1970 y 1980.
Martín Almada ha recibido varios galardones internacionales por su actividad a favor de la aclaración histórica de la Operación Cóndor y de las violaciones de Derechos Humanos en Sudamérica, donde destaca el Premio Right Livelihood, o Premio Nobel Alternativo de la Paz, en 2002.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/pedagogia-de-la-independencia/

 

 

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Calidad educativa neoliberal: el MINEDU, la SUNEDU y la ausencia de investigación (I). Perú

¿Qué es una buena educación?, ¿Por que el Estado debe ser quien conduzca la educación?, ¿por qué y para que estudiamos?, ¿en favor o contra de qué o quienes estudio?

“Es hora ya de abandonar la idea y la práctica de seguir educándonos –maestros y estudiantes– como si viviéramos en el mundo de fantasía que crea el enfoque neoliberal, una realidad mítica donde la prioridad es alcanzar una aristocrática excelencia, llegar a ser de los mejores y, además, triunfadores altamente competitivos. Esta concepción es absurda frente a la pobreza y la desventaja social que tienen la mayoría de las y los niños y jóvenes, que da lugar a una atmósfera escolar individualista que despersonaliza (vales sólo en tanto eficiente), enfatiza la competencia, plantea como objetivo prioritario el aprendizaje (no la formación de personas y colectivos) y con eso hace a un lado el valor y el ejercicio de las prácticas comunitarias. Para muchos, la única tabla de resistencia.” Hugo Aboites, Educación contra la soledad y la violencia. La jornada 14 de mayo de 2022.

El Perú, como otros países, esta poblado de mentes con cada vez más mitos y fetiches. Las fantasías populares son moldeadas por las patrañas creadas por los medios y de este modo, las creencias: sociedad del conocimiento, competencias, fin del trabajo, eficiencia, abundancia, excelencia; no se distinguen de las verdades: incultura, incompetencia, ignorancia, atraso, ausencia de derechos, tinieblas. Por otro lado y en convivencia con estas ideas, se encuentran los fetiches, donde las cosas y discursos sobre ellas, aparecen como fundantes de las relaciones sociales (igualdad en el acceso, calidad académica, educación para todos, sociedad educadora); la conciencia social no es vista como producto de mecanismos ideológicos, en gran parte, pensamientos inventados por las clases dominantes o reapropiadas por los caviares (progresistas neoliberales) para ellas, ocultando sus objetivos de dominio y por ello, siempre será una tarea permanente de las derechas políticas en el poder la captura y sometimiento de la juventud. Es más, la ignorancia se convierte en un arma y el retroceso en 10 años, hacia la barbarie educativa, le sirve a esta cavernaria derecha para controlar los medios y formar con esa herramienta a las personas. La critica situación educativa, lleva al debate sobre el lugar de la educación en general y sobre la tan mentada calidad educativa.[1]

Para iniciar una reflexión sobre este tema, hay que preguntarse primero: ¿qué es una buena educación?, ¿Por que el Estado debe ser quien conduzca la educación?, ¿por qué y para que estudiamos?, ¿en favor o contra de qué o quienes estudio? Pueden ser muchas mas Interrogantes y algunas parecer ingenuas o muy elementales, pero estas son las pertinentes en estos tiempos. Mas aun cuando, hasta la pandemia ha sido y es usada como preocupación humanitaria, cuando en realidad fue la puerta de entrada masiva del capital a nuestra cotidianidad educativa, con la búsqueda de extraordinarias ganancias para las corporaciones con el ingreso de las mayorías en las dinámicas y plataformas virtuales y digitales que caracterizan a la cuarta revolución industrial, a la proliferación de una pobre enseñanza a distancia en todos los niveles. Aclarando que llegamos a este cambio industrial como consumidores, no como productores de tecnología.

Antes del Covid 19, todos hemos sido víctimas de la ideologia neoliberal, trasmitida durante mas de tres décadas y convertida en una estructura sistémica y prácticas, en un ethos cultural, que determinan los comportamientos de poderes, instituciones, mafias políticas, lumpen empresarios, jefes de las FFAA y policiales, periodistas, etc. que incluye hasta segmentos de la izquierda, que se expresan en la perversa vida política y las coincidencias congresales y gubernamentales que en estos tiempos presenciamos. Primero eramos trabajadores y consumidores, hoy vivimos inmersos en el mercado y las mercancías, predomina el individualismo y la callada sumisión, las ganancias y el lucro, los empresarios y los emprendedores. Íntegramente, la sociedad se ha mercantilizado y privatizado; y con ello las rentas y ganancias por un lado y la pobreza, inseguridad, violencia, insalubridad, ignorancia, por el otro: un mercado para los políticos, lumpen empresarios, burócratas, poder judicial, medios y periodistas, que juegan con estas variables buscando ubicarse en el primer lado de la ecuación; y quienes disputan esos espacios. El resultado: un mundo aparentemente no inteligible, de confusión, creciente embrutecimiento, incertidumbre y nihilismo.

No podemos dar respuesta a vitales preguntas, si no lo hacemos reflexionando desde la actual realidad educativa peruana, caracterizada por el abandono, la evidente ausencia de investigación, la proliferación del lucro privado, la baja calidad académica expresada en los egresados, la desigualdad, la corrupción, etc. lo que solo se entiende desde el análisis político, social y con una visión del contexto. En la política Peruana, se esfuman las posturas anticoloniales y las esperanzas en un cambio del país y con ello, del sector educativo, mas patético siendo protagonista un Presidente al inicio mitificado por su condición de maestro. Imagen demolida por el mismo y sus siniestros aliados, pues es evidente que se consolida la alianza mas bárbara y perversa de los últimos años: Perú libre con Fuerza Popular, el fujicerronismo, que de este modo configura una coalición de un sector de la izquierda formalizada con toda la derecha considerando que FP ya estaba aliada a la derecha acciopopulista y al ultraconservador Renovación Popular, una parte de Acción Popular, Alianza para el Progreso y Avanza País. La centro derecha y centro izquierda queda fuera de las negociaciones, como minorías adaptables. Al gobierno se llego mediante transacciones mercantiles, lavado de activos y endeudamiento, fenómeno articulado sistémicamente con la manipulación de contratos y el “diezmo”, que servirán para pagar deudas y prepararse para permanecer y crecer en el sistema. Es así que Castillo con la mayor naturalidad quedo atrapado en ese ámbito pragmático y en ocasiones enemigo de las ideologías, controlado por Perú Libre, busco familiares y paisanos creando un nicho de atesoramiento personal. La presión de Cerrón por ministerios y puestos de funcionarios, desató una ofensiva chantajista con lo que consiguió colocar sujetos totalmente ineficientes. En esta contienda terminaron dividiendo a la bancada de Perú Libre en cinco facciones. Mientras su jefe, Cerrón, ante su debilidad recurría a alianzas con la derecha en torno al nombramiento del Tribunal Constitucional fujimorista, el blindaje de procesados y ex funcionarios a cambio de impunidad para ambas partes y a votar juntos en temas cruciales como el veto a ministros; curiosamente Castillo hacia lo mismo para evitar la vacancia o la destitución, ofreciendo cargos y otras concesiones. De este modo esta pugna por insignificancias para la izquierda, solo favoreció a la derecha. Cerrón consiguió algo inédito: las dos tendencias de lo que fue Perú Libre quedaron a expensas de las decisiones de la derecha. Ante esto el fin es predecible: la consolidación del fujicerronismo y la salida de Castillo.

Esta nueva lumpenpequeñaburguesía de origen provinciano y rural tendrá discrepancias con la lumpenburguesía histórica por el Estado botín, aferrándose a su segmento de poder, sin importarle continuar con sus “chanchitas”, prescindir de los caviares o coaligarse en negocios con sus presuntos enemigos políticos. En la izquierda popular muchos mantienen la ilusión, no desean que sean ciertas las acusaciones a Castillo y sus amigos; mas aun si están bajo la amenaza de ser gobernados por la tenebrosa Keiko y sus oscuros aliados. No obstante, el fujicerronismo sigue con sus componendas en un pantano político que permitirá que los sectores mas lúcidos desde abajo, acepten conscientemente esta insoportable realidad. Ahora observan que la mayor desgracia es que con con esta nueva relación se afianza y arraiga el neoliberalismo y su indesligable par, la corrupción; y en el sector educativo, el estancamiento embrutecedor que vive el país. La educación es una mercancía expresada en diplomas a cualquier costo, uno de ellos es el plagio.

El tipo de acumulación del capital neoliberal tiene sus propios comportamientos y componentes al privilegiar lo privado y el beneficio sobre cualquier cosa. A los seculares saqueadores del Estado y los recursos, se suman nuevos grupos que pasan de la informalidad e ilegalidad a su formalización y al cambio de leyes para institucionalizarlos. Así como la apropiación se legaliza bajo la forma de concesiones, los diezmos se naturalizan en todos los niveles y sectores gubernamentales. De allí la importancia de tener poder para definir cuotas y repartir cargos, donde los diplomas sirven para ascender en estatus y descender éticamente. Concomitantemente así se reproduce la dominación social a través del control de la violencia, el control de la economía, del conocimiento y con ello el poder real adecuado a patrones consistentes de despojo desde la colonia. Quedando la democracia, la libertad, la igualdad en agonía permanente, sujetos a una constitución de la imposición de un saqueo extractivista. La unidad y contradicción se esta dando entre la gran vieja lumpenburguesía rentista (principalmente minera y agroindustrial) y la nueva burocrática y marginal que se extiende en educación, salud, construcción. Desde Interbank hasta la Derrama, desde la PUC o la Cayetano hasta la Cesar Vallejo o la Jose C. Mariategui.

Mientras tanto, la unidad y lucha prosiguen en las alturas. A pesar de los esfuerzos de la llamada izquierda en conciliar para mantener sus cargos y privilegios, en aferrarse a la presidencia, la derecha no se detiene en su objetivo de expulsar a los peseteros, los recién llegados, a la burguesía chola y volver a conseguir el monopolio del poder político. Controla los medios, el Congreso, parte de las FFAA y PP, segmentos de las instituciones, etc. Hoy, se apodera del instrumento más importante que es el Tribunal Constitucional, van por la fiscalía, la Defensoría del Pueblo, claves para viabilizar los muchos y compartidos intereses económicos y de impunidad, comenzando el saqueo, de las arcas estatales, las deudas de grandes empresas y los bonos de la deuda agraria. Pretenden la captura del Ministerio Público para que cese la lucha contra la corrupción (Lava Jato y Club de la Construcción, Dinámicos del Centro, Cartel de Lima, y decenas mas) donde, es cierto, la actuación de los fiscales deja mucho que desear: ni un solo juicio abierto hasta hoy.

Las relaciones políticas consiguen ser transparentes después de observar el lugar y la inacción del Ministerio de Educación, la votación congresal contra la SUNEDU y la elección del espurio Tribunal Constitucional. Hoy ya no quedan dudas sobre 1. Que Castillo es un corrupto mas y que presumiblemente lidera un grupo criminal, 2. Que Cerrón es otro corrupto que está a un paso de la cárcel, que no solo abandonó definitivamente su programa inicial, sino que su odio a los “caviares” fue solo un pretexto para ocupar esos lugares estatales con sus mediocres tecnócratas, 3. Que estos dos sujetos, no obstante, sus diferencias, coincidieron con Keiko y otras bandas en luchar por la impunidad de todos ellos, lo que significa reconocer que han cometido delitos. 4.Que el gobierno de Castillo y sus hoy aliados recurrirán a una política represiva frente a las luchas populares, en defensa del neoliberalismo y los poderes fácticos 5. Que, por tanto, ya no se puede esperar nada del fujicerronismo, que incluye a los dos Castillos (el del APRA y el presidente). Y, como consecuencia, si se quiere un cambio se tendrá que hacerlo desde abajo, desde el combate, priorizando las reivindicaciones sociales y políticas condensadas en las luchas sociales, lejos de las mafias llamadas partidos, bajo nuevas reglas electorales, comenzando por desmercantilizar y desprivatizar el putrefacto sistema político.

En este ensayo veremos como en este dramático contexto queda la educación superior partiendo del hecho de que en estas condiciones jamás se dará un debate profundo sobre ella, cuando incluso el ciclo de postgrado, está bajo el signo de la puerilización mercantil y el embrutecimiento sostenido de los estudiantes y a través de ellos del pueblo peruano. Lo que predomina es la propensión a la facilidad y un pragmatismo corto de miras que cierra el pensamiento.

LA INVESTIGACIÓN Y LA CREATIVIDAD ANTE LA IV REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

En educación, es un campo de fuerzas en donde se opone el fetiche de la calidad educativa representada por la SUNEDU y las denuncias de una tesis plagiada por el Presidente, por parte de la oposición al gobierno. Este hecho desencadenó una ola interminable de denuncias de plagio de tesis lo que demuestra que el problema no solo esta generalizado, sino que abarca todos los ámbitos de la vida social, desde los programas de gobierno, los proyectos, el diseño de sistemas institucionales, leyes, reglamentaciones, modos de producir y de pensar, etc. lo que nos lleva a pensar en que debemos descubrir las causas. Tratemos de concentrarnos en la educación. Para ello, si observamos mas a fondo, veremos que todo el sistema educativo esta viciado desde la simple copia, hasta la invención de datos en un supuesto trabajo práctico. Y esto ocurre, desde la primaria hasta la universidad y sus doctorados.[2] Salgamos de este tema para ir a algunos aspectos mas centrales para explicar una decadencia educativa, sobre la que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) tiene alta responsabilidad.

El primer aspecto a analizar es el lugar de la educación, muy bien expresado por Bonilla Molina cuando dice que la escuela tiene tareas asignadas por el capital y que las propuestas educativas de los sistemas escolares están vinculadas al curso de las revoluciones industriales. Que la cuarta revolución industrial -como las anteriores- impactan en el modo de producción, la organización social y en el mundo del trabajo y desde ese punto de vista la escuela no entiende lo que está pasando y, por lo tanto, está en riesgo de caer en el desuso. La crisis escolar se abre durante la tercera revolución industrial al incomprender las nuevas exigencias del gran capital; colocando en cuestión los relatos alternativos y la viabilidad del modelo actual de formación docente […].[3]

Dejando por un momento de lado la concepción de una educación integral y con pertinencia social, la construcción cultural de los sujetos y otros temas ausentes; centrémonos por un instante, en las condiciones actuales, de un secular retraso en el camino, reservado a las grandes potencias, por conseguir la 4 revolución industrial (que afecta a todos los ámbitos sociales), la creciente vigencia del extractivismo clásico en Latinoamérica ante el protagonismo de los requerimientos de una economía digitalizada, financiarizada y renovable. En el actual momento histórico existe una lucha por el control de territorios y nichos de mercado del capitalismo que conducen a una recolonización y apropiación de recursos soberanos por el capitalismo que va extendiendo sus límites de apropiación y mercantilización de territorios y bienes naturales afectando todas las relaciones sociales. Un saldo colonial muy importante es la grosera dependencia de energía y materiales de sus nuevos sectores estratégicos, así como de las bases físicas e infraestructuras globales, a lo que se agrega, la amenaza de agotarse y llegar al desabastecimiento, con diferentes grados de intensidad, en los próximos años.

De acuerdo con Gonzalos Fernández y colaboradores, los saberes y conocimientos que exige esta nueva economía como ejercicio corporativo de reconfiguración y creación de espacios, requiere de nuestros países tan solo sus recursos y trabajadores técnicos adiestrados que conformen equipos que acompañen a los expertos de los países centrales, para explotarlos. ¿cómo podremos competir con los especialistas en energías renovables: energía eléctrica, parques eólicos y fotovoltaicos, grandes centrales hidroeléctricas, iniciativas vinculadas al hidrógeno, minería de materiales críticos; tierras raras, litio, níquel, zinc, plomo, platino, cadmio, teluro, manganeso, nuevas formas de transporte, etc. ¿y si avanzamos más en nuestros retrasos? Queda mas clara la explicación cuando se trata de procesos de digitalización, de la aceleración de la innovación tecnológica que nos llevó a las fábricas 4.0 y el impulso del auge de la virtualidad comunicacional y las mercancías digitales en la cotidianidad de nuestras vidas, que apenas nos condujo a conocer la existencia de esas tecnologías y su uso parcial. La cuarta revolución industrial implica la integración de la inteligencia artificial, informática, análisis de metadatos, reconocimiento biométrico, inteligencia artificial, biología digital, conexión 5G y 6G, internet de las cosas y robótica de cuarta generación en los procesos industriales y la cotidianidad. La combinación de big data, plataformas, movilidad, autopistas eléctricas, gigafactorías, megagranjas industriales, inteligencia artificial etc., la punta de lanza necesaria para generar los tan ansiados incrementos en productividad y nueva formación de capital, indicadores estratégicos para impulsar una nueva onda expansiva de crecimiento, así como de las infraestructuras mas sofisticadas necesarias para garantizar el desarrollo global de estos nuevos nichos estratégicos en un contexto de estancamiento global.[4]

Las inversiones en sectores con influencia sobre el conjunto de la economía, a su vez, servirían de disfraz a los retos de desmaterialización y descarbonización que el planeta enfrenta. El hilo conductor de este imaginario crea un nuevo fetiche, ya que al mismo tiempo reduciría drásticamente la necesidad de energía y materiales, desacoplando crecimiento económico y consumo físico. Junto a estas transformaciones, están sus derivadas en geoingeniería y biotecnología, fórmula que resolvería las aparentes contradicciones sistémicas, sin renunciar a la lógica de mercado, pues partiría de la digitalización como espacio clave para la reproducción sostenida del capital. Claro, que se trataría de ocultar su rol en la precarización de los trabajos; la propiedad y control de datos y servicios de inteligencia artificial, su papel hegemónico en la especulación financiera; su incidencia en favor de un modelo de gobernanza corporativa. E incluso escondería a la próspera “industria de del sicariato”) que acompaña al despojo y el desarrollo de gran parte de los megaproyectos, en coherencia con los patrones de actuación de las transnacionales.

Pablo González, que representa al pensamiento crítico, promueve la democratización de las ciencias y las nuevas tecnologías, con un proyecto de país orientado al bien común. Proceso que solo ocurriría solo a condición de que se modifiquen antes o simultáneamente las relaciones sociales predominantes cambien sustantivamente y con ellas el andamiaje de reproducción del ethos cultural y político en el que actúan estas tecnologías.[5] La tercera revolución industrial e incluso la cuarta, exigen cambios en el sistema educativo y este no ha podido dar una respuesta, sencillamente por que una economía colonial como la peruana no lo requiere. Tampoco necesita investigación y, por tanto, investigadores. Menos aun “construir personas” (en la perspectiva de Vigotsky e Ilenkov), solo trabajadores y consumidores. Si el único proyecto de país es el extractivismo y el saqueo de recursos naturales, solo se necesita copiar los cursos de las ciencias básicas y los conocimientos geológicos, mineros, agroindustriales, pesqueros, farmacéuticos, médicos, informáticos, bioquímicos, administrativos, contables, etc. Para armar cosas, vender, distribuir, solo se necesitaran vendedores, transportistas, técnicos, burócartas, etc. y para ello basta con capacitar o adiestrar técnicos. La ciencia, la técnica mas avanzada y con ellas, la investigación quedan en manos de las grandes universidades del capitalismo avanzado, publicas en Europa y privadas en EEUU, mientras que las propias grandes empresas están formando un personal técnico apropiado para ellas, ante e fracaso universitario.

De este modo, sin una industrialización en una economía colonial, la tarea central asignada por el Estado a la educación sera vista como un fracaso, pero lo importante es que también explica la ausencia de investigación creativa en la universidad y por que parecemos condenados al plagio. Acción que se ha criminalizado, no obstante que siendo parte de la socialización del conocimiento, mas en estos tiempos donde no hay saberes privados más allá de las patentes, el problema radica en la ausencia de nuevas propuestas creativas. Se da desde la física hasta en las ciencias sociales que reproducen esquemas metodológicos de aquella ciencia y que además también tiene una matriz colonial. Con escasas excepciones, politólogos, sociólogos, economistas y periodistas son los que mas se repiten unos a otros, mientras que muy pocos de los anteriores y en especial los historiadores, antropólogos y artistas, quienes si investigan, son de los pocos que aportan al saber sobre la sociedad. En un país con muy pocos investigadores, situación agravada por la fuga de cerebros, ¿quienes pueden formar a los nuevos? Pero, además, la arraigada concepción positivista del método, incluyendo aspectos ontológicos, epistemológicos y gnoseológicos, cuya crítica la hemos desarrollado en varios libros, limita aun mas la posibilidad de hacer investigación de calidad.[6] De hecho con una mala formación teórica desde la praxis y la investigación, la obligación de iniciar los trabajos con el marco teórico poco crítico y muchas veces nada pertinente, sin ideas claras sobre la realidad pensada críticamente con conceptos adecuados y actualizados, constituye una obligación a recurrir al plagio. Para aliviar conciencias recordemos que Einstein alguna vez dijo que en la vida un científico aportaba una o dos innovaciones. En el caso de las tesis hay que probar que se sabe investigar y agregar nuevos conocimientos, así sean incipientes y fragmentarios.

Mientras estemos ante una creciente población que aun vive con el viejo mito de la primera y segunda revolución industrial, viviendo de rentas extractivistas, del comercio y la banca, la profesionalización solo será un medio de conseguir empleo y elevar el estatus social, de acceder a la burocracia o a la política, impulsando la creación de mas y mas universidades, convirtiéndose en un negocio multimillonario. La profesionalización primero se privatiza y después sale de la universidad convirtiéndose en objeto mercantilizado. La Red Mundial de Científicos Peruanos, que aunque se autolimita a señalar como causa, el fetiche del control de calidad, constata lo siguiente:

Con la aparición de las universidades de negocios privados, los grados de “maestrías y doctorados chichas” se han estado vendiendo como en el Jirón Azángaro, famoso por vender cualquier documento falsificado. Hay universidades privadas en donde los grados y títulos académicos no solo de Bachiller y Licenciado, sino de Maestría y Doctorado se venden al mejor postor sin asistir a clases, el ejemplo más saltante es el negocio de la Universidad Los Ángeles de Chimbote que ofrece diplomas frente al local del Poder Judicial en el Callao. Otras universidades como la Néstor Cáceres Velásquez y Cesar Vallejo entre otras, tienen poblaciones excesivas de postgrados (entre 3 mil a 8 mil estudiantes, según el II Censo Nacional Universitario del 2010), muy superiores a la población de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y la “graduación de maestrías y doctorados” en estas universidades, se realizan también sin ningún Control de Calidad.[7]

En realidad, como decíamos, el origen del problema en la educación, y en la superior en particular, esta en que la educación superior desechó la fragmentaria formación del ser humano y se quedó en pleno siglo XXI en la obsoleta máquina educativa newtoniana, como anota Bonilla. La cuarta revolución industrial difiere entre países, en las grandes potencias la ciencia y la tecnología avanzan y en los países coloniales ocurre lo inverso, ambos procesos son parte de un capitalismo de base financiera-especulativa-parasitaria, globalizado y neoliberal, de distanciamiento social, colonizador y distópico con alta tecnología, depredador, racista y patriarcal.

En ese sentido, reiteramos, que el papel primordial asignado a los países periféricos es el de proveer los recursos naturales y mano de obra barata para los procesos productivos en los centros del desarrollo capitalista mundial, donde si se busca calidad, mientras que la eficacia en la periferia se reduce las necesidad de procesos de desarrollo tecnológico para acrecentar las rentas extractivas y mantener los privilegios de las corporaciones. Los procesos de industrialización no son vistos como necesarios para el progreso económico y social que cuando se da es en beneficio de las élites y líderes empresariales. Por lo tanto, en general, las tasas de productividad industrial en la periferia son más bajas que en los países capitalistas avanzados, al tiempo que con el extractivismo la “produtividad” del despojo es mayor en los países recolonizados.

De este modo,en los países periféricos con el Neoliberalismo educativo, se consolida la idea de la sociedad educadora, que no es tal por que la sociedad debe ser primero reeducada, que para los dirigentes políticos es la transferencia de la responsabilidad de los Estados a las familias, que financian los requerimientos para garantizar el derecho a la educación. Es la privatización educativa, que no solo abarca las escuelas y universidades particulares, pues también en la educación estatal se ha asumido, en el sentido común de los sujetos de la educación pública, los requerimientos de infraestructura tecnológica, dotación y mecanismos de trabajo están a cargo de la comunidad.

Con la pandemia, se instala en los sistemas escolares la disputa entre educación presencial en la escuela versus educación virtual en casa, algo que existía marginalmente antes de la pandemia. Esto no es un tema menor, sino que forma parte del proceso de reestructuración educativa en la sociedad capitalista del siglo XXI. Esta disputa será intensificada, no solo para abrir paso a dinámicas virtuales de encuentro y modelos digitales de aprendizaje, sino para reestructurar la institucionalidad y dinámicas educativas en el corto y mediano plazo. Pareciera que el capital busca construir hegemonía para el advenimiento de un nuevo tipo de sistema escolar; la aparición de las plataformas privativas virtuales en manos de trasnacionales o de las dependencias públicas encargadas de los contenidos digitales. El Estado fue incapaz de asumir las dinámicas virtuales y digitales y con una mayoría de familias sin aparatos o sin acceso al internet; mientras, los sectores privados de las trasnacionales de la tecnología se mostraron eficaces y se legitimaron como protagonistas en las nuevas dinámicas. Con la pandemia fueron evidentes las limitaciones de muchos docentes para enfrentar la demanda de educación virtual. Paralelamente, lo mismo ocurrió con otros sectores, como salud, justicia, transporte, etc. Dos años perdidos que en realidad mostraban el desfase y descuido de la formación del egresado, como elemento del cerco de destrucción de la escuela pública, en un contexto donde el titulo solo en un falso pasaporte al trabajo, pues con las mediocres calificaciones, lindan con la precariedad.

El mito de la igualdad educativa se hizo mas evidente. Confirmó la visión de Paulo Freire de que solo es una ilusión el derecho igual para todos, pues no importa más la comunidad de la vida educativa, se acrecienta la contradicción educador educando e implica un diferenciado entre países el reordenamiento de la sociabilidad, consumo, democracia, trabajo, política y educación. Dos modalidades de ver el mundo, del modo de vivir y convivir, de trabajar y consumir, de aprender y estudiar, de amar y juntarnos, de reproducirnos e integrarnos, de participar y ser gobernados. Unos disfrutan de la profesión y los otros se ubican donde pueden. Sin embargo, en ambas, hoy mas que nunca, es una ilusión la igualdad. Suecia y Finlandia dos modelos de educación igualitaria y gratuita ahora se ven socabados por el neoliberalismo que aumenta las diferencias y la segregación.

No debemos menospreciar los aspectos progresivos de la educación pues hubo periodos de avances democráticos y académicos en la universidad preneoliberal. Sin embargo, el epicentro de la reproducción cultural de la vieja escuela, el currículo totalmente preestablecido, la programación de contenidos diarios, resultaron ser el mayor obstáculo para la nueva máquina educativa capitalista.  Si la aceleración de la innovación científica y tecnológica no logra ser capturada por la escuela y democratizada entre los estudiantes y las comunidades, está en peligro una de las tareas centrales asignadas a la educación por el contrato social. Lo central son las nuevas dinámicas internas de gobierno por imponer pautas de consumo, educación, sociabilidad, empleo, trabajo interconectadas en estos tiempos con las innovaciones de elementos como la inteligencia artificial, la big data, el análisis de metadatos, el reconocimiento biométrico facial, la biología digital, el internet de las cosas.

Notas:

[1] Jorge Lora Cam, Ensayos de crítica a la educación neoliberal  file:///Volumes/ADATA%20HV300/Educacio%CC%81n%20neoliberal%20(1)%20%E2%80%93%20El%20Presente%20del%20Pasado.htm La contrarreforma universitaria neoliberal y su hegemonía en MéxicoLa universidad neoliberal y la crisis educativa. De cómo año tras año llegaron las evaluacionesLa Educación y la Universidad Neoliberal

[2] Curiosamente, derecha y la supuesta izquierda le pretenden quitar a la SUNEDO atribuciones para licenciar y legitimar las universidades “bamba”.

[3] Luis Bonilla Molina, La otra escuela emancipadora en contextos de cuarta revolución industrial, Otras voces en educación, 10 de febrero 2021

[4] Reflexiones basadas en: Gonzalo Fernández, Erika González, Juan Hernández, Pedro Ramiro, MEGAPROYECTOS CLAVES DE ANÁLISIS Y RESISTENCIA EN EL CAPITALISMO VERDE Y DIGITAL, Paz con dignidad, 14 abril 2022. https://vientosur.info/megaproyectos/

[5] GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo. (2017). Las nuevas ciencias y las humanidades. De la academia a la política. Buenos Aires: CLACSO,

[6] Jorge Lora Cam, Hacia una metodología de la praxis. Jorge Lora Cam, José Luis Sánchez Ramírez, La investigación social en gráficas. Ed, BUAP, México 2017. CRÍTICA METODOLÓGICA E INVESTIGACIÓN SOCIAL EN AMÉRICA LATINA, Saskab. Revista de discusiones filosóficas desde acá, cuaderno 7, 2014, ISSN 2227-5304 http://www.ideaz-institute.com/sp/CUADERNO7/C73.pdf, La metodología de la praxis desde la subjetividad práctica: fundamentos ontológicos, epistemológicos y aproximación metodológica en ciencias sociales, BUAP, 2017

[7] Red Mundial de Científicos Peruanospdetsrea 7edb0r1fo2d ter 0616e0 ih487  ·

Urgente “sunedu e indecopi” auditorias académicas en universidades: de tesis, grados y títulos, de ingreso a la docencia, y de ascensos a la administración pública. En facebook, 11 de mayo 2022.

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Colombia: Alejandro Gaviria será ministro de Educación: estas son algunas reacciones y retos

La designación del ex rector de los Andes ha generado varias opiniones. Expertos apuntan a que tendrá desafíos en lograr acceso a la educación para los más pequeños, mitigar los daños que dejó la pandemia, superar las brechas regionales y que se viene una discusión grande: si se podrá lograr una educación superior gratuita.

Este jueves 7 de julio, a través de Twitter, el presidente electo, Gustavo Petro, confirmó que Alejandro Gaviria será el próximo ministro de Educación de Colombia. “Alejandro Gaviria será nuestro nuevo ministro de Educación. Tiene como retos lograr la educación superior pública y gratuita. Lograr centros de excelencia universitarios públicos centrados en la investigación y aumentar sustancialmente el número de niños y niñas en el preescolar”, señaló. (Le sugerimos: El recorrido de Alejandro Gaviria, el próximo ministro de Educación)

Gaviria, quien también fue asignado como jefe del empalme en educación entre el gobierno Duque y el de Petro, ha tenido experiencia tanto en el sector educativo como en el gobierno. Antes de ser designado como ministro de Educación y de lanzarse como candidato presidencial, fue rector de la Universidad de los Andes. Y su último puesto dentro de algún gobierno, fue como ministro de Salud, durante la presidencia de Santos.

Frente a su nueva designación, sin embargo, hay reacciones negativas y positivas de varios líderes y expertos del sector educativo. Sandra García, PhD. en política social de la Universidad de Columbia (Estados Unidos ) y profesora de la Escuela de Gobierno de los Andes, celebró el nombramiento. Como le señaló a El Espectador, desde su punto de vista, Gaviria “es una persona que desde hace muchos años ha venido estudiando a profundidad la problemática de la movilidad social, particularmente la movilidad social en educación, incluso desde antes de ser ministro de Salud y en su rol como profesor y decano en la facultad de Economía de los Andes, en donde se destacó por sus investigaciones en el tema”.

Por esto, su designación como ministro de Educación, agregó, “es un mensaje de una apuesta por profundizar reformas importantes en términos de calidad educativa y sobre todo de igualar oportunidades desde la educación”.

Igualmente, Julián de Zubiria, reconocido investigador y educador, dijo que se trataba de una “extraordinaria noticia”, en una línea similar a la que mostró Daniel Torres, impulsor de cuatro leyes por los deudores del ICETEX y parte de la organización Icetex Te Arruina. “Alejandro Gaviria será un ministro de Educación muy sensible a las injusticias que ocurren en el sector educativo, convencido de que la educación en todos los niveles es un derecho y con una extraordinaria capacidad intelectual que garantizará que sus decisiones sean apuestas correctas para el futuro de la educación en Colombia”, explicó.

Pero hay organizaciones que consideran que no se trata de un nombramiento acertado. María José Murillo Zapata, responsable de la secretaría de educación de la Federación de Estudiantes Universitarios de Colombia, le dijo a este medio que “les sorprendía y decepcionaba un poco” que Gaviria sea el ministro de Educación. “Él tiene una visión neoliberal de la educación, porque, como se ha visto en su trayectoria, ve las instituciones de educación superior como empresas y también responde a un modelo de financiación a la demanda, que es algo que históricamente el movimiento estudiantil ha rechazado”. Además, aclaró que, que “Gaviria no representa las luchas históricas del movimiento estudiantil que ha salido a las calles por una educación pública, gratuita y de calidad”.

Por su parte, Néstor Alarcón, de Fecode, explicó que la Federación respeta las decisiones autónomas que toma el presidente electo, Gustavo Petro, frente a su gabinete, y que esperan ser tenidos en cuenta “en esa construcción y consolidación de un acuerdo nacional que requiere la educación”. Por ejemplo, advirtió, el acceso universal a la educación será clave, ya que más de 1 millón de niños y niñas, entre los tres y los 16 años, están por fuera del sector educativo.

Gaviria, como los demás ministros que harán parte del gabinete de Gustavo Petro, se enfrentará a varios retos. Según los expertos consultados, estos son algunos de los principales.

Icetex, endeudamientos y la promesa de la universidad pública

Para Torres, quien ha liderado la lucha por ayudar a los estudiantes de las deudas del Icetex, un tema clave será “reformar al Icetex y liberar a sus usuarios del endeudamiento crónico”, un tema que permitiría que acceder a la educación superior no fuera tan costoso como lo es actualmente. Pero para Murillo, de la Federación de Estudiantes, ni esto, ni lo que ha propuesto Gaviria, sería suficiente. “La reforma que propone a la ley 30 se queda corta, porque solo se está hablando del artículo 86 y 87 que abarcan el tema de la financiación superior. Pero la crisis que atraviesan las universidades en profunda y el debate de los cambios no solo se puede limitar a lo financiero”.

En otras palabras, como lo resumió Salomé Burbano, investigadora del Centro de Pensamiento en Políticas Públicas de Educación Superior de la Universidad Nacional, el gran reto será “el fortalecimiento económico del sistema público universitario, en aras de lograr la tan anhelada gratuidad y el acceso por medio de la financiación de la oferta y no de la demanda”.

Acceso a la educación de los más pequeños

Zubiria explicó a El Espectador que otro tema prioritario para el próximo ministro debe ser “garantizar el derecho a la educación de los niños menores de 6 años. A ellos les hemos violado el derecho establecido en la Ley General y estamos muy atrás de América Latina”, advirtió. Un tema en el que coincide con Fecode.

De hecho, según un reciente estudio sobre inasistencia escolar publicado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), para 2021, 5.049.813 personas en edad escolar -esto es entre los 5 y 24 años- no estaban asistiendo a ninguna institución educativa. Pero el grupo más afectado fue el de la población de 5 años, ya que del 14,3 % que se reportaba como fuera del sistema en 2019, paso al 26 % durante el año pasado. (Le sugerimos: En Colombia 3 de cada 10 personas en edad escolar no están estudiando, ¿por qué?)

Mejorar la educación básica

Zubiria también agregó que otro tema clave será transformar pedagógicamente la educación básica “Seguimos con modelos muy tradicionales y de muy poco impacto en las competencias esenciales. Sin esos dos retos no se podrá cumplir con la meta de ampliar el derecho para los jóvenes en la educación superior. Podemos abrir muchas universidades, pero si no llegan estudiantes con mayor nivel en lectura y pensamiento, esos jóvenes no podrán permanecer”, advirtió.

Superar las brechas regionales y mejorar sus currículos

García, de la Escuela de Gobierno de los Andes, recuerda que actualmente hay muchas brechas regionales en la educación, como en el tema de permanencia y graduación. “En zonas como el Pacífico en comparación con la zona Andina son brechas muy grandes y también en calidad. Ese es el primer reto, el cual se exacerbó con la pandemia. Tenemos unas pérdidas de aprendizaje y unos rezagos, además de un aumento significativo de esas brechas. Es un reto que hay que atender de manera urgente”, aclaró.

De hecho, para Fecode, según comenta Alarcón, es clave que el ministerio de Gaviria logre “ajustar y tener un currículo nacional, y por supuesto, los regionales, para alcanzar metas de pertenencia y pertinencia de la comunidad educativo”. Además, explica, superar estas brechas pasa mejorar por la infraestructura de colegios e instituciones educativas, ya que “la construcción de colegios está en un 20 o 30% de lo prometido”. Falta, dice, un plan a corto, mediano y largo plazo en “la adecuación de infraestructura así como en su nueva construcción en zonas apartadas”.

Reparar lo que dejó la pandemia

Gaviria recibirá un sector educativo en el que niños y niñas, en especial, no fueron a sus colegios por más de dos años. Lo que no solo implicó desafíos académicos y emocionales, sino, para muchos, dejar de recibir educación del todo, pues no tenían acceso a la virtualidad. Por esto, uno de los temas prioritarios del próximo gobierno será cómo mitigar esos daños. (Le puede interesar: Invisibles: la infancia en Colombia durante la pandemia)

“Asociado a la pandemia, se agudizó bastante es el tema de salud emocional y bienestar socioemocional. Es uno de los retos más grandes que está enfrentando el sistema educativo en este momento. Se necesitará alguna estrategia intersectorial para atender este reto y acompañar a los docentes y a los directivos docentes en esa labor”, cuenta García.

Igualmente, Andrea Escobar, de la Fundación Empresarios por la Educación, agrega que “el ministerio deberá comprometerse con el cierre de brechas históricas, profundizadas por la pandemia, y crear las condiciones para que la educación, de una vez por todas, responda a las necesidades de los más de 1200 municipios representados en las 96 Secretarías de Educación, reconociendo la multiculturalidad, la pluralidad, los contextos regionales y la diversidad de los territorios”.

Pelar la corrupción de la alimentación escolar, PAE

La pandemia, se ha dicho, afectó la nutrición de niños y niñas, pues los colegios, para muchos, son el espacio en el que reciben la mejor alimentación, y no se logró garantizar que esto continuara con el cierre de colegios y la virtualidad. Sin embargo, con o sin pandemia, uno de los focos de denuncias del sector ha sido el Programa de Alimentación Escolar, conocido como PAE. Para Alarcón, de Fecode, es urgente atacar este tema y, desde la Federación, comenta, sugieren que retorne a la vigilancia de las asolaciones de padres de familia. “Antes funcionaba así y ellos nunca presentaron inconvenientes, y se haría con el acompañamiento del ICBF y las gobernaciones locales y regionales”, comenta.

Fuente: https://www.elespectador.com/educacion/alejandro-gaviria-sera-ministro-de-educacion-estas-son-algunas-reacciones-y-retos-noticias-hoy/

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Rio Resiste II: Museo de la Maré

Por: Raúl Zibechi

 

La favela de Timbau, la única de las dieciséis que integran la Maré ubicada en un morro (cerro), pasa por ser una de las más tranquilas de la periferia urbana de Rio de Janeiro. La Maré es el mayor conjunto de favelas de la “Ciudad Maravillosa”, con más de 140 mil habitantes según el censo de 2010, pero durante la pandemia y la crisis puede haber registrado un importante aumento de su población.

Sin embargo, en esta visita encontré muchas más armas en la calle que en las anteriores, más modernas incluso (como fusiles de asalto Beretta), marcando siempre la existencia de territorios en disputa, de vidas en peligro. En la zona plana de la favela, cerca de la Avenida Brasil, donde estos años comenzaron a levantarse edificios de hasta cuatro y cinco plantas, se ubica el Museo de la Maré, uno de los espacios más importantes del movimiento popular negro y favelado.

El profesor Luis, geógrafo y ex guía del museo, recibe a un grupo de 16 jóvenes y curiosos para hacer un recorrido de una hora dentro de las instalaciones. Es algo completamente diferente a lo que conocemos por museo. Se ubica dentro de una antigua fábrica de transporte marítimo, describe con imágenes y objetos la historia comunitaria de un barrio que creció, literalmente, sobre las aguas.

Foto: Museo de la Maré

“Todo lo que ven aquí fue construido en mutirão”, dice Luis en referencia a los trabajos colectivos que dieron forma a las favelas que integran la Maré (marea en portugués), ya que el barrio no puede comprenderse sin referencia a las aguas de la bahía de Guanabara sobre las que creciendo, con enorme esfuerzo ante la ausencia de las instituciones estatales.

El museo fue creado por un grupo de jóvenes que viven en el barrio y son miembros del CEASM (Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la Maré), para crear una auto-representación de la vida en las favelas, fortaleciendo una imagen positiva y la autoestima de sus residentes. Fue inaugurado en 2006 con la presencia del entonces Ministro de Cultura Gilberto Gil.

Cuenta con doce módulos que recuperan la historia, señalizados como “tiempos”. Tiempo del Agua es el primero, compuesto de fotos de mediados del siglo XX, que enseñan la construcción colectiva de los espacios, la lucha por el agua potable que cargaban desde lejos, los dolores de la pobreza y el crecimiento exponencial de la ciudad.

Tiempo de la Casa invita a subirse a un palafito donde se reproduce el interior de las viviendas de madera, de apenas un ambiente, con decenas de objetos donados por los habitantes, porque el museo fue creado por ellos y es para ellos, siendo las personas jóvenes las encargadas de cuidarlo.

A continuación se suceden los tiempos de la migración, la resistencia, el trabajo, la fiesta, la feria, la fe, la vida cotidiana y de los niños y niñas. Siempre dominados por los objetos aportados por sus pobladores. Un largo túnel oscuro inicia el Tiempo del Miedo, donde la represión, la muerte y la violencia se convierten en la nueva y terrible cotidianeidad de la represión estatal. Finaliza el recorrido con el Tiempo de Futuro, cuando el túnel sale hacia la luz del día en el inmenso patio central del museo.

Foto: Museo de la Maré

Espacios de vida comunitaria

En este espacio se reúnen estudiantes y jóvenes de las favelas para conocer algo más sobre sus raíces. De la mano de Luis, el docente-guía, llegamos hasta otro galpón donde un centenar de personas conversamos durante un par de horas sobre la realidad de la organización popular en las favelas, un tema que preocupa por la dificultad para resistir en medio de las balas cruzadas de la policía militar, los paramilitares o milicianos y el tráfico.

La propuesta, en palabras de Luis, dice que “el museo no es un lugar para almacenar objetos o rendir culto al pasado”. Por el contrario, “es un lugar de vida, de conflictos y de diálogo”. Existe un diálogo evidente entre el movimiento social de las favelas y este museo, que se retroalimentan mutuamente.

Porque además de la exposición permanente, el Museo de la Maré realiza investigaciones, desarrolla actividades educativas, seminarios y talleres de producción de material sobre la historia de las favelas. También alberga archivos, una biblioteca y realiza una muestra semanal de cine, actividades en las que participan cientos de jóvenes interesados en recuperar la memoria del pueblo negro. Publican además un periódico, Jornal O Cidadão, y cobijan actividades teatrales y debates todas las semanas.

Al disolverse la asamblea, Luis nos invita a su aula en el CEASM, donde estudian por la noche quienes quieren hacer el examen de ingreso a la universidad. Fue creado por graduados universitarios de la Maré, que buscaban democratizar el acceso a la educación, algo casi imposible para las familias si no cuentan con cierto apoyo.

Foto: Museo de la Maré

Fue creado a fines de la década de 1990. En la construcción de los edificios del predio, trabajaron estudiantes y docentes en forma de mutirão, consiguiendo de ese modo no sólo construir aulas y espacios comunes sino imprimirle un sentido comunitario que aún conserva.

Una de las principales actividades del CEASM es el Curso Preuniversitario o Vestibular, donde cientos se preparan para el examen de ingreso a la universidad que suele dejar por el camino a la inmensa mayoría de la población pobre. En 22 años consiguieron que ingresaran más de 1.500 pobladores de la Maré a las universidades públicas del Estado de Río de Janeiro.

Memorias construidas desde abajo

El aula está abarrotada de jóvenes y jóvenas que oscilan entre los 18 y los 23 años. No es fácil crear un clima de diálogo y participación. Empezamos cambiando la distribución de las sillas, que estaban alineadas como en la iglesia, colocándolas en círculo luego de un breve debate en el que concluyeron que el formato tradicional es tanto colonial como patriarcal.

Tampoco resulta sencillo destrabar la palabra, cuando existen diferencias tan evidentes en los colores de piel, entre quienes llegamos de fuera y chicos y chicas morenos de la favela. En el debate, que comienza con una pregunta provocadora, aseguran que “en 20 años Brasil estará peor que ahora”, que sus vidas personales “no van a mejorar aunque nos esforcemos” y que la opción por estudiar es más una cuestión de dignidad y autoestima que de los resultados que esperan conseguir.

Foto: Museo de la Maré

Si observamos los procesos desde abajo, veremos que desde el CEASM hasta el Museo de la Maré, desde la escuela quilombista de Alemao hasta Roça (un micro emprendimiento productivo colectivo en Timbau), se proponen lo mismo que los estudiantes que quieren ingresar a la universidad: recuperar la autoestima destruida durante siglos por la esclavitud, la represión y el empobrecimiento. Al hacerlo, recuperan modos de trabajar como el mutirão, la ayuda mutua que es seña de identidad de los pueblos negros y originarios de este continente.

Lo que se constata, cada vez que retornamos a las favelas, es el crecimiento de la autoestima colectiva que pasa por infinidad de prácticas que muchas veces son invisibles o casi imperceptibles para los ojos de afuera. Casi una década atrás, la primera vez que Timo me invitó a Timbau, al lado del local de la Roça (donde fabrican cervezas artesanales) había una peluquería que alisaba el cabello. Una larga fila se había formado un sábado de noche esperando turno.

Ese comercio cerró hace ya varios años. En su lugar, cabellos de todos los colores lucen trenzas y pelos crespos al viento, enseñando el orgullo de un pueblo que poco a poco va transformando los dolores de la opresión en voluntad de cambio.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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