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América Latina, el Caribe y PISA: un largo camino por recorrer

Fuente BID / 1 de enero de 2017

Durante los últimos 25 años, los países de América Latina y el Caribe han hecho una fuerte apuesta a la educación como un camino hacia sociedades más igualitarias y prósperas. Hoy, la región gasta en promedio 3 puntos porcentuales más de su PIB en educación que a comienzos de los años 90, y el gasto se aproxima con rapidez a los niveles del mundo desarrollado. La matriculación en escuelas primarias se ha vuelto casi universal y en escuelas secundarias ha aumentado notoriamente, a casi 80%. La educación se entiende como un derecho básico. Millones de niños, que en generaciones anteriores hubieran estado destinados a un futuro de trabajos manuales, ahora tienen muchas más oportunidades educativas y profesionales.

Sin embargo, los resultados recientes del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) revelan que la región tiene un largo camino por recorrer para alcanzar los estándares educativos de muchas partes del mundo desarrollado. PISA consiste en pruebas de matemática, lectura y ciencia que se toman cada tres años entre estudiantes de 15 años y permiten realizar comparaciones entre países y elaborar rankings. Los resultados para América Latina y el Caribe son desalentadores como mucho. Según un análisis realizado por el Sector de Educación del BID, los 10 países de la región están en promedio 2,5 años de educación por detrás del promedio de la OCDE, con rankings bajos en las tres áreas. En ciencia, por ejemplo, la región se ubica en el tercio inferior del ranking. Chile tiene el mejor desempeño al ubicarse en el puesto 44, comparado con Singapur en el primer puesto, Estados Unidos en el puesto 25, y la República Dominicana en el último escalón, en el puesto 70. Además, la mitad de los estudiantes de la región no han alcanzado el nivel de ciencia más básico, donde pueden identificar una explicación apropiada, interpretar datos e identificar la pregunta que se aborda en un experimento simple. Los resultados en otras áreas son similares: alrededor del 46% de los estudiantes no alcanzan el nivel más básico en la prueba de lectura, al igual que el 63% en la de matemática, según un estudio del BID.

Los motivos de estos fracasos son complejos, y van desde un mal desempeño de los padres hasta baja calidad de enseñanza. Pero las ramificaciones se extenderán hacia el futuro. Si América Latina y el Caribe busca conseguir el nivel de ingresos del que disfrutan los países desarrollados, deberá mejorar su educación para que las personas lleguen al mercado laboral con habilidades mucho mejores.

Todo comienza en el hogar. Durante los años de escuela primaria, los padres en la región pasan en promedio 4,5 horas por semana ayudando a sus hijos con su tarea, una cifra comparable a la de Estados Unidos. Además, destinan en promedio alrededor de 6,5% del presupuesto del hogar a gastos relacionados con desarrollar habilidades, incluyendo útiles, transporte y gasto en escuelas privadas. Eso supera apenas el gasto en EE.UU., aunque parte de la diferencia se debe al mayor porcentaje de hogares de la región que envían a sus hijos a escuelas privadas. Pero los padres latinoamericanos sin dudas están comprometidos con la educación y el éxito de sus hijos. No está claro por qué ese compromiso no se traduce en mejores resultados.

Hay algunas pistas. Como reveló un estudio del BID sobre la primera niñez, la incidencia de los castigos corporales duros en ocho países de la región oscila entre 30% y 40%, y según sugieren algunos estudios puede tener efectos socio-emocionales y de aprendizaje duraderos, que se prolongan hasta la adolescencia e incluso la adultez. Además, hay una gran variación entre países y grupos socioeconómicos en la cantidad de tiempo que pasan los padres leyéndoles a sus hijos pequeños, práctica que los ayuda a desarrollar vocabulario y destrezas cognitivas.

En tanto, las escuelas primarias a menudo no logran preparar a los niños para los años posteriores de educación. Un instrumento conocido como Metodología de observación de Stallings ayuda a analizar cómo se utiliza el tiempo dentro de las aulas de escuelas primarias. Según un estudio del Banco Mundial que utiliza ese instrumento, los maestros en la región dedican a la enseñanza entre 25 y 35 puntos porcentuales menos que el nivel de referencia deseable, y de 10 a 20 puntos porcentuales más a la administración del aula. Además, una alta proporción de maestros, según otro estudio, enseña información incorrecta o no corrige a los estudiantes cuando se equivocan. Esos errores se magnifican. Los estudiantes de escuela primaria de la región suelen tener un mal desempeño en las evaluaciones internacionales de habilidades por área en comparación con sus pares de países desarrollados.

Para cuando los estudiantes llegan a la escuela secundaria, puede ser difícil ponerse al día, en especial cuando persisten algunas de las mismas fallas de enseñanza. Por supuesto, algunos sistemas escolares están adoptando ideas innovadoras y captando maestros talentosos para mejorar su desempeño. Y hay variación dentro de la región. A nivel nacional, por ejemplo, tanto Colombia como Perú han logrado mejoras significativas en las tres áreas de las pruebas PISA. Perú es uno de los seis países que mejoran más rápido entre todos los que rinden el examen. Pero al ritmo actual de mejora, Colombia necesitará 29 años para alcanzar los puntajes promedio de la OCDE y Perú necesitará 21 años, según el análisis del BID. Chile, que no ha registrado mejoras en ciencia ni en matemática desde 2000, nunca alcanzará el promedio de la OCDE. Tampoco lo lograrán Brasil, Costa Rica, México ni Uruguay.

La región debe trabajar para lograr un cambio contundente en sus sistemas educativos para poder reducir la pobreza de forma significativa e impulsar la productividad. Comprometerse es clave. No es casualidad que Singapur, que ha dedicado décadas a mejorar su sistema educativo, haya pasado de ser una sociedad mayormente analfabeta a mediados de los años 60 a convertirse en una potencia educativa que obtuvo los resultados de PISA más altos del mundo. Será un largo camino que requiere de investigación, desarrollo y el uso sistemático de evidencia como se sostiene en nuestro próximo libro insignia “Aprender mejor: políticas públicas para el desarrollo de habilidades”, que será publicado por el BID a mediados de 2017.

 

 

Los autores de la nota:

The Author

Matías Busso

Matías Busso

Matias Busso es Economista Senior en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo. Es también Economista Investigador en el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de La Plata Argentina y miembro del comité ejecutivo del Network of Inequality and Poverty en LACEA. Su investigación utiliza teoría y evidencia empírica para analizar el diseño de políticas publicas más efectivas en áreas relacionadas con el mercado laboral, educación y productividad. Matias obtuvo su Doctorado en Economía en la Universidad de Michigan en 2008. Ha publicado artículos de investigación en la»American Economic Review» y en «The Review of Economics and Statistics» entre otros.

The Author

Steven Ambrus

Steven Ambrus trabajó como corresponsal de los medios masivos de comunicación de Estados Unidos y de Europa durante dos décadas en América Latina cubriendo política, educación, medio ambiente y otros temas. El trabaja actualmente en la unidad de comunicaciones y publicaciones del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo BID.

Enlace: http://blogs.iadb.org/Ideasquecuentan/2016/12/13/america-latina-el-caribe-y-pisa-un-largo-camino-por-recorrer/
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BM/Uruguay: Proyecto educativo favorece primera infancia y transición de primaria a secundaria

Fuente  Banco mundial / 1 de enero de 2017

Más de 90 mil alumnos y docentes de educación inicial y primaria se verán beneficiados por un préstamo por US$40 millones aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM). Parte de los desembolsos del préstamo dependerán del logro de metas específicas, representando así el primer préstamo que incorpora un enfoque basado en resultados para el sector de educación en el Uruguay.

El proyecto beneficiará en forma directa a 86 mil estudiantes y 4 mil maestros, inspectores y directores de Escuelas de Tiempo Completo (ETC), y favorecerá en forma indirecta a 350 mil estudiantes y maestros del sistema de educación inicial y primaria mediante la implementación de nuevos y mejorados mecanismos de monitoreo y evaluación.

“Uruguay ha hecho importantes esfuerzos para mejorar el acceso y la calidad de la educación de los niños y niñas del país, pero aún persisten importantes desafíos. A través de este nuevo proyecto, el Gobierno de Uruguay ha decidido continuar enfrentando las dificultades en materia de tasas de repetición, los cuellos de botella críticos en el proceso de transición entre primaria y secundaria, el acceso incompleto a la educación temprana, así como la necesidad de evaluación adecuada, afirmó Danilo Astori, Ministro de Economía y Finanzas de Uruguay.

El Proyecto Mejora de la calidad de la educación inicial y primaria en Uruguay continuará apoyando la expansión del modelo de Escuelas de Tiempo Completo (ETC), al tiempo que apuntará a mejorar las prácticas de enseñanza y la evaluación en la educación inicial y primaria. Asimismo, financiará proyectos pilotos orientados a fortalecer la transición entre primaria y secundaria.

El modelo de Escuelas de Tiempo Completo inició en Uruguay a mediados de la década de 1990, con el apoyo del Banco Mundial. Su valor agregado proviene principalmente de una extensión del número de horas de clase (de 4 a 7,5), que da tiempo para consolidar lo aprendido, las habilidades no cognitivas, y apoyar a los estudiantes en riesgo de fracaso escolar. Además, este modelo pedagógico apoya una nutrición adecuada (especialmente para los más vulnerables) y permite que los padres, y especialmente las madres, trabajen. Aproximadamente la mitad de los estudiantes que asisten a Escuelas de Tiempo Completo pertenece al 40 por ciento de menores ingresos de la población.

“Las habilidades de los escolares uruguayos – lo que aprenden y saben – determinará el futuro del país. Este proyecto adopta un enfoque integrador en la preparación de los estudiantes, especialmente a los más vulnerables, para la secundaria”, aseguró Jesko Hentschel, Director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay. “Apoyamos la expansión del modelo de escuelas de tiempo completo de Uruguay, pero el enfoque va mucho más allá, empezando por los más pequeños, capacitando a los maestros y apoyando las transiciones escolares”, agregó.

El proyecto se enfocará en:

Educación inicial. Contribuirá a que más niños de tres años se incorporen al sistema educativo y reciban educación de calidad. Se prevé la construcción de nuevas aulas y la creación del sistema de formación en servicio para docentes de educación inicial. Contempla también la consolidación del Sistema de evaluación inicial temprana, un mecanismo de retroalimentación para que los maestros comprendan el progreso y las etapas de desarrollo de sus estudiantes y cuenten con información que les permita actuar para que los alumnos alcancen el nivel de desarrollo que corresponde a su edad.

Educación primaria. Financiará la expansión de Escuelas de Tiempo Completo, así como mejoras en las edificaciones y fortalecimiento de la capacidad docente, con especial énfasis en atender a aquellos estudiantes que están rezagados. En materia de infraestructura, se prevé la construcción, rehabilitación y ampliación de aproximadamente 20 ETC, además del mantenimiento de construcciones ya existentes. Se capacitará a supervisores, directores de escuelas y maestros de educación primaria en ETC para fortalecer el desarrollo de competencias cognitivas y las habilidades socioemocionales de los estudiantes rezagados.

Transición primaria – secundaria: Se brindará apoyo a los estudiantes en riesgo durante su transición a la educación secundaria. Específicamente, se brindará entrenamiento a los docentes de sexto grado de ETC en aquellas habilidades necesarias para el éxito de los estudiantes en la educación secundaria tales como organización y técnicas de estudio y fortalecimiento de conocimientos clave como escritura y lectura. Asimismo, el proyecto introducirá un conjunto de alianzas piloto entre colegios de Primaria y Secundaria, con el objetivo de fortalecer la transición de los estudiantes entre dichos niveles.

Monitoreo y evaluación.  El proyecto procurará contribuir a la mejora de la capacidad de monitoreo y evaluación del sistema educativo. Entre las acciones previstas se cuenta la creación de un Sistema de Alerta Temprana que permitirá la detección oportuna de los estudiantes en riesgo y la focalización de los programas específicos de prevención del abandono.

El préstamo del Banco Mundial de US$ 40 millones es de margen variable, y el plazo de pago es de 20.5 años, con un período de gracia de 15 años.

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Tomaron el Ministerio de Educación en rechazo a una nueva ola de despidos

Fuente: política argentina / 1 d Enero de 2017

Ante el desmantelamiento de programas y el inminente despido de cerca de 3000 trabajadores, resolvieron en asamblea permanecer en el edificio a la espera de una respuesta. El ministro Esteban Bullrich, en tanto, está de vacaciones.

Una semana después de la toma de cinco días en el Ministerio de Ciencia, la misma medida se resolvió esta mañana en la cartera que conduce Esteban Bullrich. Ante el desmantelamiento de programas y el anuncio de una nueva ola de despidos –que alcanzaría a 400 docentes-, trabajadores en asamblea decidieron permanecer en la sede de avenida Santa Fe al 1500 hasta obtener una respuesta. El ministro, en tanto, está de vacaciones.

“Los compañeros despedidos decidieron hacer una ocupación pacífica del edificio, acompañados por la por la junta interna de delegados y la conducción de ATE Capital, en respuesta a los 2600 tutores despedidos y 400 casos entre asistentes técnicos y de planta transitoria”, explicó Luciano Fernández, secretario gremial de ATE Capital, en diálogo con Política Argentina.

 La jornada de protesta comenzó con una asamblea a las nueve en la sede del Palacio Pizzurno, con asistencia masiva. Luego, unos 500 trabajadores se trasladaron hasta la sede de Santa Fe, donde la toma se concentró en el primer piso. Además, se realizó un corte parcial de calle en Santa Fe y Montevideo. “Nos quedamos a la expectativa de que algún funcionario se comunique y que reviertan la medida”, destacó Fernández.

La convocatoria a la asamblea de esta mañana se fomentó en los últimos días, tras la publicación en el Boletín Oficial de una serie de resoluciones que ponían en jaque al programa de formación docente Nuestra Escuela y luego de que trascendiera que 400 docentes serían despedidos en los próximos días.

 

 

http://www.politicargentina.com/notas/201612/18603-tomaron-el-ministerio-de-educacion-en-rechazo-a-una-nueva-ola-de-despidos.html

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Argentina: Si no hay respuesta: “NO INICIO” 2017

Fuente: Alternativa Docente / 1 de Enero de 2017

En la reunión del 14 de diciembre se siguió avanzando en un espacio de Confluencia y Coordinación Nacional como herramienta de lucha y unidad para la docencia del país. Un espacio integrado por los gremios GDA Autoconvocados de Formosa y Cisadems de Santiago del Estero; de la Federación Nacional Docente que forman SITECH Federación de Chaco, SUTEF de Tierra del Fuego, MPL de Misiones, Alternativa Docente Nacional, Violeta de Ademys (CABA), Secretaría de Cultura de la CTA Autónoma, SINATEP (Sindicato Nacional de Trabajadoras/es de la Educación Popular), SITEP de La Pampa, ADUCA de Catamarca, UTEM de Misiones, ATPEA de Tucumán y ACTE de Río IV, Córdoba; además de directivos de gremios como Ademys (CABA) y de Seccionales como AMSAFE Rosario, AGMER Paraná, UNTER Cipolletii (Río Negro), directivos de las Seccionales disidentes de SUTEBA Tigre, La Plata, Quilmes y Marcos Paz; junto a Delegados Departamantales de UEPC en Córdoba, congresales de ADOSAC Santa Cruz y de SUTEBA Lanús, Avellaneda, La Plata, Quilmes y Marcos Paz, más directivos de la CTA-A de Lanús, La Plata y Quilmes. Se acordó aprobar el Documento base y Pliego Reivindicativo (ver archivo adjunto) e incorporar además estas conclusiones:

  • Exigir recuperar la pérdida salarial de 2016 en la paritaria nacional y las provincias o en ciertos aumentos unilaterales, ante una inflación real del 45% y aumentos salariales que van de sumas fijas a subas reales anualizadas del 20% a 27% y al 30% en el mejor de los casos.
  • Impulsar el “No Inicio” de clases 2017 con la posibilidad de organizar una Marcha Federal educativa.
  • Rechazar toda propuesta como la del gobierno de María Eugenia Vidal que firmó con UPCN y otros gremios un “aumento” salarial por 15 meses del 18% en cuotas, que -anualizado- es de sólo el 11% real.
  • Demandar un ingreso en un cargo acorde a la canasta familiar y los bienes culturales. La Junta de ATE-INDEC fija en $ 20.875 la canasta de bienes y servicios imprescindibles de una familia tipo a octubre, cuando una maestra bonaerense gana $ 9.800 y el básico es $ 3.943 en el distrito con el 40% de la docencia. Con casos emblemáticos como Santiago del Estero con el básico del cargo testigo del maestro en $ 2.984 con siete cifras en negro. Mientras el PRO en la Ciudad fija en $ 17.083 la Canasta Total de Consumos de octubre que en 2015 era de $ 11.960 (42,8% interanual). Y ubica en $ 13.549 la línea de pobreza de una familia tipo. La pobreza que se cuela en las escuelas se expresa en el 56,6% de niños pobres, unos 6,9 millones (Observatorio Deuda Social de la UCA) y regiones como el NOA con la mayor tasa de pobreza, con el 40,1% de la población, lo que actúa como  condicionantes de la enseñanza.
  • Ante lo dicho por el ministro de Educación, Bullrich, de no tratar salarios en la paritaria docente o de armar una mesa con los gobernadores, con intención de vaciar esa negociación, reclamamos una paritaria nacional libre y democrática que incluya a todos los sectores; y paritarios electos por la base en los gremios.
  • Solidaridad con la docencia de ADOSAC en paro del 1º de diciembre y movilización junto a los estatales porque no cobraron todo el sueldo de noviembre. Repudiar el intento del ministro de Educación nacional de desprestigiar a los docentes por realizar huelgas y expresar nuestra oposición a que la educación sea declarada un “servicio esencial” para cercenar ese elemental derecho constitucional.
  • Establecer nueva reunión en enero (posible sábado 21) o en febrero (sábado 4), según la convocatoria oficial a partidarias. Reiterar la propuesta de ampliar el espacio de coordinación nacional.
  • Defensa de las cajas y regimenes previsionales atacados en Tierra del Fuego y Córdoba y el rechazo a la armonización en Buenos Aires, Entre Ríos o Formosa, además de rechazar el Memorándum firmado el 7/11 en Doha  por el gobierno de Macri con Qatar Investment Authority (QIA) por la “inversión” de 1.000 millones de dólares que prevé crear una offshore y comprometería el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES.Impulsar Asambleas por la Educación Pública y encuentros pedagógicos en las provincias, en camino a la realización de un Congreso Pedagógico Nacional como está previsto.
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Perú: Ampliar edad límite para acceder a Educación Inicial afectará autoestima y aprendizajes de niños

América del Sur/Perú, 31 de diciembre de 2016. Fuente: Minedu

Ante la decisión del Congreso de la República de aprobar una norma que modificaría la edad límite de acceso a la Educación Inicial, el Ministerio de Educación (Minedu) –en su calidad de órgano rector del sistema educativo peruano– solicitó al Ejecutivo observar ese proyecto de ley por ser perjudicial para el desarrollo emocional y cognitivo de los niños y niñas.

Basándose en investigaciones, evidencias científicas, pedagógicas y psicológicas, tanto nacionales como internacionales, el Minedu estableció –como en años anteriores— que solo los menores que cumplan tres, cuatro y cinco años hasta el 31 de marzo podrán ingresar a Educación Inicial. También determinó que los niños y niñas de 6 años cumplidos hasta esa fecha podrán matricularse en Primaria, tal como consta en la Resolución Ministerial N° 627 -2016 – ED del 14 de diciembre.

El Congreso plantea extender la matrícula hasta la edad cronológica del 31 de julio, para que menores de 3 años accedan a Educación inicial y menores de 6 años ingresen al primer grado de Primaria.

Sin embargo, esto afectaría el desarrollo integral y la maduración equilibrada de las dimensiones social, emocional, afectiva, cognitiva de los niños y niñas al exponerlos a situaciones inadecuadas para su edad. Igualmente, podría tener un impacto en los aprendizajes posteriores de los menores, advirtió Angélica Montané, asesora del despacho del Viceministerio de Gestión Pedagógica del Minedu.

Los niños y las niñas deben iniciar la escolaridad en la edad que corresponde y no antes, porque no es recomendable adelantarlos en su proceso escolar, subrayó al indicar que exponerlos a situaciones para las que todavía no están maduros, impacta negativamente en su personalidad y desarrollo.

Señaló que la norma del Minedu sí respeta el proceso de desarrollo de los niños y niñas considerando sus necesidades y bienestar y no solo el aspecto intelectual del aprendizaje; asegurando de ese modo que ganen seguridad y confianza en sí mismos. Teniendo en cuenta que en los primeros años de nacidos la diferencia de meses es significativa en términos de aprendizaje, explicó que los niños menores se sienten frustrados o estresados cuando no alcanzan los mismos progresos o logros que los mayores.

Según diversos investigadores la existencia de rangos de edad muy dispersos en primer grado podría afectar el proceso de aprendizaje. Los niños que ingresan con 6 años tienen ventajas sobre los niños que llegan con 5 años y meses de edad, en aspectos relacionados a habilidades perceptivas y motoras, de razonamiento, aptitud numérica, constancia de forma, memoria inmediata y elaboración de conceptos.

Por eso, respetar el límite de edad establecido por el Minedu, al 31 de marzo, no significa una pérdida de tiempo, por el contrario, generará oportunidades que les permitirán sentar las bases para su desarrollo integral de manera natural y amable, agregó Montané.

Se debe anotar que el Minedu presentó en noviembre al Congreso los argumentos técnicos que advertían sobre los perjuicios que podría provocar un cambio de la edad límite. Con esos mismos argumentos, el ministerio ha solicitado al Poder Ejecutivo observar el proyecto legislativo y mantener la norma vigente tal cual está.

Además exhorta a los padres y a las madres de familia comprender que esta medida pedagógica protege la seguridad emocional de sus hijos e hijas. En esa misma línea el Minedu ha recibido el apoyo del Consejo Nacional de Educación la Red de Promoción de la Infancia, el Grupo Impulsor de Educación Inicial, la Organización Mundial de Educación Inicial, UNICEF, Save the Children, Grade, así como de institutos y universidades.

Por tal motivo la Ley Nº 28044 – Ley General de Educación establece que el Estado garantice que el tiempo educativo se equipare a los estándares internacionales y el Minedu recuerda a los padres y madres de familias asegurar la matrícula oportuna de sus hijos.

Fuente noticia: http://www.minedu.gob.pe/n/noticia.php?id=41325

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Education and religion around the world

31 de Diciembre de 2016. Fuente: PewResearch Center

Resumen: Basándose en encuestas realizadas en 151 países, un estudio analiza el logro educativo entre creyentes de las principales religiones monoteístas del planeta. ¿Existirá una relación entre educación y religión? Veamos que reseña el informe del estudio.

Jews are more highly educated than any other major religious group around the world, while Muslims and Hindus tend to have the fewest years of formal schooling, according to a Pew Research Center global demographic study that shows wide disparities in average educational levels among religious groups.

These gaps in educational attainment are partly a function of where religious groups are concentrated throughout the world. For instance, the vast majority of the world’s Jews live in the United States and Israel – two economically developed countries with high levels of education overall. And low levels of attainment among Hindus reflect the fact that 98% of Hindu adults live in the developing countries of India, Nepal and Bangladesh.

But there also are important differences in educational attainment among religious groups living in the same region, and even the same country. In sub-Saharan Africa, for example, Christians generally have higher average levels of education than Muslims. Some social scientists have attributed this gap primarily to historical factors, including missionary activity during colonial times. (For more on theories about religion’s impact on educational attainment, see Chapter 7.)

Drawing on census and survey data from 151 countries, the study also finds large gender gaps in educational attainment within some major world religions. For example, Muslim women around the globe have an average of 4.9 years of schooling, compared with 6.4 years among Muslim men. And formal education is especially low among Hindu women, who have 4.2 years of schooling on average, compared with 6.9 years among Hindu men.

Yet many of these disparities appear to be decreasing over time, as the religious groups with the lowest average levels of education – Muslims and Hindus – have made the biggest educational gains in recent generations, and as the gender gaps within some religions have diminished, according to Pew Research Center’s analysis.

At present, Jewish adults (ages 25 and older) have a global average of 13 years of formal schooling, compared with approximately nine years among Christians, eight years among Buddhists and six years among Muslims and Hindus. Religiously unaffiliated adults – those who describe their religion as atheist, agnostic or “nothing in particular” – have spent an average of nine years in school, a little less than Christian adults worldwide.1

But the number of years of schooling received by the average adult in all the religious groups studied has been rising in recent decades, with the greatest overall gains made by the groups that had lagged furthest behind.

For instance, the youngest Hindu adults in the study (those born between 1976 and 1985) have spent an average of 7.1 years in school, nearly double the amount of schooling received by the oldest Hindus in the study (those born between 1936 and 1955). The youngest Muslims have made similar gains, receiving approximately three more years of schooling, on average, than their counterparts born a few decades earlier, as have the youngest Buddhists, who acquired 2.5 more years of schooling.

Over the same time frame, by contrast, Christians gained an average of just one more year of schooling, and Jews recorded an average gain of less than half a year of additional schooling.

Meanwhile, the youngest generation of religiously unaffiliated adults – sometimes called religious “nones” – in the study has gained so much ground (2.9 more years of schooling than the oldest generation of religious “nones” analyzed) that it has surpassed Christians in average number of years of schooling worldwide (10.3 years among the youngest unaffiliated adults vs. 9.9 years among the youngest Christians).

Gender gaps also are narrowing somewhat. In the oldest generation, across all the major religious groups, men received more years of schooling, on average, than women. But the youngest generations of Christian, Buddhist and unaffiliated women have achieved parity with their male counterparts in average years of schooling. And among the youngest Jewish adults, Jewish women have spent nearly one more year in school, on average, than Jewish men.

These are among the key findings of Pew Research Center’s new demographic study. A prior study by researchers at an Austrian institute, the Wittgenstein Centre for Demography and Human Capital, looked at differences in educational attainment by age and gender.2 The new study is the first comprehensive examination of differences in educational levels by religion. Wittgenstein Centre researchers Michaela Potančoková and Marcin Stonawski collaborated with Pew Research Center researchers to compile and standardize this data.

Religions vary in educational attainment

About one-in-five adults globally – but twice as many Muslims and Hindus – have received no schooling at all

Despite recent gains by young adults, formal schooling is neither universal nor equal around the world. The global norm is barely more than a primary education – an average of about eight years of formal schooling for men and seven years for women.

At the high end of the spectrum, 14% of adults ages 25 and older (including 15% of men and 13% of women) have a university degree or some other kind of higher education, such as advanced vocational training after high school. But an even larger percentage – about one-in-five adults (19%) worldwide, or more than 680 million people – have no formal schooling at all.

Education levels vary a great deal by religion. About four-in-ten Hindus (41%) and more than one-third of Muslims (36%) in the study have no formal schooling. In other religious groups, the shares without any schooling range from 10% of Buddhists to 1% of Jews, while a majority of Jewish adults (61%) have post-secondary degrees.3

Hindus and Muslims have made big advances in educational attainment

The study finds the religious groups with the lowest levels of education are also the ones that have made the biggest gains in educational attainment in recent decades.

Over three recent generations, the share of Hindus with at least some formal schooling rose by 28 percentage points, from 43% among the oldest Hindus in the study to 71% among the youngest. Muslims, meanwhile, registered a 25-point increase, from 46% among the oldest Muslims to 72% among the youngest.

Christians, Buddhists and religious “nones” have made more modest gains in basic education, but they started from a higher base. Among the oldest generation in the study, large majorities of these three religious groups received at least some formal education; among the youngest Christians, Buddhists and religious “nones,” more than nine-in-ten have received at least some schooling.

The share of Jews with at least some schooling has remained virtually universal across generations at 99%.

Declining gender gaps in formal education

In this study, more women than men have no formal education: As of 2010, an estimated 432 million women (23% of all women ages 25 and older) and 250 million men (14% of all men) lacked any formal education.

In some religious groups, the gender gaps in acquiring any formal education are particularly large. For example, just over half of Hindu women (53%) have received no formal schooling, compared with 29% of Hindu men, a difference of 24 percentage points. Among Muslims worldwide, 43% of women and 30% of men have no formal schooling, a 13-point gap. In other religions, the gender differences in the shares with no formal schooling are smaller, ranging from 9 points among the religiously unaffiliated to just 1 point among Jews.

But Hindus have substantially narrowed the gender gap in primary schooling, as shares of Hindu women with no formal schooling decreased across the three generations studied. Among the oldest Hindus, 72% of women and 41% of men have no formal schooling. But among the youngest Hindus in the study, the gender gap is smaller, as 38% of women and 20% of men have no formal schooling.

Muslims also have reduced the gender gap across generations by 11 percentage points. But in the youngest generation, a 10-point difference remains: 33% of Muslim women and 23% of Muslim men have no formal schooling. Among religiously unaffiliated adults and Buddhists worldwide, meanwhile, the gender gap in the shares with no formal schooling has virtually disappeared.

Reversal of some gender gaps in higher education

Worldwide, among all adults in the study, slightly more men than women hold post-secondary degrees (15% vs. 13%). But across generations, women have been outpacing men in reaching higher levels of education. As a result, in the youngest generation, the share of women with post-secondary degrees is comparable to the share of men (17% each).

In the youngest generation of three faith groups – Jews, Christians and the religiously unaffiliated – the gender gap in higher education has actually reversed. The biggest reversal has happened among Jews. Among the oldest generation of Jews, more men (66%) than women (59%) hold post-secondary degrees. But among the youngest Jewish adults worldwide, 69% of women and 57% of men have such degrees. In other words, a 7-point gender gap in the oldest generation (with more men than women holding advanced degrees) is now a 12-point gender gap in the other direction, with more women than men in the youngest generation of Jews holding degrees. (See Chapter 6 for details.)

Christians and religiously unaffiliated people have experienced similar – although not as dramatic – reversals of the gender gap in post-secondary education. Among Christians, the gender gap among those in the oldest adult cohort – 21% of men with higher education vs. 17% of women – has flipped among the youngest so that more women than men now hold degrees (25% of women vs. 20% of men). Similarly, among religiously unaffiliated people, the 3-point gender gap in the oldest generation (with more men than women having higher education) is now a 3-point gap in the other direction in the youngest generation, with more women than men earning post-secondary degrees.

Meanwhile, the gender gap in higher education has narrowed for Buddhists (by 5 points) and Muslims (by 3 points). Among the youngest generations in those groups, roughly equal shares of women and men hold higher degrees – 19% each among Buddhists and 11% and 9% among Muslim men and women, respectively. The gender gap in post-secondary education among Hindus has held steady across generations. In the youngest cohort of Hindus, more men than women still have post-secondary degrees (17% of men vs. 11% of women).

Both religion and region matter for educational attainment

Within the world’s major religious groups, there are often large variations in educational attainment depending on the country or region of the world in which adherents live. Muslims in Europe, for example, have more years of schooling, on average, than Muslims in the Middle East. This is because education levels are affected by many factors other than religion, including socioeconomic conditions, government resources and migration policies, the presence or absence of armed conflict and the prevalence of child labor and marriage.

At the same time, this study finds that even under the same regional or national conditions, there often are differences in education attainment among those within religious groups. Here are some findings from this report that illustrate both the diversity within the same religious group across different regions of the world, and the diversity within the same region among religious groups:

  • There is a large and pervasive gap in educational attainment between Muslims and Christians in sub-Saharan Africa. By all attainment measures, Muslim adults in the region – both women and men – are far less educated than their Christian counterparts. For instance, Muslims are more than twice as likely as Christians in sub-Saharan Africa to have no formal schooling (65% vs. 30%). Moreover, despite growth in the share of adults with any formal schooling in recent decades, the Muslim-Christian attainment gap has widened across generations, largely because Muslims have not kept pace with educational gains made by Christians. (See Chapter 1 for more on the Muslim-Christian gap in sub-Saharan Africa, and Chapter 7 for a discussion of possible explanations.)
  • Also in sub-Saharan Africa, the Muslim gender gap in education has remained largely unchanged across generations – and even widened slightly by some measures of attainment analyzed in this study. Although the youngest Muslim women in this region are making educational gains compared with their elders, they are making them at a slightly slower rate than their male peers. This pattern differs from some other regions, where Muslim women are generally making educational gains at a faster pace than Muslim men, thus narrowing the gender gap. (See Chapter 1 for details.)
  • Christians have remained fairly stable at the global level in their overall educational attainment over three generations. But their attainment varies considerably by region. As the largest of the world’s major religious groups (numbering about 2.2 billion overall, including children, as of 2010), Christians also are the most widely dispersed faith group, with hundreds of millions of adherents in sub-Saharan Africa, the Asia-Pacific, Europe, North America and Latin America and the Caribbean. Christians in Europe and North America tend to be much more highly educated than those in sub-Saharan Africa, for instance, although African Christians are making rapid educational gains across generations. (See Chapter 2 for more detail on educational attainment among Christians.)
  • Jews also have remained stable in their already high levels of educational attainment over recent generations. But Jews, unlike Christians, are a much smaller and more localized population, with a large majority of all Jews worldwide living in just two countries – Israel and the United States – where educational attainment is relatively high overall. (Chapter 6 explores data on Jews in more detail.)
  • At the global level, religiously unaffiliated adults have 1.3 more years of schooling, on average, than religiously affiliated adults (8.8 versus 7.5). One possible reason for this is that unaffiliated people are disproportionately concentrated in countries with relatively high overall levels of educational attainment, while the religiously affiliated are more dispersed across countries with both high and low levels of attainment. However, the unaffiliated are not consistently better educated than their religiously affiliated compatriots when looked at country by country. In the 76 countries with data available on the youngest generation of unaffiliated adults (born 1976-1985), they have a similar number of years of schooling as their religiously affiliated peers in 33 countries; they are less educated in 27 countries, and they are more highly educated than the affiliated in 16 countries. (See sidebar in Chapter 3 for more details on the unaffiliated and secularization theory.)
  • Hindus in India, who make up a large majority of the country’s population (and more than 90% of the world’s Hindus), have relatively low levels of educational attainment – a nationwide average of 5.5 years of schooling. While they are more highly educated than Muslims in India (14% of the country’s population), they lag behind Christians (2.5% of India’s population). By contrast, fully 87% of Hindus living in North America hold post-secondary degrees – a higher share than any other major religious group in the region. (See Chapter 5 on Hindu educational attainment.)
  • Religious minorities often have more education, on average, than a country’s majority religious group, particularly when the minority group is largely foreign born and comes from a distant country. In these cases, immigrants often were explicitly selected under immigration policies that favor highly skilled applicants. In addition, it is often the well-educated who manage to overcome the financial and logistical challenges faced by those who wish to leave their homeland for a new, far-off country. For instance, in the U.S., where Christians make up the majority of the adult population, Hindus and Muslims are much more likely than Christians to have post-secondary degrees. And unlike Christians, large majorities of Hindus and Muslims were born outside the United States (87% of Hindus and 64% of Muslims compared with 14% of Christians, according to a 2014 Pew Research Center survey). 4

A note about this analysis

This report looks at average educational levels among adherents of five major world religions – Christianity, Islam, Hinduism, Buddhism and Judaism – as well as among the religiously unaffiliated.

Educational systems vary enormously around the world; this report does not attempt to analyze differences in educational quality, but focuses primarily on educational attainment in terms of number of years of schooling. It distinguishes among four broad levels of educational attainment: no formal schooling (less than one year of primary school), primary education (completion of at least one grade of primary school), some secondary education (but no degree beyond high school) and post-secondary education (completion of some kind of college, university or vocational degree beyond high school, also referred to in this report as “higher education”). For comparability across countries, these educational categories are based on the International Standard Classification of Education (ISCED 1997; see Methodology for more details).

To measure changes over recent generations, the report looks at three birth cohorts: the “oldest” (born 1936-1955), “middle” (born 1956-1975) and “youngest” (born 1976-1985). These generations roughly correspond, respectively, to people ages 55 to 74, 35 to 54 and 25 to 34 as of 2010, the most recent year for which detailed census data are available in many countries. Whenever this report refers to “adults,” it means people who were 25 or older in 2010 (or, in some cases, the most recent year for which data are available).

The report presents figures at the global and regional levels but also includes select country-level data as illustrations of larger trends. It includes data from 151 countries, collectively representing 95% of the 3.6 billion people around the world who were 25 or older in 2010. Analyses of change across generations include data from 130 countries with available data on all three birth cohorts, representing 87% of the world’s population in 2010 ages 25 to 74.

The approach in this report is primarily descriptive: It lays out the differences in educational levels among religious groups without attempting to explain the reasons for those differences. Chapter 7 outlines some of the ways that social scientists think religion may influence educational attainment.

In this study, the world is divided into six regions. It includes data from 35 countries in the Asia-Pacific region; 36 countries in Europe, including Russia; 30 countries in Latin America and the Caribbean, including Central America and Mexico; 12 countries in the Middle East-North Africa region; Canada and the United States in North America; and 36 countries in sub-Saharan Africa.

Countries with data on religion and educational attainment

Fuente: http://www.pewforum.org/2016/12/13/religion-and-education-around-the-world/

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Argentina: 130.000 docentes no concluirán su postítulo y no se les renovó contrato a 3000 educadores

América del Sur/ Argentina.  Fuente y autor: ANRed

Trabajadores del Programa “Nuestra Escuela” denuncian el cierre en diciembre de 2017 de 13 postítulos destinados a la formación docente. Estas especializaciones -de dos años de duración y no aranceladas- brindan capacitación y actualización a maestros y profesores de nivel inicial, primario y secundario en diversas áreas como Matemática, Escritura, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, así como Derechos Humanos, Políticas Socioeducativas y Tecnologías de la Información y la Comunicación. Su modalidad virtual permite además que los postítulos estén al alcance de todos los docentes del país, incluso de quienes están en pequeños pueblos y en zonas rurales. Este año, cerca de 10.000 docentes obtendrán su especialización.

A pesar de ello, mediante un conjunto de resoluciones publicadas en el Boletín Oficial el 23 de diciembre de 2016 y que lleva la firma de Esteban Bullrich, el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación modificó el régimen de cursada, en ejercicio y virtuales, y estableció su cierre. Esto afecta a más de 130.000 cursantes, que por diversos motivos no podrán completar los módulos para dentro de un año. De ellos, menos de 10.000 podrían terminar en el 2017, siempre y cuando no reprueben o no abandonen ninguna materia

Asimismo, estas modificaciones afectan a la planta docente: los contratos de 2.600  más 400 tutores, coordinadores y responsables de contenidos vencen en diciembre y aún no se renovaron. Recién en febrero, el Ministerio decidiría cuántos y quiénes continuarían con sus cargos. Pero el panorama es incierto: la reducción de cursantes implicaría menos aulas abiertas, menos tutores, menos coordinadores. A estas cesantías se suman las de áreas administrativas y las de Mesa de Ayuda.

Ayer, a las 10:00hs, los trabajadores de “Nuestra Escuela”, bajo la consigna “Defendamos nuestro derecho a la formación gratuita y de calidad”, se unieron a la asamblea convocada por trabajadores del Ministerio de Educación. La misma tuvo  lugar frente al Palacio Pizzurno, sede de la cartera que encabeza Bullrich.

Fuente noticia: http://www.anred.org/spip.php?article13400

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