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Participación ciudadana: posibilidades y límites

Cabe esperar que un sano debate acompañe a este proceso de modo de evitar que se transforme en un vehículo de mistificación o sea usado para manipular a los ciudadanos.

Hay diferentes expectativas e interpretaciones respecto del proceso de participación consultiva impulsado por el gobierno con el propósito de obtener insumos para la formulación de una nueva Constitución. Asimismo, la puesta en marcha de este proceso ha dado lugar a una serie de controversias. ¿Hubo suficiente información de manera de incentivar la participación? ¿Sirvió de algo la etapa previa de educación cívica? ¿Llegaron a evaluarse sus resultados? ¿Existe un informe público al respecto? ¿Cuánta gente participó en la fase educacional preparatoria y cuánta se espera participe en la actual consulta-conversación? ¿Qué resultado se espera del período de cabildos y grupos autoconvocados? ¿En cuál papel cabe el Consejo Observador en este procedimiento consultivo? ¿Por qué debe ser observado el proceso?

I

La literatura reconoce una amplia variedad de procedimientos de participación en procesos de naturaleza política, con desigual alcance o cobertura y el uso de diferentes medios y metodologías.

Por ejemplo, pueden usarse referendos, audiencias públicas, encuestas de opinión, grupos focales, elaboración negociada de reglas y normas, conferencias de consenso, paneles o jurados ciudadanos, comités asesores públicos o ciudadanos, consultas a partir de documentos técnicos de autoridad, etc. Es interesante revisar algunas características de estos procedimientos para entender mejor aquel elegido por el gobierno. De hecho, cada uno cumple diferentes funciones, impone disímiles demandas de tiempo y usa distintos mecanismos.

Así, los referendos pueden involucrar a toda la población de un país o una comuna; suelen tener amplia cobertura. Los ciudadanos participantes votan. La participación es instantánea y se consuma en ese acto. Habitualmente se elige entre una o dos alternativas. Cada voto vale igual. El resultado es vinculante. En Chile se ha habla de usar este método para ratificar popularmente la carta constitucional que surja de los procedimientos previos.

Diferente es el modo de operación de las encuestas de opinión pública. En este caso se administra un cuestionario a una muestra representativa (cientos o miles de personas) de la población debidamente estratificada o segmentada. Las entrevistas mismas se realizan en un acto que puede tomar desde unos pocos minutos hasta una hora o más, según la amplitud del cuestionario. Y el procedimiento puede durar desde unos pocos días a algunas semanas. Puede llevarse a cabo presencialmente, cara a cara, o vía telefónica. Sirve esencialmente para reunir información. Se utiliza de forma intensa para fines comerciales o políticos. En interacción con los medios de comunicación, redes sociales, opinólogos y analistas que difunden e interpretan los resultados cuantitativos, las encuestas dan lugar al constructo que solemos llamar ‘opinión pública encuestada’, la que luego es invocada por la clase política con diferentes fines. En Chile, las encuestas se han convertido en una de las plataformas más utilizadas para guiar la polis. Así, el mercado de las ideas ha sido gradualmente reemplazado por el mercado de las preferencias.

Los grupos focales (focus groups) son instancias en que se reúne un número de 5 a 15 personas representativas del público o públicos objeto de indagación para conversar con un mínimo de dirección y orientación sobre uno o más asuntos propuestos por un facilitador. Persiguen conocer, por vía del análisis de esas conversaciones que son grabadas o filmadas, las opiniones o actitudes de los colectivos representados respecto de un temario implícito. Se usa extensamente en estudios de mercado, incluido el mercado de preferencias políticas y/o para profundizar sobre temas de seguridades ciudadana, reacciones frente a hechos o reformas, etc. En Chile su uso se ha extendido partiendo por el ágora hasta llegar a la acrópolis y la polis.

Las audiencias públicas son frecuentemente utilizadas por el Congreso y el gobierno para conocer opiniones expertas y/o de grupos de interés y partes interesadas sobre asuntos específicos, con el propósito de elaborar posteriormente o de afinar una política pública. Las audiencias pueden durar algunas horas o prolongarse a los largo de semanas o meses según el número de grupos, corrientes de opinión e intereses se desee escuchar y la complejidad de la agenda consultada. La información recogida puede o no incidir en los tomadores de decisiones; esto depende exclusivamente de quienes deciden y organizan las consultas. En Chile, los últimos gobiernos han empleado frecuentemente este medio de consulta en materias educacionales, de salud, medioambientales, relativas a la previsión, el transporte y para la legislación sobre transparencia y anti-corrupción.

La formulación de reglas negociadas se produce mediante la convocatoria a comités de trabajo donde las partes interesadas y representantes de la autoridad pública se reúnen para acordar una regulación de un cierto asunto o proceso, en un tiempo limitado. Suele practicarse en algunos países en materias medio ambientales o en instancias de regulación industrial y laboral.

Los paneles/jurados de ciudadanos elegidos para representar las diversas visiones respecto de un asunto controvertido funcionan en sesión cerrada con un facilitador independiente y la ayuda de expertos. Se reúnen en varias ocasiones hasta alcanzar algunas conclusiones que son dadas a conocer a través de un reporte o mediante una conferencia de prensa. A diferencia de las audiencias expertas, estas instancias implican a personas que no son especialistas y aportan el juicio ciudadano.

Los comités asesores integrados por públicos o ciudadanos se integran asimismo con personas representativas de la comunidad y/o de partes interesadas. Se reúnen convocadas por una autoridad durante un tiempo de varias semanas o meses para discutir sobre algún asunto relevante y facilitar una determinada solución o abordaje de un problema. Se ha usado, por ejemplo, tras algunas catástrofes para reparar daños o iniciar la reconstrucción de lugares.

Por último, las conferencias de consenso reúnen a miembros del público general (sin conocimiento especializado) en número de 10 a 20 seleccionados por un comité organizador, los cuales tras ser informados y preparados en la materia bajo escrutinio deliberan con ayuda de un facilitador, consultan  a expertos y organizan audiencias, arribando a conclusiones que son transmitidas al público. Pueden servir para luego escalar hacia consensos mayores, a partir de una base que ha sido previamente construida pensando en facilitar acuerdos.

Las consultas a partir de documentos técnicos preparados por la autoridad son utilizados por los gobiernos y agencias públicas con el fin de recibir opiniones ciudadanas sobre una propuesta. Sirven para dar un sustento más amplio al conocimiento experto al mismo tiempo que para enriquecer los contenidos de la propuesta ajustándolos a las percepciones del público.

Como puede verse, hay un variado arco de posibilidades de participación.

II

En el caso de la consulta organizada por la administración Bachelet, bajo la supervisión de un consejo independiente de observadores, se trata de un procedimiento complejo que durará varios meses. Se inicia -como se señaló antes- con cabildos y grupos autoconvocados a nivel comunal para luego ascender al nivel provincial y regional y concluir, finalmente, en el nivel nacional, mediante la elaboración de un informe síntesis de todas las anteriores etapas. Este documento servirá a la autoridad presidencial como insumo no-vinculante para la elaboración de las bases de una nueva constitución, las que serán entregadas al Congreso Nacional, el cual determinará el procedimiento a seguir para discutir y aprobar la nueva carta fundamental.

Si bien puede ser engorroso, este procedimiento establece un mecanismo adicional de participación al lado de los anteriores, aunque limitado en sus resultados. A fin de cuentas, se trata nada más que de reunir insumos no vinculantes. Es un mecanismo que algunos han entendido como una suerte de encuesta desestructurada de opinión pública, sin muestra representativa de la población y carente también de un cuestionario de base que luego permita ordenar y ‘medir’ las opiniones expresadas. Asimismo, se ha dicho que se asemeja a una secuencia de numerosos grupos focales en torno a un temario complejo -las reglas básicas de la institucionalidad política de la República y los derechos de los individuos- con facilitadores pero sin una metodología equivalente para recoger las opiniones ni para interpretarlas posteriormente.

En realidad, se trata de un medio adicional de auscultación y agregación de opiniones, deseos y preferencias recogidos en reuniones cara a cara, con una duración de tres o cuatro horas cada uno. Resultará en una expresión no-representativa, pero ojalá ‘masiva’ según esperan los patrocinadores gubernamentales de la consulta, de preferencias, las que deben servir para indicar las opiniones de un público no-especialista sobre la nueva constitución.

Algo similar, por tanto, al proceso de consulta aparentemente más expedito organizado por el Presidente Lagos, cuyo producto fue entregado ayer al público. Usando la tecnología digital de redes y sin mayor parafernalia ni etapa previa de educación cívica, cumplió igualmente el rol de auscultar ideas y preferencias.

En Chile, la participación voluntaria en actividades de la polis, bien sabemos, es bastante baja, incluso en el acto de votar que supone una inversión limitada de tiempo y energía. A su vez, la participación voluntaria en actividades solidarias de la sociedad civil -en juntas vecinales, parroquias, sindicatos, gremios, asociaciones culturales y comunitarias, etc.- es también limitada.

Dados estos antecedentes, se teme que la participación para producir insumos que alimenten una actividad relativamente esotérica como es la elaboración de una nueva constitución, pudiera terminar siendo relativamente baja, menos del 1% del electorado en cualquier caso.

Ante dicho riesgo, se han esgrimido dos argumentos. Uno sostiene que lo importante no es el número, sino que la `participación sea representativa de las diversas fuerzas políticas y visones culturales existentes en el país; sería de suyo bueno si atrae a mil personas que reflejen la pluralidad de la polis (¿pero cómo saberlo?), mejor si son diez mil y óptimo si son cien mil. Por consiguiente, lo importante sería la posibilidad de participar y que los participantes sean lo más variado posible. Un segundo argumento -más complicado- declara que de la ‘masividad’ del proceso de consulta depende la legitimidad del ejercicio participativo. Esto es, si fuera suficientemente numeroso (sin que se diga cuán numeroso, sin embargo), el proceso terminaría siendo representativo de una suerte de soberanía popular.

En realidad, estas formas meramente consultivas de participación difícilmente pueden reclamar para sí un poder legitimatorio, pues carecen ellas mismas de una fuente clara de legitimidad. Por eso se las define y entiende -desde el comienzo- como no-vinculantes.

Efectivamente, ellas no forman parte de una costumbre bien establecida y autoritativa que pudiera otorgarles un título especial de legitimidad tradicional; al contrario, se proclama su carácter innovador, de invento social e ingeniería de la participación. Tampoco son parte de la institucionalidad normativa de nuestro ordenamiento estatal, por lo cual se organizan precisamente como una actividad voluntaria, propia de los modos flexibles y relativamente espontáneos de la sociedad civil, aunque contradictoriamente se les impone una suerte de supervisión gubernamental. Tampoco gozan de un marco carismático de justificación, como pudiera ser un quiebre extraordinario de la constitucionalidad, una crisis fenomenal o el nacimiento revolucionario de un nuevo poder. En suma, las consultas pertenecen más bien al orden de la racionalidad instrumental y no, en cambio, al de la racionalidad sustancial y expresiva de la política.

III

Por lo mismo, nos encontramos ante un procedimiento que se halla sujeto a los típicos problemas que suscitan esta clase de ejercicios administrativamente organizados de participación masiva.

Primero, la ambigüedad del producto final. Cual es, en este caso, insumos -opiniones, sentimientos, preferencias, deseos, enunciados no-vinculantes- que servirán a unas instancias relativamente imprecisas para preparar un documento que irá a dar a otras autoridades para fines ulteriores que el público difícilmente puede captar con claridad. Al final de todo esto, se supone, habría un referendo. Y allí se cerraría el círculo, dotándose a todo el proceso de legitimidad retrospectiva. De modo que la participación más decisiva sería esta última (el referendo y no aquella previa consistente en cabildos locales, provinciales, regionales y de síntesis a nivel nacional).

Segundo, la restricción que impone la escasez del principal recurso imprescindible para la participación. Se trata del tiempo que se necesita invertir en los procesos de participación, tiempo que -como enseñan March y Olsen y varios estudios- es el más escaso de los bienes y explicaría la baja participación cada vez que ésta exige dedicar varias horas a desplazamientos, reuniones, asambleas, discusiones. Esto puede afectar desigualmente a mujeres y hombres, a distintos grupos de edad y varía según la época del año, la distancia hasta los locales de encuentro, la intensidad de la demanda por tiempo en otras actividades que compiten con la participación, las motivaciones individuales, el capital social y cultural de las personas, etc.

Tercero, los sesgos que pueden introducirse en diferentes momentos del proceso participativo distorsionando la pureza habermasiana de la deliberación racional, lo cual explica seguramente que el gobierno haya puesto el proceso en su integridad bajo la supervigilancia de un consejo de observadores independientes, aun sin poder evitar con ello el riesgo de que dichos sesgos ocurran ni poder atemperar las desconfianzas que surgen de la pregunta sobre quién es el guardián de los guardianes y así al infinito.

Cuarto, el riesgo que estas instancias de participación sean capturadas por minorías activas. Podría suceder con reuniones individuales, al imponer unos pocos su voluntad y activismo y conducir la deliberación hacia un fin preestablecido. O bien con una cadena de reuniones donde un grupo político organizado o una organización voluntaria controla las conclusiones actuando coordinadamente en medio de la dispersión de las voces espontáneamente congregadas.

En suma, estamos ante un experimento social probablemente más interesante para el posterior análisis sociológico y de la ciencia política que por su impacto real y efectivo en el proceso conducente a dar una mayor base de participación ciudadana y de legitimidad a la nueva constitución. Cabe esperar, por lo mismo, que un sano debate acompañe a este proceso de modo de evitar que se transforme en un vehículo de mistificación o sea usado para manipular a los ciudadanos.

Publicado en El Libero 27/4 /2016

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Uruguay: ¿Qué dice Codicen sobre propuesta de que «ni-ni» se incorporen al Ejército?

Uruguay/ 27 de Abril de 2016/El País

La profesora Laura Motta, consejera del Codicen, habló esta mañana en Inicio de Jornada de radio Carve sobre la propuesta que el Ejército hará al gobierno para que los “nini” se incorporen a las fuerzas militares.

El comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, dijo ayer a El Espectador que en el marco de las mesas de diálogo social convocadas por Presidencia de la República, plantearán que los jóvenes que ni estudian ni trabajan pasen por una educación militar para que puedan “transitar por la vida con ciertas herramientas que hoy en su estado de marginalización no tienen”.

Motta dijo que el tema de nos “ni-ni” es algo que hace años está en debate, y aclaró, citando una publicación del Instituto Nacional de la Juventud (Inju), que la población en cuestión no es «un grupo homogéneo: hay muchos que buscan trabajo o son responsables de tareas en el hogar». Según el informe mencionado por Motta, los «ni-ni» representan un 18% del total de jóvenes en Uruguay: unos 131.000.

Sobre la propuesta de Manini Ríos, Motta dijo: «Creo que en estas declaraciones existe una intención de colaborar en este gran esfuerzo nacional», pero opinó que «lo que no puede ser es la cuestión de que no sea voluntario”.

«Pienso que hay muchos diferentes grupos de la sociedad que están ofreciendo su aporte, desde empresarios, sindicatos, la Iglesia, entre otros. Por lo cual hay una preocupación general» por la educación de estos jóvenes, dijo Motta.

Pero añadió que «quien tiene constitucionalmente la obligación de dar respuesta a lo educativo es la educación pública en términos generales y en esto se está trabajando fuertemente».

La consejera sostuvo que desde el MEC se está «haciendo un trabajo importante con un compromiso para que todos los jóvenes estén en una propuesta educativa».

Para Motta, la propuesta del Ejercito «es una oferta educativa más».

«La propuesta (del Ejército) es para talleres, no sé qué es lo que está proponiendo exactamente porque el Liceo Militar trabaja con el plan de Secundaria, por lo que allí no se incluyen talleres», dijo Motta.

Y «las unidades militares no son centros educativos, ahí se requiere una transformación importante para que sean centros educativos», agregó.

Pero insistió en que «lo que tenemos que buscar toda la sociedad es que estos jóvenes estén en alguna propuesta educativa» y «seguramente eso intenta ser un aporte en ese sentido».

«Habrá que ver cuál es la propuesta en concreto», opinó, diciendo también que «estamos abiertos a la coordinación con todas las instituciones, como debe ser”. Pero «tiene que ser un trabajo articulado».

Fuente: http://www.elpais.com.uy/informacion/que-dice-codicen-propuesta-nini-ejercito.html

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Argentina: Los docentes de la UNLa van al paro contra los ajustes en la educación

Argentina/ 26 de Abril de 2016/La Izquierda Diario

Se empezó a concretar el plan de lucha de los docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Lanús, que se encuentran peleando por su salario luego de la miserable paritaria del 15 % que ofreció el macrismo. El mismo fue rechazado por todas las centrales docentes del país.

Durante el lunes se realizaron tres reuniones abiertas con el objetivo de impulsar una lucha en común entre docentes y estudiantes en defensa de la educación pública que hoy está siendo atacada por Macri en todo el país mediante un brutal ajuste al presupuesto, ajuste al que se suma el Frente para la Victoria en las provincias que gobierna como Santa Cruz y Tierra del Fuego.

El plan de lucha de los docentes de la UNLa se está desarrollando en simultaneo con el impulsado por la Conadu Histórica que llamó al paro del 25 al 30 y ayer comenzó con jornada de clases públicas en la UBA.

Anteriormente, la Asociación de Docentes Investigadores de la Universidad Nacional de Lanús (ADUNLa) realizó una asamblea en la que se votó realizar jornadas de reflexión sobre la situación de la Educación Superior, además votaron realizar un paro con el cese de actividades este miércoles 27. El viernes 29, en el marco de la movilización convocada por las cinco centrales sindicales del país, los docentes decidieron parar y movilizar convocando a los estudiantes a participar.

Los estudiantes, por su parte, vienen llevando adelante la pelea por la implementación del Boleto Educativo Gratuito, hace semanas se vienen organizando contra el ajuste del macrismo y los gobernadores del FpV, los tarifazos, un verdadero ataque a la juventud.

Una gran demostración de esta pelea fue el corte realizado el 14 de abril en las afueras de la Universidad impulsando por la conducción del Centro de Estudiantes de Salud Comunitaria, que fue parte de la jornada provincial de lucha por el boleto gratuito, en La Plata se realizó la movilización principal frente a la gobernación. En la UNLa los docentes en asamblea se pronunciaron en apoyo a la movilización estudiantil del próximo 6 de mayo por el Boleto Educativo Gratuito.

Voces del paro

Adriana García, docente de Trabajo Social:»Me parece una muy buena oportunidad para que de alguna forma podamos construir un vínculo más fuerte entre distintos claustros, docentes, no docentes, estudiantes. Sin duda el paro y la movilización son importantes, centralmente la movilización, yo creo que la calle es el primer lugar de expresión”.

Miguel Trotta docente de Trabajo Social: “Lo que se debatió en la asamblea de la UNLa, en consonancia con un plan de lucha de todos los docentes de Educación Superior está situado fuertemente en posicionarse sobre lo que es una política de avance sobre la educación pública. No es un reclamo anclado solamente en la cuestión salarial sino que es fundamentalmente el resguardo de los recursos necesarios para garantizar la ejecución de las actividades planificadas a lo largo del año. A partir del año pasado hubo un congelamiento del presupuesto, pero que a raíz de los aumentos se transformó en una reducción del presupuesto».

Lucas Krotsch, docente de Políticas Públicas: «Creo que es indispensable el involucramiento. Esto nos afecta a todos. No es una lucha de un sector político en particular. Es una lucha en un espacio público en el que todos nos vemos afectados con las políticas que se están haciendo desde el gobierno nacional. La postura del gobierno sobre el boleto es sencillamente que no es rentable, como no es rentable la educación pública».

Julián, estudiante de Audiovisión: «Decidí participar de la asamblea, y ya veníamos enterados de esto y de la movilización, por el tema del ajuste, también por el tema correspondiente al boleto estudiantil, y apoyando la movilización del viernes a la que voy a asistir. Lo que les afecta a los docentes nos afecta a todos. Y también el reclamo del boleto es para todos, para estudiantes, docentes, no docentes».

Javier, estudiante de Audiovisión: «Los reclamos me parecen totalmente justos. El aumento generalizado de precios, la quita de subsidios con el consiguiente aumento en las tarifas de servicios públicos, el transporte, más la devaluación, son una serie de cosas que no coinciden con el aumento que les quisieron dar que fue una cargada total. Además de los gastos que tienen que afrontar como luz, agua, gas, que según leí también está afectando en la UBA».

Matías y Lucila, estudiantes de la carrera de Economía empresarial:«Estuvo bastante bueno. Yo creo que todos queremos tener una educación pública y un boleto estudiantil entonces todos tenemos que luchar para eso, todos en conjunto».

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Los-docentes-de-la-UNLa-van-al-paro-contra-los-ajustes-en-la-educacion

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Paraguay: Derrumbe: suspenden clases

Paraguay/ 27 de Abril de 2017/abc.com

Tras el derrumbe de una parte de la estructura, el MEC resolvió suspender las clases por 48 horas en el Colegio Nuestra Señora de la Asunción, para realizar una verificación de las instalaciones. Todavía se desconoce el futuro de los estudiantes.

La institución educativa permanecerá cerrada por dos días mientras especialistas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP) analiza las condiciones técnicas del edificio, informó en conferencia de prensa Ramón Iriarte, director general de Educación Técnica del Ministerio de Educación.

El funcionario expuso que tras este informe se podrá conocer la situación real del edificio – construido en 1898 – y determinar si se puede dar clases en algunos sectores o los 358 alumnos deberán ser trasladados a otras instituciones educativas.

Agregó que en unas dos semanas más se sabrá cuál será la empresa responsable de la construcción del nuevo edificio del colegio, obras que iniciarían en unos dos meses y estaría terminado en siete meses. “Estimamos que para el inicio del próximo año lectivo estaría en condiciones el lugar para dar clases”, manifestó, según informes de Verónica Burgos, periodista de ABC Color.

Por su parte, los estudiantes anunciaron que esperarán a la ministra hasta el lunes, para que visite el colegio, caso contrario llegarán a un paro nacional. “Si no viene hasta el lunes, pediremos la renuncia de la ministra (Marta Lafuente)”, manifestó Víctor Sánchez, estudiante.

Por su parte, Abner Villalba, presidente del centro de estudiantes de ese colegio, dijo que exigen que “los procesos burocráticos y los conflictos de intereses no nos priven de tener un espacio digno”.

Gran parte de uno de los sectores del colegio habilitado hace 120 años se vino abajo, lo que causó una gran preocupación en el sector educativo y estudiantil. La institución nunca fue objeto de un mantenimiento, aseguraron sus directivos.

Fuente: http://otrasvoceseneducacion.org/wp-admin/post-new.php

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Paraguay: Aprueban inversión para control de instituciones terciarias

Paraguay/ 27 de Abril de 2016/Últimahora.com

Se trata de un proyecto presentado ya en el 2014 por la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes) que fue analizado por el Fondo de Excelencia para la Educación en el 2015, y logró ser aprobado este martes.

Este programa recurre a 7 años para mejorar varios aspectos del sistema educativo del país. En ese sentido se aprobó la aplicación del proyecto por los 4 primero años en donde se invertirán poco más de USD 4 millones en una primera etapa.

Este monto se destinará a la evaluación de 80 carreras en el ámbito de la salud y de la educación para que puedan ser acreditadas de forma oficial por la Aneaes, teniendo en cuenta unos 20 criterios de calidad.

Dentro del mismo proyecto aprobado se mencionan 10 mecanismos de evaluación y acreditación institucional que apuntarán a la acreditación de universidades e institutos superiores de educación en donde 125 profesionales capacitados formaran parte del registro nacional de pares evaluadores para el efecto.

Tal proyecto significa un avance, destacan, entendiendo que con ello la Aneaes podrá controlar con mayor rigurosidad el nivel de la educación universitaria en el Paraguay.

El Fondo de Excelencia para la Educación recibe recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y se encarga de verificar la administración y evaluación de los proyectos que tienen como propósito mejorar las políticas de la educación del país.

Otros puntos discutidos. Entre otros puntos debatidos se menciona al programa de construcción, ampliación y reparación establecimientos educativos. Según anunciaron, este miércoles a las 17.00 realizarán una reunión entre el Fondo de Excelencia, el Ministerio de Educación y representantes del sector privado para determinar el inicio de construcciones de 677 escuelas para el año 2017.

También conversaron sobre la problemática del derrumbe de los techos de los centros educativos, teniendo en cuenta que nada más esta tarde el techo del Colegio Nuestra Señora de la Asunción cayó, pero afortunadamente no generó accidentes.

Ante esto, técnicos del sector privado explicaron que el problemas que tiene el país con relación a los techos es que infelizmente en Paraguay no tiene madera estacionada y de calidad, entonces los tirantes que se colocan en el techo de las aulas se dilata, se contrae y cae cuando sube la temperatura o llega la temporada fría.

Fuente: http://www.ultimahora.com/aprueban-inversion-control-instituciones-terciarias-n986614.html

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Colombia: Engañan para sensibilizar sobre la trata de personas

Colombia/ Quindio/ 27 de Abril de 2016/Crónica de Quindio

Dahiana Herrera Jaramillo, estudiante de grado décimo de la institución educativa Inem José Celestino Mutis, firmó ayer un “contrato millonario para trabajar en una isla en el exterior”, al igual que varios de sus compañeros. El documento hacía parte de un experimento social sobre la trata de personas que desarrolla, en todo país, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Organización Internacional para las Migraciones, OIM.

La actividad consistió en engañar a los estudiantes con una propuesta para trabajar en hoteles lujosos en Vietnam, Camboya, Filipinas o Singapur.  La intención era hacerlos reflexionar sobre las falsas ofertas laborales, en donde ofrecen sueldos elevados para sacarlos del país y explotarlos.

El actor Javier Ávila Walteros se hizo pasar por representante de una empresa de viajes y les explicó a los alumnos que no tenían que ser mayores de edad, que podían viajar sin autorización de sus padres y que los trámites de visa y pasaporte los hacía la empresa. Los estudiantes se emocionaron y la mayoría levantó la mano para recibir un contrato, que estaba en inglés.

Con el papel en la mano, el alumno Harol Ramírez expresó: “Esto es una oportunidad maravillosa, a mí siempre me ha gustado trabajar”. Por otro lado, Valeria Burbano Alvarado, de décimo grado, se dirigió al expositor para decirle, con enojo, que la propuesta no tenía sentido.

Cuando la verdad se reveló, varios estudiantes habían firmado y hacían planes para viajar. Sin embargo, los profesores, que no tenían conocimiento del experimento, se mostraron incrédulos desde el principio. “Yo pensaba: ‘como se les ocurre pararme una clase productiva para esto’. Les decía a los muchachos que tanta maravilla no era cierta”, confesó María Consuelo Galindo, docente de informática.

El rector de la institución, Rodrigo Zamudio Barbosa, afirmó que con el ejercicio pretenden formar en valores a los estudiantes para que tengan criterio. “Muchas  personas  resultan engañadas con falsas propuestas de éxito en el exterior.  Luego terminan en otros países actuando como esclavos laborales o perdiendo su vida”, agregó.

Dahiana Herrera Jaramillo, que aceptó el contrato, reveló que el ejercicio le sirvió para entender que de lo bueno no dan tanto. Por su parte, Juan David Bustamante no creyó nada desde el comienzo e instó a sus compañeros a salir del auditorio.

Ávila Walteros destacó que el experimento en el Inem ha sido el más fuerte a nivel nacional. “Quedé impresionado porque dos muchachas me confrontaron,  realmente tenían ganas de pegarme. Eso es positivo porque en los demás colegios, la mayoría de los niños sucumben ante la tentación del dinero”, comentó.

Este ejercicio es la tercera fase de la campaña Ante la trata de personas, reaccionemos en cadena. Al respecto, la canciller, María Ángela Holguín, explicó: “Estamos convencidos de que tenemos que salirnos del formato de las campañas tradicionales, de las charlas retóricas que los muchachos no escuchan”.

Fuente: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-engaan_para_sensibilizar_sobre_la_trata_de_personas-seccion-la_general-nota-98430

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El sueño de la educación gratuita en Chile

Chile/27 de Abril de 2016/Las Voces del Mundo

En Chile, en el 2011, cientos de miles de estudiantes marcharon por las calles de este largo y angosto país exigiendo una educación gratuita y de calidad, fin al lucro y acceso a la universidad asegurado como un derecho universal. Un reportaje de Yasna Mussa, desde Santiago de Chile.

Según estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE, Chile se ubica en el cuarto lugar con los sistemas universitarios más caros del mundo, teniendo un costo 19 veces mayor, por ejemplo, que en Francia. Además, el aporte monetario de las familias para la educación terciaria de sus hijos alcanza un récord mundial.

La universidad, un sacrificio para muchas familias

En el 2011, Victoria Parra tenía 16 años, cursaba el penúltimo año del liceo en su ciudad natal de Chillán, ubicada a unos 400 kilómetros de la capital, y soñaba con entrar a la universidad, transformándose así en la primera integrante de su familia en acceder a la educación superior. Un sueño que era más bien un sacrificio para su familia.

«Lo pensé mucho tiempo», cuenta Victoria, «pero creo que los papás son capaces de hacer hasta lo imposible para que su hijo cumpla su sueño. En mi familia somos la primera generación en entrar a la universidad, mis papás no son universitarios y siempre esperaron que su hija pudiera entrar, entonces yo creo que hacen un esfuerzo sobrehumano para lograr cumplir el sueño de su hija».

Así, Victoria Parra se instaló en Santiago para estudiar Periodismo en la Universidad Diego Portales, una institución privada que se encuentra dentro del Consejo de Rectores de Chile y que se suma al sistema de gratuidad promulgado en 2015 por la presidenta Michelle Bachelet. El proyecto es parte de la reforma educacional asumida como compromiso de gobierno durante la campaña presidencial.

Victoria es una de las beneficiadas y en el patio de su universidad recuerda que cuando llegó a Santiago estaba feliz y ansiosa por entrar a clases. Sin embargo, esa felicidad era opacada por la preocupación y la urgencia de conseguir becas y ayudas financieras para poder cubrir sus gastos de matrícula, mensualidad, alojamiento, transporte y comida, lo que sumaría una cantidad de 700 mil pesos mensuales, es decir, más de tres veces el salario que reciben sus padres.

«Yo soy la única hija, pero actualmente mi mamá se hace cargo de mi papá porque él está muy enfermo. Y ella trabaja de lunes a domingo con un sueldo mínimo, como gran parte de los chilenos», explica Victoria. «Para la matrícula no hay ninguna opción de beca, la única opción que te dan es pagarla en cuotas mensuales, entonces mis papás tenían que pagar todos los meses alrededor de 50 mil pesos; generalmente lo pagaba un tío mío porque a mi mamá, con los 200 mil pesos que gana, no le alcanzaba, y tenían que enviarme plata para alimentarme, movilizarme, para todo lo que implica vivir en otra ciudad».

La Ley Corta de Gratuidad, un paso importante

Bachelet anunció en diciembre pasado las características de la llamada Ley Corta de Gratuidad, que beneficia a 165 mil estudiantes de los cinco primeros deciles de menores ingresos, es decir a las familias con un presupuesto per cápita de hasta 154.166 pesos mensuales, unos 200 euros, lo que equivale al 50 por ciento más vulnerable del país.

Camila Vallejo fue una de las principales líderes del movimiento estudiantil en 2011. Segunda presidenta mujer en la historia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la FECH, se convirtió en un icono de esa juventud que exigía que luego de 35 años la educación volviese a ser gratuita, tal como lo era antes de la dictadura de Augusto Pinochet. Ahora diputada de la República y presidenta saliente de la Comisión de Educación del Congreso Nacional, ella cree que esta ley es un hito histórico.

Desde su escaño en el Parlamento ve desde la otra vereda los avances en la educación: «Ha sido un gran desafío. En el 2011 muchos nos dimos cuenta de que era importante, necesario y urgente que nuestras instituciones políticas, nuestros espacios de poder político se viesen permeados por las demandas sociales. No bastaba simplemente con tener una mayoría en las calles demandando un cambio en la educación sustantiva, sino que necesitábamos también un Parlamento que apoyara esta idea y que por lo tanto pudiera legislar una reforma estructural en la educación chilena, pudiendo no solamente garantizar el derecho a la educación vía la gratuidad, sino también hacer una reforma profunda».

Los límites de la nueva legislación

Las críticas apuntan a la falta de información, errores y restricciones que han perjudicado el proceso. Miles de estudiantes no saben cuál será su situación para este año académico. Camila Rojas, actual presidenta de la FECH y militante de Izquierda Autónoma, asegura que el movimiento estudiantil saldrá a las calles nuevamente en este 2016 y que la implementación de la gratuidad no es más que un sistema de becas que no responde a sus demandas. «Lo que vemos con esta gratuidad es que el sistema de becas mejoró pero sigue siendo eso, un sistema de becas donde principalmente depende de la situación socioeconómica del estudiante», afirma.

Para Rojas, no ha habido un cambio sustantivo en esta propuesta del gobierno socialista de Bachelet: tanto la forma como el fondo siguen presentando numerosos fallos que están provocando confusión en los estudiantes y generando falsas expectativas. Aunque la mayoría de los estudiantes comenzaban sus clases a fines de marzo, muchos han tenido que inscribirse sin saber aún qué pasará con su situación económica.

El proceso de selección puede dejar a estudiantes fuera de la gratuidad por una diferencia de ingresos de 10 mil pesos en el presupuesto familiar, unos 15 euros, siendo uno de los puntos más criticados tanto por alumnos como por dirigentes y políticos.

Javiera Riveros es una de las miles de estudiantes que tenían la esperanza de comenzar este año con el alivio de no endeudarse para tener acceso a la educación. Estudiante de Periodismo, pertenece a una familia donde los cuatro miembros que la componen trabajan para poder llegar a fin de mes y para que tanto ella como su hermana menor puedan acceder a la educación superior.

«Es un sacrificio más que para mí, para mis papás, porque en mi familia somos dos estudiantes», cuenta Javiera. «En un principio a mi hermana no le dieron el crédito con aval del Estado entonces tenían que pagar 400 mil pesos mensuales además de mi mensualidad, y la gratuidad era una esperanza. Yo estoy con beca en estos momentos, la beca Juan Gómez Millas que me cubre parte de la carrera y con crédito».

Este crédito es un contrato con la banca privada que significa un 2 por ciento de interés anual y que se comienza a pagar una vez egresado de la carrera. Con el sistema de gratuidad los estudiantes podrán elegir una carrera universitaria que en promedio dura cinco años, pero en caso de retrasarse por desempeño académico o por motivos personales, tendrán que cubrir ellos la diferencia del arancel por el tiempo extra de estudios. Para Camila Rojas, la ley de gratuidad se encuentra lejos las aspiraciones del movimiento estudiantil pues se sigue tratando a los estudiantes como consumidores.

Incertidumbre y sentimiento de exclusión

Para el joven diputado Giorgio Jackson, otro de los parlamentarios que encabezó el movimiento estudiantil de 2011 junto a Camila Vallejo, si bien la gratuidad es un avance, ésta se encuentra muy lejos de la solución que piden los chilenos quienes exigen el acceso a la educación como un derecho social y universal: «Era una medida para acelerar el beneficio de los estudiantes a la hora de enfrentarse a los aranceles, pero por ningún motivo era consecuencia de la lucha que se ha dado desde hace un buen tiempo por parte del movimiento estudiantil. Por cierto que nos alegramos que hayan estudiantes que este año puedan estudiar gratuitamente, pero eso no puede en ningún momento llamarnos a descansar, o bajar los brazos y sentir que las cosas ya están cumplidas porque todavía no ingresa el proyecto a la educación superior que es por el que estamos peleando durante todo este tiempo».

En Chile, el sueldo mínimo está fijado en 250 mil pesos. Por eso, la incertidumbre de algunos estudiantes que aún no saben si se encuentran dentro de la gratuidad es angustiante. Pedro Gospodnetic es estudiante de segundo año de Sociología en la Universidad de Chile, una de las universidades tradicionales de mayor prestigio en el país y que hasta 1981 era totalmente gratuita. En la actualidad, la carrera de Sociología cuesta 3 millones 10 mil 500 pesos al año, unos 3.936 euros, lo que para Pedro y su familia resulta imposible de costear.

«Estoy financiado con dos becas», explica Pedro. «Una es la beca Bicentenario, la cual paga un 90, 95 por ciento del arancel y el otro lo paga la beca Universidad de Chile que es una beca interna. Y en este año, sigo con las mismas becas pero me han dicho que estoy pendiente, para el proceso de cambio y ya no van a existir estas dos becas sino que se van a reemplazar por el nuevo proceso que es el de la gratuidad. Sobre el cual aún no se informa bien, y nos están estresando, y estamos esperando».

Los estudiantes afirman que no han sido considerados para ser parte activa en este proceso de reformas y que por lo mismo se mantienen críticos frente a los cambios propuestos por el gobierno, como asegura Camila Rojas, presidenta de la FECH: «A nosotros se nos presentó el borrador de la reforma junto a otros actores, los rectores principalmente, y durante el 2015 estuvimos trabajando en mesas pre-legislativas. Pero si bien se nos invita, se nos informa, nuestros posicionamientos no quedan considerados finalmente, por lo tanto sí hemos sentido esa exclusión».

2016, un año clave

Tanto por las diferencias entre las partes como por la urgencia que significa encontrar una solución a los estudiantes que aún continúan pagando cifras millonarias en sus aranceles, la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) mantendrá las movilizaciones y el debate hasta concretar un acuerdo que satisfaga sus demandas.

Para Camila Rojas, 2016 será un año clave: «Esperamos que sea un año de ofensiva. Lo que queremos es que este 2016 pueda ser un avance hacia donde la educación se entiende como un derecho social, y para eso sabemos que tenemos que estar movilizados, que es necesario tener fuerza social, convocar a más actores, tener respaldo ciudadano, y ése es el desafío que tenemos este año».

Mientras tanto, la nueva legislación significa una pequeña batalla ganada para familias como las de Victoria Parra, quien asegura que puede respirar más tranquila. Otros siguen esperando que sus nombres aparezcan en la lista que se entregará el próximo 27 de abril. Lo cierto es que en este otoño chileno, las grandes avenidas recibirán nuevamente a miles de estudiantes marchando por reconquistar su derecho a la educación.

fuente: http://es.rfi.fr/americas/20160427-el-sueno-de-la-educacion-gratuita-en-chile

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