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Niños detenidos. Niños privados de libertad

Recuperado el 28 de abril de 2016 / Por: ONG Humanium / Traducido por: Ana Zanettin
Corregido por: María Paba

 

En todo el mundo se envían niños a prisión constantemente. Más de un millón son privados de su libertad de esta forma y, aunque la edad y las condiciones de detención varían según el país, la prisión tiene inevitablemente serias consecuencias y efectos perjudiciales para el desarrollo de los niños y su futuro.

¿Cómo se priva a alguien de su libertad?

Por privación de libertad se entiende cualquier forma de detención o encarcelamiento, así como el internamiento en un establecimiento público o privado (por medio de una orden judicial, administrativa o de otro tipo) del que no se le permita al menor salir libremente.

Los niños, según el país, pueden ser privados de su libertad por muchas razones:

  • Delincuencia: robo, mendicidad, vagabundeo, etc.
  • Riesgo de delincuencia
  • Delitos: agresión, homicidio, etc.
  • Búsqueda de asilo
  • Discriminación
  • Discapacidades físicas o mentales
  • Al acompañar a sus padres detenidos
  • Protección social
  • Por muchas otras razones

La mayor parte de los niños privados de su libertad se encuentran en prisión preventiva y tienen entre 14 y 18 años. Aunque sea imposible determinar la cantidad exacta de niños privados de su libertad por la falta de estudios, UNICEF estima que hay más de un millón de niños afectados. El porcentaje de niños, entre todos los detenidos, va desde el 0,5 al 30% según el país.

La Convención sobre los Derechos del Niño prohíbe la prisión perpetua para menores. Sin embargo, en Estados Unidos más de 2.500 prisioneros condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad bajo palabra eran menores en el momento de cometer el delito. Algunos tenían apenas 13 años.

Diferentes lugares de detención

Las que siguen son algunas de las instituciones donde los niños pueden resultar privados de su libertad:

  • Comisarías
  • Centros de custodia policial
  • Prisones (incluso prisiones de adultos)
  • Campos de detención temporal de carácter cerrado
  • Campos de trabajo
  • Colonias penales
  • Escuelas especiales de carácter cerrado
  • Reformatorios
  • Establecimientos de educación o capacitación profesional
  • Establecimientos o prisiones militares
  • Centros de internamiento de extranjeros
  • Albergues de carácter cerrado para jóvenes

Las condiciones de detención

Las reglas…

El encarcelamiento o la detención en albergues para jóvenes, ya sea temporal (antes del juicio) o permanente (después de la condena), deberá ser lo más breve posible y tan solo empleada como medida de último recurso cuando no se dispone de otro tipo de solución. Una autoridad competente deberá regular y registrar esta actividad, de manera que se tengan en cuenta los derechos del niño y las necesidades específicas que exijan su edad, sexo y salud física y mental.

Es esencial que se separe a los niños de los adultos, para así garantizar su protección contra influencias nocivas (“contaminación criminal”) y situaciones de riesgo. Según los estudios, los niños encarcelados junto con adultos tienen una probabilidad cinco veces mayor de sufrir acoso sexual y el doble de sufrir abuso físico.

Los niños también tienen derecho a atención médica, educación, y a todo tipo de asistencia que necesiten, ya sea psicológica, física o jurídica. Deberán poder realizar actividades recreativas y, de ser posible, tener la libertad de profesar la propia religión.

Solo podrá hacerse uso de instrumentos de coerción en los casos más excepcionales y la tortura está terminantemente prohibida. Una autoridad competente e independiente deberá estar facultada para efectuar visitas periódicas a los establecimientos de detención con el propósito de verificar que las condiciones de vida de los niños sean adecuadas.

Es importante que los menores tengan una comunicación adecuada con el mundo exterior, sobre todo que reciban visitas de sus familiares y amigos. Ello constituye un tratamiento justo, indispensable para preparar su reinserción en la sociedad cuando sean puestos en libertad.

…no siempre son respetadas

Desafortunadamente, gran parte de estas reglas no siempre se cumplen. Es usual que los menores sean confinados en prisiones que no están a la altura de los estándares internacionales. A veces, se los encarcela junto con adultos; otras, por haber cometido infracciones menores y aún sin haber cometido ninguna. Es usual que las condiciones de higiene dejen mucho que desear y, con frecuencia, el acceso a la asistencia médica y a la educación es inexistente.

Algunas medidas disciplinarias constituyen una violación de Derechos Humanos fundamentales y, a veces, los funcionarios de los centros de detención someten a los menores a tortura. Aunque no es lo más habitual en el caso de los niños, otros reclusos pueden representar una fuente de violencia si la vigilancia es escasa o si las condiciones de vida no son las adecuadas. La violencia puede ser física (agresión, violación, homicidio) o psicológica (extorsión, manipulación, amenazas).

“Te obligan a trabajar todas las mañanas. Si no lo haces, te golpean, te sumergen en agua y te encierran en una celda solo. Si tus familiares o amigos se molestan en venir a visitarte, quizá tengas qué comer. Si no, no.”– Joven de 16 años del Congo que estuvo detenido cuando era niño.

La prisión como sistema de protección social

En algunos países se confina a los menores si no tienen a nadie que cuide de ellos o si necesitan protección. También es posible que la policía arreste y detenga a niños de la calle para que dejen de vagabundear por un tiempo.

El problema reside en que, en muchos países, el sistema de justicia de menores y el sistema de protección de la infancia con servicios sociales únicamente se encuentran a nivel del “establecimiento de detención”. De hecho, un establecimiento penitenciario puede albergar a niños que fueron puestos allí sólo a efectos de su protección.

Menores confinados junto con sus padres

En todo el mundo, cuando hay padres que van a prisión, los niños sufren las consecuencias. La mayor parte continúa viviendo en el mundo exterior, pero algunos nacen en la prisión o son traídos junto con su madre. En ciertos casos extraordinarios, los niños van a la cárcel con su padre.

La duración y las condiciones de vida durante el confinamiento difieren según el país. Por ejemplo, en Alemania los menores pueden quedarse con sus madres hasta los seis años de edad, pero en el Reino Unido solo hasta los 18 meses y en algunos lugares está totalmente prohibido. No es fácil evaluar cuál de las situaciones es la mejor.

En algunos países, como en Kirguistán, se puede reducir la condena de la madre si tiene niños muy pequeños. En otros, los padres pierden sus derechos de patria potestad cuando se los condena.

La vida de los menores en prisión es problemática. Muchas veces no reciben los cuidados adecuados y sus necesidades e intereses no son tenidos en cuenta. En todo caso, aquellos menores que no han cometido ningún delito no deberían ser sometidos a las mismas limitaciones que los detenidos.

Es importante que estos menores tengan acceso a una alimentación adecuada, así como también a actividades recreativas y a educación. Deberán poder recibir visitas y salir de la prisión periódicamente para que luego puedan adaptarse a la sociedad, con la cual algunos no han tenido ningún tipo de contacto. Además, una vez que la madre es puesta en libertad, ella y su hijo deberán recibir apoyo para prevenir cualquier tipo de recaída en la delincuencia.

Consecuencias de la privación de libertad

En general, el privar a menores de su libertad impacta negativamente en sus vidas, sobretodo cuando las condiciones en el establecimiento de detención no son las adecuadas.

La detención tiene efectos perjudiciales en el desarrollo físico, mental y emocional de los menores, por el hecho de que están confinados y aislados de la sociedad. Allí, no cuentan con las herramientas necesarias para desarrollar su personalidad y se encuentran desprovistos de asistencia médica adecuada y de educación. La prisión puede ser la causa de tratos negligentes o de violencia física y psicológica, ya sea a manos de los mismos guardias o tolerada por ellos.

Muchos niños sufren de ansiedad, tienen miedo, pensamientos suicidas o se comportan de manera destructiva. Otros enferman por las deficiencias en las condiciones de higiene, alimentación y de vida en general, y otros recurren a las drogas. Es frecuente que no se cuente con asistencia médica y psicológica, o que la asistencia que existe no sea la adecuada.

Los menores detenidos también son víctimas de discriminación social y, a menudo, pierden sus derechos cívicos, políticos, económicos, sociales o culturales. Se encuentran aislados de la sociedad.

Una vez que se los libera, muchos tienen dificultades a la hora de encontrar un lugar en la comunidad y de relacionarse con figuras de autoridad, sobre todo si han estado detenidos por mucho tiempo. En lo educativo y profesional se encuentran, por lo demás, atrasados. Les cuesta retomar sus relaciones con sus parientes y amigos porque el tiempo pasado en prisión es una fuente de vergüenza, tanto para ellos mismos como para sus familias. Como no encuentran su lugar en la sociedad, les es más fácil entrar, una vez más, en la delincuencia.

Según Kabeya, de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (OICI), algunos menores pasan demasiado tiempo en prisión como para reintegrarse exitosamente al mundo exterior. “Son como pájaros enjaulados que no han aprendido a volar.”

 

Fuente: http://www.humanium.org/es/ninos-detenidos/

Fotografía:http://images.google.de/0ahUKEwj8zvbog7LMAhWJfpAKHQF7CIEQMwjEAShSMFI&bih=661&biw=1366

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FMI aconseja a América Latina invertir en educación e infraestructuras

www.el-nacional.com/28-04-2016/ Por: EFE

El organismo financiero considera que esas son las principales fuentes de crecimiento.

Con una contracción estimada de 0,5 % para este año, las economías de América Latina deben buscar «nuevas fuentes de crecimiento» a través de la educación y la mejora de las infraestructuras, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El reto es mantener la estabilidad en un entorno de menores ingresos y tratar de encontrar fuentes de crecimiento”, subrayó el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Wemer, en la presentación de un informe económico sobre la región en Guatemala.

Las fuentes de crecimiento, agregó, no vendrán ya de factores externos, sino que es necesario buscarlas a través de la inversión en capital humano, educación, y en infraestructuras.

Asimismo, América Latina debe incidir en su lucha contra la corrupción ya que, aunque a corto plazo los viejos actores retraigan su inversión y los nuevos no se atrevan a lanzar sus proyectos lastrados por la incertidumbre, en el medio plazo la economía reflejará también los efectos positivos de esta cruzada.

«La corrupción trabaja como un impuesto sobre el crecimiento económico», subrayó el responsable del FMI, que presentó este jueves en Guatemala el informe de perspectivas económicas del organismo.

De acuerdo con ese informe, difundido mundialmente el pasado día 12, las economías de América Latina se contraerán por segundo año consecutivo, con una caída de 0,5 %, lastradas por las malas previsiones macroeconómicas para este 2016 de Venezuela, con una reducción del PIB de 8%, Ecuador (-4,5 %), Brasil (-3,8 %) y Argentina (-1 %).

El cambio de modelo productivo en China, cuyas cifras de crecimiento se han reducido hasta el 6,5%, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y, sobre todo, la importante caída de precios de las materias primas, como el cobre, la plata, la soja o el petróleo, han afectado de «forma negativa a la región», señaló Wemer.

Una de las grandes preocupaciones de la región en su conjunto, destaca el FMI en su informe, es la deuda de las corporaciones privadas, que supera ya los 400.000 millones de dólares, en su gran mayoría en compañías de Brasil y México, cuya recuperación económica se verá afectada por esta problemática

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América Latina después de PISA

Por: Teresa Ortuño

Asistí a la presentación del libro que brinda título a esta colaboración. El investigador argentino Axel Rivas presentó el resultado de su investigación, iniciada en 2013, en la que analiza la educación en México, Colombia, Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, en el período de 2000 a 2015. Quince años dan oportunidad de estudiar con distintas métricas locales e internacionales el avance educativo. El libro expone un tema complejo de manera sencilla, aportación que sin duda debe ser difundida.

Durante ese período, estos 7 países mejoraron, de manera diferenciada, sus condiciones económicas – y en su mayoría- educativas, por lo que el autor, junto con su equipo, se formularon las preguntas básicas: ¿Qué tan tanto mejoró la educación? ¿Cómo son y cómo viven los estudiantes? ¿Qué tanto más pudieron conseguir? ¿Qué falta? ¿Cómo aprender de lo vivido? ¿Qué sigue?…

Las fuentes de información fueron las pruebas PISA, de la OCDE, así como las pruebas SERCE y TERCE, de la UNESCO, y las mediciones internas que llevaron a cabo los países estudiados. Sin pasar por alto los censos, encuestas, y escritos acerca sobre el tema educativo.

El análisis no se queda en el pesimismo de las inagotables quejas acerca de lo mal que andamos. Su lectura brinda un panorama mucho más alentador que los fríos resultados numéricos.

El libro es de obligada lectura, pero concluye en 10 hipótesis a estudiar:

1.- La mejora en el acceso y en la calidad educativa estuvo asociada con las mejoras notables en las condiciones de vida de la población en América Latina.

2.- Los dispositivos que se centraron en los aprendizajes y en los resultados, tuvieron más impacto que las políticas incrementales de “regar y rezar”.  En el desarrollo de este tema, elogia la decisión mexicana -entre otros países- de vincular el aprendizaje, a diferencia de Argentina, Uruguay y Brasil, que destinaron grandes cantidades de dinero, incluyendo, claro, una computadora por alumno, sin que sus resultados hayan sido los esperados.

pisa3.- Los libros de texto y el direccionamiento curricular básico, parecen haber creado un efecto de tenazas, junto con las evaluaciones, que impulsó mejoras en los aprendizajes.

4.- Los sectores desfavorecidos pasaron de los márgenes al centro del sistema, y sus derechos fueron traducidos en logros de acceso y aprendizaje.

5.- La región mejoró más en primaria que en secundaria, donde los canales de política educativa regulan menos la enseñanza.

6.- Asegurar trayectorias educativas superando la repetición, parece estar asociado con mejoras en la calidad y permanencia en los estudios.

7.- Las hipótesis del cambio, a través de la docencia y de las nuevas tecnologías, son demasiado recientes para ser tomados en cuenta como ejes explicativos de la mejora en los aprendizajes.

8.- Chile muestra que un avance continuo y secuenciado en varios ejes centrales de política educativa pudo generar mejoras, incluso desde una situación inicial por encima del promedio de la región.

9.- Brasil señala que es posible lograr al mismo tiempo mejorar cobertura, flujo y calidad educativa, con políticas de expansión de derechos, impulso a la iniciativa local y control de resultados en forma centralizada.

10.- Pese a todo lo señalado, no hubo tantos cambios en la organización pedagógica y en el sentido de la educación de los países, lo cual se reflejó en la lentitud del ritmo de mejora y abre desafíos para el futuro.

Se puede consultar el libro, o su resumen, en la liga del CIPPEC. Seguramente dará mucho para seguir estudiando.

Publicado primeramente en  http://www.educacionfutura.org/america-latina-despues-de-pisa/

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Niños de primera, niños de segunda

CAROLINA VÁSQUEZ ARAYA

He visto muchas veces el gesto de desprecio ante un menor pobre, mal vestido, sucio y hambriento. No es un gesto de desprecio hacia quienes de una u otra forma lo han condenado a una vida de miseria, sino hacia la víctima: ese niño o niña cuyo destino está en manos de adultos cuyo poder de decidir, de acuerdo con sus propios intereses y visión de las cosas, marcará el rumbo de su existencia.

En una avenida cualquiera, cuando el semáforo marca el alto, se acercan, botellita de plástico en ristre, a lavarle el parabrisas del auto por lo que usted quiera darle. Quizá usted le siga el juego por una moneda de a veinticinco, pero por lo general lo que esos menores reciben es un gesto de rechazo y una mirada severa que se puede traducir como: “cuidado y me tocás el carro”, antes de reemprender la marcha con las ventanillas herméticamente cerradas por el temor a ser víctimas de un asalto.

En el semáforo siguiente, otros más audaces realizan modestos espectáculos de acrobacia con la esperanza de recibir algo de dinero. Son niñas y niños de edades que oscilan entre 4 y 9 años, cuyo magro estado físico apenas les permite ejecutar unas tímidas piruetas. Se sabe de la existencia de redes de explotación que utilizan a decenas de niños y niñas para mendigar durante largas y extenuantes jornadas, razón por la cual muchos les dan la espalda, convencidos de actuar correctamente para no alimentar esa forma de explotación.

Sin embargo, la realidad de la niñez en situación de calle rebasa esos marcos. La profundización de la pobreza en grandes sectores de la población, sumado a la falta de atención en salud reproductiva, la ausencia de políticas de población, el estigma religioso contra los anticonceptivos y los obstáculos para ofrecer educación de calidad han condenado a las familias a un régimen de sobrevivencia tan extremo, que en él no cabe el lujo de ofrecer un mejor pasar a sus propios hijos.

Esa niñez abandonada a su suerte no parece tener espacio en las prioridades del Gobierno como tampoco en las de una comunidad humana más centrada en mantener su estatus que en ocuparse de problemas ajenos. El caso es que esa niñez arrojada a las calles no es un tema ajeno, sino uno concerniente a toda la ciudadanía. ¿Cómo se podrá avanzar en el combate a la violencia con un contingente tan numeroso de candidatos a integrar pandillas? Porque en ellas reside una de las escasas salidas de estos niños a la situación de extrema necesidad en la cual transcurre su vida.

Desde una perspectiva tan estrecha como deshumanizante, la sociedad suele observar a la niñez en situación de calle como un problema ajeno en cuya solución no tiene responsabilidad alguna. A pesar de existir oenegés y algunas instituciones del Estado cuya labor para paliar la situación de estos menores resulta insuficiente ante la abrumadora realidad, cada día son más los niños desprotegidos, enfrentados a perder la vida entre drogas, violencia callejera y presiones de las organizaciones criminales para obligarlos a engrosar sus filas.

Estos son los niños “de segunda”: nacidos en circunstancias de miseria, víctimas de numerosas formas de violencia dentro y fuera de su hogar, sin capacidad para encauzar su vida por una ruta de progreso y mucho menos para desarrollar su potencial físico, intelectual y humano. Ellos representan la gran deuda de la sociedad. Una deuda que pesa como un inmenso lastre contra cualquier esfuerzo por alcanzar el desarrollo y salir de la espiral de retraso en que se encuentra el país.

elquintopatio@gmail.com @carvasar 

Fuente de la imagen; http://comunicacionpopular.com.ar/wp-content/uploads/2010/08/2404212969_7f3bf12167_o.jpg
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Perú: La situación de la infancia y los retos del próximo gobierno

Más de 400 mil niños tienen desnutrición crónica y más de un millón sufren de anemia

ninos peru

 

Lima, Perú/29 de abril de 2016/ Fuente: Inversión en la Infancia

 

En el Perú hay más de un millón de niños menores de cinco años que tienen anemia y más de 400 mil que sufren de desnutrición crónica, existe un gran déficit en la atención en la educación y cuidado para los niños menores de 3 años y un tercio de la población utiliza la violencia física para castigar a los niños, esta es la situación de la infancia que encontrará a partir del 28 de julio el próximo gobierno.

 

Anemia y desnutrición

En el Perú hay más de un millón de niños menores de cinco años que tienen anemia y más de 400 mil que sufren de desnutrición crónica. De acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES 2014, los últimos datos oficiales disponibles, la anemia afecta a cerca de la mitad de los niños menores de 3 años del país (46,8%) y a uno de cada tres niños menores de 5 años (35,6%). Por su parte, el nivel de desnutrición crónica entre los niños menores de 5 años es, a nivel nacional, de 14,6 por ciento.

Según datos preliminares de la ENDES 2015 para el primer semestre de ese año, la anemia en los niños menores de 3 años habría bajado a 43 por ciento, un descenso que, de confirmarse en los datos oficiales definitivos, se da luego de un preocupante incremento de la anemia infantil en los tres años anteriores. La desnutrición crónica infantil, por su parte, habría bajado en el primer semestre de 2015 a 14,2 por ciento.

En el país se mantienen grandes brechas. Los promedios nacionales de anemia y desnutrición, siendo altos, ocultan realidades más graves en distintas zonas del país. En una región como Puno, por ejemplo, la anemia afecta a ocho de cada diez niños menores de 3 años (82%). En once regiones del país (Puno, Madre de Dios, Junín, Huancavelica, Pasco, Ucayali, Amazonas, Loreto, Cusco, Apurímac y Tumbes) más de la mitad de los niños de esta edad tienen anemia.

En la región de Huancavelica, uno de cada tres niños menores de 5 años (35%) sufre de desnutrición crónica. En Cajamarca y Amazonas la desnutrición crónica infantil también está por encima del 30 por ciento. Al otro extremo están regiones como Lima Metropolitana y Tacna, donde la desnutrición crónica infantil es de 3,7 por ciento. Esto pone en evidencia las grandes brechas que existen en el país.

 

Déficit educativo

Existe consenso en que la educación inicial es fundamental para el futuro rendimiento educativo del niño y, por lo tanto, para su pleno desarrollo. Sin embargo, en el Perú existe un gran déficit en la atención en la educación y cuidado para los niños menores de 3 años. Apenas el 5 por ciento del total de niños de esta edad reciben esta atención.

Si bien la cobertura en educación inicial para los niños de 3 a 5 años se ha venido incrementando (es de 81 por ciento a nivel nacional según los datos oficiales), todavía hay más de 200 mil niños de esta edad que no tienen acceso a educación inicial. Y entre los niños que la reciben, hay un importante déficit en su calidad.

Este déficit de calidad y las brechas que existen se refleja en que, de acuerdo a un reciente estudio del Ministerio de Educación realizado a nivel nacional y presentado en noviembre de 2015, uno de cada tres niños que asiste a educación inicial no alcanza el nivel esperado de desarrollo infantil temprano. Hay un serio problema de falta de docentes debidamente preparados para el nivel de educación inicial. De acuerdo a la información oficial, hacen falta 27 mil maestros formados para enseñar en este nivel educativo.

 

Violencia contra la infancia

La violencia contra la infancia se oculta, muchas veces, en hábitos de crianza permisivos con esta violencia. Según la ENDES 2014, un tercio de la población utiliza la violencia física para castigar a los niños. Una encuesta realizada el año 2013 por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos corrobora esta realidad. Según este sondeo, el 28 por ciento de las personas está de acuerdo con golpear a los niños como un método de corrección.

Una encuesta de Ipsos realizada por encargo del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia en setiembre de 2014 puso en evidencia que el 51 por ciento de los encuestados declaró haber sido testigo de violencia física y el 53 por ciento de agresiones verbales contra los niños de su entorno más cercano.

De acuerdo a diferentes estudios, la mayor violencia contra los niños se da en el hogar. La escuela es otro espacio de violencia contra la infancia. En diciembre último se promulgó una ley que prohíbe expresamente el castigo físico y humillante contra los niños, niñas y adolescentes.

 

 

 

FUENTES DE LA NOTICIA:

http://goo.gl/3X6Dd0

 

FUENTE DE LA FOTO:

http://goo.gl/rWK929

 

PROCESADO POR:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

 

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Chile: Estudiantes se encadenan a Ministerio de Educación y protestan en Hacienda

América del Sur/Chile/Abril 2016/Fuente:El Ciudadano /Autor:Daniel Labbé Yáñez

Fuerzas Especiales reprime manifestación en cartera de Educación. También hubo toma en Seremi de Concepción.

Cuatro estudiantes se encadenaron a la puerta de ingreso del Ministerio de Educación en Santiago, como protesta por la reforma educacional que está llevando a cabo el gobierno. Hasta el lugar llegó Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes reprimieron duramente a los manifestantes, arrestando a algunos de ellos.

Por otra parte, otro grupo llegó hasta el Ministerio de Hacienda con la misma finalidad. “Existe indignación, existe rabia”, declaró en ese lugar frente a la prensa Gabriel Irturra, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central (Feucen), y vocero de la Confech.

Lo hicieron en ese lugar -explicó Iturra- por el hecho de que es esa cartera la que finalmente entrega el dinero para educación “y condiciona a los otros ministerios”.

Los estudiantes también hicieron un llamado a sumarse a la movilización convocada para el próximo 11 y 17 de mayo. “Es el momento de pasar a la ofensiva”, declaró Gabriel Iturra.

Por otro lado, criticaron el silencio frente a los cuestionamientos de la ministra de Educación, Adriana del Piano, en la Cuenta Pública de su cartera. “Vive en un mundo de Bilz y Pap, en un mundo paralelo”, señaló el presidente de la Feucen, quien además apuntó que si bien se ha centrado la discusión en la reforma educacional esta debe tener un “carácter estructural”.

En Concepción, por su parte, estudiantes se tomaron la Seremi de Educación.

Fuente de la noticia:http://www.elciudadano.cl/2016/04/28/280775/28077574635/

Fuente de la imagen: http://www.elciudadano.cl/wp-content/uploads/2016/04/Stgo-PORTADA.jpg

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Ética democrática frente a cuatro sillas vacías

 

A las tensiones climáticas presentes en Nuestra América, la cual contiene recursos naturales vitales para la humanidad en peligro, se une la tensión política generada por grandes intereses que pretenden interrumpir sus avances sociales, realizados, con aciertos y errores, en medio de procesos democráticos responsables con los derechos humanos y los de la madre tierra.

En procesos democráticos como los de Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela y sus instancias de integración como ALBA, UNASUR, CELAC, los avances sociales han sido reconocidos por instancias como la FAO y el PNUD de las Naciones Unidas.

En Venezuela, los intentos de interrumpir su proceso democrático usan la excusa de  violaciones a derechos humanos, o falta de independencia de poderes. A pesar de haberse realizado elecciones avaladas por organismos internacionales. Así como de haber recibido reconocimientos como la  representación venezolana en el Consejo de Seguridad y en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y asumir la presidencia pro témpore de UNASUR.

En medio de la  crisis económica, por la caída del precio del petróleo y climática, por la sequía del fenómeno El Niño, se plantean iniciativas como el desarrollo de misiones sociales y la aprobación, luego de una amplia consulta, el 27.02.2016, del Plan Nacional de Derechos Humanos, propuesta planteada en el primer Examen Periódico Universal (ONU 2011).

Frente a acciones contrarias a la institucionalidad democrática y llamados a la activación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos, el Consejo Nacional Electoral entrega planillas para iniciar los requisitos para un constitucional referéndum revocatorio del presidente. Lo que hizo comentar a Luis Almagro, secretario general de la OEA “nuestra satisfacción por positiva decisión de CNE de Venezuela”. (El Nacional 27.04.2016).

Recientemente resalta la iniciativa avalada por el Secretario General de UNASUR, Ernesto Samper, con mensaje de apoyo del Nuncio Aldo Giordano, de constituir la Comisión Presidencial por la Verdad, Justicia y Reparación de la Víctimas. A la cual se invitó a cuatro diputados designados por la opositora MUD quienes todavía no asisten. ¿Es posible éticamente construir una democracia rechazando cauces institucionales, negándose a dialogar ?.

Frente a la crisis económica y climática, el gobierno democrático promueve el diálogo con sectores productivos privados y con comunidades para el abastecimiento y producción. Y frente a las acciones delincuenciales en el último tiempo, el Ministro de Defensa Padrino López, con base en el concepto de Seguridad de la Nación, planteado en la Constitución en función de los derechos humanos y la paz, en comunicado oficial a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (26.04.2016) afirma que se enfrenta una “…guerra no convencional promovida por el poder imperial, cuya finalidad es quebrantar nuestra moral y voluntad de lucha…tenemos el deber insoslayable de transmitir al pueblo venezolano total tranquilidad y absoluta certeza, sobre nuestro irreductible compromiso de respeto a la Constitución…para asegurar la armonía y convivencia entre todos los hermanos que hacemos vida en esta tierra de gracia, preservando la paz que será siempre nuestra principal victoria…” . Un mensaje ético de seguridad, en medio de los conflictos, en función de la paz, con verdad y justicia.

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