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Venezuela: Instalan sala de prevención para combatir violencia escolar en Zulia

América del Sur/Venezuela/Abril 2016 /Fuente:El Tiempo.com.ve /Autor: AVN

La coordinadora de la Autoridad Única de Educación, María De Queipo, anunció que se instalará una mesa de trabajo en cada escuela para la discusión sobre la prevención y seguridad.

Caracas.- En el estado Zulia fue instalada la sala de prevención y resguardo, dirigida a combatir la violencia escolar y promover la tolerancia y el respeto a la diversidad en las instituciones escolares de la entidad.
Esta sala será impulsada desde la Autoridad Única de Educación de Zulia y contará con el apoyo del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena) y de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), así como de las coordinaciones de Protección y Desarrollo Estudiantil, de Intendencias, de Gestión Escolar y por la de Prevención del Delito.
Asimismo, se incorporarán la comunidad educativa y el pueblo organizado en las adyacencias de cada institución, informó la coordinadora de la Autoridad Única de Educación, María De Queipo, citada en una nota de prensa de la Zona Educativa del estado Zulia.
Anunció que además se instalará una mesa de trabajo en cada escuela para la discusión sobre la prevención y seguridad, y en ese sentido llamó a la revisión y evaluación interna y externa de cada espacio educativo.
Fuente de noticia: http://eltiempo.com.ve/venezuela/educacion/instalan-sala-de-prevencion-para-combatir-violencia-escolar-en-zulia/215850
Fuente de la imagen:http://www.prensa.ula.ve/index.php/violencia-escolar-y-familiar-sera-objeto-de-analisis-en-seminario-internacional/acoso1/
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Perú: Minedu, agencias internacionales y sector privado plantean crear Grupo de Educación para la Selva

Minedu Usaid

 

Lima, Perú/12 de abril de 2016/Fuente: Minedu

 

El ministro de Educación, Jaime Saavedra Chanduví y el embajador de los Estados Unidos en el Perú, Brian A. Nichols plantearon junto a representantes de organismos cooperantes internacionales y el sector privado la posibilidad de formar el Grupo de Educación para la Selva.

El objetivo de este grupo es darle sostenibilidad al trabajo que viene desarrollando el Ministerio de Educación (Minedu) en las regiones de la Amazonia a través del Plan Selva, el cual forma parte de la estrategia orientada a mejorar las condiciones del servicio educativo en las zonas rurales principalmente.

En la cita, el ministro Jaime Saavedra planteó las acciones de monitoreo y la sistematización de las acciones que vienen realizando las organizaciones cooperantes para unificarlas bajo una estrategia promovida desde el Minedu.

Agradeció el interés de las organizaciones cooperantes para sumarse a este esfuerzo de proveer un mejor servicio de calidad a las poblaciones que se encuentran en estas zonas de intervención.

En el encuentro, realizado en la sede de la embajada de Estados Unidos, participaron representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Embajada de Japón y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). También participaron representantes de la organización Perú 2021.

El jefe de Plan Selva, Ernesto Galmez explicó los avances del plan y mencionó que tiene como ejes estratégicos básicos: la atención de los alumnos, la asistencia a los profesores, implementación de infraestructura y entrega de materiales educativos.

En los ámbitos más lejanos de la selva hay 16 mil instituciones distribuidas en regiones como Amazonas, Iquitos, Madre de Dios, San Martín, Junín, Ucayali, así como algunas provincias en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

 

 

FUENTES DE LA NOTICIA:

http://www.minedu.gob.pe/n/noticia.php?id=37485

 

FUENTE DE LA FOTO:

http://www.minedu.gob.pe/fotosmed/portada/mineduagenciasinternacionales87523366541.jpg

 

PROCESADO POR:

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

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La inseguridad. La necesidad de un Shock

Por: Esteban Valenti

Esta nota ha sido redactada luego de conocer en primera persona ciertas situaciones territoriales, que se reflejaron en la nota anterior, de conversar con diversos actores importantes del tema del combate a la delincuencia y de analizar otras experiencias nacionales, considerando que hay países de la región donde la situación de la inseguridad es muy mala, mucho peor que la nuestra y hay otros en el mundo que han logrado invertir la tendencia al crecimiento de la delincuencia y mejorar su seguridad.

No soy un experto y no pretendo serlo. Soy un observador político y periodístico.

Hablar de shock de seguridad es fácil, hacerlo es muy difícil. Están dadas las necesidades y las condiciones. Se ha consolidado un nivel y un tipo de delincuencia que hay que frenar e invertir la tendencia al crecimiento y su consolidación. Hay condiciones políticas, sociales y materiales para adoptar en forma simultánea una serie de medidas y para sostenerlas en el tiempo.

La inseguridad es hoy en el país el punto en el que se encuentran los principales problemas que debe resolver la sociedad uruguaya actual, por lo tanto el gobierno y el Estado y, es el factor que más ha influido para empeorar la vida de los uruguayos, que en otros aspectos ha mejorado de forma muy importante en la última década.

En la inseguridad confluyen factores materiales y culturales. Primero la profundidad de la fractura que divide socialmente a los pobres e indigentes del resto de los uruguayos. Esa brecha es hoy muy profunda no solo materialmente sino culturalmente. Y el que diga que la situación social no tiene nada que ver con la inseguridad, lo hace desde la ignorancia o desde la mala fe. Es la base de todo el proceso de crecimiento y consolidación de una masa de delincuentes muy importante. Así como el que diga que resolviendo esa «causa» de la inseguridad, resolveremos el problema, no aprendió nada en los últimos 11 años. Y los hay y son persistentes.

El último informe del INE establece que la pobreza se estancó luego de 11 años de bajar, en el 9.6% del total de la población, mientras que la indigencia es del 0.2%. Siguió bajando. En cuanto a los hogares el total nacional es que el 6.4% viven en la pobreza.

En Montevideo es la región con mayor incidencia de la pobreza el 8,7% de los hogares eran pobres, esto es 0,2 puntos más que en 2014. En las localidades del Interior de 5.000 habitantes o más, la incidencia de la pobreza alcanzó al 5% de los hogares, frente al 4,9% en 2014, en las localidades del Interior de menos de 5.000 habitantes, los hogares pobres eran el 5,6% del total, frente al 6,4% que eran en 2014. En las zonas rurales, la pobreza bajó de 2,2% de los hogares en 2014 a 2% en 2015.

En la inseguridad confluye la presencia y el control del estado en todo el territorio nacional, no con la policía solamente ni principalmente, sino en sus diversas estructuras, educativas, sociales, culturales, sanitarias. La batalla por la seguridad es una batalla social, cultural y territorial.

En la inseguridad confluyen los actuales niveles, limitaciones y problemas que tiene la educación pública, asumiendo que no habrá solución de fondo y sostenible en el tiempo sin educación, educación, educación. Pero que también hay que asumir que es una solución que requiere de tiempo, de varios años y la inseguridad no admite la menor demora y si esperamos el impacto de la educación en la inseguridad sin actuar en todos los otros terrenos simultáneamente, perderemos la batalla, nos cambiará el país, para mal, para mucho peor.

En la inseguridad, confluye el funcionamiento adecuado de los diversos niveles del combate del estado contra la delincuencia, la prevención, la inteligencia, la represión, la investigación, el papel de los fiscales, el poder judicial, las cárceles y su capacidad de rehabilitación, la reincidencia y el fracaso de la rehabilitación.

En la inseguridad, confluyen las capacidades numéricas, profesionales, técnicas, de armamento, comunicaciones y transporte, operativas y la capacidad de liderazgo y de compromiso de las fuerzas policiales y de inteligencia del país. Uno de los principales errores es el ping-pong que se ha instalado de pasarse las responsabilidades entre la policía y los jueces. La seguridad no es solo responsabilidad de la policía, ni mucho menos. Es una responsabilidad política central. Y si me dijeran cual es el error principal que hemos cometido, además de pretender socializar exclusivamente la lucha contra el delito, fue policializar el Ministerio del Interior cada día más.

Voy a decir algo que no es un «empate», y es duro, pero lo he visto con mis propios ojos, tenemos un proceso de burocratización extendido y muy peligroso en las dos estructuras, en la policial y en la judicial. Y eso no se arregla con más policías, con mejores armas, ni siquiera con mejor entrenamiento etc etc, ni con jueces y fiscales mejor pagos. Hace falta, es imprescindible un fuerte liderazgo, una épica de la lucha contra el delito que no tenemos y transformaciones en los procedimientos. Cambios radicales.

En la inseguridad confluye las leyes obsoletas, superadas absolutamente por los cambios operados en la delincuencia y en particular por el cambio más importante, la droga como base de la delincuencia organizada y como columna central de la delincuencia en el país y en la región.

En la inseguridad confluye la incapacidad manifiesta del Código del Proceso Penal viejo  para asegurar los derechos básicos de las víctimas, de la sociedad en su conjunto, e incluso de los propios acusados. Todo esto es inseparable.

Pero también se expresa algo que considero muy importante de acuerdo al trabajo que realice con diversos especialistas, el nuevo Código del Proceso Penal tiene un aspecto muy mal resuelto que es la discrecionalidad de los fiscales que puedan determinar que por el «principio de oportunidad» que algunos delitos «menores», considerando la gravedad de la ola delictiva y la violencia sus presuntos autores no sean acusados y eso sería grave. El nuevo Código del Proceso Penal no tiene previsto mecanismos alternativos, incluso sin penas de prisión, pero que demuestren que la sociedad persigue, repudia todos los delitos, manteniendo naturalmente las debidas proporciones.

Para lograr un shock de seguridad hay que incluir el concepto que incluso esos delitos menores, son perseguidos y reciben una sanción, porque esa es una experiencia unánime a nivel de los países que han triunfado o fracasado en bajar los niveles de inseguridad. En la carrera delictiva se comienza muchas veces por esos delitos menores y se sube por una escalera que llevan al hurto, a la rapiña y a cosas peores, en particular cuando la droga tiene una red tan extendida de captación para sus diversas actividades.

En la inseguridad confluyen las capacidades y limitaciones de toda la sociedad civil uruguaya de actuar en un terreno clave y donde su aporte es insustituible.

En la inseguridad confluye la cultura social, la violencia creciente que existe en nuestra sociedad, que a su vez es influida por la propia inseguridad, que despierta y aviva al pequeño enano fascista que todos, absolutamente todos llevamos dentro. Hasta San Francisco de Asis, que por algo predicaba su amor irrenunciable, también se lo predicaba a sí mismo. Violencia en el tráfico, en los barrios, en el deporte, en la educación. La política es hoy uno de los terrenos menos violentos de la sociedad uruguaya.

Si en la inseguridad confluyen tantos factores, no habrá manera de resolverla si no los afrontamos todos, de manera inteligente, profunda, simultánea y oportuna. Es decir ya e integralmente.

Si los partidos blancos y colorados se siguen concentrando en pedir la renuncia del ministro Eduardo Bonomi y determinando la reacción casi obligada del gobierno de negarse a esa posibilidad, el que va a perder es el país, somos todos. Seis años al frente de esa tarea policial en estos tiempos, partiendo de una policía en la ruina, debe haber sido lo más ingrato que le tocó a un gobernante desde la salida de la dictadura. Es demasiado, pero no es lo principal.

Si efectivamente asumimos la gravedad de la situación, y voy a reiterar un criterio que utilicé en el artículo anterior, 22 mil rapiñas anuales y más de 300 asesinatos, una parte de los cuales son ajustes de cuenta, para 3.300.000 habitantes, podrá resultar explicativo compararlo con otras cifras de países de la región, pero para los uruguayos que hace 20 años teníamos 12 mil rapiñas para la misma cantidad de habitantes y con muchos menos policías y en pésimas condiciones operativas, es una barbaridad. Los porcentajes de crecimiento del delito, no deben compararse solo con el pasado, ni con la región, sino con la base de la que partimos y su proporción con los habitantes y el impacto en sus vidas.

Esto no es una justificación, fue en la década del 90 – gobierno de Luis. A. Lacalle – donde en base al desmoronamiento del instituto policial (huelga incluida), a la miseria, la indigencia de los policías, y los problemas sociales, el delito tuvo un  crecimiento exponencial, lo mismo sucedió luego en la crisis del 2002 -2004 y siguió de largo. Pero si nos vamos a dedicar a tironearnos las responsabilidades el delito se va a divertir de lo lindo.

Hay que asumir otro aspecto clave, el tiempo juega un papel fundamental en la batalla por la seguridad. Y aquí voy a reiterar una frase de mi anterior artículo, que no fue pronunciada por ningún pensador de «izquierda», dijo Benjamín Franklin: «Cualquier sociedad que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merecen ninguna de las dos cosas»

Todo depende de que es lo que consideremos libertad y seguridad y como lo veamos en el tiempo. Si renunciamos a priori a considerar los cambios en las leyes necesarios para no perder una supuesta «libertad», lo que estamos confundiendo es el concepto. Una libertad fundamental que debemos preservar es la de los ciudadanos honestos que sufren la acción de la delincuencia y deben replegarse y empeorar sus condiciones materiales y espirituales de vida, incorporando el miedo como un factor permanente en su existencia y la de su familia.

La izquierda nos comprometimos a bajar en un 30% el número de rapiñas al final del periodo. Es un objetivo muy ambicioso y que representaría un cambio cualitativo más que cuantitativo. No lo estamos logrando.

Los cambios imprescindibles en un abordaje integral al tema de la inseguridad, una propuesta de shock.

Hay que reducir el número de delitos y por lo tanto de delincuentes en las calles, no desplazar los delitos geográficamente y socialmente. Para ello hay que resolver un tema clave, no puede ser que el 94.5% de los delitos queden sin resolver (cifras del Fiscal General de la Nación Jorge Díaz). Esto implica revisar críticamente donde están las bases de esta situación. Si esto persiste, la inseguridad seguirá creciendo, inexorablemente.

En mi opinión, pero hay que admitir que en este sentido que luego de un breve, intenso debate a nivel político institucional, donde hay diversas opiniones, hay que llegar a conclusiones, lo que es claro es que estos problemas dependen de la capacidad de investigación. Si no mejoramos urgentemente este aspecto, no habrá cambios importantes. Creo que los fiscales deben pasar en forma urgente a ser los titulares de la investigación, lo han reclamado la propia Fiscalía y esa sola actitud, de reclamar una tan grande responsabilidad, refuerza la idea de que es un cambio fundamental. Además es la experiencia de todos los países que mejoraron su investigación y su seguridad.

Hay que cambiar partes importantes del Código Penal, adecuarlo en forma urgente a las nuevas formas delictivas, en particular dos que me parecen claves: aumentar las penas en forma muy importante para los diversos niveles del narcotráfico, para lo cual importa que  la investigación no se detenga o concentre en los autores materiales de los delitos, sino en los mandantes, en las organizaciones, incluyendo en el hurto y la rapiña a las estructuras de comercialización, los ganglio vitales de esos delitos. Ya no son las ferias periféricas, son el nudo del delito. En especial en la droga. Y estoy hablando de penas muy, muy duras, ejemplares en América Latina, para los traficantes, los lavadores de dinero de la droga, los contratantes y los sicarios. No creo que debamos esperar la actualización total del Código Penal  completo, que es de 1934 y reclama una urgente reforma. Llevará su tiempo.

El combate al sicariato, un fenómeno nuevo, no puede limitarse a aplicar el viejo código, necesita una respuesta actual, en especial para los menores. Milité con todo entusiasmo en la batalla contra la «baja», eso no quiere decir que mantengamos las condiciones para que los menores de edad sean la mano de obra preferida para el sicariato y para formar parte de organizaciones criminales. No pueden ir a las cárceles de mayores, pero no puede ignorarse que el sicariato ha cambiado muchas cosas.

El otro aspecto que hay que considerar es la reincidencia. Lo fundamental sigue siendo construir, gestionar cárceles donde los delincuentes: a) no esperen durante años sus condenas, eso lo asegura el nuevo Código del Proceso Penal, b) haya un real proceso de rehabilitación. Llegado un momento, van a salir de la cárcel y está demostrado a través de experiencias concretas y actuales que se puede contar con cárceles que rehabiliten. Esto vale para mayores y menores. Y c) No puede ser que alguien que tiene decenas de antecedentes penales, siga reincidiendo sin casi consecuencias. Eso llevará durante un tiempo a aumentar el importante número de presos por habitante que tenemos (320 por cada 100.000 habitantes). Sus condenas en tiempo y forma a través de nuevo código, deberían cambiar toda la situación penal, pero habrá un periodo en el debemos reducir drásticamente, con todas las garantías, pero drásticamente los delincuentes sueltos.

Los cambios en las leyes deben incluir necesariamente acotar la discrecionalidad de los jueces en particular en el tema de las libertades anticipadas.

Junto con los cambios operativos que se anuncian en el Ministerio de Interior, principal preocupación se le debe brindar a construir a todos los niveles liderazgos importantes, ejemplares en la batalla contra el delito. No tenemos como en otros países una policía de gatillo fácil. En absoluto. las cifras son muy elocuentes y positivas. Pero la contracara no puede ser burócratas con pistolas 9mm, sub fusiles y escopetas.

Comencé por lo más polémico, porque lo que viene a continuación, con matices es compartido por todos, pero…el problema es actuar en todos los planos.

La planificación del desarrollo de escuelas y centros de estudio debe tener una especial atención en cubrir en calidad, en la tipología de esos centros las zonas más vulnerables del territorio metropolitano, donde se concentra notoriamente la mayor cantidad de menores en situación de pobreza y de indigencia. Solo el estado no lo logrará. La inversión social en niños y menores de edad debe aumentar y mejorar substancialmente su calidad y sus resultados medibles.

Hay que rever y reforzar la presencia permanente del estado en todo el territorio, disputar y ocupar ese territorio a las bandas que se han instalado en algunas zonas, no solo ni principalmente con la policía, sino con los diversos instrumentos que dispone el estado, escuelas, centros educativos, Mides, policlínicas. Algunos proyectos, hay que revisarlos en su estado actual y en su rápido deterioro. Y en esas zonas requiere políticas concentradas y especiales. Políticas sociales con una propia épica de la labor de sus educadores, de sus profesionales, de sus trabajadores.

He visto y he conocido por relatos experiencias de acciones concretas de instituciones de la sociedad civil, construyendo centros, gestionándolos en combinación y con el apoyo de instituciones del estado, que son muy importantes y en barrios con situaciones de gran fragilidad y que logran resultados muy buenos. Medibles, concretos. Sacan a los pibes de la calle y le construyen en conjunto hábitos de estudio, de trabajo, de convivencia, de higiene diferentes. Sin integrar a esta batalla madre al conjunto de la sociedad civil, no ganaremos esta batalla. No voy a dar uno o más nombres, pero sin esos centros la situación social de esos sectores sociales, sería mucho más grave y comprometida. Hay que integrar, no disputar. No todo la va a poder resolver el estado.

Cada vez que queremos abordar en algún debate un tema escabroso, complicado hay caminos difusos, uno es depositarlo en alguna comisión por tiempo indeterminado, otro más fumoso aún es ponernos a hablar del cambio cultural. En esa definición puede caber todo y el contrario de todo. Y sin embargo hace falta un cambio cultural en la sociedad uruguaya.

En un plano logramos un gran cambio cultural en estos 11 años, erradicamos la pregunta de si el Uruguay era viable. ¿La recuerdan? Ahora se trata de dar la batalla por mejorar substancialmente los niveles de convivencia entre los uruguayos, entre la gente, la sensibilidad frente a los que menos tienen, a los más débiles, y querernos un poco más, respetarnos bastante más y debemos derrotar la resignación de que el proceso actual de la inseguridad es inexorable. Es una gigantesca tarea que involucra todo, el principal obstáculo en ese horizonte es precisamente la inseguridad, la sospecha, el miedo. Voy a hablar de una nimiedad, tenemos que recuperar que cuando suba al ómnibus una embarazada, alguien con un bebé en brazos o una persona mayor, le cedamos el asiento…¿Estos muy despistado o los detalles son pinceladas de un clima de convivencia?

Las batallas culturales se nutren no solo de ideas, de diálogos, de arte, de cultura, también de hechos, de actos, a veces duros y firmes. Y hoy necesitamos una gran firmeza, una gran responsabilidad republicana, un reforzado sentido de la democracia y de la libertad. La libertad de todos. Y no tenemos mucho tiempo.

Publicado originalmente en: http://www.uypress.net/uc_67945_1.html

Información de la imagen:  http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150227_uruguay_mujica_vazquez_herencia_vs

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Ecuador: Los huérfanos digitales, niños con problemas de conducta

América del Sur/Ecuador/AJonathan Palma

Son las 12:00 de un día laborable y la madre de Bryan, de dos años, le da un celular, de gama media, para que se entretenga con videos de animales animados mientras permanece en su silla de comer. Ella, que está a menos de un metro de distancia, confecciona una prenda con su máquina de coser.

En hogares, restaurantes y centros comerciales es notorio que los padres de familia y abuelos consientan a los pequeños con este tipo de dispositivos tecnológicos para que estos tomen la sopa o se comporten.

Estos son resultados de un estudio realizado por cuatro psicólogos quienes explican que esta práctica de los adultos tiene efectos negativos en los infantes y preadolescentes.

 “Es sumamente negativo y termina con la creatividad innata y propia de los infantes, luego son niños y niñas sin un desarrollo físico sano y adecuado a su edad y desarrollo”, refirió la psicóloga Ana Lucía Alarcón porque considera que los infantes se convierten en receptores pasivos del contenido de estos artefactos.

El especialista Javier Rodríguez, en cambio, sostiene que con estos aparatos lo primero que se pierde es el vínculo comunicativo entre los hijos y padres, lo que deriva en problemas. “Una vez que los papás dan estos dispositivos (celulares) y se olvidan por completo de sus hijos ahí se va perdiendo ese vínculo social, esa parte afectiva y por eso vemos a muchos niños con problemas de agresividad actualmente en las escuelas y colegios. Esto se da por la falta de atención de los padres”, señaló Rodríguez, quien añadió que en el centro de terapia familiar que lidera las atenciones por esta problemática superan el 50% del total de consultas.

El psicólogo sostuvo que los preadolescentes y adolescentes, incluso, pueden desarrollar adicciones a las drogas porque buscan un escape a los problemas al no tener un guía, en este caso sus progenitores.

La problemática también se da a la inversa, cuando los padres ponen toda su atención a estos dispositivos sin percatarse de la seguridad de sus hijos, algo común en sitios públicos.

Al crecer, los menores que no son tratados psicológicamente por esta conducta también tienen dificultad para socializar con las personas, para tener una relación sentimental, refirieron los especialistas.

La coordinadora de carrera de la Facultad de Psicología de la Universidad de Guayaquil, Shirley Arias, destacó que «el niño o la niña puede aprender con la exposición sostenida de un video; situación que llevaría más tiempo si se utilizaran otras estrategias pedagógicas». De ahí que recomendó a los padres de familia seleccionar qué material se dará a los niños por el contenido inapropiado que se encuentra en internet y qué momentos son los más oportunos para que se utilicen los dispositivos tecnológicos.

Adicional a esto, la psicóloga María Auxiliadora Peralta dio alternativas para mejorar el vínculo entre padres e hijos.

“Se debe fomentar el tiempo de calidad en familia con un juego de mesa, una película, un a salida al parque, hacer deportes, actividades al aire libre”, sugirió. (I)

Fuente de la Noticia: http://www.eluniverso.com/vida-estilo/2016/04/10/nota/5513685/huerfanos-digitales-ninos-problemas-conducta

Fuente de la imagen: http://www.eluniverso.com/sites/default/files/styles/nota_ampliada_foto_lightbox/public/fotos/2016/04/eu_vye_pag_8_17042016_1sxph.jpg?itok=5l_yg4aj

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Claudio Naranjo: “Esta educación sirve para domesticar a la gente y sean corderitos manipulables”

Chile/7 de abril, 2016 / Autor:

En el Diario El Dinamo de Chile encontramos una entrevista al psiquiatra chileno Claudio Naranjo, (83) quien dedicó buena parte de su vida a la docencia en Hardvard y Berkeley. Fundó el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores.

Naranjo, premiado con la beca Guggenheim, acaso uno de los honores más importantes del mundo intelectual, concedió en el 2013 una entrevista al sitio Plataforma Despertar Integral, a través del cual lanzó un aviso tan contundente como urgente: “o cambiamos la educación o este mundo se va a pique”. A continuación, se presentan parte de sus imperdibles reflexiones.

“Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda”.

“La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser”.

“La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona”.

“La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda”.

“Tenemos una civilización enferma”

“La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente”.

“Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores”.

“Somos seres con tres cerebros”

“Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón”.

“Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia.
La clase política no está dispuesta a apostar por la educación”.

“Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza”.

La crisis ecológica

“Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora”.

“Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos”.

“La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta”.

La muerte

“En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc… No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía a nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora”.

“A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria”.

Fuente de la entrevista:

http://www.eldinamo.cl/nacional/2016/04/07/claudio-naranjo-esta-educacion-sirve-para-domesticar-a-la-gente-y-sean-corderitos-manipulables/

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Bolivia: En un mes, 582 niños en cárceles leyeron 239 libros

www.la-razon.com/10-04-2016/ A. Cuevas / La Paz

En febrero de este año, 582 niñas y niños que viven con sus progenitores en los centros penales de Bolivia hicieron una lectura de 239 libros. Este es uno de los resultados del programa implementado por el Ministerio de Educación, a través de los Centros de Apoyo Integral Pedagógico (CAIP).

“A todos los niños que leen les fue muy bien en sus cursos”, indicó la coordinadora nacional de los CAIP, Rosa Torres, quien empezó a trabajar desde 2008 en mejorar la lectura de los niños que viven junto a sus madres en el centro penitenciario de Obrajes.

A partir de 2012 este tipo de trabajo se amplió a las 19 cárceles del país, con la instalación de más CAIP. Actualmente cada centro tiene una infraestructura adecuada para los niños entre tres y 14 años.

Registros del Ministerio de Educación señalan que en febrero 582 niñas y niños leyeron 239 libros; la cifra mayor de lectura pertenece al penal de San Pedro, en La Paz, con 73 libros; seguido de la cárcel de Obrajes, con 14; y la de Miraflores, con seis.

Roberto Aguilar, titular de Educación, entregó el 31 de marzo equipamiento para el CAIP del penal de Villa Busch, en Cobija (Pando). “En vez de estar en los pasillos o en las celdas, los niños encontrarán un aula pedagógica en condiciones óptimas y con material didáctico”, expresó.

Destacó que lo más importante es que los maestros acompañan y orientan en las actividades pedagógicas: lectura, informática, psicomotricidad.

El objetivo de este apoyo pedagógico es reducir la tasa de rezago y deserción escolar, y lograr nivelarlos. Parte de la metodología en las aulas de los CAIP es la lectura de cinco a 10 minutos, explicó Torres. “Son lecturas cortas que aumentan según el nivel y tipo de libros”.

En 2013, una niña de 10 años que acudía a un centro que posteriormente se convirtió en CAIP había leído 229 libros. Ella fue una de las mejores alumnas de su curso y llegó a ser delegada del mismo. En 2015 se identificó a dos niños, hijos de reclusos de San Pedro, con las mejores calificaciones de su curso.

“El niño adquiere el hábito de la lectura y va acumulando puntos, esto le ayuda a conseguir material educativo como marcadores, crayones”, resaltó uno de los técnicos del CAIP, Daniel Viadez. El siguiente paso es llevar la lectura a los hospitales.

Las mujeres leen más

Un informe del CAIP de La Paz indica que las niñas son las que más leen, en comparación con los varones.

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