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Colombia: Denuncian que persona trans fue violada luego de ser capturada arbitrariamente

América del Sur/Colombia/19-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

Los hechos se dieron en Soacha.

La Red Comunitaria Trans divulgó la grave denuncia a través de un comunicado.

Según se sabe, los hechos se dieron el martes 16 de febrero de 2021, en la plazoleta principal de Soacha, donde una persona que es parte del colectivo Raíces en Rebeldía fue abordada por funcionarios de la Alcaldía y luego por diferentes policías.

“La víctima no binaria manifiesta que se hicieron acusaciones falsas de agresiones hacia la policía de su parte. Luego, la víctima solicita reiteradamente personal capacitado en derechos de las personas Lgbti, a lo cual nunca se accede y una mujer policía se niega a realizar la requisa. Al dar el número, le dicen que su número no coincide con un sexo femenino y que debe acudir a una estación de policía para que puedan verificar su identidad, dado que la persona no contaba con su cédula en el momento, reseña un aparte del texto.

Después, es llevada a la UPJ (Cazuca) de forma engañosa, a pesar de que le habían informado que se desplazarían hacia una estación de policía diferente”Estando allí ocurrió lo peor. “Dentro de la UPJ se reportaron miembros de la Policía sin uniformes ni identificación con ‘una especie de bates’ a los que todas las personas debían obedecer. La víctima manifiesta que fue extorsionada por sexo oral a cambio de su libertad, y al llevarle a otro lugar no sólo tuvo que realizar sexo oral sino que fue obligada a ser penetrada”, puntualiza la denuncia.

Finalmente, al salir de la UPJ la víctima se da cuenta que tiene mucha sangre en su ropa interior, por lo que decide ir al hospital.

El personal médico, después de escuchar la historia, llamó a la Policía, pero la víctima huyó en medio de un ataque de pánico. Posteriormente, como pudo contó su historia, hoy visible por la Red Comunitaria Trans.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2021/03/17/denuncian-que-persona-trans-fue-violada-luego-de-ser-capturada-arbitrariamente.html

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Libro (PDF): Pensar la formación de maestros hoy : una propuesta desde la experiencia pedagógica

Reseña: CLACSO

La presente publicación es resultado del ejercicio académico realizado por el Instituto para la Investigación y el Desarrollo Pedagógico, IDEP y la Universidad Pedagógica Nacional, durante el segundo semestre de 2013, que tuvo como propósitos: adelantar un balance de la ejecución y alcances del Plan Territorial de Formación de Docentes y Directivos Docentes 2009-2012, de la Secretaría de Educación de Bogotá, y proponer lineamientos para la formulación de políticas para la formación docente. El trabajo, cuyos resultados completos reposan en el informe amplio de la investigación, se presenta a las comunidades académicas, universitarias y educativas para su estudio, análisis y uso especifico. Hay cinco palabras que nombran este libro, cada una se articula con las otras hasta configurar el titulo y proponer un orden; palabras que no están simplemente puestas, sino que convocan a escribir y problematizar; palabras que podemos reconocer como conceptos; palabras que se dirigen a los maestros y buscan interpelar a quienes se dedican a este oficio; palabras que, si alcanzan resonancia, podrían servirnos de libro-maquina entre quienes escriben, quienes leen, quienes editan y quienes las pueden usar para el debate o para la política. Estas palabras son: pensar, formación, maestro, experiencia y pedagogía, cada una de ellas abordadas en su actualidad. Estas palabras que atraviesan las páginas de este texto, y se entretejen para problematizar ese aquí y ahora de la formación del maestro y de su afirmación como sujeto potente, formador de nuevas realidades y potenciador de experiencias, son producto de la alianza el IDEP con la Universidad Pedagógica Nacional, en el marco de la cual se adelanto el proyecto que dio origen al presente libro.

 

Autor/a:                               Soler Martín, Carolina – Prada Dussán, Maximiliano –   Martínez Boom, Alberto –   Calvo, Gloria –   Martínez Pineda, María Cristina – 
Editorial/Editor: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico, IDEP
Año de publicación:  2015

 

País (es): Colombia
Idioma: Español
ISBN : 978-958-8780-31-3
Descarga:   Libro (PDF): Pensar la formación de maestros hoy : una propuesta desde la experiencia pedagógica
Fuente e imagen:

 

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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Entrevista a Diego Sztulwark: Para hacer frente a estas derechas, no alcanza con la defensa de la democracia y los gobiernos llamados progresistas

Por: Néstor Alejandro Tenaglia

El filósofo y escritor argentino Diego Sztulwark, reflexiona sobre los límites del llamado «progresismo» en el mundo, y las nuevas formas de la «derecha» en la actual coyuntura política y social.

Pandemia e interrupción

¿Qué desafíos habitan este tiempo de pandemia a nivel social, esta interrupción omnipresente?

No creo que haya habido realmente una “interrupción”, aún si la pandemia ha afectado nuestra vivencia del tiempo histórico. En lo inmediato, los automatismos financieros, comunicacionales e informacionales siguen dominando el cotidiano de muchas personas. Y no han aparecido mecanismos de reproducción social alternativos al neoliberal. Si la noción de “interrupción” me sigue pareciendo importante es en el nivel de una indagación. Porque es evidente que algo ha sucedido, algo ha cambiado. Quizás sea un cambio en el nivel de las creencias. Lo vemos en lo relativo a la tan esperada “vuelta a la normalidad”, o bien a las tentativas de una “nueva normalidad”. En las enormes dificultades de instalación de esa anhelada normalidad. Se ha vuelto esquiva, intangible. Hay un elemento de no certeza, una mayor conciencia de la fragilidad de nuestra existencia.

La “interrupción” no da cuenta de un final, pero sí nos recuerda del carácter finito y no asegurado de la vida individual y colectiva. Por lo que, si vamos a usar la noción de interrupción para describir la experiencia de la pandemia, me parece que habría que considerarla menos una noción descriptiva del estado de cosas, menos como llave de un discurso crítico, y más como una afección de la percepción de la realidad. Lo que sí es posible es que esa afectación de la percepción traiga consigo un potencial reflexivo, ético y político, en la medida en que favorezca ciertos interrogantes sobre la naturaleza de los mecanismos de reproducción, sus límites, sus efectos indeseables. Mi impresión es que el nivel de reflexión y ético de esta experiencia -la falta de reposo en el carácter automático de la realidad- se expande en una infinidad de conversaciones sobre el cotidiano. En esas conversaciones anida quizás la capacidad de una nueva narrativa sobre los cuidados, sobre lo público, sobre la relación con el dinero y con el tiempo. Pero por el momento no veo que esas conversaciones encuentren traducciones interesantes -ni tampoco da lugar a nuevas síntesis colectivas- en el plano de la política convencional.

Derechas y desafíos

Pareciera haber un devenir hacia posiciones más radicalizadas de extrema derecha a nivel global, en algunos casos, fomentadas también desde los grandes emporios mediáticos, con ingredientes xenofóbicos, racistas, nacionalistas y ultra conservadores que promueven abiertamente la dimisión de los gobiernos «constitucionales». En este sentido: ¿Es suficiente manifestar el compromiso de defender el «sistema democrático» por parte de las fuerzas progresistas?, ¿Es esperable una recreación de los gobiernos populistas de la década pasada con otros rostros?, ¿O se impone, a través de diversas fuerzas sociales, una nueva forma de vida, que no tiene nombre aún, y a su vez, no cuenta con el poder suficiente para hacerse escuchar y ver?

Cada vez más se habla de estos nuevos rostros de las derechas, que a veces ganan elecciones (Trump, Bolsonaro), otras organizan golpes (Bolivia) y muchas otras, intervienen como discursividad intolerante (Argentina). Pienso que este tipo de fascismo tan particular podría ser estudiado desde la lógica del miedo, de un delirio de los propietarios, un tipo de racionalización de la crisis en términos de asegurar el orden, la propiedad y las jerarquías. Este delirio de los propietarios se extiende a todo aquel que acepta vivir la fragilidad de los enlaces y las estructuras en términos de amenaza de sus derechos y/o posesiones. La experiencia de la posesión, en ese sentido, atraviesa a todas las clases sociales. Se trata de un delirio transversal, aunque particularmente encendido entre las clases dominantes. Me pregunto si ese miedo no dio lugar ya a un nuevo tipo de comportamiento dominado por el anhelo del aseguramiento: aseguramiento de la tasa de ganancia decreciente; de los consumos a las mercancías, del control del aparato represivo, de la subordinación de la fuerza de trabajo cada vez más precarizada. Estas dinámicas de la seguridad parecen estar actualizando las formas más brutales de la violencia sobre la tierra y sus derivados, sobre las comunidades y los cuerpos. Las formas más groseras de sexismo, clasismo y racismo son reavivadas en estas tentativas de aseguramiento.

¿Y de qué formas se enfrenta a este nuevo formato ideológico de las derechas?

Me parece que para hacer frente a estas derechas, no alcanza en lo más mínimo con la defensa de la democracia y los gobiernos llamados progresistas, por la sencilla razón de que estas fuerzas aseguradoras no hacen sino desinhibir los pactos preexistentes a nuestras democracias. No hacen sino sacar a la luz las desigualdades que las democracias no quieren, no saben o no pueden cuestionar. El repliegue sobre lo políticamente correcto y la defensa de la democracia son signos de impotencia, que no permiten encarar aquello que en las nuevas derechas es agresivo y desafiante. Me resulta absurdo responder a la movilización desfachatada del odio, que se presenta a sí misma como transgresión al orden, con una apelación abstracta a la igualdad, o al respeto de las leyes y las instituciones. Como si no fuera esta misma idea puramente retórica de la igualdad y el carácter completamente retrógrado del aparato jurídico lo que efectivamente hay que cuestionar.

¿Cómo debería jugar «lo político» frente a esto»?

Sucede que lo político se encuentra en retraso respecto de estas tareas. Y ese retraso se torna muy peligroso. De hecho, la falta de reacción política en un sentido de transformación estructural, no hace mas que regalarle a la derecha el lugar de la disidencia y el procesamiento del malestar, lo que no deja de ser completamente absurdo dado que la derecha no es transgresora sino exhibicionista, no cuestiona nada, solo reivindica y exhibe aquellas jerarquías que la llamada democracia no se atreve a revisar. Si miramos de cerca el panorama de las últimas semanas en la Argentina, por ejemplo, se ve con claridad la dificultad en la que quedan colocados los gobiernos llamados progresistas.

Veamos lo que ocurrió por ejemplo con el tratamiento que dio el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a la toma de tierras ocurrida en la localidad de Guernica…

Desalojo en Guernica, Buenos Aires

¿Cuál es tu mirada al respecto en cuanto al proceder del gobierno bonaerense?

Vemos que ha sido incapaz de entrar en diálogos con las organizaciones de la toma, el gobierno eligió el camino de hacer cumplir la orden de desalojo promovida por el poder judicial. El desalojo quedó a cargo del ministro de seguridad, Sergio Berni, quién utilizó el hecho para lanzar su campaña política con el discurso del aseguramiento militar de la propiedad privada (https://www.clarin.com/politica/video-spot-sergio-berni-desalojo-guernica_3_P_yyCDdZX.html). Lo de Guernica es sólo un ejemplo, aunque un ejemplo especial, puesto que permite plantear interrogantes fundamentales sobre el futuro. La dinámica del proceso cambia de naturaleza cuando los gobiernos acompañan en la formación de organización y extraen de ahí una narrativa histórico política, o cuando conceden a las fuerzas conservadoras, que tanto peso tienen sobre la realidad, políticas represivas de la conflictividad social, asumiendo una narrativa fundada en la pulsión aseguradora que recorre por dentro a todas las fuerzas en el gobierno. Cuando hablo de cambio de naturaleza me refiero a la idea misma de la democracia: no es igual una democracia que se abre como una posibilidad para expandir las luchas, y encuentra ahí ocasión para su propia innovación institucional, que una vivida como puro formalismo jurídico y aplicación de las leyes vigentes.

Reflexionar sobre el Todo

Me interesó un concepto tuyo, vertido en una entrevista reciente y es el de «lo dado» como forma de control y aceptación social. ¿Podrías sintetizarlo?

Es un poco el mismo razonamiento que hacíamos sobre la democracia. La gestión de lo dado se justifica en la complejidad de la situación, y en la dificultad de producir transformaciones desde la gestión del estado. De ahí la idea de una democracia a defender, o unas instituciones a respetar. Y no a crear.

Si la política se torna pura gestión, pura defensa, pura adecuación, puro respeto a reglas, deja de inventar, de traducir lo que se produce en el campo de la innovación colectiva. ¿Cómo se ve esto? Cada vez que se desoyen las luchas populares como si fueran pre políticas, inmaduras, incapaces de tener en cuenta la realidad. La política agobiada por la crisis se torna impotente y tiende a blanquear -y no a transformar- las relaciones de fuerzas provenientes de la dinámica de la acumulación del capital.

El filósofo Henry Bergson, que escribió su obra a comienzos del siglo XX, hacía esta distinción entre un Todo dado y un Todo Abierto. Para él, los movimientos de la realidad expresaban siempre un cambio en el Todo. La naturaleza Abierta del Todo exigía un acto de creación. Mientras que el Todo dado, cerrado, sería mas bien una ficción, una representación reaccionaria de la realidad. Tal vez esta reflexión sobre el Todo permita organizar el esquema que venimos planteando: la percepción afectada por una cierta fragilidad, una cierta sensación de “interrupción”, podría animar una nueva comprensión de la naturaleza Abierta, mientras que las dinámicas del “aseguramiento” actúan en el sentido de reforzar la experiencia del Todo-ya-dado. Y se plantean actuar de modo tal que ese Todo no sea nuevamente abierto.

Medios masivos de manipulación

Hay una tendencia no nueva a pensar que lo que «nos muestran» los medios es lo que pasa y es de lo que importa hablar. Esto se ve mucho actualmente en las redes y lo vivo como un profundo síntoma de reducción de la palabra y el pensamiento de muchas personas que, incluso, tienen buenos valores y están comprometidas socialmente. ¿Qué elementos se te ocurren interesantes para romper esa inercia y cómo los aplicarías?

No me parece muy interesante la teoría de la manipulación, según la cual los medios de comunicación mienten y crean una realidad que las personas consumimos pasivamente. No me parece que se corrobore en el espacio político. Por supuesto que hay mucha mentira y mucha manipulación, pero evidentemente el fenómeno es bastante más complejo. De hecho, la mediatización abarca todos los niveles de la experiencia, y no solo el consumo de información política. Si volvemos a lo que reflexionábamos sobre el Todo-dado o el Todo Abierto, seguimos siempre tomados por el mismo tipo de desafío: ¿Cómo romper el efecto del Todo-dado, reforzado por cierto uso masivo de medios y redes?

Me parece que las experiencias de politización, del pasado y del presente, tienden a problematizar y a inventar una relación abierta entre capas de realidad. Una relación abierta en el sentido de hacerlas interactuar, dando lugar a zonas híbridas o mixtas de elaboración de sentido y de experiencia.

Diversidad y resistencia

Siempre rescatás esa especie de hilo conductor histórico que existe en la Argentina entre grupos revolucionarios de los 70, movimientos de derechos humanos contra la dictadura, ruptura en 2001 y aparición de movimientos sociales, feminismos, etcétera como tensiones y oportunidades. ¿Cómo pensás que actuó el kirchnerismo con esa herencia emocional y por qué?, ¿tienen margen de maniobra los movimientos que se hicieron oficialistas entre 2003 y 2015?

El rescate de una línea de tiempo fundada en desobediencias y rebeliones nace de una cierta manera de atravesar la llamada “transición democrática” argentina a partir de la dinámica viva de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y los organismos de derechos humanos y atraviesa la experiencia de la llamada crisis del 2001. Lo que hay de vivo y oxigenado en la Argentina de las últimas décadas proviene de esa línea de tiempo. En torno a lo que llamás “kirchnerismo” se articularon algunas personas, grupos y movimientos que aspiran a traducir en la política convencional esa línea de tiempo. Desde mi punto de vista, el hecho que esa traducción haya sido débil y no haya producido transformaciones de fondo, implica dos tipos de consecuencias.

¿Cuáles serían las principales consecuencias sobre este punto?

Por un lado, que la política convencional implica lidiar con relaciones de fuerzas imposibles de modificar desde la gestión de lo existente. Y en segundo lugar, que es preciso contactar con un reverso de lo político donde personas y grupos crean sensibilidades y estrategias diferentes. El problema de los movimientos que se vuelven oficialistas es que maltratan este reverso. Lo consideran pre-político. Y se dedican a infantilizarlo. Pienso que la agresividad capitalista en aumento tiende a escindir a las fuerzas políticas transformadoras en dos movimientos disociados: por un lado, a nivel de lo político convencional, la participación en frentes políticos defensivos, por otro, a nivel de un reverso de lo político, una resistencia a los modos de mando y de vida propiamente neoliberales que no encuentra expresión, traducción ni representación propiamente política.

Paulo Freire ya hablaba en los años 60 de la necesidad del ascenso social de los trabajadores, pero teniendo en cuenta que había una construcción pedagógica que hacía que, al ascender, se volvieran conservadores para cuidar sus bienes y eso se verificaba en sus elecciones políticas futuras. ¿Aprendimos la lección?

Lo que aprendimos, me parece, es que el problema de la educación y de la toma de conciencia se ha vuelto más complejo, y que las formas pedagógicas de la emancipación son ineficaces cuando están separadas de experiencias más generales de cuestionamiento al orden. Lo hemos visto en torno al consumo.

En 2015, cuando Macri ganó las elecciones, muchas personas razonaron que el problema fue la falta de explicaciones ligadas a los beneficios materiales de la década previa. Estas personas pensaban que la experiencia política consistía en el lazo entre dos procesos complementarios: por un lado, el acceso al consumo, y por otro, las explicaciones pedagógicas que apuntan a la conciencia. Y bien ¿Dónde estuvo el error, según este modo de pensar?

¿En dónde ves estos «errores» que comentás?

Algunos concluyeron que falló la explicación (¡la gente no supo “entender”, por fallas del maestro!). Otros directamente echaron la culpa a los supuestos beneficiados (el pueblo se mostró desagradecido con quien lo benefició). Hubo finalmente, quienes concluyeron que los beneficios, quizás no fueron tantos, ni tan sostenidos. En todos los casos, aquella derrota política quizás nos permita plantear el problema de otro modo: las modalidades de consumo son ya, ellas mismas, explicaciones sobre el mundo, la sociedad y el deseo. Y no hay modo de sustituir estas explicaciones por otras, sin afectar los modos mismos en que se produce y se organiza la experiencia neoliberal del consumo.

Fuente: Tercera información 

Imagen:  Bernardino Ávila

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Argentina: La resistencia carcelaria, antídoto contra la “amnesia” colectiva

Por: Sergio Ferrari

No fue apenas una amenaza aislada sino una política sistemática de destrucción aplicada día tras día, sin tregua, que incluso terminó con la vida de algunos detenidos.

Tercera edición del libro Del otro lado de la mirilla

 

El próximo 18 de marzo se presenta en Santa Fe, Argentina, la tercera edición del libro Del otro lado de la mirilla que recopila los testimonios anónimos y colectivos de ex presos políticos de la prisión de Coronda durante la última dictadura. Seis días después, el 24 de marzo, se cumplen los 45 años del golpe militar que abrió en ese país sudamericano una de las páginas más represivas, dramáticas y dolorosas de América Latina. “Entendemos esta nueva edición de tres mil ejemplares como un aporte más a la lucha por la memoria y contra el olvido”, subraya Victorio Paulón. Dirigente sindical metalúrgico en los años setenta, actual secretario de derechos humanos de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), fue uno de los 1153 presos políticos que pasaron por esa cárcel emplazada en la provincia de Santa Fe, a 450 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. “No nos consideramos víctimas, sino parte de una generación de resistencia” subraya Victorio Paulón al iniciar este diálogo exclusivo.

 

P: El prólogo de Del otro lado de la mirilla la presenta como una obra colectiva, anónima. ¿Por qué tal definición?

 

R: Hace referencia a algo maravilloso. ¿A quién se lo podría ocurrir un libro de setenta, ochenta o cien autores? Y nuestro libro no se trata de una enciclopedia ni de un diccionario ilustrado. Es una experiencia colectiva hija de varios años de convivencia en condiciones horribles de persecución y tortura sistemática. Cuenta el día a día de la vida de los presos políticos de la dictadura en condiciones de aislamiento y restricción sin límites. Aislados, sin visitas, sin recreo, sin permitírseles hablar entre sí, golpeados físicamente y hostigados psicológicamente, día y noche, lograron soportar resistiendo y superar las normas impuestas para encontrarse, comunicarse a través de las paredes, las ventanas, los sanitarios. Mantuvimos una resistencia colectiva al límite de lo imposible. Con algo no menos genial: una cuota permanente de humor como un soporte esencial para la sobrevivencia.

 

Jugar al gato y al ratón

 

P: ¿Qué significa, en este caso, la resistencia colectiva?

 

R: Una voluntad unitaria de centenares de compañeros que compartíamos un mismo pabellón, la misma cárcel. Sentir el sufrimiento del otro como propio. Saber que el compañero de la celda de al lado estaba dispuesto a dejar su vida por defender la del otro. Además, pienso también a una inteligencia colectiva que permitió el funcionamiento grupal, esquivando el control de los guardias.

 

Se inventó “el periscopio”, un espejo hecho con un pedacito de vidrio pulido en sus bordes, humeado con fósforo de un lado, envuelto en plástico derretido, sostenido por un palillo de escoba. Lo sacábamos por los agujeritos para la respiración que tenía en su parte inferior la puerta de la celda. El periscopio servía para ver cuando los guardias entraban o salían a nuestro pabellón. Soporte de un *juego* constante de ratones con el gato represor. Cuando comprobábamos que los carceleros estaban fuera del pabellón, en su propia sala de guardia, era el momento favorable para el estudio, los ejercicios físicos, el intercambio con los otros compañeros por las ventanas o bien por los sanitarios. Un sofisticado sistema de “palomas” (hilos de plástico del tipo de tanza para pescar) permitía los envíos de pequeños paquetes de una celda a otra.

 

P: ¿Es esta vida cotidiana la que 20 años después recrearon en Del otro lado de la mirilla?

 

R: Así es. El recorrido del relato transcurre entre fines del año 1974 y mediados del 1979, cuando Coronda dejó de albergar a presos políticos que fueron trasladados a otros penales. Junto con ese cierre, se comienza a alimentar la memoria de esa maravillosa historia de resistencia en una situación tan brutal como desigual. Todas las vivencias transcurrieron en ese lapso y fueron rescatadas 20 años más tarde en varios encuentros de ex presos. Y se convirtieron en papel y tinta de autoría colectiva. Su lectura sirve para comprender que no nos consideramos víctimas sino resistentes. Nadie pensó nunca ser un héroe, sino que fuimos parte de un colectivo de sobrevivencia, lucha y solidaridad. Fueron necesarios 20 años para que en el 2003 apareciera la primera edición de Del otro lado de la mirilla. ¿Por qué ese tiempo de dos décadas? nos preguntamos muchas veces. Aunque en nuestro colectivo hay escritores, sociólogos, historiadores, periodistas, pienso que nadie se sintió con la autoridad moral y política de escribir en tanto individuo, solo, esa historia que le pertenece a los 1.153 presos políticos que pasamos por Coronda.

 

Tercera edición con “final feliz”

 

P: ¿Hay alguna diferencia entre esta 3era edición de Del otro lado de la mirilla con respecto a las otras dos anteriores?

 

R: La versión original se compone de testimonios compaginados en 38 capítulos que conforman un mosaico de vivencias de la resistencia carcelaria. Ahora, la completamos con un capítulo final – acompañado de un cuadernillo con fotos y dibujos en color- que trata sobre el juicio a los comandantes de Gendarmería que fungieron como directores del penal en esa época. Y que concluyó el 11 de mayo del 2018 con severas condenas de 22 y 17 años de prisión por crímenes de lesa humanidad contra los dos acusados. En esta 3era edición actualizamos la introducción y el prólogo, adaptándolo al paso del tiempo y pensando en los jóvenes de hoy como principales destinatarios. Tratamos de compartir ciertas claves de comprensión sobre como la resistencia colectiva y unitaria de ayer puede aportar a los nuevos actores sociales de hoy. Además, esta 3era edición se enriquece con los retornos extraordinariamente positivos de la edición de nuestro libro en francés, publicado el año pasado en Suiza con el nombre de Ni fous, ni morts (Ni locos, ni muertos), que está teniendo una enorme receptividad incluso entre el público joven europeo francófono (https://www.nifousnimorts.com/ )

 

Ni locos, ni muertos. La memoria viva…

 

P: Del otro lado de la mirilla y Ni locos, ni muertos: dos títulos, un mismo contenido, una denominación muy fuerte.

 

R: Coronda durante la Dictadura argentina de (1976-1983) implementó un régimen cotidiano que respondía a la política aplicada en todas las cárceles y centros de detención con el objetivo del aniquilamiento del que piensa distinto. Esa política se resume en aquella frase del director del penal, el comandante de Gendarmería Adolfo Kushidonchi (condenado luego a 22 años de cárcel): “Ustedes no van a salir más de aquí. Y si llegaran un día a salir, saldrán muertos o locos”. No fue apenas una amenaza aislada sino una política sistemática de destrucción aplicada día tras día, sin tregua, que incluso terminó con la vida de algunos detenidos.

 

P: Pareciera que la MEMORIA sigue siendo para los ex presos políticos de Coronda una brújula innegociable…

 

R: Sin duda. Pero aclaro que no es un tema esencial solo para nosotros. Sino también para muchas-os otra-s ex presa-os política-os, como las compañeras que estuvieron detenidas en la Cárcel de Devoto durante la dictadura y escribieron Nosotras, presas políticas, una obra ejemplar. Y que siguen elaborando también “su” historia colectiva. El trabajo de memoria sigue siendo esencial para las organizaciones de derechos humanos, y para las-los familiares y sobrevivientes del Terrorismo de Estado. ¿Cómo explicar, si no, que, en los últimos quince años en muy diversos procesos, han sido sentados en el banquillo de los acusados más de 1000 represores de la última dictadura? Y que los juicios continúan… La MEMORIA tiene un valor político, sociológico, social, ideológico enorme en la sociedad argentina. Creo que es una realidad que encuentra pocas comparaciones en otros países que han vivido dictaduras y dramas represivos. Estamos convencidos que la memoria hace a la identidad misma de un pueblo. Y es imposible aspirar o construir una sociedad efectivamente democrática con olvido, negacionismo o impunidad.

 

Tema universal

 

P: ¿Las vivencias y relatos de ese campo de destrucción física, psicológica, ideológica, tal como usted lo describe, puede compararse a otras realidades?      ¿Piensa que de trata de una temática de valor global?

 

R: Sin duda. Y está estrechamente ligado a la pregunta esencial sobre ccuál es el límite físico y psíquico ante el tormento sistemático. La respuesta está aún pendiente. Los ex presos políticos de Coronda recorrimos un camino y dejamos este testimonio. Vehiculiza una respuesta, la nuestra, para soportar un régimen carcelario inhumano, durante años. Y también encierra una clave de sobrevivencia: la resistencia colectiva y organizada no ha encontrado aún ninguna otra forma que la supere en situaciones límites y en condiciones desiguales.

 

Abu Ghraib, Guantánamo, y muchas otras cárceles en el mundo, aplicaron y lo siguen haciendo, estos métodos perfeccionados en la brutalidad.

 

Tomar conciencia de esta vejación que no solo se limita a una cárcel en Argentina, está a la base del compromiso personal y colectivo con la MEMORIA, la justicia, el castigo y la reparación. No por casualidad muchos de los protagonistas de Del otro lado de la mirilla son todavía activos militantes en defensa de los derechos humanos, sindicales, asociativos, políticos etc. La brutalidad policial, hija de las dictaduras militares, ha penetrado profundamente en las estructuras de los cuerpos armados que nos controlan en lugar de protegernos. Del Otro Lado de la Mirilla, en tanto experiencia colectiva desafía a las teorías represivas que pretenden el aniquilamiento de todo opositor. E insisto sobre el valor de nuestra experiencia. El poder que detentan los poderosos es un tema universal, al igual que la resistencia de los pueblos ante la injusticia. Las formas varían a lo largo de la historia de la humanidad y según las características propias de cada sociedad, pero, esencialmente, se trata de un mismo tema: la eterna disputa entre quienes sojuzgan a los pueblos y quienes anhelamos a vivir en libertad. En síntesis, como lo mencionamos en la introducción de esta 3era edición de Del otro lado de la mirilla, cuál es la diferencia entre ser asesinado en un campo de exterminio europeo o en uno en América Latina; entre morir enfrentando a una dictadura latinoamericana o en las aguas del Mediterráneo escapando de las hambrunas, las guerras o como refugiado climático. Reconstruir la historia de las luchas por la emancipación de los pueblos es un aporte a la memoria universal y un antídoto contra la repetición de las brutalidades recurrentes del poder. Y un antídoto contra la amnesia colectiva como dijo Eduardo Galeano comentando nuestro libro en 2003.

 

Más información: https://elperiscopio.org.ar/

 

Cuadrito

 

 El poema de la vida en resistencia

 

“La verdad vive en un pozo…, ¿cómo sacarla? Las historias no empiezan, las historias suceden y no tienen un principio. O al menos ese principio no se ve, se escapa, porque ya estaba inscripto en otro principio, en otra historia. Tal vez la cercanía de la muerte nos hizo estar tan unidos. Y ya no pudimos despegarnos. El verdadero protagonista de la historia que hemos vivido, no somos nosotros, es la historia que hemos vivido”, reflexiona en voz alta Jorge Miceli, ex preso político de Coronda, poeta, actor y titiritero cuando piensa a Del otro lado de la mirilla. Y el verbo se hace poesía y la memoria verso…

 

“En atletismo existe una carrera en equipo llamada de postas o de relevos. Cada uno de los corredores de un equipo recorre una determinada distancia y allí lo espera un compañero a quien le debe entregar un tubo de unos 30 cm llamado testimonio o testigo. Algo parecido, aunque difícil de visualizar, ocurre en la historia de un país: cada generación entrega su “testimonio” a la que sigue para continuar su interminable carrera. Carrera de relevos generacionales que van tejiendo la trama política, social, cultural de un pueblo.

 

Esa inmensa trama sufrió en la Argentina un inmenso tajo producido por una bayoneta en la década de 1970. Por ese espantoso agujero negro cayeron 30 mil corredores, compañeros, militantes portadores de testimonios valiosos difíciles de suplantar. Otros quedaron aferrados a los bordes de la trama, resistiendo a rabia, a diente, a imaginación la cruel tempestad desatada por una dictadura cívico militar eclesiástica.

 

Y la generación que continuó la carrera de relevos después de la tormenta, extendió su mano para tomar el testimonio, pero su mano estaba vacía. No había nadie detrás. Lo que quedó de esa diezmada generación de las décadas de 1960/70, aferrada a los bordes de ese tajo criminal, fue subiendo lentamente tratando de unir los bordes, hilo a hilo, hebra a hebra.

 

Había que reparar la trama, continuar la carrera, entregar el testimonio. Ellos y ellas son miles. Cientos de ellos, “locos Quijotes de Coronda”, resistieron la dictadura de forma solidaria y colectivamente, y colectivamente decidieron escribir su testimonio. Colectivamente escribieron “Del otro lado de la mirilla” que se transformó en “Ni locos ni muertos “en su traducción al francés y ahora vuelve a ser reimpreso, enriquecido. Luchadores empecinados siguen diciendo “aquí no se rinde nadie” y extienden orgullosos su testimonio a las jóvenes manos que se están extendiendo para recibirlos. (SFi)

Fuente e imagen: https://www.alainet.org/es/articulo/211381

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Despatriarcalizar la memoria: evocaciones a partir de Rosa

Escrito por: Mariana Menéndez Díaz

Apelamos a la memoria larga y cantamos en las calles “somos la nietas de todas las brujas que no pudieron quemar” y en ese grito trajimos a nosotras toda la fuerza de aquellas mujeres que lucharon antes. Entre esas brujas, llegó Rosa.


A Mariana y su hija Matilda, para celebrar la vida nueva

Las luchas pasadas le regalan al presente pistas para la transformación, la memoria colectiva se activa entra en conversación y reescribe la historia. La rebelión feminista de estos últimos seis años en el Río de la Plata trajo consigo bellas palabras e imágenes del pasado. Buceamos lejos en el tiempo ávidas de palabras que nos ayudaran a nombrar nuestra experiencia, nos fuimos enlazando con tradiciones de luchas diversas. Mezclamos todo porque no nos creemos que de lo Uno, lo homogéneo, nazca la fuerza. Apelamos a la memoria larga y cantamos en las calles “somos la nietas de todas las brujas que no pudieron quemar” y en ese grito trajimos a nosotras toda la fuerza de aquellas mujeres que lucharon antes, incluso antes que el capitalismo se consolide como el sistema de muerte que conocemos.

Entre esas brujas, llegó Rosa. Sus textos circularon entre nosotras en distintos momentos. También leímos sus cartas personales y vibramos con sus deseos, miedos y preocupaciones. Han sido sobre todo los desafíos que abrió el paro del 8M del 2017 lo que nos llevó a releer sus reflexiones sobre la huelga, y en general nuestra búsqueda de entrar en conversación con las mujeres que lucharon antes a retomar otras aristas de su pensamiento. Rosa ha sido siempre un nombre icónico para las que venimos de las experiencias de izquierda pero ahora podíamos revistarla con nuevas preguntas.

La larga pollera de Rosa

Una amiga y compañera de Minervas, Mariana, me dijo que cuando pensaba en Rosa siempre le venia a la cabeza su larga pollera. ¡Es cierto! Al inicio de nuestra experiencia feminista siempre nos impactaba mucho su cuerpo de mujer en medio de la política masculino-patriarcal de izquierda. Tengo grabada la imagen de su pollera en medio de un acto, tomando la palabra rodeada de varones. Pero las imágenes, como las palabras, pueden ser fuente de fuerza y sentido o piedras que aplastan la imperiosa necesidad de significar cada experiencia de lucha a partir de sí y en diálogo con el pasado. Dicho de otro modo, a veces la imágenes se cristalizan y se constituyen en modelos a seguir, en referencias idealizadas siempre frustrantes que nos hacen sentir que nunca estaremos a la supuesta altura de los acontecimientos. Y el nombre de Rosa lo han usado muchas veces en nuestra contra para achacarnos su grandeza y escupirnos impotencia.

Pero por suerte muchas veces las imágenes se vuelven inspiradoras[1], se componen con otras y dejan pasar a través de sí nuevos deseos de revolucionarizar. Entonces en lugar de modelo a seguir nos  fuimos haciendo amigas de Rosa, leímos sus cartas de amor, supimos de su gusto por las plantas, los pájaros y la lectura[2]. Nos emocionamos con su deseos de una vida tranquila y tal vez hijxs. Nos regocijamos con su testimonio de que su yo íntimo se parecía más a los gorriones que a sus camaradas. Todos esos gestos vitalistas que la alejan del bronce y la acercan a la sensibilidad de una mujer que vibra con la vida y la lucha, y no las separa. Pienso en Audre Lorde (2003), quien afirmaba que no pensaba renunciar a ninguna de las dimensiones de su experiencia, y evocar a Rosa implica retomar toda la polifonía de su existencia y creatividad. Pensarla como militante revolucionaria y como teórica, y también como mujer y como judía. Todos sus desacatos y sus pasiones por lo vivo los guardamos como un tesoro. En palabras de otra amiga “ella nos cuida y nos ronda”, algo así como un paganismo feminista.

Cada fragmento de su vida y su pensamiento, como el de otras tantas luchadoras, tienen para nosotras un valor incalculable porque ha sido un arduo trabajo retejer memorias a contrapelo de las narrativas dominantes en el campo de las luchas. Porque la memoria es un terreno de disputas, y si la historia oficial siempre olvida a los vencidos, al decir de Benjamin, al interior de los vencidxs se dan injusticias similares[3]. Los relatos suelen estar centrados en protagonismos masculinos y blancos o blanquizados y en el terreno del conflicto capital-trabajo asalariado. Retomar otros  hilos de memoria, tomarse en serio el pensamiento político elaborado por mujeres teóricas y militantes y alumbrar otros terrenos de lucha, como por ejemplo las luchas reproductivas, son modos de despatriarcalizar[4] la memoria. Pero no solo se trata de señalar la producción de olvido y desarmar las genealogías patriarcales – y coloniales- sino de “habilitar un retejido de memoria que recupere a las mujeres y sus horizontes políticos, que permita inscribirse en linajes feministas (…) pensar la memoria desde una clave reapropiatoria, en tanto despatriarcalizar supone establecer estrategias contra el despojo y la expropiación” (Sosa, Menéndez & Castro: 2020).

El ejercicio de inscribimos en linajes feministas, abiertos y plurales, como plantea nuestra compañera Noel Sosa (2020) es un proceso para desplazarnos de la orfandad en la que han querido instalarnos; a contra pelo de la separación creada entre nosotras por el pacto entre varones nos disponemos a retejer diálogos con las mujeres que lucharon antes sin mediaciones patriarcales (Gutierréz, Sosa & Reyes, 2018). En este sentido, son conocidos los debates interminables entre feminismos e izquierdas, y el tal “matrimonio mal avenido”[5], aquí en nuestro país se habla también de un amor no correspondido. En cualquiera de los dos casos mas vale huir, y desordenar para armar otras constelaciones posibles. La relectura y los diálogos con la obra de Rosa en medio del tiempo de rebelión feminista es parte de estas nuevas constelaciones.

Conversaciones con Rosa

Para nosotras ha sido una conversación plural y a dos tiempos, porque leíamos a Rosa a la vez que íbamos encontrando los debates que diversas mujeres en los años 60’ y 70’ mantenían entre sí respecto a Rosa. Por ejemplo el filoso libro de Raya Dunayevskaya, “La liberación femenina y la filosofía marxista de la Revolución” (1981), donde la autora en el segundo capítulo retoma el pensamiento de Rosa y de Marx en diálogo con la lucha por la liberación femenina y negra. Raya afirma que el movimiento de liberación femenina de su época no se pareció en nada al anterior, porque implicó la novedad de proceder de la propia izquierda y a la vez dirigió duras críticas contra ella. En los 70’ esos conflictos y fricciones incluían la figura de Rosa, y las consideraciones acerca de su posicionamiento feminista y su rol en la lucha de las mujeres respecto a la política partidista. Desde los feminismos negros Doris Wrigth plantea: “Dejen de hablarnos, ni aún con las voces de las mujeres (de la antigua izquierda), de lo grande que fue el Movimiento de Mujeres Socialistas Alemanas. Ya sabemos cuántos grupos de trabajadoras organizó Clara Zetkin (…) Y también sabemos que ninguna de ellas, había expuesto el chauvinismo masculino en el partido (…) Ahora les preguntamos ¿es accidental que los dirigentes varones del SPD se lanzaran tan fácilmente a aquellas malolientes observaciones chauvinistas masculinas cuando Rosa Luxemburgo rompió con Kaustky y Bebel?”[6]. Gestos como este generaba tirria entre las feministas ya que implicaban la utilización por parte de los varones de izquierda del nombre de Rosa para menospreciar la lucha feminista y silenciar las criticas en nombre de la disciplina partidaria.

Dunayevskaya (1981) por su parte crítica las posiciones feministas que no retoman el pensamiento político de Rosa aduciendo que no tenía nada que decir sobre la política feminista, porque ve en ello una gran pérdida para lucha por la liberación de las mujeres. Es más, la autora afirma que no se puede leer la relación entre Rosa y Clara sin comprender su profunda amistad política y alianza, y esto incluye su trabajo mancomunado en el movimiento de mujeres. Además sabemos que Rosa elaboró varios artículos sobre la lucha de las mujeres en el periódico alemán “Igualdad” dirigido por Zetkin y en otras publicaciones. Por ejemplo, en 1902 escribe: “(…) con la emancipación política de las mujeres, un fresco y poderoso viento habrá de entrar en la vida política e intelectual (de la socialdemocracia) disipando la atmósfera sofocante de la actual vida familiar filistea que tan confundiblemente pesa sobre los miembros de nuestro partido, tanto en los obreros como en los dirigentes” (Luxemburgo citada por R. Dunayevskaya). Recordemos que algunos años después, en medio de la revolución rusa se abre el debate sobre el matrimonio y la familia, el amor libre y el llamado matrimonio proletario en palabras de Lenin[7].

La huelga, su pensamiento y sus metáforas

Entre 1906 y 1909 se suceden una serie de huelgas en Rusia y en su tierra natal Polonia, un terreno fermental para el pensamiento de Rosa quien saco importantes conclusiones teóricas y político-organizativas a partir de dichos acontecimientos revolucionarios.  En ese periodo escribe dos textos claves, ahora muy conocidos, “Huelga de masas, partido y sindicatos” y “La revolución rusa”. No es casualidad el revuelo y las estrategias de borramiento que provocaron ambos, tanto en Alemania como en Rusia. En el primero Rosa proponía, interviniendo en un debate crispado entre anarquistas y marxistas, la huelga de masas como elemento central de la estrategia revolucionaria. Afirma que la organización no precede a la acción, y plantea repensar la relación entre “dirección consciente” y espontaneidad, “Si el elemento espontáneo desempeña un papel tan importante en las huelgas de masas en Rusia, no es porque el proletariado ruso sea «insuficientemente educado», sino porque las revoluciones no se aprenden en la escuela” (Luxemburgo, 2015: 66).

Más que enseñar en los tiempos extraordinarios de rebelión/revolución se trata de aprender. Su modo de acercarse a las huelgas nos muestra una práctica de pensamiento que teoriza a partir del despliegue concreto y situado de la lucha[8]. Donde teorizar no es una abstracción desentendida de los procesos y acontecimientos sociales, sino una elaboración permanente que es capaz de dar cuenta de los movimientos, de los desplazamientos. Donde se parte de una experiencia subjetiva antagonista, que integra procesos vividos en primera persona, para crear un conocimiento localizado[9] valiosísimo. Un modo en sintonía con la acepción de teoría como aquella “visión o perspectiva alcanzada tras un viaje corporal, cognitivo y espiritual” (Brown, 2019: 95).

Para Rosa cada huelga elabora su propio pensamiento político, en sus palabras no puede ser “ejecutada con prudencia y según un plan decidido por las instancias supremas de los sindicatos, vemos un fragmento de vida real hecho de carne y de sangre que no se puede separar del medio revolucionario en su totalidad” (Luxemburgo, 2015: 57). Y para describir ese cuerpo vivo hecha mano a bellas metáforas acuáticas, para dar cuenta del movimiento permanente y lo interconectado dice  “(…) todas esas formas de lucha se entrecruzan o se rozan, se atraviesan o desbordan una sobre la otra; es un océano de fenómenos eternamente nuevos y fluctuantes” (Luxemburgo, 2015: 58).

En sus ideas y metáforas resuenan nuestras huelgas feminista (8 de marzo, 2017-2020), en la posibilidad de construir un cartografía concreta y situada de las potencias y los límites de la lucha. Porque como dice Rosa la huelga no es un acontecimiento único sino un proceso, de él surgen renovadas estrategias y formas de antagonismo – en nuestro caso antipatriarcales, pero no sólo-. No hay proyección y plan fijo posible, allí donde aparece un límite inamovible acontece un desplazamiento capaz de remover profundamente lo que pensábamos. La huelga feminista, tal como se desplegó en el Río de la Plata, Uruguay y Argentina, no sólo habilitó procesos de auto organización, sino que permitió un nuevo desborde de la lucha feminista (Menéndez, 2019). Porque si bien el catalizador central de las acciones masivas en las calles fue la impugnación a la violencia feminicida, la herramienta de huelga recreada por la política feminista permitió señalar la relación orgánica entre violencia y acumulación capitalista (Gago, 2019), o como afirma Cristina Vega (2019) enlazó el problema de la violencia machista con el de la explotación. Es más, transformo de forma honda los debates sobre las posibilidades de transformación social en  nuestra región, visibilizando y dándole carácter político al trabajo de reproducción y sostenimiento de la vida. Trabajo central para seguir con vida, ganar terreno en nuestra posibilidades de autodeterminación y mantener abierta la lucha, o como dice Silvia Federici  “la zona cero de la revolución”. Nuestra huelga posee su propio pensamiento, y Rosa lo ha nutrido como las abuelas amorosas nutren a sus nietas.


[1] Un debate similar sobre las imágenes de cambio es trabajado por Amador Fernández-Savater en su libro Habitar y gobernar. Inspiraciones para una nueva concepción política.

[2] Ver de Pierina Ferreti, (2020) “Rosa, la última lectora” 

[3]Se puede consultar para este debate: Diego Castro (2019) Autodeterminación y composición política en Uruguay. Una mirada a contrapelo de dos luchas pasadas que produjeron mandatos. Tesis para obtener el grado de Doctor en Sociología. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

[4]La propuesta de despatriarcalización  es trabajada por Mujeres Creando (Bolivia) y por una de sus fundadoras María Galindo en No se puede Descolonizar sin Despatriarcalizar, 2013.

[5]Título del articulo clásico de Heidi Hartmann, “Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva entre marxismo y feminismo”.

[6]Doris Wright, “A Black Woman Writes” (1971) citada por Raya Dunayevskaya en Rosa Luxemburgo. La liberación femenina y la filosofía marxista de la revolución.

[7]Se puede consultar Wendy Goldman (2010). El Estado, la mujer y la revolución. Buenos Aires: Ediciones IPS.

[8]Raquel Gutiérrez desarrolla este debate en Los ritmos del Pachakuti: movilización y levantamiento indígena-popular en Bolivia, 2009.

[9]La idea de localización es una propuesta de la feminista Adrianne Rich en su texto “Apuntes para una política de la ubicación”, 1984.

Referencias

Brown, Wendy ( 2019). Estados de agravio. Poder y libertad en la modernidad tardía. Madrid: Lengua de trapo.

Dunayevskaya, Raya (2005). Rosa Luxemburgo. La liberación femenina y la filosofía marxista de la revolución. México: Fondo de Cultura Económica.

Gago, Verónica (2019). La potencia feminista. O el deseo de cambiarlo todo. Buenos Aires: Tinta Limón.

Federici, Silvia (2010). Reencantar el mundo. El feminismo y la política de los comunes. Buenos Aires: Tinta Limón.

Lorde, Audre (2003). La hermana, la extranjera. Madrid: Horas y horas.

Luxemburgo, Rosa (2012). Cartas de amor. Montevideo: Casa Bertolt Brecht – FRL.

Luxemburgo, Rosa (2015). Huelga de masas, partido y sindicatos. Madrid: Siglo XXI.

Luxemburgo, Rosa (2017). La revolución rusa. Madrid: Akal.

Menéndez, Mariana (2019). “Entre mujeres: nuestro deseo de cambiarlo todo. Apuntes sobre el reemerger feminista en el Río de la Plata”. En Producir lo común. Entramados comunitarios y lucha por la vida, VV. AA. Madrid: Traficantes de sueños.

Sosa, Maria Noel (2020) De la orfandad al linaje. Hacia una genealogía de las luchas feministas en el Uruguay post dictadura. Tesis para optar por el título de Doctora en Sociología, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Sosa, María Noel, Menéndez, Mariana y Castro Diego (2021). “Despatriarcalizar y desestatalizar la memoria de las luchas sociales” (en prensa).

Vega, Cristina (2018). Rutas de la reproducción y el cuidado por América Latina. Apropiación, valorización colectiva y política. En Comunalidad, tramas comunitarias y producción de los común. Gutierrez, Raquel (coord). México: Editorial Pez en el árbol.

Fuente:  https://zur.uy/despatriarcalizar-la-memoria-evocaciones-a-partir-de-rosa/

Imagen:  Agustina Faulord

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Un año de COVID: Informe demoledor de la Organización Mundial de la Salud sobre las políticas en los países occidentales

Fuentes: De Wereld Morgen

La Organización Mundial de la Salud expone en un informe tajante el cúmulo de fallos. Describe cómo los gobiernos y las organizaciones de salud pública de todo el mundo han sido lentos e ineficaces a la hora de responder al coronavirus. Sorprende la torpeza de muchos países occidentales.

Sin preparación

El informe, elaborado por un grupo de expertos,icomienza afirmando que el mundo no estaba preparado para esta pandemia. Sin embargo, durante décadas se había predicho que era inevitable una pandemia viral de este tipo.

Hace cinco años la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que había una necesidad urgente de investigar más sobre los coronavirus. Para los gigantes farmacéuticos esa investigación no era rentable en aquel momento y, por lo tanto, apenas se realizó. El afán de lucro primó sobre el interés general.

Ignorar las advertencias

Entonces llegó la pandemia. A principios de enero de 2020 se descubrió un nuevo coronavirus en Wuhan. El 24 de enero quedó claro que este virus podía transmitirse de persona a persona y que además era muy contagioso. Una semana después, el 30 de enero, la OMS declaró una emergencia médica internacional.

Algunos países no esperaron a esa declaración y pasaron inmediatamente a la acción. Así es como Vietnam ya introdujo el distanciamiento social y el endurecimiento de los controles fronterizos desde mediados de enero. Ya el 12 de enero (¡!) Taiwán envió a dos epidemiólogos a Wuhan para estudiar el virus. Desde principios de febrero en muchos aeropuertos de África se examinó sistemáticamente a los viajeros extranjeros

Tanto la OMS como otros organismos emitieron repetidas advertencias señalando la gravedad de la situación. Pero la mayoría de los países occidentales pensaban que eran inmunes. “Demasiados países desatendieron esa señal”, dice el informe.ii

Los países occidentales sólo tomaron medidas reales a partir de mediados de marzo, después del desplome de los mercados bursátiles (el 12 de marzo). Según el grupo de expertos, “solo unos pocos países aprovecharon plenamente la información disponible para responder ante las pruebas de una epidemia emergente”.

Un tiempo precioso perdido

De este modo, se perdió un tiempo especialmente valioso, al menos un mes y medio. Sin embargo, cada día cuenta en el inicio de una epidemia. En la fase inicial de la primera ola, es decir, antes de que se impusieran las medidas de protección, el virus se multiplicó por diez cada diez días. Es decir, si los gobiernos occidentales hubieran intervenido diez días antes, la tasa de infección (la curva) y el número de muertos habrían sido diez veces menores.

Debido a esta reacción tardía las salas de la UCI se llenaron rápidamente a expensas de otros pacientes que requerían operaciones urgentes, lo que también incrementó el número total de muertes. La consecuencia queda clara en el gráfico.iii Richard Horton, redactor en jefe de la célebre revista médica The Lancet, concluye que la mayoría de las muertes por COVID en Bélgica se podrían haber evitado.

El informe también reprocha a las autoridades sanitarias su lentitud a la hora de responder a los primeros indicios de que personas sin síntomas también podrían difundir el nuevo coronavirus. Sin embargo, informes de China y Alemania ya habían documentado este fenómeno en una fase temprana. Pero las principales autoridades sanitarias, incluida la propia Organización Mundial de la Salud, dieron consejos contradictorios y a veces engañosos.

Políticas torpes

La mayoría de los gobiernos occidentales se negaron a aprender de las experiencias de los países que habían sido los primeros en verse afectados. Medidas evidentes como el distanciamiento social o el uso de mascarillas se convirtieron en nuestras regiones en temas de debate político. Se descartaron los confinamientos porque no encajaban con nuestros “valores occidentales”… hasta que, por supuesto, no tuvimos otra opción.

En muchos países faltaron suministros esenciales al principio de la pandemia, como mascarillas, ropa protectora, oxígeno, respiradores, etc. El libre mercado no es aparentemente eficiente para hacer frente a una crisis sanitaria imprevista. Años y años de austeridad neoliberal también hicieron que faltara personal sanitario (suficientemente formado): quedó dolorosamente claro en nuestras residencias para personas mayores.

Salvo excepciones, los gobiernos no han logrado establecer un sistema eficaz de pruebas, detección y aislamiento necesario para controlar el COVID-19. En Bélgica este sistema aún no está a punto.

No hay confianza en el gobierno

En Occidente la desconfianza de la población hacia sus gobiernos era ya bastante elevada. La torpeza de las políticas relacionadas con el COVID no hizo más que aumentar esta falta de confianza. Sin embargo, esa confianza es esencial para lograr buenos resultados en una lucha contra una pandemia, algo que también nos enseñan las experiencias de los países asiáticos.

Como resultado de esta desconfianza, se reduce el cumplimiento de las medidas, proliferan las teorías conspirativas y abundan las ideas erróneas. Lo primero lleva a más infecciones y a una prolongación de las medidas de seguridad. Los otros dos factores hacen que las dudas sobre las vacunas sean alarmantes en muchos países.

El informe de la OMS lo resume así: “En algunos países la crisis de la COVID-19 ha puesto de relieve un déficit de confianza entre las personas, las instituciones y sus líderes. La falta de confianza también ha alimentado ‘la infodemia’iv y ha creado un círculo vicioso de desinformación y respuestas inadecuadas. Ese profundo déficit de confianza en combinación con el uso que se hace de las redes sociales […] y las repercusiones que esto conlleva muestran también el fracaso de una respuesta analógica [medios clásicos, n.d.r.] en una era digital”.

¿Tu dinero o tu vida?

Según el informe, los gobiernos se guiaron y se guían demasiado por consideraciones económicas, con la idea de que unas medidas demasiado estrictas perjudicarían demasiado a la economía. Un error.

“Una observación del Grupo previa a la realización de su estudio es que los resultados económicos han sido mejores en aquellos países que han aplicado debidamente medidas estrictas de control de la salud pública, que son, a su vez, los países en los que también se han registrado unos resultados sanitarios […] sustancialmente mejores que los resultados de los demás. El mismo patrón parece aplicarse al ritmo de recuperación: aquellas medidas de salud pública más estrictas vienen acompañadas de recuperaciones económicas más sólidas.”

La falta de una política firme ha provocado meses de (semi)confinamientos e incertidumbre en los mercados, lo que el año pasado costó a la economía mundial un 7%, es decir, 6 billiones de dólares. “Este es claramente un caso en el que la inversión de unos miles de millones puede suponer un ahorro de billones”, concluye el informe.

La debacle de las vacunas

En el pasado Tedros, Secretario General de la OMS, había expresado en repetidas ocasiones su enfado por el comportamiento acaparador de los países ricos con respecto a las vacunas. Mientras que los países ricos tendrán suficientes dosis este año para vacunar a sus ciudadanos de tres a cinco veces, una gran proporción de la población de los países más pobres no verá ninguna dosis.

El informe de la OMS es especialmente tajante al respecto: “No será posible aprovechar al máximo el potencial que ofrecen las vacunas si se deja que los criterios para determinar quién accede a ellas vengan dictados por el poder económico y los estrechos intereses nacionales […]. No podemos permitir que arraigue el principio de que resulta aceptable que los países de ingresos altos puedan vacunar al 100 % de su población, mientras los países más pobres deben arreglárselas con una cobertura de apenas el 20 %. El hecho de que una persona haya ido a nacer en Liberia, en Nueva Zelanda o en cualquier otro lugar no debería ser el factor que determine su lugar en la lista de las vacunación”.

Gráfico: ¿Cuándo se podrá disponer ampliamente de las vacunas contra el coronavirus?

El nacionalismo de las vacunas también es miope. En palabras de Tedros: “Cuanto más esperemos a proporcionar vacunas, pruebas y tratamientos a todos los países, más rápido se afianzará el virus, más cepas surgirán, más probable será que las vacunas actuales sean ineficaces y más difícil será la recuperación de todos los países. Nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo.”

El informe confirma esta opinión: “Solo la aplicación de principios de universalidad y equidad podrá hacer que el mundo salga unido de esta crisis”.

Mea culpa

El panel también hace autocrítica. La propia OMS no emprendió reformas fundamentales para prepararse para una pandemia. Pero el problema es más profundo. A la institución “le ha faltado poder para hacer el trabajo que se espera de ella”. Funciona sobre la base del consenso de los gobiernos nacionales y no tiene poder para hacer cumplir las normas. Según el informe, existe una enorme diferencia entre lo que se espera de la organización y la cantidad de dinero que recibe.

Todo esto “ha dejado al mundo peligrosamente expuesto, como demuestra la pandemia de COVID-19. Las consecuencias de esta pandemia deben servir para aprovechar una de esas oportunidades que se presentan una sola vez por generación: la de que los Estados miembros reconozcan como algo que redunda en beneficio común el hecho de que el sistema internacional disponga de un conjunto de herramientas debidamente reforzadas para cumplir firmes funciones de alerta de pandemia y contención de brotes”.

* * *

La coronapandemia es la mayor crisis sanitaria de los últimos cien años. Todas las crisis ponen a prueba la resistencia y la preparación de una sociedad. Para la mayoría de los países occidentales los resultados de esta prueba son devastadores.

Esperemos que esto nos ayude a deshacernos de nuestro obstinado sentimiento de superioridad hacia el resto del mundo. Pero más importante aún es que aprovechemos esta crisis para reflexionar detenidamente sobre dónde y por qué salieron mal las cosas, y qué se necesita para evitar una debacle semejante en el futuro.

El informe de la OMS confirma los análisis de Richard Horton, Michel Collon y otros.v Es sorprendente que los principales medios de comunicación no cubran o apenas cubran estas voces y se nieguen a abrir el debate fundamental sobre las políticas del COVID. Todavía queda mucho trabajo por hacer.

Traducido del neerlandés por Sven Magnus

Fuente: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2021/03/12/een-jaar-covid-vernietigend-rapport-van-de-wereldgezondheidsorganisatie-over-de-aanpak-in-de-westerse-landen/

Notas:

i El informe se presentó el 19 de enero. Fue preparado por un Panel de la Organización Mundial de la Salud, encabezado por Helen Clark, exprimera ministra de Nueva Zelanda y por Ellen Johnson Sirleaf, exresidenta de Liberia. El texto completo se puede leer aquí.

ii Por supuesto, el informe no habla explícitamente del fracaso de los «países occidentales». Pero si se consideran los países a los que se aplican las críticas del informe, se llega automáticamente a esa conclusión.

iii Fuente: The Economist; Worldometers.

iv El término ‘infodemia’ procede de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de una abundancia de información, tanto on line como off line, con el objetivo de imponer una visión dominante. “Incluye los intentos intencionados de difundir información errónea para socavar la respuesta de salud pública y promover agendas alternativas de grupos o individuos.”

v Richard Horton, ‘La catástrofe de COVID-19. What’s Gone Wrong and How to Stop it Happening Again’, Polity 2020; Michel Collon, ‘Planète Malade – Enquête & Entretiens’, Investig’Action 2020.

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Chile: Declaración contra la red creada por el Alcalde Alessandri para delatar a estudiantes del INBA

Santiago,15 de marzo de 2021

Con la publicación del medio digital Interferencia donde se denuncia el funcionamiento de un grupo de Whatsapp para espiar y delatar a estudiantes movilizadas/os del establecimiento educacional público Internado Nacional Barros Arana (INBA). elForo por el Derecho a la Educación Pública constata nuevamente que los defensores del mercado, a través de sus representantes en el gobierno y en las alcaldias, persisten en la persecución a estudiantes para tratar de controlar las legitimas aspiraciones de la sociedad en general para recuperar la educación pública para Chile.

Sin pudor ni vergüenza, el actual alcalde de Santiago y candidato a la reelección, Felipe Alessandri, encabezaba ungrupo de espionaje , delación y represión contra estudiantes del INBA, compuesto por efectivos de Carabineros de altagraduación de la 22º comisaria de Quinta Normal, funcionarios de la Dirección de Educación Municipal de Santiago ydirectivos y docentes del establecimiento que actuaban concertadamente y usando redes sociales para vigilar yposteriormente sancionar las actividades de dirigentes estudiantiles.

Repudiamos enérgicamente esta práctica, ilegal y criminal propia de una dictadura . Este tipo de acciones vulnera los derechos humanos de estudiantes, en su mayoría menores de edad, y exigimos que el Ministerio Público abra una investigación para que se sancione penalmente a

las y los responsables . Consideramos que este hecho representa una serie de prácticas de persecución sistemática contra comunidades educativas de los liceos públicos en Chile, en especial en la comuna de Santiago.

Rechazamos todo tipo de persecución y criminalización hacia estudiantes, incluyendo este tipo de prácticas, que se suman a las expulsiones arbitrarias, seguimientos, agresiones, y la propia Ley Aula segura que ha legitimado este orden represivo en las escuelas y liceos.

Desde el Foro por el Derecho a la Educación pública nos hemos organizado para transformar la educación como un derecho social, esto implica el derecho a la participación y libre expresión de todo miembro de la comunidad educativa. Fin al Aula Segura y todo tipo de criminalización de la protesta social.

¡Contra la delac ión de estudiantes organizadxs!

¡Basta de criminalización del movimiento estudiantil!

¡Derogar la Ley Aula Segura!

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