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Vuelven a las aulas alumnos de la isla de Pascua, Chile

América del sur/Chile/02 Julio 2020/prensa-latina.cu

La isla de Pascua (Rapa Nui) se convirtió en la primera municipalidad de Chile en reiniciar el curso escolar tras más de tres meses sin clases en todo el país por la pandemia de Covid-19.
La víspera se reinició el curso, aunque por ahora solo en la enseñanza media, en ese territorio ubicado en el océano Pacífico a más de tres mil kilómetros del continente, y donde desde hace más de dos meses no se presentaban casos de Covid-19 luego que las autoridades comunales aplicaran estrictas medidas de aislamiento.

Con ese aval, la vuelta a clases fue autorizada por los ministerios de Salud y Educación tras una petición presentada por el alcalde Pedro Edmunds, pero siempre con la aplicación de medidas de seguridad como el mantenimiento de la distancia física y el uso obligatorio de mascarillas por alumnos, maestros y funcionarios.

Al respecto, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, señalo que el reinicio del curso escolar en Rapa Nui es una ‘luz de esperanza’ sobre la posibilidad de que en otras zonas del país pueda hacerse lo mismo cuando existan condiciones.

Pero advirtió que por el momento no hay fecha para la vuelta a clases oficialmente debido a la magnitud de la pandemia en el país.

No obstante, según reportes de prensa, el archipiélago de Juan Fernández sería la segunda comuna del país en regresar a la modalidad presencial de educación, pues se ha mantenido libre de casos de Covid-19 durante toda la pandemia.

El alcalde Leopoldo González dijo que gracias al estricto control que se aplica a las personas que llegan a esas islas han podido mantenerse ajenos al nuevo coronavirus, y se prevé que el retorno a las aulas ocurra la próxima semana en la única escuela existente en ese territorio insular.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=378536&SEO=vuelven-a-las-aulas-alumnos-de-la-isla-de-pascua-chile
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Completa Uruguay reapertura de aulas presenciales en pandemia

América del sur/Uruguay/02 Julio 2020/prensa-latina.cu

El Ministerio de Educación de Uruguay abre hoy más aulas escolares en la tercera y última etapa de una reanudación docente bajo la emergencia sanitaria en el país y asistencia voluntaria de alumnos.
Con pronosticada baja concurrencia como las registradas dos anteriores fases, el 1 y el 15 de junio pasados, la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira, reiteró la difícil situación que entraña para sus colegas profesionales.

Puntualizó que implica un mayor esfuerzo para atender a grupos que están subdivididos a fin cumplir con el protocolo sanitario establecido, y la dificultad de sostener el distanciamiento entre los niños, sobre todo en los más chicos.

La dirigente sindical agregó que la respuesta de las familias, en cuanto a enviar o no a los menores a las escuelas, depende de la edad de los alumnos y del invierno, ya que ‘aún estamos en contexto de pandemia’.

Al menos el presidente del Consejo Directivo (Codicen) de la Educación Pública, Robert Silva, indicó que ‘por ahora seguimos con la asistencia voluntaria, mientras esté la emergencia sanitaria, primará el derecho de los padres a elegir enviarlos o no, antes que la obligatoriedad establecida por ley’

Dijo que permanecerán cerradas las escuelas en el departamento Treinta y Tres con un preocupante brote de la pandemia que hizo subir de 12 a 84 los casos activos de contagio en el país

Respecto al fronterizo territorio Rivera con Brasil en esta jornada comenzarán las clases presenciales en las escuelas de Tiempo Completo y Aprender y las presenciales en las escuelas comunes se aplazarán hasta el 13 de julio.

Durante las dos etapas previas de vuelta a las aulas, se completó en las escuelas rurales, arrancó en educación especial media y media superior, primera infancia, liceos públicos y privados y formación técnica.

En esta tercera ronda se habilita la docencia presencial a todo el país en los distintos niveles de enseñanza con la extensión a Montevideo y el área metropolitana que se mantuvo en suspenso y donde se pondrá a prueba si llegó el momento de la nueva normalidad en la esfera social probablemente más sensible.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=377603&SEO=completa-uruguay-reapertura-de-aulas-presenciales-en-pandemia
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Acusan al nuevo ministro de Educación de Brasil de mentir en su currículum

América del sur/Brasil/02 Julio 2020/milenio.com

El próximo ministro de Educación, Carlos Alberto Decotelli, está acusado de mentir sobre sus certificaciones de posgrado y sospechas de plagio en su maestría.

El próximo ministro de Educación de Brasil, Carlos Alberto Decotelli, podría perder el cargo tras sospechas en la falsedad en su currículum, el nuevo titular, tras la salida de Abraham Weintraub, defendió su historial académico pese a que una universidad argentina y una alemana negaron haberle otorgado los títulos de posgrado. Tesis no aprobada, sin títulos y posible plagio; las inconsistencias de Decotelli Decotelli, un oficial de reserva de la Marina y la primera persona negra designada en el gabinete del presidente Jair Bolsonaro, había escrito en su currículum: «Licenciatura en Ciencias Económicas (…), Maestría en la Fundación Getúlio Vargas, Doctorado en la Universidad de Rosario en Argentina, Posdoctorado en la Universidad de Wuppertal en Alemania». Sin embargo, este fin de semana la universidad argentina informó de que Decotelli cursó estudios de doctorado en ese centro, pero que su tesis final no fue aprobada, con lo que no obtuvo el título. La institución alemana también explicó que Decotelli cursó unas materias en Wuppertal, pero aclaró que no se trataba de estudios de postgrado y que no había obtenido título alguno de esa institución.  La Fundación Getulio Vargas, reconocido centro de estudios económicos y políticos de Brasil, informó de que abrió una investigación sobre la tesis de maestría presentada por Decotelli, aprobada en su momento, ya que han surgido sospechas de plagio en ese trabajo. Sobre eso, el ministró aceptó que podría haber habido una «distracción» (al detallar las fuentes usadas), pero no un plagio. «Se considera plagio cuando haces copiar y pegar. Y no fue eso». El currículum de Decotelli figura en una plataforma académica oficial y también dice que ha trabajado en el Instituto de Finanzas de Nueva York y en el Instituto Brasileño de Mercado de Capitales (Ibmec), y ejercido como profesor en varias universidades del país. Asimismo, que cursó estudios en la Escuela de Guerra Naval, en la que fue también profesor, y obtuvo por ello un honorario cargo de Oficial de la Reserva de la Marina, y que ejerció como presidente del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE), que depende del ministerio que ahora pasaría a dirigir. El propio futuro ministro explicó que mantendrá su postulación pese a las acusaciones contra su currículum. (AFP) Gobierno investiga el currículum de Decotelli Tras reunirse con Bolsonaro, Decotelli confirmó a periodistas que, pese a la polémica generada por los cuestionamientos a su currículum asumirá el cargo, si bien todavía no hay fecha para ello. El gobierno suspendió la ceremonia en que asumiría oficialmente el cargo, prevista inicialmente para este martes. Decotelli trató de justificar las inconsistencias halladas en su currículum. El mandatario, que según la prensa estaría barajando la posibilidad de nombrar a otro en el cargo, dijo más tarde en Facebook que Decotelli está «consciente de su equívoco» y destacó «su capacidad para construir una educación inclusiva». Decotelli fue designado para sustituir a Abraham Weintraub, un ferviente defensor de Bolsonaro envuelto en numerosas polémicas y será el tercero en asumir el cargo desde que inició el mandato de Bolsonaro en enero de 2019. El primero, que duró poco más de tres meses, fue el filósofo colombiano naturalizado brasileño Ricardo Vélez Rodríguez, que renunció tras implicarse en diferentes discordias con sectores del Gobierno y el Congreso de Brasil. Weintraub fue postulado por el gobierno para un cargo directivo en el Banco Mundial y un día después de su dimisión viajó hacia Estados Unidos, sin que aún esté claro si lo hizo con pasaporte oficial, al que ya no tendría derecho.

Con lo que muchos consideraron una «fuga» hacia Estados Unidos, el ex ministro dejó atrás numerosas polémicas y hasta investigaciones por el Supremo Tribunal de Brasil, a cuyos miembros llegó a tildar de «vagabundos» y sobre quienes dijo que deberían estar en la «cárcel».

Fuente e imagen tomadas de: https://www.milenio.com/internacional/latinoamerica/brasil-ministro-educacion-acusado-mentir-cv

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Entrevista a la Ministra de Ecuador Monserrat Creamer: “Uno de los retos ha sido evitar que nuestros niños abandonen la escuela”

Entrevista/02 Julio 2020/Autora: Soraya Constante/elpais.com

La titular del ministerio de Educación en Ecuador defiende dar un aprobado general para no castigar a los estudiantes que no han podido seguir el ritmo de la educación a distancia por carecer de medios

Monserrat Creamer lleva apenas un año como ministra de Educación en Ecuador y ha debido enfrentarse a un gran desafío: cuidar de que los 4,6 millones de estudiantes de su país sigan aprendiendo durante la pandemia de covid-19. A esa tarea se añade la complejidad de manejar dos calendarios escolares. Los estudiantes de las regiones Sierra y Oriente (casi dos millones) estaban a mitad de curso cuando se interrumpieron las clases presenciales, el pasado 13 de marzo, mientras que los de la costa estaban en receso. Con los primeros, y con sus padres, se ensayó la educación en casa, y la falta de conectividad fue el principal obstáculo a sortear, tal como contábamos en este artículo que mostraba cómo para muchos alumnos era imposible (y por tanto, un sistema injusto) y para el que pedimos valoración al ministerio. Al habla con la ministra, un aprobado general es la propuesta de Creamer para no castigar a los estudiantes que no han podido seguir el ritmo de la educación a distancia.

Pregunta. Usted ha dicho que un 70% de los estudiantes tuvo dificultades de conectividad en Ecuador, ¿qué se ha hecho al respecto?

Respuesta. Desde el principio hicimos un diagnóstico para ver cómo eran los alcances que teníamos en tecnología. El problema era en la ruralidad donde, en efecto, solo el 16,6% tiene Internet en sus hogares. Un gran desafío. Pero cuando hablamos de la conectividad hay tres componentes: los dispositivos, los programas y la conectividad misma. Estamos trabajando todos ellos con el ministerio de Telecomunicación (Mintel), la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y con un comité de organizaciones internacionales y el sector privado. Vamos a empezar toda una estrategia para adquirir mayor cantidad de dispositivos y programas para nuestros docentes y estudiantes.

La ministra enumera durante la entrevista todas las iniciativas estatales que se han puesto en marcha para suplir la falta de conectividad: el programa de tele educación A-prender la tele, que tiene una franja en la mañana y otra en la tarde, y que es difundido por 140 canales de televisión; y la radio educación, que se repite tres veces al día en más de 1.000 estaciones.

Pero estos todavía no llegan a todos los alumnos…

R. Somos muy conscientes que todavía hay un grupo que no tienen ni electricidad, ni radio ni televisión. Conscientes de eso, hemos trabajado en la impresión de guías. En el caso de la educación intercultural bilingüe, se repartieron 150.000 guías en 12 lenguas para nuestros pueblos y nacionalidades. En el caso de la educación hispana se han repartido casi medio millón de guías.

Estas guías son fichas pedagógicas diseñadas para que el estudiante realice de forma autónoma las actividades que le permitan alcanzar el objetivo del aprendizaje semanal que ha fijado el ministerio rector de la Educación. Según la explicación de la ministra para cumplir con esos objetivos “no se necesita estar conectados a una computadora durante horas”, pero lo cierto es que los padres por lo menos deben contar con un teléfono inteligente para informar al profesor de las actividades hechas.

P. ¿Podría especificar la estrategia para mejorar la conectividad? ¿Van a entregar dispositivos gratuitos en las zonas rurales?

R. Sabemos que Mintel está trabajando en el traspaso a Ecuador Digital, en el paso de tres a cuatro y a cinco gigas en las diferentes zonas del país. Con CNT estamos trabajando en la sostenibilidad de nuestra plataforma, de recursos educativos, que tiene cerca de un millón y medio de usuarios permanentes. Y, aparte, en coordinación con esas mismas entidades, pero también con el sector privado y organizaciones internacionales, queremos que el acceso sea total. Me refería a dispositivos, pero también beneficios de programas.

P. ¿Hay alguna fecha y un plan para implementar todo eso?

R. El Presidente hará un anuncio próximamente. La semana pasada ya se entregaron 500 programas para docentes y alrededor de 50 tabletas para los departamentos de Consejería Estudiantil. Esperamos que al terminar este año haya un verdadero acceso en la zona rural, que es la más afectada.

P. ¿Qué harán con los estudiantes rezagados?

Somos muy conscientes de que todavía hay un grupo de estudiantes que no tienen ni electricidad, ni radio ni televisión

R. Cuando dijimos que la educación continuaba, pese a los grandes desafíos, como la brecha tecnológica, el cambio de escenario súbito y del modelo pedagógico, uno de los grandes objetivos fue evitar que nuestros niños abandonen la escolaridad.

P. ¿Hay cifras ya de abandono escolar?

R. Lo tendremos cuando registremos el ingreso en la Sierra y Oriente, pero espero que la lesión sea mínima. Ahora en la [región] Costa, sí tenemos un traslado de la educación particular [pública] a la fiscal [privada], de cerca de 80.000 estudiantes. En cuanto al impacto en los aprendizajes, obviamente se afectan las destrezas básicas, como el tema de la comprensión lectora, conceptos matemáticos… Pero hay que entender que avanzamos en otros sentidos. Haremos una evaluación total de aquellos conceptos esenciales que ellos tienen que dominar para continuar sus estudios, como también el desarrollo de habilidades para la vida. Iremos viendo el impacto y qué medidas tomar en el camino. Al inicio del próximo año vendrá una fase de nivelación.

P. Pero los docentes tienen que tener alguna información de los niños que siguen conectados al sistema ¿no?

R. Los docentes dan cuenta semanalmente de todo su trabajo, con quiénes se han conectado, cuántas veces… Los nudos críticos. En ese sentido, sabemos que han tenido dificultad para contactar con el 10% de sus estudiantes, ya sea porque se dispersaron en zonas rurales alejadas. Eso no implica que no aprueben el año escolar. Como diseñamos un currículo que puede ser realizado de manera autónoma, a lo mejor en su comunidad ellos se están apoyando. Con que nos entreguen el portafolio al final del año escolar, ellos pasarán de año.

P. Entonces ¿habrá un aprobado general?

R. Va a haber un aprobado general, aunque recordemos que en el ciclo escolar de Sierra y Oriente [similar al calendario europeo, el de Costa es de abril a febrero] tenemos una evaluación real de los primeros cinco meses. Pero son criterios diferentes, ahora no nos interesa si se cumplió o no con el deber. Evaluamos el esfuerzo, la creatividad, el progreso e identificar nudos críticos, pero no lo sancionaremos con una mala calificación. Ahorita el objetivo es identificar qué le falta comprender para ver qué tenemos que reforzar en el proceso de nivelación.

P. ¿Ecuador se está inspirando en la experiencia de algún otro país?

R. El hecho de que sea una crisis global tiene sus grandes lecciones y enseñanzas. Sabemos que en Ecuador tenemos que planificar una estrategia muy efectiva, ya que tenemos un diagnóstico claro de muchas brechas. El desafío está abierto y nos corresponsabiliza a todos. En ese sentido, a través de un comité internacional del que forman parte Unicef y Unesco, estamos compartiendo experiencias validadas en otras partes del mundo. En América Latina ya volvieron a clases en el área rural en Paraguay, Uruguay y Colombia. Validamos esas experiencias y las adaptamos a nuestro contexto.

P. ¿Cómo será el retorno a las aulas en Ecuador?

Esperamos que al terminar este año haya un verdadero acceso en la zona rural, que es la más afectada

R. El retorno progresivo a clase será siempre opcional. Dejaremos tres modalidades permanentes para que escojan las familias. Si ellos no se sienten seguros como familia o tienen algún nivel de vulnerabilidad, simplemente pueden optar por la educación en casa, el famoso homeschooling También pueden optar a la educación abierta, que es una combinación de tecnologías, pero deberán terminar el año lectivo en esa modalidad.

P. ¿Cuándo tienen planificado volver?

R. Empezaremos en agosto con las escuelas rurales de la costa. En Ecuador hay más 16.000 escuelas, de las que 12.500 son públicas. De esas, aproximadamente, el 50% son rurales. Tenemos colegios con uno o dos docentes que no tienen más de 35 estudiantes. Empezaremos con 2.071 centros educativos, pero estamos haciendo un diagnóstico, porque recordemos que han estado seis meses sin uso.

P. ¿Y cómo será el retorno en el área urbana?

R. Tenemos definidos los escenarios por tipologías de escuelas: las tenemos de 100, de 500, de 1.000 y hasta de 2.500 alumnos. En el caso de los centros más grandes se realizará con diferentes jornadas. Ellos nos dirán, por ejemplo, que van dos o tres días a la semana con tales asignaturas y tales horarios, y nosotros aprobaremos sus propuestas.

P. El grueso del recorte en Educación será en los salarios de los maestros. ¿Cómo manejan la motivación del personal?

R. Es una reestructuración del gasto. El país está en crisis y tenemos que priorizar los proyectos, ese es el acuerdo con Finanzas. En Educación se acordó reducir una hora de trabajo con eso tendremos 125 millones de ahorro que irán retornando para ejecutar los programas prioritarios; entre estos, fortalecer la calidad docente.

P. Pero hay incertidumbre entre los maestros por el pago de sus sueldos…

R. Es verdad. Lo que pasa es que son 168.000 docentes, más 18.000 funcionarios; es un fuerte porcentaje de los funcionarios públicos. Se seguirá cumpliendo con los pagos, en ese sentido yo agradezco al mayor porcentaje del magisterio que realmente se ha abierto a superar esta crisis. Hay pocos que hacen ruido y desmotivan a sus compañeros.

P. ¿Cuáles son los desafíos de la región en educación?

R. Definitivamente, la educación debe caminar hacia el cierre de brechas y fortalecer el derecho en el acceso a la educación, pero de calidad. Con eso no quiero reducir todo el problema a la tecnología. La calidad de la educación tiene un gran componente humano. Hay que fortalecer la esencia de la persona y sentir el desafío de una nueva escuela, de una nueva forma de enseñar.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/29/planeta_futuro/1593424848_580360.html

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Mercado Popular de Subsistencia, gambeta a los monopolios

Por: Raúl Zibechi

Una larga hilera de brazos se agitan en el pasillo del Sindicato de Artes Gráficas (SAG), cargando cajas, bolsas y paquetes hacia el camión que las llevará hasta el primer destino, a media mañana del tercer sábado de junio. La velocidad del trasiego contrasta con la serenidad de las sesenta personas que se trabajan trajinando. La primera sorpresa, para quien desconoce este espacio, es el promedio de edad, debajo de los 30 años.

Los alimentos fluyen de mano en mano, desde bolsas de harina de 25 kilos hasta botellas de desinfectantes, paquetones de fideos o frascos con mermeladas caseras. La diversidad de productos es una característica del Mercado Popular de Subsistencia (MPS), que abarca las necesidades del millar de familias que decidieron caminar por fuera de las grandes superficies, atraídas por precios muchísimo más baratos(entre el 30 y el 50 por ciento) y por tomar el control de los productos que consumen.

“Hasta el año pasado eran alrededor de 500 familias pero con la crisis multiplicamos por cuatro el volumen de pedidos”, explica Sebastián Vázquez, uno de los iniciadores de esta experiencia.


Autogestión y solidaridad

El MPS (mps.org.uy) ofrece una “canasta combativa” de alrededor de 300 productos, incluyendo alimento veganos y para celíacos, productos de limpieza e higiene personal, textiles y artículos escolares. La canasta se va ampliando según la demanda de las familias, que al integrar el mercado popular se organizan en un núcleo barrial para realizar sus pedidos.

“El núcleo de Nuevo París somos cinco familias”, desgrana Clara. “Cada familia hace un pedido que se traslada a una planilla del barrio que enviamos a una comisión encargada de las compras”. Después del 10 de cada mes, cada familia deposita el importe de su pedido una cuenta del mercado, que gestiona otra comisión. Los productos llegan los viernes por la tarde y los sábados por la mañana a dos puntos de almacenamiento: el SAG y el Polo Tecnológico e Industrial (PTI) del Cerro.

Cada uno de los 60 núcleos envía una persona a los centros de acopio para separar los productos que corresponden a cada barrio y de allí salen en camiones hasta su destino. Hay núcleos que bordean las cien familias, sobre todo en las zonas centrales de Montevideo, pero ya empiezan a organizarse familias en la Costa de Oro y hasta en Parque del Plata.

“Cada grupo de compra tiene autonomía para decidir cómo hacen el reparto”, explica Clara. En el Club Dryco, en San Martín casi Bulevar Artigas, las familias de la zona de Jacinto Vera, Atahualpa y Goes, esperan el camión que salió minutos antes del SAG. Aquí la mayoría son mujeres jóvenes que apilan mercaderías para 80 familias, en el salón engalanado por un cantina que sería el sueño de coleccionistas de antigüedades.

Lucía lleva tres años en el núcleo de Jacinto Vera, donde se agrupaban unas 20 familias: “Desde que empezó la crisis de coronavirus, crecemos todos los meses y ya llegamos a las 80 familias, por lo que tendremos que dividirnos en dos o tres núcleos para poder manejar tantos productos”.

En el Dryco hacen el recuento para asegurarse que no hay faltantes y luego arman los pedidos de las familias, que pasan por el lugar a recoger lo que han encargado. En total, tres o cuatro horas de trabajo cada mes. El trabajo es siempre voluntario, nadie cobra nada, salvo los fleteros. Por cada 500 pesos de compra, cada familia agrega 15 pesos para el transporte y las bolsas.

El Mercado Popular funciona de modo descentralizado en los barrios y con comisiones federales en las que participan una o dos personas de cada núcleo, en lo posible de forma rotativa: logística, compras, finanzas, comunicación y propaganda, formación e ingresos. La última se encarga de la creación de nuevos núcleos, mientras la de formación organiza charlas y talleres para reflexionar sobre el consumo y, como apunta Clara, “hacernos soberanos sobre qué consumimos y a quienes le compramos”.

Fruto de esas reflexiones, más de la mitad de los productos que integran la canasta proceden de empresas recuperadas por sus trabajadores, cooperativas y emprendimientos autogestionados, colectivos y familiares.

En las etiquetas puede leerse: Cooperativa La Minga (ex trabajadores de BAO) y El Resistente de Malvín Norte, ambas de productos de limpieza; Caorsi, Molinos Santa Rosa, Mi Piace (extrabajadores de La Spezia) y Unidad Cooperaria (ex Cololó) entre las alimenticias. Llama la atención la marca Gigor, que provee buena parte del pan de molde del mercado popular, que funciona en la cárcel de Punta de Rieles gestionada por ex presos en la que trabajan los actuales reclusos.

El vínculo con las pequeñas empresas autogestionadas es una opción política y una seña de identidad del mercado popular. Siempre eligen “trabajo uruguayo” aunque una parte de los productos deban comprarlos a grandes empresas. Casi todas las prendas proceden de la textil Conacotex, una cooperativa que comenzó a funcionar en febrero 2018, integrada por ocho extrabajadoras de la empresa Everfit, en el PTI del Cerro.

Un largo camino

La propuesta del MPS surgió de la Brigada José Artigas, un colectivo de militantes frenteamplistas de base que se formó en 2009 en la zona de la Curva de Maroñas y Bella Italia, “cuando Mujica era candidato y lanzó un llamado para hacer trabajo voluntario”, rememora Sebastián. Empezaron con brigadas los fines de semana en Cabañitas, un asentamiento de la zona.

El desengaño llegó pronto. “Al ritmo que se caminaba, calculamos que se necesitarían 500 años para eliminar la pobreza y tomamos un camino propio en base a los ideales artiguistas, en el sentido de que nada podemos esperar sino de nosotros mismos”. En 2014 instalaron una “bloquera popular” para apoyar a los vecinos que estaban levantando sus viviendas, que podían utilizarla pagando sólo el costo de los materiales.

Con la decadencia de la construcción, tomaron otros rumbos. “Hicimos una encuesta en los barrios donde estaba la Brigada y decidimos armar una canasta básica con los cuatro productos principales: yerba, aceite, harina y fideos”. El MPS se estrenó en enero de 2016 con apenas 60 pedidos. Primer problema: “Como se paga por adelantado tiene que haber un mínimo de confianza. Ese mes nos dimos cuenta que no todos quieren dos kilos de la misma yerba o el mismo aceite y ya en febrero ampliamos la lista”, sigue Sebastián.

En la experiencia de Clara, la cuestión del dinero no resulta problemática porque las familias saben que el pedido les llega una semana después de haber pagado y si surge algún problema el colectivo lo va a resolver. “La cuestión participativa es la más compleja, que la gente se vaya rotando y que no sea una cooperativa de consumo, porque somos una organización social y política que trasciende las compras”.

La estructura del MPS funciona“de abajo hacia arriba”. Cada grupo envía una persona a la reunión federal una vez por mes, donde cada barrio tiene un voto. Además los núcleos se agrupan en cuatro regiones: noreste, sur, oeste y este. “En las regionales discuten la logística de cada sector, los problemas de cada núcleo, o sea los temas territoriales, mientras el federal decide las compras, pero primero se discute en los barrios”.

Uno de los debates en curso gira en torno a la necesidad de trascender a los distribuidores, de yerba o aceite, por ejemplo, ya que las grandes empresas les venden a través de sus distribuidores. “Queremos pelear para que nos vendan directamente, ya que los distribuidores no pueden ya cubrir nuestra demanda”, razona Sebastián.

En los talleres de formación explican cómo se conforman los precios y las vecinas terminan descubriendo que el intermediario se lleva la mayor parte del precio final. Prueba de ellos, es que “entre las diez mayores fortunas del Uruguay hay cuatro vinculadas a la industria y la intermediación de alimentos y que por algo las casas matrices de las grandes superficies son extranjeras”, sigue Sebastián.

 

Más allá de esta crisis

Aunque el nombre del mercado haga hincapié en lo “popular”, la realidad es más compleja. En los hechos, explican Sebastián y Clara, “la gran mayoría de las familias proceden de barrios de clase media, donde predominan profesionales y trabajadores con salario fijo, que pueden planificar la compra mensual y han reflexionado sobre su consumo”.

Reconocen que se trata de un desafío mayor. Para superarlo, se proponen “reconstruir el papel del almacén de barrio, que pueda comprarnos al MPS y le gane no más de un 15 por ciento a los alimentos. Sería una forma de reconstruir las relaciones que estaban tejidas en torno al almacén”.

En este punto, vale recordar el análisis de Immanuel Wallerstein quien, inspirado en el historiador Fernand Braudel, sostenía que lo que define al capitalismo no es el mercado sino los monopolios. “Los monopolios dominan negando la libertad e igualdad en el escenario económico”, apunta.

El verdadero mercado, o la economía de mercado, es un mundo de realidades claras y “transparentes” donde predominan “procesos fáciles de captar”. Los monopolios capitalistas son opacos, porque sus actores se introducen en circuitos y cálculos “que el común de los mortales ignora”.

En los mercados (pensemos en las ferias vecinales o en los mercados campesinos) los beneficios son exiguos y las relaciones consisten en “comunicaciones horizontales” entre productores y compradores. Por el contrario, “los monopolios son asunto de fuerza, de astucia, de inteligencia (…) pero más que nada de poder”*.

El crecimiento del MPS es alentador, tanto en la cantidad de personas involucradas como en la apertura de nuevos frentes, como la cuestión de género. Meses atrás crearon grupo de mujeres y de disidencias sexuales que participaron en la marcha del 8M. Clara ensaya una explicación: “Las encargadas del consumo de los hogares y de organizar la alimentación son las mujeres, y al entrar al Mercado se les impone el desafío de organizarse de otro modo”.

Empiezan a trabajar junto a vecinas que no conocían, descubren la cuestión de los precios y “hacen un clic”. “En los barrios populares está pasando algo interesante: una vecina compra un paquete de 25 kilos, lo fraccionan entre las vecinas y los intercambian por otros productos con las demás familias”. De ese modo, al comprar al por mayor, la diferencia de precios se estira.

Sebastián es más enfático: “El desafío principal es que el Mercado se llene de los más pobres, que se lo apropien, porque son los que más lo necesitan ya que para ellos la crisis es permanente”.

 

* “Braudel y el capitalismo o todo al revés”, en Impensar las ciencias sociales, Siglo XXI, 1998, pp. 227-237.

Fuente e imagen:  https://zur.uy/mercado-popular-de-subsistencia-gambeta-a-los-monopolios/

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Libro (PDF): Los efectos de la violencia doméstica sobre la salud infantil de los niños y las niñas menores de cinco años en el Perú

Reseña: CLACSO

 

El presente estudio tiene como objetivo medir el efecto de diferentes variables de violencia doméstica (violencia infantil, testigo de violencia hacia la madre y violencia contra la mujer) sobre la salud infantil (desnutrición y morbilidad). Haciendo uso de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) correspondiente al año 2013, que cuenta con información de violencia infantil a nivel individual, se explora el efecto de estas variables en la salud infantil. Se usaron modelos de regresión logística para estimar los efectos netos de la violencia doméstica sobre la salud de los niños y las niñas menores de cinco años en nuestro país. Asimismo, para comprobar la robustez de los resultados, se utilizaron modelos de ecuaciones estructurales (SEM, por sus siglas en inglés) que permiten tomar en consideración la endogeneidad de las variables de violencia doméstica utilizadas como explicativas de la salud infantil en las regresiones logísticas. Se encontró que la violencia infantil, ya sea física o psicológica, no tiene un efecto sobre la desnutrición o morbilidad infantil. En el caso de ser testigo de violencia hacia la madre, tampoco se encontró que tuviera un efecto sobre la desnutrición o morbilidad infantil, pero sí en que el niño o la niña sufra de violencia física o psicológica. Finalmente, se encontró que la violencia contra la mujer tiene un efecto positivo y significativo sobre la morbilidad infantil, así como que el niño o la niña sufra de violencia física o psicológica. De esta manera, se pudo apreciar que la violencia contra la mujer es un factor de riesgo importante no solo en la presencia de violencia infantil por parte de los padres, sino también en la salud de los niños y las niñas, particularmente en la prevalencia de episodios de diarreas y síntomas de enfermedades respiratorias agudas.

 

Autor/a:      Ponce de León, Marcela – Benavides, Martín – León, Juan – Espezúa, Lucía  

Editorial/Editor:  Grade

 Año de publicación:   2016

País (es):   Peru

Idioma: Español.

ISBN :   978-9972-615-95-5

Descarga:  Los efectos de la violencia doméstica sobre la salud infantil de los niños y las niñas menores de cinco años en el Perú

Fuente  e Imagen:    http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=castigos&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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La batalla decisiva: el gobierno contra el poder

Por:  Atilio A. Boron

 

La cuarentena y el caso Vicentin han exacerbado las ansias revanchistas y desestabilizadoras de la derecha que recurriendo a sus formidables oligopolios mediáticos  -inagotables usinas de desinformación y manipulación de cerebros y corazones- y a su infantería de combate partidario trata de maniatar al gobierno, provocar su parálisis y, ¿por qué no?, su dimisión. Sería una ingenuidad pensar que una ofensiva tan furiosa y tan bien concertada pueda tener otra cosa que no fuese un objetivo de máxima. Suena un tanto exagerado pero la historia argentina enseña que los grupos dominantes rara vez movilizan sus recursos y destinan tanto tiempo y energía si no es por el premio mayor. Aquí lo que está en juego no es una concejalía o una subsecretaría sino lisa y llanamente el pronto retorno a la Casa Rosada.

El presidente Alberto Fernández ha sido blanco de un encarnizado ataque, en donde se mezclan insultos personales, descalificaciones y burlas, siguiendo meticulosamente los consejos que Eugene Sharp formulara en el manual de golpes de Estado que redactara para la CIA. [1] Partamos de la base que si alguien abre el buscador de Google con esta frase: “Alberto Fernández dictador” encontrará más de cuatro millones de resultados. Basta con recorrer las primeras páginas para comprobar la gravedad y extensión de tan maligna caracterización. Para el megaempresario Martín Varsavsky  “Alberto tiene «un pequeño dictador escondido», y lo mismo opinan el diputado nacional del radicalismo Alejandro Cacace, el abogado Carlos Maslaton, Elisa Carrió y las lumbreras que acuñaron el término “infectadura”, amén de tantos otras y otros para los cuales el dictador no está oculto sino que se exhibe con toda su prepotencia a plena luz del día. Para combatir a un dictador Sharp aconseja, aparte de muchas otras medidas, “practicar la desobediencia civil, acosar a funcionarios, burlarse de ellos, difundir sátiras que ridiculicen al gobernante, despliegue de banderas y colores simbólicos, gestos groseros, no-cooperación administrativa, etcétera.” Es decir, las medidas e iniciativas que proponen los ideólogos de la “infectadura” y están llevando a cabo los líderes de la “oposición democrática” en las últimas semanas.

Al día de hoy el presidente se encuentra objetivamente a la defensiva: el “periodismo de guerra” ejercido por órganos que son cualquier cosa menos periodísticos trabaja a destajo para desacreditarlo y deslegitimarlo ante los ojos de la población. El objetivo: erosionar por completo su autoridad y preparar la siniestra figura del “vacío de poder”, tantas veces utilizada en la historia de Latinoamérica para justificar golpes de Estado. Mientras, la pandemia prosigue su curso y la prolongada cuarentena es cada vez más difícil de sostener. Para las clases y capas populares quedarse en casa no es una opción realista o eficaz, sea por el hacinamiento de sus viviendas y barrios y por la naturaleza de sus medios de vida que las obligan a salir a diario a la calle a conseguir unos pesos. Algunos sectores de las capas medias pueden adaptarse a los rigores de la cuarentena, pero un prolongado encierro en un pequeño departamento para un grupo familiar de cuatro o cinco personas puede tener consecuencias psicológicas y médicas muy graves, aparte de las económicas. En resumen: una situación que puede, pasado tanto tiempo, desquiciar a una sociedad por más  integrada que ésta sea.

Para paliar estos efectos se requiere de un Estado potente, dotado de los recursos necesarios para enfrentar en simultáneo un triple desafío: combatir la pandemia en los hospitales, asegurar la efectividad de la cuarentena y hacer llegar a millones de hogares el dinero o los bienes (alimentación, medicamentos, etcétera) necesarios para sobrevivir bajo estas durísimas condiciones. Dinero para quienes están en la informalidad; para los precarizados,o para los que conservaron sus empleos pero se encuentran suspendidos y sólo reciben parte de su salario; dinero para sostener el consumo de lo desocupados y también para las miles de pymes que se encuentran al borde de la bancarrota si es que no cayeron en ella. Y el problema es que las arcas del Estado están exhaustas por el enorme esfuerzo ya hecho en estos meses, agravado por la caída a pique de la recaudación fiscal y por las gravosas secuelas de “la otra pandemia”, la producida por los cuatro años del desastroso gobierno de Cambiemos.

Derrotada la pandemia aún quedará en pie tener que lidiar con una crisis económica que todo indica no será de fácil o pronta resolución. En Estados Unidos se extenderá hasta finales del 2021, según lo declarara  Jerome Powell, el Chairman del Federal Reserve Board. Pensar en una inmediata recuperación del nivel de actividad económica en la Argentina es una expresión de deseos más que el resultado de un sobrio análisis de la realidad. Téngase en cuenta que en nuestro país la pandemia difícilmente será controlada antes de Septiembre, y ojalá que no más tarde. Luego, muy lentamente se podrá salir a circular por las calles para comenzar a normalizar la vida económica y las actividades escolares, culturales y recreativas.

La gente querrá trabajar pero cerca de un tercio de las pymes, las grandes dadoras de empleo en la Argentina, habrá cerrado sus puertas, muchas de ellas de forma definitiva. Poner en marcha los motores de la economía requerirá, tanto en Estados Unidos como en la Argentina, una enorme inyección financiera por parte del Estado. Así lo expresó Powell para su país, y no será diferente sino aún más necesario en la Argentina. Sin esta ayuda buena parte de esas pymes habrán desaparecido para siempre. Otras sobrevivirán, pero a condición de que cuenten con una generosa ayuda del gobierno. Y el problema es que no habrá mucho incentivo para producir y contratar trabajadores porque la gente sólo tendrá dinero para adquirir lo más esencial. O sea, una crisis que de modo simultáneo incide por el lado de la oferta y de la demanda.

Por lo tanto habrá que contar con extraordinarios recursos financieros para subsidiar a la oferta, a fin de que las empresas reinicien sus actividades; e incentivar la demanda, para que la gente tenga dinero y pueda comprar lo que necesite. Esta fue la exitosa receta de John M. Keynes para combatir a la Gran Depresión de los años treintas. Lo anterior requiere un enorme crecimiento del presupuesto del sector público. ¿Qué hacer? El endeudamiento externo no es opción porque esa fuente está cegada desde finales del gobierno de Mauricio Macri. La emisión incontrolada desataría una peligrosa espiral inflacionaria que en la Argentina acabó con varios gobiernos. Las empresas públicas, pocas, no generan ganancias como para sostener este renovado nivel de gasto público. Entonces, ¿no hay dinero? Sí lo hay, porque en la Argentina como en toda Latinoamérica el problema no es la pobreza sino la riqueza, concentrada en muy pocas manos y fuente inagotable de cuantas dictaduras asolaron a la región. Por eso habrá que hacer que el Congreso apruebe, con la mayor urgencia, una reforma tributaria integral en línea como la que existe en los países europeos o en Corea del Sur donde, por ejemplo, los intereses devengados por los plazos fijos pagan un impuesto que varía según el monto de la rentabilidad entre el 14 y el 25 por ciento mientras que en la Argentina no pagan ni un centavo. Aquí, el impuesto a las Ganancias … ¡lo pagan los asalariados! Por consiguiente, hay mucha tela para cortar en materia impositiva haciendo que las grandes fortunas paguen impuestos como lo harían en otros países, cosa que le aporten al Estado los recursos necesarios para enfrentar un desafío de inéditas proporciones. Si los opositores en el Congreso obstaculizan este plan habrá que extremar los recursos para persuadirlos de que deben acompañar esta iniciativa o hacerse cargo de la catástrofe que se produciría en caso de persistir en su negativa. Obviamente,  lloverán las críticas sobre el gobierno nacional pero mucho peores podrían ser las que caerían si, a causa de la impotencia estatal, los muertos se cuenten por decenas de miles, la desocupación llegue a varios millones, las empresas estén arruinadas y la gente no tenga dinero siquiera para comer.

La excepcional gravedad de esta situación obligará al gobierno a hacer lo que este país debió haber hecho hace muchos años. El gravamen extraordinario a la riqueza que al día de hoy, 23 de Junio de 2020,  no tiene “estado parlamentario” deberá ser tratado por la Cámara de Diputados sin más dilaciones. Pero ese “aporte” apenas si servirá para aliviar la situación por un par de meses, siempre y cuando se lo apruebe en las próximas semanas. Porque la ayuda que llega a destiempo no es ayuda. Por cierto esto acrecentará la gritería de los poderes fácticos que no ahorrarán denuncias y urdirán todo tipo de operaciones para desgastar a la “dictadura” de Alberto Fernández. Habrá que hacer oídos sordos al alboroto porque cualquier esfuerzo que se haga por aquietar los fervores del “sicariato mediático” y las tropas de asalto de la derecha sólo servirá para que ambos redoblen su ofensiva. La política del apaciguamiento tiene poquísimas chances de éxito en política. La ensayaron los gobiernos del Reino Unido y Francia en los Acuerdos de Munich de 1938 para atemperar el belicismo de Hitler y sólo sirvieron para enfervorizar aún más su afán de conquista. Y ya sabemos cómo terminó esa historia. Y regresando nuestro país recordemos lo que le ocurrió al gobierno de Raúl Alfonsín, salvajemente atacado también por los mercados y las grandes corporaciones. Tras la renuncia de Juan V. Sourrouille el nuevo Ministro de Economía Juan C. Pugliese trató de calmar los ánimos de las fieras del mercado hablándoles desde el corazón y aquellos le respondieron con la gélida frialdad del bolsillo. Pocos meses después Alfonsín tuvo que terminar anticipadamente su mandato y entregar la banda presidencial a Carlos S. Menem.

En una hora tan especial como ésta vale la pena recordar estos antecedentes históricos que demuestran la futilidad de la política del apaciguamiento con quienes libran una guerra contra la “dictadura” albertista. Pero también hay que buscar inspiración en los escritos de uno de los más lúcidos analistas de la política de todos los tiempos. Hablo de Nicolás Maquiavelo, por supuesto. En uno de los pasajes más luminosos de El Príncipe decía que el gobernante “dispone, para defenderse, de dos recursos: la ley y la fuerza. El primero es propio de hombres, y el segundo corresponde esencialmente a los animales. Pero como a menudo no basta el primero es preciso recurrir al segundo. Le es, por ende, indispensable a un príncipe saber hacer buen uso de uno y de otro, ya simultánea o bien sucesivamente.” En la Argentina el poder Ejecutivo no puede crear impuestos porque tal iniciativa es prerrogativa de la Cámara de Diputados. Y como ya dijimos,  ésta no se ha visto particularmente motivada a tomar cartas en el asunto. La parsimonia de una buena parte de sus miembros exhala un inocultable tufillo destituyente. Ante el bloqueo con que tropieza el funcionamiento basado en la ley el gobierno, necesitado de recursos para enfrentar la pandemia y la crisis económica, tendrá que apelar a su único otro recurso: la fuerza. Esto pese a que Alberto Fernández ha dado pruebas de ser el presidente más propenso al diálogo desde la restauración democrática, pero lo cierto es que para que el Estado pueda contar con los recursos que requiere para librar aquellas dos grandes batallas necesita el consentimiento de una oposición que ha dado sobradas muestras de preferir el enfrentamiento y la diatriba a un acuerdo de gobernabilidad.

Como anotaba Maquiavelo, el hecho de que un gobernante no pueda, o no lo dejen, gobernar con las leyes no lo exime de su  responsabilidad de garantizar el bienestar público apelando a la fuerza cuando sea indispensable, algo a lo cual el presidente es refractario. Pero por imperio de las circunstancias, “la fortuna”, como decía el florentino, no tiene otras opciones. Esa fuerza propia de los animales encuentra en Maquiavelo una ulterior diferenciación cuando distingue entre zorros y leones. Muchos príncipes, decía, creen que la fuerza del león les posibilitará cortar de un tajo el nudo gordiano que los paraliza. Pero  se equivocan si creen que basta con la fortaleza del león para remover los obstáculos que lo atribulan porque resulta que aquél tiene la fuerza pero carece de la astucia del zorro para eludir las trampas que les tienden sus inescrupulosos enemigos. Tampoco es útil adoptar indefinidamente la táctica favorita del zorro, sagaz para rehuir el enfrentamiento con sus enemigos y sortear todas las celadas, pero llegado el momento de la verdad necesita también él contar con una dosis de fuerza que no tiene. Por consiguiente, el buen gobernante debe saber “ser zorro, para conocer las trampas, y león, para espantar a los lobos.” Arturo Frondizi hizo de las artes del zorro su único recurso de gobierno, y fue derrocado por un golpe militar; Juan Carlos Onganía apeló exclusivamente a la fuerza y fue volteado por una enorme insurrección popular. Otro tanto le ocurrió a Leopoldo F. Galtieri. El buen gobernante, en la imagen de la filosofía política clásica, debe ser como el centauro: mitad caballo y mitad hombre. Tener la fuerza del primero pero guiada por la racionalidad del segundo; es decir, la fuerza del león y la astucia del zorro.

 

¿Cómo se traduce éste consejo en la Argentina de hoy? Creo que del siguiente modo: el gobierno tendrá que hacer valer los poderes concentrados en el Ejecutivo nacional de una república (federal apenas en el nombre) y lograr que los gobernadores de las provincias convenzan a sus diputados de aprobar con la mayor urgencia el proyecto del “aporte” aplicado a las 12.000 fortunas más grandes de la Argentina. No sólo eso: también de que deberán abocarse, sin más dilaciones, para consensuar una reforma tributaria que resuelva permanentemente y no sólo “por única vez” el tema ya señalado por Juan B. Alberdi hace casi dos siglos: la construcción de sólidas bases financieras para un Estado nacional agobiado con responsabilidades crecientes y que, en un futuro inmediato, serán cada vez más gravosas. Para esto el presidente deberá utilizar una cambiante  amalgama de persuasión y coerción, tal como lo han hecho todos los gobiernos del mundo en situaciones parecidas. Recordar que Abraham Lincoln logró los votos que necesitaba para alcanzar los dos tercios necesarios en el Congreso para abolir la esclavitud no precisamente respetando los buenos modales, la “corrección política” o la ética kantiana. Apeló a la fuerza pero combinada con la astucia y el conocimiento que tenía de su gente para lograr el objetivo supremo de su gestión como presidente.

Tiempos excepcionales como los que estamos viviendo requieren políticas que se apartan de las normas convencionales. Esta es la visión de un analista político que desea que el gobierno lleve a buen puerto la nave de la Argentina en medio de una “tormenta perfecta” producto de la combinación de pandemia y crisis económica y que es consciente que desde la presidencia la visión de estos asuntos y el diagnóstico de los desafíos podrían ser diferentes. Pero quien esto escribe sabe también que tiene la responsabilidad ética y política de dar a conocer estas opiniones. Callarlas sería un acto de cobardía o de imperdonable deslealtad. Es preferible dar la voz de alerta antes de una posible tragedia y no tener después que lamentarse por su silencio cuando tendría que haber hablado. No caben dudas de que el gobierno está librando una guerra en dos frentes: contra el Covid-19 y contra una oposición destituyente cuya finalidad es poner fin al gobierno del Frente de Todos para acabar con el “populismo” de una vez para siempre. En esto no puede caber engaño alguno y dado que la profunda vocación dialoguista del presidente tropieza con un muro infranqueable llega entonces el turno del león. Y si éste no aparece a tiempo la Argentina se enfrentaría a un escenario peor que el que padeciera en el 2001-2002.  Un león que pueda poner en fuga a la conspiración destituyente tendrá que apoyarse en “la calle”, como los señalara Maquiavelo en varios de sus escritos. La movilización, organización y concientización del campo popular será lo único que terminará empoderando al gobierno para librar un combate decisivo contra el Covid-19 y la reacción de una derecha retrógrada y corrupta que ha hecho de la defensa de una banda de estafadores como el directorio de Vicentin su única propuesta de salida a la crisis. No tiene más nada que ofrecer. Y sería fatal para este país que esa gente regresara a la Casa Rosada.

El pueblo es por ahora un coro silencioso, desmovilizado por la cuarentena. Pero llegado el momento puede irrumpir como en sus más gloriosas jornadas y romper el cerco creado en torno al gobierno e impulsarlo a avanzar por aquellas grandes alamedas que evocara Salvador Allende para impulsar las reformas que exigen los retos actuales. Sin esta potencia plebeya que se manifiesta en las calles el gobierno podría sucumbir ante el peso descomunal del poder. Porque, a no confundirse: una cosa es el gobierno y otra muy distinta el poder. Y éste sigue estando en manos de los capitalistas con sus enormes riquezas, sus gigantescas empresas, la protección incondicional de “la embajada”, sus grandes medios de “confusión y manipulación de masas” y una justicia que fue complaciente con la infamia mayúscula de una “mesa judicial” instalada en la Casa Rosada y las operaciones de espionaje a opositores organizada por el muy “democrático y republicano” gobierno de Mauricio Macri. Será una lucha decisiva: el gobierno popular, que tiene los votos y gran parte de la opinión pública, pero que para gobernar necesita tener la calle, contra el poder del establishment, que tiene todo lo demás. No pasará mucho tiempo antes de que conozcamos el veredicto de este enfrentamiento, crucial para el futuro de la Argentina.

 

[1] De la Dictadura a la Democracia  (Boston: 1993), pp. 83 y ss.

 

Fuente e imagen: https://atilioboron.com.ar/la-batalla-decisiva-el-gobierno-contra-el-poder/

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