América/Argentina/13/05/2020/Autor y fuente: anred.org
Trabajadores del programa Envión denuncian la precarización laboral en medio del aislamiento obligatorio debido al virus COVID 19. “Llevamos 22 meses sin aumento de sueldo por parte del Gobierno de la Provincia. En la mayoría de los municipios las modalidades de contratación violan las leyes laborales, funcionamos en sedes que se caen a pedazos, que ponen en riesgo nuestra salud y la de los pibes que las transitan, y en muchos municipios, nos encontramos expuestos al clientelismo que mezcla la política pública con los intereses particulares de diferentes grupos partidarios”. Por ANRed.
Trabajadores de la programa Envión, programa socioeducativo provincial destinado específicamente a miles de niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, denuncian las condiciones de precarización laboral en la cual desempeñan sus tareas.
“Llevamos 22 meses sin aumento de sueldo por parte del Gobierno de la Provincia. En la mayoría de los municipios las modalidades de contratación violan las leyes laborales, funcionamos en sedes que se caen a pedazos, que ponen en riesgo nuestra salud y la de los pibes que las transitan, y en muchos municipios, nos encontramos expuestos al clientelismo que mezcla la política pública con los intereses particulares de diferentes grupos partidarios” expresaron mediante un comunicado el Colectivo de Trabajadorxs Envión.
La situación de crisis sanitaria debido al virus COVID 19 expone las dificultades en el acceso a los derechos de los sectores mas perjudicados. Tanto los trabajadores, como los beneficierios del programa Envión se encuentran en una situación preocupante. “La pandemia mundial nos encuentra, como a tantos compañeros, trabajando en los barrios, acompañando sin recursos las urgencias de los pibes y sus familias, gestionando solicitudes de paliativos a una crisis coyuntural que se instala sobre una pauperización estructural. El parate de la economía informal profundiza las carencias en los barrios, tanto de participantes jóvenes como de trabajadores del programa. Ante eso, la solidaridad entre vecinos y organizaciones es nuestra propuesta” agregaron.
Asimismo los trabajadores denuncian que el valor de los salarios ha quedado desactualizado ya que hace 22 meses que no reciben un aumento. “La última promesa de aumento que oímos, hacía referencia a una vaga mejora para el mes de marzo. Pero, como sabemos, marzo trajo para todos los laburantes la orden de guardarnos en casa, y para este colectivo en particular, la necesidad de pausar las acciones ya programadas para ponernos a listar las respuestas que el Estado debería darnos para poder llevar esta cuarentena de un modo menos angustiante. Los participantes y tutores con quienes trabajamos necesitan como mínimo la duplicación de las becas, al día de hoy $800 ó $400 si perciben AUH y $1900 respectivamente y la regularización de los pagos”.
Asimismo explicaron “a esto hay que restarle lo que cada trabajador abona de monotributo. El mínimo es casi $2000, el pago de Ingresos Brutos, y los profesionales el pago de sus respectivas matriculas. Nuestros ingresos de bolsillo, en gran parte de los municipios, no llegan siquiera al salario mínimo establecido por ley”.
Finalizaron “nuestro trabajo es garantizar el ejercicio de los derechos de los jóvenes, entonces si nuestros derechos laborales son vulnerados, se vulneran los derechos de los jóvenes. Esto es un llamado a la solidaridad y a la difusión para instalar urgente al Programa Envión y al reclamo de sus trabajadorxs organizados y en lucha en la agenda pública de los estados provincial y municipales”.
Fuente e imagen: https://www.anred.org/2020/05/04/la-precarizacion-laboral-no-hace-cuarentena/
América del Sur/Argentina/13-05-2020/Autor(a) y fuente: COaD
A pesar de la extraordinaria situación que atravesamos la Universidad no se ha paralizado. Hoy toda la comunidad educativa se encuentra realizando enormes esfuerzos, dándose diversas formas de continuidad que son fruto de una constante búsqueda por salvar las dificultades que se nos imponen; una meritoria labor de la cual lxs docentes somos protagonistas a través del teletrabajo que realizamos a base de pura voluntad con los limitados medios y en las particulares condiciones de que disponemos en nuestros hogares.
Nuestro trabajo como docentes se suma al de todo nuestro pueblo, que ha asumido la responsabilidad de garantizar la cuarentena y las actividades esenciales que le son inherentes para defender la salud de todxs y reducir los inevitables efectos de la pandemia. No podemos sino rescatar y reconocer el esfuerzo del personal de la salud que nos cuida diariamente; el de las organizaciones sociales que trabajan para mitigar el hambre de millones de compatriotas; el de lxs trabajadorxs que sostienen los servicios imprescindibles; el de las instancias gubernamentales que con su labor posibilitan la vida en cuarentena; el de las pymes que día a día dan la pelea para continuar subsistiendo. Todas tareas de una gran valía, que se realizan cotidianamente pese a los abusos especulativos que aumentaron precios de mercaderías esenciales, pese a los despidos de grandes empresas y, también, pese a la resistencia de las grandes fortunas para preservar sus privilegios.
En el caso de la docencia universitaria, como mencionamos anteriormente, el esfuerzo y el aporte se da a través de lo que se ha dado en llamar “enseñanza virtual” (para nosotros trabajo remoto o teletrabajo). El objetivo es reducir la discontinuidad y exclusión de lxs estudiantes de la Universidad Pública y preparar las mejores condiciones para cuando podamos retomar las actividades normales, buscando paliar hasta donde sea posible los efectos no deseados de la actual situación. La mirada de todxs está puesta en defender la Universidad Pública.
En este contexto, la comunicación de lxs miembrxs del Consejo Directivo de la facultad deMedicina, el acuerdo de consejerxs de Ciencias Agrarias, la resolución del decanato de lafacultad de Psicología y las resoluciones de lxs Directorxs del Politécnico y el Superior deComercio son expresiones de sensatez por parte de funcionarixs y consejerxs directivxs que nos alientan a perseverar en el esfuerzo. Esfuerzo que debe ser motivo de satisfacción y orgullo, y no causa de cansancio y frustración.
Es evidente que lxs docentes estamos expuestxs a situaciones problemáticas fruto del contexto extraordinario en que nos encontramos. En la medida en que nuestra actividad se realiza hoy ajena a condiciones normales de trabajo se produce una notoria recarga de horas de trabajo, el que a su vez se desarrolla en peores condiciones. Un problema que se suma a otras tantas consecuencias inevitables, como por ejemplo la pérdida de continuidad de un importante número de estudiantes y el deterioro general de la calidad académica.
Pero existen, también, un conjunto de problemas que son evitables, y que hoy se producen por el arraigo de ideas erróneas, sobre todo en algunos funcionarios, que pretenden exigirnos a lxs docentes (fuera de todo fundamento científico y pedagógico) el reemplazo de la labor académica, en cualquier caso y en cualquier materia, por una especie de “servicio alternativo”, ignorando los fundamentos de la enseñanza y las limitaciones materiales que padecemos, y menospreciando el esfuerzo que estamos realizando. Sabemos de casos en que se ejerce presión en ese sentido. De prosperar este tipo de demandas, el monumental esfuerzo de enseñanza a distancia corre el riesgo de verse frustrado.
Es por esto que desde COAD nos vemos obligadxs a poner claridad en cuanto a las características de la relación laboral en la cuarentena. Todxs sabemos que las condiciones y medios de trabajo normales (que obviamente son los establecidos en el Convenio Colectivo de Trabajo) no se están cumpliendo en la actualidad. A mero título ilustrativo citamos tan sólo dos artículos del Convenio:
Artículo 20.- Provisión de medios para la realización de sus funciones
Las Instituciones Universitarias Nacionales se obligan a proveer los medios adecuados a sus docentes para que estos desarrollen sus tareas
Artículo 43.- Condiciones funcionales
La Universidad garantizará a sus docentes, las adecuadas condiciones funcionales que posibiliten el normal desarrollo de la labor académica; las mismas deberán abarcar al menos los siguientes aspectos:
c) Definición de La función docente se realiza en la modalidad “frente a alumnos” y mediante actividades que se realizan en ausencia de estos
A lo dispuesto por estos artículos no está de más contrastarlo con lo que todxs lxs docentes sabemos por nuestra experiencia cotidiana: los medios y las condiciones funcionales con que contamos actualmente son solo nuestro hogar y nuestro equipamiento.
En este sentido es fundamental remarcar una vez más que, en tanto persistan las condiciones impuestas por la cuarentena, la prestación laboral de la docencia universitaria es de carácter voluntario y por tanto sujeta a los límites que cada docente, en consenso con sus compañerxs de trabajo, considere adecuados (ya sea por razones de practicidad, de salud, de posibilidad personal y/o de sensatez, responsabilidad y calidad académica). Reafirmar esto es una manera de alentar y potenciar aún más la labor que venimos realizando, así como también es un resguardo y una protección ante actitudes y posturas que requieren exigencias inadecuadas.
El sociólogo argentino Alejandro Horowicz, profesor de Los cambios en el sistema político mundial, explica por qué las crisis de los mercados han superado los límites de lo real
A comienzos de este año, cuando Alejandro Horowicz volvió a Buenos Aires después de celebrar su cumpleaños 70 en Nueva York, el nuevo coronavirus era apenas una “misteriosa neumonía china” y el adjetivo “histórico” recién empezaba a saltar de los titulares sobre los incendios en Australia a las noticias sobre la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de ser normales. En febrero estalló el contagio en Europa, pero las noticias sobre el virus tardaron casi un mes en volverse algo “histórico”: el 28 de febrero, después de siete días en picada, los mercados bursátiles de todo el mundo informaron sus mayores caídas en una semana desde la crisis financiera de 2008. Una caída histórica, la primera de varias en la carrera descendente de los mercados, seguida por otro récord histórico en Estados Unidos, en este caso ascendente: el de los números de desempleo.
“Los mercados practican el socialismo al revés: las pérdidas son de todos, las ganancias son de los mercados”, dirá después Horowicz, un miércoles por la mañana, del otro lado de la pantalla. Horowicz es ensayista, doctor en Ciencias Sociales, profesor en la Universidad de Buenos Aires y autor de varios libros, entre ellos Los cuatro peronismos, un clásico del pensamiento político en Argentina. El año pasado publicó su último libro, El huracán rojo (un estudio sobre las revoluciones desde la de Francia en 1978 hasta la de Rusia en 1917), fruto de años de investigación y escritura. El trabajo, que tenía previsto lanzarse en España este año, “no es una visita al museo de las revoluciones”, advierte la sinopsis; por el contrario, la obra lee las revoluciones en tiempo presente: como condición de posibilidad de la democracia política, la transformación tecnológica o la educación masiva que conocemos hoy.
El escritor Rodolfo Fogwill decía que siempre se escribe en contra de algo; Horowicz parece la prueba de que siempre se piensa y se enseña (mejor) en contra de algo. En esta entrevista, por ejemplo, contra las explicaciones vacías y las miradas ahistóricas del presente.
Pregunta. Desde que empezó la crisis por el coronavirus, todo el tiempo leemos que tal Bolsa de valores o tal moneda se han desplomado por el temor de los mercados. ¿Quiénes son “los mercados”? ¿De quiénes estamos hablando?
Respuesta. Los mercados forman parte del género literario de los anónimos, a los cuales se les puede hacer decir prácticamente cualquier cosa, porque uno los “interpreta” como le viene en gana. Existen los llamados supuestos datos objetivos de los mercados, que son el precio al que cotizan los valores. Pero para poder creerles a los mercados es preciso ser, fundamentalmente, muy ignorante. ¿Por qué digo esto? Si vos mirás la deuda pública soberana del conjunto de los países de este mundo y sumás ese valor, y sumás los productos brutos, el ingreso de esos mismos países, vas a ver un fenómeno por lo menos muy curioso que no registran los mercados: que la deuda soberana es cuatro veces mayor a la producción anual de riqueza del planeta Tierra. Entonces, la pregunta es: ¿cómo puede ser que se deba cuatro veces lo que existe?
Los economistas tienen un modo muy divertido y encantador de explicar lo que no explican y que consiste en decir que eso es capital ficticio. Entonces, la pregunta se traslada: ¿qué es el capital ficticio? Porque convengamos en que, cuando yo digo que esto es una ficción, sabemos que no rige el estatuto de la verdad.
Los mercados te muestran simplemente un aspecto, que es la compra y la venta de un bien, y parten de la presuposición de que ese precio es el precio justo. Pero esto surge de transformar en abstractas y en igualdades cuestiones que de ninguna manera son iguales entre sí. Por ejemplo, a nadie se le ocurre que un señor que vende su fuerza de trabajo es igual al capitalista que se la compra. Porque ahí estamos frente a lo que Marx llamaba “la libertad de morirse de hambre”. Esa es la libertad de los mercados: la de que te podés morir democrática y libremente de hambre, de coronavirus o de cualquier otra maldita peste. La primer cuestión, cuando decimos “los mercados”, es que estamos hablando de procesos que ignoramos, cuya profundidad desconocemos, que no nos proponemos averiguar y que simplemente estamos formulando una respuesta que vale tanto como el abracadabra.
P. ¿Qué significan entonces las crisis de los mercados?
R. ¿Qué es una crisis en términos de mercado? Una ruptura de un conjunto de determinados equilibrios. ¿Cuál es ese equilibrio? Pues bien, que el gasto público esté por encima de las posibilidades de esa determinada sociedad. Por lo tanto, en aceptación al dictamen de los mercados, la Unión Europea, por ejemplo, tiene reglas extremadamente duras sobre cuál debe ser el comportamiento de cada uno de sus Estados nacionales miembro respecto del gasto público. Ahora, ese gasto público tiene algunas curiosidades inenarrables. La primera curiosidad es que en 2010, la deuda de los países respecto del gasto era de la mitad. Esto es: debían la mitad de lo que producían. Uno puede decir que está bien, que está mal, pero todavía no es ficción literaria pura. No estamos frente a una esquizofrenia. Estamos frente a algo que se comporta según patrones convenidos previamente. Pues bien, entre el 2010 y el 2020, ¿viste esa transformación de 0,5 a 4,2? [la deuda soberana de los países pasó de ser la mitad a ser cuatro veces lo que producían]. Lo que vos ves es una fenomenal transferencia de ingresos de los sectores productivos al sistema financiero internacional. ¿Esta es la primera vez que lo ves? No, de ninguna manera. Esto es una política constante.
Si vos mirás la crisis de 2008 en los Estados Unidos, ves que un conjunto de bancos quiebran. ¿Por qué quiebran? Porque hicieron préstamos chatarra, acumularon los préstamos chatarra, emitieron títulos sobre los préstamos chatarra, no tenían ninguna clase de control, prestaban a cualquiera de cualquier modo, hacían diferencias siderales hasta que, por supuesto, la bola de nieve… pasó lo que tenía que pasar; es decir, se cayó a pique. El dislate consiste en que el valor de mercado no tiene nada que ver con el de la producción de bienes reales, porque el mercado no registra la producción de bienes reales en rigor de verdad, sino las operaciones y los flujos financieros.
¿Cuál es el sentido de esos flujos financieros? Pues bien, como los bancos hicieron lo que hicieron, quebraron. En el momento en que quiebran los bancos descubrimos qué es el mercado: el mercado es la incapacidad de autorregularse; porque si la lógica del mercado funciona librada a su propio modo de operar, lo que sucede es que el mercado y las sociedades reguladas de este modo se van al mismísimo carajo. ¿Qué hace el Gobierno de los Estados Unidos, que tiene una cierta comprensión fanática de algunos principios económicos, pero que no se suicida tan sencillamente? Establece una inyección de 750.000 millones de millones de fondos públicos para rescatar a los bancos. ¿Qué nos enseña la economía de mercado? Que si yo pongo la plata, yo soy el dueño. Ustedes, muchachos, quebraron, entonces los bancos son públicos, son de aquellos que pagamos los impuestos. Pero no, los mercados practican el socialismo al revés: las pérdidas son de todos, las ganancias son de los mercados; es decir, del sistema financiero internacional.
Entonces, cuando hablamos de los mercados no hablamos de ninguna otra cosa que del sistema financiero internacional. Y cuando hablamos del coronavirus, de lo que hablamos es del efecto que una gramática mercantil que se extiende sobre todo, produce como efecto destructivo sobre todo. Yo no soy un infectólogo, no soy médico y no pretendo dar lecciones de aquello que ignoro, ni mucho menos. No sé cómo se combate específicamente esta pandemia, pero sé como se combate el sistema y la lógica de las pandemias. Es decir: si los mercados siguen regulando la producción, y el planeta Tierra se explota como una especie de granja sin límites, donde el único concepto de los mercados, que es la rentabilidad, puede destruir todo, incluido el mercado, lo van a hacer. Sin ninguna duda. Entonces, zafemos o no zafemos del coronavirus, la pregunta es qué se hace con el virus del capitalismo. Ese es un virus altamente peligroso.
El autor de “Los cuatro peronismos” en uno de sus espacios de trabajo.NICOLÁS SAVINE
P. Cuando empezaron a colapsar los mercados, recuerdo haber visto varios posteos en redes sociales que decían: de pronto estamos descubriendo que, al final, a la economía la sostenían los cuerpos que trabajan. ¿Esto es así o gran parte de las ganancias de los flujos de capital que vemos son simplemente ficticias? O sea, no se corresponden con…
R. Se corresponden con las necesidades del capital, no con las necesidades de la actividad. Y las necesidades del capital tienen que ver con la rentabilidad. Y esto tiene una ecuación matemática enormemente sencilla. Tomemos el ejemplo de los autos de Fórmula 1. Cuando vos mirás los corredores de autos Fórmula 1, ves que la diferencia entre el primero y el último son unas centésimas de segundo, un segundo. Entonces vos decís: ¿qué relevancia tiene esto en andar en auto? Ninguna. Es decir: si tu auto tiene un pique de una fracción de segundo sobre 400 kilómetros respecto del mío y hace que tengas una ventaja de cuatro segundos en llegar. ¿Qué es lo que sucede con tu auto? ¿Por qué es mejor que el mío? ¿Se puede usar ese auto? ¿Vos podés subirte al auto y usarlo en una carretera? No. Esta es la fantasía de los mercados y de la productividad infinita a cualquier precio.
La idea de tardar menos para hacer una cosa es importante si yo tardo 30 días en llegar desde Madrid a Buenos Aires en barco; cuando yo voy en avión, la cosa cambia. Y si el avión, en lugar de ir a 900 kilómetros por hora, puede ir a 1.800 kilómetros por hora, está bien. Pero hay un momento en que se constituye lo que se llama un límite fisiológico; esto es: a esa velocidad los cuerpos se desintegran. Por lo tanto no es una velocidad útil, no nos sirve, le sirve a otra cosa. La sociedad humana ha llegado a un punto donde la economía de tiempo ha alcanzado, en muchos de sus elementos —no digo en todos—, topes imposible de superar, por así decirlo. Vos fíjate que esto hasta nos produce un efecto subjetivo. Una carta tardaba, en alguna época, cuando el correo funcionaba de verdad, seis días, cinco días en llegar de Buenos Aires a Londres. Ida y vuelta, 15 días. Hoy, cuando yo tengo que esperar 15 segundos en la computadora para entrar a mi charla de Zoom con vos, digo: “¡Qué lenta que está esta máquina, carajo!”. Ahora, esta percepción es una percepción real. No es un disparate. Pero someter a esta percepción el conjunto de las decisiones de la existencia de un planeta sí es un disparate. Este es el punto.
Tenemos estructuras de medición y evaluación absolutamente arbitrarias. Y estamos acostumbrados a un ejercicio que destruye todas las especificidades. Ahí vemos el final de esta lógica, que es básicamente una lógica teológica. Una lógica que no admite sino un Dios único todopoderoso. Hemos construido un Dios único, todopoderoso, que es la gramática mercantil y su altar son los mercados.
P. ¿Cuál ha sido el comportamiento de los mercados en otros momentos críticos de la historia reciente? Más allá de la crisis de 2008, ¿ha habido momentos que hayan sido esenciales para transformar la relación entre el capital y los Estados nacionales?
R. Sin duda. Cuando vos ves el fenómeno que arranca en 1890, que desemboca en la Primera Guerra Mundial, ves la ampliación del mercado nacional como un mercado insuficiente. Viene la lógica de esto que estamos planteando como lógica de los mercados. ¿Cuándo es insuficiente el mercado nacional? Yo puedo decir que es insuficiente porque hay una sobreoferta. Esa es una lectura. La segunda lectura es que la demanda es demasiado pobre, es demasiado incapaz.
Cuando vos mirás al interior de los Estados nacionales y ves, por ejemplo, una comparación entre Alemania y Francia, ves que Alemania, teniendo un mercado mucho más grande que Francia —numéricamente la población alemana es casi dos veces la población francesa— al mismo tiempo tiene una demanda muy baja. ¿Por qué? Porque las sociedades campesinas que no han hecho la revolución democrática son muy incapaces de comprar. En consecuencia, vos necesitás vender fuera lo que no podés vender dentro. Esta necesidad de ampliación de mercado se expresa como imperialismo geográfico, como el imperialismo más elemental y obvio. Y entonces ves en ese mismo período previo, entre 1860 y 1890, que Gran Bretaña quintuplica sus posesiones coloniales. Y se mastica, ni más ni menos, que a la India. No estamos hablando de una pequeña cuestión, no estamos hablando de las Falklands [las Islas Malvinas], estamos hablando de la India, de un tamaño descomunal, con una sociedad que tiene varias decenas de veces la población y la extensión de Gran Bretaña. Entonces nos damos cuenta de que estamos frente a un fenómeno de otro nivel.
Cuando vemos cómo ingresa el mercado y el capitalismo en Japón, vemos que ingresa con las cañoneras. Cuando vemos cómo ingresa el capitalismo en China, vemos que ingresa con una guerra de opio. Cuando vemos cómo se amplía el mercado mundial, vemos exactamente mecanismos político-militares relativamente atroces. Este ajuste es permanente y para cada ciclo tenés nuevos ajustes. Porque no es que vos ingresaste al mercado mundial en 1848 y por lo tanto, en la crisis posterior de 1946, te va bien. En 1848 Gran Bretaña hegemonizaba el mercado mundial. En 1946, Gran Bretaña era la gran perdedora del mercado mundial. Termina endeudada con los Estados Unidos y, de la potencia colonial imperial que era, tiene que retroceder, perder la India, perder su lugar, poner fin al imperio de la reina Victoria. Entonces no hay ninguna duda de que hay una relación directa entre una cosa y la otra. Lo que tenemos que tener muy, muy en claro, es que esta relación no es amable.
Cuando Marx escribe “hay un adentro y un afuera del mercado mundial”, el afuera del mercado mundial es todavía más grande que el mercado mundial. Con la caída del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética, el mercado mundial y el planeta Tierra se han vuelto lo mismo. Tenemos un dominio globalizado que no tiene ninguna forma de control democrático. ¿Quién elige al presidente del Fondo Monetario Internacional, al presidente del Banco Mundial, al conjunto de sistemas que en rigor son los que gobiernan y deciden en última instancia?
Hemos visto cómo el mercado mundial cambiaba al primer ministro de Italia, al primer ministro de Grecia. Hemos visto cuestiones que, con los estándares que usábamos para caracterizar los golpes de Estado en América Latina, se llamaban golpe de Estado. Sin embargo, nadie se inmutó demasiado. Nadie creyó que esto era particularmente grave. Nadie se plantea que el problema… el problema sigue siendo cuál es el déficit, el déficit fiscal es lo que nos quita el sueño, porque esto es lo que pone nervioso a los mercados. ¿Y qué es, en definitiva? Lo que te está diciendo es que lo único que se propone es garantizar que pagues lo que debes, no que clausures la deuda. Están planteando una transferencia sistémica de bienes, permanente, que no tiene modo de ser soportada por esa estructura sin derrumbarse.
En Marx, la noción de competencia y la noción de crisis son prácticamente iguales. La competencia entre capitales supone, obviamente, la derrota de los más débiles, la reconcentración y la crisis como modo de saldar esta actividad. Lo que tenemos que entender es que el volumen, la importancia, la intensidad y la calidad de todo esto ha llegado a un punto en que, desde la bomba atómica para acá, militarmente, y ahora financieramente, somos capaces de poner fin a la existencia de la vida en el planeta Tierra. Esta es la novedad que los diarios no ponen en tapa.
Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2020-05-02/la-pregunta-es-que-se-hace-con-el-virus-del-capitalismo.html
América del Sur/ Venezuela/ 12.05.2020/ Fuente: www.vtv.gob.ve.
El Movimiento por la Paz y la Vida se ha encargado de promover valores de paz y convivencia en todo el país a través del deporte, la cultura y la recreación, para combatir el ocio, la violencia y demás problemas de la comunidad, tarea que tomará más fuerza con el reimpulso de las políticas sociales por parte del Gobierno Nacional.
Su secretario ejecutivo, Alexander “Mimou” Vargas, señaló que desde el movimiento han surgido varias propuestas interesantes durante las jornadas de diálogo y rectificación que se realizan en todo el país, entre las que destacan:
La creación de núcleos de paz e integración de los existentes en redes de acción a nivel nacional.
La pacificación de espacios con alto índice vulnerable y riesgo social
Y profundizar la lucha contra el riesgo de pobreza en espacios priorizados por el observatorio.
Vargas indicó que una de las tareas pendientes del movimiento, es atender a todos los estratos sociales del país, incluso a los que atentan contra la paz, la vida y hacen constante llamados a la violencia.
“Siempre hemos estado trabajando en el barrio, en los centros penitenciarios, en espacios deportivos álgidos, debemos buscar más el diálogo con la gente que no quiere paz, los que andan creando violencia y zozobra en los espacios”, puntualizó.
Vargas resaltó que el movimiento es una política cónsona con otros planes del Gobierno, por lo que se encuentran en cada uno de los espacios recuperados como parques, plazas y canchas deportivas.
Igualmente, aseguró que trabajan de la mano con la Misión Chamba Juvenil y sus planes socio productivos para combatir el ocio.
Fuente de la noticia: https://www.vtv.gob.ve/movimiento-paz-vida-convivencia/
Por: Departamento de Educación a Distancia – UNCA.
La Dra. Mariana Maggio, reconocida docente de la Universidad de Buenos Aires brindó una charla mediante video conferencia cuyo eje temático fue “Enseñar en tiempos de pandemia”. Este evento, que contó con numerosos seguidores, se realizó bajo la modalidad de Webinar y fue organizado por el Departamento de Educación a Distancia de la UNCA.
Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=cx0UBfj40E8
Una de las decisiones más difíciles que tendrá que tomar el Gobierno nacional, así como los alcaldes y gobernadores, en el proceso de desconfinamiento, será cuándo y cómo garantizar la reapertura de las instituciones escolares, para reanudar las clases.
Para entender la complejidad de la decisión, en términos de impacto poblacional, abrir el sistema de la educación básica, media y superior significa que más de 13 millones de personas saldrán de sus casas, el 26% del total de la población de Colombia; 12 millones de estudiantes y cerca de un millón de personas entre docentes, personal de apoyo a las labores educativas y administrativas, más quienes trabajan con las empresas del sector y son proveedores del transporte escolar, alimentación y otros servicios, anexos al funcionamiento de las instituciones educativas.
En Colombia tenemos la fortuna de ir un mes, o más, atrás de otros países, con respecto al proceso de encerramiento y de desconfinamiento, este tiempo nos permitirá evaluar la decisión que ya tomaron otros países de empezar la reapertura del sistema educativo. No tenemos afán, podemos seguir funcionando durante este semestre con los estudiantes en casa: en condiciones normales los estudiantes del calendario A de la educación básica y media estarán finalizando el primer semestre a la mitad del mes de junio, igual ocurre con los estudiantes del calendario B y de la educación superior, quienes terminan año escolar o semestre.
En el mundo se planteó la necesidad de abrir el sistema educativo por lo menos por tres razones: la primera por el indudable retraso que sufrirán en el proceso educativo los estudiantes más pobres, quienes viven en peores condiciones de hacinamiento, sin acceso a las TIC; segundo, la salud, el estado emocional de los estudiantes y hasta problemas nutricionales se pueden afectar por las condiciones de encierro en las que permanecen algunos niños y adolescentes y; tres, una vez se reabran otros sectores de la economía los padres deben salir a trabajar y la mayoría de niños tendrán escaso soporte, o con quien estar en casa, una parte de los padres coordina su trabajo de acuerdo con el horario escolar.
En el mundo algunos países ya reabrieron las escuelas, por etapas, y se proyecta en diferentes países continuar este proceso durante el mes de mayo. En este sentido y de acuerdo con lo que está pasando en otros países propongo los siguientes pasos para reabrir el sistema educativo de manera planeada y con gradualidad:
Gobierno nacional (Ministerio de Educación Nacional, MEN) debería crear un grupo asesor donde estén expertos en salud, en manejo emocional de los niños y representantes de las entidades territoriales, así como docentes y rectores para que determinen lineamientos y acciones de corto plazo, que preparen al sistema educativo para su reapertura.
De manera inmediata, el MEN, las secretarías de educación y los equipos directivos de los colegios deben preparar las sedes educativas, donde sea posible empezar clases (no en todas se podrá): arreglar baños, equiparlos con elementos de aseo, y hasta modificar aulas especiales, auditorios, bibliotecas y el mobiliario, si es necesario, para mantener el distanciamiento entre los niños y los docentes. Propongo que para los colegios públicos los recursos para estas reparaciones locativas se distribuyan de manera directa a las instituciones escolares, además se otorguen facultades especiales a los rectores para contratar los ajustes y arreglos de los baños, así como la dotación de dispensadores de jabón y otros elementos para la higiene y seguridad de la comunidad educativa. Acá se genera empleo y no se requerirá personal muy calificado
La nación y las entidades territoriales deben respetar la autonomía de los colegios y confiar en sus directivos y maestros, ellos definirán los grupos, prioridades y formas de regresar a los colegios, de acuerdo con unos plazos razonables, que decidirá, según las circunstancias de la pandemia, el grupo asesor del gobierno nacional: Por ejemplo, empezar con gradualidad la primera semana de agosto.
Para arrancar las clases se pueden dividir en subgrupos, como lo hizo Dinamarca, pueden ser grupos de 5 a 7 niños por día, para atender 35 niños en promedio a la semana, insisto dependerá del tipo de colegios y del número de sedes, estudiantes, maestros y cantidad de grupos; durante un tiempo el sistema funcionaría de manera presencia uno o dos días a la semana, combinando educación en casa y a distancia, con las TIC o con guías. Propongo que empiecen con los estudiantes sin acceso a las TIC.
Los estudiantes deberán tener su propio escritorio o pupitre, todos ubicados a dos metros de su vecino más cercano.
Los maestros trabajarán con el mismo grupo de estudiantes durante el día y no cambiarán de aula, ni de estudiantes.
Los niños utilizan tapabocas y solo juegan con niños de su clase, en grupos pequeños.
Hasta donde sea posible, los maestros no se reúnen en la sala de profesores;
Todos (niños y profesores) deberán lavarse las manos al menos una vez por hora, durante las 5 o 6 horas de duración de la escuela.
Además, el pediatra y epidemiólogo Quique Bassat, que formó parte del grupo de expertos de la Asociación Nacional de Pediatría que asesoró al Gobierno español sobre cómo debe ser el desconfinamiento de los niños, afirmó que «los requisitos dependerán del punto en que se encuentre la pandemia, adelanta cuatro elementos: distancia social; lavado de manos con gel hidroalcohólico al entrar y salir de clase, posible uso de mascarillas, y turnos en la hora del comedor, un momento que resulta especialmente delicado, y también en la llegada y salida de los centros educativos».
Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/columna-angel-perez-11-de-mayo-cuando-y-como-reabrir-el-sistema-educativo/286113
América del Sur/ Colombia/ 12.05.2020/ Fuente: www.laopinion.com.co.
No es un secreto que la educación inclusiva no ha sido de fácil acceso, incluso antes del aislamiento social. Sin embargo, las necesidades de educación para jóvenes y niños migrantes, etnias indígenas o con alguna discapacidad física, deben ser atendidas.
Por lo anterior, la Secretaría de Educación de Norte de Santander y Cúcuta trabajan para hacerle frente a las necesidades educativas de todas las poblaciones en estos tiempos. Desde la dependencia departamental, se aseguró que en el momento existen 15 maestros que están a cargo de la orientación a niños con condiciones especiales.
El objetivo hasta el momento es que no se haga de manera virtual sino que sea una capacitación personal con los padres de familia.
A cargo del departamento también está el poder escolarizar la población indígena de la región. La Secretaría de Educación señaló que ya se adelantan trabajos con estudiantes de la tribu Barí, que está atendiendo con material impreso. “Con ellos el mayor inconveniente es conseguirles a tiempo el material, pero estamos buscando la manera de que esta semana se instale una impresora para que el proceso sea más sencillo”, precisaron voceros de la dependencia.
Respecto a los U’wa, comentaron que aún no han podido conciliar para que los niños continúen con la educación en esta situación, pero están en conversación para que llegue la educación a esta población.
Cúcuta ampliará su atención con más docentes
Por otra parte, el secretario de Educación municipal, Arturo Charria, explicó que con la educación inclusiva se está manejando distintos niveles.
“Por un lado están los estudiantes que son migrantes, a ellos les estamos pasando material impreso pedagógico. A los estudiantes que se encuentran en Ureña, ahí puntualmente lo estamos haciendo con el colegio Misael Pastrana, donde la tercera parte de la población estudiantil vive en Ureña y vamos a hacerlo al final de esta semana con los otros colegios”, precisó Charria.
Respecto a las necesidades educativas especiales, el secretario explicó que los docentes de apoyo con los que cuenta el municipio, han mantenido el diálogo con los estudiantes y están adaptando los procesos educativos para que puedan llegarles la información y el acompañamiento.
“Vamos a suscribir esta semana un contrato con docentes de apoyo principalmente fisiólogos e intérpretes en lenguaje de señas colombianas para trabajar con comunidad que tiene discapacidad visual y auditiva”, explicó el funcionario.
Son al menos 127 niños con discapacidad auditiva los que iniciarían clases en los próximos días. Además, la administración municipal señaló que también se está implementando un modelo de educación inclusiva con los jóvenes que hacen parte del sistema de responsabilidad penal adolescente, en donde los estudiantes que se encuentran en reclusión intramural siguen recibiendo educación virtual con docentes de apoyo.
Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/cucuta/educacion-inclusiva-en-tiempos-de-pandemia-195373#OP
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