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Bienvenido al Estado Suicida

Por: Vladimir Safatle

Vos sos parte de un experimento. Tal vez sin darte cuenta, pero sos parte de un experimento. El destino de tu cuerpo y tu muerte son parte de un experimento de tecnología social, de una nueva forma de gestión. Nada de lo que está sucediendo en este país, que se confunde con nuestra historia, es fruto de la improvisación o del voluntarismo de los agentes de comando. Incluso porque nunca nadie intentó entender los procesos históricos buscando aclarar la intencionalidad de los agentes. Saber aquello que los agentes creen que están haciendo es realmente lo que menos importa. Como dije más de una vez, generalmente lo hacen sin saber.

Este experimento del que vos sos parte, al que te empujaron a la fuerza, tiene nombre. Se trata de la implementación de un “estado suicida”, como dijo alguna vez Paul Virilio. O sea, Brasil mostró definitivamente cómo es el escenario de implementación de un estado suicida. Una nueva etapa de los modelos de gestión inmanentes al neoliberalismo. Ahora, su rostro  es más cruel, su fase más terminal.

Se equivoca quien cree que esto es solo la ya tradicional figura del necroestado nacional. Caminamos en dirección a un más allá de la temática necropolítica del estado como gestor de la muerte y de la desaparición. Un estado como el nuestro no es apenas el gestor de la muerte. Es el actor contínuo de su propia catástrofe,  el cultivador de su propia explosión. Para ser más preciso, es la mezcla de la administración de la muerte de sectores de su propia población y del coqueteo continuo y arriesgado con su propia destrucción. El fin de la Nueva República terminará en un macabro ritual de emergencia de una nueva forma de violencia estatal y de rituales periódicos de destrucción de cuerpos.

Un estado de esta naturaleza sólo apareció una vez en la historia reciente. Este se materializó de forma ejemplar a través de un telegrama. Un telegrama que tenía número: Telegrama 71.  Con este telegrama, en 1945, Hitler proclamó el destino de una guerra ya perdida. En él escribía: “Si la guerra está perdida, que la nación perezca”. Con él, Hitler exigía al propio ejército alemán que destruyese lo que restaba de infraestructura, convalidando la derrota de la nación alemana. Como si ese fuese el verdadero objetivo final: que la nación perezca por sus propias manos, esas manos que antes habían desencadenado la guerra. Este era el modo nazi de dar respuesta a una rabia secular contra el propio estado y contra todo lo que en algún momento había representado. Celebrando su destrucción y la nuestra. Existen varias formas de destruir un estado y una de ellas, la forma contrarrevolucionaria, es acelerar en dirección a su propia catástrofe, aunque se lleve consigo nuestras vidas. Hannah Arendt nos habló del hecho espantoso de que aquellos que adherían al fascismo no vacilaban en transformarse en sus propias victimas, aun cuando el monstruo terminara devorando a sus propios hijos.

Sin embargo, el foco del espanto no debería estar puesto allí. Como decía Freud: la misma autodestrucción de la persona no puede ser completada sin alguna satisfacción libidinal. Ese es en verdad el verdadero experimento, un experimento de economía libidinal. El estado suicida logra hacer de la revuelta contra un estado injusto de cosas, contra las autoridades que nos excluyen, un ritual de destrucción de sí en nombre de la creencia en la voluntad soberana y en la preservación de un liderazgo que debe escenificar su omnipotencia en el mismo momento en que ya está clara como el sol su impotencia miserable. Si el fascismo fue siempre una contra-revolución preventiva, no olvidemos que ha sabido transformar la fiesta de la revolución en un ritual inexorable de auto-inmolación sacrificial. Hacer que el deseo de transformación y de diferencia se conjugue con una gramática de sacrificio y de autodestrucción: esa ha sido siempre la ecuación libidinal que funda el estado suicida.

El fascismo brasilero y su nombre propio, Bolsonaro, han encontrado una catástrofe para llamar a la suya. Se presenta en la forma de una pandemia que exigiría de la voluntad soberana y de su paranoia social compulsivamente repetida, que fuese sometida a la acción colectiva y a la solidaridad genérica, teniendo en cuenta la emergencia de un cuerpo social que no debería dejar a nadie librado a su suerte en su camino directo al Hades. Ante la sumisión a una exigencia de autopreservación que toma de la paranoia su teatro, sus enemigos, sus persecuciones, sus delirios de grandeza, la elección resulta, no obstante, en el flirteo con la muerte generalizada. Si aún precisásemos alguna prueba de que lidiamos con una lógica fascista de gobierno, esta sería la definitiva. No se trata de un estado autoritario clásico que usa la violencia para destruir a sus enemigos. Se trata de un estado suicida de tipo fascista que sólo encuentra su fuerza cuando afronta la posibilidad de su propio final.

Es claro que dicho estado se funda en la mixtura tan nuestra de capitalismo y esclavitud, de publicitario de coworking, de rostro joven e indiferencia asesina para con la muerte, reducida a efecto colateral del necesario buen funcionamiento de la economía. Algunos comienzan a oír a empresarios, a dueños de restaurantes, a publicitarios –puercos trasvestidos en nuevos heraldos de la racionalidad económica- decir que peor que el miedo a la pandemia debería ser el miedo al desempleo. En verdad ellos están delante de los señores de esclavos que aprendieron ahora a hablar business english. La lógica es la misma, solo que extendida a toda la población. El ingenioso experimento ya no puede detenerse. Y nadie va a generar un drama nacional porque algunos esclavos mueran. Al final, ¿qué significan 5.000, 10.000 muertes si estamos hablando de “garantizar empleos”, más aún, de garantizar que todos continúen siendo expoliados y masacrados en acciones sin sentido y sin fin, en cuanto trabajan en las condiciones más miserables y precarias jamás imaginadas?

La historia de Brasil resulta de la instrumentalización contínua de esta lógica. La novedad es que ahora se aplica a toda la población. Poco tiempo atrás, el país dividía a los sujetos entre “personas” y “cosas”, o sea, entre aquellos que serían tratados como personas -cuya muerte provocaría luto, narrativa, conmoción, y aquellos que serían tratados como cosas, cuya muerte es apenas un número, una fatalidad, frente a la cual no habría razón alguna para llorar. Ahora llegamos al punto de consagración de esta lógica. La población es apenas un suplemento descartable frente a un proceso de acumulación y de concentración a todas vistas indetenible.

Es claro que siglos acumulados de necropolítica han permitido que el estado brasilero adquiera ciertas habilidades. Él sabe que uno de los secretos de este juego es hacer desaparecer los cuerpos. Retirar números de circulación, cuestionar datos, colocar los muertos por coronavirus en otra rubrica, abrir fosas en lugares invisibles. Bolsonaro y sus amigos, llegados desde los sótanos de la dictadura militar, saben cómo operar con esa lógica. El viejo arte de administrar y gestionar la desaparición, que el estado brasilero sabe hacer tan bien. De cualquier forma, there is no alternative. Ese era el precio a pagar para que la economía no detuviese su marcha, para que los empleos fuesen garantizados. Alguien tenía que hacer el sacrificio. La única cosa graciosa es que siempre son los mismos los que pagan. La verdadera cuestión es otra, a saber: ¿quién es aquel que nunca paga por los sacrificios y a la vez sermonea tras un evangelio bastardeado de azotes?

Pues vean qué cosa más interesante. En la República Suicida Brasilera no hay chance alguna de hacer que el sistema financiero vierta sus lucros obscenos en un fondo común para el pago de salarios de la población confinada, ni de implementar un impuesto constitucional sobre grandes fortunas para tener a disposición parte del dinero que la elite vampirizó del trabajo compulsivo de los más pobres. No, esas posibilidades no existen. There is no alternative: ¿será necesario repetirlo una vez más?

Esta violencia es la matriz del capitalismo brasilero. ¿Quién financió la dictadura y la creación de aparatos de crímenes contra la humanidad con los cuales se torturaba, violaba, asesinaba y se hacían desaparecer cadáveres? ¿No había ahí dinero del Banco Itaú, Bradesco, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, Fiesp, o sea, de todo el sistema financiero y empresarial que hoy tiene garantizadas sus ganancias por los mismos que ven nuestras muertes como un problema menor?

En la época del fascismo histórico, el estado suicida se movilizó a través de una guerra que no podía detener. O sea, la guerra fascista no era una guerra de conquista. Era un fin en sí mismo. Como si fuese “un movimiento perpetuo, sin objeto ni objetivo”, cuyos impasses sólo llevan a una aceleración mayor. La idea nazi de dominación no está ligada al fortalecimiento del estado, sino a una dinámica en constante movimiento. Hannah Arendt diría esto: “La esencia de los movimientos totalitarios es que puedan permanecer en el poder mientras estén en movimiento y transmitan movimiento a todo aquello que los rodea”. Una guerra ilimitada que implica la movilización total de todo agente social, la militarización absoluta en dirección a un combate que se torna permanente. Guerra, sin embargo, cuya dirección no puede ser otra que la pura y simple destrucción.

Sólo que el estado brasilero nunca necesitó de una guerra porque siempre fue el gestor de una guerra civil no declarada. Su ejército no sirve para otra cosa que para atentar cada cierto tiempo contra su propia población. Esta es la tierra de la contrarrevolución preventiva, como decía Florestan Fernandes. La patria de la guerra civil sin fin, de los genocidios sin nombre, de las masacres sin documentos, de los procesos de acumulación de Capital hechos a través de balas y de miedo contra quien se movilice en otra dirección. Todo esto aplaudido por un tercio de la población, por tus abuelos, tus padres, por aquellos cuyos circuitos de afectos están sujetos a ese deseo inconfesable de sacrificio de los otros y de sí por generaciones. Pobres de aquellos que todavía creen que es posible dialogar con quien en este momento estaría aplaudiendo a los agentes de la SS.

Porque las alternativas existen, pero si fueran implementadas serían otros los afectos que se pondrían en circulación, fortaleciendo a aquellos que rechazan tal lógica fascista, permitiéndoles finalmente imaginar otro cuerpo social y político. Tales alternativas pasan por la consolidación de la solidaridad genérica que nos hace sentirnos parte de un sistema de mutua dependencia y de apoyo, en el cual mi vida también depende de la vida de aquellos que son parte de “mi grupo”, que están en “mi lugar”, que tienen “mis propiedades”. Esta solidaridad que se construye en los momentos dramáticos les recuerda a los sujetos que participan de un destino común que debe sustentarse colectivamente.

Algo muy diferente del “si yo me infecto es problema mío”. Mentira atroz, porque, en verdad, será un problema del sistema público de salud, que no podrá atender a otros porque necesita cuidar de la irresponsabilidad de uno de los miembros de la sociedad. Pero si la solidaridad apareciese como afecto central, es la farsa neoliberal la que caería, esta misma farsa que debe repetir, como decía Thatcher, que “no existe esa cosa llamada sociedad, apenas existen individuos y familias”. Sólo que el contagio, Margareth, es el fenómeno más democrático e igualitario que conocemos. Este nos recuerda, al contrario, que no existe esa cosa de individuo y familia, que existe la sociedad que lucha colectivamente contra la muerte de todos y siente colectivamente cuando uno de los suyos cree que vive solo.

Como dije antes, las alternativas existen. Pasan por suspender el pago de la deuda pública, por gravar finalmente a los ricos y proporcionarles a los más pobres la posibilidad de cuidar de sí y de los suyos, sin preocuparse por volver vivos de un ambiente de trabajo que será foco de diseminación, que será la ruleta rusa de la muerte. Si alguien supiera realmente cómo hacerlo en las huestes del fascismo, recordaría lo que sucede con uno de los únicos países del mundo que rechaza seguir las recomendaciones para combatir la pandemia: este sería objeto de un cordón sanitario global, de un aislamiento en tanto posible foco no controlado de la proliferación de una enfermedad de la cual los otros países no quisieran contagiarse. Ser objeto de un cordón sanitario global debería ser algo realmente muy bueno para la economía nacional.

Mientras tanto nosotros luchamos con todas las fuerzas para encontrar algo que nos haga creer que la situación no es tan mala, que todo se trata de derrapes y sinsabores de un insano. No, no hay insanos en esta historia. Este gobierno es la realización necesaria de nuestra historia de sangre, de silencio, de olvido. Historia de cuerpos invisibles y de Capital sin límites. No hay insanos. Al contrario, la lógica es muy clara e implacable. Esto ocurre solamente porque cuando es necesario radicalizar siempre hay alguien en este país que dice que todavía no es el momento. Frente a la implementación de un estado suicida sólo nos restaría una huelga general por tiempo indeterminado, un rechazo absoluto a trabajar hasta que este gobierno caiga. Sólo nos restaría quemar las fábricas de los “empresarios” que cantan la indiferencia de nuestras muertes. Sólo nos restaría hacer que la economía pare de una vez utilizando todas las formas de contra violencia popular. Sólo nos restaría parar de sonreír, porque ahora sonreír es consentir. Pero ni siquiera un miserable pedido de impeachment es asumido por quien dice ser parte de la oposición. Sería difícil no acordarnos de estas palabras del evangelio: “Si la sal no sala, de qué sirve entonces”. Debe servir sólo para hacernos olvidar el gesto violento de rechazo que debería estar ahí cuando intentan empujar nuestra carne a su propio cadalso.

Fuentes:                 http://lobosuelto.com/bienvenido-al-estado-suicida-vladimir-safatle/

                                  Texto publicado originalmente en la sección Pandemia crítica de la editorial n-1 edições (n-1

                                  edições.org)

                                 ** Traducción libre: Florencia Carrizo y Franco Castignani para Los ejercicios posibles

                                 FOTO: Renata Molinari, Sin Cuerno, 2019

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Redescubriendo modos de abrazarnos, una oportunidad en la pandemia. La corporalidad, potente territorio de transformaciones.

 

Por: Mg. María Alejandra Castiglioni.

 

 

 

El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y

a muchos más condena al hambre de abrazos» Eduardo Galeano, El libro de los abrazos

 

 

Aislados para proteger nuestra salud, aislados para proteger al otro, aislados para proteger nuestra comunidad y a esta aldea global. Aislados nuestros cuerpos. Cuerpos, construcción cultural y espacio primario donde se instala, expresa y percibe la emocionalidad; aquellos que se constituyen como superficie donde se inscribe nuestra historia, nuestra vida y también nuestra muerte.

El cuerpo es “el lugar” donde todo sucede, donde se sostiene y resignifica la conversación educativa mientras se desenvuelven los procesos de socialización, allí surge la posibilidad de transformar vínculos para soñar, gestar y construir escenarios más humanos.

Más allá de los cuerpos, entre ellos, erupciona un espacio privilegiado donde habitan nuestros gestos, voces y relatos. Quizás sea momento de redescubrir su potencia y sus matices, intensidades, lenguajes para intentar abrazarnos de otros modos, tan necesarios en el escenario de una pandemia. Hace falta compartir el miedo, el dolor, la distancia, el silencio, la soledad. Así, el valor de la voz que contiene, la mirada que reconoce, el silencio disponible a los otros, el llamado de atención que cuida, la palabra que reconforta, la distancia física que protege, entre otros gestos, forjan un entramado que abriga la conciencia social, lo que por su parte sostiene nuestra corresponsabilidad de existir.

Estos entramados habitan en la corporalidad, una interfaz que media “entre lo social y lo individual, lo psicológico y lo simbólico”, allí donde se despliega un espacio de oportunidades y posibles transformaciones donde capitalizar la evidencia de actitudes, gestos y discursos que cada cultura aloja y le otorga sentido (Le Breton, 2002:97).

Cultura que, en su sentido dinámico e inacabado, se hace visible en nuestros cuerpos siempre en movimiento, al pensar, al hablar, al mirar y en el transcurso de mismo de nuestras vidas. De acuerdo con Olmos, la cultura puede definirse como forma integral de vida creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera de resolver –desde lo corporal, emocional y psíquico- las relaciones que mantiene en su seno “con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia” (2003: 16).

Continuidad a la existencia… allí el aprendizaje que hoy nos implica, allí la educación. Un proceso con intencionalidad pedagógica contextualizado, como sólo tiene sentido de abordarse, donde capitalizar sentipensares diversos y recuperar la amorosidad y la emoción que moviliza situaciones del mundo interno en la interacción consigo y con los otros; “no hay acción humana que la funde como tal” sin emoción (Maturana).

Asimismo, patrimonializar los modos que cada cultura construye -en su diversidad  relacional- de transmitir emociones mediante la gestualidad, expresiones éticas y estéticas, disposiciones corporales que modulan la comunicación social y la imagen corporal.

La escucha y disponibilidad adulta, fundan la pedagogía intercultural crítica para capitalizar su heterogeneidad en el extrañamiento de lo real, impugnando escisiones hegemónicas entre cuerpo y mente, emoción y razón, pasividad y actividad que se han acomodado en nuestros cuerpos generando representaciones estigmatizantes de la alteridad e instalando inequidades.

En este sentido, la corporalidad humana, fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios, también aloja valoraciones y  estigmatizaciones, producto de un consenso histórico y social circunstancial que no se corresponde con la naturaleza misma de cada ser humano. Este virus nos hace iguales ante su hostilidad, no hay prestigio autopercibido que proteja de su virulencia.

Es un momento histórico donde revisar la matriz simbólica que organiza nuestra percepción del otro, para comprender que es la naturaleza quien no distingue etnia, edad, nacionalidad, clase social u otras categorías instalándonos a todos en las mismas condiciones para contagiarnos, pero quizás no de conservar la salud porque estaremos dependiendo de quien sea solidario, respetuoso del bien común.

¿Cómo construir estas transformaciones necesarias desde el campo educativo?

En principio considero al hecho educativo complejo y multidimensional, lo que amerita un abordaje interdisciplinar, en este caso Educación, Sociología de la Cultura y Antropología del Cuerpo. La educación -institución política, social y cultural- se transforma constantemente en esa multiplicidad de perspectivas y campos teóricos y sociales.

De aquí en más, analizando críticamente los gestos que nos vinculan y en qué medida sustentan una perspectiva de derechos que refleje un compromiso hacia la real efectivización de todos ellos desde el nacimiento.

Será responsabilidad de todos encarnar las palabras de Freire, nadie se salva solo, nadie salva a nadie, nos salvamos en comunidad. Así la centralidad de la educación, en su dimensión política insoslayable, como campo de disputas, como posibilidad de impugnación de inequidades, como instancia de transformación social donde los educadores gestamos lo gestante a partir de la voz infantil, entregando un legado respetuoso de la humanidad y de la naturaleza -como parte de ella- entre cada generación y así, construyendo comunidad.

La voz infantil nos recuerda a cada instante esta necesidad imperante, me invito, les invito a reponer sus palabras, sus expresiones coherentes que nos lo recuerdan cuando vamos a cortar una flor, cuando no cuidamos nuestro medio ambiente, cuando gritamos, cuando demandan escucha atenta o nuestra disponibilidad. Quizás así desenvolver nuevos procesos a partir de su deseo, emoción, historia y todo el bagaje antropológico y simbólico que alojan en su excepcionalidad.

Para Kohan, “la humanidad tiene un soma infantil que no lo abandona y que ella no puede abandonar” (2004: 274). En este sentido alojar esa categoría social e histórica que es la infancia, territorio, sentido y condición de la experiencia humana, la que  erupciona per se  en un devenir incesante, anticipa nuevos comienzos… ¡es vida!

Niestche, lo ha dicho, “el cuerpo siempre sorprende”. Está en nosotros escuchar su testimonio y recordarnos que no somos los dueños de la naturaleza, somos parte de ella, es nuestra casa, la que habitamos y la que habitarán nuestrxs hijxs.

He escuchado a Rita Segato contarnos que somos emanaciones de nuestros paisajes. Esta es una oportunidad para recuperar los paisajes más justos, más humanos capitalizando la diversidad como patrimonio. También, para revisar el rol de los estados en las economías mundiales y la implicancia de las políticas neoliberales que entienden -ya lo sabemos- al ser humano como mercancía y en el caso de las infancias, marcando a lxs niñxs como oportunidad o amenaza para cumplir sus objetivos.

El sol seca la arcilla y derrite la vela, dice Kant, un mismo hecho -en este caso- global, devastador y arrasador puede ser una invitación a valorar la vida una vez más y elegir de qué modo honrarla escuchando infancias, las que portan sin dudas, un impulso vital.

 

Bibliografía

Citro, Silvia. Cuerpos Significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos  Aires, Biblos. 2009.

Kohan, Walter. (2004). Infancia entre educación y filosofía. Barcelona: Laertes

Le Breton, David. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires, Editorial Nueva Visión. 2002.

McLaren, Peter (1990). Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo. Buenos Aires, Aique. Disponible en http://www.terras.edu.ar/biblioteca/5/PDGA_Mc_Laren_Unidad_7.pdf Consultado el 10/9/2017

Mauss, Marcel. Sociología y Antropología, Sexta Parte “Técnicas y Movimientos corporales, Madrid, Editorial Técnos. 1979 (1936). Bs. As, 22 de marzo de 2020.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

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Noam Chomsky: «La pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global»

Por: Roberto Manríquez.

 

Para el pensador estadounidense –quien aprovechó el aislamiento en que se encuentra para responder preguntas a El Mostrador– «la situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla».

La evidencia científica apunta a que la aparición del COVID-19 no fue de modo alguno imprevisible. De hecho, en un artículo publicado el pasado lunes en El Mostrador, la Sociedad de Microbiología de Chile sentenciaba en forma preocupante que “tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica”.

Basado en estas evidencias, Noam Chomsky estima que la aparición del COVID-19 se pudo prever, pero que, dado el modelo económico, era difícil que los recursos públicos fueran destinados a escenarios de prevención hipotéticos.

El intelectual, quien no requiere de mayor presentación, respondió desde su lugar de aislamiento a este cuestionario de El Mostrador sobre la pandemia que desafía a la humanidad.

-¿Cómo está profesor?

Personalmente bien. Aislado.

-La situación se reveló más seria de lo que en un principio el gobierno de Trump previó. 

La reacción de la administración Trump ha sido un desastre: negación, confusión, pérdida de tiempo. Por ahora, Estados Unidos es el único país importante que ni siquiera puede proporcionar información precisa a la Organización Mundial de la Salud. El gobierno finalmente está dando algunos pasos: demasiado tarde, demasiado limitado.

-De pronto pasamos de lidiar con la emergencia climática y la amenaza nuclear a una pandemia devastadora. ¿Era previsible de alguna forma?

Se ha esperado durante algún tiempo, se estimaba que otra pandemia estaba en camino, tal vez causada por un coronavirus similar al SARS. Las compañías farmacéuticas no tenían interés en la preparación de antídotos. Sin ganancia inmediata. Por otro lado, las iniciativas gubernamentales han sido bloqueadas sistemáticamente por la doctrina neoliberal imperante, que autoriza al Estado a proporcionar subsidios a las corporaciones y rescatarlas de los problemas, pero no interferir con su control del mercado, incluyendo el farmacéutico.

-¿A qué responde la situación que enfrentamos?

Como mencioné, la pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global. Para las compañías farmacéuticas privadas, las señales del mercado eran claras: no desperdicies recursos en la preparación anticipada para una pandemia. El gobierno podría haber intervenido, como en Corea del Sur, pero eso entra en conflicto con la ideología neoliberal; interferiría con los sagrados derechos del poder privado concentrado. El papel del gobierno es subsidiar y proporcionar derechos de patentes exorbitantes, asegurando ganancias colosales. Pero no interferir con las prerrogativas de privilegio y riqueza.

-Trump y Bolsonaro pasaron de decir que era una invención de los medios de comunicación a tomarlo con cierta seriedad.

Mucho de lo que ha pasado globalmente, se debe a ese enfoque de reaccionar tardíamente.

-Esta crisis ha expuesto el verdadero estado de los sistemas de salud pública, que no están pasando la prueba

Muy cierto. También demuestra cómo han sido debilitados por los programas neoliberales de la generación pasada.

-La crisis pandémica a su vez provocará una crisis económica, que evoca la crisis subprime o incluso la de 1929, ¿cuál es su apreciación?

La situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/la-pandemia-es-otro-caso-de-la-falla-masiva-del-mercado-como-el-calentamiento-global/

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Reflexionesen torno al “nuevo plan de transición” de los EE.UU., para Venezuela

Por: Jorge Forero*

El martes 31 de marzo de 2020, el gobierno estadounidense anunció el lanzamiento de “un nuevo plan para la transición a la democracia en Venezuela y la retirada de las sanciones económicas, a través de un gobierno de transición, que incluya representantes del actual presidente Nicolás Maduro, y del líder opositor (sic.) Juan Guaidó, así como la celebración de “elecciones libres y justas” (Agencia: DW).

 Este hecho marca un nuevo hito en la orientación estratégica -pública de la política exterior de Washington hacia Venezuela, la cual ha experimentado una escalada de hostilidades (que incluyen amenazas de intervención militar) y sanciones económicas que han acentuado la grave y severa depresión económica que ha azotado a Venezuela durante los últimos 5 años.

 A continuación se exponen algunas reflexiones e inferencias que surgen a partir de este anuncio, en particular, sobre la coyuntura global, y sobre las determinaciones geopolíticas y económicas, así como las implicaciones y  las perspectivas que se vislumbran:

 1. El anuncio del “nuevo plan” se produce en el marco de una conmoción sistémica, desencadenada por las repercusiones económicas del COVID-19. Cabe subrayar que organismos del sistema financiero como el FMI han declarado oficialmente una nueva recesión económica global.

Históricamente las turbulencias de gran escala, como la actual, derivan en procesos de recomposición de las fuerzas en el sistema-mundo. Tal circunstancia tiende a propiciar cambios en las dinámicas de los sistemas de relaciones internacionales, en la medida en que los tiempos de la geopolítica se aceleran.

Dicho de otra manera, en tiempos convulsos, es preciso asegurar posiciones, aunque eso represente retrocesos o pérdidas parciales, y Venezuela sigue siendo un factor medular en los equilibrios geopolíticos de la región y del mundo.

2. Precisamente en ese marco, fue del conocimiento público la conversación telefónica entre los presidentes de los EE.UU., y de la Federación Rusa (dos agentes de los intereses del gran capital concentrado en sus respectivos centros imperialistas), la cual se centró en la búsqueda de acuerdos para la estabilidad del mercado energético global, variable muy sensible para los procesos de acumulación de capital en los dos países. A pesar del colapso de la industria petrolera venezolana, las reservas del país resultan cruciales en un escenario de lucha por la hegemonía sobre el sistema-mundo.

3. A pesar de la aparente esquizofrenia de la política exterior de los EE.UU., (el 26 de marzo emite una orden de captura con recompensa incluida en contra del presidente y de altos funcionarios del gobierno de Venezuela con cargos por narcoterrorismo, y el 31 de marzo ejecuta un viraje drástico en su narrativa, a través de la cual, además de reconocer tácitamente a dicho gobierno y proponer una salida política negociada, rompe con su intransigencia fundamentalista), esta práctica discursiva caótica forma parte de una doctrina de política exterior de ese país, la denominada “Teoría del Loco” de Henry Kissinger (asesor presidencial en la década de los setenta cuando se instauró y nuevamente en la actualidad), cuya premisa es confundir y desconcertar a sus oponentes mediante movimientos que se perciben como contradictorios, pero que en los hechos apuntan hacia objetivos concretos. Por tanto, es factible que surjan “nuevos planes” y nuevas acciones en el corto plazo.

Es oportuno reseñar otro hecho aparentemente caótico e indescifrable, que sucedió unos días antes de la judicialización extraterritorial de las autoridades venezolanas por parte del Departamento de Justicia de los EE.UU., cuando se produjo la detención de un arsenal de guerra en la frontera colombo-venezolana, ante lo cual el General retirado de la FANB de Venezuela Clíver Alcalá asumió la responsabilidad de ese movimiento, a la vez que emitió unas declaraciones que comprometen al diputado Juan Guaidó, así como a otros actores venezolanos y colombianos vinculados con los sectores más conservadores del establecimiento norteamericano. Para ponerle un broche de oro a la ezquizofrenia, el General Alcalá fue extraditado a los Estados Unidos por parte del gobierno de Colombia, y se despidió de Colombia sin esposas y entre abrazos fraternales de sus vigilantes.

4. El “nuevo plan” estadounidense fue anunciado hace unos días -con algunas variaciones- por el diputado y presidente autoproclamado como interino. Lo que ratifica el signo subordinado (por usar una palabra decorosa) de ese actor político a los designios de Washington.

 5. Aunque es evidente el interés de imponer un tutelaje sobre la política venezolana, así como el carácter inconstitucional del “nuevo plan”, en razón de que vulnera principios constitucionales esenciales de la República Bolivariana de Venezuela y expresa la naturaleza intervencionista del imperialismo estadounidense (por ende era apenas lógico que el gobierno venezolano se pronunciara en rechazo a ese plan), así como principios del derecho internacional; podría calificarse como positivo que el gobierno de los EE.UU., valore opciones de negociación política, y trascienda las actitudes absurdas que no redundan en superar sino en intensificar la crisis.

 No obstante, bajo la lógica de la Teoría del Loco que se está implementando desde Washington, no sería descabellado pensar en que esta acción tenga la finalidad de distraer y que más bien se esté preparando  una escalada de hostilidades belicistas.

 6. Una agresión belicista estadounidense contra Venezuela en un momento como el actual, tendría consecuencias terribles sobre el país. Es necesario subrayar que una intervención militar quirúrgica, tal cual como la solicitan algunos sectores, además de daños colaterales directos, generaría un escenario de conflictividad y de violencia cruenta en el país, que acentuaría las dificultades dadas por la crisis económica. Si el interés es promover la democracia, la estabilidad política y la recuperación económica del país, la guerra no es una solución.

 7. Como es tradición en la política exterior estadounidense, el “nuevo plan” en los hechos es un pacto de élites políticas, vale preguntar con franqueza: ¿hasta qué punto realmente el pueblo venezolano se siente representado por estos sectores? ¿O en la práctica se trata de la promoción de un nuevo Pacto de Punto Fijo?, bajo el espectro de intereses geopolíticos muy concretos, por un lado los anglosajones y por otro lado los del eje China-Rusia. Tal circunstancia expresa el carácter antidemocrático y conservador del denominado “nuevo plan”.

 8. Este hito en la narrativa estadounidense hacia la crisis venezolana debe concebirse como una oportunidad para avanzar en el diálogo político de los todos los sectores nacionales -ítem que ha sido valorado positivamente por el pueblo en diversos estudios de opinión-, tanto de los que ostentan de representación ante el poder público (gobierno y oposición supeditada a Washington, sectores liberales y disidentes de esos dos bloques), y de los sectores oligárquicos que tienen posiciones clave en el entramado económico (los cuales ya fueron invitados a definir la política estratégica de la nación en el marco de la coyuntura del COVID-19), como de los sectores sociales de la clase trabajadora del país que son invisibilizados por los medios de comunicación corporativos al Estado o al gran capital (tales como los partidos políticos que mantienen posiciones clasistas, movimientos sociales, sectores como el campesinado, entre otros).

Ese diálogo no debe reducirse a un cónclave para repartirse cuotas en el poder público del Estado (y con ello, el control de las rentas y la influencia sobre los procesos de acumulación de capital), sino que primordialmente debe orientarse a la búsqueda de un programa de recuperación económica viable, con criterios de rigurosidad científica, y por ende, ajeno a la discursiva demagoga que domina a la clase política venezolana.

El devenir histórico de Venezuela lo debe definir su pueblo, los pactos de élites, los caudillismos, los delirios de grandeza y los sectarismos entre facciones de la burguesía nacional y transnacional tienen una carga histórica de desastres económicos, sociales y políticos para el país.

*Investigador del Centro Internacional Miranda

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Perú: Coronavirus: 12 museos que puedes visitar virtualmente durante la cuarentena

América del Sur/Perú/31-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Sin salir de casa, la cultura peruana está a la mano gracias a la tecnología.

Ante la ampliación del aislamiento social obligatorio hasta el 12 de abril, debido a la crisis sanitaria por el coronavirus que azota al mundo, resulta propicio destinar parte del tiempo a quehaceres entretenidos y una gran alternativa es disfrutar nuestra milenaria cultura. ¡Prepárese para una experiencia cultural diferente y sentirse más peruano que nunca!

El Ministerio de Cultura, mediante su portal “Visita Virtualmente Nuestros Museos” pone a disposición de los usuarios 19 museos para que puedan ser recorridos de manera virtual, 12 de ellos están ubicados en regiones.

Ministerio Cultura

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El Estado de Emergencia se amplió hasta el 12 de abril, así que sigamos cumpliendo con las medidas de prevención para vencer al . 😁☝ 🇵🇪

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Resulta difícil recomendar solo uno, ya que cada recinto cuenta con una colección admirable sobre la rica cultura peruana y algunos, como El Cuarto del Rescate en Cajamarca, cuentan con instalaciones que datan de la época de la Conquista.
La Agencia Andina le hace algunas recomendaciones para que, sin pagar entrada y gracias a la tecnología, pueda enriquecer sus conocimientos sobre nuestros antepasados y, además, sumarse a la gran cruzada #YoMeQuedoEnCasa para evitar la propagación del coronavirus. Aburrirse está prohibido.
1. Museo de Sitio Julio C. Tello. Fue distinguido como el mejor nuevo museo de Latinoamérica por los Leading Culture Destinations Awards en el 2018; está ubicado en la Reserva Nacional de Paracas, Ica, muy cerca del mar de Pisco.
Alberga 120 piezas entre cerámicas, tejidos y utensilios de la cultura Paracas, que abarca desde los periodos iniciales hasta el año 200 d.C. Conserva el legado de la milenaria civilización Paracas, una de las más extraordinarias culturas prehispánicas nacidas en territorio peruano.
Forman parte de su valiosa colección, los fardos funerarios, que contienen restos óseos en perfecto estado de conservación. También podrá apreciar los famosos cráneos deformados que evidencian las operaciones quirúrgicas conocidas como “trepanaciones craneanas”, símbolo del gran conocimiento en medicina de esta cultura ancestral.

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2. Museo Cuarto del Rescate. Está ubicado en el mismo lugar donde estuvo recluido Atahualpa, el último inca, quien fue prisionero de los españoles.
Al verse prisionero, el inca Atahualpa prometió a Francisco Pizarro llenar esa misma habitación de oro y dos veces de plata, hasta donde llegara su brazo derecho levantado, a cambio de su liberación.
Pizarro aceptó la recompensa, pero una vez pagada Atahualpa fue acusado de idolatrías, lo que provocaría su ejecución en la plaza de Armas de la ciudad de Cajamarca. Según cálculos actuales, el rescate superaría los 15 millones de dólares, la más cara pagada en toda la historia de la humanidad.

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3. Museo Histórico Regional Tacna. Este recinto relata los primeros años de nuestro país en las épocas de la Emancipación y la República. Está ubicado en la calle Apurímac N° 202 (esquina de la Alameda Bolognesi) y alberga óleos que rememoran escenas de contenido patriótico como “La respuesta de Bolognesi” a la armada chilena, «La batalla del Alto de la Alianza», «La batalla del Morro de Arica».
Además, atesora valiosos documentos como el primer plano de la Emancipación representada por Francisco Antonio de Zela y documentos de Ramón Castilla, así como los tratados entre Perú y Chile y la Reincorporación de Tacna a la Patria.

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4. Complejo Arqueológico de Kotosh. Durante las excavaciones arqueológicas en 1960, la misión japonesa encabezada por Seiichi Izumi halló una superposición de templos. Dentro de uno de ellos se encontraron dos esculturas que darían el nombre al templo “Manos cruzadas” y que representan la evidencia más antigua de relieves en barro de la Sierra del Perú, cuya antigüedad data entre 2200 a.C. y 1500 a.C.
El sitio arqueológico de Kotosh se encuentra ubicado en el departamento de Huánuco y custodia cerca de 17,000 piezas, entre fardos funerarios, momias, esqueletos, cráneos y partes de esqueletos de diversos periodos: desde el lítico o de los recolectores (20,000 a 5,000 a.C.) hasta el inca.
Cuenta también con una valiosa colección etnográfica de las famosas cabezas reducidas y restos humanos de las épocas de la Colonia y la República.

El sitio arqueológico de Kotosh custodia cerca de 17,000 piezas, entre fardos funerarios, momias, esqueletos, cráneos y partes de esqueletos.

Más opciones
Además de estos recintos también puede recorrer, virtualmente, otros cuya importancia histórica y turística enorgullecen nuestro espíritu patrio como el Museo Nacional Chavín, en Áncash; el Museo de Sitio Manuel Chávez Ballón de Machupicchu, en Cusco; el Museo de Sitio Chan Chan, en La Libertad.
También el Museo Regional Adolfo Bermúdez Jenkis, en Ica; el Museo Regional Daniel Hernández Morillo, en Huancavelica; el Conjunto Monumental Belén, en Cajamarca; el Museo de Sitio Las Peañas, en Tacna; y el Museo Histórico Regional Hipólito Unanue, en Ayacucho.
Para poder apreciar todas las opciones de museos que el Ministerio de Cultura ofrece también puede dar clic en este enlace.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-coronavirus-12-museos-puedes-visitar-virtualmente-durante-cuarentena-790458.aspx
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Venezuela: Javier Tarazona: “Acciones intimidatorias no paralizarán defensa de los DDHH”

América del Sur/Venezuela/31-03-2020/Autor(a) y Fuente: diariodelosandes.com

“En este tiempo de cuarentena nuestro llamado es a quedarnos en casa, a protegernos, pero seguimos vigilantes a las arbitrariedades y acciones que son violatorias de los derechos fundamentales”

“Estamos frente a un patrón de comportamiento de los que hoy ostentan el poder en Venezuela cada vez que ven amenazado su Estatus Quo, con el objetivo de intimidar, desmovilizar y distraer la atención de los verdaderos problemas que viven los venezolanos: deficiencia en servicios públicos, incapacidad y corrupción además de violación de los Derechos Humanos”.

Así lo afirmó Javier Tarazona, director general de FundaRedes ante las acciones intimidatorias de que fueron víctimas por parte de grupos afectos al régimen, diputados a la AN, dirigentes políticos, sociales, y defensores de derechos humanos, no solo en la entidad tachirense sino en otras regiones del país.

“En este tiempo de cuarentena nuestro llamado es a quedarnos en casa, a protegernos, pero seguimos vigilantes a las arbitrariedades y acciones que son violatorias de los derechos fundamentales”, aseguró.

Que este tipo de acciones vandálicas – señaló Tarazona – que hoy se están repitiendo en: Táchira, Monagas, Anzoátegui, Caracas, Barinas, Bolívar y otros estados de Venezuela, no siga siendo el agitador de la indiferencia ciudadana, “que no sea el silencio lo que prive, sino que todos los ciudadanos podamos movilizarnos para recuperar el país que queremos y anhelamos”.

“Sin rendirnos seguimos luchando y levantando la voz por la verdad, por la libertad, por la democracia, por la dignidad y el derecho que tienen los hijos de todos los venezolanos a vivir en un país distinto, en un país libre para liberar”, enfatizó el defensor de DDHH.

Fuente e Imagen: https://diariodelosandes.com/site/javier-tarazona-acciones-intimidatorias-no-paralizaran-defensa-de-los-ddhh/

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Los retos de la educación a distancia

Por: Jorge Iyusqui.

 

Vivimos tiempos retadores para todos los peruanos. Desde el sector educación, el mayor desafío que se nos presenta es garantizar la continuidad de los aprendizajes de los estudiantes. En un contexto como el actual, se deben prever nuevas dinámicas pedagógicas y la educación a distancia se presenta, entonces, como una alternativa viable para hacer frente a esta coyuntura particular.

Lo primero a tener en cuenta es que una clase a distancia no se da del mismo modo que una clase presencial. Si entendemos y aceptamos estas diferencias, podemos visibilizar las fortalezas de la educación a distancia y obtendremos buenos resultados.

¿Sobre qué pilares debe sostenerse una propuesta de educación a distancia? Lo primero a tener en cuenta es que cualquier plan debe orientarse al cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. En segundo lugar, la propuesta educativa debe considerar las características de los estudiantes, su nivel de autonomía y atención, entre otros. En tercer lugar, se deben evaluar los canales y medios que se van a emplear. Internet, textos escolares, celulares, plataformas virtuales son algunos ejemplos.

Otro elemento fundamental es la empatía con las familias, considerando su acceso a recursos y sus organizaciones internas. Asimismo, la empatía también debe ir dirigida a los docentes, quienes tienen el reto de acompañar y hacer seguimiento a los estudiantes desde sus hogares. En este punto, es fundamental la gestión institucional, en la que los equipos directivos cumplen un rol de vital importancia. Finalmente, todo este trabajo debe ajustarse a las regulaciones vigentes del sector.

Es importante tener en cuenta que las dinámicas sociales van a cambiar luego de esta pandemia y la educación a distancia tomará mayor relevancia. Grandes instituciones educativas llevan exitosos planes de educación de este tipo y ese es el nuevo gran reto que debemos enfrentar como país: seguir innovando en nuestras propuestas educativas y en los recursos con los que contamos en la actualidad.

Fuente del artículo: https://peru21.pe/opinion/los-retos-de-la-educacion-a-distancia-noticia/

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