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Sistemas educativos, formación docente y desenfoque epocal

Por: Luis Bonilla-Molina 

Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe, especialmente escuelas, liceos, universidades y ministerios de educación fueron concebidos y construidos para responder a las necesidades y requerimientos de la primera y segunda revolución industrial, en un contexto de dinamización del capitalismo.  El desarrollo desigual y combinado de las economías nacionales, le daba a la escolaridad su “toque” nacional dentro de marcos y parámetros mundiales.

¿Cuál fue el papel de las primeras legislaciones educativas y los ministerios de educación?   Las legislaciones educativas de primera generación en América Latina y el Caribe (ALC), así como la conformación de los ministerios de educación, tenían como tareas centrales la homologación epistemológica, conceptual y paradigmática de los individuos.  La divulgación del conocimiento científico asociado a la primera y segunda revolución industrial era una de sus tareas centrales, a lo que se añadía el desarrollo de una cultura de consumo y la construcción de ciudadanía para el impulso del modelo de democracia liberal que caracterizó a la ideología capitalista en sus inicios. El llamado desarrollo integral de la personalidad estaba asociado a las anteriores premisas.

En sus orígenes el funcionamiento de los sistemas educativos, las escuelas, liceos y universidades estaban mediados por el patriarcado, la homofobia, el racismo, la segregación por origen de clase, que eran expresiones residuales en la educación de la transición entre el feudalismo y el capitalismo moderno.

¿Cuál fue el modelo de escuela qué  se impuso y su relación con el mundo productivo desde la construcción de conocimiento?

La escuela en el capitalismo de la primera y segunda revolución industrial, funcionó como una emulación de la fábrica, de la producción industrial en lo que respecta a la generación y reproducción de conocimientos.  Los grados de primaria o bachillerato y, las secciones de ellos, eran concebidos como grupos de trabajos y tareas, con dinámicas estructuradas (horarios, recesos, carga horaria, actividades de aprendizaje) a la usanza de una cadena de producción. La “escuela-máquina” funcionaba como un engranaje productivo. La promoción y la repitencia funcionaban como mecanismos de control de calidad en la reproducción del conocimiento.

La escuela, como fábrica, era vista dentro de una cadena productiva, en este caso de cultura. La escuela fue impactada por los distintos enfoques fabriles; por ello, vivió sus periodos de taylorismo, fordismo, toyotismo pedagógico, entre otros. Esta correspondencia armónica entre escuela y fábrica funcionó de manera relativamente eficaz para el capitalismo, en el marco de las dos primeras revoluciones industriales (1730-1960).

No obstante, en este periodo no todo era plano, por el contrario, las resistencias de maestros(as) y estudiantes creaban fisuras en la homogenización cultural y la hegemonía ideológica del capital.  En muchos casos, estas resistencias fueron el campo de cultivo para la construcción de mentalidades críticas. El pensamiento crítico fue construyendo el corpus epistémico y de identidad de las pedagogías críticas.

Esta escuela requería un modelo de docente reproductor, de pedagogía estructurada como insumos/productos, de formación docente centrada en la alienación del trabajo pedagógico y un enfoque de perfil de egreso orientado a una dócil inserción laboral.

¿Cuál fue la relación del modelo de formación docente con este tipo de escuela?

La formación docente, si partimos de las definiciones conceptuales, debió tener como columna vertebral a la pedagogía.  Sin embargo, el concepto fabril de segmentar y evaluar los procesos en sus partes fragmentó la formación docente al desarticular las pedagogías. En consecuencia, los componentes de las pedagogías fueron desarticulados y enseñados cada uno, como técnicas auto contenidas.  La formación docente convirtió a los componentes de las pedagogías en materias separadas, desarticulados entre sí. Se enseñó currículo como técnica de construcción de relaciones entre contenidos, mientras la didáctica se convirtió en tecnología de la enseñanza y la evaluación en control de procesos de enseñanza-aprendizaje; la planeación y la supervisión se estructuraron alrededor del seguimiento de los objetivos instruccionales o conductuales, con un tiempo y duración de cada uno, determinado previamente. Cada uno por su lado sin un espacio de integración epistémico, disolviendo la perspectiva pedagógica integral e integradora.

El modelo de formación docente llegó a tal nivel de desarticulación que lo que se enseñaba como “novedad” didáctica no tenía correspondencia con el modelo curricular o el enfoque de la supervisión, menos aún con los criterios evaluativos. Esto fue generando una pérdida de sentido, de orientación estratégica de la actividad pedagógica. El sistema sostuvo y reforzó este caos en el marco de la primera y segunda revolución industrial, porque ello favorecía la enseñanza reproductora y el aprendizaje mecánico, que requería el modo de producción y el modelo de gobernabilidad en ese momento histórico.

La especialización, la multiplicación exponencial de campos del conocimiento, cada uno dedicado a un detalle de cada “cosa”, fue el rasgo distintivo de la formación docente en los dos primeros ciclos de innovación científico tecnológica.

¿Cuál fue el rol de la pedagogía?

Las pedagogías recibieron el impacto de un conjunto de modas que expresaban la desarticulación señalada en el punto anterior. A comienzos del siglo XX, el psicologismo se convirtió en un torpedo contra el carácter científico de las pedagogías. Los aportes de la psicología para comprender cómo aprende el cerebro pretendieron no ser integrados a las pedagogías, sino, colocados en su contra, lo cuál no tenía otra razón de ser que quebrar el carácter holístico e integrador de las ciencias pedagógicas.

A pesar de ello, las pedagogías se mantienen en el centro del debate educativo como lo evidencian los documentos fundacionales de la UNESCO a mediados del siglo XX. Pero esta recuperación del papel protagónico de las pedagogías colocaba en riesgo los esfuerzos por convertir la escuela, el liceo, la universidad en epicentros de la reproducción del conocimiento, la cultura y la ideología.

Y comienza un proceso de despedagogización del hecho educativo que tiene dos aristas claras.  La primera, el quiebre en las dinámicas de recuperación colectiva del saber pedagógico que habían caracterizado la praxis educativa y segundo, descentrar definitivamente los componentes de las pedagogías de su estructura integradora. En el primero de los casos, se desvaloró la noción de colectivos pedagógicos, de equipos pedagógicos de escuelas, liceos y universidades que discutieran y analizaran los “cuellos de botella” en el ejercicio profesional y encontrarán en la fusión de teoría y práctica el mecanismo de seguir aprendiendo juntes, mejorando la práctica pedagógica y afirmando el carácter científico-reflexivo-práctico-analítico-generador de teoría y praxis alternativas de la profesión docente.

En el segundo, las modas educativas fueron desdibujando la pedagogía como epicentro. En la década de los cincuenta del siglo XX, se señaló que, las pedagogías eran en realidad didácticas, es decir, se pretendió simplificar las pedagogías a uno de sus componentes. A pesar de lo avieso de esta afirmación, causo confusión en el magisterio y los formadores de formadores; aún muchas tesis replican esta premisa señalando de manera errónea que pedagogías es igual a didácticas. En los sesenta del siglo XX, la moda de la planeación y la dirección escolar pretendieron convertirse en sinónimo de eje de las pedagogías y hasta en su sinónimo.

En los setenta, el debate sobre evaluación cualitativa versus evaluación cuantitativa colocó a lo evaluativa como el corazón y la razón de ser de las pedagogías.  Ya casi nadie hablaba de pedagogías como la ciencia de la convergencia de cada uno de sus componentes en el que hacer educativo.

Para colmo, en los ochenta desembarca la moda de más larga duración, la curricular; se nos dice que el corazón de lo educativo, de los pedagógico está en el currículo, que el currículo contiene todo, pero al final se enseña por currículo tecnología de correlaciones y ordenamiento de contenidos.

Los institutos pedagógicos no hablan de pedagogías en un sentido integrador y los ministerios de educación tienen direcciones de planeación, currículo, didácticas, gestión, pero no un espacio de integración pedagógica. En medio de esta pulsión disolutiva de la pedagogía desembarca en el año 2008, la moda es la calidad educativa, una denominación sin conceptualización, pero que sirve para justificar todo cambio irracional de lo educativo.

Cada vez que se habla de una reforma educativa, ello suele terminar en nuevos contenidos a adicionar en manuales que ya apenas si dejan espacio para lo contingente.  Cada día tiene marcado lo que se debe enseñar y el cambio no es una dinámica que se trabaja en el aula. Los modelos didácticos están centrados en paradigmas del pasado y no en la complejidad y el caos del presente.

Los perfiles de egreso, el orgullo de los sistemas escolares, muestra su absoluto desfase: hoy un profesional lineal es una especie en desuso, pero aún cuesta que los perfiles de egreso contengan elementos disímiles como la biología digital, metadatos y la programación informática en carreras como sociología que hoy, se hacen obsoletas como muchas profesiones estructuradas para otro momento histórico.

La física que se enseña en los liceos es la newtoniana, no la cuántica, la química que aprenden los muchachos está centrada en los requerimientos de la primera y segunda revolución industrial no en el presente, la biología que se enseña en muchos casos ya ha sido rebasada por el nuevo conocimiento científico.  Por primera vez, las escuelas no son capaces de enseñar cómo funcionan la mayoría de cosas que tenemos en casa: control remoto, DVD, vídeo juegos, microondas, inteligencia artificial en el teléfono.  No enseña el presente porque su lógica está en el pasado.

La pedagogía recibe la tercera revolución industrial en medio de un caos de fragmentación, propio de la primera y segunda revolución industrial. Pero la burocracia timorata es incapaz de escuchar las voces de las pedagogías críticas, de los colectivos pedagógicos que plantean rutas compartidas para salir del atolladero en el cual esta la escuela y la formación docente.

¿Cuál fue la perspectiva progresista sobre estas dinámicas?

En el periodo (1810-1960) la progresiva expansión de la cobertura escolar fue expresando las tensiones entre necesidades de orientar el consumo y construir ciudadanía para el modelo de gobernabilidad liberal versus la lucha por el derecho a la educación, entendido este último por los revolucionarios y progresistas como un mecanismo para democratizar el conocimiento y garantizar la movilidad social[1].  Sin embargo, el progresismo educativo pecó muchas veces de carencias para tener una visión de la escuela integrada a la economía y la política.

¿Y la mirada religiosa qué música toca en esta fiesta?

En el interciso, entre el paso de la primera y segunda revolución al tercer ciclo de innovaciones científicas y tecnológicas, las religiones y el neo empirismo presionaban para restarle el papel de divulgación científica asignado a la escuela, a la cual culpaban del ocaso de la otrora hegemonía de la fe y el imperio del practicismo. En ese sentido y dirección, la fragmentación de las pedagogías se convierte en uno de los blancos preferidos del oscurantismo religioso.

De repente, muchas escuelas de ALC se convirtieron en escenarios de oficios religiosos, de cánticos de fe, de oraciones, en cuya dinámica la ciencia comenzó a ser arrinconada. Con un discurso de la escuela como espacio para escuchar todas las formas de pensamiento, se desdibujó el papel asignado a la escuela en el marco de la primera y segunda revolución industrial, se abandonó cualquier iniciativa para entender las instituciones educativas en las nuevas dinámicas de la tercera revolución industrial y se puso en riesgo la utilidad social de la escuela.  La falta de comprensión de la relación de la economía, la política, las dinámicas sociales con la escuela, liceo y universidad ha colocado a las instituciones al borde su colapso que amenaza su propia existencia

A ello se le adiciona,  el creciente neo empirismo impulsado por sectores que se auto definen como progresistas, cuyas premisas centrales residen en un localismo entrópico revestido de “pertinencia” que desubica a la escuela como espacio de democratización del conocimiento científico.  La escuela debe recuperar y trabajar todos los elementos de la memoria histórica local, pero ello no lo debe llevarla a abandonar su tarea de espacio privilegiado para democratizar el conocimiento. Una escuela que construye pensamiento crítico construye las habilidades necesarias para vincular armónicamente saber comunitario con saber científico. Esto adquiere especial relevancia en el marco de la tercera revolución industrial.

Tercera revolución industrial, sistemas escolares, pedagogía y formación docente

A la crisis civilizatoria actual y la incapacidad de los sistemas escolares para construir alternativas, se le adiciona el desfase de lo escolar con el performance del modo de producción y el consumo que traen la tercera y cuarta revolución industrial. Tenemos una escuela que trabaja con las rutinas, estética, discurso e imaginario de la primera y segunda revolución industrial y un mundo externo a ella, que sufre las viejas y nuevas opresiones en el contexto de una realidad que expresa el giro inherente a los nuevos ciclos de estas revoluciones industriales.  Veamos

En 1960 se inicia la tercera revolución industrial, la cual se caracteriza por el uso de la informática, la robótica de segunda generación, la automatización a una escala singular, el emerger de los paradigmas binarios y cuántico para la construcción de equipos y maquinarias, la contingencia en la producción derivada de la aceleración de la innovación, la internet, redes sociales digitales, la inteligencia artificial, la big data, el procesamiento para diversos fines de los metadatos, entre otros elementos.

El requerimiento del capital para los procesos de enseñanza aprendizaje, está asociada con la ruptura de la fragmentación y el inicio de la transdisciplinariedad como elemento de trabajo en la complejidad del cambio incesante.

El problema es que la formación docente, las escuelas y liceos entienden que lo que está en juego es un tema de equipamiento de las escuelas, con computadoras e internet y, no una ruptura con los formatos de enseñanza aprendizaje. Ahora el capital requiere una convergencia caótica en permanente mutación y no procesos estructurados, fijos e inamovibles en corto plazo.  Pero, este requerimiento está también asociado a la defensa del mundo del trabajo, a la formación para evitar o disminuir el impacto del desempleo por desfase formativo.

Un ejemplo patético del desfase escolar lo constituye el currículo. El viejo modelo de currículo por objetivos está obsoleto, se corresponde a un modelo de producción fabril caduco y en proceso de desaparición.  Es urgente retomar el sentido común pedagógico que nos permita identificar que es lo que se debe enseñar en un año escolar, semestre o curos.  Los viejos modelos curriculares parecieran que deben ser sustituidos por estándares (no estandarización), es decir por los enunciados centrales de lo que se debe aprender.  Un currículo así no solo cabe en media hoja, sino que demanda una nueva forma de enseñar y aprender (en otro artículo profundizaré al respecto).  Sin embargo, la universidad que forma docente tiene que aprender a trabajar de esa otra forma que recoloca a la pedagogía y a la actividad del docente como científico social en el centro del que hacer educativo.

Cuarta revolución industrial una agenda que nos encuentra sin comprensión de la historia y sin horizonte

La primera y segunda revolución industrial enfatizaron en la especialización, en la atomización del saber. La tercera revolución industrial demandó transdisciplinariedad, complejidad en la integración de saberes, aprendizaje en caos y modelos de enseñanza-aprendizaje disruptivos.  La cuarta revolución industrial pareciera demandar simplificación de saberes, caos convergente del conocimiento y las disciplinas (mucho más allá de la transdisciplinariedad), así como un nuevo papel del docente como integrador de conocimientos que los estudiantes ya traen al aula.

Pero es imposible que la escuela, el liceo, la universidad emprendan esa ruta si quienes modelan, los formadores de formadores no inician una revolución epistemológica y paradigmática en su hacer. Esta no es una discusión menor, en ello nos estamos jugado el futuro de las instituciones educativas

Epílogo: la era de las pedagogías de la autoayuda evidencian una formación docente eclipsada por la ignorancia supina

Para concluir, quiero llamar la atención sobre las modas:  ”nueva era” de pedagogías que solo son una frase bonita, de sentido común.  Una nueva forma de despedagogizar lo constituye el emerger de seudo pedagogías, o pedagogías de auto ayuda, que se hacen llamar del abrazo, de la ternura, del salto, de la caricia, y pare de contar.  Estas propuestas recuperan algún sentido común de las pedagogías, pero evidencian una absoluta desarticulación con sus correlatos en materia de evaluación, didáctica, currículo, gestión, supervisión. Lo triste es que, ante la pérdida de orientación y sentido estratégico de las instituciones de formación docente, estos textos están pasando a ser de referencia y consulta en la formación inicial y continua.  Es menester denunciar su carácter anti pedagógico, a la par que recuperamos el sentido común de estas categorías manoseadas por los mercaderes de ideas.

[1] En este artículo no entraré en el debate sobre movilidad social, solo enunciare la caracterización que al respecto se hace

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*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/02/10/sistemas-educativos-y-desenfoque-epocal/

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Curva de elefante y clase media

Curva de elefante y clase media

Álvaro García Linera*

Thomas Piketyy en su más reciente libro, Capital e ideología, retoma una gráfica de Milanovic para representar las desigualdades en el mundo en las últimas décadas. Lo notable de esa curva que mide los ingresos de la población es que toma la forma de una curva de elefante. Los primeros deciles, que abarcan a las personas del planeta más pobres han experimentado un crecimiento porcentual notable de su capacidad adquisitiva. Los deciles intermedios, es decir los “sectores medios“ han tenido un aumento, pero moderado, en tanto que el decil superior, especialmente el uno por ciento más rico ha experimentado un crecimiento exponencial de sus ingresos, tomando la forma de una pronunciada trompa.

Salvando las diferencias numéricas es posible también representar la distribución de los ingresos en Bolivia desde el año 2006 al 2018 como una curva de elefante moderada.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 2006 y 2018, el 33 por ciento de los bolivianos anteriormente pobres alcanzaron ingresos medios (entre 5 y 50 dólares/día), pasando de 3.3 a 7 millones. El salario mínimo del país, que reciben la mayoría de los asalariados, subió de 440 bolivianos a 2 mil 122 (de 55 a 303 dólares, es decir, 550 por ciento). Como señala el Banco Mundial, Bolivia fue la nación que más favoreció en la pasada década –con distintas políticas redistributivas– los ingresos de 40 por ciento de la población vulnerable, en promedio 11 por ciento anual; por lo que está claro que la primera parte de la curva de Piketty está verificada.

Las clases altas por su parte, después de la nacionalización de los hidrocarburos, electricidad agua y telecomunicaciones, han tenido también un notable crecimiento de sus ingresos. La rentabilidad anual de la banca ha saltado de 21 a 208 millones anuales. Los productores mineros privados y la agroindustria han pasado de exportar 794 y 160 millones de dólares en 2006 a 4,001 y 434 en 2018. Por su parte, el monto global de la ganancia registrada del sector empresarial ha pasado de 6 mil 700 en 2005 a 29 mil 800 millones de bolivianos en 2018, 440 por ciento más. Lo que verifica la trompa de la curva; con una diferencia respecto a lo que sucedió escala mundial: una reducción drástica de la desigualdad entre el 10 por ciento más rico con respecto al 10 por ciento más pobre que se redujo de 128 veces a 36, fruto de las cargas impositivas a las empresas ( government take gasífero de 80 por ciento, bancario de 50 por ciento y minero de entre 35 y 40 por ciento); por lo que debemos hablar de una trompa de elefante recortada o moderada.

Lo que falta ahora es saber que pasó con el sector medio de la sociedad.

Las clases medias tradicionales

Se trata de un sector social muy diverso en oficios y propiedad formado después de la revolución de 1952 con los retazos de la vieja oligarquía derrotada, pero cohesionada en torno al reciclado sentido común de un mundo racializado en su orden y lógica de funcionamiento. Son profesionales de segunda generación, oficinistas, oficiales uniformados, intermediarios comerciales del Estado, pequeños empresarios ocasionales, ex latifundistas, propietarios de inmuebles alquilados, políticos de oficio, etcétera.

A primera vista han tenido un incremento de sus ingresos y del valor de sus bienes inmuebles. La tasa de crecimiento de la economía en 14 años, en promedio 5 por ciento anual, ha favorecido en general a toda la sociedad. Pero mientras las clases plebeyas tuvieron un incremento de sus ingresos de al menos 11 por ciento cada año y los asalariados más pobres 500 por ciento en 13 años. En el caso de los salarios altos, el presidente Evo Morales fijó como remuneración máxima el salario presidencial, que se redujo de 26 mil bolivianos a 15 mil; y en 13 años sólo subió a 22 mil, es decir, 46 por ciento, lo que llevó a que los ingresos de los profesionales con cargos más altos tengan que apretarse como acordeón por debajo del techo presidencial. Así, mientras la economía nominalmente pasaba de 9 mil 500 a 41 mil millones de dólares, un aumento de 430 por ciento, las clases medias profesionales sólo tuvieron un incremento menor a 95 por ciento por ciento de su salario promedio. Para las nuevas clases medias populares ascendentes era una gran conquista de igualdad, pero para las tradicionales, posiblemente un agravio.

Los propietarios de bienes inmuebles no sufrieron una depreciación de sus propiedades ni mucho menos una expropiación, pero el riguroso control de la inflación que ejerció el gobierno (alrededor de 5.4 por ciento en promedio en los pasados 13 años) y la gigantesca política de fomento a la construcción de viviendas, ya sea mediante cientos de miles viviendas estatales donadas y la obligatoriedad de crédito bancario a la construcción de vivienda a una tasa de interés de 6 por ciento, llevó a una amplia oferta que atempero el aumento de los precios de las viviendas en un tope no mayor a 80 por ciento en toda una década.

De esta manera las clases medias tradicionales tuvieron un incremento moderado de sus ingresos, porcentualmente mucho menor que el de las clases populares y las clases altas, lo que completa la parte baja de la curva de elefante de las desigualdades nacionales.

Si a ello sumamos que en este mismo tiempo a los 3 millones de personas de ingresos medios que ya existían en 2005 se sumaran otros 3.7 millones, resulta que para un puesto laboral donde habían tres ofertantes, ahora habrán seis; llevando a una devaluación de facto de 50 por ciento de las oportunidades de la clase media tradicional.

Esta devaluación de la condición social de la clase media se vuelve tanto más visible si ampliamos la forma de medir los bienes de las clases sociales a otros componentes más allá de los ingresos monetarios y el patrimonio, como el capital social, cultural y simbólico.

Toda sociedad moderna tiene mecanismos formales e informales de regulación de influencias sociales sobre las decisiones estatales. Ya sea para debatir leyes, defender intereses sectoriales, ampliación de derechos, acceso a información relevante, puestos laborales, contratación de obras, créditos, etcétera, los partidos, pero también los lobbys profesionales, los bufetes de abogados y las redes familiares funcionan como herramientas de incidencia sobre acciones estatales. En el caso de Bolivia hasta hace 14 años, los apellidos notables, los vínculos familiares, los círculos de promoción estudiantil, las fraternidades, las amistades de residencia gatillaban una economía de favores en el aparato estatal.

Un apellido siempre ha sido un certificado de honorabilidad y, a falta de ello, el paso por determinados colegios, universidades privadas, lugares de esparcimiento o pertenencia a una logia desempeñaban el resorte de parcial blanqueamiento social.

Ya sea en gobiernos militares o neoliberales siempre había una lógica implícita de los privilegios estatales y de los lugares preestablecidos, social y geográficamente, que las personas debían ocupar.

Por eso cuando el proceso de cambio introduce otros mecanismos de intermediación eficiente hacia el Estado, las certezas seculares del mundo de la clase media tradicional se conmocionan y escandalizan. La alcurnia, la blanquitud y la logia, incluidas su retórica y su estética, son expulsadas por el vínculo sindical y colectivo. Las grandes decisiones de inversión, las medidas públicas importantes, las leyes relevantes ya no se resuelven en el tenis club con gente de suéteres blancos, sino en atestadas sedes sindicales frente a manojos de hojas de coca. La liturgia colectiva sustituye la ilusión del mérito: 80 por ciento de los alcaldes han sido elegidos por los sindicatos; 55 por ciento de los asambleístas nacionales y 85 por ciento de los departamentales provienen de alguna organización social. Los puestos laborales en la administración pública, las contrataciones de obras pequeñas, la propia atención ministerial requiere el aval de algún sindicato urbano o rural. Hasta la servidumbre doméstica, vieja herencia colonial del sometimiento de las mujeres indígenas, ahora impone derechos laborales y de trato digno. Los indios están alzados, y la indianitud anteriormente arrojada como estigma o veto al reconocimiento, ahora es un plus que se exhibe para decir quien tiene el poder. En todo ello hay una inversión de la polaridad del capital étnico: del indio discriminado se pasa al indio empoderado.

La plebe, anteriormente arrinconada a las villas y anillos periféricos, invade los barrios de las “clases bien” comprando y alquilando domicilios vecinos rompiendo las tradicionales geografías de clase. Las universidades se llenan de hijos de obreros y campesinos. Los exclusivos shoppings se vulgarizan con familias populares que traen sus costumbres de cargar su comida en aguayo y meterse a los jardines de los prados. Y las oficinas antes llenas de traje, corbata y falda tubo, ahora están atravesados por ponchos, chamarras y polleras.

Para la clase media es el declive del individuo frene al colectivo, del buen gusto frente al cholaje que lo envuelve todo y en todas partes. Hasta las clases altas más hábiles en entender el nuevo relato social se agrupan también como gremio y se vuelven diestras en las puestas en escena corporativas.

Pero la clase media tradicional no. La simulación siempre ha sido un estilo de su clase, pero que ahora no le da réditos. Otras apariencias más cobrizas, otros hábitos e incluso otros lenguajes ahora desplazan lo que siempre consideró un derecho hereditario. Y antes que racionalizar el hecho histórico, prefiere ahogarse en las emociones de una decadencia social inconsulta. El resultado será un estado de resentimiento de clase contra la igualdad que lo irradiará hasta sus hijos y nietos. Por eso su consigna preferida es resistencia. Se trata de resistir la caída del viejo mundo estamental. Y para ello el fascismo es su modo de encostrarse.

Así, más que una querella por los bienes no adquiridos la rebelión de la clase media tradicional es un rencor encolerizado por lo que considera un desorden moral del mundo, de los lugares que la gente debiera ocupar y de la distribución de reconocimientos que por tradición les debiera llegar.

Por eso el odio es el lenguaje de una clase envilecida que no duda en calificar de salvajes al cholaje que la está desplazando. Y es que al final no se puede ganar impunemente la lucha contra la desigualdad. Siempre tendrá un costo social y moral para los menos, pero lo cobrarán.

Esta es también una de las preocupaciones de Piketty en su libro, pues está dando lugar a un surgimiento de un tipo de populismo de derechas y de fascismo alentado por la insatisfacción de estos sectores medios con nulo o bajo crecimiento de sus ingresos. Y en el caso de Bolivia a un tipo de neofascismo con envoltura religiosa.

* Ex vicepresidente de Bolivia en el exili0

Autor: Álvaro García Linera

Fuente de la Información: https://www.jornada.com.mx/2020/02/08/opinion/018a1mun

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Colombia otra vez se rajó en educación básica

Colombia otra vez se rajó en educación básica

Matemáticas en una de las áreas del conocimiento en que no mejora nuestro país, según lo evidencian los resultados de las Pruebas Pisa.

Nuestro país no mejora en las Pruebas Pisa y esos pobres indicativos en matemáticas, ciencias y lectura se reflejan en la deserción universitaria. 

El programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, realiza cada tres años un examen mundial de las habilidades de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias. Son las pruebas conocidas como Pisa —Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes—, una de cuyas características, desde que se iniciaron, ha sido mostrar la fortaleza educativa de Finlandia, Singapur, Japón y  Corea del Sur. 

Con  ellas  se han pretendido medir las capacidades en comprensión de textos, captura de información clave y entendimiento y aplicación de conceptos matemáticos y científicos. Los resultados de los últimos años están indicando que Finlandia pierde protagonismo y empieza a destacarse China, y países que estaban mal, como Polonia y Estonia, están sobresaliendo. Sin embargo, América Latina no sale de los peores lugares, lo que se refleja en las condiciones económicas de estos países. 

Las Pruebas Pisa 2018 evaluaron a 600 mil estudiantes de 79 países, y así se clasificaron los 10 mejores. China ocupó el primer lugar en lectura, matemáticas y ciencias. El segundo puesto fue para Singapur y el tercero para Macao, también en esas tres áreas evaluadas. Hong Kong, tanto en lectura como en matemáticas, se ubicó de cuarto, mientras que Estonia, fue el cuarto en ciencias. El quinto fue para Estonia en lectura, Taiwán en matemáticas y Japón en ciencia.

Finlandia cede terreno

Finlandia pasó al 6 puesto en lectura y ciencias, compartiendo ese lugar con Japón en matemáticas. Canadá ocupó el séptimo lugar en lectura, donde se situó Corea del Sur, tanto en matemáticas, como en ciencias. El octavo lo ocupó Irlanda en lectura, Estonia en matemáticas y Canadá en ciencias. Corea del Sur, Países Bajos y Hong Kong estuvieron en el noveno lugar en lectura, matemáticas y ciencias, respectivamente. Finalmente, el décimo puesto fue para Polonia en lectura y matemáticas, y Taiwán en ciencias.

Como lo destaca la Revista Semana del 12/3/2019: “Colombia, el país de la Ocde con los resultados más bajos en las pruebas Pisa 2018”. Inicia la información expresando: “El país desmejoró en ciencias y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo. Los resultados empeoraron comparados con el examen de 2015”.

Colombia pasó de 425 puntos en la prueba de lectura que obtuvo en 2015, a 412 en la del 2018, siendo el promedio de la Ocde de 487. En matemática subió un punto pasando de 390 de la prueba de 2015 a 391 en 2018, pero aún lejos del promedio de la Ocde de 489. En ciencias también bajó su calificación: En 2015 sacó 416, mientras que en 2018 logró 413, puntaje muy por debajo de la media de la Ocde que fue de 489. 

Afirma ese medio: “De los 8.500 estudiantes colombianos que presentaron la prueba, cerca de 35 por ciento alcanzaron el nivel 2 o superior en matemáticas —el promedio Ocde es de 76 por ciento—. Como mínimo, dichos estudiantes son capaces de interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo, comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o convertir precios a una moneda diferente.

Estonia y Polonia en los primeros lugares

¿Por qué Colombia no mejora su educación básica? Creo que esa pregunta ya ha tenido respuestas. Veamos más bien las lecciones de Estonia y Polonia que han mejorado. La ministra de Educación e Investigación del Estonia, Mailis Reps, expresa que el éxito de la educación en su país se basa en tres pilares: la educación es valorada por la sociedad. El acceso es universal y gratuito. Hay amplia autonomía de profesores y estudiantes. Así lo dio conocer BBC News el 15 de octubre de 2018.

Por otra, Polonia con un pasado reciente de muchos problemas económicos y una educación básica muy regular, en pocos años tuvo un gran repunte y en el último reporte de Pisa se ubicó entre los 10 primeros del mundo en las tres evaluaciones, como lo reportó Paula Adamo Idoeta en BBC News Brasil el 18 de diciembre 2019.

Adamo, retomando el texto de Amanda Ripley, autora de Los niños más inteligentes del mundo, libro que analiza las experiencias de los sistemas educativos más exitosos del mundo, puntualiza que la educación al inicio del ingreso de Polonia a la Comunidad Económica estaba en ruinas y solamente la mitad de los adultos de las áreas rurales del país había concluido la enseñanza primaria.

En pocos años, Polonia obtuvo logros

Como lo formula Amanda Ripley, en 1999 inició una reforma de la educación que ella la llamó una especie de “terapia de choque”. En el curso de solo un año, Polonia implementó un currículo escolar más riguroso, pero con menos temas por abordar; las escuelas tuvieron más autonomía para escoger libros de textos entre centenares de opciones preaprobadas de didáctica y contenido.

“El nuevo programa ofrecía los objetivos fundamentales pero dejaba que la escuela se hiciera cargo de los detalles. Al mismo tiempo, el gobierno exigió que un 25 % de los profesores volviera a la facultad para perfeccionar su propia formación”, explica Amanda Ripley. A su turno, Adamo agrega que las evaluaciones no buscaban solamente que los estudiantes respondieran correctamente, sino también cómo pensaban estratégicamente y cómo entendían los problemas. Los resultados en la evaluación Pisa de Polonia son una muestra de los logros por los cambios en al campo educativo.

Fuente de la Información: https://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-colombia-otra-vez-se-rajo-en-educacion-basica-cronica-del-quindio-nota-136538.htm

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El ELN amenaza con un paro armado en toda Colombia del 14 al 17 de febrero

América del Sur/Colombia/09-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

En los llamados «paros armados» la guerrilla suele restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas, amenazando con ataques a quienes transiten por las vías, incluso si van en caravanas escoltadas por el Ejército.

La guerrilla ELN amenazó este sábado con hacer un «paro armado» de 72 horas en toda Colombia del 14 al 17 de este mes. Esta situación aleja aún más las posibilidades para reanudar las conversaciones de paz con el gobierno del presidente colombiano, Iván Duque.

El «paro armado» irá desde las 6:00 hora local (11:00 GMT) del viernes 14 de febrero hasta la misma hora del lunes 17, según panfletos distribuidos por esa guerrilla en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela y cuya autenticidad no ha sido confirmada por las autoridades.

En los llamados «paros armados» la guerrilla suele restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas. También amenazan con ataques a quienes transiten por las vías, incluso si van en caravanas escoltadas por el Ejército.

«Durante el ‘paro armado’ se respetará el derecho de transportar por las vías a los enfermos que ameriten tratamiento hospitalario. También el movimiento de familiares para atender asuntos fúnebres», indica el panfleto.

Aniversario del cura guerrillero

Aunque las octavillas no lo dicen, esta acción se enmarca dentro de las actividades que desarrolla cada año el ELN para recordar la muerte del «cura guerrillero» Camilo Torres Restrepo.

Torres  murió el 15 de febrero de 1966 en un combate con el Ejército colombiano en la localidad de Patio Cemento, en el departamento de Santander. Su muerte se da cuatro meses después de dejar la sotana para unirse al entonces recién creado ELN.

Luego de su fallecimiento, Torres se convirtió en un ícono de esa guerrilla y de la izquierda latinoamericana. Este reconocimiento se debió gracias a la canción «Cruz de luz» que el cantautor chileno Víctor Jara compuso en su memoria.

Pese a que en el panfleto el ELN señala que sus miembros están orientados «para llevar un comportamiento respetuoso de los derechos de las gentes y las comunidades», amenaza a «los saboteadores» con darles «el trato de acuerdo con su comportamiento».

Diálogo paralizado

El ELN inició negociaciones de paz con el anterior gobierno colombiano que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana. En esta ciudad concluye la última ronda de diálogos, sin avances a principios de agosto.

Las negociaciones comenzaron en febrero de 2017 en Quito, Ecuador.

El proceso quedó en punto muerto luego del atentado terrorista cometido por el ELN el 17 de enero de 2019 contra una Escuela de la Policía en Bogotá. Este incidente causó 22 cadetes muertos, entre ellos una ecuatoriana, y 66 heridos.

A consecuencia de este atentado el gobierno de Colombia pidió a Cuba la entrega de los negociadores de la guerrilla que están en La Habana. Esta solicitud no ha sido respondida por el gobierno de la isla.

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/mundo/el-eln-amenaza-con-un-paro-armado-en-toda-colombia-del-14-al-17-de-febrero/

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Amazonía brasileña alcanzó su mayor deforestación de los últimos cinco años

América del Sur/Brasil/09-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Los ecologistas atribuyen el crecimiento a las medidas de flexibilización de la fiscalización y a la retórica antiambientalista de Jair Bolsonaro.

La Amazonía brasileña perdió 284.3 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal durante enero de 2020, sufriendo la mayor deforestación para este mes desde 2016 y doblando la del mismo período de 2019, cuando ascendió a 136.2 kilómetros cuadrados, dio a conocer este lunes el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).

El Inpe divulgó estos datos a partir de una proyección provisional de la deforestación que realiza con base en un sistema de alertas de alteraciones en la cobertura forestal de la Amazonía a partir del análisis de imágenes de satélite.

Anteriormente, el Instituto había advertido que la deforestación de la Amazonía brasileña saltó un 85 por ciento el año pasado, desde unos 4.219 kilómetros cuadrados en 2018 hasta más de 9.165 kilómetros cuadrados en 2019, con lo que también llegó a su mayor nivel desde 2016.

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Los ecologistas atribuyen el crecimiento a las medidas de flexibilización de la fiscalización y a la retórica antiambientalista del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que defiende la explotación económica de la mayor selva tropical del mundo y el fin de la demarcación de nuevas reservas indígenas.

De acuerdo con organizaciones no gubernamentales, la retórica del líder ultraderechista contra la Amazonía incentiva la ocupación ilegal de los bosques por parte de invasores y madereros clandestinos. Pese a las críticas, Bolsonaro presentó esta semana a consideración del Congreso un proyecto de ley para permitir la minería, la explotación de petróleo y la construcción de hidroeléctricas en las reservas indígenas.

Asimismo, la deforestación ha sido señalada como una de las principales causas de los incendios forestales que aumentaron un 30 por ciento el pasado año y destruyeron parte de la Amazonía, causando conmoción en el mundo entero.

Diferentes analistas han sostenido que los altos datos de deforestación en enero indican que los ataques de madereros y agricultores comenzaron más temprano este año, pues por lo general este mes los índices de devastación forestal son reducidos debido a las lluvias del período, que dificultan la movilización de maquinaria pesada en las áreas selváticas.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/-deforestacion-amazonia-alcanza-maximo-cinco-anos-20200207-0033.html

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Colombia: Asesinan a dos jóvenes estudiantes al interior de su vivienda

América del Sur/Colombia/09-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

El crimen ocurrió en la madrugada de este viernes. Asesinan a dos jóvenes estudiantes al interior de su vivienda.

Según los primeros reportes entregados, sobre las 2 de la madrugada, las dos jóvenes estudiantes fueron asesinadas dentro de la casa que habitan.

Primeras hipótesis del caso, argumentan que se trató de un homicidio en medio de una pelea de pareja, pues una de las mujeres estaba discutiendo con su esposo, cuando este sacó un cuchillo y la apuñaló. Seguidamente atacó a la otra mujer porque presenció la situación.

Las mujeres fueron encontradas dentro de una de las habitaciones, con varias heridas en su cuerpo.

Al parecer, el hombre se encontraba en alto estado de embriaguez en el momento en que cometió este aberrante acto. Aunque logró huir del lugar, el sujeto fue capturado por la Policía.

Reportan que las dos mujeres eran estudiantes de la Universidad Industrial de Santander.

Asesinan a dos jóvenes estudiantes al interior de su vivienda.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/02/07/asesinan-dos-jovenes-estudiantes-vivienda.html

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Argentina: Apuntes de la unión obrera-estudiantil: la lucha de Minetti y la juventud

Redacción: Diario La Izquierda

El conflicto de Minetti pasó a una nueva etapa. Los trabajadores que mantenían la ocupación pacifica de la planta molinera decidieron en el día de ayer continuar la lucha con otras acciones. En esta nota intentaremos sacar en limpio alguna lecciones y hacer una breve crónica del rol de la unión entre trabajadores y estudiantes en el camino transcurrido hasta ahora.

Cómo se fue forjando

Los trabajadores de Minetti no comenzaron a luchar hace pocas semanas, vienen arrastrando una experiencia de lucha desde el 2015. Ya en ese momento nuestra juventud se había volcado a estar en las puertas del molino para apoyar. Colaboramos en la realización de múltiples actividades, siendo una de las más recordadas un gran festival con mucha concurrencia en la puerta del Molino para juntar dinero para el fondo de lucha impulsado en común con otras organizaciones, además de haber participado de cada movilización y acción que los trabajadores decidían en asamblea e impulsar en las diferentes facultades la recolección de aportes para los trabajadores y sus familias.

Luego del triunfo de ese año los trabajadores siguieron organizados y enfrentando los diferentes embates de la patronal y comenzando a unirse a otros sectores. Ya a comienzos del 2016 impulsamos junto a los molineros, las trabajadoras del área de violencia familiar en lucha y nuestra juventud, un festival contra los despidos y el ajuste en ciudad universitaria.

La lucha universitaria

Ya en 2018 y en medio de una dura lucha universitaria nacional, que terminó con procesamientos a 27 estudiantes en Córdoba nos volvimos a encontrar nuevamente con muchos de esos trabajadores producto de esa experiencia que se había ido forjando con los años.

Los molineros de Minetti que se encontraban en conflicto por el atraso en el pago de sueldos no solo acudieron a buscar solidaridad a la universidad, sino que fueron de los sectores que más se jugaron a aportar a los estudiantes. Se pusieron a disposición, participaron de las movilizaciones y llevaron donaciones para bancar las diferentes tomas de quienes nos encontrábamos luchando contra el ajuste en la educación, acompañándonos hasta el final de la toma del Pabellón Argentina y dándonos aliento en cada asamblea a la que se acercaban.

Así como también se han pronunciado contra los procesamientos a estudiantes surgidos luego de esa lucha y participado de las movilizaciones pidiendo por su desprocesamiento.

El conflicto actual

Durante el 2019, la patronal fue atacando a los trabajadores a través del atraso en el pago de sueldos y el no pago de las obras sociales. Esto fue generando la necesidad de salir a visibilizar esta situación en diferentes momentos con marchas y acciones (incluyendo la ocupación pacifica de la fábrica) hasta que la patronal depositaba el dinero y en todas esas movilizaciones los trabajadores sabían que contaban con nuestro apoyo. Así como en estos últimos meses, cuando la patronal endurecía la postura y arrastraba deuda de aguinaldos y sueldos, desde nuestra juventud realizamos actividades culturales y sociales, campeonatos de fútbol mixto, festivales y diferentes instancias en común con los trabajadores y la Comisión de Mujeres para aportar al fondo de lucha (al igual que otras organizaciones solidarias), con muy buenos resultados. Por ejemplo los más de 10 mil pesos reunidos en una sola noche en nuestro local. Nos sentimos orgullosos de cada centavo recaudado que les aportara a que la patronal no les quiebre la voluntad de lucha con el hambre.

Estas últimas semanas

Así llegamos a estas últimas semanas, donde nuevamente y ante la falta de respuesta de la patronal, los trabajadores volvieron a ocupar pacíficamente la planta. Y ahí estuvimos otra vez. Los trabajadores y la Comisión de Mujeres enfrentaron y resistieron dos intentos de desalojo y junto a otras organizaciones estuvimos codo a codo junto a ellas y ellos, respondiendo a cada uno de sus llamados, montando guardias a toda hora y siendo decenas y decenas las y los que nos acercábamos al molino a dejarle en claro a la policía que los trabajadores y sus compañeras no estaban solos, que iban a tener que pasar por encima de una juventud dispuesta a luchar junto a ellas y ellos poniendo el cuerpo, y así se lo hicimos saber gritando y agitando hasta altas horas de la noche, dándoles fuerza a los compañeros y sus familias que resistían arriba en la torre.

El vídeo que nos hicieron llegar en agradecimiento después del segundo intento de desalojo dónde se escucha a nuestra juventud cantando y ellos bancando desde arriba no deja de emocionarnos.

Pero no fue solo en los intentos de desalojo, también pusimos el cuerpo y en gran cantidad, cuando los trabajadores decidieron realizar una acción que rompiera el cerco mediático. Esa acción protagonizada junto a organizaciones sociales de trabajadores de la economía popular permitió que el conflicto pegue un salto en el conocimiento, algo que se expresó todos estos últimos días en apoyo en la puerta de la fábrica con gente que pasaba en auto y aportaba al fondo de lucha, y que incomodó al gobierno y a la patronal que se jugaban a qué se mantuviera fuera de los medios.

Algunas lecciones

Puede parecer en principio una crónica demasiado descriptiva, pero es para reflejar que la unión obrero-estudiantil no se forja con una sola acción o con declaraciones. Se forja en los hechos, de múltiples maneras, con tiempo y tiene consecuencias concretas: lo que se aporta o no a la organización y lucha de los trabajadores, como lo que ellos le aportan a la juventud. Y estamos muy orgullosas y orgullosos de lo que hemos aportado como Juventud del PTS, al igual que decenas de compañeras y compañeros que se han acercado a esta lucha.

Ayer cuando los trabajadores y la Comisión de Mujeres salían del molino, ahí volvimos a estar, para hacerles saber que la lucha sigue y que van contar con nosotros y nosotras. Agradecieron como algo fundamental a las organizaciones presentes el aguante y el haber estado resistiendo junto a ellas y ellos todos estos días, diciendo que sin ese empuje, sin esa cantidad de gente poniendo el cuerpo, les hubiera sido mucho más difícil enfrentar a los monstruos que enfrentaron. Una de las compañeras de la Comisión de Mujeres nos dijo que ella había descubierto «una familia» que no sabía que tenía, que éramos todas nosotras y nosotros.

¿Cuál es nuestra apuesta? La de recomponer una alianza histórica entre trabajadores y estudiantes (nada más y nada menos que en la provincia del Cordobazo). Reunificar a esos sectores que el Gobierno y las patronales buscan dividir, recomponer en los hechos los valores políticos de una sociedad sin explotación para la cual esas alianzas son fundamentales. Apostamos a construir una gran juventud formada al calor de estás pequeñas escuelas de lucha mientras vemos en el mundo surgir generaciones sin miedo que cuestionan la sociedad desigual producto del capitalismo, como lo vemos en Ecuador, en Chile, en Francia, en Medio Oriente, y de las cuales también aprendemos.

Sabemos que hemos encontrado dificultades en esta tarea de recomponer lazos porque la clase trabajadora en nuestro país, producto de la actitud canalla de sus conducciones, no ha sido la protagonista de haber enfrentado los planes de ajuste de forma organizada. Pero por eso nos jugamos desde el primer momento con todo a la lucha de Minetti, porque si los trabajadores de Minetti ganan son un ejemplo para el conjunto de la clase trabajadora y para las nuevas generaciones de que no hay que agachar la cabeza y resignarse.

Minetti es una de las familias ricas de Argentina, que se ha manejado siempre de la misma forma con los trabajadores, como si fueran poco menos que basura y descartables, es la misma familia que estuvo implicada en desapariciones forzadas durante la última dictadura en sus ingenios. A todas las conducciones estudiantiles y de la juventud que dicen enfrentar al neoliberalismo y a «la oligarquía», y se llenan la boca de frases bonitas, ¿a dónde estaban cuando los trabajadores de Minetti los necesitaron? Lo mismo vale para la burocracia sindical traidora que no sale de pronunciamientos tibios.

Adonde apunta un proyecto político no se ve en palabras sueltas al viento, sino en hechos concretos, encarnados por personas concretas. Estamos orgullosas y orgullosos de la pelea dada junto a los molineros y la Comisión de Mujeres, y seguiremos difundiendo su pelea en todos los lugares de trabajo y estudio en los que estamos para lograr que sea cada vez mayor el aporte con el que cuentan. Pero también para seguir construyendo una juventud de cientos que tenga como objetivo unirse a la clase trabajadora y ponga todas sus energías en aportar a que triunfe.

No vamos a dejar de denunciar y de exigir a las organizaciones que dirigen centros de estudiantes que se hagan presentes y que colaboren con la lucha, que pongan los centros al servicio de los trabajadores y no de sus intereses mezquinos, aunque sabemos que la única forma de lograrlo es ser cientos los que se lo exijamos. Vamos a dar una pelea sin tregua para estos lazos de unión entre trabajadores y estudiantes sean un ejemplo para miles más, ese es nuestro norte político.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Apuntes-de-la-union-obrera-estudiantil-la-Lucha-de-Minetti-y-la-juventud

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