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Colombia: 60% de las universidades de la región no cuenta con protocolo contra la violencia sexual

América del Sur/ Colombia/ 08.04.2019/ Fuente: mba.americaeconomia.com.

La organización Distintas Latitudes, en alianza con 35 periodistas en 16 países latinoamericanos evaluó los protocolos contra la violencia sexual de las 100 instituciones de educación superior más importantes de la región, que aglomeran al 22,5% de todos los estudiantes de educación superior en América Latina, de acuerdo con cifras oficiales.

Los datos demostraron que el 60% de las universidades consultadas no tienen una política interna para prevenir, atender y sancionar los casos de acoso y violencia sexual.

De éstas, el 36% respondió que no tienen una política específica para este tipo de violencias y lo que es peor, el 24% no contestó las preguntas de los investigadores.

Esto quiere decir que apenas el 40% de las universidades incluidas “cuentan con protocolos para prevenir, atender y sancionar la violencia sexual, aunque no en todos los casos son públicos ni de fácil consulta”.

Distintas Latitudes presentó estos datos en el marco de la investigación #PasóEnlaU, que denuncia el acoso sexual en universidades en la región. Para elegir las 100 universidades estudiadas, el portal reporta que en cada país, la mitad de las universidades se escogieron en función del valor de la matrícula estudiantil. “La otra mitad se seleccionó según el ranking QS, que evalúa la calidad de la enseñanza universitaria, con datos de 2017 a 2019”.

Evaluaron los datos disponibles y aquellos proporcionados por las universidades en Argentina (8), Bolivia (6), Brasil (6), Chile (6), Colombia (6), Costa Rica (6), Cuba (6), Ecuador (6), El Salvador (6), Guatemala (6), Honduras (6), México (8), Nicaragua (6), Paraguay (6), Perú (6) y Venezuela (6).

Así, los investigadores y periodistas quedaron con una base de datos que incluyó a 51 instituciones de educación superior privadas, 48 públicas y 1 de subvención estatal, que en conjunto tienen más de cuatro millones quinientos mil estudiantes (4,500,000) en sus programas de licenciatura o pregrado, maestría y doctorado.

Según Distintas Latitudes, Centroamérica es la subregión latinoamericana en la que hay menos universidades con protocolos contra el acoso y violencia sexual: de las 18 universidades evaluadas allí, solamente tres cuentan con estas normativas publicadas y de fácil acceso.

El llamado Cono Sur (Argentina, Chile y Paraguay), en cambio, obtuvo los mejores resultados: de 20 universidades, 10 tenían protocolos. Por su parte, en la región andina –en la cual se incluyen los datos de Colombia– el 40% de las universidades cuentan con protocolos (13 universidades de 30 analizadas).

¿Y qué pasa en Colombia?

La investigación analizó los datos de seis universidades colombianas: la Universidad Nacional, la Universidad de Antioquia, la Universidad de los Andes, la Universidad Javeriana, la Corporación Universitaria Minuto de Dios y la Universidad del Rosario. De estas, solo la Universidad de Antioquia, en Medellín, no reportó tener protocolo de atención específico para casos de acoso y violencia sexual.

De las que sí contaban con esta normativa –que en Colombia es obligatoria gracias a un fallo de la Corte Constitucional–, la Uniminuto fue la única que se rajó en su accesibilidad, pues dicho documento no es público.

Fuente de la noticia: https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/60-de-las-universidades-de-la-region-no-cuenta-con-protocolo-contra-la-violencia

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Argentina: Cómo se enseña la guerra de Malvinas en las escuelas de las Islas

América del Sur/ Argentina/ 08.04.2019/ Fuente: www.diariopanorama.com.

 

Recién hace 12 años se empezó a instruirlos sobre el hecho a los alumnos. La educación es gratuita y obligatoria.

Desde hace 12 años, la guerra de Malvinas está presente en las escuelas de Puerto Argentino. No sucedía esto en los años que siguieron al enfrentamiento, cuando los maestros isleños se aferraban a los libros de texto británicos adoptados por el diseño curricular que se imparte en Gran Bretaña, que incluían historias desde los Vikingos hasta la II Guerra Mundial, pero casi nada decían del conflicto del Atlántico Sur.

Basta con ver el manual de historia utilizado por aquellos docentes. En el libro «A history of the XX Century», de Brynn O´Callaghan, apenas se pueden leer seis líneas en la página 145 sobre la guerra de Malvinas.

La incorporación de contenidos que enseñan «los sucesos de 1982», como le llaman los profesores de historia en las islas, fue producto de una demanda de los padres que fueron niños durante la guerra. De alguna manera, fue la comunidad la que llevó el tratamiento de la guerra a las escuelas.

El sistema educativo en Malvinas

La educación en las islas es gratuita y obligatoria. El sistema educativo funciona con tres escuelas: la «The Infant and Junior School» que enseña a niños de 4 a 11 años; la «The Falkland Islands Community School,» que tiene alumnos de 11 a 16 años, y una pequeña escuela primaria en la RAF Mount Pleasant, que sirve principalmente para los hijos de los miembros de las Fuerzas Armadas Británicas.

Además, un grupo de profesores itinerantes enseñan en escuelas rurales. Los alumnos de poblaciones alejadas pueden alojarse en un albergue que funciona en el pueblo.

El gobierno de las islas financia becas en Inglaterra para adolescentes que busquen una especialización y becas universitarias, siempre en el Reino Unido.

La guerra en las escuelas locales

Ante la falta de una bibliografía oficial, las autoridades de las islas idearon dictar una aproximación a los contenidos de la guerra de Malvinas organizando charlas con exsoldados británicos que participaron en los enfrentamientos y con visitas guiadas a los campos de batalla, como Monte Longdon o Tumbledown. Luego de las recorridas, los alumnos deben entregar un trabajo final enfocado en los aspectos sociales y militares.

En la escuela secundaria, además, tienen incorporada la materia «historia local», que incluye los sucesos de la guerra.

«Trabajamos para proporcionar un plan de estudios equilibrado, particularmente en términos de la historia y la geografía local, lo que permite a los niños aprender acerca de su propia comunidad», respondió el Departamento de Comunicación de las Islas.

Las autoridades agregaron: «A los estudiantes más jóvenes se les enseña sobre el rostro cambiante de las Islas y les proponemos entrevistar a la población local sobre la vida en las islas, que incluye compartir recuerdos y la comprensión de las razones detrás de los monumentos, no solo en relación con el conflicto de 1982, sino de guerras anteriores. Mientras que a los niños mayores se les enseña acerca de 1982 en un contexto internacional guiados por una cronología de los acontecimientos equilibrada, donde se ven las consecuencias inmediatas y a largo plazo».

Un dato curioso: la escuela secundaria cuenta con una importante biblioteca con más de 20.000 libros. Pero allí solo se puede leer un texto argentino: Kamchatka, de Marcelo Figueras.

Las autoridades educativas remarcan que «todos los estudiantes tienen acceso al museo local, que tiene galerías que cubren las esferas sociales, marítima y de la historia natural, así como la guerra de 1982 y el patrimonio de la Antártida».

El museo virtual tiene incorporada una carpeta titulada «1982» donde hay material didáctico, fotográfico y analítico sobre la guerra.

Además, muestra una cronología del conflicto que comienza el 16 de marzo de 1982 de esta manera: «Trabajadores argentinos de chatarra, contratados para desmantelar una estación ballenera en desuso, aterrizan en Leith, Georgia del Sur y levantan la bandera argentina».

Luego describe una serie de sucesos diplomáticos y militares donde destacan que las Naciones Unidas condenaron la «invasión» argentina el 7 de abril de 1982, el fracaso de la misión de paz del Secretario de Estado de los EEUU, Alexander Haig, y los primeros enfrentamientos armados del 1 de mayo. Todo culmina el 14 de junio, cuando el general Menéndez firma la rendición ante el general Jeremy Moore.

Un texto antecede la cronología y remarca, hacia el final, que «protegidos por una fuerte guarnición, los habitantes de las Islas Falkland ahora disfrutan de una mayor seguridad y riqueza bajo el gobierno de su elección. Por mucho tiempo más».

Un libro, un audiovisual, una época

A los alumnos también se les sugiere leer «Waking up to War» (Despertar a la Guerra), un libro autobiográfico escrito por Lisa Watson, exeditora del Penguins News, un semanario de 20 páginas que se publica los viernes y es conocido como el único periódico que se edita en las islas.

Watson nació en 1969 y tenía 13 años cuando se desató la guerra. En su obra describe cómo vivió los sucesos en primera persona.

En 2012, un grupo de locales creó un material audiovisual de 20 minutos donde cuentan los hechos de la guerra. Construyen su relato a partir de sus propias historias cuando la guerra atravesó su niñez. El vídeo está a disposición de las escuelas y de las familias.

El español en las islas

La segunda lengua que se enseña en las escuelas isleñas es el español, elegido por la propia comunidad, atenta al turismo, y a la necesidad que impone la ubicación geográfica.

Pocos recuerdan que dos maestras argentinas trabajaron entre 1975 y 1982 enseñando español en las islas producto de un acuerdo con las autoridades locales. Épocas en las que Líneas Aéreas del Estado (LADE) volaba semanalmente a las islas y tenía una oficina comercial en Puerto Argentino.

Actualmente la profesora de español de «The Falkland Islands Community School,» es una docente llamada Rebecca, que nació en las islas, pero vivió 30 años en el territorio argentino.

Fuente de la noticia: https://www.diariopanorama.com/noticia/316557/como-se-ensena-guerra-malvinas-escuelas-islas

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Proyecto Eutopía: «La escuela, como está, no va más. Decidimos transformarla»

Argentina / 7 de abril de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Infobae

Lucian Alonso dirige el programa que busca convertir el aula en un espacio de construcción del saber. Es una alianza entre la Vicaría Episcopal de Educación, la Fundación Telefónica y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que cuestiona la enseñanza actual y apunta a preparar a los chicos, desde hoy, para la sociedad que van encontrar dentro de quince años.

Luciana Alonso líder del proyecto Eutopía sostiene con convicción seis puntos que no va más en la escuela:

1. «La clase tradicional, basada en la idea de reproducción del conocimiento. Tenemos que lograr que el alumno se haga preguntas poderosas, que lo movilicen».
2. «Creer que los alumnos aprenden porque los docentes hablamos. Nuestras propuestas de enseñanza deben ser desafiantes, despertar curiosidad y ansias de búsqueda».
3. «La centralidad en el profesor. ¡El centro es el alumno, tiene que poder implicarse!».
4. «Que el aula sea un espacio aburrido y los chicos padezcan. ¡La educación tiene que ser emocionalmente convocante!».
5. «Que pueda faltar, porque ‘total no me pierdo nada’. Lo que pasa en clase tiene que ser tan fuerte que el ausente sienta que se lo perdió».
6. «Que sólo importen los resultados. Y no digo no mirarlos, porque hablan de la eficiencia de la escuela, pero nuestros alumnos son mucho más que una nota. La escuela debe ayudar a los jóvenes a desarrollar sus talentos y descubrir sus proyectos de vida, entre otras cosas».

Alonso estudió Psicopedagogía en la Universidad del Salvador e hizo un Master en Educación y Tecnología en la UNED (Madrid). Ahora se encuentra al frente de un equipo que ya trabaja en dieciséis escuelas de distintos barrios de la Capital Federal.

Alonso estudió Psicopedagogía en la Universidad del Salvador e hizo un Master en Educación y Tecnología en la UNED (Madrid). Ahora se encuentra al frente de un equipo que ya trabaja en dieciséis escuelas de distintos barrios de la Capital Federal.

Se le iluminan los ojos cuando habla del aula, porque no la ve como un ámbito limitado, sino como un espacio de aprendizaje colaborativo. Luciana Alonso estudió Psicopedagogía en la Universidad del Salvador e hizo un Master en Educación y Tecnología en la UNED (Madrid), pero lo más importante que le dejó su formación académica es intentar despejar un interrogante que la desvela: «Los chicos que hoy empiezan sala de dos y van a terminar su educación básica en 2035, ¿con qué sociedad se van a encontrar?». Ella misma esboza la respuesta:

«Los sociólogos predicen que van a trabajar en profesiones que aún no conocemos. No podemos pedirles que repitan modelos. Sería una estafa. Tenemos que promover la capacidad de adaptación a esos cambios». De eso, contará, se trata Eutopía, el programa que dirige y busca revolucionar la educación en la Argentina. Un proyecto ambicioso cuyo nombre, de raíz griega, significa «un buen lugar». Y hacia ese sueño va.

«Es una alianza institucional entre la Vicaría Episcopal de Educación, la Fundación Telefónica y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Lo que hagamos hoy será la escuela de mañana. Empezamos a transformarla ahora para que tenga impacto social», explica Alonso. Éste es el tercer año de Eutopía. De acuerdo al cronograma previsto para este modelo, los dispositivos diseñados por directivos, docentes, alumnos y padres durante los últimos dos años, ya están llegando a los chicos.
Todo comenzó en 2017, cuando se invitó a las escuelas de la Ciudad que quisieran participar del proyecto. Hubo capacitaciones para directivos y docentes, con especialistas en pedagogía de nuestro país y el mundo. Para esta primera etapa se seleccionaron 16 escuelas, procurando que toda la Ciudad de Buenos Aires estuviera representada (figuran desde la María Madre del Pueblo, que funciona en la Villa 1-11-14, hasta el colegio San Tarsicio, de Palermo) y que hubiera diversidad de proyectos educativos (con instituciones que sólo tienen nivel medio y otras que reciben alumnos desde sala de dos hasta quinto año). «La comunidad escolar se sintió muy implicada», cuenta Alonso.

«Hay algo innegable, y es que estamos respondiendo a una necesidad. Todos nos damos cuenta de que la escuela, así como está, no va más. Y nosotros, en vez de quejarnos, preferimos transformarla», remarca.

La primera etapa fue con los directivos, que convocaron a los docentes y más tarde a los alumnos. «Lo que hicimos fue compartir con ellos un sueño. Tuvimos jornadas de mejora educativa –seis a lo largo del año–, en las que hablamos de hackear la escuela. Trabajamos en diversas líneas: empatizar, idear, definir, prototipar y testear. Pensamos con ellos cómo íbamos a construir esta Eutopía. ¿Qué llevó a los docentes a comprometerse? El hecho de que tenga sentido su tarea», explica Alonso.

«Salimos de la zona de confort y ya no hay retorno. Esto que estamos haciendo es tan necesario como desafiante. No podemos quedarnos de brazos cruzados, sin accionar. ¡Tenemos que hacer algo! Enseñarles desde un lugar de testimonio que hay cosas que podemos cambiar para transformar el mundo», se emociona.

“Los modelos de Eutopía implican construir conocimiento, confrontar. La búsqueda de la verdad y la justicia social son dos valores clave”

“Los modelos de Eutopía implican construir conocimiento, confrontar. La búsqueda de la verdad y la justicia social son dos valores clave”

Aurora Lucero, psicóloga y asesora pedagógica del colegio San José, de Villa del Parque, coincide con ella: «Es urgente la transformación, especialmente en educación media, por los cambios que se dan en el mundo. La escuela se convirtió en un dispositivo para socializar y acreditar. Con Eutopía le devolvemos la capacidad de ser un espacio de creación de conocimiento».

Ambas son conscientes de que el camino no es fácil: en el transcurso de los últimos dos años se enfrentaron con cuestionamientos por parte de padres, docentes y alumnos.

«Cuando estamos en la zona de confort –a pesar de las incomodidades que encontremos allí–, tendemos a resistirnos a lo nuevo. Incluso los alumnos: siempre vieron el conocimiento como algo que les era dado, que aprendían y luego reproducían. Los modelos de Eutopía implican construir conocimiento, confrontar. La búsqueda de la verdad y la justicia social son dos valores clave. Respetar al otro, abrirse a la diversidad, valorar las diferencias, son aspectos fundamentales. Tenemos que hacer un espacio que dé lugar a dudas, a educar gente crítica, sin renunciar al conocimiento. Debemos encarar las cosas desde la ciencia, escuchar qué dicen los diversos actores sociales y tener argumentos que permitan dar cuenta de por qué pensamos esto. No hagamos opinología barata: promovamos el pensamiento crítico», sostiene.
Santiago Cabrera, rector del colegio San José, entiende que el valor de Eutopía reside en que en lugar de imponer un modelo, los protaognistas deben analizar su entorno, imaginar mejores escenarios y trabajar para construirlos.

«A diferencia de otros proyectos, que bajan modificaciones desde el Ministerio, éste da herramientas a las escuelas para ver qué cambio necesitan», dice, al tiempo que explica que en su establecimiento se está llevando a cabo un modelo en el que los alumnos de los dos cuartos años (uno con orientación en Economía y el otro en Ciencias Sociales) interactúan en dos materias de cada especialidad, y comenta que los docentes de las mismas ya están armando proyectos fuera del dispositivo.

«Entre los profesores hay un clima como de cierta primavera, la sensación de que todo se puede hacer. Tenemos otros siete proyectos en marcha y una apertura a entrecruzar asignaturas», se entusiasma.
Quien concluye es Alonso: «Educamos para lo incierto. No debemos temer las preguntas de los alumnos; muchas veces, las respuestas están en construcción. Tenemos que darles herramientas para que puedan reinventarse tantas veces como sea necesario«.

Fuente de la Reseña:

https://www.infobae.com/gente/personajes/2019/03/24/proyecto-eutopia-la-escuela-como-esta-no-va-mas-decidimos-transformarla/

ove/mahv

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Cinco millones de chilenos no terminaron su educación (2019.04.01) Iquique TV

Chile / 7 de abril de 2019 / Autor: iquiquetv / Fuente: Youtube

Publicado el 2 abr. 2019
Una información estadística, ratificada por autoridades del sector educación, da cuenta que en el país hay alrededor de cinco millones de chilenos que no han terminado su educación media, algunos incluso tampoco terminaron la educación básica. Esta realidad, que en Tarapacá alcanza a alrededor de 2000 jóvenes, tiene impacto en la familia y la sociedad, ya que estas personas no tienen buenas opciones de trabajo, y ello redunda en vulnerabilidad, drogas y/o delincuencia en muchos casos. Hay preocupación por superar esta medida.

Fuente de la Noticia: https://youtu.be/2-xFJ9YT0eA
ove/mahv
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Colombia: ¿Su hijo/a sufre de matoneo escolar? Así se reporta el caso

Colombia / 7 de abril de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: El Tiempo

Los casos también incluyen xenofobia. Existe una ruta para denunciar este delito. Conózcala.

 

El bullying o matoneo es una de las formas de violencia más comunes en el ámbito estudiantil. La cifra de menores que reportan haber sido víctimas de este delito supera el 20 por ciento y, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en Colombia el 7,6 por ciento de los estudiantes aseguró estar expuesto diariamente a algún tipo de maltrato físico en su colegio.

Esta situación presenta una arista más con la migración venezolana. Ante las secretarías de Educación se han presentado denuncias de xenofobia y matoneo escolar con menores provenientes de Venezuela.

Uno de los casos más recientes le ocurrió a una niña de 11 años en un colegio de Bogotá. Su padre denunció que la menor fue atacada en repetidas ocasiones a través de audios donde le decían cosas como “me das asco maldita venezolana”.

De acuerdo con el padre, el estado anímico de su hija decayó durante el último año y tiene un cuadro de depresión.

¿Qué se puede hacer?

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tiene una ruta para identificar y reportar un caso de matoneo escolar. Esto se complementa con la ruta de atención integral que tiene el Sistema Nacional de Convivencia Escolar para el Ejercicio de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar. 

Si usted es víctima de matoneo busque un espacio para hablar con sus padres o profesores y juntos acudan a la asesoría de entidades como el ICBF.

¿Cómo identificar a una víctima de matoneo o bullying?

– Tristeza
– Irritabilidad
– Ansiedad
– Dificultad para hacer amigos o hablar en público
– Aislamiento
– Falta de sueño
– Malas calificaciones
– Excusas para no a ir al colegio
– Cambio en el apetito y baja de peso
– Hematomas o heridas en el cuerpo

 

¿Qué hace la ruta de atención integral?

Tiene cuatro componentes primordiales: promoción, prevención, atención y seguimiento.

El primero “determina la calidad del clima escolar y define los criterios de convivencia que deben seguir los miembros de la comunidad educativa en los diferentes espacios del establecimiento educativo”.

El de prevención que incide sobre las causas que pueden potenciar la problemática de la violencia en la escuela y que puede tener factores importantes en la familia, espacios sustitutivos, etc.

El componente de atención justamente establece estrategias para que se puede ayudar o asistir los niños, niñas, adolescentes, padres o madres y acudientes de manera inmediata “cuando se presente un caso de violencia y/o acoso escolar o de comportamiento agresivo que vulnere los derechos humanos, sexuales y reproductivos”.

“El componente de seguimiento se centrará en el reporte oportuno de la información al Sistema de Información Unificado de Convivencia Escolar, del estado de cada uno de los casos de atención reportados”.

¿Cuáles es el protocolo para reportar un caso?

La Ruta de Atención Integral inicia con la identificación de situaciones que afectan la convivencia por acoso o violencia escolar, estas tendrán que ser remitidas al Comité Escolar de Convivencia, para su documentación, análisis y atención a partir de la aplicación del manual de convivencia.

El componente de atención de la ruta será activado por el Comité de Convivencia Escolar por la puesta en conocimiento por parte de la víctima, estudiantes, docentes, directivos docentes, padres de familia o acudientes, de oficio por el Comité de Convivencia Escolar o por cualquier persona que conozca de situaciones que afecten la convivencia escolar.

Los protocolos y procedimientos de la ruta de atención integral deberán considerar como mínimo los siguientes postulados:

  • La puesta en conocimiento de los hechos por parte de las directivas, docentes y estudiantes involucrados.
  • El conocimiento de los hechos a los padres de familia o acudientes de las víctimas y de los generadores de los hechos violentos.
  • Se buscarán las alternativas de solución frente a los hechos presentados procurando encontrar espacios de conciliación, cuando proceda, garantizando el debido proceso, la promoción de las relaciones participativas, incluyentes, solidarias, de la corresponsabilidad y el respeto de los derechos humanos.
  • Se garantiza la atención integral y el seguimiento pertinente para cada caso. Una vez agotada esta instancia, las situaciones de alto riesgo de violencia escolar o vulneración de derechos, sexuales y reproductivos de niños, niñas y adolescentes en los niveles de preescolar, básica y media que no puedan ser resueltas por las vías que establece el manual de convivencia y se requiera de la intervención de otras entidades o instancias, serán trasladadas por el rector de la institución.

 

Fuente de la Noticia:

https://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/como-reportar-un-caso-de-bullying-o-matoneo-escolar-o-xenofobia-en-ninos-344444

ove/mahv

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Maestros de maestros: John Dewey (1859-1952) -PDF-

Colombia / 7 de abril de 2019 / Autor: Rafael Reyes Galindo / Fuente: Compartir Palabra Maestra

La escuela guarda una relación científica con la pedagogía, como el laboratorio con la biología.

El pensamiento de Dewey ha permitido la producción de obras inspiradoras. Colombia debe mucho a este filósofo, educador y activista estadunidense; la entrada de la “escuela activa” a principio del siglo veinte y la propuesta educadora de Agustín Nieto Caballero no se pueden entender sin Dewey. Autores como Sáenz J. Saldarriaga O. y Ospina A. mostraron en los dos tomos de Mirar la Infancia, pedagogía, moral y modernidad en Colombia (1997) la construcción del saber pedagógico a partir de la producción escolar de la infancia y la entrada de las ciencias de la vida, (biología, medicina y psicología experimental) en los discursos de la educación y la pedagogía colombiana. También Diego Pineda (2011), filósofo colombiano, muestra que la democracia en Dewey aparece no solo como forma de gobierno, sino también como forma de vida.

Maite Larrauri – Max (2012) llama a Dewey un “maniático de la educación”. Activista político, psicólogo, filósofo, profesor de secundario, educador universitario lo hacen un Maestro integral para pensar la sociedad, la educación, la pedagogía, la escuela y formación de educadores. Para Dewey la educación es acción politica, la democracia una forma de vida, la escuela un laboratorio, la experiencia como el medio en que los sujetos se forman.

La educación es acción politica: Dewey no solo se interesó por lo problemas sociales, sino que participó en manifestaciones por los trabajadores y las mujeres. En 1919 marchó por el voto femenino, llevaba una pancarta que decía: “Los hombres votan, porque yo no” (Maite Larrauri – Max (2012). Dewey, no se sentiría muy cómodo reduciendo la educación politica a “competencias ciudadanas”, como si ser ciudadano se redujera a unos cumplimientos de deberes, a la construcción de sujetos correctos y legales. El trabajo de la educación seria para nuestro pensador en mantener vivo el experimento de la democracia, esto es más que cumplir con decencia unas cuentas reglas. “El aspecto político es importante (…) este es un aspecto de la educación en el cual, me parece a mí, los maestros deben estar más profundamente formados y más ampliamente interesados de lo que han estado en el pasado, si es que pretendemos mantener vivo nuestro experimento democrático” Dewey, pertenecía al movimiento llamado Progresista: “Los progresistas creían que la democracia estadunidense podía encontrar su realización en la democracia industrial, en la planeación social, en la reconstrucción de las instituciones sociales, en la cooperación entre los individuos por encima de la brutal competencia del capitalismo no regulado socialmente. Los progresista soñaban con una sociedad totalmente libre de la opresión y corrupción que provendrían de las tradiciones feudales y autoritarias del Viejo mundo” (Sáenz, J. 2004).

La democracia como forma de vida: En su obra Democracia y Educación plantea que no es un modo de gobierno, “es un modo de vida asociada, una experiencia comunicada conjuntamente”. Se requiere, entonces enseñar una compleja inteligencia de nuestras instituciones democráticas, ¿En qué consiste esto? Se trata de entender la democracia, no como una forma de gobierno sino como una forma de vida. En primer lugar, enseñar de cómo funciona “la maquinaria”; en segundo lugar como funciona el poder. Cómo funciona la maquinaria tendría que ver con saber cómo es la Constitución Nacional, como se participa con ella; que es el gobierno local, como actuar en él. Gobierno, estructura, forma de participación, instituciones; pero esto no es suficiente, porque una cosa es esta maquinaria y otra son los mecanismos de poder. Los mecanismos de poder son exteriores a la maquinaria, son las que hacen que ella funcione, conocer estos mecanismo hacen un ciudadanos inteligente en su acción política. Podemos enseñarle a nuestros estudiantes cómo funciona el gobierno nacional y el gobierno local, pero esto se queda en el papel, solo producimos en los estudiantes “estructuras mentales inocentes”. El estudiante hay que enseñarle a enfrentar los problemas sociales con los que se va a encontrar: no basta con conocer los modos como nos gobiernan, hay que ser inteligentes con los bienes que estos producen, la calidad de los bienes producidos dicen de las estructuras de poder que gobiernan las maquinarias. Por ejemplo, Dewey quiere que nos preguntemos cómo funciona la industria, esto permite entender la relación entre educación y productividad; pero también una educación politica nos hace ciudadanos capaces de disfrutar el tiempo libre: “un ciudadano es una persona que tiene capacidad para apreciar el arte, la ciencia, la historia y la literatura por sí mismos y por el bien que le reportan” (Dewey).

La escuela como laboratorio: Si la democracia es experiencia y la educación no es un asunto meramente académico sino también experiencia, Dewey no entendía la enseñanza de la filosofía sin la experimentación pedagógica. Por eso, su escuela, la que fundó, se llamó Escuela-laboratorio. “La educación como como de asegurar la continuidad de la humanidad, puede ser el laboratorio en el que la practica conduzca a una reflexión; es por tanto el laboratorio de la filosofía y la filosofía es, en este sentido una teoría general de la educación”. (Maite Larrauri – Max, 2012). Ya sabemos que con Kant y Pestalozzi se propuso crear lugares de experimentación pedagógica, se hizo necesario el seminario pedagógico; “nos hacen falta escuelas normales y escuelas de experiencia”, decía Kant. Así, las cosas, para Dewey, la escuela, la práctica pedagógica, no era solo el momento de las prácticas de los maestros aprendices, que se formaban en la Universidad; era el momento de poner a prueba los esquemas de pensamientos elaborados por la filosofía y la psicología: “no se trataba tanto de aplicarlos mecánicamente, sino de ponerlas a prueba, en tanto ideas orientadoras de la practica pedagógica. Y esto constituía un giro radical en la historia de las relaciones entre la pedagogía y los otros saberes: no sería la pedagogía un simple campo de aplicación de las verdades derivadas de la especulación filosófica o de la estrechez de los métodos de la psicología científica de la época; la esfera pedagógica cobraba un nuevo valor como ámbito de producción de conocimiento filosófico y psicológico” (Sáenz, J. 2004). No es la pedagogía la que se somete a prueba de las teorías psicológicas o filosóficas; es al revés, la psicología y la filosofía pasan por la criba de la pedagogía y son sometidas a prueba; allí son validadas, reformuladas o rechazadas. Actualmente, la forma como está diseñada y planeada la practica pedagógica esta aparecen como campo procedimental y metodológico (y muchas veces solamente es un asunto administrativo y burocrático). El papel de campo experimentador está desconocido en la mayoría de los desarrollos de la práctica pedagógica y en la forma de concebir la escuela. De esta manera se deja a un lado a los sujetos productores de sentido a partir de la intersubjetividad y la vida cotidiana, lo termina importando es el protocolo, la secuencia y la trasposición. Sobre de qué manera se produce saber y sentido en el espacio educativo y en la práctica pedagógica es algo que no pasa por las interrogaciones habituales.

Hoy el concepto de laboratorio se encuentra disperso en diseños educativos: el aula como laboratorio, la pregunta como laboratorio, la escuela como laboratorio; pero todas estas ofertas son modos de distorsionar el concepto de Dewey, en realidad se convirtió en un asunto de mercadeo, esnobismo y de muchas improvisaciones. Desconocen la estructura global en que la propuesta está articulada por el educador estadunidense. Pasa lo mismo con palabras que hoy se utilizan sin sentido como “aprender haciendo”, o aquella otra de “aprender a aprender”. Frases que con el afán de impresionar se quedan entre la tautología y pleonasmo. Sería saludable, a cambio, volver a aquello que constituía la dimensión dinámica de la educación: la relación experiencia – educación.

Experiencia – educación: Dewey se enfrentó a dos enfoques de la educación de su tiempo: los tradicionalista y los desarrollistas. En su obra Educación y experiencia (2004) ataca las dos posturas por considera que desconocen la importancia de la experiencia: “todo lo que pueda llamarse un estudio, sea la aritmética, la geografía, o una de las ciencias naturales, debe ser derivado de materiales que, al principio, caigan dentro del campo de la experiencia vital ordinaria” (Dewey). El asunto es que la pedagogía no se valida por test y psicometrías, sino por un trabajo de observación, reflexión y la reconducción constante de la pedagogía hacia experiencias educativas. La experiencia tendría dos cualidades: es continua y es interactiva.

La relación maestro – estudiante entran en una composición bastante delicada de entender, y aún, de explicar brevemente. Si la experiencia es interactiva, una de las interacciones es con el maestro: el problema no será que aprende, sino como lo aprenden, cuales son las condiciones. Se trataría de crear condiciones para este aprender. El maestro se hace necesario, porque él es el que sopesa las condiciones y las reconduce. En palabras de Saenz J. (2004): el maestro seria artista, académico y experimentador. Como artista desarrolla empatía en los alumnos, deseos, conoce capacidades; como académico, imparte una enseñanza; como experimentador conecta los deseos y los conocimientos con problemas para desarrollar el pensamiento. De esta manera se cultiva en cada uno el deseo de aprender. De esta manera, el pensamiento no sería producto ni de libros, ni de estructuras ya dadas previas por el individuo, ni de predisposiciones mentales; el pensamiento seria el resultado de unas condiciones creadas, los cuales generarían unos hábitos estables para que cada estudiante resuelve problemas actuales y futuros. Como en el baile, maestro y alumnos danzan juntos, pero los dos son llevados por una música que no les pertenece, y por tanto, tampoco pueden moverse a su antojo. (La metáfora de la danza es de Sáenz, 2004). Son envueltos por la experiencia del pensamiento.

John Dewey, fue el educador más enciclopédico del siglo xx: político, filósofo, psicólogo, activista social; educador de bachillerato, profesor universitario llevo todo su conocimiento a la configuración de la Pedagogía como ciencia. Crítico de los desarrollistas, de los tradicionalistas y de sí mismo. Esto hizo que los progresistas lo acusaran de conservador y los conservadores de progresista. Pero Dewey solo fue fiel al saber, a la educación y a la pedagogía. En Colombia sucedió lo mismo. Contribuyó al progreso de la educación en nuestro país; el Gimnasio Moderno desde 1914 difundió sus ideas; se construirá una educación social, distinta a la educación moralizante de los conservadores. Pero con la subida de los conservadores al poder, en 1946, se borró todo rastro de Dewey y con todo lo que pareciera idea liberal. Hoy el saber pedagógico ve en este educador la forma como la pedagogía se articula productivamente a los hallazgos de otras disciplinas como la psicología, la sociología, las ciencias de la naturaleza; a la politica, a la democracia y a la construcción ciudadana. Con Dewey podemos pensar un saber sobre la cooperación y la participación, la práctica pedagógica se haría, así, invención de saberes.

Link para la descarga:

https://compartirpalabramaestra.org/documentos/aliados/maestros-de-maestros/maestros-de-maestros-dewey.pdf

Fuente de la Reseña:

https://compartirpalabramaestra.org/especiales-tematicos/maestros-de-maestros/john-dewey-1859-1952

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Una sinfonía inconclusa llamada «Educación»

Argentina / 7 de abril de 2019 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: INED21

La educación es un derecho y un deber

La educación es para todos: NO podemos permitirnos contar con ‘fábricas de derechos’, para unos pocos; y ‘factorías de analfabetismo’ para miles y miles.

La educación es una garantía de la que se tienen que ocupar –principalmente los estados– porque es un derecho universal que nació en las primeras escuelas que datan de hace más de 2.000 años a. de C., en Sumeria, cuna de la civilización y, hoy, cuna de la barbarie porque así somos los humanos.

Si no hay derecho pleno a la #educación, no hay demás derechos. La educación empodera a otros derechos, los hace crecer, es un derecho que nace en la generosidad, ella hace que se conozcan otros derechos y el conocimiento se da solo por la educación es simple pero es complejo. La educación es puro altruismo ya que niega la posibilidad de la dominación, de la exclusión.

La #educación

es un derecho que nace en la generosidad

Sigo educando porque tengo esperanzas, pero creo que nuestra educación es excluyente y a la vez nos incluye; la educación, últimamente, nos escandaliza. La función de la educación es ser salvaguarda de los más simples valores humanos; puesto que la mayoría de los males de la sociedad tiene su origen en la crisis educativa. Esto es, a menos educación más pobreza, más amplia se hace la brecha. ¿La solución? Una educación de calidad puede ayudar a construir una sociedad más justa y democrática.

Al igual que todos los derechos humanos, el derecho de educación es universal e inalienable, pero, en nuestros días, no es universal; y aliena, porque nos volvemos locos, más bestias por no reparar en que la educación es lo esencial en la vida del hombre. De modo que, hoy en día, la educación no llega a todos y además crea desigualdades.

LOS QUE SOMOS DOCENTES

La misión irrenunciable de  los que somos docentes es que la educación llegue a todos. En 1990, la comunidad internacional se reunió en Jomtien, Tailandia, en ocasión de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, para afirmar su compromiso de lograr la educación universal, pasaron casi 30 años de esto ¿y cuánto hemos avanzado? La educación ¿es para todos?, ¿se ha eliminado la disparidad entre los géneros en materia de educación?, ¿hay convicción de que la política pública educativa estable puede forjar un cambio radical?

En los últimos tiempos, se ha evidenciado un aumento de fracasos escolares en los estudiantes de educación secundaria en muchos países; entre ellos, mi país, Argentina. ¿Cómo se manifiesta? Con un alto porcentaje de desaprobación de exámenes, materias previas, bajas calificaciones, ausentismo, aburrimiento por el desfasaje entre lo que se ve en las aulas y los que se resuelven  en los escritorios de nuestras autoridades, etc.

Los colegios son entidades colaboradoras en la labor educativa, pero nunca pueden sustituir a los padres en esta responsabilidad; los padres dicen que sus hijos son grandes y se olvidan de acompañarlos en esta etapa que –además– tiene «un condimento extra», la adolescencia.

Todos los docentes sabemos que la no aprobación o repitencia no es una solución, pero aplazarlos no es mirar para otro lado. La alfabetización no es solamente aprender a leer y a escribir; es también aprender a comunicarse, a pensar, a entender los mensajes  que transmiten esos escritos, es SABER DEFENDERSE.

Un chico no alfabetizado es un chico aislado, pero soy de las que sostiene que el alumno que pasa sin saber de año, después sufre mayores dificultades y que la promoción directa es un facilismo en gran parte. La educación incluye el pleno desarrollo y la dignidad de cada persona, y si hacemos esto no le damos dignidad.

Ldesidia como política de estado no es beneficiosa para la libertad de pensamiento. El problema es que está presente en todos los ámbitos: salud, educación, seguridad, etc.

En algunos sectores tiene mayores incidencias, aunque siempre trae problemas con el entorno.

En educación, estamos mandando chicos analfabetos funcionales a la Universidad.

La UBA objeta a los chicos porque no pueden leer un manual instructivo y creó un taller para alumnos, para que supieran cómo comprender textos, y los años escolares anteriores. ¿Qué pasó?

Ni hablar de las universidades técnicas: no pueden comprender los textos porque les falta lenguaje, no saben buscar palabras en el diccionario.

La educación se debe universalizar, pero esto no significa que no restemos derecho a aprender con una buena calidad educativa, eso es el verdadero derecho a la educación.

¿Quién se hace responsable de la debacle educativa en nuestros paísesSolo los docentes, solo los padres, solos los funcionarios, ¿quién?…

¿Qué pasó antes? ¿Por qué no hacemos una autocrítica de lo que se vivió educativamente?

El problema es que se piensa a los países como compartimentos estanco de manera egoísta; por lo tanto, no se puede lograr un debate sobre la estructura educativa. La educación no es una manifestacióncuantificable y demagógica.

La educación siempre tiene que ser un desafío que crezca, ver que las fronteras del pensamientos se derriben y creceremos todos, porque la meta es la de formar ciudadanos críticos. Tenemos que generar una argumentación que asigne valor a la educación; es clave en el empoderamiento de la ciudadanía.

Gregorio Klimovsky fue un epistemólogo argentino y en su obra «Las desventuras del Conocimiento Científico», señalaba en el prólogo que Platón exigía tres cosas para que el «conocimiento»fuera considerado como tal conocimiento: ‘creencia’, ‘verdad’ y ‘prueba’.

Yo sostengo creencia en una mejor educación para todosverdad como resultado de que una buena educación tiene como consecuencia menos pobres, y prueba más libertad de pensamiento y menos brecha entre los educandos. Con una educación completa, de calidad en todo sentido evitaremos la dictadura del pensamiento único y uniforme.

Fuente del Artículo:

https://ined21.com/una-sinfonia-inconclusa-llamada-educacion/

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