Paraguay / 6 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Última Hora
A diferencia de otros países de la región, en Paraguay se necesita introducir mejoras básicas de normalización en todas las escuelas. Eso quiere decir: revertir la inasistencia porque «no se utiliza bien el tiempo en aula».
Entre los factores asociados al bajo nivel de aprendizaje en los países de la región, un rasgo caracteriza al Paraguay: el alto índice de ausentismo tanto de alumnos como de profesores. Eso observa Ernesto Treviño, director del Centro para la Transformación Educativa de la Universidad Católica de Chile, teniendo como base los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) 2013, y que expuso ayer en ocasión del segundo día del Foro Hablemos de Educación, organizado por la Unión Europea y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Treviño afirma que los análisis de las variables que explican la diferencia de aprendizaje muestran que, a diferencia de lo que ocurre en otros países de América Latina, en Paraguay “no hay una asociación muy fuerte entre el nivel socioeconómico de los estudiantes” y los resultados que alcanzaron en el Terce.
De acuerdo a los estándares internacionales, indica el experto chileno, estar ausente el 10% o más del año escolar “se denomina ausentismo crónico” y está vinculado a un riesgo educativo: reprobar el año, abandonar, etcétera.
Apunta que en el 3º y 6º grado de la primaria, en el país, el nivel de ausentismo crónico está en alrededor del 30 al 40%. “Esto quiere decir que entre el 30 y 40% de los niños en Paraguay faltan 10% o más veces al año en la escuela. ¿Cómo van a aprender si no van?, se preguntó el especialista durante su exposición.
Desde el punto de vista de la investigación, señala que el sistema educativo local “necesita introducir mejoras básicas de normalización” en todas las escuelas.
“Tampoco se necesita una reforma ultrasofisticada para que estudiantes y profesores vayan a clase. Es una política sencilla que requiere un compromiso de todos los actores del sistema: profesores, directivos, entre otros”, postula al referir que eso es solo el primer paso.
Formación. Sobre los magros resultados del Snepe 2015, insiste en que eso se revierte con aumentar los aspectos mínimos y básicos: “que los profesores y los niños vayan a la escuela y que se aproveche el tiempo de clase con buenos materiales para cada uno”.
Además, esto debe estar acompañado por algunas medidas para ayudar a que todos los profesores al menos alcancen un estándar mínimo. Afirma que eso se hace con formación continua y con materiales para que ellos puedan trabajar con los estudiantes. “Mientras se hace esto, el país debe trabajar con medidas de mediano y largo plazo: Tiene que ver con reformular la formación inicial y continua de los profesores; generar políticas de apoyo para los lugares más vulnerables”, indicó.
“Tomar cursos sirve de muy poco; abrir los ojos a más horizontes, pero no ayuda a cambiar la práctica. Se requieren otras fórmulas que involucren acompañamiento, capacitación, conformación de redes de profesores, etc.”, completa.
En su opinión, más allá de las grandes políticas educativas y de inversión en infraestructura, son los actores del sistema los que les tienen que “proveer de músculos” a la escuela. “Implica ir a la escuela, preparar bien, hacer clases, dar retroalimentación a los niños, evaluarlos y ayudarlos a mejorar”, concluye.
Chile / 6 de enero de 2019 / Autor: Mercedes Quevedo / Fuente: El Subte-rraneo
Ser la única latinoamericana galardonada en 1945 con el Premio Nobel de Literatura, es un gran título y legado.
A eso, hay que añadirle que fue una de las principales figuras de la literatura chilena y continental.
Gabriela Mistral nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile, con el nombre de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga.
Tomó su nombre artístico de dos grandes pasiones como lo fue la naturaleza y la poesía. El autor Federico Mistral tuvo mucho que ver con esto.
En 1904, esta mujer dio sus primeros pasos trabajando como profesora en la Escuela de la Compañía Baja en La Serena. Ahí, se volvió colaboradora en los diarios locales El Coquimbo y La Voz de Elqui.
Ganó experiencia y supo que la escritura era lo suyo. En 1914, llegó el Premio Flor Natural en los Juegos Florales de Santiago con “Sonetos de la Muerte” y ya fue el momento de presentarle al mundo su seudónimo Gabriela Mistral.
Solo tres años después, Gabriela apareció en la antología poética de Chile más importante hasta la fecha, Selva Chilena. Y desde entonces, no paró de recibir reconocimientos.
Carrera profesional
La condición humilde de su familia le privó de cursar educación, pero mediante una convalidación de sus conocimientos, logró el título de profesora del Estado. Tenía la capacidad de dar clases a nivel de secundaria.
A pesar de su “falta de preparación”, logró el puesto de directora en el liceo Nº 6 de la capital del país.
En 1923 fue contratada por el Gobierno de México para formar parte de un equipo que sentó las bases para una reforma universitaria que aún medio siglo más tarde, sigue vigente.
Viajó por Europa y Estados Unidos mostrando mucho interés por los distintos sistemas educativos.
Su temple y notoriedad internacional, la convirtió en la primera cónsul chilena. Una de sus primeras labores las cumplió en Italia, pero se declaró antifascista y Benito Mussolini no aceptó a una mujer diplomática.
En esta etapa publicó “Tala” (1938), considerado uno de sus libros más importantes, donde se encuentra la raíz de lo indoamericano.
Viajó por las Antillas, el Caribe y los países centroamericanos. En Panamá, le otorgaron la Orquídea de Oro y La Flor del Espíritu Santo, las más altas insignias de la Escuela Normal de Institutoras del país. La Universidad de Guatemala le concedió el grado de Doctor Honoris Causa.
Durante su labor de cónsul en España, publicó “Nubes Blancas” (1934) un libro antológico de sus poemas.
Desde sus primeras experiencias con las letras, que la hicieron merecedora de incontables reconocimientos, hasta su madurez como escritora y educadora, diplomática y viajera, Gabriela Mistral rompió fronteras.
Entre sus títulos destacados figuran: “Desolación” (1922), “Lecturas para mujeres” (1923), “Ternura” (1924), “Antología” (1941), “Lagar” (1954) y “Recados contando Chile” (1957).
La chilena falleció en 1957 a los 67 años. En su testamento, ordenó que todo el dinero recaudado por las ventas de sus obras en América Latina se destinara a los niños más desfavorecidos de Montegrande (Chile) y el dinero de las ventas en el resto del mundo, en beneficio de los niños pobres del resto de su país.
Desde 1981, y a modo de homenaje, los billetes de 5.000 pesos chilenos llevan la imagen de Gabriela Mistral.
Mistral es una de las poetas más importantes del siglo XX y una docente que hizo mucho por la preparación de los ciudadanos.
Entre sus importantes nombramientos destacan títulos “honoris causa” por la Universidad de Guatemala, Mills College de Oakland (California) y por la Universidad de Chile, entre otras. También tiene en su haber además del Nobel, los galardones Premio Nacional de Literatura de Chile (1951) y el Premio Anual de la Academia Norteamericana de la Historia Franciscana (1950).
Sus obras han sido traducidas a más de 20 idiomas.
Definitivamente la escritora chilena más celebrada de la historia…
Colombia / 5 de enero de 2018 / Autor: Desde la Botica / Fuente: UNRadio
Egresados de la carrera de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia, han convocado a la movilización y organización, para apoyar el movimiento estudiantil y profesoral, en defensa de la Educación Superior Pública. INVITADOS: Constanza Moreno, Química Farmacéutica de la Universidad Nacional de Colombia, Máster en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada – España. Wander Orjuela Químico Farmacéutico de la Universidad Nacional de Colombia.
Argentina/ Autor: Julieta Nassau / Fuente: La Nación
De adolescente, David Calle no era bueno en matemática. Tuvo que ir a clases complementarias
en una academia para entrar a la Universidad Politécnica de Madrid, donde estudió Ingeniería
en Telecomunicaciones mientras daba clases en ese mismo instituto en el que se había amigado
con los números. Se recibió y trabajó durante diez años como ingeniero hasta que se quedó sin
trabajo por la crisis en España. Entonces, por necesidad, volvió a la docencia en ese mismo
lugar.
«Volví pensando que sería solo un mientras tanto hasta que me saliera algo mejor como
ingeniero y finalmente descubrí que lo que me encantaba más que nada era ser profesor, darles
clases a los chavales, sobre todo en una academia, por las tardes, a los que les va peor en el
bachillerato. Y descubrí que esa era mi pasión», dice este profesor de 46 años a LA NACION en
Madrid después de participar de la conferencia sobre educación, tecnología e
innovaciónEnlighted.
«Y luego llegó YouTube», continúa sobre su historia. Sobre aquella decisión que terminó de
lograr que David Calle no sea un profesor más sino que sea un docente del que aprenden
millones de alumnos de todo el mundo a través de la plataforma de videos y que haya sido en
2017 finalista del Global Teacher Prize, el «Nobel de la Docencia», y una de las 100 personas más
creativas del mundo según la revista Forbes.
-¿Cómo llegaste a YouTube?
-Ya había detectado que esta a nueva generación a veces le cuesta más estudiar. No daba tiempo
a explicarles todo lo que necesitaban porque había muchísimos conceptos que se les habían
olvidado o no controlaban del todo. Pensé que grabar videos era una solución, pero no me
atreví, me daba mucha vergüenza. Hace siete años empecé un curso y se había borrado la mitad
de los alumnos de la academia. Llamé a sus padres esperando que no fuera porque yo lo había
hecho tan mal y no, me dijeron que por culpa de la crisis se quedaron en el paro [sin trabajo] la
madre, el padre, o ambos, y que no podían permitírselo. Si hubieran sido uno o dos, les habría
regalado, pero como eran tanto lo que pensé es que definitivamente tenía que vencer la
vergüenza y aprender todo lo que no sabía en ese momento para poder subir las clases a
YouTube y enseñarles a todos los alumnos que no podían permitírselo. Pensé que serían 30 o 40
los que verían mi video pero al final…
Pero al final fueron 170 millones de visitas en siete años y unas 5 millones al mes de usuarios
todo el mundo (la Argentina ocupa el tercer puesto) que miran videos del canal de YouTube
de Unicoos, que cuenta con más de un millón de suscriptores. El éxito fue tal que luego sumó
una «academia virtual» y otra física, en Madrid. Todo lo logró desde aquel día en que agarró
la cámara con la que hacía videos de su hija, se compró un trípode, un pizarrón y grabó una
clase sobre asíntotas y oblicuas que subió a YouTube. «El video es muy malo, estaba muy serio,
quería parecer mucho más importante de lo que soy. no lo disfruté nada. Lo subí, se los enseñé a
mis chavales y me dijeron: «Vale, lo hemos entendido profe, pero ese no eres tú». Entonces les
hice caso, empecé a disfrutarlo y al día de hoy los videos han mejorado muchísimo. Ese primer
video no lo he borrado, para que los chavales vean que las cosas no surgen solas».
– Te costaba la matemática y un profesor que te ayudó a entenderla. ¿Qué sacaste de él para dar tus clases?
-Básicamente lo que me dijo y fue lo que me despertó fue: «Tienes capacidades para hacer
muchas cosas, no todas evidentemente (yo quería ser astronauta y no tenía esa capacidad) y si te
esfuerzas y trabajas duro, puedes conseguirlo. Lo hice y pasé de suspender a sacar un 10 en el
examen de acceso a la universidad en matemática.
-¿Cómo llegaste a ser finalista a los premios considerados los «Nobel de la docencia»? ¿Cuál creés que es tu distintivo en la comunidad educativa?
Sinceramente no lo sé. Me mandaron un formulario que para todos era igual, yo tuve que dejar
la mitad de las preguntas en blanco porque yo no tengo instituto, no tengo director, no tengo
compañeros profesores. había muchas cosas que no podía explicar. Creo que lo que más
valoraron es que soy disruptivo, en el sentido de que enseño desde mi guardilla, más allá de que
tengo una academia, y que llego a millones de chavales gracias a YouTube. Creo que eso les
llegó: que ayudaba a millones y que encima lo hago gratis.
Tecnología, educación y Messi
-Tenés una hija de 16 años que está por terminar el colegio. ¿Cómo cambió la escuela desde que vos fuiste hasta la actual?
Más allá de YouTube, para Calle la tecnología debe necesariamente integrarse con la educación
para cautivar los adolescentes. En sus clases en la academia de Madrid, de hecho, no solo
permite a sus alumnos usar el celular en el aula. Incluso manda videos en vivo a un grupo de
WhatsApp que comparte con ellos. Bajar las ciencias y la matemática al llano, como hace en su
libro ¿Cuánto pesan las nubes?, es otra de sus claves. Para eso todo sirve, desde las películas que
fanatizan a los jóvenes hasta las jugadas de Lionel Messi.
-¿Cómo cambiaron tus videos en estos 7 años? ¿Mirás las métricas para tomar decisiones?
Me dejé llevar por lo que decían los alumnos y los comentarios. Al principio eran
videos muy largos, sin división. Los grababa de principio a fin y así tal cual los subía.
Ahora los videos son más cortos, trato de meter fragmentos de películas, de
videojuegos, de fútbol…. A Messi, por ejemplo, lo he sacado en un video de matemática
para sacar porcentaje. si es más eficiente Messi o Ronaldo.
– Eso es lo que falta, bajar la matemática al mundo real.
No es suficiente. Para los youtubers que tienen mayor cantidad de visitas
probablemente sí, pero en mi caso no llega a ser un sueldo en España. Partiendo del
hecho de que estoy enamorado de YouTube porque me ha dado la oportunidad de
poder ayudar gratis a millones de chavales, no es suficiente para poder pagar a gente ni
nada. [El dinero] Lo sacamos de otros lados, de todos los sitios que podemos, para
poder sacar adelante el proyecto.
-¿Hay empresas que quieren pautar en tus videos?
Últimamente sí. Después de los Teacher Prize hubo un cambio porque
mediáticamente en España fue importante. Afortunadamente hay empresas
interesadas, aunque todavía no han llegado maneras de patrocinio económico. Ojalá.
Los alumnos argentinos
-¿Por qué crees que la gente mira tanto tus videos en todo el mundo hispano?
-En mi caso ha corrido de boca a boca entre los alumnos. Cuando ven que un amigo la
está pasando mal con una asignatura se lo pasan: «mírate este video de este gallego -en
la Argentina me dicen ‘el gallego de gafas’- que la vas a entender muy bien».
– ¿Lográs hacer a la distancia una evaluación del alumno argentino? ¿Tienen algunas dudas en particular?
-Son las mismas dudas que en España. La matemática, la física, la química es un idioma
universal, no hay dudas diferentes. Sí hay una diferencia en el nivel. Por desgracia, España tiene
un nivel en el bachillerato [últimos años del secundario] demasiado a mi entender. Y lo que yo
explico a los chavales en primero y segundo del bachillerato [en España] son temas que ven
universitarios en la Argentina. Casi todos los que me siguen de América Latina son
universitarios
-¿Qué comentarios recibís desde la Argentina?
-No he recibido jamás un comentario negativo en la Argentina. Siempre con mucho
cariño, me hacen mucha gracia. Y aprendo muchísimo de palabras que no uso en las
clases. Algunos conceptos matemáticos por más universales que sean tienen
vocabulario diferente. A veces no entiendo qué me están preguntando y les digo:
«Envíame una foto de qué ejercicio es así ya sé cómo se llama ese tema en la
Argentina». Y los profesores que más me ayudan en la parte de foros y de dudas,
además de españoles, son argentinos también.
-¿Te acordás de algún alumno en particular?
Una mujer que me mandó un video. Subí un video que se llama «Este es mi premio»,
con trocitos de videos de mensajitos de alumnos de todos los países animándome para
un premio al que me presenté y uno de ellos era de Adriana, de Argentina, que me
decía «gracias, por fin he podido entrar en Medicina gracias a tus videos». Lo
sorprendente es que tenía 65, 70 años, eso fue un regalazo.
Colombia / 5 de enero de 2019 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar
Esta es la historia de Chelsea Haley una profesora estadounidense de 26 años, y Jerome Robinson, un estudiante de 12 años de edad.
Chelsea Haley es una profesora de 26 años que trabaja en Teach for America en Georgia, Estados Unidos, una organización sin fines de lucro cuya misión es desarrollar un movimiento para “eliminar la desigualdad educacional, enlistando a profesionales de excelencia en este esfuerzo”. Chelsea también es madre adoptiva de dos niños; uno de ellos se llama Jerome Robinson, tiene 12 años y su historia es muy especial.
Antes de llegar a la familia de Haley, Jerome hacía parte de la sala de clase de Chelsea y no era un estudiante fácil.
En múltiples ocasiones estuvo a punto de ser expulsado de Teach for America. Su conducta era muy complicada y para la profesora no era sencillo lidiar con ese comportamiento. De hecho, por él, muchas veces llegó a cuestionarse el ser profesora. Creía no tener las herramientas para lidiar con una personalidad como la de Jerome.
Pero el tiempo pasó y esta joven profesora se fue ganando su confianza, convirtiéndose así, en prácticamente la única docente capaz de comunicarse de una forma cercana con él.
Esa misma confianza le permitió a la profesora descubrir muchos aspectos delicados de la vida de su estudiante; Jerome vivía en situación de pobreza junto a su hermano menor de un año. Su madre no pasaba tiempo con ellos y su papá y su hermana habían fallecido.
Facebook Chelsea Haley
Después de soñar con la posibilidad de hacerse cargo del cuidado de los hermanos, ocurrió una coincidencia. Jerome le preguntó si podía irse a vivir con ella.
Entonces, la profesora habló con su madre quien le pidió que se llevara a los dos niños. Y así lo hizo. Chelsea, quien antes luchó por conectarse con Jerome, hoy es su madre adoptiva y su principal apoyo emocional. El rol de esta profesora ha cambiado, pero no su interés por lograr que Jerome estudie y salga adelante. Chelsea ha demostrado a través de sus acciones, la manera como un profesor puede cambiar la vida de un alumno; ha demostrado que incluso fuera de la sala de clase, pueden generar un impacto que trasciende realidades y situaciones complejas como la de Jerome y su hermano.
Chelsea no se cansa de agradecer a todos quienes han valorado su actuar y en redes, comparte mucho de su cotidianidad junto a ellos. Este es uno de sus mensajes:
“Quiero agradecer a todos nuevamente por sus alentadoras palabras de amor y apoyo para nuestra familia. Los chicos y yo estamos abrumados de gratitud y nuestras sonrisas simplemente no desaparecerán. Debido a eso, entre la gripe en nuestra casa y faltar a la escuela esta semana por el resfrío, estamos tratando de ponernos al día con nuestras cosas de la vida diaria. Soy profesora, así que tengo mucho trabajo que hacer. Como mamá, tengo que cuidar a mis hijos y asegurarme de que Jerome esté preparado para sus dos exámenes el lunes en la escuela … ¡lo cual siempre es divertido con un niño de 14 años!”.
Argentina / 4 de enero de 2018 / Autor: Fuente Externa / Fuente: Elige Educar
María Cristina Gómez enseña historia, formación ética y ciudadana y sociología. Por su capacidad para innovar en contextos desfavorables, fue una de las seleccionadas entre los más de 10 mil que se postularon para el Global Teacher Prize.
En la última semana a María Cristina Gómez no le paró de sonar el teléfono celular. Mientras sobrelleva días agitados, con viajes a Buenos Aires desde su Rosario natal, reuniones con funcionarios políticos y entrevistas con la prensa que -dice jocosamente- la hacen sentir una “rockstar”, recibió cientos de mensajes y una “avalancha” de mails con saludos y felicitaciones de parte de familiares, alumnos y ex alumnos.
Durante la tarde del pasado 13 de diciembre, a Gómez le notificaron que fue seleccionada entre más de 10 mil postulantes para competir por el Global Teacher Prize, el “premio Nobel de la enseñanza”. Había salido de trabajar y estaba en un supermercado, en “la vorágine de las compras”, cuando la llamaron desde la Fundación Varkey para informarle la novedad.
“En ese momento me olvidé de lo que estaba haciendo. No podía creer lo que pasaba y mi marido, que estaba al lado de mí, no entendía nada”, recordó la profesora en diálogo con Infobae. Y agregó: “Fue inesperado. Es una gran emoción y honor porque con tantos maestros del mundo participando para mí era una posibilidad remota”.
Casada y con tres hijos -la menor tiene apenas meses de vida-, es docente de Historia, Formación Etica y Ciudadana y Sociología. Estudió hasta finalizar el secundario en Rosario. Luego se recibió en la Universidad Católica Argentina (UCA). Vivió nueve años en España. Y desde hace siete está nuevamente radicada en la ciudad santafesina. Dicta clases en el instituto Santa Margarita N° 8185 y la Escuela N°572 El Ceibo.
“Es un reconocimiento a la carrera, a lo que venimos haciendo hace tiempo”, sostuvo la docente a este medio, subrayando la clave de su nominación: trabajar en contextos desfavorables implementando desarrollando proyectos y programas educativos innovadores en pos de quebrar el fracaso escolar.
Excepto en el inicial, Gómez enseñó en todos los niveles. Hoy está al frente de aulas de adolescentes de barrios vulnerables del cordón industrial de Rosario. Se desempeña en zonas donde, por ejemplo, prevalece la guerra entre pandillas ligadas al narcotráfico.
Como en las escuelas parroquiales en las que imparte conocimientos no abundan los recursos didácticos, proyectó entonces incorporar paulatinamente contenidos a través de la tecnología, permitiendo el uso de los teléfonos celulares como recurso.
Los progresos tardaron en llegar porque recién este año las escuelas cuentan con internet, pero el interés creció rápidamente a partir de la creación del blog Profe Cristina, una herramienta de trabajo que agilizó sus clases y puso a disposición material educativo adicional.
En el sitio web “hay videos, películas, análisis y contenido audiovisual” que forman parte central de tareas que más tarde los alumnos retoman en clase, apuntalando lo visto y estudiado con bibliografía. “Eso va generando un aprendizaje diferente. Es lo que llamamos ‘aula invertida’. La idea surgió al advertir las dificultades que en la comprensión de texto”, explicó Gómez.
Desde este año también emplea aplicaciones de juegos como Kahoot, con contenidos que produce ella misma para sus distintas materias de enseñanza. Son “ejercicios de historias, matemática, de ciencias” que se practican en “una especie de Preguntados (el juego de preguntas y respuestas)”, con imágenes y sonidos. La modalidad, consideró la docente, invita a “solucionar el tema de celulares en clase, que ha sido un tema tan disruptivo y ha generado mucha controversia”.
Además de su labor educativa, la profesora participa en otras iniciativas con la Asociación Conciencia Rosario, organización a la cual llevó el Modelo de Naciones Unidas que dirigió en Buenos Aires 20 años atrás. En su currículum también figura la colaboración con educadores del grupo Mundo de la Educación para promover programas de Educación por la Paz.
Gómez también trabaja con la Fundación Fonbec (Fondo de Becas para Estudiantes) que otorga becas para primaria y secundaria, y con el Programa Escalar, que se ocupa de transición de los estudiantes entre la universidad y el mundo del trabajo.
“Procuramos que los alumnos lleguen a la meta. Y la meta es llegar al final de la secundaria, seguir en la universidad y alcanzar un trabajo acorde a su preparación. Ese es el hilo conductor de lo que hago”, comentó.
Los esquemas de trabajos ya comenzaron a dar frutos. “Es lo que veo en resultados en chicos que empezaron hace seis o siete años con este planteo pedagógico y ahora están terminando su carrera o trabajando en su profesión. Esa es la mayor satisfacción para mí. Pensar en abrirles las puertas de otro mundo, de conocimientos, de superación”, expresó orgullosa.
Al margen de sus actividades y analizando el sistema educativo actual, Gómez consideró que debe que cambiar radicalmente. “Tenemos una estructura burocrática que ya no sirve. Es importante apostar a la capacitación docente en cuanto a la profesionalización. Y generar otra mentalidad muy distinta a la que se percibe en estos momentos. Hay muchos docentes capacitados y están sin trabajo”.
También subrayó la importancia de la tecnología, que “llegó para quedarse” de manera que “se incorpore como algo natural y cotidiano”.
“Nunca hay que dejar de prepararse, de capacitarse, de seguir estudiando”, piensa Gómez. Así lo hace desde que empezó a desempeñarse como docente en 1985, siendo maestra de grado en la escuela San Casimiro, en el inicio de una carrera que en la actualidad la llevó a estar entre los 50 mejores docentes del mundo.
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