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Colombia, Chile y Perú encienden las alarmas de las elites neoliberales de América Latina

Por: Jorge Elbaum

Dos décadas atrás, las compulsas electorales en el subcontinente enfrentaban a partidos o coaliciones de derecha neoliberal contra vetustas organizaciones adscriptas a la socialdemocracia de cuño europeo, pasteurizadas y dóciles frente a las políticas impulsadas por el Consenso de Washington promovidas por el Departamento de Estado.

En el primer decenio de este siglo XXI, se configuraron en América Latina inéditos procesos soberanistas que impulsaron proyectos de integración regional.

Dichas iniciativas motivaron la hostilidad y el literal acoso de sus figuras más representativas por parte de una alianza compuesta por CEOs de empresas trasnacionales, fundaciones tecnocráticas y propaladoras mediáticas disfrazadas de neutrales, todas ellas coordinadas por diferentes agencias gubernamentales del Departamento de Estado.

La segunda ola anti-neoliberal se diferencia de su primera etapa, suscitada a principios de siglo, por el protagonismo de sectores independientes, movimientos sociales, colectivos feministas y pueblos originarios conjugados con la irrupción de una nueva cohorte etaria que articula la cultura y la política en formatos creativos de expresividad callejera.

Todas esas fuerzas sociales coinciden en repudiar las políticas de ajuste y cuestionar de alguna manera a los partidos tradicionales, al tiempo que exigen formas más horizontales de representación política. Las últimas puebladas contra Lenin Moreno en Ecuador, las que arrancaron la elección de constituyentes a Sebastián Piñera y las opuestas al programa de ajuste de Iván Duque –en plena pandemia– se emparentan con la resistencia de las comunidades campesinas ocurridas durante el gobierno golpista de Jeanine Áñez en Bolivia, donde las mujeres tuvieron un rol central.

Los movimientos populares han dado lugar a procesos electorales en los que indefectiblemente ha sido protagonista algún candidato de izquierda, progresista o portador de credenciales nacionalistas revolucionarias. Los modelos de concertación al estilo chileno, en los que la socialdemocracia se aliaba a partidos de centroderecha para administrar –de forma edulcorada– los programas neoliberales, evidencian su agotamiento. Esos signos de pérdida de legitimidad de la partidocracia histórica se observan también en Perú y en Colombia de forma particular. En el primer caso, bajo la evidencia de una fragmentación cariocinética del sistema político –evidenciada en la dimisión de dos Presidentes en los últimos tres años­, Martín Vizcarra y Pedro Kuczynski–; en el segundo caso, por la irrupción de un movimiento horizontal que logró imponerle límites a Iván Duque.

Los tres países que han evidenciado claras muestra de resistencia al programa neoliberal se habían mantenido al margen de la primera ola soberanista liderada por Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Evo Morales y Lula, surgida durante la primera década del siglo. A pesar de las interesadas interpretaciones de los analistas de la derecha continental, los tres casos se suman –y no relevan ni sustituyen– a los procesos de autonomía que se manifiestan en la actualidad en México, la Argentina y Bolivia. Incluso en el caso de Ecuador, donde ganó en segunda vuelta el candidato de la derecha neoliberal, la primera minoría de la Asamblea Nacional es ocupada por el correísmo, hoy bajo el paraguas partidario de la Unión por la Esperanza (UNES).

En Colombia se cumplieron tres semanas de movilizaciones con una huelga general promovida por los sindicatos, los estudiantes y las organizaciones sociales. El pliego de condiciones que fue entregado al gobierno incluye el inmediato fin de la violencia, la transformación de los organismos de seguridad, la aplicación de una renta básica para las familias pobres y la extensión de los programas de empleo y educación para los y las jóvenes. Hasta el último viernes, los manifestantes lograron derribar el paquete fiscal que contenía un aumento de impuestos a los alimentos básicos y la reforma del sistema de salud que profundizaba una mayor privatización en plena pandemia.

Mientras continúan los emplazamientos de barricadas en diferentes puntos del país, el gobierno recurrió a las Fuerzas Armadas para desbloquear las carreteras. Por su parte, en una clara señal de solidaridad con el régimen, el futuro subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, anunció la colaboración de Washington con el mandatario colombiano sin hacer referencia a la represión que se cobró –luego de un mes de protestas pacíficas– más de 2000 víctimas.

Según el Observatorio de Conflictividades del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), hasta el último jueves se contabilizan 49 personas asesinadas por parte de los grupos paramilitares, la Policía Nacional y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Además los medios de comunicación coinciden en el número de 124 heridos, 13 personas con daños oculares, 6 hechos de agresión sexual, 726 detenciones arbitrarias, 45 defensores de derechos humanos detenidos o limitados para realizar sus funciones, y 1089 casos de violencia institucional de los organismos de seguridad.

La represión gubernamental se suma a la violencia sistémica que se observa en las regiones rurales, invisibilizada por los medios locales e internacionales que han naturalizado el genocidio por goteo de líderes y lideresas sociales que defienden sus territorios contra las bandas de narcotraficantes apañadas por el Estado. Desde 2016, han sido asesinadxs aproximadamente 900 líderes y lideresas sociales, y se han denunciado 6.042 víctimas fatales, en hechos descriptos como “falsos positivos”, es decir campesinos a los que se masacra y luego se disfraza de guerrilleros para justificar sus muertes. La revuelta colombiana repite algunas características de lo sucedido en Chile en 2019.

En Puerto Resistencia, Cali, Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga y Popayán se conformaron grupos de defensa popular que se describieron como integrantes de la Primera Línea, en abierta identificación con sus antecesores trasandinos. Colombia tiene planificadas las elecciones para mayo de 2022. Todos los analistas, incluso los más cercanos al actual gobierno, pronostican un triunfo del candidato de izquierda, Gustavo Petro, en la primera vuelta.

Alamedas grandes

Las elecciones de constituyentes chilenos, llevadas a cabo el fin de semana del 15 y 16 de mayo, su sumaron a las votaciones para nominar a 346 alcaldes, concejales municipales y, por primera vez, gobernadores de las 16 regiones. Los resultados de los comicios sorprendieron a la derecha continental y generaron escozor en la Embajada de Estados Unidos en Santiago: además de la revuelta colombiana, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en México, de lxs Fernández en la Argentina y del MAS en Bolivia, Perú se debate entre un candidato progresista y la hija de un recluso condenado a 25 años de prisión bajo acusaciones de crímenes de lesa humanidad, a quien ella misma (Keiko Fujimori) anunció, tiempo atrás, que indultará en el caso de ser electa.

Las movilizaciones de 2019 en Chile le arrancaron al gobierno de Sebastián Piñera una elección constituyente que terminó influyendo de forma decisiva en las votaciones electivas locales. Las manifestaciones producidas entre octubre de 2019 y marzo de 2020 arrojaron un saldo fatídico de 34 personas asesinadas por parte de las fuerzas de seguridad. A eso se le sumaron 500 víctimas con daño ocular y miles de personas detenidas. Los comicios se llevaron a cabo en un contexto de pandemia aún no superada, situación que explica el 43% de participación en un sufragio no obligatorio.

El proceso constituyente busca terminar con la Carta Magna neoliberal impuesta hace 41 años durante la dictadura pinochetista, situación que fue advertida con inquietud por la derecha. Cuando estos últimos sectores no lograron impedir su convocatoria, impulsaron la limitación del tercio, consistente en garantizarse el veto a cualquier modificación profunda una vez que alcanzaran el 33% de los votos. Fracasaron también en ese intento, alcanzando poco menos que un cuarto de los votos válidos.

El sufragio constituyente prefijó, por primera vez en América Latina, la paridad de género obligatoria, que resultó en la elección de 78 varones y 77 mujeres. La participación de activistas feministas fue decisiva, y su performance fue mejor, en términos comparativos, que la de los varones. Los grandes ganadores fueron los independientes –mayoritariamente de izquierda– que obtuvieron 48 escaños. La derecha unificada alcanzó los 37, la lista del Partido Comunista y aliados obtuvo 28 lugares, la socialdemocracia 25 (de los cuales 15 son del Partido Socialista y sólo 2 de la Democracia Cristiana) y 17 correspondieron a los pueblos originarios.

La Convención que reunirá a los 155 delegados deberá debatir una nueva Carta Magna durante 9 o 12 meses, y su resultado volverá a ser aprobado o desechado por un referéndum. Los 17 representantes de los pueblos originarios incluyen a referentes de 9 identidades: aymaras, quechuas, atacameños, collas, diaguitas, mapuches, kawashqares, yámanas y rapa nui, habitantes de la Isla de Pascua.

En las elecciones locales, se destacó el sorpresivo triunfo de la economista, feminista y militante comunista de 30 años, Irací Hassler –en la comuna de Santiago centro– quien venció al referente de la derecha Felipe Alessandri, que había proferido insultos misóginos y declaraciones macartistas durante la campaña. También renovó su alcaldía el activista del PC Daniel Jadue, en el municipio de Recoleta, alcanzando el 65% de los votos. Este triunfo lo posiciona como uno de los candidatos a la presidencia. Otros candidatos victoriosos de la izquierda fueron Jorge Sharp en Valparaíso, Carla Amtmann en Valdivia y la integrante del Frente Amplio Macarena Ripamonti en Viña del Mar, después de vencer al candidato de la derecha más rancia, que controló dicha localidad durante 17 años.

En el gran Santiago resta una segunda vuelta, que será el 13 de junio, para dilucidar quién será gobernador. Esa plaza la disputan un referente de la Democracia Cristina, Claudio Orrego, y Karina Oliva, del Frente Amplio, apoyada por toda la izquierda. El calendario electoral continúa el 18 de julio con las primarias presidenciales y parlamentarias, y el 21 de noviembre con la elección para elegir al primer mandatario y a los congresistas.

Déjame que te cuente, limeña

El próximo 6 de junio se llevará a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial que enfrentará al docente de izquierda Pedro Castillo y a la hija del ex Presidente condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad, Keiko Fujimori. Se prevé que el 28 de julio asuma el nuevo gobierno y tomen posesión los 135 congresales electos durante los comicios del 11 de abril.

La candidata de las fuerzas de derecha niega las esterilizaciones masivas a mujeres campesinas impulsadas por su padre –uno de los delitos por los que fue condenado– y propone como jefe de seguridad de su próximo gobierno al militar retirado y ex ministro Óscar Valdez, a quien se responsabiliza por la represión en Cajamarca en 2012, que dejó un saldo de cinco personas asesinadas en el marco de las disputas ambientalistas con las empresas mineras.

La derecha peruana, liderada intelectualmente por el escritor Mario Vargas Llosa, considera que un triunfo del maestro rural haría de Perú un país inviable. La trayectoria de Castillo se remonta a 2017, cuando lideró una huelga de docentes durante 75 días, exigiendo mejores condiciones laborales. Entre los integrantes del equipo técnico del candidato de izquierda figura el ex fiscal supremo Avelino Guillén, quien fuera el responsable de la acusación realizada contra el padre de Keiko, que motivó su posterior condena.

La candidata de Fuerza Popular tiene un currículum original. El 10 de octubre 2018 fue detenida por haber recibido un millón y medio de dólares de aportes de la empresa Odebrecht para su campaña electoral de 2011. Tres meses después fue liberada bajo fianza. El 28 de enero de 2020, el juez Víctor Zuñiga Urday volvió a dictar su prisión preventiva y el jueves 30 de abril de ese año logró acceder al beneficio de la libertad bajo fianza. El 11 de marzo de 2021 el fiscal especializado en crimen organizado, José Domingo Pérez Gómez, le solicitó al tribunal que la actual candidata fuera condenada a 30 años y 10 meses de cárcel por lavado de activos, obstrucción a la justicia y falso testimonio. La instrucción por dichos delitos se suma a otros procesos en curso como la recepción de aportes para su actual campaña proveniente del narcotraficante Eudocio Martínez Torres.

Es la primera vez en la historia del Perú que una imputada por delitos de esa envergadura –con fuerte apoyo del mundo empresario y de la embajada de Estados Unidos– compite por ocupar la Casa de Pizarro, nombre del palacio presidencial. Los medios concentrados del Perú no parecen turbados por dichos antecedentes. La izquierda, aunque ética, siempre es más peligrosa que la derecha corrupta.

Existen dos razones sustanciales por las que Castillo se ha convertido en el enemigo declarado del establishment: su propuesta de reactivar las reformas agrarias planteadas medio siglo atrás por el general Juan Francisco Velazco Alvarado, y su decisión de poner fin a los acuerdos que han permitido, desde 1983, el establecimiento de tres bases del Comando Sur en Perú (NAMRU 6), ubicadas en el Hospital Naval de Lima, en la Clínica Naval de Iquitos y en la zona portuaria.

Desde hace un lustro, los grupos concentrados y las fuerzas armadas se resisten a darle tratamiento al Acuerdo de Escazú que habilitaría –por parte del Congreso– las fiscalizaciones de las actividades que realiza la NAMRU 6 en la zona del Amazonas peruano.

Los tres procesos se dan en el contexto de la peor crisis económica transitada en América Latina durante el último siglo, mientas la pandemia incrementa diariamente la pérdida de vidas sin que los países centrales se decidan a liberar las patentes o agilizar la producción y/o la provisión de los principios activos de las vacunas. La región enfrenta la emergencia sanitaria después de que el neoliberalismo desmanteló los pilares del Estado de Bienestar, privatizó la salud, arrasó con los derechos sociales y produjo niveles de desigualdad inéditos.

Los modelos culturales que legitimaron la austeridad, la devastación de las capacidades estatales y la financiarización de las economías habilitaron la obscena acumulación de riquezas en porcentajes ínfimos de la sociedad y la correspondiente marginación de las mayorías. Las consecuencias de estas políticas son hoy palmarias: niveles crecientes de precarización acompañados por discursos xenófobos, misóginos y racistas.

A principios del siglo XXI, los analistas proyectaban un siglo pavimentado de neoliberalismo, fin de la historia y prevalencia del mercado por sobre la política. Por aquella época, también, el panameño Rubén Blades cantaba su tema profético: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.

*Jorge Elbaum. Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

Fuente: tercerainformacion.es

Fuente Original: elcohetealaluna.com

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Perú: Minedu organiza el IV Congreso de Educación Inicial

Por: Andina.pe

Empezó hoy, y forma parte de las celebraciones por los 90 años del primer jardín de infancia en el Perú

En el marco de las celebraciones por los 90 años del primer jardín de infancia en el Perú, fundado por las hermanas Emilia y Victoria Barcia Boniffatti, el Ministerio de Educación (Minedu) organiza el IV Congreso de Educación Inicial, a fin reflexionar sobre la importancia del desarrollo integral de los niños y niñas durante los primeros años de vida.

La educación inicial comprende los dos primeros ciclos de la Educación Básica regular, y provee a los niños entornos y relaciones de calidad que contribuyen a desarrollar su potencial de manera pertinente y equitativa, para lograr aprendizajes que le servirán toda su vida.
Los especialistas consideran que los niños y niñas que experimentaron un mejor desarrollo de lenguaje, cognitivo, motor y socioemocional, mediante servicios de cuidado y educación durante la primera infancia, obtienen mejores resultados en su trayectoria académica y mejores condiciones de vida en la edad adulta.

La primera infancia 

La directora de Educación Inicial del Minedu, Úrsula Luna Victoria, refiere que “todo lo que somos, de una u otra forma, se determina durante la primera infancia, por lo que renovamos nuestro compromiso para brindarles a los bebes y niños, en el contexto actual, un acceso adecuado a un servicio educativo de calidad, como es su derecho”.
En el cuarto congreso denominado “90 años de Aprendizaje: seguimos construyendo la educación inicial que queremos”, habrá ponencias sobre la historia del primer jardín público, el reconocimiento y expansión de prácticas comunitarias para la infancia y la equidad, el fortalecimiento de la institucionalidad de la educación inicial, y sobre los retos y desafíos para la inclusión y el retorno a la presencialidad.
Puede leer:

¿Por qué es importante la educación inicial?
El IV Congreso de Educación Inicial empezó esta mañana y está programado hasta el 29 de mayo. Contará con la presencia de Erika Dunkelberg, fundadora de EYD Asociación Educación y Desarrollo; Andrea Portugal, ex directora del programa nacional Cuna Más; Armida Lizárraga, directora ejecutiva de Luminario, Maribel Cormack y Emma Aguirre, coordinadora del Grupo impulsor de la Educación Inicial, entre otros especialistas en primera infancia.

Más en Andina:

https://andina.pe/agencia/noticia-minedu-organiza-iv-congreso-educacion-inicial-846611.aspx
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Libro (PDF): La asamblea de aula para una convivencia democrática participativa

Reseña: CLACSO

El libro La asamblea de aula para la convivencia democrática participativa, de Julio Carozzo, nos invoca a reflexionar sobre dos aspectos. El primero, sobre la existencia de una realidad educativa jerárquica, autoritaria, vertical, domesticadora y de la posibilidad de propiciar en nuestra práctica profesional, un clima de convivencia democrática y participativa que genere estudiantes activos, analíticos, reflexivos y críticos de esta realidad. El segundo, tomar la decisión de implementar prácticas y estrategias innovadoras orientadas a la consecución de climas de convivencia democráticos y participativos; aun cuando las posibilidades de éxito sean mínimas, el que lo hagamos es el inicio de la visión de una nueva educación.

Autor(es):            Carozzo Campos, Julio Cesar
Editorial/Editor: Universidad de Ciencias y Humanidades, Fondo Editorial
Idioma:            Español
País de Edición:             Peru
Identificador(es): Otro : Biblioteca Nacional del Perú No 2020-09273
Descarga:              Libro (PDF): La asamblea de aula para una convivencia democrática participativa
Fuente:              CLACSO – Red de Bibliotecas Virtuales
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Perú: ¿Cómo hacer más eficiente al Estado para que brinde mejores servicios a la población?

¿Cómo hacer más eficiente al Estado para que brinde mejores servicios a la población?

Se estima que podría haber un 15% más en el presupuesto para atender a la población si se eliminara la corrupción en los gastos del Estado y también si se hicieran las compras de manera más rápida y eficaz.

La eficiencia del Estado se vuelve indispensable para garantizar servicios básicos para todos los peruanos.  Fuente: Andina

En medio de la crisis generada por la pandemia, la eficiencia del Estado se vuelve indispensable para garantizar servicios básicos para todos los peruanos, como el agua potable, alcantarillado o desagüe, energía eléctrica, entre otros. Sin embargo, en el Perú existe una demanda insatisfecha de estos servicios, bienes y derechos porque no llegan en la calidad ni cantidad necesaria.

Estos servicios básicos se deben ofrecer de manera eficaz, explica Carlos Casas, decano de la facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico. Esto quiere decir que el Estado debe brindarlos al menor costo posible, pero sin dejar de lado la calidad. Al hacerlo de forma eficiente, el Estado tendrá más capacidad de dar otros servicios.

La eficiencia del Estado Peruano

¿Cuál es la mayor dificultad? El especialista afirma que el Estado puede contratar a diversas empresas o personas para brindar los servicios que la población necesita como colegios, postas, carreteras, entre otros. El problema, explica, es que en el caso peruano no se compra o contrata bien por falta de capacidad.

“Los sistemas tienen procedimientos que son engorrosos, elevan precios y son poco transparentes. No se hacen compras a menor precio por la falta de capacidad y gestión”, indica Casas.

Al no ser eficiente, el tiempo para llevar los servicios a las personas se hace mucho más largo de lo que debería. Además, otro factor que hace ineficiente al Estado, es la corrupción que rompe, ensucia y demora los proyectos, añade.

“Se estima que podría haber un 15% más en el presupuesto para atender a la población si se eliminara la corrupción en los gastos del Estado y también si se hicieran las compras de manera más rápida y eficaz”, sostiene Casas.

¿Cómo podemos mejorar?

Lo primero que Casas identifica es la necesidad de capacitar a las personas que trabajan dentro del Estado. Se necesita tener operadores y gerentes públicos que puedan responder de manera eficiente.

Por otro lado, tener trámites más transparentes. Con la transparencia se evita la posibilidad de corrupción. Asimismo, la población puede fiscalizar lo que el Estado hace.

Es indispensable que el Estado converse con la población para entender realmente sus necesidades. Además, de esta forma, las personas saben quiénes son las autoridades encargadas de los diversos servicios y pueden reclamar qué se ha hecho con el dinero, cómo y cuándo.

Por último, el Estado debe tener mediciones de los indicadores. Debe haber indicadores de calidad de vida; entonces, si han mejorado los ingresos y los gastos, debería haber una mejora en esos indicadores.

Fuente de la Información: https://rpp.pe/peru/actualidad/como-hacer-mas-eficiente-al-estado-para-que-brinde-mejores-servicios-a-la-poblacion-noticia-1336866

 

 

 

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Perú: La hipocresía democrática de un traidor

La hipocresía democrática de un traidor

Atilio Borón

Confieso que en las muy pocas ocasiones en que utilicé ese vocablo “traidor” para referirme a Mario Vargas Llosa siempre me invadió una ligera, aunque molesta, sensación de incomodidad.

Estaba en presencia de un personaje veleidoso y narcisista como pocos. Había militado en el comunismo peruano en su adolescencia, luego saltó a la democracia cristiana y tras el triunfo de Movimiento 26 de Julio adhirió a la Revolución Cubana. En 1967 comienza un lento crepúsculo ideológico que, sin embargo, sólo se convertiría en noche oscura después de 1971.

Hasta esa fecha sus declaraciones públicas –la famosa entrevista con César Hildebrandt de Mayo de 1971, incorporada a este volumen- en defensa de Cuba eran terminantes, me atrevería a decir ejemplares: “una sociedad más justa que cualquier otra sociedad latinoamericana” es la síntesis de su valoración de la Revolución Cubana.

Pero lo largo de esa década se produce una lenta y radical metamorfosis y se consuma su conversión al ideario neoliberal. Sus dos encuentros con Margaret Thatcher y Ronald Reagan dejaron huellas profundas en su conciencia política, marcando un antes y un después en su vida política.

No obstante, hay un hecho traumático que desencadena su odio, su resentimiento y su furia contra cualquier actor o proceso con signo izquierdista: el repudio de sus compatriotas que se inclinaron a favor de Alberto Fujimori en la crucial elección presidencial peruana de 1990. Durante buena parte de esa campaña electoral Vargas Llosa aparecía en todos los sondeos con amplia ventaja en las preferencias populares. Sus rivales más próximos eran el aprista Luis Alva Castro y, bastante más lejos, dos figuras de la izquierda como Henry Pease García y Alfonso Barrantes.

Mucho más abajo, en el desesperanzado pelotón del 1 % figuraba un ignoto ingeniero agrónomo peruano-japonés, Alberto Fujimori. Sin embargo, éste comenzó a separarse del resto, y a un mes de las elecciones ya contaba con el apoyo del 10 % de sus conciudadanos. En las últimas dos semanas su crecimiento fue astronómico, y cuando se contaron los votos de la primera vuelta logró colarse al balotaje alcanzando un absolutamente inesperado 29 % de los votos, contra un 33 % del escritor.

Eso fue apenas el “vestíbulo del infierno”, para utilizar palabras de Dante Alighieri, porque Vargas Llosa descendería sin retorno al averno el 10 de Junio de 1990 cuando en el balotaje el “chinito” (así se refería despectivamente el escritor a su oponente) le propinó una paliza inolvidable cosechando el 62 % de los votos y consagrándose presidente del Perú. Poco tiempo después Vargas Llosa abandonaba el país, se instalaba en Madrid y, ante la posibilidad de que los rumores que aseguraban que Fujimori le quitaría la nacionalidad peruana fuesen verdaderos, optó por conseguir la nacionalidad española. Después de eso lo colmaron de honores, dinero, el Nobel, el marquesado, pero su resentimiento contra las peruanas y los peruanos que acabaron con sus ambiciones presidenciales no haría sino crecer y agriarse con el paso del tiempo.

Durante los siguientes 31 años el escritor fue un enemigo acérrimo de Fujimori, quien cumple en la actualidad 25 años de cárcel por delitos cometidos durante su mandato como presidente. Las acusaciones del escritor eran terribles. Dictador era el dardo más suave que le arrojaba; corrupto; ladrón; mafioso; padre de una constitución que facilita el despotismo y ahoga la democracia y las libertades.

La hija de Fujimori, Keiko, que deberá enfrentarse a Pedro Castillo en la segunda vuelta electoral, no quedó a salvo de las invectivas del novelista: participó, “de manera muy directa, beneficiándose de la dictadura, y está acusada por el Poder judicial de haber lucrado con la Operación Lava Jato, de la que habría recibido dinero, por lo cual el Poder Judicial ha pedido para ella treinta años de cárcel.” No sólo esto, como lo recuerda Diego Salazar en un artículo publicado por el Washington Post, en el Perú “llevamos casi dos décadas escuchándolos (al escritor y a su hijo Álvaro) decir cosas como: ‘Yo por (Keiko) Fujimori no voy a votar nunca. Creo que sería deshonroso que los peruanos reivindicaran una de las dictaduras más atroces que hemos tenido”.

Pese a estas circunstancias que lo impulsaron a “combatir al fujimorismo de manera sistemática” Vargas Llosa se hunde sin falsos escrúpulos en la deshonra y aconseja que en las próximas elecciones “los peruanos deben votar por Keiko Fujimori, pues representa el mal menor y hay, con ella en el poder, más posibilidades de salvar nuestra democracia, en tanto que con Pedro Castillo no veo ninguna.”

En principio no se trata de un cheque en blanco porque el escritor necesita salvar las apariencias estableciendo una serie de condiciones –que él sabe que Keiko no cumplirá- para apoyar a la hija del dictador. Así exige que ésta “se comprometa, en nombre de estas libertades públicas que dice defender ahora, a respetar la libertad de expresión, a no indultar a Vladimiro Montesinos, responsable de los peores crímenes y robos de la dictadura, a no expulsar ni cambiar a los jueces y fiscales del Poder Judicial, que han tenido en los últimos tiempos una actitud tan gallarda en defensa de la democracia y los derechos humanos, y, sobre todo, a convocar a elecciones al término de su mandato, dentro de cinco años.”

Volviendo al autor de La Divina Comedia hay que recordar que Alighieri reservó el círculo más gélido y lacerante del infierno a los traidores. El castigo que estos sufren en el noveno y último círculo es más doloroso que el de todos los demás; su pecado es superlativo, no sólo imperdonable. En el caso de Vargas Llosa habría que hablar de una insalubre propensión a la traición. Hoy reitera la misma actitud y quienes se sentían representados por sus feroces críticas y diatribas en contra del fujimorismo ahora leen, pasmados, que ante la “amenaza” de un triunfo de la izquierda, se pasa de bando con total impudicia y erige a la tan odiada y corrupta Keiko Fujimori como una suerte de Juana de Arco que salvaría la democracia en el Perú, mortalmente amenazada por el posible triunfo del maestro Pedro Castillo. Con esta pirueta el novelista consuma una doble traición: la originaria, a la izquierda, pero la actual, a quienes denunciaron o sufrieron los rigores de la dictadura y los crímenes del fujimorismo.

No conforme con el escándalo de su nueva traición cinco días más tarde, en una entrevista concedida a la revista Caretas de Lima el escritor lanzó una envenenada advertencia. A los ojos de la derecha peruana y latinoamericana ésta sólo puede ser descifrada como una solapada exhortación a apoyar un golpe de estado porque declaró que “si Castillo gana la segunda vuelta y establece el modelo cubano, no se puede descartar un golpe militar de derecha”.

Arrojando los escasos restos de su dignidad política y personal a los perros Vargas Llosa no sólo se lanza a los brazos del fujimorismo sino que, preventivamente, abre las puertas para considerar al “golpe militar” como un desenlace probable y para nada aberrante en el marco de una democracia. Peor aún, con su declaración el escritor no sólo “naturaliza” y legitima una posible ruptura del orden constitucional llamada a “corregir” el error de los peruanos al votar a Castillo sino que lanza un globo de ensayo para que sus compinches, en Perú y en el imperio, midan la respuesta de la sociedad ante tal eventualidad. Con su actitud Vargas Llosa confirma ese viejo dictum de la política latinoamericana que asegura que un fascista es un liberal asustado y que, sumido en el temor, se ha liberado de sus escrúpulos morales y es capaz de cualquier cosa.

¡Qué desgracia que un gran escritor como él se acerque al final de sus días hundido en las cloacas de la historia, clamando que sus otrora repudiados “espadones, matones, soldadotes, caudillos bárbaros ” tomen el poder por asalto para impedir el triunfo de un candidato de izquierda, o desalojarlo del gobierno en caso de que hubiera legítimamente llegado al Palacio Pizarro!

¿Y la democracia? ¡Bien, gracias, pero sólo si el pueblo vota correctamente! En caso contrario allí están los militares para corregir lo que la ciudadanía hace mal. Horrible involución de un fino escritor convertido en un ideólogo repugnante, como el peor de los malvados que protagonizan sus novelas.

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/05/03/la-hipocresia-democratica-de-un-traidor/

 

 

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Elecciones 2021: ¿Es posible destinar 10% del PBI tanto a salud como a educación en 5 años? Expertos analizan propuesta de Pedro Castillo

Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, y Flor de María Philipps, directora del MBA en Salud de la UPC, detallan los problemas de la propuesta y lo que se requiere en ambos sectores para cerrar las brechas existentes.

El profesor Pedro Castillo, candidato presidencial del partido Perú Libre, enfatizó durante el debate presidencial en Chota, Cajamarca, su propuesta de destinar no menos del 10% del producto bruto interno (PBI) tanto al sector de educación como al de salud; una meta ambiciosa, sin duda, para un país que actualmente invierte la tercera parte de dicho porcentaje en ambos sectores.

El planteamiento que realizó Castillo para aumentar el presupuesto del sector educación en base a un porcentaje fijo del PBI no es nuevo: se encuentra en el plan de gobierno de Perú Libre y también fue reiterado por el candidato durante la segunda fecha del debate presidencial organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) el mes de marzo pasado.

Pero la propuesta, a pesar de sus buenas intenciones, no sería completamente posible, de acuerdo a los especialistas consultados por El Comercio. De hecho, para Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, aumentar el gasto en el sector educación a no menos del 10% del PBI en cinco años sería inviable.

No hay manera de saltar de alrededor de 3,8% del PBI que estamos [invirtiendo] ahora [en educación] a 10% del PBI en tan solo cinco años, y son varias las razones: primero, ¿a qué sector le quitarías? Va a ser muy difícil decidirlo. Segundo, si no le quitas a ningún sector entonces debes recaudar más, dificilísimo también; y tercero, ¿el sector mismo está listo para casi que triplicar su operatividad en tan solo cinco años? No creo”, comenta Ñopo.

(Foto: Minedu)
(Foto: Minedu)

El investigador remarca que invertir más en educación es, de todas maneras, la ruta correcta y necesaria. Sin embargo, considera que tener como meta un porcentaje específico del PBI no es la mejor forma de medir dicha inversión o garantizar que sea buena.

Hay otras métricas. Una que importa es la de cuánto se invierte por estudiante por año, y ahí también estamos rezagados. Estamos en US$1.100 por estudiante por año. Es la mitad o la tercera parte de lo que invierten otros países en América Latina. Pero más allá del gigantesco rezago que tenemos, ¿es posible duplicar o triplicar la inversión en cinco años? lamentablemente no”, señala.

Ñopo considera que el camino a seguir es fijar una ruta para el largo plazo, de cara a los siguientes 10, 15 o 20 años, para poder invertir más y mejor de forma progresiva. “Obviamente las prioridades cambiarán con el tiempo. Las necesidades del mundo educativo van a variar mucho más rápido en los años que vienen”, indica.

Del mismo modo, el investigador critica la propuesta que realizó la candidata Fujimori con respecto a construir 3.000 colegios en el país para cerrar la brecha educativa. “¿Necesitas construir más? La candidata Fujimori se olvida que de acá a cinco años no necesariamente vas a tener más estudiantes, sino menos. Recordemos que nuestro bono demográfico ya terminó. Cada vez más, las madres tienen menos hijos. No necesitas construir más colegios, necesitas mejorar los existentes”, detalla.

Cabe resaltar que en su plan de gobierno, la candidata Keiko Fujimori también ha precisado que en un eventual gobierno suyo se destinaría un 6% del PBI al sector educación; una propuesta que, en la mirada de Ñopo, también sería inviable.

Además, importante apuntar que el presupuesto público para este año asciende a S/183.030 millones, que equivale al 23,7% del PBI del Perú. De este millonario presupuesto, los tres sectores que concentran la mayor participación en el son justamente educación (17,9%), salud (11,4%) y transporte (10,8%).

¿MÁS PORCENTAJE DEL PBI PARA SALUD?

Castillo remarcó la misma necesidad de destinar 10% del PBI al sector salud, en un contexto de la pandemia y de la necesidad de contar con una mejor red sanitaria pública. Flor de María Philipps, directora del MBA en Salud de la UPC, considera que la propuesta del candidato de Perú Libre no sería recomendable, y agrega que requeriría una serie de precisiones para tratar de ser implementada.

“Hace falta una precisión. No es lo mismo inyectarle al sector salud 10% [del PBI] en el primer año de gobierno que de manera gradual, y eso tiene que ver con el concepto de la capacidad de absorción de los recursos. Puedes asignarlos, pero en este caso el aparto productivo de salud no está en condiciones de ejecutar todo ese gasto. Eso se debe tener en cuenta previamente para luego considerar una cifra”, comenta la especialista.

Phillips opina que mencionar un 10% del PBI como gasto a destinar para el sector salud “es un número dicho al aire”, y apunta que el equivalente del gasto público en salud en la actualidad no llega al 3 puntos del PBI.

(Ilustración: Giovanni Tazza).
(Ilustración: Giovanni Tazza).

Asimismo, la experta añade que si se busca destinar más dinero en este momento al rubro también debe hacerse un balance sobre los sectores que van a “ceder” y ver disminuidos sus recursos para pasarlos a salud.

Es incompleta la propuesta, pero no es completamente inviable. El promedio latinoamericano está en alrededor del 7,5% de gasto del PBI en salud. Deberíamos llegar en algún momento a eso, pero no es de golpe”, puntualiza.

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Perú: Minedu cumplió con la entrega del 92.6% de tablets a nivel nacional

América del Sur/Perú/07-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Ministro Ricardo Cuenca se presentó hoy ante Comisión de Fiscalización del Congreso de la República.

Luego de superar los inconvenientes que se presentaron en la primera etapa, a la fecha se ha cumplido con la entrega del 92.6 % de tablets a nivel nacional, lo que supone la recepción del 100 % en 19 regiones”, informó el ministro de Educación, Ricardo Cuenca, durante su presentación ante la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso.

En la sesión extraordinaria de este grupo de trabajo, Cuenca también precisó que el 59 % de cargadores se encuentra modulado, el 42 % está en proceso de distribución y que se han contratado más de 494,720 planes de datos.

De otro lado, anunció que ya se está trabajando en los borradores del presupuesto que se entregara al próximo gobierno y que da prioridad a la educación virtual.

Al referirse a las tablets asignadas a estudiantes que viven en zonas sin conectividad, destacó que cada alumno tiene derecho a acceder a un dispositivo electrónico para su aprendizaje como parte de una “justicia educativa”.
Asimismo, informó que 141 especialistas territoriales tecnológicos, denominados “Caminantes educativos”, se vienen desplazando hasta las escuelas rurales para actualizar los contenidos de las tablets, ofrecer asistencia técnica a directores y docentes para reforzar su competencia digital y verificar la apropiación del proceso de actualización del gestor de contenidos.
En cuanto a Aprendo en casa, Cuenca manifestó que esta estrategia ha sido reformulada este año y ahora es personalizada y articulada a través de sus diversas plataformas (web, radio, televisión y tablets), lo que permite pasar de una a otra sin perder el hilo del aprendizaje.
Esta restructuración incluye el uso del aplicativo Google Classroom, cinco millones de cuentas de correos electrónicos para docentes y estudiantes, programas en 16 lenguas originarias retransmitidos gracias al apoyo de 77 radios en coordinación con gobiernos regionales y locales, así como programas en 9 lenguas emitidos los sábados para las familias.
En otro momento, dijo que en el mes de julio se desarrollará un plan de refuerzo escolar dirigido a aquellos estudiantes que lo que necesiten.
A su vez, se ha implementado Aprendo en comunidad para facilitar la interacción del docente y el estudiante con apoyo de aliados, como tambos, ollas comunes y jinetes comunitarios.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-minedu-cumplio-con-entrega-del-926-tablets-a-nivel-nacional-844037.aspx
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