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La práctica cotidiana del relato

Creer que la enseñanza no es el don de poder mostrar a otros cuánto se sabe, sino es el poder de construir con otros significados de lo que se ve, conduce a hacer de eso un modo de mostrarse al mundo y una forma de vivir. Como modo de vivir, esta forma de entender la enseñanza replantea la forma en que se entiende el papel del conocimiento. Conocer tiene su gérmen en las preguntas, sin preguntas no hay conocimiento.

Uso software libre desde el año 2002. Comencé como usuario básico y, a través del autoaprendizaje, las preguntas me han ido guiando hacia el descubrimiento del potencial del software libre para resolver mis tareas básicas en investigación, escritura o divulgación científica. En este tiempo, varias veces me he involucrado en grupos de activistas que, aún siendo herederos de procesos formales de aprendizaje que por inercia pugnan por ser reproducidos, buscan concebirse a sí mismos como espacios abiertos y de formación colectiva de conocimiento, lo cual supone un modo diferente de construirlo.

Así como se ve en el arte, en ocasiones desde estos grupos de activistas, he visto que se manifiestan modos por construir conocimiento que buscan superar la forma tradicional de aprender, y que logran desplegar cuando se comprende que el software libre, debiera estar al servicio del entendimiento sobre la necesidad de construir un conocimiento emancipado, para que forme parte de lo que la sociedad considera como bueno para todos, y que debe ser parte del bien público. Tal como lo he visto, los procesos más exitosos de socialización de uso de software libre, y de aprendizaje sobre tecnologías libres, son aquellos que han se han atrevido a superar la mera exigencia de criterios técnicos (libertad de estudio, uso, distribución y modificación del código), y se han asumido como herramienta para la construcción del bien público del que es parte.

En este proceso, en el cual desde los grupos de activistas he compartido también aciertos y desaciertos,  es innegable que el papel del conocimiento en la construcción del bien público sólo es concebible si se acepta su carácter acumulativo. Entonces, buscar que a través de la defensa del software libre se reivindique la necesidad de recordar que el conocimiento es fundamentalmente acumulativo, tal como he visto, puede ser la piedra de toque para abrir a muchas más personas a exigir que el conocimiento sea de acceso abierto a todas y todos. No hablamos de la acumulación de quien guarda para si todo cuanto puede. La acumulación de la que hablo es la de la memoria, es de aceptar que somos seres históricos y que el conocimiento no puede evitar ser parte de esto. En el software la acumulación es consecuencia directa del despliegue de las habilidades propias del aprendizaje de una técnica y tiene el sentido práctico de introducir mejoras en las funcionalidades del código: es decir que haga mejor lo que ya hace.

Debo insistir que estas observaciones que planteo, las hago desde mi propio aprendizaje y desde mi condición de persona no técnica que piensa sobre cómo se hacen las tecnologías libres. En ese aprendizaje propio, he visto que además de hacer software libre, también hay que contar la historia que se teje en el camino de su hechura documentando todo el proceso que precede la pieza terminada. Este trabajo, casi etnográfico resulta sin embargo, uno de los más evadidos por desarrolladores y desarrolladoras.

Al respecto, tengo la impresión de que esa aversión resulta una consecuencia de nuestro condicionamiento, a través de la educación formal, a aprender bajo pautas memorísticas y sin opciones para el desarrollo de una escritura creativa, sobre aquello que hacemos. Escribir sobre lo que hacemos o vemos, estoy convencida, es una actividad que relegamos socialmente a escritores/as que han estudiado (a su vez bajo estructuras formales) para ello. Nos convencemos de que para observar aquello que nos rodea, requerimos la licencia de un aprendizaje formal. Entonces, aunque es necesario que ese trabajo casi etnográfico acompañe al desarrollo de las tecnologías libres, a veces es bastante desatendido.

Hay un tema con lo que aprendemos del uso del lenguaje que, creo, determina el cómo describimos lo que se hace, pero también cómo nos interesa describirlo. Nuestros procesos de aprendizaje formal nos llevan desde una primaria marcada por la observación y descripción durante sus dos o tres primeros años, a una comprensión sistemáticamente segmentada de aquello que nos rodea, cuando la realidad comienza a fragmentarse en parcelas de conocimiento y éste pierde su carácter acumulativo y su papel en la formación de la memoria sobre el ser.

Con el tiempo, nos olvidamos de cómo describir lo que vemos, lo que nos rodea, lo que percibimos, lo que nos ocurre, y ese olvido parece llenarse de un temor a equivocarnos en como escribimos, y cómo vamos juntando las palabras. Este temor se enraiza profundamente y cuesta superarlo.

Las piezas de software se apoyan en el uso de lenguajes propios. Pero como ejercicio de lenguaje que trasciende el ejercicio técnico y debe apoyarse en una tarea de relato, requiere para la palabra, cultivo y cuidado. El software es un hecho social, y como tal, se nutre de aquellas virtudes y refleja las falencias de la sociedad en la que ocurre. Aunque emerge de lo social, no puede dar cuenta cabal de ello sin transformarla en algunos aspectos.

Allí, el uso de sus propias convenciones idiomáticas al lenguaje no pueden producir una imbricación automática e irreflexiva de unos términos técnicos sobre significados sociales como la vía expedita de socializar la tecnología, sino precisamente la reflexión sobre el valor y peso del lenguaje en la construcción de los significados culturales comunes a todos y constitutivos del quehacer social de cada comunidad.

Y creo que un buen modo en hacerlo posible es generalizar desde los más pequeños estudiantes, la práctica del relato de lo cotidiano, desde lo más simple hasta lo más complejo, como mecanismo a través del cual no sólo se descubra al mundo, sino se evidencie el papel de cada cual en su transformación.

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Escuela y entorno

Por: Jose Javier Leon 

¿Alguien interpelado a quemarropa pondría en duda que la escuela prepara a los estudiantes para –comprender- la realidad? No obstante, ¿es lo que verdaderamente ocurre? La escuela devino espacio abstraído de la realidad y en su interior el flujo del entorno se interrumpe. La diversidad del mundo –al interior de la escuela- deja de manifestarse en su totalidad incomprendida. Podemos deducir con alguna certeza: la escuela es una cosa, la realidad otra. En algunos momentos se ofrecerá incluso como un oasis, suerte de isla –valga el pleonasmo- rodeada de realidad por todas partes.

El tiempo escolar tiene un ritmo controlado, mensurable, conocido y manejado por todos los actores. Un tiempo interno. El afuera tiene el suyo y responde a las más variadas y diversas dinámicas. La escuela por cierto, ha uniformado y homologado sus ritmos –los ha racionalizado- sin atender a dicha diversidad. En mi país, como creo ocurre en todos, las escuelas abren y cierran al unísono y es uno solo y unánime el rumor de los libros de texto y los cuadernos.

Se dirá que está bien así porque los padres, mientras los niños están en la escuela, “trabajan”. Hay pues, una división organizada del tiempo según roles y responsabilidades. No obstante, lo que seguro fue en su momento un mecanismo de relojería social, cuando la escuela era un espejo del afuera –si en algún momento lo fue- se encuentra hoy cuestionado: la escuela es un espacio-tiempo abstracto, cuya naturaleza permanece incomunicada con el entorno, sus muros son opacos y en modo alguno transparentes. Se habla dentro un lenguaje desconocido. Aunque la situación más desgarradora es, creo, que desde afuera percibimos que la escuela ya no habla el idioma que hablamos, que se distancia de nosotros como de un mundo a otro.

¿Cuándo comenzó a perturbarnos el desfase? ¿Cuándo la distancia se interpuso y trastocó nuestra manera de seguir siendo docentes? ¿Cuándo las preguntas sobre el entorno se hicieron acuciantes?

En un momento sentimos que nuestros estudiantes, al salir de la escuela (y por extensión de la educación Media y Universitaria) no encuentran cabida en una sociedad transformada, con renovadas exigencias y cuyas claves para su comprensión no las reciben dentro sino precisamente en ese afuera competitivo, duro con los débiles y los excluidos.

De pronto el entorno laboral se encontró distante de la escuela y hacía sus propias exigencias. Proliferaron los cursos, los institutos tecnológicos para los gustos y el regusto del mercado, los estudios de actualización, las prácticas que en semanas incluso días preparan al nuevo trabajador en tareas que una serie de botones programados traducen a un lenguaje opaco pero amable, familiar pero desconocido. Es como si la esfera del trabajo se hubiera deprendido y alejado de la racionalidad de la formación escolar para crear un mundo aparte con sus propios lenguajes.

Esta desconexión llegó a la escuela convertida en desánimo, en descreimiento, en desesperanza. Estudiar dejó en muchos casos de tener sentido, pues ya no los prepara –sienten de manera confusa nuestros estudiantes- para enfrentar los retos de un futuro que perciben cada vez más avasallante. Es como si el mismo futuro ya no se debatiera al interior de la escuela sino como drama disfuncional.

¿Cómo responder a las exigencias que nos reclama esta realidad? ¿Qué sociedad nos impele a actuar y en qué dirección? Pienso que el desfase se corrige con más escuela, que debemos construir lenguajes –en la escuela- que dialoguen con el afuera. Creo que debemos tomar mayor conciencia sobre este afuera y acaso preguntarnos: ¿qué afuera en definitiva, queremos?

Hay una realidad externa a la escuela que acumula datos para su destitución de la organización de la sociedad al menos como la hemos conocido. Que busca desbancarla y le propone a padres y madres un sucedáneo: mero control social por educación. Hago la distinción porque soy de los que cree que la escuela es fundamental para la construcción no sólo de ciudadanía sino de la propia humanidad, vale decir, somos humanos y en la escuela hemos de construir juntos el mundo.

Pero la realidad hoy, insisto, se ha alejado de la escuela en la misma medida en que hay un orden de cosas que niega la humanidad, la vida, la solidaridad, la cooperación. La escuela por tanto, que nos toca rehacer, debe dialogar con el mundo en tanto lugar para la vida. Reivindico entonces el lugar central de la escuela como núcleo para la formación de la realidad emergente.

El desfase que hoy sentimos no podemos corregirlo asistiendo desde la escuela de manera pasiva a un mundo que niega la vida y se autodestruye. Desde la escuela debemos crear las condiciones para el ejercicio –para el hacer- de otro mundo posible. Formar a los ciudadanos para el trabajo que la vida en tanto vida requiere, en el que recuperamos la condición humana: no ciudadanos disminuidos en sus derechos para un mercado recrecido y voraz, sino ciudadanos con plena garantía de sus deberes y derechos y que se encuentran en el mercado recuperado como lugar para el intercambio y el crecimiento en comunidad.

La escuela debe ser un espacio-tiempo donde la realidad de la sociedad pueda ser pensada y discutida, y por tanto que permita y facilite el diálogo con el entorno. Debe ser un lugar para el encuentro de saberes y pareceres. No solución de continuidad sino la continuidad misma. Las palabras que comunican con el afuera deben fluir, de modo que el afuera deje de tener sentido como exterioridad.

Pero el afuera debe tender hacia lo humano, hacia la creación de relaciones económicas, sociales, culturales, que hagan posible la vida digna, y ello sólo será posible –pienso- si permitimos que la escuela tome las riendas del hacer, si convertimos la escuela en un espacio para la construcción de ciudadanía.

En verdad, son dos nociones de escuela las que enfrento. Una que se pliega a los dictados de una realidad que termina negando a la escuela, a sus docentes y finalmente a sus estudiantes; otra, que entiende su centralidad, su importancia a la hora de construir lo verdaderamente humano, la vida en sociedad para la vida y no para la muerte. Una escuela que se ofrece para servir de puente, sin muros y que entremezcla los discursos de la realidad con los aportes nacidos de la reflexión y la acción. La escuela laboratorio de lo real, lugar para experimentar la transformación. La escuela espejo de lo posible. La escuela semilla, cantero y árbol.

Creo en la escuela como posibilidad de lo humano. La escuela debe incidir en su entorno, construirlo con sus propias palabras y no permitir que sea este y su desprecio creciente por el diálogo, el que termine ocupando y de alguna manera aplastando a la escuela, reduciéndola a mero remedo de sus formas deshumanizadoras.

Para decirlo con los redactores del prólogo al libro Sociedad de la información y educación, coordinado por Florentino Blázquez Entonado :

“La clave de la sociedad actual es, de uno u otro modo, la capacidad de procesar la ingente cantidad de información de que disponemos, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, transformándola en el conocimiento necesario para cambiar nuestro entorno, en la búsqueda de una mayor libertad, igualdad y solidaridad entre los seres humanos, en un mundo que está rompiendo los moldes acuñados en el siglo XX, al haberse mostrado incapaces de resolver el hambre, la guerra, la ignorancia, el racismo, la xenofobia y otros tantos defectos que, en lugar de disminuir con el progreso del ser humano, se acrecientan y hacen más profunda la distancia, a pesar de acercarnos a un mundo sin fronteras.”

Editado por la JUNTA DE EXTREMADURA, Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología, Dirección General de Ordenación, Renovación y Centros, Mérida, 2001. Consultado en: http://www.ub.edu/prometheus21/articulos/obsciberprome/blanquez.pdf
Fuente: http://www.oei.es/divulgacioncientifica/?Escuela-y-entorno
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Venezuela: El Cendit forma en TDA interactiva a profesionales del Sibci y PNI

Caracas / 24 de agosto de 2016 / Por: Prensa Mppeuct / Cendit / Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/

En el marco del despliegue de la Televisión digital abierta (TDA) en el país, la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), ente asdcrito al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct), socializa los conocimientos en TDA, a los y las estudiantes del Diplomado en Televisión Digital Abierta, mención Producción de Contenidos.

El fin de este diplomado es la formación de los generadores de contenido, PNI, productores, en la nueva tecnología que se implementa en el país, para así mantenerse en la vanguardia y crear programas que sumen las posibilidades que la era digital aporta a la televisión. Este inducción va dirigida a profesionales del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci) y Productores Nacionales Independientes (PNI), que se imparte en La Escuela Latinoamericana de Imagen y Sonido (ELIS) desde el mes de mayo del presente año.

Las charlas realizadas los días 09 y 16 de agosto fueron orientadas por la Dirección de Servicios de Certificación (DSC) a cargo de Ramiro Ortega, profesional que tuvo la oportunidad de participar en la formación y transferencia tecnológica impartida por la Fundación Certi de Brasil en el desarrollo del Proyecto de Decodificador de TDA venezolano.

Ortega junto a los profesionales de investigación Ismael Pereira y Enmanuel Saenz, ofrecieron la presentación “Introducción a la Producción de contenidos interactivos para la TDA”, en la que expusieron la potencialidad y oportunidades que ofrece el cambio de la televisión analógica a la digital, haciendo énfasis en la funcionalidad de la Interactividad, herramienta que permite la creación de un medio de comunicación directo con el usuario, sin la asistencia de medios alternativos como mensajería de texto o redes sociales.

Como ejemplo del avance en el tema de la Interactividad se presentó la aplicación “Río 2016”, desarrollada en Venezuela por el Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (Cenditel) y actualmente disponible para la TDA, cuyo objetivo principal es mantener al usuario informado sobre la participación de los atletas venezolanos en las Olimpíadas celebradas en Brasil, contando con 4 secciones como son Programación, Medallero, Calendario Río y Noticias; todo esto mientras el usuario puede seguir visualizando el contenido de la programación en vivo.

Los y las participantes del diplomado se vieron interesados en el desarrollo de aplicaciones interactivas que vayan en relación con sus futuros proyectos audiovisuales, ya que este canal de comunicación genera oportunidades para afianzar los conocimientos presentados en la programación por medio de juegos que puedan ser activados y gestionados a través del control remoto del decodificador o del televisor con decodificador incluido.

Asimismo, el Cendit mostró sus fortalezas en cuanto a la infraestructura que posee para la realización de pruebas a estas aplicaciones interactivas y puso a disposición el conocimiento de sus investigadores en el área de asesorías técnicas, en cuanto a conceptualización, gestión con las instituciones relacionadas en la TDA interactiva, evaluaciones, pruebas de compatibilidad e interfuncionamiendo de la aplicación.

Fuente noticia: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/el-cendit-forma-en-tda-interactiva-profesionales-del-sibci-y-pni

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Venezuela: Se espera que Viceministra informe sobre cambio curricular de la educación media

Venezuela / diariolosandes.com / 24 de Agosto de 2016

La propuesta del nuevo currículo no incluye asignaturas, sino ejes de aprendizaje.

Lalimar Alvarado.-

Frente a la aprobación del cambio curricular de la educación media, anunciado por el presidente de la República, Nicolás Maduro la semana pasada, el equipo reporteril de DLA acudió al despacho de la directora de Educación del estado Trujillo, Laydeli Grimán, quien informó que en los próximos días esperan a la viceministra de la cartera, para que ofrezca los detalles de la medida que involucra a los estudiantes de los liceos de la región.

De acuerdo a información publicada en portales web, “la propuesta del nuevo currículo no incluye asignaturas: son ejes de aprendizaje, que permitan garantizar la continuidad durante los cinco años”, especificando que deben estar “transversalizados con los cinco objetivos históricos del Plan de la Patria en un tejido interdependiente”.

Los ejes son: Lenguas, Culturas y Comunicación (LCC), Memoria, Territorio y Ciudadanía (MTC), Matemática, Ciencias Naturales, Lenguas Extranjeras (LE), Educación para el Trabajo (EPT) y Educación Física.

De primero a tercer año, cada uno tendría seis (6) horas semanales, menos Memoria, Territorio y Ciudadanía, que tendría ocho (8).

En cuarto y quinto año, Lenguas, Culturas y Comunicación tendría 4 horas, Memoria, Territorio y Ciudadanía 6, al igual que Lenguas Extranjeras, Matemática y Educación Física, mientras que Educación para el Trabajo tendría 4 horas y Ciencias Naturales 12.

Se espera que la Viceministra informe al respecto de esta medida en el estado

Fuente: http://otrasvoceseneducacion.org/wp-admin/post-new.php

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Venezuela: Mayoría de egresados de la Misión Robinson II elige la siembra como actividad productiva.

América del Sur/Venezuela/23.08.2016/Fuente y Autor:http://www.avn.info.ve/

Más del 61% de los venezolanos graduados en la Misión Robinson II Productiva han decidido incorporarse a la actividad agrícola a través de la siembra de rubros de ciclo corto que contribuyan la seguridad alimentaria de la nación.

La información la dio a conocer la presidenta de la Misión Robinson, Marisol Calzadilla, durante el acto de grado de 63 estudiantes, este miércoles en la parroquia 23 de Enero de Caracas.

Calzadilla destacó que con esa participación queda demostrado que «hay un pueblo que quiere participar activamente en la producción y aportar su granito de arena al desarrollo del país», dijo, citada en una nota de prensa del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

El ministro del Poder Popular para la Educación, Rodulfo Pérez, quien asistió a la graduación, indicó que Robinson II se vincula a la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro (GMAS) para la producción de alimentos destinados al Sistema de Alimentación Escolar (SAE), con el cual más de cuatro millones de niños, niñas y adolescentes tienen asegurados sus desayunos y almuerzos en escuelas y liceos.

Los 63 graduandos de la parroquia 23 de Enero recibieron sus certificados en el área de agricultura, textiles y conservación de alimentos.

Las graduaciones de la misión comenzaron con 90.000 participantes en el mes de julio en las Bases de Misiones Socialistas del país.

Robinson II Productiva forma parte de la Misión Robinson, creada hace 13 años por el comandante Hugo Chávez, para alfabetizar a 1,5 millones de personas que, excluidas del sistema educativo, no habían aprendido a leer y escribir.

Ya cumplidos sus primeros objetivos, la Misión se extendió hacia Robinson II Productiva que forma en educación primaria y a su vez instruye en actividades socioproductivas.

Fuente: http://www.avn.info.ve/contenido/mayor%C3%ADa-egresados-misi%C3%B3n-robinson-ii-elige-siembra-como-actividad-productiva

Imagen:

http://www.avn.info.ve/sites/default/files/imagecache/index4-nodos-noticia-arriba/fotografia/201608/img_97651471464464.jpg

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Convenio Cuba-Venezuela y seguimos creciendo desde nuestras raíces

Centro América/America Del Sur/Cuba-Venezuela/ Agosto del 2016/ Centro Internacional Miranda.

Resumen:

Se plantea  que: Desde marzo 2011, y liderado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, surgen los estudios postdoctorales con la intención explícita de contribuir en las transformaciones revolucionarias  de ese nivel  educacional  con el objeto de contribuir  al perfeccionamiento permanente de la preparación de los doctores participantes, en temas que constituyen prioridades como lo es la política de transformación universitaria.  En este sentido como también diseñaron  un programa en cinco etapas , el que tuvo como enfoque  metodológico  la sistematización. Fue validado su uso  como método y como resultado en cada una de las etapas, lo que permite   expresar los vínculos entre la teoría y la práctica . Así mismo en el texto se relacionan 9 anexos  que complementan  el documento  principal: recogen el proceso  seguido de cada etapa con los involucrados en el proceso y  las proyecciones de las investigaciones  referidas a la transformación  Universitaria  desde la praxis .

Fuente: Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria  y El Centro Internacional Miranda (CIM)

Fuente imagen : https://lh3.googleusercontent.com/ZEIbIm70q4PF77uCNgUYSpFOAdYSsUIq9_nezt-v5Ibuh-YC-5O2A1hhpRkOdk2P6GA85lM=s113

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Libro: La Guerrilla Urbana por Hector Acedo Aponte

América del Sur/Venezuela/Agosto del 2016/

La Guerrilla Urbana años 1960 al 68 respuesta de la juventud al pacto de punto fijo.

Resumen:

Héctor Acedo nos ofrece La Guerrilla Urbana  como un libro de memorias,  que fue hivalando a medida que le llegaban los recuerdos y a luz del testimonio  recogido luego de largas conversaciones con compañeros y camaradas  que fueron protagonistas, directos de muchos de los hechos  que aquí se narran .

La lucha que emprendieron los movimientos estudiantiles y juveniles venezolanos de los años 60 del siglo XX, con el ideal de construir una sociedad justa e igualitaria y contra los gobiernos puntofijistas, son algunos de los hechos que narra el militante Héctor Acedo en el libro La Guerrilla Urbana años 1960 al 68. Respuesta de la juventud al Pacto de Punto Fijo, que se presentó en el Cuartel San Carlos.

En el texto, el autor narra año por año -a partir de 1960 y hasta 1968- los hechos históricos que ocurrían en la Venezuela de aquel entonces y la manera en la que las y los jóvenes se organizaron “para hacer frente a los actos de violencia que había por parte del Gobierno”.

El libro, que fue publicado con el apoyo del Centro Internacional Miranda y de la Empresa de Telecomunicaciones de los países del Alba (Albatel), no solo cuenta algunos hechos que guardaba Acedo de las luchas que tuvo en aquellos años y por las que llegó a estar privado de libertad, sino también dedica páginas a entrevistas con varios de sus compañeros de lucha, como Rafael Bosque, Paúl del Río, Nelson González Morales (Panameño), Enrique Velázquez y el Negro Miguel, quienes también narran sus experiencias de entonces.

El libro ofrece varias fotografías, publicadas en la prensa de aquel entonces, y que Acedo tomó luego de una extensa investigación que realizó en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.

“Este libro es un tributo a la memoria de esa generación de los años 60 que entregó su juventud, sus estudios, su libertad y hasta sus vidas para enfrentar un régimen despótico, antipatriótico y entreguista. El propio Héctor Acedo fue uno de esos tantos jóvenes que sacrificó sus estudios y vio cómo se fue su juventud en las cárceles donde fue salvajemente torturado y privado de libertad por creer en lo que todavía cree: el ideal de construir una patria libre de hambre y de pobreza”, refiere el prólogo, escrito por Víctor Álvarez.

A decir del autor, “la idea de este libro es mostrar por qué surgió la lucha armada en este país en los años 60 y dar a conocer que esto no fue un capricho de un grupo, sino que fueron las mismas condiciones políticas las que nos llevaron a esa forma de lucha”.

“La juventud de esa época era una juventud rebelde y revolucionaria, que venía de las luchas en la clandestinidad contra la dictadura de Pérez Jiménez. Con la llegada de Rómulo Betancourt al poder por medio de elecciones se abrieron unas expectativas, pero con el Pacto de Punto Fijo comenzó una represión brutal y se eliminaron las posibilidades de luchas pacífica y se recurrió a la lucha armada como única forma de lucha posible”, rememoró el autor, en conversación con el Correo del Orinoco.

Durante muchos años “esa parte de la historia fue silenciada por la derecha”, opinó. Por ese motivo, apuntó, quiso plasmar sus memorias en este texto, para que las nuevas generaciones conozcan por qué actualmente el Gobierno Bolivariano trabaja por la construcción de una nueva patria.

“En aquella época, cuando se hablaba de socialismo, de comunismo o de imperialismo, ya eras catalogado de comunista y eras preso sin fórmula de juicio. Si nosotros hubiéramos tenido la libertad para expresarnos, la posibilidad de conversar por los medios no se hubiese llegado a la lucha armada”, refirió el autor, quien aseguró que en aquellos años se sembró la semilla para hacer un proceso de cambios en el país.

Esta necesidad de defenderse para sobrevivir  terminó dando origen a los aparatos armados  revolucionarios , que se crearon  como respuesta  a la violencia  del gobierno. La guerrilla  urbana no fue un método escogido  como una acción voluntarista de la juventud soñadora e idealista  de entonces. Fue la violencia oficial la que  finalmente impuso el método  de lucha  de los revolucionarios, quienes solo optan por la violencia  cuando se cierra la vía, pacífica para impulsar las grandes transformaciones económicas , sociales y políticas que terminan de construir  una sociedad  democrática , libre de pobreza y exclusión.

T/ Sharlaine Chona
F/ Luis Franco

Primera edicion 2014

Depósito legal:  IF3520143202249

ISBN: 978-980-7050-44-9

Fuente:

http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/hector-acedo-compilo-un-texto-historia-guerrilla-urbana/

Fuente imagen :http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2014/10/Bautizo-del-libro-la-guerrilla-urbana-de-hector-acedo-aponte.jpg

 

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