Autor: Darvin Antonio Vegas Contreras
Odontólogo, Profesor Universitario
Magíster en Gerencia de Salud Pública
Participante del doctorado en ciencias administrativas de la UNERG
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos
Correo electrónico: darvinantoniov@gmail.com
RESUMEN
La investigación titulada gerencia proactiva: una óptica del hacer para la pertinencia de la universidad actual, tuvo como propósito develar los referentes epistémicos que suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual. Paradigmáticamente, se basó en la postura postpositivista de la ciencia con enfoque cualitativo y método hermenéutico, tomando como orientación de abordaje la propuesta metodológica de Habermas. Se tomó como escenario el Área de Odontología de la Unerg, siendo los informantes tres docentes con función directiva. Para la aprehensión de la información se utilizó la entrevista en profundidad a través de libreta de anotación. La información obtenida fue procesada por medio de la técnica de categorización, estructuración, contrastación y síntesis conceptual. Los hallazgos permitieron inducir que es valiosa la esencia de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social. Se capta que la intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad. Se concluyó que la gerencia proactiva universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.
Palabras clave: gerencia proactiva, pertinencia social, universidad.
PROACTIVE MANAGEMENT: AN OPTICS OF DOING FOR THE RELEVANCE OF THE CURRENT UNIVERSITY
SUMMARY
The purpose of the research entitled proactive management: a perspective of doing for the relevance of the current university, was to reveal the epistemic references that imply the configuration of proactive management in the context of the relevance of the current university. Paradigmatically, it was based on the postpositivist position of science with a qualitative approach and hermeneutic method, taking Habermas’s methodological proposal as its approach. The Unerg Dentistry Area was taken as the setting, with the informants being three teachers with a managerial function. To capture the information, an in-depth interview was used through a notebook. The information obtained was processed through the technique of categorization, structuring, contrasting and conceptual synthesis. The findings allowed us to conclude that the essence of academic activity is valuable to achieve substantial changes from the transfer of knowledge, science and technology to solve social problems. It is understood that the intentionality of the common academic does not row in the same direction and behind the managerial action there are knowledge, intentions and purposes that do not contribute to the concert of the university in the community in an indissoluble bond, substantiated by principles and values of commitment. manifestos in the university-community axis. It was concluded that proactive university management must examine the basis that bases the development of its actions by articulating the functions of teaching, research and extension, since the management philosophy must involve the actors of university life through their participation. in the realization of intervention goals and links with community reality.
Keywords: proactive management, social relevance, university.
Introducción
Hoy, constituye un verdadero desafío llevar a cabo acciones encaminadas a afrontar los constantes cambios que se manifiestan en las organizaciones del siglo XXI, productos de los variadas transformaciones sociales que se generan en el devenir de la sociedad, y que paralelamente han desarrollado nuevos retos en el campo de las ciencias sociales y gerenciales. Desde esta mirada las acciones que se desarrollan en las organizaciones deben afrontar permanentes orientaciones hacia el cumplimiento de los objetivos organizacionales, y al mismo tiempo, mantenerse como estructuras sociales competitivas y con visión de éxito.
Es así como las universidades en el devenir de la sociedad también se han ido trasladando en un carácter más social, a los fines de fortalecer bajo un criterio responsable su accionar a través de la docencia,, investigación y extensión. A las ideas antes expuestas, se asocia la práctica de conceptos como el de la responsabilidad, la cual etimológicamente deriva del latín “responder”, sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Española (2014), contempla cuatro acepciones del término responsabilidad:
- Cualidad de responsable; 2) deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal; 3) cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado; y, 4) capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.
En la perspectiva que aquí se adopta, las diversas concepciones vistas para el término describen aspectos relacionados a la idea del deber, del compromiso legal o moral que, a su vez, indirectamente se dirigen hacia otros ámbitos. La responsabilidad en un sentido más amplio o visto desde otra óptica plantea la obligación que debe existir entre las partes para el cumplimiento de una o diversas relaciones o funciones. Desde este ángulo, se puede manifestar la responsabilidad pero en lo que representa la acción gerencial en el contexto de las universidades.
Así pues, la responsabilidad social universitaria beneficia a la comunidad estudiantil en el proceso de comprender que su existencia está estrechamente ligada con la prosperidad de otros, con el mundo externo y político que está alrededor de ellos. Hacen una diferencia en la vida diaria apoyado por sus opiniones y valores, enriqueciendo nuestras vidas en las diversas culturas y razas. En este sentido, las comunidades van construyendo y desarrollando un sentido de responsabilidad social, demandando destrezas sociales tales como comunicación, cooperación, manejo de conflictos y toma de perspectiva.
Al respecto, Rivero y Goyo (2012) manifiestan que “las universidades tienen la responsabilidad de crear y colocar a disposición de la sociedad saberes pertinentes, para estar así a la vanguardia en el tratamiento de los temas políticos y sociales desde la perspectiva de una institución con una gerencia ética responsable” (p.7). En este sentido, se considera que la gerencia universitaria debe enfatizar una gestión del conocimiento oportuna y pertinente con el fin de ponerlo al servicio de la colectividad; gerencia universitaria como gerencia de servicios, ética y responsable con todos sus grupos de interés.
Por ello, la universidad tiene una repercusión social importante y, por lo tanto, si se integrara de manera decidida el concepto en su gestión y en todas sus áreas de actuación, dicha acción contribuiría a su consolidación en el resto de la sociedad. Las instituciones de educación universitaria en todo el mundo han comenzado a adoptar los temas de sostenibilidad comprometiendo sus facultades, escuelas, programas y comunidades en estos esfuerzos, dando lugar al desarrollo de la integridad y valores éticos en las organizaciones y en sus relaciones con los stakeholders. Dentro del ámbito universitario, los stakeholders tienen un papel importante desde el punto de vista de la investigación y su potencial educativo en el desarrollo de las economías nacionales e internacionales.
Por lo tanto, es necesario desarrollar el concepto de los stakeholders desde el punto de vista de las universidades (Tetrevová y Sabolová, 2010). De allí, que existe la necesidad de realizar un estudio de la integración de la responsabilidad social, como nuevo sistema de gestión de las organizaciones específicamente para las universidades, y formalizar una evaluación del comportamiento social y responsable que permitirá instituir sistemas más transparentes para las instituciones universitarias.
En España, el ochenta y cinco por ciento del presupuesto de la universidad pública se financia a través del Estado. Por lo tanto, parece evidente que tanto la comunidad universitaria como la sociedad en general, tienen derecho a conocer más a fondo el modo en que se utilizan los recursos públicos destinados a la universidad y cuáles son los resultados económicos y sociales que se están obteniendo.
En este orden de ideas, la gerencia universitaria proactiva pareciera requerir de habilidades para responder a los desafíos señalados anteriormente, con decisiones que conduzcan a potenciar en las comunidades académicas sus capacidades, habilidades y recursos, para lograr desempeños superiores que las lleven a la sostenibilidad. De igual manera, la gerencia universitaria no puede perder de vista la necesidad de integración de las dimensiones: investigación, docencia y extensión, por un lado, y por el otro, a sus grupos de interés, en el marco de la denominada autonomía universitaria.
En este contexto, las universidades deben estar en capacidad de fomentar los medios o mecanismos que sirvan de canales de comunicación para que los grupos de interés puedan a su vez ser capaces de exponer y manifestar sus expectativas y requerimientos; de esta forma se captarán sus necesidades y se podrá evaluar en qué grado han sido satisfechas por la institución.
A la luz de lo precitado, se establece como inquietud investigativa la que se enuncia a continuación: ¿Qué referentes epistémicos suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual?
Teleológicamente, la investigación para dar respuesta a la inquietud presentada, ha fijado como propósito: Develar los referentes epistémicos que suponen la configuración de la gerencia proactiva en el contexto de la pertinencia de la universidad actual.
Consideraciones Conceptuales
Gerencia
La gerencia se refiere a las articulaciones administrativas y directivas de las organizaciones, que efectúan actividades de planificación, dirección y control, a objeto de utilizar sus recursos con la finalidad de alcanzar objetivos comúnmente relacionados con beneficios económicos y sociales.
Harman, citado por Kliksberg (1994), denota que la gerencia se entendía tradicionalmente como la dirección de recursos humanos, materiales y financieros hacia determinados objetivos. Hoy correspondería traducir totalmente el concepto. Gerenciar no es sólo dirección hacia determinados objetivos, sino que es facilitar las condiciones para que los recursos humanos de la organización respondan individual y creativamente a un medio que requiere adaptaciones permanentes, es facilitar espacios de creación colectiva y permanente.
En tal sentido, adquiere fuerza la concepción del capital humano e intelectual, que a través de su talento, logra enfrentar situaciones de dificultad, incertidumbre, cambio y competencia, gracias a la dirección, no de un gerente directo, sino de las propias intuiciones, experiencias pasadas y habilidades para recolectar, crear, recrear y aplicar nuevos conocimientos. Esto se debe, de acuerdo a Lira (2005), al hecho de que:
La gestión de la innovación; así como las organizaciones en general, públicas y privadas, ameritan un continuo análisis y seguimiento de las variables del contexto externo que le impactan. En este sentido, cabe destacar que la gente es la que hace la innovación y de allí que su gestión y dirección juegan un rol clave. Los profesionales de las relaciones industriales y de recursos humanos, más que nunca, necesitan conocer la manera de llegar a entender y comprender la complejidad de lo que significa lo externo y su impacto…lo que se presencia es la perfecta invitación a conocer y a posicionarse como agentes de cambio en la instalación de la creatividad e innovación sin descuidar en ningún momento, el impacto del contexto externo…Sin embargo, desde la perspectiva de la gestión de recursos humanos o en su más actualizada tendencia: capital humano, gestión humana o del talento, es mucho el camino por recorrer. En este sentido, lo que se tiene por delante son retos, entendimiento y ejecución de prácticas de gestión de talentos que apoyen los procesos de creatividad e innovación en las organizaciones (pp. 1-3)
De esta manera, la creatividad y la innovación son claves, en el proceso que implica hacer gerencia, sumando estos ingredientes a conceptos más clásicos que se basan exclusivamente al manejo de recursos, llegando hasta lo que Kliksberg (ob. cit.), plantea como diferenciarse de un modo significativo, como un recurso estratégico, no generalizado. Es tratar de lograr la meta prevista mediante la aglutinación del esfuerzo colectivo, lo cual sin duda denota las características de las sociedades humanas.
Aunado a lo precedente, para Koontz (1998), la gerencia es el arte de relacionar todas las facturas del manejo de una organización en busca de una mayor competencia. Cada caso lleva implícita una convicción de que la gerencia es un vasto campo cognoscitivo, que consiste en actividades que tienen como finalidad el manejo eficaz de las organizaciones, el uso inteligente de la técnica, la preparación adecuada de la gente y el logro de la excelencia organizacional.
Gerenciar en la actualidad, implica interrogantes muy particulares, ligadas a las características y objetivos de las organizaciones. El entorno en el que se desarrolla, es un entorno global que se encuentra en proceso acelerado de transformación constante y que incide en los parámetros en los que se mueve cualquier tipo de administración.
Estas transformaciones afectan los planos económicos, políticos, tecnológicos. Los cambios de velocidad acelerada, así como la mayor profundidad de sus implicaciones, se presentan como el resultado de lo que se denomina complejidad. Por otra parte, un signo fundamental de ésta es la incertidumbre misma. En situaciones donde todo cambia permanentemente, la recomendación elemental es maximizar la flexibilidad de la organización, dotándola con las mejores condiciones de adaptabilidad. Si se pone el énfasis en estructuras fijas, permanentes, rígidas, se está yendo en el sentido opuesto a lo conveniente para la propia supervivencia.
Un modelo gerencial complementario, es necesariamente exclusivo con respecto a uno basado en la planificación estratégica, puesto que la segunda, a decir de Castellano (2004), consiste en el mantenimiento y determinación de la propia organización con el entorno, a través de la determinación de objetivos y el esfuerzo sistemático para su consecución.
De acuerdo a la definición aportada por Romero (2003), la gerencia estratégica puede definirse como la formulación, ejecución y evaluación de funciones que admitan a una organización logre sus objetivos. La formulación de las estrategias incluye la identificación de debilidades y fortalezas internas de una organización, la determinación de las oportunidades y amenazas externas de una empresa, el establecimiento de misiones de la compañía, la fijación de objetivos, el desarrollo de estrategias alternativas, y la disposición de cuáles distinguir.
Es un proceso apasionante que permite a una organización se preactiva en vez de reactiva en la formulación de su presente. El proceso de gerencia estratégica se puede describir como un enfoque objetivo y sistemático para la toma de decisiones en una organización…, se trata más bien de organizar información cualitativa y cuantitativa, de tal manera que permita la toma de decisiones efectivas en circunstancias de incertidumbre.
Parece evidente, que existen diversos factores que identifican el modelo gerencial estratégico a las tendencias holísticas, puesto que en ambos casos, de lo que se trata es de observar con atención los diferentes factores que componen tanto a la realidad como a los actores del proceso, a fin de recoger la información necesaria, que permita prever el futuro, y establecer alternativas de respuesta adecuada a las condiciones del contexto y las necesidades de los involucrados.
Ahora bien al hablar de gerencia educativa, se considera importante acotar que actualmente la institución en cuestión, participa de las contradicciones de inicio del nuevo milenio. Por un lado, la sociedad está en todo los cambios trascendentes y apresurados presentados por el desarrollo de la tecnología digital, la cual está transformando muchos aspectos de la vida de la gente.
Las personas tienen la libertad de adoptar diversos estilos de vida, pero también la responsabilidad de dar forma a sus propios destinos. Sin embargo, los acontecimientos que ofrece la educación están favorables para todos. Más bien, los procesos de mundialización o globalización económica parecen ahondar las diferencias.
En consecuencia, la gerencia educativa enfrenta retos y desafíos en cuyo desempeño está el futuro no sólo de los educandos, sino de la sociedad en general. En este propósito, el arte de administrar o gerenciar según el autor citado, es una acción de dirigir a una empresa a la consecución de beneficios de la organización, por medio de un ambiente propicio, establecimiento de objetivos y metas, delegando la autoridad y la toma de decisiones, para conducir al éxito a la misma. Asimismo, Etchevame, citado por Guédez (2005), plantea que la gerencia en una institución es esencia. El concepto de gerencia implica o contiene en sí mismo, la necesidad de mejora del servicio que la organización presta a la comunidad y de realizar con calidad el propósito para el cual fue constituida.
Pertinencia Social de la Universidad
La pertinencia social se trata como una forma ética que toda institución u organización debe poseer como visión. A partir de sus orígenes las organizaciones, han atendido y desarrollado la idea, pero la deliberación acerca de la pertinencia social recién empieza a tener lugar en el ámbito universitario. En atención a las universidades se hallan inmersas en la sociedad, en correspondencia dinámica con ésta, existe una reciprocidad permanente y alterna, y desde la demanda el cumplimiento de una función social. Es así como, la universidad actual no centra sus actividades sólo a la práctica académica, sino que su rol socialmente responsable se manifiesta en un conjunto de esfuerzos grupales, que condicionan la gestión de organización misma, de la formación académica, de la producción del saber y de la participación, dirigida al desarrollo humano. Para Vallaesys. (2018)
La pertinencia así como la responsabilidad social se materializan cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno, y de su papel en su entorno. Presupone la superación de un enfoque egocéntrico. Además, esta conciencia organizacional trata de ser global e integral (incluye tanto a las personas como al ecosistema, tanto a los trabajadores como a los clientes) y, a la vez, «contagiarse» en todas las partes de la organización (todas las personas de la organización deben poder acceder a ese nivel de conciencia). (p.2)
En este sentido, se ubica la relación que las personas mantengan en su entorno determinan en cierta medida su conducta dentro de un medio repleto de relaciones entre las personas, en el seno de grupos sociales. Los comportamientos, ideas y sentimientos de los seres humanos no son entonces únicamente el producto de su naturaleza biológica, sino el resultado de un constante devenir que se repite en cada generación, y por lo tanto la sociedad se garantiza a sí misma su conservación en el tiempo.
Así, las instituciones de educación universitaria, como organizaciones sociales con fines educativos, cuentan con un personal, un potencial transformador y protagonistas de las acciones que desarrollan en ellas, capaces de abordar las distintas competencias a su cargo, para formar profesionales exitosos, sin dejar de alimentar la idea de la responsabilidad social como una estrategia válida para el modelo de construcción sostenible y justo que requiere la sociedad actual. Desde este punto de vista Garza (2007) define la Responsabilidad Social Universitaria así:
La responsabilidad social universitaria es una política de gestión de la calidad ética de la Universidad que busca alinear sus cuatro procesos (gestión, docencia, investigación, extensión) con la misión universitaria, sus valores y compromiso social, mediante el logro de la congruencia institucional, la transparencia y la participación dialógica de toda la comunidad universitaria (autoridades, estudiantes, docentes, administrativos) con los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario y necesitados de él, para la transformación efectiva de la sociedad hacia la solución de sus problemas de exclusión, inequidad, y sostenibilidad. (p.11)
En este sentido, el autor, se refiere a la gestión global que tiene la universidad en su totalidad, para llevar todos los compromisos dentro de la ética, y ser garantes de una acción social que contribuya tanto a quienes pertenecen a ella como a los actores externos. Por todo ello, la congruencia institucional se logra a través del trabajo mancomunado de los cuatro procesos universitarios con la misión y el compromiso, de tal manera que, los efectos directos se realicen y se puedan reforzar practicando el control permanente.
Es necesario en tal sentido, involucrar a los representantes de la comunidad universitaria en una autoevaluación y con ella, un auto-diagnóstico permanente de la dinámica institucional, con herramientas adaptadas para garantizar la transparencia, la participación, y el perfeccionamiento continuo de la universidad hacia su responsabilidad social, haciéndola cada día más humano y más sostenible. Siguiendo en la misma línea de pensamiento, es preciso revisar también, la acción docente, para darse cuenta si está contribuyendo a la formación de verdaderos líderes proactivos, participativos y protagónicos.
Si bien es cierto que la concepción de la responsabilidad tiene su origen en las empresas, no es menos cierto, que sus intenciones han arropado ya los intereses de la universidad en búsqueda de esa relación con la sociedad que permita enriquecer el trabajo institucional y el logro de objetivos bidireccionales que igualmente satisfagan necesidades de la comunidad.
Para el acercamiento al tema, sería interesante comprender el concepto desde varios enfoques. Vallaeys (ob.cit.), define como, “una Gerencia ética e inteligente de los impactos que genera la organización en su entorno humano, social, económico y natural,”. (p. 3). Ante todo, el hecho de gerenciar los impactos de la organización en su entorno, comprometida a minimizar sus impactos negativos y a maximizar sus impactos positivos, trabajando para dar un servicio cada vez mejor a todos, en diálogo con las partes interesadas. Gerencia inteligente, donde la gestión responsable de los impactos de la organización, deben de retornar en beneficios para la organización. Al ser socialmente responsable, la organización se desarrolla mejor en su entorno.
La universidad como parte integrante de la sociedad comparte estos enfoques y retos y tiene que ser ella, desde el lugar privilegiado que ocupa, la que ha de plantear y ayudar a la resolución de los problemas sociales mediante el estrecho diálogo y cooperación con las demás entidades sociales, económicas, culturales y políticas.
Por su parte, Beraza y Rodríguez (2007) destacan que durante el pasado siglo, y sobre todo en los últimos 35 años, ha surgido un nuevo modelo de universidad que algunos llaman “emprendedora” que aunque la misma mantiene características del modelo anterior, como la libertad académica y el compromiso en la búsqueda del conocimiento, presenta claras diferencias las cuales exponen:
- Tiene una menor autonomía institucional y está más implicada en servir a la comunidad.
- Está más preparada para llevar a cabo una enseñanza e investigación que dé lugar a un conocimiento aplicable a la solución de todo tipo de problemas y comprometida con la inserción laboral de sus egresados.
- Está menos alejada de la sociedad y más abierta a considerar lo que la sociedad demanda de la universidad (p..49)
No obstante, para Castañeda y Ruiz (2007) el quehacer universitario ha estado centrado en el aprender a conocer y hacer, descuidándose los otros dos pilares fundamentales que rigen la educación de este siglo y que constituyen la base del cooperativismo, expresado de otro modo: el aprender a ser y convivir. Asimismo expresa el autor (ob.cit) que debemos formar y formarnos en y para la responsabilidad social, y es allí donde la Educación Superior juega un rol protagónico: “una educación orientada por el amor hacia la humanidad y movida por la sabiduría” (UNESCO, ob.cit. p. 23).
Es necesario por tanto, sustentar la praxis universitaria en el concepto de responsabilidad social, apoyada ésta en valores de solidaridad y convivencia con las experiencias y talentos de sus actores formando parte de la gestión social de la universidad.
La institución universitaria, como organización social, tradicionalmente trata de dar respuesta a la sociedad según sus necesidades y expectativas, más aún en este marco de cambios, se reconsidera el papel de la Universidad, su rol social y ético en el contexto de lo que se ha denominado Responsabilidad Social Universitaria, definida por Vallaeys (ob.cit.), como:
una política de gestión de la calidad ética de la Universidad que busca alinear sus cuatro procesos (gestión, docencia, investigación, extensión) con la misión universitaria, sus valores y compromiso social, mediante el logro de la congruencia institucional, la transparencia y la participación dialógica de toda la comunidad universitaria (autoridades, estudiantes, docentes, administrativos) con los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario y necesitados de él, para la transformación efectiva de la sociedad hacia la solución de sus problemas de exclusión, inequidad, y sostenibilidad (p.11)
Tal apreciación permite destacar la necesidad que existe de repensar la educación universitaria y con ello la manera en que se conciben los procesos que forman parte de su gestión, es necesario afrontar los retos de cara a la realidad que nos caracteriza y construir así una sociedad distinta, que permita una dialógica de la comprensión, la solidaridad humana y la responsabilidad colectiva. Por su parte, Saavedra (2009) define la responsabilidad social universitaria como:
…política de gestión de la calidad ética de la Universidad. Dicha política toma en consideración la misión universitaria, sus valores y el compromiso social mediante la transparencia y la participación de toda la comunidad universitaria y los múltiples actores sociales interesados en el buen desempeño universitario
En este sentido, la universidad debe atender la falta de pertinencia social de algunas decisiones tomadas desde su gestión. Así, se considera que mientras las universidades hagan bien aquello que constituye su misión fundamental —realizar las funciones especializadas del conocimiento y la cultura de una sociedad—, continuarán existiendo indefinidamente.
Aun cuando existan cambios en las formas de su actividad y las disciplinas que cultivan, las mismas deben ser capaces de adaptarse a esos y otros cambios previsibles, pues de lo contrario corren el riesgo de desaparecer, sin embargo, ni aun así, según el autor, nada cambiará las funciones esenciales de la institución. Al respecto, Sánchez (2011) refiere:
Las tareas propias de la universidad están directamente relacionadas con el desarrollo de la comunidad y su prosperidad para el mejoramiento de la calidad de vida de sus integrantes, el respeto por el otro, la tolerancia, la cooperación, el trabajo solidario y en equipo, el desarrollo del espíritu de confianza, la pluralidad y el diálogo, el cumplimiento de las promesas y la lealtad
Asimismo, Castañeda y Otros (ob.cit.) exponen:
…la Universidad tiene que construir país, a la sociedad, concertando con las partes involucradas, las internas y las externas, bajo la idea de responsabilidad como compromiso, identificando y comprendiendo los efectos de sus acciones, la noción de impactos; compromiso para concertar y responder con las partes interesadas, el diálogo; compromiso para rendir cuenta de las decisiones, la transparencia de las acciones y dar respuestas a los problemas que se presentan en la sociedad, cumpliendo con lo declarado y pactado en su misión y visión.. (p.115)
El rol que desempeñan por tanto, las universidades en su entorno estará determinado en gran medida por los valores que fundamentan su gestión, por su capacidad de respuesta y participación social así como también el nivel adquirido en un proceso de contribución a la mejora y transformación del entorno.
La Universidad como sistema social
Para Maturana (1995) “el ser humano individual es social, y el ser humano social es individual” (p.4), basando sus concepciones en condiciones que le brinda su teoría de la organización autopoiética de los sistemas biológicos. Para este autor los seres humanos somos sistemas determinados por estructuras y todo lo que en nosotros ocurre es resultado de nuestra propia dinámica – reflejada en la producción y recambio de los propios componentes y a lo que define como autopoiesis de los seres vivos – así como también de las interacciones con el medio
En opinión del autor precitado “algo permanece, es decir, algo mantiene su identidad, cualesquiera sean sus cambios estructurales, sólo mientras la organización que define su identidad no cambia”, por esto un ser vivo permanece vivo mientras su estructura, cualesquiera sean sus cambios, realiza su organización autopoiética, y muere si en sus cambios estructurales no se conserva esta organización.
Desde este punto de vista la universidad como institución educativa puede asumirse como una organización autopoiética con una identidad claramente definida y con una estructura organizativa y académica que le permite guiar una dinámica funcional de interacciones cooperativas hacia unos objetivos definidos
Maturana (ob.cit) introduce dentro del tema social, el concepto de adaptación como el modo en que el ser vivo mantiene la congruencia estructural con el medio y conserva su organización. Partiendo de acá, el autor describe el sistema social basándose en la conducta y participación que mantienen los seres vivos a través de interacciones donde conservan su organización y adaptación. Las características de interacción entre una y otra será lo que permita distinguirlas.
En un sistema social, según el autor, “debe darse la recurrencia en las interacciones que resultan en la coordinación conductual de sus miembros, es decir, debe darse la recurrencia de interacciones cooperativas”. Es necesario reconocer así que la universidad como un sistema social que amerita la cooperación entre todos los miembros por el desarrollo y logro de los objetivos planteados.
Para Maturana (ob.cit) “En la medida que es la conducta individual de sus miembros lo que define un sistema social como una sociedad particular, las características de una sociedad sólo pueden cambiar si cambia la conducta de sus miembros” (p.9).
Tal premisa destaca la importancia de asumir la realidad educativa universitaria desde la consideración de todos sus procesos, elementos y componentes como parte esencial de esa respuesta autopoiética que se espera del sistema universitario, asumiendo para ello los cambios de conducta, conciencia, reflexión y posición necesarios ante la gestión social que se lleva como universidad, que permitan afianzar la identidad como universidad, integrar esfuerzos y fortalecer acciones como organización en pro de mejorar las interacciones internas y externas y poder dar respuestas eficaces al escenario social que lo exige.
Cultura Organizacional
La cultura según Grandio (1996) “es el conjunto de valores, creencias, actitudes respecto al mundo y la sociedad que provocan distintos modos de vida”, también lo destaca “el conjunto de representaciones simbólicas de la realidad social relativas a un contexto”
Para Robbins (1991) la cultura transmite un sentido de identidad a los miembros de la organización, facilita la generación de un compromiso, más grande que el interés personal de un individuo, incrementa la estabilidad del sistema social y sirve como un mecanismo de control que guía y moldea las actitudes y el comportamiento de los empleados (p.144)
Es a través de la cultura organizacional que se ilumina y se racionaliza el compromiso del individuo con respecto a la organización. Las organizaciones se crean continuamente con lo que sus miembros perciben del mundo y con lo que sucede dentro de la organización
En las funciones de una cultura organizativa para Schein (1985), existen dos ejes fundamentales: la supervivenciay adaptación en el medio que la rodea por un lado, y la integraciónde sus procesos internos al objeto de afianzar su capacidad de supervivencia y adaptación por otro.
Las cuestiones externas para el autor, tienen que ver con la definición que el líder y el grupo dan a su entorno y la manera en cómo entienden el sobrevivir en el mismo. Las internas con la definición del líder y el grupo sobre la forma de organizar las relaciones entre los miembros del grupo, de modo que se pueda lograr sobrevivir en el entorno definido a través de un rendimiento efectivo y la creación de bienestar interno
Para hacer frente a las cuestiones externas, para determinar el modo en que se forma la adaptación externa y cómo se mantiene ésta, Schein considera que la organización debe acotar cuál va a ser su sistema de integración interno y en ello juega un papel importante aspectos como el lenguaje común, criterios para la inclusión y exclusión, ideologías, etc.
Este autor al considerar cómo se forma la cultura parte de tres modelos teóricos:
- La Teoría Sociodinámica referida al enfoque de la interacción entre los miembros del grupo cuando éste empieza a formarse y las necesidades sociales que cada uno de sus miembros intenta satisfacer, las cuales actúan como poderosas fuentes dinámicas
- Teoría del Liderazgo: el líder es el que es capaz de crear un sentido de realidad compartida. El estilo cultural de una empresa viene determinado por las presunciones de los líderes, las relaciones de autoridad que se forman en el grupo, y la manera en que los líderes y los miembros se conducen a nivel emocional (Schein, obr.cit).
- Teoría del Aprendizaje: con el refuerzo positivo y refuerzo negativo como mecanismos del aprendizaje individual, Schein refiere la cultura a un aprendizaje grupal donde el proceso supone una definición compartida del problema y el reconocimiento compartido de que algo que se ha inventado
Partiendo de que la cultura de una organización es el reflejo del equilibrio dinámico que se produce entre los subsistemas que lo componen, Guédez (1996: 59) plantea como parte de ellos:
- El Subsistema filosófico vinculado con lamisión, visión y valores de una organización,
- El subsistema actitudinal, vinculado a los comportamientos, sentimientos, relaciones y comunicaciones, sentido de trabajo y responsabilidades, inclinación participativa, lealtad e involucración afectiva
La misión según Franklin (2004) “sirve a la organización como guía o marco de referencia para orientar sus acciones y enlazar lo deseado con lo posible” (p.177), mientras que una visión exitosa, según Jackson (ob.cit.), la constituyen grupos de individuos comprometidos con la organización y que están dispuestos a proporcionar todo su potencial para el logro de los objetivos propuestos
Partiendo de estos aspectos queda claro que para desarrollar una verdadera cultura organizacional será necesario considerar en primera instancia cada uno de los individuos que conforman la organización desde su naturaleza como ser humano con perspectivas, valores, criterios y visiones personales, y luego a partir de allí, desarrollar una filosofía global de trabajo que oriente la actuación de cada uno de los miembros de la organización hacia una visión compartida de las metas por alcanzar.
El contexto socio-gerencial y su vínculo epistemológico educativo
La evolución histórica de la gerencia universitaria ha pasado por una serie de fenómenos, situaciones, reformas que van desde la modernidad hasta el inicio de la postmodernidad. Dentro de ese orden de ideas, (Guijarro y Chávez, 2006), se puede inferir que las instituciones de educación universitaria en Venezuela, deben adecuar sus esquemas gerenciales con la finalidad de alcanzar calidad, eficiencia, eficacia, pertinencia, equidad y producción de bienes sociales que le permitan establecer relaciones con la sociedad en coherencia con el contexto.
En este sentido, se requiere que la gerencia postmoderna utilice el cambio como un aliado que presenta oportunidades, pero sin menospreciar los nuevos desafíos que tiene que enfrentar debido a la velocidad en la que se producen los mismos, por la facilidad de acceso a la información, nuevos productos y servicios, globalización de la economía, nuevos mercados y/o nuevos competidores y esquemas de producción obsoletos, todo en un ambiente dinámico, turbulento y riesgoso. Enfatizando lo anterior, mi experiencia, en la práctica educativa vista desde la gerencia se desarrolla en un ambiente complejo, caótico que requiere la coherencia y adaptabilidad de los sistemas curriculares a las realidades presentes en el contexto actual, con el fin de generar acciones significativas a la sociedad.
Materiales y Métodos
El proceso de aprehensión del fenómeno de estudio, desprende una serie de elementos que nos trasladan a la no medición, sino más bien, hacia un encuentro con la interpretación del escenario. En otras palabras, la epistemología cualitativa representa un modo completamente nuevo de comprender principios generales de una perspectiva metodológica apropiada al estudio de los procesos psicológicos.
A partir de allí, el paradigma postpositivista es vista como aquella teoría que ataca las dos tesis más importantes del positivismo conceptual: la tesis de las fuentes sociales del derecho y la no conexión necesaria entre el derecho y la moral. De otra forma se concibe, de manera crítica y realista, lo que significa que la realidad existe pero no puede ser completamente aprehendida y los hechos que ocurren pueden ser explicados, ya que son manejados por leyes naturales que los humanos solo pueden percibir de manera incompleta.
En este sentido, desde el punto de vista epistemológico se puede decir que el paradigma postpositivista es subjetivo, en el mismo se considera que el conocimiento es un producto de la actividad humana, y por lo tanto, no se descubre, se produce.
A los efectos de la presente investigación, surge la necesidad de abordar el fenómeno desde un enfoque integral, asumiendo la prisma de generar una construcción teórica que permita dar respuesta a factores al contexto escogido y que en el tiempo no han sido abordados con la misma intencionalidad.
En este estudio, la investigación cualitativa es el piso metodológico que permite comprender el fenómeno, cuya finalidad es la elaboración conceptual y el desarrollo teórico. La investigación cualitativa es definida por Sandín (2003), como: “actividad sistemática orientada a la comprensión de fenómenos educativos y sociales, a la transformación de prácticas, y escenarios socioeducativos, a la toma de decisiones, y también hacia el descubrimiento y desarrollo de un cuerpo organizado de conocimientos” (p. 123).
En este sentido, una característica fundamental de los estudios cualitativos es su atención al contexto; la experiencia humana se perfila y tiene lugar en contextos particulares, de manera que los acontecimientos y fenómenos no puedes ser comprendidos adecuadamente si son separados de aquellos.
Desde esta perspectiva, el enfoque que se desarrolla en esta sección, es de orden descriptivo, orientado a estructuras teóricas, se basa en información cualitativa, descriptiva y no cuantificada, centrada en un diseño flexible para enfrentar la realidad y las poblaciones objetivo de estudio en cualquiera de sus alternativas.
En la investigación cualitativa, resulta de gran relevancia no solo el estudio basado en la interpretación y comprensión de los fenómenos sociales. Sino también, el abordaje metodológico sobre el cual, el investigador conduce la construcción teórica del objeto estudiado. En la investigación cualitativa la praxis metodológica podría resultar de un proceso complejo, sino no está adecuado a las necesidades investigativas.
Desde lo expuesto anteriormente, es meritorio generar una concepción clara acerca de lo que representa el método. De manera amplia, el termino método refiere al conjunto de pasos o técnicas que están dadas para el cumplimiento de un fin. En otras palabras, es aquel proceso utilizado de manera sistemática, orientando nuestra práctica en base a principios pautados previamente.
Visto desde la perspectiva de lo que representa la investigación, la utilización del método conlleva una estructura, basada en pasos lógicos y progresivos a fin de dar cumplimiento de los propósitos investigativos. En relación a lo anterior, la presente investigación resalta la necesidad de abordar desde un contexto metodológico, propio, coordinado y coherente, el estudio y conducción en la arquitectura teórica del objeto estudiado, considerando así, que la elección del método sería el más conveniente en elación a las necesidades investigativas. A partir de allí, el estudio planteado resalta la intención de afrontar escenarios educativos, donde los actores sociales se asocian al principal interés investigativo, y más propiamente a su rol en la concepción de la gerencia proactiva en cl contexto de la pertinencia social universitaria.
La metodología hermenéutica, está implícita en los estudios cualitativos ya que resalta el interés de interpretar de una manera holística el contexto de investigación y las interrelaciones que emergen en el desarrollo de la problemática observada. La praxis hermenéutica aparece como una opción que no se agota exclusivamente en su dimensión filosófica sino que trasciende a una propuesta metodológica en la cual la comprensión de la realidad social se asume bajo la metáfora de un texto, el cual es susceptible de ser interpretado mediante el empleo de caminos metodológicos con particularidades muy propias que la hacen distinta a otras alternativas de investigación.
En el proceso de investigación es de importancia la selección del escenario por cuanto, la decisión sobre el lugar donde se obtendrá la información también es necesaria, para reflexionar las formas de ingreso o accesibilidad. Un escenario apropiado, se plantea por ser accesible, es decir que es probable a través de negociaciones se pueda penetrar y obtener la información y porque las fuentes de información reúnen las condiciones que la investigación necesita.
A los efectos de la presente investigación el escenario seleccionado ha sido la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG), específicamente el Área de Odontología ubicada en San Juan de los Morros estado Guárico, institución cuyo origen data del 15 de agosto de 1974
Actualmente esta casa de estudios, ofrece a la región y al país diversas carreras universitarias, a saber: Ingeniería Agronómica de Producción Animal, Ingeniería Agronómica de Producción Vegetal, Medicina, Enfermería (Técnico Superior Universitario y Licenciatura), Radiodiagnóstico, Fisioterapia, Medicina Integral Comunitaria, Medicina Veterinaria, Odontología, Educación Integral, Educación mención Computación, Historia, Ingeniería Civil, Economía, Contaduría Pública, Administración Comercial, Comunicación Social, Ingeniería en Informática, Derecho, entre otras.
Además, ofrece postgrados, bajo los grados de Especializaciones, Maestrías y Doctorado, cursos de extensión, talleres culturales, Fundación Editorial U.R.G., Agrounerg (proyectos de producción, jardín botánico, vivero). La Unerg está siendo conducida actualmente a través de un equipo representado en los espacios de Rectorado, Vicerrectorado Académico, Vicerrectorado Administrativo y Secretaría, con una diversidad de dependencias que ejecutan funciones dirigidas al logro de las políticas y metas establecidas por la Universidad.
En el proceso de recolección de información, necesario en el abordaje la realidad investigada, el autor seleccionó el Área de Odontología de la cual seleccionó a tres informantes clave con función gerencial – administrativa.
Los informantes considerados en una investigación cualitativa se eligen porque cumplen ciertos requisitos que, en el mismo contexto educativo o en la misma población, no cumplen otros miembros del grupo o comunidad.
En efecto para ello, los sujetos informantes estuvieron conformados por tres (03) docentes del Área de Odontología, que cumplen funciones directivas y gerenciales en los diferentes programas de formación del área en cuestión.
Continuando la bitácora metodológica, se muestran lo que corresponde a la recolección de la información, siendo llevada a cabo la entrevista en profundidad. Al respecto, Martínez (2014), la define como «un encuentro en el cual el entrevistador intenta obtener información, opiniones o creencias de una o varias personas» (p.85). Por sus bondades y pertinencias con el paradigma de investigación seleccionado, en esta investigación se utilizó la entrevista en profundidad, a través de encuentros previamente establecidos con los informantes clave, donde se mantuvo un diálogo cara a cara, buscando expresiones de los entrevistados, entrevistas que fueron grabadas con el consentimiento de informantes.
En esta investigación, los instrumentos que se utilizaron para la recolección de la información, básicamente, se centraron en el uso de guía no estructurada de entrevista acompañada de cámara fotográfica, cuaderno de anotaciones y grabador. Sin embargo, la metodología cualitativa entiende el método y todo el arsenal de medios instrumentales como algo flexible, que se utiliza mientras resulta efectivo, pero que se cambia de acuerdo al dictamen, imprevisto, de la marcha de la investigación y de las circunstancias.
Para la interpretación de la información y de acuerdo a la naturaleza de la investigación realiza a la luz de la categorización, estructuración, y síntesis conceptual.
Hallazgos
La universidad hoy es asumida como el centro por excelencia para la producción del conocimiento y la formación profesional de los hombres y mujeres que demandará la construcción del proyecto de país; sin embargo, al ser centro de encuentros y desencuentros, la dialéctica que acontece en la misma muestra senderos dispersos en cuanto a uno de sus papeles fundamentales; la extensión universitaria, a través de la cual materializa la función social, ésta última andamio en el cual se sujeta y repiensa la gerencia proactiva en función de ser pertinente socialmente, dimensión fundamental en tiempos de postmodernidad donde el reclamo epistémico nos llama a la integración, cohesión y sentido de la participación en la agenda social y comunitaria.
Todo lo antes señalado, nos invita a reflexionar sobre valiosos aportes desde la esencia misma de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social; aquí una restricción; las intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad.
La pertinencia social de la universidad a partir de sus nexos con la comunidad constituye un destello en el que se generan y representan profundas contrariedades en la agenda universitaria, y que al interior y exterior de los procesos que se desarrollan sólo muestra desaliento y poca esperanza en los actores universitarios como figuras clave de la participación.
Hoy, se insta por una universidad cuya acción social sea pertinente con el entorno y con los proyectos y planes regionales y desde luego con el proyecto de país que intentamos construir, la universidad debe materializar la acción social a través de sus funciones primigenias que la identifican desde sus orígenes con la universidad napoléonica. Ya con la Reforma de Córdoba se exhortó al desarrollo y establecimiento de nexos con la realidad social, hoy continuamos desconectados del hecho social, aun cuando en la práctica la objetivación de la acción se traduce en la formación profesional como intento académico en función de las necesidades productivas del país.
La universidad actual para ser pertinente socialmente debe apoyarse en el desarrollo de acciones extensionistas que podrían ser materializadas por la asunción y el reconocimiento académico de actividades de extensión en la realidad comunitaria, pero ello, se gesta con la institucionalización de la acción cuando la gerencia logre demostrar que su praxis es más consciente que el lenguaje con que se intenta derivar y promover la acción con la invitación a sus actores.
En el lenguaje oculto se nos invita a reconocer que hoy miramos una universidad poco pertinente con la realidad social y sus necesidades esenciales, toda vez que más allá de la formación de profesionales en serie a nivel de pre y postgrado, no acontece otro aporte, y ello quizás radica en que emocionalmente vemos una universidad que gerencialmente su praxeología no asume como fundamental el valor del compromiso y la reciprocidad con el colectivo, enigma por reconceptualizar teóricamente.
En este destello se afirma que la universidad parece que entró en un nuevo trance donde se desarticuló la integración de las funciones primigenias de la universidad al tiempo que estas sólo operan de forma independientes y sin correlación de objetivos y propósitos más allá de la interpretación y concepción que cada actor académico le asigna en el acontecer universitario. Hoy, el docente universitario dejó de planificar acciones y actividades para el encuentro con la comunidad donde en compañía de sus estudiantes y otros actores de la realidad universitaria puedan lograr aportes a la realidad social; se interpreta que más allá de la motivación hacía, se muestra poco incentivo y ausencia de recursos con los cuales hacer y propiciar la extensión en la realidad social, lo cual coadyuva al distanciamiento de lo comunitario.
La corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la pertinencia social viene a constituir un destello con poca luminosidad en la panorámica que esperamos contemplar, hoy los vínculos y las alianzas se muestran inexistentes en el eje universidad – comunidad y pareciera que la planificación y organización de acciones que conlleven a lograr el accionar de la pertinencia social sólo representa un discurso posterior a la profunda reflexión en el acontecer permanente de la gerencia universitaria y su praxeología, hoy la práctica significante se concreta a perder fuerza en la materialización de actividades donde los actores académicos se inserten en la transformación del entorno con la producción de conocimiento científico y tecnológico y la consecuente transferencia de la misma a la comunidad para apreciar sus beneficios de cambio.
Conclusiones
La gerencia proactiva universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.
Constituye un reto para la gerencia universitaria visualizar que los planes de vinculación y relación con las comunidades pueden ser materializados si se concreta la participación de los actores académicos de la universidad y ello, se institucionaliza a través de alianzas estratégicas entre universidad y fuerzas vivas de la comunidad.
La universidad debe al interior de las conversaciones que animan su existencia, renovar el significado de las funciones primigenias que la representan: docencia, investigación y extensión, en un contexto más dinámico y adaptado al tiempo que reclama la participación y cohesión social en la agenda universitaria.
Urge, sensibilizar la comunidad universitaria en cuanto al desarrollo de proyectos centrados en atender los problemas más sentidos y las necesidades del entorno de la universidad en sintonía permanente.
Del mismo modo, el accionar de la gerencia proactiva universitariaestá llamada a impulsar la identidad institucional en un lenguaje y mensaje que sea común y reconocido por todos los actores académicos, donde se recoja y perciba la voz y pensamiento de todos los actores universitarios en el compromiso de ser responsables y pertinentes socialmente desde el quehacer de la universidad.
Del mismo modo, se debe valorar los aportes que puede realizar cualquier actor de la vida académica institucional, toda vez que en su imaginario reposan y se activan sueños e ilusiones que pueden traducirse en metas y hechos concretos si la disposición y el interés se suman a la concreción de la idea.
Finalmente, se asume que el servicio comunitario es un puente extensionista de aprendizaje – servicio que puede continuar siendo representación de un vínculo de la universidad con la comunidad al tiempo que constituye una posibilidad permanente de ser responsables y pertinentes socialmente desde la acción gerencial de la universidad.
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