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Tres virus afectan al pueblo venezolano: Covid-19, bloqueo criminal y dolarización cotidiana

Por: Jesús Chucho García

El cambio de los estilos de vida, la economia, la alimentacion, el trabajo, en fin, a partir del surgimiento del virus Covid 19 es una realidad inobjetable.

Mientras el virus sigue aumentando a nivel mundial, otro Virus se ha venido incubando desde el primero de enero del 2017, cuando Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos y comenzó a atacar a aquellos pueblos y Estados que no se sometieran a sus mandamientos.

A ocho meses de haberse inciado el Covid 19 en Estados Unidos, la administracion Trump en medio de su ignorancia o como digo algunas veces…ignorando su propia ignorancia, sin proponerselo hizo alianza con el Covid 19 para acabar con un alto procentaje de afroamericanos, latinos, migrantes y miles de pobres en ese pais.

La primera potencia mundial hoy tiene 4.802.491 infectados y han muertos 157.53, siendo los mas afectados los Estados del sur (Las dos Carolinas, Georgia, Lousiana (New Orleans), Alabama, Virginia Tennesse, Mississippi.) A esa situacion se suman casi dos millones de desempleados tirados a la calle como perros que se sumarán a más de cincuenta millones de sin hogares en ese país y lamentablemente seguirá en ascenso, así como la mayoría de sus aliados convertidos en el Cartel de Lima, tienen la más alta tasa de contagiado y muertos, tales como Ecuador (5877 muertos) , Peru (20,424 muertos) Brasil (100.001 muertos) y Colombia (11.939 muertos) quienes no recibieron apoyo de Trump, y hoy se han visto escenas terribles como en Ecuador, Peru, Brasil de deshumanización, quemando cadáveres en las calles odejando morir a la gente en las puertas de los hospitales, en parte es el costo político de dejarse llevar por un presidente que a perdió el sentido de la Realidad.

El Trump Virus o Trump2020, a ordenado al cuervo (Elliot Abrahams), agudizar el bloqueo contra Venezuela, unos de los países con un bajo porcentaje de contaminados y muerte por el Covid 19 (202 muertes) y a ello hay que sumarles los muertos debido a las medidas criminales de Trump contra el pueblo venezolano, la cuales son mas altas debido al bloqueo o virus Trump.

El pueblo venezolano ha resistido a esos dos virus, el primero iniciado en el 2017 y el Covid 19.

El capitalismo ha sido tocado en sus bases estructurales, se resienten las perdidas, las caídas en la bolsas de valores de ahí que ha recurrido al saqueo con nuevos inventos como el de Inglaterra de robarnos nuestras reservas en oro por estar en desacuerdo con el gobierno del presidente Maduro o simplemente por reconocer a un autonombrado presidente, Juan Guaído, detestado por los sectores de la misma oposición y hasta por algunos senadores y representantes del Congreso de los Estados Unidos por incapaz y ladrón. Trump, vía el autonombrado presidente, se apropio de nuestra empresa CITGO y otros millones de dolares que tenían el gobierno bolivariano en algunos bancos de ese país. La administración Trump y un sector de la Unión europea conforman la nueva piratería así como nuevas formas de intervención.

Mientras el pueblo venezolano resiste heroicamente antes los dos virus anteriores ahora, tenemos el tercero y es el fenomeno de la dolarización cotidiana. Ya el equipo de Mujeres del Movimiento Afrorevolucionario Juan Ramón,   expusierón los efectos perversos y hasta cierta permisividad del gobierno de que en casi todas la tiendas, abastos, y hasta los buhoneros y bachaqueros todo lo cobran en dolares y los salarios de obreros y profesionales oscilan entre entre 3 y diez dolares mensuales. Ese virus esta creciendo. Hay que atacarlo rapidamnete, ante el cual el gobierno debe sincerar esta situación, pues lamentablemente la aspiración de Chávez  de marchar hacia la igualdad socioeconomica  se está esfumando. Aún es tiempo, este tercer virus depende, en su solución, en gran parte del gobierno bolivariano. Ya las barreras de diferencias de clases en el mismo sector chavista bolivariano es repugnante. Es lo que el presidente Maduro llamó  en su primer discurso a la nacion la Boliburguesia.

Como dice el Movimiento Afrorevolucionario «pasar de la hipertrofia de la democracia participativa a crear la bases de un proceso revolucionario participativo, antimeprialista y antineoliberal. Venceremos los tres virus.

Fuente:  https://www.aporrea.org/tiburon/a293733.html

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Venezuela: Imperialistas ingleses asaltan Guayana | Luis Britto García

Imperialistas ingleses asaltan Guayana

Luis Britto García

Estrategia de  rapiña

La rapiña de los imperios sobre el Esequibo sigue un método clásico, aplicado en Haití y La Española por filibusteros franceses y más tarde en el despojo de más de la mitad del territorio de México por Estados Unidos: 1) Establecimiento  ilegal de enclaves 2) Infiltración sistemática de forajidos, marginales o colonos en el territorio ilegítimamente ocupado 3) Fuerza bruta militar y presión diplomática para dar visos de  legitimidad al despojo territorial.

Avanzada hacia el Orinoco

La Compañía Holandesa de las Indias Occidentales construye un fuerte en Kykover entre 1616 y 1621, e intenta expandirse por Berbice, Demerara y el río Esequibo, pero no pasa de las costas, pues por su escasa demografía  los Países Bajos en la misma Europa deben importar trabajadores para mantener sus productivas industrias y el Tratado de Munster fija en 1648 el río Esequibo como frontera occidental de la colonia holandesa (Goslinga 1983, 51-111).

Tal debilidad  es aprovechada por traficantes ingleses, que se infiltran en la misma zona al oeste del río Esequibo, poblándola con esclavos africanos. Les interesan plantaciones de café y caña de azúcar, los anima la secular codicia por la estratégica dominación de las bocas del Orinoco y el acceso a las legendarias riquezas de la Guayana venezolana. Interés tan perdurable, que ya en  1796 los ingleses controlan parte de los accesos al territorio Esequibo, y en 1797  se apoderan de Trinidad y Tobago, islas que dominan estratégicamente las bocas del Padre de las Aguas.

Los ingleses suplantan a los holandeses

Toda usurpación  busca consagración diplomática. Con la caída de Bonaparte en 1814, en el subsiguiente tratado Anglo Holandés, Holanda renuncia a los territorios ocupados por sus colonias de Demerara, Berbice y Esequibo al Este del río Esequibo, a favor de Inglaterra, autora principal de la derrota del Gran Corso. La extensión que Holanda cede a Inglaterra no pasa de  20.000 millas cuadradas: todas al Este del río Esequibo. El Congreso de Viena ratifica en 1815 esta asignación. Potencias europeas pretenden  legitimar  ambiciones sobre territorios situados a  distancias inconmensurables, sin consultar a sus habitantes.

Soberanía territorial de Venezuela en Guayana

A partir de nuestra Independencia, cuatro procesos históricos operan en la controversia sobre Guayana. El primero, la defensa de la integridad territorial de Venezuela. El segundo, la política de las potencias imperiales de apoderarse de los restos de la dominación española. El tercero, el empleo de instancias internacionales para legitimar despojos territoriales. El cuarto,  el uso de la Guayana como prenda o mercancía para consolidar relaciones entre potencias foráneas.

Refirámonos a la defensa limítrofe.  Al declarar su Independencia,  Venezuela reitera su soberanía sobre el territorio de Guayana, ya ocupado durante tres centurias por la dominación española que instituyó la Capitanía General de Venezuela. En la Constitución de 1811 aparecen como integrantes del territorio del cuerpo político las provincias que formaban dicha Capitanía. La Carta Magna de 1819 reitera que el territorio de la República es el mismo que el de la antigua Capitanía General, en los siguientes términos: “El territorio de la República de Venezuela se divide en diez Provincias, que son: Barcelona, Barinas, Caracas, Coro, Cumana, Guayana, Maracaibo, Margarita, Mérida, y Trujillo”. El territorio al occidente del Esequibo es reconocido como frontera de la dominación española desde el Tratado de Munster en  1648.  La Constitución de 1821, que rige la llamada Gran Colombia, en su artículo 5 dispone: “El territorio de la República de Colombia será el comprendido de los límites de la antigua capitanía general de Venezuela, el virreinato y capitanía general del Nuevo Reino de Granada”. Las restantes Constituciones reiteran la continuidad de los límites de la antigua Capitanía General de Venezuela.

Sobre la tradicional integridad territorial, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en Acuerdo de 15 de julio de 2015 dictaminó “que nunca podía,pudo o puede entenderse que era o es susceptible de ocupación legítima el área de tierras situadasal oeste del Río Esequibo, así como tampoco el mar que hace su frente,porque España jamás cedió título para ello y Venezuela nunca reconoció las ocupaciones que, por vías de hecho, el gobierno de la corona británica realizó y, por el contrario, protestó de manera enérgica y constante ante las autoridades británicas y en los foros internacionales (…). (Directiva del Tribunal Supremo de Justicia, 2015 http://www.tsj.gob.ve)

Bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes

Mientras, prosigue la arremetida de los imperios. Ya en 1821, la nueva República se ve obligada a protestar las continuas invasiones de colonos ingleses a territorio venezolano. Por instrucciones del Libertador, el Ministro venezolano en Londres, doctor José Rafael Revenga,  presenta  denuncia ante la corona británica: «Los colonos de Demerara y Berbice tienen usurpada una gran porción de tierra que según los últimos tratados entre España y Holanda nos pertenece del lado del río Esequibo. Es absolutamente indispensable  que dichos colonos o se pongan bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes, o se retiren a sus antiguas posesiones»(Weiss, 1896, 6). Las reclamaciones  son innumerables: la falta de respuesta, constante.

En 1824 José Manuel Hurtado, quien sustituye a Revenga, como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la Gran Colombia dirige una Memoria al gobierno del Reino Unido solicitando el reconocimiento de la Independencia, en la cual puntualiza una vez más que limitamos con el Esequibo: “Este bello y rico país se extiende por el mar del norte, desde el río Esequibo o confines de la provincia de Guayana hasta el río de las Culebras, que la separa de Guatemala” (Rojas, 1965, 6). El gobierno inglés no objeta ni refuta dicha demarcación, porque no tiene cómo hacerlo. La usurpación es su único argumento.

Autor: Luis Brito García

Fuente de la Información: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/imperialistas-ingleses-asaltan-guayana/

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Venezuela: Incrementan los índices de desnutrición y deserción escolar en comunidades indígenas de la Amazonía venezolana

Incrementan los índices de desnutrición y deserción escolar en comunidades indígenas de la Amazonía venezolana

@mlclisanchez

La encuesta de condiciones de vida del Observatorio de Derechos Humanos Indígenas de la asociación civil Kapé Kapé reveló que las comunidades indígenas de los estados Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas continúan con un acceso restringido a servicios básicos durante la pandemia por COVID-19. Concluyen que el Estado venezolano no tiene una estrategia para atender las necesidades de los pueblos indígenas durante la alarma sanitaria pese a que ya hay propuestas internacionales para ello.

En el estado Bolívar consultaron a las comunidades de Platanal y Charujaña, del municipio Sucre; en Amazonas a la comunidad de Platanillal en el municipio Atures y en Delta Amacuro consultaron las comunidades de Curiapo y Nabanasuka de municipio Manuel Renauld y en Tucupita, las comunidades del Jobo, San Juan, La Guardia y Los Cedros.

Las etnias encuestadas fueron las jivi, pemón, piapoco, yewkuana y warao.

Alimentación precaria

La ausencia o escasez de expendios de alimentos ocupó el primer lugar de ausencia en las comunidades consultadas en el estado Bolívar: el 40% de los indígenas encuestados aseguraron no tener acceso continuo a la alimentación. El pueblo warao debe viajar en canaletes y caminar largos trayectos para conseguir alimento.

En Delta Amacuro, el 25% de los miembros de las comunidades consultadas aseguró que sufren la misma ausencia de alimentos durante la cuarentena y el 14% de los consultados en Amazonas tampoco tienen tal acceso. La consecuencia es que los indígenas deben salir de sus etnias para conseguir comida, y en su mayoría deben trasladarse a pie, pues la ausencia del transporte público también es un problema que afecta en un 13% a las comunidades de Delta Amacuro y Bolívar, y un 42% de los indígenas encuestados en Amazonas.

El resultado de esto es que un 31% de los indígenas consultados en Amazonas presentan desnutrición, un 23% está en la misma condición en Delta Amacuro y en menos medida en Bolívar (17%).

Muy pocas comunidades indígenas pueden contar con las cajas de los comités locales de abastecimiento y producción (CLAP), aunque este beneficio se prometió incluso durante la pandemia por COVID-19, esto tomando en cuenta que el contenido no ofrece todos los beneficios nutricionales necesarios.

El servicio de agua potable es precario en un 42% en las comunidades encuestadas en el Amazonas, y lo son en un 13% de acuerdo con los indígenas consultados en Bolívar y Delta Amacuro.

La ausencia de agua es especialmente alarmante durante la pandemia por COVID-19 porque las principales medidas de prevención del contagio implican tener buen acceso a agua y saneamiento.

Desempleo

Organismos multilaterales han reiterado la importancia de que en medio de la pandemia los Estados ofrezcan seguridad social a quienes queden desempleados a causa de la paralización de las empresas en medio de la alarma sanitaria, sobre todo a aquellos que dependen del trabajo informal.

Muy pocas comunidades indígenas pueden contar con las cajas de los comités locales de abastecimiento y producción (CLAP), aunque este beneficio se prometió incluso durante la pandemia por COVID-19, esto tomando en cuenta que el contenido no ofrece todos los beneficios nutricionales necesarios.

El servicio de agua potable es precario en un 42% en las comunidades encuestadas en el Amazonas, y lo son en un 13% de acuerdo con los indígenas consultados en Bolívar y Delta Amacuro.

La ausencia de agua es especialmente alarmante durante la pandemia por COVID-19 porque las principales medidas de prevención del contagio implican tener buen acceso a agua y saneamiento.

Desempleo

Organismos multilaterales han reiterado la importancia de que en medio de la pandemia los Estados ofrezcan seguridad social a quienes queden desempleados a causa de la paralización de las empresas en medio de la alarma sanitaria, sobre todo a aquellos que dependen del trabajo informal.

De los indígenas que sí trabajan en Bolívar, solo el 7% percibe más de 10 salarios y podría estar vinculado a la minería, aun así, esto no es suficiente para costear la canasta básica alimentaria.

“El 7% del estado Bolívar que señaló tener en ingreso promedio más de 10 salarios mínimos, aún está muy lejos de tener acceso como derecho humano a la alimentación”, señaló el documento.

El 77% de los indígenas que trabajan en el estado Bolívar reciben salario mínimo mensual (800 mil bolívares) que es insuficiente para cubrir las necesidades básicas. En Amazonas el 100% de los indígenas que trabajan dependen de un salario mínimo en medio de la hiperinflación.

En Delta Amacuro las comunidades encuestadas perciben mejores ingresos, solo el 60% de los encuestados depende del salario mínimo y el otro 40% dice percibir más de 2 salarios mínimos, cifra que continúa siendo precaria.

“Esta condición en el ingreso de las familias es absolutamente alarmante, teniendo en cuenta como ha sido expuesto en este informe, que el salario mínimo actual en Venezuela vigente a partir del 1 de mayo del presente año es de 800 mil bolívares mensuales, ingreso que como ha sido establecido es insuficiente para cubrir las necesidades básicas alimentarias”, versó.

Más de la mitad de los indígenas que tienen empleo deben salir del pueblo para ir a trabajar (Bolívar 60%), (Amazonas 58%) y (Delta Amacuro 53%), el traslado dura al menos dos horas en promedio.

Educación a distancia inviable

La organización denuncia que durante la pandemia no haya una política pública que funja como estrategia para evitar el atraso escolar de niños, niñas, adolescentes y sus maestros tomando en cuenta que en el contexto indígena la educación a distancia es inviable, lo que provocará mayor deserción escolar.

El 37% de las personas encuestadas en el estado Bolívar tienen un grado de instrucción básico incompleto, en el Amazonas, el 54% de los indígenas encuestados informaron tener un grado de instrucción primario incompleto, en Delta Amacuro, este porcentaje es más alto, del 78%.

El 65% de la población indígena encuestada del estado Bolívar manifestó no asistir a la escuela nunca o que no regresará luego de la pandemia. Hasta ahora la entidad tiene el porcentaje de deserción escolar indígena más alto en las comunidades encuestadas, en comparación con Amazonas (52%) y Delta Amacuro (54%).

Sin embargo, la mayoría (85%) de niños, niñas y adolescentes manifestó que sí sabe al menos leer y escribir, el grado de alfabetización de las comunidades consultadas en otros estados de la región es mayor, el 78% de los menores de edad en Delta Amacuro, y el 67% en Amazonas.

El 75% de los indígenas encuestados en Bolívar señalaron no haber ido nunca a la escuela por la necesidad de trabajar para vivir y la imposibilidad de costear los estudios. Así lo aseguraron también el 66% de los encuestados en Delta Amacuro y el 26% en Amazonas, aunque en este estado, al menos el 42% de los indígenas manifestó que no pueden estudiar por falta de documentación.

Los resultados de la encuesta arrojaron que al menos el 78% de los indígenas que dejaron de asistir a la escuela en Bolívar manifestaron que no retomarían sus estudios, en Delta Amacuro (70%) y Amazonas (45%), los porcentajes son menores.

Los niños y adolescentes que continúan yendo a la escuela -fuera del contexto de la pandemia- se desplazan en su mayoría a pie, todos coincidieron en que el tiempo de recorrido es de mínimo media hora.

En Bolívar, el 41% de los estudiantes indígenas se moviliza en transporte público, y el 42% a pie.

“Desde el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas en su misión de difundir y visibilizar la realidad de las comunidades indígenas del sur del país, esperamos que este informe constituya un aporte importante en el ejercicio de la defensa de los derechos humanos, en un país donde la pandemia se ha convertido en un problema más en la difícil cotidianidad de los venezolanos”, concluyó el documento.

Fuente de la Información: http://www.correodelcaroni.com/ciudad/region/6446-incrementan-los-indices-de-desnutricion-y-desercion-escolar-en-comunidades-indigenas-de-la-amazonia-venezolana

 

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Venezuela: Crisis ambiental impacta en los pueblos originarios

La crisis ambiental global ha causado un impacto negativo en los pueblos indígenas vulnerando así sus modos de vidas, haciendo énfasis en tres aspectos fundamentales como alimentación, salud y los asentamientos comunitarios.

A pesar de la reducción en la circulación de las personas y otras muchas restricciones a raíz de la COVID-19 que han disminuido el impacto ambiental del llamado desarrollo; la avasallante crisis ambiental global, origen último de la pandemia, sigue profundizándose y afectándonos a todos, incluyendo a los pueblos originarios que han visto su realidad cotidiana trastocada.

Ese fue el tema que durante el programa “Pueblo, Ciencia y Patria” que transmite Radio Nacional de Venezuela, abordó Noemí Chacón, investigadora del Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Para la investigadora la crisis ambiental global es producto del modelo de producción y consumo en el que la sociedad occidental está inmersa y que ha considerado muy poco el conocimiento de otras culturas, como las culturas indígenas y su relación con la naturaleza, de la que se consideran parte.

La crisis ambiental global ha causado un impacto negativo en los pueblos indígenas vulnerando así sus modos de vidas, haciendo énfasis en tres aspectos fundamentales como alimentación, salud y los asentamientos comunitarios.

“Los eventos extremos de sequía y lluvia derivados del cambio climático alteran o interrumpen la actividad agrícola de los pueblos indígenas, tomando en cuenta que su agricultura está íntimamente sincronizada con las variaciones estacionales anuales del ciclo hidrológico. Por lo tanto, sequías extremas, como las que se han experimentado en la cuenca del Amazonas en las últimas dos décadas, han incidido negativamente en su calendario agrícola, provocando el desplazamiento de los períodos de tumba, siembra y cosecha”.

Explicó la investigadora que esa acción inside en las actividades de caza y pesca, por lo que se podría decir que el sistema alimentario de los pobladores del bosque amazónico se ha visto impactado por la crisis ambiental global.

Sin embargo, “debemos indicar que los pobladores indígenas son portadores de conocimientos ecológicos milenarios, altamente especializados que les han permitido adaptarse a los cambios ambientales. Es así como han desarrollado técnicas para cultivar especies resistentes a las sequías en sus conucos, como es el caso del cultivo del arroz de secano en los E ñepá que habitan en el extremo oeste del estado Bolívar. Este tipo de alimento no desplaza los cultivos tradicionales ni otros alimentos propios de su dieta, sino que los complementa, permitiendoles hacerle frente a situaciones no óptimas”.

En cuanto a la salud, la crisis ambiental global también ha conducido a un incremento en el brote de enfermedades como la malaria y la leishmaniasis, que si bien existen desde hace muchos años en la región amazónica, actividades como la deforestación, eventos extremos de inundación y sequía y olas de calor han alterado las dinámicas naturales de estas enfermedades.

Asi mismo, los asentamientos comunitarios se han visto afectados por la deforestación con fines de cambios en el uso de la tierra, lo que ha provocado el desplazamiento de comunidades indígenas que se ven imposibilitadas de seguir haciendo uso sustentable de los recursos del bosque para cubrir sus necesidades alimentarias.

Con respecto a cómo el coronavirus puede afectar a los pueblos originarios, la doctora Noemí Chacón destacó que una manera viable que estas poblaciones puedan sobrellevar la pandemia es que se puedan mantener confinadas en sus comunidades, pero eso ha sido casi imposible en algunas poblaciones del país, particularmente las que se encuentran en estados fronterizos que tienen contacto con indígenas y no indígenas que se desplazan regularmente por sitios no resguardados de las fronteras.

“En Brasil, hay una importante población de indígenas Warao que migraron de Venezuela como consecuencia de una compleja red de factores aún no bien dilucidados, que se encuentran en centros llamados abrigos. Allí están altamente expuestos a la pandemia, de hecho se conoce ya de decesos de Warao en esa situación de abrigo a consecuencia de la COVID-19”.

Sí las comunidades indígenas se pueden mantener resguardadas sin contacto foráneo, podrían afrontar mejor la pandemia, tomando en cuenta que estas poblaciones son soberanas en su alimentación, ellos cultivan, preservan y comparten su semilla y no requieren de agroquímicos para mantener su producción. Adicionalmente, tienen su propia medicina y sus sabios, por lo que no tienen que exponerse en centros de atención médica para atender las enfermedades propias de su cultura. El reto está en cómo evitar contactos no deseados ni controlados por ellos mismos.

Fuente: http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:231989/Crisis-ambiental-impacta-en-los-pueblos-originarios

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Venezuela: Ah! Covid, pícaro vagaMundo…

Ah! Covid, pícaro vagaMundo…

Dr Límber Salazar

¿Qué número en verdad tú eres? ¿Por qué te cifraron 19? ¿Acaso por el año, por el siglo, por las veces en que has reaparecido con esa intermitencia de tiburón hambriento que da pánico respiratorio? ¿O tal vez por algún guarismo clavado, código genético de alguna venganza milenaria cobrando tal vez en vano la ingénita desobediencia humana?

Seas lo que seas, o lo que fuiste o lo que serás, por aquello de que lo que fue será, o por lo otro, que no hay nada nuevo bajo el Sol, te voy a conjurar. Ya te vi de cerca con la meticulosidad de un microbiólogo, o la tenacidad de un empedernido enamorado de la vida. Entraste en mi humanidad como lancha cochera porque me viste sustancioso, pero que va, sin esperarte específicamente, estaba prevenido. Contra tu deletéreo oficio o el de tus congéneres, me he fajado y no en vano, muchas veces. Estoy donde siempre he querido estar: en la delicada y sensitiva puerta de entrada al paraíso, o al valle de lágrimas, según la opinión de quien lo mira, o lo que es lo mismo: en la entrada al mundo, o en la salida del otro, por la misma razón.

Pero volviendo a ti, letal polizonte que viajas en la palabra desprevenida de inocentes seres, digo que ya vi el velo con que cubres las dos antenas que brotan de tus celestes ojitos, ineludibles, certeros y enloquecedores como la coronoflecha de Cupido. No le niego a la vida su necesario desenlace, pero todo a su debido tiempo. ¿Cuál es? Debemos descubrirlo y para eso, es necesaria la tranquilidad del espíritu, o al menos el silencio del alma.

Por cierto bichito, también vi lo que ocurre cuando te guareces en el corazón de una abatida criatura. ¿Por qué te aprovechas de esos deprimidos seres indefensos que requieren mucho cariño? ¿Acaso te da lástima su desamparo y las ayudas a traspasar la barrera de sus tormentos, a vencer la inercia, la parálisis, el miedo a lo desconocido?

¿Pero aún no me has dicho de dónde vienes? ¿Quiénes fueron tus progenitores, tus dioses creadores, la fatídica y maligna condición demiúrgica de tu existencia? ¿Al servicio de quiénes usas tu guadaña? ¿Qué no te gustó de nuestro quehacer humano, cultural? ¿Qué te propones, qué quieres, a ver si negociamos?

En lo que a mí respecta, si es que pudieras trascender tu ácida esencia de núcleo embravecido, aceptarme una enmienda. Yo que tengo conciencia de mi ayer remoto, te prometo completar mi plana de la siguiente manera: aprenderé a cultivar mis alimentos sanos, plantas aromáticas y medicinales, comer frutas frescas del huerto y a transformarlas en exquisitos postres e inocuos y fragantes vinos para toda la familia y visitas casuales; pero además, muy importante, purificar las aguas para nuestro consumo y el entorno para el disfrute de todo ser viviente. Cuidaré también todo lo que de mi boca salga, que aún libre de ti, bichito feo, pudiera a veces herir a mis seres queridos, incluidos mis vecinos. Sé lo difícil que es cumplir con mi promesa, pero si este fuera el precio para una vida sana, vale la pena ponerle un parado a mis desastres.

Te lo prometo Señor. Con todo mi agradecimiento a los ochenta y tantos de mi plácida existencia aquí en La Tierra.

TA y SS: Limber.

Fuente de la Información: Otras Voces en Educación

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Ecología de los Saberes para la Democracia Cognitiva, Participativa y Protagónica

La Interacción Socioeducativa como práctica para Civilizar la Ciencia y Cientifizar la Ciudadanía.

Oswaldo Espinoza

La Democracia del Siglo XXI, exige una educación del siglo XXI con escuelas y universidades del nuevo milenio, por esta razón en el marco del proceso Bolivariano en Venezuela se ha impulsado la transformación de las relaciones entre las instituciones educativas y la sociedad de la que forman parte, es así como surgen las políticas vinculadas con la triada Escuela – familia – comunidad en el proyecto educativo nacional de educación básica y media y el Proyecto Socio-comunitario, socio-integrador o socieducativo en las universidades nacionales nacidas en el marco del proceso político Revolucionario.

Para la Universidad Bolivariana de Venezuela esta práctica se designa originalmente como Interacción Socioeducativa, el cual en opinión del autor resulta el término adecuado en comparación con el que se asume ahora dentro de la institución: Integración Socioeducativa; la razón es muy sencilla y es que si bien la interacción con las comunidades debería procurarse armoniosa y buscar la integración, la comunidad no es el único actor de la sociedad con las que la institución educativa deberá interactuar en su transformación de torres de marfil e islas académicas en sujetos plenos del proceso de desarrollo y construcción del proyecto de país consagrado en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela; de hecho con algunos de estos actores la interacción puede ser de necesaria confrontación y denuncia, como por ejemplo con grandes corporaciones que atenten contra la salud de la humanidad o la naturaleza producto de sus prácticas industriales.

Más allá del asunto de la designación de esta práctica socioeducativa, la misma se ha convertido en una forma ciertamente revolucionaria de estrechar los vínculos entre las instituciones educativas, sus estudiantes y docentes con la realidad de sus comunidades de origen para la solución participativa de las problemáticas locales, el aprovechamiento sustentable de sus potencialidades y la producción de conocimiento pertinente y creíble, en tanto contextualizado en la realidad y legitimado por la participación ciudadana. No obstante, las aseveraciones expresadas en estas últimas líneas sufren los embates de dos formas de producción de no existencia de la razón metonímica, de acuerdo a la definición de las Sociologías de las Ausencias realizada por el Boaventura de Souza en el Milenio Huérfano, estas formas son la monocultura del saber y de las clasificaciones sociales, de las cuales la sociedad venezolana, y especialmente los actores académicos no pueden o no quieren desprenderse, reproduciendo dichas lógicas consciente o inconscientemente.

De esta forma, por una parte las escuelas y universidades siguen asumiendose como centros de saber y guardianes del conocimiento único y verdadero produciendo en consecuencia la no existencia de las comunidades como ignorantes e inferiores; esto se evidencia cuando o bien se asume a la comunidad como simple objeto de estudio y fuente de información (riesgo academicista) y por lo tanto necesitada de la iluminación científica, o bien como víctimas incapaces (riesgo asistencialista) necesitada de las soluciones que solo el estado y las instituciones educativas pueden brindar. Ante estos riesgos la comunidad termina no teniendo una participación real, por cuanto no es reconocida como un actor cognoscente, completamente capaz de poseer y producir conocimiento  válido y legítimo a partir de su vivencia, de su experiencia y contacto permanente con su propia realidad; la consecuencia es que se imposibilita un diálogo real de saberes perdiéndose la oportunidad de enriquecimiento mutuo.

Si bien los riesgos citados han provocado sus efectos negativos en la interacción socioeducativa la experiencia en líneas generales ha permitido abrir los canales de diálogo y comunicación, sobre todo para la atención de la realidad comunitaria relacionada con sus problemas locales, sin embargo  se hace necesario profundizar la interacción para la producción de conocimientos en el espíritu de lo expresado por Vaz Moniz (2005) de civilizar la ciencia y cientifizar la ciudadanía; para ello resulta imprescindible en primer lugar el reconocimiento de las comunidades como entidades cognoscentes, al tiempo que las instituciones educativas reconozcan sus propias ignorancias e incluso pongan en duda algunas de sus certezas heredadas del positivismo dominante; también es fundamental para las instituciones educativas dejar de asumirse como actores separados e independientes de la realidad y menos aún como centros de la sociedad, siendo esto último un  error del propio estado nacional que afirma que la escuela es el centro del quehacer comunitario.

Otro aspecto al que se le ha prestado relativamente poca atención tiene que ver con la sustentación y construcción teórica del enfoque de la Interacción Socieducativa, razón por la cual quien escribe ha dedicado hasta ahora dos trabajos de investigación sobre el tema: La Interacción Socioeducativa, una relectura de las relaciones Universidad – Comunidad (2008), y Aportes Teóricos para los procesos de Interacción Socioeducativa Universidad – Comunidad (2013); en este sentido los aportes del trabajo: Ciudadanía, Conocimiento, Ciencia y Educación CTS, Rumbo a Nuevas Dimensiones Epistemológicas (Moniz, 2005), resultará de utilidad para el nuevo proyecto de trabajo de investigación: La Interacción Socioeducativa como Ecología de los Saberes para la Universidad del Siglo XXI.

Volviendo sobre la Interacción Socioeducativa como práctica histórica del proceso bolivariano, es pertinente preguntarnos ¿qué se hace y que es necesario implementar a partir de las lecturas del trabajo de Moniz?; en primer lugar esta experiencia ya vincula a todos los estudiantes de las universidades experimentales y las nacidas en revolución con sus realidades locales a través de Proyecto Socioeducativo a lo largo de todo su proceso formativo, un trabajo que se realiza en, para y sobre todo con la comunidad (aunque este aspecto se ve afectado por los riesgos citados en párrafos anteriores); en este misma dirección los trabajos de investigación de grado surgen de la experiencia de proyecto, evitando de esta forma la fobia TMT (Todo menos tesis) y la perversa práctica de las tesis por encargo; de esta forma se contribuye a la solución de problemas reales comunitarios al tiempo que se promueve la investigación directamente en el entorno social.

Lo expuesto en el párrafo anterior sin lugar a dudas que constituye un logro en el camino correcto, no obstante atendiendo los desafíos de civilizar la ciencia y cientifizar la ciudadanía es necesario profundizar la participación ciudadana y comunitaria, en la toma de decisiones sobre el proceso investigativo y evitar caer en imposiciones incoherentes con el proyecto nacional, como por ejemplo cuando se trató de establecer como orden vertical que todos los proyectos, del Programa de Formación de Grado en Comunicación Social de la UBV, fueran sobre medios de comunicación alternativos sin tomar en cuenta las diversas realidades con las se pudieran encontrar los investigadores en nuestro amplio territorio y nuestra multicultural sociedad. Participar en las decisiones de política académica y de investigación va desde la definición participativa del diseño de líneas de investigación hasta la decisión de cambiar el título o un objetivo en el informe del trabajo final de grado; es decir,  se trata de asumir a la comunidad como Co-investigadora con todas sus implicaciones.

Por otro lado resulta imprescindible reforzar el papel de la comunidad como contralora de la acción política del estado y sus instituciones incluyendo a las universidades con sus “expertos y especialistas”, no solo como una función de vigilancia sino también como acompañamiento calificado, tanto desde el conocer del entorno y su realidad, como desde sus conocimientos y saberes científicos o ancestrales de los que los académicos podemos (y debemos) aprender mucho.

Finalmente es cierto que la participación ciudadana y comunitaria en los proyectos técnicos e investigaciones científicas puede tener sus límites producto de toda una tradición pública centrada históricamente en el asistencialismo y paternalismo de estado que desestimula la participación en los procesos, e incluso en una cultura consumista e individualista heredada del capitalismo y la transculturación que no permiten a la ciudadanía identificar problemas reales y graves, ocultos tras necesidades creadas convertidas en prioridad producto de la colonialidad; en todo caso es allí donde debe intervenir el proceso de cientifizar la ciudadanía, reconociendo y certificando sus conocimientos y saberes, acompañándolos en los procesos de sistematización y tecnificación sustentables de sus experiencias y conocimientos, a la par de brindar las oportunidades para adquirir o crear juntos nuevos conocimientos en el marco de una Ecología de los Saberes.

Referencias:

Castillo-Cubillos, Mónica. El papel de la participación ciudadana en las políticas públicas, bajo el actual escenario de la gobernanza: reflexiones teóricas. CS [online]. 2017, n.23, pp.157-180. ISSN 2011-0324. Disponível em: http://dx.doi.org/10.18046/recs.i23.2281

Vaz Moniz dos Santos, Maria Eduarda. Cidadania, conhecimento, ciência e educação CTS: Rumo a «novas» dimensões epistemológicas. Revista Iberoamericana de Ciencia, tecnología y sociedad, Ciudad Autónoma de Buenos Aires , v. 2, n. 6, p. 137-157, dic. 2005.

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Venezuela: Sindicato de Maestros: 5 de cada 10 educadores no podrá iniciar clases a distancia

La dirigente sindical de los maestros en Caracas asegura que no hay un plan para el inicio del nuevo Año Escolar 2020-2021 y refirió que, según los datos manejados por su organización, en el periodo escolar anterior solo 30% de los estudiantes de escuelas del país pudieron cumplir con la carga académica y los parámetros de la educación a distancia

La secretaria de reclamos del Sindicato de Maestros, Griselda Sánchez, reportó que 5 de cada 10 maestros de escuelas nacionales en el país no cuentan con computadores o equipos telefónicos para entablar el encuentro a distancia con sus alumnos en este nuevo Año Escolar 2020-2021, que empezará el 16 de septiembre “con o sin pandemia”, tal como declaró recientemente el dirigente de la cartera de Educación, Aristóbulo Istúriz.

La dirigente sindical en Caracas y vocera del sector educativo para la Unidad refirió que, según los datos manejados por su organización y el gremio docente, en el periodo escolar anterior, cuyos últimos 4 meses se ejecutaron en medio de la cuarentena por la llegada del nuevo COVID-19 a Venezuela, solo 30% de los estudiantes de escuelas del país pudieron cumplir con la carga académica y los parámetros de la educación a distancia.

“De manera irresponsable hemos visto cómo se han promovido a tantos jóvenes de un grado a otro sin haber alcanzado las competencias mínimas… Tenemos casos puntuales de escuelas consultadas donde hemos podido ver que había profesores que no estaban enviando las actividades y, sin embargo, se les colocó la nota a los estudiantes con mucha irresponsabilidad”, destacó Sánchez.

La vocera del gremio docente refirió que las limitaciones no solo son de los educadores, que con sueldos que no superan los cuatro dólares calculados al monto paralelo no pueden acceder a tecnologías, sino que abarcan también a los estudiantes en toda Venezuela que luchan contra las carencias económicas, la falta de equipos y la ausencia de servicios públicos para entregar asignaciones y mantener un proceso educativo autodidáctico en gran medida.

Los datos expuestosa por Sánchez en entrevista telefónica con El Pitazo concuerda lo dicho por la Federación Venezolana de Maestros y sus 27 sindicatos afiliados, quienes en un comunicado conjunto tras terminar el Año Escolar 2019-20202, indicaron que programas como el de clases por TV no funcionaron, por la improvisación con que fueron elaborados.

“La modalidad de educación a distancia online, decretada por el actual Gobierno, fracasó, porque en el país no existen las condiciones idóneas para el desarrollo de este programa. Venezuela cuenta con el peor internet de América Latina; la gran mayoría de docentes y estudiantes no cuentan con recursos tecnológicos, como laptop, computadoras, teléfonos inteligentes para el desarrollo y evaluación de los contenidos programáticos y, además, es un hecho público y notorio que hay estados del país que pasan entre ocho y doce horas sin servicio eléctrico”, se desprende del documento.

Desde el Sindicato de Maestros aseguran que hasta el momento no hay ningún plan que se haya dado a los docentes para el inicio del nuevo Año Escolar. Sánchez insiste en que el Magisterio venezolano mantiene su exigencia de ajustes presupuestarios para capacitar tecnológicamente a las instituciones y sueldos equivalentes a los 600 dólares para mejorar las condiciones de los docentes y en concreto de todo el sector educativo.

Fuente: https://elpitazo.net/gran-caracas/griselda-sanchez-cinco-de-cada-diez-maestros-no-pueden-iniciar-ano-escolar-a-distancia/

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