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ONU: aprueba Foro Permanente Afrodescendiente

Por: ARAAC

Ahora tenemos una ardua tarea colectiva de asegurar que el Foro Permanente nazca haciendo honor a su tradición, que sea real y efectivamente un cónclave que reúna la diversidad de voces que configuran la enorme muchedumbre de pueblos Africanos y Afrodescendientes del mundo.

El pasado 2 de agosto, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó, por consenso, la creación de un Foro Permanente de Afrodescendientes, en tanto mecanismo consultivo y órgano asesor dedicado a mejorar la calidad de vida y los medios de subsistencia de esta comunidad, como también contribuir a su inclusión política, económica y social en condiciones de igualdad.

La resolución confirma el compromiso de la Asamblea General con el respeto a la dignidad humana y la igualdad de las víctimas de la esclavitud, la trata de esclavos y el colonialismo, en particular de los afrodescendientes en la diáspora africana.

La Asamblea indicó también que el Foro deberá valorar una posible declaración de la ONU sobre la promoción, la protección y el respeto pleno de los derechos de los afrodescendientes, además de identificar las mejores prácticas, e iniciativas para abordar las cuestiones relacionadas con los mismos.

También, supervisará los avances en la implementación del programa de actividades del Decenio Internacional de los Afrodescendientes y promoverá un mayor conocimiento y respeto de la diversidad, herencia y cultura de estas personas.

A continuación, reproducimos la Declaración de la Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe respecto a la creación de este Foro. 

(ALAI).

Declaración de ARAAC

Como activistas e intelectuales Afrodescendientes de las Américas y el Caribe, damos la bienvenida a la aprobación de un Foro Permanente Afrodescendiente en la Organización de Naciones Unidas (FMA). El FMA ha sido una demanda colocada desde el inicio mismo de la ONU cuando el eminente intelectual-activista W.E.B. Du Bois, como portavoz de la Asociación Nacional por el Avance de los Pueblos de Color (National Association for the Advancement of Color Peoples-NAACP), intentó (con poco éxito) que los problemas entrelazados del colonialismo y el racismo, estuvieran en la agenda central de la conferencia fundacional de la ONU celebrada en 1945 en la ciudad de San Francisco.

En una línea similar, en aras de la justicia y la liberación para los pueblos Afroamericanos, el destacado líder e intelectual Malcolm X, como cabeza de la Organización para la Unidad Africano-Americana (Organization for African America Unity-OAAU), compareció ante la ONU en 1964, demandando un debate sobre el racismo como una violación a los derechos humanos, como también representación en dicho organismo mundial. Continuando esta tradición, los movimientos sociales afrodescendientes, con apoyo de voceros múltiples (gubernamentales, intelectuales, organizaciones sociales y comunitarias) de la comunidad internacional, en la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo y formas conexas de Discriminación, celebrada en Durban, Sudáfrica en el 2001, abogaron por un camino democrático antirracista. Desde la declaración del Año Internacional de las/los Afrodescendientes (2011), demandaron continuar con el Decenio Internacional Afrodescendiente (2015-2025) y con el Foro Permanente Afrodescendiente como una estrella del norte para asegurar que, a través de nuestra representación y de la creación de un espacio de deliberación y planificación, se impulse la implementación de las metas de reconocimiento, justicia y desarrollo que sirven de lema al Decenio.

En todo este historial, las comunidades y los movimientos sociales han sido las fuerzas vivas que han impulsado estos objetivos organizativos como medios para el empoderamiento colectivo, la justicia y la democracia, en fin para la descolonización y liberación en contra del entramado de opresiones (raciales, de clase, de género y sexualidad, etc.), que hemos sufrido por más de 500 años a partir de la conquista/colonización, la trata esclavista trans-Atlántica y el racismo sistémico/estructural, que permanece hasta hoy día, como legado vivo de la esclavitud y el imperialismo blanco. Tocando ese tambor, en la Declaración y Plan de Acción de Durban se reconoce la esclavitud como “crimen de lesa humanidad” y, por ende, el racismo estructural que persiste como su secuela, como una causa mayor para lograr un contrato social de justicia, democracia, equidad y libertad en el orden planetario. Con esos fines, planteamos la justicia reparativa como principio ético-político y aprobamos la creación y adopción de políticas públicas de Afro-reparaciones como necesarias para forjar un mundo más justo, democrático y equitativo.

En este orden, entendemos el Foro Permanente Afrodescendiente como un espacio de suma importancia para impulsar estas transformaciones necesarias. En nuestra conferencia fundacional como Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe (ARAAC), celebrada en Caracas, Venezuela, en junio 2011, a propósito del Año Internacional de las/los Afrodescendientes, afirmamos nuestra voluntad de gestionar a favor del Foro Permanente Afrodescendiente.

Ahora tenemos una ardua tarea colectiva de asegurar que el Foro Permanente nazca haciendo honor a su tradición, que sea real y efectivamente un cónclave que reúna la diversidad de voces que configuran la enorme muchedumbre de pueblos Africanos y Afrodescendientes del mundo. Tenemos un buen ejemplo en el Foro Permanente de los Pueblos Indígenas, en el cual están representados no sólo los estados, pero donde los protagonistas principales son las comunidades y los movimientos sociales que representan las mayorías. A juzgar por el ejemplo del Decenio Afrodescendiente, en el cual ha habido carencia de representación de las comunidades de base y los movimientos sociales, y donde no han sido muchos los logros concretos que hemos obtenido como pueblos, consideramos absolutamente necesario que el Foro Permanente se constituya a partir de un proceso profundamente democrático, a través de procedimientos inclusivos que promuevan la representación múltiple, asegurando que las aspiraciones y necesidades de las mayorías Afrodescendientes sean consideradas para así elaborar una agenda que atienda los intereses y problemas de aquellas que Du Bois denominó “los pueblos negros del mundo”. En este espíritu, declaramos nuestro entusiasmo, nuestras preocupaciones, y nuestra voluntad de participar activamente en este prometedor proceso de construcción colectiva.

Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe

araac.afrodescendientes@gmail.com

Fuente de la información e imagen:  https://www.alainet.org/es/articulo/213415
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Cepal advierte sobre deterioro del medio ambiente en la región

América Latina/13-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv

Bárcena alertó que el presupuesto destinado a la gestión medioambiental cayó en un 35 por ciento en el último año.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, alertó este miércoles sobre el deterioro medioambiental en la región, fundamentalmente de las superficies boscosas y la necesidad de políticas más eficaces para la protección de este.

El último informe publicado por la Cepal señala que la región alberga 23 por ciento de la superficie boscosa mundial y advierte que entre 1990 y 2020, la proporción de cobertura boscosa disminuyó sistemáticamente desde un 53 a un 46 por ciento de dicho territorio.

Asimismo, el documento puntualiza que a inicios de la década de los 90 el área boscosa de la región alcanzaba unos 1.070 millones de hectáreas, para 2010 se había reducido hasta 960 millones y al 2020 disminuyó hasta 932, lo cual implica una pérdida de 138 millones de hectáreas.

Causas como nuevos usos de la tierra para agricultura, silvicultura y ganadería; y en menor medida, la expansión de las ciudades, así como la construcción de carreteras asociadas a actividades económicas variadas, incidieron en la disminución de la superficie cubierta por bosque natural en 150 millones de hectáreas, lo cual representó una reducción del siete por ciento en la cobertura forestal.

Esta tendencia se sostiene debido a descensos crecientes en los últimos 30 años de grandes países boscosos como Brasil, que alberga el 53.3 por ciento de los bosques de toda la región, y ha perdido 92.3 millones de hectáreas, al punto de convertirse por primera vez, la Amazonía en un emisor neto de gases de efecto invernadero.

Bárcena también alertó sobre la caída de los presupuestos destinados a la protección ambiental, con una caída del 35 por ciento en 2020 respecto a 2019; y apenas un 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto de los países destinados a solventar este problema.

“De los 14.6 billones destinados por las 50 economías más grandes del mundo a la recuperación verde en 2020, solo el 2.5 por ciento se emplearon realmente en función de materializar dicha recuperación”, detalló Bárcena.

Añadió también la necesidad de “hacer valer los preceptos del Acuerdo de Escazú, mecanismo implementado en la región para proteger a los defensores del medio ambiente y avanzar en la información y acceso a la justicia ambiental”, concluyó.

Según el último informe de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020, el área total de bosques en el mundo es de 4.060 millones de hectáreas, correspondientes al 31 por ciento de la superficie total de la tierra. Más de la mitad se concentra en solo cinco países, siendo Brasil el segundo que más bosques alberga.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/cepal-advierte-deterioro-medio-ambiente-region-20210811-0029.html

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América Latina y el Caribe: En medio de la crisis del COVID-19, América Latina y el Caribe recibió en 2020 el monto más bajo de inversión extranjera directa de la última década

En medio de la crisis del COVID-19, América Latina y el Caribe recibió en 2020 el monto más bajo de inversión extranjera directa de la última década

En un nuevo informe, la CEPAL llama a los países de la región a canalizar los flujos de IED -que en 2021 permanecerían estables- hacia actividades generadoras de mayor productividad, innovación y tecnología.

5 DE AGOSTO DE 2021|COMUNICADO DE PRENSA

En un contexto de grave crisis sanitaria, económica y social generada por la pandemia del COVID-19, América Latina y el Caribe recibió 105.480 millones de dólares por concepto de inversión extranjera directa en 2020, 34,7% menos que en 2019, 51% menos que el récord histórico alcanzado en 2012 y el monto más bajo desde 2010, informó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) al presentar su estudio anual La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2021.

A nivel mundial, los montos de inversión extranjera directa (IED) se redujeron un 35% en 2020, alcanzando aproximadamente 1,0 billón de dólares, lo que representa el valor más bajo desde 2005. América Latina y el Caribe se encuentra en una tendencia decreciente desde 2013, lo que ha dejado en evidencia la relación entre los flujos de IED y los ciclos de precios de las materias primas, principalmente en América del Sur, según el informe lanzado en conferencia de prensa virtual por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas.

El contexto internacional sugiere que los flujos mundiales de IED tendrán una recuperación lenta. Por otra parte, la búsqueda de activos en sectores estratégicos para la reactivación internacional y para los planes públicos de transformación de la estructura productiva (infraestructura, industria de la salud, economía digital) indica que gran parte de estas operaciones tendrían como destino Europa, América del Norte y algunos países de Asia, aumentando las asimetrías globales, alerta el estudio.

En América Latina y el Caribe, los proyectos de IED mostraron una recuperación entre septiembre de 2020 y febrero de 2021; sin embargo, desde ese mes y hasta mayo de 2021 se estaría verificando una nueva caída en el valor de los anuncios. “En este escenario es difícil pensar que las entradas de IED hacia la región tengan un incremento superior al 5% en 2021”, señala el informe de la CEPAL.

“La IED ha hecho aportes relevantes en América Latina y el Caribe, pero no hay elementos que permitan afirmar que en la última década haya contribuido a cambios significativos en la estructura productiva de la región o que haya servido como catalizador para la transformación del modelo de desarrollo productivo. Hoy el desafío es mayor por las características y la magnitud de la crisis. Necesitamos canalizar la IED hacia actividades que generen mayor productividad, innovación y tecnología”, sostuvo Alicia Bárcena.

La CEPAL, dijo, ha identificado ocho sectores estratégicos para dar un gran impulso para la sostenibilidad en la región. Estos sectores, que podrían verse apuntalados por la IED, son la transición hacia energías renovables; la electromovilidad sostenible en ciudades; la revolución digital inclusiva; la industria manufacturera de la salud; la bioeconomía; la economía del cuidado; la economía circular; y el turismo sostenible.

El informe muestra que solo en cinco países aumentó la IED en 2020: Bahamas y Barbados en el Caribe, Ecuador y Paraguay en América del Sur, y México, el segundo mayor receptor de la región después de Brasil. Los sectores de recursos naturales y manufacturas, con reducciones de -47% y -38%, respectivamente, fueron los más golpeados en 2020. Las energías renovables se mantuvieron como el sector de la región que despierta el mayor interés de los inversores extranjeros.

Estados Unidos aumentó de 27% a 37% su participación en la IED de la región en 2020 ante la fuerte caída de Europa (que bajó del 51% al 38%) y de América Latina (que pasó del 10% al 6%). “La menor caída de Estados Unidos como origen de la IED se explica principalmente por el aumento de las inversiones de este país en Brasil en 2020. Por el contrario, las entradas desde los dos países europeos que tenían más inversiones en Brasil —los Países Bajos y Luxemburgo— se redujeron entre 2020 y 2019, lo que determinó una caída del peso de Europa como inversionista”, plantea el documento.

En 2020, los flujos de las empresas transnacionales latinoamericanas (translatinas) también se desplomaron (-73%), aunque con elevada heterogeneidad: mientras Chile y México mostraron un incremento en los flujos de inversión directa en el exterior, Argentina, Brasil, Colombia y Panamá registraron retrocesos.

“Además de mantener la ayuda de emergencia orientada a los sectores de la población más vulnerables y a las empresas de menor tamaño, los países de la región deben poner en marcha planes estratégicos tanto de reactivación como de transformación de la producción. Los gobiernos y el sector privado deben utilizar sus capacidades para que la política de atracción de capitales extranjeros sea parte de la política industrial como instrumento de transformación de la estructura productiva”, enfatizó Bárcena.

El segundo capítulo del informe, titulado “La inversión de China en un mundo que cambia: implicaciones para la región”, plantea que “el proceso de recuperación de América Latina y el Caribe de la pandemia de COVID-19 es una oportunidad de iniciar una nueva etapa en las relaciones económicas con China y de elaborar políticas que aseguren que las inversiones de ese país contribuyan a construir capacidades productivas en los países receptores, a establecer vínculos con proveedores locales, a generar empleo y a promover el desarrollo sostenible. La multilateralidad debe formar parte de esta aproximación estratégica”.

Finalmente, el tercer capítulo, titulado “Estrategias de inversión en la era digital”, analiza el desarrollo digital en el mundo y la región a través de un modelo conceptual que incluye tres dimensiones (economía conectada, economía digital y economía digitalizada) y aborda diversos desafíos en materia de inclusión, innovación, regulación y tributación, entre otros. La IED puede contribuir a la transformación digital en América Latina y el Caribe, afirma la CEPAL, pero si no se consideran las características estructurales de las economías de la región la digitalización podría profundizar las brechas existentes y generar mayor exclusión e inequidad distributiva, concluye.

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/comunicados/medio-la-crisis-covid-19-america-latina-caribe-recibio-2020-monto-mas-inversion

 

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Desde la CLADE, Nelsy Lizarazo: “La EPJA continúa ocupando lugares muy secundarios en las agendas de los Estados”

Durante consulta subregional de la UNESCO hacia la CONFINTEA VII, representantes de organizaciones como CLADE, CEAAL y DVV presentan sus análisis sobre el contexto de la EPJA en América Latina y el Caribe y los desafíos para que se garantice esta modalidad educativa como un derecho humano.

Repensar la alfabetización desde un lugar de mayor complejidad, alcance y pertinencia para los tiempos actuales y las necesidades de los grupos más vulnerables; abandonar, definitivamente, todo enfoque asistencia y remedial de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) y asegurar ofertas de EPJA flexibles, trabajando en perspectiva intersectorial y de articulación territorial. Esas fueron algunas de las recomendaciones de Nelsy Lizarazo, coordinadora de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), durante el primer día (28/7) de la Consulta subregional en América Latina Camino a CONFINTEA VII, organizada por la UNESCO. El evento reunió representantes de los Estados de América Latina y el Caribe y de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la CLADE, el Instituto de Cooperación Internacional de la Asociación Alemana para la Educación de Adultos (DVV) International y el Consejo Latinoamericano de Educación Popular (CEAAL).

El primer día de la Consulta, que es parte del proceso preparatorio a la Conferencia Internacional de Educación para Adultos (CONFINTEA) VII, se desarrolló alrededor de debates y reflexiones sobre las nuevas comprensiones acerca de la EPJA a la luz de los acuerdos de la CONFINTEA VI. Abordó también el lugar que ocupa la alfabetización desde el enfoque de aprendizaje a lo largo de la vida, los desafíos y respuestas generadas ante el contexto de pandemia desde la EPJA y su relación con el logro de los objetivos de la Agenda 2030. Otros temas enfatizados fueron la recuperación postpandemia y la superación de desigualdades, la atención a la diversidad, la intersectorialidad y su relación con la formación integral de las personas.

Según Nelsy Lizarazo, todavía hay mucho por hacer para que la EPJA sea garantizada como un derecho humano y uno de los desafíos pendientes es que esta modalidad educativa “continúa ocupando lugares muy secundarios en las agendas de los Estados: hay fragmentación institucional, los financiamientos son marginales, las ofertas, limitadas, hay un desconocimiento de los sujetos de derecho, con excepciones notables en algunos sistemas públicos de educación y, sobre todo, con excepciones que provienen del lugar de la educación no formal, comunitaria y popular”.

Para Eva König, directora regional Sudamérica de la DVV, hay que impulsar una “nueva comprensión de la EPJA”. Ella afirma que ha habido avances para garantizar la EPJA como un derecho humano, pero que, en lo que se refiere a la participación, la EPJA sigue invisible. “Falta un enfoque de aprendizaje. Todavía no se comprende la educación de personas jóvenes y adultas desde un componente integral”.

La directora regional de la DVV resaltó también la importancia de la EPJA para la garantía de otros derechos humanos. “El futuro está marcado por el fuerte impacto de la pandemia y los desafíos deben ser tratados como una visión hacia el futuro. Invertir en la EPJA requiere invertir en las matrices y el aprendizaje a lo largo de la vida tiene un valor central. La EPJA atraviesa y aporta a todos los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible]: salud, medio ambiente, desarrollo económico, participación, etc.”.

Noel Aguirre, de CEAAL, defiende una EPJA vinculada a las potencialidades productivas de las regiones. “No solo lo relativo a lo ‘manual’, sino al trabajo intelectual. La EPJA es importante para replantear los modelos de desarrollo en nuestros países, así como la relación con la ciencia y la tecnología”.

Para él, se desconoce el valor social de la EPJA para la vida y el cumplimiento de los ODS. “En el mejor de los casos se da prioridad a la EPJA formal y se ignora toda la riqueza y los aportes de la EPJA no formal. Queda mucho por trabajar en su cobertura, calidad y junto a ella la pertinencia cultural y relevancia social, así como es necesario desarrollar su institucionalidad con identidad propia y con financiamiento suficiente”.

Como producto de la pandemia, Noel Aguirre explica que la EPJA fue afectada como el conjunto de los sistemas educativos de los países de América Latina y el Caribe. “Por ejemplo, [la EPJA] recibió los impactos de la suspensión de las clases presenciales (160 millones de estudiantes) y de la desigualdad manifestada por la brecha digital: acceso a la internet, dispositivos y plataformas digitales, así como sobre su uso pedagógico”.

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2021/07/nelsy-lizarazo-la-epja-continua-ocupando-lugares-muy-secundarios-en-las-agendas-de-los-estados/

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OIT: Al menos 23 millones de personas han transitado por el teletrabajo en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe/16-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.ilo.org

Durante la pandemia el teletrabajo ha posibilitado la continuidad de negocios y empleos. Fue un salto inesperado hacia el futuro del trabajo que deja abierto un escenario de oportunidades y desafíos para la región, dijo hoy la OIT.

El teletrabajo irrumpió en los mercados laborales de América Latina y el Caribe como una manera de enfrentar las consecuencias de la pandemia COVID-19, permitiendo la continuidad de actividades en algunos sectores en el contexto de una caída devastadora de la actividad económica, con pérdida de empleo, caída de los ingresos y cierre de empresas.

Las estimaciones preliminares de la OIT indican que en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, unas 23 millones de personas transitaron hacia el teletrabajo en la región. Al igual que en otros lugares del mundo, esta modalidad surgió como un mecanismo para garantizar la continuidad de ciertas actividades económicas y, con ello, de la relación laboral.

Una nueva nota técnica de la OIT difundida este martes, dice que en los países de la región donde existen datos disponibles entre el 20 y 30 por ciento de los asalariados que estuvieron efectivamente trabajando lo hicieron desde sus domicilios durante la vigencia de las medidas de confinamiento. Antes de la pandemia, esa cifra era inferior al 3 por ciento.

“La crisis causó una aceleración de tendencias en los mercados laborales, lo cual deja la sensación que junto a la situación dramática de la pérdida de empleo el futuro del trabajo se estuviera manifestando antes de lo esperado”, dijo el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

“El teletrabajo ayudó a amortiguar los impactos negativos de la crisis en los mercados de trabajo contribuyendo a la preservación de millones de empleos. Tras la recuperación seguramente seguirá siendo una opción y generando nuevas oportunidades, aunque está claro que aún está pendiente responder a desafíos tanto para los trabajadores como para las empresas que debieron implementarlo rápidamente”, agregó Pinheiro.

El informe destaca que aunque es muy temprano para predecir el alcance efectivo del teletrabajo, será necesario que los países y las sociedades estén preparados para asumir que esta modalidad llegó para quedarse, ya sea como una solución conveniente para algunas personas y empresas, o a través de la proliferación de formas híbridas que combinen trabajo en el establecimiento con trabajo desde el hogar.

El análisis de la OIT dice que si bien ya antes de la pandemia existía el trabajo desde el domicilio, este abarcaba principalmente a trabajadores por cuenta propia, o en situaciones especiales se combinaba con trabajo en el establecimiento, “pero en el contexto de cuarentena pasó, en mucho casos, a ser la modalidad exclusiva de trabajo”.

“Sin embargo, no todos los trabajadores pudieron hacer uso de esta modalidad. Fueron principalmente las personas asalariadas formales, con alto nivel educativo, con relaciones de empleo estables, en ocupaciones profesionales, gerenciales y administrativas, y por supuesto con acceso a las tecnologías necesarias para llevar a cabo sus tareas, quienes registraron los mayores aumentos del teletrabajo”, explicó Roxana Maurizio, especialista regional en economía laboral de la OIT y autora de la nota técnica “Desafíos y oportunidades del teletrabajo en América Latina y el Caribe ”.

El informe destaca que tuvieron mucho menor acceso al teletrabajo “los trabajadores informales, cuentapropistas, jóvenes, de menores calificaciones y de bajos ingresos laborales, quienes experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas, especialmente en la primera mitad de 2020”.

De acuerdo con Maurizio también es importante considerar que en una región caracterizada por estructuras laborales con baja intensidad global en el uso de TICs y con elevadas brechas tecnológicas “era esperable que la difusión de la modalidad de trabajo a domicilio y, en particular del teletrabajo, no fuera homogénea entre los diferentes grupos de trabajadores”.

Por otra parte, la especialista de OIT agregó que antes de esta crisis el teletrabajo era considerado como una alternativa para lograr mejor conciliación entre la vida familiar y la laboral, pero durante el cierre provocado por la pandemia la situación fue compleja pues además cerraron las escuelas y se incrementaron las demandas de cuidado.

“Esto afectó en forma especial a las mujeres, dado que las responsabilidades familiares siguen recayendo mayormente sobre ellas” , precisó Maurizio.

El informe destaca algunos aspectos relevantes que deben ser abordados para enfrentar los desafíos del teletrabajo:

  • Principio de voluntariedad y acuerdo entre las partes
  • Organización y tiempo de trabajo
  • Seguridad y salud en el trabajo
  • Equipamiento y elementos de trabajo
  • Protección del derecho de privacidad de los trabajadores
  • Dimensión de género y teletrabajo
  • El papel de los actores sociales
  • Relación laboral y cumplimiento de la legislación

La región ha reportado avances en materia de regulación del teletrabajo. Sin embargo, el aumento sin precedentes de esta modalidad de trabajo expuso una multiplicidad de desafíos que deben ser abordados”, dice el análisis de OIT. “Sin controles adecuados, el trabajo desde el domicilio podría derivar en relaciones laborales que no reconozcan la dependencia y, por lo tanto, en aumentos del trabajo independiente o en relaciones laborales encubiertas”.

Los temas de la seguridad social, del cumplimiento de las jornadas, de libertad de asociación, de acceso a la formación laboral, de salud y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, forman parte de los temas a considerar. La nota técnica destaca que para abordar estos temas es clave el diálogo entre gobiernos, empleadores y trabajadores.

“Desde la perspectiva de las empresas, la modalidad de teletrabajo también representa desafíos para garantizar la continuidad de las operaciones y mantener los niveles de productividad requeridos para su supervivencia” , agrega.

“Resulta fundamental considerar las lecciones aprendidas durante la pandemia”, dice la nota técnica de la OIT, pero también indica que para futuros análisis sobre este tema “se requiere contar con estadísticas oficiales que brinden información adecuada, comparable y actualizada” sobre el teletrabajo en América Latina y el Caribe.

Fuente e Imagen: https://www.ilo.org/americas/sala-de-prensa/WCMS_811302/lang–es/index.htm

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Impactos y desafíos de la pandemia en América Latina y el Caribe

Impactos y desafíos de la pandemia en América Latina y el Caribe

Lucía Verdugo

El mundo vive una crisis sanitaria, humana y económica sin precedentes en el último siglo y que evoluciona continuamente. Para reflexionar sobre los problemas críticos que viven los países de América Latina y el Caribe, con una visión al futuro, la Unesco convocó a una reunión virtual internacional de alto nivel, coordinada por su oficina en Guatemala. En dos paneles, moderados por los subdirectores de la Unesco, Firmin Matoko y Gabriela Ramos, participaron la premio nobel de la Paz Rigoberta Menchú; Boaventura de Sousa Santos, Universidad de Coimbra; Abel Prieto, Casa de las Américas; Simone Cecchini, Cepal; Saskia Sassen, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales; Michelle Mycoo, coordinadora del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU; Pablo Gentili, del Ministerio de Educación de Argentina; y John Antón Sánchez, Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador.

El evento dio inicio con una invitación de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, a aprender de una crisis que ha sacado a luz las brechas sociales, económicas y para el desarrollo persistentes, ha exacerbado las desigualdades y mostrado el impacto en la carencia de cobertura de seguridad social, para las poblaciones vulnerables, especialmente las personas indígenas, las niñas y las mujeres, conforme el virus fue avanzando. Destacó que la Unesco puso en marcha la movilización de la solidaridad de la comunidad internacional a través de la Coalición Mundial por la Educación y los sectores de las Ciencias Sociales y Naturales, de Cultura y de Comunicación e Información de la organización.

La Dra. Rigoberta Menchú planteó la pandemia como una encrucijada para la humanidad, que marca un antes y un después. Refirió que antes de la pandemia ya había desesperación en la humanidad, como se manifiesta en las grandes migraciones. Dijo que la pandemia nos muestra una realidad espeluznante de falta de protección desde los Estados para los más afectados. La pandemia nos ha dado la lección del retorno necesario a la familia y los saberes ancestrales, a la Madre Tierra. Y este es un reto para el humanismo, porque tiene que haber una dosis de humanidad en todo lo que vamos a construir para el futuro.

Boaventura De Sousa Santos, pensador e intelectual de la actualidad, expresó que la primera lección que nos trae el virus es que esta pandemia ocurre dentro de otra pandemia, que es el neoliberalismo. “Los mercados no son todo en la vida. Con la pandemia, la gente no pidió protección al mercado, sino al Estado”.

De Sousa planteó que el virus no es democrático. “En países se dio prioridad a la vida, pero en otros se le dio a la economía, como si la economía pudiera prosperar encima de un monte de cadáveres”. De Sousa llama al virus “un pedagogo cruel”, cuya enseñanza más importante es que la Madre Tierra nos pide terminar el modelo actual de desarrollo ante la hecatombe de la destrucción de la naturaleza.

Señaló que entramos en un período de transición paradigmática, con tres escenarios a futuro, de los cuales solamente el tercero produciría un cambio real de modos de vida, de producción y de convivencia; en el cual es esencial el conocimiento ancestral de los pueblos.

Simone Cecchini, de la Cepal, dijo que América Latina es el epicentro de la pandemia, con 300 mil muertos que representan un tercio del total de muertos en el mundo por coronavirus en una región que no estaba bien antes de la pandemia. Antes de la pandemia, gran parte de la población no accedía a derechos sociales, económicos y culturales, con un total de 54% de trabajadores informales. A ello se suma la alta conflictividad social por el descontento popular generalizado reclamando cambios estructurales en los países y la protección social de los estados, ya que quienes no acceden a sus derechos y a condiciones mínimas de empleo y desarrollo, no pueden acceder a educación a distancia, tecnologías y servicios básicos, sino por el contrario, sufren de hacinamiento, carecen de servicios de salud, agua y saneamiento.

Cecchini también expresó que hablar de América Latina es hablar de diversidad de estadísticas y de escenarios políticos y sociales. Según datos y proyehttps://profelandia.com/cciones de Cepal, la región puede esperar una caída del producto interno bruto (PIB) del 9,1% en 2020, un descenso en la actividad económica de tal magnitud que llevará a que el nivel del PIB per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al observado en 2010, es decir, se espera un retroceso de 10 años en los niveles de ingreso por habitante, según el Informe especial Covid-19 N⁰ 5 del 15 de julio de 2020.

Una de las expresiones positivas de la crisis es que ha habido un estallido del pensamiento, de la imaginación, del reclamo de dignidad de los sectores más afectados, dijo el coordinador del evento y representante de la Unesco en Guatemala, Dr. Julio Carranza, retomando algunas de las ideas expresadas. Resaltó las coincidencias expresadas sobre la urgencia de rescatar el Estado y las políticas públicas, como instrumentos de la democracia. Expresó la preocupación sobre el acceso desigual a la educación a distancia, así como por la vuelta a la educación presencial que tendría que plantearse con cambios fundamentales, aumentar la inversión en educación y combatir las desigualdades.

Enfatizó que es necesario reforzar la democracia en su sentido esencial y encontrar salidas que respondan a los intereses más nobles de la humanidad. Rescatar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la consigna de que hoy debemos reforzar, más que nunca: “no dejar a nadie atrás”.

Vínculo web directo a la conferencia y al análisis completo de la región. https://shorturl.at/wBPR0

Fuente de la Información: Vínculo web directo a la conferencia y al análisis completo de la región. https://shorturl.at/wBPR0

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Serán necesarios 11 años para recuperar el aprendizaje perdido debido al impacto de la pandemia en Iberoamérica

Serán necesarios 11 años para recuperar el aprendizaje perdido debido al impacto de la pandemia en Iberoamérica

OEI

01 de julio de 2021

Secretaría General

Educación

El dato se desprende del informe «Efectos en la Educación iberoamericana: un año después de la COVID-19», publicado por la OEI. Entre sus recomendaciones, la OEI sugiere hacer prevalecer el centro educativo innovador e híbrido frente al reduccionismo del aula y establecer tutorías y clases de refuerzo que ayuden a recuperar el aprendizaje perdido.

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) ha publicado el informe Efectos en la Educación iberoamericana: un año después de la COVID-19un estudio que ha analizado cuáles han sido los efectos de la crisis del coronavirus en la educación regional, poniendo su mirada en la pérdida de aprendizaje y en el impacto económico que supondrá la pandemia en Iberoamérica debido al cierre de las aulas.

A partir de la evidencia recopilada en el último año, el informe concluye que la estimación global del impacto económico de la pandemia —tomando en consideración la pérdida de aprendizaje de estudiantes de todos los niveles educativos— varía entre una caída del 18% al 12% del nivel de renta nacional, dependiendo de los niveles de participación de la fuerza laboral en cada país. Así, con una participación laboral del 70% en un país de renta alta se puede estimar una caída del PIB presente y futuro en términos actuales del 6%. En Iberoamérica, donde coexisten países de renta media y baja, esa cifra puede llegar a más que duplicarse en los de renta media, y a multiplicarse hasta por 7 en los de renta baja.

En cuanto a la pérdida de aprendizaje, las pruebas diagnósticas que ha llevado a cabo el estado de São Paulo, que realiza cada año pruebas estandarizadas a sus alumnos en áreas como matemáticas, demuestran que hacen falta hasta 11 años para recuperar el aprendizaje perdido. Después de casi un año de interrupción escolar, los resultados obtenidos por los alumnos son comparables a los de las pruebas hechas en 2005 o 2007. El informe apunta a que la forma más efectiva de recuperar estas pérdidas, producidas por el cierre de los centros, es la realización de tutorías de pequeños grupos de refuerzo y apoyo.

En ese sentido, los autores del informe (Ismael Sanz, doctor en Economía Aplicada; Jorge Sainz, catedrático en Economía Aplicada y Ana Capilla, directora de Educación Superior y Ciencia de la OEI) concuerdan que, si bien ha habido algunos estudios (de corte principalmente cualitativo) sobre el impacto del COVID-19 en Iberoamérica, en líneas generales, no resulta fácil conseguir datos debido bien a que no existen, o bien a que no se han puesto a disposición de los investigadores por distintas causas. Los investigadores señalan que algunas de estas razones podrían deberse a la ausencia de una cultura de la transparencia y rendición de cuentas en los sistemas educativos, lo que dificulta la definición de estrategias de acción claras y precisas en la región.

¿Cómo ha sido la vuelta a las aulas?

Por su parte, el informe Retorno escolar postpandemia en Iberoamérica: avances, reflexiones y recomendaciones, también publicado por la OEI, recoge cómo ha sido el proceso progresivo de la vuelta a las aulas en los países iberoamericanos. Así, el estudio analiza y compara el regreso presencial en las escuelas de la región, teniendo en cuenta la evolución del contexto de la pandemia en los países, las medidas sanitarias tomadas por las autoridades nacionales, así como las políticas públicas desarrolladas en materia de educación.

En ese sentido, el informe señala que, a marzo de 2021, del total de países consultados, 14 de ellos (un 67 %) habían optado por retornar a clases presenciales, frente a un 33 % no presencial. Asimismo, ocho lo habían hecho de manera obligatoria (Andorra, Argentina, Colombia, Cuba, España, Nicaragua, Portugal y Uruguay), y cinco optaron por la voluntariedad (Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Paraguay). A excepción de los países europeos de la región (España, Portugal y Andorra), la mayoría de los países volvieron a la presencialidad en febrero o marzo del 2021, siguiendo sus calendarios de inicio del año escolar. Solo Brasil declaró tener una modalidad mixta (obligatoria y voluntaria), ya que en su caso la decisión depende de cada estado federal.

Respecto al porcentaje de escuelas que efectivamente han retornado presencialmente en cada país, los datos son variables y, en algunos casos, no se cuenta con registros oficiales. En el caso de Uruguay, a marzo de 2021, se informa que un 87 % del total de la matrícula de estudiantes en educación inicial y educación primaria ha retornado a las clases presenciales. Chile, por su parte, señala que este porcentaje llegó a alcanzar al 38 % de los establecimientos educativos y en Costa Rica un 93 % de los centros públicos del país han retornado presencialmente, porcentaje que en Guatemala alcanza al 100 % de dichos centros educativos.

Distintas prioridades

De acuerdo con el informe, doce de los países manifestaron contar con un comité de expertos asesor de los ministerios de Educación en materia de retorno escolar. Los datos muestran que los expertos pusieron el foco en los criterios de priorización del retorno de determinados niveles educativos sobre otros. Así, se observa que no existieron criterios compartidos entre los países, así como tampoco una fundamentación homogénea en las decisiones tomadas al respecto, pero sí se nota una tímida tendencia a iniciar con los primeros niveles educativos.  

La OEI recomienda

Ambos estudios concluyen con una serie de recomendaciones que apuntan a dos ámbitos: políticas públicas y centros escolares, y que van dirigidas a ministerios de Educación, especialistas en la materia, docentes y sociedad en general. Las recomendaciones ponen sobre la mesa una vuelta a las aulas aún en contexto de pandemia, así como la implementación de un modelo educativo inclusivo enfocado en reducir al máximo la brecha digital en la región. Entre ellas destaca la generación de más espacios de reflexión y cooperación internacional, identificando buenas prácticas e innovaciones interesantes.

Asimismo, la organización recomienda establecer mesas sectoriales por niveles educativos (educación parvularia, educación básica, media y superior, así como en materia de educación especial) para generar reflexiones y recomendaciones pertinentes para cada etapa. También, con la modalidad mixta se pueden ocasionar ciertas dificultades en los docentes a la hora de desarrollar las clases, por lo que el informe sugiere conocer y adaptarlas a los nuevos tiempos y necesidades, teniendo en cuenta la posibilidad de contar con apoyos extras.

En el ámbito de los centros escolares, se sugiere prevalecer el centro educativo innovador e híbrido frente al reduccionismo de las aulas exclusivamente, así como revisar el currículo en torno a sus principales objetivos y aprendizajes esperados, siendo capaz de responder a la diversidad de contextos y de estudiantes, sin generar desigualdad o exclusión.

Fuente de la Información: https://oei.int/oficinas/secretaria-general/noticias/seran-necesarios-11-anos-para-recuperar-el-aprendizaje-perdido-debido-al-impacto-de-la-pandemia-en-iberoamerica

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