Por: ARAAC
Ahora tenemos una ardua tarea colectiva de asegurar que el Foro Permanente nazca haciendo honor a su tradición, que sea real y efectivamente un cónclave que reúna la diversidad de voces que configuran la enorme muchedumbre de pueblos Africanos y Afrodescendientes del mundo.
El pasado 2 de agosto, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó, por consenso, la creación de un Foro Permanente de Afrodescendientes, en tanto mecanismo consultivo y órgano asesor dedicado a mejorar la calidad de vida y los medios de subsistencia de esta comunidad, como también contribuir a su inclusión política, económica y social en condiciones de igualdad.
La resolución confirma el compromiso de la Asamblea General con el respeto a la dignidad humana y la igualdad de las víctimas de la esclavitud, la trata de esclavos y el colonialismo, en particular de los afrodescendientes en la diáspora africana.
La Asamblea indicó también que el Foro deberá valorar una posible declaración de la ONU sobre la promoción, la protección y el respeto pleno de los derechos de los afrodescendientes, además de identificar las mejores prácticas, e iniciativas para abordar las cuestiones relacionadas con los mismos.
También, supervisará los avances en la implementación del programa de actividades del Decenio Internacional de los Afrodescendientes y promoverá un mayor conocimiento y respeto de la diversidad, herencia y cultura de estas personas.
A continuación, reproducimos la Declaración de la Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe respecto a la creación de este Foro.
(ALAI).
Declaración de ARAAC
Como activistas e intelectuales Afrodescendientes de las Américas y el Caribe, damos la bienvenida a la aprobación de un Foro Permanente Afrodescendiente en la Organización de Naciones Unidas (FMA). El FMA ha sido una demanda colocada desde el inicio mismo de la ONU cuando el eminente intelectual-activista W.E.B. Du Bois, como portavoz de la Asociación Nacional por el Avance de los Pueblos de Color (National Association for the Advancement of Color Peoples-NAACP), intentó (con poco éxito) que los problemas entrelazados del colonialismo y el racismo, estuvieran en la agenda central de la conferencia fundacional de la ONU celebrada en 1945 en la ciudad de San Francisco.
En una línea similar, en aras de la justicia y la liberación para los pueblos Afroamericanos, el destacado líder e intelectual Malcolm X, como cabeza de la Organización para la Unidad Africano-Americana (Organization for African America Unity-OAAU), compareció ante la ONU en 1964, demandando un debate sobre el racismo como una violación a los derechos humanos, como también representación en dicho organismo mundial. Continuando esta tradición, los movimientos sociales afrodescendientes, con apoyo de voceros múltiples (gubernamentales, intelectuales, organizaciones sociales y comunitarias) de la comunidad internacional, en la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo y formas conexas de Discriminación, celebrada en Durban, Sudáfrica en el 2001, abogaron por un camino democrático antirracista. Desde la declaración del Año Internacional de las/los Afrodescendientes (2011), demandaron continuar con el Decenio Internacional Afrodescendiente (2015-2025) y con el Foro Permanente Afrodescendiente como una estrella del norte para asegurar que, a través de nuestra representación y de la creación de un espacio de deliberación y planificación, se impulse la implementación de las metas de reconocimiento, justicia y desarrollo que sirven de lema al Decenio.
En todo este historial, las comunidades y los movimientos sociales han sido las fuerzas vivas que han impulsado estos objetivos organizativos como medios para el empoderamiento colectivo, la justicia y la democracia, en fin para la descolonización y liberación en contra del entramado de opresiones (raciales, de clase, de género y sexualidad, etc.), que hemos sufrido por más de 500 años a partir de la conquista/colonización, la trata esclavista trans-Atlántica y el racismo sistémico/estructural, que permanece hasta hoy día, como legado vivo de la esclavitud y el imperialismo blanco. Tocando ese tambor, en la Declaración y Plan de Acción de Durban se reconoce la esclavitud como “crimen de lesa humanidad” y, por ende, el racismo estructural que persiste como su secuela, como una causa mayor para lograr un contrato social de justicia, democracia, equidad y libertad en el orden planetario. Con esos fines, planteamos la justicia reparativa como principio ético-político y aprobamos la creación y adopción de políticas públicas de Afro-reparaciones como necesarias para forjar un mundo más justo, democrático y equitativo.
En este orden, entendemos el Foro Permanente Afrodescendiente como un espacio de suma importancia para impulsar estas transformaciones necesarias. En nuestra conferencia fundacional como Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe (ARAAC), celebrada en Caracas, Venezuela, en junio 2011, a propósito del Año Internacional de las/los Afrodescendientes, afirmamos nuestra voluntad de gestionar a favor del Foro Permanente Afrodescendiente.
Ahora tenemos una ardua tarea colectiva de asegurar que el Foro Permanente nazca haciendo honor a su tradición, que sea real y efectivamente un cónclave que reúna la diversidad de voces que configuran la enorme muchedumbre de pueblos Africanos y Afrodescendientes del mundo. Tenemos un buen ejemplo en el Foro Permanente de los Pueblos Indígenas, en el cual están representados no sólo los estados, pero donde los protagonistas principales son las comunidades y los movimientos sociales que representan las mayorías. A juzgar por el ejemplo del Decenio Afrodescendiente, en el cual ha habido carencia de representación de las comunidades de base y los movimientos sociales, y donde no han sido muchos los logros concretos que hemos obtenido como pueblos, consideramos absolutamente necesario que el Foro Permanente se constituya a partir de un proceso profundamente democrático, a través de procedimientos inclusivos que promuevan la representación múltiple, asegurando que las aspiraciones y necesidades de las mayorías Afrodescendientes sean consideradas para así elaborar una agenda que atienda los intereses y problemas de aquellas que Du Bois denominó “los pueblos negros del mundo”. En este espíritu, declaramos nuestro entusiasmo, nuestras preocupaciones, y nuestra voluntad de participar activamente en este prometedor proceso de construcción colectiva.
Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe
araac.afrodescendientes@gmail.com